ESTE ÁLBUM ILUSTRADO HA SIDO ESCRITO E ILUSTRADO POR…
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Hannah Javis Lucia Haya Yeycor De la Cruz Daniel Serrano Lucia Pérez Jairo Bajo Pablo Alonso Hugo Díaz Ana Sierra Adriana Urresti
CRIE, Viérnoles 2014.
Soy un pingüino más alto que un ordenador. Me llamo Rico y me gusta nadar en las piscinas. Soy un poco gamberro porque exploto todas las piscinas de goma pero también soy amable porque bajo la basura a mis vecinos.
Me gusta mucho jugar al fútbol pero de portero. Juego mucho con algunos pingüinos que viven cerca de mí. Me gusta llevar las playeras de Messi.
El pingüino vive en el Polo Norte en una casa de 15 metros de altura y 10 metros de ancho. Tiene un perro y un gato de color marrón que es una fiera. Como al pingüino le encanta correr y jugar con sus amigos tiene muchos juguetes, por ejemplo: una colchoneta, una muñeca, tres libros, un patinete, una bici y unos patines de línea rojos..¡y muchos más!
Un día el pingüino se encontró con una pingüinita que era muy agradable, cariñosa y amistosa. A la pingüinita le gustaba jugar a la comba encima de un iceberg, patinar sobre hielo y comer sardinas y merluza. Cuando el pingüino la vio por primera vez le latían las aletas y el pico. No podía escribirla una carta porque no tenía tinta y no sabia escribir porque cuando era pequeño no había ido a la escuela.
Enseguida llegó el Yeti dispuesto a escribirle una carta a pingüina. “Queridísima amiga: Te invito a asustar a los pingüinos salvajes que están en el mar pescando peces coloridos. Te invito a ver una película ”El cazador furtivo” que vive en la Montaña Rocosa. ¡ es la mejor película mundo ! Saludos, de Rico el pingüino.”
Pero al pingüino no le gustó y dijo: -¡ Pero como se te ocurre invitarla de aventura y luego asustar a los pinguinos! ¡ No me gusta esta maldita carta!
Al día siguiente le fue a visitar un rinoceronte que inmediatamente se puso a escribir la carta con una pluma de águila.
“Hola señorita pingüina: Te invito a la sabana para comer hierba y espiar a los tigres y leones. Luego comeremos uvas con salsa de pepinillos. ¡Están buenísimas! -Saludos, Rico el pingüino.”
Pero al pingüino no le gustó y dijo: -¡Esto no lo escribiría ningún pingüino, ni siquiera un pingüino loco!
Por la tarde se encontró con un león mágico que con mucho esfuerzo escribió una carta con un lápiz de madera de color morado, azul, blanco y transparente . “Queridísima pingüina: ¿Quieres cazar conmigo por la selva? Y al final del día a ver las estrellas? . Si no quieres ir puedes venir a mi casa . Un beso y saludos.” Pero al pingüino no le gustó y dijo: - Yo nunca escribiría esta carta rara . Yo nunca he ido a cazar, ni vivo en la selva y nunca viviré en la selva porque no me gusta y no puedo vivir en ella.
A la mañana siguiente se encontró con un oso polar que en un momento le escribió la carta en un papel de hielo de color
verde. “Queridísima amiga: Te invito a dormir en el agua helada. Y luego comeremos unos espaguetis a la napolitana que están riquísimos. Saludos, pingüino.”
Pero al pingüino no le gustó y dijo. -No me gusta , pon ahora mismo otra cosa. El pingüino enfadado se fue a buscar un pez para que le escribiera otra cosa .
A la mañana siguiente se encontró con un pez dorado y precioso que le escribió la carta con un lápiz rojo. “Queridísima pingüina, te invito a pescar conmigo, por favor soy el mejor pez del mundo, conmigo vas a pasar una noche épica. Si no quieres llámame y quedamos para otro día. Saludos, el pingüino.”
Pero al pingüino no le gustó y dijo: - No me gusta la carta que escribió el pez, se la va a cargar. Y el pingüino se enfadó muchísimo
El pingüino, triste y desolado, pensaba … Si yo pudiera escribir la escribiría: Eres la pingüina más guapa y más lista que he conocido nunca, me gustaría que mañana vinieras a mi iglú preferido y después fuéramos a pescar sardinas. ¡ Me gustaría tanto que vinieras conmigo a tomar un café a la Torre Eiffel!
La pingüina que estaba en la cafetería escuchó muy emocionada al pingüino. Y le dijo: -¿Qué te pasa pingüino?. -Que no se escribir. -Yo te puedo enseñar a escribir para que puedas escribir muchas cartas a más pingüinos, y también a tus amigos del Polo Norte y de todo el mundo. -Muchas gracias por invitarme al café, ahora mismo nos vamos a París. Y se fueron en un avión privado y allí comieron tranquilamente muchos peces.
ESTE ÁLBUM ILUSTRADO ES UNA ADAPTACIÓN DEL LIBRO “EL LEÓN QUE NO SABÍA ESCRIBIR”, ESCRITO E ILUSTRADO POR MARTIN BALTSCHEIT. EDITORIAL LÓGUEZ EDICIONES.