Este libro ha sido escrito e ilustrado por:
• Aylin
• Lucas
• Victoria
• Ariel
• Andrés
• Jorge
• Nel
• Alexander
• Ana P.
• Mario
• Elena
• Ana D.
• Marta
• Lavinia
• Álvaro
• Alexandra
• Adrián
• Guillermo
• Diego
En lo más profundo del bosque, dentro de una casa pequeña, de madera y que estaba construida a mano, se oía lamentarse a Don Oso, un animal pequeño y gordito, muy amigable, perezoso y despistado.
- Estoy muy triste porque he perdido mi gorro grande, puntiagudo, verde y rojo, que era muy especial para mí porque era el gorro que me regaló mi mamá el primer invierno de mi vida.
Don Oso decidió salir a buscar su gorro por el bosque porque la última vez que lo vio se echaba una siesta bajo un árbol del bosque.
Buscando entre los árboles , se encontró entonces con Doña Sandra, una yegua bonita con pelo rubio y con una trenza, que estaba haciendo la croqueta por la colina con su hermana mayor mientras sus padres hacían la comida.
- ¿Tú has visto mi gorro?
- No, la verdad es que no, pero si quieres te dejo mi flauta. Es súper especial porque brilla en la oscuridad y cuando la tocas atrae a los ratones. Me la regalaron mis padres de pequeño por mi cumpleaños.
Cerca del estanque se encontró a Halen un mono bajito y marrón clarito que estaba pelando patas de cerdo para comer con su familia y con sus amigos monos del bosque.
- Oye mono ¿Está por aquí mi gorro?
Pues ni idea de dónde puede estar, pero puedes llevarte este mágico y sorprendente chaleco de colorines que es genial, porque puedes volar y detrás tiene un paracaídas para aterrizar donde quiera.
Entonces don Oso, vio moverse entre las piedras a Rocky un erizo grande de color marrón y delgado que estaba encima de una roca durmiendo
¡No me pinches! que solo quiero saber si has visto mi gorro.
No, no te preocupes que no quiero hacerte daño, pero ya que no sé dónde está tu gorro, podría dejarte mis guantes de lana grandes de color negro, que son muy maravillosos, porque fueron un regalo de mi 20 cumpleaños y cuando me los pongo, puedo trepar por las rocas.
Colgando de un árbol estaba comiendo pizza la serpiente Álvaro, era larga, delgada y de color azul y estaba bailando.
Oye, ¿Tú has visto mi gorro desde ahí arriba?.
No, pero si quieres puedo prestarte mi jersey rojo que abriga mucho.
Es muy especial para mí, porque cuando me lo pongo, puedo ser inmune al hielo .
Bajo una seta se encontró con una hormiga pequeña y roja llamada Javier que estaba buscando comida.
Oye, ¿Tú has visto mi gorro desde ahí abajo?.
Pues no he visto tu gorro, pero si te parece bien, ponte mis calcetines verdes con círculos que tiene unas propiedades maravillosas, porque al ponértelo no te manchas las patas.
Posado en la rama de un árbol vio al cuervo , era grande , tenía el pico muy largo y se llama Lucas que estaba comiendo gusanos fritos.
Eh cuervo, ¿Has visto mi gorro mientras volabas esta mañana?
¿Un gorro? ¿qué es eso? ¿se come? ¿vuela? …Yo lo único que he visto son mis
guantes azules con estrellas blancas , que son únicos porque me hacen brillar cuando aplaudo.
En otra parte del bosque, la tortuga acaba de encontrar algo inesperado
-UAUUUUU qué suerte he tenido, un gorro verde rojo y puntiagudo para mí!!
Y ni corta ni perezosa, se lo puso.
Don Oso se encontró entonces con la tortuga, pero estaba tan triste que no se dio ni cuenta de que llevaba puesto su gorro perdido, así que nuevamente preguntó:
Oye tortuga ¿Tú has visto por ahí un gorro?.
Ella , un poco asustada respondió: –¡No, no, no yo jamás de los jamases cogería un gorro rojo verde y puntiagudo!
Yo nunca me pondría un gorro, porque los gorros atraen a las águilas. Mi madre tuvo un accidente con un gorro, porque el águila la levantó por los aires y la soltó.