MUNDIAL
EL DECÁLOGO
MACAYA
RECUERDOS, SORPRESAS Y DECEPCIONES DEL PERIODISTA RÉCORD QUE CUBRIÓ 14 MUNDIALES Y VA POR EL NÚMERO 15 EN BRASIL.
UNOS AÑOS atrás, la FIFA premió a varios
periodistas de distintos países que habían cubierto al menos 11 mundiales. Enrique Macaya Márquez atesora el diploma y la réplica en miniatura de la Copa del Mundo que recibió en aquella oportunidad, pero el reconocimiento le quedó corto: en Sudáfrica 2010 alcanzó la línea del escocés Malcolm Brodie, quien había iniciado su periplo mundialista en Suiza 1954 y falleció en enero del año pasado. En Brasil, Macaya estará en su decimoquinto mundial, un récord inigualable. En charla con Newsweek, el comentarista histórico del ciclo Fútbol de Primera repasa su historia con los Mundiales a partir de diez situaciones claves que abordan desde los cambios
Desde Suecia 1958, Macaya no falta a una Copa del Mundo.
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tecnológicos en la comunicación, pasando por las modificaciones tácticas en el juego, hasta las influencias políticas y las más grandes figuras. 1. ¿Qué es lo que más recuerda de su primer Mundial, Suecia 1958? Lo primero es el viaje, porque para mí fue la primera experiencia de un vuelo más allá de Uruguay y saliendo de la Argentina. Un viaje de treinta y pico de horas con un DC7 que paraba en todos lados a reabastecerse, y el desconocimiento total de lo que nos íbamos a encontrar, me provocaba mucha ansiedad. A tal punto no sabíamos con qué nos íbamos a encontrar que nos fuimos a otro lado: nos estaban esperando en Hamburgo y el avión llegó a Frankfurt. Milagrosamente llegamos a Suecia, a través del norte de Alemania, pasando por Dinamarca, y entramos por el sur a Malmö, donde estaba la selección argentina. Un lugar triste, donde la gente tomaba baños termales. Pero así como no sabíamos nada nosotros, los dirigentes tampoco sabían nada. 2. ¿Cuál fue el mejor partido que vio en un Mundial? Inglaterra 1-Hungría 2 en Rancagua, en Chile 1962. Bajo una llovizna permanente, dos estilos europeos totalmente distintos: los húngaros con la habilidad de los centroeuropeos y los ingleses con el estilo que siguen teniendo todavía. Fue bárbaro. Y la final de Argentina con Alemania en México 86. Pero los partidos de Argentina uno los ve de forma diferente, por más
Newsweek
30/04/2014 03:35:11 p.m.
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Por Cristian H. Savio
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equilibrado que intente ser. 3. ¿El mejor gol, sacando el de Maradona a Inglaterra en el ‘86? No tengo memoria de goles. Tal vez alguno de Cruyff de tijera, pero no me impresionaron tanto. 4. ¿El mejor jugador? El mejor para mí fue Alfredo Di Stéfano, que fue a un Mundial pero no jugó. Para mí cracks son Pelé, Di Stéfano, Cruyff, Diego. Y Messi va camino de serlo, vamos a ver si llega. En los Mundiales vi a muy buenos jugadores, pero Maradona les ganó a Platini y a Zico en un mismo campeonato. Pelé fue un fenómeno, empezó a los 17 años y no era titular, pero lo pidieron los propios compañeros. Pelé tiene que ver con la transformación exitosa del fútbol brasileño, le agregó la cuota de fortaleza física y temperamento que necesitaban los brasileños, que siempre fueron adelantados, no sólo por la técnica. ¡Fueron a Suecia 58 con un psicólogo, cuando acá ni sabíamos qué era la psicología! Además, fueron los primeros en jugar con el cuarto zaguero, cuando metieron el 4-3-3 en Chile. Y la computación: Telé Santana, que los dirigió en los Mundiales de 1982 y ‘86, tenía un tipo al lado con una computadora y uno no sabía para qué. Seguimos diciendo que juegan bien porque tienen playa... una pavada total. 5. ¿La mayor sorpresa? Holanda del ‘74. Lo sufrimos en Gelsenkirchen, cuando nos ganaron 4-1. Recuerdo que cuando volvíamos en el micro de prensa tras el partido, Osvaldo Ardizzone, que había viajado por El Gráfico, me decía: “Tenemos que inventar palabras nuevas, porque lo que acabamos de ver no lo podemos describir con las palabras que usamos nosotros habitualmente”. Y fue así. No se repitió más. La revolución táctica de Bilardo en el ‘86 tiene valor, pero estos tipos tenían una indisciplina disciplinada, no se sabía por dónde iban, y te jugaban con la ley del offside que después adoptó Estudiantes de La Plata. 6. Me habló del Brasil del ‘70, Holanda ‘74, Argentina ‘86. ¿Ese es el podio de los mejores equipos? ¿Cómo los ordenaría? Ordenarlos es difícil. Pero sí, son los mejores. Brasil 70 era el aplauso, Holanda 74, como dije, la admiración producida por
la sorpresa. De los brasileños teníamos conocimiento a partir de la competencia en el orden sudamericano, y formaron un equipazo. Pero Holanda ‘74 fue revolucionario, algo que nunca había visto. Jugadores sin posiciones fijas, todo el mundo moviéndose. Algo como lo que fue el Barcelona de hace un año pero con más rigurosidad y despliegue físico: jugaban con la ley del offside, te pasaban como poste. Una cosa fantástica. Y Argentina ‘86 fue un equipo que se encontró en la can-
“EL 1-6 CONTRA CHECOSLOVAQUIA, EN SUECIA 1958, FUE BRUTAL. INCONCEBIBLE. ATENTABA CONTRA LA FORMA DE SER DEL ARGENTINO”. cha, si bien el concepto de Bilardo venía de años. El líbero y los stoppers, la idea de que el que gana la mitad de la cancha gana el partido. Tenían el convencimiento de que eso los iba a llevar al éxito. Yo los miraba y me daba la sensación de que no podían perder. Y estaba Maradona, que tenía que demostrar que era el mejor del mundo, y lo demostró. Como esos tres equipos no hubo. 7. ¿Cuál fue la gran decepción? Argentina del ‘58. Sin dudas. Después de eso ya sabés lo que puede pasar. Cuando hablaba del desconocimiento con que íbamos todos, me refería también a lo futbolístico. No sabíamos cómo se jugaba en otras partes del mundo. Para nosotros los europeos siempre habían sido unos tipos que le pegaban con la canilla. Y allá nos dimos cuenta que le pegaban con la canilla pero la pelota iba a donde ellos querían. Si es así, pegale con lo que quieras. Además, los argentinos estábamos enamorados de la técnica, no interesaba tanto ganar por goles sino que, como los chicos, el que se divierte es el que tiene la pelota. Pero esto pasó a ser una competencia, dejó de ser un juego, y nos creíamos los mejores del mundo. Yo mismo estaba convencido de eso. Pero no le habíamos ganado a nadie, solo a nivel sudamericano. El 6-1 de Checoslovaquia fue brutal. No atentaba solo contra lo que uno pensaba que era conocimiento futbolístico, sino contra la forma Mayo, 2014 |
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de ser del argentino. “¡¿Cómo estos tipos le van a hacer eso a los mejores del mundo?!”. Inconcebible. 8. ¿En qué Mundial sintió la mayor influencia política? En el ‘78 nos bajaban línea pero no sabían cómo ponerla en práctica. Vino una resolución a Canal 7 que decía que no se podía hablar mal de la selección argentina. Ese mismo día con Niembro y Araujo fuimos a una conferencia de prensa de Menotti que presentaba a sus colaboradores y le
cuestionamos todo. Mandamos todo al aire, nadie dijo nada. Y la otra situación fue con las Malvinas. En el ‘82 nos fuimos de acá creyendo que estábamos ganando una guerra. En Canal 7 nos dio una charla Cancillería, donde nos explicaron la situación porque tenían desconfianza de que no conociéramos los fundamentos de por qué Argentina quería que le devolvieran las Malvinas, más allá de la guerra. 9. ¿Cuál fue la ciudad más linda que conoció por un Mundial? Munich, París y Londres son indiscutibles. Pero también algunas cercanas a los lugares donde se jugaba el Mundial y nosotros viajamos, como Praga, Salzburgo, Viena. Generalmente me quedo después del campeonato para poder disfrutarlas. 10. ¿Y su error favorito en un Mundial? En el ‘58 fui por radio Belgrano, con El Mundo, las únicas dos que transmitimos. Yo comentaba pero además quería dar información de otros partidos. Y había una especie de alumni en la cancha, un tablero que daba la información en clave, y vos tenías que comprar la revista con las claves. Yo estaba más o menos canchero de acá, que se usaba. Un número correspondía a un equipo y el otro al jugador que hacía el gol. Así que me puse a leerlo, pero lo leí vertical aunque era horizontal, entonces di todo al revés, pero me di cuenta a los 15 minutos. Hice desastres. Fue tremendo.
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