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Orgullo de barrio, el nuevo disco de Ariel Prat, sale el 10 de julio.
“Me discriminan positivamente” ARIEL PRAT CUENTA LOS PREJUICIOS CON LA MURGA. SU PASIÓN POR RIVER, SUS AÑOS CEBOLLITA CON MARADONA Y LA CANCIÓN A MESSI. Por Cristian H. Savio
FOTO : JULIETTE IGIER
ARIEL PRAT SUFRIÓ a la distancia el año
de su amado River Plate en el fútbol de ascenso. Él, que durante tantos años estuvo pegado al paraavalanchas componiendo canciones que todavía canta la hinchada, debió vivir este calvario a 10.000 kilómetros de distancia y, en lugar de cantar en la cancha, escribir desde España una columna semanal para la agencia Télam. Juglar, negro, zurdo y poeta, como se describe, Prat se trasladó hace 5 años a Huesca, una pequeña ciudad de 50 mil habitantes en la provincia de Aragón, “muy bonita y de clase media para arriba”, con los Pirineos como escenografía. “Pero en estos meses que vienen me afinco allá”, le dice por vía telefónica el músico a Newsweek. “Allá” es, claro, la Buenos Aires de “los arrabales” que Prat siente como su hogar. Además de venir para presentar su nuevo disco de inminente salida, Orgullo de barrio, va a dirigir un taller de murga en la Universidad de Avellaneda. ¿La Murga llegó a los claustros? “Hay varios talleres ya, como los del Rojas. Los talleres ayudaron a la clase media a perder el prurito, a acercarse a la murga. Pero yo soy más conocido que escuchado. Conmigo hacen discriminación positiva: ‘la murga no, pero vos si’, parecen decirme”. Autor de varias de las canciones de Bersuit Vergarabat –entre ellas No te olvides, actual tema de difusión del disco La revuelta-, de siete discos propios en los que transitó por el rock y el tango, y de un libro de poesías -Curiosidad y azar- Prat decidió en su nuevo trabajo discográfico –que presentará el 21 y 28 de julio en el Teatro Bar El Juvenil- compilar varios de
sus clásicos, además de un par de nuevas composiciones como El Zurdito, tema dedicado a Lionel Messi. Imposible desligar la pelota de alguien que de chico jugó nada menos que junto a Diego Maradona en Los Cebollitas. “Yo viví el mismo problema de crecimiento que Messi. Éramos muy chicos, algunos raquíticos, entre ellos estaba Diego, y nos mandaron a hacer un tratamiento en AFA. Pero yo no lo seguí porque el médico de la obra social de mi viejo no sugirió que lo haga”. ¿Eso lo dejó fuera del fútbol? Fuera del fútbol me dejaron otras cosas. La falta de paciencia para seguir, los vicios, la guitarra. ¿Usted también es zurdo para jugar? Sí. Tal vez hay un índice de locura escondido en el zurdo, más allá de lo que dicen del talento natural. Y de este River ¿hay alguien que merezca una canción? Trezeguet. Ya demostró su elegancia, es un gran goleador, un jugador ideal para River. No vende humo parrillero como otros. ¿Cómo es allá? ¿Cómo se vive la crisis en el día a día, en la calle?
Comparto el tema de Los Indignados, pero como argentino no estoy indignado, la mirada mía viene de otro lugar, eso en parte genera en uno cierta distancia. Pero bueno… con tanto ir y venir uno se va poniendo la pilcha del trashumante, como decía Yupanqui. A donde fueras haz lo que vieras… pero por las dudas llevate anteojos. ¿Cómo es eso de la “discriminación positiva”? Hay argentinos a los que les encanta escuchar “Vamo’ arriba la Celeste”, pero si cantás murga de Argentina te miran mal porque parece una cosa de groncho. ¿Cuán diferente es la murga argentina de la uruguaya? La base social es otra, en Uruguay encarna otra cosa. La nuestra es inclusiva, tiene que ver con lo más bajo de nuestra sociedad, la reencarnación de la negritud que viene de la comparsa negra. Allá está bien diferenciado la murga de la comparsa negra. En Argentina tiene ese sincretismo y encarna nuestra negritud, que está en el fútbol también: todo el mundo quiere imitar la rítmica de la hinchada argentina.
45 Newsweek 4 de Julio, 2012
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