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la sonrisa de la muerte
En los rostros de tres astronautas rusos que perdieron la vida en el espacio Pág.
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FP
Fenómenos Fenómenos Laguíta guíta La Paranormales Paranormales
¿EXISTEN LAS REENCARNACIONES?
Impactantes testimonios acreditan este fenómeno Pág. 4
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el pequeño drácula La sombra siniestra de un vampiro merodearía por las calles del Bajo Flores. Los vecinos aseguran que es el fantasma de un enano húngaro que fue expulsado del circo en el que trabajaba. Te presentamos la fantástica historia de Belek, el émulo local del famoso conde de las tinieblas.
Págs. 2-3
Los memoriosos recuerdan que los hechos ocurrieron durante la década del 70 y que lo acusaron de horribles matanzas de animales.
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unA de vampiros.. Espectrales apariciones en el barrio de Flores
El fantasma del enano
Roberto Leiva
E
rleiva@cronica.com las 14 por
l Bajo Flores guarda una de las más inquietantes historias de fantasmas. Todo el mundo sabe que su vigencia trasciende a la existencia del propio personaje que la anima y que de hecho sembró el terror entre los vecinos durante varios años. Es por esa razón que en la actualidad nadie se atreve a negar las apariciones de Belek. Tampoco fue olvidado su sanguinario trajín durante la década del 70, cuando era considerado un ser dotado de poderes maléficos. Hay quienes todavía se preguntan qué fue lo que sucedió con aquel enano húngaro que un día se convirtió en vampiro y a quien se lo responsabilizó de una sangrienta matanza de animales. Desde entonces el misterio creció de la mano del miedo, porque dicen que el pequeño Drácula se alimentaba con la sangre de perros y gatos callejeros, cuyos cadáveres desollados abandonaba en los jardines y en las veredas. Cuentan que Belek habitaba una casona abandonada sobre la calle Recuero, casi esquina Castañón,
La estación de Flores, uno de los lugares en donde algunos dijeron haber visto al fantasma de Belek.
y que su horrible faena se extendió más tarde hacia otras mascotas domésticas, lo que generó zozobra entre los vecinos, a punto tal que algunos propietarios resolvieron mudarse y huir lo más lejos posible de la terrible amenaza. Aunque esto ocurrió hace varias décadas, cuando la sombra del terror se paseaba cada noche por las calles del barrio, la sensación de peligro aún perdura y en Flores muchos sostienen que la imagen fantasmal sigue acechando a los animales que se acercan al cementerio.
Latente amenaza
El tiempo ha pasado, pero todavía hay casas que conservan la ristra de ajo a un lado de la puerta. Cuando alguien pregunta el porqué, la mayoría prefiere responder que es para atraer la buena suerte, aunque en realidad existiría una consigna secreta que prohíbe mencionar el verdadero significado de esa especie de exorcismo. Se dice que hasta hace muy pocos años los vecinos llevaban crucifijos en los bolsillos para prevenirse de los ataques del vampiro.
tiguos pobladores del Bajo Flores cuentan que, luego de comprobar los estragos y matanzas, una noche de invierno un grupo de hombres logró cazar al enano vampiro. Se unieron en el coraje y, al seguir sus pasos, lo atraparon en las proximidades de la estación de tren. Recuerdan que habían preparado la trampa con la red de un arco de fútbol, pero el muy bandido se les escapó por un agujero de la malla descosida. Aquel extraño ser medía menos de cincuenta centímetros, tenía cabeza ovalada con cabello rizado de color rojizo y se movía
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Un clásico
El enano suele ser un personaje algo burlesco en los circos. A este lo despidieron . con mucha rapidez. Desde aquella noche nadie pudo acercársele a menos de cien metros. Escapaba corriendo al ver que alguien intentaba aproximarse y, con gran agilidad, trepaba los muros del cementerio. Aunque el si-
guiente dato parezca extraído de una novela de terror, en la actualidad hay personas que aseguran que un ser de las mismas características suele aparecer por la noche en las cuadras que rodean el viejo campo santo. Pero lo más increíble del caso es que hasta sospechan que el pequeño monstruo continúa haciendo de las suyas. “Todavía está allí”, expresó temerosa una joven vendedora de café. Nos contó además que en diciembre pasado lo vieron correteando entre las tumbas, emitiendo quejidos y orinando contra la pared de las bóvedas. Ella cree que Belek continúa ace-
belek, el enano de circo ruso. hoy su fantasma sigue al acech0.
Escapó de la red
Respecto de uno de los contactos más cercanos que mantuvieron con él, los an-
chando a los incautos que aún no creen en vampiros.
Vecino de Drácula
Un día de enero de 1970 llegó a Buenos Aires el Circo de los Zares, compuesto por un grupo de artistas de origen prusiano que venía de cumplir una extensa gira mundial para afincarse durante algunos meses en nuestra ciudad. El enano Belek era uno de los integrantes de la compañía y, según los relatos de la época, provenía de los Cárpatos, la misma zona donde había nacido el conde Drácula. Pasaron varios días de funciones y todo transcurría con normalidad hasta que Boris Loff, el dueño del circo, presenció una escena horripilante en la jaula de los monos. El pequeño empleado se había abalanzado sobre uno de los simios con intención de succionarle la sangre. Refieren que la Mujer Barbuda y el Hombre Bala fueron testigos de aquella atrocidad: el vampiro se hallaba prendido del cuello de Vera, una mona tití de cinco años. Pero el ataque no llegó a concretarse y el vampiro fue retirado de la carpa y lanzado a la calle por el propio patrón del circo. Desde ese día comenzó a vagar por la ciudad y, luego de varias noches de merodear sin cobijo, lo vieron saltar el ta-
Guarida del vampiro
El fantástico relato que iba a alimentar el mito de Belek, el enano vampiro, comienza precisamente en esa vivienda deshabitada. Para muchos el verdadero horror se desató cuando llegó a ese lugar: sus primeras víctimas fueron los gatos, luego los perros vagabundos y, con el correr de los meses, muchas mascotas del barrio comenzaron a desaparecer misteriosamente. La casa que el enano había elegido como escondite tenía aspecto de castillo embrujado y ninguno de los vecinos se había animado siquiera a asomarse hasta que una tarde uno de los chicos que jugaba en la vereda de enfrente descubrió una espantosa escena: en el espacio que alguna vez ocuparon los jardines de la casona yacían destrozados varios animalitos. Se supo después que habían sido víctimas de un depredador y por esa horrible faena responsabilizaron al enano Belek. En ese mismo sitio encontraron días después las osamentas de todas las mascotas que habían desaparecido. varios escucharon sus gemidos
Flores conserva intacta su riqueza histórica y es uno de los sitios de la ciudad que propone interesantes alternativas culturales: paseos guiados, variados espectáculos y, para el regocijo de quienes aman los distintos géneros literarios, se agrega la posibilidad de transitarlo a través de la prosa y la poesía. Fue cuna de importantes novelistas, un puñado de autores de cuentos memorables y poetas consagrados que se refirieron a sus calles con asombrosa precisión. Un barrio que desde sus inicios cobijó fascinantes personajes cuyos nombres quedaron grabados para siempre en algunas de sus esquinas.
Las andanzas del vampiro fueron narradas en primera persona por vecinos que aseguraron haberse topado con él. Los sitios más alejados de su madriguera a los que ciertamente llegó Belek fueron la esquina de Bonorino y Zuviría, donde lo avistó un ingeniero civil cuyo su relato no tuvo eco entre los demás. Días después una mujer dijo que había sido abordada por la misma criatura mientras esperaba el colectivo en la parada del 63, ubicada en Nazca y Rivadavia. En el pasaje Pernaut otro hombre creyó haber oído el gemido del vampiro y una serie de testimonios similares se multiplicaron por todo Flores y barrios cercanos.
Testimonios reales
Baldomero Fernández Moreno. La iglesia de San José de Flores, a metros donde lo atraparon.
vampiro
pial de la antigua casona de Flores. Explican que desde ese momento se refugió en ese lugar y jamás se dejó ver durante el día.
POR SOBRADOS MOTIVOS
Un barrio de leyenda
El enano se caracterizaba por la continua matanza de animales.
Crucifijos, estacas y ristras de ajo Los vecinos de Flores de aquella época empezaron a hablar de vampiros y de las diversas formas de protegerse ante un probable ataque de estas criaturas. Aseguran que los comercios de ramos generales reforzaron su stock de ajo porque la venta creció a un ritmo vertiginoso. Las correrías del enano Belek eran comentadas hasta en la parroquia y, a instancias
del propio cura, pronto se organizaron ruedas de vecinos y comedidos que recorrían las calles portando crucifijos, pitos y estacas. La iglesia de Flores aumentó su producción de agua bendita de un modo que solo puede calificarse de milagroso. El párroco encabezó una liturgia incendiaria y conminó a sus fieles a exterminar debidamente al esperpento que los aterrorizaba.
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unA de vampiros.. Espectrales apariciones en el barrio de Flores
El fantasma del enano
Roberto Leiva
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rleiva@cronica.com las 14 por
l Bajo Flores guarda una de las más inquietantes historias de fantasmas. Todo el mundo sabe que su vigencia trasciende a la existencia del propio personaje que la anima y que de hecho sembró el terror entre los vecinos durante varios años. Es por esa razón que en la actualidad nadie se atreve a negar las apariciones de Belek. Tampoco fue olvidado su sanguinario trajín durante la década del 70, cuando era considerado un ser dotado de poderes maléficos. Hay quienes todavía se preguntan qué fue lo que sucedió con aquel enano húngaro que un día se convirtió en vampiro y a quien se lo responsabilizó de una sangrienta matanza de animales. Desde entonces el misterio creció de la mano del miedo, porque dicen que el pequeño Drácula se alimentaba con la sangre de perros y gatos callejeros, cuyos cadáveres desollados abandonaba en los jardines y en las veredas. Cuentan que Belek habitaba una casona abandonada sobre la calle Recuero, casi esquina Castañón,
La estación de Flores, uno de los lugares en donde algunos dijeron haber visto al fantasma de Belek.
y que su horrible faena se extendió más tarde hacia otras mascotas domésticas, lo que generó zozobra entre los vecinos, a punto tal que algunos propietarios resolvieron mudarse y huir lo más lejos posible de la terrible amenaza. Aunque esto ocurrió hace varias décadas, cuando la sombra del terror se paseaba cada noche por las calles del barrio, la sensación de peligro aún perdura y en Flores muchos sostienen que la imagen fantasmal sigue acechando a los animales que se acercan al cementerio.
Latente amenaza
El tiempo ha pasado, pero todavía hay casas que conservan la ristra de ajo a un lado de la puerta. Cuando alguien pregunta el porqué, la mayoría prefiere responder que es para atraer la buena suerte, aunque en realidad existiría una consigna secreta que prohíbe mencionar el verdadero significado de esa especie de exorcismo. Se dice que hasta hace muy pocos años los vecinos llevaban crucifijos en los bolsillos para prevenirse de los ataques del vampiro.
tiguos pobladores del Bajo Flores cuentan que, luego de comprobar los estragos y matanzas, una noche de invierno un grupo de hombres logró cazar al enano vampiro. Se unieron en el coraje y, al seguir sus pasos, lo atraparon en las proximidades de la estación de tren. Recuerdan que habían preparado la trampa con la red de un arco de fútbol, pero el muy bandido se les escapó por un agujero de la malla descosida. Aquel extraño ser medía menos de cincuenta centímetros, tenía cabeza ovalada con cabello rizado de color rojizo y se movía
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El enano suele ser un personaje algo burlesco en los circos. A este lo despidieron . con mucha rapidez. Desde aquella noche nadie pudo acercársele a menos de cien metros. Escapaba corriendo al ver que alguien intentaba aproximarse y, con gran agilidad, trepaba los muros del cementerio. Aunque el si-
guiente dato parezca extraído de una novela de terror, en la actualidad hay personas que aseguran que un ser de las mismas características suele aparecer por la noche en las cuadras que rodean el viejo campo santo. Pero lo más increíble del caso es que hasta sospechan que el pequeño monstruo continúa haciendo de las suyas. “Todavía está allí”, expresó temerosa una joven vendedora de café. Nos contó además que en diciembre pasado lo vieron correteando entre las tumbas, emitiendo quejidos y orinando contra la pared de las bóvedas. Ella cree que Belek continúa ace-
belek, el enano de circo ruso. hoy su fantasma sigue al acech0.
Escapó de la red
Respecto de uno de los contactos más cercanos que mantuvieron con él, los an-
chando a los incautos que aún no creen en vampiros.
Vecino de Drácula
Un día de enero de 1970 llegó a Buenos Aires el Circo de los Zares, compuesto por un grupo de artistas de origen prusiano que venía de cumplir una extensa gira mundial para afincarse durante algunos meses en nuestra ciudad. El enano Belek era uno de los integrantes de la compañía y, según los relatos de la época, provenía de los Cárpatos, la misma zona donde había nacido el conde Drácula. Pasaron varios días de funciones y todo transcurría con normalidad hasta que Boris Loff, el dueño del circo, presenció una escena horripilante en la jaula de los monos. El pequeño empleado se había abalanzado sobre uno de los simios con intención de succionarle la sangre. Refieren que la Mujer Barbuda y el Hombre Bala fueron testigos de aquella atrocidad: el vampiro se hallaba prendido del cuello de Vera, una mona tití de cinco años. Pero el ataque no llegó a concretarse y el vampiro fue retirado de la carpa y lanzado a la calle por el propio patrón del circo. Desde ese día comenzó a vagar por la ciudad y, luego de varias noches de merodear sin cobijo, lo vieron saltar el ta-
Guarida del vampiro
El fantástico relato que iba a alimentar el mito de Belek, el enano vampiro, comienza precisamente en esa vivienda deshabitada. Para muchos el verdadero horror se desató cuando llegó a ese lugar: sus primeras víctimas fueron los gatos, luego los perros vagabundos y, con el correr de los meses, muchas mascotas del barrio comenzaron a desaparecer misteriosamente. La casa que el enano había elegido como escondite tenía aspecto de castillo embrujado y ninguno de los vecinos se había animado siquiera a asomarse hasta que una tarde uno de los chicos que jugaba en la vereda de enfrente descubrió una espantosa escena: en el espacio que alguna vez ocuparon los jardines de la casona yacían destrozados varios animalitos. Se supo después que habían sido víctimas de un depredador y por esa horrible faena responsabilizaron al enano Belek. En ese mismo sitio encontraron días después las osamentas de todas las mascotas que habían desaparecido. varios escucharon sus gemidos
Flores conserva intacta su riqueza histórica y es uno de los sitios de la ciudad que propone interesantes alternativas culturales: paseos guiados, variados espectáculos y, para el regocijo de quienes aman los distintos géneros literarios, se agrega la posibilidad de transitarlo a través de la prosa y la poesía. Fue cuna de importantes novelistas, un puñado de autores de cuentos memorables y poetas consagrados que se refirieron a sus calles con asombrosa precisión. Un barrio que desde sus inicios cobijó fascinantes personajes cuyos nombres quedaron grabados para siempre en algunas de sus esquinas.
Las andanzas del vampiro fueron narradas en primera persona por vecinos que aseguraron haberse topado con él. Los sitios más alejados de su madriguera a los que ciertamente llegó Belek fueron la esquina de Bonorino y Zuviría, donde lo avistó un ingeniero civil cuyo su relato no tuvo eco entre los demás. Días después una mujer dijo que había sido abordada por la misma criatura mientras esperaba el colectivo en la parada del 63, ubicada en Nazca y Rivadavia. En el pasaje Pernaut otro hombre creyó haber oído el gemido del vampiro y una serie de testimonios similares se multiplicaron por todo Flores y barrios cercanos.
Testimonios reales
Baldomero Fernández Moreno. La iglesia de San José de Flores, a metros donde lo atraparon.
vampiro
pial de la antigua casona de Flores. Explican que desde ese momento se refugió en ese lugar y jamás se dejó ver durante el día.
POR SOBRADOS MOTIVOS
Un barrio de leyenda
El enano se caracterizaba por la continua matanza de animales.
Crucifijos, estacas y ristras de ajo Los vecinos de Flores de aquella época empezaron a hablar de vampiros y de las diversas formas de protegerse ante un probable ataque de estas criaturas. Aseguran que los comercios de ramos generales reforzaron su stock de ajo porque la venta creció a un ritmo vertiginoso. Las correrías del enano Belek eran comentadas hasta en la parroquia y, a instancias
del propio cura, pronto se organizaron ruedas de vecinos y comedidos que recorrían las calles portando crucifijos, pitos y estacas. La iglesia de Flores aumentó su producción de agua bendita de un modo que solo puede calificarse de milagroso. El párroco encabezó una liturgia incendiaria y conminó a sus fieles a exterminar debidamente al esperpento que los aterrorizaba.
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misterio Me gusta! hacete amigo f/crónicadiario
Murieron con una sonrisa
Un final fatal EN DUDA...
Por jorge gentile
CASOS INCREÍBLES. No dejan de sorprender
Noticias de dos reencarnaciones De la redacción
paranormal@cronica.com.ar
El 30 de junio de 1971 la nave espacial soviética Soyuz XI puso a funcionar su sistema automático de aterrizaje después de permanecer 24 días en el espacio. En la base se sintieron satisfechos a pesar de que en los últimos minutos habían perdido contacto con los astronautas Dobrovoisky, Vlokov y Patsayev. En ese momento comenzaría uno de los misterios más comentados de los años 70. A pesar de haber perdido el contacto al atravesar la ionosfera, no había por qué preocuparse pues la nave estaba aterrizando según lo previsto. Pero al abrirse la portezuela vieron que los tres tripulantes sonreían, pero ninguno se movía ni levantaba la mano para saludar. Todos estaban muertos. Entonces comenzaron las hipótesis para intentar aclarar por qué los tres estaban sin vida pero sin ninguna deformación ni rasgo de haber pasado
miedo durante el aterrizaje. Primero se le echó la culpa a la descompresión, pero la autopsia no reveló hemorragias internas. Otros sugirieron una trombosis o el pánico que condujo a un paro cardiaco, al pensar los astronautas que se estrellaban sin remedio, pero la sonrisa de sus rostros era un enigma. Hubo toda clase de conjeturas y apresurados argumentos en torno al fenómeno hasta que, a través de uno de los informes científicos, se dedujo que las cargas eléctricas en la ionosfera aumentaron repentinamente hasta extremos que condujeron a una aguda alcalosis en los astronautas. La alcalosis –contenido alcalino exageradamente elevado en sangre y tejidos– conduce al paro cardiaco. El anhídrido carbónico que se presenta en exceso en el organismo provoca rictus en las víctimas, quienes parece entonces que están sonriendo.
ESCRITURAS MISTERIOSAS
Un sistema indescifrable El isthmian script viene de Mesoamérica, en torno al 500 a. de C. y el 500 d. de C., y los investigadores reconocen no tener idea de lo que dice. Obviamente es un sistema de escritura completamente
desarrollado, pertenece a un pueblo posterior a los olmecas y se basa en dos conjuntos de caracteres: el primero son logogramas, donde cada símbolo representa la palabra entera, y el otro se utiliza para representar sílabas.
ya llega “resurrection”
U
na serie que promete una gran cuota de misterio y mucho de paranormal, algo que todos los lectores de este suplemento requieren, está a punto de llegar a las pantallas de nuestro país. Se trata de “Resurrection”, tal su nombre en inglés, y que traducido significa, obviamente, “Resurrección”. Una palabra que, según el tratamiento que se le pueda llegar a dar desde una perspectiva filosófica, religiosa y hasta pragmática, siempre genera sensaciones encontradas y provoca encendidas polémicas. Lo cierto es que esta producción que ya estrenó en Estados Unidos la cadena ABC el pasado 9 de marzo, y que aquí se podrá ver desde el 20 de mayo por la señal de cable AXN, es una adaptación de la novela “The returned” de Jason Mott, centrada en los habitantes de la localidad de Arcadia, cuyas existencias cambian de forma repentina cuando sus seres queridos, ya fallecidos, regresan a la vida. Dirigida por Aaron Zelman y con Omar Epps –aquel médico negro que hacía enojar al Dr. House en la célebre serie– y Frances Fisher como principales protagonistas, promete, y mucho, suspenso e intriga. Y un tema que dejará mucha tela por cortar...
jfgentile @cronica.com.ar
S
e encuentran en estudio en los Estados Unidos los testimonios de un chico de Colorado que afirma haber existido en la persona de su propio abuelo y de una mujer budista que revela momentos claves de su otra vida pasada en Sri Lanka. En el primer caso, Gus Ortega asegura que en otra vida encarnó a su propio abuelo. Empezó a hablar del tema cuando tenía apenas 18 meses e hizo un montón de declaraciones bastante específicas. Sostienen los especialistas que se trata de uno de los casos más convincentes de reencarnación y está siendo investigado por Jim Tucker, un profesor de Psiquiatría de la Universidad de Virginia. El joven afirma que en su vida pasada fue su abuelo Augie, quien murió en 1993 debido a un accidente cerebrovascular. El hombre era propietario de una tienda y amaba profundamente a su familia, pero nunca llegó a conocer a su nieto Gus, quien nació un año después de su partida. Con un año y medio, Gus se dirigió a su padre mientras le cambiaba el pañal diciéndole: “Cuando tenía tu edad, a mí me tocaba cambiarte el pañal”. Obviamente, el
hombre se quedó perplejo. Cuentan que cierto día su padre llevó fotos antiguas a la casa y se las mostró a Gus. Lo que sucedió a continuación fue algo verdaderamente extraordinario: su hijo apuntó a una de las personas retratadas en las fotografías y dijo: “¡Ese soy yo!”. ¿Cómo podría saberlo? Gus recordó episodios de la vida de su abuelo que su padre apenas guardaba en su memoria. El segundo caso habría sucedido en Sri Lanka, una comunidad donde la mayoría de la población practica la filosofía budista. Precisamente de allí vienen muchos, y quizá los mejores, casos de reencarnación. El de Dilukshi Nissanka sin duda resulta uno de los más fantásticos. Fue estudiado por el profesor Erlendur Haraldsson de la Universidad de Islandia. Dilukshi habló de una
vida pasada durante tres años, donde insistía y repetía la misma historia sin parar. Sorprendió a sus padres cuando les reveló que no era su hija, que tenía padres en otro lugar y que murió en un lugar cerca de Dambulla, un sitio a seis horas de viaje, donde había un río al que cayó desde un puente mientras lo cruzaba. Para los Nissanka, estos recuerdos resultaron dolorosos. Siempre que hablaba de esto quedaba claro que Dilukshi no se sentía parte de la familia. Y fue mucho más difícil para su madre.“Comenzó a contar sobre su otra vida en la escuela Montessori, que su templo se encontraba en otro lugar. Cuando comíamos o íbamos a dormir, ella se refería a su otra vida. Me sentí muy mal porque mi hija solo hablaba de su otra familia”, dijo Kashuriarachi, madre de Dilukshi.
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