LIBRO MITOS, LEYENDAS Y MENTIRAS DE LA H. MATAMOROS LEYENDAS DE MATAMOROS
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Entrando en materia y para mayor conocimiento e inteligencia de mis lectores, es importante explicar el significado de LA LEYENDA: Sus orígenes son cristianos; los frailes la utilizaban para narrar la vida de un santo o de un mártir y era leída en los servicios religiosos o durante las sobremesas del pasado. Sin embargo, con el transcurso del tiempo la leyenda, como concepto, tomó otro giro, pues al añadírsele motivos de mitología y al popularizarse se convirtió en el relato folclórico de sucesos reales o fantásticos. Por lo tanto, ahora la leyenda es una narración basada en hechos supuestos que incluye una mezcla de elementos tradicionales y dramáticos para hablar sobre una persona, un lugar específico o algún incidente ocurrido en un lugar determinado, pero que son aceptados como reales por narradores y escuchas. Lo interesante de la leyenda es que en ocasiones se da una singular combinación de hechos reales y de ficción, cuyo punto de partida muchas veces suele ser una anécdota o una situación históricamente verídica. Cuando la leyenda es creada y con el tiempo se consolida en el folclor de un pueblo, éste la adopta como suya y por eso se le considera como patrimonio popular, pues va estrechamente vinculada a un pueblo concreto, a un país o a una religión. Sin embargo, la leyenda también puede ser considerada como patrimonio de la humanidad cuando narra sucesos comunes a todas o a un buen número de culturas. Tradicionalmente, y dentro de su estilo narrativo muy particular, la leyenda es ubicada en un lugar específico y en una época concreta y, por lo general, parte de hechos reales aunque estén idealizados o dramatizados. La leyenda se diferencia de la historia propiamente dicha tanto por el énfasis de la narración como por su propósito, que algunas veces es de tipo didáctico o nacionalista. Asimismo, la leyenda suele versar sobre un héroe humano – conocido como héroe cultural– o un pueblo. Las leyendas incluidas en este libro forman parte importante de la cultura matamorense. Se han transmitido de generación en generación, y con frecuencia experimentan supresiones, añadidos o modificaciones, porque contienen con mayor o menor proporción elementos imaginativos y que generalmente quieren hacerse pasar por verdaderas o basadas en la verdad, o ligada en todo caso a un elemento de la realidad.
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LIBRO MITOS, LEYENDAS Y MENTIRAS DE LA H. MATAMOROS El Dr. Manuel Feliciano Rodríguez Brayda (n. febrero 15 de 1897- m. septiembre 1 de 1976) fue un gran hombre de letras. Nació en Matamoros, Tamaulipas, donde cursó sus estudios primarios en la “Escuela Real” de don Miguel Sáenz y sus estudios de secundaria en el Colegio de San Juan, llamado posteriormente Instituto Científico y Literario Juan José de la Garza dirigido por José Arrese. En 1913 esta institución fue clausurada por las vicisitudes revolucionarias y Brayda se vio obligado a trabajar de oficial de tahona en Brownsville, Tx.
Dr. Manuel Feliciano Rodríguez Brayda
En 1916 se traslada a Cd. Victoria e ingresa a la Escuela Normal y Preparatoria para cursar bachillerato; se traslada después a la capital para seguir la carrera de medicina y se recibe de médico cirujano en 1922, retornando a Matamoros para hacerse cargo de la dirección del Hospital Civil. Al separarse fue nombrado “Director Honorario”. Presta servicios en otros establecimientos hospitalarios y funda la Unión Médica del municipio de Matamoros. Se le designa decano del cuerpo médico. 4
Fue invitado por el maestro Lauro Aguirre a ejercer el magisterio; gracias a su empeño, en gran parte logra la reapertura del Instituto Juan José de la Garza como escuela secundaria en 1931 y como preparatoria en 1947. Ha sido maestro en esos planteles y catedrático fundador de la Escuela Nocturna Secundaria y de la Escuela Normal. Como escritor, se realiza como prosista y como poeta. Falleció en su ciudad natal. Escribió Sonetos Multiformes (1960); Viaje a Aljibes y otras importantes obras de crítica literaria y biografía, Apología de don José Arrese (1962) y Apología de don Celedonio Junco de la Vega (1963). La primera además de numerosos datos biográficos contiene comentarios de los poemas de don José Arrese incluyendo algunos pocos conocidos y no incorporados en Prosas Esta brevísima biografía del Dr. Rodríguez Brayda, nos da idea del género que utilizó en la composición de la leyenda número
2.42 Todo o nada que dice así: El hecho aconteció y acontecerá en una parte de esa zona geográfica de México que se denomina la llanura tamaulipeca, en un lugar no determinado, pero cercano a la Heroica Matamoros. En esta llanura, a trechos crece una vegetación cerrada y chaparra, por analogía con los montículos aislados rematados en punta roma, que los matamorenses llaman mogotes, así hay algunos denominados diversamente: Mogote del Santiago, Mogote Prieto, Mogote Escondido, etc.
Un mogote en la llanura matamorense 5
En uno de esos mogotes, cuyo nombre y ubicación ignoro, pero sí sé, porque varios de mis amigos me lo aseguran existe en los alrededores de Matamoros. Y lo que sucede es que cuando un repatriado, contrabandista o simplemente caminante se interna en dicho mogote, encuentráse de pronto en un viejo guayín abandonado y al acercarse el curioso ve con júbilo que dicho vehículo no está sólo, sino copeteado de pesos fuertes, blancos, pesados, de aquellos del siglo XIX.
Pero… (el imprescindible “pero”) si el hallador trata de embolsarse algunos, una fuerza misteriosa se lo impide al mismo tiempo que una no menos misteriosa voz se escucha que imperativa dice: Todo o Nada. E inútiles y vanas son cuantas artimañas o tretas se intenten para apoderarse de parte del mogotoso tesoro, siempre la fuerza misteriosa lo impide y siempre la misteriosa voz ordena: Todo o Nada. Algunos ha habido que, con rapidez asombrosa lograban hacer llegar a sus bolsillos algunos de esos pesos, entonces sucede algo inaudito; los pesos rompen el bolsillo y rodando, rondando y quebrantando las leyes de la gravitación universal suben orondos por el eje del guayín o por las ruedas y se colocan tintineando entre sus compañeros, únicamente que el tintineo suena a risa burlona. Con espanto los tímidos o por fin desalentados los valientes, salen del famoso mogote e inmediatamente van en busca de un tiro de caballos, mulas o hasta borricos si no hay más – usted haría los mismo – y regresan esperanzados y contentos. Pero… (otra vez el imprescindible “pero”) recorren días y noches y 6
hasta meses y años enteros todos los mogotes habidos y por haber en la llanura matamorense y nunca jamás vuelven a encontrar el mogote del guayín con los pesos de plata Cuentan los viejos de la región que los pesos y el guayín pertenecían a un padre rico que los dejó como herencia a dos hermanos, recomendándoles se la repartieran por partes iguales, más sus hijos ambiciosos dijeron: Todo o Nada y dándoles su respectiva parte, que ganó el menor y pasó a Matamoros, sin que nunca más se supiera de él, que él también se fue, ignorándose hasta la fecha su paradero, siguen sus consejos desmienten a los anteriores y apareció con el guayín y los pesos y hasta en el día se oye hablar del coche y las monedas. No se sabe del paradero del infiel, aunque todos suponen que está achicharrándose lentamente en un sitio un poquito, un poquito más caluroso que Matamoros. Aquel que sea versado en galimatías podrá descifrar el significado del párrafo anterior, y al hacerlo descubrirá el secreto del Todo o Nada. Sea lo que fuere, lo importante es apoderarse del tesoro y cavilando sobre el asunto varias noches, he encontrado un método que me parece hacedero y práctico. Y como no soy egoísta, enseguida lo público. Sencillísimo. Cuestión de entrenamiento. Provéanse ustedes de un guayín del mismo tamaño y peso que el del tesoro enmogotado y tire de él el primer día. El segundo día pónganle un peso fuerte, del mismo tamaño, cuño y peso de los que contiene el guayín y jale siquiera una distancia de medio kilómetro; al día siguiente añada otro peso de la misma plata fuerte y jale seiscientos metros, y así todos los días siga echando peso tras peso y tirando kilómetros hasta que llegue a arrastrar con toda facilidad el guayín lleno de pesos por decenas de kilómetros; cuando ya pueda hacerlo – todo es cuestión de entrenamiento – busque en toda la región de Matamoros mogote por mogote y cuando menos espere, dará con el guayín de los pesos y entonces, al llevárselo todo la fuerza misteriosa no se lo impedirá y el mandato de Todo o Nada será cumplido. Al leer lo anterior seguramente muchos, muchísimos se entrenarán y el año próximo afluirán a Matamoros, además de los ochenta mil veracruzanos y potosinos de cada año, ochocientos mil buscadores del tesoro del guayín. A los cuales finalmente les digo: No se preocupen por alojamiento; en la actualidad se construyen ochocientos mil hoteles en Matamoros, Tamaulipas.
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Ya les he dicho un mil cuatrocientos cincuenta y una veces que no sean exagerados, ya que solo son setecientos noventa y nueve mil hoteles, incluidos los por construir en la ampliaciĂłn de Avenida de las AmĂŠricas.
Moraleja: “ Todo ahora o nada para siempre " 8
IN OMNIBUS VERITAS
Los libros de mi Autoría se pueden consultar en las bibliotecas de la H. Matamoros: Eliseo Paredes Manzano, Juan B. Tijerina y en la del Museo Casamata. En el Archivo Municipal de Reynosa. En Cd. Victoria en la Biblioteca Estatal Ing. Marte R. Gómez, en el Museo Regional de Historia de Tamaulipas, y en el Archivo General e Histórico del Estado de Tamaulipas. Se pueden adquirir en las librerías Nilo, Proceso y en el Museo Casamata. Correos electrónicos manuelhumbertogonzalezramos@yahoo.com.mx elcronistadematamoros@hotmail.com Tel. Cel. 8681206978. Facebook: Manuel Humberto González Ramos Vera Historia de la H. Matamoros, Tam Issuu: http://issuu.com/cronistadematamoros/docs 9