LIBRO MITOS, LEYENDAS Y MENTIRAS DE LA H. MATAMOROS LEYENDAS DE MATAMOROS
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Entrando en materia y para mayor conocimiento e inteligencia de mis lectores, es importante explicar el significado de LA LEYENDA: Sus orígenes son cristianos; los frailes la utilizaban para narrar la vida de un santo o de un mártir y era leída en los servicios religiosos o durante las sobremesas del pasado. Sin embargo, con el transcurso del tiempo la leyenda, como concepto, tomó otro giro, pues al añadírsele motivos de mitología y al popularizarse se convirtió en el relato folclórico de sucesos reales o fantásticos. Por lo tanto, ahora la leyenda es una narración basada en hechos supuestos que incluye una mezcla de elementos tradicionales y dramáticos para hablar sobre una persona, un lugar específico o algún incidente ocurrido en un lugar determinado, pero que son aceptados como reales por narradores y escuchas. Lo interesante de la leyenda es que en ocasiones se da una singular combinación de hechos reales y de ficción, cuyo punto de partida muchas veces suele ser una anécdota o una situación históricamente verídica. Cuando la leyenda es creada y con el tiempo se consolida en el folclor de un pueblo, éste la adopta como suya y por eso se le considera como patrimonio popular, pues va estrechamente vinculada a un pueblo concreto, a un país o a una religión. Sin embargo, la leyenda también puede ser considerada como patrimonio de la humanidad cuando narra sucesos comunes a todas o a un buen número de culturas. Tradicionalmente, y dentro de su estilo narrativo muy particular, la leyenda es ubicada en un lugar específico y en una época concreta y, por lo general, parte de hechos reales aunque estén idealizados o dramatizados. La leyenda se diferencia de la historia propiamente dicha tanto por el énfasis de la narración como por su propósito, que algunas veces es de tipo didáctico o nacionalista. Asimismo, la leyenda suele versar sobre un héroe humano – conocido como héroe cultural– o un pueblo. Las leyendas incluidas en este libro forman parte importante de la cultura matamorense. Se han transmitido de generación en generación, y con frecuencia experimentan supresiones, añadidos o modificaciones, porque contienen con mayor o menor proporción elementos imaginativos y que generalmente quieren hacerse pasar por verdaderas o basadas en la verdad, o ligada en todo caso a un elemento de la realidad.
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LIBRO MITOS, LEYENDAS Y MENTIRAS DE LA H. MATAMOROS Con la leyenda número 2.44 intitulada VIVIR CON LOS MUERTOS, atribuida parcialmente al Sr. Abelardo López Guajardo, se culmina la publicación del Tomo 2 Leyendas.
Así comienza: Al ser muy gravosa la cuota que las autoridades municipales cobraban por el derecho a un sepulcro en el panteón establecido en 1826 que todavía hoy se ubica en la calle de Independencia. En 1865 se urbanizó otro para dar cristiana sepultura a los “pobres de solemnidad” de la ciudad.
Este cementerio se erigió cerca del paso del río Bravo hacia el rancho denominado de Los Tomates. Como es la costumbre, los matamorenses le denominaron “panteón nuevo” o “panteón de Los Tomates”. Los panteones son normalmente lugares tranquilos, pero algunos son motivo de leyendas e historias. Nunca olvidará el día don Felipe Sánchez Aguirre, el campo santero, cuando vio al General atravesar el umbral de la entrada principal con paso firme e imponente, avanzó, dio vuelta a la derecha hacia el sur-, pasó frente al primer sepulcro y se detuvo frente a uno de elegante monumento de bronce, dicen que fue fabricado en España, con la inscripción MOLLEDA. 4
Era una presencia enigmática la de aquel hombre severo que vestía un traje elegante e impecable, lo ataviaba un quepis alto y caminaba con la ayuda de un bastón provisto de punta de hierro y empuñadura de plata, con un paso refinado y petulante.
Al observar a tan distinguida personaje, don Felipe y su primo no le perdieron de vista porque creían que les podría dar una buena gratificación para asear la tumba que visitaba el uniformado; cuando se intentaron acercaron a él, desapareció súbitamente. . Cerca de la entrada del Panteón Nuevo, a la derecha, se ubica la elegante tumba lugar de descanso eterno de MARGARITA DE LA GARZA DE G. MOLLEDA. El epitafio reza "Murió el 7 de julio de 1882, Pero vive en el corazón de los que la lloran”. 5
Con 128 años de antigüedad, en este sepulcro -uno de los primeros que fue construido-, se cree que también en el yacen los restos mortales del General. Ésta fue una de las primeras apariciones que don Felipe Sánchez Rodríguez ha experimentado durante los 45 años que tiene trabajando con muertos, en tres panteones de la ciudad.
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Don Felipe relata anécdotas que lo hacen sonreír con cierta picardía al recordarla. Como el caso de la afligida señora, que tras la muerte de su marido visitó diariamente la tumba del que fuera el hombre de su vida, y como era mucho su dolor, a la temprana edad de 50 años, la viuda abnegada contrajo nupcias en cuatro ocasiones más. Transcurrieron 2 lustros, y ya en el crepúsculo de su vida al quedarse otra vez enlutada tan golosa dama, le requería a él -don Felipe- fuese su sexto marido. Y fue en los panteones donde don Felipe, el guardián, el capellán de la muerte, atestiguó desde las más extrañas manifestaciones, hasta las experiencias más enigmáticas y paranormales. Tétricas vivencias de espanto y dolor. Con la mirada serena, voz grave y melancólica de quien conoce los secretos de la vida y la muerte, don Felipe rememora la inescrutable y patética mujer, toda vestida de negro, que llegó a esta ciudad a las dos de la mañana por el “Puente viejo Internacional”, donde al abordar un automóvil de sitio espetó al chofer - al panteón antiguo -. El conductor sin decir una palabra accedió con extrañeza conduciendo por las oscuras calles en la densa noche hacia el cementerio -ubicado en la calle Independencia entre 14 y 15-, al llegar la mujer presurosa descendió del taxi internándose en el lúgubre panteón, que por macabra casualidad tenía abierto el portón de par en par. Nunca fue vista otra vez.
Antes de fallecer estos aficionados a la actividad Paranormal recitaban “Postraos aquí donde la eternidad empieza y polvo es la humana grandeza” 7
Los perros macabros Don Felipe narra la turbación que sintió aquel doliente, quizá equiparable al sobresalto y horror que él mismo experimentó, cuando vio temprano una mañana invernal una jauría de perros trastornados en el interior de una cripta, que había abierto el día anterior a petición de una señora. -Es algo difícil de olvidar: eran cuatro perros negros que no dejaban de moverse y retorcerse rabiosos dentro de la tumba-, dijo el señor, que no tardó mucho en comprenderlo todo ya que en la lápida entre los nombres de las personas que yacían, también estaba el de un perro, "Bobby", que fue la mascota de aquellos difuntos sepultados en año de 1900. Cuando los perros salieron del hipogeo vio un pequeño montón de huesos empolvados, que ciertamente no eran humanos. Al tomarlos con temblorosa mano, los canes iniciaron una frenética carrera alrededor del sepulcro, del cual tuvo que alejarse por temor a la furiosa perrería. Relata que cuando volvió a ver a la señora, le dijo que no había terminado el trabajo solicitado, porque la tumba de sus familiares había estado llena de perros enfurecidos. La matrona con estentórea voz le ordenó que la cerrara, ya no iba a necesitar despejar tumba en la que quiso ser sepultada, argumentando con aplomo -Si me entierran aquí los perros me van a sacarMuy alterada la doña se fue diciendo que cuando ella muriera sería sepultada en otro lugar, para evitar que sus restos fuesen roídos por los poseídos canes, o quizás por el “Bobby”.
De brujería y amantes Los panteones guardan y cuentan más que los nombres, los tiempos y fechas de las vidas de las personas que yacen enterradas en esos pacíficos y quiméricos lugares; entre las tumbas también suelen encontrarse enigmáticos objetos, fotografías y una diversidad de sortilegios que entierran las personas que practican la brujería. Cuenta don Felipe, la triste y fatal historia de una pareja de novios que estaban a unos días de casarse, el novio, un renombrado maestro de otra época, cuando todo parecía el desenlace feliz de un noviazgo dichoso, incurrieron en una cruenta pelea el novio y la mamá de la novia, la futura suegra en un arranque de cólera destrozó el vestido de su hija y terminaron odiándose los tres y separados. 8
Algunos años después, don Felipe al limpiar una tumba, encontró el retrato de aquel desventurado profesor envuelto en una prenda interior femenina y con innumerables agujas encajadas; le habían hecho brujería, concluyó, y algún tiempo después se dijo entre la comunidad que aquel “trabajo” funesto lo había hecho la amante del educador.
A ellos nadie les llora Ni se les recuerda, no les llegan flores, ni otros arreglos, yacen olvidados entre la hierba y el silencio, lejos de la música y el bullicio de los cementerios de Matamoros durante la celebración del Día de Muertos. A las personas enterradas en la fosa común no les llegaron flores de cempasúchil, ni pan de muerto, y no hubo personas que los lloraran comparadas con las miles de tumbas de los Panteones Nuevo y Antiguo del municipio, en donde se llegan a reunir cerca de 80 mil personas para ofrecer arreglos y música a sus seres queridos. 9
Panteones llenos de dolientes, pero nadie llora a los muertos de la fosa común
Enclavada en el panteón Santa Cruz, localizado a cinco kilómetros de la carretera Matamoros-Reynosa, la fosa común, conocida como cuarto tramo, es la última morada de personas cuyas familias carecieron de los 4 mil pesos que cuesta un sitio en los otros dos cementerios municipales. También se encuentran "unos 400" mexicanos y centroamericanos, que perecieron ahogados en el río Bravo en su intento por cruzar a Estados Unidos de manera indocumentada, en los últimos nueve años, o que fueron encontradas sin vida en las calles y nadie reclamó sus cuerpos para sepultarlos dignamente. En promedio son llevadas a la fosa común una persona a la semana, y en ocasiones hasta más de un par; son enterrados envueltos en bolsas de plástico en lugares diferentes, registrando los datos del difunto con la esperanza de que un día alguna persona identifique a su familiar, lo que ha sucedido sólo en dos ocasiones que se presentaron los de un salvadoreño, del que se llevaron el cuerpo en avión a la ciudad de México, y de un guatemalteco, que para no sacar sus restos del país, sus padres le hicieron una cripta, la más bonita de todo el cuarto tramo. 10
La fosa común fue inaugurada en 1987 por el entonces alcalde Jesús Roberto Guerra, con la intención de solucionar la sobresaturación del panteón Los Tomates. En el Panteón Nuevo, rodeados de tumbas que ostentan la cruz cristiana, se encuentran los monumentos funerarios de los Woodmen of the World. La que es una asociación fraternal fundada en 1890 por Joseph Cullen Root en Omaha, Nebraska. Una sociedad que “eliminaría problemas de seguridad financiera de sus miembros”, como los “leñadores colonizadores que desmontan el bosque para sostén de sus familias”.
Su símbolo es un tronco de un árbol trunco, que tiene un escudo circular con el lema en latín DUM TACET CLAMAT, que significa “Aunque silente él habla”.
Moraleja: Lo triste no es ir al cementerio, sino quedarse.
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IN OMNIBUS VERITAS
Los libros de mi Autoría se pueden consultar en las bibliotecas de la H. Matamoros: Eliseo Paredes Manzano, Juan B. Tijerina y en la del Museo Casamata. En el Archivo Municipal de Reynosa. En Cd. Victoria en la Biblioteca Estatal Ing. Marte R. Gómez, en el Museo Regional de Historia de Tamaulipas, y en el Archivo General e Histórico del Estado de Tamaulipas. Se pueden adquirir en las librerías Nilo, Proceso y en el Museo Casamata. Correos electrónicos manuelhumbertogonzalezramos@yahoo.com.mx elcronistadematamoros@hotmail.com Tel. Cel. 8681206978. Facebook: Manuel Humberto González Ramos Vera Historia de la H. Matamoros, Tam Issuu: http://issuu.com/cronistadematamoros/docs
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