LIBRO MITOS, LEYENDAS Y MENTIRAS DE LA H. MATAMOROS VOLUMEN III -MENTIRAS
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La mentira es aquella expresión contraria a lo que se sabe, se cree o piensa. También, a la tergiversación de algún hecho o expresión se lo considerará una mentira. Generalmente, la finalidad de la mentira suele oscilar entre varias razones, como ser: evitar un reproche, una sanción, hacer algún daño, obtener algún tipo de beneficio o bien la estima de alguien, para ocultar alguna realidad dolorosa que no se quiera por x motivo dar a conocer, para evitarle a alguien un sufrimiento, por hábito, entre las más recurrentes. La mentira siempre será subjetiva, es decir, si una persona sostiene algo que no es verdad pero está convencido que sí lo es, entonces, no se podrá decir que miente, pero si una persona afirma una determinada cuestión sabiendo que la misma corresponde a una realidad inexistente, aquí se podrá asegurar que la misma está mintiendo. Una mentira puede ser total (nada de lo que se está afirmando es real) parcial (algunas cuestiones que se afirman son verdad) y por omisión (cuando se oculta toda la verdad o una parte pero sin ser consciente de que se lo está haciendo; no existe una deliberación de mentir). También existen algunas mentiras que el único objetivo que tienen es el de bromear o engañar, pero que desafortunadamente con el paso del tiempo pueden llegar a tener credibilidad entre los indoctos del tema. Se puede decir que "Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad". Suele pasar que las mentiras se vuelven verdad para quien las dice y ya no distingue lo falso en ello...A la persona que miente se la conoce popularmente como mentiroso y entre ellos están incluidos algunos historiadores, cronistas y demás gente fantasiosa. En este libro el Autor ha compilado las aseveraciones más populares que la tradición oral matamorense ha mantenido como verdaderas, y aunque de la mayoría de estas afirmaciones o testimonios se desconoce la causa que les dio origen, en estas páginas se dará la explicación más razonable posible basada en meticulosa investigación y confrontación de la información disponible.
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Mentira número 3.6 Construcción de Casamata en 1845 Copiándose los unos a los otros durante más de cuarenta años, muchos han dicho que "La construcción del Fuerte Casamata fue iniciada por el general D. Manuel Rodríguez de Cela en 1845, ante la inminente invasión de los Estados Unidos Mexicanos por los Estados Unidos del Norte; quedando incompleto y continuando su construcción el general Juan N. Cortina en 1864, terminándolo el general imperialista D. Tomás Mejía en abril de 1865. No obstante todo lo dicho, existen documentos que desmienten la falsa aseveración de 1845. En 1830, el general Mariano Paredes y Arrillaga, más tarde. Presidente Provisional de México, concibió el proyecto de construcción de una serie de fortificaciones en anticipación de la rebelión de los colonos tejanos de origen anglosajón. El primero fue el fortín Paredes en 1832, seguido del Fuerte Guerrero en 1835. Se inició en ca. 1837 la edificación de las barracas para albergar las tropas y vigilar la sección sureste de la ciudad de Matamoros. Estaban localizadas al sur del estero de San Juan, en el costado norte de la Plaza de Iguala. En 1845 en un informe de Luis Berlandier ante la amenaza de la invasión gringa menciona que “Casamata está sin terminar”. Durante el ciclón de 1844 sus techos sufrieron severos daños, según se describe en documentos del archivo municipal, confirmado en 1846 por el norteamericano T.B. Thorpe en el libro Our Army on the Rio Grande durante un recorrido por la ciudad: Manteniéndose a la derecha Usted pasa a través de una calle con hileras en ambos lados de viviendas con aspecto rustico, algunas de ellas bastante bonitas, cuando inesperadamente el camino se abre en un terreno grande de parada militar (Se refiere a la Plaza de Iguala hoy Deportivo Ing. Eduardo Chávez), cada lado del cual está limitado por espaciosas y originalmente hermosas barracas. El frente es plano y el pavimento existente bueno, provista en cada extremo con elegantes garitas, todo tiene una apariencia muy militar. Hace pocos años (1844) que un huracán pasó sobre Matamoros y en su camino dejó sin techumbre a este edificio, una porción del techo todavía yace a través del frente. La curiosidad incita al paseante a entrar, por el alguna vez fuertemente fortificado portal. El interior tiene una apariencia completamente española, las paredes son muy gruesas y todos los cuartos parecen mazmorras. 4
Aparentemente el edificio ha estado recientemente ocupado por tropas. Pasando por el patio, Usted asciende por amplios pero inclinados escalones a la parte superior de los muros; y mientras se entretiene en determinar el alcance de las troneras, y observar que tan perfectamente unos pocos soldados, detrás del recio parapeto pueden dominar el interior de todas las barracas, y repentinamente destella en la mente, que la garita fuertemente construida que se levanta sobre esta muralla, es la “torre roja” que mientras los mexicanos todavía estaban en posesión de la ciudad, tan intensamente interesaba a nuestras tropas”. 5
Comparación entre la Casamata de 1846 y el actual
Al observar la litografía se ve que el edificio de 1846 tenía la escalera a la derecha y una sola puerta, con los parapetos escalonados. Por lo que se puede afirmar que este edificio no es el mismo que hoy existe, el cual fue terminado de construir entre 1864 y 1865 en el mismo predio de las barracas de 1837.
Véase por ejemplo mi libro las Fortificaciones de la H. Matamoros, Tam. México. Edición del año 2010. CONCLUSIÓN. “Es bueno que Casamata haya sobrevivido la piqueta de los ignorantes modernizadores”. 6
EL AUTOR Nació el 30 de Abril de 1947 en la Ciudad de México, D.F. Estudió las escuelas primaria y secundaria en la H. Matamoros, finalizando en 1970 la carrera de Ingeniería Química Industrial en el Instituto Tecnológico de Cd. Madero, Tam. Con treinta y ocho años de experiencia en la Industria Química de Proceso, ha prestado sus servicios para Petróleos Mexicanos (PEMEX), Bayer de México, y Química Flúor. En el año del 2008 culmina su carrera profesional como Consultor de Servicios de Seguridad para DuPont, S.A. de C.V. Hoy en día dedica gran parte de su tiempo a difundir la Historia de la H. Matamoros, Tam. Libros publicados 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12.
Uso del Ácido Sulfúrico en la Agricultura (1989) El Sulfato de Calcio - 10 años después (1991) Historia del Casino de Matamoros (coautor en 1999) Viva Matamoros (coautor en 2002) Cartografía Histórica de Matamoros (Julio del 2004, marzo del 2012) Matamoros La Gran Puerta de México (coautor 2005) Historia de Puerto Bagdad, Tamaulipas, México (Diciembre 2005) H. Matamoros en la Revolución Mexicana (Octubre del 2009) Las Fortificaciones de la H. Matamoros, Tam. 1772-2010 (Julio del 2010) Matamoros Futuro Año de 1854 (Agosto del 2010) Historia Ilustrada de la Aduana de H. Matamoros, Tam. México (2011) Mitos, Leyendas y Mentiras de la H. Matamoros, Tam. Volúmenes I y II (2012) 13. Compilación e Ilustración del Álbum de las Fiestas del Centenario de la H. Matamoros, Tamps. 1826-1926 (Octubre del 2013) 14. ¡¡3 DE JUNIO!! La Ocupación de Matamoros (Noviembre del 2013) Desde 1995 ha sido colaborador de los periódicos El Bravo, El Mañana, y el Expreso de Matamoros, con más de 600 crónicas de Historia, Geografía y Estadística de la Heroica Ciudad. Ing. Manuel Humberto González Ramos Vera Cronista y Cartógrafo Vitalicio de la H. Matamoros, Tam., México Teléfono móvil: Correo electrónico: Facebook: Issuu:
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Los libros están disponible para su consulta en la biblioteca pública municipal Prof. Juan B. Tijerina y en la del Parque Olímpico. Se pueden adquirir en las librerías Nilo, Proceso, en el Museo Casamata.
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