HISTORIA DE NUESTRA CIUDAD ARDE EL PALACIO Crónica basada sobre la versión contenida en el libro Historia de Matamoros, publicado por el periodista Sr. José Raúl Canseco Botello en el año de 1981, y en las notas del periódico El Gráfico del 27 de junio de 1978. Durante el mandato del Dr. Antonio Cavazos Garza, presidente municipal (1978-1980) de la Heroica ciudad de Matamoros, Tam. México, se reemplazaron 5 Inspectores Policiacos. Hecho inusitado en la historia de nuestra ciudad.
A escasos 6 meses de haber asumido el poder, precisamente la policía, originó lo que iba a ser una verdadera catástrofe que provocó una publicidad negativa a nivel nacional. La historia se desarrolló de la siguiente manera: El joven estudiante Salvador Barrios Barba, se encontraba sentado sobre el respaldo de una de las bancas de la placita Mariano Matamoros, en la Colonia del mismo nombre. El policía municipal Jesús Vargas le llamó la atención en forma brusca e inadecuada, por lo que obtuvo una contestación similar que le causó un gran enojo, al grado de arremeter contra el muchacho. Pero el estudiante, más joven y veloz, emprendió la carrera seguido de cerca por el policía que vio aumentada así su ira, por lo que al darle alcance, lo golpeó en forma inmisericorde.
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A golpes y empujones lo condujo a la caseta policíaca en donde continuó pegándole con manos y pies provocándole gravísimas lesiones internas que originaron que, horas después cuando fue conducido a la Cárcel Municipal, tuviera que ser trasladado de urgencia al Hospital Pumarejo en donde posteriormente falleció. Los indignados vecinos de la Colonia Mariano Matamoros y los jóvenes compañeros del estudiante, acudieron ante el presidente municipal a pedir el castigo del policía, pero tanto el Inspector Emiliano del Toro Farías como el Alcalde, argumentaron que el policía había huido y trataron de culpar al muerto de los hechos. A la propuesta estudiantil y de colonos, se sumó la Asociación Cívica Femenina a quienes el Alcalde trató de mala manera, por lo cual, los estudiantes organizaron un mitin popular de protesta para las 16 horas del día 26 de junio de ese trágico 1978. El mitin tuvo lugar frente al Palacio Municipal en la Plaza de Hidalgo y para entonces los oradores que desfilaron no solamente pedían el castigo del asesino sino la destitución del inepto Inspector Policíaco. Una comisión de enardecidos estudiantes subió al Palacio Municipal a pedirle al Alcalde que se presentara en el mitin. El Doctor Cavazos aceptó a regañadientes pero desde el improvisado foro se negó rotundamente a destituir el Inspector de Policía quien trató de justificar de su actitud. Los estudiantes profundamente indignados, comenzaron por abuchearlo e insultarlo a gritos, y cuando el Alcalde a toda prisa abandonó la tarima, comenzaron a lloverle pedradas que provocaron una veloz carrera de la Primera Autoridad quien alcanzó a recibir un pedrusco en plena frente, por lo que hubo de refugiarse violentamente en el Café Emir ubicado en el costado norte de la Plaza, sobre la calle de M. González. El temor de que trataran de sacarlo de ese lugar, hizo que el Alcalde acompañado por el Secretario del Ayuntamiento Lic. Roberto S. Cedillo y por el Primer Síndico Jorge Valdez Sayas, treparon a una barda del patio del mencionado Café y, por las azoteas se trasladaron al despacho particular del Lic. Cedillo ubicado por la calle 6ª. entre las de M. González y de Abasolo. Y mientras el Alcalde huía, la masa estudiantil y el pueblo entero agolpado en la Plaza de Hidalgo, comenzaron por apedrear el edificio del Palacio Municipal, en cuya planta baja estaba ubicada la Oficina Fiscal del Estado y al fondo la Inspección de Transito Local y el Registro Civil. La turba, incontenible e incontrolable, haciendo a un lado al policía que custodiaba la puerta principal del Palacio, se introdujo a la Oficina Fiscal sacando máquinas de escribir, calculadoras, sillas y prendiéndole fuego a mitad de la calle. No conformes con ello, arrojaron papeles y estopas ardiendo al interior de la Oficina Fiscal iniciándose un violento incendio, mismo que no pudieron apagar los bomberos porque la turba no los dejó llegar. Desbordadas las pasiones, se lapidaron edificios de bancos, bancos comercios, no solo frente a la Plaza sino en lugares aledaños, sin que interviniera la policía que mucho antes del mitin había sido acuartelada.
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Construido en 1957 fue incendiado en 1978 La turba, desenfrenada, se deprendió por la calle 6ª. a la de Abasolo destruyendo aparadores, saqueando comercios e incendiando inmuebles, y como es de suponer, hubo muchos que aprovecharon esa situación para cometer muchas raterías. Estando el Palacio en llamas, un numeroso grupo de manifestantes, de los que ya nadie puede asegurar o no. Incendiaron 8 automóviles estacionados y emprendieron veloz carrera rumbo a la cárcel municipal en donde a su llegada lanzaron piedras y objetos ardiendo, armándose entonces una balacera de parte de policías y celadores del penal. Los locales de la Inspección Policiaca, Juzgados y Agencias del Ministerio Público fueron pasto de las llamas. Posteriormente, en uno de los Juzgados, apareció el cadáver del joven estudiante Vicente Munguía, de quien los médicos dijeron que tenía el cuerpo cosido a balazos. Y mientras estos hechos se registraban, el Alcalde Doctor Cavazos Garza, desde el despacho del Licenciado Cedillo, se comunicó primero con el Gobernador del Estado Enrique Cárdenas González dándole cuenta de lo acontecido y, de inmediato por la vía telefónica, habló con el Lic. Jacobo Zabludovsky a su programa 24 Horas, afirmando que la prensa era la culpable de los hechos registrados por haber azuzado a la población en contra asegurando que los hechos fueron provocados por agitadores profesionales de izquierda. Transcurrieron cerca de tres horas para que el Gral. Manuel Sánchez Rocha, Comandante de la Guarnición de la Plaza, enviara tropas para imponer el orden, mismas que desalojaron la Plaza de Hidalgo, que capturaron a más de 100 personas que recogieron
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diversos aparatos y objetos tobados por la turba y que permanecieron de vigilancia los días subsecuentes evitando que se repitieran estos hechos. Al día siguiente, el Sr. Gonzalo Martínez Silva que fungía en esa fecha como Presidente de la Asociación de Periodistas de Matamoros, publicó en los más importantes diarios de la localidad, una carta abierta en la cual desmentía públicamente al Alcalde por las declaraciones dadas a la Televisión y lo señalaba como el único culpable de que se hubiesen registrado esos hechos tan violentos que desprestigiaban a Matamoros. También al siguiente día, arribó el gobernador Enrique Cárdenas González quien destituyó al Inspector Emiliano del Toro Farías, y designó en su lugar a recomendación del Alcalde al C.P. Jorge Garza Salinas que desempeñaba el cargo de Jefe del Departamento de Limpieza Pública.
El maltrecho edificio del Palacio Municipal fue remodelado
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GALERIA FOTOGRÀFICA
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Conclusión No sé cuál fue el destino del policía asesino. No obstante, el Alcalde de marras logró completar su periodo constitucional, ocasionándose gran división entre los PRI istas y el Pueblo. Los del PRI-Gobierno pronto serian derrotados en las siguientes elecciones, para dar paso a la Ciudad del Cambio de Jorge Cárdenas González.
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Ing. Q.I. Manuel Humberto González Ramos Cronista de la Heroica Matamoros
IN OMNIBUS VERITAS
Los once libros de mi Autoría se pueden consultar en las bibliotecas de la H. Matamoros: Eliseo Paredes Manzano, Juan B. Tijerina y en la del Museo Casamata. En el Archivo Municipal de Reynosa. En Cd. Victoria en la Biblioteca Estatal Ing. Marte R. Gómez, en el Museo Regional de Historia de Tamaulipas, y en el Archivo General e Histórico del Estado de Tamaulipas. Se pueden adquirir en las librerías Nilo, Proceso y en el Museo Casamata en esta ciudad
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