Cartografía Militar Mexicana
“Las cartas son los ojos de la historia” Mercator
Colección Memoria
2 Colección Memoria
CARTOGRAFÍA MILITAR MEXICANA sedena
“Las cartas son los ojos de la historia” Mercator
“Estas letras fueron escritas en libertad” Demos gracias a los caudillos que hace 200 años, emanciparon a México y nos dieron Independencia, así como a los valientes, que hace 100, nos liberaron del yugo que simbolizaba la dictadura y la opresión. Valga este texto como homenaje a quienes nos dieron patria, libertad e igualdad.
“Honremos el Bicentenario y el Centenario de México”
Coordinación General: Oficialía Mayor, S.D.N.
Edición y Diseño: Dirección General de Comunicación Social.
Revisión y corrección de Textos: Dirección General de Cartografía, S.D.N.
Este libro se imprimió en: Litográfica Dorantes S.A. de C.V. Oriente 241-A No. 28 bis Col. Agricola Oriental C.P. 08500 Ixtacalco, México, D.F. Tel. 57 00 35 34
Copyright © 2010. SECRETARÍA DE LA DEFENSA NACIONAL. No. Reg. Pub. Indautor 03-2009-110312222700-01
Mtro. Felipe Calderón Hinojosa Presidente de la República Mexicana
Gral. Guillermo Galván Galván Secretario de la Defensa Nacional “Las instituciones trascienden al paso del tiempo cuando sus sólidos cimientos yacen en los anhelos de los hombres ilustres. El ejército Mexicano responde a este postulado, y hoy es un componente esencial del Estado” Discurso del C. General Secretario de la Defensa Nacional durante el desayuno con motivo del día del Ejército Mexicano el jueves, 19 de febrero de 2009
I NTRODUCCIÓN “Cada mapa tiene su historia”
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Como un homenaje al Bicentenario de nuestra Independencia y al Centenario de la Revolución, se elabora este epítome, sobre un tema de gran interés y fundamental para el desarrollo de un país, como lo es la necesidad de conocer el entorno geográfico del ser humano, para poder explotarlo en su beneficio; para ello se requiere de una disciplina que utilizando el arte y la técnica, represente de manera completa y fidedigna las características geográficas, y nos referimos a la Cartografía. A manera de preámbulo en este trabajo de investigación, es indispensable exponer de forma sintetizada, un panorama retrospectivo de la evolución de la cartografía desde sus orígenes y un breve resumen que revele el contenido de cada uno de los Títulos desarrollados en el presente Libro, donde se exalta particularmente, la importancia que ha tenido esta ciencia–arte en las acciones militares acontecidas en el devenir histórico de México.
Fig. 1.- Pintura rupestre de aproximadamente 14,000 años de antigüedad, hallada en la Cueva de Altamira en Santillana del Mar, Península Ibérica. Imagen obtenida de http://www.data4.blog.de.
Desde tiempos remotos el hombre tuvo la necesidad de registrar y comunicar a sus semejantes según su concepción, sus ideas cosmogónicas y religiosas, las actividades de su vida diaria, el lugar en que habitaba y su entorno, para buscar su sustento y mantener su seguridad. Uno de estos registros, corresponde a las pinturas rupestres del período paleolítico, encontradas en Santillana del Mar en la zona norte de la Península Ibérica, denominada “Cueva de Altamira” (Fig. 1), que tienen aproximadamente 14,000 años de haberse realizado, se piensa que en ellas se dibujaron a los animales que posteriormente cazarían, quizá como una especie de rito mágico que les asegurara el éxito del que dependía la supervivencia del grupo, en virtud de que muchos fueron representados con armas clavadas o les faltan partes de sus cuerpos, los animales que en ellas se representaron son bisontes, caballos, jabalíes y ciervos. Este tipo de representaciones pictóricas son frecuentes en otros lugares del mundo (Figuras 2, 3, y 4).
Fig. 2.- Pintura rupestre de un grupo de equinos, localizada en la Cueva de Ekain, situada en la Villa de Deva, en el país Vasco de España, data de entre 15,000 a 12,000 años antes de nuestra Era. Imagen obtenida de http:// www.debabaarrenaturismo. com.
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Fig. 4.- Pintura rupestre representando una cacería, se localiza en las cuevas de las montañas de Tassili, sudeste de Argelia, data de 6,000 años antes de nuestra Era. Imagen obtenida de http://www.es.wikipedia.org.
Durante su evolución, el hombre pasó de actos reflejos, a la conciencia y entendimiento de su ser y de su entorno, posteriormente y con el aumento de la comunicación, surgieron circunstancias naturales y sociales más complejas, como el incremento de la población y con ello la necesidad de disponer de más alimentos, lo que propició la formación de nuevas estrategias de sobrevivencia; es posible que en esta etapa hicieran su aparición las sociedades sedentarias y probablemente en los períodos de hambruna, los aún nómadas empezaron a atacarlas, dando pie a las primeras organizaciones de personas especializadas en la defensa (Fig. 5).
Fig. 3.- Pintura rupestre de la edad de piedra, encontrada en el África austral (Zimbabwe), y que tiene aproximadamente 7,000 años de antigüedad, en ella se representan figuras humanas. Imagen obtenida de http://es.wikipedia.org.
Estas expresiones ponen de manifiesto la relación intrínseca entre el hombre y su medio geográfico, como una parte fundamental de su identidad de grupo, quedando plasmadas estas representaciones, como un escrito que muestra el contacto del hombre con su espacio, dando pie naturalmente al origen de la cartografía1, y que se define como el “Arte y técnica que tiene por objeto el levantamiento, la redacción y la publicación de mapas”2. 1 2
Del griego chartis = mapa y graphein = escrito Diccionario Enciclopédico, México, Ediciones Larousse S.A. de C.V., 2007, 248 p.
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Algunos de estos registros pueden ser considerados como los primeros mapas efímeros de nuestros ancestros, quienes mediante sencillas expresiones gráficas indicaron su ubicación respecto a todo lo que les rodeaba y trazaron los recorridos que efectuaban con fines diversos.
El mapa más antiguo encontrado hasta ahora, es una placa de barro cocido, y fue descubierta en las excavaciones de Ga-Sur, ubicadas a 300 kilómetros al norte de lo que antiguamente se llamó Babilonia; se supone que fue creado hacia el año 2,500 a.C., y representa el valle del Éufrates rodeado de montañas, en donde se esculpieron tres círculos representando el norte, el este y el oeste, lo que nos indica que empleaban una forma de orientación similar a la nuestra (Fig. 6).
Fig. 6.- Mapa de Ga-Sur, elaborado en una tablilla de arcilla en el año 2,500 antes de nuestra Era. Imagen obtenida de www.geogr.muni.c2.
Es quizá uno de los primeros documentos con características topográficas, que considera la medición de alturas, describe los materiales que conforman el suelo, establece un conjunto de nombres de lugares y algunas otras referencias, es el papiro que elaboró Amennakhte alto funcionario de Ramsés IV en el antiguo Egipto, y que data de 1,160 años antes de nuestra Era, en el que se representa una extensión de 15 kilómetros aproximadamente de la zona minera de Wadi Hammamat, localizada en el desierto oriental que se empleaba como vía de comunicación entre el Nilo y el Mar Rojo; en él se detallan pueblos, rutas, zonas mineras, distancias y características del terreno, actualmente se encuentra en el museo Egipcio de Turín (Fig. 7).
Fig. 5.- Pintura rupestre que representa un combate, se localiza en las cuevas de las montañas de Tassili en el sudeste de Argelia, data de 6,000 años antes de nuestra Era. Imagen obtenida de http://www.el-mourada.dz.
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Fig. 7.- Papiro elaborado por Amennakhte, alto funcionario de Ramsés IV, en el año 1,160 a.C., donde se detallan pueblos, rutas, zonas mineras, distancias y otras características del terreno. Imagen obtenida de http://www.planetacurioso.com.
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Cabe destacar, que el mapa más antiguo del mundo conocido en esa época, encontrado hasta la fecha, está representado en una tablilla de arcilla que mide 12.2 centímetros de altura por 8.2 centímetros de ancho, que pertenece al Período Neo-Babilónico, de aproximadamente 500 años antes de nuestra Era; en ella se describe de manera textual y visual el mundo babilónico, estableciendo a Babilonia en el centro, representada por un rectángulo; el área central del mapa está rodeada por un círculo de agua con el nombre de Mar de Sal y en el borde exterior se encuentran ocho regiones de forma triangular; su orientación es hacia el noroeste y cuenta con un texto cuneiforme que describe estas regiones (Fig. 8).
Con la flexibilidad que estas líneas nos permiten, damos un salto en el acontecer histórico de la humanidad y al referirnos a los principios que rigen a la cartografía actual, debemos recordar que se basan en los conceptos de los filósofos de la Grecia Clásica, siendo sus cosmógrafos, astrónomos y matemáticos quienes establecieron las primeras directrices, para representar a la superficie terrestre con una metodología científica. Anaximandro de Mileto (610-545 a.C.), fue un filósofo, geométra y astrónomo griego, discípulo de Tales de Mileto, Director de la Escuela de Mileto, quien se dedicó a múltiples investigaciones, que lo llevaron a considerar que la tierra tenía forma esférica y que giraba en torno a su eje. A él se atribuye el trazo de un mapamundi, basado en la información que le proporcionaron algunos navegantes, este mapa no ha sido encontrado, sin embargo se tienen referencias que dan fé de que existió. Estrabón3, Diógenes Laercio4 y Agatémero5, indicaron que Anaximandro fue el primero en trazar un mapa de la tierra habitada, en el que se plasmaba su perímetro, los mares y los ríos conocidos (Fig. 9). Hecateo de Mileto (550-470 a.C.) de Grecia, geógrafo, historiador y viajero incansable, con sus conocimientos perfeccionó el mapa de Anaximandro, en el que representa a la tierra conocida como un disco rodeado por las aguas del Océano. Las islas inglesas aparecen como Casitérides, las tribus conocidas más al norte, como hiperbóreas y la península ibérica es el límite del mundo conocido; aparecen también las Columnas de Hércules (Fig. 10).
Fig. 9.- Reproducción de lo que probablemente sería el Mapa de Anaximandro, conforme a las descripciones existentes. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. 10.- Reproducción de lo que probablemente sería el Mapa de la Tierra según Hecateo, de acuerdo a sus propias anotaciones existentes. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Célebre matemático, astrónomo, historiador, geógrafo, filósofo y poeta (276-194 a.C.), estudió en Alejandría y fue responsable de la dirección de la Biblioteca de Alejandría. 4 Historiador griego nacido en el siglo III, famoso por los diez tomos de su obra ”VIDAS, OPINIONES Y SENTENCIAS DE LOS FILÓSOFOS MAS ILUSTRES”. 5 Geógrafo griego vivió en el siglo III, autor de once libros de geografía, incluyendo el Compendio de la Geografía de Ptolomeo. 3
Fig. 8.- Mapa del período Neo-Babilónico, actualmente se exhibe el el Museo Británico de Londres. Imagen obtenida de http://www.britishmuseum.org.
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Dicearco de Mesina (355-285 a.C.), considerado uno de los más importantes geógrafos griegos, intentó sistematizar todos los informes geográficos, utilizó la información para crear un mapa del mundo conocido (Fig. 11), y en él trazó una línea principal a la que llamó “Diafragma”, precursora del Ecuador, trazada desde el estrecho de Gibraltar hasta el Pacífico, pasando por la Cordillera de Tauro y el Himalaya, de modo que la superficie terrestre quedaba dividida en dos mitades, una septentrional y otra meridional; la segunda línea directriz trazada en Rodas era una perpendicular a la anterior y coincidía sensiblemente con el Meridiano Siena-Lysimachia. Dicearco también realizó un estudio sobre la altura de las principales montañas del Peloponeso y Grecia, lo que resulta muy significativo en dos sentidos, por un lado la importancia que representa haber realizado uno de los primeros trabajos relacionados con el relieve de la superficie terrestre, y por otro, la relevancia que tuvo el análisis del terreno, que sirvió de base en la elaboración de cartografía para la planeación y conducción de las campañas de Alejandro Magno.
A Eratóstenes de Cirene (276-194 a.C.) le debemos la idea de trazar meridianos, paralelos y una línea ecuatorial, aun cuando los manejaba de una manera indiscriminada, sus cálculos le permitieron comprobar que la tierra es esférica, fue el primero en medir el meridiano terrestre, con base en un simple planteamiento geométrico, logrando como resultado 39,614.4 kilómetros de circunferencia, que comparados con la verdadera de 40,008 kilómetros, se obtiene un error menor al 1%. Con base en los conocimientos que adquirió en sus múltiples viajes por el Mediterráneo, perfeccionó el mapa del mundo elaborado por Dicearco, proyectando otro con líneas de latitud y longitud, estableciendo cinco zonas: dos frías, dos templadas y una tórrida; aunque mantuvo el paralelo base diseñado por Dicearco, lo combinó con un meridiano base que unía Siena-Asuán-Alejandría, prolongándose por Rodas y el Helesponto. En virtud de que las dos líneas se cruzaban en Rodas, la isla quedó como el centro cartográfico; con este sistema coordenado de cuadrícula se intentó cambiar de una visión unidimensional típica, a otra bidimensional más moderna y adecuada para la cartografía. Aún cuando Eratóstenes había realizado la medición de la circunferencia terrestre, esta no fue aplicada en su Carta Geográfica (Fig. 12).
Fig. 11.- Reproducción del Mapa de Dicearco de Mesina, que representa el mundo conocido en su época; en el se establece por primera vez, un sistema de ejes que lo divide, tanto en forma vertical como horizontal. Imagen obtenida de http://valdeperrillos.com.
Fig. 12.- Reconstrucción del Mapamundi de Eratóstenes de Cirene, quién lo dibujó conservando el Paralelo Base diseñado por Dicearco, combinándolo con un Meridiano Base que unía Siena, Asuán, Alejandría, Rodas y el Helesponto. Imagen obtenida de http:// belenos.files.wordpress.com,
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Posidonio de Rodas (135-50 a.C.) creyó encontrar un error en el cálculo de la circunferencia terrestre de Eratóstenes y lo redujo a 28,400 kilómetros, este resultado fue usado hasta el siglo XV. Se considera al astrónomo griego Hiparco de Nicea (Siglo II a.C.), como el precursor de la cartografía basada en el posicionamiento astronómico, en virtud de que se valió de la posición de los astros, de la ascensión recta y la declinación, para fijar la posición de los puntos geográficos con su longitud y latitud, lo que le permitió perfeccionar el trabajo de Erastóstenes; fue el primero en dividir la circunferencia en 360 unidades, aplicando esta división a la de la tierra; destacaron sus trabajos sobre trigonometría esférica, siendo el inventor del Astrolabio6, instrumento que le permitió observar el cielo y precisar las coordenadas en los mapas.
Es de citarse que el mencionado mapamundi está orientado hacia el norte, adopta un sistema reticular mejorado, en el que se indican los Trópicos y el Ecuador; además en él se dividen el círculo y la esfera en 360 grados, que a su vez se subdividen en minutos y de estos se obtienen los segundos. Quizá los errores más importantes que presenta el mapa son: haber apreciado dimensiones de la tierra más pequeñas que las reales y que ninguna de sus longitudes fueron determinadas astronómicamente. Esta obra fue realizada en el siglo II de nuestra Era; actualmente no existe original alguno, y las copias más antiguas que se conocen, fueron hechas entre los siglos XII y XV (Fig. 13).
Claudio Ptolomeo de Alejandría (85-165 d.C.) astrónomo, geógrafo y matemático, marca el punto culminante de la cartografía griega, su trabajo es el que más ha trascendido sobre la Geografía y la Cartografía; su famosa obra “Geographía”, se compone de ocho volúmenes; el primero de ellos está dedicado fundamentalmente a principios teóricos, con un tratado sobre construcción de globos y la técnica de proyección de mapas; en los siguientes seis tomos se expone una relación con aproximadamente 8,000 nombres de lugares, con latitudes y longitudes para determinar su posición, incluyendo referencias climáticas; en el octavo volumen, quizá el más importante para muchos, se plasma un estudio sobre los principios de la Cartografía, de la Geografía Matemática, de las Proyecciones y de los Métodos de Observación Astronómica; contiene instrucciones para construir un mapamundi y describe dos Proyecciones, ambas modificaciones de la Proyección Cónica. Este texto estaba acompañado de manuscritos, de un mapamundi y veintiséis mapas detallados, diez europeos, doce asiáticos y cuatro africanos, constituyendo el primer Atlas universal. Instrumento óptico que se utiliza para determinar la posición geográfica de un lugar mediante la observación de cuerpos celestes.
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Fig. 13.- Copia del Mapamundi de Ptolomeo realizada por Nicolás Germanus en 1482. Imagen obtenida de http://upload.wikimedia.org.
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Es indudable que la obra cartográfica de Ptolomeo estableció un punto de inflexión en el desarrollo de la cartografía, al asentar las bases matemáticas, astronómicas y de procedimiento, que pudieran regir, de manera universal, la representación científica de la superficie del terreno.
Hasta aquí hemos narrado, de manera sintetizada, cómo evolucionó la cartografía y quiénes lograron que la humanidad alcanzara este conocimiento. Sabemos que, en términos generales, a partir del segundo siglo de nuestra era, ya contenía los elementos fundamentales que presentan las cartas que actualmente utilizamos: esfericidad de la Tierra, determinación astronómica de las latitudes y longitudes, coordenadas terrestres, toponimia, proyecciones, e incluso se constituyó como una cartografía de conjunto, orientada a proporcionar una imagen del mundo entero, hasta entonces conocido.
Desde finales del siglo II en adelante, la cartografía romana no presenta avance alguno, respecto a la griega. Los romanos pusieron los conocimientos cartográficos anteriores al servicio de propósitos militares y de conquista, empleando en sus mapas la concepción de la Tierra plana y en forma de disco, marcando itinerarios completamente prácticos, que señalan las rutas que usarían los ejércitos y los comerciantes, primordialmente.
Debemos estar consientes que, hoy como ayer, la geografía sigue siendo un factor primordial en las actividades humanas, pero en el ámbito militar, adquiere especial preponderancia. Por lo tanto, examinemos la simbiosis que existe entre las fuerzas armadas y el medio geográfico.
Por el otro lado del mundo, en el Asia oriental y meridional, existe evidencia que, desde épocas muy remotas, los mandarines chinos tuvieron gran interés en la descripción y demarcación de su territorio, por medio de mapas.
La palabra geografía fue adoptada en el siglo II a.C. por Eratóstenes, y significa, literalmente Descripción de la Tierra. En sus inicios únicamente se ocupó por describir la superficie terrestre, sin embargo, la dinámica del conocimiento ha posibilitado su evolución, hasta identificarla como una ciencia interdisciplinaria, cuyo propósito es el estudio de las características terrestres, como son: el clima, los suelos, las formas del relieve, el agua, las formaciones vegetales y los grupos humanos de las diferentes regiones de la tierra, así como las modificaciones realizadas por el hombre en el entorno físico, valiéndose, para estos fines, de ciencias como: la economía; la historia; la biología; la geología y las matemáticas, entre otras.
Phei Hsiu (271-224 a.C.) establece los principios fundamentales de la cartografía china. Sus cartas contaban con divisiones reticulares para la localización de lugares, el establecimiento de la orientación como medio direccional, la determinación de altitudes, de rumbos y direcciones, para referir cursos de caminos, ejerciendo una notable influencia en las cartas hechas con posteridad (Fig. 14).
Por ello, actualmente, la geografía se ha convertido en una ciencia que estudia las relaciones sociedad-medio geográfico, por lo que debemos establecer, que el medio geográfico es el conjunto de los factores naturales, incluyendo aquellas modificaciones que el ser humano ha realizado (Fig. 15).
Fig. 15.- Medio geográfico modificado para satisfacer las necesidades humanas. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. 14.- Mapa Gan Su del año 239 antes de nuestra Era, en el que se describen caminos, canales y nombres de poblaciones. Imagen obtenida de http://516000.gridserver.com.
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Nuestra doctrina militar señala que uno de los factores tácticos de la situación, que contribuyen de manera determinante para producir un resultado, es el terreno, y que, al igual que los principios de la guerra, con su correcta aplicación, no siempre se logra la victoria, pero al ignorarlos, se puede tener la certeza de ser vencido.
Para cualquier fuerza castrense, independientemente de su estructura y sus fines, es de vital importancia conocer el medio geográfico en el que realizará sus operaciones, lo que significa que no sólo debe conocer el área bajo su control, sino también la del enemigo y su entorno. Este conocimiento se logra mediante un estudio minucioso sobre el propio terreno y/o, por medio de una adecuada recopilación de información de carácter militar, que se obtiene de cartas, mapas, croquis, maquetas, aerofotografías, películas, libros de geografía, pronósticos meteorológicos y otras fuentes disponibles. Para ello, se requiere que los comandantes de todos los niveles, tengan amplios conocimientos de geografía, topografía, lectura de cartas, habilidad en el manejo de los diversos instrumentos que la tecnología ha inventado sobre el particular, y estar familiarizados con la interpretación de los factores meteorológicos. Como la finalidad de las fuerzas armadas es combatir, y esto se puede realizar en los ámbitos de cielo, mar y tierra, en todos o una combinación de cualquiera de ellos, es necesario que las unidades militares cuenten con cartografía especial, que les sirva de base y referencia, para conocer el medio geográfico en que realizaran sus operaciones, sabedores de que, un buen comandante, para ganar batallas, debe conocer y utilizar el terreno, ya que un combate puede decidirse, a través de un inteligente uso del mismo, es decir aprovechándolo al máximo en su beneficio.
Por lo anterior, la cartografía militar que requieren los ejércitos, debe contener datos específicos de interés general o información de interés particular, dependiendo de la naturaleza de la misión, el mapa podría cubrir el mundo entero, o tan sólo un área reducida, por lo que es indispensable confeccionar mapas estratégicos, mapas tácticos, mapas logísticos, mapas de navegación aérea y marítima, mapas batimétricos y mapas organizacionales, a diferentes escalas (Fig. 17).
Por tal motivo, uno de los factores de la guerra es el geográfico, constituido por el terreno y sus características, que representan el escenario de toda actividad bélica, a la cual condiciona en todos los aspectos (Fig. 16).
Fig. 17.- Carta de Aproximación Visual escala 1:250,000 elaborada por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, para fines de navegación aérea.
Fig. 16.- Ejercicios militares con tropas de tierra y aire.
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En los mapas descritos con anterioridad, independientemente de los símbolos topográficos convencionales, es necesario asentar, con símbolos y abreviaturas militares: la ubicación de las fuerzas amigas y enemigas, si se conoce; el límite entre ellas; los movimientos de las Unidades, indicando, además de su posición, las horas y fechas en que deberán alcanzar ciertos puntos del terreno (Fig. No. 18). Por seguridad, deberán identificarse adecuadamente las zonas minadas, con indicación precisa de itinerarios libres y seguros; el informe meteorológico pasado y las predicciones futuras; informes de propagación radioeléctrica, para garantizar las comunicaciones y el uso de frecuencias VHF (muy alta frecuencia) y UHF (ultra alta frecuencia); rutas de navegación aérea y marítima; determinación de blancos aéreos, principales y alternos; y la concentración de artillería antiaérea enemiga, entre numerosos aspectos más. Fig. 19.- Fracción de un códice indígena, donde se observa la representación de elementos cartográficos como ríos (azul) y cerros (esquina superior derecha, así como su nomenclatura. Imagen obtenida de la revista Arqueología Mexicana número 23.
En el Título Segundo, nombrado Del Descubrimiento de América a la Nueva España, se muestran los incipientes adelantos cartográficos que existían en el mundo y su forma de representarlo a finales del siglo XIV y principios del siglo XV; la manera en que las expediciones, tanto marítimas como terrestres, fueron aportando datos para la conformación cartográfica del Continente Americano, sin olvidar la forma en que se conjuga la expresión cartográfica indígena e hispánica, en la época de la Colonia; la destacada labor de los Ingenieros Militares, a favor de la cartografía mexicana, y los trabajos cartográficos realizados por ilustres mexicanos y por miembros del clero, ambos durante la época del Virreinato (Fig. 20).
Fig. 18.- Carta Militar donde se representan las posiciones y movimientos de combate, realizados por fuerzas militares antagónicas. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Ahora que logramos enmarcar, en este contexto, los antecedentes de la cartografía y la importancia de las cartas militares, estamos en posibilidad de trasladarnos a nuestro México, y para ello describiremos el contenido de cada uno de los Títulos que integran esta obra denominada “LA CARTOGRAFÍA MILITAR MEXICANA”. En el Título Primero denominado Época Prehispánica, se dedica un espacio para observar de qué forma, desde la aparición de los primeros pobladores del México antiguo, hasta antes de la llegada de los españoles, conceptualizaron su ser, describieron su entorno, plasmaron su visión cosmogónica e interpretaron su concepción religiosa, y cuáles elementos nos permiten considerar que algunos de esos vestigios, son referencias cartográficas o tienen relación con la cartografía, la geografía o la astronomía (Fig. 19).
Fig. 20.- Elaboración de cartografía en forma manuscrita. Imagen obtenida de http://age.ieg.csic.es.
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En el Título Tercero, La Independencia de México y la República, se presenta la evolución cartográfica durante la época de la Independencia, en el que se expone, el surgimiento del Real Seminario de Minería, cuyo objetivo fue formar ingenieros militares y oficiales de artillería; las aportaciones del Barón de Humboldt quien realizó amplios estudios del territorio nacional; los diferentes conflictos que se vivieron en nuestro país en la época del México Independiente y la forma en que influyeron en el desarrollo de la cartografía; el surgimiento de organismos gubernamentales y los diferentes trabajos que se realizaron para la conformación de la cartografía nacional y la delimitación de nuestras fronteras a mediados y finales del siglo XIX (Fig. 21).
Fig. 21.- Carta Fiscal elaborada por el geógrafo Antonio García Cubas, en el año de 1869. Colección de la Mapoteca Orozco y Berra.
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En el Título Cuarto, llamado La Revolución, se tratan temas relacionados con la creación de importantes organismos dedicados a la producción cartográfica, desde la época llamada “El Porfiriato” (Fig. 22), que tenían la finalidad primordial de constituir la cartografía de todo el país y delimitar el territorio nacional por lo que se refiere a sus fronteras, su participación en la medición del arco del Meridiano 98° al Oeste de Greenwich, trabajos que fueron suspendidos durante la etapa correspondiente a la Revolución Mexicana, reiniciándolos una vez concluida la conflagración, lo que permitió un avance sustancial en el desarrollo de técnicas y metodologías, que nos pusieron a la par con las potencias ampliamente desarrolladas en este tema.
Fig. 22.- Carta de la Ciudad de México, publicada en 1889 por las Secretarías de Guerra y de Fomento. Colección de la Secretaría de la Defensa Nacional.
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Para arribar al Título Quinto, designado Época Contemporánea, donde se describe la evolución de la cartografía militar mexicana, que fue el parteaguas que significó el conflicto bélico de la Segunda Guerra Mundial, conflagración que paradójicamente significo el auge de esa disciplina en el Instituto Armado, ya que se transformaron los métodos y procedimientos empleados en la producción cartográfica, aprovechando los avances científicos y las tecnologías de punta, forjadas por las necesidades de esa época, hasta llegar al siglo XXI con el empleo de la tecnología digital, de vital importancia para la generación de información geográfica, que satisfaga los requerimientos de información que demandan las Unidades, Dependencias e Instalaciones del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, para cumplir sus misiones fundamentales, como son las actividades de Auxilio a la Población Civil en Caso de Desastre, así como las relacionadas con la protección del medio ambiente, pero sobre todo para la cabal observancia de las misiones que la nación le tiene asignadas, como lo son la Defensa Exterior y la Seguridad Interior del país. Destacando, finalmente, la influencia de la cartografía en la conducción de las actividades del ser humano, a fin de concluir sobre la importancia de continuar desarrollándola con el auxilio de los adelantos tecnológicos disponibles, de este nuevo milenio, para estudiar y representar, con mayor precisión, el entorno de la tierra e incluso el universo, a fin de que el hombre siga satisfaciendo sus expectativas. Se hace imprescindible, también, que todas las instituciones responsables del estudio y representación del espacio geográfico, continúen interactuando para seguir generando los sistemas de información geográfica indispensables para el Desarrollo y Seguridad Nacionales (Fig. 23).
Fig. 23.- Representación esquemática de la tecnología aplicada para la elaboración y empleo de la cartografía digital. Composición fotográfica de la Dirección General de Cartografía.
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O R E M I R P O L U T Í T
ÉPOCA PREHISPÁNI
“Los pueblos prehispánicos vivieron inmersos en un mundo de creencias, mitos y dioses; guerreros indomables, cuyas hazañas las plasmaron con símbolos que reflejan su espíritu creativo”.
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CA
1.3. Áreas culturales que abarcó el territorio mexicano. El actual territorio mexicano, en un tiempo ocupó parte de las áreas culturales denominadas: Aridoamérica, Oasisamérica y Mesoamérica.
CAPÍTULO 1
Aridoamérica constó de una extensa región, que abarca la parte norte de lo que hoy es México y el sur de los Estados Unidos de América; estaba constituida por vastas zonas desérticas y semidesérticas; su paisaje sumamente variado, con planicies, montañas muy escarpadas, costas y mesetas; la falta de agua y las altas temperaturas, dificultaron la aparición de la agricultura, por ende, la de grupos sedentarios, por lo que sus comunidades conservaron el carácter de cazadores-recolectores, dependientes de la explotación de los recursos existentes, haciendo frente a duras condiciones ambientales; dentro de los grupos étnicos que vivieron en ella, encontramos a Tarahumaras, Seris, Coras, Zacatecos, Guasaves, Pintos y Guamares.
EL MÉXICO ANTIGUO Y SUS PRIMEROS POBLADORES. 1.1. Ubicación geográfica del México actual. México, país ubicado en la parte norte del continente americano, es enmarcado externamente en su porción continental e insular por las siguientes coordenadas: en el Norte, 32° 43´ 06´´ de latitud norte, en el Monumento 206 de la frontera con los Estados Unidos de América; en el Sur, 14° 32´ 27´´ de latitud norte, en la desembocadura del Río Suchiate de la frontera con Guatemala; en el Este: 86° 42´ 36´´ de longitud oeste, en el extremo sureste de la Isla Mujeres; y en el Oeste, 118° 22´ 00´´ de longitud oeste, en la Roca Elefante de la Isla de Guadalupe, en el Océano Pacífico.
Son escasos los vestigios arqueológicos; sin embargo, se ha encontrado arte rupestre, como petrograbados y pinturas, en las cuevas de la Pila y Candelaria en Coahuila, Boca de Potrerillos en Nuevo León, Boca de San Julio, Sierra de San Francisco (Fig. I-1), Guadalupe, San Borja y las Flechas en Baja California Sur.
1.2. Los primeros pobladores del continente americano. Hace 35,000 años, aproximadamente, durante el período Paleolítico, pequeños grupos de cazadores empezaron a poblar el continente que hoy conocemos como América; conocían el fuego, fabricaban sencillos implementos labrados en piedra y madera. Eran grupos nómadas, probablemente organizados por familias.
Fig. I-1.- Expresión rupestre hallada en la Sierra de San Francisco, Baja California Sur, donde se aprecian figuras de personas y animales. Esta pintura fue elaborada aproximadamente en el año 100 a.C. En esta región se plasmaron algunas de las más maravillosas colecciones en pintura rupestre del mundo, y están conservadas gracias al clima seco y difícil acceso al sitio; estas manifestaciones gráficas son unas de las más antiguas de nuestro país. Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana número 52.
Hacia el año 2,500 a.C., se originan diferencias sociales y culturales, entre los diversos grupos que habitaban la zona que actualmente cubre nuestro territorio; en algunos prevalecieron sus costumbres como cazadores-recolectores y otros continuaron recorriendo la parte norte de nuestro país como nómadas, mientras que algunos más se establecieron en la parte central y sur, en aldeas de forma permanente, dependiendo, cada vez más de la agricultura, logrando el sedintarismo. De acuerdo al criterio de Paul Kirchhoff7, las diferencias que presentaron cada uno de los grupos, provocaron que paulatinamente se fueran conformando tres grandes áreas culturales, en las que se desarrollaron comunidades de diferente nivel, cada una con características propias y con distinta tradición.
Oasisamérica: abarcó el sureste de lo que hoy es Estados Unidos de América, así como la zona noreste y noroeste de los actuales Estados de Sonora y Chihuahua, respectivamente, constituido por un territorio áspero, enmarcado por las Montañas Rocosas y la Sierra Madre Occidental; al oriente y poniente de esas cordilleras, se extienden grandes planicies áridas y los desiertos de Sonora, Chihuahua y Arizona; ahí se localizan los ríos Yaqui, Bravo,
Filósofo alemán nacido en la ciudad de Horste en 1900, murió en 1972 en la Ciudad de México. Estudió en la Universidad de Berlín y se especializó en la rama de etnología mexicana. Definió el concepto de Mesoamérica para el estudio y clasificación de la etnografía de la región mexicana y centroamericana. Realizó importantes investigaciones sobre las culturas de México.
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militares provocaron que unas culturas influyeran en las otras; es por ello que se nota la presencia de costumbres, creencias y formas de trabajo que son comunes a todas ellas (Fig. I-3).
Colorado, Gila y Casas Grandes; la presencia de estos ríos y su clima, permitieron el desarrollo de técnicas agrícolas, por lo que los grupos étnicos que las habitaron eran sedentarios; vivieron en cuevas acondicionadas y en aldeas que contaban con centros ceremoniales. Entre las tribus que aquí se desarrollaron, podemos encontrar a los Anasazi, quienes ocuparon lo que hoy es Estados Unidos de América (E.U.A.) Fig. I-2; los Hojokam, que también se ubicaron en ese país y otra pequeña parte en Sonora, México; los Mogollón se asentaron en Arizona, Nuevo México y el Noreste de México; entre los vestigios arqueológicos que dejaron, podemos encontrar a Paquimé, Valle de las Cuevas y Cuarenta Casas, en la sierra de Chihuahua y otros, en diversos lugares de E. U. A.
Fig. I-3.- Territorio ocupado por las áreas culturales denominadas Aridoamérica, Oasisamérica y Mesoamérica. Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana número 5.
CAPÍTULO 2 PROCESO EVOLUTIVO DE MESOAMÉRICA. Fig. I-2.- Petroglifos de la cultura Anasazi desarrollada en el área cultural conocida como Oasisamérica, en las inmediaciones de Utah, E.U.A.; en ellos se representan una gran cantidad de figuras, entre las cuales destacan las de personas y animales, incluyendo huellas de pies humanos. Imágen obtenida de http://upload.wikimedia.org.
El proceso evolutivo de las civilizaciones mesoamericanas es un poco complejo, por lo que algunos expertos lo dividieron en tres épocas:
Formativo o Preclásico. Clásico. Posclásico.
Mesoamérica estuvo delimitada en el norte, por una línea que une los ríos Pánuco, Lerma y Sinaloa; al sur abarcó hasta la península de Nicoya en Costa Rica. Esta región se caracterizó por una geografía sumamente variada, que debido a la diversidad de sus paisajes, suelos, climas, abundantes lluvias, la fertilidad de sus tierras y la variedad de sus plantas, fueron propicias para la agricultura, generando condiciones favorables para la vida humana y contribuyendo al surgimiento de grandes civilizaciones agrícolas, entre las que destacaron los Olmecas, los Mayas, los Zapotecas, los Mixtecos, los Teotihuacanos, los Toltecas, los Mexicas y los Purépechas. Aunque cada una de ellas tuvo rasgos propios, el comercio, las migraciones y las expediciones
2.1. Horizonte Formativo o Preclásico (2,300 a.C.-300 d.C.). En este período, se suscitaron grandes cambios; el conocimiento de la agricultura les permitió evolucionar de manera gradual pero significativa, al grado de cambiar su forma 3
de vida; inicialmente surgieron las aldeas, domesticaron animales, trabajaron la piedra y produjeron cerámica. Las aldeas crecen y se convierten en ciudades; florece la Cultura Olmeca (Fig. I-4), caracterizándose por el establecimiento de centros ceremoniales planificados y con grandes edificaciones, una organización social más compleja, religiosa y política; una escritura incipiente, el calendario y la creación artística. Finalmente, surgen otros centros culturales en diversas regiones de la Zona Centro, Veracruz, Tabasco, Oaxaca y el Mundo Maya.
Las representaciones cartográficas más antiguas de México, son piezas de piedra tallada, como la encontrada en Xochicalco, denominada “Piedra de Seler o Piedra del Palacio”, que consiste en una lápida, donde se representa, con glifos calendáricos, una peregrinación; aparece en ella una persona que carga a otra, siguiendo un camino marcado con huellas de pies descalzos (Fig. I-6). Fig. I-4.- Escultura creada por la cultura Olmeca. Imágen de la Dirección General de Cartografía.
Este período tiene relevancia para el tema que nos ocupa, en virtud de que los Olmecas dominaron la astronomía; los edificios ceremoniales se orientaban generalmente según los puntos cardinales y se colocaban en enormes espacios abiertos; se empezó a utilizar la escritura jeroglífica, habiéndose dispersado a través de los demás pueblos, donde se enriqueció y fue utilizada principalmente para registrar aspectos religiosos. Así mismo, tenían conocimientos matemáticos.
Fig. I-6.- Piedra del Palacio o Piedra de Seler, localizada en Xochicalco, estado de Morelos; corresponde al Período Clásico y representa una peregrinación. Imágen obtenida de http://catarina.udlap.mx.
Otro ejemplo que nos muestra detalles geográficos, lo encontramos en la misma ciudad de Xochicalco, en la parte superior de los tableros de la pirámide “Las Serpientes Emplumadas” (Fig. I-7), que de acuerdo con un análisis realizado por el antropólogo Kenneth Hirth8, se establece que algunas figuras que contienen dichos tableros (Fig. I-8), simbolizan topónimos9, ya que sus glifos indican diversos pueblos que eran súbditos de ese señorío.
2.2. Horizonte Clásico (300-900 d.C.). Este período se caracterizó por ser una etapa de expansión y florecimiento de varias culturas, en las que surgieron sociedades teocráticas, con una jerarquía social, convenientemente establecida entre las esferas de poder y el resto de la población, donde dominaban los sacerdotes y los militares. Sus ciudades estaban cimentadas en una urbanización bien definida; algunos de estos centros fueron: Teotihuacan, Monte Albán (Fig. I-5), Tikal, Calakmul, Palenque y Copan. La mayoría de éstos fueron abandonados, sin conocerse a ciencia cierta los motivos de este éxodo. Sin embargo algunas áreas secundarias, atestiguaron un florecimiento breve y que por los extraordinarios desarrollos artísticos en sus fachadas, fueron incluso renombradas, dentro de ellas tenemos a: Uxmal, Xochicalco, Cacaxtla y el Tajín.
Fig. I-7.- Pirámide de “Las Serpientes Emplumadas” localizada en Xochicalco Morelos. Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana, Antología Vol. II.
Fig. I-5.- Estela zapoteca, procedente de la ciudad de Monte Albán, Oaxaca, conocida con el nombre de Estela Número 12.Imágen obtenida de la Sala Oaxaca, del Museo Nacional de Antropología e Historia.
Investigador y Profesor de Antropología, realizó investigaciones acerca de sitios arqueológicos del Estado de Morelos, investigador del I.N.A.H. 9 Conjunto de nombres de ciudades, lugares, ríos, montañas, mares etc., que figuran en un plano o mapa. 8
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Los topónimos a que se hace referencia en el párrafo anterior, se ilustran con más claridad en los glifos de la derecha, los cuales representan los siguientes lugares: Imágen superior izquierda, Xochitopilan, superior derecha Miacatlán, central izquierda Cuetzapalan, central derecha Coyoacán y la inferior izquierda Panohuayan o Pantitlán; la figura inferior derecha no ha podido ser descifrada por estar muy erosionada. Es importante mencionar, que el símbolo de una mandíbula devorando círculos divididos en cuatro partes, significa que estos pueblos “pagan tributo al Señorío de Xochicalco”.
Fig. I-9.- Detalle de un mural que se encuentra en el “Templo de los Guerreros” de Chichén Itzá; ilustra la vida de los indígenas en un pueblo costero, observándose a los habitantes en sus embarcaciones y a diversos animales marinos. Imágen obtenida del Atlas Histórico de la Ciudad de México.
Fig. I-8.- Glifos que aparecen en la pirámide “Las Serpientes Emplumadas”.Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana núnero 11.
CAPÍTULO 3 CARTOGRAFÍA PREHISPÁNICA. Debido a la situación y tipo de sociedad que predominó en los pueblos que se desarrollaron en este período, los grandes señores recurrieron a la elaboración de registros gráficos, como un medio de expresión y control de los territorios conocidos, de los cuales tenían dominio o querían dominar, que incluían información relacionada con límites, accidentes topográficos, ríos, montañas, caminos y representaciones humanas.
2.3. Horizonte Posclásico (900-1,519 d.C.). Este período se caracterizó por ser una etapa militarista; con la creación de señoríos se presentaron una serie de migraciones de grupos culturalmente menos desarrollados, provocando una renovación cultural; en esta época florecieron grupos como Toltecas, Mexicas, Mayas, Huastecos, Totonacos, Tarascos y Mixtecos.
3.1. Antecedentes de la cartografía en el México prehispánico.
El comercio se presentó como la actividad fundamental, que además de permitir el intercambio de productos y materias primas, posibilitó el contacto e intercambio cultural; surgió el empleo de la metalurgia, desarrollando las técnicas para fundir y trabajar metales como oro, plata y cobre.
Para esa época, el tipo de registros que predominaba eran los Códices10, se desconoce cuándo se inició la costumbre de elaborarlos, pero fueron hechos por escribanos llamados “Tlacuilos” (Fig. I-10), quienes tenían un buen estatus social y generalmente ocupaban cargos en los templos, conocían los secretos de la preparación de los materiales, de las tintas y de la escritura, esta última basada en dibujos denominados glifos, que representaban personajes, animales, plantas, elementos topográficos y algunos otros, además de signos que expresaban ideas y otros con valor de sonidos.
Los pueblos que se desarrollaron en esta etapa, construyeron grandes templos ceremoniales, decorándolos con creaciones escultóricas y pinturas murales con expresiones diversas, en las que plasmaron representaciones relacionadas con su concepción cosmogónica, sucesos vinculados con aspectos religiosos, acontecimientos relacionados con la vida de los emperadores, e incluso hechos de su vida cotidiana; un ejemplo lo tenemos en la pintura mural del “Templo de los Guerreros” de Chichén Itzá, que ilustra las actividades de algún pueblo (Fig. I-9); algunas de estas manifestaciones se pueden considerar de carácter cartográfico.
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Fig. I-10.- Escribano o Tlacuilo. Imágen obtenida del libro Códice Mendoza.
Del latín “códex”, cuyo significado es tablilla o registro; en el mundo prehispánico se conocían como “Amoxtli”.
El número de códices prehispánicos que se conservan es muy reducido, ya que, durante la conquista, muchos de ellos fueron destruidos, primero durante la toma de los edificios donde se archivaban, denominados Amoxcalli, y después, ya realizada la conquista española, por los frailes europeos en actos llamados “Autos de Fé”, que consistían en destruir todo aquello que consideraban como obras del demonio; no obstante, por medio de las crónicas de los conquistadores, se sabe que existía una gran cantidad de ellos.
Los códices prehispánicos, poseían características en cuanto a su formato; se les denominaba lienzos o páneles a los de gran formato, rollos o tiras a los de pequeño formato (Fig. I-11). En cuanto al material empleado para su confección, se utilizaba piel de venado, papel de maguey o lienzos de tela.
3.2. Los códices y sus elementos cartográficos. En la cartografía prehispánica, el tema principal lo constituían los hombres con sus acciones, sus dioses y sus mitos; a los elementos topográficos del terreno, como los cerros, la vegetación, los ríos y la naturaleza en general, los imaginaban como seres que trascendían a la presencia del hombre.
Fig. I-11.- Fragmento del Códice Nuttall; de acuerdo a su formato se le considera como rollo o tira, ya que no es un lienzo de gran tamaño, sino hojas pequeñas pegadas entre sí. Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana número 23.
Los Tlacuilos desconocían aspectos referentes a las escalas y proporciones; hacían sus representaciones como si la tierra fuera plana, descuidando la ubicación de los lugares y la relación de distancias, quedando plasmados únicamente como dibujos parecidos al rasgo geográfico, dando lugar a la confección de una cartografía que, para algunas personas, pudiera ser deficiente.
Los códices contenían glifos, por medio de los cuales simbolizaban nombres de personas, lugares y fechas, combinando aspectos de historia monárquica, genealogía de la nobleza, registros de alianzas matrimoniales y políticas, así como conquistas militares, cartografía, mitos, rituales y astrología; en estos textos, usualmente se asocian acontecimientos reales a individuos, objetos y lugares, con elementos mitológicos o sobrenaturales, permitiéndoles vincular lo celestial y espiritual, con lo terrenal y la vida cotidiana, logrando que estos documentos se convirtieran en una práctica común de registro (Fig. I-12).
La representación se hacía por medio de símbolos (glifos) fáciles de interpretar; contribuyendo principalmente su pigmentación, en virtud de que procuraban imitar los colores naturales. A continuación se presentan algunos de ellos: La representación de los ríos se hacía mediante dos líneas, que marcaban su contorno y eran adornadas con dibujos de hojas de árbol (Fig. I-13).
Fig. I-13.- Corriente de agua. Códice Borbónico, hoja 7 (detalle). Imágen obtenida de http://www.famsi.org.
Los cuerpos de agua se representaban mediante líneas, que delimitaban el detalle, y en su interior se coloreaba de azul (Fig. I-14).
Fig. I-12.- Hoja 10 del Códice Selden, contiene glifos que representan fechas indicadas por la cabeza de un animal y pequeños círculos de colores, que cuelgan de ella; así mismo, están representados caminos por medio de huellas de pies descalzos, indicando el trayecto recorrido; también se observan algunos cerros e incluso, en la figura de la parte inferior izquierda de esta hoja, está un rectángulo con cuatro figuritas parecidas a ojos, que representan estrellas en el firmamento. Imágen obtenida de http://www.famsi.org.
Fig. I-14.- Cuerpo de agua. Códice Fejérváry-Mayer, hoja 3 (detalle). Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana número 18.
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Los lagos se coloreaban de azul, colocando en el perímetro líneas verdes y amarillas (Fig. I-15).
En la representación de un volcán, la cima se pintaba de negro, con lengüetas de fuego y grandes volutas de humo (Fig. I-18).
Fig. I-15.- Lago. Códice Vindobonense, hoja 53 (detalle). Imágen obtenida de http://www. famsi.org. (el glifo fué modificado por el autordel libro, con el fin de ilustrar mejor la descripción del mismo).
Fig. I-18.- Volcán. Códice Nuttall, hoja 72 (detalle). Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana número 23.
Las islas se representaban por una pequeña protuberancia, con un perímetro irregular, rodeadas por otra superficie de color azul, sin guardar ninguna relación con sus dimensiones reales (Fig. I-16).
Los caminos eran representados por dos líneas paralelas, con huellas de pies descalzos (Fig. I-19).
Fig. I-16.- Representación de una Isla. Códice Nuttall, hoja 57 (detalle). Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana número 23.
Fig. I-19.- Representación de un camino. Códice Fejérváry-Mayer, hoja 35 (detalle). Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana número 18.
Algunos estudiosos de los códices suponen que el intervalo entre los pies y su tamaño, corresponde a una distancia convencional adoptada en este sistema de escritura.
Los cerros o montañas se representaban en forma de campana. La manera de indicar su nombre, era colocando sobre dicho glifo un símbolo (animal, planta u otro objeto), que representara su designación. Los cerros que no tenían vegetación se coloreaban de amarillo, de verde los que sí tenían, con bandas verdes y rojas, si la vegetación era diversa y los cerros de terreno pedregoso se representaban con franjas de diversos colores (Fig. I-17).
Los lugares planos o valles los simbolizaban mediante rectángulos, en cuyo interior aparecían figuras de diferentes colores; para identificar el lugar, se colocaba encima la figura de la que tomaba su nombre (Fig. I-20).
Fig. I-17.- Representación de un cerro sin vegetación (glifo izquierdo) y otro con vegetación (glifo derecho). Códice Nuttall, hoja 46 (detalle). Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana número 23 (los colores de los glifos fueron modificados por el autor, del libro, con el fin de ilustrar mejor la descripción de los mismos).
Fig. I-20.- Representación de un valle. Se observa sobre el rectángulo, dos círculos, en cuyo interior hay puntitos negros, que representan bolas de copal ardiendo, por lo que el lugar se designa como “El Valle del Copal Ardiendo”. Imágen obtenida del libro Códice Vindobonense.
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Las ciudades se representaban también, por un rectángulo, sólo que éste contenía grecas de colores; para identificarlas, se colocaba sobre él, la figura que designaba su nombre (Fig. I-21).
Glifo que se empleaba para representar un templo (Fig. I-25).
Fig. I-21.- Glifo de una ciudad. Se observa un animal que le designa su nombre “Ciudad del Jaguar”. Códice Nuttall, hoja 82 (detalle). Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana númreo 23.
Fig. I-25.- Glifo de un templo. Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana, Antología Vol. I.
Planta de tule, que representaba al pueblo de Tula (Fig. I-22). Algunos detalles tenían una representación fácil de correlacionar con la naturaleza, por ejemplo, en la representación de una magueyera, el dibujo de un maguey lo indicaba (Fig. I-26); la misma situación ocurría con el nopal, el cactus y los árboles característicos. Fig. I-22.- Representación de Tula. Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana, Antología Vol. I.
Fig. I-26.- Forma de representar un maguey. Imágen obtenida del libro Códice Vindobonense.
Glifo de casa, utilizado ampliamente en códices mesoamericanos (Fig. I-23).
Fig. I-23.- Símbolo de casa. Códice Fejérváry-Mayer, hoja 30 (detalle). Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana número 18.
Cuando algún animal o planta abundaba en un lugar, su figura era reproducida cubriendo el área de dispersión (Fig. I-27).
Símbolo de puente, representado por un tronco de árbol, atravesado en el cause de un río (Fig. I-24).
Fig. I-27.- Glifo utilizado para representar un área cubierta de sauces. Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana número 23.
Fig. I-24.- Representación de un puente. Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana número 23.
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3.3. La orientación en Mesoamérica.
3.4. Observaciones astronómicas.
Los pueblos mesoamericanos tenían un concepto propio de la orientación geográfica; lo hacían por medio del Sol naciente hacia el Este; esta dirección no la eligieron al azar o por simple arbitrio, fue elegida porque el Sol tenía un gran significado para ellos, atribuyéndole el orígen de la vida y el universo.
Un aspecto relevante que se debe destacar, es la pasión que tuvieron por la astronomía, sobre todo los Teotihuacanos y Mayas, quienes se percataron del movimiento aparente y regular de los astros. La observación astronómica fue ampliamente aprovechada, constituyendo un factor relevante y de gran influencia en la construcción de edificaciones destinadas exclusivamente para ser utilizadas como observatorios. En algunos de ellos, se registraron dos marcas separadas y en línea recta, apuntando hacia la salida o puesta del Sol. Consideraban que, una vez hecha la coincidencia del Sol con la línea imaginaria que forman las dos marcas (Fig. I-29), se repetiría este suceso, a través de cierto número de días; este fenómeno fue utilizado para llevar la cuenta de los días, y también para alinear edificaciones con esa línea imaginaria; estos datos sirvieron para registrar, en algunos códices de tipo calendárico, las fechas en las que tendrían que realizarse actividades de agricultura, así como rituales que incluían los sacrificios humanos y las guerras.
La esquematización de este concepto, materializado en el códice Fejérváry-Mayer, nos muestra, que en su sistema de orientación ubicaban: el Este hacia arriba, lugar donde surge la luz o dirección donde aparece el Sol; el Oeste hacia abajo, dirección de las mujeres; el Sur hacia la derecha, dirección de los muertos, y el Norte hacia la izquierda, dirección de las espinas. Las franjas de colores en forma trapezoidal, que delimitan los espacios ocupados por los pares de dioses que se encuentran en su interior, representan la orientación geográfica, indicando con el color rojo el Este, el amarillo el Norte, azul el Oeste y el verde el Sur (Fig. I-28).
Fig. I-29.- Observatorio astronómico indígena, empleado para la observación de los movimientos regulares del Sol, con la finalidad de llevar un registro del tiempo. Imágen obtenida de http://www.cuernavacaciudad.com. (la imágen fué modificada por el autor del libro, para ilustrar mejor la obsevación astronómica). Fig. I-28.- Hoja 1 del Códice Fejérváry-Mayer, de carácter calendárico, ritual y cartográfico. Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana número 18.
3.5. Códices prehispánicos. Actualmente, se señala la existencia de 16 códices elaborados durante la época prehispánica, han sido clasificados por la región geográfica de mesoamérica donde fueron elaborados, y por el lugar donde actualmente se hallan, de la siguiente forma:
Es importante hacer notar, que este tipo de orientación, coincide con algunos de los sistemas de orientación empleados durante la época medieval, en Europa, particularmente los utilizados por los romanos. 9
3.5.1. Códices Mayas:
3.5.3. Códices Mixtecos:
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Códice Dresden, (Sächsische Landesbibliothek, Dresden, Alemania). Códice París, (Bibliotheque Nationale, París, Francia). Códice Madrid, Fig. I-30, (Museo de América, Madrid, España).
Códice Becker 1, (Museum Für Volkerkunde, Viena, Austria). Códice Bodley, (Bodleian Library, Oxford, Inglaterra). Códice Colombino, (Museo Nacional de Antropología e Historia, México, D.F.). Códice Vindobonense, (Nationalbiblithek, Viena, Austria). Códice Nuttall, Fig. I-32, (British Museum, Londres, Inglaterra). Códice Selden, (Bodleian Library, Oxford, Inglaterra).
Fig. I-30.- Códice Madrid. Arriba de la figura de la tortuga se observan dos glifos, representando un eclipse solar, cuya sombra proyectada está indicada por líneas paralelas punteadas; arriba de estos dos círculos se encuentra un glifo rectangular, representando el cielo. Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana número 93.
3.5.2. Códices Aztecas: • •
Fig. I-32.- Códice Nuttall, hoja 76a. Están representados en color azul dos ríos, el Sol en la parte inferior derecha por medio de un círculo rodeado de árboles y valles; también fechas que están representadas por una determinada cantidad de pequeños círculos, asociados a un animal, planta u otro objeto. Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana número 23.
Códice Borbónico, Fig. I-31, (Bibliotheque de l´Assemblée Nationale Francaise, París, Francia). Códice Tonalámatl de Aubín, (Museo Nacional de Antropología e Historia, México, D.F.).
3.5.4. Códices del grupo Borgia: Estos códices llevan consigo la influencia Mixteca, Maya y Náhuatl, por lo que la determinación de su origen está en duda: • • • • •
Fig. I-31.- Códice Borbónico, hoja en la cual están representados varios detalles cartográficos: templos, una montaña, un camino indicado con huellas de pies descalzos; en el centro, cuatro personajes realizando una ceremonia. Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana número 23.
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Códice Borgia, (Biblioteca Apostólica Vaticana, Roma, Italia). Códice Laud, (Bodleian Library, Oxford, Inglaterra). Códice Vaticano B, (Biblioteca Apostólica Vaticana, Roma, Italia). Códice Cospi, Fig. I-33, (Biblioteca Universitaria di Bolognia, Bolonia, Italia). Códice Fejérváry-Mayer, (Free Public Museums, Liverpool, Inglaterra).
Fig. I-34.- Representación de una batalla entre guerreros. Códice Nuttall. Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana número 23 (modificadaspor el autor del libro para ilustrar las batallas a que hacen alusión).
Fig. I-33.- Códice Cospi, hoja 9; se representa al dios Tlahuizcalpantecuhtli (las culturas mesoame-
3.6. Códices prehispánicos con elementos cartográficos. De acuerdo con investigaciones realizadas por los especialistas en interpretación de códices, algunos de ellos contienen información eminentemente cartográfica, utilizada para representar los rasgos del entorno geográfico de sus dominios; entre estos códices se encuentran los denominados: Nuttall, Borgia y Vindobonense, cuyas características se detallan en los párrafos siguientes.
ricanas lo identificaban con el planeta Venus), descargando su furia en un cerro, figura de arriba, y también sobre la autoridad, representada por el trono, figura de abajo; en el lado izquierdo en los recuadros, están representadas fechas de esos sucesos. Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana número 23.
Algunos especialistas sugieren que los códices hacen referencia a temas de tipo militar, político, religioso, mitológico y genealógico, apoyados con representaciones geográficas, para ubicar el lugar donde se llevaron a cabo los acontecimientos narrados en dichos manuscritos.
3.6.1. Códice Nuttall o Zouche Nuttall.
Esas representaciones de lugares, así como el uso de símbolos para indicar los detalles topográficos, son los precedentes más remotos de la cartografía en nuestro país; además, algunos símbolos representan escenas en las que se muestran batallas, como se ilustra en la figura I-34; el guerrero conocido como “Ocho Venado” (glifo superior derecho), se enfrenta en una batalla, a un personaje que tiene rasgos y atributos de “Coyote Viejo”, dios de la discordia; los dos personajes de abajo, llamados “Doce Movimiento” y “Cuatro Jaguar”, atacan al personaje que está enfrente de ellos, y que tiene rasgos del dios de la muerte.
Es un documento pintado por ambos lados; está conformado por 16 piezas de piel de venado, unidas en cada uno de sus extremos, formando una larga pieza plegable, con una extensión de 11.41 metros; representa la historia de algunos pueblos mixtecos, que vivieron en la región que hoy comprenden los estados de Oaxaca, Puebla y Guerrero; en él se narran acontecimientos de tipo militar, político, religioso y genealógico; se le asignó este nombre, en honor a la investigadora norteamericana que lo estudió, Zoila Nuttall. 11
En la hoja 48 de ese manuscrito (Fig. I-35), se narra la forma en que el Señor “Ocho Venado”, fue conquistando algunos lugares y la fecha en que lo realizó. La secuencia de los sucesos narrados y, por lo tanto, de la lectura del manuscrito, es como lo indican la dirección de las flechas que se le adicionaron para su fácil comprensión; de arriba hacia abajo y de derecha a izquierda, iniciando en la parte superior derecha con el glifo que representa la conquista del Cerro de Piedra, y que sucedió el día “siete movimiento”; continúa con el Cerro de la Iguana, el día “diez hierba”; el día “once muerte” del año “seis pedernal” conquista el Cerro del Cuervo; el día “tres venado” continúa con el Cerro de la Vasija y el de la Máscara de Pedernal; el Valle de la Lluvia es atacado el día “diez conejo”; sigue con el Cerro del Carrizo el día “doce perro”; el día “tres jaguar” ataca al Cerro de los Malacates y, finalmente, el Cerro de la Hierba el día “cuatro flor”.
En la hoja número 80 del mismo manuscrito, se contempla la narración de otro evento de carácter militar (Fig. I-36); en la parte superior derecha se muestra a tres guerreros a bordo de canoas, después de realizar algunas incursiones militares por varios poblados de la costa de Oaxaca; se aprecia también, una superficie pintada de color azul, con olas, peces y caracoles, que representa el mar; igualmente se advierte en la parte superior izquierda, un volcán haciendo erupción; en la parte inferior izquierda se representa el Cerro de las Espigas, con el símbolo del día “ocho águila” y el año “diez pedernal”; por último, en el extremo derecho de la parte inferior, se encuentran conversando el señor “Ocho Venado” con el Señor “Cuatro Jaguar”.
Fig. I-35.- Códice Nuttall, hoja 48, donde se registra una conquista a gran escala. Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana número 23 (las flechas fueron adicionadas por el autor del libro, con el fin de ilustrar la secuencia de los lugares conquistados).
Fig. I-36.- Códice Nuttall, hoja 80, representación de una incursión militar realizada en algún lugar de la costa de Oaxaca; también se aprecia un volcán haciendo erupción. Imágen obtenida de la Arqueología Mexicana número 23.
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Otro ejemplo de las incursiones militares que realizó el pueblo Mixteco, es la representación que se ilustra en la hoja número 75 (Fig. I-37) del mismo códice, en la que se aprecia una campaña militar encabezada por el señor “Nueve Agua” a bordo de una canoa y atrás de él, en otra canoa, se observa al señor “Ocho Venado” y al señor “Cuatro Jaguar”, dirigiéndose todos hacia una isla con cinco cuevas. Esta operación militar se realizó seguramente en una zona costera, ya que también es posible observar figuras de cocodrilo, caracol, pez y serpiente de agua, sobre un fondo pintado de color azul.
Este códice tiene carácter adivinatorio y de profecías. Representa el calendario en 260 días, y muestra los rituales que se llevaban a cabo en los templos. Los dibujos dedicados a los caminos, templos y otros edificios prehispánicos, forman parte de un grupo de símbolos utilizados para representar detalles cartográficos urbanos; los templos fueron representados con trazos claramente delineados; los colores utilizados realzan los detalles de la decoración. En la hoja número 35 del códice (Fig. I-38), aparecen glifos representando: un camino simbolizado por huellas de pies descalzos; el glifo de forma cuadrada ubicado en la parte centro izquierda, hace alusión al cielo, y los pequeños círculos parecidos a ojos, que se encuentran en su contorno, simbolizan las estrellas; también se localiza en la esquina superior derecha la imagen de un templo.
Fig. I-38.- Códice Borgia, hoja 35, en ella se identifica un camino representado por huellas de pies y el trayecto recorrido; así mismo, en la parte centro izquierda aparece una figura cuadrada, en cuyos bordes aparecen pequeños puntos blancos, que representan las estrellas en el firmamento; también se ilustra en la esquina superior derecha, el símbolo de un templo. Imágen obtenida de http://www.geocities.com. Fig. I-37.- Códice Nuttall, hoja 75, representación de una campaña militar mixteca, llevada a cabo en la zona costera. Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana número 23.
3.6.2. Códice Borgia. 3.6.3. Códice Vindobonense.
Está hecho en piel de venado, compuesto de 39 hojas que miden 27 x 27 centímetros, de las cuales, 37 fueron pintadas por ambos lados y las dos restantes únicamente por un lado, dando como resultado 76 hojas. Están unidas de principio a fin, alcanzando una longitud total de 11 metros; es nombrado así, debido a que perteneció al cardenal italiano Stéfano Borgia.
Este documento está compuesto de 52 hojas, elaboradas sobre piel de venado en forma de biombo, estampadas por ambos lados; en la parte anterior se encuentra la descripción del origen de las dinastías mixtecas, y al reverso, la genealogía de los reyes de Tilantongo, lugar perteneciente a la mixteca oaxaqueña, de donde se estima su procedencia. 13
Las imágenes que contiene este códice son de una gran belleza y colorido; los detalles geográficos que aquí ilustraron los Tlacuilos de la región, muestran un gran sentido de ubicación, en vista de que el espacio que describen, se aproxima mucho a la realidad del territorio que habitaban. Un ejemplo de ello lo podemos observar en la hoja 14b (Fig. I-39), en la que se ilustra un conjunto de cerros, que se encuentran alineados con sus respectivos símbolos en la parte superior, denominándolos, de derecha a izquierda, como: Cerro de la Muerte, Cerro de la Piedra de Color, Cerro del Hombre sin Cabeza, Cerro de la Vasija y Cerro de la Máscara de Pedernal; esto hace suponer, que se trata de lo que se podría denominar como cordillera.
Fig. I-39.- Códice Vindobonense, hoja 14b, muestra una estructura montañosa, que representa una cordillera. Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana número 23 (los colores de ésta hoja fueron modificados por el autor del libro con el fin de resaltar los detalles).
Existen vestigios suficientes para aseverar; que nuestros ancestros aplicaron ampliamente los conocimientos cartográficos, para dominar y administrar sus territorios, plasmando gráficamente en códices, su entorno geográfico, la planeación de actividades militares (Fig. I-40), así como lugares conquistados (Fig. I-41), ubicando también con fidelidad los linderos, las rutas comerciales (Fig. I-42) y localidades, logrando significativos avances en el uso de glifos diseñados específicamente para representar los rasgos del terreno. Debido a la naturaleza de los materiales utilizados en su elaboración, en la actualidad casi no quedan testimonios materiales de los manuscritos creados en esa época.
Fig. I-41.- Lista de lugares conquistados por el guerrero mixteco “Ocho Venado”: lugar del Tlacuache, Cerro de las Gotas de Lluvia, Cerro del Noble, Cerros de las Plantas, Cerro del Árbol Blanco, Cerro del Loro, Cerro de los Cazadores de Quetzales, Cerro de Tres Lagarto, lugar Puntas de Lanza, Cerro del Pico de Águila y Cerro de la Hierba. Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana No. 23, pág. 75.
Fig. I-40.- Discusión sobre estrategia militar, llevada a cabo por líderes prehispánicos. Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana número 36.
Fig. I-42.- Ruta comercial registada en los Códices mesoamericanos. Imágen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana No. 36, pág. 48.
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TÍTULO SEGUNDO E N I T M O I R D B E U A C S M E É D R L I CA E D A LA NUEVA ESPAÑA “Los Mapas y las Cartas son el registro del sacrificio, trabajo y convicción con los que se formó la imagen geográfica del Nuevo Continente y de la Nueva España”
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CAPÍTULO 1 EL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA Con la introducción de la brújula a fines del Siglo XIII, en el Mediterráneo hacen su aparición los Mapas Portulanos, término con el que se conocían las cartas náuticas, que tuvieron su apogeo desde el siglo XIII hasta principios del XVII, y fueron la mejor guía para ir de un puerto a otro, de ahí su nombre; en ellas no se utilizaba un esquema de coordenadas, únicamente se detallaban los puertos, cabos y zonas de peligro para la navegación, representándose los rumbos, mediante un sistema de líneas, con origen en la rosa de los vientos y determinados con brújula; en estos manuscritos se asentaban ciertas particularidades históricas o comerciales. Las dos más grandes escuelas de trazo de portulanos, fueron la Italiana y la Mallorquina. Uno de los portulanos más importante por su contenido geográfico, es el de Angelino Dulcert, realizado en Mallorca en 1339, para representar Europa y el litoral del Norte de África; sin embargo, la obra maestra de los portulanos (Fig. II-1), fue realizada por el judío mallorquín Abraham Cresques, en 1375.
Fig. II-1.- Fragmento del Mapa Portulano del Atlas Catalán, elaborado por Abraham Cresques en 1375. Imagen obtenida de http: //upload.wikimedia.org.
En esa época, para orientarse y saber la posición, era necesario el empleo de la brújula como instrumento náutico, así como el compás, la ampolleta de arena y el astrolabio, empleados junto con procedimientos como el de “estima”, en donde el navegante estimaba el punto donde se encontraba en ese momento, utilizando la brújula y la carta; para obtener su ubicación geográfica consideraba el rumbo, la distancia y el tiempo aproximado del recorrido (Fig. II-2). 16
Asimismo, el mapa náutico que ejerció mayor influencia en Colón, fue el elaborado por el físico, astrónomo y cosmógrafo florentino Paolo del Pozzo Toscanelli (1397-1492), quien en una carta fechada el 25 de junio de 1474, propuso al monarca portugués Alfonso V, una ruta marítima más corta hacia la tierra de las especias, en lugar de la que normalmente se hacía a través de Guinea; este mapa fue continuamente consultado por Colón durante su travesía (Fig. II-3).
Fig. II-2.- La Brújula y el Astrolabio, permitieron a los navegantes, determinar la dirección de sus navíos, y conocer su posición, en relación con el Norte o el Sur, es decir su latitud; con la Ampolleta de Arena, calculaban los tiempos aproximados de recorrido. Imagen obtenida de http://images,google.com.
Estos procedimientos influyeron de forma decisiva, para la conformación de los portulanos, que alcanzaron su mayor desarrollo a partir del siglo XIV, en este tipo de cartas se representaba una escala lineal en leguas marinas (una legua marina equivale a 5,555 metros), con el fin de determinar las distancias entre los puertos. Entre 1405 y 1410, Jacobus Angelus tradujo al latín la obra Geographia de Ptolomeo, que había sido conservada por los científicos árabes; siendo de esta forma que se retoma el concepto de esfericidad de la Tierra e introduciendo a la cartografía, un sistema referencial por medio de coordenadas. Fig. II-3.- Mapa dibujado por Paolo del Pozzo Toscanelli, llevado por Colón en su viaje para encontrar la ruta de las especias. Imagen obtenida de http: //www.monografìas.com.
La necesidad de nuevas vías de comercio, al cerrarse las rutas con oriente, impulsó en Europa la elaboración cartográfica, despertando el interés en los grandes reinos cristianos (España y Portugal), quienes financiaron importantes empresas marítimas.
Con esta información, conformó la empresa de las indias, con la que intentaba encontrar la nueva ruta de las especias; una vez integrada y con la aportación económica de los Reyes de España, partió del Puerto de Palos, el 3 de agosto de 1492, con dirección a las Islas Canarias, pensando que al seguir la misma latitud, podría llegar hasta la Isla de Cipango (hoy Japón); durante la travesía descubrió un Nuevo Territorio, la madrugada del 12 de octubre de 1492.
1.1. Descubrimiento de América. El genovés, cartógrafo y navegante Cristóbal Colón (1451-1506), al encontrarse en Lisboa, donde se dedicó a la elaboración, actualización y venta de mapas portulanos, al estudiar e interpretar la cartografía antigua y los tratados geográficos, realizó una serie de cálculos, que le permitieron determinar la distancia que existía entre la costa Europea y la costa Asiática, integrando así el proyecto que le permitiría encontrar una nueva ruta hacia el lejano oriente; este estudio se basó en: la Geographia del alejandrino Claudio Ptolomeo, la obra Imago Mundi del teólogo y astrólogo francés Pierre D´Ailly así como en los escritos de Marco Polo.
Otro importante manuscrito empleado por Cristóbal Colón, es un “Mapamundi Portulano” (Fig. II-4), elaborado por un autor desconocido a finales de 1491 o a principios de 1492 y del que también se dice fue elaborado por el propio Colón. En él se muestra información de Europa, de una parte de Asia, África y el Océano Atlántico. Aparecen islas mucho más al Occidente de las Islas Canarias. Se conserva actualmente en la Biblioteca Nacional de París. 17
Fig. II-5.- Mapa manuscrito de la costa noroccidental de la isla La Española, elaborado por Cristóbal Colón entre 1492 y 1493. Imagen obtenida del libro Cartografía Histórica del Encuentro de Dos Mundos.
Este primer mapa manuscrito fue impreso y difundido entre los reinos de Europa, para el conocimiento del nuevo hallazgo. Fig. II-4.- Mapa Portulano de autor desconocido, elaborado entre 1491 y 1492, se le atribuye a Cristóbal Colón, muestra los puertos mediterráneos y atlánticos de Europa y África. Este mapa permite comprender cuál era la imagen del mundo que tenía Colón, al embarcarse con rumbo al poniente. Imagen obtenida del libro Cartografía Histórica del Encuentro de Dos Mundos.
La visión estratégica de Colón le permitió definir a La Española, como la mayor en dimensiones, de entre el grupo de islas encontradas; describió al mismo tiempo su relieve, ríos y tipos de vegetación; también determinó cuáles eran los lugares más propicios para el anclaje de las naves. En el Informe que rindió con su “Primera Carta de Relación”11, de fecha 15 de febrero de 1493, menciona además, sobre la construcción de un fuerte, siendo la primera edificación española realizada en el nuevo territorio.
Como resultado de su primer viaje, Colón informó sobre los primeros registros Cartográficos, en donde hace mención de los nombres que dio a las islas: San Salvador, Navidad, La Española, Santa María de Guadalupe, Santa María de Monserrat, Santa María La Antigua, Santa María La Redonda, San Martín, San Jorge, Santa Anastasia, Santa Cruz, San Cristóbal, Santa Úrsula, Las Once Mil Vírgenes y San Juan Bautista, que fueron las primeras tierras descubiertas.
En su segundo viaje bordeó las Islas de las Antillas menores, Jamaica y Puerto Rico, explorando también la costa Sur de Cuba; en esta expedición lo acompañó el cartógrafo y navegante Juan de la Cosa, también conocido como Juan el Vizcaíno, originario de Cantabria, quien realizó una serie de observaciones, dibujos y descripciones geográficas, con las que elaboró un Mapamundi en Cádiz en el año de 1500 (Fig. II-6), a fin de dar testimonio de los viajes realizados y de las tierras encontradas.
La primera imagen cartográfica del nuevo territorio, corresponde a la parte noroccidental de la Isla Quisqueya (Fig. II-5), descubierta por Colón el 5 de diciembre de 1492 a la que dio el nombre de La Española, hoy conocida como Haití/República Dominicana.
Correspondencia que generó Cristóbal Colón durante sus viajes por Occidente, con la finalidad de mantener informados a los reyes de España, sobre los descubrimientos y hallazgos efectuados durante sus travesías.
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1.2. Expediciones del Atlántico.
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Con el descubrimiento de nuevas tierras, se vuelve indispensable para los monarcas, conocer estos nuevos espacios. Ello provocó que navegantes y cartógrafos realizaran viajes de exploración, destacando Américo Vespucio, Juan Díaz de Solís, Juan de la Cosa y Vicente Yáñez Pinzón, quienes efectuaron una serie de levantamientos, considerados como expeditivos, por la rapidez con la que se elaboraron, así como por los métodos e instrumentos utilizados. A partir del siglo XVI, los nuevos descubrimientos y las nuevas técnicas impusieron la creación de una nueva cartografía; durante los siglos XVI y XVII, se continúa la elaboración de cartas náuticas, destacando la confección de “Atlas”12 como la principal producción cartográfica. Este proceso cartográfico dio inicio con la integración de la información geográfica, obtenida a través de sondeos efectuados en el nuevo territorio. La primera fase se realizó en Europa, a partir de las cartas descriptivas enviadas por los expedicionarios, las cuales contenían una gran cantidad de informes geográficos.
Fig. II-6.- Mapamundi elaborado en Cádiz por Juan de la Cosa, en el año de 1500. Imagen obtenida de http://valdeperrillos.com.
Durante su tercer viaje, Colón descubrió la isla que nombraría Trinidad, el Golfo de Paría y la Bahía formada por el delta del Río Orinoco. En el último de sus viajes se hizo el propósito de encontrar un estrecho referido por Marco Polo en sus escritos, con la finalidad de navegar desde China hasta el Océano Índico. Los procedimientos e instrumentos empleados por Colón, eran sumamente rudimentarios y carecían de bases científicas; la brújula sólo permitía designar y determinar las direcciones, obteniendo las distancias al relacionar la velocidad de la nave con algún otro objeto. Con esto pudo establecer las rutas y regresar a sus lugares de origen.
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Al ser integrados los trazos descritos, se formaron las primeras imágenes del territorio descubierto, y contemplaron que el dibujo de los mapas empleados hasta entonces se había modificado, por lo que el perfil del nuevo espacio geográfico empezó a cambiar de forma, en apego a la realidad. El navegante y cartógrafo Américo Vespucio viajó al Nuevo Mundo, realizando dos expediciones entre 1499 y 1500, con la finalidad de comprobar lo descubierto previamente por Cristóbal Colón. Posteriormente, el 13 de mayo de 1501, Vespucio zarpó de Lisboa, viajando hacia el Sur del territorio descubierto por Colón y a lo largo de la costa, siempre en dirección Sudeste, llegando hasta la Patagonia, cerca de lo que hoy se conoce como San Julián, en Argentina. Atlas. Colección de mapas geográficos, históricos, temáticos, etc., del mundo o de una región del mismo.
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La información geográfica obtenida de las expediciones de Américo Vespucio, fue enviada a la ciudad de Saint-Dié en Francia, lugar donde se formó un grupo de eruditos conocido como el Grupo de Saint-Dié, que era dirigido por el geógrafo alemán Martín Waldseemüller; este grupo tenía una pequeña imprenta y se había marcado el propósito de imprimir uno de los mapas de Ptolomeo, pero al recibir la información de Vespucio, se dedicó a elaborar con ella un mapa que se imprimió en doce fracciones de madera. Cada fracción mide cuarenta y seis por sesenta y dos centímetros, y el mosaico completo cubre treinta y cuatro metros cuadrados; en él se colocaron dos imágenes, la imagen de Claudio Ptolomeo con su perfil hacia el Este y la de Américo Vespucio con perfil hacia el Oeste. En este mapa se marca un Océano más allá del Océano Atlántico; se dice que fue el propio Martín Waldseemüller, quien puso el nombre de América al Continente descrito en este mapa, ya que fue el primero en plasmar el Nuevo Mundo separado de Asia (Fig. II-7).
La segunda expedición fue comandada por Juan Ponce de León, quién zarpó de Puerto Rico y, al viajar al Norte, llegó hasta la Florida, viaje que le permitió identificar varias isletas, bajos y canales. Otra expedición fue ordenada por el gobernador de Cuba, Diego Velázquez, en el año de 1517 y dirigida por el Capitán Francisco Hernández de Córdoba y el piloto Antón de Alaminos, mismos que recorrieron Yucatán, Campeche y La Florida. La expedición que obtuvo más aportaciones geográficas, fue la comandada por Juan de Grijalva y por Antón de Alaminos, quienes obtuvieron datos importantes sobre la Isla de Santa Cruz hoy Cozumel, Bahía de La Ascención, Cabo Catoche y la parte Occidental de la Bahía e Isla de Los Remedios hoy Yucatán, así como del Río Tonalá, Tabasco y Veracruz. El Primer Cronista de las Indias, Pedro Mártir de Anglería, un italiano al servicio de la Corona Española, fue quien se encargó de interpretar, organizar y plasmar en varios mapas, la información geográfica obtenida de las diversas expediciones, en los que delineó las costas del Nuevo Continente y de las Islas Occidentales ubicadas en el Mar Caribe (Fig. II-8).
Fig. II-7.- Mapamundi elaborado por Martín Waldseemüller en 1507, con la participación de los cartógrafos Ringmann, Lud, Basin y Pelerin, en Saint-Dié, Francia. Imagen obtenida de http://chuma.cas.usf.edu.
A partir del año de 1506 se efectuaron las expediciones que aportarían una gran cantidad de información geográfica, con la que fue posible realizar los primeros dibujos del Golfo de México. La primera expedición fue comandada por Juan Díaz de Solís y Vicente Yañez Pinzón, quienes inspeccionaron desde las islas del Mar Caribe hasta la Costa de Yucatán. 20
Fig. II-8.- Mapa de las Islas Occidentales (actualmente Islas del Mar Caribe), elaborado por Pedro Mártir de Anglería en 1511. Imagen obtenida del libro Cartografía Histórica del Encuentro de Dos Mundos.
En 1513, el escritor y navegante Piri Reis, nacido alrededor de 1470 en Galipoli, Turquía y sobrino del célebre corsario Kemal Reis, elaboró un mapa (Fig. II-9), en el que incluía el Nuevo Mundo; en las notas marginales expresa que para ello se basó en el mapa de Colón y en cuatro mapas portugueses; además, utilizó los informes de un español que participó en los primeros viajes de Colón, por lo que este mapa constituye un testimonio subsistente que registra las tierras descubiertas, en virtud de que en él plasma la visión que en ese entonces se tenía.
En febrero de 1519, zarpó de la Isla de Cuba una nueva expedición, bajo el mando del Capitán Hernán Cortés, quien recorrió lo descubierto por Juan de Grijalva, reconociendo los lugares y nombres asignados a los detalles geográficos; tal fue el caso de la isla que llamó Santa Cruz, hoy Cozumel; Río Mazapa, hoy Río de Grijalva; Chalchicueyecan bautizado como San Juan de Ulúa y la porción geográfica en donde fundó la Villa Rica de Vera Cruz; después de estos recorridos, su siguiente objetivo fue explorar el interior del continente. En marzo de 1519, el cartógrafo y navegante español Alonso Álvarez de Pineda, realizó una expedición que bordeó la costa del Golfo de México, enviado por Francisco de Garay, gobernador de Jamaica, con la finalidad de verificar los descubrimientos y recorridos efectuados años anteriores. Al recorrer la Península de la Florida, que había sido inspeccionada anteriormente por Juan Ponce de León, se percató de que no era una isla como erróneamente se había pensado; durante el recorrido por la parte Norte de la costa del Golfo, descubrió Texas y al llegar a una Bahía que nombró Corpus Christi, la declaró propiedad de España. También exploró la parte Sur del Golfo, hasta llegar a la Bahía de Campeche (Fig. II-10). En total logró obtener datos cartográficos correspondientes a 8,000 millas de la Costa del Golfo de México, en un viaje que duró aproximadamente nueve meses.
Fig. II-9.- Mapa de Piri Reis, que hace referencia a las tierras descubiertas por Cristóbal Colón, 1513. Imagen obtenida de http://es.wipipedia.org.
Fig. II-10.- Croquis elaborado por Alonso Álvarez de Pineda en 1519. Imagen obtenida del libro Cartografía Histórica del Encuentro de Dos Mundos.
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Para controlar el acceso a la ciudad se construyeron fortificaciones integradas por dos torres amuralladas, que funcionaban como fuertes y garitas, colocadas a media legua (2,786.35 metros) antes de llegar a la Metrópoli.
CAPÍTULO 2
En las calzadas existían además unos cortes, que sólo era posible salvar, mediante el uso de puentes de madera, los cuales en caso de ataque, se levantaban para impedir el paso.
LA CONQUISTA 2.1. La Gran Tenochtitlan. La Gran Tenochtitlan se fundó en un islote localizado en la parte occidental de un gran lago, donde según la leyenda, los mexicas encontraron en el año de 1325, un águila posada en un nopal, devorando una serpiente; el lugar fue llamado Tenochtitlan en honor a su sacerdote y guía Tenoch. La ciudad (Fig. II-11), estaba resguardada por una muralla de serpientes, con puertas que daban acceso a amplias calzadas, por las que podían avanzar juntos diez hombres a caballo, caminos que comunicaban con tierra firme, sirviendo además como diques para controlar el nivel del agua; dichas calzadas se encontraban orientadas de la siguiente forma: la del Norte llegaba al poblado del Tepeyac, con una bifurcación hacia el pueblo de Tlatelolco; la del Noroeste hacia el señorío de Azcapotzalco; la del Oeste al pueblo de Tacuba siendo la primera en construirse; y la del Sur que comunicaba al poblado de Iztapalapa, mismo que permitía acceder a Huitzilopochco, hoy Churubusco y Coyoacán. Estas dos últimas calzadas también fueron empleadas como acueductos, donde el mayor tránsito se daba por agua, ya que el principal medio de transporte eran las canoas. Fig. II-11.- Representación artística de la Gran Tenochtitlan. Imagen obtenida de e-mail:fcaloca@yahoo.com.mx
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La expedición que conquistaría a la Gran Tenochtitlan, fue la comandada por Hernán Cortés, quien obtuvo informes de los nativos y de los mismos mensajeros de Moctezuma, de la existencia del Imperio Azteca; formó alianzas con indígenas del actual Estado de Veracruz para iniciar el viaje que lo llevaría hacia la gran ciudad; el recorrido tuvo como itinerario los siguientes lugares: Cempoala, Jalapa, Ixhuacan, Tlaxcala, Cholula, Tlamacas (Paso de Cortés), Volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl donde contempló el Valle y, finalmente, Amecameca e Iztapalapa, llegando con su comitiva, el 8 de noviembre de 1519, a la Metrópoli del Imperio Azteca. Se sabe que ordenó a sus soldados la elaboración de un croquis de la Gran Tenochtitlan, cuyo bosquejo fue enviado entre los años de 1520 y 1522 a los reyes de España, en su “Segunda Carta de Relación”13. En él da una magnífica descripción de los aspectos políticos, económicos, sociales y de defensa de la Gran Temixtitan o Tenochtitlan. El bosquejo e información enviada por Cortés a Europa, fue estudiada e interpretada por Martín Plinius, quien empleó técnicas cartográficas para construir el plano de “Temixtitan” (Fig. II-12).
En el grabado se puede apreciar la laguna, en forma casi circular. En medio de ésta, un recuadro para resaltar el centro ceremonial, delineando las cuatro calzadas y construcciones de alrededor, con un terminado totalmente europeo, resaltando la forma de castillo; al lado Este del plano, se encuentra la representación rústica del límite costero, de lo que hoy conocemos como Golfo de México, con sus principales afluentes. Para tener una idea de qué tan bella y organizada era la ciudad, a continuación se cita un fragmento de la Segunda Carta de Relación: …“Esta gran ciudad de Temixtitan está fundada en está laguna salada, y desde la tierra firme hasta el cuerpo dicha ciudad, por cualquier parte que quisieren entrar en ella, hay dos leguas. Tiene cuatro entradas, todas de calzadas hechas a mano, tan ancha como dos lanzas. Es tan grande la ciudad como Sevilla o Córdoba. Son las calles de ellas, digo las principales, muy anchas y muy derechas, y algunas de éstas y todas las demás, son la mitad de tierra y por la otra mitad es agua, por la cual andan canoas, y todas las calles de trecho a trecho están abiertas por donde atraviesa el agua de las unas a las otras, en todas las aberturas, que algunas son muy anchas, hay sus puentes de muy anchas y muy grandes vigas, juntas y recias y bien labradas, y tales, que por muchas de ellas pueden pasar diez de a caballo juntos a la par. Y viendo que si los naturales de esta ciudad quisiesen hacer alguna traición, tenían para ello mucho aparejo, por ser de dicha ciudad edificada de la manera que digo y quitadas, los puentes de las entradas y salidas, nos podrían dejar de morir de hambre sin que pudiésemos salir a la tierra”… 14
Fig. II-12.- Primer Plano español de la Gran Tenochtitlan, que se atribuye a Hernán Cortés, grabado y publicado por el alemán Martín Plinius en Nüremberg en el año 1524. Imagen obtenida del libro Cartografía Histórica del Encuentro de Dos Mundos.
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13
Correspondencia escrita y despachada por el Capitán Hernán Cortés al Rey Carlos V.
Fragmento de La Segunda Carta de Relación, de Hernán Cortés, fechada el 30 de octubre de 1520.
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2.2. La Batalla de la Gran Tenochtitlan.
2.3. La Caída de Tenochtitlan.
El 30 de mayo de 1520, el pueblo Mexica dio una muestra de su organización militar, valor y disciplina, características distintivas del guerrero azteca, que le permitieron expulsar a los españoles de la ciudad, acontecimiento que se conoce como la Noche Triste.
Mientras Cortés se reorganizaba, el Imperio de Tenochtitlan, era arrasado por una epidemia de viruela, muriendo el Tlatoani Cuitláhuac. En junio de 1521 inició la avanzada de extranjeros y aliados, invadiendo y atacando por las calzadas de Tepeyac, Tacuba e Iztapalapa, principales accesos a la Gran Ciudad; aún cuando el Tlatoani Cuauhtémoc y su pueblo resistieron el ataque por semanas (75 días para ser exactos), la defensa era casi imposible, por lo que el Tlatoani y sus jefes aztecas decidieron buscar otro frente de ataque, retirándose en canoa, donde es aprendido; acontecimiento dado el 13 de agosto de 1521 que marca el fin del Gran Imperio Mexica (Fig. II-14).
Hernán Cortés se refugió en Texcoco, donde se fortaleció y emprendió una campaña para dominar a las poblaciones cercanas, estableciendo alianzas con indígenas.
Durante seis meses se preparó para atacar Tenochtitlán; para tal fin, mandó construir, 13 bergantines con los que, durante la batalla, bloqueó la ciudad, impidiendo el accionar de las canoas Aztecas. El Códice Florentino manuscrito indígena (Fig. II-13), muestra la desventaja que tenían los guerreros mexicas, ante el armamento de los conquistadores durante el sitio de la Gran Tenochtitlan.
Fig. II-13.- Versión indígena del ataque a la Gran Tenochtitlan, (Códice Florentino). Imagen obtenida del libro Visión de los Vencidos, Relaciones Indígenas de la Conquista.
Fig. II-14.- Pintura que ilustra la toma de Tenochtitlan. Imagen obtenida de http://www.egrupos.net.
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Los datos aportados por las expediciones efectuadas en esta zona geográfica, permitieron formar las primeras representaciones cartográficas, principalmente de los litorales; la primera expedición partió de Zihuatanejo en el año de 1527, bajo el mando del marino Álvaro de Saavedra y Cerón, en cuyo recorrido se dice que llegó hasta Las Islas Guam, Mindanao y Las Molucas.
CAPÍTULO 3
En el año de 1530, la expedición comandada por Diego Hurtado de Mendoza, lo llevó a descubrir el Puerto de Buena Esperanza, hoy Manzanillo, y las Islas Marías. La península que hoy conocemos como Península de Baja California, fue descubierta por Fortín Ximénez en el año de 1533.
LA COLONIA.
3.1. Expediciones hacia el Mar del Sur.
La expedición dirigida por Hernán Cortés, en el año 1535, lo llevó hasta el mar que se encierra entre la península y el macizo continental, al que dio el nombre de Mar de Cortés; con esta información se obtuvo un rústico plano de las costas del Pacífico (Fig. II-15).
Las expediciones que se realizaron en diferentes regiones del Nuevo Territorio y sus mares, aportaron una gran cantidad de información geográfica; los registros puntualizaban quienes las llevaron a cabo, y con qué finalidad; sin lugar a dudas, de ellas se obtuvo una gran cantidad de detalles geográficos, con los que se logró dibujar el contorno del Nuevo Mundo. El 25 de septiembre de 1513, el explorador y conquistador español Vasco Núñez de Balboa, al subir a una de las más altas montañas del Istmo de Panamá, logró observar otro mar de gran extensión, al cual nombró Mar del Sur (hoy Océano Pacífico), descubrimiento que confirmó que el Nuevo Mundo era un Continente y no formaba parte de Asia. Una de las expediciones en busca del paso hacia el Mar del Sur, la llevó a cabo el Capitán Fernando de Magallanes, quien zarpó de un puerto de España el 20 de septiembre de 1519, para realizar un viaje alrededor del Mundo, que sobrepasaría todas las hazañas realizadas por los anteriores exploradores; a este intrépido navegante y su tripulación, les llevó treinta y ocho días navegar los quinientos cuarenta kilómetros que separan los dos océanos, por un estrecho formado por un laberinto de pequeñas islas, que a la postre recibió el nombre de Estrecho de Magallanes. El 28 de noviembre de 1520, logró continuar su viaje, navegó hacia el Norte bordeando la costa Oeste de Sudamérica, con un recorrido de alrededor de diecinueve mil kilómetros, a través de mares en plena calma, circunstancia por la cual, a estas aguas se les dio el nombre de Océano Pacífico. Con el testimonio de las expediciones de Balboa y Magallanes, Hernán Cortés buscó una ruta más propicia para llegar al Mar del Sur, entrando por el Golfo de México a costas veracruzanas; al desplazarse tierra adentro y con informes del emperador Moctezuma, quien le había contado de un lugar llamado Zacatula (Costas de Guerrero y Michoacán), para llegar a ese otro mar, Cortés envió a dos capitanes a efectuar una expedición, llegando estos a la desembocadura del Río Balsas, donde se estableció un puerto, en el que se construyó el primer astillero de América.
Fig. II-15.- Plano elaborado como producto de las expediciones efectuadas sobre la costa del Mar del Sur, en 1535. Imagen obtenida del libro Cartografía Histórica del Encuentro de Dos Mundos.
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Importantes fueron las aportaciones de las expediciones efectuadas por Cortés, y otras que se realizaron posteriormente, bajo el mando de los Capitanes Francisco de Ulloa y Hernando de Alarcón, durante los años de 1539 y 1540, respectivamente, en las que participó como navegante Domingo del Castillo, quien con la información recopilada, delineó un
mapa de la costa Occidental del territorio de la Nueva España (Fig. II-16), en él se pueden apreciar las costas de los actuales Estados de Guerrero, Michoacán, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y la Península de Baja California.
Fig. II-16.- Mapa de la Costa Occidental de la Nueva España y de la Península de Baja California, elaborado por el navegante Domingo del Castillo, hacia el año de 1545. Imagen obtenida del libro Cartografía Histórica del Encuentro de Dos Mundos.
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El Mapa de la Gran Cuenca del Pacífico (Fig. II-17), elaborado por el cartógrafo genovés Battista Agnese en 1542; se construyó con la información geográfica escrita por
Francisco de Ulloa y el Capitán Francisco Preciado, como resultado de la expedición realizada en la costa Occidental y en una parte de la Península de Baja California.
Fig. II-17.- Mapa de la Gran Cuenca del Pacífico, elaborado por Battista Agnese, en 1542. Imagen obtenida de libro Cartografía y Crónicas de la Antigua California.
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3.2. Evolución de la Cartografía Indígena en la Época de la Colonia. Es importante citar que, después de la conquista, las autoridades Novohispanas, a pesar de haber destruido una gran cantidad de Códices Indígenas con rasgos cartográficos, se percataron de la imperiosa necesidad de realizar reconocimientos militares, para conocer la ubicación de las poblaciones, los límites de los señoríos, la cantidad de sus habitantes y las riquezas con que contaban, comprendiendo que los conocimientos geográficos de los indígenas, les eran de gran utilidad. Esta situación permitió que las técnicas de producción cartográfica indígena continuaran desarrollándose, lo que se denominó como Códices Coloniales. Estas técnicas se combinaron con los criterios europeos, permitiendo que surgiera una Cartografía Hispano-Indígena, a la que se clasificó como Códices Hispano-Indígenas. A continuación se muestran una serie de ejemplos de Códices Coloniales y de Códices Hispano-Indígenas. El Códice Xólotl, llamado también Historia de la Nación Chichimeca, es un Códice posterior a la conquista, elaborado con técnica indígena. Su contenido es de carácter histórico-cartográfico; consta de diez tablas y de tres fragmentos; posiblemente en el siglo XVI, se le hicieron breves anotaciones al lado de algunos de sus glifos, desconociendose quién las realizó. Además, en la parte inferior izquierda del Códice, se observa la entrada de chichimecas dirigidos por Xólotl, portando arcos y flechas. También se le ve conversando con su hijo Nopaltzin, en la parte superior de un cerro. A continuación, ambos recorren la región de los lagos, donde, finalmente, fundan la ciudad de Texcoco, capital de su reino; así mismo, se describe la invasión chichimeca, la cual se realizó en forma pacífica. Actualmente se localiza en la Biblioteca Nacional de París. (Fig. II-18).
Fig. II-18.- Códice Xólotl, en él se realzan los glifos de carácter geográfico como son: los lagos, ríos, cerros, montañas, caminos y poblaciones.
Otro fragmento del Códice Xólotl (Fig. II-19), consiste en un manuscrito representativo de la Cultura Náhuatl, elaborado en tiempos de Netzahualcóyotl por los tlacuilos Quauhquechol y Cemilhuitzin; actualmente, el original se encuentra perdido; su reconstrucción de mediados del siglo XVI, también fue de manufactura indígena; la representación gráfica de las montañas, demarcaciones de poblados y otros elementos geográficos, así como la representación de animales y cosas, se realizó empleando símbolos y glifos, que permiten una interpretación clara de su significado. 28
El Mapa de Cuauhtinchan 1 (Fig. II-20), presenta un contenido historico-cartográfico, elaborado en el pueblo del mismo nombre, cuya región pertenece al Estado de Puebla; forma, con otros mapas, un mismo estilo pictográfico; estos trabajos tienen en común, la combinación de glifos y simbología europea. Son, además, una clara muestra de los conocimientos geográficos que tenían los pueblos toltecas-chichimecas de su entorno, y muestra la ruta de los grupos chichimecas, desde que salieron de Chicomóztoc, hasta las Sierras de Amozóc y Tepeaca, lugar donde se establecieron, así como la representación de los Volcanes Pico de Orizaba y La Malinche, caminos, ríos y poblaciones existentes. La representación simbólica de los cerros, conserva aún el elemento que los caracteriza, como por ejemplo, en la imagen, el glifo con el número (1) es la representación de lo que hoy es el Pico de Orizaba; el Cerro de Tepeyácac (2), nombre náhuatl que significa Nariz o Punta Saliente; el Volcán de Matlalcueye o La Malinche (3) y la Cordillera de Tentzon (4). Ríos y lagos se encuentran representados de forma estilizada, conservando el símbolo de los remolinos, gotas o caracoles, característicos de los Códices Prehispánicos.
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4 Fig. II-19.- Copia del Códice Xólotl, que muestra una cadena de montañas y las poblaciones a su alrededor. Imagen obtenida del libro El Territorio Mexicano, Tomo I, La Nación.
Fig. II-20.- Mapa de Cuauhtinchan 1, muestra una gran cantidad de información geográfica. Imagen obtenida de la Revista Arqueología Mexicana, número 38, (Modificado por el autor del libro al agregar numeración para facilitar si interpretación).
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El Códice de Singüenza (Fig. II-21), llamado así por haber pertenecido al ilustre mexicano Carlos de Sigüenza y Góngora, el cual presenta un contenido histórico-cartográfico, ya que describe la peregrinación realizada por los mexicas. Fue elaborado en papel amate, con dimensiones de 54.5 x 77.5 centímetros; en este manuscrito se observa la pérdida de características indígenas, para dar paso a la influencia europea, por lo que podemos establecer; que éste es un Códice HispanoIndígena, en él se puede advertir mayor fineza en sus representaciones, las figuras humanas que contiene se observan alargadas, los caminos se muestran con dos lineas paralelas que simulan una cinta angosta, conservando las figuras de pies y el delineado del cerro, cuyo terminado es más fino; aún conserva el símbolo del glifo, como representación del Cerro de Chapultepec, que quiere decir en el idioma náhuatl, “en el Cerro del Chapulín”. En la parte superior derecha se puede observar un glifo cuadrado, al centro de éste en color azul la representación de una laguna rodeada de cerros y en la parte superior un ave, representativa del mítico lugar de origen Aztlán, topónimo abreviado en náhuatl que significa Junto a las Garzas, lugar donde da inicio la peregrinación, misma que concluye con la llegada al Cerro de Chapultepec. Este manuscrito se debe interpretar de derecha a izquierda, por su elaboración indígena. Se considera que la ruta parte de Aztlán, ubicada en el Occidente, y avanza hasta Chapultepec y Tenochtitlan ubicadas al este; el norte quedaría en la parte superior y el sur en la parte inferior, al igual que en los mapas europeos.
Fig. II-21.- Códice de Sigüenza, describe la peregrinación mexica, plasmando una gran cantidad de información geográfica. Imagen obtenida del libro Cartografía Histórica del Encuentro de Dos Mundos.
Un factor importante, que permitió mantener vigente el estilo y la información indígena, fue la fundación del Colegio Imperial de la Santa Cruz de Tlatelolco, en el año de 1536, ubicado en la Capital de la Nueva España. En él se educaba a los hijos de los nobles indígenas, con la misión de rescatar su cultura, instruyéndolos en lectura, escritura, retórica, filosofía, artes plásticas y trazo de documentos cartográficos. 30
Una muestra de lo anterior, lo observamos en el Mapa de México-Tenochtitlan y sus Contornos (Fig. II22), también conocido como Mapa de Uppsala, que se encuentra actualmente en la Biblioteca Real de Suecia. En él se muestra la mayor parte del Valle de México. Es importante observar que la simbología indígena se fue remplazando por los caracteres europeos, como se muestra en la traza urbana, caminos, lagos y canales. Se considera que éste mapa fue elaborado por alumnos del Colegio de Tlaltelolco.
naturales; como producto de esta actividad se generó una gran cantidad de material cartográfico, en el que claramente se puede apreciar la forma en que la simbología y concepción europeas se impusieron sobre las características indígenas, aun cuando muchos de estos trabajos fueron elaborados por éstos últimos. El Plano de Culhuacán (Fig. II-23), elaborado por Gonzalo Gallegos, Corregidor Signatario en 1580, es un buen ejemplo que muestra, de forma clara, cómo se mezclaron las características indígenas y europeas, en la elaboración de mapas coloniales.
Fig. II-22.- Mapa de Uppsala, representación cartográfica de la Ciudad de Tenochtitlán y sus inmediaciones, 1550. Imagen obtenida de http://www.mexicomagico.org.
Durante el Siglo XVI, la expansión territorial fue una de las principales preocupaciones de las autoridades de la Nueva España; esta actividad demandaba la necesidad de conocer los territorios recién declarados propiedad de la Colonia. Por este motivo, los miembros de la Primera y Segunda Audiencias de México, los obispos y los responsables de los monasterios de las diferentes órdenes religiosas, recopilaron toda la información posible, respecto a las provincias bajo su dominio, incluyendo aquélla relacionada con su topografía y recursos 31
Fig. II-23.- Mapa de Culhuacán, elaborado por Gonzalo Gallegos, Signatario, en 1580. Imagen obtenida del libro Cartografía Histórica del Encuentro de Dos Mundos.
El mapa circular de Teozacoalco (Fig. II-24), pintado sobre un cuadro de papel europeo de 54.5 x 77.5 centímetros, concerniente a la situación geográfica de Oaxaca, tiene un contenido geográfico-genealógico; consta de una parte geográfica circular, orientada con el Este hacia arriba; dentro del círculo podemos observar, que aún prevalecen algunos de los símbolos indígenas, como los ríos; sin embargo, los caminos, aunque tienen la representación de la huella humana, poseen también una herradura de caballo y dos líneas paralelas distintivas de los caminos europeos; para la representación de las serranías y poblaciones, se emplearon simbolos adecuados, como por ejemplo, la iglesia sobresaliendo por su tamaño y forma, como en el poblado de Teozacoalco. En los ejemplos anteriores, observamos cómo la influencia europea se va imponiendo al estilo usado por los indígenas, pero aprovechando la experiencia y los conocimientos que los nativos tenían de su entorno geográfico; además, los conquistadores trataron de rescatar y conservar la cultura indígena, elaborando códices con técnicas autóctonas, ya que los vestigios más antiguos fueron destruidos durante la conquista; cabe hacer la aclaración de que, la mayoría de los códices elaborados en esa época, se encuentran actualmente en museos de países europeos.
3.3. La Cartografía de los Ingenieros Militares en la Nueva España. Un gran desarrollo cartográfico, científico y documental tuvo lugar durante el siglo XVIII, en el territorio conquistado, promovido en parte por la ordenanza que expidió el Rey de España Felipe V, el 4 de julio de 1718; permitiendo que ingresara un mayor número de efectivos del Real Cuerpo de Ingenieros Militares al territorio de la Nueva España. La primera parte de esta ordenanza, está dedicada a la elaboración de mapas y planos, constituyéndose en las primeras normas cartográficas, para el pueblo español y sus provincias. A continuación se exponen los once primeros numerales del citado documento, por estar más relacionados con la elaboración de mapas. ...“PRIMERA PARTE DE LA ORDENANZA, E INSTRUCCIÓN PARA LOS INGENIEROS” .….“1. Se procurará siempre que el Mapa sea más ancho que alto, y orientado, de modo, que su parte superior corresponda derechamente al Norte.” “2. El modo de levantar los Mapas queda al arbitrio de los Ingenieros, de cuya habilidad, y desvelo se espera la mayor justificación en las operaciones; pero después de levantado sobre la escala que les pareciere, le reducirán precisamente para ponerle limpio a una escala, en que por cada pulgada del pie de Francia, se comprenderán mil toesas de terreno, que es tamaño que ha parecido conveniente, para que en el se puedan distinguir bastantemente las circunstancias que habrán de notarse; y en caso que el Mapa llegase a ser excesivamente grande, y de difícil manejo, por la extensión de la Provincia, se dividirá en dos, tres, o quatro Mapas, pero todos debaxo de una misma escala, que ha de ser de la mencionada proporción de una pulgada del pie de Francia, por mil toesas.” “3. Se proporcionarán, e inscribirán en los Mapas las quatro escalas comunes de leguas Españolas, leguas Francesas, y millas de Italia, y otra por varas Castellanas, debaxo del principio sentado, de que entran en un grado diez y siete leguas y media Españolas.”
Fig. II-24.- Mapa Circular de Teozacoalco elaborado por Hernando Cervantes, Corregidor Signatario. Imagen obtenida del libro Cartografía Histórica del Encuentro de Dos Mundos.
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“4. En las Fronteras pondrán especial cuidado en la justificada delineación de los verdaderos términos de uno, y otro Dominio, con reconocimiento, y nota de los mojones, y demás señales que determinen los confines; y no siéndoles permitido hacer operación alguna en los parages de la dominación estrangera, y conviniendo incluir en el Mapa alguna porción de los confines por la otra parte, se valdrán a este fin de los mejores Mapas, y noticias que pudieran adquirir, en que se hallen inscriptos exactamente los referidos parages.”
“10. Dividirán el terreno en sus correspondientes Jurisdicciones, y Partidos hasta donde alcanzare el Mapa, separando sus términos por medio de una línea de puntos gruesos, como se estila ordinariamente, y expresando cada distrito con sus propios nombres de Provincias, Partidos, Merindades, Vegueríos, Gobernaciones, u otros de que se usan en cada País, con expresión de los términos Raelengos, y de Señorío.” “11. Demás de las circunstancias que pudieren notarse en el referido Mapa, formarán relaciones separadas en que describirán exacta, y curiosamente todo lo que observaren de la calidad del País, sus frutos, ganados, y otras cosas de que abundare, o careciere; los llanos, y quiebras, lo montuoso, caminos buenos, o malos, y qué reparos necesitan estos para hacerlos más carretiles, ensanchándolos, o empedrándolos, si el terreno fuese pantanoso, y si pueden dirigirse más derechos sin costa considerable, a fin de obviar rodeos que alargan las jornadas; observando también la cantidad, disposición, y capacidad de las Ventas, y si se necesitan mejorarlas, o añadir otras para la regularidad de los tránsitos, y conveniencias de los pasageros; y al mismo respecto notarán el estado de los Puentes, y los que convendría reparar, o aumentar, con expresión, y tanteo por mayor del coste que tendría cada una de las obras, y reparos que tuvieren por conveniente, según la disposición, y precios de materiales, y de jornales en cada parage.”...15
“5. Delinearán con la mayor distinción todos los Caminos Reales, con expresión de los que fueren carretiles, o sólo de herradura, o sendas de a pie, y en las Fronteras, las gargantas, desfiladeros, o entradas por donde se comunican, y pueden comunicar los Dominios de una, y otra Jurisdicción, ya sea considerado el paso al respecto de los pasageros, y comerciantes, o ya al de Tropas, Artillería, bastimentos, y otras conveniencias, o dificultades para conducir Exércitos de una a otra parte, notando también en relaciones separadas, los reparos, y precauciones, que valiéndose del arte, y de las ventajas de la misma situación, se pudieren aplicar para embarazarlo, o dificultarlo.” “6. Señalarán precisamente todos los puestos de Aduanas Reales, donde se pagan derechos de entradas, y salidas a mi Real Hacienda, y notarán los parages por donde puedan introducirse, y practicarse fraudes, y Contrabandos en perjuicios de ella, y podrán embarazarse.”
Por lo que respecta al numeral 2, si se toma en cuenta, que una toesa representaba seis pies y el pie doce pulgadas, resulta una escala numérica de 1:72,000.
“7. En lo general del Mapa cuidarán de representar las Plazas, Fuertes, Castillos, Villas, Lugares, y Casas de Campo, según la extensión que permitiere la escala, con los caminos que por ellos pasan, escribiendo el nombre de cada Plaza, Castillo, Ciudad, Villa y Lugar, claro, y distinto, con las mismas letras que fuere uso en el País, informándose para eso del Cura, o del Escribano de cada Lugar, el qual se los dará por escrito para mayor seguridad de la justificación, y notará el número de familias de cada Ciudad, Villa o Lugar, como también el número de personas de que conste cada una, con distinción de hombres, mugeres, mozos desde la edad de diez y ocho años en adelante, y gente de ambos sexos, que no llegaren a los diez y ocho años, haciendo distinción también de las familias que se compusieren de jornaleros; y asimismo las casas que hubiere en cada Población, en la mejor forma, que lo pueda adquirir; notando también el número, y consistencia de las Abadías, Conventos, Parroquias, y Eclesiásticos, y número de Religiosos, y Religiosas que hubiere en cada Comunidad, y sus rentas; a cuyo fin les darán los Corregidores, y Justicias las noticias, y auxilio que necesitaren.”
Además de las disposiciones reales, estaba latente la amenaza de algunas potencias Europeas, que se interesaban en la parte norte del territorio de la Nueva España, aunado a los ataques de los piratas a los puertos del Nuevo Mundo, por lo que este Cuerpo de Ingenieros, tenía la orden de dar protección, mediante la construcción y reconstrucción de fortificaciones, baluartes y presidios; también debían realizar levantamientos, a efecto de delinear, con mayor detalle, los litorales, y planear la defensa del territorio, así como construir edificios públicos, puertos, muelles y misiones, favoreciendo las actividades administrativas y de desarrollo económico; este último aspecto, muy particularmente relacionado al comercio con Europa y Asia. La concentración de los Ingenieros Militares (Fig. II-25), se dio en primera instancia, en el Puerto de la Vera Cruz, hoy Puerto de Veracruz, por ser el lugar a donde llegaban las naves españolas; en este sitio dieron inicio los primeros trabajos de ese cuerpo técnico, realizando importantes obras, pero destacando la construcción del Castillo de San Juan de Ulúa.
“8. Distinguirán asimismo, conforme lo permitiere la escala, las tierras labradas, las incultas, los Montes, Bosques, Caminos, Lagunas, Ríos, y sus Puentes de fabrica de piedra, y de madera, procurando descubrir, y poner en uso las aguas subterraneas, y haciendo reflexión de los Ríos que pudieren hacerse navegables, o se hallaren en tal disposición de terreno, y corriente de aguas, que ofrezcan fácil conveniencia, así para abrir canales a la navegación, como azequias para Molinos, Batanes, y regadíos de los Campos, y tierras, que no producen por falta de este beneficio, a cuyo fin tomarán el nivel de los Ríos, y demás aguas.” “9. Reconocerán, y notarán con particular atención los Bosques, Alameda, y otros plantíos de Árboles, cuyas maderas fueren apropósito para fábrica, y Arboladura de Navíos, y otros usos de Marina, en los parages que no estuvieren muy distantes de las Costas, como también para afustes, o Cureñas, y otras máquinas de Artillería, informándose si los tales Bosques pertenecen a Mí, a Comunidades, o a Particulares, sobre cuyo importante asunto harán el mejor concepto que les pareciere para el aumento de este género de maderas, en beneficio de mi Real servicio, y de mis Vasallos.”
Fig. II-25.- Pintura de un Oficial del Real Cuerpo de Ingenieros, efectuando observaciones con un sextante. Imagen obtenida del libro La evolución de la Educación Militar en México.
Fragmento de la Primera Parte de la Ordenanza e Instrucción del 4 de julio de 1718, para el Cuerpo de Ingenieros.
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El puerto de Veracruz fue la porción geográfica que presentó, inicialmente, el mayor desarrollo cartográfico, contabilizándosele un total de 40 planos aproximadamente, en su mayoría proyectos para mejorar la construcción del mencionado castillo (Fig. II-26).
La Construcción de las diferentes fortalezas, principalmente en los puertos, llevó consigo al estudio de los territorios de su alrededor, generando la cartografía del área, como es el caso del plano de la Boca del Río Guazalcoalcos, hoy conocido como Coatzacoalcos (Fig. II-27); en él se distingue fácilmente, la simbología empleada para la representación de los elementos geográficos, así como la superficie que sería ocupada por la fortaleza; para su orientación se empleó la Rosa de los Vientos. Su autor también elaboró planos de los Puertos de Acapulco y de Campeche, y de las provincias de Sonora y Sinaloa.
Fig. II-26.- Plano elaborado por el Capitán Marcos Lucio, quien junto con varios ingenieros, trabajaron para reformar y mejorar la defensa del puerto; en el año de 1671, al ser sustituido, entregó el plano al Ingeniero Francisco Pozuelo y Espinosa, para continuar con su construcción. Imagen obtenida del libro Cartografía y Relaciones Históricas de Ultramar, Tomo III.
Fig. II-27.- Plano de la Boca del Río de Guazacualcos, hoy Coatzacoalcos, elaborado por el Teniente Coronel Francisco Álvarez Barreiro en 1730. Imagen obtenida del libro Cartografía y Relaciones Históricas de Ultramar Tomo III.
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Plano del Proyecto del Puerto, Castillo y Plaza de Veracruz (Fig. II-28), fue realizado por el Teniente Coronel Félix Prosperi, en el se muestran con claridad, los trazos del Castillo de San Juan de Ulúa, ubicado en el arrecife de la Gallega. Los símbolos en color rojo se emplearon para resaltar lo que se encontraba edificado y en color amarillo, los proyectos a construir; los números indican los valores de los sondeos realizados alrededor del castillo. Para determinar direcciones durante la navegación marítima, se empleaba un símbolo denominado Rosa de los Vientos o Rosa Náutica, que contiene los diferentes rumbos en que se subdivide la circunferencia; asimismo se empleaba el símbolo de la Flor de Lis, para indicar el norte magnético de la carta.
Fig. II-28.- Proyecto del Puerto, Castillo y Plaza de Veracruz, elaborado por el Teniente Coronel Félix Prosperi, 1737. Imagen obtenida del libro Cartografía y Relaciones Históricas de Ultramar, Tomo III.
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En 1755, el Capitán de Ingenieros Juan de Dios González, elaboró tres planos generales de la provincia de Yucatán; poco después fue destacamentado a la Plaza de Campeche, en donde, su ardua labor; le permitió realizar una gran cantidad de trabajos, que abarcan desde levantamientos topográficos de carácter general, hasta proyectos de diversas fortificaciones y edificaciones militares. Uno de los trabajos que realizó, fue el levantamiento y registro, para la elaboración del plano de la Laguna de Términos, y el proyecto para construir la fortificación del presidio del Carmen, en la Isla de Tris, hoy Isla del Carmen (Fig. II-29).
Fig. II-29.- Plano de la Laguna de Términos, elaborado por el Capitán de Ingenieros Juan de Dios González, en 1763. Imagen proporcionada por la Mapoteca Orozco y Berra.
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El Plano del Puerto y Nueva Población de San Blas, Nayarit (Fig. II-31), fue elaborado por el Teniente de Ingenieros Miguel Constanso, en el año 1768, situado geográficamente a 21º y 30´ de latitud y 266º de longitud, a partir del meridiano de la Isla del Fierro, situada en las Islas Canarias; realizó una expedición al Puerto de Monterey, en la Alta California, con el Visitador General de la Nueva España José de Gálvez y el navegante Vicente Vilá. Durante el viaje efectuó una serie de observaciones astronómicas, con el fin de obtener la información necesaria para mejorar la cartografía de la región septentrional del territorio.
Fig. II-30.- Plano de una parte de la Isla del Carmen y Golfo de Campeche, elaborado por el Capitán Juan de Dios González; el plano original fue hecho por el Brigadier Miguel del Corral, en 1765. Imagen obtenida del libro Cartografía y Relaciones Históricas de Ultramar, Tomo III.
Fig. II-31.- Plano del Puerto y Nueva Población de San Blas, elaborado por el Teniente de Ingenieros Miguel Constanso, en 1768. Imagen obtenida del libro Cartografía y Relaciones Históricas de Ultramar, Tomo III.
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El Plano Hidrográfico de la Provincia de Tabasco y Laguna de Términos (Fig. II-32), elaborado en el año de 1768, comprende un espacio geográfico, que va de la latitud 15°30’ a la de 19°20’ y en longitud de 279°30’ a 284°30’; abarca el Estado de Tabasco, así como parte de los Estados de Chiapas y Campeche; fue construido con datos obtenidos en levantamientos de campo, que se efectuaron en los principales elementos hidrográficos, tales como ríos y lagunas navegables,
los cuales eran requeridos por los conquistadores para el anclaje de sus naves; en este plano se empleó la Proyección de Mercator; con intervalos de 10 minutos; la orientación fue simbolizada con la rosa de los vientos y la flor de lis para indicar el norte, empleándose también diferentes símbolos para representar la diversidad de vegetación existente en la región, y para diferenciar las poblaciones de los cuerpos de agua y ríos, incluyendo también los nombres de los lugares geográficos.
Fig. II-32.- Plano Hidrográfico de la Provincia de Tabasco, elaborado en el año de 1768, autor desconocido, dedicado al Excelentísimo Julián de Arriaga y Rivera. Imagen obtenida Cartografía y Relaciones Históricas de Ultramar, Tomo III.
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La Península de Yucatán, como hoy la conocemos, fue el primer lugar descubierto por los exploradores españoles, durante las expediciones realizadas en la costa Oriental y las incursiones a la parte Occidental; encontraron una laguna a la que dieron el nombre geográfico (topónimo) de Laguna de Términos; este acontecimiento motivó que creyeran que la península era una isla, a la que designaron con el nombre de “Isla Santa María de los Remedios”.
El Capitán de Ingenieros Juan de Dios González elaboró el Plano de la Provincia de Yucatán (Fig. II-33), indicando su capital, la ciudad de Mérida y las Villas de Campeche, Valladolid y Bacalar; muestra una gran definición en cuanto a su forma, resaltando las entradas de los principales cuerpos de agua, como la Laguna de Términos, Boca de la Asunción y el Río Hondo, por mencionar algunos; se muestran además detalles de tierra adentro.
Fig. II-33.- Plano de la Provincia de Yucatán, elaborado en el año de 1770, por el Capitán Juan de Dios González. Imagen obtenida del libro Cartografía y Relaciones Históricas de Ultramar, Tomo III.
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Hacia 1526, los españoles iniciaron la construcción de poblaciones, instalando a lo largo de la costa del Atlántico vigías, fuertes y trincheras, por ser una zona susceptible a la piratería y el contrabando, a pesar de las dificultades que presentaban para la navegación las costas poco profundas del área. El Ingeniero Militar Juan de Dios González realizó diversa cartografía de las provincias de Yucatán, Mérida, y Campeche; tal es el caso del Plano del Surgidero de Sisal (Fig.II-34).
Fig. II-34.- Plano del Surgidero de Sisal, elaborado por el Ingeniero Militar Juan de Dios González, en 1771. Imagen obtenida del libro Cartografía y Relaciones Históricas de Ultramar, Tomo III.
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Plano de la Provincia de Yucatán (Fig. II-35) de autor desconocido, que comprende desde la Laguna de Términos hasta el Río Cocoly, en la costa Oriental. Se incluyó un listado con los nombres geográficos de los principales lugares, capitanías de guerra y curatos; por la simbología empleada y la calidad de los trazos se deduce la destreza y conocimientos geográficos aplicados, se ilustra con gran detalle el límite costero, y se emplea la flor de lis para indicar el norte.
Fig. II-35.- Plano de la Provincia de Yucatán, elaborado a una escala de 30 leguas Castellanas (167,181 metros). Imagen obtenida del libro Cartografía y Relaciones Históricas de Ultramar, Tomo III.
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La concentración de tropas en las costas del Océano Pacífico, representaba altos gastos para su traslado hacia los establecimientos en California, por lo que se comisionó al Ingeniero y Capitán Agustín Crame, en el año de 1774, para que llevara a cabo un estudio, que determinara la factibilidad de construir un canal de comunicación entre Veracruz y San Blas, Nayarit; tomando como base el Río Coatzacoalcos, el Capitán Crame efectuó varios levantamientos de la región del Istmo, con los que informó que no era posible realizar la construcción de la mencionada vía de comunicación.
En este plano, la localización geográfica de la barra, determinada por los Ingenieros Militares, fue de 18° 00’ de latitud y 281° 05’ de longitud; también se observa la representación gráfica de los diferentes tipos de vegetación y como un detalle muy particular, el sombreado aplicado a las elevaciones del terreno,∫ para dar realce a la presentación del relieve.
Entre 1776 y 1777, el Coronel de Ingenieros Miguel del Corral y el Capitán de Fragata Joaquín Aranda, por ordenes del Virrey Antonio María de Bucareli y Ursúa, retomaron el proyecto de Crame, y efectuaron reconocimientos desde la costa de la Barra de Alvarado hasta la de Coatzacoalcos y en el área del Istmo de Tehuantepec, a fin de esclarecer si era posible o no comunicar el Atlántico con el Pacífico; con los datos obtenidos de este reconocimiento se construyó el plano de la Barra y entrada del río de Goazacoalcos hoy río Coatzacoalcos (Fig. II-36), en el cual se muestran los valores de los diversos sondeos realizados en este río.
Fig. II-36.- Plano de la Barra y entrada del Río de Goazacoalcos, elaborado por el Coronel de Ingenieros Miguel del Corral y el Capitán de Fragata Joaquín de Aranda en el año de 1777. Imagen obtenida del libro Cartografía y Relaciones Históricas de Ultramar, Tomo III.
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Como parte de los trabajos realizados para determinar si era posible la construcción de un canal, que comunicara las costas del Golfo de México con las del Océano Pacífico, se construyó un plano que comprende el terreno entre la Barra de Alvarado y el Río Tlacotalpan, hoy Río Papaloapan, (Fig. II-37). En este plano se incluyó la planta y perfil del proyecto, para la construcción de una Batería para la defensa del lugar; se muestran además, datos de los sondeos efectuados a lo largo del Río Tlacotalpan. El plano fue formado a una escala gráfica de 150 varas, una rosa de ocho vientos y una flor de lis para indicar el norte, los elementos cartográficos fueron dibujados con gran detalle, principalmente las riveras de los ríos y las lagunas del lugar, resaltando el relieve del terreno, con un sombreado y simbología adecuada para representar la vegetación del lugar. En la parte superior izquierda se encuentra el poblado de Tlacotalpan que, a la fecha, conserva el mismo nombre; a lo largo del río se aprecia una numeración, que indica los valores de los sondeos efectuados por los militares comisionados.
Fig. II-37.- Plano del terreno entre la Barra de Alvarado y el Río Tlacotalpan, hoy Río Papaloapan. Imagen obtenida del libro Cartografía y Relaciones Históricas de Ultramar, Tomo III.
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En el Plano del Puerto de Veracruz (Fig. II-38), realizado en el año de 1798, se marcaron una serie de advertencias para poder entrar al puerto; su autor el Capitán de Navío Bernardo de Orta, quién efectuó una serie de sondeos a lo largo de Punta Gorda, Isla Placer de la Gallega, Galleguilla, Isla Blanquilla, Anegada de Dentro, Isla Verde, Arrecife del Medio, Isla Sacrificios y la Punta de Mocambo; la representación del relieve (montañas, cerros) las remarcó empleando un sombreado para darles mayor realce y en la parte inferior izquierda incluyó un perfil del terreno, a fin de ilustrar el puerto cartografiado.
Fig. II-38.- Plano del Puerto de Veracruz, elaborado por el Capitán de Navío Bernardo de Orta, en 1798. Imagen obtenida del libro Cartografía y Relaciones Históricas de Ultramar, Tomo III.
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Muchos son los detalles del terreno que se pueden tomar como referencia cartográfica; tal es el caso de las fortificaciones, baluartes y presidios, construcciones hechas por los españoles y sus aliados indígenas, a partir del siglo XVI, considerados como puestos de avance para el fortalecimiento del dominio español.
Los trabajos de campo que realizaron los Ingenieros Militares, se extendieron hasta las regiones septentrionales de la Nueva España; uno de ellos estuvo al mando del Marqués de Rubí Calletano María Pignatelli y Saint Cliement, quién en el año de 1766, acompañado del Capitán de Ingenieros Nicolás de Lafora y del Teniente de Infantería José de Urrutia, partieron hacia el norte de la Nueva España, recorriendo desde el Desierto de Altar en los límites del Golfo de California, hasta las llanuras de Nacogdoches, en los límites de Luisiana; viajaron también por el territorio de la Nueva Vizcaya, estepas y montañas de Chihuahua, Nuevo México, Arizona y Sonora, tierras de los indios seris, yaquis y pimas, la región de los tarahumaras, la zona de la Laguna Mayrá, y cruzaron Texas, Nuevo León y Nueva Galicia, regresando a la Capital de la Nueva España en 1768, después de haber recorrido más de 12 mil kilómetros.
El objetivo de crear estas guarniciones militares, era defender y proteger, de los piratas y rebeldes indígenas, los campos mineros, centros de suministro y caminos por los que se trasladaba, principalmente la plata, hacia la capital de la Nueva España. Con el paso del tiempo, algunos de los lugares donde se establecieron fortificaciones y presidios, se transformaron en grandes ciudades como Aguascalientes, Celaya, Guanajuato, Querétaro, Yucatán, Veracruz y Zacatecas.
Fig. II-39.- Fotografía panorámica de la fortaleza de SanJuan de Ulúa, Veracruz. Fuente: Arquitectura Militar de México, Secretaría de la Defensa Nacional 1993.
Una de las construcciones de mayor relevancia, es el Castillo y fortificación de San Juan de Ulúa, Veracruz (Fig. II-39). Diversos fueron los planos elaborados para diseñar la construcción de los presidios; en su mayoria conservaron una forma cuadrangular; los elementos básicos fueron las habitaciones para capitanes y soldados, las caballerizas y corrales, patio de armas, capilla, torres de vigilancia y servicios generales (Fig. II-40).
Uno de los frutos de este viaje fue el “Mapa de toda la Frontera de los Dominios del Rey en la América Septentrional” del año 1771; en él registraron las posiciones geográficas de ciudades, presidios, misiones, minas y ríos con sus diversos afluentes así como la definición del litoral y una gran cantidad de datos orográficos (Fig. II-41), formados gracias a los levantamientos topográficos y geodésicos, así como a las observaciones astronómicas efectuadas, para determinar la posición geográfica de la mayoría de los lugares visitados. En el transcurso de esta expedición, visitaron veinticuatro de los presidios establecidos en ese entonces, con el fin de recomendar las acciones para mejorar su funcionamiento. El Capitán de Lafora elaboró también una bitácora, en la que registró todo lo observado.
Fig. II-40.- Plano con la conformación típica de los Presidios construidos en el norte del territorio de la Nueva España, para el alojamiento de las guarniciones militares. Imagen obtenida del libro Arquitectura Militar de México.
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Fig. II-41.- Mapa de toda la Frontera de los Dominios del Rey en la América Septentrional, construido y delineado por el Capitán de Ingenieros Nicolás de Lafora y el Teniente de Infantería del Regimiento de América José de Urrutia, en base a información recopilada durante una expedición realizada por esa frontera, a las órdenes del Mariscal de Campo Marqués de Rubí Calletano María Pignatelli y Saint Cliement; en este trabajo se observa la ubicación de veinticuatro presidios existentes en la época. Imagen obtenida del libro Colección Mapoteca Orozco y Berra. (Modificado por el Autor del libro para indicar la ubicación de los Presidios).
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El Ingeniero Militar Luis de Surville realizó, en el año 1769, un Mapa de la Frontera de los Dominios del Rey en la América Septentrional, elaborado a partir de los puntos observados por el Capitán Nicolás de Lafora, así como de las notas y diarios recopilados durante su expedición a la frontera norte con el Marqués de Rubí, obra integrada por cuatro fracciones, cuya Tercera Fracción se muestra en la figura II-42.
Fig. II-42.- Mapa de la Frontera de los Dominios del Rey en la América Septentrional, elaborado por el Ingeniero Militar Luis de Surville en 1769, a partir de la información obtenida por el Capitán de Ingenieros Nicolás de Lafora. Imagen obtenida del libro Cartografía y Relaciones Históricas de Ultramar, Tomo III.
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El Visitador José de Gálvez se apoyó en el “Mapa de Toda la Frontera de los Dominios del Rey en la América Septentrional, para proponer al monarca español Carlos III, un proyecto de reubicación de los presidios, para formar una línea continua, que a una distancia de cuarenta leguas uno del otro, cubriera desde las costas del Mar de Cortés hasta el Golfo de México, con el objeto de mejorar la protección a los colonos españoles, quienes continuamente sufrían ataques de los indios apaches, que incursionaban en los territorios ubicados al sur de sus tierras de origen, (Fig. II-43).
El Visitador José de Gálvez tenía también, la misión de atender el asunto relacionado con la incursión de exploradores de nacionalidad rusa, inglesa y francesa, en regiones más al norte de las Californias, también consideradas como territorios de la Nueva España; para ello preparó un plan de expansión, que comprendía la fundación de misiones y presidios en San Diego y Monterey, lográndose esto en 1770; este acontecimiento motivó al Capitán Juan Bautista de Anza quien en 1774 con la autorización del Virrey Bucareli, salió por tierra rumbo a los presidios y misiones recién fundados. En el año de 1775 realizó otra expedición a la Alta California, con el fin de colonizar y defender el Puerto de San Francisco, llevando para este propósito, a colonos del Presidio de Tubac (Fig. II-44), que deseaban establecerse en la Alta California; al llegar a su destino exploró la bahía con el fin de seleccionar el mejor lugar para establecer un presidio y una misión.
Fig. II-43.- Esquematización de la reubicación de Presidios propuesta por el Visitador General de la Nueva España José de Gálvez. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Posterior a esta expedición, fue nombrado Gobernador de la Provincia de Nuevo México, disponiendo que se procediera a elaborar un mapa de esa región, trabajo que se le encomendó al soldado del Real Presidio de Santa Fe, Bernardo Mier y Pacheco, quién elaboró la carta que se muestra en la figura II-45.
Fig. II-44.- Pintura que ilustra el presidio de Tubac, fundado en 1752; formó parte del proyecto de reubicación para conformar una línea de 15 presidios, sobre la frontera de la Nueva España. De este presidio partió el Capitán Juan Antonio de Anza, rumbo a la Alta California, en 1775, con un grupo de soldados y colonos, con el fin de establecerse en el Puerto de San Francisco, para la construcción de una Misión y un nuevo Presidio. Imagen obtenida de www.translate.google.com.mx.
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El Virrey Bucareli entregó a Teodoro de Croix, los poderes correspondientes y un informe en el que estaban integrados varios mapas, que abarcaban desde el paralelo 19 hasta el 42, y que tenían como característica común, que fueron hechos en base a los trabajos del Capitán Nicolás de Lafora. Esta información fue de gran utilidad al Comandante de las Provincias Internas, al momento de recorrer y reconocer en 1778 las provincias de Nueva Vizcaya y Coahuila, levantando él mismo, el derrotero de su recorrido (Fig. II-46), en base a las latitudes y longitudes obtenidas por el Ingeniero Miguel Constanso y el Capitán Nicolás de Lafora.
Fig. II-45.- Plano de la Provincia de Nuevo México, elaborado por el Soldado Bernardo Mier y Pacheco en 1775. Imagen proporcionada por la Mapoteca Orozco y Berra.
Continuando con el tema relacionado a la protección del territorio de la Nueva España, es necesario mencionar que, en 1777, llegó a la Capital del Virreinato, Teodoro de Croix nombrado por el Rey Carlos III, Comandante General de las Provincias Internas, cuya división territorial formaba parte de una estrategia para incrementar la presencia militar, a fin de repeler los continuos ataques de los apaches, y disuadir las pretensiones de potencias extranjeras interesadas en las tierras del norte.
Fig. II-46.- Plano de un itinerario levantado por el Comandante General de las Provincias Internas, Caballero de Croix (Familiar del Virrey Carlos Francisco Marqués de Croix), que corresponde a los actuales Estados de Chihuahua, Coahuila y Texas. Basado en las latitudes y longitudes obtenidas por Miguel Constanso y Nicolás de Lafora. Imagen obtenida del libro Cartografía y Relaciones Históricas de Ultramar, Tomo III.
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Otra muestra del papel tan importante que tuvo el Cuerpo de Ingenieros Militares en la elaboración de cartas de la Nueva España, fue la realización de la cartografía de las 12 Intendencias en que se dividió el Virreinato, a partir de datos obtenidos de los levantamientos topogaráficos y descripciones realizadas por los ingenieros militares. El visitador general de la Nueva España José de Gálvez y Gallardo formuló un proyecto para dividir el territorio de la Colonia en Intendencias, poniéndolo a consideración de la Corona; el Rey Carlos III pidió al Virrey Antonio María de Bucareli, elaborar un dictamen sobre el establecimiento de Intendencias en la Nueva España. El citado documento expresaba lo siguiente (Fig. II-47).
....”Mereciendo al rey mi particular aprecio el prudente pulso con que se trata los asuntos de su real servicio, me manda a dirigirle los documentos que apresa el índice adjunto, relativos al proyecto de establecer intendencias en ese reino, para que examinándolos con reflexión a las circunstancias que pide un sistema de tanta gravedad, extiéndase las reglas que deberán prescribirse, y consulte a su majestad cuanto séle ofreciere, y pareciere. Dios lo guarde mas años. Madrid 15 de Abril de 1772. Sr. Dn Ant. M. Bucareli....” 16
Fig. II-47.- Carta del Rey Carlos III, dirigida al Virrey Antonio María de Bucareli, pidiendo su dictamen respecto a la propuesta de dividir en Intendencias el Reino de la Nueva España; en la parte inferior tiene una nota que dice: El Virrey Bucareli en carta No.1330 fecha 27 de marzo de 1774, mandó su dictamen sobre el establecimiento de las Intendencias en la Nueva España y acompañó los planos de estas, bajo el Título de libro 2/o. Fojas 336 vuelta núm.6 del tomo 33 del ramo de virreyes a cuya división se refiere la Real Ordenanza de Intendentes, fecha 4 de diciembre de 1786 en su artículo 1/o. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
16
Primeras Cartas Geográficas formadas para dividir en Intendencias el que fue Reino de Nueva España en 1774.
50
El Virrey Bucareli, en carta número 1330 de fecha 27 de marzo de 1774, envió su dictamen al rey, acompañado de los planos de las Intendencias. Los planos enviados al rey Carlos III, fueron copiados en el año de 1883, por el Capitán Melchor Álvarez, cuyas reproducciones se muestran en las Figuras II-48 a II-60.
Fig. II-49.- Mapa de la Intendencia de Sonora y Sinaloa. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. II-48.- Portada del Conjunto de Planos correspondientes a las 12 Intendencias en que se dividió la Nueva España en 1774. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. II-50.- Mapa de la Intendencia de Guadalajara y Reino de Nueva Galicia. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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Fig. II-51.- Mapa de la Intendencia de Valladolid de Michoacán. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. II-53.- Mapa de la Intendencia de México. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. II-52.- Mapa de la Intendencia de San Luis Potosí. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. II-54.- Mapa de la Intendencia de Yucatán. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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Fig. II-55.- Mapa de la Intendencia de Zacatecas. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. II-57.- Mapa de la Intendencia de Oaxaca. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. II-58.- Mapa de la Intendencia de Puebla. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. II-56.- Mapa de la Intendencia de Guanajuato. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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Con la información contenida en los planos de las 12 Intendencias del Virreinato de la Nueva España, se integró uno de los trabajos cartográficos más completos de esa época, que permitió, en su conjunto, disponer de un mapa de la división territorial (Fig. II-61).
Fig. II-59.- Mapa de la Intendencia de Durango. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. II-61.- Mapa del Territorio de la Nueva España, a fines del siglo XVIII, en el que se representan las 12 Intendencias y los cuatro Gobiernos. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. II-60.- Mapa de la Intendencia de Veracruz. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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Por orden del Virrey de la Nueva España Juan Vicente de Güemes Pacheco de Padilla y Horcasitas, Segundo Conde de Revillagigedo, el Coronel de Infantería Carlos de Urrutia elaboró el Plano Geográfico de la mayor parte del Virreinato (Fig. II-62), trabajo aprobado por el Brigadier Miguel Constanso; en este plano se menciona que la construcción de éste, se apoyó en una carta que elaboraron en 1777, el Brigadier Miguel del Corral y el Capitán de Fragata Graduado y Piloto Mayor Joaquín Aranda.
Fig. II-62. Plano Geográfico de la Mayor Parte del Virreinato, elaborado por el Coronel de Infantería Carlos de Urrutia, en escala de 26 Leguas Legales del Reino. Imagen proporcionada por la Mapoteca Orozco y Berra.
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Cuando el Ingeniero Militar Diego García Conde ostentaba el grado de Capitán, participó con el Brigadier Miguel Constanso en la elaboración del Mapa General de los terrenos que se comprenden entre el Río de la Antigua y la Barra de Alvarado, hasta la Sierra de Orizaba y Xalapa (Fig. II-63). En este trabajo destaca la representación, por medio de sombreado, de la sierra existente entre Orizaba y Xalapa, por lo que se puede apreciar; que las tierras que se encuentran al poniente son de mayor altitud, respecto a las que se encuentran en el oriente, y con pendiente suave hacia el Golfo de México. Los ríos se representaron en color verde al igual que las aguas costeras, en las cuales se anotan los valores de algunos sondeos. Las líneas rojas representan los caminos que, saliendo de Veracruz, se ramifican por la llanura costera. Las poblaciones se ubican a lo largo de los caminos, y se representan por medio de torrecillas en color rojo. En la costa se indican los bajos y las islas, así como las desembocaduras de los ríos, puntas y puertos. En el ángulo inferior izquierdo se encuentra una escala gráfica de ocho leguas legales del Reino, de 5 mil varas cada una.
Fig. II-63.- Plano General de los Terrenos comprendidos entre el Río de la Antigua y la Barra de Alvarado, hasta la Sierra de Orizaba y Xalapa. Imagen obtenida del Atlas Cartográfico Histórico.
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En la Ciudad de México también se efectuaron levantamientos topográficos, para realizar la conformación de la cartografía urbana de la Metrópoli, por lo que, en el año de 1793, el Teniente Coronel de Dragones Diego García Conde, se abocó a la realización de dichos trabajos, logrando recabar una gran cantidad de datos de campo, mismos que se tomaron como base para construir el primer plano topográfico de la Capital del Virreinato (Fig. II-64) a una escala de 1:1,000. En este plano se detalla alfabéticamente, la información relacionada con las edificaciones existentes en los ocho cuarteles en que se subdividía la ciudad. También es posible apreciar el trazo de las principales calles y calzadas, así como la vegetación existente en sus inmediaciones, complementándose en su parte inferior, con unas vistas panorámicas, del camino a Veracruz por el oriente, y del camino a Chapultepec al poniente.
Fig. II-64.- Plano General de la Ciudad de México, escala 1:1,000 levantado por el Teniente Coronel de Dragones Diego García Conde, en el año de 1793. Imagen obtenida del libro Cartografía y Relaciones Históricas de Ultramar, Tomo III.
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3.4. La Cartografía Mundial vinculada con la Nueva España. Paralelo al desarrollo de la cartografía de la Nueva España, la cartografía mundial siguió progresando de una manera científica, en buena medida debido a los grandes geógrafos, navegantes y cartógrafos existentes en la época, motivados por alcanzar nuevas rutas, áreas comerciales y, desde luego, por el espíritu aventurero que les caracterizó a muchos de ellos.
Este proceso fue paulatino, en las figuras II-65, II-66, II-67, II-68, II-69, II-70, II-71, II-72, II-73, II-74, II-75, II-76, II-77, II-78 y II-79 se muestran algunos de los trabajos cartográficos de la época, en los cuales es posible observar la evolución del perfil geográfico del mundo, documentos que, en gran medida, fueron posibles gracias al empeño de exploradores, cartógrafos, aventureros e incluso piratas que llegaron al nuevo continente, enviando datos, cartas y planos de las nuevas tierras y mares, a sus respectivos monarcas, principalmente los de España, Portugal, Francia e Inglaterra, sin dejar de mencionar a la Iglesia, quien también recibía información geográfica de todo el orbe.
Las nuevas generaciones de cartógrafos habían hecho a un lado el empirismo, debido a que ya basaban sus procedimientos en metodologías científicas, para las que se requería la conjunción de una gran cantidad de conocimientos e instrumentos, estableciendo teorías y disciplinas, que permitieron realizar esta labor de una manera más apegada a la realidad geográfica, logrando con esto, observar la verdadera composición del mundo. En los mapamundis de esta época, se resaltaba la información referente a los litorales de los continentes, a los ríos y cadenas montañosas; las grandes regiones geográficas, islas y ciudades, se identificaban con sus respectivos nombres. Muchos de estos trabajos eran adornados con viñetas y dibujos, que hacían referencia a fenómenos astronómicos, divinidades, habitantes de regiones lejanas, personajes de la historia y galeones. Fig. II-65.- Mapa del Nuevo Mundo, elaborado por Sebastián Münster. Imagen obtenida http: //personales,yahoo.com.
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Las aportaciones científicas del Cartógrafo Flamenco Gerardus Mercator (1512-1594), considerado uno de los fundadores de la geografía matemática moderna, ayudaron a representar en un plano, grandes áreas de la superficie terrestre, al construir una proyección matemática, que consideraba la esfericidad de la tierra y la convergencia de meridianos. Bajo estos conceptos, sus trabajos cartográficos tuvieron una notable aceptación en actividades de navegación.
Fig. II-66.- Mapa de América, elaborado por Gerardus Mercator, en él se pueden apreciar los nombres de América Septentrional y América Meridional; Mar del Zur o Mare Pacificum hoy Océano Pacífico, Mar del Norte hoy Océano Atlántico, así como los litorales, ríos y montañas; las posiciones geográficas de las poblaciones, se definen con los nombres de las mismas. Imagen obtenida del Atlas Mapping The World.
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Gerardus Mercator consideró también en sus trabajos, la representación del Polo Ártico y la región septentrional de los continentes; para ello empleó una rústica proyección polar, en la que los meridianos parten en forma radial del centro de la proyección, y los paralelos forman circulos concéntricos.
Fig. II-67.- Mapa que representa la descripción Septentrional de Gerardus Mercator; la zona representada está delimitada por el meridiano, que indica los 60 grados de latitud Norte. Parte de la información plasmada en este trabajo, fue recopilada por la expedición del corsario inglés Martín Frobisher, cuando buscaba una ruta marítima a través del norte de Canadá, para pasar del Océano Atlántico al Océano Pacífico; en tres de sus esquinas se dibujaron los detalles de pequeñas islas. Imagen obtenida del Atlas Mapping The World.
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En este mapa aparece representado el galeón “Victoria”, una de las cinco naves con las que Fernando de Magallanes salió del puerto de Sanlúcar, con el fin de alcanzar el Mar del Sur; cruzando por el estrecho que hoy lleva su nombre. El mapa ilustra también las extensas costas de este Mar, desde la Tierra de Fuego hasta la mítica región de Quivira; al oriente se puede apreciar el antiguo reino de China, Japón, Filipinas, Nueva Guinea y otras muchas islas. En la región de la Nueva España se señala la capital con un pequeño castillo en un lago; en la parte Noroccidental de este mismo territorio, se ubica la laguna La Caldiera, que posiblemente sea en la actualidad, el Lago de Chapala.
Fig. II-68.- Mapa del Mar Pacífico, elaborado por Abraham Ortelius. Imagen obtenida del Atlas Mapping The World.
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El cartógrafo genovés Battista Agnese produjo gran cantidad de cartas náuticas, profusamente decoradas, procuró siempre incorporar los nuevos hallazgos geográficos en sus mapas. Uno de sus mejores trabajos fue el Atlas Mundial, ordenado por Carlos V, para su hijo Felipe II, el cual terminó en 1542. Desde sus primeros trabajos delineó a Baja California como península.
Fig. II-69.- Planisferio elaborado por Battista Agnese; fue confeccionado con una proyección oval, con meridianos curvos y paralelos rectos a intervalos de 15º, se señalan algunos nombres regionales. Se muestra en él, también, la ruta que siguió Magallanes en 1519, para llegar a las Molucas hoy Indonesia. Los continentes están dibujados en color verde, y aparecen deformados e incompletos; se representan dos largas penínsulas, una en Europa que se extiende hasta el Polo Norte, correspondiente a la Península Escandinava; la otra, en América, prolongándose hacia el Noreste. Imagen obtenida del Atlas Mapping The World.
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John Speed fue uno de los cartógrafos británicos del siglo XVII; su obra más famosa, el Teatro del Imperio de Gran Bretaña, está integrada con 67 mapas de los condados de Inglaterra. Elaboró varios mapamundis, bellamente adornados conforme a la época.
Fig. II-70.- Mapamundi elaborado por John Speed en 1627. Un detalle interesante de este trabajo, es que la Península de California esta dibujada como isla, idea que persistió en algunos cartógrafos europeos hasta mediados del siglo XVII. También se percibe la influencia de Mecator, al trazar los meridianos dirigiéndose a los polos. En las viñetas de los extremos inferiores, se representaron eclipses de sol y de luna. Imagen obtenida de http: //www.alteamaps.com/speezl.htm.
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Fig. II-73.- Atlas de Fecerick de Wit, 1660. Imagen obtenida de http: //www.georgeglazer.com.
Fig. II-71.- Mapa de Pierre de Vaulx, 1613. Imagen obtenida de http: //www.audiovideotecaba.gov.
Fig. II-72.- Mapa de Willem Janszoon Blaeu, 1635. Imagen obtenida del Atlas Mapping The World. Fig. II-74.- Atlas de Pierre Duval, 1676. Imagen obtenida de http: //alabamamaps.ua.edu.
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Fig. II-77.- Carta Mundial de Nicolás de Fer, 1715. Imagen obtenida de www.flickr.com.
Fig. II-75.- Atlas de Adam Friedrich Zuerner, 1700. Imagen obtenida de http://nla+.gov.
Fig. II-78.- Mapa de Nuevo México y California, elaborado en Holanda por Isaak Tirion, publicado en 1765, y formado con información recopilada por las ordenes Jesuitas. Imagen obtenida Cartografía y Crónicas de la Antigua California.
Fig. II-76.-Mapa del Hemisferio Occidental, derivado del que produjo en 1722, Guillaume De L´Isle. Imagen obtenida del libro Cartografía y Crónicas de la Antigua California.
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El cartográfo Ingles M. Tatton dedicó parte de su obra cartográfica al territorio de la Nueva España, plasmando la imagen geográfica de ese extenso reino, como se puede apreciar en el mapa, dibujando a la California como península; tambien es importante indicar; cómo el autor resalta la nueva toponimia o nombres geográficos asignados, muchos de ellos durante los viajes de expedición.
Fig. II-79.- Mapa de México y América Central, representa el territorio de lo perteneciente a la Nueva España. En él se grabó a la California como Península. este trabajo fue elaborado por M. Tatton y grabado por Benjamín Wright en 1616. Imagen obtenida del libro Cartografía y Crónicas de la Antigua California.
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3.5. Labor Cartográfica del Clero y de Ilustres Mexicanos.
bahías, ensenadas e islas del Mar del Sur; participaron en ella como cosmógrafos, el carmelita Fray Antonio de la Ascensión y Gerónimo Martín Palacios; con la información geográfica obtenida de esas exploraciones, el cartógrafo Enrico Martínez logró trazar 36 planos cartográficos, considerados los primeros trabajos realizados con criterios científicos, de las regiones de Cabo San Lucas, Punta Eugenia, Bahía de la Magdalena, Bahía de Todos los Santos y Bahía Almeja, por mencionar sólo algunos, siendo éstos los primeros registros de demarcación de los litorales del Océano Pacífico.
3.5.1. Labor Cartográfica del Clero. El conocimiento geográfico y el desarrollo de la cartografía de la Nueva España, también se vieron enriquecidos por la colaboración de las comunidades eclesiásticas, siendo los primeros en integrarse, los Carmelitas y Jesuitas.
Enrico Martínez empleó la flor de lis para indicar el norte, y en base a ella, orientó las porciones de terreno, complementando esta información, con una rústica escala gráfica, que utilizó para representar gráficamente las distancias del terreno (Figs. II-80 y 81).
El 5 de mayo de 1602 zarpó de Acapulco una segunda expedición, al mando del Capitán Sebastián Vizcaíno, con la instrucción de reconocer y demarcar los puertos,
Fig. II-80.- Planos de Cabo San Lucas, Punta Eugenia e Islas de la Natividad y Cedros, realizados por Enrico Martínez, con información obtenida por el Cosmógrafo Gerónimo Martín Palacios, durante la expedición organizada por el Capitán Sebastián Vizcaíno, en 1602. Imagen obtenida del libro Cartografía y Crónicas de la Antigua California.
Fig. II-81.- Planos de Bahía de la Magdalena, Bahía Almeja y Ensenada Todos Santos, realizados por Enrico Martínez, con información obtenida por el Cosmógrafo Gerónimo Martín Palacios, durante la expedición organizada por el Capitán Sebastián Vizcaíno en 1602. Imagen obtenida del libro Cartografía y Crónicas de la Antigua California.
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Los trabajos del Padre Eusebio Francisco Kino, de la comunidad eclesiastica jesuita, iniciaron en el año de 1683, al participar como cosmógrafo en la expedición a California, organizada por el Almirante Isidro de Atondo y Antillón; Kino, apoyado en los informes obtenidos de expediciones anteriores, se dedicó a realizar estudios, para conocer con mayor detalle, el entorno geográfico, y obtener mapas de la parte noroeste del territorio de la Nueva España.
Otro jesuita importante de mencionar, por sus expediciones y trabajos de cartografía, es el Padre Fernando Consag, nacido en Croacia, quien en el año de 1746, durante su primera expedición a California, navegando por el Mar de Cortés, en compañía de soldados e indígenas, recabó información de los rasgos geográficos existentes, con los que elaboró una carta de la parte norte del territorio de la Nueva España (Fig. II-83), en la que se pueden observar las Puntas de San Carlos y Salsipuedes, la zona habitada por las tribus Cochimíes, las Bahías de las Ánimas, de los Ángeles y de San Luís Gonzaga, el Puerto de San Felipe de Jesús y en la parte más al norte, la desembocadura del Río Colorado; este mapa contiene también, una línea que representa el Trópico de Cáncer, así como el norte indicado con la flor de lis y la latitud rotulada a cada grado.
Este ilustre matemático y astrónomo jesuita, demostró, en base a observaciones astronómicas e información recopilada durante las expediciones en que participó, en el Mar de Cortés, norte de Sonora, Arizona y California, que la Península de Baja California no era una isla, como equivocadamente lo afirmó el clérigo carmelita y cosmógrafo Fray Antonio de Ascensión, cuyo error motivó que ésta se representara como tal, en varios mapas del siglo XVII e inclusive del XVIII; a principios de 1701, el Padre Kino terminó la elaboración de un mapa, que definía la verdadera naturaleza de la Península de Baja California (Fig. II-82).
Fig. II-82.- Copia del mapa de la Península de Baja California, elaborado por el Padre Eusebio Francisco Kino, en 1701. Imagen obtenida del libro Cartografía y Crónicas de la Antigua California.
Fig. II-83.- Mapa delineado por el jesuita Fernando Consag, como resultado de la expedición realizada, en el año de 1746. Imagen obtenida del libro Cartografía y Crónicas de la Antigua California.
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En los años de 1751 y 1752, el Padre Consag organizó otras dos expediciones a California, con el fin de establecer misiones, encontrar buenos puertos y explorar el litoral del Pacífico; en la expedición de 1751, que partió de la Misión de San Ignacio Kadakaamán, en compañía del Capitán Fernando de Rivera y Moncada, y algunos soldados más, fundó la Misión de Santa Gertrudis, en un lugar llamado “La Piedad”, cerca del paralelo 28°; siguieron su marcha al noroeste, hasta la Sierra Calmallí; de ahí se dirigieron a las costas del Pacífico, continuando hacia el sur, hasta llegar a la bahía de Sebastián Vizcaíno, desde donde contemplaron la Isla de Cedros, regresando finalmente a la Misión de San Ignacio Kadakaamán (Fig. II-84). Los mapas elaborados por el Padre Consag, además de aportar nuevos conocimientos de los rasgos geográficos de las tierras que rodean al Mar de Cortés, sirvieron para confirmar la condición peninsular de Baja California.
3.5.2. Cartografía de Ilustres Mexicanos. Durante el siglo XVIII, paralelamente a la actividad que desarrollaba el Cuerpo de Ingenieros Militares, surgieron los primeros trabajos realizados por científicos mexicanos; los levantamientos de campo y la elaboración cartográfica, permitieron representar la totalidad del territorio de la Nueva España; uno de los que se abocaron a esta tarea, fue el Cosmógrafo Real de la Nueva España Carlos de Sigüenza y Góngora (Fig. II-85), quien elaboró varios mapas de tipo temático, como lo son los planos hidrográficos del Valle de México.
Fig. II-85.- Imagen del ilustre geógrafo y cosmógrafo Carlos de Sigüenza y Góngora (1645-1700). Obtenida una monografia publicada por Ediciones Sunrise.
Con los levantamientos que efectuó en la expedición llevada a cabo hacia el Norte del Golfo de México, junto con el Almirante Andrés de Pez, en el año de 1693, logró trazar mapas de la Bahía de Panzacola y de la desembocadura del Río Mississippi.
Fig. II-84.- Plano del recorrido de la expedición organizada en 1751 por el Padre Fernando Consag. Imagen obtenida del libro Cartografía y Crónicas de la Antigua California. (Modificado por el autor del libro para adicionar la ruta seguida por el Jesuita).
También actuó como perito de las fortificaciones y proyectos, para el desagüe del Valle de México. 69
Este ilustre mexicano fue el primero en situar a México, casi en su verdadera posición geográfica, ya que, al haber efectuado levantamientos de campo y observaciones astronómicas, determinó para la Catedral de la Ciudad de México, una latitud de 19º 26´30.06” y los valores de longitud 282º 30´ del que se desconoce el punto exacto que este personaje tomó como meridiano base para determinarla. Es el autor del Plano Geográfico de las Inmediaciones de la Capital de la Nueva España (Fig. II-86), en el que se pueden apreciar las lagunas y ríos que desfogan en los lagos de Texcoco y Chalco. En la parte izquierda de este plano, se leen las siguientes anotaciones: ...“La laguna de Texcoco es salobre y en sus orillas se recoge, lo que llaman Tequesquite que es la Sal que los antiguos conocían por Natión, la Laguna de Chalco es de agua dulce. Todos los ríos que entran en estas lagunas no son perennes y verdaderamente son torrentes y por esto solo se verifican en tiempo de lluvias de manera que en tiempo de seca se pasan sin hallar una gota de agua en las cajas de ellos, en tiempo de seca solo les entran algunos manantiales principalmente a la Laguna de Chalco. El territorio de México con las lagunas se halla elevado respecto del mar 2,650 baras mexicanas, que cada una de ellas corresponde a 31 pulgadas del pie de Paris como tengo verificado por la comparación hecha con el talón o bara que la ciudad conserva para el buen régimen en las medidas dichas 2,650 baras, que son las que corresponden a las 21 pulgadas su linea de la altura media del azoque en el Barómetro”...
Fig. II-86.- Plano Geográfico de las Inmediaciones de la Capital de la Nueva España, elaborado por Carlos de Sigüenza y Góngora, y aumentado por José Antonio de Alzate y Ramírez, en 1776. Imagen obtenida del libro Cartografía y Relaciones Históricas de Ultramar, Tomo III.
...“Plano geográphico de las Ymmediaciones de la Imperial México en que se comprenden las Lagunas y Ríos que desfogan en las de Texcoco, Chalco, San Xpyal y de más del puerto en el siglo pasado por Don Carlos de Sigüenza y Góngora grande mathemático, verificado y aumentado en mucha parte en 1776, por Don José Antonio de Alzate y Ramírez de la Academia Real de las Ciencias de París de la Sociedad Bascongada”...17
17
Plano Geográfico de las Inmediaciones de la Capital de la Nueva España, de Carlos de Sigüenza y Góngora, y aumentado por José Antonio de Alzate y Ramírez, en 1776.
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El pensador y científico José Antonio de Alzate y Ramírez (1737-1789), nació en Ozumba, Estado de México (Fig. II-87), desarrolló trabajos astronómicos, geográficos y cartográficos; fue gran conocedor de la física, química y matemáticas, por lo que se le considera una de las máximas figuras de la cultura Novohispana. En 1768 diseñó un proyecto, para solucionar el grave problema de las inundaciones que padecía la Capital del Virreinato. Realizó diversos trabajos astronómicos para determinar la longitud de México, con observaciones realizadas a los satélites de Júpiter y a los eclipses de Luna, sucesos naturales que tuvieron origen del 17 de febrero al 18 de junio de 1770. Con los valores obtenidos pudo realizar diversos cálculos, en unión con otros astrónomos que efectuaron observaciones en California, para obtener la longitud de México con mayor aproximación.
En 1768, José Antonio de Alzate y Ramírez concluyó su primer “Mapa Geográfico de la América Septentrional” (Fig. II-88), perteneciente al Virreinato de México; este trabajo lo dedicó a los sabios miembros de la Academia Real de Ciencias de París y comprende desde los 13º a los 42º de latitud norte, y 249º a los 285º de longitud oriental, tomando como referencia el meridiano establecido en la Isla de Hierro, isla ubicada en el extremo suroeste de las Islas Canarias (España). Para su formación, tomó como base el mapa del Reino de México, elaborado por Carlos de Sigüenza y Góngora en 1681.
Fig. II-88.- Mapa Geográfico de la América Septentrional, elaborado en 1768 por José Antonio de Alzate y Ramírez. Imagen obtenida del libro Cartografía y Relaciones Históricas de Ultramar, Tomo III.
En 1772 concluyó el Plano Geográfico de la mayor parte de la América Septentrional (Fig. II-89), abarcando de los 09° a los 45° de latitud y desde los 255° a los 300° de longitud, a partir del “Meridiano de la Isla de Hierro”. El plano abarca, por el Norte, desde la Alta California hasta el Lago Míchigan, y por el Sur hasta Guatemala y Honduras; en la parte inferior izquierda de este mapa aparece una nota que dice: ...”Formado sobre las mejores noticias impresas, manuscritas y verbales que se han podido adquirir como también con el auxilio de algunos mapas manuscritos (de los impresos no hay uno razonable) principalmente de Don Carlos de Sigüenza y el Ingeniero Barreiro. Dispúsolo en 1767 Don José Antonio Alzate y Ramírez de la Real Academia de las Ciencias de París, de la Sociedad Bascongada, quién lo reformó en 1772, concordándolo con nuevas observaciones Astronómicas ejecutadas tan solamente en el Cabo San Lucas por los Astrónomos venidos para la observación del paso de Venus y poco después por Don Joaquin Velásquez. En México por el Autor de la obra y después por Don Joaquin Velásquez y finalmente en Veracruz por el Señor Don Vicente Doz de manera que solo de estas tres posiciones se puede asegurar la verdadera situación geográfica...” 18
Fig. II-87.- Imagen del cosmógrafo y cartógrafo José Antonio de Alzate y Ramírez, Obtenida de http//Enciclopedia Wikipedia. com. mx
Para los lugares antes nombrados, Alzate proporcionó las siguientes posiciones geográficas: _Cabo San Lucas: 23°04’ de Latitud, 269° de Longitud. _Veracruz: 18°40’ de Latitud, 283° de Longitud. _Ciudad de México 19°26’44” de Latitud, 279°20’ de Longitud. 18
Plano Geográfico de la mayor parte de la América Septentrional, de José Antonio Alzate y Rámirez.
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A partir de estos acontecimientos, podemos concluir, que la cartografía colonial elaborada, con la información obtenida de las exploraciones en el nuevo continente, y la producida por Misioneros, Ingenieros Militares e ilustres mexicanos, ayudó a cuantificar los recursos naturales y humanos, así como a conocer plenamente el territorio del que fue el más grande Virreinato de América Latina, siendo a la postre, una herramienta fundamental y la base para establecer una nueva nación, que hoy conocemos como México.
Fig. II-89.- Plano Geográfico de la mayor parte de la América Septentrional con dimensiones de 107 x 88cm., elaborado por José Antonio de Alzate y Ramírez en 1772. Fuente: El Territorio Mexicano, Tomo II, Los Estados, Instituto Mexicano del Seguro Social 1982, pag. 9.
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TÍTULO TERCERO LA
M É E X D I C A I O C Y N L E A D R N E E P P Ú E BLI D N I “Un Sentimiento, Una Nación,………… Un Mapa”
73
CA
En el Colegio Nacional de Minería se educaron muchos de los ingenieros que, posteriormente, participaron en la división territorial del país, y en la elaboración de su cartografía; una muestra de ello, es el Plano del Estado de México, que se muestra en la figura III-2, levantado en los años 1828 y 1829, por el Coronel de Ingenieros Perito Facultativo en Minas Tomás Ramón del Moral, catedrático de esa institución.
CAPÍTULO 1 LA CARTOGRAFÍA EN LA INDEPENDENCIA. 1.1. El Colegio de Minería. La fundación del Real Seminario de Minería (Fig. III-1), tuvo sus bases legales en la Real Cédula de Carlos III, en 1777, siendo inaugurado el 1/0. de enero de 1792, con la finalidad principal de formar ingenieros mineros; su programa de estudios incluía matemáticas superiores, física, química, topografía, dinámica, hidráulica, trabajo de minas, lenguas y dibujo. El seminario editó los más avanzados libros técnicos y científicos de su época. En el año 1803, el sabio Alexander Von Humboldt visitó la Nueva España y al conocer esta Institución, la calificó como una de las de mayor valía en el mundo científico.
Fig. III-1.- Instalaciones donde estuvo alojado, originalmente, el Real Seminario de Minería. Imagen obtenida de http:// www.unam.mx.
En 1808 se instituyen en el Seminario, la primera Fundición de Artillería del país y los cursos para preparar ingenieros militares y oficiales de artillería. El Colegio no fue ajeno a la situación política y social del país; al iniciarse la lucha de independencia, alumnos de esta institución se unen a las fuerzas de Hidalgo, entre ellos Mariano Jiménez, quién llegó a ser el director de la artillería insurgente. A partir de 1825, una vez consumada la Independencia de México, el Seminario pasa a llamarse Colegio Nacional de Minería. En 1833, el Director del Colegio es simultáneamente el Director del Cuerpo de Ingenieros del Ejército y más tarde, la dirección del Colegio la asume el propio Ministro de Guerra.
Fig. III-2.- Este Plano del Estado de México es una muestra de los trabajos cartográficos, realizados por los ingenieros egresados del Colegio Nacional de Minería. Imagen proporcionada por la Mapoteca Orozco y Berra.
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1.2. Los Trabajos del Barón de Humboldt. Procedente de Europa, el ilustre geógrafo, naturalista y explorador prusiano, Barón Friedrich Heinrich Alexander Von Humboldt, arribó a la Nueva España en el año de 1803, con el objetivo de realizar exploraciones geográficas en el territorio virreinal. Ya en la Ciudad de México, en entrevista con el Virrey José de Iturrigaray, obtuvo amplias facilidades para realizar investigaciones en los archivos de los organismos oficiales, estableció contacto con los científicos mexicanos del Real Seminario de Minería y en colaboración con ellos, realizó estudios sobre la flora, fauna, geología y mineralogía, existentes tanto en la capital como en otros lugares que visitó. Con la información así obtenida, construyó las Tablas Geográficas y Políticas de la Nueva España. Para complementar la información geográfica y cartográfica existente de la Nueva España, Humboldt realizó múltiples reconocimientos en el territorio de la colonia, mismos que inició en el Valle de México, en 1804; con los resultados obtenidos, elaboró la Carta del Valle de México (Carte de la Vallée de Mexico) (Fig. III-3). Después de su recorrido por el Valle de México, continuó con sus reconocimientos, recopilando información geográfica de Veracruz, Acapulco, Pachuca, Toluca, Puebla, Querétaro, Guanajuato y Valladolid (hoy Morelia), entre otros lugares; además, realizó observaciones geodésicas y astronómicas, y con los resultados obtenidos, redactó los manuscritos cartográficos denominados Carta General de la Nueva España (Carte du Mexique Fig. III-4), Atlas Geográfico y Físico del Reino de la Nueva España, Ensayo Político de la Nueva España y un Compendio de la Geografía y la Estadística del Territorio Mexicano en Proyección Mercator, mismos que publicó en el año de 1808, en la ciudad de París, Francia.
Fig. III-3.- Carta del Valle de México (Carte de la Vallée de Mexico), elaborada en el año de 1804, por Alexander Von Humboldt. Imagen obtenida de http://www.davidrumsey.com.
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Fig. III-4.- Carta General de la Nueva España (Carte du Mexique), elaborada en el año de 1808, por Alexander Von Humboldt. Imagen obtenida de http://www.davidrumsey.com.
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La obra de Alexander Von Humboldt, representó para los europeos y para los novohispanos, el verdadero descubrimiento de la Nueva España. Sus trabajos fueron los últimos de importancia que se hicieron para la colonia y que, posteriormente, sirvieron como base para la elaboración de los mapas y croquis, que se utilizaron durante la Guerra de Independencia y en el período posterior a su consumación. 1.3. La Cartografía durante la Guerra de Independencia. 1.3.1. Antecedentes. Las diferencias existentes entre españoles peninsulares y criollos, originaron en la Nueva España, muchas inconformidades, intrigas y conspiraciones contra el gobierno español, estimuladas por la invasión a España llevada a cabo por Napoleón I de Francia, en el mes de marzo de 1808, y la consecuente abdicación del rey Carlos IV. Una de estas conjuras fue hecha en el Estado de Querétaro, donde un grupo de criollos encabezados por el cura Miguel Hidalgo y Costilla (Fig. III-5) y los oficiales del ejército realista Ignacio Allende (Fig. III-6) y Juan Aldama (Fig. III-7), se reunieron con la finalidad de independizar a la Nueva España de la corona española. Esta conspiración fue descubierta por el gobierno virreinal; ante esta situación, la madrugada del 16 de septiembre de 1810, en el pueblo de Dolores, del que era párroco, Hidalgo hizo un llamado a la insurrección, reclamando libertad, igualdad y justicia, respondieron a su convocatoria centenares de campesinos de las aldeas vecinas, con los que avanzó sobre San Miguel el Grande, en donde se le unieron las tropas del Regimiento de la Reina, al que pertenecía Ignacio Allende; en los primeros meses, los insurgentes lograron importantes victorias, tomando Celaya, lugar en el que Hidalgo es nombrado Capitán General del Ejército Insurgente. En Valladolid, el cura de Indaparapeo Don José María Morelos y Pavón, se presentó ante Hidalgo para ofrecerle su cooperación para la anhelada independencia, concediéndosele el grado de coronel, encargándosele reunir fuerzas insurgentes en la costa del sur.
Fig. III-6.- General Ignacio Allende. Imagen obtenida del libro La Pintura Militar de México en el Siglo XIX.
Fig. III-7.- General Juan aldama. Imagen obtenida de http://www.mexicomaxico.org.
Hidalgo intenta llegar a la Ciudad de México sosteniendo una batalla en el Monte de la Cruces, en donde resulta vencedor, pero sufriendo importantes pérdidas. Por tal motivo, se traslada nuevamente a Valladolid y posteriormente, a Guadalajara. Mientras tanto, el movimiento cunde en todo el país, pero los acontecimientos empiezan a ser desfavorables para los insurgentes, ya que en el mes de noviembre, un ejército realista bajo el mando del general Félix María Calleja, recupera Guanajuato y ataca Guadalajara; el 16 de enero de 1811, Hidalgo es derrotado en la batalla del Puente de Calderón. Por tal situación, los líderes insurgentes se dirigen hacia el norte, siendo emboscados y capturados en un lugar llamado Acatita de Baján, trasladándolos, posteriormente, a la ciudad de Chihuahua, donde Hidalgo es ejecutado el 30 de julio de 1811, sufriendo la misma pena Allende y Aldama, en los días siguientes.
Fig. III-5.- Don Miguel Hidalgo y Costilla. Imagen obtenida del libro El Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos Tomo I.
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A la muerte de Hidalgo, José María Morelos y Pavón (Fig. III-8) queda como el caudillo más importante del movimiento independentista, logrando relevantes triunfos en los actuales Estados de Michoacán, Morelos y Guerrero, donde se le unen Nicolás Bravo, Vicente Guerrero y Hermenegildo Galeana. A principios del año 1813 las fuerzas insurgentes controlaban gran parte del centro y sur de la Nueva España, por tal situación y con la finalidad de dar al movimiento un programa político, Morelos convocó un congreso Nacional que inició sus trabajos el 13 de septiembre de ese mismo año en la ciudad de Chilpancingo, en el evento inaugural del llamado Congreso de Anáhuac, se dio lectura al discurso Sentimientos de la Nación escrito por Morelos para proponer las bases sociales y políticas para el nuevo país; en esta misma sesión se pretendió dar a Morelos el título de Alteza Serenísima, mismo que rechazó solicitando el de Siervo de la Nación; el 6 de noviembre de ese mismo año, el Congreso de Anáhuac expidió un Acta para la Independencia de la América Mexicana y un año después, el 22 de octubre de 1814, emitió en Apatzingán la Constitución Política para la América Mexicana, en la que se establecía una organización republicana con poderes legislativo, ejecutivo y judicial, ordenamiento que por la situación prevaleciente nunca entró en vigor.
Fig. III-9.- General Vicente Guerrero. Imagen obtenida del libro La Pintura Militar de México en el Siglo XIX.
En diciembre de 1820 el militar español Agustín de Iturbide, jefe del ejército realista que combatía a Vicente Guerrero, influenciado por los pensamientos imperantes en España, se une con Guerrero y promulgan el Plan de Iguala el 24 de febrero de 1821, donde se establecía la independencia de México y se creaba el Ejército de las Tres Garantías (Religión, Independencia y Unión). El ejército así conformado, realizó una serie de escaramuzas donde resultó triunfador, logrando nuevas adhesiones de los realistas. España nombra como nuevo Virrey de la Nueva España a Don Juan de O´Donojú, quién es cercado por Iturbide en la ciudad de Veracruz, y acepta firmar los Tratados de Córdoba el 24 de agosto de 1821, mediante los cuales se reconoce la Independencia de la Nueva España. El Ejército Trigarante o de las Tres Garantías, encabezado por Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, entra a la capital el 27 de septiembre de 1821 (Fig. III-10), logrando así consumar la independencia de México.
Fig. III-8.- Don José María Morelos y Pavón. Imagen obtenida del libro La Pintura Militar de México en el Siglo XIX.
Morelos continuo combatiendo, sosteniendo batallas en los Estados de Puebla, Veracruz y Oaxaca, hasta que el 5 de noviembre de 1815, al dirigirse al poblado de Tehuacán, fue capturado por los realistas, siendo fusilado en San Cristóbal Ecatepec, el 22 de diciembre de ese mismo año. Con la muerte de Morelos, el movimiento independentista recibió un duro golpe que lo dejó debilitado, solo algunos jefes insurgentes como Vicente Guerrero (Fig. III-9), Guadalupe Victoria y Pedro Moreno continuaron la lucha en los siguientes años, amenazando la estabilidad del virreinato.
Fig. III-10.- Entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México. Imagen obtenida del libro La Pintura Militar de México en el Siglo XIX.
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1.3.2. Trabajos cartográficos. Durante este importante período de la historia nacional, la producción formal de documentos cartográficos fue casi nula, debido a las circunstancias de guerra que se vivían, editándose algunos documentos cartográficos, concebidos para ilustrar las contiendas sostenidas entre las fuerzas Insurgentes y las fuerzas Realistas. Un ejemplo de ello es el Plano de la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato, y sus alrededores, en donde tuvo lugar el ataque de las fuerzas Insurgentes al recinto, donde un grupo de tropas Realistas se encontraban guarnecidas, el día 28 de septiembre de 1810; en el plano se ilustran las construcciones, la intercepción de los ríos Cata y Guanajuato, y las curvas de nivel, mediante pequeños segmentos de rectas, que representan el relieve del terreno (Fig. III-11). Otras obras cartográficas para ilustrar los acontecimientos más significativos de esta época, fueron elaboradas en fechas posteriores, para el registro histórico de las luchas sostenidas; en las figuras III-12, III-13, III-14, III-15, III-16, III-17, III-18 y III-19, se presentan algunas de ellas.
Fig. III-11.- Plano de la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato,de autor desconocido, durante el ataque de las fuerzas Insurgentes, cuya descripción es: A.- Edificio principal de la Alhóndiga, B.- Convento de Belén, C.- Casa de la Hacienda, D.- Patio de la Hacienda, E.- Noria de la confluencia de los Ríos Cata y Guanajuato, F.- Parapeto de la pendiente de Mendizábal, G.- Misma pendiente, H.- Casa de Mendizábal, I.Parapeto de la calle de los pocitos, J.- Calle de los pocitos, K.- Cuesta a la mina de los mandamientos, L.- Calles tapiadas, M.-Bajada al Río Cata, N.- Parapeto del puente de palo, O.- Puerta principal de la Alhóndiga, P.- Puerta lateral de la Alhóndiga , Q.- Escalera a la parte superior de la Alhóndiga, R.- Ventana de la Alhóndiga, S.- Cementerio de Belén, S´.- Callejones, T.- Calle de Belén, U.- Puente y calzada de Nuestra Señora de Guanajuato, V.- Río de Guanajuato, v.- Río de Guanajuato, X.-Río de Cata, Y.- Puente, Z.- Hacienda de Ganaditas, Z´.- Cerro del Cuarto. Imagen proporcionada por Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. III-12.- Plano que muestra el despliegue de las tropas Insurgentes y Realistas, durante la batalla que tuvo lugar en el Monte de las Cruces. Autor desconocido. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra. (la imagen fue modificada por el autor del libro, para un mejor entendimiento de los hechos de armas plasmados).
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Fig. III-13.- Plano elaborado a una escala de mil varas castellanas, (una vara castellana equivale a 83.6 centimetros), en donde se ilustra la batalla sostenida entre las tropas Realistas y las tropas Insurgentes en las riberas del rĂo de Amealco, cerca del poblado de Aculco, Estado de MĂŠxico. Autor S. Samaniego. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra (Lla imagen fue modificada por el autor del libro, para un mejor entendimiento de la distribuciĂłn de las tropas).
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Fig. III-14.- Plano que ilustra la toma de Guanajuato, el día 24 de noviembre en el año de 1810. En él se describen las posiciones ocupadas y el despliegue de la artillería, caballería e infantería del Ejército Realista, elaborado a una escala de 4, 000 varas castellanas, con su Norte representado mediante una Flor de Lis. Autor S. Samaniego. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra. (Las letras en color azul fueron modificadas por el autor del libro, para una mejor visualización de las posiciones de las tropas).
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Fig. III-15.- Plano de la Batalla de Puente de Calderón, Jalisco, en donde se observa la distribución de las tropas Insurgentes bajo el mando del Cura Miguel Hidalgo, y las tropas Realistas a las órdenes del Brigadier Calleja, sin escala, Autor desconocido. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra (Las leyendas en colores rojo y azul fueron agregadas por el autor para un mejor entendimiento de los símbolos utilizados en el plano).
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Fig. III-16.- Carta General de la Nueva EspaĂąa publicada en 1849, en donde se describen los derroteros seguidos por Hidalgo, Morelos y Calleja, del 16 de septiembre de 1810 hasta marzo de 1811, de autor desconocido. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra .
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Fig. III-17.- Carta General de la Nueva EspaĂąa. Representa los territorios dominados por las tropas Insurgentes y Realistas en el aĂąo de 1813. Autor desconocido. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. III-18.- Plano a escala de una legua de 5, 000 varas castellanas, que describe la distribución de las tropas Insurgentes y Realistas, durante la Batalla ocurrida el 22 de marzo de 1811, en el Pueblo del Valle del Maíz, San Luís Potosí. Autor desconocido. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra (Fue modificada por el autor del libro, para un mejor entendimiento de los símbolos utilizados en el plano).
Fig. III-19.- Plano topográfico de Autor desconocido, que describe el bloqueo y ataque realizado por los Realistas, a la ciudad de Cuautla de Amilpas, Estado de Morelos. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Guatemala también se agregó al imperio mexicano, mediante un Acta de su Junta Provisional Consultiva, de fecha 5 de enero de 1822; esta unión duro poco tiempo, ya que con fecha 20 de agosto de 1824 se separó de México. CAPÍTULO 2 EL MÉXICO INDEPENDIENTE. 2.1. El Territorio Emancipado. Una vez consumada la Independencia de México y en base a los Tratados de Córdoba, se estableció una Junta Provisional Gubernativa, que a su vez procedió a designar una Regencia que gobernaría, provisionalmente, en nombre de un emperador Fernando VII, que debería ser nombrado posteriormente para regir el Imperio Mexicano. La Junta Provisional Gubernativa debía ejercer el poder legislativo, por lo que 17 de noviembre de 1821 expidió la Ley de Bases para Convocatoria para el Congreso Constituyente Mexicano. Con fecha 24 de febrero de 1822, este Congreso quedó debidamente instalado. El día 18 de mayo de 1822, un tumulto de civiles y militares pidió la corona para Agustín I; bajo esa fuerte exigencia el congreso confirmó esa designación, por lo que el 21 de julio de ese mismo año, Iturbide es coronado emperador de México (Fig. III-20); este nuevo imperio, de conformidad con la Ley de Bases, estaba integrado con 21 provincias (Fig. III-21), por lo tanto, esta división territorial es considerada la primera del México Independiente. Agustín de Iturbide permanece en el poder, hasta su abdicación el 20 de marzo de 1823, por lo que se establece un triunvirato para integrar el Supremo Poder Ejecutivo, y se adopta un sistema republicano federado. Como consecuencia de la Independencia de la Nueva España, las Capitanías Generales de Yucatán y Guatemala, declararon también su independencia. Desde el momento en que la Capitanía de Yucatán se declaró libre de España, se unió a México, mediante el Acta de la Junta de Mérida, de fecha 15 de septiembre de 1821. La Capitanía de Guatemala también proclamó su emancipación el día 15 de septiembre de 1821, incitando a sus provincias (que hoy conforman los países de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y el Estado de Chiapas) a realizar lo mismo.
Fig. III-20.- General Agustín de Iturbide (1783-1824). Imagen obtenida de http://www.casaimperial.org.
1
Californias
12
Guanajuato
2 3
Nuevo México Texas
13 14
Valladolid (Michoacán) Querétaro
4 5 6
Sonora Nueva Vizcaya Coahuila
15 16 17
Veracruz México Tlaxcala
7 8 9 10 11
Nuevo Reino de León Santander Zacatecas San Luís Potosí Guadalajara
18 19 20 21
Puebla Oaxaca Capitanía General de Yucatán Capitanía General de Guatemala
Fig. III-21.- Mapa que ilustra la División Territorial del Imperio de Iturbide, del 24 de agosto de 1821 al 17 de junio de 1823. Imagen obtenida del libro El Territorio Mexicano, Tomo I, La Nación. (fue modificada por el autor del libro, para una mejor interpretación).
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2.2. Incorporación de Chiapas.
2.3. Cuerpo Nacional de Ingenieros Militares del Ejército Mexicano.
La provincia de Chiapas pertenecía a la Capitanía General de Guatemala, de la que declaró su independencia el 3 de septiembre de 1821, manifestando, en ese mismo acto, su intención de ser parte del Imperio Mexicano; el 31 de julio de 1823, y ante los problemas surgidos en México, decide separarse provisionalmente del país, mientras mejoraba la situación, optando nuevamente por su adhesión definitiva al territorio mexicano, el 14 de septiembre de 1824.
En el año de 1822, durante la monarquía de Iturbide, se fundó el Cuerpo Nacional de Ingenieros Militares, bajo la dirección del General Brigadier Diego García Conde, quién con la colaboración del Teniente Coronel de Ingenieros Tomás Ramón del Moral, se abocó a la tarea de elaborar una Carta General del País, sin poder concretarla, debido a las circunstancias poco favorables que enfrentaba el Imperio.
2.2.1. El Soconusco.
El Cuerpo Nacional de Ingenieros produjo algunos documentos cartográficos de importancia para satisfacer requerimientos militares específicos. Un ejemplo de ello lo constituye el Plano del Pueblo y Fuerte de Perote en Veracruz (Fig. III-22), realizado por el Coronel de Ingenieros Don Ignacio de Mora y Villamil en 1829, a una escala de 1, 000 varas castellanas, en el que se puede apreciar la distribución de las calles, los caminos y la configuración del terreno mediante trazos sombreados que indicaban las partes mas elevadas del área.
El 24 de marzo de 1824, la Junta Suprema de Chiapas comunicó a los representantes de sus poblaciones, que debían pronunciarse sobre si deseaban agregarse a México o a Guatemala; en reunión celebrada en la Villa de Tapachula, el 3 de mayo de 1824, los representantes del Soconusco levantaron un Acta, donde manifestaron su decisión de ser agregados al Gobierno Federado de la Nación Mexicana. El 24 de julio de ese mismo año, en Tapachula se levantó una nueva Acta, mediante la cual, el Soconusco se separaba de Chiapas, manifestando ser parte de las Provincias Unidas de Centro América. Previo examen y discusión de esta Acta, la Junta Suprema de Chiapas resolvió llamarlo al orden, ya que previamente había declarado su voluntad de agregarse a México, por lo que se dió por valida la primer Acta. Por lo anteriormente expuesto, el 14 de septiembre de 1824, la Junta Suprema de Chiapas hizo la declaración solemne de que la provincia entera, incluyendo el Soconusco, optaba por su unión legal a la República Mexicana. Esta acción provocó una serie de reclamaciones por parte de Guatemala, por lo que el Soconusco fue decretado como un territorio neutral, ya que Guatemala llegó incluso a ocuparlo militarmente. Después de intensas negociaciones, el Soconusco se incorporó a México en forma definitiva el día 11 de septiembre de 1842.
Fig. III-22.- Plano del Pueblo y Fuerte de Perote, Veracruz, levantado por el Coronel de Ingenieros Don Ignacio de Mora y Villamil, del Cuerpo Nacional de Ingenieros. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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2.4. Expulsión del último reducto de españoles que se resguardaban en el Fuerte de San Juan de Ulúa. Este Fuerte fue construido en un islote, por los españoles, durante la época de la conquista, para la defensa del Puerto de Veracruz y el desembarque de las mercancías y viajeros provenientes de España.
El 23 de noviembre de 1825, con los honores de ordenanza fue arriada la Bandera Española e izado el Pabellón Nacional con una triple salva de 21 cañonazos; la noticia fue recibida con júbilo en todas las ciudades de México, organizándose festejos públicos, ya que a partir de ese día ya no existían fuerzas militares extranjeras en la República que atentaran contra la Independencia y Soberanía Nacionales.
Al consumarse la Independencia, este fuerte continuó en poder de tropas españolas, quienes pretendían volver a ocupar México; estas fuerzas acometían constantemente con su artillería, a la ciudad de Veracruz (Fig. III-23), sembrando miedo e incertidumbre entre los habitantes, quienes abandonaban la ciudad buscando refugio en Mocambo, Boca del Río y Alvarado, situación que prevaleció durante mucho tiempo, hasta que en 1825, siendo presidente el General Guadalupe Victoria, resolvió ocupar la fortaleza, por lo que ordenó se efectuará un bloqueo del Fuerte, con una flota de barcos adquiridos para tal propósito, misma que posteriormente fue la base de la primera Armada de México; la flota estaba integrada por las goletas Iguala y Anáhuac, las balandras cañoneras Chalco, Chapala, Texcoco, Orizaba, Campechana y Zumpango, agregándose posteriormente la Tampico, la Papaloapan y la Tlaxcalteca, todas ellas estaban comandadas por el Capitán de Fragata Pedro Sainz de Baranda, quien impidió los relevos, y el suministro a los españoles, de provisiones y armas, provenientes de la Habana, Cuba. Finalmente, los españoles, imposibilitados para continuar con la lucha, se rindieron el 18 de noviembre de ese mismo año (1825), y fueron hechos prisioneros; posteriormente, se permitió su salida de la guarnición, y se les devolvió su armamento y municiones, proporcionándoseles asistencia médica a los heridos y enfermos, siendo trasladados a la Habana, Cuba, por una flotilla de barcos mexicanos.
Fig. III-23.- Panorámica del Puerto de Veracruz, en donde se observa, al lado superior izquierdo, la Fortaleza de San Juan de Ulúa. Imagen proporcionada por la Mapoteca Orozco y Berra.
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2.5. Establecimiento de la República Mexicana. Al ser derrocado Agustín de Iturbide, en el año de 1823, se estableció en México una forma de gobierno republicano federado, con los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, designándose un Triunvirato para ejercer el poder ejecutivo, integrado por los Generales Nicolás Bravo, Celestino Negrete y Guadalupe Victoria (Fig. III.-24), quienes gobernaron hasta el 1/o de 0ctubre de 1824. El 4 de octubre de 1824 se promulga la Constitución Liberal de los Estados Unidos Mexicanos, y se establece que la Nación Mexicana está compuesta por Estados Libres, Soberanos e Independientes, con una forma de gobierno Republicano y una División Territorial que comprendía diecinueve Estados y cuatro Territorios Federales (Fig. III-25); también se instituía la realización de elecciones populares para el cargo de Presidente de la República; para este fin, contendieron los Generales Nicolás Bravo y Guadalupe Victoria, resultando triunfador este último, quien el 10 de octubre de 1824 se convirtió en el primer Presidente de México.
Fig. III-24.- General Guadalupe Victoria. Imagen obtenida del libro La Pintura militar de México en el Siglo XIX.
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Una vez que asumió el cargo de Presidente de la República el General Guadalupe Victoria, entre sus primeras disposiciones, ordenó la adquisición y publicación de cartografía, que mostrara el Territorio Nacional en toda su extensión, incluyendo sus fronteras marítimas, con la finalidad de impulsar las actividades comerciales. Durante su mandato se realizaron diversos trabajos en materia de cartografía; un ejemplo de éstos, lo constituye la publicación de la Carta del Seno Mexicano (Golfo de México), la cual muestra las costas de los Estados de Yucatán, Tabasco, Veracruz y Campeche (Fig. III-26), teniendo como origen para sus coordenadas de longitud, el meridiano establecido en el Real Observatorio de la Marina Española ubicado en la ciudad de Cádiz, España, mismo que fue utilizado como referencia cartográfica hasta el año de 1850.
Sonora y Sinaloa Chihuahua Coahuila y Texas Durango Nuevo León Tamaulipas Jalisco Zacatecas San Luís Potosí Querétaro Guanajuato Michoacán
13 14 15 16 17 18 19 A B C D
México Veracruz Puebla de Los Ángeles Oaxaca Tabasco Chiapas (sin el Soconusco) Yucatán Territorio de Colima Territorio de la Alta California. Territorio de la Baja California. Territorio de Nuevo México
Fig. III-25.- Mapa de la República Mexicana que muestra la División Territorial de 1824. Imagen obtenida del libro El Territorio Mexicano, Tomo I, La Nación. (los colores fueron modificados por el autor del libro, para facilitar su interpretación).
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Fig. III-26.- Carta publicada en el año de 1825, por orden del Presidente Guadalupe Victoria, referida geográficamente al Meridiano de Cádiz, España. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Los trabajos elaborados durante este régimen, permitieron desarrollar técnicas cartográficas propias, y los mapas obtenidos apoyaron la aplicación de diversos programas de gobierno, la toma de decisiones políticas y militares, así como el incremento del comercio marítimo interno y externo. Para dar cumplimiento al mandato constitucional, relacionado con la División Territorial de la República, se elaboró el Mapa de los Estados Unidos de Méjico (Fig. III-27), definido por el Acta Constitutiva de 1824, en la cual, los territorios de Colima y Tlaxcala aún no estaban definidos y la región del Soconusco se encontraban en litigio con Guatemala (lo que no se resolvió hasta 1842). Este mapa publicado en el año de 1828, fue construido con una escala en leguas, contiene una tabla de distancias, un croquis con los caminos existentes de Veracruz a México y una tabla de estadística poblacional, indicando que en 1825 existía una población aproximada de 7´011, 899 habitantes; la hidrografía y el límite de la costa, se representa mediante un esfumado en tono gris suave.
Fig. III-27.- Mapa de los Estados Unidos de Méjico, publicado en el año de 1828, en el que se describe la División Territorial establecida con la Constitución Liberal. Autor desconocido. Colección de la Mapoteca Orozco y Berra.
Además de los trabajos cartográficos descritos, en esta época de consolidación de la República, se elaboraron algunos planos y mapas relacionados con hechos de armas que se suscitaron, como fue el caso del general español Isidro Barradas, quien en 1829 desembarcó cerca de Tampico, Tamaulipas con 20 navíos y 3,000 soldados, la mayoría de éstos, exiliados españoles, con el objetivo de reconquistar el Territorio Nacional (Fig. III-28). 92
Fig. III-28.- Plano elaborado a una escala de dos leguas de 5, 000 varas castellanas, publicado en el aĂąo de 1829, por JosĂŠ Yberri Ignacio, para ilustrar las acciones militares realizadas en Tampico, contra el Brigadier Isidro Barradas. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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2.6. Primer conflicto con Francia. En 1827, siendo presidente de México el General Guadalupe Victoria, se decidió celebrar con Francia un convenio de amistad y comercio, denominado: Declaraciones Provisionales; sin embargo, por diferencias en los términos comerciales, hasta mediados de la década de 1830, aún no se había concretado un tratado definitivo. Esta situación se vio complicada por una serie de reclamaciones de ciudadanos franceses, radicados en México, con motivo de supuestos daños que habían sufrido durante las guerras internas del país. Francia envió una flotilla de barcos al mando del ministro Antoine Louis Deffaudis, quién arribó al puerto de Veracruz en 1838, bloqueándolo para apoyar las peticiones de los súbditos franceses. Ante tal agresión, Anastacio Bustamante, quién ocupaba la presidencia de la República en esa época, expulsó a los ciudadanos franceses radicados en el país, y ordenó al General Santa Anna defender el Puerto. Finalmente el 9 de marzo del año de 1839, ambas naciones firmaron un tratado de paz. Durante este período de consolidación del México independiente, además de los trabajos emprendidos por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística existente en la época, y del que se hará referencia en el siguiente subcapítulo, los ingenieros militares siguieron produciendo cartografía de las regiones más habitadas del país. Un ejemplo de ellas es el Plano de la Ciudad de México, que se muestra en la Figura III-29, documento que fue elaborado a una escala de 1,000 varas castellanas, por el Teniente Coronel José María Calvo en el año de 1830, complementándolo con datos de campo obtenidos por el Teniente Coronel Diego García Conde, en el año 1793; en este plano se muestra la traza urbana de la ciudad, misma que se encontraba dividida en ocho Cuarteles Mayores y 32 Cuarteles Menores; encargados de vigilar a la población y fomentar las artes y los oficios; indica también la ubicación de edificios y sitios relevantes, y como dato interesante, se observa el inicio del trazo de lo que actualmente es la Avenida Paseo de la Reforma.
Fig. III-29.- Plano de la Ciudad de México, elaborado en el año de 1830, por el Teniente Coronel Rafaél María Calvo. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra. (el texto de Avenida Paseo de la Reforma fue colocado por el autor del libro como referencia).
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2.7. Instituto Nacional de Geografía y Estadística. En el año de 1833, el Presidente Mariano Arista encargó al Director del Cuerpo de Ingenieros Militares, General Ignacio de Mora y Villamil (Fig. III-30), la elaboración de una Carta General del País, procediendo de inmediato a realizar los trabajos previos, y a recopilar la información necesaria. Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos realizados, únicamente le fue posible diseñar una red de paralelos y meridianos geográficos, basada en el sistema de referencia geográfica, establecido por el cartógrafo Mercator. El país se enfrentaba al reto de disponer de mapas y cartas, que representaran todas las regiones del territorio nacional, a diferentes escalas, por lo que se determinó la fundación del Instituto Nacional de Geografía y Estadística, el 18 de abril de 1833. Este Instituto se conformó con tres secciones de trabajo, con funciones específicas, siendo las de Geografía, de Estadística y de Observaciones Geográficas, Astronómicas y Meteorológicas. Por diversas circunstancias, tanto externas como internas, el acopio de información geográfica fue suspendido, reanudándose los trabajos, de manera formal, hasta el año de 1835, destacándose como sus principales integrantes, los Generales José María Justo Gómez de la Cortina, Manuel Gómez Pedraza, Ignacio de Mora y Villamil, Juan N. Almonte, Pedro García Conde y el Coronel Manuel Payno, entre otros; este Instituto impulsó la Geografía y Estadística, publicó un Boletín con información Estadística y Geográfica de la República Mexicana (Fig. III-31), formó una selecta biblioteca, y recopiló una abundante colección de mapas, que habían sido elaborados con anterioridad, pero se desconoce si realizó trabajos cartográficos.
Fig. III-30.- General de División Ignacio de Mora y Villamil, Director del Cuerpo de Ingenieros. Imagen obtenida de http:// www.sedena.gob.mx.
Fig. III-31.- Portada del primer Boletín publicado por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística. Imagen obtenida de http://www.igeograf.unam.mx.
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Para la recopilación de datos, independientemente de los reportes que cada uno de los gobiernos de los Estados rendía, la Comisión de Estadística Militar envió a Ingenieros Militares de todas las jerarquías, para su obtención, los que recabaron diversa información. Dentro de ella destaca la obtención de 107 itinerarios y el cálculo de más de 360 alturas barométricas.
2.8. La Comisión de Estadística Militar. El 30 de septiembre de 1839, el General Juan Nepomuceno Almonte, Ministro de Guerra y Marina (Fig. III-32), formó la Comisión de Estadística Militar, ya que era indispensable la obtención de datos de interés general y particular, para que las fuerzas armadas pudieran materializar sus funciones. Sobre todo, se requería de información geográfica. La Comisión fue presidida por el propio Ministro, y conformada por un grupo de militares que, al mismo tiempo, formaban parte del Instituto Nacional de Geografía y Estadística.
A finales de 1846, siendo Presidente de la República el General Mariano Salas, se decretó que la Comisión de Estadística Militar subsistiera, hasta que publicara la Carta General de la República, se concluyeran las cartas particulares de cada uno de los Estados y se elaborara un Diccionario Geográfico y de Estadística Nacional, trabajos que eran indispensables para las operaciones que realizaban las Fuerzas Armadas. Sin embargo, el conflicto que vivía el país, con los Estados Unidos de Norteamérica, evitó que estos trabajos se desarrollaran; en diciembre de 1849, y a fin de evitar duplicidad de trabajos, se propuso la fusión de la Comisión de Estadística Militar y el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, creándose la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. 2.9. La Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. El primer presidente y fundador de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, fue el General de Brigada José María Justo Gómez de la Cortina (Fig. III-33).
Fig. III-33.- General José M. Justo Gómez de la Cortina (1799-1860). Imagen obtenida de http:// www.sepiensa.org.mx.
Fig. III-32.- General Juan Nepomuceno Almonte (1803-1869). Imagen obtenida de http://commons.wikimedia.org.
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Sus integrantes eran hombres destacados, entre los cuales figuraba el General Pedro García Conde, quien desde 1839, se dio a la tarea de integrar una Carta Geográfica General de la República Mexicana, tomando como base, para su elaboración, los datos existentes en el Ministerio de Guerra; esta carta incluyó una División Política integrada por 24 Departamentos, y fue publicada en la ciudad de Londres, Inglaterra, en el año de 1845 (Fig. III-34); de igual forma, García Conde elaboró diversos Atlas de la República Mexicana y Portulanos de sus costas, de los cuales no se dispone de ejemplares.
Fig. III-34.- Carta Geográfica General de la República Mexicana, publicada en el año de 1845, por el General Pedro García Conde. Imagen obtenida del libro El Territorio Mexicano, Tomo I, La Nación.
Esta sociedad logró recopilar una gran cantidad de mapas de la Nueva España. Así mismo, elaboró y actualizó en el año de 1850, una Carta General de la República, misma que no logró publicar, hasta el año de 1853, gracias al apoyo económico del Ministerio de Fomento. Durante el período comprendido de 1839 a 1853, la Sociedad materializó todos sus proyectos cartográficos. Una muestra de ello lo constituye el Mapa del Estado de México, levantado por el Coronel de Ingenieros, Tomás Ramón del Moral, en donde se incluyen la capital del Estado, las cabeceras municipales y las de distrito; el relieve se encuentra representado por un sombreado que permite percibir la configuración del terreno (Fig. III-35).
Fig. III-35.- Mapa General del Estado de México, levantado por Tomás Ramón del Moral, publicado en 1852. Imagen proporcinada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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El 1/0. de abril de 1833, Antonio López de Santa Anna es electo Presidente de la República Mexicana, promulgando de inmediato una Constitución, que establecía un gobierno central, en el que los Estados dejaban de tener su propio gobierno para constituirse en Departamentos.
2.10. La Independencia de Texas. A principios del siglo XIX, el Norte del territorio mexicano se encontraba prácticamente olvidado y deshabitado, debido a la gran distancia que lo separaba de la capital, lo que originaba que el gobierno mexicano pusiera poca atención a los asuntos del Estado de Texas, cuyos habitantes no se sentían ligados ni moral, ni territorialmente con México; en 1823 México otorgó al norteamericano Esteban Austin una concesión para colonizar Texas (Fig. III-36), región que en 1830 contaba con 25,000 habitantes, de los cuales 5,000 eran mexicanos; en 1831, los colonos norteamericanos exigieron al gobierno Federal de México la separación de Texas de Coahuila, con la finalidad de proclamar su Independencia, y posteriormente unirse a territorio estadounidense.
Una vez establecido el sistema de gobierno centralista, en la capital, en 1835, los colonizadores Texanos dirigidos por Samuel Houston declaran su Independencia de México, nombrando como presidente al colono angloamericano David Bumett, y como vicepresidente al mexicano Lorenzo de Zavala, quién había sido expatriado de México por Ignacio Bustamante. Ante tales acontecimientos, el General Santa Anna se dirigió al norte, con la finalidad de someter bajo su régimen a los separatistas, ganando una serie de batallas. Sin embargo, fue derrotado en la batalla de San Jacinto, donde fue capturado; para obtener su libertad, Santa Anna accede a retirar a las tropas mexicanas del territorio norteamericano, y a reconocer la Independencia de Texas, para lo cual firma el Tratado de Velasco, el 14 de mayo de 1836, poniendo fin a las hostilidades. El gobierno estadounidense se apresuró a reconocer al nuevo territorio, mismo que posteriormente fue anexado como un Estado de ese país (Fig. III-37).
Fig. III-37.- Mapa de Texas, publicado por J. H. Colton, en el año de 1833, en el recuadro se observa el Puerto de Gálveston, en cuyas cercanías se localiza el poblado de Velasco, en donde el General Santa Anna, presidente de México, firmó el Tratado que reconocía su independencia. Imagen obtenida del libro El Territorio Mexicano, Tomo I, La Nación (modificada por el autor del libro, para resaltar la información localizada en el recuadro, sobre el mapa).
Fig. III-36.- Mapa de las colonias establecidas en Texas, cuando era parte del Territorio Mexicano, elaborado por el General Manuel de Mier y Terán, publicado en el año de 1832. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Al separarse Texas del territorio mexicano, se segregaron del país casi 700 mil kilómetros cuadrados, que pasaron a formar parte del territorio norteamericano, pérdida que produjo una importante modificación en la figura del Territorio Nacional, dando como resultado, un nuevo límite fronterizo en el norte del país, a la altura del Río Bravo, como se observa en la Figura III-38, en donde se presenta un mapa, que indica los límites de la Alta California, Nuevo México y Texas, además de las jurisdicciones de los obispados existentes en el país. CAPÍTULO 3 CONFIGURACIÓN DE LA FRONTERA NORTE.
3.1. La Invasión Norteamericana. En la década del año de 1840, el expansionismo norteamericano buscaba anexar a su territorio la Alta California y Nuevo México, y como ya se comentó, el gobierno estadounidense conspiró para que se le incorporara el Estado de Texas, lo cual no se materializó hasta el año de 1845, fecha en que oficialmente pasó a formar parte de los Estados Unidos de Norteamérica. Ante la negativa del gobierno mexicano, para aceptar ofertas de compra de la Alta California y Nuevo México, el gobierno norteamericano ordenó a sus tropas avanzar hacia el Río Bravo, por lo que se ocasionó un incidente armado en California, entre soldados de ambos países, situación que aprovechó el gobierno de los Estados Unidos, para justificar el rompimiento de las relaciones e iniciar la invasión al territorio mexicano. El 25 de abril de 1846, los Estados Unidos de Norteamérica declaran la guerra al Gobierno Mexicano; la Alta California y Nuevo México fueron invadidos de inmediato, y tropas norteamericanas ingresaron al país por Matamoros, Monterrey y Veracruz.
Fig. III-38.- Mapa de los Estados Unidos Mejicanos, publicado en 1837, en donde se observa la forma del territorio nacional, después de la independencia de Texas. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra. (los colores y las leyendas de Alta California, Nuevo México y Texas, fueron agregadas por el autor del libro, para una mejor interpretación).
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Sin embargo, México carecía de recursos suficientes para la defensa del país, situación que se complicaba aun más, debido a los conflictos internos que confrontaba, derivados de las divisiones existentes entre Liberales y Conservadores, de modo que la invasión se dirigió amenazante a la ciudad Capital (Fig. III-39).
Fig. III-39.- Carta que ilustra las acciones realizadas durante la invasión norteamericana, perpetradas en los años de 1846 a 1848. Autor desconocido. Formada bajo la Dirección del Lic. Victoriano Pimentel. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Ante el inicuo acto norteamericano, los mexicanos sostuvieron múltiples batallas, con la finalidad de contener al invasor que avanzaba desde la frontera norte y por el puerto de Veracruz; el desarrollo de algunas de estas contiendas, quedó registrado en representaciones cartográficas, como las que se ilustran en las Figuras III-40, III-41, III-42, III-43, III-44, III-45, III46, III-47, III-48 y III-49, en las que se detallan las acciones militares realizadas en las Batallas de Palo Alto, Resaca de Guerrero, Matamoros, la Angostura, Sacramento, la del Puerto de Veracruz, de Cerro Gordo, de Padierna, así como la Campaña del Valle de México. Es durante esta campaña, cuando se realiza la defensa del Castillo de Chapultepec, y donde los jóvenes cadetes del Heroico Colegio Militar, niños y adolescentes casi todos, cercados por las tropas norteamericanas, dieron muestra de valor, al resistir el avance de los invasores, peleando inclusive cuerpo a cuerpo, hasta ofrendar su vida con valentía y honor por la Patria; en este hecho conocido por todos los mexicanos como “La Gesta Heroica de los Niños Héroes de Chapultepec”, perdieron la vida el Teniente Juan de la Barrera, y los jóvenes Cadetes: Agustín Melgar, Fernando Montes de Oca, Francisco Márquez, Juan Escutia y Vicente Suárez, a quienes la nación admira como unos de sus héroes mas preclaros (Fig. III-50). Fig. III-40.- Croquis de autor desconocido, que describe la Batalla de Palo Alto, en el Estado de Tamaulipas, que tuvo lugar el día 8 de mayo del año de 1846. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. III-41.- Plano de autor desconocido, que muestra las posiciones ocupadas por las tropas mexicanas, durante la batalla de la Resaca de Guerrero, en el Estado de Tamaulipas, el dĂa 9 de mayo del aĂąo de 1846. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. III-42.- Plano de la ciudad de Matamoros, en el cual se describe la evacuación de las tropas mexicanas, el día 17 de mayo de 1846. Autor Luís Berlandier. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. III-43.- Croquis de la Batalla de la Angostura, en el Estado de Coahuila, que tuvo lugar los dĂas 22 y 23 de febrero de 1847. Autor Juan SuĂĄrez Navarro.Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. III-44.- Croquis de la Batalla del Sacramento, del dĂa 28 de febrero de 1847 de autor desconocido. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. III-45.- Mapa de la ciudad de Veracruz y Fuerte de San Juan de Ulúa, durante el bombardeo realizado por el Ejército de los Estados Unidos, en el año de 1847, elaborado por F. Soto, profesor de Geografía del Colegio Militar. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. III-46.- Plano de las posiciones mexicanas y de los Estados Unidos, en la Batalla de Cerro Gordo, en el Estado de Veracruz, el 18 de abril de 1847, dedicado a la memoria del General Ciriaco Vรกzquez, muerto en esta batalla. de autor desconocido. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. III-47.- Croquis de la Batalla del Campo de Padierna, en la Ciudad de MĂŠxico, que tuvo lugar el dĂa 19 de agosto de 1847, entre las tropas mexicanas y las tropas norteamericanas, de autor desconocido. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. III-48.- Mapa que muestra la campaña del Ejército invasor, en el Valle de México, en los meses de agosto y septiembre de 1847, elaborado por F. Soto, profesor de geografía del Colegio Militar. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. III-49.- Croquis de la Batalla del Molino del Rey, en la Ciudad de MĂŠxico, que tuvo lugar el dĂa 8 septiembre de 1847, de autor desconocido. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. III-50.- Niños Héroes caídos ante el invasor norteamericano, en defensa de la Patria, el día 13 de septiembre de 1847, en el Castillo de Chapultepec, Teniente Juan de la Barrera y Cadetes: Agustín Melgar, Fernando Montes de Oca, Francisco Márquez, Juan Escutia y Vicente Suárez.
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Dicho Tratado fue ratificado por el Presidente Manuel de la Peña y Peña, el día 30 de mayo de 1848. Con la firma de este Tratado, México perdió aproximadamente dos millones cuatrocientos mil kilómetros cuadrados de superficie, a cambio de semejante infamia, el país recibió la humillante cifra de quince millones de pesos, y el territorio se redujo a poco menos de la mitad (Fig. III-53).
A pesar de la resistencia presentada por los mexicanos, los invasores norteamericanos consiguieron ocupar la Ciudad de México (Fig. III-51), y no fue hasta el mes de enero del año de 1848, cuando representantes de ambos países, inician las negociaciones para poner fin a esta desigual guerra.
Fig. III-51.- Imagen que ilustra la entrada del ejército norteamericano al Zócalo de la Ciudad de México en 1847. Imagen obtenida del libro La Pintura militar de México en el Siglo XIX.
Con la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo, la cual se llevó acabó en la Villa de Guadalupe, el 2 de febrero de 1848, por los Plenipotenciarios Bernardo Couto, Miguel Atristain y Luis Gonzaga Cuevas, designados por la República Mexicana, y Nicolás P. Trist nombrado por los Estados Unidos de América, tratado con el cual se aceptaba la pérdida de Nuevo México, la Alta California, Texas y una parte del Estado de Tamaulipas, ubicada entre los Ríos Nueces y Bravo, lográndose defender la posesión de la Baja California y su unión con Sonora (Fig. III-52).
Fig. III-52.- Croquis que ilustra los Territorios de Texas, Nuevo México y Alta California, segregados del país, habiéndose perdido 2´400,000 kilómetros cuadrados. Imagen elaborada por el autor del libro.
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Fig. III-53.- Mapa de los Estados Unidos Mexicanos, editado en el año de 1851, en él se describen los territorios segregados, con motivo de los tratados de Velasco y de Guadalupe Hidalgo (Texas, Nuevo México y Alta California) de autor desconocido. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Sorteando múltiples obstáculos, estos trabajos continuaron a lo largo de toda la línea fronteriza, desde la confluencia de los Ríos Gila y Colorado, hasta la ciudad de Matamoros, Tamaulipas, lugar donde concluyeron el 13 de agosto de 1853, quedando demarcada la frontera entre ambos países, con una línea divisoria de 3,326 Kilómetros de extensión, aproximadamente (Fig. III-55).
3.2. Delimitación de La Frontera Norte. Para materializar la nueva línea divisoria descrita en el artículo quinto, del tratado de Guadalupe Hidalgo del 2 de febrero del año de 1848, y establecer las mojoneras correspondientes, los dos gobiernos se comprometieron a designar a un comisario y un agrimensor, quienes se reunirían antes del término de un año, para demarcar el correspondiente límite. Por la parte de México, la Comisión de Límites quedó integrada el día 2 noviembre de 1848, por el General Pedro García Conde, como comisario, y el señor José Salazar Ilarregui, como agrimensor. Las comisiones de ambos países se reunieron en el puerto de San Diego, en la Alta California. Una vez autorizados los trabajos, los agrimensores emprendieron un plan general de operaciones, mismo que se inició con fecha 28 de julio del año de 1849, con el posicionamiento astronómico de los extremos de la línea divisoria, que separaría la Baja California de la Alta California (Fig. III-54).
Fig. III-55.- Mapa de la República Mexicana, que contiene la línea divisoria entre México y Los Estados Unidos, conforme al Tratado de Guadalupe Hidalgo, en el año de 1848, con la separación de la Alta California y de la Baja California, en el año de 1853 de autor desconocido. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra. (la línea roja fue resaltada por el autor del libro, para resaltar la línea fronteriza).
Fig. III-54.- Mapa de la línea divisoria entre México y Los Estados Unidos, conforme al Tratado de Guadalupe Hidalgo, trazado en el año de 1850. Autores: José Salazar Ilarregui y Francisco M. Chavero. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra. (la línea roja y la leyenda Línea Fronteriza, fueron agregadas por el autor del libro, con la finalidad de resaltar la frontera).
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3.2.1. Pérdida de la Mesilla. Pese a las consecuencias que implicó para México la invasión norteamericana (18461848), en la que el país perdió el 55% de su territorio, el cual, hasta antes de la invasión, poseía una superficie superior a los 4´000,000 Kilómetros cuadrados, los norteamericanos no cesaron de tener ideas expansionistas, especialmente sobre Baja California, Sonora, Chihuahua y Tamaulipas, ya que las consideraban fáciles de invadir, debido a la poca población existente, y el escaso armamento con que se contaba para su defensa.
Para materializar el nuevo lindero, se conformó una nueva comisión de límites entre México y los Estados Unidos, a cargo del Ingeniero José Salazar Ilarregui, Francisco Jiménez y Miguel Alemán, entre otros, con el propósito de realizar simultáneamente dicha delimitación, que, en coordinación con una comisión norteamericana, convinieron sobre la ubicación de las nuevas mojoneras y los procedimientos de astronomía y triangulación que deberían llevarse a acabo, para la determinación de sus coordenadas.
En el año de 1853, el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica Franklin Pierce, ordenó a sus tropas invadir el territorio mexicano denominado La Mesilla (Fig. III-56), por lo que envió al ministro plenipotenciario James Gadsden, para negociar con el General Antonio López de Santa Anna, la compra del terreno y que, de no acceder, promoverían ante el Congreso Estadounidense, nuevamente, una tercera incursión, con la finalidad de invadir los Estados ubicados al norte de la República (Baja California, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y Durango); para evitar tal situación, ofrecían pagar la cantidad de 10 millones de dólares, por lo que Santa Anna, consciente de que el país no estaba en condiciones de enfrentar un nuevo conflicto militar, accedió a las pretensiones, y el 30 de diciembre del mismo año, se firmó un Tratado denominado De la Mesilla, mediante el cual, se vendía una nueva fracción del Territorio Nacional, lo que obligó a realizar modificaciones al límite fronterizo establecido entre ambas naciones, en el Tratado de Guadalupe Hidalgo.
Los resultados obtenidos por las comisiones fueron confrontados en común, analizándose las diferencias, hasta que los valores fueron aceptados por ambas partes, dando como resultando una línea de 381,844.87 metros de Longitud y una superficie de 110, 000 kilómetros cuadrados (Fig. III-57), los cuales pertenecían, en su gran mayoría a los Estados de Sonora y Chihuahua; lo que implicó que el Territorio Mexicano quedara con una superficie aproximada de 1´952, 248 kilómetros cuadrados.
Fig. III-57.- Mapa General Sección IV, muestra la confluencia de los Ríos Colorado y Gila, límite del Territorio de La Mesilla, así como la línea fronteriza convenida entre los representantes de México y Estados Unidos. Realizado en el año de 1853 por las Comisiones de Límites de ambas naciones. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra. (los colores y las leyendas fueron agregados por el autor del libro, con la finalidad de resaltar la línea Fronteriza y los ríos que eran el límite de la Mesilla).
Fig. III-56.- Croquis que ilustra el territorio completo de La mesilla, conforme al tratado de Gadsden o de la Mesilla. Imagen elaborada por el autor del libro.
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En 1884 ambos gobiernos convinieron en que la línea divisoria fuera el centro del canal de los Ríos Bravo y Colorado, de cuya medición terrestre se encargó la Comisión Internacional de Límites.
3.2.2. El Chamizal. El Chamizal es una porción de terreno de aproximadamente 243 hectáreas, situado originalmente entre el margen derecho del Río Bravo y Paso del Norte, hoy Ciudad Juárez, Chihuahua (Fig. III-58).
El 24 de junio de 1910, se sometió a una comisión de arbitraje internacional, que emitió un laudo el 15 de junio de 1911, en el cual estableció que la desviación del cauce ocupado por el Río Bravo en 1852, respecto al que ocupaba en el año 1896, era originado por un relleno artificial de 156 hectáreas, denominado Corte de Córdoba (Fig. III-59), realizado para prevenir inundaciones en Ciudad Juárez, Chihuahua, por lo que El Chamizal pertenecía a México. Sin embargo, el gobierno de los Estados Unidos reconoció el fallo, hasta el 30 de junio de 1962. El 29 de agosto de 1963, el Secretario de Relaciones Exteriores Manuel Tello Barraud y el Embajador de los Estados Unidos, Thomas Mann, firman en la Ciudad de México, el Convenio del Chamizal (Fig. III-60), dando cumplimiento al laudo de 1911, por medio del cual se da solución al problema a favor de México. Pero es hasta el 25 de febrero de 1964 que el presidente Adolfo López Mateos, recibió simbólicamente El Chamizal de manos del presidente Lyndon B. Jhonson, reintegrándose físicamente el 28 de octubre de 1967, las 176.92 hectáreas que habían estado en disputa.
Fig. III-58.- Mapa de la Línea Divisoria entre México y Los Estados Unidos, que muestra el territorio del Chamizal, la ubicación del poblado Paso del Norte en territorio mexicano y la posición original del Río Bravo en 1852. Levantado por el Agrimensor y Comisario interino José Salazar Ilarregui. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra. (los colores y la leyenda El Chamizal, fueron agregados por el autor del libro, para resaltar el detalle del territorio en disputa).
Debido a lo impetuoso de las avenidas, que la temporada de lluvias originaba en la corriente del Río Bravo, el cauce natural del río sufrió modificaciones, provocando, en más de una ocasión, el desgajamiento de las márgenes, provocando la reubicación de poblaciones de un lado a otro de la línea divisoria. Uno de esos casos fue el de El Chamizal, cuando una desviación del cauce, en el año de 1864, lo puso del lado estadounidense.
Fig. III-59.- Croquis del territorio denominado el Chamizal, en donde podemos observar la posición del Río Bravo, en el año de 1852 y posteriormente, la desviación que sufrió el río en el año de 1896, Imagen obtenida del libro El Territorio Mexicano, Tomo I. La Nación (los colores fueron agregados por el autor del libro, para identificar mejor el territorio en querella).
Finalmente se procedió a realizar los trabajos técnicos para rectificar el cauce del río, por lo que la nueva línea divisoria fue inaugurada por los presidentes Gustavo Díaz Ordaz y Lyndon B. Jhonson, el 13 de diciembre de 1968.
El ejercer las autoridades texanas su jurisdicción en esa zona, originó que el presidente Benito Juárez instruyera a Matías Romero, ministro mexicano representante en Washington, para que exteriorizara a ese gobierno, que los cambios ocurridos en el cauce principal del Río Bravo no alteraban la línea divisoria acordada en los tratados de 1848 y 1853. Sin embargo, para el gobierno del país vecino, la frontera era el cauce que seguía la corriente de agua.
Fig. III-60.- Firma del Convenio del Chamizal, entre México y los Estados Unidos. Imagen obtenida de http://dmc.utep.edu.
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CAPÍTULO 4 LA CARTOGRAFÍA EN LA ÉPOCA DE LA REFORMA. 4.1. La Revolución de Ayutla. La capitulación en la guerra sostenida con los Estados Unidos y la consiguiente pérdida del territorio, motivó que en los mexicanos se fortaleciera su sentimiento nacionalista, valoraran su territorio y empezarón a discernir, cómo conformarse en un país independiente; con esta aspiración empezaron a agruparse en partidos políticos. El partido de los Liberales, con la pretensión de constituir una nación estable y duradera, que garantizara las libertades individuales y protegiera la libertad del comercio, mientras que el partido de los Conservadores, intentaba formar a las instituciones políticas mexicanas, conforme a un modelo europeo, pretendiendo establecer una monarquía.
Fig. III-61.- Plano que describe una parte del Cuartel Mayor No. VIII, en México. Publicado en el año de 1854. Autor José A. Téllez Girón. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
El excesivo lujo en el gobierno de Santa Anna y los enormes impuestos establecidos para sostenerlo, así como la venta de La Mesilla, motivaron a los Liberales a levantarse en armas, proclamando el Plan de Ayutla, en marzo del año de 1854, en el cual se desconocía a Santa Anna como presidente.
4.3. Cartografía auspiciada por el Ministerio de Fomento, Colonización, Industria y Comercio.
4.2. La Labor de Ingenieros Militares durante la Revolución de Ayutla.
Este Ministerio se crea el 22 de abril de 1853, al término de la Intervención Norteamericana y durante la Revolución de Ayutla, con la finalidad de promocionar, fomentar y ejecutar obras, que contribuyeran a mejorar la vida de sus habitantes, y de manera objetiva y directa, condujeran a la prosperidad del país, aprovechando los avances de la ciencia y la industria; este Ministerio fue también el responsable de realizar las obras públicas, colonizar los terrenos baldíos, impulsar la industria y desarrollar la estadística general del país.
En octubre del año de 1853, la Secretaría de Guerra decretó que se realizara la construcción de diversas obras, con un fondo económico integrado con el uno por ciento de los haberes de las personas que prestaban sus servicios a la nación; entre tales obras, se incluyeron la construcción y remodelación del Cuartel de Inválidos, el Colegio Militar, el Almacén de Pólvora, tres Cuarteles Mayores (uno de caballería y dos de infantería) y un Campo Militar de Maniobras; durante los trabajos, destaca la precisión con que los militares del Cuerpo Nacional de Ingenieros los proyectaron, bajo la Dirección del General de División Ignacio de Mora y Villamil, elaborando los planos correspondientes de estas importantes obras (Fig. III-61).
Para que este Ministerio cumpliera con tal misión, se organizó en secciones dedicadas a satisfacer los objetivos planteados; una de ellas fue la Sección de Estadística, a cuyo cargo se designó al Licenciado Manuel Orozco y Berra, quién desarrolló una serie de importantes trabajos cartográficos, dentro de los que destaca la elaboración de una Carta Etnográfica, para el estudio de las emigraciones de los pueblos indígenas que ocupaban el país, como se indicará más adelante en la Figura III-83. Así mismo, fue recopilando información geográfica, con la finalidad de publicar unos Apuntes Para la Historia de la Geografía en México (Fig. III-62), obra no que fue publicada hasta el año de 1881.
El movimiento de los Liberales, encabezado por el General Juan Nepomuceno María Álvarez Hurtado, obligó a Santa Anna a dejar el poder y salió huyendo de México, en agosto de 1855.
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Fig. III-62.- Apuntes para la Historia de la Geografía en México, publicados por el Ingeniero Manuel Orozco y Berra en el año 1881. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Con el objetivo de adquirir experiencia para realizar estudios e investigaciones, en diversos lugares de la República, el Ministro de Fomento Licenciado Manuel Siliceo, decidió iniciar con la estadística del Distrito Federal y crear la carta del Valle de México. Aún cuando al Ministerio de Fomento no le fue encomendado formalmente el estudio geográfico del país, los trabajos realizados por los Ingenieros Orozco y Berra y Antonio García Cubas, como integrantes de la Sección de Estadística de este Ministerio, fueron de gran trascendencia, y le dieron un gran impulso a la cartografía en esa época. Al Ingeniero García Cubas se le debe la publicación de las Cartas Geográfico-Estadísticas de los Estados, el Distrito y los Territorios (Fig. III-63), con sus memorias correspondientes, incluyendo las del Soconusco en Chiapas y la Carta General de la República, entre otras importantes obras cartográficas.
Fig. III-63.- Plano de la Ciudad de Puebla y sus alrededores, elaborado por el Ingeniero Antonio García Cubas en el año de 1863. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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A partir del año 1861, este Ministerio recibió la denominación de Ministerio de Justicia, Fomento e Instrucción Pública, quién continuó con la elaboración de diversos trabajos cartográficos, parte de ellos de índole militar, los cuales se efectuaron con la finalidad de ilustrar los conflictos armados que tuvieron lugar en diferentes partes de la República. Una muestra de esta cartografía, es el plano de la Batalla de las Cumbres de Acultzingo, Puebla (Fig. III-64), sostenida entre las tropas mexicanas y francesas, en el año de 1862, plano elaborado por la Sección Científica de dicho Ministerio, a partir de la información contenida en un croquis remitido por la Comandancia de Ingenieros del Ejército de Oriente.
Fig. III-65.- Croquis de las operaciones y posiciones de las tropas Republicanas del Cuerpo del Ejército del Norte, bajo el mando del General Mariano Escobedo, sobre la Plaza de Matamoros, levantado por el Coronel de Ingenieros Sóstenes Rocha, en el año de 1865. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
4.3.1. La Comisión del Valle de México. En el año de 1857, siendo Ministro de Fomento el Licenciado Manuel Siliceo, dispuso que se realizara un plano topográfico completo y exacto del Valle de México, con el propósito de llegar a concretar un Atlas Nacional, que comprendiera la Historia, Geografía, Arqueología, Zoología, Botánica, Estadística, Geología, Geodesia y Topografía del país; para el efecto, en este año se formó la denominada Comisión del Valle de México, bajo la dirección del Ingeniero Francisco Díaz Covarrubias, integrada por las Secciones de: Arqueología e Historia a cargo del Licenciado José Fernando Ramírez, Zoología y Botánica dirigida por Leopoldo Río de la Loza y Julio Laverriere, Geografía y Estadística bajo la dirección del Ingeniero Manuel Orozco y Berra; Astronomía y Geodesia encabezada por el mismo Díaz Covarrubias; y Topografía bajo la dirección del Ingeniero Manuel Fernández.
Fig. III-64.- Plano de la Batalla que tuvo lugar el 28 de abril de 1862, en las Cumbres de Acultzingo, Puebla, entre las fuerzas mexicanas y las tropas francesas. Elaborado por la Sección Científica del Ministerio de Justicia, Fomento e Instrucción Pública. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
Otro ejemplo de la información cartográfica generada en esa época, es el Croquis de las posiciones ocupadas por las tropas republicanas del Cuerpo de Ejército del Norte, comandadas por el General Mariano Escobedo, en sus operaciones en la plaza de Matamoros, Tamaulipas (Fig. III-65), levantado por el Coronel de Ingenieros Sóstenes Rocha, en el año de 1865. 119
El primer trabajo que realizó esta Comisión, fue la Memoria Sobre las Medidas de la Base para la Triangulación del Valle de México. Posteriormente elaboró el Plano Topográfico del Distrito Federal y la Carta Hidrográfica del Valle de México, para lo cual se efectuaron los levantamientos topográficos de Guadalupe de Hidalgo (Fig. III-66), Mixcoac, Churubusco, Ixtapalapa, Tacubaya, Azcapotzalco, Distrito Federal, Chalco y Tlalpan.
En octubre del año de 1858, la Comisión del Valle de México dio a conocer las Tablas de las Coordenadas X, Y, para construir la proyección de la Carta General de la República Mexicana (Fig. III-67), calculadas por el Ingeniero Francisco Díaz Covarrubias, para facilitar la creación de los nuevos mapas. Estas tablas contienen los valores en metros, correspondientes a cada una de las intersecciones de los meridianos y paralelos geográficos del país; con los datos ahí contenidos, se calculaba el tamaño de la carta y se ubicaban, con precisión, las líneas correspondientes a sus coordenadas.
Fig. III-67.- Ejemplo de las Tablas de Coordenadas elaboradas por el Ingeniero Francisco Díaz Covarrubias, para construir la Proyección de la Carta General de la República Mexicana.
Así, la topografía del Valle de México quedaba registrada en diversos Planos Topográficos, elaborados con una equidistancia de curvas de nivel de 10 metros, representadas mediante pequeños segmentos de recta, que indican la forma del terreno, como lo muestra el plano Topográfico del Distrito de México, levantado en 1857 por la Comisión del Valle de México, el cual contiene, también, las coordenadas geográficas (Longitud y Latitud) de algunos sitios sobresalientes del Valle de México (Fig. III-68).
Fig. III-66.- Plano de Guadalupe de Hidalgo, levantado por la Comisión del Valle de México en 1856. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. III-69.- Ingeniero Geógrafo Antonio García Cubas (1832-1912). Imagen obtenida del libro Información Geográfica hacia el Tercer Milenio.
En el año de 1856, este Ingeniero Geógrafo se hizo miembro de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, la que le facilitaría el libre acceso a sus selectas bibliotecas privadas, que le sirvieron de base para elaborar y publicar, bajo el auspicio del Ministerio de Fomento, su primera obra cartográfica denominada Atlas Geográfico, Estadístico e Histórico de la República Mexicana, el cual se integraba de 29 mapas y 2 cartas generales del país, siendo el primer Atlas publicado por un mexicano en el México independiente. Para su elaboración utilizó también los trabajos realizados por el Barón de Humboldt, García Conde, Mora y Villamil, así como la Carta General levantada por la Comisión de Estadística Militar, entre otros (Fig. III-70 y III-71). Una anécdota de la historia refiere que, con la intención de disponer de patrocinio para la publicación de su primera Carta General de la República Mexicana, el Ingeniero García Cubas, se vio obligado a buscar el beneplácito de Antonio López de Santa Anna, en aquel entonces Presidente de la República, quién, al entrevistarse con el Geógrafo, inspeccionó interesado la carta exhibida, atento a las palabras del autor. Necesariamente se tuvo que comentar lo relacionado con los territorios perdidos en la guerra del año de 1847; en ese momento Santa Anna se mostró desconcertado, balbuceando palabras llenas de amargura, percibiendo García Cubas que, apenas entonces, Santa Anna comprendió la dimensión de la pérdida territorial que había sufrido el país. Como comentario podemos destacar, la importancia de contar con un mapa, carta o croquis, para conocer y valorar nuestro territorio, además de la necesidad de recorrerlo y explotarlo físicamente.
Fig. III-68.- Plano Topográfico del Distrito de México elaborado por la Comisión del Valle de México en el año de 1857. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
4.4. Cartografía de Antonio García Cubas. En la Época de la Reforma, en medio de las inestabilidades sociales y políticas en que se encontraba el país, surgieron hombres de ciencia y cartógrafos como el Ingeniero Geógrafo Antonio García Cubas (Fig. III-69), quien innovaría la cartografía del país y contribuiría para su desarrollo, preocupado por las técnicas que se utilizaban en la época para hacer las representaciones del terreno por medio de cartas geográfico-estadísticas, aplicando todos sus conocimientos, para dar a conocer al mundo, la majestuosa e inmensa riqueza de la Nación Mexicana.
La obra cartográfica de García Cubas fue el fruto de un arduo trabajo de investigación geográfica, que buscaba aportar un mayor conocimiento del territorio mexicano. 121
Fig. III-70.- Cuadro Geográfico y Estadístico de la República Mexicana, elaborado por Antonio García Cubas; contiene la Carta General de la República Mexicana e información relacionada con su situación geográfica, límites y extensión; división territorial y población; señalatambién el aspecto físico y clima; datos de minería; de industria; de comercio; marca las ferias anuales que se celebran en la República; indica las elevaciones mas prominentes y una descripción de los rasgos costeros e hidrográficos. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. III-71.- Carta General de la República Mexicana, publicada por Antonio García Cubas, que contiene en el margen inferior izquierdo, datos comparativos de la longitud de los principales ríos y de las elevaciones de las montañas más prominentes de la República. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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En el año de 1863, García Cubas publicó una segunda versión de su Carta General de la República Mexicana, a una escala de 1:2´000,000, mejorada gracias a los datos aportados por el Ingeniero Manuel Orozco y Berra, y a la Proyección Policónica19, calculada por el Ingeniero Francisco Díaz Covarrubias, en la que los valores de latitud quedaban representados en su verdadera proporción. Esta carta, durante mucho tiempo, fue la mejor de México, empleada posteriormente por los franceses en nuestro país (Fig. III-72). En 1864, García Cubas participó como ayudante de topógrafo en los trabajos de la Comisión Científica de Pachuca, adscrita a la Commission Scientifique du Mexique auspiciada por Maximiliano de Habsburgo. Ésta fue la única colaboración que el Ingeniero Antonio García Cubas tuvo con ese gobierno.
Cabe hacer notar, que el Ingeniero García Cubas se negó a trabajar con el Segundo Imperio, aún cuando la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística le pidió formar, junto con Manuel Orozco y Berra, una nueva Carta General del Imperio Mexicano. Después de la Intervención Francesa, García Cubas editó varias obras más, entre las cuales se destacan un Curso sobre Dibujo Topográfico y Geográfico; un Tratado Elemental de Topografía; un Diccionario Geográfico, Histórico y Biográfico de los Estados Unidos Mexicanos en cinco volúmenes; y un Compendio de Geografía Universal. 4.5. La Guerra de los Tres Años. Una vez consumada la Revolución de Ayutla, en el año de 1856, se convocó a un Congreso Constituyente, que con fecha 5 de febrero de 1857, promulgó una nueva Constitución Política del país. En ella se establece que la Federación se compone por los Estados de: Aguascalientes, Colima, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, México, Michoacán, Nuevo León y Coahuila, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Valle de México, Veracruz, Yucatán, Zacatecas y el Territorio de la Baja California (24 Estados y 1 Territorio). Las Reformas incorporadas al texto constitucional, provocaron la oposición del partido conservador, quienes la desconocieron, lo que ocasionó nuevamente una guerra civil, que orilló a exiliarse al entonces Presidente Ignacio Comonfort, asumiendo el mando del gobierno Don Benito Juárez García, por ser el Presidente de la Suprema Corte de Justicia. Los Conservadores eligieron como su presidente al General Félix María Zuloaga, lo que originó que el país tuviera dos gobiernos, en los tres años que duró la contienda. Durante los dos primeros años, los Conservadores dominaron la guerra, pero al negarse a vender Baja California, parte de Sonora y Chihuahua, el gobierno de los Estados Unidos, les retiró el apoyo que les había venido proporcionando.
Fig. III-72.- Carta General de la República Mexicana, escala 1:2´000,000, formada por el Ingeniero Antonio García Cubas, en el año de 1863. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Método basado en el empleo de varios conos sobrepuestos, para trazar en un plano, los meridianos y paralelos geográficos.
En diciembre del año de 1858, en la capital mexicana estalló una sublevación, para desconocer a los dos presidentes, con la finalidad de colocar al General Miguel Miramón en la presidencia conservadora.
4.6. Cartografía del Cuerpo Especial del Estado Mayor de la Secretaría de Guerra. Por disposición del presidente Ignacio Comonfort, durante el período de 18561858, el Cuerpo Especial del Estado Mayor de la Secretaría de Guerra elaboraron diversos cartogramas, que ilustran muchas de las contiendas que tuvieron lugar entre Liberales y Conservadores.
A fin de consolidar la reforma Liberal, el presidente Juárez promulgó, a partir del año de 1859, las denominadas Leyes de Reforma. Posteriormente, en el año de 1860, las Fuerzas Liberales obtuvieron varios triunfos de manera continua, hasta que, finalmente el 22 de diciembre de 1860, con el enfrentamiento acontecido en Calpulalpan, en el Estado de México, se puso fin a estas hostilidades, como lo muestra la Figura III-73, en la cual se pueden observar las posiciones ocupadas por el Ejército Federal en contra de las tropas reaccionarias; elaborado a una escala de 1, 000 varas, contiene además, los caminos utilizados para el desplazamiento de las tropas de ambos ejércitos, así como la orografía del terreno. Esta batalla hizo posible que Juárez entrara a la capital del país el 1 de enero de 1861.
Un ejemplo de estos documentos cartográficos, lo constituyen los croquis publicados por el Capitán J. N. Ruiz de Villegas, perteneciente a dicho Cuerpo Especial del Estado Mayor de la Secretaría de Guerra (Figs. III-74, III-75 y III-76).
Fig. III-74.- Batalla de San Isidro o de Ocotlán, Puebla, entre las tropas del gobierno Liberal (supremo gobierno) y las tropas Conservadoras (tropas pronunciadas), elaborado en el año de 1856, por el Cuerpo Especial del Estado Mayor del Ejército. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
Fig. III-73.- Croquis que describe la Batalla de Calpulalpan. Autor desconocido Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. III-75.- Carta que describe las acciones militares realizadas en marzo del aĂąo de 1856, en la ciudad de Puebla, entre Conservadores y Liberales; elaborado por el Cuerpo Especial de Estado Mayor del EjĂŠrcito. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. III-76.- Croquis Militar que muestra las posiciones de las fuerzas Liberales y Conservadoras, durante la batalla sostenida el dĂa 7 de marzo del aĂąo de 1858, en Celaya, Guanajuato. de autor desconocido. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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A pesar de la heroica batalla presentada a los franceses, en la ciudad de Puebla, el 5 de mayo de 1862, el ejército invasor logró derrotar al Ejército Liberal y tomó la Ciudad de México, forzando a Juárez a trasladar la sede de su gobierno a San Luís Potosí y posteriormente, a Monterrey, Saltillo, Chihuahua y finalmente a Paso del Norte (hoy Ciudad Juárez, Chihuahua). 5.2. Defensa de los Fuertes de Loreto y Guadalupe. CAPÍTULO 5
Como antecedente de la construcción de estos fuertes, tenemos que, en 1816, el Brigadier Ciriaco del Llano, del Ejército realista, ordenó que se fortificaran los templos de Loreto y Guadalupe, con la finalidad de proteger a la ciudad de los ataques de los Insurgentes, durante la guerra de independencia. Posteriormente en el año de 1862, estos fuertes fueron escenario de las batallas sostenidas con los invasores franceses.
LA INTERVENCIÓN FRANCESA Y EL SEGUNDO IMPERIO. 5.1. La Intervención Francesa.
El 5 de mayo, fecha en que tuvo lugar la batalla de mayor relevancia, donde el Ejército Mexicano al mando del General Ignacio Zaragoza, Ministro de Guerra y Marina, así como Comandante del Ejército de Oriente, dispuso que las tropas de los Generales Antonio Álvarez, Porfirio Díaz, Felipe Berriozábal y Miguel Negrete, hicieran frente a los invasores franceses, logrando una admirable victoria, en donde Las armas nacionales se cubrieron de gloria (Fig. III-77 y III-78).
Después de las largas y constantes luchas, el país tenía graves problemas económicos y financieros, por lo que Juárez se vio obligado a decretar, en julio del año de 1861, la suspensión del pago de todas las deudas públicas, por un período de dos años, incluyendo las adquiridas con otras naciones. La respuesta extranjera no se hizo esperar, por lo que los gobiernos de Inglaterra, Francia y España, con quienes México había contraído deudas, resolvieron intervenir en nuestro país para asegurar su pago, formando una alianza para enviar una expedición militar española armada a México, la cual hizo su arribo en la playa de Veracruz, en el mes de diciembre de 1861; posteriormente, las fuerzas armadas inglesas y francesas hicieron su llegada al territorio mexicano, en el mes de enero de 1862. El gobierno mexicano, con el fin de evitar un enfrentamiento armado, el 19 de febrero de 1862 realizó una reunión con los representantes de la Alianza, en el pueblo de La Soledad, Veracruz, donde se consiguieron diversos acuerdos, mismos que fueron formalizados en los denominados Convenios de la Soledad, en los que el gobierno de Juárez reconocía las deudas contraídas con los gobiernos extranjeros, comprometiéndose a saldarlas, por lo que las potencias extranjeras respetarían la integridad nacional. Sin embargo, Francia mostró una actitud hostil y transgrediendo los Convenios, envía un nuevo Ejército a territorio mexicano, confabulándose con los Conservadores, encabezados por el General Conservador Juan Nepomuceno Almonte, para invadir el país. Con la ayuda de los Conservadores mexicanos, quienes pretendían establecer una monarquía, Francia inició su intervención ocupando la ciudad de Orizaba; ante esta situación, el gobierno mexicano se aprestó a realizar la defensa del país, por lo que convocó el apoyo del pueblo para oponerse a la invasión.
Fig. III-77.- Fotografía de la pintura de la batalla sostenida entre las tropas francesas y las mexicanas, en los Fuertes de Loreto y Guadalupe, el 5 de mayo de 1862. Imagen obtenida del libro La pintura militar de México en el Siglo XIX.
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Fig. III-78.- Plano topográfico, que muestra la ubicación de los Fuertes de Loreto y Guadalupe, construidos en la cima de los cerros del mismo nombre, al noreste de la Ciudad de Puebla, donde tuvo lugar la Batalla entre las Tropas mexicanas y las francesas. Elaborado en 1863 por el Ingeniero José Joaquín Arriaga. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra. (la leyenda en color azul, fue agregada por el autor del libro, para facilitar la identificación de los Fuertes).
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Durante este período, en que las fuerzas mexicanas defendieron valerosamente el país, en contra de los invasores franceses, la Comandancia General de Ingenieros del Ejército de Oriente, ordenó la elaboración de mapas y croquis de las batallas que se iban suscitando en el territorio nacional; un ejemplo de esto lo constituyen las figuras III-79, III-80 y III-81.
Fig. III-80.- Croquis militar de la Batalla de Santa Gertrudis, Chihuahua, sostenida entre las fuerzas Liberales y las fuerzas Imperialistas, elaborado por el Coronel de Ingenieros Sóstenes Rocha.Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
Fig. III-79.- Croquis elaborado por la Comandancia General de Ingenieros del Ejército de Oriente, donde ilustra la batalla entre las tropas francesas y las mexicanas, en la ciudad de Puebla. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
Fig. III-81.- Croquis Militar del combate efectuado en Paso de las Cabras, Nuevo León, el 16 de agosto de 1865, elaborado por el Coronel de Ingenieros Sóstenes Rocha. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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5.3. El Segundo Imperio. Dueño el Ejército Francés de una parte del territorio mexicano, y con la decidida colaboración de los Conservadores, se instauró un gobierno provisional, integrado por un Consejo de Regencia, para ejercer el Poder Ejecutivo, y una Asamblea de importantes personalidades, para decidir sobre la forma de gobierno que el país debía tener. El 10 de julio de 1863, el Congreso dispuso que la nación adoptara la monarquía hereditaria como forma de gobierno, cuyo soberano se denominaría Emperador de México.
Fig. III-82.- Ingeniero Agrónomo y Lic. Manuel Orozco y Berra (1816-1881). Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
Por lo anterior, Napoleón III ofreció la corona del Imperio Mexicano a Fernando Maximiliano de Habsburgo, Archiduque de Austria, quién aceptó el ofrecimiento, y de inmediato se trasladó a Territorio Mexicano, haciendo su arribo al puerto de Veracruz, en el año de 1864, y a la Ciudad de México, el 12 de junio del mismo año. El emperador asumió su imperio con el respaldo de las tropas francesas y con el pleno apoyo de los Conservadores; para gobernar se rodeó de extranjeros, a los que colocó en los principales puestos, dejando para los Conservadores mexicanos, puestos secundarios sin poder de decisión. Respecto a las actividades geográficas, Maximiliano apoyó a las Instituciones ya instauradas en años anteriores, como la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, quienes se dieron a la tarea de realizar estudios muy interesantes del territorio nacional, utilizando la tecnología de la época. 5.4. La Cartografía de Manuel Orozco y Berra. El Ingeniero Agrónomo y Licenciado en Derecho Manuel Orozco y Berra, fue durante el Imperio de Maximiliano, un defensor e impulsor de los trabajos cartográficos realizados por los mexicanos (Fig. III-82). Uno de los documentos cartográficos de índole temático, que elaboró el Ingeniero Manuel Orozco y Berra, fue la Carta Etnográfica de México, publicada en 1864, la cual representa las regiones ocupadas por los grupos étnicos existentes en todo el Territorio Nacional (Fig. III-83).
Fig. III-83.- Carta Etnográfica de México, escala 1:4´000,000, formada por el Ingeniero Manuel Orozco y Berra, en el año de 1864.Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Siendo el Ingeniero Orozco y Berra Subsecretario del Ministerio de Fomento, Colonización, Industria y Comercio, le fue encomendada la labor de crear una nueva organización territorial para el Segundo Imperio Mexicano, en una comunicación fechada el 27 de julio del año de 1864; se le solicitó, por orden del emperador, que la presentara en un término de ocho meses. En el mes de febrero de 1865, Orozco y Berra presentó su propuesta para Dividir el Territorio del País en cincuenta Departamentos; para su elaboración consideró entre otros aspectos, lo siguiente: la distribución de los recursos, la demografía, las razas, los idiomas, la religión, las costumbres y el crecimiento económico, así como las vías de comunicación y su extensión. Para el trazo de los límites territoriales, utilizó como referencia, los accidentes topográficos e hidrográficos del terreno. Para cumplir esta misión, el Ingeniero Orozco y Berra también analizó la información contenida en la Carta General de la República Mexicana, elaborada por el Geógrafo Antonio García Cubas. A partir de la propuesta del Ingeniero Orozco y Berra, el gobierno de Maximiliano procedió a formar la nueva división territorial, expidiendo, con fecha 3 de marzo de 1865, una Ley que establecía la Conformación del Territorio del Imperio (Fig. III-84).
Fig. III-84.- Mapa con la División Territorial en 50 Departamentos, propuesta por Manuel Orozco y Berra, Autores: Commos Áurea y Juan Carlos del Olmos M. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra. (los colores del mapa, fueron agregados por el autor del libro, con la finalidad de ilustrar mejor la División Territorial).
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Siendo necesario organizar la división militar del territorio del imperio, de conformidad con la nueva división política, el emperador Maximiliano decretó el 16 de marzo de 1865, que se fraccionara en ocho Divisiones Militares (Fig. III-85), que comprendían: • La Primera: los Departamentos del Valle de México, Iturbide, Toluca, Guerrero, Acapulco, Michoacán, Tula y Tulancingo, con su capital en Toluca. • La Segunda: los Departamentos de Veracruz, Tuxpan, Puebla, Tlaxcala, Teposcolula, Oaxaca, Tehuantepec, Ejutla y su capital Puebla. • La Tercera: los Departamentos de Fresnillo, Matehuala, Tamaulipas, Potosí, Querétaro, Guanajuato, con su capital en San Luis Potosí. • La Cuarta: Nayarit, Zacatecas, Aguascalientes, Jalisco, Autlán, Colima, Coalcomán y Tancítaro y su Capital Guadalajara. • La Quinta: los Departamentos de Coahuila, Mapimí, Nuevo León y Matamoros, con su Capital en Monterrey. • La Sexta: los Departamentos de Durango, Nazas, Chihuahua, Batopilas y Huejuquilla, con su Capital en Durango. • La Séptima: consta de Campeche, Yucatán, La Laguna, Tabasco y Chiapas, con su capital en Mérida, y • La Octava: formada de los Departamentos de Mazatlán, Sinaloa, Álamos, Sonora, Arizona y California y su capital Culiacán.
Fig. III-85.- Mapa con la División Militar del Segundo Imperio en el año de 1865. Autores Áurea Commos y Juan Carlos del Olmo M. Colección de la Mapoteca Orozco y Berra. (Los colores fueron colocados por el Autor con la finalidad de ilustrar mejor la División Territorial Militar).
El Ingeniero Orozco y Berra también formó parte de la comisión que se dedicó a establecer los límites entre México y Guatemala, elaborando, además, las siguientes obras: Carta Geográfica del Valle de México; Carta Geográfica de las Lenguas; Plano de la Ciudad de México; Apuntes para la Historia de la Geografía en México; Libro sobre Materiales para una Cartografía Mexicana; un Diccionario Geográfico, Estadístico, Histórico y Biográfico de la Industria y Comercio de la República Mexicana. Así mismo junto con otros insignes mexicanos elaboró en 1864, la Carta General del Imperio Mexicano misma que se logró publicar en el año de 1865 (Fig. III-86). 133
Fig. III-86.- Carta General del Imperio Mexicano del año de 1864, elaborada por un grupo de Cartógrafos en el que participó el Ingeniero Orozco y Berra. Colección de la Mapoteca Orozco y Berra.
6. COMENTARIO. del vecino país del norte, que fomentó diversos conflictos bélicos para apropiarse de Texas, California, Nuevo México y la Mesilla. Aunado a lo anterior, las rencillas políticas dieron pie a luchas fratricidas, que culminaron con la imposición francesa de un emperador austriaco, quién finalmente fue fusilado en compañía de los mexicanos que lo apoyaban.
Como resultado del Movimiento de Independencia, donde surge un país bisoño pero libre, nace en México la necesidad de conocer el territorio de la nueva nación, por lo que se emprendieron múltiples esfuerzos para obtener un pleno conocimiento de su territorio. Lamentablemente, las circunstancias políticas, económicas y sociales hicieron que muchos de estos esfuerzos fracasaran, o en el mejor de los casos, quedaran inconclusos sin lograr su objetivo principal.
A pesar de las convulsiones que asolaron a la nación, es importante destacar los esfuerzos realizados por ilustres cartógrafos militares y civiles, que hicieron posible disponer de valiosos documentos cartográficos que coadyuvaron a consolidar el nacimiento de un sentimiento nacionalista, que hizo posible unir esfuerzos para lograr una nación libre e Independiente, celosos por conservar su integridad territorial y ejercer plenamente su soberanía.
La carencia de un cabal conocimiento de la configuración del país, impidió que los gobernantes en turno, administraran con eficiencia sus recursos, originando que grandes regiones quedaran prácticamente despobladas, facilitando las ambiciones expansionistas 134
TÍTULO CUARTO L A R EVOLUCIÓN “La Revolución, la libertad del hombre... El conocimiento cartográfico, la libertad del universo...”
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Al asumir Madero la presidencia, se presentaron diversas luchas armadas, que no tuvieron mayor importancia en la vida nacional. No fue sino hasta el año 1913, cuando en la Ciudad de México, integrantes del Ejército Federal y grupos conservadores, realizaron una sublevación que culminó con la Decena Trágica, misma que dio inicio la madrugada del día 9 de febrero, encabezada por los Generales Manuel Mondragón, Gregorio Ruiz, Bernardo Reyes y Félix Díaz.
CAPÍTULO 1 El General Porfirio Díaz gobernó a México desde el año 1876 hasta 1911, con excepción del período presidencial de 1880 a 1884 cuando nominalmente el poder estuvo en manos del General Manuel M. González.
Ante estos hechos, el Presidente Francisco I. Madero se dirigió hacia Palacio Nacional, escoltado por un grupo de alumnos del Colegio Militar, para afrontar la situación imperante; durante la rebelión es herido el General Lauro del Villar, Comandante de la Guarnición Militar de la Ciudad de México, siendo designado el General Victoriano Huerta para ocupar ese cargo; Huerta, en un acto de alta traición, se une a los sublevados, tomando prisioneros al Presidente Madero y al Vicepresidente Pino Suárez, a quienes asesinaron días después.
Durante este período denominado El Porfiriato, se dieron importantes avances en el desarrollo económico y comercial del país, con la creación de nuevas plantas industriales, incremento de las vías de ferrocarril, construcción de importantes obras públicas, y la inversión en la minería y la industria petrolera; en contraparte, durante su mandato se propició el acopio de tierras por unos cuantos propietarios, formándose grandes latifundios.
Después de la muerte de Madero y Pino Suárez, el General Victoriano Huerta es nombrado Presidente interino, enfrentándose a una enérgica oposición encabezada por el gobernador de Coahuila Don Venustiano Carranza.
En el año de 1910, tras unas cuestionadas elecciones, el General Porfirio Díaz asume nuevamente la presidencia del país; esta acción desencadenó una gran inconformidad popular, encabezada por su contrincante electoral, Francisco I. Madero, quién, por medio del Plan de San Luis, convocó al pueblo a una revolución armada para derrocarlo, estableciendo como fecha de inicio, el 20 de noviembre de ese mismo año.
El 26 de marzo de 1913, Venustiano Carranza proclamó el Plan de Guadalupe, con el que se desconoce al General Victoriano Huerta como Presidente de la República y se designa al propio Carranza como Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, dando inicio a la etapa mas violenta de la guerra civil; las tropas rebeldes poco a poco fueron doblegando a las federales; Victoriano Huerta, comprendiendo que su causa estaba perdida, renunció a la presidencia el día 15 de julio de 1914, y partió inmediatamente a España, sustituyéndolo en el cargo el Licenciado Francisco Carvajal, quién se rindió el 13 de agosto de ese mismo año, con la firma de los Tratados de Teoloyucan.
El pueblo mexicano, identificado con la causa revolucionaria, respondió a la convocatoria de Madero, iniciándose una lucha armada que concluyó el mes de mayo de 1911, con la firma de los Tratados de Ciudad Juárez, en los cuales el Presidente Porfirio Díaz renunciaba a su cargo, designándose en su lugar al Lic. Francisco Díaz León de la Barra, quién convocó a nuevas elecciones. En estas nuevas elecciones resultan triunfadores Francisco I. Madero para Presidente y José María Pino Suárez como Vicepresidente (Fig.IV-1).
Venustiano Carranza se hizo cargo del Poder Ejecutivo, convocando a una convención de jefes militares revolucionarios en el mes de octubre de 1914; esta convención se realizó en la ciudad de Aguascalientes, para dar solución a las reivindicaciones económicas y sociales que dieron origen a la lucha armada. Esta Convención desconoció a Venustiano Carranza, nombrando Presidente de la República a Eulalio Gutiérrez, con el apoyo de villistas y zapatistas, pero con el rechazo de los carrancistas. La situación provocó que los grupos revolucionarios quedarán divididos en dos bandos irreconciliables, los Convencionistas encabezados por Francisco Villa y Emiliano Zapata, y los Constitucionalistas comandados por Venustiano Carranza y Álvaro Obregón, facciones que no llegaron a ningún acuerdo.
Fig. IV-1.- Entrada de Don Francisco I. Madero a la ciudad de Cuernavaca, Mor. Imagen obtenida de http://upload.wikimedia.org.
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La pugna entre estos grupos se hizo más cruenta; Carranza ordenó a Álvaro Obregón atacar a Villa, enfrentándose ambos líderes en varias Batallas; obteniendo finalmente el triunfo los Constitucionalistas, siendo nombrado como presidente Don Venustiano Carranza.
El Observatorio Astronómico Nacional sirvió de base para la determinación exacta de las posiciones geográficas del territorio nacional; inicialmente tuvo como sede el Alcázar del Castillo de Chapultepec (Fig. IV-2).
Al término de las hostilidades, Carranza convocó a un Congreso Constituyente, en la
CAPÍTULO 2 Fig. IV-2.- Panorámica del Castillo de Chapultepec, donde se ubicó el Observatorio Astronómico Nacional. Imagen obtenida del libro El Territorio Mexicano. Tomo I, La Nación, (Modificada por el autor del libro para indicar la ubicación de Alcázar).
COMISIÓN GEOGRÁFICO EXPLORADORA. 2.1. Antecedentes. Al inicio del gobierno del general Porfirio Díaz y dada la necesidad de conocer la extensión del territorio nacional, para ejercer un control administrativo adecuado, se hizo apremiante disponer de un organismo, al cual se le encomendara la ejecución de trabajos técnicos ineludibles para obtener material cartográfico, conforme a los últimos adelantos científicos que hasta ese momento existían.
2.2. Misión. El 13 de diciembre de 1877, por Decreto Presidencial, se fundó la Comisión Geográfico Exploradora (Fig. IV-3), dependiente del Ministerio de Fomento, encomendándole la elaboración de una Carta General de la República Mexicana, que reuniera las mejores características de exactitud, escala y diseño, y en donde se representara al territorio nacional, dentro de un sistema de referencia geográfico.
Para lograr ese objetivo, el General Porfirio Díaz integró, en el año de 1877, una Comisión de Ingenieros, a la que encargó la tarea de recopilar y organizar los datos cartográficos existentes hasta esa fecha. Esta Comisión inició su función, formando un catálogo de las cartas y planos disponibles, donde encontró una gran diversidad en los tipos de proyección, escalas y símbolos utilizados por los autores; aunado a ello, se detectaron múltiples discrepancias en los nombres geográficos y en la ubicación de las localidades. Al percibir la magnitud del trabajo que debía emprenderse y considerando inaplazable solucionar la falta de uniformidad de los datos cartográficos, Porfirio Díaz recurrió a la comunidad intelectual, a fin de profesionalizar la investigación científica y relacionarla a través de nuevos organismos, acordes con el proyecto modernizador. Para cumplir con el objetivo, el Presidente Díaz fundó tres instituciones que enmarcaron y promovieron el desarrollo de la cartografía en México: El Observatorio Astronómico Nacional, en mayo de 1876; el Observatorio Meteorológico y La Comisión Geográfico-Exploradora, estos últimos en 1877.
Fig. IV-3.- Guión representativo de la Comisión Geográfico Exploradora. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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El General Vicente Riva Palacio, Ministro de Fomento, designó como Director de ésta Comisión, al Coronel e Ingeniero Agustín Díaz20 (Fig. IV-4), en reconocimiento a su vasta experiencia cartográfica y conocimientos científicos. Al asumir sus responsabilidades, el Coronel Díaz propuso la elaboración de diversas cartas, entre las cuales sobresalían las siguientes:
BB. Sección de Cálculo: encargada de realizar los cálculos y ajustes matemáticos, de los datos recabados en el campo, para la aplicación posterior de sus resultados; CC. Sección de Astronomía: con la función de determinar, por medio de observaciones astronómicas de precisión, las posiciones geográficas de los puntos del terreno que servirían de apoyo para el dibujo cartográfico; y
A. La Carta General de la República, fraccionada en hojas de escala grande. BB. Cartas de las Entidades Federativas del país.
DD. Sección de Dibujo: asignada a plasmar gráficamente, los rasgos del terreno, mediante trazos y símbolos a tinta, para editar la nueva cartografía.
CC. Cartas de Reconocimiento. 2.4. Metodologías e instrumentos empleados.
DD. Cartas Hidrológicas. EE. Cartas de Población y
Los procedimientos técnicos aplicados por la Comisión Geográfico Exploradora (C.G.E.), estaban basados en trabajos de campo debidamente organizados y llevados a cabo sistemáticamente, bajo estrictas normas de calidad y precisión.
FF. Cartas Militares.
Para materializar el gran proyecto cartográfico que significaba la Carta General de la República Mexicana21, debían ejecutarse en el terreno, múltiples levantamientos topográficos y astronómicos, para determinar las posiciones geográficas que permitieran construir las cartas, dentro de un sistema de referencia basado en una Proyección Policónica, específicamente diseñada para este propósito; los referidos levantamientos abarcarían las localidades más importantes, mejorando la cartografía previamente elaborada por otros organismos afines. Para la ejecución de los trabajos de campo, se recurrió a la participación de oficiales del Ejército Mexicano. Fig. IV-4.- Fotografía del Coronel e Ingeniero Agustín Díaz. Imagen obtenida del libro Información Geográfica hacia el Tercer Milenio.
El empleo de personal militar, con presencia en todo el territorio nacional, permitió obtener dos grandes ventajas: la primera, evitar erogar recursos económicos por concepto de salarios, y la segunda, efectuar reconocimientos de utilidad militar, consideraciones que fueron determinantes en la planeación y ejecución de los trabajos realizados por la Comisión.
2.3. Organización. La Comisión Geográfico Exploradora estuvo integrada por cuatro Secciones:
La Comisión Geográfico-Exploradora sentó las bases para el surgimiento de la cartografía nacional de precisión, a la escala cienmilésima (100,000a); un ejemplo de las cartas así construidas se muestra en la Figura IV-5.
AA. Sección de Topografía: responsable de trazar los derroteros e itinerarios de las áreas por levantar. Ingeniero Militar y Topógrafo, de relevante prestigio, integrante de la Comisión Mixta de Límites entre México y los Estados Unidos de Norteamérica, entre los años 1848 y 1856. Luchó como militar al lado de Porfirio Díaz, durante la intervención francesa.
20
Se designa como Carta General de la República Mexicana, a un cubrimiento cartográfico nacional, constituido por una serie de hojas a una misma escala.
21
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Desde luego, para los estudios de orden estratégico general bastará una carta geográfica a la 100,000ª (cienmilésima), por ejemplo, en la que puedan expresarse los principales caminos, los ferrocarriles, las líneas telegráficas y en general todas las vías y medios de comunicación, los ríos, las cadenas de montañas representadas en achuras y por último los centros de población según signos convencionales...” 23 Es importante mencionar, que los métodos geodésicos no fueron aplicados al inicio de estos trabajos, por su alto costo, no obstante ser de mayor precisión; en su lugar, el Coronel Agustín Díaz planteó un procedimiento alterno, para la determinación de las coordenadas. El sistema propuesto consistió en establecer, para cada una de las regiones a levantar, una red de paralelos y meridianos denominada Canevá24 (Fig. IV-6), formada a partir de puntos del terreno ubicados geográficamente por procedimientos astronómicos o topográficos; estos puntos se ligaron entre sí, en todos los sentidos posibles, mediante triangulaciones que sirvieron para situar los rasgos naturales y culturales existentes en el área.
Fig.- IV-5.- Hoja-19-I-(H) de la Carta de la República Mexicana a la 100,000a, correspondiente a la primera edición de 1888 y publicada en el año 1896. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Respecto a la elección de la escala 100,000a (cienmilésima) propuesta para ser utilizada en la cartografía militar, el Mayor de Estado Mayor Francisco Díaz Rivero22, quien ingresó a la Comisión Geográfico-Exploradora en 1880, exteriorizó el siguiente argumento: Fig. IV-6.- Canevá geográfico correspondiente a la República Mexicana, contiene los meridianos y paralelos con sus respectivos valores de coordenadas. Imagen obtenida del libro Anales de la Comisión Geodésica Mexicana.
“…las Cartas militares que en tesis general deben contener con suficiente claridad todos los detalles y accidentes del terreno, que sean susceptibles de influir en los proyectos de las operaciones de guerra conforme a determinado objeto.
Tomado del libro: Estudio Preliminar sobre la manera de proceder, al levantamiento de la Carta Militar, Catastral, Civil y Política del País, México 1946, Comisión Nacional de Irrigación. Tomo VI, Díaz Rivero Francisco. 24 Red de líneas que representan a los paralelos y meridianos que se muestran en el interior (cuerpo) de la carta. 23
Egresado del Heroico Colegio Militar, astrónomo adjunto de la Comisión de límites con los Estados Unidos del Norte, astrónomo Auxiliar del Observatorio Astronómico Nacional y primer Ingeniero de la Dirección de Tierras de la Secretaría de Agricultura.
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Para determinar la posición geográfica del canevá, se aplicaron diversas metodologías; la latitud se determinó, casi siempre, por el método de Distancias Cenitales Circunmeridianas, en el que se hacían mediciones angulares a estrellas previamente seleccionadas, de manera que se observaran pares de ellas, con una altura y posición homogénea respecto al cenit. Para establecer la longitud, se empleó el método de Señales Instantáneas, basado en la transmisión de la hora exacta por medio de señales telegráficas. Las distancias en los levantamientos de Primer Orden, se midieron con reglas graduadas, llamadas Estadales, y en los de Segundo y Tercer Orden se determinaron por medio de Ruedas Perambuladoras25(Fig. IV-7), que contaban con un dispositivo para medir el tramo recorrido. Los puntos seleccionados para la determinación de coordenadas geográficas, fueron principalmente aquellos ubicados en las torres de las iglesias, con la finalidad de preservar su ubicación y facilitar las mediciones. La elevación de los puntos se estableció, mediante la
Fig. IV-8.- Vista de la Catedral de la Ciudad de México, en la que se distingue la Torre Este, utilizada como Meridiano Origen para la cartografía de la Comisión Geográfico-Exploradora. Imagen obtenida del libro El Territorio Mexicano Tomo I, La Nación, (Modificada por el autor del libro para señalar la torre usada como referencia).
Para recopilar datos de la configuración del terreno durante los trabajos de campo, los militares integrantes de la comisión elaboraban croquis detallados del terreno, empleando formatos prediseñados, denominados Esquicios Topográficos, en los cuales se graficaban los caminamientos, su longitud y rumbo, el horizonte geográfico y los puntos de referencia, datos que, una vez unidos, eran complementados con los contenidos en los planos de los pueblos y haciendas de la región, posibilitando así dibujar toda el área de estudio. Fig. IV-7.- Reproducción esquemática de una Rueda Perambuladora.
Entre los instrumentos que utilizaban las brigadas topográficas de la Comisión Geográfico Exploradora, para realizar los levantamientos se incluian:
Para determinar las coordenadas de la longitud geográfica, es indispensable definir previamente un Meridiano Origen; para la cartografía nacional de ese tiempo, se eligió el correspondiente a la Torre “Este” de la Catedral de la Ciudad de México (Fig. IV-8), asignándosele a dicho meridiano el valor de Cero Grados (0°); a partir de ese meridiano, se determinaron los valores de longitud del país, tanto al Este como al Oeste de dicho origen. Instrumento también denominado Rueda Medidora, usado por la Comisión Geográfico-Exploradora, para medir distancias; consiste en una rueda, con un mecanismo registrador (odómetro) y un manubrio, al hacer girar la rueda sobre el terreno, ésta registra la distancia en el odómetro.
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A.
Altazimutes (Fig. IV-9);
B.
Teodolitos (Fig. IV-10);
C.
Sextantes (Fig. IV-11);
D.
Barómetros de mercurio (Fig. IV-12);
E.
Hipsómetros;
F.
Taquímetros (Fig. IV-13);
G.
Cronómetros (Fig. IV-14) y
H.
Brújulas Nivelantes (Fig. IV-15).
Fig. IV-11.- Sextante.- Instrumento utilizado para determinar coordenadas, a partir de observaciones astronómicas. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
Fig. IV-9.- Altazimut.- Instrumento utilizado en las mediciones astronómicas, para determinar las latitudes de los puntos en el terreno. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
Fig. IV-12.- Barómetro de mercurio.- empleado para determinar las elevaciones del terreno. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
Fig. IV-10.- Teodolito Astronómico.- Empleado por la Comisión Geográfico-Exploradora, para mediciones angulares, a fin de calcular la latitud de un lugar. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
Fig. IV-13.- Taquímetro.- utilizado por la Comisión GeográficoExploradora, para medir ángulos y distancias, durante los levantamientos topográficos. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Parte fundamental de los trabajos que realizó la Comisión Geográfico-Exploradora, para recopilar información del terreno, fue la elaboración de los itinerarios (Fig. IV-16), realizados por el personal militar, durante el desempeño de sus reconocimientos tácticos.
Fig. IV-14.- Cronómetro Sideral.- Utilizado por la Comisión Geográfico Exploradora en combinación con el Altazimut, para definir el momento preciso del paso de las estrellas, sobre un punto sobre la superficie terrestre, con la finalidad de determinar sus coordenadas. Imagen obtenida del Museo Nacional de la Cartografía.
Fig. IV-16.-Itinerario de los alrededores de la “Laguna de Jaco” en el Estado de Chihuahua, escala 1:50,000, levantado por el Teniente de Caballería H. Izurreta, en el año 1905. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
Fig. IV-15.- Brújula Nivelante.- Utilizada en los levantamientos topográficos para obtener rumbos y/o azimutes magnéticos. Imagen obtenida del Museo Nacional de la Cartografía.
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Es importante destacar que, a pocos años de su fundación, la Comisión presentó la siguiente cartografía de nueva edición:
2.5. Trabajos realizados por la Comisión Geográfico Exploradora. La Comisión Geográfico-Exploradora tuvo como sede inicial la Ciudad de México; posteriormente, se trasladó a la ciudad de Puebla, para finalmente establecerse en la ciudad de Xalapa de Enríquez, Veracruz, lugar donde permaneció la mayor parte del tiempo.
AA. Carta de los alrededores de la ciudad de Puebla, escala 1:20,000, integrada en un Atlas. BB. Carta de los alrededores de la ciudad de Puebla, escala 1:50,000 también integrada en un Atlas (Fig. IV-18).
La cartografía elaborada por ésta Comisión, en su mayoría fue editada en la ciudad de Xalapa, ya que precisamente en éste lugar, se instalaron los denominados Talleres Zincográficos26 de la República Mexicana, antecesores de los actuales Talleres Gráficos de la nación.
CC. Cartas de diversas poblaciones del Estado de Veracruz, entre ellas: aa. Orizaba (Fig. IV-19).
La Comisión Geográfico Exploradora tomó la decisión de iniciar sus actividades en la parte oriental del país, específicamente en el Estado de Puebla, en atención a su importancia histórico-política, y para aprovechar la información obtenida durante el diseño del proyecto de ferrocarril, que se había realizado para comunicar el puerto de Veracruz con la Ciudad de México (Fig. IV-17), realizando a partir del mes de mayo de 1878, el primer levantamiento topográfico en ese Estado.
bb. Córdoba (Fig. IV-20) y cc. Xalapa (Fig. IV-21). DD. Cartas de las siguientes Entidades Federativas, en colaboración con sus respectivos gobiernos: aa. San Luis Potosí (Fig. IV-22). bb. Tamaulipas (Fig. IV-23) y cc. Nuevo León (Fig. IV-24). EE. Carta General de la República Mexicana a la 100,000a, de la que se realizaron aproximadamente 204 hojas, principalmente de los Estados de Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Morelos, Sonora, Chihuahua, Zacatecas, Querétaro, Hidalgo, México y Oaxaca, en las que se representaron con gran detalle, los accidentes topográficos, datos hidrológicos, caminos y poblaciones. Las dimensiones de cada hoja de esta carta, son uniformes, con un formato de 56 por 43 centímetros, anotándose en cada una de ellas, una breve relación de las personas que participaron en su construcción. Los trabajos para realizar esta carta se efectuaron de 1878 a 1914, cuando fueron interrumpidos, dada la inestabilidad que sufrió el país, al desarrollarse la Revolución Mexicana.
Fig. IV-17.- Ferrocarril de Orizaba, Veracruz Imagen obtenida del libro El Territorio Mexicano Tomo I, La Nación.
Zincografía.- Relacionado con el arte de grabar en placas de zinc, que es un metal blanco y blando, de brillos intenso y estructura laminar. Diccionario Nuevo Espasa, Editorial Espasa-Calpe S.A., España 1999.
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Fig. IV-18.- Carta Topográfica del Atlas de los Alrededores de Puebla, escala 1:50,000, donde se muestra la ciudad del mismo nombre y las poblaciones aledañas, edición 1886, formada por la Comisión Geográfico-Exploradora. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. IV-19.- Plano Topogrรกfico de la ciudad de Orizaba, Veracruz, escala 1:10,000 ediciรณn 1899, en la que se aprecia la zona urbana y algunas construcciones importantes. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. IV-20.- Plano Topográfico de la ciudad de Córdoba, Veracruz, a escala 1:5,000, elaborado por la Comisión Geográfico-Exploradora en el año 1900. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. IV-21.- Plano Topográfico de la ciudad de Xalapa de Enríquez, Veracruz, escala 1:5,000, realizado por la Comisión Geográfico-Exploradora, entre los años 1895-1912. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. IV-22.- Carta del Estado de San Luis Potosí, elaborada por la Comisión Geográfica-Exploradora, mediante un convenio con su Gobernador el General Carlos Diez Gutiérrez, publicada en el año 1894 a escala 1:500,000. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. IV-23.- Carta General del Estado de Tamaulipas, elaborado a escala 1:500,000, por la Comisión Geográfico-Exploradora en el año de 1908. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Fig. IV-24.- Fracción de la carta general del Estado de Nuevo León, editada en el año de 1906 a escala 1:500,000, por la Comisión Geográfico-Exploradora, a iniciativa del Gobernador Bernardo Reyes. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
La Comisión Geográfico-Exploradora, integró posteriormente otra Sección de trabajo denominada “Norte”, con personal exclusivamente militar debido a su disciplina, orden y conocimientos técnicos, asignándole la responsabilidad de realizar los levantamientos topográficos de los Estados de Nuevo León y Tamaulipas, donde efectuaron excelentes trabajos cartográficos en un tiempo muy breve.
El Coronel e Ingeniero Agustín Díaz, dada la situación que vivía el país, modificó la conformación de la Comisión, aplicándole una organización rigurosamente militar, preparada para soportar la escasez de medios de transporte, la precariedad de los recursos tecnológicos, la agreste configuración del terreno, los fenómenos meteorológicos y los limitados recursos económicos disponibles. El profesionalismo, el discernimiento y tino con que la 150
Comisión Geográfico-Exploradora realizó sus trabajos, hizo posible que, a pesar del tiempo transcurrido, aún se considere a la cartografía generada en esa época, como un modelo en su género. Durante los 37 años (1877-1914) en que la Comisión Geográfico-Exploradora realizó sus trabajos, siempre recibió el apoyo y el reconocimiento del Gobierno Federal. Las cartas que editó, demostraron ser herramientas muy valiosas para las actividades gubernamentales, contribuyendo, de manera fundamental, a la toma de decisiones administrativas, políticas y militares. En el período que funcionó esta comisión, logró importantes progresos en las tareas que le fueron encomendadas; un ejemplo de ello lo constituye: la determinación de 800 posiciones geográficas, por medio de observaciones astronómicas; la ejecución de 210,708 kilómetros de itinerarios y el levantamiento cartográfico de poco más de la cuarta parte del territorio nacional, cubriendo aproximadamente 417,640 kilómetros cuadrados; un ejemplo de las cartas elaboradas se muestra en la Figura IV-25. Al iniciarse el movimiento revolucionario en 1910, la Comisión Geográfico-Exploradora disminuyó en gran parte sus actividades y en el mes de mayo de 1911, fueron separados del organismo, todos los oficiales de la Secretaría de Guerra que participaban en los trabajos de campo desarrollados por esta Comisión; sin embargo, ésta continuó realizando diversos trabajos de gabinete y su importante labor cartográfica siguió hasta el año 1914. Fig. IV-25.- Hoja-5-I-(U) de la Carta de la República Mexicana, a la 100,000a editada en 1893 y publicada en 1900. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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Una vez integrada la comisión mixta en 1878, sus miembros participantes dieron inicio a sus actividades, al tenor de las siguientes indicaciones: “...a efecto de que practique sobre el terreno los reconocimientos científicos del caso en toda la extensión de las fronteras respectivas y proporcione a ambos Gobiernos un dato común y exacto sobre el cual puedan basar sus ulteriores negociaciones, de conformidad con el artículo I del proyecto de Tratado de límites entre México y Guatemala...” 27.
CAPÍTULO 3 COMISIONES DE LÍMITES FRONTERIZOS.
El 27 de septiembre de 1882, se firmó el Tratado de Límites Territoriales entre México y Guatemala, el cual fue ratificado el 1 de mayo de 1883, en los siguientes términos: La definición precisa de las líneas divisorias con los países vecinos, es una cuestión fundamental para la soberanía de los países. La carencia de una línea mutuamente reconocida como límite, propicia conflictos graves entre las naciones. México no era la excepción y desde épocas pasadas tenía esa apremiante necesidad, por lo que conformó Comisiones para definir los límites fronterizos, como a continuación se menciona.
“… Los gobiernos de México y de Guatemala, deseosos de terminar amistosamente las dificultades existentes entre ambas Repúblicas, han dispuesto concluir un tratado que llene tan apetecible objeto. Los límites entre las dos naciones serán a perpetuidad los siguientes:-1° La línea media del río Suchiate, desde un punto situado en el mar a tres leguas de su desembocadura, río arriba, por su canal mas profundo, hasta el punto en que el mismo río corte el plano vertical que pase por el punto mas alto del volcán de Tacaná, diste veinticinco metros del pilar más austral de la garita de Talquian, de manera que esta garita quede en territorio de Guatemala:-2° La línea determinada por el plano vertical definido anteriormente, desde su encuentro con el río Suchiate hasta su intersección con el plano vertical que pasa por las Cumbres de Buenavista é Ixbul:-3° La línea determinada por el plano vertical que pase por la cumbre de Buenavista, fijada ya astronómicamente por la comisión científica mexicana y la cumbre del cerro de Ixbul, desde su intersección con la anterior hasta un punto a cuatro kilómetros adelante del mismo cerro:-4° El paralelo de latitud que pasa por éste último punto, desde él, rumbo al Oriente, hasta encontrar el canal más profundo del río Usumacinta, ó el del Chixoy en el caso de que el expresado paralelo no encuentre el primero de estos rios:-5° La línea media del canal más profundo del Usumacinta en un caso, ó del Chixoy y luego del Usumacinta, continuando por éste, en el otro, desde el encuentro de uno u otro río con el paralelo anterior, hasta que el canal más profundo del Usumacinta encuentre el paralelo situado a veinticinco kilómetros al Sur de Tenosique en Tabasco, medidos desde el centro de la plaza de dicho pueblo:-6° El paralelo de latitud que acaba de referirse, desde su intersección en el canal más profundo del Usumacinta, hasta encontrar la meridiana que pasa a la tercera parte de la distancia que hay entre los centros de las plazas de Tenosique y Sacluc, contada dicha tercera parte desde Tenosique:-7° Esta meridiana, desde su intersección con el paralelo anterior, hasta la latitud de diez y siete grados cuarenta y nueve minutos (17° 49’):-8° El paralelo de diez y siete grados cuarenta y nueve minutos (17° 49’), desde su intersección con la meridiana anterior indefinidamente hacia el Este...” 28(Fig. IV-26).
3.1. Comisión Mixta de Límites entre México y Guatemala. La atención a los límites ubicados en el sureste de México, se inició con el surgimiento de nuestro país a la vida independiente, realizándose gestiones a nivel gubernamental en los años 1833 y 1854, sin que se alcanzara ningún acuerdo bilateral. El 6 de octubre de 1873, el gobierno de México invitó al de Guatemala, a designar un representante plenipotenciario, para iniciar negociaciones encaminadas a resolver la situación limítrofe existente. Durante las negociaciones iniciales, se planteó la necesidad de que una comisión científica integrada bilateralmente, realizara estudios in situ, para establecer la ubicación de los puntos geográficos por donde debía de pasar la línea divisoria, que serviría de base para un tratado de límites. Para éste fin, el 7 de diciembre de 1877, México y Guatemala firmaron una convención preliminar, mediante la cual acordaron integrar una comisión mixta de ingenieros, que se encargara de proceder, desde luego, al trazo y amojonamiento del lindero, siendo acompañada en sus trabajos, por una delegación de abogados de ambos países, para que se hiciera cargo de atender todas aquellas cuestiones de hecho y derecho, que pudieran presentarse, respecto a las propiedades particulares existentes en la frontera. Para integrar la referida comisión mixta, cada nación nombraría un ingeniero astrónomo, un ingeniero topógrafo y un ingeniero civil, acompañados por los ayudantes necesarios. La parte mexicana de esta comisión se denominó Comisión Mexicana de Reconocimiento de la Frontera entre México y Guatemala.
Proyecto de Tratado de Límites entre México y Guatemala. Tomado del libro: Memoria de la cuestión de Límites entre México y Guatemala. Tomo I México 1931, elaborado por el Ing. Alberto Amador. Imprenta de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
27 y 28
152
Los trabajos de campo llevados a cabo por esta comisión, se realizaron en el transcurso de varios años, continuando aún después de la firma del Tratado entre ambos países. Su desarrollo no fue fácil de ejecutar, debido a un sinnúmero de vicisitudes que acontecieron al personal participante; la materialización en el terreno de las líneas geodésicas y los levantamientos en los ríos que constituyen el límite natural, fue realizado exclusivamente por personal mexicano; sus conocimientos, su pericia y su abnegación, se hicierón patentes en las difíciles condiciones en que trabajaron, originadas por la carencia de caminos para penetrar en la selva plagada de múltiples insectos, las enfermedades propias de los climas tropicales, que tan sólo en el año de 1886 provocaron más de 300 muertes, la presencia de fieras peligrosas, la escasez de alimentos y la falta de agua; sin embargo, sobreponiéndose a todo y cumpliendo puntualmente con su deber, obtuvieron resultados muy satisfactorios y de gran precisión (Fig. IV-27).
Fig. IV-27.- Aspecto de los trabajos de campo realizados para la delimitación y construcción de monumentos de la frontera con Guatemala. Imagen obtenida del libro Memoria de la cuestión de límites entre México y Guatemala, Tomo I.
Una de las dificultades con las que tropezó el Ingeniero Manuel Pastrana, jefe de la comisión, fue la pérdida de una gran parte de los archivos que constituían los trabajos realizados por la comisión mixta, en donde se incluían: datos de cálculos, minutas de la comisión, informes de ingenieros, actas originales de los convenios celebrados por el Ingeniero Pastrana con el jefe de la comisión guatemalteca, los planos, instrumentos y el diario de operaciones, entre otros. El incidente ocurrió al realizar un viaje de Comitán a San Juan Bautista, Chiapas, la noche del 18 al 19 de noviembre de 1897, cuando cruzaba el río Hidalgo, el cual aumentó su cauce de manera alarmante, obligándolo a dejar la carga que él personalmente conducía en una de las márgenes, en un lugar a cuya altura jamás habían alcanzado las mayores crecidas del río; sin embargo, aquella noche esas alturas fueron superadas, arrebatándole la preciada carga, siendo inútiles sus esfuerzos para recuperarla.
Fig. IV-26.- Plano Topográfico donde se observa la frontera entre México y Guatemala, de conformidad con el tratado de 27 de septiembre de 1882. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Para sustituir el material perdido y remediar, de alguna manera, lo ocurrido, el ingeniero Pastrana acudió a los archivos de las Secretarías de Relaciones Exteriores y de Fomento, para consultar los datos de otros ingenieros que participaron en los trabajos, complementándolos con lo que él mismo pudo recordar, logrando de esta manera reunir los elementos necesarios, para redactar las memorias de los trabajos técnicos realizados por la comisión. Para trazar la línea divisoria con la precisión debida, en mapas fehacientes y establecer los monumentos que pusieran a la vista los límites entre ambas Repúblicas, las comisiones nacionales se reunirían, a más tardar, a los seis meses, contados desde el canje de ratificaciones, debiendo llevar en planos y diarios, el resultado de su trabajo, el cual se consideraría parte de este tratado y tendría tanta validez como sí estuviera contenido en él. El plazo para concluir dichas actividades fue de dos años, a partir de la fecha en que las comisiones se reunieran. Se acordó, de igual manera, que si alguna de las partes no estuviera presente dentro del plazo establecido, la otra realizaría el trabajo, cuyos resultados tendrían la misma validez que si se hubiera realizado de manera conjunta. Durante el desarrollo de los trabajos técnicos, los representantes de ambos países en la comisión mixta, firmaron los planos de campo y los diarios hechos de manera conjunta, mismos que se utilizaron para elaborar la cartografía oficial correspondiente (Fig. IV-28). La línea divisoria con Guatemala, según el Tratado de Límites del 27 de septiembre de 1882, comprendida desde la Barra del Suchiate en el Océano Pacífico, hasta la frontera de Honduras Británica, alcanzó un desarrollo de 962 kilómetros, distribuidos de la siguiente forma: Río Suchiate (límite natural) Primera línea geodésica Segunda línea geodésica Primer paralelo Ríos Chixoy y Usumacinta (límite natural) Segundo Paralelo Meridiano Tercer Paralelo 17° 49’
85 kilómetros. 26 kilómetros. 109 kilómetros. 138 kilómetros. 300 kilómetros. 48 kilómetros. 62 kilómetros. 194 kilómetros.
Fig. IV-28.- Carta de la línea divisoria entre México y Guatemala, según el trazo ejecutado conforme al tratado del 27 de septiembre de 1882. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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3.2. Comisión Mexicana de Límites con los Estados Unidos. La ubicación de los monumentos que definen la frontera de México con los Estados Unidos de América, fue otro importante trabajo desarrollado durante la presidencia del General Porfirio Díaz. Aunque esta frontera ya había sido definida con anterioridad, persistían diferencias en algunos de sus segmentos, originadas por la destrucción de varios de sus monumentos. El establecimiento de nuevos pobladores en los terrenos adyacentes a la línea divisoria y de la riqueza minera que se fue descubriendo en sus inmediaciones, originó más dificultades respecto a su trazo exacto, alegándose inclusive que algunos de esos monumentos habían sido movidos. Las mojoneras que formaban la línea divisoria, estaban integradas por monumentos sólidamente construidos (Fig. IV-29) y por señalizaciones físicas hechas con montículos de rocas apiladas (Fig. IV-30).
Fig. IV-30.- Mojonera hecha con un montículo de rocas del lindero entre México-Estados Unidos. Imagen obtenida del libro Memoria de la Sección Mexicana de la Comisión Internacional de Límites entre México y los Estados Unidos del Paso al Pacífico, Volumen I.
Para poner fin a estas dificultades y resolver definitivamente la situación fronteriza, ambos gobiernos designaron representantes para celebrar una convención en Washington, D.C., el 29 de julio de 1882; como resultado de las negociaciones realizadas, se celebró un convenio para el restablecimiento de los monumentos de la línea divisoria, desde El Paso hasta el Pacífico. Para llevar a cabo esta tarea, el 14 de octubre de 1891 se integró la Comisión Internacional de Límites para el Establecimiento de Monumentos en la línea Divisoria entre México y los Estados Unidos, designándose al ingeniero mexicano Jacobo Blanco como Ingeniero en Jefe y por parte del Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos de América, al Teniente Coronel John W. Barlow. La Comisión se conformó por una sección mexicana y otra estadounidense. Antes de que se iniciaran los trabajos, se estableció un plan de operaciones a seguir por ambos países, en cuyo texto se establecía:
Fig. IV-29.- Monumento hecho de mármol, correspondiente al primero de los puntos ubicados del lado del Océano Pacífico. Imagen obtenida del libro Memoria de la Sección Mexicana de la Comisión Internacional de Límites entre México y los Estados Unidos del Paso al Pacífico, Volumen I.
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“...Los Ingenieros en Jefe de ambas Secciones determinarán de común acuerdo los procedimientos científicos que deberían adoptarse para la reposición de los antiguos monumentos y la erección de los nuevos; siendo responsables de que la obra se hiciera debidamente...” 29. Con objeto de conocer la condición real de los monumentos de la línea divisoria, establecida conforme a los tratados del 2 de febrero de 1848 y 30 de diciembre de 1853, así como determinar cuales mojoneras habían sido destruidas o removidas de su lugar, la comisión estableció que, dentro de los seis meses siguientes, cada país hiciera un reconocimiento preliminar de la línea fronteriza. Estos reconocimientos se harían por secciones, que funcionarían bajo la dirección de oficiales del Ejército de las respectivas naciones. Los gastos de cada sección de reconocimiento, serían pagados por sus correspondientes gobiernos.
Fig. IV-32.- Aspecto de la reconstrucción de los monumentos fronterizos. Imagen obtenida del libro Memoria de la Sección Mexicana de la Comisión Internacional de Límites entre México y los Estados Unidos del Paso al Pacífico, Volumen I.
La sección mexicana estuvo integrada con varios ingenieros militares, designados por la Secretaría de Guerra, habiéndose nombrado el 23 de mayo de 1892, al Capitán Segundo de Ingenieros Fernando Bustillos, al Teniente de Estado Mayor del Ejército Gaspar Martínez Ceballos y al Teniente de Ingenieros Carlos Kurezyn, para que participaran en las tareas encomendadas, distinguiéndose por su buena disposición y profesionalismo.
Estos trabajos se realizaron en coordinación con la Comisión Geográfico-Exploradora y sus resultados dieron origen a la elaboración de cartografía de esa región del país (Fig. IV-33).
Es importante hacer notar, que las dificultades para la construcción y reparación de estos monumentos, no fue de manera alguna, una tarea fácil; las agrestes condiciones del terreno, lo limitado de los medios de transporte por la falta de caminos, los arenales del desierto, la escasez de agua y lo complejo para establecer los puntos de abastecimiento de provisiones y pasturas, fueron los obstáculos a vencer durante el desarrollo de estos trabajos (Figuras IV-31 y IV-32).
Fig. IV-31.- Difíciles condiciones en las que se trabajó, para establecer monumentos fronterizos. Imagen obtenida del libro Memoria de la Sección Mexicana de la Comisión Internacional de Límites entre México y los Estados Unidos del Paso al Pacífico, Volumen I. Fig. IV-33.- Carta de la República Mexicana, escala 1:10o,000 correspondiente a una parte de la Frontera Norte. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
Tomado del libro: Informe General que rinde a la Secretaría de Fomento el Ingeniero Jacobo Blanco, Jefe de la Comisión Mexicana de Límites con los Estados Unidos de los trabajos para el restablecimiento de los monumentos en la línea divisoria, desde el Paso hasta el Pacífico.
29
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nica y desde ese punto corre hacia el sur hasta la latitud 17°49’ norte, línea divisoria entre la República Mexicana y Guatemala; dejando al norte del territorio mexicano el llamado río Snoscha o Xnohha…” 30 (Fig. IV-34).
3.3. Frontera de México con Belice (Honduras Británica). El tema de los límites entre México y Belice, se inició cuando ese país aún era una colonia británica. Por su lejanía del centro de la república y su escasa población, la frontera entre ambos países presentaba dificultades para ser reconocida y delimitada. En la segunda mitad del siglo XIX, indígenas mayas se levantaron en armas contra el gobierno, en lo que se llamó Guerra de Castas. Durante este conflicto, los rebeldes contrabandeaban armas y municiones provenientes de Belice; ante tales hechos, el gobierno de Porfirio Díaz decidió convertir en Territorio Federal a una parte del Estado de Yucatán, estableciendo el Territorio de Quintana Roo; asi mismo, resolvió negociar con el gobierno británico, la definición de la frontera común. Con este propósito, el gobierno de México nombró como Ministro Plenipotenciario para las negociaciones, al Secretario de Relaciones Exteriores Don Ignacio Mariscal, designando Inglaterra, a Sir Spencer St. John como su representante. Después de años de negociaciones, el 8 de julio de 1893, se firmó en la Ciudad de México, el denominado Tratado Spencer-Mariscal, constituido por cuatro artículos: el primero fija el límite fronterizo; en el segundo, la Gran Bretaña se compromete a dejar de proporcionar armas a los mayas rebeldes; el tercero establece la obligación de ambas naciones de impedir que los indios de sus respectivos territorios incursionen en el del país vecino; y en el cuarto, se establece la ratificación del tratado por los respectivos gobiernos. Para el límite fronterizo, el Tratado estableció entre otros rubros, lo siguiente: “…Queda convenido entre la República Mexicana y Su Majestad Británica que el límite entre dicha República y la Colonia de Honduras Británica era y es como sigue: Comenzando en Boca de Bacalar Chica, estrecho que separa el Estado de Yucatán del Cayo Ambergris y sus Islas anexas, la línea divisora corre en el centro del canal entre el referido cayo y el continente con dirección al sudoeste hasta el paralelo de 18° 9´ norte y luego al noreste a igual distancia de dos Cayos, hasta el paralelo de 18° 10´ norte; torciendo entonces hacia el poniente, continua por la Bahía vecina primero en la misma dirección hasta el meridiano del 88°2’ oeste, entonces sube al norte hasta el paralelo 18°25’ norte; de nuevo corre hacia el poniente hasta el meridiano 88°18’ oeste, siguiendo el mismo meridiano hasta la latitud 18°281/2’ norte; a la que se encuentra la embocadura del Río Hondo, al cual sigue por su canal mas profundo, pasando al poniente de la isla Albion y remontado el Arroyo Azul hasta donde este cruce el meridiano del Salto de Garbutt en un punto al norte de la intersección de las líneas divisorias de México, Guatemala y Honduras Britá-
Fig. IV-34.- Grafico representativo de la frontera México-Belice (Honduras Británica). Imagen obtenida de http://wikimedia.org. (modificada por el autor del libro para indicar el límite internacional).
En este tratado de límites, no se designó comisión alguna para que realizara el trazo cartográfico de la frontera o la monumentación de mojoneras que señalaran sus límites. Con la definición de esta línea fronteriza, se establecieron los límites para esta parte del territorio mexicano. Tomado del libro: Tratados de México, Soberanía y Territorio 1821-1910, Josefina Zoraida Vázquez, María del Refugio González. Secretaría de Relaciones Exteriores, México, 2000.
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CAPÍTULO 4 EL TERRITORIO INSULAR.
El propósito de definir con exactitud el territorio nacional, motivó el interés por conocer también el territorio insular, el cual era aún más desconocido, por lo que el gobierno del General Porfirio Díaz, se avocó a tratar de resolver esta deficiencia; para ello dispuso que se reconocieran las islas nacionales y se determinara su ubicación geográfica, ocupándolas para ejercer soberanía en ellas, labor que no se pudo realizar en forma adecuada, por falta de recursos y por la situación de inestabilidad que sufría el país en su porción continental. A continuación se describen algunos acontecimientos relacionados con las islas, que dada su importancia y situación geográfica, estuvieron bajo resguardo de personal militar, quien fue protagonista en el acontecer histórico de ellas. 4.1. La Isla Clipperton o de la Pasión. 4.1.1. Descripción. La Isla Clipperton, también llamada Isla de la Pasión, es un islote de aproximadamente cinco kilómetros cuadrados de roca calcárea, ubicada en el Océano Pacífico, aproximadamente a 511 millas náuticas del puerto de Acapulco, Guerrero; sus características principales son las siguientes: de vida imperceptible, vegetación escasa, suelo infértil, aguas no potables y de historia confusa; se afirma que fue avistada por primera vez por el navegante español Fernando de Magallanes en enero de 1521, quién, a su paso por el océano Pacífico, lo describió como un océano cuajado de islas.
Fig. IV-35.- Fragmento de un mapa antiguo, donde se muestra la ubicación de la Isla de La Pasión (Isla Clipperton) respecto al territorio continental mexicano. Imagen obtenida de Colección de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. (Imagen modificada por el autor para indicar la Isla de la Pasión).
También hay confusión en relación con su nombre; algunos testimonios señalan que Fernando de Magallanes la bautizó con el nombre de Isla de la Pasión, otros la llamaron Médanos, aunque también existe la versión de que el nombre Clipperton proviene de un marinero inglés, que utilizaba el islote como refugio, mientras esperaba a la Nao de China que se dirigía a Acapulco, Guerrero.
Existe otra versión que atribuye su descubrimiento al marinero español Álvaro de Saavedra, quien realizó expediciones por órdenes de Cortés, pues en su diario de navegación anotó un avistamiento de tierra, en las coordenadas donde se ubica la Isla de la Pasión (Fig. IV-35). 158
La única riqueza natural de la isla, la constituían los abundantes yacimientos de guano, del que se disputaban los derechos de extracción compañías inglesas y norteamericanas, que pretendían ostentarse como propietarias del lugar, llegando incluso a izar sus banderas respectivas.
4.1.2. Ocupación de la Isla de la Pasión hoy Isla Clipperton. El litigio de la isla de la Pasión o Clipperton entre Francia y México, dio lugar a intensos alegatos diplomáticos. Una de las razones que aducía Francia, fue que se trataba de una isla que estaba deshabitada, por lo que el gobierno de México dispuso que un destacamento del Ejército la ocupara y la guarneciera; ésta es su historia:
A través de un informe elaborado por el Geógrafo Antonio García Cubas, se conoce que en el año de 1889, México inició gestiones para demostrar su jurisdicción legítima sobre la isla desde la época colonial, con base en consideraciones históricas, geográficas y jurídicas.
La isla como ya se dijo, está ubicada en el Océano Pacífico, a unos 945 kilómetros del Puerto de Acapulco, con las siguientes coordenadas: 10°18’ de latitud norte y 109°13’ de longitud oeste. En octubre de 1905, el entonces Subteniente de Infantería Ramón Arnaud Vignon, nacido en Orizaba, Veracruz y perteneciente al 11/o. Batallón de Infantería, con sede en Acapulco, Guerrero, recibió la orden para que, al frente de un pelotón, guarneciera la Isla de la Pasión, comunicándosele que era una isla desierta, que debería instalar un faro y supervisar a los peones de compañías extranjeras que recogían el “guano”, producto de los pájaros bobos que ahí tenían establecido un lugar de paso; por tal motivo, en el mismo mes y año, Arnaud salió con su destacamento, a bordo del vapor Corrigan II.
Sin embargo, el gobierno francés también reclamaba su propiedad, basándose en una declaración de toma de posesión que realizó el Teniente de Navío Víctor Le Coat de Kerveguen, en nombre del emperador Napoleón III, en noviembre de 1858. La disputa oficial por la isla, inició en 1898, cuando el gobierno francés, anunció al gobierno mexicano, que estaba dispuesto a llevar el caso ante un tribunal arbitral. Así, por acuerdo de ambas partes y a solicitud expresa del Presidente Porfirio Díaz, el árbitro en la disputa fue el Rey de Italia, Vittorio Emamanuel III; el día 2 de marzo de 1909, se firmó un convenio aceptándolo ambas partes, siendo este hecho el último acto oficial de carácter internacional del presidente Porfirio Díaz.
Así fue su vivencia durante algún tiempo; cada tres meses, aproximadamente, el Corrigan II ó el cañonero “Demócrata”, eran el transporte marítimo encargados de proveer víveres para el destacamento; también las embarcaciones que recogían el “guano”, lo abastecían de algunas provisiones en su ir y venir de la isla; el Subteniente Arnaud ascendió a Teniente, y posteriormente a Capitán, viajando innumerables veces, de la isla al puerto de Acapulco; en una ocasión, el Capitán Arnaud (Fig. IV-37) fue mandado llamar por sus superiores, para que, en compañía del Coronel Abelardo Ávalos, se trasladara a los Estados Unidos y Japón, ya que el Capitán Arnaud dominaba los idiomas francés, inglés y castellano; a su regreso se le informó que aún continuaba comisionado en la isla y se le concedió el título de Gobernador de la misma, por lo que el 7 de enero de 1914, se trasladó nuevamente a bordo del Corrigan II, acompañado de su esposa Alicia Rovira, sus tres hijos, su criada Altagracia Quiroz, el Teniente Secundino A. Carmona y su esposa, el Cabo Felipe Lara, los Soldados Jesús Neri, Mauro Salinas, Dionisio Juárez, Arnulfo Pérez, Constancio Mejía, Agustín Irra, su esposa, sus dos hijos, Faustino Almazán, Pedro Carbajal y Victoriano Álvarez, el negro colimense, seis mujeres más de la tropa con tres niños y el Guarda Faro Silverio Rodríguez Mesa.
Veinte años después se dio a conocer el fallo arbitral del Rey de Italia, quien concedió
Fig. IV-36.- Representación esquemática de la Isla de la Pasión; el original data del año 1897. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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Fig. IV-37.- Capitán 2/o. de Infantería Ramón Arnaud Vignon. Imagen obtenida del libro El Capitán Arnaud.
Al arribar a aquel lejano e inhóspito lugar, este destacamento de soldados mexicanos y sus familias, hicieron ondear al aire el pabellón de nuestra patria, dispuestos a cumplir con su noble misión; un mes después encalló en los arrecifes de la isla la barca americana Neckomis, por lo que se auxilió a su tripulación y se compartieron los pocos víveres de los habitantes, los cuales por cierto eran escasos; cuatro meses después pasó el crucero Cleveland y recogió a la tripulación del Neckomis, informando al Capitán Arnaud que estaba próxima una guerra mundial, pero sobre todo, de la situación crítica que vivía México con motivo del movimiento revolucionario, sugiriéndole que se trasladara al continente con toda su gente, pero el Capitán responde que tiene un compromiso con la nación y por lo tanto, no puede abandonar el puesto que se le ha confiado y decide quedarse.
Días después, Victoriano el negro colimense, único soldado sobreviviente, apareció con actitud siniestra y retadora, exclamando: ahora yo soy el amo, disponiendo una serie de reglas para las mujeres y abusando de sus prerrogativas, las ultrajó; Alicia esposa del Capitán Arnaud, a la que por estar embarazada había reservado para el final, se puso de acuerdo con las otras mujeres y mataron al negro Victoriano; la señora Alicia, con algunas mujeres y niños, quedaron como únicos habitantes en la isla. Tiempo después, un barco de guerra norteamericano llegó casualmente a la isla, trasladando a las mujeres y niños sobrevivientes, al puerto de Salina Cruz, Oaxaca, quedando así concluida la ocupación mexicana de la Isla de la Pasión, que era considerada parte del territorio mexicano y que años más tarde en 1931, por un laudo internacional dictado por el Rey de Italia Víctor Manuel II, fue perdida en favor de los franceses (Fig. IV-38).
Trascurrido algún tiempo, el barco que trasportaba el guano a San Francisco, California, pasó a recoger lo que quedaba de su compañía y también le informó de la situación que se vivía en la República Mexicana, la cual estaba casi dominada por los revolucionarios, proponiéndole que se embarcara con su gente para llevarlos a California, de donde les sería, de alguna manera, más fácil trasladarse a su patria; la propuesta tampoco fue aceptada; el Capitán sostiene una charla con su esposa y ella le dice, que él tiene el mando sobre sus soldados, mas no sobre las familias; Arnaud acepta los comentarios y le promete que a la próxima embarcación que pase, le pedirá que se lleve a las mujeres y niños, pero transcurre el tiempo, los víveres escasean y no se registran nuevas visitas. El escorbuto, enfermedad muy temida, se hace presente, debido a la mala alimentación de los habitantes de la isla; la esposa de uno de los soldados es la primera víctima de esta enfermedad, seguida por el guardafaro y algunos soldados del destacamento militar, así como de otros de sus familiares. Un día se vislumbró una embarcación la cual, por la acción de un huracán, se estrelló en los arrecifes de la isla, logrando sobrevivir cuatro marinos noruegos los cuales, al darse cuenta de la situación de los isleños, les ofrecieron los pocos víveres que rescataron de su embarcación, pero el Capitán Arnaud no aceptó, pidiéndoles que probaran fortuna tratando de llegar al continente y pidieran auxilio para ellos, por lo que los marinos emprendieron su odisea, logrando llegar al continente dos de ellos, quienes solicitaron ayuda para los habitantes de la isla pero, debido a las condiciones de conflicto que vivía el país por la Revolución, son ignorados. El 5 de octubre de 1916, el soldado que desempeñaba el servicio de vigía en el faro, alertó sobre la silueta de un navío; el Capitán Arnaud, en previsión de que no los viera, preparó su única lancha y salió a su encuentro con tres soldados; sin embargo, la fatalidad hace que una mantarraya gigante vuelque la lancha, hundiéndose sus tripulantes sin salir más a flote; esta tragedia estremeció a las mujeres y niños que observaron como ocurrían los hechos.
Fig. IV-38.- Esquema de la ubicación aproximada de la Isla de la Pasión, con respecto al continente. Imagen obtenida de http:// es.wikipedia.org (modificada por el autor del libro para agregar textos en español).
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4.1.3. Las Islas Revillagigedo.
4.1.4. El mito de la Isla Bermeja.
Por su posición estratégica, en 1950, el Presidente Adolfo Ruiz Cortínez tomó la decisión de que las Islas Revillagigedo fueran colonizadas por ciudadanos mexicanos. En el año 1957, la Secretaría de Marina organizó una expedición de rescate del archipiélago, la cual culmina con el izamiento del Pabellón Nacional y el establecimiento de una estación naval permanente; para tal expedición se utilizaron las fragatas Papaloapan y California, con un contingente de 250 personas, 19 de ellas Infantes de Marina, bajo el mando del Capitán de Navío Donaciano Hernández Carvajal, con la misión de colonizar la Isla Socorro, misma que forma parte de las Islas Revillagigedo.
Los acontecimientos económicos que se presentan en la actualidad, demandan que los mexicanos tengamos un amplio conocimiento de los recursos naturales de la nación, para hacer un aprovechamiento sustentable de ellos, ya que indudablemente, no se puede apreciar lo que no se conoce; ese desconocimiento ha sido precisamente lo que, a través del tiempo, hizo posible que nuestro territorio nacional, incluyendo parte del insular, fuera cercenado.
El desembarco en la isla se realizó el domingo 13 de enero de 1957, en la Isla Socorro, asistiendo los Contralmirantes Álvaro Sandoval Pauyada, Primer Comandante del nuevo Sector de Revillagigedo y Eduardo González Carrillo, Jefe de Comunicaciones Navales.
El conocimiento pleno del territorio coadyuva a evitar mitos y leyendas sobre nuestra integridad territorial; tal es el caso de la comentada existencia de la Isla Bermeja (Fig. IV-40), supuestamente ubicada a 100 millas náuticas (161.29 kms.) al noroeste de Puerto Progreso, Yucatán, a los 22° 33´ de latitud norte y 91° 22´ de longitud oeste, muy cerca y al norte de cayo Arenas; se cree que su origen es aluvial, formada a partir de depósitos arenosos o arcillosos, que emergieron al retroceder las aguas oceánicas.
El 19 de enero de 1957 se realizó una ceremonia alusiva a la ratificación de la soberanía nacional sobre esas islas, olvidadas hasta entonces (Fig. IV-39).
Fig.IV-40.- Presunta ubicación de la Isla Bermeja (Latitud 22° 33´ N; Longitud 091° 22´ W). Imagen obtenida de http://Traveljournals.net. (modificada por el autor del libro para agregar el texto de la supuesta localización de la Isla Bermeja).
Fig. IV-39.- Ubicación de las Islas Revillagigedo. Imagen obtenida del libro Nuevo Atlas Porrua de la República Mexicana (modificada por el autor del libro para indicar la posición de las Islas Revillagigedo).
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La Isla Bermeja figuró en numerosos mapas de los siglos XVI, XVII XVIII, XIX y XX, en los que italianos, españoles y holandeses consignaron su existencia frente a las costas de la Península de Yucatán. En otros escritos, como el Ensayo de Geografía Médica y Climatología de la República Mexicana, del Doctor Domingo Orvañanos, editado por la Secretaría de Fomento en 1889, se describe textualmente su ubicación, entre los arrecifes más notables del Golfo de México. (Fig. IV-41).
Analizando la imagen obtenida por el satélite francés Spot 5 (Fig. IV-42), del área donde se dice se encuentra ubicada dicha Isla (Fig. IV-43), se puede apreciar su inexistencia; por tal motivo, se estima que la Isla Bermeja es un mito.
Fig. IV-41.- Mapa de América del Norte publicado en Ámsterdam, en 1698, por Louis Hennepin, un presbítero belga, que fue uno de los primeros en explorar el alto Misisippi; en él aparece indicada la parte noroeste de Yucatán, y las islas Bermeja y Negrillos. Imagen obtenida del libro Mapas del Mundo (modificada por el autor del libro para resaltar la Isla Bermeja).
Fig.IV-42.- Mosaico de imágenes del Satélite Spot5 (Escenas 603-305, 603-306 de fecha 25 de Nov. 2008), del área definida por las coordenadas que presuntamente corresponden a la ubicación de la Isla Bermeja; en él no se aprecia detalle terrestre alguno. Composición fotográfica de la Dirección General de Cartografía.
No obstante, el Geógrafo Antonio García Cubas afirmó en su momento, que su existencia era muy dudosa. Los tenientes Alderete y Valderrama, de la Marina Real Española, empeñados en la búsqueda de la Isla El Negrillo, no la encontraron, ni tampoco el navegante Don Ciriaco de Ceballos, quien la busco expresamente por esos parajes en 1800. La importancia de su ubicación radica, en que se localiza supuestamente en una posición estratégica para la soberanía de México, en el área denominada el Hoyo de Dona, en virtud de que, a partir de su posición, se definirían los límites marítimos de nuestro país en el Golfo de México. Entre los años 1997-1998, en repuesta a una petición de la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Armada de México realizó un rastreo náutico para localizar la isla. El Buque oceanográfico H-04 efectuó un patrón de búsqueda, de 322.5 millas náuticas cuadradas, por medio de barrido hidroacústico. Esta búsqueda arrojó resultados negativos, de acuerdo con lo reportado en el informe que rindió el Contralmirante Néstor Yee Amador, entonces Director General de Oceanografía Naval; en ese informe también se especifica, que no se incluyeron zonas más profundas, debido a las limitantes de los equipos utilizados.
Fig. IV-43.- Fracción de una carta topográfica, escala 1:2’000,000, donde se indica la supuesta ubicación de la Isla Bermeja, en relación con la Península de Yucatán. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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4.1.5. Comentario sobre el territorio Insular.
5.3. Actividades desarrolladas.
Es oportuno resaltar la importancia de conocer y registrar cartográficamente todo nuestro territorio nacional, con la finalidad de aprovechar sus recursos, pero sobre todo, para custodiarlos y defenderlos.
El primer trabajo de esta comisión, fue el establecimiento de una red geodésica, que cubriría el territorio mexicano, ajustándose para ello a la normatividad expedida por la Asociación Geodésica Internacional.
Lo ideal es ocupar físicamente estos lugares; sin embargo, cuando no es posible, se hace necesario disponer de registros geográficos, complementados con documentos cartográficos, que permitan hacer el seguimiento de su situación, para jamás olvidarlos; para ello, es imprescindible continuar enseñando a las nuevas generaciones la geografía de nuestro México, con la finalidad de que conozcan todas sus regiones, para apreciarlas, aprovecharlas y mantener permanentemente sobre ellas, la soberanía nacional.
Dentro de los trabajos asignados a la comisión, se incluyó: realizar nivelaciones de precisión, establecer estaciones mareográficas y efectuar mediciones de la gravedad terrestre. El Ministro de Fomento, Ingeniero Manuel Fernández Leal, nombró al Ingeniero José de los Ángeles Anguiano Limón32, como Director en Jefe de esta Comisión Geodésica Mexicana, cuyo emblema se muestra en la figura IV-44. Un acontecimiento que favoreció la creación de esta comisión, fue que, a finales del mes de abril de 1898, el Sr. Henry S. Pritchett, superintendente del “Coast and Geodetic Survey” de los Estados Unidos de América, invitó a México a participar en un proyecto propuesto por su país, para efectuar un levantamiento geodésico, con el fin de medir un segmento del Meridiano 98°, ubicado al Oeste de Greenwich, el cual iniciaría en un punto de la costa del Pacífico, cercano a Acapulco, Guerrero, atravesaría posteriormente el territorio mexicano y el de los Estados Unidos de América, hasta concluir en Canadá, a la altura de la latitud 60° Norte, por lo que el arco tendría una extensión de 45° aproximadamente.
CAPÍTULO 5 LA COMISIÓN GEODÉSICA MEXICANA. 5.1. Antecedentes. Al acrecentarse en el mundo, el interés por los aspectos geodésicos, aplicados en la determinación y representación exacta de la forma y dimensiones de la tierra, se funda en Europa en el año de 1866, la Asociación Geodésica Internacional, organismo al que nuestro país se afilió como miembro. Para estar acorde con la evolución y mejoramiento de la cartografía nacional, el gobierno de la República consideró necesario crear también, un nuevo organismo, que aplicara los procedimientos técnicos para una eficiente ejecución de los trabajos geodésicos del país, conforme a las normas internacionales; por ello, el primero de febrero de 1899, se creó la Comisión Geodésia Mexicana (CGM), quedando agregada al Ministerio de Fomento31. 5.2. Misión. Efectuar trabajos geodésicos en el territorio nacional, ajustándose a los procedimientos más modernos y de la mas alta precisión, utilizando para su ejecución, instrumentos acordes con los últimos adelantos científicos.
Fig.IV-44.- Emblema representativo de la Comisión Geodésica Mexicana. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
El Ministerio de Fomento (1877), tenía como uno de sus objetivos reunir bajo un solo techo, los trabajos y estudios para la elaboración de mapas, que permitieran la consulta y apoyo para la planeación económica, aprovechamiento de los recursos naturales y el control de la tenencia de la tierra.
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32 José de los Ángeles Anguiano Limón, nació en Encarnación de Díaz, Jalisco, en 1840 y murió en la Ciudad de México en 1921, estudió en la Academia de San Carlos, donde se tituló de Ingeniero y Arquitecto en 1889, fue nombrado Delegado en la IX Conferencia General de la Asociación Geodésica Internacional y posteriormente Director de la Comisión Geodésica Mexicana.
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La invitación para participar en dicho proyecto, se recibió en México con gran entusiasmo, debido a que proporcionaba una excelente motivación para el establecimiento de la Comisión Geodésica Mexicana, además de que la determinación de ese arco era de suma relevancia para la investigación del tamaño real de la tierra. La participación nacional fue encomendada al Ingeniero José Ángeles Anguiano, siendo también el responsable de visitar algunas fábricas de instrumentos, con el fin de elegir los mas adecuados para el desarrollo de los trabajos en que la comisión participaría, visitando a la empresa “Respold” de Hamburgo, de donde habían salido instrumentos geodésicos de primer orden; la visita a dicha fábrica propició que se adquirieran dos altazimutes. Mientras se recibían los instrumentos, la Comisión decidió que los primeros trabajos que se debían ejecutar, serían los reconocimientos de campo previos al levantamiento geodésico. Con fecha 17 de febrero de 1899 quedaron inaugurados los trabajos de la Comisión Geodésia Mexicana, estableciéndose en el edificio del Observatorio de Tacubaya (Figuras IV-45 y IV-46).
Fig.IV-46.- Interior del edificio sede de la Comisión Geodésica Mexicana. Imagen obtenida del libro Anales de la Comisión Geodésica Mexicana. Tomo I.
El plan general de operaciones que se elaboró para el desarrollo de los trabajos, consideraba las siguientes acciones: AA “…Proyecto y ejecución de una pequeña triangulación entre el Observatorio de Tacubaya y la Base del Valle en la calzada de San Lázaro, a fin de ligar entre sí, principalmente, Chapultepec, Tacubaya, la Torre Este de Catedral, Observatorio Astronómico Central de Palacio y los extremos de la Base del Valle. BB Proyecto y ejecución de una cadena geodésica de primer orden, que siguiendo el paralelo 19°30’ y partiendo de la Base del Valle, termina en la Torre Sur de la Catedral de Puebla, pero de modo que uno de los lados de la cadena, venga a ser la base en la cadena calculada en la cadena meridiana que debe cubrir el Meridiano 98° al Oeste de Greenwich. CC Elección del lugar para el establecimiento de una base y medida de ella que sirva el valor del lado que debe servir de base calculada en la cadena meridiana de que se ha hablado antes…33” Fig.IV-45.-Fachada del edificio ocupado por la Comisión Geodésica Mexicana. Imagen obtenida del libro Anales de la Comisión Geodésica Mexicana. Tomo I.
Programa General de los Primeros Trabajos Geodésicos. Tomados del libro: Anales de la Comisión Geodésica Mexicana. Tomo I, Oficina Tipográfica de la Secretaría de Fomento, México 1904.
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Para el levantamiento geodésico se formó una Triangulación (cadena de triángulos sucesivos), como la que se muestra en la figura IV-47, en la que se midieron todos los ángulos resultantes, empleando para ello los altazimutes marca Troughton (Fig. IV-48) y marca Respold (Fig. IV-49), provistos de lentes, círculos graduados y micrómetros . 34
Fig.IV-48.- Altazimut marca Troughton and Simms: utilizado para medir los valores angulares de los triángulos. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra. Fig.IV-49.- Altazimut marca Repsold: instrumento utilizado para mediciones angulares a partir de la posición de las estrellas, a fin de determinar la posición de un lugar. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
La determinación de la elevación de los vértices de la triangulación, se realizó generalmente, por medio de la medición de ángulos verticales, siendo necesario recurrir, además, a métodos de nivelación de precisión, para lo cual se adquirieron algunos niveles de anteojo de la marca Bausch and Lomb (Fig. IV-50).
Fig. IV-47.- Triangulación realizada entre el Observatorio de Tacubaya y la calzada de San Lázaro, en la Ciudad de México. Imagen obtenida del libro Geographic Positions and Universal Transverse Mercator Grid Coordinates 1927, North American Datum Clarke 1866 Spheroid Book 8 (modificada por el autor para aumentar el tamaño de los textos).
Para la señalización de cada uno de los vértices de los triángulos, se emplearon principalmente unos instrumentos denominados heliotropos35, los cuales se utilizaron en distancias de hasta 20 kilómetros.
Fig.IV-50.- Nivel de precisión marca Bausch and Lomb. Imagen obtenida de http://www. surveyhistory.org.
Aditamento de los Altazimutes, utilizado para medir fracciones pequeñas de los valores angulares. Instrumento que refleja la luz del sol; instalado en los vértices de los triángulos, fue utilizado como referencia, para apuntar las visuales en los levantamientos de tipo geodésico.
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Esta metodología, tuvo aplicación inmediata, para la medición de grandes extensiones de terreno, reemplazando a los procedimientos de medición tradicionales de menor precisión.
La labor de ambas Comisiones, La Geográfico-Exploradora y La Geodésica Mexicana, fue trascendental para el país, ya que los trabajos que realizaron, contribuyeron favorablemente a su progreso. Sin embargo, las acciones armadas derivadas de la Revolución Mexicana, originaron que ambos organismos suspendieran sus trascendentales trabajos, a la espera de tiempos mejores para reanudarlos.
En ese mismo período, empezaron a registrarse diversos problemas relacionados con ciertas discrepancias entre los límites divisorios de los Estados, detectadas como consecuencia de los estudios cartográficos que cada entidad realizaba, con el apoyo de empresas especializadas en la delimitación de terrenos. Gran cantidad de cartas y planos fueron realizados por estas compañías deslindadoras, las cuales tenían el propósito de realizar la delimitación y fraccionamiento de tierras ociosas, pudiendo, además, llevar colonos para que se establecieran en ellas; aunado a ello y en virtud de que el gobierno no contaba con capacidad para efectuar todos los trabajos de deslinde, el presidente Porfirio Díaz autorizó que todas las tierras de propiedad estatal, fueran objeto de mediciones, con fines de privatización; a cambio de estos trabajos, las empresas que realizaran estas mediciones, recibirían una tercera parte de las superficies medidas. La actividad de las compañías deslindadoras, la construcción de ferrocarriles y de otros medios de comunicación, como el telégrafo, sirvieron también para impulsar en esta época, la ejecución de trabajos cartográficos de precisión (Fig. IV-51).
Fig. IV-51.-Carta General de la República Mexicana, en la que se muestran las líneas telegráficas concluidas y en construcción, así como las vías de ferrocarril en explotación y proyectadas. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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A continuación se ilustran algunos ejemplos de los documentos cartográficos así elaborados: AA. Batallas de Rellano, Conejos y Bachimba (Fig. IV-53); BB. Decena Trágica (Fig. IV-54);
CAPÍTULO 6
CC. Ataque a la ciudad de Saltillo, Coahuila (Fig. IV-55); CARTOGRAFÍA ELABORADA DURANTE LA REVOLUCIÓN. DD. Ataque a Chihuahua (Fig. IV-56); y Al suspender sus actividades la Comisión Geográfico-Exploradora sus actividades, la producción cartografía nacional se eclipsó, reduciéndose únicamente a la generación de planos de localidades y croquis tácticos, empleados para planes de operaciones, de batallas o estrategias a seguir por los protagonistas, así como gráficos de la distribución de los grupos rebeldes (Fig. IV-52).
EE. Ataque a Ciudad Juárez (Fig. IV-57).
Fig. IV-52.- Mapa de México en 1914; en el gráfico se aprecia la distribución de los diferentes grupos rebeldes participantes en la lucha armada. Imagen obtenida del libro La Revolución Mexicana, Atlas Histórico (modificada por el autor del libro pra resaltar el territorio nacional).
Fig. IV-53.- Plano que muestra las Batallas de Rellano, Conejos y Bachimba, en el que se plasman los movimientos de las fuerzas de los Generales Orozco, Campa, Argumedo, Salas y Huerta. Imagen obtenida del libro Revolución Mexicana. Tomo I.
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Fig. IV-55.- Plano de ataque de la Ciudad Saltillo, Coahuila, en el que se muestran los movimientos de las fuerzas carrancistas y federales. Imagen obtenida del libro Revolución Mexicana. Tomo II.
Fig. IV-54.- Croquis de las rutas seguidas por los principales protagonistas del levantamiento armado, llamado la “Decena Trágica”. Imagen obtenida del libro La Revolución Mexicana. Tomo II.
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Fig. IV-56.- Plano en donde se muestran los movimientos de las fuerzas revolucionarias y federales, durante el ataque a Chihuahua, Ciudad Juรกrez y Tierra Blanca. Imagen obtenida del libro Revoluciรณn Mexicana. Tomo I.
Fig. IV-57.- Plano de Ciudad Juรกrez, escala 1:9,000, en donde se muestran las diferentes rutas de ataque seguidas por las tropas de los Generales Francisco Villa y Pascual Orozco. Imagen obtenida del libro Revoluciรณn Mexicana. Tomo II.
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Durante el gobierno maderista, personal militar llevó a cabo diversos levantamientos topográficos, como los realizados en algunas cuencas hidrológicas de los Estados de Chihuahua, Durango, Tamaulipas, Sonora, Veracruz y Puebla, para la construcción de presas; ejemplo de ello son los planos que se muestran en las figuras IV-58 y IV-59, elaborados conforme a los métodos de trabajo establecidos por la Comisión Geográfico-Exploradora.
La precaria condición de los campesinos, fue una de las causas que provocaron la Revolución Mexicana. Después del triunfo de Francisco I. Madero, entre ellas la cuestión agraria siguió sin resolverse; diversos personajes revolucionarios insistieron en que su solución era fundamental para la paz en México. Durante la rebelión para derrocar a Victoriano Huerta, en el Estado de San Luis Potosí se expide, el 4 de marzo de 1913, la Ley Ejecutiva del Reparto de Tierras, considerada como la primera ley agraria del país, en la que se establece la distribución de las haciendas de los terratenientes de la Entidad. Después del año 1914, los registros de los levantamientos de campo de la Comisión Geográfico-Exploradora, se aprovecharon para estudiar la posibilidad de reponer o traspasar tierras a las comunidades, con el propósito de impulsar los núcleos ejidales, como nuevo modelo de propiedad. El 6 de enero de 1915, Venustiano Carranza expide en Veracruz, una ley en la que se declaran nulas todas las enajenaciones de tierras, aguas y montes, pertenecientes a los pueblos, así como las ventas y concesiones realizadas por las autoridades federales, desde el 1 de diciembre de 1876. Con la finalidad de restituir o dotar de tierras a los pueblos, el 18 de marzo de 1916 se crea una Comisión Agraria Nacional, dependiente del Ministerio de Fomento, elaborándose múltiples cartas catastrales (Fig. IV.60), para cumplir con esta importante misión.
Fig. IV-58. Levantamiento Taquimétrico de la cuenca del Puerto de Chinacates, Durango, realizado por los Tenientes de Estado Mayor M. Lizama, E. Garcia y E. Robert, para obtener la configuración del terreno. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
Fig. IV-60.- Plano del fraccionamiento en lotes, de un predio del Estado de Veracruz, que fue distribuido entre los vecinos del lugar. Imagen obtenida del libro Información Geográfica hacia el Tercer Milenio.
Fig. IV-59. Levantamiento Taquimétrico del Arroyo San Lucas, Durango, realizado por el Coronel de Estado Mayor Francisco Allen, para determinar su longitud, y ubicar las elevaciones aledañas. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
170
El punto origen al que están referidos los valores del NAD27, está ubicado en el Meades Ranch, Estado de Kansas, Estados Unidos de Norteamérica (Fig. IV-62), basado en el Elipsoide37 de Clarke de 1866, figura matemática de la forma de la tierra, diseñada para representar un continente entero; en este punto origen, coinciden el Elipsoide matemático y la figura real de la tierra, denominada Geoide38 (Fig.IV-63).
CAPÍTULO 7 EL DÁTUM NORTEAMERICANO DE 1927 (NAD27). Fig. IV-62. Placa de bronce que contiene dentro de un triángulo, el Punto Origen del Dátum Norteamericano NAD27, en Meades Ranch, Kansas, Estados Unidos. Imagen obtenida http://www.photolib.noaa.gov.
Un destacado acontecimiento geográfico, que sucedió en el año 1913, fue la invitación que recibieron los gobiernos de Canadá y México, por parte del gobierno de los Estados Unidos de América, para firmar un convenio que pretendía unificar sus Sistemas Geodésicos de Referencia36, adoptando un solo Dátum Geodésico Horizontal. Un Dátum es un conjunto de parámetros, que especifican la superficie matemática al que será referido el sistema de coordenadas, empleado para la elaboración de cartografía (Fig. IV-61). Como consecuencia de este acuerdo, se realizó un ajuste a la triangulación de primer orden, establecida previamente por los tres países, reconociendo el denominado Dátum Norteamericano de 1927 (NAD27).
Fig. IV-63.- Figura esquemática, en la que se observa, como el Elipsoide elegido, se adapta lo más exactamente posible al Geoide (forma real de la tierra). Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. IV-61.- Esquematización de un sistema de coordenadas geodésicas, Latitud y Longitud. Imagen obtenida de http://upload.wikimedia.org.
Un elipsoíde de referencia, es un diseño construido matemáticamente, que corresponde a la figura geométrica más semejante a la forma y tamaño de la tierra. 38 Un Geoide es una superficie irregular, determinada por el nivel medio del mar, que determina la forma real de la Tierra; en esta irregularidad, interviene el campo de gravedad. 37
36
Conjunto de valores numéricos, de las constantes geométricas y físicas, que definen la forma y tamaño de la Tierra o parte de ella.
171
Es importante resaltar el hecho de que, por ser un gobierno civil, el de Don Venustiano Carranza, las actividades técnicas desarrolladas por esta Dirección, perdieron su carácter militar; durante su vigencia, se realizaron valiosas aportaciones al conocimiento geográfico de México, a través de los trabajos desarrollados por este organismo.
CAPÍTULO 8
8.1. Organización.
DIRECCIÓN DE ESTUDIOS GEOGRÁFICOS Y CLIMATOLÓGICOS.
Esta nueva Dependencia, quedó conformada por tres departamentos:
En el ámbito institucional, desde el año 1912 se había considerado la posibilidad de fusionar, en un solo organismo, a todas las instituciones dedicadas a desarrollar actividades cartográficas, acción que se materializó hasta el año de 1915, mediante el establecimiento por Decreto Presidencial, de la Dirección de Estudios Geográficos y Climatológicos, dependencia civil adscrita a la Secretaría de Agricultura y Fomento.
A. La Comisión Geográfica de la República;
Conforme a la visión del nuevo gobierno constitucionalista, esta Dirección tendría la responsabilidad de estudiar el territorio nacional, desde el punto de vista geográfico y climatológico, elaborando además, la carta general del país y las de entidades federativas, que no hubieran sido elaboradas por la Comisión Geográfico-Exploradora.
La Dirección de Estudios Geográficos y Climatológicos se ideó, como una herramienta de nuevo diseño, para el desarrollo de actividades cartográficas de mayor precisión.
B. El Departamento de Observatorios Astronómicos; y C. El Departamento de Observatorios Meteorológicos y Sismológicos.
8.2. Actividades desarrolladas. La Dirección de Estudios Geográficos y Climatológicos elaboró la Carta Altimétrica de la República (Fig. IV-65), preparada en base a los registros de la carta general, elaborada por la Comisión Geográfico-Exploradora, y a los valores de elevación de veinte mil diferentes lugares del país.
El director de la novel oficina geográfica, fue el Ingeniero Geógrafo y Astrónomo Pedro Celestino Sánchez (Fig. IV-64), quien contaba con una vasta experiencia en actividades cartográficas. La Dirección de Estudios Geográficos y Climatológicos, implementó como uno de sus principales objetivos, hacer una nueva revisión y evaluación, del estado en que se encontraba la cartografía de la época; para ello, hizo acopio de toda la información generada por las Comisiones Geográfico-Exploradora y Geodésica Mexicana, con la intención de optimizar la cartografía institucional, y adecuarla para servir a los preceptos de la Revolución Mexicana.
Fig. IV-65.- Carta Altimétrica de la República Mexicana, escala 1:500,000, elaborada en el año de 1924. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
Fig. IV-64 Fotografía del Ing. Pedro Celestino Sánchez, quien nació en la Localidad de Nombre de Dios (hoy Villa Unión), Durango, el 19 de mayo de 1871. Imagen obtenida de http://www.google/biografías.
172
Incrementó también la Red Geodésica Nacional, realizando las siguientes triangulaciones para fines cartográficos y catastrales, A.
Triangulación a lo largo del Río Lerma.
B.
Triangulación a lo largo del Meridiano 103° al oeste de Greenwich, para las cartas de Aguascalientes (Fig. IV-66) y Zacatecas.
C.
Triangulaciones en el Puerto de Veracruz.
Fig. IV-66.- Gráfico que muestra la carta general de Aguascalientes, escala 1:500,00. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
Así mismo, elaboró la siguiente cartografía: AA. Cartas de Entidades Federativas, en las que se representaron los accidentes oro-hidrográficos con un sombreado artístico. BB. Cartas con División Municipal. CC. Cartas Políticas. Las cartas de las Entidades Federativas fueron integradas en un Atlas, con mapas murales y mapas urbanos de las ciudades capitales (Fig. IV-67).
Fig. IV-67 Carta del Distrito Federal escala 1:150,000, elaborada por la Dirección de Estudios Geográficos y Climatológicos. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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Metas que fueron alcanzadas a satisfacción, ya que la cartografía realizada fue la base para materializar importantes acciones.
Esta Dirección desarrolló múltiples actividades en las ramas de la geodésia, la topografía, la astronomía, la sismología y la climatología, fomentando la enseñanza de las ciencias de la tierra, en el sistema educativo nacional.
Sus trabajos cartográficos fueron orientados, esencialmente, a recabar una gran cantidad de datos geográficos, para la formación de una nueva Carta General de la República Mexicana, escala 1: 2’ooo,ooo dividida en cuatro secciones; para su elaboración se contó con información de cartas y planos de los diferentes Estados, cartas hidrográficas publicadas por la Oficina Hidrográfica de los Estados Unidos de América pero, sobre todo, se utilizó la cartografía elaborada por la Comisión Geográfico-Exploradora y los datos obtenidos de la cartografía elaborada por las Comisiones de límites internacionales de las fronteras norte y sur (Fig. IV-68).
Cabe señalar que en ese tiempo, la Universidad de México excluyó de su plan académico, la carrera de Ingeniero Geógrafo, especialidad que era la más adecuada para aplicarse en las tareas de esta Dependencia; ante la carencia de ese personal especializado, la elaboración de la cartografía del país se tornó mas difícil. La Dirección de Estudios Geográficos y Climatológicos participó activamente en la vida científica del país, acudiendo a diversos eventos de carácter internacional. Los trabajos cartográficos realizados llamaron la atención de la Asociación Geodésica Internacional, lo que motivó que México fuera invitado a múltiples foros científicos, a los cuales asistió su titular el Ingeniero Pedro C. Sánchez, para presentar los resultados cartográficos obtenidos por los mexicanos. En el año de 1926, esta Dirección de Estudios Geográficos y Climatológicos, cambia de nombre, conviéndose en la Dirección de Geografía, Meteorología e Hidrografía.
CAPÍTULO 9 DIRECCIÓN DE GEOGRAFÍA, METEOROLOGÍA E HIDROGRAFÍA. Esta nueva Dependencia inició desde luego sus actividades, continuando como su director el Ingeniero Pedro Celestino Sánchez, hasta el año de 1934, cuando fue sustituido en el cargo por el Ingeniero Pastor Rouaix. Las metas a cumplir fueron que la cartografía elaborada sirviera para:
Fig. IV-68.- Fracción Sureste de la Carta General de la República, escala 1:2’000,000. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
AA. Estudiar y promover las condiciones de tenencia, producción y habitabilidad del territorio nacional, y
Se elaboró, además, la Carta del Valle de México, a escala 1:50,000, apoyándose en puntos geodésicos y aprovechando la información de catastro del Distrito Federal, y los levantamientos efectuados por la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas.0
BB. Estudiar y fomentar el desarrollo de su población. 174
Se elaboró, así mismo, el Atlas de la República Mexicana, con cartas escala 1:500,000 (Fig. IV-69), mapas murales de los Estados de la República y mapas urbanos de las ciudades capitales.
Se elaboró cartografía correspondiente a lugares de las siguientes entidades federativas: A.
Morelos.
K.
Jalisco.
B.
Aguascalientes.
L.
Durango.
C.
Tamaulipas.
M.
México.
D.
Baja California.
N.
Sonora.
E.
Oaxaca (Fig. IV-70).
O.
Hidalgo
F.
Puebla (Fig. IV-71).
P.
Chiapas.
G.
Coahuila.
Q.
Chihuahua.
H.
Distrito Federal.
R.
Valle de México.
I.
Yucatán.
S.
Quintana Roo y
J.
Zacatecas.
T.
San Luis Potosí (Fig. IV-72).
Fig. IV-69 Hoja Ojinaga, escala, 1:500,000, elaborada por la Dirección de Geografía, Meteorología e Hidrología. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
También son de mencionarse las cartas hidrográficas de diferentes costas de la República Mexicana, elaboradas por la Dirección de Geografía, Meteorología e Hidrología, como fueron las de: A.
Tampico.
D.
Puerto de Veracruz y alrededores.
B.
Puerto de Alvarado.
E.
Puerto de Veracruz.
C.
Puerto de México.
F.
Fondeadero de Antón Lizardo.
Fig. IV-70 Hoja Pochutla del Estado de Oaxaca, escala 1:500,000, elaborada por la Dirección de Geografía, Meteorología e Hidrología. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
La cartografía así generada, contenía información relacionada con la ubicación de las principales poblaciones, vías de comunicación y aspectos hidrográficos; sin embargo, el relieve sólo se representaba a través de un sombreado. 175
En las hojas correspondientes a las entidades federativas del Estado de Puebla y San Luis Potosí, escala 1:500,000, elaboradas por la Dirección de Geografía, Meteorología e Hidrografía, se pueden apreciar los ríos, las principales vías de comunicación, la planimetría y la topografía, pero sin valores de curvas de nivel; en la representación del relieve, éste se dibuja con un sombreado tipo artístico.
CAPÍTULO 10 LA CONSTITUCIÓN DE 1917 Y LA DIVISIÓN TERRITORIAL. El 16 de septiembre de 1916, Venustiano Carranza convocó a elecciones para integrar un Congreso Constituyente, el cual quedó instalado en la ciudad de Querétaro el primero de diciembre de ese año. El 31 de enero de 1917 se clausuraron las actividades del Congreso y el 5 de febrero fue promulgada una nueva Constitución. Al día siguiente convocaron comicios, para elegir presidente, senadores y diputados federales. Esta nueva Constitución en sus artículos 43 al 48, hace referencia a la división territorial de México, en los siguientes términos:
Fig. IV-71.- Hoja Puebla, escala 1:500,00. Imagen obtenida del Museo Nacional de la Cartografía.
“...Artículo 43. Las partes integrantes de la Federación son los estados de Aguascalientes, Campeche, Coahuila, Colima, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán, Zacatecas, Distrito Federal, Territorio de la Baja California, Territorio de Quintana Roo...” “...Artículo 44. El Distrito Federal se compondrá del territorio que actualmente tiene, y en caso de que los poderes federales se trasladen a otro lugar. Se erigirá en estado del Valle de México, con los limites y extensión que le asigne el Congreso general...” “...Artículo 45. Los estados y territorios de la Federación conservan la extensión y limites que hasta hoy han tenido, siempre que no haya dificultad en cuanto a estos...” “…..Artículo 48. Las islas de ambos mares que pertenezcan al territorio nacional, dependerán directamente del gobierno de la federación, con excepción de aquellas sobre las que, hasta la fecha, hayan ejercido jurisdicción los estados….” 39 Fig. IV-72.-Hoja San Luis Potosí. Imagen obtenida del Museo Nacional de la Cartografía.
39
176
Tomado del libro: Historia de las Divisiones Territoriales de México, Edmundo O’ Gorman editorial Porrua, México, 1985.
De esta manera, la República Mexicana quedó integrada con 28 Entidades, 2 Territorios y un Distrito Federal (Fig. IV-73), de acuerdo con lo establecido en la nueva Carta
Este nuevo organismo se denominó Servicio Geográfico Militar y fue creado en septiembre de 1917, subordinado al Departamento de Estado Mayor40, bajo las ordenes del General Brigadier Maximiliano Kloss; sus procedimientos de trabajo eran similares a los utilizados por la extinta Comisión Geográfico-Exploradora. Este organismo logró imprimir a sus trabajos una mayor celeridad, gracias al empleo de nuevos instrumentos, como los Teodolitos (Fig. IV-74).
Fig. IV-74. Teodolito utilizado para medición de ángulos verticales y horizontales, distancias y diversos trabajos de topografía y geodesia. Imagen proporcionada por la Mapoteca Orozco y Berra.
El Servicio Geográfico Militar inició sus trabajos, elaborando cartas del Estado de Aguascalientes a escala 1:100,000 y de Morelos, escala 1:50,000. Estos trabajos estuvieron apoyados en fotografías aéreas oblicuas y puntos de control terrestre.
Fig. IV-73 Mapa de la República Mexicana, en donde se muestra la división territorial, de conformidad con la Constitución de 1917. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Entre los años 1927 y 1939, este organismo logró publicar 28 hojas de la Carta Táctica del Valle de México, escala 1:20,000, en donde cada hoja abarcó una superficie aproximada de 82 kilómetros cuadrados (10.2 x 9 kilómetros), por lo que el total de la superficie levantada y publicada, fue de 2,300 kilómetros cuadrados. Así mismo, elaboró la Carta Topográfica Militar del Valle de México y sus alrededores, escala 1:100,000 (Fig. IV-75).
CAPÍTULO 11 SERVICIO GEOGRÁFICO MILITAR. Iniciado el período de reconstrucción nacional y bajo el auspicio del gobiernoConstitucional, los militares se plantearon una vez más la necesidad de realizar levantamientos cartográficos, creándose para ello, un nuevo organismo en el seno de la Secretaría de Guerra y Marina.
El Reglamento de la Secretaría de Estado y de Despacho de Guerra y Marina de 1920, establecía que el Estado Mayor se dividia en cinco secciones: la Sección Primera (Técnica), la Sección Segunda (Administrativa), Sección Tercera (Logística), Sección Cuarta (Estadística) y Sección Quinta (Seguridad Social). Dentro de la Sección Primera se incluian las actividades relacionadas con el Servicio Geográfico, Topográfico y de Cartografía, lo relativo al Depósito de Cartas, Formación y Reducción de las que se consideraban secretas.
40
177
CAPÍTULO 12 PERIODO POS-REVOLUCIONARIO. Cuando la Revolución Mexicana se convirtió en una institución y el gobierno consiguió la estabilidad política necesaria para la reconstrucción del país, la cartografía se convirtió en algo más trascendental y necesario. Al inicio de la década de los años 30, el gobierno de la República organizó un Congreso Nacional de Planeación, con el fin de crear una gran Comisión Nacional que elaborara el marco legal que sustentaría sus trabajos; por esos años también surgió una Ley sobre Planeación General de la República, la cual reconocía la necesidad de elaborar un “Plano Nacional de México” 41, que coordinara y regulara del desarrollo ordenado y armónico del país. Esta Ley se refería a disponer de una serie de documentos gráficos que expresaran estudios, programas, investigaciones y proyectos de obras materiales, para formar un plano de conjunto. En 1932, el General Francisco Díaz Babio planteó al entonces Presidente Pascual Ortiz Rubio, la creación de un Instituto Geográfico Militar que unificara a los diferentes organismos, tanto civiles como militares, existentes en la época; el Instituto tendría como misión elaborar una nueva carta geográfica del país, así como cartas tácticas y estratégicas. Esta nueva institución estaría formada por una Dirección General y las divisiones de: A. Geodésia. B. Topografía. C. Cartografía. D. Talleres Gráficos y E. Seguridad y Escolta. Fig. IV-75. Carta Topográfica Militar del Valle de México, escala 1:100,000, elaborada en 1918. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
41
178
Tomado del libro: Antología de la Planeación en México 1917-1985, México 1985, Secretaría de Programación y Presupuesto.
La idea consistía en plasmar en dicha cartografía, la estrategia nacional, para que el Ejército planeara sus tácticas de guerra, determinando sobre la carta los lugares de maniobras, las líneas de invasión o de posible ataque, los núcleos de apoyo o resistencia, los lugares de aprovisionamiento, así como para marcar las marchas horarias (duración de las marchas), itinerarios e identificar aquellos lugares en donde se pudieran desarrollar batallas; esta gran idea no se pudo materializar, sino hasta varios años después.
En 1938, considerando el General Cárdenas que los diferentes trabajos que se habían emprendido hasta esa fecha, para formar una Carta General de la República Mexicana, no estaban coordinados por un organismo director, con fecha 13 de febrero decretó la creación de la Comisión Geográfica Militar, bajo el auspicio del Ejército, adscrita a la Dirección Técnica Militar42, dependencia que en aquellos días, desempeñaba las funciones de un Estado Mayor General del Ejército.
En el año de 1934, fue electo Presidente de la República el General Lázaro Cárdenas del Río, quien inició grandes reformas, entre las cuales se pueden mencionar, las de tipo económico y social, la división de los grandes latifundios y su repartición entre los campesinos (Fig. IV-76), la transformación de industrias en cooperativas, y la transformación de la propiedad comunal en Ejidos.
La creación de esta Comisión, también estuvo influida por los preparativos bélicos que se realizaban en Europa, como preámbulo para otra conflagración mundial. Con este motivo, se invitó a las Dependencias del Gobierno Federal, así como a los gobiernos de los Estados, a prestar su ayuda incondicional, al personal militar responsable de realizar los nuevos trabajos cartográficos.
CAPÍTULO 13 COMISIÓN GEOGRÁFICA MILITAR. La Comisión Geográfica Militar (C.G.M.), fue el organismo responsable de: A.
Generar la Carta Militar de la República Mexicana, escala 1:100,000.
B.
Realizar el levantamiento cartográfico del territorio nacional.
C.
Elaborar los estudios de la Defensa del territorio nacional.
Las actividades de esta Dependencia comenzaron hasta el primero de julio de 1939, cuando se nombró como su titular al Coronel de Ingenieros José Ernesto Cacho Oropeza, para que organizara todos los trabajos cartográficos, que con anterioridad se habían realizado, ya fuera por organismos civiles o por dependencias militares, y con ello materializar los objetivos trazados. La Dirección Técnica Militar era el instrumento de consulta técnica de todas las Dependencias; dentro de sus atribuciones se incluía las relacionadas al Control del Servicio Geográfico del Ejército; está Dirección se creó por Decreto Presidencial de fecha 6 de diciembre de 1937, mismo que entró en vigor el 1/o. de enero de 1938. Tomado de la “Reorganización de la Secretaría de la Defensa Nacional 1938”.
42
Fig. IV-76.- Plano del lote de riego #16, del predio C.A.M. La Capilla, Jalisco. Imagen proporcionada por la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
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La nueva comisión estableció la escala 1:100,000, para ser empleada en la Carta General de los Estados Unidos Mexicanos, y para cada hoja determinó un formato de 40 minutos de longitud por 30 minutos de latitud.
El método utilizado para obtener las aerofotografías, fue el denominado Trimetrogón (Fig. IV-78.), utilizado básicamente para reconocimientos, ya que, a costa de perder un poco de exactitud, se ganaba tiempo de producción, no sólo en la toma de fotografías, sino también en los procesos de elaboración de la cartografía, factor que, dada la situación en esa época, era primordial. 44
La Comisión Geográfica Militar dio inicio a un proyecto cartográfico de grandes dimensiones, emprendiendo por el Método Aerofotogramétrico43 la elaboración de 651 hojas para cubrir todo el país. A partir de la II Guerra Mundial, la Comisión Geográfica Militar, recibe un vigoroso impulso con la contribución por parte del gobierno norteamericano, de fotografías aéreas de nuestro país, tomadas por su fuerza aérea. Con la finalidad de obtener capacitación en los procedimientos aerofotogramétricos (Fig. IV-77.), la Comisión Geográfica Militar envió personal a especializarse en diversas Instituciones Cartográficas de los Estados Unidos, con la firme intención de aprovechar la tecnología más moderna, para aportar calidad y precisión a la cartografía del país.
Fig. IV-77. Dibujo esquemático, el cual representa la toma de fotografías aéreas, por el método aerofotogramétrico. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. IV-78. Cámara cartográfica utilizada para obtener fotografías Trimetrogón. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Con la implementación de este método, las instituciones cartográficas mexicanas sustituyeron sus procedimientos de trabajo, esencialmente terrestres, por otros basados en fotografías aéreas, asimilando rápidamente la aplicación de estas nuevas tecnologías. Gracias a ello fue posible producir cartografía actualizada, más exacta y a un menor costo (Fig. IV-79).
Este método se emplea para obtener o realizar mediciones correctas, basándose en fotografías, a fin de determinar las características métricas y geométricas de los objetos fotografiados como, por ejemplo, tamaño, forma y posición. Los levantamientos aerofotogramétricos se aplican en aquellos casos en los que se necesita una cartografía original, lo cual nos representa, de una manera más compleja y completa, información de la superficie terrestre en estudio. Las fotografías tomadas para este fin, nos instruyen sobre el terreno, revelando accidentes geográficos importantes, como lo son volcanes, valles, ríos, cuencas, así como también las estructuras construidas por el hombre. Además, este tipo de fotografía tiene diversos usos, tales como: elaboración cartográfica, levantamientos topográficos, cálculos de áreas que conforman una cuenca, estudios de drenajes, planificación y diseño de carreteras, ubicación de ríos, líneas férreas, líneas de conducción de energía eléctrica, investigación y estudio de cultivos, planificación urbana y geológica, entre otros tantos usos.
43
Método consistente en tomar fotografías aéreas mediante cámaras provistas de tres objetivos, uno vertical y dos oblicuos, para la toma simultánea de tres fotografías; se utilizaba para cubrir grandes áreas de terreno, en poco tiempo, con el inconveniente de tener poca precisión en la escala de las imágenes obtenidas.
44
180
Fig. IV-79. Juego de Fotografías obtenidas con una camara del sistema Trimetrogón. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
El levantamiento de la Carta Militar General del País, empezó por la región sureste del territorio, elaborándose las siguientes cartas, que fueron publicadas hasta el año 1946: A.
Suchiate.
B.
Puerto Madero.
C.
Puerto Arista.
D.
Motozintla.
E.
Mazatán y
F.
Tapachula.
Fig. IV-80.- Fotografía de Personal militar realizando observaciones astronómicas con Astrolabio de Péndulo y Cronómetro Sideral, para la determinación de las coordenadas de puntos de control. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
El gran movimiento militar, económico, político y social, denominado Revolución Mexicana, hizo posible que se realizaran cambios trascendentales en la vida del País, incluyendo entre ellos, los relacionados con el ámbito cartográfico, transformado los trabajos aislados desarrollados por ilustres personajes, en trabajos institucionales sistemáticamente realizados, con métodos e instrumentos de precisión.
La Comisión Geografica Militar realizó con sus propios recursos los siguientes trabajos: A.
Establecio 387 posiciones astronómicas (Fig. IV-80).
B.
Levantó topográficamente una superficie aproximada de 284,160 kilómetros cuadrados, correspondiente a los paralelos 18° y 24° de latitud norte.
El triunfo de la Revolución Mexicana propició un gran interés por el Desarrollo Nacional, lo que obligó a los gobernantes a disponer de información suficiente, para conservar y custodiar la integridad territorial, acciones que dieron un gran impulso a la evolución de la cartografía en el país, sobre todo la de carácter militar. Por lo que, a partir de esa época, México participó activamente en los vertiginosos cambios que sufrió la ciencia cartográfica, encaminando sus objetivos a proporcionar información geográfica suficiente para contribuir al crecimiento nacional (Fig. IV-81). 181
Fig. IV-81.- El cambio social generado por la Revolución Mexicana, originó un mayor dinamismo en las actividades económicas, políticas y militares del país, tales acciones hicieron apremiante disponer de información cartográfica que impulsara el desarrollo nacional, en beneficio de todos los mexicanos. Imagen obtenida del libro Lecciones de Historia Militar II.
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TÍTULO QUINTO T E N M O P C ORÁNEA A C O P É “En el umbral del siglo XXI, la cartografía continúa inmersa en un constante proceso evolutivo”
183
1.2. Avances en Materia Cartográfica. En México, como en otros países, se vislumbró la necesidad de elaborar cartografía de mayor calidad; es por ello que, en nuestro país, los organismos militares de la época, se dieron a la tarea de transformar los métodos y procedimientos empleados para la producción cartográfica, aprovechando los últimos avances científicos y tecnológicos de la época, dentro de los cuales se pueden mencionar los siguientes:
CAPÍTULO 1 ANTECEDENTES.
AA. El empleo conjunto de la fotografía y la aviación (Fig. V-2), que se inició durante la I Guerra Mundial y se consolidó en la Segunda, aceleró el desarrollo de la cartografía, al proporcionar a los cartógrafos acceso a áreas inaccesibles del terreno, obteniendo numerosos e importantes detalles del mismo;
1.1. La Segunda Guerra Mundial. La II Guerra Mundial (II G.M.), es un acontecimiento histórico, que sirvió para marcar el límite entre dos épocas, dos mundos, dos formas de pensar, de vivir y de actuar, y por qué no expresarlo, también para separar la cartografía militar desarrollada durante la Revolución Mexicana y la producida en la Época Contemporánea. Este acontecimiento fue el mayor suceso histórico del siglo XX y uno de los principales de la historia; generó un choque de ideologías y de visiones del mundo, cuyos resultados vivimos aún hoy en el siglo XXI (Fig. V-1).
Fig. V-1.- Lectura de cartas por los integrantes de la Fuerza Expedicionaria Mexicana que participó en la II G.M. Imagen de la colección del Museo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos de “Bethlemitas”.
Fig. V-2.- Toma de fotografías aéreas con cámaras fotogramétricas. Composición fotográfica de la Dirección General de Cartografía.
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BB. El perfeccionamiento de las cámaras fotográficas, lentes, filtros y películas, para la toma de fotografías aéreas, insumos esenciales para la elaboración de cartografía; y CC. La toma de fotografías aéreas por el sistema Trimetrogón, que fue empleado en vastas zonas del mundo, para la elaboración de cartas. Resultado del empleo de esta metodología, son la Carta Aeronáutica Mundial y el Atlas de los Mapas del Mundo (Fig. V-3).
Fig. V-3.- Atlas de los Mapas del Mundo, elaborado durante la II Guerra Mundial; contiene información referente a climas, tipos de suelo, actividades económicas, idiomas y religiones. Imagen obtenida del libro Información Geográfica hacia el Tercer Milenio.
En los años 1945 y 1946, se aplicóen nuestro país, trabajándose las áreas del Valle de México, Taxco, Chilpancingo, Cuautla y el Río Papaloapan (Fig. V-4).
Fig. V-4.- Carta aeronáutica Chilpancingo, escala 1:500,000, elaborada por el Servicio de Cartas Aeronáuticas de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de Norteamérica. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
185
Para realizar estos trabajos, se adoptó la Proyección Universal Transversa de Mercator, de aplicación mundial; también se generalizó el uso de la Cuadrícula Universal Transversa de Mercator (Fig. V-5), cuyas características técnicas la hacen especialmente útil para:
CC. Mapas en Relieve (Fig. V-6.), para representar porciones de la tierra en forma tridimensional, facilitando la planeación de las operaciones militares;
AA. Representar territorios de manera conforme, es decir, lo más aproximado a su forma real; BB. Simbolizar el sistema de coordenadas métricas sobre la superficie de la Tierra, mediante un sistema de cuadrados perfectos denominado Cuadrícula Militar; CC. Resolver problemas de ingeniería militar de una manera más fácil, haciendo uso de medidas del sistema métrico decimal; y DD. Unir series de cartas, para armar mosaicos o conjuntos regionales.
Fig. V-6.- Mapa en relieve de la República Mexicana, para representar el terreno en forma tridimensional. Composición fotográfica de la Dirección General de Cartografía.
Fig. V-5.- Mapa en Relieve de la República Mexicana.
Fig. V-5.- Cuadrícula Universal Transversa de Mercator (CUTM), donde se muestran las Zonas de Cuadrícula en que se ha dividido la tierra. Imagen obtenida de http://es.wikipedia.org.
DD. Cartas para Navegación Marítima, en las que se muestran las principales rutas empleadas por los buques. Estas cartas fueron las más usadas durante la guerra, produciéndose a diversas escalas;
Para satisfacer los requerimientos de las actividades bélicas, se prepararon diversos tipos de cartas y mapas, tales como:
EE. Fotoplanos, que consistían en mosaicos fotográficos, a los que se agregaban los meridianos y paralelos geográficos;
AA. Cartas Aeronáuticas, en diversas escalas;
FF. Cartas Meteorológicas, donde se plasmaban las condiciones climáticas imperantes en los teatros de operaciones; y
BB. Mapas de Objetivos, que sirvieron para mostrar con mayor detalle, información de zonas previamente seleccionadas, limitándose a una sola ciudad, aeropuerto, puente u otro detalle estratégico;
GG. Mapas de Carreteras, en los cuales se representa la infraestructura carretera, clasificando los caminos en función de sus características de construcción (Fig. V-7). 186
Al participar en el conflicto los Estados Unidos de América, como consecuencia del ataque japonés a su base naval de Pearl Harbor, Hawai, el 7 de diciembre de 1941, el gobierno Norteamericano decidió levantar, por procedimientos expeditos, la Carta Aeronáutica del Mundo (World Aeronautical Chart) a escala 1:1’000,000, empleando, para el efecto, el método aerofotográfico denominado Trimetrogón (Fig. V-8).
Fig. V-7.- Fracción de un mapa europeo de carreteras donde se aprecian las diferentes clasificaciones de caminos. Imagen obtenida de http://www.guiadegirona.es.
La reorganización de los programas cartográficos de los países beligerantes, entre ellos México, permitió contar con información oportuna y precisa en los frentes de batalla.
CAPÍTULO 2 Fig. V-8.- Aeronave militar equipada con una cámara cartográfica de tres objetivos. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
COMISIÓN MÉXICO-NORTEAMERICANA DE DEFENSA CONJUNTA.
2.2. Creación de la Comisión México-Norteamericana de Defensa Conjunta. 2.1. Antecedentes de la creación de la Comisión México-Norteamericana de Defensa Conjunta.
Nuestra patria participó en la contienda a partir del 1 de junio de 1942, e inmediatamente después se creó la llamada Comisión México-Norteamericana de Defensa Conjunta, con representantes de los Ejércitos de ambos países. En el seno de esta Comisión, se convino en elaborar cartas del territorio mexicano, para facilitar la navegación aérea. Siendo el gobierno Norteamericano el más interesado, se acordó que el Servicio de Cartografía Aeronáutica (Aeronautical Chart Service) de los Estados Unidos de América, fuera el responsable de elaborar la citada carta.
Cuando el General Manuel Ávila Camacho toma posesión como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, el 1 de diciembre de 1940, la mayor parte de Europa se encontraba involucrada en la II Guerra Mundial, ya que con la invasión de Polonia por parte del Ejército Alemán, el 1 de septiembre de 1939, se inició la mayor conflagración bélica de la historia del mundo, prolongándose hasta el año de 1945. 187
2.3. Desarrollo de los trabajos emprendidos para la toma de las aerofotografías. En el mes de octubre de 1942, el gobierno mexicano designó al Teniente Coronel de Ingenieros Moisés L. Najera, para que, al frente de un grupo compuesto por 10 Oficiales del Ejército Mexicano (Fig. V-9), acompañara a los pilotos del 4/o. Escuadrón Aéreo Norteamericano, quienes realizarían la toma de fotografías aéreas Trimetrogón del territorio nacional, tarea que se inició a partir del 1 de noviembre de ese mismo año y concluyó en junio de 1943. Las fotografías fueron tomadas a 9,150 metros de altura (30,000 pies), para obtener una escala aproximada de 1:60,000. Con este material cartográfico, el Aeronautical Chart Service de los Estados Unidos de América procedió a elaborar las hojas correspondientes a la República Mexicana, enviándose personal militar mexicano a la ciudad de Washington D.C., E.U.A., para recibir adiestramiento cartográfico aerofotogramétrico, de febrero a septiembre de 1943.
Fig. V-10.- Clasificación y reproducción de fotografías aéreas obtenidas por el método Trimetrogón. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
A pesar de lo anterior, se cumplió con el objetivo militar, plasmando en la Carta Aeronáutica del Mundo, la configuración del terreno, las principales localidades, los aeropuertos, los rasgos hidrográficos y de las vías de comunicación. La Carta Aeronáutica del Mundo se elaboró sobre la Proyección Cónica Conforme de Lambert, imprimiéndose en 10 colores (Fig. V-11). Esta Carta fue en México, un producto de gran divulgación, ya que algunas instituciones la tomaron como base en la planeación de la infraestructura del país.
Fig. V-9.- Oficiales del Ejército Mexicano que acompañaron a los pilotos del 4/o. Escuadrón Aéreo Norteamericano, en la toma de fotografías aéreas Trimetrogón, en el territorio nacional. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Las fotografías obtenidas por el método Trimetrogón (Fig. V-10) eran principalmente oblicuas, a fin de abarcar grandes superficies de terreno y concluir en menor tiempo el cubrimiento, característica que, aunada a la insuficiente cantidad de puntos de control empleados, generó algunas imprecisiones en la escala de las cartas.
El gobierno mexicano recibió de los Estados Unidos de América, ejemplares de las hojas así construidas, y alrededor de 250,000 fotografías Trimetrogón, con las que la Comisión Geográfica Militar realizó trabajos para perfeccionar la cartografía escala 1:100,000. 188
2.4. Establecimiento del Comité Coordinador del Levantamiento de la Carta Geográfica de la República (CCLCGR). Con el fin de fortalecer las acciones emprendidas por el gobierno, para disponer de cartografía de la Nación, en el año de 1945, estudiosos en las ciencias de cartografía y geografía, pertenecientes a diferentes instituciones oficiales, que tenían interés de participar en la formación de una nueva carta de México, se unieron para formar un organismo al que denominaron Comité Coordinador del Levantamiento de la Carta Geográfica de la República. Este comité fue autónomo y se propuso como objetivo, la construcción de una Carta de los Estados Unidos Mexicanos, escala 1:500,000, formada en la Proyección Cónica Conforme de Lambert, a partir de una Carta Base Preliminar (AF Preliminary Base) escala 1:500,00045, que empleaba la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de América (Fig. V-12). Esta carta se había realizado con escaso control terrestre y pobre información toponímica, pero con óptima información orográfica e hidrográfica.
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Fig. V-11.- Hoja Giganta Ranje, fracción 520 de la Carta Aeronáutica del Mundo, escala 1:1’000,000. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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2.4.1. Procedimientos de trabajo del CCLCGR. Este Comité se dedicó a elaborar la carta de la República Mexicana, para lo cual, previamente, emprendió los siguientes trabajos: AA. Complementar la información toponímica con ayuda de las cartas escala 1:500,000 y 1:2’000,000, de que disponía la Dirección de Geografía de la Secretaría de Agricultura y Ganadería; y BB. Sustituir la equidistancia de las curvas de nivel, que la carta americana AF Preliminary Base tenía de 1,000 y 2,000 pies, por otra de 200 metros. En el período comprendido de 1945 a 1956, este Comité produjo 50 hojas de las 59 originalmente proyectadas, mismas que contenían información toponímica y altimétrica, además del trazo de las vías de comunicación más sobresalientes de la época. La falta de apoyo y los cambios políticos provocados por la Guerra Fría, originaron que, en el año de 1956, se dieran por terminados los trabajos de este organismo, legando la información cartográfica que obtuvo, a la recién creada Comisión Intersecretarial Coordinadora del levantamiento de la Carta Geográfica de la República, cuyas funciones se detallan en el Capítulo 6 de este Título. Fig. V-12.- Hoja Monclova escala 1:500,000 de la USAF Preliminary Base, Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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3.2. Producción cartográfica. Este Servicio continuó realizando los procesos de producción y edición cartográfica, logrando los siguientes avances: AA. Elaboró 68 hojas de la Carta General de los Estados Unidos Mexicanos a la cienmilésima (Fig. V-14), correspondientes al 10 % del territorio nacional; y
CAPÍTULO 3 SERVICIO GEOGRÁFICO DEL EJÉRCITO. 3.1. Creación y Misión. Con la misión principal de elaborar la Carta General de la República Mexicana, el 1 de enero de 1946, se cambia la denominación de la Comisión Geográfica Militar por la de Servicio Geográfico del Ejército (Fig. V-13), dependiendo administrativamente del Estado Mayor del Ejército, encomendándosele el perfeccionamiento y actualización de la Carta Aeronáutica del Mundo escala 1:1’000,000, que había sido elaborada por el Aeronautical Chart Service de los Estados Unidos de América, así como del levantamiento y construcción de la Carta General de los Estados Unidos Mexicanos a la cienmilésima (escala 1:100,000) y de la Carta Táctica escala 1:50,000, del sureste del país.
Fig. V-14.- Hoja Amecameca escala 1:100,000, editada por el Servicio Geográfico del Ejército en 1946. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. V-13.- Insignia del Servicio Geográfico del Ejército. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
BB. Publicó 6 hojas de la Carta Táctica, escala 1:50,000 (Fig. V-15), del Estado de Chiapas, con formato de 12 minutos de latitud por 20 minutos de longitud. 191
3.3. Actividades desarrolladas. Para elaborar la cartografía antes mencionada, este Servicio ejecutó las acciones técnicas siguientes: AA. Trabajos de campo para determinar la latitud y longitud de puntos de control terrestre horizontal, por medio de triangulaciones geodésicas, poligonales topográficas y observaciones astronómicas; BB. Establecimiento de puntos de control terrestre vertical, para determinar su elevación sobre el Nivel Medio del Mar, por medio de nivelaciones topográficas y barométricas (Fig. V-16);
Fig. V-16.- Ejecución de una nivelación topográfica, para determinar la altura del terreno sobre el nivel medio del mar. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
CC. Identificación en fotografías aéreas, de los sitios donde se materializaron los puntos de control; y Fig. V-15.- Hoja Puerto Arista, escala 1:50,000, del Estado de Chiapas, elaborada por métodos aerofotogramétricos en 1944 y publicada en 1947 por el Servicio Geográfico del Ejército. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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DD. Dibujo de los rasgos cartográficos contenidos en las aerofotografías.
4.2. Actividades de la Comisión Cartográfica Militar. Para reforzar el cumplimiento de sus programas de trabajo, la Secretaría de la Defensa Nacional autorizó a la Comisión para que enviara a un grupo de Oficiales, a recibir capacitación técnica en la escuela que el Servicio Geodésico Interamericano (Interamerican Geodetic Service)46 tenía establecida en la Zona del Canal de Panamá. Este adiestramiento consistió en la operación de aparatos restituidores fotogramétricos y en la aplicación de métodos de edición cartográfica. Para realizar los procesos de producción, se adquirieron diversos instrumentos fotogramétricos adicionales a los existentes, como el Restituidor Múltiplex (Fig. V-18), Fotoalidadas Wilson y otros equipos sofisticados y tecnológicamente avanzados de la época, que aportaron precisión, rapidez y calidad en la recopilación de datos del terreno y su representación gráfica.
CAPÍTULO 4 COMISIÓN CARTOGRÁFICA MILITAR. 4.1. Creación y Misión de la Comisión Cartográfica Militar. Sin abandonar las actividades emprendidas para el cumplimiento de su misión, el 7 de junio de 1950, el Servicio Geográfico del Ejército cambió su denominación por la de Comisión Cartográfica Militar (Fig. V-17), por ser más acorde a su finalidad. La Comisión Cartográfica Militar dependió administrativamente del Estado Mayor del Ejército y tenía como misión, continuar con entusiasmo sus labores para construir y mantener al día, la Carta General de los Estados Unidos Mexicanos, escala 1:100,000 y elaborar otras a escalas mayores.
Fig. V-18.- Restitución fotogramétrica con Múltiplex, realizada por el Instituto Armado para el trazado de mapas topográficos a partir de fotografías aéreas. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
En el año 1951, la Comisión Cartográfica Militar adoptó la Proyección Universal Transversa de Mercator (Fig. V-19), para la elaboración de la cartografía escala 1:100,000, en sustitución de la Proyección Policónica que se había empleado hasta esa fecha. El Interamerican Geodetic Service (IAGS), fue un organismo creado por el gobierno Estadounidense en 1947, para proveer ayuda a los países de América Latina, en la ejecución de los estudios geodésicos que realizaban para materializar su cartografía nacional. Este Servicio estableció una Escuela Cartográfica en Fort Clayton, Zona del Canal de Panamá, C.A., con la finalidad de capacitar a personal especialista de los países que lo solicitaban.
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Fig. V-17.- Divisa de la Comisión Cartográfica Militar. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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4.3. Desarrollo de las actividades. Las actividades ejecutadas por el personal militar integrante de la Comisión Cartográfica Militar se incrementaron, llevando a cabo una triangulación geodésica de primer orden, que partió de la frontera de los Estados Unidos de América, en las cercanías de la población de Reynosa, Tamaulipas, la cual continuó a lo largo del meridiano 99°, hasta llegar al centro del país y se desvió después hacia el sureste, hasta llegar a la frontera de la República de Guatemala (Centroamérica), en las cercanías del poblado de Ocotal, Chiapas (Fig. V-20). Este levantamiento permitió ligar las triangulaciones de los tres países, a un solo dato origen denominado “Datum Norteamericano de 1927” (NAD27), localizado en un rancho del Estado de Kansas, Estados Unidos de América, y del cual se comento en el Capítulo 2 del Título Cuarto de este libro. Los vértices de los triángulos establecidos en dicho levantamiento, se ubicaron en las elevaciones más prominentes del terreno, a fin de facilitar la medición de los ángulos que se formaban; vértices que, por estar separados entre sí, por distancias de varios kilómetros, debieron marcarse con balizas luminosas, que sólo podían visualizarse en horarios nocturnos; esta metodología estuvo apegada a las más estrictas normas de precisión.
Fig. V-20.- Representación gráfica del Arco de Triangulación Geodésica realizado desde la frontera con los Estados Unidos de América hasta la frontera con la República de Guatemala a lo largo del Meridiano 99°. Composición fotográfica de la Dirección General de Cartografía.
Fig. V-19.- Mapa donde se representa la Proyección Universal Transversa de Mercator, en la parte correspondiente al Continente Americano. Imagen obtenida de http://es.wikipedia.org.
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La triangulación antes descrita, implantó un record en toda la América Latina, ya que abarcó una superficie aproximada de 67,817 kilómetros cuadrados, comprendiendo 48 triángulos, 114 vértices, 8 estaciones astronómicas Laplace47 y 4 líneas base, establecida por cinco brigadas de campo, en tan solo 11 meses de trabajo efectivo. Además de lo anterior, se llevaron a cabo nivelaciones de precisión (Fig. V-21), en un total de 6,000 kilómetros.
Fig. V-21.- Puesta en Estación de un Nivel de precisión. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Estos logros se debieron, tanto al entusiasmo, dedicación y preparación del personal militar participante, en su mayoría perteneciente a la Comisión Cartográfica Militar, como a la buena coordinación que llevaron a cabo los técnicos del Servicio Geodésico Interamericano. En el período comprendido de 1951 a 1953, la Comisión Cartográfica Militar elaboró los siguientes trabajos cartográficos: AA. Edición de 12 hojas adicionales de la Carta General de la República Mexicana, escala 1:100,000, con formato de 40 minutos de longitud por 30 minutos de latitud (Fig. V-22). Estación “Laplace”: punto de una red geodésica, al que se le determina su posición geográfica, mediante observaciones astronómicas de latitud y longitud, aplicando la “Ecuación de Laplace”, que corrige el azimut astronómico, transformándolo en geodésico.
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Fig. V-22.- Ejemplar de la hoja Ciudad Mante, escala 1:100,000, compilada en 1953 y publicada en 1954 por la Comisión Cartográfica Militar.Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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BB. Generación, a partir del año 1951, de la Carta Táctica del Valle de México, escala 1:25,000, con Cuadrícula Universal Transversa de Mercator (CUTM) y formato de 7 minutos con 30 segundos, tanto en latitud como en longitud; equidistancia de curvas de nivel de 10 metros; intersecciones de meridianos y paralelos a cada 2 minutos y 30 segundos, e intervalo cuadricular de un kilómetro, logrando publicar siete hojas, de las 50 cartas que comprendía la serie (Fig. V-23).
CC. Elaboración de la Carta del Istmo de Tehuantepec, a partir del año 1953, por considerar el Alto Mando del Ejército, que era una región de gran importancia política, económica y militar, lo que obligaba a disponer de cartografía escala 1:25,000 (Fig. V-24); de este cubrimiento se editaron tres hojas.
Fig. V-23.- Ejemplar de la carta Villa de Guadalupe, escala 1:25,000, publicada en 1951 por la Comisión Cartográfica Militar. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. V-24.- Ejemplar de la hoja Nanchital, escala 1:25,000, publicada en 1953 por la Comisión Cartográfica Militar. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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CAPÍTULO 5 DEPARTAMENTO CARTOGRÁFICO MILITAR. 5.1. Creación del Departamento Cartográfico Militar. Originado por una nueva organización de la Secretaría de la Defensa Nacional, el 1 de julio de 1954, la Comisión Cartográfica Militar cambió su denominación a la de Departamento Cartográfico Militar (Fig. V-25), pasando a depender directamente del Secretario del Ramo.
Fig. V-25.- Escudo reglamentario del Departamento Cartográfico Militar. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. V-26.- Descripción de la Heráldica. Composición fotográfica de la Dirección General de Cartografía.
5.2. Descripción de su Heráldica.
5.3. Misión del Departamento Cartográfico Militar. El escudo reglamentario está conformado por un cestón que representa la Defensa Nacional; sobre éste, una antorcha encendida, que simboliza la sabiduría con la llama de la gloria; sobre la antorcha cinco rayos que significan las virtudes militares: Valor, Honor, Lealtad, Disciplina y Patriotismo; sobre el Cestón, un teodolito de perfil, con el ocular a la izquierda, montado sobre un trípode desplegado, que representan el arduo trabajo y abnegación del servicio; en el centro del trípode, una cámara fotogramétrica de frente, que simboliza la tecnología; dos alas abiertas parten del tercio superior del cestón, una a cada lado, que significa la rapidez del servicio (Fig. V-26).
La misión que se le ordenó al nuevo Departamento, fue elaborar y mantener al día la cartografía militar del país, para satisfacer las exigencias del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos; Dentro de esta cartografía se encontraba la Carta General de la República, a escala 1:100,000, la Carta Táctica del Valle de México, escala 1:25,000 y las cartas a la misma escala del Istmo de Tehuantepec; emprendiéndose, además, la construcción de una carta topográfica de la región norte del País, en escala 1:250,000, en coordinación con el Servicio Geodésico Interamericano. 197
5.4. Actividades desarrolladas. Ésta fue una etapa de gran prosperidad, ya que se incrementó la producción de cartografía a diversas escalas. 5.4.1. Cartografía escala 1:100,000. Esta cartografía fue editada con símbolos en color negro para los sistemas de coordenadas y el trazo de las poblaciones, sepia para la orografía, azul para los rasgos de la hidrografía, rojo para representar los caminos y carreteras y verde para la vegetación, dibujados con tinta china, sobre láminas de papel translúcido. (Fig. V-27).
Fig. V-27.- Dibujo cartográfico con tinta china. Imagen obtenida de http://urblog.org.
En el período comprendido de 1954 a 1970, se elaboraron 161 hojas de la Carta General de la República Mexicana, escala 1:100,000 (Fig. V-28), cantidad correspondiente a poco más de la cuarta parte del territorio nacional.
Fig. V-28.- Hoja Ciudad del Maíz, escala 1:100,000, editada por el Departamento Cartográfico Militar en 1956. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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A esta cartografía se le incorporó un mosaico fotográfico denominado Fotomapa, que correspondía a la misma área representada en la carta; mosaico que se imprimía en el reverso de cada hoja, con la finalidad de proporcionar al usuario, una mejor perspectiva del terreno cartografiado (Fig. V-30).
5.4.2. Carta Táctica del Valle de México escala 1:25,000. Se editaron 50 hojas de esta serie, correspondientes al 50 por ciento del cubrimiento total del Valle de México (Fig. V-29).
Fig. V-30.- Mosaico fotográfico (fotomapa) impreso al reverso de la hoja Zumpango escala 1:25,000.
Fig. V-29.- Hoja Zumpango de la Carta Táctica del Valle de México, editada por el Departamento Cartográfico Militar en 1957. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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5.4.3. Carta Táctica del Istmo de Tehuantepec escala 1:25,000. En el año 1954 se construyeron dos nuevas hojas de esta serie (Fig. V-31), suspendiéndose la producción en el año 1955, a fin de dar prioridad a otros trabajos más apremiantes. 5.5. Cartografía elaborada a escala 1:250,000, en colaboración con el Servicio Cartográfico del Ejército de los Estados Unidos de América. El Departamento Cartográfico Militar y el Servicio Cartográfico del Ejército de los Estados Unidos de América (U.S. Army Map Service), emprendieron de manera conjunta, un proyecto para la elaboración de una carta a escala 1:250,000, que cubriera la zona fronteriza de ambas naciones, abarcando la parte continental del territorio mexicano comprendida del paralelo 24º de latitud norte, hasta la línea divisoria, y del paralelo 30º de latitud norte, hasta la línea divisoria, en la parte correspondiente a la Península de Baja California. (Fig. V-32). Fig. V-31.- Cartografía del Istmo de Tehuantepec: Hoja “Veracruz-Mocambo”. Editada por el Departamento Cartográfico Militar en 1955 e impresa en 1956. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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Fig. V-32.- En los años cincuenta, se elaboró por métodos fotogramétricos, la cartografía escala 1:250,000, que cubrió desde el paralelo 24°, hasta la frontera norte del país. Composición fotográfica de la Dirección General de Cartografía.
En éste proyecto se generaron 58 hojas escala 1:250,000, con formato de 2 grados de longitud por 1 grado de latitud, que en total abarcaron una superficie aproximada de 967,106 kilómetros cuadrados, comprendiendo 16 de estas hojas, territorio de ambos países; el Servicio Cartográfico del Ejército de los Estados Unidos de América realizó su edición, aplicando las más estrictas especificaciones de precisión cartográfica. Esta cartografía se construyó en base a la Proyección Universal Transversa de Mercator, incorporándosele su respectiva Cuadricula y curvas de nivel con equidistancia de 50 metros, imprimiéndose su información marginal en los idiomas español e inglés (Fig. V-33). Adicionalmente se construyeron a escala más grande, planos extractados de la traza urbana de las principales ciudades de la región, los cuales fueron impresos en tonos de gris, al reverso de cada una de las hojas (Fig. V-34).
Fig. V-33.- Carta “Ciudad de Durango”, escala 1:250,000, del área fronteriza entre México-Estados Unidos.Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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5.6. Colaboración con el Servicio Geodésico Interamericano para la extensión de la Red Geodésica Nacional. El Departamento Cartográfico Militar trabajó de manera conjunta con el Servicio Geodésico Interamericano, para extender en el territorio nacional, las redes geodésicas de control horizontal y vertical, efectuando nueve Arcos de Triangulación de primer orden, complementados con otros de segundo orden, para incrementar la Red Geodésica del país, abarcando varios Estados, desde el Norte de la República hasta el Sureste, en el Estado de Chiapas (Fig. V-35).
Fig. V-35.- Red Geodésica Nacional Horizontal, levantada en los años 50´s y 60´s. Composición de la Dirección General de Cartografía.
Complementariamente, se establecieron a lo largo de las principales carreteras del país, 45 Líneas de Nivelación Geodésica de primer orden, empleándose sus puntos de control, denominados Bancos de Nivel, para determinar las alturas de los vértices de las triangulaciones al Nivel Medio del Mar.
Fig. V-34.- Ejemplo de los planos esquematizados impresos en el reverso de las cartas escala 1:250,000, del área fronteriza México-Estados Unidos.Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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5.7. Adquisición de equipo. En el año de 1968 se adquirieron Distanciómetros Electromagnéticos del tipo Electrotape DM-20 y Distomat DI-50 (Fig. V-36), para medir distancias durante los levantamientos geodésicos, aplicándose también en otras actividades, como por ejemplo el apoyo brindado a la Secretaría de Relaciones Exteriores, para determinar el ancho del Golfo de California, entre los Estados de Sonora y Baja California, a la altura de la Isla Tiburón, datos que sirvieron de argumento para declarar Mar Territorial Mexicano a la parte norte de ese Golfo.
Fig. V-37.- Fraccionamiento de la Carta Geográfica de la República, escala 1:500,000, donde se aprecia la distribución de cada una de las hojas que la integran. Composición fotográfica de la Dirección General de Cartografía. Fig. V-36.- Distanciómetro Electromagnético Distomat DI-50, empleado para determinar distancias de hasta 50 Kilometros. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
6.1. Integración. Esta Comisión se integró con representantes de las Secretarías de la Defensa Nacional, Marina, Economía, Agricultura y Ganadería, Educación Pública, Comunicaciones y Obras Públicas, y Recursos Hidráulicos.
CAPÍTULO 6 COMISIÓN INTERSECRETARIAL COORDINADORA DEL LEVANTAMIENTO DE LA CARTA GEOGRÁFICA DE LA REPÚBLICA.
La Secretaría de la Defensa Nacional designó como su representante al General de Brigada Ingeniero Constructor Diplomado de Estado Mayor Miguel A. Sánchez Lamego, Jefe del Departamento Cartográfico Militar, quien fungió como Presidente de la Comisión (Fig. V-38).
El Presidente Adolfo Ruiz Cortines, interesado en que México contara con una carta geográfica nueva y de tipo moderno, elaborada a escala 1:500,000 (Fig. V-37), a partir de fotografías aéreas, emitió un decreto el 2 de enero de 1956, creando la Comisión Intersecretarial Coordinadora del Levantamiento de la Carta Geográfica de la República Mexicana. 203
Fig. V-38.- General de Brigada Ingeniero Constructor Diplomado de Estado Mayor, Miguel Ángel Sánchez Lamego. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
CC. El Departamento Cartográfico Militar tenía en su archivo, copias de las fotografías Trimetrogón (Fig. V-40) tomadas por la Fuerza Aérea Norteamericana, para la elaboración de la Carta Aeronáutica del Mundo, así como copias de fotografías verticales tomadas para el mismo fin, de los litorales del país, por la Oficina Hidrográfica de la Marina de los Estados Unidos.
6.2. Misión. A esta Comisión se le encomendó la misión de coordinar los trabajos que se realizaban en el país, para formar y perfeccionar la Carta Geográfica de la República en escala 1:500,000 y ejecutar las actividades complementarias que fueran necesarias para este fin. 6.3. Información disponible. El 2 de febrero de 1956, el General Sánchez Lamego notificó a la Comisión, de la información disponible para construir la Carta, siendo la mas sobresaliente la siguiente: AA. El Departamento Cartográfico Militar, había elaborado 38 cartas escala 1:100,000 y tenía en proceso 104 más, correspondientes a la parte central del país, comprendida entre los paralelos 18° y 24°. BB. Conforme a un convenio cartográfico celebrado con el gobierno de los Estados Unidos de América, se realizaría la toma de fotografías aéreas del territorio nacional, comprendido del paralelo 24° hacia la frontera norte, y desde el paralelo 30° en la Península de Baja California (Fig V-39).
Fig. V-40.- Fotografía oblicua del Valle de México, obtenida con una cámara cartográfica de tres objetivos del sistema Trimetrogón. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
DD. Además de lo anterior, se contaba con los datos de las coordenadas obtenidas en las triangulaciones geodésicas, y con las elevaciones establecidas mediante las nivelaciones de precisión realizadas a lo largo de las principales carreteras del país, y aún más, se disponía de las coordenadas de 425 puntos geográficos del territorio nacional, determinadas por medio de observaciones astronómicas. En función de lo antes anotado, se concluyó que quedaba pendiente realizar el levantamiento aerofotográfico, de la región comprendida entre el paralelo 18° y la frontera sur del país, así como de la correspondiente a la mayor parte de la Península de Baja California. 6.4. Métodos y procedimientos de trabajo. La Comisión estableció las bases generales para el levantamiento cartográfico, destacando las siguientes especificaciones:
Fig. V-39.- Índice de fotografías aéreas tomadas en la región norte del país. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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AA. Elaborar la Carta Geográfica de la República a escala 1:500,000, sobre una base aerofotogramétrica y con la mayor información posible; BB. La carta estaría compuesta por 47 hojas, con formato de 2° de latitud por 3° de longitud; CC. La proyección cartográfica empleada en su construcción, sería la Proyección Universal Transversa de Mercator; DD. Se ejecutarían las siguientes fases de trabajo: a. Toma de las aerofotografías; b. Obtención del control terrestre; c. Dibujo fotogramétrico de la planimetría y el relieve; d. Recopilación de la nomenclatura; e. Edición; f. Revisión; e g. Impresión. EE. La toma de las fotografías y el dibujo cartográfico, se haría por medio de empresas contratadas para el efecto. FF. El Departamento Cartográfico Militar obtendría el control terrestre (Fig. V-41) y la nomenclatura, efectuando también la revisión de las hojas obtenidas.
Fig. V-41.- Aspectos de los trabajos realizados por los militares, para obtener información geográfica directamente en el terreno. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
6.5. Conclusión de los trabajos. Los trabajos se realizaron durante los años 1956, 1957 y 1958, hasta que en la sesión de trabajo de la Comisión, llevada a cabo el 17 de octubre de 1958, su Presidente, el General de Brigada Diplomado de Estado Mayor Miguel A. Sánchez Lamego hizo entrega de las últimas hojas, informando que la Carta Geográfica de la República, escala 1:500,000, estaba totalmente terminada. 205
Para satisfacción de la Comisión Intersecretarial, en un informe emitido por la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, se expresó lo siguiente: “...la carta a la escala 1:500,000 editada totalmente por la Comisión Intersecretarial es la mejor que se ha hecho desde los puntos de vista planimétrico y altimétrico sobre la base de la aerofotogrametría…”; confirman-
do que se logró mayor calidad que la carta escala 1:1’000,000 realizada por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de América, ya que esta última fue realizada, únicamente para satisfacer las necesidades de la navegación aérea, con un control terrestre precario (Fig. V-42).
CAPÍTULO 7 DEPARTAMENTO GEOGRÁFICO MILITAR. 7.1. Creación del Departamento Geográfico Militar. Por decreto presidencial el 18 de abril de 1971, el Departamento Cartográfico Militar cambió de nuevo su denominación, por la de Departamento Geográfico Militar. Su misión consistió en continuar actualizando la cartografía escala 1:100,000 (Fig. V-43), que debido a diversas razones aún no se había concluido.
Fig. V-42.- Hoja Ojinaga, escala 1:500,000, construida por el Departamento Cartográfico Militar para la Comisión Intersecretarial, en el año 1958, con fotografías verticales. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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7.2. Actividades Desarrolladas por el Departamento Geográfico Militar. Este organismo realizó múltiples trabajos técnicos (Fig. V-44), para elaborar cartografía escala 1:100,000, de las regiones comprendidas al norte del paralelo 24°, incluyendo a la Península de Baja California, labor que inició en el año de 1970 y se concluyó en 1974.
Fig. V-44.- Actividades de edición cartográfica por medios manuales. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Así mismo, a este organismo le correspondió continuar con la actualización de la Carta Táctica del Valle de México, escala 1:25,000 (Fig. V-45). 7.3. Colaboración con la Comisión de Estudios del Territorio Nacional (CETENAL), para la elaboración de la cartografía escala 1:50,000.
Fig. V-43.- Hoja Mérida escala 1:100,000, actualizada por métodos fotogramétricos y publicada en 1971 por el Departamento Geográfico Militar.
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En el año de 1973, el Departamento Geográfico Militar recibió órdenes para colaborar estrechamente con la Comisión de Estudios del Territorio Nacional, en la elaboración y publicación de la Carta General del País, escala 1:50,000, motivo por el cual se adquieren los siguientes instrumentos, que sirvieron para darle mayor exactitud a dicha cartografía:
AA. Un instrumento marca Wild, modelo PUG-4, para la identificación estereoscópica y transferencia de puntos de control terrestre (Fig. V-46).
Fig. V-46.- Instrumento para la identificación estereoscópica y transferencia de puntos de control terrestre, marca Wild, modelo Pug-4. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
BB. Dos Restituidores Fotogramétricos Planimat D-2, un Ortoproyector Orto-3 y un GZ-1, todos marca Zeiss, para realizar la aerotriangulación analítica y generar mosaicos fotográficos de gran precisión denominados Ortofotografías (Fig. V-47).
Fig. V-47.- A la izquierda, instrumento Planimat D-2, empleado para la propagación de puntos de control. A la derecha, Orto-3 proyector GZ-1, para la corrección geométrica de mosaicos de fotografías aéreas. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
CC. Una Cámara Horizontal, destinada al área de Fotomecánica, para la reducción o ampliación del dibujo cartográfico, la construcción de mosaicos fotográficos y otros trabajos necesarios para la edición cartográfica (Fig. V-48).
Fig. V-45.- Hoja Cuautitlán escala 1:25,000, segunda edición 1973, publicada por el Departamento Geográfico Militar. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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CAPÍTULO 8 DEPARTAMENTO CARTOGRÁFICO. 8.1. Creación del Departamento Cartográfico. El 21 de mayo de 1974, el Departamento Geográfico Militar cambió su designación, denominándosele Departamento Geográfico, nombre que es nuevamente cambiado en el año 1975, adoptándose el de Departamento Cartográfico.
Fig. V-48.- Cámara horizontal para la ampliación o reducción de fotografías. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
DD. Un Marco de Vacío, para la elaboración de las pruebas de color utilizadas en el pegado de toponimia y el control de calidad, así como para la impresión de las láminas de zinc, empleadas en la impresión de cartografía en equipos Offset.
8.2. Misión. Dentro de los proyectos del Departamento Cartográfico, se encontraban como primera prioridad, iniciar una nueva actualización de la cartografía militar, escala 1:100,000; continuar con la carta Táctica del Valle de México escala 1:25,000; y editar cartografía a escalas 1:250,000 y 1:50,000.
EE. Seis Restituidores Fotogramétricos marca Wild, modelo Aviógrafo B8S48, empleados para trazar el dibujo contenido en las aerofotografías (Fig. V-49).
8.3. Actividades desarrolladas. En los ocho años en que tuvo la designación de Departamento Cartográfico, este organismo obtuvo los siguientes logros: AA. Elaboración de 9 cartas topográficas escala 1:250,000 (Fig. V-50), con formato de un grado de latitud por dos grados de longitud, para cubrir parte de los Estados de Chiapas y Baja California Sur. BB. Actualización de 134 cartas escala 1:100,000, con formato de 30 minutos de latitud por 40 minutos de longitud, que cubrieron los Estados de Aguascalientes, Zacatecas, San Luis Potosí, Nayarit, Baja California Sur, Sinaloa y Querétaro, así como parte de los Estados de Michoacán, México y Jalisco (Fig. V-51).
Fig. V-49.- Instrumento de restitución fotogramétrica marca Wild, modelo Aviógrafo B8S. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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Instrumento destinado para hacer la restitución de pares independientes de fotografías aéreas, adecuado para trabajos de cartografía en pequeñas y medianas escalas.
Fig. V-50.- Hoja San José del Cabo-Cabo San Lucas escala 1:250,000, publicada en 1981 por el Departamento Cartográfico, con un formato de 1 grado y 10 minutos de latitud por 2 grados de longitud. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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Fig. V-51.- Hoja Sombrerete, escala 1:100,000, publicada en 1979 por el Departamento Cartográfico, en formato de 30 minutos de latitud por 40 minutos de longitud. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
CC. Cambio de formato de la Carta Táctica del Valle de México, adoptándose el de 10 minutos de longitud por 7 minutos y 30 segundos de latitud (Fig. V-52), con la finalidad de ajustarse a los parámetros de subdivisión cartográfica, en la mayoría de las escalas (múltiplos de 10); a esta cartografía se le suprimió el Fotomapa que se agregaba en el reverso de cada hoja, por considerarse que su uso era mínimo y su elaboración costosa.
Fig. V-52.- Hoja Cuautitlán, escala 1:25,000, publicada en 1980 por el Departamento Cartográfico. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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DD.
Elaboración de cartografía escala 1:50,000, de la República Mexicana, en el marco de la colaboración interinstitucional convenida entre la Secretaría de la Defensa Nacional y la Comisión de Estudios del Territorio Nacional (CETENAL). Le correspondó al Departamento Cartográfico, la elaboración de 94 cartas, que comprendieron los Estados de Sinaloa, Durango, Nayarit, Zacatecas, Jalisco y Chihuahua (Fig. V-53). Esta cartografía fue realizada por métodos fotogramétricos, empleando fotografías verticales e información recopilada en el campo.
Fig. V-53.- Hoja Guachochi, escala 1:50,000, correspondiente al Estado de Chihuahua, elaborada en 1977 por el Departamento Cartográfico. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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EE. Actualización de cuatro hojas de la Carta Táctica del Valle de México, escala 1:25,000, con el antiguo formato de 7´ 30” por 7’ 30” (Fig. V-54).
Fig. V-55.- Actividades de impresión cartográfica. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
En esta etapa y aplicando la tecnología vigente en la época, se actualizaron: 9 cartas topográficas escala 1:250,000; 134 escala 1:100,000; 94 escala 1:50,000 y 4 escala 1:25,000.
CAPÍTULO 9 DIVISIÓN TERRITORIAL ACTUAL. 9.1. Modificación a la división territorial. La Constitución Política de 1917, en su artículo 43 establecía que las partes integrantes de la Federación son: “... los Estados de Aguascalientes, Baja California, Campeche, Coahuila, Colima, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Veracruz, Yucatán, Zacatecas, Distrito Federal y territorios de la Baja California Sur y de Quintana Roo...”. En el año 1974, el Congreso de la Unión, efectuó modificaciones a dicho Artículo, para constituir a la Federación con 31 Estados y 1 Distrito Federal: “...los Estados de Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Colima, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán, Zacatecas y el Distrito Federal...” ( Fig. V-56) .
Fig. V-54.- Hoja Tlalpan, escala 1:25,000, publicada en 1979 por el Departamento Cartográfico.Imagen de la Dirección General de Cartografía.
La cartografía elaborada en esta etapa, se realizaba a partir de fotografías aéreas verticales, procesadas en instrumentos fotogramétricos óptico-mecánicos; se complementaba con información recopilada en el campo, editada por medio del dibujo grabado con buriles metálicos e impresa en equipos de Offset (Fig. V-55). 213
9.2.1. Mar Territorial. El principio básico del Mar Territorial, es que una faja de agua debe quedar bajo la soberanía exclusiva del Estado ribereño, por considerarse una extensión de su territorio nacional. En el año 1969, ante la falta de acuerdos internacionales, México adoptó como Mar Territorial, una franja de agua de doce millas náuticas, adyacente a las costas nacionales continentales o insulares donde ejerce su soberanía. No fue sino hasta el 30 de abril de 1982, en que la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, celebrada en la ciudad de Nueva York, E.U.A., aprobó un tratado multilateral, calificado como la Constitución de los Océanos, en la que se determinó que todo Estado tiene derecho a establecer la anchura de su mar territorial, hasta un límite que no exceda de 12 millas marinas49 (22,224 metros), medida a partir de la Cota de Pleamar Máxima (Marea Alta), observada durante treinta días consecutivos. 9.2.2. Zona Económica Exclusiva. La Zona Económica Exclusiva se creó como respuesta a la necesidad de dotar a los Estados costeros, de una serie de facultades específicas, sobre la franja de mar contigua a su Mar Territorial, para fines de exploración, explotación, conservación y administración de los recursos naturales existentes en el lecho y el subsuelo, así como en las aguas suprayacentes.
Fig. V-56.- El territorio mexicano, actualmente está integrado por 31 Estados y un Distrito Federal. Composicion fotográfica de la Dirección General de Cartografía.
9.2. Zonas Marinas Mexicanas. Se incluye este apartado, para hacer referencia al establecimiento de las zonas marinas mexicanas, de gran relevancia en la conformación del territorio nacional y para el ejercicio de la soberanía que ejerce la República.
La Zona Económica Exclusiva, también denominada Mar Patrimonial, se extiende conforme a lo determinado en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, la cual fue discutida y analizada por medio de conferencias, en el lapso comprendido entre los años 1956 a 1982, determinándose una distancia de doscientas millas marinas (370,400 metros), contadas desde la línea de base, a partir de la cual se mide la anchura del Mar Territorial (Fig. V-57).
La Ley Federal del Mar, vigente en nuestro país desde el 8 de enero de 1986, es la que detalla lo dispuesto en los párrafos Cuarto, Quinto, Sexto y Octavo del Artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en lo relativo a las zonas marinas mexicanas, constituidas por:
Cabe mencionar, que México tiene celebrados diversos Tratados en materia de Zona Económica Exclusiva; como sigue:
A. Las Aguas Marinas Interiores; B. La Zona Contigua; C. La Plataforma Continental y las Plataformas Insulares; D. El Mar Territorial; y E. La Zona Económica Exclusiva.
A. Con el Gobierno de Cuba, denominado Acuerdo sobre la Delimitación de los Espacios Marítimos, en las áreas en que dichos espacios son colindantes; que entró en vigor el 26 de julio de 1976;
Destacan cartográficamente las dos últimas, ya que incrementan notablemente el espacio geográfico del país y por lo tanto el ejercicio de la soberanía nacional.
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214
Una milla marina equivale a 1,852 metros.
Fig. V-57.- Delimitación del Mar Territorial y de la Zona Económica Exclusiva. Imagen obtenida de http//images.google.
B. El celebrado con los Estados Unidos de América sobre Límites Marítimos, que entró en vigor el 22 de enero de 1979;
Fig. V-58.- Zona Económica Exclusiva de México. Composición fotográfica de la Dirección General de Cartografía.
C. El suscrito con Guatemala, vigente a partir del 17 de agosto de 1989, denominado Acuerdo para la Vigilancia de las Zonas Marítimas Fronterizas en el Océano Pacífico, tanto en el Mar Territorial, como en la Zona Económica Exclusiva;
9.3. El Espacio Aéreo Mexicano.
D. Un Tratado de Delimitación Marítima con Honduras, signado el 9 de noviembre de 2006; y
El Espacio Aéreo es una porción de la atmósfera terrestre, situada sobre la superficie de una nación, extendiéndose también sobre su mar territorial.
E. Una propuesta de Tratado, presentada a Belice en septiembre de 2006, fundamentada en trabajos de campo, misma que se encuentra en evaluación.
Este Espacio tiene una trascendencia fundamental, toda vez que es el ámbito en el cual se desarrolla la actividad aeronáutica. El Convenio de Chicago sobre Aviación Civil Internacional, suscrito el 19 de diciembre de 1944, determina en su Artículo 3°:
La superficie del mar patrimonial mexicano es de aproximadamente 2.9 millones de kilometros cuadrados (Fig. V-58).
“…se considera territorio de un Estado las áreas terrestres y las aguas territoriales adyacentes a ellas que se encuentran bajo la soberanía, dominio, posesión o mandato de dicho Estado”.
Las islas permiten a México tener una mayor extensión de su mar patrimonial, pues éste no sólo se determina a partir de los litorales continentales, sino también de los insulares, como sucede con el Archipiélago de Revillagigedo, localizado en el Océano Pacífico.
En cuanto al límite exterior del Espacio Aéreo, hay en la actualidad un debate para definirlo, existiendo una propuesta para que sea de 90 kilómetros a partir del nivel de mar. 215
CAPÍTULO 10 DIRECCIÓN GENERAL DEL SERVICIO CARTOGRÁFICO. 10.1. Creación. De conformidad con el Reglamento Interior de la Secretaría de la Defensa Nacional, con fecha 1 de julio de 1982 el Departamento Cartográfico se convirtió en Dirección General, adoptando la designación de Dirección General del Servicio Cartográfico (DGSC). 10.2. Misión. Le correspondió a esta Dependencia dar continuidad a la elaboración y actualización de la cartografía del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos. 10.3. Producción cartográfica. Dentro de las actividades técnicas llevadas a cabo durante los 10 años en que tuvo esta designación, destaca lo siguiente: 10.3.1. Cartografía escala 1:100,000. Se actualizaron 367 hojas, correspondientes a más de la mitad del Territorio Nacional (Fig. V-59). Fig. V-59.- Hoja Caoba, escala 1:100,000, elaborada en el año de 1987 por métodos fotogramétricos.Imagen de la Dirección General de Cartografía.
216
10.3.2. Cartografía escala 1:25,000. Se editaron 22 cartas del Valle de México, con el nuevo formato de 10 minutos de longitud por 7 minutos y 30 segundos de latitud, actualizándolas mediante reconocimientos en el terreno, para recopilar los nombres geográficos y clasificar los rasgos existentes (Fig. V-60). 10.3.3. Cartografía escala 1:50,000. En el período comprendido de 1982 a 1990, se elaboraron 90 cartas, con formato de 20 minutos de longitud y 15 minutos de latitud, que cubrieron parte de los Estados de Chiapas, Coahuila, Chihuahua, Durango y Sonora (Fig. V-61).
Fig. V-60.- Hoja Chapultepec, escala 1:25,000, editada en 1983 por la Dirección General del Servicio Cartográfico. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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Fig. V-61.- Hoja Marqués de Comillas, escala 1:50,000, editada en 1986 por la Dirección General del Servicio Cartográfico por métodos fotogramétricos. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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10.3.4. Cartografía escala 1:1’000,000. En el año 1988, se construyó una Carta General de la República a escala 1:1’000,000, integrada por las fracciones: Monterrey, Villahermosa, Guadalajara, Ciudad de México, Mérida, Tijuana, La Paz, Durango y Chihuahua, desarrolladas en la Proyección Cónica Conforme de Lambert50 y con un formato promedio de 5 grados de longitud por 6 grados de latitud. A esta cartografía se le agregaron los límites de las Regiones y Zonas Militares del país (Fig. V-62).
10.3.5. Cartografía escala 1:25,000, de la Frontera México-Guatemala-Belice. Con la finalidad de disponer de cartografía de escala grande, de la frontera MéxicoGuatemala-Belice51, en el año de 1990 se dio inicio a un proyecto para elaborar cartas escala 1:25,000 del área adyacente al límite fronterizo Sur52. Para el año 1992 se había concluido la edición de las 178 hojas que conformaron el cubrimiento (Fig. V-63). Para llevar a cabo la clasificación de los detalles topográficos y la recopilación de nomenclatura en la Frontera México-Guatemala-Belice, se integraron varias brigadas de campo, conformadas por personal especialista de la Dirección General del Servicio Cartográfico.
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En nuestra Frontera Sur existen dos Comisiones Internacionales que actúan en forma coordinada, pero independientes una de la otra. Por una parte, la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Guatemala, que se conforma por la Sección Mexicana y una Sección Guatemalteca; y la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Belice, conformada con una Sección Mexicana y una Sección de Belice. Cada una de estas Comisiones formula recomendaciones a los Gobiernos de México y Guatemala, o en su caso, a los Gobiernos de México y Belice, para la solución de asuntos bilaterales de su competencia. De manera interna, la Sección Mexicana de las Comisiones Internacionales de Límites y Aguas México-Guatemala y México-Belice está constituida como órgano desconcentrado de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y representa al Gobierno de México ante cada una de las Comisiones Internacionales.
52
Es una proyección estándar, que se utiliza para representar áreas, cuya extensión Este-Oeste es mayor que la Norte-Sur, para mantener la forma general del terreno.
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Fig. V-62.- Hoja Villahermosa escala 1:1´000,000, editada en 1988 por la Dirección General del Servicio Cartográfico.
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Fig. V-63.- Hoja El Pacayal, escala 1:25,000, correspondiente a la Frontera México-Guatemala-Belice. Editada en 1990 por la Dirección General del Servicio Cartográfico. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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10.3.6. Cartografía especial. Como complemento a los trabajos cartográficos señalados anteriormente, se emprendió la elaboración de cartografía a escalas especiales, de algunas de las instalaciones castrenses más importantes, empleando procedimientos fotogramétricos, publicándose las cartas de los siguientes campos militares: AA. Heroico Colegio Militar en escala 1:10,000 (Fig. V-64); BB. Campo Militar General de División Álvaro Obregón, en escala 1:10,000; CC. Base Aérea Militar No. 1, Santa Lucía, Estado de México, a escala 1:15,000; y
Fig. V-64.- Hoja Heroico Colegio Militar, escala 1:10,000, publicada en 1985 por la Dirección General del Servicio Cartográfico. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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DD. Criadero Militar de Ganado, Santa Gertrudis, Chihuahua, integrada por 25 hojas escala 1:25,000, con un formato de 10 minutos de longitud por 7 minutos y 30 segundos de latitud (Fig. V-65). 10.4. Personal del Servicio Cartográfico. Con la finalidad de fortalecer la capacidad técnica del personal del Servicio Cartográfico, incrementando sus conocimientos en materias relacionadas con las ciencias de la tierra, y optimizando la producción cartográfica para uso militar, en el año de 1990 se aprobó la creación de un Escalafón de Ingenieros del Servicio Cartográfico, que complementara y enriqueciera los conocimientos del personal fotogrametrista que trabajaba en la producción cartográfica.
Fig. V-65.- Hoja Tanis, escala 1:25,000, editada en el año de 1986 por la Dirección General del Servicio Cartográfico. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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El Escalafón de Ingenieros del Servicio Cartográfico cuenta con especialistas en Geografía, Geología, Ingeniería Civil, Topografía, Fotogrametría, Geodésia y Agronomía, egresados de instituciones de educación superior, como la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional, entre otras Instituciones. La jerarquía de estos especialistas comprende de Teniente hasta General de Brigada. El personal que integra el escalafón de fotogrametristas, ha adquirido sus conocimientos mediante capacitación impartida en las instalaciones de esta dependencia, y en otras instituciones y empresas afines, cimentada en la práctica cotidiana de la especialidad (Fig. V-66). Fig. V-66.- Personal del Servicio Cartográfico en trabajos de reconocimiento. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Los fotogrametristas tienen un escalafón que comprende las jerarquías de Soldado hasta Mayor. Cuando este personal culmina estudios a nivel de licenciatura en ciencias de la tierra, tiene la oportunidad de reclasificarse al Escalafón de Ingenieros del Servicio Cartográfico. Fig. V-67.- Escudo y exhorto actual de la Dirección General de Cartografía. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
11.2. Exhorto y Lema de la Dirección General de Cartografía. Por disposición del Titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, se instruyó a las Dependencias del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, para que elaboraran un Lema y Exhorto propios.
CAPÍTULO 11 DIRECCIÓN GENERAL DE CARTOGRAFÍA.
Con fundamento en lo establecido en el Artículo 42 del Reglamento para el Servicio Cartográfico Militar, la Dirección General de Cartografía adoptó como Exhorto: SERVICIO DE CARTOGRAFÍA, A LAS TROPAS SIEMPRE GUÍA53 y como Lema APLICACIÓN, DIMENSIÓN Y PRECISIÓN54.
11.1. Creación. Con fecha primero de septiembre de 1992, por Decreto Presidencial, el organismo responsable de producir y abastecer material cartográfico, para satisfacer las necesidades del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, adquirió su actual designación de Dirección General de Cartografía (Fig. V-67).
Con este exhorto, la Dirección General de Cartografía confirma el hecho de que, la información cartográfica es vital para la concepción, preparación y conducción de las actividades militares. 54 El Lema hace alusión a la responsabilidad que implica para el Servicio Cartográfico, abastecer al Ejército y Fuerza Aérea de cartografía actualizada y exacta, que represente con la mayor fidelidad el espacio geográfico. 53
223
11.3. Misión. El Reglamento Interior de la Secretaría de la Defensa Nacional, en su Capítulo XX, Artículo 45, establece para la Dirección General de Cartografía, las misiones siguientes:
AA. Ser el órgano rector para consolidar la producción y desarrollo de la información geoespacial del Ejército y Fuerza Aérea, generando en los usuarios la confianza permanente, de contar con información del territorio nacional, en su concepción más amplia, detallada y precisa.
AA. Elaborar y mantener actualizada la cartografía del país para uso militar (Fig. V-68); BB. Levantar planos, elaborar mosaicos y otros trabajos cartográficos especiales, que demanden las necesidades del Ejército y Fuerza Aérea; CC. Almacenar, conservar, controlar y distribuir material cartográfico, para satisfacer las necesidades del Ejército y Fuerza Aérea; y DD. Controlar y dictaminar la autorización de los levantamientos aerofotogramétricos que se realicen en el Territorio Nacional cuando proceda.
BB. Mantener en permanente evolución los sistemas de producción cartográfica y de información geográfica militar, incorporando las innovaciones tecnológicas que satisfagan plenamente los requerimientos del Instituto Armado, manteniéndose a la vanguardia. CC. Complementar la información generada, mediante el valor agregado que se obtenga de otras especialidades e instituciones afines, logrando mayor calidad y eficiencia, optimizando recursos. DD. Impulsar el desarrollo humano y profesional del personal del servicio, imbuyendo en su espíritu, el orgullo y la satisfacción de saber, que el resultado de su esfuerzo, le permitirá materializar el lema del servicio: A las tropas siempre guía. 11.5. Actividades Cartográficas. De conformidad con su Misión y Visión, la Dirección General de Cartografía, ha efectuado las siguientes acciones: 11.5.1. Elaboración de cartografía por métodos manuales. En el año 1992, se emprendió una nueva edición de la cartografía a escala 1:100,000, aplicando para ello el método de Separación de Colores denominado Scribing, procedimiento que había sustituido el dibujo a tinta, aplicado con anterioridad; en este método se utilizaban buriles metálicos, con agujas calibradas milimétricamente, para mayor precisión del dibujo.
Fig. V-68.- Actividades de producción y distribución cartográfica. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
11.4. Visión.
La Dirección General de Cartografía realiza sus actividades, guiada por la siguiente VISIÓN: 224
El dibujo obtenido de las fotografías aéreas, por métodos fotogramétricos, era impreso en láminas plásticas emulsionadas, denominadas Stabilenes, sobre las cuales se efectuaba el grabado de cada una de las líneas plasmadas en su superficie (Fig. V-69); en cada lámina se trazaban las líneas, que representaban los rasgos topográficos que debían ser impresos con un mismo color.
El proceso de edición cartográfica antes descrito, era realizado conforme a las especificaciones contenidas en el Manual Técnico de Convenciones Topográficas, publicado por el Instituto Panamericano de Geografía e Historia, organismo de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuya misión es generar y transferir a los países de la organización, el conocimiento especializado en áreas de cartografía, historia y geofísica. Ante el avance tecnológico, principalmente en lo relacionado con las ciencias informáticas, las necesidades del Ejército y Fuerza Aérea hicieron impostergable contar con información cartográfica en formato digital, para apoyar las actividades de planeación y adiestramiento. Por tal motivo se adoptaron procedimientos de producción digital, abandonado paulatinamente la edición manual de la cartografía, hasta dejar de utilizarla en el año 2000. 11.5.2. Producción de cartografía por métodos digitales.
Fig. V-69.- Edición de la vegetación de una hoja sobre Stabilenes, por el método de separación de colores. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Con el objetivo de agilizar los procesos de producción y crear la información cartográfica digital, que las actividades del Instituto Armado, en el año de 1996, el Alto Mando del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, dispuso la implementación de un Sistema de Información Geográfica y Producción Cartográfica Digital.
Se empleaban tantos Stabilenes como colores debía contener la carta, generalmente negro, azul, sepia, verde y rojo, complementados con láminas plásticas transparentes, donde se editaba la nomenclatura de la hoja; de estas láminas se obtenían tres negativos, cada uno de los cuales contenía los nombres que debían imprimirse en color negro, sepia y azul (Fig. V-70).
Para el efecto, se adquirió equipo de cómputo y programas de aplicaciones cartográficas, de la más avanzada tecnología, con el fin de sustituir paulatinamente el procedimiento de edición manual. Para ello, se digitalizó la base cartográfica existente en papel, utilizando el dibujo contenido en los originales de impresión; posteriormente se realizó su actualización, mediante el empleo de imágenes obtenidas por sensores remotos instalados en satélites especiales. Del mismo modo, se adquirieron equipos geodésicos del Sistema Global de Posicionamiento, (GPS)55 (Fig. V-71), para las actividades de control terrestre.
En 1993, el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática ya contaba con personal capacitado en el Sistema Global de Posicionamiento (GPS), e inició la instalación de la Red Geodésica Nacional Activa (RGNA), basada en Estaciones GPS fijas, que operan en forma permanente, las 24 horas del día, todos los días del año. En el mismo año, el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos incorporó el conocimiento de los receptores GPS con fines de navegación.
55
Fig. V-70.- Edición cartográfica por el método Separación de colores. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
225
Fig. V-71.- Actividades de control terrestre con equipos GPS. Imagen obtenida de http:// images. google.
Los componentes computacionales (Fig. V-72) así adquiridos, consistieron en:
Para el uso de esta nueva tecnología, se efectuaron intensas actividades de capacitación, con el fin de actualizar los conocimientos técnicos del personal especialista de la Dirección, abarcando las siguientes disciplinas (Fig. V-73):
AA. Estaciones de trabajo; BB. Computadoras personales;
AA. Operación de programas de cómputo, para aplicaciones cartográficas y fotogramétricas, incluyendo el Sistema Operativo Unix;
CC. Graficadores de gran formato; DD. Tabletas digitalizadoras;
BB. Levantamientos Geodésicos con receptores del Sistema Global de Posicionamiento (GPS);
EE. Servidor central;
CC. Procesamiento y análisis de imágenes de satélite;
FF. Receptores GPS geodésicos; y
DD. Aerotriangulación analítica;
GG. Equipos periféricos, con sus correspondientes programas de aplicaciones fotogramétricas y cartográficas.
EE. Restitución fotogramétrica digital; FF. Edición digital; y GG. Administración de sistemas.
Fig. V-72.- Equipo del Sistema de Información Geográfica y Producción Cartográfica. Composición fotográfica de la Dirección General de Cartografía
Fig. V-73. Actividades de capasitación, con los nuevos sistemas de Información Geográfica y Producción Cartográfica Militar. imagen de la Dirección General de Cartográfia.
226
11.5.2.1. Edición Digital de cartografía escala 1:100,000. La edición digital de cartografía, implica organizar los datos, en diferentes niveles de información gráfica y alfanumérica, siendo, por lo general, los de: hidrografía, orografía, planimetría, masas de agua, nomenclatura, tipos de vegetación y de suelo, fallas geológicas, instalaciones hospitalarias y petroleras, así como datos censales (Fig. V-74), niveles que forman la base cartográfica que sustenta el desarrollo y operación de los diversos sistemas computarizados de información del Instituto Armado.
Fig. V-74.- Niveles de Información contenidos en la cartografía digital escala 1:100,000. imagen de la Dirección General de Cartografía
Utilizando tecnología de última generación, a partir del año 1998 la Dirección General de Cartografía emprendió un programa de trabajo, para digitalizar las 627 cartas topográficas56, escala 1:100,000 (Fig. V-75), que cubren el País, concluyéndose la Primera Edición Digital en el año 2004. La carta topográfica militar incluye tanto las coordenadas geográficas que definen la latitud y longitud, expresadas en unidades sexagesimales grados (°), minutos (´) y segundos (”), así como las coordenadas de cuadrícula que definen la “X” y la “Y”, expresadas en unidades métricas.
56
Fig. V-75.- Hoja Linares escala 1:100,000. Edición digital 2004. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
227
A partir del año 2005, esta Dependencia dio inicio a la Segunda Edición Digital de la totalidad de cartas escala 1:100,000, que cubren el territorio nacional (Fig. V-76), a razón de 150 cartas por año, trabajo que se concluyó en el año 2009.
Fig. V-76.- Trabajos de edición digital de la cartografía escala 1:100,000. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Esta nueva serie de cartografía (Fig. V-77) ha sido enriquecida con niveles adicionales de información, que incrementan su utilidad para las actividades militares; en ellos se incluye los datos correspondientes a las instalaciones hospitalarias del país, suministradas por el Instituto Nacional de la Salud Pública (INSP); ductos e instalaciones petroleras, proporcionados por Petróleos Mexicanos (PEMEX); fallas y riesgos geológicos aportadas por el Servicio Geológico Mexicano (SGM); así como información censal y estadística, proveída por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Fig. V-77.- Hoja Raudales de Malpaso, escala 1:100,000 de la Segunda Edición Digital 2005. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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11.5.2.2. Cartografía Digital Urbana del Valle de México escala 1:15,000. Esta cartografía del Valle de México (Fig. V-78), se concibió con el objetivo primordial de elaborar cartas urbanas, que mostraran de manera detallada, las particularidades topográficas del área (Fig. V-79), las zonas habitadas, las instalaciones que pudieran implicar algún riesgo y la traza urbana, para suministrar al Instituto Armado, información detallada del terreno, que coadyuve al cumplimiento de las misiones que constitucionalmente le corresponden, en particular las relacionadas con el auxilio a la población civil en casos de desastre.
Fig. V-78.- Restitución Fotogramétrica digital realizada para construir la cartografía escala 1:15,000 del Valle de México. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. V-79.- Hoja del Valle de México escala 1:15,000, que incluye en tonos de gris, el Modelo Digital del Terreno para una mejor percepción del relieve. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
229
Esta serie cartográfica compuesta por 77 hojas, con formato de 4´ de latitud por 6´ de longitud, abarca el área metropolitana del Valle de México, y fue iniciada en el año 1999. Su construcción se realizó por métodos fotogramétricos, con fotografías aéreas verticales (Fig. V-80) y puntos de control terrestre, establecidos con receptores geodésicos del Sistema Global de Posicionamiento (Fig. V-81); la primera edición fue concluida en el año 2005.
Fig. V-80.- Dibujo fotogramétrico con aparatos Restituidores modelo Aviógrafo B8S. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. V-82.- Índice de las hojas escala 1:500,000. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. V-81.- Posicionamiento Geodésico de Puntos de Control con receptores G.P.S. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
11.5.2.3. Cartografía Digital escala 1:500,000. A esta escala, el país está cubierto con 47 hojas (Fig. V-82). En el año 2009, se llevó a cabo su digitalización, ya que las ediciones anteriores fueron únicamente en papel. 11.5.2.4. Cartografía Digital escala 1:1´000,000.
Fig. V-83.- Índice de las fracciones que integran la Carta General de la República Mexicana escala 1:1´000,000. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
En el año 2003, se realizó la Primera Edición Digital de la Carta General de la República Mexicana, escala 1:1´000,000, integrada por nueve fracciones (Fig. V-83), en Proyección Cónica Conforme de Lámbert; la Segunda Edición Digital fue realizada en el año 2009. 230
11.5.2.5. Cartografía Digital escala 1:25,000. En los años 2005 y 2006, se elaboraron fotogramétricamente, 25 cartas topográficas escala 1:25,000 (Fig. V-84), correspondientes a la región de Santa Gertrudis en el Estado de Chihuahua donde se encuentra ubicado el Centro Nacional de Adiestramiento.
Para facilitar la interpretación del relieve, a las hojas se les incluyó un modelo tridimensional del terreno, en tonos de gris (Fig. V-86), generado a partir de las curvas de nivel digitalizadas.
Fig. V-84.- Transferencia de puntos de control con el instrumento Pug-4. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Los puntos de control terrestre fueron establecidos con receptores geodésicos del Sistema Global de Posicionamiento y el dibujo cartográfico se realizó digitalmente, a partir de fotografías aéreas escala 1:30,000 (Fig. V-85).
Fig. V-85.- Supervisión de las aerofotografías empleadas para el dibujo cartográfico. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. V-86.- Carta topográfica Nogalejo, Chihuahua, escala 1:25,000, primera edición digital 2006. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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11.5.2.6. Elaboración de Espaciomapas escala 1:25,000. Con el propósito de disponer de cartografía táctica digital de la frontera México-Estados Unidos, que incorporara los beneficios que aporta el uso de imágenes de satélite, en el año 2008, esta Dirección emprendió la producción de 323 Espaciomapas escala 1:25,000, para cubrir las áreas del país contiguas a la línea fronteriza, abarcando una franja de entre 30 y 40 kilómetros. Los Espaciomapas (Fig. V-87) son un producto cartográfico de actualidad, formados a diversas escalas, empleando imágenes de satélite previamente procesadas y referidas geográficamente, a las que se les agrega: coordenadas geográficas y de cuadrícula, límites políticos, nombres de las poblaciones y elementos hidrográficos y orográficos existentes. Su uso militar es tanto en formato digital, como impresos en papel.
Fig. V-87.- Espaciomapa de la ciudad de Tijuana, escala 1:25,000. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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Indudablemente, la elaboración y actualización de la cartografía, se ha visto favorecida con las innovaciones tecnológicas, generadas a partir de la Segunda Guerra Mundial, inicialmente con la aplicación de fotografías aéreas de alta resolución y posteriormente, con las imágenes y coordenadas obtenidas por constelaciones de satélites especiales (Fig. V-88), así como por la edición y el análisis realizados con los equipos de cómputo utilizados para el procesamiento, impresión y almacenamiento de información geográfica (Fig. V-89).
Invariablemente, la información plasmada en las imágenes por satélite, es complementada con datos adicionales, obtenidos mediante exhaustivos análisis en gabinete (Fig. V-90) , y
Fig. V-90.- Análisis de la información contenida en imágenes obtenidas por satélites de percepción remota. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Los reconocimientos en el terreno (Fig. V-91), llevados a cabo por el personal militar, tienen como finalidad, clasificar los rasgos físicos existentes y recopilar su nomenclatura.
Fig. V-88.- Satélite de la Constelación SPOT (Satellite Pour l´Observation de la Terre). Imagen obtenida de http://www.spotimage.fr.
Fig. V-91.- Clasificación en el campo de los elementos cartográficos contenidos en la cartografía de nueva edición. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. V-89.- Procesamiento de imágenes de satélite para la actualización de cartografía digital. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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11.5.3. Apoyos de información geográfica a los organismos del Instituto Armado.
11.6. Colaboración Interinstitucional.
La cartografía digital es indispensable para la integración y operación de prácticamente cualquier sistema de información que en la actualidad se conciba, ya sea para planeación urbana, cobro de impuestos, mercadotécnia, estudios ambientales, forestación, explotación de recursos naturales, educación, salud, protección civil y seguridad pública, entre muchos más.
Para complementar la información cartográfica, que produce el Ejército y Fuerza Aérea, se mantiene una intensa colaboración técnica interinstitucional e intercambio de información con Dependencias y Organismos afines de la Administración Pública Federal; entre los Convenios celebrados para el efecto, destacan los siguientes: 11.6.1. Convenio de Colaboración con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), suscrito en el año 2004, para integrar el Comité Técnico Sectorial de Información Geográfica de la Secretaría de la Defensa Nacional.
En el ámbito de las fuerzas armadas, la cartografía digital es utilizada profusamente para la realización de cualquier operación de tipo militar, así como también, en aplicaciones especiales, realizadas por los diversos organismos militares, entre los que destacan: el Centro de Entrenamiento Táctico Computarizado de la Escuela Superior de Guerra; el Sistema Integral de Vigilancia Aérea; la Sala de Operaciones del Alto Mando; simuladores de tiro y sistemas de aeronavegación, en los que se realizan análisis geoespaciales, basados principalmente en cartas digitalizadas, modelos tridimensionales del terreno (Fig. V-92) y bases de datos gráficas y alfanuméricas, además de aquellos datos que el propio usuario agrega.
Su objetivo es el de atender lo relacionado con la ejecución del programa sectorial de desarrollo de información geográfica del Sector Defensa, así como transmitir las normas y disposiciones establecidas para la captación, procesamiento, análisis y difusión de la información, coadyuvando a la integración del Sistema Nacional de Información Geográfica. Esta colaboración ha permitido un intenso intercambio de información y conocimientos, destacando los siguientes apoyos recibidos por parte del INEGI:
AA. Cartografía digital y en papel, a escala 1:50,000 y 1:250,000; BB. Modelos digitales de elevación del país; CC. Información sobre las Islas de México; DD. Programa TRANINV, para la transformación del Dátum NAD27 al ITRF92;
Fig. V-92.- Ejemplo de un Modelo Digital de Elevación (arriba) y un Modelo Digital del Terreno (abajo), que proporcionan una imagen tridimensional del relieve. Composición fotográfica de la Dirección General de Cartografía.
EE. Capacitación sobre nuevas metodologías (Fig. V-93); 234
Fig. V-93.- Personal militar capacitándose en las instalaciones del INEGI. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
FF. Asesoría sobre innovaciones técnicas, para la elaboración de cartografía digital;
11.6.1.1. El Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica.
GG. Participación en el análisis y aprobación de normas técnicas; y
De conformidad con la reforma a los Artículos 26 y 73, Fracción XXIX-D de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 7 de abril de 2008, se creó la Ley del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica, con el objeto de regular el funcionamiento del Sistema en mención, cuyo objetivo principal es promover y normar, la producción y difusión de información estadística y geográfica, suministrando a la sociedad mexicana y al Estado, información de calidad, veraz y oportuna, a fin de coadyuvar al desarrollo del país.
HH. Múltiples invitaciones para participar en las Reuniones Nacionales de Estadística y Geografía, que realiza el Instituto (Fig. V-94).
De igual forma, el Instituto Armado ha proporcionado al INEGI, los siguientes apoyos:
Para dar cumplimiento a la mencionada Ley, el sistema define al conjunto de Unidades del Estado, como las áreas administrativas que cuentan con atribuciones para desarrollar actividades estadísticas y geográficas, las cuales son: a) Las Dependencias y Entidades de la Administración Publica Federal; b) Los poderes Legislativo y Judicial de la Federación; c) Las Entidades Federativas y los Municipios; d) Los Organismos Constitucionales Autónomos y e) Los Tribunales Administrativos Federales.
AA. Cartografía Topográfica Digital, escala 1:100,000; y BB. Datos del Control Terrestre, establecido por la Dirección General de Cartografía.
Dichas Unidades se organizan en Subsistemas, los cuales son coordinados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), articulados mediante una Red Nacional de Información, con el propósito de producir y difundir información de interés nacional. La Secretaría de la Defensa Nacional forma parte de este Sistema y participa de la siguiente manera:
Fig. V-94.- Reunión Nacional de Estadística y Geografía, llevada a cabo en la ciudad de Manzanillo, Colima. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Así mismo, para dar cumplimiento a la Ley de Información Estadística y Geográfica, la Secretaría de la Defensa Nacional, por conducto de la Dirección General de Cartografía, formó parte del Comité Técnico Consultivo de Estadística y Geografía (Fig. V-95), cuya función era la de coordinar y establecer normas y procedimientos, para la producción de información estadística y geográfica; este comité sesionó hasta el mes de marzo del año 2008, ya que con fecha 16 de abril de ese mismo año, fue publicada en el Diario Oficial de la Federación, la “Ley del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica” que derogó la Ley antes citada, entrando en receso el referido Comité Técnico Consultivo.
AA. Forma parte del Consejo Consultivo Nacional (Fig. V-96), habiendo designado como su representante, al Ciudadano Subsecretario de la Defensa Nacional; este Consejo Nacional es la instancia en la que participan funcionarios de la Administración Pública Federal y representantes de los poderes Legislativo y Judicial, así como de los Estados, con el objetivo de orientar los proyectos de los programas y trabajos que se requieran para satisfacer las necesidades de información de interés nacional.
Fig. V-95.- Asistencia a la Convención Nacional de Geografía y a la Reunión 2007 del Comité Técnico Consultivo de Estadística y Geografía. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. V-96.- Primera Reunión Plenaria del Consejo Consultivo Nacional, del cual forma parte la Secretaría de la Defensa Nacional. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
235
La materialización del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica, permite al Estado homologar la información oficial de interés nacional, que se utiliza en diferentes organismos de la Administración Pública Federal (Fig. V-98), suministrando datos cada vez más objetivos, con los que la sociedad se beneficiará. Para las Fuerzas Armadas, esta circunstancia representa, además, la posibilidad de incrementar su acervo de información geográfica, lo que permitirá optimizar la planeación y conducción de las actividades castrenses.
BB. El Director General de Cartografía es integrante del Comité Ejecutivo, del Subsistema de Información Geográfica y del Medio Ambiente, que es la instancia encargada de generar la información geográfica y del medio ambiente, en los siguientes grupos de datos: marco de referencia geodésico; límites costeros, internacionales, estatales y municipales; datos del relieve continental y submarino; datos catastrales, topográficos, de recursos naturales y clima; así como la descripción del estado y tendencias del medio ambiente, considerando los medios naturales, las especies y otros organismos que se encuentren dentro de estos medios. Asimismo, debe generar los indicadores que permitan conocer los temas de atmósfera, agua, suelo, flora, fauna, residuos peligrosos y residuos sólidos (Fig. V-97). CC. El Subdirector General de Cartografía participa en el Comité Técnico Especializado, que es la instancia colegiada de participación y consulta, que se crea por acuerdo de la Junta de Gobierno del INEGI, para promover la producción de temas regionales o especiales, permanentes o temporales, que demande el Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica.
Fig. V-98.- Reunión de Especialistas, para la revisión de la normatividad técnica en materia de geografía. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
11.6.1.2. El Sistema de Referencia Geodésico. El avance tecnológico actual ha influido considerablemente, en todas las áreas del conocimiento humano, en particular en el ámbito de las ciencias de la tierra. En el aspecto geoespacial, posibilitó la realización de estudios minuciosos, de la forma y dimensiones de la Tierra; de ellos han surgido datos con mayor precisión que los utilizados para establecer el Dátum Norteamericano de 1927(NAD27), empleado para elaborar la cartografía de la parte norte de América.
Fig. V-97.- Participación de la Secretaría de la Defensa Nacional en el Comité Ejecutivo del Subsistema Nacional de Información Geográfica y del Medio Ambiente. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
236
Por ello, se ha desarrollado nuevos sistemas geodésicos de referencia para determinar las posiciones sobre la superficie terrestre con mayor exactitud y presición, uno de ellos es el World Geodetic System de 1984 (WGS84), el cual esta definido en forma dinámica tomando en consideración el centro de mesas de la tierra.
En nuestro país, por razones de orden técnico-conceptual de avanzada, adecuadas a las demandas por información más exacta y en respuesta al desarrollo tecnológico, el Instituto Nacional de Estadisticas y Geografía, órgano rector en la materia, adoptó oficialmente, en abril de 1998, un nuevo sistema geodésico de referencia para México. Este sistema se denomina ITRF92 (International Terrestrial Reference Frame), el cual fue definido por el Servicio Internacional de Rotación de la Tierra57; el origen de las coordenadas de este sistema, también es el centro de mesa de la Tierra, incluyendo los océanos y la atmósfera, por lo que es de la moyor precisión. A partir del año 2009, La Secretaría de la Defensa Nacional inició el cambio de Dátum de la cartografía que produce, migrando la información del Dátum NAD27 al ITRF92
11.6.2. Convenio de Colaboración con el Consejo de Recursos Minerales, hoy Servicio Geológico Mexicano (SGM). Este convenio fue signado el 1 de noviembre de 2002, con vigencia indefinida, para establecer la forma, términos y condiciones de uso, de la información geográfica digital que ambas partes intercambien. El intercambio de información geográfica ha permitido al Instituto Armado, obtener del SGM: AA. Estudios de Riesgos Geológicos de diversas localidades del país, de especial utilidad para la aplicación del Plan DN-III-E;
Fig. V-99.- Instrumentos donados por el SGM, arriba izquierda Estereoscopio Wild Modelo ST-4, arriba derecha Brújula, abajo Plancheta. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
De igual forma, la Secretaría de la Defensa Nacional ha proporcionado al SGM, cartografía topográfica digital, escala 1:100,000, de diversos Estados de la República.
BB. Cartografía temática de áreas con actividad volcánica;
11.6.3. Convenio de Colaboración Institucional con el Organismo Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (ASERCA), dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación.
CC. Información sobre áreas de riesgo geológico; e DD. Instrumentos topográficos y fotogramétricos, para su exhibición en el Museo Nacional de la Cartografía (Fig. V-99).
Estas bases de colaboración fueron firmadas el 9 de mayo de 1996, culminando su vigencia el 30 de noviembre de 2006. Su objetivo fue establecer mecanismos mediante los cuales ambas instituciones instrumentaran acciones, para desarrollar trabajos de asesoría mutua y trabajar de manera coordinada, conjunta y/o integrada, para el desarrollo de proyectos que coadyuven a la modernización y actualización de los sistemas de información geográfica, cartográfica, alfanumérica, vectorial y documental.
El Servicio Internacional de Rotación de la Tierra fue establecido en 1987, con sede en París, Francia, cuya finalidad principal es proveer información geodésica y geofísica de la tierra, entre los que se encuentran, los sistemas de referencia geodésicos que emplea la cartografía.
57
237
Con este convenio se obtuvo el cubrimiento nacional de imágenes de satélite “Landsat” y “Spot”, Pancromáticas (blanco y negro) y Multiespectrales (color), como la de la figura V-100, aplicadas para la actualización de la cartografía.
Con este convenio se ha logrado disponer de la siguiente información, apoyos y capacitación: AA. Apoyo con instalaciones, equipo y capacitación, para la producción de cartografía digital, escala 1:20,000 y 1:250,000, para el Centro de Entrenamiento Táctico Computarizado de la Escuela Superior de Guerra; BB. Mosaicos de imágenes de satélite “Landsat” 2003, con cubrimiento nacional; CC. Información sobre instalaciones y ductos petroleros; y DD. Apoyo para la instalación de una terminal, que permite el acceso a la Red Intranet de Petróleos Mexicanos, para la consulta de información geográfica en línea. Así mismo, se ha participado en diversos Foros-Taller Petroleros, de Sistemas de Información Geográfica (Fig. V-101), en donde ha sido posible conocer las experiencias obtenidas en trabajos cartográficos, a través de conferencias y visitas a exposiciones, de nuevos instrumentos y productos cartográficos, con tecnología de última generación.
Fig. V-100.- Imagen multiespectral obtenida por el satélite “Spot 5”, proporcionada por ASERCA en el marco de colaboración interinstitucional con la Secretaría de la Defensa Nacional. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
En reciprocidad, se proporcionó al Organismo Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (ASERCA) información cartográfica digital de diversas áreas del país. 11.6.4. Convenio de Colaboración Técnica Interinstitucional con el Sistema Corporativo de Información Geográfica de Petróleos Mexicanos (SICORI, PEMEX).
Fig. V-101.- Exposición de cartografía e instrumentos cartográficos. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
La Secretaría de la Defensa Nacional, por conducto de la Dirección General de Cartografía, ha proporcionado al Sistema Corporativo de Información Geográfica, la cartografía digital de la República Mexicana, escala 1:100,000, que esa paraestatal emplea de mapa base, para el desarrollo de su sistema de información geográfica.
Fue suscrito el 31 de mayo de 1995, con la finalidad de establecer colaboración técnica, para el levantamiento, procesamiento, edición e intercambio de información geográfica, capacitación, y desarrollo de aplicaciones y tecnología, en materia de sistemas de información geográfica. 238
11.6.6. Colaboración con la Secretaría de Marina/Armada de México (SEMAR).
11.6.5. Convenio de Colaboración Técnica Interinstitucional con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Con esta Fuerza Armada se mantiene un intenso intercambio de información geoespacial, complementada con asesoría y capacitación, por lo que ha sido posible materializar las siguientes acciones:
Este Convenio fue firmado el 20 de julio de 2004, con la finalidad de intercambiar información geográfica, incluyendo la prestación de servicios, asesoría y capacitación.
AA. Obtención del cubrimiento nacional de imágenes de satélite Spot 5, para las actividades de producción y actualización de cartografía digital;
A través de este convenio, se ha logrado obtener la siguiente información geográfica: AA. Atlas de Comunicaciones y Transportes, en diferentes escalas;
BB. Cartas de Navegación y Portulanos de los litorales del país; y BB. Bibliografía técnica; CC. Capacitación en análisis e interpretación de imágenes de satélite, para la detección de cultivos ilícitos. (Fig. V-103).
CC. Bases de datos de instalaciones aeroportuarias y de carreteras; DD. Cartas de Navegación Aérea, del territorio nacional; y EE. Cartografía por estados, en papel y digital. Igualmente, se realizan reuniones de trabajo (Fig. V-102), para compartir conocimientos que coadyuvan al mejor desempeño de las actividades técnicas y a la generación de nuevos productos cartográficos, como por ejemplo el desarrollo de la Carta Aeronáutica de Navegación Visual de México, escala 1:1´000.000.
Fig. V-103--.- Adiestramiento de personal militar en la detección de cultivos ilícitos, mediante el análisis de imágenes de satélite. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
En coordinación entre los Estados Mayores de la Defensa Nacional, Fuerza Aérea y Armada de México, se integró un grupo interinstitucional, con la finalidad de materializar el proyecto de detección de cultivos ilícitos, por medio del análisis de imágenes de satélite. En correspondencia, al apoyo recibido, a esa Institución se le ha suministrado: AA. Cartografía topográfica en escala 1:100,000, en formato digital e impresa, de los Estados costeros del país; y Fig. V-102.- Reunión de trabajo entre personal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el INEGI, el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
BB. Mosaicos cartográficos digitales de la República Mexicana y del Valle de México.
En reciprocidad, la Secretaría de la Defensa Nacional ha proporcionado a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, cartografía topográfica digital, escala 1:100,000.
De la misma forma se capacitó a personal de Infantería de Marina, en lectura de cartas topográficas. 239
Para optimizar el control de los inmuebles de la Secretaría de la Defensa Nacional, las Direcciones Generales de Cartografía y de Ingenieros, han elaborado los planos topográficos de todos los predios militares (Fig. V-105).
11.6.7. Convenio de Colaboración Técnica Interinstitucional en Materia de Geografía con el Instituto Nacional de la Salud Pública (INSP). Este Convenio fue suscrito el 11 de diciembre del 2007 (Fig. V-104), con la finalidad de intercambiar información geoespacial, incluyendo asesoría y capacitación en la materia.
Fig. V-105.- Carta de localización de predios militares. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Fig. V-104.- Actividades de Colaboración Interinstitucional en materia de geografía entre la Secretaría de la Defensa Nacional y el Instituto Nacional de Salud Pública . Imagen de la Dirección General de Cartografía.
En su conjunto, la totalidad de información geoespacial obtenida de otras instituciones, ha coadyuvado al cumplimiento de las misiones del Instituto Armado para la Defensa Exterior y la Seguridad Interior de México, así como para las actividades de auxilio a la población civil en casos de desastre o necesidad pública (Fig. V-106).
A través de este Acuerdo, se ha recibido la siguiente información: AA. Ubicación geográfica de las Unidades Médicas existentes a nivel nacional;
Así mismo, la información cartográfica proporcionada por la Secretaría de la Defensa Nacionala a las instituciones públicas en reciprocidad, es aprovechada para materializar acciones y obras, que tienen un importante impacto en el bienestar del pueblo de México.
BB. Atlas de Salud siglo XXI; y CC. El Programa Epidemiológico 1998-2002. En respuesta, la Secretaría de la Defensa Nacional ha proporcionado cartografía topográfica digital, escala 1:100,000 y el modelo digital de elevación correspondiente. 11.7. Apoyo a otros organismos militares.
Fig. V-106.- Situaciones en que el Instituto Armado realiza actividades de auxilio a la población civil. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Con el fin de apoyar las actividades de adiestramiento militar, se elabora cartografía especial, escala a 1:2,500 para fines didácticos. 240
Las nuevas generaciones deberán tener presente, que el grado de conocimiento que se tenga de nuestros recursos naturales y de su correcta explotación, les permitirá acceder a las oportunidades que brinda el desarrollo de la nación.
11.8. Perspectiva de la Cartografía Militar Mexicana. La cartografía militar mexicana tiene un potencial técnico-científico en pleno desarrollo, sustentado no sólo en los procesos cartográficos, sino también en las ciencias que le son afines, fortalecido por la información obtenida de la colaboración interinstitucional en materia de información geográfica.
Con esta premisa y para apoyar en las diversas tareas que realizan las Unidades, Dependencias e Instalaciones del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, se ha incrementado el nivel de adiestramiento y capacitación de sus integrantes, en lo relativo al uso de la información geográfica disponible, realizando el Servicio Cartográfico el estudio y desarrollo de los siguientes proyectos:
El Alto Mando del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, convencido de que la cartografía como arte y ciencia, continúa evolucionando vertiginosamente, gracias a los incesantes cambios tecnológicos, supervisa y apoya la actualización permanente del Sistema de Producción Cartográfica Militar (Fig. V-107), para perfeccionar la producción y el abastecimiento de información cartográfica.
AA. Desarrollo de un sistema de consulta y despliegue de cartografía digital, que ha servido de plataforma cartográfica para optimizar el planeo y ejecución del Plan DN-III-E; BB. Perfeccionamiento permanente de las metodologías aplicadas, para los procesos de producción y actualización cartográfica;
El Servicio Cartográfico Militar, consciente de que el mundo en que vivimos, es escenario de un perpetuo cambio, que despierta la necesidad y el afán de saber más allá del conocimiento actual, está convencido plenamente, de que las principales directrices de su especialidad, están dirigidas a la utilización de tecnologías de punta como: teledetección, informática, geomática, geodésia y fotogrametría, para el afianzamiento de los Sistemas de Información Geográfica.
CC. Creación de mosaicos cartográficos nacionales, en formato digital, a diferentes escalas. (Fig. V-108);
Fig. V-107.- Sistema de Producción Cartográfica Militar. Composición fotográfica de la dirección General de Cartografía
Fig. V-108.- Mosaico digital de la cartografía nacional escala 1:1´000,000. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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DD. Elaboración de mosaicos regionales de cartografía a escala grande (Fig. V-109);
dd. Realizar consultas a la base de datos; ee. Exportar la información alfanumérica a formato de Microsoft Excel; ff. Localizar en las cartas digitales, por medio de su nombre o alguna característica particular; gg. Generar vistas de alguna área de interés particular, en formato de imagen, para complementar planes, órdenes e informes (Fig. V-110); hh. Agregar simbología militar, así como líneas, polígonos y puntos ; y ii. Descargar puntos de interés de receptores GPS navegadores.
Fig. V-109.-. Mosaico digital de la Zona Metropolitana del Valle de México escala 1:15,000. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
EE. Desarrollo de un software propio, para la visualización y consulta de cartografía digital, denominado “Dn16Map”. Este programa permite, entre otras acciones: aa. Obtener de manera automatizada, coordenadas métricas y geográficas de los sitios de interés; bb. Determinar distancias horizontales; cc. Generar mosaicos de dos o más cartas, con los niveles de información que interesen al usuario;
Fig. V-110.- El software Dn16Map, es un manejador de cartografía digital, que integra herramientas para el despliegue y consulta de cartografía digital en diferentes formatos. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
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FF. Desarrollo de metodologías para la Ortorrectificación58 de imágenes obtenidas por el satélite francés SPOT 5 (Fig. V-111), orientadas a su aplicación en las diversas actividades castrenses; y
En la apertura del siglo XXI, la cartografía está adquiriendo un carácter propio y especializado, convirtiéndola en una de las ciencias de mayor dinamismo, “… El añejo anhelo del hombre de conocer y comprender la naturaleza y su espacio territorial adquiere cada vez más, un nivel de concreción sin precedente en la historia de la humanidad, sustentado, en parte, en el desarrollo de una poderosa forma de expresión: El lenguaje cartográfico…”59.
Fig. V-112.- Imagen satelital que permite realizar el seguimiento de eventos meteorológicos. Imagen obtenida de http://nuestroclima.com.
El servicio cartográfico tiene presente, que el permanente esfuerzo realizado por el hombre, a través de la historia, para conocer su entorno geográfico, hace imprescindible continuar evolucionando, para responder a las necesidades actuales y futuras. Esto es especialmente importante en el ámbito militar, que requiere contar con una cartografía actual, moderna, precisa y veraz (Fig. V-113), que sirva de base para el cumplimiento de las altas responsabilidades que la nación mexicana ha impuesto a sus Fuerzas Armadas.
Fig. V-111.- Imagen satelital ortorrectificada de la ciudad de Mexicali, B.C., obtenida por el satélite Spot5. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
GG. Reestructuración del portal de la Dirección General de Cartografía, de la red Intranet de esta Secretaría, a fin de que los usuarios militares puedan acceder y consultar, con mayor facilidad, la información cartográfica digital disponible en ella, misma que se ha venido mencionando en las precedentes páginas, así como mantener en constante evolución, el Sistema de Producción Cartográfica y de Información Geográfica Militar, incorporando las innovaciones tecnológicas, que satisfagan los requerimientos del Instituto Armado. La correlación de estas tecnologías permite a la Cartografía Militar Mexicana, crear cartas con las que se generan escenarios, para evaluar posibles afectaciones a la vida humana o a sus actividades económicas y sociales (Fig. V-112), en forma tal, que se puedan tomar acciones oportunas en donde sea necesario. Fig. V-113.- Imagen multiespectral de un Campo Militar mexicano. Imagen de la Dirección General de Cartografía.
Las imágenes adquiridas por sensores satelitales y cámaras aéreas, están afectadas por errores radiométricos y geométricos, que originan distorsiones en la percepción del terreno, aún cuando el sensor se encuentre vertical al momento de la toma. Por ello es necesario realizar una corrección matemática denominada “Ortorrectificación”, para que la totalidad de la imagen tenga una misma escala y una orientación que corresponda con la realidad.
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Historia de la cartografía mundial. Canal 11 Instituto Politécnico Nacional.
Actualmente, una Carta contiene una gran cantidad de información, por lo que para facilitar su lectura los elementos geográficos son dibujados mediante símbolos específicos, en colores que agrupan rasgos y características (hidrografía, relieve, vegetación, áreas urbanas, vías de comunicación, límites y todos aquellos que sean necesarios), aceptados convencionalmente y representando con ellos la realidad de una manera sintética, agradable y reducida; estos símbolos están indicados en la información marginal de cada carta, agrupándose generalmente, en dos conjuntos de rasgos: 1) Físicos, los que dependen de los procesos de la naturaleza: Hidrográficos, Orográficos y de Vegetación principalmente. 2) Culturales, los que dependen de la acción del hombre: Poblaciones, Vías de Comunicación y Transporte, Ductos, Límites y todos aquellos que por su escala y tipo de carta deban ser representados. Esta información se complementa con datos de una Proyección Cartográfica convenientemente elegida, Sistemas de Coordenadas, Declinación Magnética y Escala, entre otros. Composición fotográfica de la Dirección General de Cartografía.
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C ONCLUSIÓN El Servicio de Cartografía debe mantener en permanente evolución los Sistemas de Producción Cartográfica, incorporando las innovaciones tecnológicas, para desarrollar la información geoespacial que el Ejército y la Fuerza Aérea requieren.
“A LAS TROPAS SIEMPRE GUÍA”
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repertorio de símbolos y materiales, para representar los rasgos y particularidades del terreno, actividad que contribuyó a su progreso cultural, social, económico y militar.
Es innegable destacar; que la recolección de datos de la superficie terrestre y su posterior representación gráfica, ha sido una actividad realizada permanentemente, desde épocas remotas hasta nuestros días, y su práctica tuvo un importante impacto en el progreso de las actividades sociales, económicas, políticas y culturales de la humanidad.
Durante el dominio español, los documentos cartográficos producidos en nuestro país por europeos, mestizos e indígenas, posibilitó la consolidación y expansión de una próspera Colonia, facilitando la protección de su territorio, de las intenciones de conquista de otras naciones, así como la explotación de los recursos que las nuevas tierras proporcionaban.
Es por ello que, como un tributo a los valerosos compatriotas que ofrendaron sus vidas, para dar a México libertad e igualdad en sus trascendentales movimientos de Independencia y Revolución, se elaboró esta obra, en donde se explica la evolución y trascendencia que tiene la cartografía, pero sobre todo, la Cartografía militar, en el progreso del país y para que las Fuerzas Armadas puedan cumplir con sus altas responsabilidades, de realizar la defensa exterior y mantener la seguridad interior de la nación.
Con la independencia de México, resultó más apremiante la necesidad de disponer de cartografía de su basto territorio, surgiendo diversas instituciones, civiles y militares, que dirigidas por ilustres cartógrafos mexicanos, se encargaron de recopilar la información geográfica que se requería para elaborar los mapas que el nuevo país demandaba.
Se señala el como las antiguas culturas pusieron énfasis en representar gráficamente los rasgos del terreno, que eran contiguos al hábitat donde moraban, hasta alcanzar a detallar todo el mundo que conocieron. Los antiguos griegos hicieron importantes contribuciones al arte de la cartografía, entre las cuales sobresalen el establecimiento de paralelos y meridianos geográficos y el desarrollo de procedimientos que hicieron posible representar, en un plano, la superficie curva de la tierra.
Las intervenciones extranjeras modificaron nuestro entorno geográfico, y se tuvo la convicción de plasmar cartográficamente la totalidad del país, por lo que surgieron prestigiosos cartógrafos que dieron a conocer al detalle, la infraestructura con que contaba la nación; la segregación de diversas porciones del territorio nacional, motivó al Estado Mexicano a la realización de múltiples trabajos astronómicos, topográficos y geodésicos, para delimitar con precisión las fronteras nacionales, percatándose cartográficamente de la verdadera dimensión de las pérdidas; esta dolorosa experiencia ocasiona que surja en cada uno de los mexicanos un fortalecido nacionalismo para defender, hasta sus últimas consecuencias, el suelo patrio.
Los personajes que han creado los mapas, han sido desde simples aventureros hasta historiadores, navegantes, astrónomos, clérigos, científicos, exploradores y militares, todos avocados a lograr una representación cartográfica de la superficie real de la tierra.
El trascendental cambio social surgido de la Revolución Mexicana, hizo que los gobiernos emanados de ella, consolidaran el Estado Mexicano con acciones de gobierno que beneficiaran a sus pobladores; para ello, era necesario contar con una cartografía actualizada de todo el país, la cual fue elaborada en una escala ideal, lo que facilitó las diversas acciones que se implementaron y en donde el Estado para el logro de los objetivos trazados, hizo uso de todo su poder nacional; cabe destacar, que para materializar esta importante labor cartográfica, el gobierno contó con el Ejército, Institución que se encontraba desplegada en todo el Territorio Nacional y que además, tenía los recursos humanos suficientes y la capacidad necesaria para estos trabajos.
El empleo del gran invento, como lo fue la brújula, contribuyó de manera determinante para que apareciera en Europa la cartografía náutica, impulsando a los audaces navegantes de la época a nuevas aventuras, basando sus actividades de navegación, en cálculos para determinar la posición del navío, así como el rumbo y las distancias existentes entre los puertos. A partir del siglo XVI, la cartografía estuvo ligada a los viajes de exploración transoceánicos, dando como resultado el conocimiento de nuevas tierras y la necesidad de contar con una visión real de todo el planeta, cuya superficie, al ser descubierta, fue literalmente duplicada en tamaño, en comparación al mundo que conocían, convirtiendo a los mapas en una herramienta esencial para conocer al detalle, el medio geográfico en donde se desarrollan las múltiples actividades humanas.
Los organismos militares, establecidos por las sucesivas administraciones para realizar actividades cartográficas, hicieron importantes aportaciones para incrementar el conocimiento del espacio nacional, con el fin de optimizar la explotación de los recursos naturales, así como para realizar las acciones pertinentes, para garantizar la defensa de la integridad territorial y el ejercicio de la soberanía.
En lo que posteriormente sería la nación mexicana, las civilizaciones indígenas, no pudieron quedar al margen de esta importante actividad, desarrollaron interesantes conocimientos y habilidades para la elaboración de documentos cartográficos, utilizando un significativo 246
En la actualidad, el progreso tecnológico y los conflictos bélicos, han revolucionado las metodologías de producción cartográfica, para representar con mayor exactitud la superficie terrestre, refiriendo geográficamente sus rasgos a parámetros de aplicación mundial y multiplicando las aplicaciones de la información así obtenida. Por tal motivo, existen en el país diversas Instituciones que, dadas sus actividades especializadas, requieren disponer de cartografía de actualidad; con ellas, la Secretaría de la Defensa Nacional tiene una estrecha relación de colaboración; es importante comentar, que las cartas militares, sobre todo las de escala 1:100,000, han sido básicas para la elaboración de la cartografía especializada que algunos organismos de la Administración Pública Federal, están desarrollando para cumplir con sus funciones particulares; es por ello que el Instituto Armado, a través de la Dirección General de Cartografía, mantiene acuerdos de colaboración para el intercambio de información geoespacial con las diferentes Dependencias del Ejecutivo Federal. Además de esta relación interinstitucional, con la implementación en el país del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica, del que la Secretaría de la Defensa Nacional es integrante, se consolida la coordinación que debe existir entre todos los organismos públicos y privados, para la generación y difusión de toda aquella información que sea de interés nacional, entre la cual queda comprendida la Información Geográfica. Con esta retrospectiva, se confirma que el lenguaje cartográfico representa una poderosa forma de expresión; las cartas han facilitado las acciones institucionales realizadas a través del tiempo, para fortalecer la soberanía nacional. En los ámbitos de las respectivas fuerzas armadas, la información cartográfica coadyuva en la evaluación de riesgos y amenazas, así como para la planeación e implementación de estrategias, tácticas y acciones apropiadas para prevenirlos y afrontarlos.
El incremento de los fenómenos naturales que representan un potencial peligro para la vida y posesiones humanas, hace indispensable que, para su predicción, se realicen análisis de vulnerabilidades y riesgos, se empleen cartas digitales y Sistemas de Información Geográfica, que faciliten la identificación de áreas potencialmente riesgosas, adoptándose acciones que eviten o reduzcan la pérdida de vidas y el daño a las propiedades; la utilización de cartografía actualizada, constituye una de las herramientas básicas para este fin.
Promover y fortalecer una cultura cartográfica, es una necesidad ineludible, ya que el poderío de un pueblo se basa en el conocimiento, administración, control y aprovechamiento de su territorio y sus recursos.
Por lo que, para toda actividad que el Estado Mexicano realice, en cualquiera de los campos político, económico, social y militar, le es indispensable disponer de información de todo tipo y por ende, de información geográfica, sobre todo para mantener e impulsar su Desarrollo y Seguridad Nacionales.
El futuro de la cartografía está en la capacidad de los cartógrafos para trazar con mayor amplitud, las características de la tierra, del fondo oceánico y de otros planetas, así como en las nuevas generaciones que aprenden nuevas tecnologías, para efectuar profundos estudios sobre medio ambiente, catástrofes naturales, contaminación, expansión urbana, agricultura y clima, incluyendo aquellos conocimientos que implican la aplicación de los métodos de teledetección mediante las imágenes de satélite.
Por lo antes expuesto, participar en la generación de la información geoespacial, que responda a los retos y oportunidades, que el presente y el futuro deparan a nuestra patria, sigue siendo una tarea que el Instituto Armado desempeña con responsabilidad y entusiasmo, coadyuvando para que la toma de decisiones sea oportuna y acertada. Sirva este trabajo, donde se destaca la evolución constante de la cartografía militar y su permanente contribución para la Defensa y Desarrollo de México, como un homenaje a los más sobresalientes hechos de nuestra historia en su Bicentenario y Centenario, a nuestra Independencia que nos dio Patria y Libertad y nuestra Revolución que nos proporcionó Igualdad y Constitución.
La información plasmada en los documentos cartográficos, constantemente va quedando obsoleta, ya que gran cantidad de sus elementos sufren modificaciones sustanciales con el paso vertiginoso del tiempo, lo que obliga a actualizarla permanentemente, para que siga teniendo vigencia y esté acorde con las necesidades de los usuarios. 247
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AGRADECIMIENTOS: SE AGRADECE EL APOYO BRINDADO POR LAS SIGUIENTES INSTITUCIONES Y PERSONALIDADES NACIONALES, QUE APORTARON IMPORTANTE INFORMACIÓN PARA LA ELABORACIÓN DE LA PRESENTE OBRA. _ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN. _BIBLIOTECA DEL MUSEO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA. _DIRECCIÓN GENERAL DE ARCHIVO E HISTORIA DE LA SECRETARÍA DE LA DEFENSA NACIONAL. _INSTITUTO DE GEOGRAFÍA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO. _INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA GEOGRAFÍA. _INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL. _MAPOTECA “MANUEL OROZCO Y BERRA”. _MUSEO NACIONAL DE LA CARTOGRAFÍA DE LA SECRETARÍA DE LA DEFENSA NACIONAL. _SECRETARÍA DE MARINA/ARMADA DE MÉXICO. _SECRETARÍA DE AGRICULTURA, GANADERÍA, DESARROLLO RURAL, PESCA Y ALIMENTACIÓN. _SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍA Y ESTADÍSTICA. _DOCTOR EN GEOGRAFÍA HÉCTOR MENDOZA VARGAS, DEL INSTITUTO DE GEOGRAFÍA, UNAM.
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al entendimiento de la historia de México y la participación del Ejército Mexicano.
Cartografía Militar Mexicana
La historia de México no puede entenderse sin la de sus Fuerzas Armadas,
debido a que estas fueron desde el inicio de la Guerra de Independencia protagonistas y factor clave del rumbo político que tomó el país a lo largo de los siglos XIX y
averiguar sobre la cartografía militar de México, en necesario conocer la historia y para hablar de historia es indefectible incluir la evolución XX. ElPara nacimiento de nuestro Ejército se gesta como un movimiento del pueblo, que
de la por cartografía general. Enlaeste trabajo de investigación, se sintetiza una retrospectiva de la cartografía de nuestro país, desde sus orígenes hasta lucha suprimir elen yugo opresor de metrópoli española y alcanzar su libertad, nuestros días, narrando los hechos registrados para la concepción del territorio, el progreso de los instrumentos y metodologías empleados para su bajo la dirección de caudillos regionales que se caracterizaron por su carisma y representación gráfica, preponderando a los hombres que con su trabajo nos señalaron la importancia de las cartas, mapas y croquis en las actividades poder de convocatoria, que a pesar de no tener proyectos políticos bien definidos emprendidas por el Estado Mexicano para su crecimiento, haciendo énfasis en las acciones realizadas por el sector militar. para la constitución de una nación, lucharon tenazmente por alcanzar los ideales de
Libertad y Patria.
En el texto se describe: los trabajos cartográficos elaborados por los pueblos indígenas para representar su entorno; los interesantes mapas de la Nueva España generados por expedicionarios, navegantes y clérigos, así como la destacada aportación de los militares; la cartografía elaborada con motivo de los conflictos e invasiones a que se enfrentó el México independiente y al surgimiento de organismos gubernamentales dedicados a establecer la forma y dimensiones de nuestro territorio, definiendo con precisión las fronteras afectadas por las segregaciones territoriales sufridas en el siglo XIX; la labor catográfica realizada durante el Porfiriato; los organismos geográficos establecidos por los gobiernos surgidos de la revolución; los trabajos realizados en coordinación con los Estados Unidos de América como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, indicando las innovaciones tecnológicas y metodológicas surgidas de dicho conflicto bélico; concluyendo con una descripción detallada de la evolución del organismo militar, dedicado en la época moderna a producir la información geoespacial que requieren para su operación el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, hasta llegar a la confección de la cartografía digital, que actualmente utiliza el Instituto Armado en sistemas de información, para el debido cumplimiento de las misiones que tienen asignadas. En la parte final del contenido, se hace referencia a la colaboración interinstitucional, que en materia geográfica, mantiene la Secretaría de la Defensa Nacional con diversos organismos gubernamentales; colaboración que hace posible el intercambio de datos, capacitación y asesoría, para producir, perfeccionar y compartir la moderna cartografía que es indispensable para el Desarrollo y Seguridad Nacionales. Valga este epítome, como un homenaje a los hombres que iniciaron el movimiento que nos dio independencia y libertad en 1810, así como a nuestros compatriotas que en 1910 revolucionaron al país para darnos igualdad y constitución, al conmemorarse respectivamente el Bicentenario y Centenario, de estos trascendentales acontecimientos de nuestra historia.
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