Leyenda 2 13 El vestido de la Novia

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LIBRO MITOS, LEYENDAS Y MENTIRAS DE LA H. MATAMOROS LEYENDAS DE MATAMOROS

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Entrando en materia y para mayor conocimiento e inteligencia de mis lectores, es importante explicar el significado de LA LEYENDA: Sus orígenes son cristianos; los frailes la utilizaban para narrar la vida de un santo o de un mártir y era leída en los servicios religiosos o durante las sobremesas del pasado. Sin embargo, con el transcurso del tiempo la leyenda, como concepto, tomó otro giro, pues al añadírsele motivos de mitología y al popularizarse se convirtió en el relato folclórico de sucesos reales o fantásticos. Por lo tanto, ahora la leyenda es una narración basada en hechos supuestos que incluye una mezcla de elementos tradicionales y dramáticos para hablar sobre una persona, un lugar específico o algún incidente ocurrido en un lugar determinado, pero que son aceptados como reales por narradores y escuchas. Lo interesante de la leyenda es que en ocasiones se da una singular combinación de hechos reales y de ficción, cuyo punto de partida muchas veces suele ser una anécdota o una situación históricamente verídica. Cuando la leyenda es creada y con el tiempo se consolida en el folclor de un pueblo, éste la adopta como suya y por eso se le considera como patrimonio popular, pues va estrechamente vinculada a un pueblo concreto, a un país o a una religión. Sin embargo, la leyenda también puede ser considerada como patrimonio de la humanidad cuando narra sucesos comunes a todas o a un buen número de culturas. Tradicionalmente, y dentro de su estilo narrativo muy particular, la leyenda es ubicada en un lugar específico y en una época concreta y, por lo general, parte de hechos reales aunque estén idealizados o dramatizados. La leyenda se diferencia de la historia propiamente dicha tanto por el énfasis de la narración como por su propósito, que algunas veces es de tipo didáctico o nacionalista. Asimismo, la leyenda suele versar sobre un héroe humano –conocido como héroe cultural– o un pueblo. Las leyendas incluidas en este libro forman parte importante de la cultura matamorense. Se han transmitido de generación en generación, y con frecuencia experimentan supresiones, añadidos o modificaciones, porque contienen con mayor o menor proporción elementos imaginativos y que generalmente quieren hacerse pasar por verdaderas o basadas en la verdad, o ligada en todo caso a un elemento de la realidad.

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LIBRO MITOS, LEYENDAS Y MENTIRAS DE LA H. MATAMOROS LEYENDA 2.13 EL VESTIDO DE NOVIA Norma González de Morales Jaime Garza Salinas Manuel Humberto González Ramos

Después del terrible huracán de 1867, al puerto de Bagdad en la desembocadura del río Bravo o río Grande del Norte, como se le denominaba en aquel entonces, continuaron llegando aventureros solitarios o familias europeas con hijas “en edad de merecer”, todos y todas en busca de fortuna en Matamoros: irlandesas, italianas, inglesas, germanas, austriacas, y particularmente francesas, con extraños apellidos, algunos difíciles de pronunciar como: Agnez, Arambouz, , Arrasmisder, Balleto, Ballin, Barboss, Bennevendo Betancourt, Bolmate , Brer, Bress, Buchard, Calderoni, Cassasa, Charó, Cochezo, Crodex, Danache, Darrouset, Dinelli, Divam, Dodie, Dovié, Ferniza, Ferro, Fontanelli, Fox, Galbert, Gardete, Gautier, Gell, Grisantú, Hanno, Hude, Huever, Kerrin, Labansat, Lafon, Lahila, Lambarri, Legleu, Loranca, Lori, Manautou, Maquemava, Marichalin, Muguerza, Nanoin, Navone, Oranday, Orias, Passement, Pers, Pezca, Piernás, Posche, Quidan, Radiché, Remes, Renser, Rhí, Sauci, Sharderger, Sos, Sthreede, Tamargo, Taruba, Tavares, Trenor, Uresti, Vera, Verea, Vilata, Vindivil, Wikbor, Yarrito,, Yonn, Zervé, entre otros muchos. De manera extraña pocos de estos apelativos han sobrevivido hasta nuestros días. Los recién llegados poco a poco se fueron integrando con los matamorenses para formar una nueva sociedad cosmopolita que ansiaba vivir con los lujos y costumbres europeas. Sin embargo, la aceptación de las propuestas matrimoniales que los jóvenes nativos hacían a las hermosas europeas, era difícil de obtener. Así llega hasta nosotros la leyenda de la novia francesa de apellido Passement, que dio a su pretendiente una larga lista de exigencias para aceptarlo en matrimonio. La primera pretensión de la bella fémina fue la construcción de una mansión que fuese replica de aquella en la cual ella vivió durante su niñez en la ciudad de Chaumont, en Francia. Demanda que fue concedida a la brevedad, necesitándose que hábiles artesanos vinieran desde Toulouse para construir un elegante edificio por la calle de Abasolo, hoy conocido como la Casa de las Estrellas, en alusión a los cuatro rosetones calados con cruces de 4


seis puntas que adornan el frontispicio. La hermosa cornisa requirió de catorce moldes para su hechura. Pisos de pulida madera traída de la Luisiana, elegantes muebles, mullidas alfombras que ahogaban el chirrido de los carromatos, brillantes lámparas pendían del artesonado techo de terrado y finos tapices adornaron el interior de la fastuosa residencia.

Casa de las Estrellas construida en 1870

Tras esta exigencia estaban otras como aquella relacionada con el ajuar que incluía un Vestido de Novia del famoso modisto parisino Charles Frederick Worth, requiriendo este taller de Haute couture (alta costura) todo un año para su confección, aunado el tiempo para cruzar el ancho mar y llegar el preciado atuendo a Matamoros. Mientras tanto el pretendiente continuó satisfaciendo todos los detalles incluidos en la lista de la Novia. El Vestido de Novia de seda blanca, fue todo confeccionado a mano, con aderezo de encaje chantilly francés, estaba bordado con perlas naturales y cristales austriacos, la botonadura en la espalda elaborada con seda, una larga cola con aplicaciones del mismo encaje. Para completar la belleza del atuendo, el tocado de novia era de flores de seda, siendo las hojas grabadas en moldes de cobre que combinaban con muchos azahares como era la tradición, el velo de tul ilusión muy vaporoso, las zapatillas y mitones también de fina seda. El ramo era una cauda de flores naturales combinadas 5


con helechos verdes del esparrago africano que se cultivaban con ese propósito en los patios de las casas. A manera de complemento, un pequeño bolso blanco en donde guardaría la Novia el bolo que depositaría en la urna ante la imagen de Nuestra Señora del Refugio, en agradecimiento por las bendiciones recibidas Como no hay fecha que no se cumpla, plazo que no se venza, ni deuda que no se pague, llegó el día programado para celebrar el compromiso matrimonial, y a la hora programada la Parroquia de Nuestra Señora del Refugio estaba pletórica de lo más granado de la Sociedad, algunas personas habían recibido invitación formal con antelación, pero otras curiosas se habían escabullido sabedoras de las exigencias de la casadera.

La hermosa pareja 6


Tan pronto como apareció la joven beldad en el atrio, el ¡Ah! de admiración y sorpresa no se dejó esperar, se oía el murmullo de las femeniles frases de halago que suscitaba el majestuoso Vestido de Novia. Todo transcurrió como era de esperarse, los coros magníficos, las soberbias vestiduras de los sacerdotes. Los delicados aromas de rosas, nardos y la fragancia de azahar se combinaban con los perfumes franceses de las encopetadas matamorenses. Ni que hablar de los elegantes trajes de etiqueta de los caballeros. Por el pasillo central, los festones y guirnaldas multicolores que pendían de banca en banca eran de primorosa hechura. Al concluir el solemne rito del sacramento matrimonial, con aplausos, bendiciones y una lluvia de arroz (que significa fertilidad y descendencia), los asistentes felicitaron a la feliz pareja. Enseguida todos en alegre procesión acompañaron a los recién desposados, atravesando la Plaza de Hidalgo hacia el Teatro de la Reforma, en donde estaba dispuesto el banquete. Las viandas remedaban los platillos gourmet muy a la moda europea, los meseros y chefs ataviados con vistosos pamelas; violines y un arpa amenizaban el festivo ambiente con sus melodiosas notas. Todo era felicidad, abrazos por aquí, furtivos besuqueos por allá. Al llegar el momento del tradicional brindis con efervescente Champagne sec Veuve Clicote, se escuchó el tintinear de vasos y copas de fino cristal de Bohemia, al unísono que los comensales exclamaban “beso”, “beso” con acompañamiento de rítmico palmoteo. El desborde de regocijo se interrumpió súbitamente cuando la Novia al momento de besar a su amado desvaneció lánguidamente en sus brazos. Se desmayó la Novia decían unos, mientras otros sollozando afirmaban que no tenía pulso. Convirtiéndose aquella saga de exigencias y lujos en una terrible y horrorosa tragedia por la inexplicable muerte. El proscenio del teatro sirvió a manera de velatorio, convirtiéndose las invitadas en ruidosas plañideras, transcurriendo así la larga noche. Temprano en la mañana, la Novia fue tiernamente depositada con su ajuar en sobrio ataúd, llevándola en luctuosa procesión de carretelas al panteón viejo municipal, ubicado en la calle de Independencia.

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Cuenta la leyenda que ese mismo día por la noche, la tumba fue profanada para robar el ajuar: el ramo de flores, velo, medias, zapatillas y el Vestido de Novia, dejando al inerte cuerpo en lastimosa desnudez.

El elegante sepulcro de la infortunada novia

Tiempo después, los ladrones vendieron el ajuar a otra núbil mujer que inocentemente portó el Vestido de Novia en su ceremonia nupcial, pero al momento de entrar al templo se oyeron gritos de espanto. Las desmayadas fueron muchas, otros lloraban estrepitosamente y al mismo 8


clérigo le faltaba el aliento, porque todos creyeron que era el mismísimo fantasma de la Novia francesa. Afirman los impávidos sepultureros que por las noches se oyen entrecortados sollozos que surgen del sepulcro de la infortunada muchacha, y un sutil aroma de gardenias impregna el aire. Esta triste historia ha trascendido en el tiempo a través de la tradición oral de madres a hijas.

Moraleja: “Las exigencias en un matrimonio son innecesarias para alcanzar la felicidad”

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IN OMNIBUS VERITAS El libro está disponible para su consulta en la biblioteca pública municipal Prof. Juan B. Tijerina y en la del Parque Olímpico. Se puede adquirir en las librerías Nilo, Proceso, en el Museo Casamata y en Emma´s Café.

Correos electrónicos manuelhumbertogonzalezramos@yahoo.com.mx elcronistadematamoros@hotmail.com Tel. Cel. 8681206978. Facebook: Manuel Humberto González Ramos Vera Historia de la H. Matamoros, Tam Issuu: http://issuu.com/cronistadematamoros/docs

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