LIBRO MITOS, LEYENDAS Y MENTIRAS DE LA H. MATAMOROS VOLUMEN III -MENTIRAS
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La mentira es aquella expresión contraria a lo que se sabe, se cree o piensa. También, a la tergiversación de algún hecho o expresión se lo considerará una mentira. Generalmente, la finalidad de la mentira suele oscilar entre varias razones, como ser: evitar un reproche, una sanción, hacer algún daño, obtener algún tipo de beneficio o bien la estima de alguien, para ocultar alguna realidad dolorosa que no se quiera por x motivo dar a conocer, para evitarle a alguien un sufrimiento, por hábito, entre las más recurrentes. La mentira siempre será subjetiva, es decir, si una persona sostiene algo que no es verdad pero está convencido que sí lo es, entonces, no se podrá decir que miente, pero si una persona afirma una determinada cuestión sabiendo que la misma corresponde a una realidad inexistente, aquí se podrá asegurar que la misma está mintiendo. Una mentira puede ser total (nada de lo que se está afirmando es real) parcial (algunas cuestiones que se afirman son verdad) y por omisión (cuando se oculta toda la verdad o una parte pero sin ser consciente de que se lo está haciendo; no existe una deliberación de mentir). También existen algunas mentiras que el único objetivo que tienen es el de bromear o engañar, pero que desafortunadamente con el paso del tiempo pueden llegar a tener credibilidad entre los indoctos del tema. Se puede decir que "Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad". Suele pasar que las mentiras se vuelven verdad para quien las dice y ya no distingue lo falso en ello...A la persona que miente se la conoce popularmente como mentiroso y entre ellos están incluidos algunos historiadores, cronistas y demás gente fantasiosa. En este libro el Autor ha compilado las aseveraciones más populares que la tradición oral matamorense ha mantenido como verdaderas, y aunque de la mayoría de estas afirmaciones o testimonios se desconoce la causa que les dio origen, en estas páginas se dará la explicación más razonable posible basada en meticulosa investigación y confrontación de la información disponible.
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3.12 El fortín de Paredes y la Casamata Muchas instalaciones militares son conocidas como fuertes, aunque no siempre estén fortificadas. Los fuertes de gran tamaño pueden ser clasificados como fortalezas, y los más pequeños como fortines. Al no contarse en la región de Matamoros con cantera para construir grandes fortificaciones, no hubo más remedio que construir fortines con tierra apisonada, ladrillo, y madera. Todos los reductos que se construyeron en el siglo XIX fueron fortines, incluida la legendaria Casamata. Cuando mis lectores tengan la oportunidad de leer el libro "El Fuerte Casamata y la Construcción Histórica de la Heroica, Leal e Invicta Ciudad de Matamoros, Tamaulipas, México", escrito por Octavio Herrera y financiado por la administración municipal de Baltazar Hinojosa Ochoa (2005-2007), encontrará en la página 181 la litografía identificado al Fortín Paredes.
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La mentira consiste en confundir el fortín de Paredes con las barracas de Casamata que se iniciaron a construir en ca 1837. Los yanquis al invadir Matamoros en 1846 identificaron en un plano la existencia de dos fortines principales: al Poniente el "Upper fort" o fortín de Paredes y al "Fort" o Casamata al otro extremo de la ciudad.
MATAMOROS. Mapa del ejército de ocupación, mayo 14 de 1846 Otra fuente de información de la existencia de las barracas de casamata es el plano de Matamoros hecho por Louis Berlandier en ca 1840. En este fragmento se aprecian las barracas mencionadas por Thorpe en 1846. Se observa una garita en la azotea con una linterna sobre su domo. Esta imagen se incluyó en el libro de T.B. Thorpe Our Army on the Rio Grande Philadelphia: Carey & Art. de 1846, con pie de grabado Barracks, Suburbs de Matamoros. Consúltese mi libro Las Fortificaciones de la H. Matamoros, Ta. México, editado en el 2010.
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FortĂn Casamata en 1846 6
Está bien documentado que a este edificio de la década de 1840 se le denominaba Casamata, la cual era diferente a la que se construyó años más tarde en el mismo lugar y concluida en 1865, que es la que hoy conocemos y que no tiene linterna en la cúspide de su garita. Se ubica al Norte del deportivo Ing. Eduardo Chávez Ramírez. Nótese que la escalinata está situada al centro.
En el otro extremo, el fortín de Paredes estaría hoy en día ubicado en la intersección de la calles 13a. y l4a. con la de Galeana, en donde existe un almacén y sub estación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Los parapetos del fortín se construyeron con tierra apisonada y tenía forma pentagonal. Fue descrito en 1846 por el coronel D. José María Carrasco como sigue: “tenía gran espesor en sus parapetos, su relieve, sus anchos y profundos fosos, su dominación sobre el terreno que lo rodea, sus galerías de carpintería que flanqueaban estos fosos, su descenso cubierto al río que le procuraba la agua sin recibir daño, sus esplanadas y rampas, regularmente construidas, y su casa mata de dobles bóvedas de ladrillo á prueba de bomba, era capaz de contener una guarnición de mil hombres, y de recibir por algún tiempo los procedimientos de un sitio en regla; que estaba abrigado de las sorpresas; que sus casas no estaban expuestas al rebote; y que no tenia á su derredor lugares cubiertos á sus fuegos” En ocasiones los profundos fosos podían ser llenados con agua del río y los cañones sobre el parapeto estaban montados sobre plataformas de madera y protegidos a los costados por sacos rellenos con tierra.
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Años después el fortín de Paredes fue mejorado como se observa en la litografía del año 1866: a la margen derecha del río Bravo era un gran montículo de tierra apisonada, rodeado de un gran foso, contaba con casamata en la parte superior con inclinada escalinata para subir a su azotea, la cual no tenía una garita.
Fortín de Paredes CONCLUSIÓN Siempre debe prevalecer la verdad histórica sobre el mercantilismo
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EL AUTOR Nació el 30 de Abril de 1947 en la Ciudad de México, D.F. Estudió las escuelas primaria y secundaria en la H. Matamoros, finalizando en 1970 la carrera de Ingeniería Química Industrial en el Instituto Tecnológico de Cd. Madero, Tam. Con treinta y ocho años de experiencia en la Industria Química de Proceso, ha prestado sus servicios para Petróleos Mexicanos (PEMEX), Bayer de México, y Química Flúor. En el año del 2010 culmina su carrera profesional como Consultor de Servicios de Seguridad para DuPont, S.A. de C.V. Hoy en día dedica gran parte de su tiempo a difundir la Historia de la H. Matamoros, Tam. Libros publicados
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Uso del Ácido Sulfúrico en la Agricultura (1989) El Sulfato de Calcio - 10 años después (1991) Historia del Casino de Matamoros (coautor en 1999) Viva Matamoros (coautor en 2002) Cartografía Histórica de Matamoros (Julio del 2004, marzo del 2012) Matamoros La Gran Puerta de México (coautor 2005) Historia de Puerto Bagdad, Tamaulipas, México (Diciembre 2005) H. Matamoros en la Revolución Mexicana (Octubre del 2009) Las Fortificaciones de la H. Matamoros, Tam. 1772-2010 (Julio del 2010) Matamoros Futuro Año de 1854 (Agosto del 2010) Historia Ilustrada de la Aduana de H. Matamoros, Tam. México (2011) Mitos, Leyendas y Mentiras de la H. Matamoros, Tam. Volúmenes I y II (2012) 13. Compilación e Ilustración del Álbum de las Fiestas del Centenario de la H. Matamoros, Tamps. 1826-1926 (Octubre del 2013) 14. ¡¡3 DE JUNIO!! La Ocupación de Matamoros (Noviembre del 2014) 15. El huracán de 1867 azota Puerto Bagdad y la Heroica Matamoros, Tam. (Noviembre del 2015) Desde 1995 ha sido colaborador de los periódicos El Bravo, El Mañana, y el Expreso de Matamoros, con más de 600 crónicas de Historia, Geografía y Estadística de la Heroica Ciudad.
Ing. Manuel Humberto González Ramos Vera Cronista y Cartógrafo Vitalicio de la H. Matamoros, Tam., México Teléfono móvil: 044 868 1206978 Correo electrónico: elcronistadematamoros@hotmail.com Facebook: Manuel Humberto González Ramos Issuu: http://issuu.com/cronistadematamoros/docs 9
Los libros de mi autoría están disponible para su consulta en la biblioteca pública municipal Prof. Juan B. Tijerina y en la del Parque Olímpico. Se pueden adquirir en la librería Proceso y en el Museo Casamata.
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