NUESTRA CALLE SEXTA Inmunda calle que hizo historia de vergüenza y de lucha incansable de este Diario (La Voz de la Frontera Viernes 25 de enero de 1952), porque siendo la entrada de la ciudad, viniendo de las capitales de la República y del Estado, era una exhibición de incuria, de abandono y de porquería. Empleamos periódico como beneficio de la los argumentos
en LA VOZ DE LA FRONTERA todos los tomos de un el nuestro, siempre dispuesto a conseguir el comunidad en que vivimos. Pusimos en juego todos para apoyar nuestra razón.
Ningún Gobierno había tenido la visión de abordar el problema y emprender la obra. Hablamos de la inmundicia de la Calle Sexta con muchos personajes, hasta con el Sr. presidente de la República.
Pasó el tiempo y hubo un hombre que vio el problema con toda claridad y o con verdadero empeño la transformación de esa gran vía de comunicación y principalísima calle de la ciudad. Ese Sr. es Mariano B. Marín, que al frente de la Junta de Mejoras Materiales hizo lo que muchos, muchísimos no habían podido hacer. Los que hemos vivido en Matamoros, los que queremos a Matamoros, los que deseamos y hemos trabajado por la prosperidad de Matamoros, tenemos que sentir gusto que se lleve a cabo obras de tal naturaleza. Y así como se transformó la Calle Sexta, irán cambiando su impresión otras muchas calles. Las obras realizadas quedarán aquí para servicio de la comunidad.
Ahora bien, nuestra Calle Sexta, con la presentación que tiene, exige de los habitantes de las casas que están enclavadas sobre sus lados, una cooperación ciudadana y ecuánime, consistente en el aseo que diariamente deben hacer de sus casas. Hasta ahora parece que se han desatendido de esa elemental obligación que tienen, ya no con la ciudad y con las autoridades, sino con ellos mismos, con sus hijos y con su hogar. Si cada uno de los vecinos de la Calle Sexta se preocupara por mantener limpio el frente de la casa que habita, la calle daría un aspecto distinto y recomendaría de por sí el buen sentido y la ciudadanía de sus moradores, recomendación distinta a la que ahora se hace, pues la calle sucia dice de la suciedad de sus habitantes. Hemos visto con gusto los últimos días que cuadrillas pertenecientes al Departamento de Limpieza Pública andan barriendo y recogiendo por carretillas la mucha tierra que se acumula en las guarniciones tanto del camellón como de las banquetas. Pero ese trabajo no corresponde nada más a la Junta Federal de Mejoras materiales y al departamento de Limpieza del Municipio; es obligación material y moral de quienes viven por esa calle, siquiera como un reconocimiento del cambio que han tenido con la pavimentación y total acondicionamiento de la misma. !¡Por la salud de sus hijos!! ¡Porque no aspiren tanto polvo y con ello adquieran muchas enfermedades!!Demuestren que son dignos de vivir en una calle pavimentada! Difundido e ilustrado por Ing. Manuel Humberto González Ramos Cronista y Cartógrafo de Matamoros Tel. 8681206978 elcronistadematamoros@hotmail.com