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Flow Cosmos (EN B)
COSMOS DE FLOW
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Allen Weynberg se va de safari con esta nueva EN-B
Soy el piloto más patriótico del país porque saco a volar la nueva Cosmos de Flow, la marca australiana de parapente, el Día de Australia en Beechmont, Queensland, Australia (podría decirse que es la zona de despegue a pie más interesante del país). Una decisión rápida luego de un vuelo mediocre del fin de semana anterior hizo que pidiera el ala y la recibí apenas tres días después que saliera de la fábrica en Tailandia.
El paquete
Se cumplió la excelente previsión de clima el Día de Australia. Abrí el ala bajo el sol radiante sobre la grama artificial inmaculada del despegue de Beechmont. Las varillas plásticas se mantenían alineadas hasta con las últimas celdas reforzadas cerradas. Las bandas no son complicadas y las líneas se mantienen en su sitio en los mosquetones con juntas tóricas (O-rings).
Las asas de los frenos tienen un logo de Flow muy elegante y están conectadas a las líneas de los frenos con un quitavueltas. Otro detalle es un tubito plástico alrededor de cada línea de freno en donde pasa por el quitavueltas - supongo que para evitar la abrasión.
Las asas de los frenos se fijan a las bandas con broches. Los broches se encuentran por encima de la lengüeta donde está fijada la polea y me pareció un poco extraño. Le pregunté al diseñador de Flow, Felipe Rezende, y me dijo que a veces les gusta hacer las cosas diferentes. Al principio no estaba convencido, pero luego de unos vuelos los frenos se enredaban igual que en cualquier otro parapente que he tenido.
Valse (con Matilda)
Luego de un par de inflados, despegué en condiciones flotonas. Llegué a la base en menos de diez minutos y disfruté de las primeras sensaciones de esta nueva ala. Los frenos estaban muy largos y tuve que darme una vuelta en ese primer vuelo para sentirme bien (normalmente vuelo con media vuelta en térmica).
Memoricé la longitud y los recorté 4cm antes del segundo vuelo. Los 4cm me parecieron bien y pude acelerar polea con polea y que los frenos tuvieran suficiente arco sin que hubiera deformaciones en la vela.
En el primer vuelo fui al oeste desde Beechmont por crestas verdes y por el valle Kerry. El techo estaba a apenas 1.500m máximo, pero la Cosmos subía bien en cada térmica y se sentía sólida y segura y permitía estar lo suficientemente tranquilo para disfrutar la vista.
Flow afirma que es un ala para pilotos recién salidos de curso que vuelen con confianza o para pilotos más experimentados que vuelen alas B y que les atraiga un buen pilotaje y rendimiento “sobresaliente”. Cuando aterricé junto a Bluey con su Swift 4 de Ozone, definitivamente me ubiqué en la segunda categoría.
En condiciones suaves
El fin de semana siguiente fui a volar al otro despegue principal de Canungra: Tamborine. Da al oeste, empieza a funcionar un poco más tarde y es conocido por atrapar a los pilotos y obligarlos a aterrizar en árboles, jardines o carreteras antes del aterrizaje oficial.
El poco viento en el despegue debía haberme servido de pista, pero la Cosmos subió fácilmente y salí suavemente a volar sobre la selva. Fui directamente rumbo al aterrizaje, un poco ansioso de quedarme corto. Manos arriba, llegué 100m sobre el aterrizaje y un pitido y una trepada me dijeron que no era el final. Con la seguridad de estar sobre el aterrizaje, pude tantear las mejores partes de la térmica y enroscar la Cosmos para aprovecharla. Se sentía excelente y estuve más que contento de girar la térmica hasta la nube.
Era un día inusual con las mejores ascendencias a baja altura y viento y condiciones difíciles en altura. Luego de intentar escaparme, sin éxito, me di la vuelta y me fui hacia el aterrizaje, pero no pude resistir la tentación de remontar a baja altura.
Dos semanas después, participé en una competencia “amistosa”. Las condiciones estaban suaves y se lanzó una manga para volar a Tamborine lo más lento posible, y cada minuto en el aire contaba como un kilómetro volado.
Las condiciones eran lo suficientemente buenas para que varios Cosmos diéramos vueltas junto a una docena de pilotos y nos aferráramos a ceros mientras buscábamos señales de mejores térmicas cual halcones.
Estaba volando la talla S (70-95kg) a un PTV de casi 90kg y logré quedar en sexto lugar entre dos Zenos en quinto y séptimo lugar.
A volar con torno
El sol calienta una carretera de asfalto recta. Los desechos de un maizal se alzan por el aire desenfrenadamente y se mezclan con el polvo rojizo para luego salir disparados hacia arriba. Es el primer día del curso de vuelo de distancia con torno con Skyout Paragliding y soy el primero.
Siempre hay tensión antes de despegar con torno. Más equipo que ajustar, más mirones y cierta pérdida de autonomía. Todo está listo y la manga de viento está muerta. ¿Será una térmica?
“¿Cómo vas a despegar?” Pregunta Jocky de forma brusca. Dudo y digo, “¿De frente…?” No importa que antes hubiera viento fuerte porque ahora no hay nada.
La línea se tensa y doy un paso hacia adelante. La Cosmos infla fácil y sólida y salgo a volar. Pasó la prueba. Con el torno pude sentir lo estable que es en cabeceo porque se quedaba arriba con un mínimo de correcciones.
Me liberé dentro de una buena térmica y remonté mientras derivaba rápidamente por las llanuras de Breeza cerca de Gunnedah en Nueva Gales del Sur. Cuando sentí que llegaba a la inversión, me fui viento en cola con condiciones sorprendentemente tranquilas. Cuando sonó la alarma de descenso, aceleré hasta que las poleas se tocaron y cubrí lo máximo de terreno posible con la esperanza de encontrar otra ascendencia. La Cosmos se portó bien acelerada, como es de esperarse.
El último día del viaje transcurrió bajo cielos azules. El mejor pronóstico de la semana. El día seguía azul, estaba difícil a baja altura y no se subía mucho (1.900m máx.). Para entonces, ya me estaba acostumbrando al ala. Muchas de las térmicas a baja altura estaban rotas y eran estrechas, por lo que había que girar cerrado en las partes buenas para aprovecharlas.
Todos los vuelos que hice con la Cosmos fueron con un arnés Ozium 2 de Ozone. Me encanta cómo te envuelve. Para sacarle provecho a la Cosmos en térmicas estrechas, tuve que usar mucho cuerpo y pilotar el ala. El recorrido de freno largo hace que fuera mejor usar movimientos suaves y firmes.
En el primer grupo con el que volé había una Sigma 10 y una Mentor 3 Light. Volamos juntos y nos separábamos para buscar mejores núcleos y subir todos. Fui hacia un disparador que había usado el día anterior y remonté fácilmente con una térmica fuerte. Una vez sentí que el borde de ataque empezaba a irse de un lado, pero le di un toque de freno y subí las manos y siguió volando.
Luego de una o dos transiciones solo, pude alcanzar a Ken con su Gin Carrera que volaba bajo. Giramos juntos en condiciones suaves por la llanura hasta que algo se desprendió.
Me preguntaba cómo mi Cosmos, siendo una B baja, volaría contra el ala de Ken, una B avanzada. La Carrera encontró la térmica primero y empecé a girar porque Ken lo hizo pero cuando centramos el núcleo, derivamos juntos sin problema.
Cuando la térmica se enderezó y se hizo más fuerte, pude usar mi experiencia y la Cosmos para girar más cerrado, centrarla mejor y remontar. Ken hizo un récord personal de 55km y yo seguí hasta 69km en un poco más de tres horas y gané ese día. De hecho, la Cosmos y yo hicimos el vuelo más largo de la compe no hecho por un guía. Misión cumplida.
ESPECIFICACIONES DEL FABRICANTE
Lo que dice Flow: “La Cosmos está diseñada únicamente para ser un parapente divertido”
Uso: Vuelo dinámico y de distancia
Nivel del piloto: Principiantes talentosos en adelante
Tallas: XS, S, M, L
Superficie plana: 24,2, 25,8, 27,3, 29,3
PTV homologado (kg): 60-85, 70-95, 85-105, 95-120
Peso del ala (kg): 5,0, 5.,5, 5,8, 6,2
Celdas: 50
Alargamiento plano: 5,17
Homologación: EN B
flowparagliders.com.au
Allen Weynberg
Allen aprendió a volar en 1994 y vive en Brisbane, Australia. Vuela alas EN-B y vuela unas 70 horas al año. Hizo 13 horas en vuelos de distancia con la Cosmos, con despegue a pie y con torno, con un PTV de 90kg y un arnés Ozium 2 de Ozone.