Boletín Trimestral de informacion al regante Ene-Mar

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Nº 10 Enero-Marzo 2009

Boletín Trimestral de Información al Regante Sistema de Asistencia al Regante (SAR)

_ Fertirrigación con riego localizado: un sistema en expansión (1ª parte) _ Requerimientos técnicos en instalaciones de riego localizado en cultivos hortícolas sin suelo. _ Eficiencia de aplicación de riego en Andalucía _ La verticilosis en el olivar: estrategias y métodos de lucha _ El cultivo del naranjo dulce en Andalucía

Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera CONSEJERÍA DE AGRICULTURA Y PESCA

FEDER


FERTIRRIGACIÓN CON RIEGO LOCALIZADO: UN SISTEMA EN EXPANSIÓN (PRIMERA PARTE)

BOLETÍN TRIMESTRAL DE INFORMACIÓN AL REGANTE FERTIRRIGACIÓN CON RIEGO LOCALIZADO: UN SISTEMA EN EXPANSIÓN

Juan Manuel Bohórquez (IFAPA)

INTRODUCCIÓN

aplicación mencionada en el párrafo anterior.

El riego localizado presenta numerosas ventajas respecto al sistema de riego tradicional, entre las que destaca el ahorro considerable de agua. No obstante, en los últimos años se ha demostrado que las mayores posibilidades de este sistema de riego se centran en su utilización como vehículo para una aplicación racional de fertilizantes (Moya Talens, 2002). Las ventajas e inconvenientes de la fertirrigación, así como las características generales de los abonos a utilizar son objeto de revisión en el presente artículo.

El sistema de fertirrigación es, en definitiva, el método más racional para realizar una fertilización optimizada y respetuosa con el medio ambiente.

Se define la fertirrigación o fertirriego como la técnica que permite la aplicación de los nutrientes que precisa el cultivo junto con el agua de riego. Mediante esta practica se consigue poner a disposición del cultivo, y de una forma controlada, los nutrientes necesarios en función del grado de desarrollo de las plantas y exactamente a la medida de un cultivo, un suelo o sustrato, un agua de riego y unas condiciones ambientales determinadas (Cadahía, 2005).

Los nuevos usuarios de este sistema de riego están generando una notable demanda de información para conseguir un manejo eficiente del riego. En Andalucía, el Sistema de Asistencia al Regante (SAR) del IFAPA viene realizando trabajos de transferencia de tecnología y formación en esta materia dirigidos a los agricultores y técnicos.

Con la fertirrigación en riego localizado se obtiene además una mayor eficiencia en la aplicación de los elementos nutritivos, al distribuirlos muy próximos a las raíces y en el bulbo húmedo, lo cual facilita la asimilación por parte de la planta y evita las pérdidas de nutrientes. Para ello, la uniformidad de distribución del sistema de riego tiene que ser lo suficientemente buena, sin que se produzcan excesos ni déficits en la aplicación del agua y el fertilizante (Figura 1).

En una situación de recursos hídricos limitados y como consecuencia de las obras de modernización de zonas regables en España, que suponen un cambio del sistema de riego por superficie al de riego a presión, se está produciendo un importante incremento de superficie cultivada con riego localizado y fertirrigación.

VENTAJAS E INCONVENIENTES DE LA FERTIRRIGACIÓN Entre las ventajas del sistema de fertirrigación podemos citar (Cadahía, 2005; Pastor, 2005): • Interacción positiva agua / nutrientes. • Asimilación eficaz de los nutrientes aportados ya que existe un alto grado de humedad en torno a las raíces, lo que facilita que el fertilizante se disuelva y pueda ser mejor absorbido (Figura 2).

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Figura 1. Una adecuada uniformidad de distribución del agua en el riego localizado es un factor clave para conseguir una alta eficiencia en la aplicación del agua y los fertilizantes. Fuente: Fernández et al., (1999).

Los sensores de humedad de suelo, como por ejemplo, tensiómetros eléctricos o sondas FDR, constituyen una herramienta interesante en el riego localizado porque proporcionan datos sobre la evolución temporal del contenido de humedad en el suelo. Esta información puede resultar útil para la programación del riego utilizando el método del balance de agua en el suelo. Además, estos sensores también pueden servir para comprobar que no aportamos el agua (y con ella los fertilizantes) por debajo de la profundidad de raíces del cultivo, aspecto relacionado con la eficiencia de

Figura 2. La fertirrigación con el riego localizado permite aplicar los nutrientes directamente en la zona de acción de las raíces en el entorno del bulbo húmedo, favoreciendo así su asimilación por la planta. Fuente: Fernández et al., (1999).

• Ahorro de fertilizantes, comparado con otros sistemas, debido a su aplicación localizada sobre la propia planta, distribuyéndose el abono cerca


de las raíces y, además, menor pérdida por lavado o lixiviación. El ahorro de fertilizantes puede variar entre un 25% y un 50%. • Ahorro de mano de obra en la aportación. • La cantidad y tipo de abono que se aporta está en función del estado de desarrollo de la planta, respetando las necesidades y equilibrio que cada fase de cultivo requiere.

• Control riguroso de la dosis y uniformidad de distribución. • Posibilita el uso de la instalación para incorporar otros productos a las plantas, como puedan ser: insecticidas, fungicidas, herbicidas, etc. • Reduce notablemente el impacto medioambiental negativo (contaminación) que supone el uso de los fertilizantes. • Posibilidad de un alto grado de automatización del proceso (Figura 3), evitando además errores en los suministros ocasionados por el accionamiento manual, como desfases horarios e inexactitudes en la dosificación, tanto por exceso (pudiendo ocasionar elevada salinidad) como por defecto (provocando carencias nutritivas o falta de agua).

Figura 4. Residuos de sales en torno a un emisor de riego localizado, que provocan un aumento de salinidad del suelo y elevan el riego de obturación del propio emisor.

• Aumenta la salinidad del agua de riego, con riesgo de que también se produzca salinización del suelo. En el riego localizado, el agua se distribuye en el perfil del suelo formando un círculo más menos alargado alrededor del emisor, y este mismo patrón seguirán las sales que se acumulan en el suelo (Figura 5). El régimen de sales se ve afectado por la alta frecuencia con la que se aplican estos riegos, así como por la localización puntual del agua. Cuanto mayor sea el tiempo entre riegos, mayor será la salinidad del suelo. Por su parte, los riegos frecuentes permiten mantener alta la humedad del suelo y baja la concentración de sales.

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• Posibilidad de abonar en el momento más adecuado para el cultivo. Se puede actuar con rapidez y eficacia ante situaciones en que las plantas requieran algún tipo de elemento nutritivo, que conocemos como carencias o deficiencias nutritivas.

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Figura 3. Equipo de fertirrigación automático.

Entre los posibles inconvenientes del sistema de fertirrigación, que se pueden evitar en gran medida con un buen manejo del sistema, podemos citar (Cadahía, 2005; Pastor, 2005): • Obturaciones de los emisores de riego (Figura 4), ocasionadas principalmente por la precipitación de los fertilizantes, mala disolución y posibilidad de reacción de algunos fertilizantes con el agua de riego, incompatibilidades entre algunos de ellos e impurezas que a veces puedan llevar incluidas.

Figura 5. La distribución de sales bajo un emisor de riego localizado presenta tres zonas características: una zona muy lavada debajo de él, otra de baja salinidad que la rodea y, por último, una zona donde se acumulan las sales en la periferia del bulbo y sobre todo en la superficie del suelo. Fuente: Fernández et al., (1999).

BIBLIOGRAFÍA Cadahía, C. 2005. Fertirrigación. Cultivos hortícolas, frutales y ornamentales. Ed. Mundi-Prensa. Madrid. Fernández, R., Yruela, M. C., Milla, M., García, J., Ávila, R., Gavilán, P. y Oyonarte, N., 1999. Manual de Riego para Agricultores. Módulo 4: Riego localizado. Consejería de Agricultura y Pesca. Junta de Andalucía. Moya Talens, J. A. 2002. Riego localizado y fertirrigación. Ed. Mundi-Prensa. Madrid. Pastor, M. 2005. Cultivo del olivo con riego localizado. Ed. Mundi-Prensa y Junta de Andalucía.


REQUERIMIENTOS TÉCNICOS EN INSTALACIONES DE RIEGO LOCALIZADO EN CULTIVOS HORTÍCOLAS SIN SUELO BOLETÍN TRIMESTRAL DE INFORMACIÓN AL REGANTE REQUERIMIENTOS TÉCNICOS EN INSTALACIONES DE RIEGO LOCALIZADO EN CULTIVOS HORTÍCOLAS SIN SUELO

Rafael Baeza Cano (IFAPA), Evangelina Medrano Cortés (IFAPA), Francisco J. Alonso Ramírez (IFAPA)

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SOBRE LOS CULTIVOS SIN SUELO Los cultivos sin suelo se muestran como un sistema alternativo en cultivos hortícolas bajo abrigo frente a problemas fitosanitarios de suelo. Desde su introducción en la provincia de Almería a finales de la década de los ochenta, su crecimiento fue continuo hasta alcanzar un 19,8% de la superficie total invernada en 1999. No obstante la tendencia actual es el estancamiento e incluso el descenso en la superficie que se desarrolla bajo estos sistemas, estimándose en un 20,4% en 2006 (Pérez-Parra y Céspedes, 2008). Esto equivaldría, si tenemos en cuenta la superficie total invernada,(27.000 ha) a unas 5.300 ha. Tabla 1. Superficie de cultivos sin suelo en la provincia de Almería. Fuente: Stradiot (2003). Año 1988 1990 1993 1994 1995

Superficie (ha) 1 19 144 390 610

Si bien, muchos agricultores se han decantado por este sistema como solución a determinadas patologías. La mayoría de los horticultores que lo utilizan lo hacen por las ventajas económicas que representa frente a otros sistemas: posibilidad de aumentar la precocidad y longitud de los ciclos de cultivo, aumento de la producción y mayor homogeneidad y control del cultivo, entre otros.

SENSOR TOMA DECISIONES

AUTÓMATA DE RIEGO

EQUIPO DE FERTIRRIEGO RED DE RIEGO

Figura 1. Esquema básico de control en una instalación de cultivos sin suelo.

Las instalaciones de riego en cultivos sin suelo presentan una serie de características especiales, por lo que requieren de una serie de exigencias tecnológicas particulares. A continuación se describen las peculiaridades más destacables de este tipo de sistemas:

EMISORES Los emisores son los elementos fundamentales en las instalaciones de riego localizado. Su importancia relativa es aún mayor cuando se trabaja en cultivos sin suelo, puesto que el método de riego practicado por “pulsos” de corta duración (5-10 min.), exige una uniformidad máxima. Además, por este motivo no pueden existir periodos de carga y descarga de los emisores de varios minutos. Es por ello que los goteros normalmente instalados en cultivos sin suelo son autocompensantes y antidrenantes.

La modalidad de cultivo sin suelo extendida en el sector hortícola del Sureste de España es el cultivo en sustrato no recirculante, consistente en la utilización de recipientes de sustrato, normalmente inerte (perlita o lana de roca), con drenaje libre, sobre los que se desarrolla el cultivo y que sirven de soporte al sistema radicular. RED DE RIEGO

SUSTRATO DRENAJE

Dado que el volumen de solución nutritiva que es capaz de retener el recipiente de sustrato en comparación con el suelo, es muy reducido, la inercia hídrica del sistema es muy pequeña, por lo que aquí el ajuste de la dosificación del riego y la fertilización cobra vital importancia. El número de irrigaciones diarias realizadas es muy alto, especialmente cuando el cultivo alcanza su máximo desarrollo. Lógicamente el control de ciclos de riego tan frecuentes requiere de algún elemento automático para la toma de decisiones. El esquema básico de control en una instalación de cultivos sin suelo sería el siguiente:

Figura 2. Emisores autocompensantes con microtubo en cultivo sin suelo de tomate.

SECTORIZACIÓN

El número de sectores en que se divide la instalación, además de tener en cuenta las exigencias habituales: optimización del equipo de bombeo, uniformidad de la instalación, facilidad de manejo, etc., ha de considerar la elevada frecuencia de riegos en los momentos de máxima demanda en las horas centrales del día. La experiencia acumulada en este sentido en el Sudeste Español indica que un equipo de fertirriego puede atender entre 2 y 4 sectores (Moreno, 1999).

EQUIPO DE FERTIRRIEGO

La mayoría de las instalaciones de cultivos hortícolas bajo abrigo del sudeste español cuenta con máquinas automáticas de fertirrigación (Baeza et al ., 2007). Este


En los cultivos tradicionales en suelo, éste ejerce un efecto tampón frente a pequeñas imprecisiones en los aportes de agua y nutrientes. En los cultivos en sustrato, especialmente si el mismo es inerte, no existe este efecto amortiguador, por lo que el equipo de fertirriego debe tener una calidad suficiente como para que las diferencias entre los aportes sean mínimas, por tanto las instalaciones descritas anteriormente serán validas siempre y cuando se garantice la precisión en el aporte. Existen algunas variantes empleadas en cultivos sin suelo, como pueden ser: a) Instalaciones con inyectores venturi y tanque de mezcla. En este caso los venturis no incorporan directamente la solución fertilizante sobre la red de riego, sino que la inyectan en un tanque adicional de mezcla, desde el que se incorpora la solución nutritiva a la red. De esta forma se evitan los desequilibrios en el ajuste del sistema al inicio del riego, que aquí tendrían una importancia relativa muy grande por tratarse de riegos de duración muy limitada. Existen dos variantes de este sistema: uno en el que el tanque de mezcla se encuentra instalado en paralelo con respecto a la red principal y otro, denominado “todo pasa”, en el que en el tanque de mezcla se prepara la solución final, que es aspirada directamente por el equipo de bombeo. AUTÓMATA DE RIEGO

c) Instalaciones con bombas inyectoras. Consisten en la sustitución de los inyectores venturi por bombas inyectoras eléctricas. Estos sistemas son en un principio los más precisos. Sin embargo su uso no esta extendido por tratarse de equipos más caros y con mayores requerimientos de mantenimiento.

Figura 5. Equipo con bombas inyectoras. Fuente A. Marhuenda (INTA S.L.)

EQUIPO DE FILTRADO Tanto las instalaciones de filtrado, como el control del pH en este tipo de sistemas no tienen por qué diferir respecto a los convencionales. No obstante, habrá que prestar una atención especial, ya que las obstrucciones parciales de emisores y por tanto disminuciones en la uniformidad del riego, pueden ser aquí catastróficas.

BALSAS Tradicionalmente las fincas de cultivos hortícolas bajo abrigo del Sudeste Español han contado con pequeños embalses de riego que les permitían dar continuidad a los riegos entre turno y turno que la Comunidad de Regantes les suministraba. Actualmente, con la modernización de los regadíos, ya existen muchas Comunidades que aportan el agua a la demanda y con presión, restándole utilidad a la balsa de riego. No obstante cuando se trabaja con cultivos sin suelo es recomendable disponer de agua almacenada que garantice el poder seguir regando en caso de avería en la red de distribución.

BIBLIOGRAFÍA SENSOR TOMA DECISIONES

SONDA pH SONDA CE

CULTIVO TANQUE DE MEZCLA

EQUIPO DE FERTIRRIEGO

CONDUCCIÓN PRINCIPAL

Figura 3. Esquema básico de una instalación de riego equipada con tanque de mezcla conectado en paralelo a la red principal.

b) Instalaciones con inyectores venturi y caudalímetros electrónicos. En este caso, se sustituyen los caudalímetros hidráulicos o rotámetros por caudalímetros electrónicos, que acoplados al automatismo de riego dan una medida exacta del fertilizante aportado por cada uno de los venturis.

Figura 4. Caudalímetro electrónico de molinete.

Baeza Cano, R.; Fernández Fernández, M.; García García, C.; Gavilán Zafra, P. 2007. Gestión del agua de riego en cultivos hortícolas bajo abrigo. Análisis del asesoramiento técnico a regantes en la provincia de Almería. XXXVII Seminario de Técnicos y Especialistas en Horticultura. Ministerio de Agricultura y Pesca. Moreno Iniesta, T. 1999. Equipos de riego: Cabezal, distribución y emisores. En: Cultivos sin suelo II. Curso superior de especialización, pp. 321-333. Ed. Junta de Andalucía. Consejería de Agricultura y Pesca, Fundación para la Investigación Agraria en la Provincia de Almería y Caja Rural de Almería. Pérez-Parra, J.; Céspedes, A. 2008. Tecnología de los invernaderos mediterráneos: Evolución de la tecnología en los invernaderos de bajo consumo energético de Almería. Estación Experimental de la Fundación Cajamar. Stradiot, P. 2003. Cultivos sin suelo: Evolución y situación actual en Europa y la Región Mediterránea. En: Mejora de la eficiencia en el uso del agua en cultivos protegidos. Curso superior de especialización, pp. 37-54. Ed. Junta de Andalucía. Consejería de Agricultura y Pesca, Fundación para la Investigación Agraria en la Provincia de Almería, Hortimed y Cajamar.

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tipo de equipos suelen contar con varios tanques de fertilizante, desde los que se inyecta a la red principal a través de venturis de precisión, normalmente conectados en paralelo entre las tuberías de aspiración y de impulsión del equipo de bombeo. El control de la inyección se realiza con pequeñas electroválvulas que realizan aperturas parciales de cada inyector por pulsos de tiempo, manteniendo constante el equilibrio programado, la salinidad de la solución y el pH. La regulación del caudal aportado por los venturis se realiza accionando una válvula manual que junto con un caudalímetro tipo rotámetro se acopla a cada uno de ellos.

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EFICIENCIA DE APLICACIÓN DEL RIEGO EN ANDALUCÍA Benito Salvatierra Bellido (IFAPA)

INTRODUCCIÓN

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Se define como eficiencia global de riego (Eg) de una determinada zona regable, a la relación entre volumen de agua puesto a disposición de los cultivos para su zona radicular y el volumen total suministrado a la citada zona de riego. Para su obtención hemos de calcular y multiplicar todas las componentes de esta Eg. Dichas componentes son: Eficiencia de conducción (Ec), Eficiencia de distribución (Ed) y Eficiencia de aplicación (Ea).

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La obtención de las dos primeras es siempre como un cociente entre los valores de caudal entre valor del punto final con respecto al punto inicial del tramo objeto del cálculo de la eficiencia. Los valores de eficiencia de conducción y distribución son muy variables y dependen fundamentalmente del estado de las conducciones, que en algunos casos llegan a valores extremos por obsolescencia y por falta de mantenimiento. De las tres eficiencias citadas la más difícil de evaluar es la Eficiencia de aplicación (Ea). Según el método de riego se requiere utilizar diferentes metodologías. El grado de complejidad de estas técnicas aumenta cuando más tradicional es el método de riego. Por eficiencia de aplicación se entiende como la relación entre el volumen de agua de riego retenido en la zona radicular del cultivo y el volumen suministrado desde la toma del sistema de riego en parcela. Agua aplicada = Percolación Profunda (PP) + Agua Almacenada + Escorrentía

Los resultados reales de eficiencia de aplicación que caractericen el regadío andaluz son difíciles de obtener. Por tanto en este artículo se pretende aportar datos reales que nos aproximen al comportamientos de los distintos sistemas de riego en Andalucía. Las fuentes de las que hemos obtenido datos son: • •

Evaluaciones del Sistema de Asistencia al Regante (SAR) del IFAPA. Años 1999 a 2006. Publicación sobre “Eficiencia de Riego” de Luján García, J. CEDEX (Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas), año 1992. Arroja valores promedios a nivel nacional.

Los datos recogidos por ambas fuentes son bastante homogéneos según el método de riego utilizado, salvo en el riego por superficie obtenido por el SAR donde las evaluaciones han sido escasas para considerarlo como representativo.

METODOLOGÍA Riego por Superficie La metodología necesaria para evaluar la eficiencia de aplicación de un riego cuyo sistema de conducción de agua por la parcela, es el propio suelo, es el caso más complejo. Hemos de conocer inicialmente el comportamiento de infiltración del suelo y caracterizar éste a lo largo del avance de toda la parcela. Para ello se utiliza un método propuesto por la FAO llamado “método de los tres puntos” y que fue propuesto por Walker (1989). Dicho procedimiento se basa en la medición de las variables que determinan el ajuste de la función de infiltración, que en este caso utiliza la ecuación de Kostiakov-Lewis: a

Zi = k ⋅ t i + f 0 ⋅ t i

Aplicada Escorrentía Almacenada Percolación profunda

Figura 1. Esquema de variables incluidas en el cáculo de la Eficiencia de Aplicación (Ea).

La fórmula de Eficiencia de aplicación es: Ea =

Agua Almacenada

x 100

Agua Aplicada

Tabla 1. Datos de adecuada Ea para los sistemas de riego. Método de riego

Eficiencia de aplicación (Ea)

Aspersión 85 % Localizado 92 % Superficie 75 % Fuente: Programa “Mejora del uso y gestión del agua de riego” del Sistema de Asistencia al Regante (SAR) del IFAPA.

siendo: Zi : Infiltración acumulada en el punto i del surco o tablar expresada como lámina de agua. k,a: Parámetros de ajuste. f0: Infiltración básica, esto es, valor de infiltración asintótico cuando las condiciones del suelo están próximas a la saturación. ti : Tiempo de oportunidad del punto i.

Una vez caracterizado el comportamiento de infiltración, el siguiente paso será utilizar un simulador de riego (aplicación informática para evaluar sistemas de riego por superficie), en el cual se imitará el movimiento del agua en el suelo o en el surco con todas las variables que definen la parcela objeto de la evaluación. Además, es necesario incluir la variable lámina de agua requerida (es decir aquella que queremos cubrir dentro de una programación de riegos propia de un sistema de riego por superficie), como característica propia del manejo del riego. De todo el procedimiento anterior obtendremos como


resultado del programa los valores de Uniformidad de Distribución (UD) y Eficiencia de aplicación (Ea).

Riego por Superficie Tabla 3. Resultados de Ea del riego por superficie.

En riego por aspersión la sistemática es distinta y más directa. La principal diferencia es que la lámina requerida es cubierta exactamente regulando el tiempo de riego. Todas las variables que intervienen en la eficiencia de aplicación, escorrentía (E), pérdidas por evaporación y arrastre (Pevap) y percolación profunda (PP), se pueden medir directamente, excepto ésta última (Tabla 2). La escorrentía es la variable más compleja de medir y el procedimiento es recoger el agua en un punto de la parcela y medir con un aforador. La variable de pérdidas por evaporación y arrastre se mide directamente en campo y a través de una evaluación del sistema de riego en condiciones reales de funcionamiento (SAR, 2001). Una vez obtenidas estas dos variables y considerando un manejo apropiado de riego (sin escorrentía y aportando la lámina requerida), obtendremos el valor de Eficiencia de aplicación, procediendo según la ecuación siguiente: Ea = 100 - Pevap - PP

El dato de percolación profunda (PP), se obtiene indirectamente con el dato de Uniformidad de Distribución. La Uniformidad de Distribución es el resultado de una evaluación de riego en campo y mide la distribución del agua en la parcela (SAR, 2001). En la Tabla 2 se muestran los valores de percolación profunda en función de la Uniformidad de Distribución del agua de riego. Tabla 2. Percolación profunda (PP) para diferentes valores de Uniformidad de Distribución (UD) en riego por aspersión. Se ha considerado un déficit nulo.

MÉTODO (Sup)

Manta Surcos * 2 evaluaciones

Ea 55% 57% 67% *

ENTIDAD CEDEX SAR CEDEX SAR

Riego por Aspersión Tabla 4. Resultados de Ea del riego por aspersión. MÉTODO

Aspersión * 97 evaluaciones

ENTIDAD CEDEX SAR

Ea 60-70 % 68% *

Figura 2. Causas de la baja Ea en aspersión en Andalucía. Baja calidad de materiales 9%

Mal manejo 18%

Mal diseño 73%

La principal causa, según el SAR, de la baja eficiencia de aplicación del agua de riego es la realización de un mal diseño de la instalación, con un 73%. Algunos de los aspectos que provocan estas bajas eficiencias son: - Combinaciones inadecuadas de marcos de aspersores, boquillas y presión disponibles - Riego en condiciones de viento excesivo. - Elementos flexibles de las uniones (juntas bilabiales, holguras, etc.) - Pluviometría inadecuada para la capacidad de infiltración de nuestro suelo y en zonas con pendiente.

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Riego por Aspersión

Riego Localizado 6

Tabla 5. Resultados de Ea del riego localizado. MÉTODO

Igualmente la metodología es válida para pivotes y laterales de desplazamiento frontal. Riego Localizado La metodología es similar al del riego por aspersión ya que se puede determinar de forma directa un coeficiente de uniformidad. Pero además se simplifica, ya que no se consideran pérdidas por evaporación y arrastre y en el caso de un manejo adecuado nunca se produce escorrentía. Para la percolación profunda, ver la Tabla 2.

RESULTADOS A los resultados, se añade un análisis de las causas de bajas eficiencias en los sistemas de riego más evolucionados (aspersión y localizado).

Localizado

ENTIDAD CEDEX SAR

Ea 80 % 82 % *

* 94 evaluaciones

Figura 3. Causas de la baja Ea en localizado en Andalucía. Mal manejo 17% Baja calidad de materiales 50% Mal diseño 33%

Las causas de las bajas eficiencias de riego (Figura 3) pueden ser: Problemas de presión; Poco mantenimiento; Bajos coeficientes de variación de fabricación del gotero; Escasa sectorización de las parcelas. Para consultar la bibliografía: sar.ifapa@juntadeandalucia.es


LA VERTICILOSIS EN EL OLIVAR: ESTRATEGIAS Y MÉTODOS DE LUCHA Natividad Ruiz (IFAPA), Nicolás Serrano (IFAPA) y Fco. Javier López-Escudero (Departamento de Agronomía, Universidad de Córdoba)

INTRODUCCIÓN La Verticilosis del olivo es una enfermedad que fue diagnosticada por primera vez en España en el año 1975 (Caballero et al., 1980) y actualmente supone un gran problema para el agricultor por la dificultad de su control. El aumento de la superficie y la intensificación del cultivo del olivo han estado acompañados por un incremento progresivo de la enfermedad llegando a constituir en la actualidad el problema más grave del cultivo en extensas zonas olivareras. BOLETÍN TRIMESTRAL DE INFORMACIÓN AL REGANTE LA VERTICILOSIS EN EL OLIVAR: ESTRATEGIAS Y MÉTODOS DE LUCHA

SINTOMATOLOGÍA

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Se distinguen dos complejos de síntomas (Blanco López et al., 1984): Apoplejía: • Marchitez y muerte regresiva y rápida de ramas e incluso de la planta completa. • Pérdida del color verde intenso y abarquillamiento de las hojas que quedan adheridas a los brotes. • Se observa con más frecuencia a finales de invierno y principios de primavera. Decaimiento lento: • Deshidratación y necrosis de las inflorescencias. Cuando tiene lugar durante el crecimiento de los frutos suele ocurrir el momificado de éstos en diversos estadios de crecimiento. • Defoliación de hojas de los brotes en verde, siendo en algunos casos muy abundante. Con frecuencia las últimas hojas del extremo de los brotes permanecen adheridas. • Suele ocurrir durante la primavera y principios de verano, aunque en ocasiones, también durante otoños de temperatura moderada.

ETIOLOGÍA DE LA ENFERMEDAD La Verticilosis del Olivo está producida por Verticillium dahliae, un hongo de suelo que tiene una gama de plantas huéspedes a las que infectar de más de 400 especies vegetales tanto leñosas como herbáceas. Existen dos grupos de aislados, o patotipos, de este hongo que se diferencian por la virulencia de las infecciones que ocasionan en huéspedes como algodón u olivo. Los aislados defoliantes son los más virulentos y fueron inicialmente aislados en las Marismas del Guadalquivir (Bejarano Alcázar, 1995), aunque su elevada capacidad de dispersión ha hecho que actualmente se encuentren en los suelos de las zonas olivareras de las principales provincias del Valle del Guadalquivir (López-Escudero y Blanco-López, 2001;Moraño-Moreno et al., 2008a); y los aislados no defoliantes, que ocasionan infecciones menos severas. El hongo puede permanecer en el suelo y en los restos vegetales infestados, mediante la producción de estructuras vegetativas de resistencia denominadas microesclerocios. El patógeno se dispersa mediante estos propágulos a través de aperos, maquinaria, agua

de riego o de escorrentía, viento, etc. (García-Cabello, 2006; Jiménez-Díaz et al. 1998).

EL RIEGO COMO FACTOR FUNDAMENTAL En estudios llevados a cabo en olivares tradicionales e intensivos, se ha puesto de manifiesto que es mayor la incidencia de esta enfermedad cuando se trata de olivar de regadío (Blanco López et al., 1984). El riego parece favorecer las actividades de multiplicación e infección del patógeno en olivo (López-Escudero y Blanco-López, 2005) y se ha demostrado su importante papel en la dispersión y distribución a grandes distancias de sus estructuras infectivas en zonas de cultivo de olivar pertenecientes a comunidades de regantes (GarcíaCabello, 2006; Moraño-Moreno et al., 2008a y b). Por todo ello, el manejo del riego es una práctica fundamental para no agravar los problemas ocasionados por este patógeno. Además, es necesario aportar sólo la cantidad de agua que necesite el cultivo y de la forma más espaciada posible.

MANEJO DE LA ENFERMEDAD Las características del patógeno y la naturaleza de la enfermedad hacen necesario la aplicación de una estrategia de control integrado en la que se empleen todos los métodos disponibles, de forma que se logre evitar o reducir la llegada del agente y las infecciones, manteniendo las pérdidas por debajo de umbral económico de daños aceptable (Jiménez-Díaz, 1998; Blanco-López y López-Escudero, 2007). Uno de los principales factores que obliga a este tipo de control integrado es la ausencia de sustancias fungicidas eficaces y el hecho de que el resto de las medidas de control que pueden emplearse, ya sean físicas, culturales o biológicas, no resultan efectivas si su aplicación se realiza individualmente. Medidas previas a la plantación Medidas preventivas • Utilizar plantas certificadas libres del hongo. Actualmente es posible detectar el hongo mediante procedimientos moleculares (PCR), métodos principalmente dirigidos a controlar la sanidad del material de vivero o de árboles procedentes de plantaciones comerciales (Mercado-Blanco, 2008). • Elección de suelos libres del hongo: en este sentido es necesario conocer la historia de cultivos previa en las parcelas que serán plantadas por la posibilidad de que hayan sido cultivadas con huéspedes del patógeno. Asimismo es muy recomendable realizar un análisis microbiológico de muestras del suelo para determinar la presencia y la cantidad del hongo. Si no se dispone de otro terreno, es aconsejable retrasar la plantación varios años y mantener el suelo libre de malas hierbas, cultivándolo con plantas no huéspedes del patógeno como las gramíneas (Blanco-López y López-Escudero, 2007).


Medidas posteriores a la plantación Evitar la introducción y dispersión del patógeno en la plantación • Practicar no laboreo o al menos laboreo reducido, que impida que el movimiento de suelo y restos vegetales infectados disperse a las estructuras del hongo dentro y entre plantaciones. Esto es particularmente importante en los focos en los que se hallan los árboles afectados. • Proteger las parcelas de la llegada por escorrentía de agua de lluvia o riego que arrastre material vegetal o partículas de suelo con el patógeno desde parcelas infestadas colindantes. • Evitar el transito de maquinaria entre parcelas que puedan hallarse infestadas. • Desinfectar las herramientas de poda y evitar los aperos, maquinaria de cultivo o vehículos que se hayan empleado previamente en parcelas afectadas. • Evitar el uso de enmiendas orgánicas, tales como hojas o restos vegetales que puedan adquirirse en almazaras, que puedan provenir de plantas infectadas. Erradicar o reducir la densidad del hongo en el suelo • Eliminar plantas huéspedes del patógeno y minimizar las prácticas de laboreo que causen heridas en las raíces. • Retirar y destruir los restos de plantas enfermas (hojas y restos de poda), evitando su picado y distribución a modo de cubiertas vegetales inertes. • Solarización. Es un proceso por el que se produce un elevado incremento de la temperatura en un suelo previamente regado, mediante su cobertura con plástico transparente en los meses más calurosos. El calor húmedo provoca que los agentes nocivos se debiliten y/o mueran. En nuestras condiciones su aplicación ha resultado muy efectiva para reducir las poblaciones de V. dahliae en el suelo cuando se aplica durante 4-6 semanas en los meses de julio y agosto. • Adición de enmiendas orgánicas e inorgánicas, como abonados en verde, aserrines, incorporación por enterrado de cubiertas vegetales, particularmente de Crucíferas que liberan sustancias con actividad fungicida, etc. (Bejarano,

J. 2008; López-Escudero et al., 2007b). Emplear agentes de control biológico, tales como Verticillium dahliae dahliae. (en • agentes antagonistas de Verticillium investigación) Reducir la enfermedad

eficacia

del

hongo

en

causar

• Programación adecuada del riego (dosis elevadas de agua conducen a crecimientos exuberantes de la planta y favorecen la enfermedad) • Reducir el laboreo del suelo al mínimo. • Evitar el exceso de N (provoca un aumento del crecimiento vegetativo) y el déficit en K.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Bejarano, J. 2008. Efecto de las cubiertas vegetales sobre la epidemiología y control de la verticilosis del olivo. Jornadas Técnicas: Verticilosis del olivo, realidad y perspectivas. XIV Feria del Olivo de Montoro, Córdoba. 16 mayo 2008. Bejarano-Alcázar J., Blanco-López M.A., Melero-Vara J.M., Jiménez-Díaz R.M. 1995. Influence of inoculum density of defoliating and nondefoliating patothypes of Verticillium dahliae in epidemics of Verticillium wilt of cotton in southern Spain. Phytopathology 85: 1474-1481. Blanco López, M.A.; Jiménez Díaz, R.M.; Caballero, J.M (1984). Symptomatology, incidence and distribution of Verticillium wilt of olive trees in Andalucia. Phytopathologia Mediterranea 23: 1-8. Blanco-López, M.A., López-Escudero, F.J. 2007. La Verticilosis del Olivo: Situación actual y estrategias de lucha. 10º Symposium Nacional de Sanidad Vegetal. Junta de Andalucía, Consejería de Agricultura y Pesca. Pp. 229-252. Caballero J.M., Pérez-Hernandez J., Blanco-López M.A., Jimenez-Díaz R.M 1980. Olive, a new host of Verticillium dahliae in Spain. En: Proc. 5th Congr. Medit. Phytopath. Union. Patras. P. 50. García-Cabello S., 2006. Distribución de Verticillium dahliae a través del agua de riego. Trabajo profesional fin de carrera. Universidad de Córdoba. 120 pp. Jiménez-Díaz, R. M., Tjamos, E. C., Cirulli, M., 1998. Verticillium wilt in major tree hosts: Olive. In: Hiemstra, J. and Harris, D. (eds.) Compendium of Verticillium Wilt in Tree Species. Commission of the European Communities. Ponsen & Looijen, Wageningen, The Netherlands. Pp. 13-16. Jiménez Díaz, R.M. 1998. La Verticilosis (Verticillium dahliae) del olivo: biología y epidemiología. Nuevas perspectivas para el control de la Verticilosis. Phytoma 102: 142-148. López-Escudero F. J., Blanco-López M. A. 2001. Effect of a Single or Double Soil Solarization to control Verticillium Wilt in Established Olive Orchards in Spain. Plant Dis. 85: 489-496. López-Escudero F. J., del Río C., Caballero J. M., BlancoLópez M. A. 2004. Evaluation of olive cultivars for resistance to Verticillium dahliae. Eur. J. Plant Pathol. 110: 79 – 85. López-Escudero F. J., Blanco-López M. A. 2005. Effects of drip irrigation on population of Verticillium dahliae in olive orchards. J. Phytopathol. 153: 238-239. López Escudero, F. J.; del Río, C.; Caballero, J. M., Blanco López, M. A. 2007a. Response of olive cultivars to stem puncture inoculation with a defoliating pathotype of Verticillium dahliae. Hortscience 42: 294-298. López Escudero, F. J., Mwanza, C., Blanco López, M. A. 2007b. Reduction of Verticillium dahliae microsclerotia viability by dried plant residues. Crop Protection 26: 127-133. Mercado-Blanco, J. 2008. Técnicas de diagnóstico de la verticilosis del olivo. Jornadas Técnicas: Verticilosis del olivo, realidad y perspectivas. XIV Feria del Olivo de Montoro, Córdoba. 16 mayo 2008. Moraño-Moreno, R., Bejarano-Alcázar, J. y RodríguezJurado, 2008a. Presencia de los patotipos defoliante y no defoliante de Verticillium dahliae en las aguas de riego de cultivos en Andalucía. Resúmenes del XIV Cong. de la SEF. Lugo 15-19 Septiembre. P. 250. Moraño-Moreno, R., Bejarano-Alcázar, J. y RodríguezJurado, 2008b. Propágulos de Verticillium dahliae de diferente tamaño infestan el agua utilizada en distintas campañas de riego del olivar en Andalucía. Resúmenes del XIV Cong. de la SEF. Lugo 15-19 Septiembre. P. 251.

BOLETÍN TRIMESTRAL DE INFORMACIÓN AL REGANTE LA VERTICILOSIS EN EL OLIVAR: ESTRATEGIAS Y MÉTODOS DE LUCHA

Medidas en suelos infestados • Aplicar desinfección de suelos, aunque algunos de los desinfectantes están siendo prohibidos como el Bromuro de Metilo. En cualquier caso, el alto coste podría sólo justificar su uso en olivo de forma localizada y combinada con otros medios de erradicación como la solarización, para la desinfectación de focos o zonas en las que replanteen árboles muertos por la Verticilosis. • Utilizar cultivares resistentes a la enfermedad, o al menos evitar los más susceptibles. En la actualidad se han hallado niveles de resistencia elevados en ‘Frantoio’, ‘Empeltre’ y ‘Changlot Real’. Sin embargo, la mayoría de los cultivares evaluados hasta el momento (más de 120), entre los que se hallan los más importantes económicamente (‘Picual’, ‘Cornicabra’, ‘Arbequina’, ‘Hojiblanca’, etc.) se muestran susceptibles o extremadamente susceptibles a las infecciones (López-Escudero et al., 2004; 2007a).

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EL CULTIVO DEL NARANJO DULCE EN ANDALUCÍA EL CFranco Castillo-Llanque (IFAPA)

SUPERFICIE CULTIVADA

BOLETÍN TRIMESTRAL DE INFORMACIÓN AL REGANTE EL CULTIVO DEL NARANJO DULCE EN ANDALUCÍA

El cultivo de los cítricos en Andalucía sólo en los últimos siete años ha experimentado un incremento del 32%, pasando de 55.764 hectáreas en el 2000 a 73.407 en 2007. Las zonas de cultivo se han ampliado a casi todas las provincias de esta Comunidad Autónoma, convirtiéndose actualmente en el segundo cultivo leñoso en importancia, sólo por detrás del olivo. El naranjo dulce ha sido y sigue siendo la principal especie cultivada, representando en la actualidad casi el 70% de la superficie destinada a los cítricos (Figura 1).

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Limonero y otros Pomelo 1% Naranjo 1% amargo 1% Limonero 11%

Superficie (Miles de héctareas)

18

2007 2000

16 14 12 10 8 6 4 2 0

Sevilla Huelva Almería Málaga Córdoba Cádiz Granada

Naranjo dulce 68%

Mandarino 18%

* 75.164 hectáreas (2005) Figura 1.- Distribución porcentual de la superficie cultivada de las diferentes especies de cítricos en Andalucía. * Superficie total cultivada en 2005. Fuente: Anuario de Estadísticas Agrarias y Pesqueras de Andalucía. 2005. Consejería de Agricultura y Pesca, Junta de Andalucía.

La superficie del naranjo en Andalucía rondaba en el año 2000 las 37 mil hectáreas y en el 2007 superaba las 51 mil, lo que ha supuesto un incremento del 39%. El incremento en este periodo ha sido especialmente importante en Córdoba y Sevilla, donde la superficie creció un 100 y 80%, respectivamente (Figura 2). En Sevilla y Huelva también se han registrado incrementos del 20 y 18%, respectivamente. En Granada la superficie ha incrementado un 37%, aunque este incremento no es significativo para el conjunto andaluz dado la reducida superficie cultivada. La incertidumbre de los precios en otros cultivos, especialmente herbáceos, la inversión por parte de empresarios citrícolas de otras comunidades conscientes de los buenos rendimientos productivos y la disponibilidad de áreas de cultivo en Andalucía, así como el establecimiento de plantas procesadoras de zumo del grupo Pascual en Palma del Río (Córdoba) y García Carrión (Don Simón) en Villanueva de los Castillejos (Huelva), podría explicar dicho incremento.

Figura 2.- Superficie cultivada de naranjo dulce en las provincias andaluzas en los periodos de 2000 y 2007. Fuente: Anuario de Estadísticas Agrarias y Pesqueras de Andalucía (2000) y Avance de Producción y Superficie al 31 de julio de 2008, Consejería de Agricultura y Pesca (Junta de Andalucía).

Sevilla, con el 35% del total de superficie cultivada, concentra la mayor superficie destinada al cultivo del naranjo en Andalucía, seguida de Huelva con el 20%. Las nuevas plantaciones en Córdoba han permitido que esta provincia sea la tercera zona de cultivo con el 15% del total andaluz, superando a Málaga y Almería, provincias que como Cádiz y Granada han mantenido, sin cambios importantes, la misma superficie de naranjos desde el 2000 (Figura. 2). Jaén, debido a su geografía, y especialmente a su clima, sigue siendo la única provincia en la que el naranjo no es cultivado a escala comercial.

Blancas comunes 3%

Valencia late 19%

Navelina 26%

Blancas selectas 5%

Salustiana 13% * 50.754 ha (2005)

Navelate 19%

Navel 15%

Figura 3.- Principales variedades de naranjo dulce cultivadas en Andalucía. * Superficie en hectáreas registrado en 2005. Fuente: Anuario de Estadísticas Agrarias y Pesqueras de Andalucía (2005), Consejería de Agricultura y Pesca (Junta de Andalucía).


VARIEDADES CULTIVADAS DE NARANJO En cuanto a variedades, las del grupo Navel (navelina, nave late y Washington navel) son las más cultivadas, representando el 60% del total instalado (Figura. 3). De este grupo, navelina es la más cultivada. Entre las Blancas, Valencia late, es la variedad más extendida seguida de Salustiana. Las otras variedades catalogadas como blancas selectas o comunes representan actualmente menos del 10%. Variedades como las del grupo sanguinas cuentan aún con una reducida superficie, no suponiendo desde el año 2000 más de 100 hectáreas. Aunque no parece haber ninguna razón de tipo ambiental, ciertas variedades tienen su zona de cultivo preferente. Así, el 64% de la superficie de Navelina se encuentra en Sevilla (Figura 4). La variedad Navelate se concentra casi exclusivamente en Huelva y Almería. Salustiana ha encontrado en Córdoba y Sevilla su principal zona de cultivo donde concentra el 80% de la superficie. El casi 80% de la superficie de Valencia Late esta repartido entre Sevilla y Huelva. Por el contrario, W. Navel esta bastante distribuida entre las diferentes provincias, aunque es en Sevilla donde se observa la mayor concentración. Málaga 6%

Huelva 35%

Cádiz 4%

Almería 7%

Almería 4%

Sevilla 64%

NAVELINA *13.392 Córdoba 18%

Málaga 19%

Granada Huelva 8% 1%

VALENCIA LATE *9.565

Málaga 7%

Córdoba 46%

Huelva 12%

Cádiz 2%

Cádiz 9%

NAVEL *7.400

Sevilla 38%

Sevilla 36%

Almería 21%

Cádiz 3%

Almería 40%

NAVELATE *9.645

Almería 2%

SALUSTIANA *6.716

Sevilla 33%

Málaga 5%

Huelva 46%

Sevilla 4%

Málaga 7%

Figura 4.- Distribución porcentual según las provincias andaluzas de las principales variedades de naranjo dulce. * Superficie cultivada en hectáreas en el 2005. Fuente: Anuario de Estadísticas Agrarias y Pesqueras de Andalucía-2005. Consejería de Agricultura y Pesca (Junta de Andalucía).

Las nuevas plantaciones de naranjo se han acondicionando a las nuevas exigencias productivas, especialmente a la recolección. La introducción de cosechadoras mecánicas para frutos destinados a la elaboración de zumo, está fomentando la instalación de marcos más estrechos. Así, algunas de las fincas recientemente instaladas en Hornachuelos (Córdoba) tienen un marco de 6x2, mientras que en la zona del Andévalo (Huelva) están predominando los marcos de 2x7, 3x7 y 4x7. La organización de las Comunidades de riego ha sido otro punto destacable dentro del sector citrícola. Las inversiones realizadas en las Comunidades de la Margen Izquierda y Derecha del Bembézar en Córdoba y Sevilla, así como las del Viar en Sevilla, en la mejora de los sistemas de riego, han posibilitado mejorar las instalaciones de riego. Ambas mejoras no solo han incrementado la superficie destinada a este cultivo, sino también el rendimiento. La introducción de nuevas variedades de alta precocidad en la entrada de producción, porte reducido, alto rendimiento, facilidad para la recolección mecanizada y reducido grado de vecería, es ahora el reclamo de los agricultores para una mejora sustancial de este sector.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Anuario de Estadísticas Agrarias y Pesqueras de Andalucía. Consejería de Agricultura y Pesca, Junta de Andalucía 2000, 2005. www.cap.junta-andalucia.es/agriculturaypesca Avances superficies y Producciones, julio 2008. Consejería de Agricultura y Pesca. Junta de Andalucía. www.cap. junta-andalucia.es/agriculturaypesca

BOLETÍN TRIMESTRAL DE INFORMACIÓN AL REGANTE EL CULTIVO DEL NARANJO DULCE EN ANDALUCÍA

Córdoba 15% Cádiz 4%

Huelva 4%

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Edición y Dirección: Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera

DIRECCIÓN DE CONTACTO Sistema de Asistencia al Regante de Andalucía (SAR): sar.ifapa@juntadeandalucia.es www.juntadeandalucia.es/innovacioncienciayempresa/ifapa/sar

Dep. Legal: CO-673/06 ISSN edición impresa: 1886-3884 ISSN edición digital: 1886-3906

Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera CONSEJERÍA DE AGRICULTURA Y PESCA

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