11 minute read

Retos y oportunidades del TMEC Visión y alcances del TLCUEM

Retos y oportunidades

Advertisement

El 1° de julio de 2020 entró en vigor el acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC o USMCA, por sus siglas en inglés); generando el inicio de una nueva era en la integración económica y comercial de América del Norte. Dicho convenio reemplaza al Tratado de Libre Comercio (TLC) que estuvo vigente durante 26 años y se conformaba de 22 capítulos. El actual contiene 34 capítulos, 408 artículos, 18 anexos y 13 cartas adicionales. Entre otros, aborda temas como comercio electrónico, competitividad, emprendimiento, pequeñas y medianas empresas, anticorrupción, aspectos laborales y de medio ambiente. Catalogados como motores del crecimiento económico a nivel global. Dicho por el ex Secretario de Economía y pieza clave en las negociaciones, Ildefonso Guajardo, el objetivo de renegociar fue actualizar y modernizarlo. Ahora, la ratificación y la entrada en vigor del Tratado ha sido calificada como la conclusión de un largo e intenso proceso de modernización del principal marco que regula el comercio en la región.

DEL TMEC

Es de destacar que, conforme lo establecido, el TMEC tendrá revisiones conjuntas cada 6 años (o un periodo menor, si así se le considera, para su análisis y revisión); lo que significa que la primera reunión de la Comisión de Libre Comercio será en 2026. Mientras que la vigencia está pactada en 16 años después de la fecha de entrada en vigor; salvo que los países miembros confirmen su intención de renovarlo.

RETOS Y OPORTUNIDADES El TMEC es un acuerdo histórico –como lo fue el TLCAN en su momento- que marcará el proyecto de integración de América del Norte y tendrá un impacto en el contenido de otros acuerdos comerciales que se negocien en el futuro. Contiene cambios en diversas disciplinas e incorpora nuevos temas, lo que tendrá repercusiones en la relación económica trilateral. Dichos cambios implican retos significativos para los tres países y las industrias que han operado al amparo del TLCAN, puesto que habrán de ajustar su producción y cadenas de suministro para cumplir con los nuevos requisitos que prescribe el nuevo Tratado. Claro está, cualquier transformación de un régimen de comercio internacional de la magnitud del TMEC supone retos y un proceso de adaptación para las partes.

ESPECIAL ATENCIÓN De acuerdo con especialistas –bajo la naciente administración del Presidente Joe Biden-, Estados Unidos pondrá especial atención a los acuerdos en materia laboral y energética. Esto porque en distintos momentos, Biden ha mostrado su interés por las energías limpias, investigación e innovación climática. Mientras que el primer punto deriva de una férrea solicitud que hizo, desde 2016, el entonces candidato Donald Trump. Luego de su victoria, puso manos a la obra y tras fuertes pronunciamientos, nuestro país comenzó los trabajos y análisis que derivaron en la Reforma Laboral de 2019. Y es que, de acuerdo con el también empresario, el TLCAN solo beneficiaba a México e iba en perjuicio de los estadounidenses.

CON VISIÓN A FUTURO En 1993 el valor de las exportaciones de México respecto a su Producto Interno Bruto (PIB) representó 12.14 por ciento. Durante su Administración, el Presidente Enrique Peña Nieto señaló que el valor del comercio exterior (incluyendo las importaciones) representaba más del 60 por ciento del PIB nacional. Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer que cerca del 80 por ciento de nuestras exportaciones se envían a Estados Unidos. Si bien México tiene firmados 13 tratados comerciales con casi 50 países del mundo, cuando el Presidente Trump amenazó con cancelar el TLCAN parte del sector económico de nuestro país se puso en alerta. Y es que, con una población que supera los 490 millones de consumidores entre las tres naciones (es decir, poco menos del 7 por ciento de la población mundial, pero una representación del 30 por ciento del PIB a nivel global), acceder a este mercado con tasas preferenciales, es uno de los grandes beneficios para México. Hoy, la continuidad de esa relación comercial a través del TMEC se proyectará, entre otras, en fuentes de empleo, atracción de inversión, y establecimiento y continuidad operacional de industrias establecidas en el territorio mexicano. Mientras que, gracias a la integración de cadenas globales de valor en distintos sectores, los tres países, como región, es considerado como un centro de producción para el resto del mundo y, consecuentemente, como un polo de inversión e innovación. TEMA DE REFLEXIÓN El 22 de marzo, organizado por el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques, en el Senado de la República, se presentó el compendio “La implementación del T-MEC, una prueba para América del Norte”. Tatiana Clouthier Carrillo, Secretaria de Economía, afirmó que, si el Tratado ya era importante antes de la pandemia, ahora representa una importancia mayor porque sirve de palanca para el crecimiento y recuperación económica del país y de la región. Por su parte, Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, destacó que ante los múltiples efectos devastadores y la desaceleración que provocó la pandemia del Covid-19, es necesario aprovechar al máximo las ventajas que ofrece el acuerdo. En particular, el comercio de nuestro país con Estados Unidos decreció 12 por ciento respecto de 2019, registrando su mayor caída entre mayo y junio. De ahí que “el Tratado se puede convertir en la piedra angular de la transformación económica del país”. “No hay mayor certeza que contar con un instrumento que establece reglas claras para que las empresas sean más competitivas y generen más y mejores empleos. Además, incentiva la reorganización de los productores regionales donde existe un potencial relevante para los tres países”. Mientras que Claudia Ruiz Massieu Salinas, presidenta de la Comisión Especial de seguimiento a la implementación del T-MEC, indicó que la puesta en marcha del acuerdo comercial es una prueba para todos los sectores involucrados. Por ello se requiere una estrecha coordinación y una voluntad política sostenida entre los sectores público, privado y social, para que el Tratado sea una verdadera herramienta en la recuperación económica.

Por otro lado, el pasado 26 de marzo, la Secretaria Clouthier se reunió con la representante Comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, como parte de su visita virtual a Washington, D.C. En el marco de la implementación del TMEC, ambas coincidieron en la importancia del Tratado para lograr una recuperación económica incluyente en América del Norte. E indicaron que trabajarán para que el intercambio comercial bilateral, que en 2020 fue equivalente a más de un millón de dólares por minuto, se traduzca en una fuente de prosperidad y competitividad para América del Norte.

Visión y alcances del TLCUEM

La Unión Europea (bloque conformado por 27 países, entre ellos Alemania, Inglaterra, España, Francia, Italia y Polonia) es el tercer socio comercial de México y su segundo inversionista. Entre la docena de acuerdos que nuestro país ha signado con otras naciones se enlista el Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y México (TLCUEM). El convenio data del año 2000, y desde su entrada en vigor, el comercio ha crecido cuatro veces. Por citar unos datos: en 2019, la cifra alcanzó los 75.5 mil millones de dólares (mdd); 24.2 mil mdd fueron las exportaciones hacia la región del TLCUEM; y, 7 mil mdd fueron los envíos de nuestro país hacia Alemania (siendo el principal destino de exportación). Mientras que, desde la suscripción del acuerdo hasta el segundo semestre de 2020; es decir, 20 años, el total de inversiones europeas en México, alcanza los 157.2 mil millones de euros.

EN CAMINO En 2015 se planteó la modernización del acuerdo global entre México y la Unión Europea, así como definir su visión y alcances. Después de nueve rondas, en abril de 2018 se llegó a un acuerdo. Dos años después (2020), México y la UE concluyeron negociaciones para la modernización del pilar comercial de este pacto. Con ello, la parte comercial abriría aún más el mercado mexicano a los exportadores e inversores de la UE y la inclusión de nuevos ámbitos –como servicios, alimentos y bebidas. Conforme lo que se dijo, el nuevo tratado será la base de la futura relación entre los participantes. Una modernización para adecuarlo a los cambios que han ocurrido en ambas economías, así como las transformaciones tecnológicas y de comercio. En el nuevo convenio las partes se comprometen a cooperar en cuestiones como el cambio climático y los derechos humanos; así como a trabajar en conjunto en cuestiones como la lucha contra la pobreza o la investigación sobre nuevos medicamentos. Asimismo, una vez ratificado, el pacto sustituirá a los existentes y garantizará un alto nivel de protección de las inversiones entre la UE y nuestro país.

EL PROCESO Ese 28 de abril de 2020, a través de una llamada, el Comisario de Comercio, Phil Hogan, comunicó a la entonces Secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, que las negociaciones para la modernización del pilar comercial del TLCUEM habían concluido. Señaló que la propuesta mexicana para el capítulo de compras de gobierno a nivel subfederal fue aceptada por los estados miembros de la Unión Europea.

Con lo que se puede avanzar hacia la firma y ratificación de este acuerdo conforme a las normas y procedimientos de cada parte involucrada. Si bien todo ha avanzado con base en una amplia disposición y aportaciones de los socios involucrados, la pandemia por Covid-19 ha generado una pausa en cada uno de los procesos. Ejemplo de esa concordancia, es la reunión virtual que tuvieron el pasado 22 de marzo, la Secretaria de Economía, Tatiana Clouthier Carrillo, y el Ministro Delegado de Comercio Exterior de Francia, Franck Riester, en la que abordaron las perspectivas de la relación bilateral económica, cómo fortalecerla y el proceso de modernización del TLCUEM. Algo similar a lo que ocurrió en los encuentros virtuales del 16 febrero, con el embajador de Francia en México, Jean-Pierre Asvazadourian, para charlar, entre otras cosas, sobre el proceso de aprobación del Tratado e identificar áreas de oportunidad para fortalecer la relación comercial entre ambos países. Así como con el Embajador de Alemania en México, Peter Tempel, el 25 de enero de este año. Todas catalogadas como reuniones muy productivas. ¿Qué sigue? Cabe recordar que, tras revisión jurídica del nuevo Tratado, el texto deberá ser traducido a los idiomas oficiales de la Unión Europea. Al término será sometido a consideración del Consejo (compuesto por los Jefes de Gobierno de los países miembros). Aprobado, las partes lo firman y se envía a la Cámara de Senadores de México y al Parlamento Europeo, para su aprobación o rechazo. Concluida la aprobación legislativa, inicia la aplicación provisional de aquellas partes que son competencia exclusiva de la Unión y de algunas compartidas con los Estados miembros, principalmente en el ámbito comercial. Para que el instrumento entre en vigor en su totalidad, el Poder Legislativo de cada Estado miembro de la UE deberá aprobar el acuerdo (acuerdo mixto). Cada uno lo hará siguiendo sus procedimientos nacionales, en los que intervienen Parlamentos nacionales y regionales (como en Bélgica). Ratificado por la contraparte (en este caso México), el Consejo adopta la decisión final para concluir el acuerdo y se publica en el Diario Oficial de la Federación para su entrada en vigor.

GANAR-GANAR Otros de los beneficios que se obtienen con la modernización del TLCUEM, son:

Un tratado más amplio. Incrementando el acceso a mercados para Productos agroindustriales (al abrir más oportunidades para exportar miel, jugo de naranja, plátano, carne de cerdo y de res, jarabe de agave, entre otros); Servicios (incluye disciplinas en comercio digital y telecomunicaciones); Compras públicas (incorpora un mecanismo de consulta que permitirá extender la cobertura a nivel estatal). Un tratado más fuerte. Se protegen las inversiones al incorporar una corte permanente para la solución de controversias. Y se salvaguardan los productos emblemáticos de México como el mango ataulfo, café de Veracruz, vainilla de Papantla y nuestras artesanías más importantes como talavera y olinalá. Un tratado más moderno. Se incluyen nuevas disciplinas como Pymes, transparencia, anticorrupción, buenas prácticas regulatorias y desarrollo sostenible. Adicionalmente, muchos acuerdos incluyen un antiguo sistema de solución de diferencias entre inversores extranjeros y gobiernos (denominado Solución de Diferencias entre Inversores y Estados, SDIE); ahora, la UE y México lo sustituirán por un nuevo Sistema de Tribunales de Inversiones. Sus características serán Independencia (jueces profesionales e independientes sujetos a un estricto código de conducta), Transparencia (audiencias públicas y publicación en línea de los documentos relacionados con los asuntos) y Justicia (especificación clara de los motivos por los que un inversor puede demandar a un Estado).

This article is from: