Cuba Nuestra 29

Page 1

29 publicación de la sociedad académica eurocubana

29 número

www.cubanuestra.nu

MEMBER OF THE PROFESSIONAL FOREIGN CORRESPONDENTS ASSOCIATION IN SWEDEN

publicación de la sociedad académica eurocubana

NÚMERO ESPECIAL

CUBANUESTRA ISSN 1401-5889

Debate por la independencia de la política sueca hacia Cuba


2 5

19 20 28

30 32 34 35 38 43 44

Editorial Carlos M. Estefanía Por la independencia de Suecia y la democratización de Cuba Cuba Nuestra Alfredo Cepero nos escribe Alfredo Cepero Dios los cría y el Diablo los junta Carlos M. Estefanía Corresponsal de Miscelánea de Cuba justifica el embargo Carlos M. Estefanía Luis Baralt nos escribe Luis Baralt ¡Con la vergüenza, cubanos! Henrik J. Hernández Respuesta al Sr. Henrik Hernández Luis Baralt ¡Señor Baralt! Henrik J. Hernández Con relación a su “experto en armas” Dr. Raúl Fernández Ninguna polémica Luis Baralt No vas a polemizar pero sí a provocar Henrik J. Hernández

Publicación de la Sociedad Académica Eurocubana Miembro del Professional Foreign Correspondents Association in Sweden Dirección: Carlos Manuel Estefanía. Telef.:+46-8-5317 80 32 +46-073-217 15 23 carlos.estefania@comhem.se Diseño: canek Imprenta y relaciones públicas: Germán Díaz Guerra: USA: Mayra Díaz Ramírez mayracubanuestra@hotmail.com Administración y diseño de la web: Francisco Diez frdiez@hotmail.com Direcciones: Internet www.cubanuestra.nu Postal: C/0 Carlos Estefanía; Krögarvägen 10 145 52 Norsborg, Sverige (Suecia)


46 48 53 54 62 68

74 75 76 77 81 87 89 92 94 96 98

2

Respuesta a Raúl Fernández Carlos M. Estefanía Respuesta a su respuesta Raúl Fernández Segunda respuesta a Raúl Fernández Carlos M. Estefanía Respuesta a Oswaldo Alfonso Valdés Carlos M. Estefanía Orlando Fondevila: forjador de revolucionarios Carlos M. Estefanía Guillermo Milán justificó el paredón. Respuesta a Ada Mirtha Mendoza Carlos M. Estefanía Pável Ovidio Damas nos respalda Ovidio Pável Escalona Damas Jorge Masetti nos escribe Jorge Masetti Luz Modroño sobre carta de CN Luz Modroño El profesor Rolando Morelli opina Rolando Morelli Respuesta a Ileana Curra Carlos M. Estefanía Sobre la polémica con Ileana Curra Eduardo Pérez Bengochea A Cuba Nuestra. Punto y final Ileana Curra Respuesta a Eduardo Pérez Bengochea Carlos M. Estefanía Su “respuesta” a mi contribución Eduardo Pérez Bengochea Carta de Emilio Ichikawa sobre Miami Emilio Ichikawa Nuestra estirpe es la de bronce Henrik J. Hernández


Editorial número 29 Carlos M. Estefanía Director de Cuba Nuestra

¿

Sabía usted, que los redactores de Cuba Nuestra, nos guiamos por Diez Mandamientos? Ellos rezan así: Honrarás al lector. Amarás al pueblo de Cuba por encima de todas las cosas. No santificarás a político alguno. No dejarás de cuestionar al mundo que te rodea. No permitirás que te censure nadie más que tu conciencia. No dejarás impune la infamia contra ti o quien merece tu respeto. No usarás en tu defensa la mentira o el falso testimonio. No robarás ideas ni artículos. No codiciarás dinero sino la gloria de ser un librepensador. Harás de la Igualdad. la Libertad y la Fraternidad entre todos los seres humanos tus valores fundamentales

Por supuesto, no todos los que colaboran con esta revista están obligados a seguir tales mandamientos, por ejemplo, no le vamos a pedir a un colaborador argentino que ame al pueblo de Cuba por encima de todas las cosas, pues lo más probable que sea al pueblo de Argentina al que coloque en la punta de sus amores, tampoco se lo pediríamos al amigo cosmopolita, para él que la humanidad es en sí el pueblo. Quienes si hemos interiorizado los diez mandamientos de Cuba Nuestra somos los que conformamos su consejo de redacción y a ellos nos atenemos. Los escribimos para la revista que tiene usted en sus manos. Los Diez Mandamientos obligan, por ellos nos vimos en él deber de responder a las declaraciones del nuevo gobierno sueco sobre Cuba realizadas el 6 de octubre del 2006. Lo hicimos con recomendaciones concretas y 3


bien pensadas, basadas en la experiencia acumulada durante mas de diez años de existencia de esta revista, estimulados por lo declarado aquella mañana de Octubre cuando el nuevo Primer Ministro de Suecia Fredrik Reinfeldt, presentó su programa de Gobierno. En el acápite dedicado a la política exterior, Reinfeldt se comprometió a trabajar por el desarrollo de la democracia, mencionando concretamente a dos países: Cuba y Bielorrusia. Mejor no podía pintarse la ocasión de poner en práctica los Mandamientos de Cuba Nuestra encarnados ahora en la carta titulada Por la independencia de Suecia y la democratización de Cuba. Carta abierta de Cuba Nuestra al Gobierno Sueco. Con este gesto hemos tomado la iniciativa, dejando atrás, a todos los elementos que en Suecia tienen que ver con el tema cubano, ya desde una posición neutral, ya desde el castrismo, ya desde el anticastrismo. Por supuesto esto no ha gustado mucho, y menos que, no contentos con tirar de la cadena, hayamos golpeado con ella al mono, o para ser más exactos a un King Kong de intereses e ideas obsoletas cuya jungla ideal radica en Miami, mas cuyos brazos, desde no hace mucho, se mueven con soltura en Europa. El caso es que la reacción no se ha hecho esperar, sonaron los tambores de guerra y el rugido del gorila contra Cuba Nuestra lanzado a los cuatro vientos. Por nuestra parte hemos respondido a las manazas del enemigo, abierto o encubierto, con hidalguía, repostando en el más puro estilo Martiano, contundentes en el Verbo y sujetos a la Verdad, como ordenan nuestros mandamientos. De esa polémica nace este número especial. En el que mucho nos hubiera gustado incluir todos y cada uno de los ataques que nos hicieron, lamentablemente no siempre sus autores tuvieron el coraje de hacérnoslos llegar, ni hicieron uso de la suprema tolerancia que se observa en el periódico Digital Cuba Nuestra, donde siempre se le da voz a quien piensa diferente, incluso a quien nos agrede sin piedad. Algo que hacemos, no por una suerte de masoquismo, sino en virtud de la seguridad que nos ofrecen nuestras corazas, que son las del honor, y de una concepción heraclitiana de la vida que nos enseña a descubrir en el fuego de confrontación las fuentes del desarrollo. En este caso la polémica, nos ha servido para agregar utilísimas apostillas a la carta al gobierno sueco, por lo demás paradigmática por la universalidad de sus recomendaciones y de paso para definir ante amigos y enemigos, la filosofía que identifica a Cuba Nuestra y que usted podrá descubrir entre los ataques, las defensas y mediaciones y gestos de solidaridad que en este número se presentan. 4


Por la independencia de Suecia y la democratización de Cuba Carta abierta de Cuba Nuestra al Gobierno Sueco Señor Fredrik Reinfeldt, Primer Ministro de Suecia Señor Carl Bildt, Ministro de Asuntos Extranjeros Señora Cecilia Malmström, Ministra de Asuntos Europeos Señora Gunilla Carlsson, Ministra de Cooperación Internacional para el Desarrollo Señor Tobías Billström, Ministro de Migración y Asilo Político

E

l 6 de octubre de 2006, en la presentación del programa y de los ministros de su gobierno, el señor Fredrik Raifeldt, expresó el compromiso de contribuir, de una manera concreta, al impulso de la democracia en Cuba y Bielorrusia. Siendo Cuba Nuestra una publicación especializada en el tema del movimiento democrático cubano, la primera y más antigua de su género en Escandinavia, aparecida en 1995, consideramos oportuno este momento para recomendar a la nueva administración sueca los pasos necesarios para facilitar él tránsito en la isla, de un modelo político autoritario y unidireccional a otro que garantice la mayor participación posible del pueblo en la toma de las decisiones que atañen a su estado, economía y sociedad. Lo hacemos conscientes de la necesidad que tienen este y otros gobiernos de la Unión Europea de tener claro cuál es el camino que debe seguir la solidaridad con Cuba. Asimismo nos enfrentamos con esta carta a la confusión sembrada en distintos puntos de la vieja Europa, por organizaciones y activistas, vinculados a los sectores más irracionales del exilio cubano en Miami; los que asumen, por dinero, ineptitud o ideología, la tarea de transformar el respaldo de los europeos a la liberación de los cubanos en el sometimiento de Europa a la equivocada estrategia norteamericana hacia la isla caribeña. Algo que sólo beneficia al régimen de La Habana, facilitándole el trabajo a quienes lo defienden a capa y espada en este continente. Como se ve, también en el caso de Cuba los extremos se encuentran y eso hay que 5


evitarlo. Si otros, con el fin de lograr el aplauso o el dinero que viene de Estados Unidos, están dispuestos a tirar por la borda su experiencia en Cuba, así como las lecciones que se desprenden de las revoluciones de 1989 en Europa Oriental, ese no es el caso de quienes firman esta carta. Colocamos por tanto nuestro intelecto al servicio de Suecia y de Cuba, proclamando la necesidad de independencia de la primera, para que pueda contribuir con inteligencia y efectividad a la democratización de la segunda. Consideramos que para ayudar a Cuba Suecia no debe involucrarse en proyectos que pasan de ser anticastristas para convertirse en anticubanos por las consecuencias que se pueden derivar de ellos. No queremos que un gobierno sueco, mal aconsejado, termine contribuyendo a mantener viva la popularidad de lo que un día fue la Revolución cubana, mientras obstaculiza sin querer la aparición, dentro de las estructuras cubanas, de un Alexander Dubček o un Mijail Gorbachov, capaz de emprender desde arriba la reforma que Cuba necesita. Queremos que Suecia, en lugar de debilitar, como hacen los Estados Unidos, impulse el ascenso en Cuba de quienes mañana se convertirán en viabilizadores internos de una transición democrática; que la nación escandinava se convierta en la auspiciadora de éstos, ayudando a que en Cuba aparezcan figuras como las hubo en las transiciones de España y de Europa Oriental: personalidades que pese a su impoluta hoja de servicio al régimen resultaron figuras claves del cambio como fueron, en España, Torcuato Fernández-Miranda y Adolfo Suárez González; en Polonia, Wojciech Jaruzelski; en Checoslovaquia, Ladislak Adamec; en Hungría, Gyula Horn, Imre Pozsgay, Rezső Nyers, Miklós Németh y en Alemania Oriental el todavía comunista Egon Krenz. Se trata de nombres olvidados, pero que en su momento jugaron un rol fundamental, líderes que al optar por el diálogo en lugar de la represión, completaron la labor de opositores como Lech Walesa. Para que en la nomenclatura cubana puedan ascender y fortalecer sus posiciones los políticos que desde el poder abrirán las puertas del cambio, es necesaria una política de distensión e intercambios entre los estados, de la que Suecia debe ser ejemplo. Esto no excluye críticas y denuncias a las violaciones de los derechos humanos en el país latinoamericano. En lo que no debe caer el gobierno sueco es en esa confrontación permanente que existe entre Estados Unidos y la isla, que es a donde se intenta arrastrar a Suecia desde Miami. Para lograr este objetivo, se parte de la falacia de que la oposición es el único sujeto del cambio en Cuba, omitiéndose el rol que juega en este proceso el desarrollo de elementos democratizadores en el interior del sistema y que terminan por 6


desencadenar su crisis. Hablamos de una maduración que lejos de acelerarse se inhibe, con las medidas de congelamiento o aislamiento. No se trata de apoyar al Estado comunista en todas sus manifestaciones; Suecia debe saber distinguir entre aquellas actividades que responden a objetivos meramente propagandísticos o represivos, y aquellas que benefician al pueblo, como pueden ser proyectos de salud, culturales, alimenticios, etc. Con respecto a los segundos, el gobierno de Suecia debe seguir facilitando la presencia de organizaciones no gubernamentales suecas en la isla, como es el caso de Erikshjälp y cualquier otra que no esté sometida, desde el punto de vista ideológico, al gobierno de la isla, ni termine convertida en órgano propagandístico de éste frente a los pueblos de las dos naciones. Asimismo debe fomentar encuentros entre profesionales de la isla y del país escandinavo, de modo que estos creadores de opinión por excelencia puedan difundir en Cuba los aspectos positivos y también negativos de la sociedad sueca, como referencia útil de hacia dónde ir cuando los cubanos puedan dejar atrás el totalitarismo. Del mismo modo, el gobierno sueco no está obligado a comprometerse con cualquier manifestación de anticastrismo por el simple hecho de que ésta se proclame democrática. Tanto fuera como dentro de Cuba existen grupos antigubernamentales con los que los partidos que conforman la coalición que hoy gobierna en Suecia deberían marcar distancia. Un ejemplo lo tenemos en la organización favorita de los sectores intransigentes del exilio cubano, la llamada Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba. La directiva de esta organización no ha tenido el menor escrúpulo en solicitar que los Estados Unidos no cesen con las sanciones económicas contra Cuba1 y cual si fuera poco intenta involucrar, sin éxito afortunadamente, a las Damas de Blanco2 y al Proyecto de Bibliotecas Independientes3 en la campaña lanzada desde Miami bajo el título de congreso “yo no coopero” en la que se llama además 1-El Secretariado Ejecutivo de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en una carta a congresistas cubanoamericanos, ha declarado: “podemos asegurar a ustedes —y por su conducto al Congreso de ese gran país [USA]— que nuestra coalición no apoya la adopción por parte de los Estados Unidos de medidas unilaterales dirigidas al levantamiento total o parcial del embargo existente”. Félix Bonne Carcassés, René Gómez Manzano, Martha Beatriz Roque Cabello, “Carta del Secretariado Ejecutivo de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil (APSC) a Congresistas Cubanoamericanos”, en Misceláneas de Cuba, Estocolmo, No 4, Julio-Agosto 2005. p 28 2-Miriam Leyva, “Damas de Blanco no participarán en envento de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba”, 2006-10-9, en www.cubanuestra.nu 3-Beatriz del Carmen Pedroso, “Proyecto de Bibliotecas Independientes de Cuba no participará en congreso promovido por La Asamblea Para Promover la Sociedad Civil”, 2006-10-6 en www.cubanuestra.nu 7


Vista del edificio de la alcaldía de Estocolmo. Este es el lugar de la gala que se le ofrece a los premios Nobel.

de no colaborar con la represión —lo cual es legítimo—, a no colaborar tampoco con las “actividades económicas de producción del régimen”. El problema es que en un país de economía centralizada, no existe diferencia entre las actividades económicas del gobierno y la nación, algo que muy bien conoce la economista ex comunista Martha Beatriz Roque, líder de la APSC. Se trata pues de fomentar un boicot económico, que solamente afecta al pueblo y por tanto resulta inadmisible. El daño que le hace la línea de esta organización al proceso democratizador es bien conocido por el régimen, no por gusto le permitió hacer un congreso, en mayo del año 2005, pues ésta es la oposición que hace falta para paralizar la transición. Suecia debe evitar involucrarse con grupos que promueven en términos generales, lo que no acepta en ella, como es la desobediencia civil. En primer lugar porque se trata de una propuesta suicida, que activaría la violencia en un país donde la represión es despiadada y bien organizada —menos implacable que en los años sesenta, admitámoslo, pero mucho más dura de lo que lo era en los países comunistas a finales de los ochenta—, en segundo porque de tener éxito esta “desobediencia” sobrevendría en caos, si no una guerra civil, y con ella nuevas oleadas de balseros. Con ellos aparecerá el único motivo capaz de desencadenar una intervención de Estados Unidos en Cuba, país lo suficientemente cargado de armas, fanatismo y antinorteamericanismo, como para transformarse en un segundo Irak o algo peor. No es eso lo que Suecia debe desear para Cuba. 8


Suecia debe avalar con su solidaridad expresiones auténticamente independientes como la que representan las Damas de Blanco en su lucha pacífica por la liberación de los prisioneros de conciencia de la primavera del 2005, como el Programa Todos Cubanos que impulsa el Movimiento Cristiano Liberación para incorporar a la ciudadanía a la reflexión sobre sus derechos y al trabajo pacífico que conduzca al control democrático de las instituciones por parte del pueblo, todo sobre la base del respeto de la legalidad vigente. Otra iniciativa que merece el respaldo pleno del gobierno de Suecia, por avenirse al espíritu de la democracia imperante en este país es la “Acción contra el Terrorismo Ideológico y Político hacia la Diferencia” que impulsa Arco Progresista y que busca que la ONU declare terroristas a quienes agredan a opositores, asimismo debe respaldarse desde el gobierno de Suecia, y al margen de sus diferencias ideológicas el intento de presentar ante la Asamblea Nacional del Poder Popular propuestas de leyes para institucionalizar ‘la promoción de la no violencia’ . En cambio no merecen el respaldo ni el compromiso de Suecia los grupos que en el exilio o en la isla aboguen por medidas militares o económicas que afecten directa o indirectamente al pueblo de Cuba, de lo contrario Suecia se ganará el repudio de los cubanos. Recuérdese frente a Cuba el caso de España bloqueada por la ONU en el año 1946. Entonces no le resultó difícil al franquismo movilizar a miles de ciudadanos, quienes protestaron contra la ONU como enemiga de su país, quedando como amigo el gobierno de Perón, por haber enviado carne y trigo para paliar el hambre de los españoles. Lo mismo se hace en Cuba cada vez que desde afuera se intenta castigar al régimen en el plano económico. No se pude simplificar la situación de Cuba, no se puede olvidar el Poder de los con Poder, como hacen algunos activistas de Europa Oriental que se van a Miami4 para criticar desde allí la actual política europea hacia Cuba, proponiendo estrategias “democratizadoras”, que no fueron precisamente las que llevaron a la democratización de sus países, y que de ser aceptadas equivaldría a cometer, por parte de los demócratas, el mismo error que cometió la extrema izquierda latinoamericana, cuando quiso imitar la revolución cubana siguiendo una visión abstracta y limitada de lo que ésta había sido. Aquella, en los años sesenta intentó reproducir la revolución cubana, sobre la base de los esquemas guevaristas, al no tomar en cuenta la decadencia total del régimen de Batista, incluso el colaboracionismo con el que contaron los opositores dentro de las fuerzas armadas. Esa visión limitada lo único que logró fue inundar a 4-Rui Ferreira, Analizan en foro la transición en Cuba, El Nuevo Herald, Oct. 13, 2006 9


Sudamérica de muertos y traer regímenes aún más represivos que aquellos que habían sido combatidos por los émulos de Fidel Castro. Algo similar pasaría en Cuba si no se aprende la lección completa de Europa oriental. Suecia tiene que trabajar, pues, en respaldo tanto de los “Gorbachovs¨ como de los “Walesas” de Cuba. Para ello nada mejor que sintetizar lo mejor de la política del saliente Partido Socialdemócrata en el gobierno con la auspiciada desde la oposición por el Partido Liberal, desde el día en que el Centro Internacional Liberal Sueco recibió su primera asesoría de Cuba Nuestra. Esto ocurrió en el año 1995, entonces, lo que imperaba en los ámbitos académicos, periodísticos y políticos de Suecia era una visión favorable al régimen cubano. Madeleinte Sjöstedt, por entonces presidenta del Centro Internacional Liberal Sueco, habría de enfrentarse a una delegación del Partido Comunista de Cuba, y no encontró mejor fuente de orientación que la nuestra. De nuestra asesoría en ese momento nació una colaboración que significó un verdadero giro copernicano en las relaciones Cuba-Suecia. Los cubanos encontramos en SILC la palanca de Arquímedes que nos permitió alzar ante los ojos de Suecia la existencia de un emergente movimiento democrático cubano, iniciándose así la visita a Cuba de políticos y periodistas, primeramente liberales, luego democristianos, y socialdemócras, quienes a su regreso y con sus testimonios quebraron para siempre, el buen nombre que tenía el régimen cubano en Suecia. Otro tanto ocurrió con la sección internacional del SAC tras la asesoría de Cuba Nuestra y después de visitar a Cuba, dando a conocer dentro de la izquierda la explotación que sufre la clase obrera cubana, y fue gracias a ese esfuerzo iniciado que fueron conocidos en Suecia destacadas figuras de la oposición como es el vocero de Arco Progresista Manuel Cuesta Morúa, o el periodista independiente Raúl Rivero, y estamos seguros también que de no haber sido por aquella llamada de Sjöstedt, jamás se habría desatado la reacción en cadena que permitió el otorgamiento de Premio Sájarov al democristiano Oswaldo Payá y a las Damas de Blanco. Para darle continuidad a este trabajo, sin que lo positivo de este se pierda recomendamos una posición en la que se conjuguen la independencia tanto con respecto a la política norteamericana hacia la isla, la propia experiencia histórica de Suecia en su transición casi pacífica de la autocracia a la democracia, así como el conocimiento de las regularidades que dieron y determinaron en Europa el nacimiento, vida y muerte del modelo importado a Cuba por el gobierno de Fidel Castro. Lo que es Suecia hoy lo debe a que su pueblo, y sobretodo sus políticos aprendieron que no es a través de la revolución, la 10


guerra civil o el enfrentamiento entre los ciudadanos que se resuelven los conflictos entre gobernadores y gobernados. Así mismo queremos que se resuelva la contradicción existente entre el Partido Comunista de Cuba y el pueblo de la isla. El Partido Comunista se ha hecho dueño del gobierno, el gobierno se ha apoderado del Estado y el Estado de la economía y de la vida privada. La Asamblea Nacional, más que un órgano de representación popular, es el instrumento del que se vale la élite gobernante para legitimar sus decisiones. Para que en Cuba exista una verdadera democracia debe ponerse fin a la hegemonía del Partido Comunista sobre el sistema político y transformase la Asamblea del Poder Popular en un autentico órgano representativo. El principal instrumento de referencia para este cambio debe ser la “Declaración Universal de los Derechos Humanos”, adoptada el 10 de diciembre de 1948 en la Comisión de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. A la hora de promover los cambios es importante que no se le dicte al pueblo cubano la manera en que tiene que organizar su democracia, también que se respete el derecho de los cubanos una vez liberados del régimen unipartidista, los márgenes que ellos consideren pertinentes de interferencia estatal en la economía y de acción de las leyes del mercado. De lo que se trata no es de imponerle un modelo determinado a Cuba, sino de apoyar a los cubanos en el establecimiento de un modo de organización política donde el pueblo determine cómo quiere vivir. Tal transformación ha de venir de adentro de Cuba, los actores fundamentales serán de allí. Los elementos renovadores que todo régimen comunista incuba dentro de su sistema político: Partido, Gobierno, Estado y Asamblea, la sociedad civil que conforma desde las organizaciones paraestatales como son las organizaciones de masas oficialistas, hasta los grupos abiertamente disidentes, pasando por las diferentes iglesias y asociaciones religiosas. Ninguno de estos actores debe ser pasado por alto a la hora de elaborar una política coherente para facilitar la democratización en Cuba, en este sentido, Suecia debe evitar toda política de aislamiento que sólo conduciría a la nordcoreanización del régimen. En cambio, sin hacer a un lado la denuncia y la solicitud de más libertades para el pueblo, el gobierno sueco debe tomar medidas que fortalezcan los contactos Estado-Estado y PuebloPueblo. Lo mismo debe hacer Suecia en el ámbito europeo, quebrando la absurda dicotomía entre los que buscan castigar al estado cubano al tiempo que se pronuncian por una solidaridad militante con el movimiento democrático y de otro lado los que están concientes de que el aislamiento del país no conduce a nada, y al mismo tiempo toman distancia de la oposición. 11


La fórmula sueca tiene que ser la del tendido de puentes tanto a las estructuras que representan al poder como a las de la oposición, como vía para acelerar la maduración de las condiciones del cambio. Un buen modelo de convivencia con régimen de absoluta oposición ideológica nos lo ofrece el Vaticano, en especial la consigna del Papa Juan Pablo Segundo: “que el mundo se abra a Cuba y que Cuba se abra al mundo”, manteniendo con el gobierno cubano las mismas relaciones de respeto mutuo que existen entre éste y la dirección de la Iglesia católica cubana. Suecia debe mostrar su amistad con Cuba en el ámbito internacional, lo hará con la denuncia de la falta de derechos humanos en el país, pero también condenando cualquier medida que afecte a su pueblo como es el caso del embargo de Estados Unidos. Según las cifras oficiales cubanas más recientes, el daño económico causado por el embargo a la economía cubana superó los 86 mil 108 millones de dólares, un promedio de 1 832 millones de dólares anuales. Esta cifra debe alegrar a sectores más irracionales del exilio cubano, quienes son en realidad los que sostienen la política equivocada de los Estados Unidos hacia Cuba. Ante el electorado desesperado y desarraigado cubano americano, el embargo, como demuestran estas cifras se convierte en una medida efectiva para dañar al régimen, olvidándose que por las características del modelo implantado en Cuba no existe diferencia entre la economía que sostiene al régimen y aquella de la que vive el pueblo, la diferencia está en que es el gobierno y no la población es quien determina hacia dónde canalizar el dolor causado por los golpes a la economía. Este dolor, como se comprenderá, no irá a parar al propio régimen sino a aquel que se pretende liberar: al pueblo. Ello no le quita la culpa al gobierno por los sufrimientos de Cuba, pero sí contribuye a regalarle un corresponsable. El embargo debe ser eliminado incondicionalmente, no es más que un estúpido intento de traer la democracia cabalgando sobre los cuatro jinetes del Apocalipsis, y eso no lo quiere nadie para Cuba, salvo Estados Unidos, Israel, Islas Marshall y Palau, las únicas naciones que defienden en la Asamblea General de la ONU el mantenimiento de las sanciones contra Cuba. Pero Suecia debe ir más allá e impedir la aplicación extraterritorial de estas medidas en su propio suelo, lo que se constató cuando la empresa Dell Sverige AB5, se negó a vender computadoras a la organización con sede en Estocolmo Sociedad Académica Eurocubana, usándose como pretexto el origen étnico de los miembros de 5-El Departamento de Relaciones Exteriores de Suecia toma partido en diferendo Dell- Sociedad Académica Eurocubana. Sale a relucir la ley Helms Burtons, 2006-9 en www.cubanuestra.nu 12


esta organización [con personalidad jurídica sueca] y la presencia del adjetivocubana” en el nombre de la misma. En el seno de la UE, el gobierno sueco debe abogar para que no se vuelva a interrumpir el diálogo como ocurrió tras el encarcelamiento de los 75 opositores políticos pacíficos y la ejecución de los tres secuestradores en Abril de 2003. No se le debe dar argumento al régimen cubano para que bloquee,

Svea, madre Suecia 13


como hizo en julio de 2003, la ayuda bilateral directa de la UE a Cuba, que desde 1993 había alcanzado la cifra 145 millones de euros. No se le debe dar argumentos para que se limiten las relaciones diplomáticas, las misiones europeas. Suecia debe ser un garante dentro del Consejo de la Unión para que bajo cualquier circunstancia se mantenga el diálogo con el gobierno cubano, pues eso facilita, que de manera paralela, los gobiernos europeos mantengan contactos con el pueblo y los sectores realmente nacionales y democráticos de la oposición. Suecia debe trabajar para que la Unión Europea mantenga su presencia en Cuba como una de los principales socios comerciales, fuente de inversión extranjera, proveedor de turistas a Cuba, y su socio en la cooperación para el desarrollo. El gran dilema se genera por las condiciones en que son empleados los cubanos en las empresas con participación parcial o total extranjera. En general los cubanos son arrendados por el Estado a estas empresas, por ello el salario que llega a sus manos está muy por debajo del valor real de su fuerza de trabajo. Por otra parte el monopolio del Estado sobre el empleo le permite disminuir artificialmente el precio de la mano de obra cubana, sobre todo la calificada. Al aceptar los contratos en estas condiciones, las empresas extranjeras se convierten de algún modo en cómplices de la explotación que sufre el pueblo cubano por parte del estado totalitario. Si en Cuba se estableciese un auténtico estado de derecho y se le recociera la personalidad jurídica que tienen todos y cada uno de sus ciudadanos estos podrían establecer la demanda contra sus empleadores extranjeros por las condiciones en las que son explotados. Para los partidarios del aislamiento de Cuba la solución más fácil es la de provocar espantar las inversiones de países como Europa y Canadá, donde existe una legislación que protege al obrero de actos como los cometidos en Cuba. Sin embargo hay que tomar en cuenta el otro aspecto de las inversiones, traen desarrollo y contacto internacional, que constituyen las bases necesarias para la democratización. Indiscutiblemente el desarrollo es una premisa necesaria, aunque no suficiente para la democracia. En cuanto a la deuda moral y legal que contraen los empresarios extranjeros con sus empleados cubanos, consideramos que una solución sería lograr de éstos el respaldo indirecto al movimiento democrático, ya sea dándole acceso en sus locales y oficinas a los activistas opositores, ya financiando el trabajo de éstos. Proponemos pues al gobierno sueco la creación de un fondo empresarial para la democratización de Cuba, al que deben contribuir empresas que tienen 14


presencia en la isla, como son B Sandvik International, DeLaval Havana, Ericsson, Skandi System/IDTM i Kuba, Volvo Construction Equipment. Se trataría de fijar una cuota no tan alta que desestime la inversión en Cuba, ni tan baja que convierta en ridículo o simbólico el aporte de estas empresas al restablecimiento de los derechos laborales y políticos de los cubanos. Este fondo podría ser presentado como modelo al resto de los países de Europa y América que invierten en Cuba. Suecia debe exigir en todos los foros la liberación de los prisioneros de conciencia, así como aquellos presos políticos que no hayan cometido crímenes punibles dentro de la propia Suecia, a modo de no darle argumentos a los defensores del régimen en el país escandinavo para contrarrestar esta campaña. Suecia debe abstenerse de participar en medidas punitivas contra los altos cargos del régimen, por las razones que sea; de lo que se trata ahora es de lograr la libertad y la democracia en la isla, no de castigar ni aterrorizar a nadie, en particular a quienes tienen en su mano la posibilidad de desencadenar los cambios. Resultaría pues contraproducente la incorporación de figuras de este gobierno a campañas impulsadas por los sectores más irracionales del exilio, sin duda alguna con el beneplácito, cuando no el apoyo, de los órganos de inteligencia cubanos, como son los festejos por la enfermedad de Fidel Castro, o la ridícula campaña impulsada fuera de Cuba contra la sucesión presidencial prevista por el sistema de gobierno imperante, escandalizándose por algo que ya era sabido desde hace tiempo: la sustitución de Fidel Castro por su hermano. Lo importante no es tanto escandalizar con inútiles campañas, como diseñar una estrategia efectiva y bien pensada para la reforma total del Estado y convertirlo en un instrumento democrático cubano. El modelo cubano se ha establecido sobre dos puntales fundamentales, el respaldo total de la Unión Soviética y el control de una personalidad de culto como Fidel Castro, la salida del escenario de estos dos factores crea las condiciones precisas para que afloren los elementos aperturistas dentro del sistema que jugarán en Cuba el mismo papel que jugaron en Rusia los tecnócratas de la línea gorbachoviana. Ahora, si se desprecia a los cubanos, si se crean las tensiones necesarias, lo que se logrará es la revitalización de elementos más autoritarios, la aparición de un nuevo strongman y acelerar la integración militar de Cuba, con regímenes autoritarios como el de China o el de Corea, o acelerar las tendencias anexionistas que impulsan el gobierno de la isla y el régimen de Hugo Chávez. Suecia no debe facilitar este proceso, es necesario pues que mantenga la independencia y la cabeza fría eligiendo 15


muy bien a sus consejeros, quienes no son precisamente los que provienen de Miami, ni los que responden a aquellos por un subsidio. Suecia debe escuchar a quienes no vendemos nuestra palabra por dinero pues nos sobra vergüenza. Suecia debe convertirse en un modelo en el estímulo del flujo libre de información, debe pues estar presente en cuanto evento cultural e informativo tenga lugar en Cuba, sea oficialista u opositor. La embajada sueca debería ofrecer servicios de acceso de internet al pueblo cubano, sin discriminación ideológica alguna, de modo tal que lo mismo un fanático comunista que un convencido demócrata pueda acudir a buscar información. El gobierno de Suecia podría enviar a las organizaciones civiles de Cuba, también sin discriminación, equipos de computación con conexión a internet por vía satelital. Igualmente se podrían mandar publicaciones hechas en las llamadas lenguas modernas, que muchos cubanos entienden, a las diferentes bibliotecas de Cuba, sean públicas o establecidas por la sociedad civil en forma de proyecto de bibliotecas independientes. Por supuesto Suecia debería respaldar dotando de los recursos necesarios proyectos informativos como Cuba Nuestra, que pese a las calumnias que diseminan los castristas en Suecia, no está financiada por organización alguna de Norteamérica, y mucho menos respaldada por terroristas del exilio, el mismo en que se nos difama por seguir una línea independiente. Suecia debe facilitar los contactos pueblo a pueblo. Del mismo modo que los castristas organizan cada año la llamada brigada nórdica, donde jóvenes suecos son invitados a la isla para convertirlos en propagandistas del régimen, debería el gobierno de Suecia auspiciar una brigada cubana, financiando la visita a Suecia de jóvenes cubanos para que conozcan el funcionamiento de este país, lo bueno y lo malo, y no sólo lo positivo como hace el régimen de la isla en su proyecto de adoctrinamiento a los extranjeros que le visitan. Suecia debe respaldar encuentros de profesionales entre suecos y cubanos, incluso concederles a estos últimos, sobre todo en el caso de aquellos expulsados por motivos políticos, contratos temporales de trabajo en el país para que conozcan cómo funciona una sociedad moderna y cuál es el verdadero valor de su fuerza de trabajo. El gobierno sueco podría retirar el visado impuesto a los cubanos por el gobierno de Ingvar Carlsson 1994-1996 como forma de frenar la llegada de solicitantes de asilo y paso previo para desatar la deportación masiva de cientos de refugiados cubanos. El gobierno sueco debería auspiciar también el contacto de la sociedad civil sueca con las asociaciones civiles cubanas, sean partidarios del régimen 16


Gustavo Vasa, introdujo la reforma en Suecia en 1530. 17


o no, tratando de auspiciar, a través de conocidos comunes, el diálogo entre todas estas. Suecia debe recordar, más que el aspecto confrontativo (que se estimula desde Estados Unidos), el aspecto consensuado que tuvo la transición democrática en Europa Oriental. Cualquiera que sea el gobierno de Suecia, debe oponerse a toda confrontación, al tiempo que le ofrece su mano a quienes con iguales dosis de valor e inteligencia trabajan en Cuba por la libertad de su pueblo. Suecia puede ganar para la causa de estos demócratas a los miles de cubanos crecidos y adoctrinados por el sistema, que a pesar de los pesares se creen protegidos y representados por él, hay que contar también con estos cubanos, liberarlos, más que con actos de fuerza, con inteligencia. Es lo que pedimos al gobierno de Suecia. Esperamos vuestra respuesta. Estocolmo 18 de Octubre de 2006

Carlos M. Estefanía Director (Ciudadano sueco de origen cubano)

Carlos Viamontes Redactor General (Ciudadano sueco de origen cubano)

Henrik Jesús Hernández Analista Político (Ciudadano sueco de origen cubano)

Germán Díaz Responsable de Relaciones Públicas (Ciudadano sueco de origen cubano)

18


Alfredo Cepero nos escribe

C

ompatriota Estefanía: No voy a tomarte mucho tiempo ni a perder el mio tratando de convencerte de mi posición política, que es distinta a la tuya, aunque respeto tu derecho a expresarla porque esa es la democracia por la cual yo lucho en nuestra patria. Pero sí quiero destacar la realidad geopolítica, geosociológica y sobre todo geo-económica de la corta distancia entre la Florida y La Habana, así como de los casi dos millones de cubanos en Estados Unidos que tú has tratado de eliminar con tu enfoque sobre la cuestión cubana. Suecia esta muy lejos, es muy fria, y no tiene suficientes recursos para influir sobre el destino de Cuba. Es en gran medida casi irrelevante para nuestro futuro. No cierres las puertas a ningún cubano para que no te las cierren a ti, que sin duda piensas en la patria y quieres ser parte de su futuro. La cuestión de quienes podrán o no ser parte de la reconstrucción será determinada por los tribunales de justicia en el caso de los delincuentes y por la conducta de los propios interesados en servir las necesidades y aspiraciones de nuestro pueblo. Nuestra página www.pndcuba.org te dará una idea de quién soy. Que Dios te ilumine en tu camino hacia la democracia y la libertad en Cuba. Atentamente, Alfredo Cepero 19


Dios los cría y el Diablo los junta Los que siembran dudas sobre Cuba Nuestra

E

n el principio los ataques venían de la Asociación Sueco-Cubana, fundada en 1966 para defender al régimen de Castro. Ahora se abren otros flancos, los del anticastrismo, representado por Misceláneas de Cuba y Cuba Democracia y Vida.

El ataque castrista La Asociación Sueco-Cubana campeaba por su respeto en Suecia hasta que llegó Cuba Nuestra y mandó a parar, diciendo la verdad sobre la isla y poniéndole los pelos de punta a su fundadora cada vez que uno de sus redactores se le aparecía en sus conferencias, con preguntas nada fáciles de responder. Por supuesto, Eva Björklund ha tenido la oportunidad de tomarse la revancha, lo cual no ha hecho con dignidad. Por ejemplo el 23 de febrero de 2006, en la Asociación de Estudios ABF, de Estocolmo. Ese día participé, en representación de nuestra revista, en un panel que discutiría la situación de Cuba, bajo la rúbrica ¿Cómo la izquierda puede ayudar a Cuba? En el panel participaban también las jóvenes periodistas Caterine Åkerblom y Sara Jeswami, recién tornadas de la isla, así como Aron Etzler redactor de Flamman, publicación del Partido de Izquierda, a cuya directiva pertenece la Señora Björklund, por moderadora estaba Rebecka Bohlin de Arbetaren. Aunque las opiniones no eran exactamente iguales hubo un consenso por parte del panel sobre la falta de democracia en Cuba. Eso sin dudad fue una derrota para la Sueco-Cubana. 20


Allí estaba también Eva Björklund y algunos de sus seguidores y a pesar de la referencia hecha desde el panel a ella misma y a su organización, no dijo una sola palabra. Su manera de combatirnos fue otra, vil y artera, como parece ser común entre los enemigos de Cuba Nuestra. En lugar de contradecirnos de frente, o siquiera hacernos alguna pregunta en caso de que nuestros argumentos no fueran lo suficientemente persuasivos, los sueco-cubanos a lo que se dedicaron fue a difundir un calumnioso panfleto titulado ¿Puede la izquierda apoyar a Cuba mediante la alianza con USA? fechado ese mismo día y firmado por Zoltán Tiroler/Asociación Sueco-Cubana. En el panfleto se arremetía contra un suplemento de 13 páginas, del periódico Arbetaren, escrito por las periodistas Rebecka Bohlin, Sara Jeswani y Annika Hjelm y que según los suecos-cubanos se trataba de un ataque frontal contra Cuba. El pecado más relevante para los “sueco-cubanos”, a juzgar por la posición ocupada en el documento, casi al principio radicaba en los contactos de las periodistas suecas con Cuba Nuestra. Veamos: “...Como fuente se valen del cubano radicado en Suecia Carlos M Estefanía, anterior colaborador de la parda [entiéndase nazi] “contra”. El documento remite al portal de internet Cuba Nuestra, con Estefanía como responsable y que es financiado por “Freedom House”, una conocida organización frontal de la política exterior de dominación de USA. El apoyo viene también de la fundación internacional del Folkparti [Partido Liberal] SILC. Las personas que están detrás de Cuba Nuestra tienen relaciones cercanas con la organización terrorista FNCA (Fundación Nacional Cubano Americana) en Miami. En el portal de la FNCA, publican sus actividades conjuntas entre otras cosas…” Volante (fragmento) firmando por la Asociación Sueco-Cubana, difundido por primera vez el 23 de febrero de 2006. En él se acusa a Cuba Nuestra de estar financiada desde Estados Unidos y de tener vínculos con la Fundación Nacional Cubano Americana. Pero la cosa no quedó ahí. El jueves 14 de septiembre del mismo año tuvo lugar, en la universidad de Estocolmo, un debate sobre Cuba organizado por los estudiantes de la Juventud de Izquierda. Los contrincantes serían la propia Eva Björklund y la Periodista Hannika Hjelm. Anunciamos la noticia desde nuestro portal, era presumible que acudiríamos al debate. 21


Eva Björklund, de Kuba al fondo toma nota durante un debate dedicado a Cuba en los edificios de, ABF, Estocolmo. A la izquierda Mae Liz Orrego, subdirectora de Misceláneas de Cuba. Escuchan un panel en el que participa Carlos M. Estefanía, director de Cuba Nuestra. Foto: Germán Díaz

De nuevo estaban los amigos de la Björklund, quienes a una orden de la jefa repartieron a todos y cada uno de los presentes el mismo panfleto. Menos mal que el moderador no atinó a darme la palabra cuando la pedí, no sé qué hubiera ocurrido si de pronto aquellos jóvenes se enteran que en medio de ellos se encontraba el tenebroso hombre de Cuba Nuestra. Llamaría la atención de que sea a nosotros y no a quienes posan de anticastristas intransigentes, a quienes se le dedican tan honorables panfletos. Pero la explicación es simple, si hay alguien que puede hacer daño a la dictadura en Cuba, esa es Cuba Nuestra, pues es ella la que cuenta con la moral y la “dialéctica” —como gustan decir nuestros enemigos del exilio—, para explicarle a la izquierda que en la patria donde nacimos el pueblo no es dueño de los medios de producción, y que allí no impera esa justicia social que por 40 años Eva y los castristas que le acompañan han proclamado en Suecia.

22


Misceláneas de Cuba La Carta de Cuba Nuestra al gobierno de Suecia ha sido un bombazo, una patada en el trasero de todos los que de un modo u otro manipulan al desesperado exilio cubano, conduciéndolo por el camino menos deseado, el del odio, la venganza, la confrontación y un embargo que en enloda el término de “exiliado cubano”. Se trata de un documento que quiebra todos los esquemas, lo mismo los que necesita el dictador para gobernar, que el demagogo de Miami para hacer otro tanto. La reacción no se ha hecho esperar, unas veces con argumentos, otras, las más de ellas, sembrando dudas, con la más ladina de las censuras. Incluso el anticastrismo cubano en Suecia se ha prestado para el juego. Por ejemplo, Misceláneas de Cuba, cuyo editor responsable, Alexis Gainza conoce a ciencia cierta la madera pura e incorrupta de Cuba Nuestra, no tiene reparos en publicar en sus revista cosas como éstas, escritas por Wenceslao Cruz Blanco, Corresponsal de Misceláneas de Cuba en España: “El lenguaje empleado confirma lo que desde sus páginas aseguran ser: los hijos “rebeldes” de la “Revolución”. Esa rebeldía, o más bien, esa arrogancia de cogerse para sí la condición de cubanos debería hacerles pensar lo fuertemente emparentados y bienavenidos que están con su madre: esa llamada “revolución”, y con su padre: el castrismo... “ “...El sistema comunista es el sistema de destrucción económica idóneo para los caudillos, sumado a echar las culpas a un ente o circunstancia externa - en este caso a los Estados Unidos y el embargo- y que juntos con la propaganda de unos cuestionables logros médicos o de enseñanza, justifican el despotismo más allá de las fronteras nacionales. `Cuba de ellos´ se ha convertido en un reflejo o herramienta, consciente o inconsciente, de esto último.” El Nuevo Gobierno Sueco y esas Cosas “Nuestras”, 20 de octubre, 2006

Wenceslao, de Misceláneas, vuelve a las andadas el día 22 con “Una aclaración a la pataleta de “Cuba de ellos”. Aquí informa, sin que le pregunten, de su ingreso en 1992 en la Fundacion Nacional Cubano Américana, y deja caer, con total impunidad, sobre los lectores de la revista, la duda sobre “los intereses” a los que sirve Cuba Nuestra:

23


“Aunque presumo que resultará estéril intentar persuadir a “Cuba de ellos” de los errores que cometen en su estrategia “opositora” al régimen de La Habana, y digo errores como podría decir aciertos, dependiendo de a qué intereses realmente sirven” Bien saben los editores de Misceláneas de Cuba, al margen de las radicales diferencias de valores e ideas que nos separan, a qué intereses sirve Cuba Nuestra: al bien del país del que llevamos su nombre. Pero prefieren callar, y en un “descuido”, más que con nosotros, con el respeto que merecen sus lectores, permitirle al corresponsal en España de Misceláneas destilar su veneno, algo que logra con el uso indiscriminando de metáforas, sembrando la confusión entre revolución cubana y castrismo. Qué casualidad, es exactamente lo mismo que hace el régimen del que según el misceláneo seríamos “reflejo o herramienta, consciente o inconsciente”. Por supuesto no vamos a caer en las posiciones de Miscelánea acusando a su Editor responsable por el error de publicar, sin balances alguno, la nota del corresponsal y afirmar que esta falta podría ser “acierto”, “dependiendo de a qué intereses realmente sirve”, preferimos decirle: “Et tu, Brute?”.

Alexis Gainza, director de Misceláneas de Cuba, máximo responsable por lo que en la revista se publica. 24


En la cabeza de Wenceslao Y ya que hablamos de “consciente o inconsciente” la pregunta es si no será en la mente de Wenceslao donde está la confusión. De este anticastrista duro e inflexible, que no lo fue cuando se trataba de sacar una carrera, que estudió cibernética-matemática en la Universidad de la Habana, un centro que como todos los de Cuba, estaba preservado oficialmente para los “revolucionarios”, entendiéndose allí por revolucionario solamente a los que creían en el régimen castrista o simulaban hacerlo. Es algo que se justifica en un medio como el cubano, pero que no sirve de aval cuando se asumen las poses propias de un plantado como hace desde Misceláneas Wenceslao. Si el corresponsal en España, aún responde con los dogmas ante los que debió ceder, a fin de ser aceptado en la universidad, y todavía confunde castrismo y revolución, y supone que el hijo de la segunda lo es necesariamente del primero, ese es su problema, deberá aplicarse más al estudio de las ciencias sociales. Para nosotros en cambio, castrismo y revolución no tienen nada en común. Tal vez sí lo tengan castrismo y anticastrismo, idénticos en una intransigencia que no piensa en el daño que hacen a un tercero, al pueblo de Cuba. La intransigencia, que al final es musical, de la que no se hace gala para salvar el pellejo tras el Moncada, como hizo Castro, o para entrar en la universidad como Cruz, pero que se demanda a los otros, diciéndoles haz lo que digo y no lo que hago. Es esta doble moral donde anticastrismo y castrismo se enlazan y nos condenan como al peor enemigo. No es de extrañar pues que con el mismo brío conque Björklund nos ataca, lo haga el Cruz. Ellos sí representan a una pareja en el que uno no puede vivir sin el otro. Tal es así que el anticastrismo crea con el embargo el horno que mantiene vivo al fuego, casi extinto del castrismo. Por su parte el castrismo encuentra maneras de fortalecer a su enemigo, por ejemplo otorgándole ante los medos una fuerza que no tiene, o creando falsas conexiones, por ejemplo con calumnias como las que vierte la sueco-cubana contra Cuba Nuestra. Cuba Democracia y Vida Allí donde haya anticastrismo duro, tiene que haber espacio para escritos de Wenceslao, él encaja, pues, tanto en los parámetros editoriales de la revista Misceláneas de Cuba, que edita Alexis Gainza, como en la página editada por 25


Guillermo Milán, el pirata de la red. El día que los autores demanden por las apropiaciones a Cuba, Democracia y Vida no sabemos dónde se va a meter

Guillermo Milán, con el título, un tanto impropio de Cuba Democracia y Vida. Una revista que Milán, amén de alguna que otra colaboración, construye con la rapidez del cuervo, que hurtando todo cuanto le gusta de la red, copia y empasta fotos y textos en su “nido”, sin encomendarse a nadie, como el Comandante, cuando intervenía los negocios de los cubanos. Allí está, un día después que en Misceláneas, el texto de Wenceslao contra Cuba Nuestra, por esta vez, quizás, con la autorización de los editores originales. Dios los cría y el diablo los junta: Intriga y vencerás Si a Wenceslao no le extrañan las cosas que no existen, por ejemplo la incomodidad inmanifiesta del gobierno cubano, o la inexistente molestia de Cuba Nuestra por el nuevo gobierno sueco —buen tema para filosofar—, a nosotros no nos extrañan las cosas que sí existen, como la manera tan similar y palpable en que nos atacan los anticastristas y los castristas en Suecia, usando, como hijos de la misma camada, igual tipo de arma: la siembra de la duda. Cuba Nuestra no nos sirve para hacer carrera política o dinero, pero sí para poner una verdad allí donde más duele, para decirle a la masa gigante que aún cifra las esperanzas en Cuba, que en ella no está la justicia social que se espera. Tambien para decirle a la diáspora, carente de liderazgo, que no es con el embargo y el aislamiento de los cubanos que llegará la democracia. 26


Nuestro mensaje no debe llegar a ese receptor, y sólo hay una manera, con el descredito, el castrista dirá que somos agentes norteamericanos y del anticastrismo visceral, los anticastristas de manera abierta o encubierta harán creer que somos instrumentos del gobierno de Cuba. No nos importa. Sabemos que con nuestra acción comunicativa afectamos los intereses de los demagogos del comunismo y del anticomunismo. Estamos preparados para su embate, sólo nos gustaría que fueran un poco coherentes en sus difamaciones. Por ello recomendamos a Bjöklund, Gainza, Milán, máximos responsables de lo que hacen contra Cuba Nuestra, sus respectivos grupos, que se reúnan y colocando de árbitro al demonio que les guía contra Cuba Nuestra, se llegue a una conclusion, en las cuestiones de: ¿Somos, en Cuba Nuestra gentes cercanas a la Fundación Nacional Cubano Americana?, ¿o somos grupo emparentado y bienvenido al castrismo? Traten de ponerse de acuerdo: Asociación Sueco-Cubana, Misceláneas de Cuba y Cuba Democracia y Vida. Si no pueden, entonces que le den la última palabra a Wenceslao Cruz, quien tiene la ventaja de haber ingresado en la Fundación Nacional Cubano Americana, a sólo un año de salir de Cuba, en los buenos tiempos, es decir cuando más intransigente era, en su promoción del embargo, la Fundación Nacional Cubano-Americana.

Carlos M. Estefanía Director de Cuba Nuestra

27


Corresponsal de Misceláneas de Cuba justifica el embargo con el “sentido común”

B

ajo él titulo de “Por la independencia de Suecia y la democratización de Cuba. Carta abierta de Cuba Nuestra al Gobierno Sueco” apareció publicada en esta revista una misiva dirigida al gobierno sueco, firmada el 18 de octubre por esta redacción. En dicho documento la redacción, hacía una propuesta concreta sobre la política que debería seguir Suecia, para facilitar la democratización de Cuba. Entre nuestras recomendaciones estaban la de respaldar a los elementos realmente democratizadores en la isla, tanto dentro del Estado como dentro de la sociedad civil. Asimismo alertábamos a nuestro gobierno para que no se dejara arrastrar por quienes por dinero, ineptitud o ideología, quieren embarcar a Europa en la contraproducente política de aislamiento de Cuba. También poníamos en evidencia el carácter anticubano y extraterritorial de las sanciones norteamericanas contra el país en que nacimos, trayendo a colación el caso DLL-Sociedad Académica Eurocubana: “Pero Suecia debe ir más allá e impedir la aplicación extraterritorial de estas medidas en su propio suelo, lo que se constató cuando la empresa Dell Sverige AB, se negó a vender computadoras a la organización, con sede en Estocolmo, Sociedad Académica Eurocubana, usándose como pretexto el origen étnico de los miembros de esta organización [con personalidad jurídica sueca] y la presencia del adjetivo-cubana” en el nombre de la misma.” 28


Nuestra Carta al gobierno sueco, no ha sentado nada bien a Wenceslao Cruz Blanco, corresponsal en España de la revista Misceláneas de Cuba, que se edita en Estocolmo. Dándose por aludido, Cruz Blanco, ha publicado un artículo en el que intenta desacreditar nuestros planteamientos, hablando de una supuesta incomodidad por nuestra parte con las elecciones suecas (que nadie sabe de dónde saca), y que redacta de tal manera que parece asociada a la presunta incomodidad del régimen cubano por el triunfo de la alianza de centro dere-cha, en Suecia. De paso, el corresponsal de Misceláneas de Cuba se esfuerza por legitimar el embargo norteamericano contra nuestro país de origen. Usted puede constatar lo que decimos leyendo el escrito en cuestión, se titula: “El nuevo Gobierno Sueco y esas Cosas ‘Nuestras’” y fue publicado por Misceláneas de Cuba el 20 de octubre en su portal. El escrito de Cruz ha sido considerado lo suficientemente relevante ante los ojos de los editores de Misceláneas como para prestarle el título al boletín difundido ese mismo día, desde la dirección info@miscelaneasdecuba.net. En relación a las sanciones norteamericanas contra Cuba, el corresponsal en España de Misceláneas de Cuba se salta olímpicamente, en su nota, todo el entramado político e ideológico que las sostiene, así como sus consecuencias, para justificarlas como un acto de sentido común, veamos: “No son capaces de ver que la reacción de los Estados Unidos a las expropiaciones por parte de la dictadura no tiene por qué ser ni tan siquiera política, sino simplemente sentido común”.

Carlos M. Estefanía Director de Cuba Nuestra Enlace: http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=7418 29


Luis Baralt nos escribe sobre la Carta de Cuba Nuestra al gobierno de Suecia

Amigo Carlos:

M

e vas a permitir, espero, que difiera vehementemente de tu largo editorial con recomendaciones al nuevo gobierno conservador sueco. Me parece que te has excedido gravemente en lo que debiera ser tu preocupación central como cubano democrático y, por añadidura, exiliado. Tu preocupación, como la mía y la de todo cubano que se considere honestamente amante de la Libertad, debiera ser promover ésta en una Cuba sometida hoy día y desde hace 47 años a la dictadura de un sólo hombre. Es por supuesto cierto que entre los cubanos exiliados los hay de muchas tendencias e ideologías —conservadores, ultra-conservadores, liberales de derecha, liberales de izquierda, izquierdistas democráticos, socialistas, católicos, judíos, agnósticos, ateos, etc., etc., etc. Pero aunque algunos de ellos son irreconciliables con otras ideas que no sean las propias, los más estamos haciendo por mantenernos dentro de un frente cubano y, simplemente, democrático. En tu extensísimo artículo, que te confesaré no he podido ni terminar, te dedicas a promover el europeismo anti-norteamericano como factor influyente en una Cuba del futuro. Me parece que esto es no sólo injusto sino inexcusable. Debemos estar unidos en aspirar a una Cuba libre y soberana, donde el tema de las influencias externas no tenga siquiera que contemplarse por el momento, y si ha de contemplarse en un futuro tendría que ser dentro y después de un cambio radical de la situación presente de Cuba. Yo comprendo que a ti y a mí muchas cosas nos separan. Supongo que eres de los que opinan que el marxismo es bueno, lástima de Fidel, pues te has criado en ese medio y los prejuicios anti-yanquis nadie te los quita. Yo me fui de Cuba 30


en 1960 (después de haber sido miembro del 26 de julio y luchado contra Batista) y me crié con un sentimiento dual respecto a los EEUU. Por una parte, siempre me jodió que nos impusieran la Enmienda Platt por un tercio de siglo y que no invitaran a Calixto García a la rendición española en Santiago, ni a una representación nuestra a Versalles para la firma del tratado con España en el 98. Pero tengo edad suficiente para haber conocido a muchos veteranos de la Independencia y sé que la guerra no la hubiéramos ganado sin la ayuda americana. Quizá veinte años después, en otra guerra. Y una cosa que he aprendido es que de mal nacidos es el no ser agradecidos. De todas las cosas que podemos culparles o deberles a los americanos, son más las buenas que las malas. Yo sé que tú, como tantos, sigues padeciendo un poquito tal vez de síndrome de Estocolmo, pues saliste de Cuba ya viciado por muchas tonterías. Quizás yo esté viciado por otras. Pero ¿por qué no dejamos todas estas pendejadas (en el buen sentido mexicano, no en el cubano) para después que tengamos libertad? Ya habrá tiempo entonces para meterse con otros grupos del exilio, como lo haces a destiempo en tu extensísimo y desaprovechado artículo, ¡pero no ahora! Espero que tomes esta carta en el buen sentido y con la sinceridad y la cordialidad que me mereces tú, como exiliado, como motor del excelente grupo de Cuba Nuestra, y como colaborador ocasional yo de tu diario digital. Recibe un saludo cubano, Luis Baralt 31


¡Con la vergüenza, cubanos! Atentamente al Sr. Luis Baralt

H

e leído su seria y respetuosa carta al director de Cuba Nuestra, motivada por nuestra misiva al gobierno sueco. En mi condición de corredactor del histórico documento, doy una respuesta, más que dirigida a usted, quien cuenta con todo mi respeto por la forma en que se expresa, a todos los que puedan leer su nota publicada en esta revista. Para todos ellos desearía, pues, esclarecer algo que desde mi punto de vista sería erróneo pasar por alto (eso no quita de que existan en su escrito otros aspectos dignos de dar respuesta), se trata de lo siguiente: “te dedicas a promover el europeísmo anti-norteamericano como factor influyente en una Cuba del futuro.” Realmente no promovemos anti-americanismo como factor influyente ni para el futuro ni para la actualidad, al contrario se trata de frenar la norteamericanización de la política europea hacia Cuba y los cubanos, porque deseo informarles que en Suecia existen empresas como Dell Sverige AB, que le niega ordenadores a cubanos residentes en este país, nacionalizados suecos y no, por el mero hecho de haber nacido en la tierra de Martí y porque una de sus organizaciones —que ni siquiera es política ni con fines de lucro— lleva en su nombre el adjetivo de “cubana” —me refiero a la Sociedad Académica Eurocubana—, porque según la propia empresa tiene que seguir lineamientos del coloso del norte e incluso amenaza con despedir a cientos de trabajadores y cerrar sus oficinas en Suecia si se nos hace justicia y se aplica la legalidad. Tenemos conocimiento, de al menos un caso, de que un cubano fue despedido de su trabajo cuando las oficinas centrales de dicha empresa tuvieron conocimiento de que era de origen cubano, el caso se resolvió a través de tribunales laborales sindicales, nuestro compatriota recibió una buena suma de dinero como compensación y para que se callara la boca y no denunciara la vileza. 32


Eso muy estimado Luis Baralt no lo aceptamos ni cubanos, ni como suecos ni como hombres en sentido genérico, como tampoco aceptamos que haya cubanos que guarden silencio ante tamaño atropello —incluso en la misma Suecia—, por tener compromisos no sólo ideológicos sino también económico-financieros con los EEUU. Aquí no se trata de que los americanos no quieren comerciar con Cuba, sino de poner en evidencia la manipulación y el engaño del que ha sido víctima el electorado cubano americano, por parte del grupito que la agita para que presione con su voto al gobierno de Estados Unidos, e impida así a los norteamericanos viajar y comerciar libremente con Cuba, y lo más inadmisible, para que no se respete el derecho de otros pueblos y naciones de hacer lo que ellos determinen. Quienes confundan así al exilio se tendrán que enfrentar a nosotros, pues nunca aceptaremos una política nazi-racista en contra de los cubanos. Nosotros portamos la hidalguía, la moral, la razón como aquellos que en la Asamblea de Guáimaro proclamaron “con la vergüenza cubanos” cuando todo parecía perdido y no se tenían recursos para continuar la guerra.

Saludos cordiales Henrik J. Hernández

33


Respuesta al señor Henrik Hernández al comentario de Luis Baralt

M

e parece que usted, señor Henrik Hernández, está construyendo todo un tinglado de odios, rencillas y resquemores contra los EEUU porque ustedes no se han ocupado de aclarar las cosas con una compañía americana (la Dell) a la que tienen ustedes mismos confundida, ya que a veces suenan más a delegación de Fidel Castro en Suecia que a grupo de exiliados. Eso se llama construir un acorazado para navegar sobre un escupitajo.

Cordialmente, Luis A. Baralt

34


¡Sr. Baralt!

U

sted habla de que yo construyo ”un tinglado de odios, rencillas y resquemores contra los EEUU”, pero los porfiados hechos dicen otra cosa. A la Sociedad Académica Eurocubana se le negó la venta de dos ordenadores por parte de la empresa Dell Sverige AB —que de paso hay que esclarecer no es americana, sino persona jurídica sueca, cuyos dueños son norteamericanos— violando la legislación internacional sobre comercio, la Declaración Universal sobre derechos humanos de Naciones Unidas, la legislación sueca sobre el consumidor y la de discriminación étnica, etc. No quiero caer en detalles sólo señalar que incluso uno de sus más altos directivos, el Sr Mats Oretorp —jefe del departamento de mercadeo—, en una de la discusiones con la empresa (discusiones sostenidas con la empresa, donde se contradice su falsa premisa de que no tratamos de esclarecer las cosas) reconoció nuestro derecho y expresó su apoyo a nuestra denuncia ante las autoridades suecas, para que las mismas se pronuncien en el asunto de la extraterritorialidad de la aplicación (con lectura racista) de leyes norteamericanas en territorio sueco, “no sólo por Dell Sverige AB, sino por el bien de otras empresas suecas que se ven obligadas a seguir lineamientos norteamericanos” —según palabras del propio Oretorp. Esto demuestra que ni siquiera los funcionarios de la empresa están de acuerdo con lo que usted pretende defender. Además, el que usted no tenga conocimiento pleno sobre el desarrollo de los hechos, quizás lo explique la lejanía geográfica entre Suecia y su domicilio, la falta de información que por dejadez o cobardía de aquellos que en Suecia presumen de informar al exilio no les han brindado, más que información a los cubanos fuera de este país nórdico, se manifiesta la falta de solidaridad entre los cubanos. Le pregunto, ¿soy yo el que ha construido “un tinglado de odios, rencillas y resquemores contra los EU” o son los EU los que han levantado semejante construcción en contra ya no del Estado cubano sino en contra de los cubanos? Yo nunca he promulgado ninguna ley discriminatoria, eso sí lo han hecho los norteamericanos con la anuencia y presiones de los cubanos que dicen erigirse en defensores del pueblo cubano. Con defensores como esos no necesitamos opresores. 35


Ya que usted y otros pretenden, como es el caso del Sr. Wenceslao Cruz Blanco, corresponsal de Misceláneas de Cuba en España; darnos lecciones e imponernos un camino de solución (que usted y otros desconocen si lo hicimos o no) al emplazarnos cuando dice “porque ustedes no se han ocupado de aclarar las cosas con una compañía americana (la Dell)” Yo sólo deseo preguntarle ¿por qué usted y otros como el Sr. Wenceslao no hacen uso de sus buenos oficios diplomáticos y se dirigen a Dell Sverige AB para solucionar el problema creado por esa empresa?, al mismo tiempo que con su gesto manifestarían la solidaridad entre compatriotas y un alto grado de civismo que limpiaría la mancha de ignominia que empaña el buen nombre de cubano. Guardar silencio ante la injusticia es convertirse en cómplice de la misma. El Sr. Wenceslao hace alarde de cómo “resolvió” una situación cuando su cuenta bancaria fue congelada, él alega que tiene que ver con cuentas del gobierno cubano, pero hasta donde tenemos conocimiento, las únicas cuentas congeladas en países europeos fueron las pertenecientes a sospechosos de colaborar con el terrorismo internacional, después de los criminales hechos del 11 de septiembre del 2001. Lo más interesante es que quienes imparten lecciones de civismo al narrar o pedir que resolvamos el conflicto Dell-SAEC, sin confrontación, no son consecuentes en la acción con su pensamiento, pues van a la confrontación con Cuba Nuestra y no aceptan la proposición que hacemos a nuestro gobierno de resolver el problema cubano evitando la confrontación entre los pueblos. A esos le pregunto, ¿entonces en que quedamos? Su posición (léase, y la de Wenceslao), parece la del hombre que en un parque vio y permitió, que otro hombre, empleando la violencia ejerciera la violación sexual contra una joven y la justifica con que la chica es la culpable por vestirse con ropas ajustadas al cuerpo. En casos como este no se trata de lo queremos y deseamos sino de la razón, de exigir el cumplimiento de las leyes jurídicas y los valores morales, porque de no cumplirse los mismos, se desmorona el estado de derecho, el derecho internacional y la democracia. Abandoné Cuba, para liberarme del yugo de la dictadura y no aceptaré que empleen contra mí o mis compatriotas métodos comunistas, aunque venga de los americanos y/o grupos del exilio. Usted afirma que parecemos una delegación de Fidel Castro en Suecia, creo que no debo extenderme en este punto, pues lo único que usted ha hecho es confirmar nuestra denuncia en la propia carta a nuestro gobierno:

36


Explosión de un ordenador Dell, durante una conferencia en Japón

“Cuba Nuestra, que pese las calumnias que diseminan los castristas en Suecia, no esta financiada por organización de Norteamérica, y mucho menos respaldada por terroristas del exilio, el mismo en que se nos difama por seguir una línea independiente.” En cuanto a lo de exiliado le aseguro que de facto e iure lo somos, pero no andamos pregonándolo por el mero hecho de que la frase “exiliado cubano” es tan despectiva en estos lares, precisamente por la concepción medieval, digna de los cruzados, que grupos del exilio pretenden imponer al resto de los cubanos y el mundo. Usted afirma que construimos “un acorazado para navegar sobre un escupitajo”: nada tan lejos de la realidad que usted es incapaz de visualizar. Nosotros sostenemos firmemente el timón de una humilde carabela sobre una borrascosa Mar Océana rodeados de las naves de una potencia extranjera, perseguidos por corsarios al servicio de la misma y atacados por piratas que esperan el perdón por parte de la potencia de sus pecados anteriores y no ser condenados a la horca o el garrote. Saludos cordiales, Henrik Hernández

37


Con relación a su “experto en armas”

Señor Director:

D

urante los 17 años de prisión que guardé en las ergástulas cubanas y los casi 30 que llevo expulsado de Cuba viviendo, por la gracia de Dios, en la hermosa Venezuela, nunca he atacado, quizás ni siguiera criticado a un grupo, grupúsculo o publicación cubana anticastrista. Creo que el enemigo es uno sólo y se llama Fidel. Cuando no coincido con una publicación dejo de leerla y basta. Pero Ud. cuenta en la redacción con un “experto militar”, por cierto absolutamente desconocido en el grupo de los que manejan estos temas. El caballero llamado Jesús, más que experto militar, lo es en dialéctica marxista. Esos “hijos de la revolución” están marcadamente influidos por la educación marxista recibida en Cuba, por cierto una educación filosófica panfletaria. Emeterio Gómez (ese sí es filósofo) decía en estos días que el entrenamiento, que no educación, cubano en el tema marxista era más propio de comiquitas de súperman que de texto universitario. El materialismo marxista insiste —basado en la idea “ingenua” de Marx y Engels— que no es que el mundo se construye para nosotros a partir de nuestras ideas, sino que nuestras ideas se constituyen a partir del mundo. Evidentemente, ni Marx ni Engels entendieron a Kant: No es que las ideas (el pensamiento, el conocimiento) y en general el aparato cognoscitivo humano nos permitan conocer el mundo; de lo que se trata es de que los hombres jamás podremos tener una captación de la naturaleza o de la sociedad “en cuanto a tales”; jamás podremos acceder a las “cosas en sí mismas” como creyó Aristóteles; es simplemente que cualquier visión que tengamos de la realidad, la tendremos a través de —o por medio de— nuestras percepciones, ideas, o conceptos. Y esta es la esencia del idealismo como filosofía. Recuerdo las discusiones que al margen de mis muy difíciles estudios de psicología en la UCV, (digo difíciles porque la influencia fidelista y marxista de esa época 38


me entorpecía el trabajar y estudiar por ser un exilado de la Cuba castrocomunista) tenía con los panfletarios marxistas de salón de la época en la Universidad, para ellos y algunos profesores, habían dos grandes corrientes filosóficas: Por un lado los buenos, los materialistas, los que sabían que la realidad material, natural y social era el fundamento de todo y que de ella se derivaban las ideas; del otro lado los malos, los idealistas, retardados mentales que creíamos que la realidad material, natural y social brotaba o se derivaba de las ideas. Desgraciadamente es el mismo razonamiento panfletario que les enseñaron a los “hijos de la revolución” y hoy Cuba trata de enseñar en Venezuela. El materialismo a secas cree que primero surge la realidad, la naturaleza y la sociedad y que después vienen las ideas que dependen de esa realidad. Dejemos a un lado la eterna discusión de si la idea surgió primero en Dios y después creó lo material, por respeto a su derecho a ser ateo si le parece bien. Este razonamiento panfletario fue en la exposición de Marx y Engels mejorado con la dialéctica hegeliana, que llevó a Engels a señalar que sin dudad las ideas vienen de la materia, la naturaleza y la sociedad, pero ellas se revierten sobre estas últimas para modificarlas. Por consiguiente los hijos de la revolución fueron no educados sino adoctrinados en el concepto de que el hombre capta científicamente la realidad, para luego modificarla. Un magnifico pensamiento infantil que deja tras sí la indisoluble relación que existe entre la realidad social, el instrumental cognoscitivo y las importantísimas valoraciones morales. Imagínese Ud. cómo sería la relación social si en el instrumental cognoscitivo del hombre se hubiera incluido la facultad de leer el pensamiento. La sociedad y la política serían distintas. Qué broma con los matrimonios y con las promesas de los políticos o las declaraciones de los expertos o la asociación humana. La realidad se percibe solo mediante nuestras herramientas de conocimiento que son seriamente influidas por nuestros valores morales. La realidad es totalmente distinta para un ciego, que para un sordo. Pero también lo es distinta para quien cree que el fin justifica los medios, que para el que piensa que el honor es nuestra divisa. Uds. los que se llaman “hijos de la revolución”, no tienen necesidad de aclarar que su percepción de la realidad es diferente a la percepción de quienes somos “padres de la revolución” de acuerdo al calificativo que se adscriben. Ud. y los editores y posiblemente los redactores nacieron cuando la revolución marxista se consolidó físicamente. Yo fui un actor de la revolución, quizás no sea necesario mencionarme cuando se escriba la historia de los 39


últimos 55 años, pero la historia de Cuba no puede relatarse sin contar los hechos en los que participamos activamente Roberto y yo y otros muchos de la peña desde la que le escribieron. Para Uds. materialistas de formación desde su infancia, aunque traten de negarlo, las remesas y los viajecitos de visita son más importantes que la libertad. Porque uds. forman parte de esa emigración económica, que después se hace pasar por política. Se van de Cuba, y anuncian su ruptura con el régimen de Castro, hacen revistas, boletines y declaraciones que reflejan su derecho a ser más revolucionarios y anticastristas que los que combatimos activamente y con riesgo de nuestras vidas las dos dictaduras y nunca para beneficiarnos de nuestra actividad y sacrificio. Los que pudimos haber sido personajes del Gobierno en los años 60 somos los que les reclamamos su patética declaración. A los hijos de la revolución les decimos los que nos alzamos para que en Cuba hubiera médicos, escuelas, seguridad social, trabajo, igualdad de oportunidades, derecho a conseguir con el trabajo honrado una propiedad, libertad de pensamiento y de expresión y prensa libre para que Ud. pueda decirle al primer ministro de Suecia o al presidente de USA lo que cree respecto a Cuba aunque esté equivocado; que cuando algunos de los líderes de la insurrección contra Batista traicionaron los ideales de la Revolución, nos volvimos a enfrentar jugándonos la vida en la empresa y con el propósito de continuar luchando por lo mismo que nos enfrentamos con todo contra Batista. ¿En donde creen “los hijos” que hay que continuar la revolución? ¿Acaso en el discurso de “somos socialistas y abajo el imperialismo”? Pues para nosotros hay que continuarla en la Ley de Reforma Agraria, del nunca suficientemente honrado comandante Sorí Marín, para nosotros hay que continuarla en el país independiente y pequeño que quiere ser amigo de todos, pero con su propia posición. Hay que seguirla en el esfuerzo de los que nos planteamos acabar con el monocultivo y estimular el turismo y aumentar nuestras posibilidades en el campo agrícola y la ganadería. Pero Castro y no otro presidente, cerró las fronteras. Castro y no otro levantó la cortina de Caña Brava, Castro fue el que prohibió el derecho al libre tránsito, no fueron los EEUU ni Suecia. Fue Castro el que amenazó con botar del trabajo al que se escribía o recibía regalos de sus familiares [en el extranjero]. Fue Castro y naturalmente algunos de los hijos de la revolución que estaban en el G-2 y en los Ministerios de Exteriores y de Comercio los que impedían los viajes y el libre tránsito de ideas, de libros y de ayuda. La 40


llegada, después de 20 años, de muchos emigrantes económicos a otros países, fomentó el comercio de divisas con Cuba, para beneficio no de los cubanos sino del régimen. Comercio sometido a restricciones e impuestos, que ningún otro grupo de emigrados tiene. Y eso no por razones humanitarias sino por la conveniencia económica de un régimen quebrado; porque el socialismo cubano es un desastre. No es humanitario el reclamo de los viajes, ni la solicitud de permitir enviar dinero a Cuba. Eso sería normal si Castro y los Hijos de la Revolución que estaban en su gobierno no lo hubieran demonizado y convertido en traición a la revolución. Hoy el que se va de Cuba debe saber que no puede volver, porque aunque se vaya para mejorar económicamente —y tiene todo su derecho— debe comprender que está tomando partido en un enfrentamiento en el que dado lo dispuesto por Castro, o estás con él o en contra, y al marcharse eligen ¡ponerse en contra! Todo aquel que abandona Cuba lo está haciendo en medio de un conflicto político de 55 años de historia y su salida del país aunque él no lo quiera es parte de una posición anticastrista. Ud. reclama el derecho a viajar libremente a Cuba. Le pregunto: ¿tienen ese derecho los periodistas que hoy están tratando de entrar en Cuba para averiguar sobre la salud del tirano? ¿Quién se los prohibe Bush o Raúl? ¿Sabe Ud., experto, que yo no tengo el derecho de viajar a Cuba? ¿Sabe Ud. que a miles de combatientes contra Castro no los dejan ir a ver a sus familiares enfermos? ¿Quién se los prohibe, hermano materialista dialéctico? ¿El premier sueco o el Buró Pólítico el Partido Comunista de Cuba? ¿Tiene el derecho de viajar la Dra. cubana cuyos nietos están en Argentina y hasta el presidente argentino ha recibido la negativa de Castro, no de Bush ni del premier inglés, de Fidel en presona de aceptar que se “reúna” con sus familiares? Ud. apela en nombre de las libertades que goza en Suecia y de las que no gozó jamás en Cuba —digo creo yo— que se abra el libre comercio para Cuba y que el gobierno imperialista de Bush no permite. ¿Esa petición suya incluye el libre comercio de libros, canciones, uso de internet, tecnología de comunicación para el ciudadano común o es sólo para los comerciantes europeos que parece Ud interesado en beneficiar? La realidad se percibe por medio del instrumental cognoscitivo, el suyo está seríamente parcializado por los intereses europeos anti-norteamericanos. Como los franceses. No en balde Chiriac se retrató sonriente con el dictador Bieloruso. Y como Castro suspendió los permisos de viaje y aún impide a muchos ciudadanos salir del país, no puede exigir (Castro) la organización de infor41


M-198

mantes con los viajecitos “turismo” a ver a mi mamá. Y que el dinero que va a Cuba sirve para organizar al ELN y la campaña de Ortega. Aunque un hijo de la revolución se lo mande a su mamá. Por último quiero protestar con toda mi energía, por el disparo con un M198 (¿sabrá su experto en armas que es eso?) a los cubanos de Miami y a los miembros de la peña de donde surgió la nota de Roberto, con la muy castrista acusación de terroristas o mafiosos. Roberto tiene muchísima más historia revolucionaria y moral que su experto en armas de mentirijillas. Pero quiero aclararte, amigo “hijo de la revolución”, que este actor de la revolución puso bombas y regó fósforo vivo durante la guerra contra Batista y durante la guerra contra Fidel y si tiene que hacerlo de nuevo lo haría. Lo que nunca buscaría a personas en su grupo para que me acompañaran porque no confío ni en su valor personal ni en su real posición en el caso Cuba. Dígale a su experto en armas que piense antes de escribir. Que los exilados cubanos que nos enfrentamos a Castro y sufrimos su crueldad somos luchadores por la libertad, no exilados económicos que pretendemos hacernos los cultos con frases hechas tomadas de internet. Estoy dispuesto a morirme peleando por su derecho a tener un periodiquito y hacerle cartas autoritarias al premier sueco, donde dice representar un pensamiento del exilio que es absolutamente falso. Pero absténgase de insultar a los que dejaron regada en Cuba una sangre que no se ha coagulado aún. Dr. Raúl Fernández Caracas, Venezuela 42


Ninguna polémica

Señor Henrik,

N

o tengo la menor intención de establecer con usted una polémica. En primer lugar, no recibo informes de ninguna organización de exiliados en Suecia, ni de ninguna otra parte, sobre los problemas que tengan ustedes con compañías de suministro. A lo que me he referido en mi anterior comentario está basado exclusivamente en sus propios textos. Y en los mismos me baso para responderle ahora. Si usted dice que la compañía Dell no es norteamericana, sino sueca y con ejecutivos suecos, aunque el capital es norteamericano, pero con quienes usted ha lidiado son suecos que no cumplen sus propias leyes (ya hasta aquí está incurriendo en un burujón de contradicciones), ¿a qué viene meterse con los EEUU? Si usted es un exiliado legítimo, ¿a qué viene, en vez de hablar del terrorismo de Estado del régimen cubano del que dice haber escapado, ponerse a desbarrar contra el terrorismo de los cubanos en el exilio, cuando se sabe que todo esto es un cuento de camino? A lo mejor, lo que usted llama terrorismo no es otra cosa que diferencias de criterio, o incluso intransigencia, pero ¿¡terrorismo!? En fin, si usted suena a “delegado de Fidel en Suecia”, aunque le acepto que no lo sea y es sólo la impresión que da por el tenor de sus desvaríos epistolares (construyendo casos bélicos con un país por un problema de suministro que tenga con una pequeña sucursal de una compañía que es sueca, “no norteamericana”, aunque sus “dueños son norteamericanos”, pero “no sus ejecutivos, que no cumplen la ley de su propio país”)... Empiezo otra vez... Si usted suena a castrista arrepentido, y recuperado de nuevo, aunque no lo sea, ¿qué culpa tengo yo de que tanto muchos de sus lectores (entre ellos el señor Wenceslao Cruz y el que suscribe la presente), como sus suministradores de equipos electrónicos, pensemos o piensen que está usted del lado de allá y no de la libertad, y simplemente se ha quedado en Suecia por equivocación? Muy cordialmente, Luis A. Baralt 43


No vas a polemizar pero sí a provocar y te voy a contestar, señor Baralt

N

o se corresponde con la inteligencia que podría yo atribuirle a usted vuestra afirmación de no querer polemizar y acto seguido lanzar un ataque no avisado contra el oponente. Eso me recuerda una película norteamericana donde se muestra la conquista de los territorios indios, en la que mientras el ejército firmaba la paz con la tribus, se libraban acciones combativas contra los aborígenes del continente. Parece que usted es buen discípulo de aquellos caras pálidas. Usted pregunta ¿a qué viene meterse con los EEUU? Nosotros, le aclaro por enésima vez, no nos metemos con esa nación, somos críticos a la política impulsada por algunos sectores del exilio en la Florida y sus epígonos en Europa, la cual sirvió de base a la empresa Dell Sverige AB para aplicar sanciones racistas, similares a las aplicadas por la Alemania nazi contra los hebreos o ¿por qué no más cerca de vuestra historia?, las que se aplicaban contra las minorías étnicas, hasta no hace mucho en EEUU. Hasta donde sepamos, en nuestro documento no hablamos de terrorismo. ¿Usted no estará leyendo un documento del Departamento de Estado de los EEUU y lo está confundiendo con nuestra carta? Nosotros expresamos que existen dos tendencias políticas: la primera, que aboga por el aislamiento y las sanciones contra Cuba y los cubanos e incluso la intervención militar, es decir aquella que pretende llevar cabalgando la democracia con los jinetes del Apocalipsis, y la segunda, la de la apertura y la colaboración de pueblo a pueblo y de Estado a Estado incluido en ella el respaldo a la oposición democrática y patriótica. Nuestra responsabilidad es anteponernos a la primera y ser partidarios de la segunda. ¿Cuál es la vuestra? Haber nacido uncido al yugo de la tiranía no es delito, pero sí es virilidad tener el valor de quebrar las cadenas, y aún más valentía es saber rechazar todo intento de querernos obligar a aceptar la opresión porque venga de aquellos, con los cuales algunos tienen deudas de gratitud (y quizás de otro tipo), que 44


no es nuestro caso. Por principio rechazamos la esclavitud en todas sus formas venga de donde venga. Esa responsabilidad la asumimos. ¿Sería capaz usted y el otro que suscribe su carta de asumir tal responsabilidad? Claro, respetamos el criterio de que cada cual, incluso usted y el otro suscritor de su misiva, de pensar y tener los criterios que más les plazcan, pero cuando se pasa de la idea que recorre vuestras circunvalaciones cerebrales —a partir de presupuestos falsos— a emitirla con la palabra en este caso escrita, diseminar esa morbosa idea y sostener una afirmación que viola uno de los diez mandamientos —no levantes falso testimonio— se comete no uno sino dos delitos abominables, punibles jurídicamente y moralmente inaceptables: difamación y perjurio. Esa es vuestra responsabilidad. No la nuestra. He dicho. Henrik Hernández

45


Respuesta a Raúl Fernández Rivero

Estimado lector:

P

rimero aclaramos un error de su parte, Henrik Jesús Hernández, al que alude en su carta, no es como usted dice, “experto en armas”, sino un analista en asuntos políticos militares, lo cual no excluye que nuestro redactor posea conocimiento táctico técnico en artillería reactiva, tropas radiotécnicas, y de las defensas antiaéreas de las tropas y el país. Aclárole de paso que para nada necesitamos, en esta redacción, un experto en armas, pues si contra algo somos rebeldes dentro de la revolución, es contra la manía revolucionarista de resolver las diferencias a balazos. Quédele bien claro, que por nuestra causa “no se derramará sangre cubana”. Entrando en el tema del que sí me considero un especialista, el de la filosofía, y en particular la marxista, lo primero que me llama la atención es que siendo usted tan admirador de Kant, y por ello, supongo, de la crítica, de la razón pura y práctica, debería estar habituado a someter a la crítica, sin compromisos políticos o sentimentales, todo cuanto acontece a su alrededor, que es lo que hacemos en Cuba Nuestra. Sin embargo usted no quiere criticar a un solo enemigo de Fidel Castro, por el sólo hecho de serlo. Ese es su problema “filosófico”, no el nuestro. Es bueno recordar la historia y que lo mismo hicieron los que dentro de la revolución de la que usted afirma haber formado parte, se abstuvieron de criticar a los compañeros de camino en la lucha contra de Batista, facilitando la penetración estalinista en aras de la sacrosanta Unidad. Y lo mismo pasó en Venezuela, con quienes facilitaron la llegada, de manera abrumadora, de Chávez al poder, más preocupados en combatir los males de la cuarta república que en alertar lo que encerraría una V República acaudillada por un ex golpista. Y volviendo al marxismo. Para nosotros y esto lo exponemos en un libro de pronta aparición en España, ya le avisaré de su salida, constituye una barbaridad de primera categoría decretar como filosofía oficial del estado el pensamiento de un filósofo particular, llamése Marx o Confucio; el segundo 46


crimen contra el pensador es vulgarizar su filosofía con el objetivo de popularizarla o de utilizarla como elemento de adoctrinamiento o legitimación del régimen imperante. Al final el que peor parado sale es el filósofo en cuestión. El mejor ejemplo lo tenemos en la vulgata del marxismo que usted nos presenta, la cual puede hacer trizas no ya una persona ”leída y escribida” como usted, sino hasta un analfabeto, con unas cuantas ideas claras y distintas. Estoy seguro de que cualquiera de mis profesores de epis-temología materialista dialéctica en la Universidad Lomonosov de Moscú, allá por los lejanos años ochenta, cuando se incubaba la perestroika dentro de lo más avanzado de la intelectualidad soviética, le darían la razón a usted y no a ese Marx tan caricaturizado del que nos habla. Y no se trata de que Marx no adolezca de serias limitaciones, tanto en su filosofía política como en el terreno de la teoría del conocimiento, sobre el que no escribió mucho por cierto. Lo primero que demanda un acercamiento científico a la obra de este pensador es mantener la distancia tanto de la deificación que hacen los comunistas, como de la satanización del anticomunismo más visceral. Buscando en qué acertó y en qué se equivocó el pensamiento de aquel hombre. Un teórico sin el cual ya no se puede escribir la historia, y que ha sido usado como guía para la acción y como justificación por quienes crearon un sistema de producción que logró abarcar naciones de Europa, Asia, África y América Latina. Considero, pues, al margen de las manipulaciones, que todo hombre mediadamente culto debe conocer tanto a Marx, Kant, como al resto de los grandes pensadores, no por lo que se dice de ellos, sino por las obras que estos escribieron. Si quiere usted saber, para criticarlas o aceptarlas, mis ideas sobre estos dos filósofos, en particular la ética kantiana, la evolución política que debería seguir Cuba, sobre vínculos entre la isla y Venezuela, así como entre marxismo y bolivarianismo, le recomiendo leer el libro Pasión y razón de Cuba, Madrid 2005. Ahí encontrará de paso lo que me quede por responder a su extensa carta.

Saludos cordiales Carlos M. Estefanía 47


Respuesta a su respuesta

Estimado Dr. en filosofía marxista, graduado de la Universidad Lomonosov de Moscú, de la URSS, en el período previo a la perestroika, Carlos Manuel Estefanía:

A

lgunos de los que le escriben dicen que no quieren iniciar una polémica con Ud. pero yo no, a mí me encantan las polémicas, y quisiera tener tiempo para dedicarle más tiempo, pero yo trabajo de verdad y eso limita mi tiempo. Desgraciadamente viajo en mi trabajo y a veces se me hace difícil contestar a quién tiene la gentileza de escribirme. Todo esto empieza en una carta que el poeta Roberto Jiménez le dirige a Ud. o a la redacción del medio que le ocupa el tiempo. Y por considerar esa respuesta fuera de tono le respondí. Su experto militar o en armas, que se llama Jesús, algo dice en su carta como tema de partida: “Cuba Nuestra, que pese las calumnias que diseminan los castristas en Suecia, no está financiada por organización de Norteamérica, y mucho menos respaldada por terroristas del exilio, el mismo en que se nos difama por seguir una línea independiente.” Es imposible no sentirse insultado por la redacción de ese párrafo, pues se está englobando, en una generalización mentirosa, a todo el que discrepe con Uds. dentro de un término hoy en día claramente referido a los que provocan la muerte de inocentes con acciones espectaculares y antinaturales, y que incita el desprecio de los ciudadanos del mundo a todo aquel que es clasificado así. No puedo callar ante esa ya común referencia al exilio militante cubano —no a los emigrantes económicos—, por los tiranos asociados en la mafia gobernante en Cuba y los que le sirven de testaferros intelectuales o de cajeros comerciales. En otra parte de la misiva del experto en armas (por cierto, permítame un llamado al margen, parece que mis habilidades para la ironía ya no hacen 48


efecto o las suyas para entenderlas no existen) señala: Roberto busca sembrar entre sus adeptos,… ¿adeptos? ¿a qué se referiría? —pensaba al leer la línea. ¿Adeptos? Dice Jesús, con la experticia que sus amos cubanos le inculcaron y que expone su psiquis influida por la dialéctica marxista que le impusieron en la escuelita a la que asistió y que dejó una impronta que en el caso del experto en armas es muy difícil de borrar, que Roberto se “reduce al insulto pueril, empleando una falacia que tiene como objetivo desviar el tema de la disputa y descontrolar emocionalmente al contrincante”. No tiene duda que el refrán español es una verdad innegable: “el ladrón piensa que todos son de su misma condición”. Pues eso es toda la respuesta de Jesús, no sé si lo hizo solito o San José y el burro lo acompañaron. Y el desconocido experto en temas políticos militares, arremete contra Roberto señalando que quizás esa extraña y difícil de entender criatura de la mitología islamita Iblees, —nada menos que el diablo— ha influido en él. En lugar de experto en temas políticos militares me parece que es un entrenado agente de la Al Jazzira de la que tan orgullosos se sienten por la comparación, que refieren, los destaca. Pero si su propósito era señalar que Roberto es un inconforme, un rebelde de verdad, es cierto. Roberto siempre abandonó los caminos fáciles para tomar la senda de la libertad y la moral cristiana por difícil que fuera seguir ese camino. Y no tiene pelos en la lengua para enfrentar al gobierno que sea. Y efectivamente los hijos de la revolución aciertan, —en la nunca creíble comparación— Roberto no es lacayo de ningún grupo, ni recibe dinero ni apoyo de nadie, ni de los yanquis ni de ninguna empresa privada que se beneficia del comercio con Cuba como otros hacen, ni la peña de Roberto tiene anuncios comerciales, ni nadie “coopera” a su funcionamiento. Es más, su humilde condición es conocida por todos. Roberto sufrió un stroke y está retirado y vive de su pensión igual a la de cualquier trabajador. Por padecer una hemiplejía escribe con una sola mano, y no es beneficiado de regalías de la CIA ni del Departamento de Estado, como otros escritores pudieran ser. Roberto es poeta, no dice que lo es. Lo es. Pero con su sencillez y humildad natural, que todos conocimos desde la época en que era un apreciado dirigente estudiantil, nunca se le ocurriría poner una foto de los libros que le han publicado en los escritos que hace o empezarlos con su foto 4x4, en una campaña de promoción personal —bien ridícula— propia del culto a la personalidad que heredaron los hijos de la revolución. 49


Más adelante el experto en armas dice que Roberto tiene “seguidores de su minúscula secta, una de tantas de las que pululan en la diáspora cubana”. ¡Vaya por eso! el Jesús o el burro, o una de las cabras que estaba en el pesebre en ese momento nos dice adeptos. La que parece ser una secta es la formada por los hijos rebeldes de la revolución, de pensamiento marxista único y relumbrón, con publicación de fotos y adornos personales y todo el aparataje del culto personal que le es común. Uds. sí actúan como secta con fotos de estudio, retocadas y fotos de los libros que han escrito. Roberto no es así. Ni nadie en está peña lo es. Y queridos hijos no le vamos aceptar que digan de Roberto que sus escritos responden a: si es por causa de alguna enfermedad mental o resultado del consumo de peyotes u otros alucinógenos, frase que me hace pensar de nuevo en el refrán español antes mencionado. Los que insultan no son los que les escriben a Uds. Son los hijos rebeldes los que insultan a todo el que no coincide con su pretensión de hablar a nombre de la diáspora cubana, y muy descarados que pretenden hacerlo a nombre de los exilados cubanos políticos y también de los emigrantes económicos de Cuba. Nadie les ha autorizado como voceros y Uds. no tienen moral para ello. Y creo que Ud. debe entender que Roberto y todos los cubanos que estamos en América, ya sea del norte, del centro o del sur, conocemos muy bien las funciones de los presidentes o primeros ministros del sistema democrático, quizás sean Uds. los que confunden eso, a lo mejor creen que Lukashenko es un demócrata. Y por último en la carta respuesta a Roberto del supuesto experto militar no se puede saber a quién se refiere al final, ¿será a Fidel y al Gobierno de Cuba? o ¿es al gobierno norteamericano? Está tan confundido, que no sabe quién es el enemigo. Y Ud. amigo filósofo graduado de la Universidad de Lomonosov, el tema no era la vulgata del marxismo o la manera de conocer y enfrentar la realidad; el tema es que Uds. hablan de bloqueo a Cuba y Cuba fue bloqueada cuando los imperialistas soviéticos introdujeron cohetes con cabezas atómicas o preparadas para portarlas, en Cuba. Cuando se fueron corriendo al ver los cañones de la armada imperialista yanqui, se impuso un embargo a numerosos productos y que se enfrenta al embargo que Cuba autoimpuso a los libros, la libre conexión por internet, la música de Celia Cruz y otros numerosos autores, las ideas democráticas y cualquier elemento tecnológico, cultural o comestible sirva para los fines imperialistas, ideológicos de Cuba... Los Estados Unidos 50


comercian con Cuba; les venden leche, vacas, alimentos, medicamentos etc. y algunos se benefician de ese comercio al contado con Cuba muy bien. Unos europeos muy vivos lo hacen. El embargo está dirigido a controlar el uso de Cuba de materiales o tecnología que pueden servirle para su política nefasta internacional, a un Gobierno que ha enviado tropas al Congo, a Angola, a Argelia, a Etiopia, invasiones a Venezuela, Bolivia, Colombia etc. y que ha entrenado a terroristas de todas las naciones. Las memorias de Carlos Ilich Ramírez (el Chacal) son más que prueba de quién es el terrorista, Fidel o sus opositores. Lo otro amigo, y a lo que tiene que responder y no irse por las ramas, es su campaña para en nombre de la reunión familiar —toda sentimental y florida— para que se permitan los viajes de quienes han libremente escogido abandonar Cuba, cayendo en el reto de Fidel: o estás conmigo o contra mí. El que se va de Cuba, así sea sólo para mejorar económicamente o enviar ayuda (¿¿??) a su familia, cae en la trampa política del castrismo, se declara —quiéralo o no— enemigo del régimen. Y por cierto todos al llegar al exterior despotrican del gobierno para —posiblemente— descargar la rabia del silencio de toda una vida. Ellos no pueden ser usados por tanto para violar las restricciones que Fidel y solo él ha puesto a la entrada y salida del país. Cuando esta actividad, o sea, la libertad de traslado, sea realmente libre como derecho humano que es, entonces se hablará de viajar sin límite a Cuba, pero no se puede permitir que Fidel organice, puesto que él es quien autoriza quién se queda y quién se va —incluyendo los balseros a los que permite tomar o no la balsa— grupos de viajeros espías que son chantajeados por los consulados u oficinas cubanas que autorizan las visas —¡que horrenda trama está de darle visa para entrar a su país a un cubano!— y les exigen información sobre los exilados políticos que residen en el mismo país. ¿Quién prohibió el envió de dinero a los familiares? ¿Bush o Fidel? El gobierno cubano perseguía a quienes recibían cartas o paquetes del exterior —cuyo monto o contenido es sólo limitado por Cuba— y el que impide la entrada o salida de Cuba es Fidel. Posiblemente todos los hijos de la revolución entran allí cuando lo piden en la embajada, pero yo ni los demás exilados políticos no. Basta de deformar la verdad. El embargo lo empezó Fidel, la prohibición de entrar y salir es de Fidel, y los límites y los abusos que se aplican el envío de dinero los puso Fidel. En cuanto sus conocimientos filosóficos sólo le digo que Pedro Pérez me prestó su libro y amigo no es más que un mamotreto mediocre muy publicitado. 51


Espero que el próximo sea mejor. Y claro que nadie es adivino. Ni usted ni yo sabemos cómo terminará la actual situación cubana, puede ser por la herencia del poder, o por una transición pacífica o no. Si desgraciadamente la salida no es pacifica, no se preocupe que a nadie se le ocurrirá contar con los hijos de la revolución, que para hablantines están sobrados pero para actuar ni de mentiritas. Mi más afectuoso saludo. Raúl Fernández Rivero Caracas, Venezuela

Nota: Como Ud. no sabe nada de Venezuela, le aclaro que los cubanos residentes aquí se han destacado por oponerse a Chávez desde que dio el golpe militar y hemos sido sistemáticamente reprimidos, insultados y amenazados durante sus 8 años de gobierno, algunos obligados a huir del país. Como Ud. tampoco sabe nada de la guerra contra Batista, le quiero aclarar que en la invasión a Santa Clara, hablábamos con toda libertad y refutábamos las ideas de los otros en un ambiente de libertad y de respeto, lo único que se prohibía era insultar a otros combatientes. También recuerdo —por mencionar un caso— que Ricardo Alarcón y yo redactamos una carta que firmó toda la Dirección estudiantil del M.26.7 criticando los visos de culto personal de los cartelitos “Fidel, ésta es tu casa”. Así que no diga que en la insurrección no fuimos capaces del discurso interno y la polémica, ya que Ud. no tiene ni idea de que pasó allí. Jamás se dio el debate sobre el sistema comunista ni mucho menos; la ley de reforma Agraria y la propuesta Educacional son muestras del contenido democrático de los actuantes. En el exilio hay dos maneras de manifestar las posiciones e ideas: una discutiendo al interior de las organizaciones o en foros políticos las distintas propuestas con relación al tema cubano. Dos llevando las criticas al escándalo público y hablando mal de los que tienen otra posición, acusándolos de formar sectas con adeptos, insultándolos y llamándolos terroristas, para hacerse el nombre que no fueron hombres de ganarse en la lucha contra la tiranía. Convirtiendo el exilio en una pelea de perros, que es casualmente la estrategia reconocida y pública del régimen de Fidel.

52


Segunda respuesta a Raúl Fernández Rivero

Estimado Raúl Fernández Rivero

G

racias por su nueva y larga carta. No es necesario que nos envíe una foto retocada, mándenos una reciente y natural, como las que usan nuestros redactores. Si no tiene un buen fotógrafo, le recomendamos al nuestro, Germán Díaz, que sabe descrubir en el rostro las virtudes del espíritu. Por lo demás dos precisiones, entre las muchas que merece su carta y disculpe si el tiempo no alcanza para tantas. No soy doctor, sino licenciado, tal y como doy a conocer en la solapa de mi libro, ese que usted dice que le prestaron y que parece, no haber leído bien. De todos modos agradezco el honor que me otorga ascendiendo, con sus palabras mi rango académico. Además; ciertamente estudié varios años en la Universidad Lomonosov, pero terminé graduado en la de La Habana y no en la Universidad Estatal de Moscú, como usted asevera. Como se nota con estos dos simples ejemplos, saca usted conclusiones muy rápidas y por ello equivocadas. Es hora de revisar los fundamentos de su manera de pensar. Bueno espero, de paso, más que calificativos simplistas, una respuesta de peso a mis argumentos expuestos en Pasión y razón de Cuba, ahí está mi filosofía y lo que opino de Cuba y Venezuela, remítase a ella si quiere discutirla. Saludos Carlos M. Estefanía

53


Respuesta a Oswaldo Alfonso Valdés analista de una lista revista

O

svaldo Alfonso Valdés, ha dado la respuesta oficial de Misceláneas de Cuba a un documento que ya hace historia: la Carta de Cuba Nuestra al gobierno de Suecia. Antes de entrar al torneo, Alfonso Valdés, se hace anunciar con largos y pomposos títulos que resaltan su condición de nobleza: “prisionero de conciencia de causa de los 75” y “analista político de Misceláneas”. Tanto penacho no impresiona, en primer lugar, porque los únicos que podían juzgar al de tan triste figura, esos que anduvieron kilómetros con su mismo mocasín, lo hicieron y para mal. Me refiero a los camaradas de Alfonso juzgados y condenados junto a él, y que reunieron sus firmas en una carta lapidaria titulada Una información necesaria. Tras la lectura de esta carta sólo vemos en Oswaldo Alfonso un cadáver político, una especie de monstruo de Frankenstein, un ser resucitado por obra y gracia de la listeza de Misceláneas de Cuba. Un juego macabro a ser Dios que se completa, con el adosamiento forzado, cual órgano que no le pertenece al muerto vivo, del cargo de “analista político”. Eso sí, aclaro, no nos molesta para nada este acto, más bien nos honra por lo que de copia de la estructura de Cuba Nuestra implica, por la condición de modelo que se nos otorga al crearle en Misceláneas un alter ego a un auténtico analista como lo es Jesús Hernández. Aunque, reconozcámoslo desde ahora, lo que hace Oswaldo en su escrito no es analizar, sino desbarrar. Y es que analista no es quien quiere, sino quien puede; hace falta una base conceptual y una capacidad de anteponer la razón a los compromisos, en este caso con quienes le devolvieron la vida, de la que Oswaldo Alfonso carece. 54


Osvaldo Alfonso Valdés. Foto. Germán Díaz

La falta de rigor de Alfonso se manifiesta desde los primeros renglones. Es falso que el gobierno de Suecia hiciera definición alguna del carácter del régimen cubano, que dijera una verdad de perogrullo, afirmando el carácter dictatorial del régimen cubano. Lo que sí ha hecho es plantear de manera abierta su disposición a respaldar la democratización de la isla. Y no habiendo medidas concretas ahí fue que entró a jugar su papel la revista Cuba Nuestra, adelantándose a todos los factores implicados y alertando a los suecos sobre lo que deben y no deben hacer para fortalecer al movimiento democrático en la tierra donde nacimos. ¿Qué al hacerlo somos altivos, es verdad? ¿Que alguien como Oswaldo Alfonso, o los que están detrás, se molestan?, también es cierto, pero ¿qué le vamos hacer ?, somos cubanos y lo hecho es nuestro deber. Menos sensibles a la competencia que los misceláneos, hay que decir que en Cuba Nuestra no nos interesan las virtudes que éstos quieran atribuirse. Lo que sí no vamos a hacer, por más zombis que nos envien a mordernos, es doblegarnos y mucho menos a renunciar, a fin de evadir el mote de sectarios,

55


a nuestra vocación por el análisis objetivo de la realidad cubana y del movimiento democrático, así lo haremos sin otro fin que la verdad. Gústele al que le guste y moléstese quien se moleste. Oswaldo Alfonso, ha venido, con el dedo de maestro cascarrabias, a regañarnos porque osamos distinguir lo bueno y lo malo entre los opositores a Castro, porque le decimos a Suecia quiénes merecen su apoyo y quiénes comprometen con su ceguera el futuro de la patria. Nos acusa por hacer desde Suecia algo similar a lo que hicieron desde Cuba aquellos de los 75 que reniegan públicamente de su persona. Pues del mismo modo que ellos le separan, a él, acusándole precisamente de lo que nos acusa, darle la razón al gobierno, separamos del saco de los buenos a quienes, como se dice en la carta al gobierno, ya sea por dinero, ideología o ineptitud (supongo que el último es el caso de Oswaldo Alfonso), promueven, lo mismo en Estados Unidos que en Europa, políticas que sólo dañan al pueblo de Cuba, al tiempo que frenan o hipotecan la democratización de la isla. Lo que no necesitamos hacer, es convertirnos en eco de quienes promueven sanciones contra la patria, medidas que afectan no tanto al régimen como al estado o la economía cubana, y que alcanzan de paso a las personas físicas. Para eso que no cuenten con Cuba Nuestra, para esto se sobran en la diáspora revistas tan “eclécticas” como Misceláneas. En cuanto al compromiso con la patria, hay que decirte a este analista improvisado que no basta con actuar si primero no se piensa, que de nada vale lo mucho que haga y adonde quiera que le manden, si no actúa con responsabilidad, y si no se tiene claro qué es lo que se defiende, o a qué es lo que debemos, por encima de todas las deudas, lealtad. En el caso de Cuba Nuestra, nuestra lealtad es clara, estamos en las buenas y en las malas con todos los cubanos que viven en nuestra patria, ella está primero, el exilio después. Nuestro compromiso, por más que moleste o no se entienda, o maliciosamente se tergiverse, está con el pueblo de Cuba entendido como un todo, con el disidente, sí, y con el internacionalista también, con el creyente y con el marxista también. Con quienes no estamos es con los falsos unitarios, los del poder en Cuba y los de exilio, que avivan permanentemente, dizque para defender o tumbar al gobierno, la confrontación entre los cubanos de la isla y los de la diáspora, la confrontación entre hermanos, tratando de inmiscuir en la querella, del modo más agresivo, a la comunidad internacional. Nosotros no hacemos acusaciones deshonestas, indicamos honestamente, a quienes pueden actuar con libertad, donde vemos el bien y donde el mal, y 56


señalamos con nombre y apellido, quiénes son los que dentro de Cuba, no importa su heroicidad, se han convertido en peones de una política miope, impulsada de manera más politiquera que política, por quienes tienen dinero y poder, más carecen del conocimiento y la cultura política necesaria para cambiar la realidad cubana. Es esa cultura la que nosotros entregamos, sin pedir otra cosa a cambio que la gloria. Trabajamos pues para el futuro, y eso en su estrechez, o mal consejo, Oswaldo Alfonso no lo puede entender. El misceláneo, en lugar de abrir su mente y comprender lo que no entiende, lo resuelve todo descalificándonos con ligereza. Cataloga de arrogancia nuestra insumisión ante las ideas de otros que él se impone, o prefiere seguir a fin de recuperar el prestigio perdido ante sus inquisidores. Sólo logra con ello evidenciar su propia incapacidad crítica y analítica. Sobre todo cuando se le escapa, la abismal diferencia que existe entre nuestra propuesta y las justificaciones utilizadas por el régimen, para encarcelar a los opositores y que él conoce mejor que nadie. A este analista que sólo sintetiza, debemos descubrirle que no existe “el exilio”, existen en cambio un conglomerado de seres humanos, inconformes con la realidad dejada en Cuba, que piensan de manera diferente, y que en el caso de Miami, han sido sometidos a un bombardeo de ideas simplistas sobre la naturaleza del régimen cubano y que ocultan sus puntos débiles, que se guían por consignas muy buenas para llegar al congreso de los USA pero inútiles para rescatar a la isla del hundimiento en que se haya. Nosotros con altivez e hidalguía, desconocida por Misceláneas, y condenada por algunos señores de la tercera edad, nos insurreccionamos frente a esos lineamientos. Y si para Alfonso Valdés ese “exilio” resulta incriticable, habría que concluir, siguiendo su extraña lógica, que el totalitarismo se comparte en ambos lados del estrecho de la Florida. En tal caso somos disidentes en las dos orillas. Sin prestarnos a una política “constructiva” que Oswaldo Alfonso pregona, pero que con nosotros, como se ve, no practica. Que la oposición interna no es el elemento único del cambio, es algo elemental, que debería aceptar el más tarado analista. No sé cómo se le escapa tan importante detalle al de Misceláneas. Debería saber que la transformación social no depende de una vanguardia —para los leninistas, el Partido, para los misceláneos ese monolito libre de pecados que es para ellos la oposición— por eso fracasaron los bolcheviques en sus utopías, y por ello fracasará el que le haga caso a Oswaldo Alfonso en Suecia. El cambio será resultado de una crisis estructural, en la que participará toda la nación, cuyo rol Alfonso pretende ignorar. 57


En este caso él es el gatito de su refrán, pues le da por repetir el maullido elitista propio de su formación como obrero comunista en el taller de impresión en el periódico Granma. Es esta mentalidad estrecha, gatuna, la que le impide analizar el proceso de transformación de Europa del Este, y resulta tan “profesional” en su análisis, que no se le ocurre otro caso que la excepción violenta de Rumania para fundamentar sus teorías, dictadas por no se sabe quién. Y aún así, el misceláneo, que tanto reflexionó en grupo, demuestra su desconocimiento de los hechos traídos a colación. Parece desconocer que Rumanía pese a sus diferencias con respecto a Moscú, cayó como parte del proceso desatado por la dirección del Partido Comunista Soviético encabezado por Gorbachov, en el mismo momento (año 1989) en que se desplomaron, como fichas de dominó colocadas en filas, los regímenes de la Europa socialista, todo ello en medio de una política de máxima distensión entre la URSS y los Estados Unidos. Gorbachov y Reagan se dan la mano en 1987 poniendo fin a la Guerra Fría y dando inicio a una auténtica distención. Dos años después, en 1989 tienen lugar una cadena de revoluciones, en su mayoria pacíficas, que dieron fin a los regímenes comunistas europeos. Omite nuestro oponente que fue en última instancia un sector tan poco reformista (en su apariencia exterior) como el ejército rumano, tan similar al cubano en su ideología, el que definió el cambio en Rumanía, y que fueron cuadros dirigentes de esas mismas fuerzas armadas y de aquel partido de acero; Ion Iliescu1, Petre Román, los generales Militaru y Stanculescu, el jefe de las tropas élites Ardeleanu, los viejos comunistas Silviu Brucan y Alexandru Birladeanu, los que conformaron el Frente de Salvación Nacional e iniciaron el controversial proceso de desestalinización en el país balcánico. La “oposición” apenas si se sintió, En cambio hay que reconocer el papel espontáneo del pueblo, de la minoría húngara de Timisoara, que intentó impedir la deportación del pastor Laszlo Tökes, opositor a la política de “sistematización” étnica impulsada por Ceausescu, y sobre todo la acción espontánea, y por tanto 1-Ion Iliescu fue una de las figuras claves de la revolución rumana. Resultó elegido presidente del país desde 1990 a 1992, de 1992 a 1996, y entre 2000 y 2004. Todo ello a pesar de un pasado comunista indeleble. Se unió en 1944 a la Uniunea Tineretului Comunist (Unión de Jóvenes Comunistas) e ingresó en el Partido Comunista en 1953, convirtiéndose en secretario del Comité Central de la Unión de Jóvenes Comunistas en 1956 y miembro del Comité Central del Partido en 1965, encabezando el departamento de Propaganda, asimismo, fue Ministro de la Juventud entre 1967 y 1971. Al estar en desacuerdo con la política cultural de Ceausescu, fue siendo apartado paulatinamente de la vida política por sus desviaciones ideológicas. Resurgirá como presidente del Frente de Salvación Nacional en la revolución de 1989. Todo un hijo rebelde de la Revolución. 58


inesperada de las masas convocada por Ceausescu para que le vitorearan en su balcón que da a la Plaza del Palacio en Bucarest. Esa misma masa, cansada de aplaudir el dictador, como tantas veces hacían los cubanos en la Plaza de la Revolución, fue la que dio, con unos cuantos muertos por delante, la señal de que había llegado la hora final del totalitarismo, protestando contra el líder, allí mismo, donde se esperaba la adoración ritual. La seguridad masacró al pueblo, y el ejército, se enfrentó a ésta. Por supuesto, si el ejército y el tirano estaban enemistados, fue por las purgas iniciadas por Ceausescu dentro de éste, temeroso de que los militares graduados en las academias soviéticas, estuvieran complotados contra él bajo la influencia de los reformistas soviéticos. Así la masa rumana, que era idéntica a la que en Cuba desfila y aclama a los Castro, y cuadros reformistas del partido, fueron los actores fundamentales de un cambio, que nunca habría tenido lugar en condiciones de guerra fría. Esto es lo que ignora el flamante analista misceláneo.

Ceausescu 59


Como también ignora Oswaldo Alfonso, en su simpleza, que no basta con estar en contra del régimen cubano para acertar en táctica o estrategia. Que no se trata en Cuba Nuestra de discriminar por ideologías como él tergiversa; por ejemplo Vladimiro Roca, por muy socialista que sea, en la medida que se acerca a la intransigencia, le hace daño al movimiento democrático y eso es lo que para nosotros importa y lo señalamos, del mismo modo que aprobamos a alguien como su tocayo Payá que más cristiano no puede ser (y por eso quizás tan sabio) y que merece nuestro aplauso por la inteligencia de su lucha, por su capacidad de convertir la ley establecida en arma de lucha. Mientras tanto un ente indefinido e indefinible en términos de las ideológías modernas como lo es ese conglomerado de “misceláneas” que conforma la Asamblea para Promover la Sociedad Civil, se gana nuestro responso, por el mal que hace cuando reclama que no se levanten las sanciones contra Cuba o lanza campañas suicidas de resistencia civil. Es aquí donde el científico triunfa sobre el político en Cuba Nuestra, en el caso de Alfonso Valdés, ocurre lo contrario, somete la verdad a la conveniencia de esa especie de partido de la Unidad en que se han convertido los misceláneos. El análisis de la oposición cubana no pasa por los carteles, típicos e inapropiados en estos momentos, de socialistas o conservadores, izquierda o derecha, sino por los ejes mucho más claros y definitorios como son los del diálogo versus confrontación, aislamiento versus contactos. Los que en estos momentos abogan por el aislamiento y la confrontación frenan el progreso de Cuba, y el protagonismo de todo el pueblo en el cambio, así vamos a señalarlo, aunque se molesten los intransigentes y quienes buscan su gracia y perdón atacándonos. Nosotros respaldamos firmemente el compromiso del mundo con el movi-miento democrático que de verdad lo es, no confundimos como tú y los comunistas, estado y gobierno. Por eso somos partidarios de todo tipo de contacto, porque a través de ellos se llega a todo el pueblo, no sólo a aquel, que disiente abiertamente, sino también el que está por hacerlo, porque esa es la manera de promover el cambio. El reformista no está solo, como se imagina Oswaldo Alfonso en sus esquemas, en la cumbre del poder, está en todos los niveles de un pueblo que es mucho más que esa oposición que parece ser lo único que le importa a los duros del destierro. El movimiento democrático es un concepto amplio, sin carnet de identidad, en el que la disidencia es sólo la punta del iceberg, y del que participan también, aunque no se vean y los intransigentes quieran arrancarles 60


hoy las cabezas, los miles de Iliescu que se incuban en todas las estructuras del sistema, incluidas las bases, está en el maestro que cumple con su trabajo y que apartándose, cada vez que pueda del guión adoctrinario, enseña a sus alumnos valores humanos, jugándose el puesto, está en el obrero que reclama legalmente derechos reduciendo al absurdo la legislación laboral vigente, hasta en el jefe de una sección política que usa sus poderes para impedir lo que desde su ideología podría ser una injusticia, está en el artista que va probando espacios críticos, en el investigador social que hace propuestas arriesgada, en todos los que poco a poco van despertando a pesar del embargo y las visas negadas. En resumen, del movimiento hacia la democracia participa el pueblo entero, quien en su momento hará historia, sin necesidad del látigo de las san-ciones. Pero Oswaldo no ve eso, porque desconoce o no le convienen ver el sistema entero. Prefiere abogar por la estrecha unidad de los ínfimamente suyos, los grupos pequeños de lo que los misceláneos llaman, muy a la manera de ellos, “movimiento cívico democrático”, poco más que nada dentro de la grandeza del pueblo. La historia reciente de la isla caribeña, sin embargo, le da la razón a Cuba Nuestra. Demuestra los peligros que encierran los estrechos cánticos a la unidad como los de Oswaldo Alfonso Valdés, viejos toneles, donde viajan de polizonte hacia el futuro, los nuevos tiranos. Carlos Manuel Estefanía Director de Cuba Nuestra

61


Orlando Fondevila: eterno forjador de revolucionarios

O

rlando Fondevila nació en el año 1942 en el Cerro, La Habana. Hijo de cubana y de un campesino gallego, Fondevila quedó huérfano a los dos años, creciendo en una familia de pocos recursos. En 1959 triunfó en Cuba una revolución proclamada para los humildes y por los humildes, que puso en fuga a las clases acomodadas y que fascinó a los menos afortunados, los negros, los guajiros y por supuesto a los hijos des inmigrantes, que como Fondevila, a sus 17 años, no eran más que desempleados. Era pues, nuestro personaje con sus 17 años ya un hombre, como se es en Cuba a esa edad, sobre todo cuando la vida ha sido tan dura. Orlando tuvo clara su opción desde el primer momento. Muchos de su generación se sumaron a la resistencia, en particular aquellos que lucharon contra Batista, Fondevila, sin pensarlo dos veces, se entregó de lleno a la revolución, con tanta fascinación, que se dejó engañar por la dama durante treinta largos años. Y así fue que Fondevila ingresó en la organización de Jóvenes Rebeldes; ¿rebeldes contra qué? Podríamos decir parodiando al propio Fondevila. Y así fue que Orlando Fondevila, se subió al carro de la victoria, haciendo de los conductores sus padres adoptivos; se sumó a sus congas, arrollando con extraño paso celta, y cantó con entusiasmo consignas de orden, tales como esa de: “somos socialistas palante y palante y al que no le guste que aguante, que aguante” o “Fidel, seguro, a los yanquis dale duro”. Y no es que Fondevila lo haya reconocido públicamente —eso ni loco en su actual empleo—, sino que de no haberse prestado para ese choteo, jamás podría haber terminado las dos carreras universitarias de las que se graduó en Cuba, la de profesor de literatura y la de licenciado en sicología. Carreras reservadas a personas integradas, como se decía en los tiempos juveniles de aquel pichón de gallego. Y no era para menos lo de la idoneidad, pues en una sociedad comunista, si hay alguien que debe ser de confianza para el Partido, es aquel en cuyas manos se coloca la formación de los niños y jóvenes, así como la salud emocional del pueblo, es decir el maestro y el psicólogo, las dos profesiones 62


de las que Orlando hizo. De ellas obtuvo conocimientos que primero utilizó en la construcción del socialismo, y luego para ganarse un cómodo puesto en el exilio, para convencer, a los que combatieron a Castro de siempre, que el también es uno de ellos, duro e intransigente como el que más. Fue así que Orlando se convirtió en lo que decía Martí, y machacaba la publicidad revolucionaria, en maestro, que es hacerse creador, en su caso, de hijos de la revolución. Y no se piense que evadió la responsabilidad tomando como materias las más alejadas de la política, matemáticas, biología o física, sino de Español y literatura, las dos disciplinas con que, de manera más grata, se moldea la cosmovisión revolucionaria. Pues allí donde el comisario no entra por su dureza doctrinaria, sí pasa la ideología subsumida en los ejercicios gramaticales, o camuflada en alas de la imaginación literaria. El maestro navegó con suerte, llegando a trabajar en el Instituto de Perfeccionamiento Educacional, donde fue profesor de Literatura Española hasta que estalla el comunismo en Europa. Es entonces, tras treinta años de abnegados servicios a la revolución, que el maestro descubre que el comunismo era malo, y que de un momento a otro podría venirse abajo. Da un paso arriesgado, en 1990 se integra a la oposicición, pasando por la “Asociación de Periodistas Independientes”, el “Consejo Nacional de los Derechos Civiles” y más tarde, el “Movimiento Demócrata Cristiano”. Siete años pasó en la disidencia interna Fondevila, contra los 30 que pasó sirviendo a la revolución, el saldo resulta favorable a la primera. Mas hay que reconocer que el acoso represivo hizo pesada su vida en la segunda etapa. Por fin, en 1997 logra salir de Cuba, a diferencia de otros exiliados que han pasado las de Caín en su destierro, el viejo “Joven Rebelde” (literalmente hablando) cayó de pie. Guillermo Gortázar, hoy ex diputado por el Partido Popular, quien le había ayudado a salir de Cuba, lo hizo empleado en la Fundación Hispano Cubana , nacida en 1996, y de paso redactor de su revista. Lamentablemente “la Fundación Hispano Cubana”, presidida por Gortázar, es una institución demasiado cercana al Partido Popular [español] como para no despertar en Fondevila viejos reflejos condicionados. Y así como el perrito de Pablov, que salivaba al sonido de una campana, Fondevila ladra a todo el que no le guste al partido que hoy le manda. Y es que no es fácil para gente de su edad librarse de las viejas manías de obediencia ciega a la ideología de quien le paga. Sobre todo cuando, carente de talento e imaginación, encuentra, gracias a ese partido, los contactos y la posibilidad de canjear favores, lo que le permite publicar poemas ensayos y artículos imposibles de 63


Orlando Fondevila. Foto: Carlos M. Estefanía

recordar por lo poco o nada que aportan en forma y contenido. Y así, las redes y algún que otro librito están llenas de inspiraciones y panfletos de Fondevila. Y como si fuera poco espacio para empercudir con su falta de talento, hasta en Radio Martí mete la pezuña. Pobres contribuidores, y sobre todo pobre audiencia que espera de este “periodista” una visión objetiva de España. Lamentablemente lo que hace Fondevila es editorializar la información con disciplina de periodista de Granma, sin apartarse una pizca del guión previo trazado por su partido, que no es el comunista, sino el PP. Es una lástima, pues un pedagogo y psicólogo formado en Cuba podría contar mejores cosas que las que Fondevila nos dispara con voz nada radiofónica. Como persona no parece mala gente, bueno, más bien no parece nada de lo poquita cosa que es. Pero cuando escribe de política, ahí sí que se revuelve la fiera y aparece un Fidel Castro al revés y como siempre, cargado de intransigencia. Y no es que el texto sea del todo tonto, tiene su inteligencia, la del hombre que coloca todos los recursos de su saber para caerle bien a quien le conviene, en este caso, a los que no saben mucho de cómo funciona Cuba. A los que esperan de antemano escuchar que todo es malo y que lo mejor es darle fuego al jarro hasta que suelte el fondo. Y esto es una lástima. En su condición de ex maestro cubano, Orlando Fondevila tiene una terrible deuda con su pueblo, en especial con los miles de jóvenes y profesores que pasaron por sus manos, que deformó, no sólo por los aprobados en masa que 64


debió dar siguiendo las normas, sino por el engaño al que se prestó, obviando en la formación cultural de sus alumnos a los autores del exilio o usando la obra sesgada de José Martí, la poesía más comprometida de Rubén Martínez Villena, los cantos de Nicolás Guillén, la novela de Alejo Carpentier, o las loas que desde el continente hicieron a la revolución Pablo Neruda, Mario Benedetti y Ernesto Cardenal, para confundir y los sentimientos y trasmitir de manera muy “cultivada” las mismas consignas de su etapa “rebelde” y sobre todo, sembrar en su alumnado lo malo que cree descubrir en nosotros. Todo ello canalizado efectivamente con la inspiración pedagógica de Antón Makarenko y empleando en la práctica las teorías psicológicas de Vigotsky y de Leontiev. Pero Fondevila no quiere saldar su deuda con los cubanos de la isla, está apurado en recuperar el tiempo perdido. Tanta premura le lleva a entregarse en los brazos de la intransigencia con la misma devoción con que aguantaba los cuernos de la Revolución. Y repite para su nueva amada sólo lo que ésta quiere escuchar, aunque en su discurso agresivo se aleje cada vez más de aquellos a los que formó, o les cierre más los ojos, o los espante más por el mal ejemplo que les da de lo que es un exiliado cubano. Es una lástima que tanto saber se tire por la borda, aún más que Fondevila, arrastrado por su servilismo, se apreste a atacar a quienes tanto hizo por adoctrinar; a los hijos rebeldes de la revolución. Hasta ahí ha llegado la bajeza del antiguo maestro “revolucionario”, y lo hace avizorando que puede salir mal parado, titulando su ataque vulgar, propio del mal escritorzuelo que es Fondevila, como: Nota única y definitiva para los “hijos rebeldes de la revolución cubana”. Y es que Orlando no es tan tonto como parece cuando hace periodismo, por debajo de su texto, por encargo, está la astucia del viejo ladino, que sabe más por viejo que por diablo, lo conveniente de anticipar su retirada cuando se trata de atacarnos. El ataque es motivado por la carta dirigida al gobierno sueco por nuestra redacción, carta que ha despertado las malas pulgas de lo más brutal del exilio cubano, y por supuesto los ladridos de sus perritos falderos. Pena debería dar a quien bien pudo ser nuestro maestro, darnos un ejemplo que tanto lo aleja de un Varela, o un Luz y Caballero. Con pedagogos como Fondevila, lo mejor es ser el peor alumno de la clase, los menos aventajados, pues los mejores, los que más le hicieron caso, todavía están en Cuba, dormidos por la dictadura, custodiando presos politicos o dando golpes en una brigada de acción y respuesta rápida, convencidos de que hacen lo mejor por la patria. Vergüenza debería sentir quien alguna vez leyó 65


Poemas Pedagógicos y Banderas en la Torre, caer en las bajezas en que cae Fondevila, al hacerle la guerra a quienes debería apoyar con todas sus fuerzas, y que si alguna falta tuvieran, no sería culpa de ellos, sino de pedagogos como él mismo, es decir sus formadores al servicio de comunismo. No importa si Fondevila es incapaz de cargar con su pasado, o rehacer lo desecho. Nosotros asumimos la tarea y auto educándonos en la libertad y razón que se nos negó en las aulas de los Orlandos Fondevilas. En sus nombres despertaremos al pueblo con inteligencia y tacto de los que carecen esos Fondevilas, que aún enseñan en la isla y los que fuera de ella escriben para el exilio. No le gusta a Fondevila que declaremos persona “non grata” a Marta Beatriz y su Asamblea para Promover la Sociedad Civil, ¿Y dónde está el pecado? Tampoco tienen que agradarnos a nosotros la gente que le gusta a él. De entrada, por razones de generación, los que como Fondevila, Roque y Roca, dedicaron tantos años a forjar la jaula en que nos educaron, ahora, van como Juan que se mata, en busca del tiempo perdido y el amor del exilio. A éste lo engañan pero no a nosotros, sabemos la pata de la que cojean y eso es lo que denunciamos en nuestra carta al gobierno sueco. Le molesta que recordemos su pasado comunista, como si ello fuera un improperio, quizás lo sea en su mala conciencia para Fondevila, pero no para nosotros que distinguimos al idealista del opresor entre los comunistas, y que consideramos que quien lo fue de corazón, trae consigo un saber que no tiene quien siempre combatió al comunismo. Este saber del excomunista es una llave que puede abrir las puertas de la libertad de Cuba, llave que Fondevila, para asegurarse un jornal, tiró por el retrete del avión cuando salió de la isla. Extraños nos encuentra Fondevila, y como tales nos reconocemos, porque después de tanto trabajo de adoctrinamiento, nos hemos liberado. En cualquier caso, no gracias a las clases de un profesor dogmático como tuvo que haber sido este señor, que sólo ha cambiado de amo, que es tan totalitario en su expresión, y que con la filosofía de los lacayos confunde la moderación con “besos y flores” o cosa “de niñitos llorones”. Niñitos llorones no somos nosotros, son aquellos que Fondevila obligaba a trabajar en el campo cumpliendo su deber de maestro revolucionario. Llorón es Fondevila cuando se exalta contra nosotros y se queja de que no nos coloquemos el yugo que él mismo impone a su pensamiento por cuatro euros. Qué bueno que recuerde Fondevila los primeros “años confusos, enloquecidos y criminales del castrismo” ¿Quiere decir que los demás no lo fueron? ¿Que luego, cuando se hizo maestro, la locura cesó, que no fue en 66


la confusión en la que educadores y psicólogos como éste, dejaron caer a la juventud cubana?. Fondevila en sí no vale nada, pero como modelo funciona, es el típico escribidor de nuestro exilio, la gente de mente estrecha, incapaz de entender la ironía, y eso que es maestro de Literatura, y hasta se deja llamar poeta, no es capaz ni de captar la connotación de la frase con la que Cuba Nuestra subvierte esos lemas con que los adultos como él intentaron colocar hormas a nuestro pensamiento. Nosotros podemos reírnos de esas consigas, Fondevila no, las lleva demasiado prendidas en su alma, más que como víctima, como diseminador de ellas. Y ahora, al verlas tratadas con irreverencia, reacciona contra nosotros, como alguna vez reaccionó en un matutino contra el pionerito que se quitaba la pañoleta, o el testigo de Jehová que se negaba a saludar la badera o a gritar , bajo su férrea mirada: “Pioneros por el comunismo seremos como el Che”. Nuestra rebeldía no es sólo contra una política equivocada seguida por Estados Unidos, es contra el régimen cubano y contra la mediocridad de seres como Orlando Fondevila, sus servidores de siempre, pues se sirve a un amo cuando se le obedece, y también cuando se ejecuta lo que a ese le conviene, como hace Orlando Fondevila al atacarnos. De esta manera, el ex maestro le da la razón a los propagandistas de La Habana o a sus agentes encubiertos, y hará que el pueblo de Cuba tema o dude cada día más de los exiliados. Sin quererlo Fondevila seguirá forjando en la isla o fuera de ella —por rechazo a su persona, no por amor a Fidel— ya no hijos rebeldes de la revolución como nosotros, sino, simplemente, lo que los Castro llaman revolucionarios.

Carlos M. Estefanía Director de Cuba Nuestra

Fuentes: Orlando Fondevila, Galicia, Asturias y Cuba http://www.libertaddigital.com/php3/opi_desa.php3?cpn=18838 Víctor Llano, El cubano de la Fundación Hispano Cubana http://libertaddigital.com/php3/opi_desa.php3?cpn=12497 67


Guillermo Milán justificó el paredón Respuesta a Ada Mirtha Mendoza

E

stimada Ada Mirtha Mendoza un amigo ha enviado a mi buzón tu articulo “Cuba es nuestra”, aparecido en el portal Cuba, Democracia y Vida. Allí te refieres a esta revista y lo menos que debo hacer, como su director, es contestarte. Comenzaré diciendo que te felicito, por la foto con que ilustras tu escrito, se te ve una mujer agraciada, por otra parte estoy plenamente de acuerdo contigo en el título, Cuba es Nuestra, es de todos los que amamos aquella isla y sobretodo de aquellos que no queremos que corra la sangre entre hermanos, ¿estás conmigo? Me alegra mucho que hayas entrado en nuestra página como hacen miles de lectores diarios, no importa que en ellos sea un hábito y en tu caso, por casualidad. Cuba Nuestra es así, una vez que se prueba crea adicción, ya te tendremos pronto de nuevo por casa. Lamento en cambio que te entristezcas, al ver como satirizamos una de las consignas puestas en boga a principio de la Revolución por los llamados Jóvenes Rebeldes, a los que pertenecía por cierto, tu colega en Cuba Democracia y Vida, Orlando Fondevila. También resulta que tal eslogan tampoco le gustaba a Fidel Castro. Seguro recordarás, mejor que nosotros —yo tenía sólo 14 días de nacido—, el discurso dado por Castro el 13 de marzo de 1962, en la escalinata de la Universidad de La Habana, cuando homenajeaba a los mártires del asalto al Palacio Presidencial. Entonces, el Comandante —que ya no lo es de nosotros— dijo: “Aquí hay muchos que se creen más revolucionarios que nadie, y creen que la Revolución está en gritar, y creen que la Revolución está en decir: “Izquierda, izquierda.” No les quiero hacer ninguna crítica a los Jóvenes Rebeldes, desde luego, porque ellos han rectificado algunas de sus consignas. Por ejemplo, ellos decían: “Somos socialistas, pa’lante y 68


pa’lante, y al que no le guste, que tome purgante.” A mí no me gustaba, sinceramente, esa consigna, porque no era positiva. La cambiaron: “Somos socialistas, pa’alante y pa’alante, y el que esté de acuerdo, la mano levante”. Esa es positiva, esa consigna (APLAUSOS); lo otro, es presentar el marxismo como un purgante: “Y al que no le guste, que tome purgante.” No está invitando a nadie a estudiar, no está invitando a nadie a convertirse al marxismo; le dice “te lo tragas, si quieres y si no quieres; si no te gusta, toma purgante.” ¿A quién van a conquistar con eso? “Izquierda, izquierda, izquierda siempre izquierda”, eso no es el socialismo, eso puede ser Izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo “ ¡Mira tú que cosa! ¿quién nos iba a decir?: uno que Fidel fuera tan moderado, dos; que regañaría a los suyos, como hoy tú nos regañas a nosotros, tres; que tanto tú como él estuvieran de acuerdo en lo inapropiado del eslogan. Es por él, no por ti, de quien no sabíamos ni que existías, que nos burlamos de la consigna. A Castro y sus herederos, como ves, no les falta inteligencia para descubrir a sus enemigos, la misma que le falta a los exiliados que ven enemigos en todas partes, menos al infiltrado que tiene ante sus narices. De ellos se vale para contrarrestar nuestros efectos, manipulando el sentido de lo que hacemos, diseminando rumores por la red, para que la gente reaccione en nuestra contra, sin pensarlo dos veces, sin estudiarnos detenidamente, tal y como tú haces. Hay que tener, como se dice en España, “muy mala leche” para no descubrir de primera y pata la terrible subversión que representamos para el régimen imperante, aunque no sólo para él, reconozcámoslo. Eso quizás tú no lo puedas captar, pero ellos sí. Y tienes una manera muy fácil de comprobarlo. Si un día regresas a la patria, cosa que nosotros no podemos hacer por dedicarnos a una obra tan bella como es Cuba Nuestra (que también es tuya), llévate unos cuantos ejemplares de la revista y prueba a repartirlos en una plaza cualquiera. Te aseguro que durarás en la calle lo que un merengue en la puerta de un colegio. Serás arrestada inmediatamente y enjuiciada, como lo fue el poeta Raúl Rivero, contra quien, por si no lo sabía, usó el fiscal, entre otras pruebas acusatorias, la de la tenencia en su biblioteca de ejemplares de Cuba Nuestra. Así de grande es el miedo que esta revista inspira al gobierno. Yo comprendo que para ti, que asististe a su nacimiento, y presumiblemente has estado fuera de ese sistema, consignas como ésta, despierten el espanto; 69


Guillermo Milán cuando justificó los fusilamientos de los inicios de la revolución con los crímenes cometidos por los ejecutados. Foto: Carlos M. Estefanía

para otros, los que participaron hasta no hace tanto en la construcción del mal llamado socialismo cubano, no pasan de ser un vergonzoso recuerdo por el mal que hicieron cantándolas. Para nosotros, que ni sabíamos hablar cuando dejaron de usarse, sólo son un motivo de relajo. Otra cosa sería jugar con cosas muchos mas serias y realmente asociadas con la muerte de cubanos como fue el grito de “Paredón”. Eso sí no lo hemos hecho jamás, no sólo porque no habíamos nacido, o no teníamos conciencia cuando las turbas lo gritaban, sino porque la muerte por fusilamiento es algo demasiado serio, a lo que nos oponemos por principio, y con lo que no bromeamos, entre otras cosas, por el respeto que nos merecen los familiares de cualquier cubano que haya sido asesinado por sus ideas políticas, ya sea fusilado o por un atentado. Tú hablas de que a tu padre te lo mataron negándole sangre en un post operatorio, “que era un hombre de conducta intachable, retirado de sargento, en el Ejército del ex-presidente Batista, que ese era su único delito” . Realmente lo sentimos mucho, auque hay que decir que ni él ejército era de Batista, sino de la república, ni su condición de presidente lo suficientemente legítima. Lo que sí podemos afirmar, que la muerte de tu padre, si es cierto lo que dices, no tiene justificación alguna, como no la tienen tampoco las desapariciones y torturas efectuadas por muchos de los militares que se consideraban batis70


tianos, combatientes de un ejército condenado al fracaso, no por la fuerza de sus oponentes, sino por la desmoralización de ese “presidente” al que debían defender, y por algo aún peor, la infiltración comunista iniciada en los tiempos del coqueteo de Fulgencio con los representantes de Stalin en Cuba, a fines de los años treinta. Desmoralización e infiltración, he ahí las causas de porqué un puñado de barbudos aficionados a las armas pudo derrotar un ejército concebido en la academia para proteger las instituciones, y las leyes de la república, leyes que no avalaban las ejecuciones de la Sierra, ni las que tuvieron lugar apenas tomaron el poder los seguidores de Fidel Castro. No estoy diciendo lo último para congraciarme contigo. Se trata de un planteamiento que he dejado escrito en Miradas cruzadas, un libro del que soy coautor, terminado en el verano y que saldrá pronto en España, te lo recomiendo aunque la recomendación venga de gente tan cercana. Dices: “A mi padre me lo mataron, como casi a todos los que mataban injustificadamente, buscaban motivo para matar si no era fusilado”. Y unos renglones después te desvives en elogio al editor y redactor de Cuba Democracia y Vida, por lo bien informada que te tiene. Qué paradoja, Guillermo Milán justificó el paredón dado en los primeros años de la revolución. Nosotros, en cambio, nunca hemos legitimado un sólo fusilamiento. Pero le agradeces a él y es a nosotros a quienes nos echas en cara tu padre muerto. Y no es que tu amigo estuviera borracho, o hablando en un círculo cerrado de amigos cuando afirmó aquello, no señora, le contaré en detalles.

El público seguía con enorme atención el debate en ABF, las palabras en español eran traducidas al sueco por un representante de los anarcosindicalistas. Foto: Carlos M. Estefanía 71


Fue poco antes de fundar esa Cuba democracia y vida, que tanto te gusta, que Guillermo Milán se paró en un teatro de Estocolmo, repleto de público, para decir, con palabras aún mas duras, que las ejecuciones acontecidas tras la caída de Batista sí eran justas, dado los crímenes que estos fusilados habían cometido. En ese sentido, el director de CDV fue, si no más, por lo menos tan fidelista como Fidel. Y para que tengas una idea del impacto que pudieron tener estas palabras expondré su contexto. Las declaraciones de su amigo justificando aquellas muertes tuvieron lugar en medio de una conferencia sobre la oposición cubana y la izquierda, realizada el lunes 22 de noviembre del 2004, en los edificios centrales de la Federación de Estudios Obreros ABF, en Estocolmo. Ese día el sindicato de los anarquistas suecos había invitado al ex guerrillero argentino-cubano Jorge Masetti para que hablara de la situación cubana, oportunidad que Masetti aprovechó para declarar lo siguiente: “yo no niego mi condición de hijo de la revolución, pero al mismo tiempo reivindico mi derecho a ser un rebelde frente a la revolución”, sintetizando en pocas palabras la filosofía de Cuba Nuestra. El salón estaba abarrotado de suecos, fundamentalmente de izquierda, que había ido allí a conocer lo que realmente pasaba en Cuba, también había algún miembro de la colonia cubana en Suecia. Cuando le tocó al público hablar, su amigo Milán pidió la palabra, y en lugar de preguntar, improvisó un enrevesado discurso, dicho en español y con traducción al sueco. Fue ahí donde aseveró la justicia de los primeros fusilamientos de la revolución, y los que diferenció de los que tuvieron lugar tras el juicio contra el general internacionalista Arnaldo Ochoa. Afortunadamente Jorge Masetti, dio la respuesta que habríamos dado nosotros; ni los primeros fusilamientos, ni los últimos están justificados en Cuba. Una vez sabido esto, lo mejor que podría hacer usted es convocar a una reunión de colaboradores y redactores de Cuba Democracia y Vida, para definir cual es la posición que tienen con respecto a aquellos acontecimientos. Si afirmativamente, creen que la pena de muerte se justificó o se justifica en Cuba, entonces que le cambien el nombre a la página y le llamen Cuba Dictadura y Muerte. Si no lo creen entonces que Guillermo Milán le explique a todos, sin dejarla pendiente, como ha hecho con lo de su misión internacionalista, por qué le dio ese día por darle argumentos a la muerte, frente a todos los presentes en ABF. No creo que sea un acto de maldad por parte de señor Guillermo Milán, sino de simple incultura política, una incultura que no dudo compartan quie72


nes hacen de Cuba Democracia y Vida, con menos inocencia que usted, señora mía, una trinchera para atacar la opción humanista, de cara al futuro, que Cuba Nuestra representa. Por aquello de “dime con quién andas”, habría que convocar, pues, a los raperos oficiales de la página de Milán: Jesús Noches, Cecilio Leal, José Valdés, “Qkito”, Ricardo Laurenti —cuyas rimas, ciertamente, no llegan ni a la chancleta de Otra canción del Pirata, o el empalamiento de Milán—, así como a los miembros de la Unión de Cubanos en Suecia que escriben cartas a ella; Vidal Fajardo, Enrique de Armas, Héctor Fernández, Maricarmen Gordillo, Julio Varela, Lic. Bárbara Fajardo; sin pasar por alto a colaboradores de la talla intelectual de un Octavio Dilewis, Orlando Fondevila, Wenceslao Cruz, Oswaldo Alfonso Valdés, etc, etc, etc. y decirles una vez congregados: aquel de ustedes que nunca mató, fusiló, que nunca gritó “paredón”, o que nunca justificó la muerte de un cubano, que tire la primera piedra. Veremos quién lanza el guijarro.

Carlos M. Estefanía Director de Cuba Nuestra

El público sigue con atención el debate en ABF, las palabras en español eran traducidas al sueco por un representante de los anarcosindicalistas. Foto: Carlos M. Estefanía 73


Pável Ovidio Damas nos respalda Hola Carlos Manuel

S

oy un fiel lector a esta revista electrónica, la verdad te diré que quienes nos gobiernan y además quienes están en su contra son un tongón de dinosaurios (cito dinosaurios a una expresión utilizada por el cantaautor Carlos Varela en su viaje a EEUU cuando le negaron la visa de entrada al país americano), que no se adaptan a los tiempos modernos, tiempos cambiantes, esta gente tiene un odio tan grande que no les importa la agonía y el sufrimiento de nuestros compatriotas en Cuba. Yo apoyo todo lo que le recomiendas a Fredrik Reinfeldt. En mi opinión esta gente ni quieren democracia ni quieren cambios, y veo que a muchos le han molestado tus recomendaciones al primer ministro sueco. Es que pretenden seguir con lo mismo, el grupito de Miami junto a muchos otros sectores tanto fuera como dentro de la isla, pretenden seguir con la ya agotada y gastada política de embargo, cada año la recrudecen más y más, una política ya obsoleta que viola además los derechos humanos que tanto ellos dicen defender, sin contar con otra serie de barbaridades de ese mismo grupito. Este grupito tiene poder financiero y todo aquel que se enyunte con él recibe su parte de ganancia, como aquello que dice así: “el que a buen palo se arrima, buena sombra lo acobija”. A este grupito nunca les ha interesado un cambio en la isla, al contrario el día que ese cambio ocurra no sé de qué vivirán porque nunca han doblado el lomo, los verdaderos patriotas no son los que se fueron sino los 11 millones de cubanos que siguen allí, esos sí tienen todo mi respeto, y como mismo comienzo me despido reafirmando que te apoyo en tu declaración de recomendaciones al primer ministro sueco con respecto a la política exterior hacia Cuba. Ojalá y te hagan caso que si se guían por los torpes politiqueros de la extrema derecha de Miami estaremos más jodidos que antes y Suecia se ganará el repudio internacional. Yo a usted lo admiro muchísimo, siga así que usted es un tipo estudiado y prueba de eso es que eres profesor de filosofía en una universidad en Suecia. Ya quisieran muchos llegarte a los talones. ¡Felicidades!. ¡Aquí estamos! otro cubano más que no se esconde en el anonimato. Ovidio Pável Escalona Damas 74


Jorge Masetti nos escribe

Estimado Carlos y equipo de Cuba Nuestra:

H

e visto, e incluso seguido la polémica —si así podemos llamarla— desatada en torno a vuestra “propuesta al gobierno sueco”. Ustedes, con nombre y apellido, como residentes o ciudadanos suecos se permitieron, o mejor dicho, utilizaron su condición de ciudadanos libres para dar su punto de vista a las autoridades de la nación en que residen sobre como entienden deben ser las relaciones con Cuba, donde nacieron y a la que aman. ¿Quien puede negar ese derecho? parece que unos cuantos. Da lástima. No pretendo, ni merece la pena, dar respuesta a cada uno de ellos, por el contrario sería una pérdida de tiempo. Hubiera sido mucho mejor, que individual o colectivamente esos “patriotas” hubieran dado una respuesta política contradictoria a vuestra propuesta; No, prefirieron las ofensas, el ataque personal, las descalificaciones. En última instancia, su actitud, les dio la razón a ustedes. Granma no lo hubiera hecho mejor. No faltaron ni los “ismaelillos” (pioneritos formados por el régimen) como Guillermo Milán, que hicieron poemas absurdos y sobre todo carentes de talento, ni los policías que ven un “agente enemigo” en todas partes. En fin, es tarde, y creo, el tema no vale la pena. Sólo quería afirmar que desde que leo vuestra página he visto la solidaridad de Cuba Nuestra con todos los que son perseguidos en Cuba, el espíritu plural que los anima, vuestra rebeldía contra el sistema que impera en Cuba y vuestra búsqueda de reflexión. He visto, entre otras muchas cosas, la eficacia del trabajo que por los cubanos que pretenden ser libres ustedes realizan en Suecia. Desde ya, toda mi solidaridad, y, por favor, no dejen de ser rebeldes, es decir, sigan con toda libertad y desparpajo diciendo los que les dá la gana porque entienden que es correcto. Un abrazo fraternal. Jorge Masetti 75


Luz Modroño sobre carta de Cuba Nuestra al gobierno de Suecia

S

ólo unas palabras de agradecimiento y admiración por la Carta al Gobierno Sueco. Suscribo plenamente vuestro análisis que, una vez más, tanto me recuerda al esfuerzo ímprobo que los españoles debieron realizar por conseguir una transición pacífica hacia la de-mocracia. Algunos nombres son citados por vosotros en el artículo, sólo quisiera señalar que dicha transición y no volver a caer en una confrontación armada en mi país fue posible tanto al esfuerzo como a la claridad de ideas y la fuerte voluntad de todos los sectores implicados en la construcción de esta España democrática de la que hoy disfrutamos, desde los que ocuparon importantes puestos de decisión y poder en la España franquista hasta los que sufrieron con el exilio, la cárcel o su propia vida semejante sistema y que nos ha hecho ocupar uno de los puestos más serios y creibles en el panorama internacional. El sufrimiento que cualquier dictadura produce en la ciudadanía, especialmente en los perseguidos por ella, es descomunal pero la acumulación de rencores, odios... sólo son expresiones emocionales que a nada conducen sino al mantenimiento y la justificación represiva del régimen. Parte del exilio cubano, emisor de un mensaje de revancha, de no-diálogo, de desobediencia civil ha hecho y sigue haciendo mucho daño a la disidencia cubana y a la comprensión y solidaridad del resto del mundo hacia Cuba. Hora es ya de que el pulso comenzara a equilibrarse y vosotros lo habéis conseguido con vuestras palabras. Inteligenica y corazón para hacer de Cuba un país en el que la convivencia sea posible y en el que la democracia, el reconocimiento del derecho de todo ser humano a ser libre y vivir sin miedos y la paz y no la victoria sean la enseña de la nueva Cuba. Un muy fuerte abrazo y de nuevo mi agradecimiento y felicitación personal por vuestro excelente análisis. Luz Modroño 76


El profesor Rolando Morelli opina

Muy estimado Carlos:

U

n saludo muy cordial. Hace ya tiempo que no participo, por decisión propia, en debates de carácter político sobre el tema cubano, porque me parece en la mayoría de los casos un ejercicio inútil. Haré sin embargo la excepción en esta oportunidad teniendo en cuenta que me has invitado expresamente a colaborar con ustedes y a que has acogido con beneplácito mi literatura de creación artística. Te escribo para romper una lanza en el debate que tiene lugar en las páginas de la revista, a propósito de la carta dirigida por su redacción al nuevo gobierno sueco, intercambio éste que ya exhibe indicios de deterioro evidentes, por lo cual sería, en mi opinión, mucho mejor para todos prestar atención a lo que se dice (vale señalar, a las opiniones contrarias) antes de responder con cualquier exabrupto. Es, precisamente, lo que en principio me mantiene alejado de tales intercambios de opinión sobre el tema. Paso, seguidamente, a expresar algunas de mis observaciones en relación a la carta y a las ideas suscitadas a manera de respuesta. La desconfianza. Tal vez el primer escollo que enfrentamos los cubanos en esto de “hablar de Cuba” sea precisamente la desconfianza a priori a que nos ha acostumbrado, y en la que nos ha educado, el régimen actual. Lo de actual es significativo porque generalmente se aplica a algo que corresponde al presente, pero transitorio. En nuestro caso, el presente se refiere a algo detenido en el tiempo, es decir el pasado como permanencia. Una gran tragedia sin duda. Los cubanos vivimos, y hemos vivido en un museo de atrocidades llamado “revolución cubana”. Es también un museo de ilusiones que a la vez que instalado en el pasado, se confirma como presente y aspira al futuro. Una de sus características más acusadas es la simulación, y de esa tendencia a la doble y triple moral nace en parte la desconfianza. Una vez que logramos escapar a aquella pesadilla y nos sentimos a salvo, por lo general nos afirmamos en nuestras creencias a rajatabla y cualquier opinión diferente se nos antoja no 77


sólo reprobable, sino incluso alevosa y traicionera. Creo que ésta apreciación describe el tono que ha adoptado desde el comienzo la polémica, comenzando por el lenguaje empleado en la carta. Ya en la época de Martí andaban los agentes interesados, de lo que da cuenta el apóstol, dividiendo y separando a los cubanos de adentro de los cubanos de afuera, o lo que viene a ser lo mismo, a los cubanos de los cubanos. De manera que, a partir de semejante predisposición, nos enzarzamos por “quítame ahí esas pajas” en una batalla campal que sólo puede darnos más víctimas. Suceda dentro o fuera de Cuba, esta política sólo puede favorecer a los carceleros que se han apoderado de nuestro país y se arrogan el derecho de definir nuestra identidad como nación, como pueblo y todo lo demás. No se trata de ignorar las diferencias de opinión o de abrazar sus postulados, sino de reconocerlas y respetarlas en la medida en que también sean respetuosas de nuestra diferencia. Francamente, creo que todo eso ha faltado en la polémica, comenzando con la carta. Los lugares comunes. Como bien decía Orwell, al que aquí parafraseo, no es necesario vivir en un país totalitario para pensar y sentir como tal. Es más, creo que requiere un gran ejercicio de autocontrol y de madurez no sucumbir en un momento u otro a actitudes autoritarias, que si no llegan a cuajar en totalitarismo es sólo porque no nos lo consentimos. En Suecia como en los Estados Unidos y en todas partes se cuecen habas y hay quienes defiendan como legítimo aquello que tanto dolor nos causa a los cubanos, y a lo cual, si se aplicaran simplemente índices de decencia humana, resultaría indefendible. Yo he vivido ya casi la mitad de mi vida en los Estados Unidos, y he visitado Europa innumerables veces para saber que ni los Estados Unidos son una unidad homogénea, ni mucho menos lo es Europa. La falsa apreciación de que sí lo son constituye uno de los lugares comunes que se repiten y sobre los cuales se basan muchos de los argumentos que, si la premisa es falsa, deben por fuerza resultar igualmente falsos. He aprendido por experiencia propia, que quienes en general hablan mal de los cubanos de Miami, lo hacen en realidad de todos los cubanos amparándose en lo que parece una verdad incuestionable: que los cubanos miamenses son una especie aparte. Ningún cubano se originó en Marte o en Júpiter o en cualquier otro planeta, de manera que allí donde estemos reproducimos la Cuba en la que nacimos o crecimos o la que ha crecido en nosotros. A otro nivel, sucede lo mismo con los llamados “intransigentes” entre los cubanos. Naturalmente que los hay, y se hallan tanto dentro como fuera de Cuba y corresponden a todos los colores del espectro político. Es necesario observar las referencias a los demás para no caer en 78


79


nuestras propias intransigencias y provocar las respuestas intransigentes. No nos olvidemos de que el castrismo ha cultivado para sus fines este lenguaje y estos extremos: “los gusanos”. “la mafia de Miami”, “los anexionistas”, y un largo etcétera. ¿No sería mejor para la causa de Cuba dar verdadera cabida a las diferencias de opinión, sobre todo cuando ellas sean diferentes, y no sólo cuando sean tan ínfimas que no alteren la ecuación? Tampoco deberíamos de tomar casos aislados como ejemplos de conducta generalizada. El ejemplo del Sr. Hernández acerca de la presunta discriminación contra los cubanos en Suecia por parte de una compañía norteamericana como argumentación contra el embargo comercial, independientemente de la posición que uno adopte respecto a la conveniencia o inconveniencia de tal política, no puede erigirse en argumento categórico del cual se desprendan una serie de conclusiones que no son sino generalizaciones. Le propongo al polemista, que hace referencias siempre a situaciones como las películas con indios y “caras pálidas” un ejemplo de algún modo semejante: Hollywood es, según el punto de vista que se adopte, una expresión acabada de la sociedad y el modelo norteamericanos. Para algunos refleja la conciencia en crisis de esta sociedad porque está dominada, según se alega, por la izquierda (en los Estados Unidos se habla de “los liberales”), en tanto que otros dirían exactamente lo contrario. Es decir, que “Hollywood” les sirve a tirios y a troyanos para “ejemplificar” sus tesis respectivas. A mí me parece, por el contrario, que esa misma dicotomía, o más bien tal pluralidad refleja los polos y el resto (con sus muchos matices) de esta sociedad y de este país. ¿Será por eso que, tal y como demuestran muchas encuestas y estadísticas, el público europeo en su gran variedad prefiere este cine al que se hace en sus respectivos países, pese a los subsidios que en muchas partes de Europa tiene esta industria? No quiero alargar demasiado mi participación en este intercambio. Ojalá que suscite una respuesta positiva, a tenor con la intención que la motiva, y teniendo en cuenta lo que realmente es, una invitación a reconsiderar el tono y la dirección del debate. Rebobinemos el carrete y volvamos a tomar las riendas de un intercambio que está obligado a ser civilizado e inteligente o no valdría la pena.

Con todo mi afecto, Rolando Morelli 80


Respuesta a Ileana Curra

Estimada señora

A

pesar de no habérnosla enviado, ni avisado de su existencia, he leído su nota “A Cuba Nuestra, Suecia”. Debo confesarle que me agrada mucho el hecho de que usted haya leído con detenimiento la “Carta abierta del Cuba Nuestra al gobierno sueco, por la independencia de Suecia y la democratización de Cuba”, pues su difusión y debate entre los cubanos fueron nuestros objetivos al hacerla pública. También me agrada que exponga sus puntos de vista, y que lo haga de una manera tan respetuosa. Sepa de paso que en Cuba Nuestra, a diferencia de otros medios en la red, tiene usted un espacio para debatir con su redacción. Ahora vayamos al grano, es decir las cosas en las que discrepamos. Aunque no es lo primero en su texto, deseo tomar como punto de partida su apelación a que no involucremos en nuestro discurso a ese exilio donde vive. En este sentido debo recordarle el quinto de los diez mandamientos por los que rigen su conducta los redactores en Suecia de Cuba Nuestra: “No permitirás que te censure nadie más que tu conciencia”. En este caso no hay nada en mi conciencia, y supongo que en la del resto de los firmantes de la carta, que nos prohiba hablar del exilio, mas bien nos parecería una cobardía no hacerlo, aún más cuando, como reza el cuarto mandamiento de Cuba Nuestra, “No dejarás de cuestionar al mundo que te rodea”, un mundo del que, gústenos o no, forma parte ese colectivo humano al que se refiere. Desafortunadamente, además de las muchas gentes buenas que hay allí, existen en ese exilio sectores irracionales que asumen, por dinero, ineptitud o ideología las políticas más equivocadas hacia Cuba; para nosotros, se trata de las mismas facciones que orgullosamente se autodenominan “intransigentes” al punto que organizan marchas por la intransigencia. También se da la situación de la existencia de un electorado desesperado y desarraigado cubano-americano, fácil de manipular en sus sentimientos, más que de ilustrar sobre qué es lo mejor 81


para Cuba. A todo eso nos referimos en nuestra carta, que al tener implicitos diferentes lectores, nos sirve para dar un aldabonazo a ese mismo exilio que usted representa, para que despierte y emprenda el camino que ayudaría a la democratización de la patria. Desdichadamente es ese sector, mal conducido, el que determina la política norteamericana hacia Cuba y su equívoco debe ser tenido en cuenta a la hora de diseñar cualquier estrategia alternativa. Por otro lado, llamar las cosas por su nombre no es una falta de respeto, es simplemente decir verdades, para eso salimos de Cuba y así lo haremos mientras sirva de beneficio a la patria. Asimismo, no creo que el gobierno norteamericano o el exilio sean la causa fundamental de lo que pasa en Cuba, pero sí que pudiesen ser un factor importante de salvación del país si no estuviese tan confundido. Lamentablemente, con la política equivocada que llevan sólo contribuyen a incrementar el mal en lugar de remediarlo. Y siendo un ente “libre” es bueno que se le señale donde está fallando, para que rectifique. Así lo hacemos indirectamente en la carta, donde señalamos el lugar del error, ya sea para que lo corrija, ya para que el gobierno sueco sepa cómo debe lidiar con éste a la hora de ayudar a los cubanos. No se trata de odiar a los Estados Unidos, sino de que Suecia no se pliegue a una política, nacida del debate electoral y no intelectual, sin dejar que la razón se imponga a las pasiones cuando de salvar a Cuba se trata. Usted considera que la “coincidencia con el régimen castrista sea tan exacta”; a nosotros no nos parece así, es verdad, podemos concederle a algunas de sus expresiones formales como cuando dentro de la lógica de sus instituciones (y sólo dentro de ellas, convengamos) hablan de “sucesión presidencial”, y hacemos esto porque para nosotros no se trata de caer en discusiones bizantinas sobre el tipo de cambio que hay en la cúpula cubana, sino de lograr propuestas prácticas para lograr la democratización esencial de Cuba, tanto en el plano político como económico. Por otro lado no caemos en la falla intelectual que hacen muchos exiliados de decir que esto es negro, si el régimen dice que es blanco. Que el régimen cubano miente a menudo lo sabe todo el mundo, pero lo que parecen olvidar sus enemigos más ineptos es que miente mezclando verdades y mentiras, negar por principio todo lo que dice, resulta tan ridículo como aceptarlo todo. Nosotros no caemos en esa trampa y como tenemos capacidad de análisis y mente independiente podemos afirmar, sin vergüenza alguna y sin someternos a nadie, eso que tanto le molesta pero que es nuestra convicción: “el embargo debe ser 82


eliminado incondicionalmente, no es más que un estúpido intento de traer la democracia” . Y por supuesto ya que no parecen imperar por allá, donde usted nos escribe, se hace necesario que Suecia mantenga la independencia y la cabeza fría eligiendo muy bien sus consejeros, quienes no son precisamente los que provienen de Miami. En cuanto a que en el exilio hay “terroristas ”, o personas con vocación de tales no es un invento del Granma, es una verdad, desgraciadamente, resultado de nuestra cultura política, que se constata con sólo escuchar las emisoras del exilio. Allí todavía hay quien se vanagloria de las bombas que puso antes y después de la revolución, eso también es un hecho y negarlo sólo le resta crédito a usted, tanto como afirmar con respecto a nosotros que “La coincidencia con el castrismo es tan obvia que me parece estar leyendo el Granma”; de tal afirmación sólo se desprende, o que usted nunca ha leído el Granma o que usted no ha entendido nada de lo que decimos en nuestra carta. Si lo duda envíesela a la redacción de ese periódico a ver cómo reaccionan, en el mejor de los casos, no va a ser con una respuesta tan respetuosa como le damos nosotros. Pregúntese luego el por qué. Una cosa debe saber, nuestos corazones, que son muy grandes y bien ubicados en el centro del pecho, no albergan resentimiento alguno. Partimos de la convicción de que con el resentimiento no se puede cambiar al mundo; fracasaron los comunistas en su utopía por apelar a él, y fracasan los exiliados que basándose en ese mismo estado del alma quieran diseñar una estrategia para democratizar a Cuba. Por ello aplaudimos proyectos ajenos a toda revancha y extraordinariamente inteligentes o como son Todos Cubanos, o las propuestas de Arco Progresista, tan criticadas por esa misma intransigencia de la que venimos hablando. Se trata de proyectos que en última instancia respetan la legislación vigente o en que el grado de beligerancia es mínimo con respecto al sistema, porque buscan caminos trascendentales para superarlo. Si se les compara con la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba, la estrechez de miras se convierte en el signo distintivo de la última. Siendo los tres proyectos, Movimiento Cristiano Liberación, Arco Progresista y APSC, tan diferentes en su naturaleza, tenemos motivos suficientes para considerar que también son distintas las razones del régimen para mostrar grados de tolerancia hacia ellos. Para nosotros, en el caso de los dos primeros, lo que trata el gobierno de hacer es de mostrar su moderación; en el segundo, de favorecer su desarrollo, al punto que inhibe leyes diseñadas supuestamente para combatir a quienes promueven el embargo, que aplica implacablemente 83


sobre la prensa independiente, pero que de pronto quedan en el limbo cuando aparecen lideres como los de la APSC abogando clara y explícitamente por el mantenimiento de medidas que sólo dañan al pueblo de Cuba. En cuando a la condición de excomunista de Martha Beatriz Roque, si bien es un terrible tabú para sus adoradores en Miami, para nosotros no significa en sí nada malo, se puede haber sido comunista por ideales y por ideales dejar se serlo. Como ya he escrito, lo malo no está en haberlo sido, sino en tirar por la borda el conocimiento que solamente un comunista adquiere del modo en que piensan sus compañeros, así como de los mecanismos movilizatorios del modelo mal llamado comunista. En pocas palabras, lo malo no es haber sido comunista, sino que en la oposición al comunismo, ese ex comunista se comporte con la torpeza del que no sabe a lo que se enfrenta, es decir, de aquel que nunca fue comunista. En ese sentido la estrategia de Cuesta Morúa, es digna de elogio y debería servir de modelo a los tanques pensantes de Miami. Por supuesto, el gobierno sueco, si se va a comprometer con la democratización de Cuba debe ser alertado, sobre quienes son los que como la Asamblea para Promover la Sociedad Civil, paralizan la transición, y así no involucrarse con esos obstaculizadores. En cuanto a lo de considerar equivocado el criterio de que es la “organización favorita del exilio cubano”, debemos especificar que no lo es de todo el exilio sino de personas como usted. Su propia respuesta es una de las tantas señales de la adoración que se siente por el grupo de la señora Roque, la misma que como se demuestra fehacientemente en los textos que sirven de referencia a la Carta al gobierno de Suecia —y que evidentemente usted no ha consultado—, no ha tenido el menor escrúpulo en solicitar que Estados Unidos no cese con las sanciones económicas contra Cuba, y cual si fuera poco, intenta involucrar, sin éxito afortunadamente, a las Damas de Blanco y al Proyecto de Bibliotecas Independientes en sus actividades. Y para que no le quepa duda le invito a consultar nuevamente las referencias de la carta al gobierno sueco: 1 - El Secretariado Ejecutivo de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en carta a congresistas cubanoamericanos ha declarado: “podemos asegurar a ustedes —y por su conducto al Congreso de ese gran país [USA]— que nuestra coalición no apoya la adopción por parte de los Estados Unidos de medidas unilaterales dirigidas al levantamiento total o parcial del embargo existente”. Félix Bonne Carcassés, René Gómez 84


Manzano, Martha Beatriz Roque Cabello, Carta del Secretariado Ejecutivo de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil (APSC) a Congresistas Cubanoamericanos, en Misceláneas de Cuba, Estocolmo, No 4, Julio-Agosto 2005. página 28 2-Miriam Leyva, Damas de Blanco no participarán en envento de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba, 2006-10-9, en www.cubanuestra.nu 3-Beatriz del Carmen Pedroso, Proyecto de Bibliotecas Independientes de Cuba no participará en congreso promovido por La Asamblea para Promover la Sociedad Civil, 2006-10-6 en www.cubanuestra.nu En cuanto a su desconocimiento del antinorteamericanismo existente en Cuba, creo que ello obedece a su desconexión de la realidad cubana. Ese antinorteamericanismo usted puede ponerlo en duda usando los miles de exiliados y balseros, pero no podrá borrar los efectos reales de la propaganda oficial cubana, los errores norteamericanos en el mundo, más las posiciones como la suya, que se basta para mantener vivo lo único que impide la transición cubana, el miedo en Cuba a los norteamericanos. Aquí no se trata de adorar a nadie por su valor o sus intenciones, sino por lo acertado de su propuestas, y cuando éstas no lo son, como ocurre con las incitaciones irresponsables a la desobediencia civil que se dictan desde Miami, eso hay que denunciarlo, del mismo modo que denunciaremos todo lo que le haga daño a los cubanos de la isla siguiendo el segundo mandamiento de nuestra redacción “Amarás al pueblo de Cuba por encima de todas las cosas”. Y eso se lo aplicamos al embargo comercial de Estados Unidos, el cual en tiempos de globalización no se ejerce sólo sobre los derechos de los cubanoamericanos, o los ciudadanos de esa nación sino que puede afectar y discriminar a cualquiera compatriota u organización, establecidos, incluso en Suecia, por el sólo hecho de presentarse como cubanos, así quedó fehacientemente demostrado cuando los vendedores de Dell en Suecia se opusieron a vender una computadora a la Sociedad Académica Eurocubana, se trata de una aplicación extraterritorial de leyes norteamericanas, no contra el gobierno de Cuba, sino contra su pueblo, y repito “Amarás al pueblo de Cuba por encima de todas las cosas” Por último, ya que menciona su condición de ex presa política al despedirse, le diré mi opinión sobre el tema del presidio político. La cárcel, particularmente 85


la cubana, es muy dura, a unos los quiebra, a otros les pudre el alma, colocando allí donde estaban los ideales más puros un odio enceguecedor, que obsesiona a la víctima con la Ley de Talión, haciendo que pierda la perspectiva de los verdaderos objetivos de su lucha. Pero la cárcel también puede hacer crecer a los hombres y mujeres que pasan por ella, agrandarles el alma, dándoles la sabiduría necesaria, ya no sólo para derrotar en el plano espiritual y material a sus carceleros, sino incluso para liberar a sus pueblos, como ocurrió con Nelson Mandela. Quebrarse, pudrirse o crecer, esas son las tres elecciones del preso político, reflexione sobre cual de ellas debe ser la de usted. Luego veremos si está en condiciones de de mostrarnos el camino a la libertad. Cordialmente Carlos M. Estefanía 86


Sobre la polémica con Ileana Curra Sr. Estefanía

E

n democracia tenemos que aprender a respetar las opiniones ajenas y a aceptar la convivencia pacífica, sin exclusiones. Si algo debe de rechazarse es el derecho a excluir. Lo mismo de Ud. hacia el exilio de Miami, como del exilio de Miami hacia Ud. Sabemos que su manera de pensar no representa todo el exilio cubano en Suecia y también que la linea intransigente de sectores en Miami no representa el sentir del exilio de Miami. Si algo debemos en exilio de aprender de la inmensa mayoría dentro de la oposicion interna cubana es el acuerdo entre ellos de no hablar mal del otro. El documento “Juntarse, palabra de orden” hace ese compromiso. Aunque Oswaldo Payá no lo firmó él también lo sigue. Tengo una comunicacion abierta y continua con Marta, Oswaldo, Vladimiro, Elizardo y otros. Estos por lo menos promueven ese concepto de no atacar a compañeros en la oposicion ni sus proyectos. ¿Por qué no tratamos de imitarlos a ellos en exilio ? En Suecia radica ahora Oswaldo Alfonso. Tal vez él le pueda dar referencia sobre mi trabajo con la oposicion interna y en el extranjero. Oswaldo les falló a sus compañeros en la oposición cuando los juicios de la Primavera Negra; bajo mucha presión que él no pudo sobrellevar. Como somos cristianos entendemos que también Pedro negó a Cristo tres veces y sin embargo fíjese de lo que fue capaz después. En cuanto a Ileana Curra, la conozco bien, y le puedo afirmar que es una tremanda mujer que lo ha arriesgado todo con una cubanía insobornable. No todo lo que ha hecho y hace se ha publicado. Respetuosa de las opiniones ajenas. No hable mal de los cubanos de Miami, ni de la línea intransigente dentro de este exilio tampoco. Nuestro vino, aunque a Uds le sepa agrio, es nuestro vino. Hablemos de los planes proactivos que tenemos, los cubanos juntos, para llevar la libertad, la democracia, la convivencia pacifica, la prosperidad, la justicia social... No crea que no conozco el sentir europeo. Tanto Vladimiro, como el Dr. Biscet como Marta me acreditaron formalmente ante el Consejo de la Unión 87


Europea en 2005 como en 2006. Oswaldo Payá y su MCL, aunque no me acreditaron formalmente, nos coordinamos para defender la misma posición, ellos en el Parlamento Europeo y un servidor ante el Consejo de la UE. Europa se concientiza finalmente de la miseria moral y material del pueblo cubano bajo el totalitarismo marxista-lenista-estalinista. La cancillería checa salió a defendernos en enero 2005 con una fuerza moral imparable. Ya en junio del 2006 la cancillería española fue responsable de que se aceptara el punto 3, sugerido por la oposicion interna ante el Consejo de la UE, para que se incluyera en el texto de las Conclusiones del Consejo. Sólo que no se incluyó la parte más significativa de nuestro pedido que fue que se reconociera dentro del Consejo de la UE la legitimidad internacional de la oposición interna, por ser nacional y democratica. En eso tal vez Uds. pudieran ayudar cabildeando al nuevo gobierno sueco para que se una a los europeos del Este en pedirle a Finlandia que incluya este tema en la próxima reunión del Consejo de la UE, sin esperar a junio del 2007. Trabajamos también de este lado del Atlántico en un proyecto totalmente cubano para salir en apoyo humanitario para lograr la independencia económica de la oposicion interna (sin exclusiones) y contaremos con Uds. una vez amarrados todos los cabos legales y de distribución, para que nos juntemos también en esto, si les parece bien el proyecto. Trabajemos sumando y no restando. Al juntar voluntades la nación cubana ganará. Espero conocerlo en uno de mis viajes a Europa Quedo de Uds, Cordialmente Eduardo Pérez Bengochea 88


Ileana Curra nos envía el escrito aparecido en Cuba, democracia y vida

A Cuba Nuestra. Punto y final

N

o es mi intención mantener una eterna polémica con nadie. Mucho menos cuando del otro lado existe un fanatismo que raya en la falta de respeto contra aquellos que no piensan exactamente igual. De hecho, esta será mi última respuesta a Cuba Nuestra. Es obvio la posición que mantienen contra este exilio en Miami, al cual demonizan del mismo modo que lo hace el castrismo, por lo que creo, nada cambiará ese modo de pensar. Para empezar, los Diez Mandamientos aparecidos en su página deben ser para los que, como ustedes, creen en sí mismo. Sigan ajustados a ellos, porque eso, es realmente su problema. Yo no he prohibido que hablen de este exilio. Lo que sigo creyendo es que le faltan el respeto a cubanos que han dado mucho por Cuba, incluyendo su propia vida. Cosa que muchos no están dispuestos a hacer por muy patriotas que parezcan. Como no hay nada más que discutir sobre el criterio que tienen referente a la intransigencia que tanto les molesta, entre otros adjetivos, incluyendo el de terroristas, no vale la pena discutirlo. El “aldabonazo” que tanto mencionan sería muy bueno que se lo aplicaran en el momento justo en que intentan denigrar a tanta gente que lo único que quiere es ver a Cuba libre. 89


Menos mal que no albergan resentimiento alguno y tienen un corazón bien ubicado en el centro del pecho. De lo contrario hundirían a Miami, del mismo modo que Castro lo ha planificado por tantos años. Es por eso entonces que guardan todo ese afecto para aplaudir los proyectos socialistas de Todos Cubanos y el Arco Progresista. Creo que es un derecho que tienen, más allá de ser fieles a sus Diez Mandamientos, los cuales no son los de Dios. Sobre la adoración que dicen ustedes que siento por Martha Beatriz, creo es otra de sus faltas de respeto. Quiero aclarar que no idealizo a nadie. Si hay alguien en este mundo que adoro realmente, es a mi hijo de apenas nueve años de edad. Idealizar a alguien como tal, traería la misma desgracia que hace 47 años llegó a Cuba cuando realzaron al déspota que, gracias a Dios, le queda muy poco. El hecho de que, apoye su línea de lucha, es algo que me concierne a mí y es un derecho que tengo como tal. Voy a obviar todo lo que dicen referente al absurdo antinorteamericanismo de los cubanos, al embargo de EU, que es algo que le concierne nada más a este país y a nadie más, a pesar de que la ONU se encarga de sancionarlo por ello y no al régimen por reprimir, al dolor que sintieron porque no les vendieron la computadora, a los fantásticos proyectos que apoyan y a la mentira de que la 90


Asamblea intenta involucrar a las Damas de Blanco y al proyecto de Bibliotecas Independientes, porque no vale la pena arar en el mar. El último punto que voy a mencionar es referente al análisis psiquiátrico que han hecho sobre la cárcel política cubana. La que, según ustedes “a unos quiebra, a otros le pudre el alma…”, “…también puede hacer crecer a los hombres y mujeres que pasan por ella…”, donde ponen al final de la cita el magnánimo ejemplo de alguien que fue a la cárcel por ejercer la violencia y luego convirtieron en un Dios, a pesar de visitar al Diablo en La Habana cada vez que ha querido, y quien en un viaje a Miami no quiso conversar con ningún prisionero político, Nelson Mandela. Ustedes podrán discrepar en lo que quieran. Pueden opinar absurdamente sobre un tema que desconocen en su totalidad. Pero, plantear lo que puede sentir o no alguien que haya pasado por la cárcel castrista, es realmente irracional. Sobre todo cuando, en un intento de hacer un análisis psicológico sobre el tema, hablan en nombre de quienes han sufrido, sin saber ni siquiera lo que es pasar una noche en una oscura celda llena de insectos, ratas, e infecciones. No voy a describir el horror de una celda de castigo. Ni siquiera el desgaste emocional de vivir encerrada sin saber si algún día vas a salir viva de allí. Ya lo he hecho, y creo que muchos han sabido solidarizarse sin cuestionar que pude haber salido quebrada, podrida o crecida, según el profundo análisis de ustedes sobre cómo puede salir un preso de la cárcel, y donde me piden, de la manera más arrogante, que “reflexione sobre cuál de ellas debe ser usted”. ¡Qué pena! Cuando la agudeza se confunde con la animosidad y se trata de ser perspicaz, sin serlo, la combinación se vuelve fatal. Fue en este tema donde me han demostrado qué es lo que realmente sienten contra nuestro exilio en Miami. Esto pudo ser una polémica realmente democrática, pero, justamente en ese tema, sí que no acepto cuestionamientos sutiles. Es todo lo que tengo que decirles para terminar esta polémica.

Iliana Curra Exiliada cubana en Miami Ex presa política

91


Respuesta a Eduardo Pérez Bengochea

Estimado Eduardo Pérez

E

n primer lugar permítame agradecerle el envío de su carta; en ella expone puntos de vista sobre nuestra respuesta a un escrito de la señora Iliana Curra, escogiendo el lugar más indicado, la revista Cuba Nuestra. Por otra parte debo señalar en su misiva cierta confusión entre la lógica del político y aquella a la que nos sometemos nosotros, que es la del científico. En nuestra condición de analistas objetivos; estamos obligados a actuar como no lo hace el político, al tiempo que no nos esta permitido hacer, lo que aquél suele, por ejemplo; entrar en pactos de silencio con sus colegas (un acuerdo que rara vez cumple). Nuestra misión fundamental, además de informar sobre Cuba, es la de señalar las vías racionales para alcanzar un objetivo, en este caso, la democratización económica y política de la isla. Como parte de este cometido está buscar y señalar la falla. Si una vez indicada la trampa, se persiste avanzar hacia ella, serán el pueblo y la historia quienes “excluyan” a los que allí caigan, no nosotros. En cuanto a la señora Curra; ha sido ella, por propia iniciativa y de manera unilateral, la que ha comenzado y terminado el debate –siempre tan saludablecon Cuba Nuestra. Nosotros nos hemos limitado a señalar, de manera muy respetuosa, los que nos parecen puntos débiles en su discurso. De paso subrayo, que el valor de sus palabras no radica en que provengan de alguien que, según usted asegura, es: “una tremenda mujer que lo ha arriesgado todo con una cubanía insobornable”. Cuando se trata de debatir ideas, tales enunciados están de más, y nada importa que sea una Juana de Arco o se tenga el coraje del pirata cubano Diego Grillo. Lo relevante es el peso de los argumentos, y los de Doña Curra, más allá de su carga emotiva, resultan muy flojos. 92


En cuanto a lo del cabildeo que nos pide; debo decirle que esa no es nuestra especialidad, que seguiremos haciendo lo de siempre, decirle a Europa y al resto del mundo, cuál es la manera más apropiada, según nuestra opinión, para ayudar al pueblo de Cuba a alcanzar el máximo grado posible de libertad y bienestar material, sin importarnos si lo que decimos, encaja o no en las agendas políticas del gobierno, la oposición o el exilio. Sin más, queda de usted Carlos M. Estefanía Director de Cuba Nuestra 93


Su “respuesta” a mi contribución sobre la polémica con Ileana Curra

Sr. Estefania

N

o me asigne el adjetivo de político a diferencia del método científico, sin conocerme. Por ejemplo, le pudiera decir que estudié Ingenieria Química en el Instituto Tecnológico de Georgia (Georgia Tech), que trabajé como ingeniero de planta por tres años y que me ascendieron por mi trabajo ‘científico’ a Director de la Planta Piloto de esa misma empresa multinacional. Y que me independicé poco después y mi éxito ha sido en el campo científico, que también me ha permitido el éxito económico. Aprendí a trabajar en equipo, no sólo en lo científico y comercial, también en los deportes de equipo y en buscar la convergencia democrática dentro de las fuerzas democraticas cubanas. Cada ser humano es distinto y valioso. Más que juzgar las diferencias siempre me ha ido muy bien aceptar los aportes positivos de todos. Llegando primero a la meta, que es la prueba mayor. La sociedad estadounidense se destaca por su sistema gerencial (american management system) que pone a científicos, obreros, gerentes, etc (a todos) a trabajar en conjunto por una meta común y a reconocer el valor tanto del barrendero de la empresa como del gerente general. El respeto y la motivacion del ser humano es muy importante. Si el tema es la liberación y democratización de Cuba entonces la convergencia democrática es más pragmática, me parece, que estar enfatizando las diferencias entre las fuerzas de la oposición, y ¡mire que desde 1960 estoy en esta lucha! y en adición soy virgo, así que entrar en detalles no me cuesta trabajo y desmeduzarlos menos. Pero entrar en esos debates para mí es verdaderamente improductivo. Sobre todo si se termina con la exclusión de unos por otros.

94


Óscar Haza, presentador del programa A mano limpia.

No me parece provechosa todavía la descalificación que hace de personas y grupos que no piensan como Ud. Sobre todo teniendo un enemigo común tan poderoso, el régimen totalitario de Cuba. Por ejemplo le diré que el MCL me seleccionó para que participara en un contrapunteo del proyecto Todos Cubanos en el popular programa de televisión en Miami ‘A mano limpia’ que dirige Óscar Haza. Allí estaban Julio Hernández del MCL, Ondina García Menocal asociada a la Arquidiócesis de Miami y también Ileana Curra, invitada por el canal de TV. Fue un debate civilizado. De hecho el MCL quedó muy contento con las aportaciones de todos, menos, tal vez, las de Óscar Haza que el MCL entiende fué demasiado confrontacional en las preguntas que le hacía a Julio Hernández . Le sugiero que obtenga una copia de ese debate. Sinceramente Eduardo Pérez Bengochea

95


Carta de Ichikawa sobre Miami

Sr. Carlos Estefanía Director de Cuba Nuestra Queridísimo amigo:

A

nte todo un saludo. Quiero decirte que en estos días, en que el crecimiento de las páginas de opiniones sobre Cuba es directamente proporcional a su aburrimiento, tengo en Cuba Nuestra una amiga recurrente. No podía ser de otra manera, contando con un director como tú, consistentemente entrenado en los estudios de sociedad. Es por eso que mis opiniones sobre la revista, si de algo son sospechosas, es de solidaridad e incluso de acatamiento. Amparado en esa confianza quiero decirte algunas cosas sobre una polémica sobre Miami y ciertos “mandamientos” que encontré hoy en tu edición de la mañana. Como se sabe, la era global supone una división internacional de estereotipos. En esa distribución, también se sabe, a Miami no le ha tocado el más cómodo. Criticar a Miami es un punto de partida, incluso un ardid para entenderse con otras leyendas; por ejemplo, con el “mito” de los canguros australianos, los vinos franceses, los toreros andaluces, la violencia rumana o los charros mexicanos. Esos y otros estereotipos han formado un sistema de representaciones contra fácticas que es a lo que llamamos globalización. Todo escritor quiere apuntarse el más crítico slogan sobre Miami. Es cierto que los bautizos oficiales como “capital del sol” o “puente de las Américas” son cursis y descaradamente apologéticos. Pero son igual de previsibles los nombramientos críticos.

96


Hasta una persona tan seria como Lorenzo García Vega trató de anotarse una con el ridículo homenaje de “Playa albina”, que algunos adulones habaneros acataron de inmediato. Reinaldo Arenas no resistió la tentación de soltarle “potrero de asfalto”, y La Jiribilla, tan contradictoria, le sembró en un “link” como “Pueblo Mocho”. De todo esto se infiere que la “idiocia miamera” es una condición (también) construída, y que cada cual contribuye al crecimiento de esa estupidez en dependencia de su talento. Así es el juego. Para satisfacer el estereotipo, escritores que son unos santurrones cuando escriben para periódicos de Madrid o Buenos Aires, sacan el látigo anticastrista y se vuelven ultra conservadores cuando publican en Miami. Parece entonces que eso es lo que quieren leer los habitantes de esta ciudad y que es eso lo que piensan realmente. Al satisfacer oportunistamente el prejuicio, terminan consagrándolo. Un ejemplo reciente. La edición de El Nuevo Herald del martes 14 de noviembre incluye un artículo titulado “Periodista cubana revela que fue violada por Teófilo Stevenson”. No existe ninguna razón para que no creamos en la denuncia y lamentamos el barbarismo que pudo cometer este consentido del régimen de La Habana. Pero la periodista Lisette Bustamante, la declarada víctima, afirma que la violación fue cometida en 1984, es decir, hace 22 años: ¿qué tiene Miami, qué capacidad de juicio ha mostrado para que sea precisamente aquí donde se denuncie este delito?, ¿no pudo decirlo en otra parte? Creo que Miami no le ha mostrado a esa periodista algo en particular. A no ser la certeza previa de que en esta ciudad se va a acatar con simpatía todo lo que lesione la imagen del castrismo; aún cuando parezca incongruente y sea extemporáneo. Y yo, como lector de Cuba Nuestra, te digo que ese presupuesto es falso. Un fuerte abrazo hermano mío,

Emilio Ichikawa Miami Noviembre-2006

97


Nuestra estirpe es la de bronce

Henrik Jesús Hernández

A

ti lector(a) dedico estas palabras y dejemos que sepan de ellas aquel que denosta y nos arranca el corazón con que vivimos. A ti que nos has acompañado en esta travesía de 11 años y permitamos que se enteren, quienes intentan minar nuestro seguro puerto. En honor a los eternos camaradas que descubren la verdad. En misericordia a los falsos profetas que pretenden excomulgarnos. En adoración a la trilogía de la hermandad. Te narro esta historia. Tú, lector(a), recuerda y ten presente: “No se tomará en prenda el molino, ni la muela de piedra del molino, porque ello sería tomar en prenda la vida misma” Deuteronomio 24:6 Los vientos arremolinados me lanzan a la embravecidas aguas de ese gran río de la vida que es la política. Realmente prefiero la apacible contemplación y la reflexión para escrutar los misterios, como Rama iniciado, portador del estandarte del cordero y orgulloso de ser hijo de la viuda. Inmerso en las aguas he tenido la oportunidad de empuñar el timón, juntos a otros capitanes de esa una humilde pero afortunada nao de honroso nombre: Cuba Nuestra. A nuestros oídos, desde las profundidades del monte y a la distancia histórica de dos centurias, llega el retumbar de los batas, el firme golpear de los pies desnudos sobre la tierra de un guerrero color del ébano, que entona su canto de guerra en su palenque tan bien se asimila al canto: “Yo sé que es preciso vencer / yo sé que es preciso luchar / yo sé que es preciso morir / ... 98


/ Es un tiempo de guerra / es un tiempo sin sol”. Y es que no podemos ser amigos del mal, al mal hay que dar maldad, como hacía el bravo mambí cuya acción contraguerrillera recogió el trovador disidente en su texto: Si el enemigo viene a darte la muerte dásela tú Si envilecido odia la libertad de tu corazón muérete por ser libre, muérete por tu nombre, muérete por salvar la dignidad del hombre. La Mar Océana, tenebrosa y llena de misterios ocultos bajos sus aguas borrascosas, donde se dan cita los cuatro vientos, es desafiada valerosamente por nuestra tripulación, los barcos de potencias enemigas tratan de darnos caza, los corsarios al servicio de sus majestades nos persiguen, piratas arrepentidos, temerosos por el juicio final y deseosos de cobrar la recompensa se unen a la inmensa flota de los dos imperios: el del norte y del sur. Creyéndose Poseidón un legati a latere, de aquellos que en las pirámides arrancaban corazones de los cuerpos aún con vidas de los bravos guerreros enemigos, exigiéndonos un sacrificio humano a Kali, la sangrienta esposa de Shiva, para que las aguas se apacigüen y nos promete retirar las cadenas que nos impiden carenar y tomar provisiones frescas, en las aguas del puerto seguro. Levantando su puño ensangrentado ante la multitud pagana, nos pide que lancemos por la borda a una de las doncellas más preciadas, que admiramos y prometimos defender por nuestro honor de hombres —a la libertad (de expresión) y con ello pretende convertir en reo de la falacia a otra aún más preciada a Cuba. Inescrupulosos y falsos iniciados lanzan señales a otras naves, para que nos aíslen y nos expulsen a los abismos, allí donde según ellos termina la mar, sin comprender que nuestro planeta es de forma redondeada. Podemos observar cómo se ocultan detrás de los farallones norteños de los fiordos vikingos fríos y grises entre renos y lapones, temerosos por la presencia del lobo azul.

99


Antonio Maceo, el Titán de Bronce

Una confederación de bandidos del mar, donde no falta el bufón del laúd, han tomado posesión alrededor de aquellas bahías donde podemos recalar para fortalecernos, intentan envenenar el agua que bebemos, sembrando el pánico entre los aborígenes, ante quienes nos presentan como demonios enviados por el maléfico, para que estos nos ataquen y nos den muerte, como a Magallanes en su viaje de circunvalación. Para ellos el mundo debe seguir siendo plano. Vemos como cuatro emisarios de las sombras, se deslizan entre las edificaciones de la magnifica urbe portuaria, portando enseñas amigas y toman contacto con el acephali magister generalis de la Orden, que domina la tierra mágica de los svear. Allí, en presencia de los espíritus fugitivos de la caja de Pandora lanzan su ponzoñoso muérdago. Naves visibles en el horizonte y otras allende del océano abren fuego artillero, para obligarnos a navegar cerca de la costa con el objetivo de que, zozobremos en los arrecifes coralinos tan comunes en estas aguas bajas infestadas de tiburones. Por suerte somos tan marinos de cabotaje como de altura. Ante la villanía, renovamos nuestra alianza contigo —lector(a)— sosteniendo los diez mandamientos —los otros, lo que tú conoces— e izando aún más el negro pabellón. Si alguna vez una lágrima empaña nuestra mirada, no te llames a engaño, será el viento que nos la arranca o el sol que nos da en la cara, no somos de la casta que llora como mujer lo que como hombres no sabe defender. Nuestra estirpe es la de bronce. 100


29 publicación de la sociedad académica eurocubana

29 número

www.cubanuestra.nu

MEMBER OF THE PROFESSIONAL FOREIGN CORRESPONDENTS ASSOCIATION IN SWEDEN

publicación de la sociedad académica eurocubana

NÚMERO ESPECIAL

CUBANUESTRA ISSN 1401-5889

Debate por la independencia de la política sueca hacia Cuba


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.