Plural número 5

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E. Hemingway

-¿No podría escapar de la ciudad? -No -dijo Ole Andreson-. Estoy harto de escapar.

C P Plural número cinco, año II, Primavera de 2014

35 Altar a los Héroes

Libertad Religiosa 09 Yoaxis Marcheco y Rvdo. Mario Félix Lleonart

Si bien solo unos pocos son capaces de dar origen a una política, todos nosotros somos capaces de juzgarla. Pericles

Por una singular justa de pluralidades



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ditorialmente

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l intelectual pertenece a una especie caballeresca: anhela pelear justas que tiemplen el futuro de la humanidad. Empero, podemos también afirmar que aunque parece desmelenarze, el intelctual es el caballero de lances racionales; y no puede menos. Prefiere el intelectual preguntar dos o tres cuestiones antes de lanzarse a liberar a la bella dama que parece ser la víctima del dragón de aspecto amenazante: ¿Cómo, señorita, ha llegado usted a estar en esta situación tan delicada? ¿Señor dragón, tiene usted algo que decir a lo que la bella dama nos ha dicho? En fin, no tiene por qué haber miedos, generalmente no los hay; sin embargo, es preciso investigar cada detalle antes de tomar partido: las apariencias pueden engañar. Mas, una vez que los supuestos dejan de serlo, cuando ya la hipótesis se ha confirmado la pasión intelectual sólo es comparable a la religiosa, se convierte en el arma que lo hace un poderoso contendiente. Y hoy, Cuba, bella dama de nuestros corazones reclama de nuestros necesarios servicios intelectuales. Y por esto es obligado que repasemos una y otra vez cómo ha venido a estar en este aprieto... ¿Cómo? La Cuba de esta segunda década del siglo XXI se encuentra en la posición ideal para aprovechar la política martiana de los equilibrios, vacilantes, que quizás no hubiera sido aplicable a inicios del XX, incluso si hubié-

Porque la razón que los tales suelen decir, y a lo que ellos más se atienen, es que los trabajos del espíritu exceden a los del cuerpo, y que las armas sólo con el cuerpo se ejercitan, como si fuese su ejercicio oficio de ganapanes, para el cual no es menester más de buenas fuerzas; o como si en esto que llamamos armas los que las profesamos no se encerrasen los actos de la fortaleza, los cuales piden para ejecutallos mucho entendimiento; o como si no trabajase el ánimo del guerrero que tiene a su cargo un ejército, o la defensa de una ciudad sitiada, así con el espíritu como con el cuerpo. Si no, véase si se alcanza con las fuerzas corporales a saber y conjeturar el intento del enemigo, los disignios, las estratagemas, las dificultades, el prevenir los daños que se temen; que todas estas cosas son acciones del entendimiento, en quien no tiene parte alguna el cuerpo. Siendo pues ansí, que las armas requieren espíritu, como las letras, veamos ahora cuál de los dos espíritus, el del letrado o el del guerrero, trabaja más. Y esto se vendrá a conocer por el fin y paradero a que cada uno se encamina, porque aquella intención se ha de estimar en más que tiene por objeto más noble fin. El Ingenioso Hidalgo Don Quijote

ramos tenido los estadistas necesarios para ponerla en práctica, y que no tuvimos, no obstante. Entre unos EEUU que ya no son la superpotencia incontrastable de la segunda posguerra mundial, y una América Latina atlántica que, bajo el liderazgo natural de Brasil, parece jugará un papel importantísimo en el futuro inmediato del mundo, pero a su vez a medio camino entre China y Europa gracias a las labores de ampliación del canal de Panamá, y la posible apertura de uno mayor todavía por Nicaragua, Cuba, en esta nueva era para el comercio y el transporte de cargas por mar, realmente amanece al nuevo siglo como el centro del mundo, y en definitiva no ya solo como la llave del Golfo de México. Cuba, como nación transnacional con un 15 % de su población en los EEUU, como la nación después de Canadá más cercana a

Cuba, reclama de una nueva orden de caballeros sabios que la quieran bien...


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los usos, maneras, costumbres y modos de pensar “americanos”, pero a la vez latina y hablante del español, puede convertirse en el necesario puente entre el sur y el norte de las Américas. La Habana, si se aplicara esa política exterior referida no tardaría en opacar primero a Miami, y después en convertirse en lo que dicha ciudad no llega a ser al presente: El centro de las Américas. Cuba puede convertirse a su vez en el nudo más importante del flujo comercial marítimo mundial. Sus puertos, debidamente acondicionados, se encuentran en la posición ideal para la redistribución de cargas, de modo que naves que se muevan en el eje Costa Este de los EE.UU-América del Sur, puedan dejar contenedores destinados al otro eje, Lejano Oriente-Europa, y viceversa. O sea, que nuestra posición y nuestros puertos no solo nos brindan la posibilidad ya conocida de convertirnos con el Mariel en el redistribuidor de las cargas de la costa este norteamericana, que no posee puertos con las características requeridas para los megabarcos contemporáneos, sino de buena parte del mundo. Y todo ese flujo comercial, esa centralidad bien administrada mediante una correcta política exterior martiana, nos produciría no solo los beneficios directos anejos a dicho flujo, sino también los relacionados con las innúmeras industrias que se desplazaran hacia tan privilegiado lugar, o con una agricultura que solo gracias a esa centralidad será realmente viable. Porque si es evidente que nuestra agricultura no podrá nunca producir arroz, frijoles o maíz que compitan con los precios a que los puede cultivar la subsidiada norteamericana, no sucederá lo mismo para una agricultura orgánica. Nuestra cercanía a los mercados de la costa este norteamericana o a la propia occidental europea, con un indetenible flujo de transporte en aquellas direcciones, nos darán la posibilidad de transformarnos con rapidez en el suministrador de productos tropicales orgánicos para aquellas ricas regiones. Hay un último aspecto de nuestra realidad actual que nos permite ser tan optimistas de los resultados de la aplicación de esta política martiana. Ya lo hemos tocado antes pero merece que le hagamos lugar aparte: Cuba no solo está en el centro del mundo de este

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siglo XXI; Cuba tiene a casi una quinta parte de sus hijos, en general lo más inteligente y emprendedor, regados por todo el planeta. El chiste criollo del cubano perdido en la Antártida que se cruza con una bandada de pingüinos y a quien desde ella le espetan: ¡asere, qué tú haces aquí!, resulta la mar de ilustrador. No existe actividad humana en que no haya algún cubano involucrado, a veces en las posiciones más distinguidas; y esos capitales de conocimientos, pero por sobre todo de relaciones, rendirán, bajo la mentada política, frutos que superan a la más calenturienta de nuestras fantasías. Pero hay incluso más… Los beneficios de dicha política exterior no se limitan a los que podría traerle a nuestra nación. Cuba puede ser clave en el equilibrio del mundo en el nuevo siglo, solo con servir de puente de unión a dos pueblos a los que somos muy cercanos: el norteamericano y el ruso. Una inteligente diplomacia nuestra podría hacerle ver a ambas potencias que el verdadero peligro no está en la otra, si no en el enemigo que ambas enfrentan en común: el fundamentalismo islámico. Porque lo cierto es que en el mundo actual, mientras casi todos decrecen demográficamente, de modo catastrófico como en los casos de China o la misma Rusia, solo una región crece de manera explosiva: la islámica. Hoy el mundo islámico es la única civilización expansiva. En él se crean los vastos y empobrecidos contingentes humanos, educados en valores por lo general poco apropiados para prosperar en sociedades altamente sofisticadas, ideales para engrosar las filas de las cruzadas-al revés que se gestan en la región. Cruzadas-al revés que no es menos cierto que en alguna medida han sido fomentadas por el trato equívoco que occidente le ha dado a la civilización islámica, pero que no podemos admitir por la muy evidente razón de que al hacerlo nos estamos condenando a desaparecer como individuos, o al menos como la tradición civilizatoria que, al menos los hombres de cultura, soñamos con dejar atrás para de algún modo alcanzar a trascender nuestras cortas vidas. En este sentido Cuba, al acercar a las dos


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naciones occidentales extremas, y militarmente más fuertes, tendría de modo indudable un papel vital en la preservación de esta, nuestra civilización atlántica.

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Así comienza la singular justa donde la dama tiene que reconocer sus necesidades y sus ligaduras; ¿y el dragón? Sigue amenazante pero no es nada que no pueda arreglarse.

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Gente

samizdat

D a g o Va l d é s H d e z Dago Valdés Delgado Yo a n i S á n c h e z Guillermo Fariñas Orlando Luis Pardo Reinaldo Escobar Ángel Santiesteban Librado Linares R o s a M a r í a P ay á Luis Felipe Rojas Henry Constantin Rafael Vielches René Gómez Manzano Juan González Febles L u í s C i n o Á l v a re z Manuel Morejón Manuel Cuesta Morúa W. Va l l i n A l m e i d a Miriam Celaya Dimas Castellano Karina Gálvez Chiú Jesuhadín Pérez Valdés

Maikel Iglesias Rguez Rosalia Viñas Lazo L i v i a G á l ve z C h i ú Hortensia Cires Díaz L i v i a G á l ve z C h i ú Margarita Gálvez Mtnez Arian Dguez Bernal

Diseñando el Futuro

Islands Sketchs

Olga Lidia López Virgilio Toledo López W i l f re d o D e n i e V. José Ramón Borges Adrián Del Sol D ay a n a n c y H d e z D av i d B u s t a m a n t e Feliberto Pérez del Sol Jo r g e L u í s A r t i l e s


huber matos

Huber Matos, Rvdo. Mario Félix Lleonart Barroso y Yoaxis Marcheco

Muchos han creído y así lo han repetido que soy militante de Cuba Independiente y Democrática; pero no, soy militante de la iglesia y creo que precisamente por ello le brindo todo mi afecto a este hombre; porque Huber Matos pertenece a toda Cuba, como hombre universal que es... 26 de noviembre de 2014, último cumpleaños del comandante Matos, Miami.


número cinco, año II, Primavera de 2014

Sumario P l u r a l

Cuader nos de Pensamiento

Treinta Preguntas sobre la Libertad Religiosa en Cuba Rvdo. Mario Félix Lleonart Barroso Yoaxis Marcheco 10

Las Políticas Hispanoamericanas ante la crisis cubana, Herminio Portell Vilá 13 Extraña Palabra: Cumbre, Amador Blanco 25

Director Rvdo. Mario Félix Lleonart

Director de arte Rvdo. Félix ben Castilla Consejo de Redacción

Otilio Carvajal

Rafael Vilches Proenza Luís Pérez de Castro

El Consejo de esta Publicación asume la responsabilidad ética por todo lo que se publique aquí y al mismo tiempo los autores se responsabilizan con sus criterios.

Demandando Razón, José Gabriel Barrenechea 22 Pan de Vida, José Kozer 29 Pluralismo, Michael Novak 30 Altar a los Héroes, Luís Pérez de Castro 35 Las Dos Cumbres, Yoaxis Marcheco 39 En busca de la génesis de la cuentística de Onelio Jorge Cardoso, Amador Hernández 42 Carta Abierta a los Políticos Brasileños, José Gabriel Barrenechea 49 El Horror de callar el silencio en un grito Rafael Vilches Proenza 51 Cuántos Marcos Tulio, El Analfabeto 52

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Los colectivistas… sienten el afán del progreso, la simpatía hacia los pobres; se consumen en un ardiente sentido de lo que está mal y en el impulso hacia las grandes acciones: cualidades todas que han faltado al liberalismo de las últimas épocas. Pero su ciencia se basa en un profundo malentendido… y sus acciones son, por lo tanto, profundamente destructivas y reaccionarias. Así destrozan los corazones de los hombres, dividen las mentes y les presentan alternativas imposibles.

Walter Lipman

cpplural@gmail.com Las Fotografías de este número pertenecen al archivo de Patmos y a la revista bohemia de enero de 1959


Libertad Religiosa Yoaxis Marcheco

Rvdo. Mario Félix Lleonart

T R E I N TA PREGUNTAS


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Desde la época de la caída del campo socialista en Europa del Este, y dada la necesidad de apoyo internacional para continuar en el poder, que constituye su objetivo supremo, el régimen de La Habana intenta engañar al mundo haciendo creer a algunos que ya en Cuba no se viola la libertad religiosa como antes. El cambio constitucional a principios de los noventa, en el que el Estado dejó de declararse ateo y se identificó como laico, y las posteriores visitas papales, constituyen los principales argumentos que el propio desgobierno arguye para llamar favorablemente la atención sobre sí. Declaraciones descontextualizadas, como las recientemente emitidas por la Iglesia Ortodoxa Griega, agradecida por favores especiales que le han sido concedidos contribuyen a la cortina de humo con la cual el régimen encubre la realidad. La verdad es que por política de las más altas instancias del gobierno central la libertad religiosa sigue siendo pisoteada cada día. La Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba es la entidad en la cúspide misma del poder de la que emanan todas las orientaciones respecto a cómo debe procederse respecto a cualquier grupo religioso o individuo que decida ejercer con libertad su fe, sea la que fuere. Resulta inconcebible, cual si no lo fuera ya el hecho del monopolio político del Partido Único, que este, ideológicamente comunista, posea una oficina dedicada a presionar, manipular y chantajear a los grupos religiosos históricamente establecidos; y dedicada a contener, confrontar o eliminar a los nuevos movimientos religiosos, a no ser que respondan a sus intereses políticos de mantenerse a toda costa en el poder. Dado que a pesar de los hechos que lo contradicen el sistema cubano afirma ya no ser el violador de libertades religiosa que antes era (cual si el hecho incuestionable de haber sido violador de libertades religiosas en el pasado no le invalidara moralmente para seguir ejerciendo el poder en el presente), en viaje al extranjero realizado en los últimos meses de 2013 por invitación de Solidaridad Cristiana Mundial (CSW), procedentes de lo profundo de Cuba, adonde regresamos, enarbolamos al menos treinta preguntas dirigidas al régimen de La Habana cuyas respuestas continúan acusándole, sin hablar del resto de los derechos cívicos, sociales y políticos. El inicio de 2014 no fue nada alentador al respecto. El pasado 9 de enero precisamente CSW emitió un comunicado sobre Cuba en el que dio a conocer que durante 2013 recibió 185 denuncias de violaciones en esta área en contraste con las 120 recibidas en 2012. Pero lo más alarmante resulta que a menos que La Habana no cambie su proceder el 2014 romperá records de reportes anteriores pues tan solo el concluido mes de enero ha resultado profuso en ejemplos que ilustran cada una de las preguntas que formulamos; lo cual hace pensar que reportes como los de CSW o declaraciones provenientes

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desde dentro de Cuba, como el caso de nuestras treinta preguntas, lejos de hacer reflexionar al régimen le han provocado un endurecimiento que revelan su arrogancia y su evidente desprecio a la opinión internacional. Estas son nuestras preguntas: 1. ¿Por qué mantiene tal Oficina si no le compete como poder político definir quién debe o no creer, o cómo se debe creer? 2. ¿Por qué no devuelve la mayoría de las propiedades confiscadas durante los años de la persecución abierta o indemniza en su defecto a los grupos religiosos afectados? 3. ¿Por qué amenaza con confiscar propiedades que son utilizadas para servicios religiosos esgrimiendo que no son iglesias o casas cultos legales si él mismo no tiene la voluntad de legalizarlas? 4. ¿Por qué ni siquiera ha pedido perdón por los encarcelados, por los internados en campos de concentración conocidos como las UMAP o incluso asesinados por sustentar ideologías diferentes? 5. ¿Por qué no ha rendido cuentas por la ola represiva que tuvo lugar durante la visita del papa Benedicto XVI durante la cual centenares de personas fueron detenidas arbitrariamente o amenazadas, y de la cual aún permanecen en prisión y amenazados a severas penas Sonia Garro y su esposo Ramón Alejandro Muñoz? 6. ¿Por qué continúa negando el acceso a los medios de difusión masiva a todas las agrupaciones religiosas? 7. ¿Por qué mantiene el monopolio de la educación en sus manos sin permitir abrir planteles educativos a los grupos religiosos a pesar de reconocer la necesidad imperiosa que posee el pueblo de Cuba de una educación moral y cívica que reconstruya valores que identificaban a los cubanos en el mundo y que hoy están ausentes? 8. ¿Por qué impone a los hijos de los creyentes una educación que dista de ser laica, impregnada de ateísmo y de doctrinas políticas que favorecen la violencia, como prueba la imposición de símbolos o lemas que los estudiantes están obligados a portar o repetir? 9. ¿Por qué continúa negando el acceso al Registro de Asociaciones del Ministerio de Justicia a grupos religiosos que lo solicitan y que poseen el mismo derecho que los históricamente reconocidos? 10. ¿Por qué coacciona, amenaza y reprime a los nuevos grupos religiosos aprovechándose del limbo ilegal al que se les condena? 11. ¿Por qué, asumiendo aires de pontificado a través de la Oficina dedicada para ello en el Comité Central del PCC, se reúne periódicamente con líderes de los grupos religiosos históricamente reconocidos para incentivar, fomentar y alentar en ellos divisiones y odios hacia otros grupos religiosos a los que no concede los mismos derechos que a ellos corresponden? 12. ¿Por qué no devuelve al Registro de Asociaciones


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del Ministerio de Justicia a grupos religiosos a los que declaró ilegal, como el notorio caso de los Testigos de Jehová? 13. ¿Por qué no libera al ciudadano estadounidense Alan Gross, quien se encuentra preso en Cuba por apoyar con tecnología a la comunidad judía cubana y que constituye una advertencia a modo de escarmiento para cualquier otro que decida ser solidario con cualquier otra de las comunidades religiosas existentes? 14. ¿Por qué pretende negar el acceso a las Iglesias del grupo femenino pro Derechos Humanos conocido como Damas de Blanco que en las últimas semanas han sido violentamente reprimidas especialmente en el Oriente de Cuba y en la provincia de Matanzas? 15. ¿Por qué se amenaza, se castiga y se hostiga a los líderes religiosos que insisten en abrir las puertas de sus templos a cualquier cubano, sin que importe su afiliación política? 16. ¿Por qué arremete contra la agrupación de pastores e iglesias al oriente de Cuba conocida como Pastores por el Cambio a quienes impidió el pasado año la entrega de donativos a los afectados en Santiago de Cuba por el huracán Sandy? 17. ¿Por qué arbitrariamente sanciona a iglesias históricamente establecidas cuando estas adoptan alguna posición que choque con alguna de sus excluyentes e injustas posiciones políticas negándoles derechos que por ley debían corresponderles? 18. ¿Por qué intenta aislar a determinados líderes religiosos impidiendo por todos los medios el acceso a ellos, como lo evidencia la detención e incluso deportación de extranjeros que intentan visitarlos, y el sacerdote católico José Conrado es un vivo ejemplo de ello? 19. ¿Por qué aprovechándose de poseer el monopolio de los bancos utiliza las cuentas bancarias de iglesias como medio de coacción contra ellas, de lo que resulta ilustrativo la inoperante cuenta en divisas de la Iglesia Bautista La Trinidad de la ciudad de Santa Clara a la que tampoco reconoce legalmente su Seminario Teológico Bautista Luis Manuel González Peña? 20. ¿Por qué anuncia a partir de enero de 2014 la limitación a sólo una cuenta bancaria por Asociación y por ende el cese de las que poseen iglesias en particular, como la de Santa Clara? 21. ¿Por qué cuando la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos concede su aprobación a las visitas de religiosos desde el extranjero limita tanto el movimiento de los visados exigiéndoles un rígido y extremadamente exclusivo y vigilado itinerario? 22. ¿Por qué el contenido de actas y acuerdos tomados en el seno de las asociaciones religiosas tiene que ser de su conocimiento y recibir su visto bueno? 23. ¿Por qué se les exige a las logias y sociedades fraternales, cuyas actividades no son abiertas al público, irrespetando su derecho a la confidencialidad, las listas de sus miembros?

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24. ¿Por qué, como ellos mismos han reconocido en su programa televisivo "Las razones de Cuba", tienen bajo estricta vigilancia a los grupos religiosos y fraternales, incluso infiltrando espías entre sus cargos del más alto nivel, como resultó notorio en el más alto líder de la Gran Logia Masónica de Cuba? 25. ¿Por qué se niegan a reconocer legalmente a las nuevas iglesias, presentadas por las asociaciones, y en los pocos casos que lo hacen, por qué imponen limitaciones tan estrictas a las actividades de esas casas cultos reconocidas? 26. ¿Por qué son tan reticentes a dar permiso para edificar nuevas iglesias y hacer reparaciones esenciales a las ya existentes? 27. ¿Por qué el Ministerio de Educación Superior no reconoce a la mayoría de los seminarios bíblicos y teológicos del país, a pesar de estar reconocidos por sus asociaciones, y por qué ni siquiera una de las universidades del país tiene una Facultad de Teología? 28. ¿Por qué si afirma que las extrañas muertes de creyentes como Juan Wilfredo Soto García, Laura Pollán y Oswaldo Payá Sardiñas no constituyen ejecuciones extrajudiciales, como muchos afirman, se niega a permitir investigaciones imparciales que han sido solicitadas y que sólo confirmarían su inocencia? 29. ¿Por qué la tan notable ausencia todavía de una Ley de Culto tan necesaria para una nación profundamente religiosa como lo es Cuba? 30. ¿Por qué a algunos presos, sobre todo los presos políticos como Iván Fernández Depestre, se les sigue negando el derecho a recibir atención religiosa, y por qué el gobierno sigue reservando el derecho de aprobar o bloquear a líderes religiosos específicos en el ministerio con los presos, incluso aquellos que han sido aprobados por sus denominaciones para ejercer esa actividad? Hay muchas más preguntas que pondrían al descubierto la falsedad de la libertad religiosa que el régimen afirma que hay en Cuba. Hay violaciones específicas a la libertad religiosa en Cuba que han sido minuciosamente detalladas en informes como el elaborado y dado a conocer por CSW en abril del presente año acerca del cual damos fe y cuyas denuncias en su mayoría lamentablemente mantienen su vigencia. Los que hoy pretenden engañar al mundo acerca de que ya en Cuba hay libertades religiosas son los que años atrás pretendieron desarraigarla. Como admite la Pastoral La esperanza no defrauda, dada a conocer por la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba; son necesarios los cambios políticos, y a nuestro modo de ver el cambio político fundamental para que por fin lleguemos a tener auténtica libertad religiosa es que quienes detentan el poder por más de 50 años y que poseen un amplio, escandaloso y sistemático historial en violaciones a la libertad religiosa cedan su sitio a otros que en democracia posibiliten y respeten tales derechos. Oramos para que eso tenga lugar de manera pacífica pero inmediata porque ha sido ya demasiado tiempo sin libertad.

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Restauraciones

Entre los errores más generalizados acerca de la historia de las revoluciones cubanas figura el de que nuestros mambises, si nunca obtuvieron el reconocimiento de la beligerancia por parte de los Estados Unidos antes de que este país entrase en la guerra, disfrutaron del apoyo y la simpatía de las repúblicas latinoamericanas. Nada más lejos de la verdad, ya que la América Latina, cuando no abiertamente partidaria de España, como en el caso de Argentina, por ejemplo, se mostró indiferente a la independencia de Cuba, aun aquellas naciones que como Guatemala, Bolivia, Venezuela, etc., durante la Guerra de los Diez Años, de 1868 a 1878, llegaron a reconocer a la República de Cuba constituída en la Asamblea de Guáimaro. Hacia 1895 los cubanos no contábamos con una sola nación amiga en las dos Américas y algunos de los llamados “países hermanos" nos eran francamente hostiles.


Las Políticas de Hispanoamérica ante la Crisis Cubana Herminio Portell Vilá

Entre los errores más generalizados acerca de la historia de las revoluciones cubanas figura el de que nuestros mambises, si nunca obtuvieron el reconocimiento de la beligerancia por parte de los Estados Unidos antes de que este país entrase en la guerra, disfrutaron del apoyo y la simpatía de las repúblicas latinoamericanas. Nada más lejos de la verdad, ya que la América Latina, cuando no abiertamente partidaria de España, como en el caso de Argentina, por ejemplo, se mostró indiferente a la independencia de Cuba, aun aquellas naciones que como Guatemala, Bolivia, Venezuela, etc., durante la Guerra de los Diez Años, de 1868 a 1878, llegaron a reconocer a la República de Cuba constituída en la Asamblea de Guáimaro. Hacia 1895 los cubanos no contábamos con una sola nación amiga en las dos Américas y algunos de los llamados “países hermanos" nos eran francamente hostiles. Es curioso que algunos de los pocos partidarios que tuvimos en Chile y Argentina, allá por 1895, entendían que si de ese modo provocaban un conflicto con Es-

paña, la guerra serviría para solucionar las diferencias que entonces dividían a ambas repúblicas por cuestión de límites. Como ya había ocurrido durante la Guerra de los Diez Años con Chile, Perú, Bolivía y Ecuador, en el conflicto que entonces tenían con España, el caso de Cuba era solamente un pretexto conveniente para asustar a España y no una política americanista que contemplaba la liberación de la última colonia española en el Nuevo Mundo. La actitud me parece explicable y no la censuro, ni mucho menos; pero sí creo que debe destacarse una y otra vez para evitar que haya interpretaciones erróneas de la realidad histórica, que la deforman y que hacen que las gentes poco informadas, y no pocos historiadores de criterio ligero, tengan la creencia de que la independencia de Cuba tuvo la simpatía y el apoyo de las repúblicas latinoamericanas. La gestión que Eugenio M. Hostos, N. Tanco, Fernando Betancourt y otros antillanos residentes en Chile, hacían a mediados de 1895 para obtener que el Congreso de Santiago aprobase un voto de simpatía en 13


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favor de la beligerancia de los cubanos, nunca tuvo éxito y, si bien es cierto que en Santiago, Iquique, Valparaíso y otras poblaciones se constituyeron agrupaciones que hacían propaganda por la causa de Cuba y que recaudaron y enviaron al Partido Revolucionario Cubano, en Nueva York, unos cuantos miles de pesos, los españoles lograron mucho más de parte de sus simpatizadores chilenos. Poco después del 24 de febrero de 1895 la opinión venezolana, que siempre había sido muy favorable a la independencia de Cuba, comenzó a agitarse para ayudar a los patriotas en armas. Se constituyeron sociedades y grupos de simpatizadores sin que el gobierno del Presidente Joaquín Crespo interfiriera con esas actividades, antes bien, mostrando muy buena disposición en su favor. Los mítines por Cuba libre celebrados en Caracas durante el mes de agosto de 1895 despertaron las protestas de España que, al principio, fueron echadas a un lado, pero después lograron impresionar a la cancillería de Caracas, sobre todo cuando los demás países nada hacían por Cuba.

una familia cuyos descendientes todavía quieren a Cuba como la tierra de su noble padre. En julio de 1895, cuando el Dr. Valdés García escribió al Delegado Estrada Palma para ofrecerse a reanudar sus trabajos por Cuba libre, ya le decía que había simpatías populares por esa digna causa; pero que las relaciones económicas entre Uruguay y España " ... harían difícil una actitud resuelta del gobierno de Montevideo en el sentido del reconocimiento de la beligerancia, a lo menos antes que otras repúblicas, menos interesadas comercialmente con España ... " y esa realidad persistió hasta que terminó la guerra. El Dr. Valdés García, sin embargo, fundó, dirigió y publicó por espacio de varios años el periódico semanal Cuba Libre, como órgano oficial de la Revolución Cubana en las repúblicas del Plata.

La colonia cubana de Perú constituyó a partir de junio de1895 un Comité de Auxilio a la Revolución, dirigido por los Sres. Manuel Portuondo, Juan Duany y Francisco López Chávez, ayudados por el influyente cubano, veterano de la Guerra de los Diez Años y por entonces anexionista, José Payán, entre cuyos objetivos figuraba obtener del gobierno peruano la adquisición de armas y municiones para Cuba y el reconocimiento de la beligerancia; pero pese a todas sus gestiones y a la influencia preponderante del banquero Payán, nada se consiguió en ese sentido y sí sólo algún dinero, producto de colectas más bien modestas.

México, sin embargo, presenta un caso curioso en sus relaciones con la Guerra de Independencia de Cuba. El país que antaño, en tiempos del Presidente Guadalupe Victoria y después durante el gobierno de Benito Juárez, se había mostrado partidario de ayudar a 1os cubanos, a partir de 1895, bajo la creciente dictadura de Porfirio Díaz, desconoció las aspiraciones del pueblo de Cuba y vaciló todo el tiempo entre favores a España para que se quedase en Cuba, servir a los Estados Unidos en la política norteamericana respecto a Cuba, y gestionar ¡LA ANEXION DE CUBA A MEXICO DE ACUERDO CON ESPAÑA Y LOS ESTADOS UNIDOS Y SIN TENER EN CUENTA LA OPINION CUBANA AL RESPECTO! En septiembre de 1895 el agente cubano en México, que lo era D. Nicolás Domínguez Cowan, viejo amigo de Martí y emigrado en la república azteca desde hacía veinte años, le escribía a Estrada Palma como sigue:

Labor admirable llevó a cabo en Uruguay, Argentina y Brasil el patriota cubano Dr. Ramón Valdés García, veterano de las guerras anteriores por la independencia y establecido en Uruguay, donde creó

“… Cierto y muy cierto es que abundan los mejicanos que otorgan sus mejores simpatías a la causa de la revolución de Cuba; pero por la índole de los habitantes de esta tierra, por las consideraciones que

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guardan a su gobierno, y sobre todo, por la extemporánea y ridícula propaganda que de algún tiempo a esta parte ha venido haciéndose en pro de la anexión de Cuba a México, se ha entibiado algo el entusiasmo de los hijos de esta república en favor de nuestra independencia. Inició, anónimamente, el pensamiento el cubano Carlos Américo Lora y sospecho que le apoyan el señor presidente general Díaz y el ministro de Relaciones, don Ignacio Mariscal. Los adjuntos artículos darán a Vd. idea cabal de la opinión de algunos periódicos de esta ciudad y yo he creído prudente no contestar sobre el particular, tanto porque no he querido lastimar susceptibilidades mejicanas, cuanto porque no deseo soliviantar a la colonia española, influyente, numerosa y adinerada. México sacudió el yugo de la opresora metrópoli; pero continúa sintiendo la presión del• elemento español; la actual administración pública sostiene cordiales relaciones con la amenazada monarquía de Alfonso XIII y el general Díaz, volteando la vista hacia Washington, aguarda que el gabinete norteamericano dé la nota que ha de resonar en los salones de los sucesores de Hernán Cortés...” Días después volvía a escribir Domínguez Cowan que "... sobran buenos deseos y simpatías en favor de Cuba; pero al llegar a las puertas del Congreso vacilan los unos y se debilitan los otros..." Estrada Palma no pudo menos que sorprenderse dolorosamente con las noticias que recibía de México y en carta a Domínguez Cowan las comentó de esta guisa: “... La propaganda iniciada en ese país por la anexi6n de la isla a esa república, no me parece empeño serio. En la isla se rechaza con energía toda idea de incorporación, y la que ahí se promueve ni siquiera da o lleva camino de dar el resultado práctico de avivar la discordia entre mexicanos y

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españoles... Es deplorable la actitud del país mexicano ante nuestro conflicto con España: aquél parece haber abdicado de la altivez y noble soberbia de que han hecho alarde venezolanos, chilenos, peruanos y ecuatorianos...” La complacencia de México para con España llegó por entonces hasta a prohibir la primera conmemoración del aniversario del Grito de Baire, que había organizado Domínguez Cowan, a pesar de que el artículo nueve de la Constitución Federal garantizaba el derecho de reunión; pero al Presidente Porfirio Díaz le interesó más, mucho más, complacer al representante de España que había pedido la prohibición de la proyectada velada, que el cumplimiento del precepto constitucional o las aspiraciones de los cubanos por su independencia. Estrada Palma comentó la queja de Domínguez Cowan ante la disposici6n del gobierno mexicano en un párrafo de una carta suya en que decía: “... Siento la conducta injustificada de ese gobierno respecto a impedir la reunión en que Udes. hubieran conmemorado el primer aniversario de la insurrección iniciada el 24 de febrero de 1895, pero no me sorprende. Parece que las hoy repúblicas americanas se han olvidado de que ayer gemían opresas como nosotros y de que las mismas razones que nos han obligado a levantarnos en armas, convirtieron a los hijos de ellos, entonces colonos esclavizados, en súbditos rebeldes, para transformarlos después en ciudadanos, dueños de su soberanía...” Domínguez Cowan y Estrada Palma, sin embargo, no penetraban la verdad de que la política seguida por Díaz y Mariscal para complacer a España perseguía el objetivo de ganarse las simpatías de los españoles de Cuba y del gobierno de Madrid en favor de la anexión de Cuba a México, que era su propósito verdadero. En mayo de 1896, según despachos enviados al Delegado Estrada Palma,

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desde México, por el Agente General Domínguez Cowan, la prensa mexicana seguía ocupándose de la que él llamaba “...ridícula, aunque perturbadora cuestión, de la anexión de Cuba a México...” Algunos cubanos participaban de esa propaganda, entre ellos el Dr. Juan Antiga; pero no faltaban mexicanos que la combatiesen, como en el caso del diputado federal Juan A. Mateos. La gestión anexionista llegó a preocupar a Estrada Palma cuando por esa época envió a México a Gonzalo de Quesada en misión oficiosa cerca de algunos gobernantes mexicanos, destinada a contrarrestar la campaña iniciada y hacer reafirmación de que los cubanos aspiraban a la independencia absoluta. Aunque la misión de Gonzalo de Quesada pareció haber alcanzado completo éxito, en realidad no fue así. El Senador Sherman, más tarde secretario de Estado con el Presidente McKinley, más de una vez se manifestó partidario de la anexión de Cuba a México y a partir de 1896 una bien organizada campaña periodística, que se extendía por Nueva York, Chicago, Minneapolis, Salt Lake City, Denver, Springfield, Pittsburgh, Buffalo, Chicago, Filadelfia y otras ciudades, abogaba por esa solución con una unanimidad de razones sugerentes de que había quien dirigía el movimiento. El secretario de Relaciones Exteriores, Ignacio Mariscal, evadía dar una respuesta categórica cuando se le preguntaba qué opinaba acerca de la anexión de Cuba a México y llegaba a decir que era necesario que los Estados Unidos y España (a Cuba ni la mencionaba), hiciesen proposiciones concretas a México acerca de la anexión para entonces darles una respuesta. En marzo de 1898, después de la explosión del Maine, en vísperas de la entrada de los Estados Unidos en la guerra y cuando los cubanos habían dicho de la manera más terminante y oficial que peleaban solamente por la independencia, el Ministro Rivera, representante de México en Washington, seguía atentamente el curso de la campaña anexionista y mantenía informado a su

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gobierno del discurso del representante de Ohio, en favor de la anexión de Cuba a México. Argentina llevó sus simpatías por España, en los esfuerzos de la metrópoli para aplastar la Revolución Cubana, hasta el punto de que permitió el reclutamiento de tropas en territorio argentino con destino a Cuba, mientras que Roque Sáenz Peña se ofrecía para pelear del lado de España al entrar los Estados Unidos en la guerra y una cuestación pública realizada en Argentina le regalaba a España las sumas necesarias para comprar un buque de guerra, el crucero Rio de La Plata, que no estuvo en Santiago de Cuba y se libró por ello de ser hundido. Fuertes núcleos de opinión, en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, Costa Rica, Honduras, Bolivia, Perú, Uruguay y Venezuela simpatizaron con la independencia de Cuba y trataron de ayudarla con donativos y propaganda; pero la opinión oficial fue siempre y de manera uniforme, favorable a España y contraria a Cuba, hasta enjuiciando a la Revolución Cubana como una obsequiosa sumisión nuestra a las ambiciones expansionistas de los Estados Unidos para mejor cubrir y excusar su indiferencia. En mayo de 1896 el Delegado Tomás Estrada Palma envió un extenso informe al Presidente Salvador Cisneros Betancourt, acerca del curso de la Revolución Cubana, en el que figuraba el siguiente párrafo: “… Repúblicas latinoamericanas. Inconcebible es la actitud asumida por estos gobiernos, unos indiferentes, otros hasta hostiles a la revolución libertadora de Cuba. Y no es que desconozcan el desarrollo sucesivo y las proporciones magnas que ha alcanzado nuestra guerra de independencia. No ignoran tampoco las causas que la han producido y que está la justicia de nuestra parte; bien saben que aquéllas constituyen en el proceso perenne de la dominación española en América, el proceso mismo de agravios que obligó a


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los pueblos hispanos de este continente a redimirse por la fuerza de las armas del yugo ibero. Pero el número de españoles residentes en muchas de esas repúblicas y la influencia que ejercen en la esfera gubernamental de algunas de ellas, por ejemplo, México, Costa Rica, Colombia y la República Argentina, han contribuído poderosamente a desvirtuar las simpatías naturales que todos los de nuestra raza en el mundo de Colón deben sentir en favor de un pueblo que pelea heroicamente para romper las cadenas que lo esclavizan y lo envilecen...”

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el triunfo de la bandera que simboliza la victoria definitiva de la independencia hispanoamericana...” No obstante estas generosas palabras la gran verdad de las relaciones interamericanas de 1895 a 1902 es que las repúblicas de la América Latina dejaron sola a Cuba para que se la disputaran entre España y los Estados Unidos, que alguna de ellas, México, hasta aspiró a participar de esa disputa y ser la beneficiaria de la misma, y que los grandes problemas, los grandes sacrificios y los grandes dolores de Cuba en sus esfuerzos libertadores y en sus años iniciales de independencia, con la intervención militar norteamericana y la exclusión de Cuba del Tratado de París, la Enmienda Platt y la mediatización de la soberanía cubana hasta 1933, fueron consecuencias directas del egoísmo, la incomprensión y hasta la hostilidad con que la América Latina consideró el caso de Cuba, la colonia que luchaba por emanciparse de la que en 1810 había sido mala metrópoli y en 1898, lo era cien veces peor.

Y un año más tarde L. G. del Portillo, al hacer un resumen de la disposición en que se encontraban los pueblos sudamericanos acerca de Cuba, que publicó en la revista Cuba y América, todavía podía decir: “...Si, por decirlo así, el cerebro que dirige a los Estados libres de América Latina responde aún a las erróneas inspiraciones del interés político mal entendido y deja abandonado a un pueblo hermano que, como lo hicieron ellos, lucha hoy con heroísmo por redimirse, el corazón, el sentimiento de aquellos pueblos palpita al unísono con el nuestro y hace votos por

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"En el banquete primaveral del Mariel"- representado por Ă‘ico, preside la mesa James Carter a quien el coro popular identificaba como el burro presidente; Bohemia, 1980

La Historia es un Profeta con la mirada vuelta hacia atrĂĄs

Eduardo Galeano

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PROFUNDIDADES INDEFINIDAS

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VOZ

Amador Blanco Hernández José Gabriel Barrenechea


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Cuadernos de Pensamiento

Plural

Cumbre

xtraña palabra: Amador Blanco Hernández

La Cumbre de Celac, en Cuba, es un acontecimiento histórico, un éxito inmerecido al gobierno, desigual, que ha negado la convivencia civilizada, el diálogo, las negociaciones, con la latente oposición no violenta, que reclama la paz, evitar la agravación del conflicto, y la vigencia de los Derechos Humanos. Los países presentes, incluso los del ALBA, fueron electos con irregularidades y críticas, dentro de códigos constitucionales, prevalecientes, y reconociendo, del respeto de la Carta Interamericana, con un temor al comunismo, y al extremismo, que emana de Cuba, como un ejemplo de persistencia de la guerra fría. Cuba, es la excepción. El principio de autodeterminación nacional, es coherente, con los DH., con la división de poderes, con el Estado de Derecho, con la presencia de una oposición activa, las críticas o las denuncias, por las violaciones a los derechos humanos, o abogar por el respeto a la dignidad y la dimensión humana, no disminuye o transgrede el principio de no intervención, lo valida. La autodeterminación, y la soberanía nacional, sin DH es una falsedad, es un estado fracasado. Los Estados, las ONG, los ciudadanos tienen la obligación legal y ética, de defender, luchar, y denunciar los atropellos cometidos, por los Estados contra los DH. La Cumbre de La Habana, fue una ruptura del equilibrio, fue una mala praxis, en atención al comportamiento latinoamericano. La Celac, no se opone a la OEA, no es su rival, ni está en competencia. La ausencia de EE. UU. y Canada, aceptada por los 33 miembros, que carece de visión de un alejamiento, o un enfrentamiento, con ellos, pero limita la construcción de potencialidades, en la solución de problemas, en atención a los intereses comunes. Se necesita un libro verde, de los especialistas, de los analistas, sin los estereotipos ideológicos paralizantes, sobre las fortalezas y debilidades de Celac,

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que carece de una institucionalidad, para la aplicación del Plan de Acción. A simple vista, en un chequeo de éxitos, fracasos, fue un espaldarazo al gobierno de La Habana. Los EUA quedaron aislados en su política de excluir a Cuba, del nefasto y obsoleto embargo, del desconocimiento propio, de la negación bilateral, la sensibilidad latinoamericana, no tiene unidad, no se perfila contra el panamericanismo, o un consenso, para eliminar la OEA, pero ese es el objetivo del ALBA. Lo lógico, sería, para la solución de conflictos, a favor de la distensión, la reentrada de Cuba en la OEA. Pero Celac envía un mensaje sobre la pertenencia y presencia de la Cumbre de las Américas en Panamá en el 2015. Como en un propuesto Forum con China, conexiones con Rusia y la Unión Europea. . Una diferencia, es que las cumbres, de la OEA, del G8, de la OTAN, de Celac, cuando son en otros países, se producen cumbres sociales adversas, paralelas, muy críticas, la cumbre de los pueblos, con militantes movimientos sociales, con manifestaciones, en las que han participados dirigentes, de Cuba, Venezuela, Bolivia. Ello en Cuba, se impidió, por fuerza, se careció de cumbre alternativa, con propuestas al totalitarismo, a toda forma de la oclocracia, que evite el engaño, la heteronomía y el monopolio agresivo del poder. Habría que usar los recursos de la nosología para identificar las carencias, de la enfermedad represiva de Cuba, y la aceptación silente bochornosa de los invitados presentes. Los oprimidos esperamos de los líderes presentes algo mejor, un mandatario, un país prominente, pierde capital político, reputación, credibilidad, al negar apoyo y visibilidad a las violaciones de DH. La incomunicación contra los ciudadanos inconformes, contra la naciente sociedad civil, contra el capital social, fue un trato degradante


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e inhumano. Se procedió al arresto arbitrario, al acoso, la intimidación, la amenaza, sin compasión, con procedimientos punitivos, impropios, de uso excesivo de la fuerza y la maldad, contra una oposición única en Latinoamérica, que desconoce la violencia bélica. La incomposibilidad del Derecho Internacional con lo visto en La Habana, con la praxis en Cuba, en todo trabajo de campo, indica que es asignatura pendiente revisar el comportamiento de Cuba, contra sus inconformes, como la eficacia y de que Cuba sea anfitriona de Cumbres.

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Celac, en su plan de 2014 se refiere a la nutrición, agricultura, hambre, educación, diálogo cultural, ciencia tecnología, infraestructura energética, etc. La Proclamación de una zona de Paz para América Latina, que para que sea viable, tiene que ser de América. Ello es una contradicción, ipso jure, de estos presupuestos y premisas, en el marco referencial de Cuba. Es obligación legal, prestar auxilio, a una víctima de VDH. no se permite inmunidades ni impunidades. La Celac, desconoce la realidad de Cuba, sus abusos, su negativa a un diálogo, con la oposición, tiene el camino empedrado. Los esfuerzos y la disposición de ayudar a la reconciliación en Colombia, son loables, pero es una contradicción negarle ese derecho inalienable al sufrido pueblo cubano. Se criticó el bloqueo, la lista de estados promoventes del terrorismo, la invitación de atención a Puerto Rico, pero se ocultó, defacto, la verdadera situación de Cuba, se obstaculizó, la solución de la crisis, latente, una potencialidad, contra la seguridad y la paz. Los cubanos tenemos que resolver nuestra problemática, merecemos ayuda por la convivencia civilizada y los derechos humanos.

La alienación, la exclusión social, intentar, privar del trabajo, fundamentalmente al capital humano profesional, para matarlos de penurias y privaciones, llevarlos a prisión con causas inventadas de signo stanilistas, es un acto de fuerza, es una grosera violación muy grave de los DH, toda una revelación de tratos crueles, que ningún encantador de culebras puede ocultar. El DI, ha sido ignorado y violado, la bioética, desconocida, la deontología desaparecida. Los cubanos disidentes nos negamos a una vida subterránea, sumergida.

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Cuadernos de Pensamiento

Plural

DRazón emandando

José Gabriel Barrenechea

Apuntes para una más clara intelección del Bloqueo

Ahora que tantos nos hemos puesto de acuerdo en condenar el bloqueo económico, comercial y financiero a que por medio siglo nos ha sometido el gobierno de EE.UU., no viene a mal recordar la ingente ayuda que a partir de 1960, y por treinta años, le brindaron a Cuba los sucesivos gobiernos soviéticos. Sólo así evitaremos no ver la realidad de que éste, el bloqueo, no es por completo ni mucho menos el causante de nuestra actual situación económico-comercial-financiera.

Las demandas de Ricardito En noviembre de 1999, Ricardo Alarcón de Quesada, presidente entonces de la Asamblea Nacional, comunicó a los medios que muy pronto se presentaría ante nuestros tribunales una demanda de indemnización, por los daños ocasionados por el bloqueo que durante casi cuatro décadas el gobierno de EE.UU. le había impuesto a nuestro pueblo. Algo más de un mes después, sin embargo, esos mismos medios nos informaron que las organizaciones de masas y sociales presentarían ante la ley una «Demanda del pueblo cubano al gobierno de los EE.UU. por los daños ocasionados a Cuba», que ya no solo hacía referencia a los perjuicios del bloqueo mismo, sino a los que ya habían sido incluidos en una anterior demanda, la «Demanda del pueblo de Cuba al gobierno de EE.UU. por daños humanos». Se sumaba, por tanto, a la reclamación por los daños del Bloqueo en sí, los que había provocado el terrorismo, fuera o no bajo inspiración, o al menos conocimiento, de los sucesivos gobiernos norteamericanos. Las razones de tal cambio se nos harían rápidamente evidentes al observar los valores que se daban en el documento definitivo: 121 mil millones para los daños globales (incluidos los ocasionados por el terrorismo); 67 093,2 millones de dólares para los del bloqueo propiamente dicho. 22

Las Raíces del Bloqueo La chispa que inició el proceso que concluiría con el establecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero en 1962, fue el acuerdo que a principios de 1960 firmaron los gobiernos de Cuba y de la URSS, para la compra por este último al primero de un millón de toneladas anuales de azúcar, por los siguientes 5 años. Y en específico el detalle que iniciaría la escalada de medidas y contramedidas, cada vez más fuertes, sería nada menos que la cláusula del mismo que estipulaba que el 80 % de la venta se realizaría por medio del trueque: el azúcar cubano se cambiaría por mercancías soviéticas y en especial por petróleo crudo. Lo cierto es que a pesar de que el gobierno de EE.UU protestó mediante nota diplomática la decisión de su vecino de comerciar a gran escala con su archienemigo de la Guerra Fría, sin tan siquiera prevenirlos de tal decisión, como es normal entre aliados, no puede achacársele a dicho gobierno la contra respuesta que desde el bando norteño le daría comienzo a la escalada, ya que en un final la nota no pasaba de eso: una nota diplomática sin ninguna medida concreta aneja. Ese triste papel le tocó más bien a las empresas refinadoras norteamericanas instaladas en la Isla, quienes se negaron a trabajar con el petróleo ruso, más que por posición ideológica, por razones puramente crematísticas, como bien nos explica nuestro primer ministro de entonces: «… Cuba tiene derecho a comprar el petróleo al precio más barato que pueda en el mercado mundial, y entregarlo después a las refinerías para su proceso en Cuba. Pero las compañías


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extranjeras no se resignan a perder el negociazo de la reventa de la casa matriz a su subsidiaria en Cuba. Y cuando les informamos que una parte de los 4 millones de toneladas de petróleo… se comprarían en otro mercado… nos envían tres comunicaciones conjuntas diciendo que no refinaran el petróleo de la URSS.» Lo que siguió es bien conocido: Contra respuesta cubana, nacionalización de las citadas empresas; contra contra respuesta norteamericana, suspensión de la cuota azucarera; contra respuesta al cubo cubana, nacionalización de los centrales en manos norteamericanas (Y de paso muchos que ya no lo estaban desde 1957)… Pero no perdamos de vista esta afirmación implícita en las palabras del primer ministro, que nos pone en verdad ante el carácter de la ayuda soviética: El cambio del petróleo norteamericano por soviético en verdad significó

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una ganancia para nuestro país. Lo que se ve respaldado además, si recordamos que como bien aclara el economista Cepero Bonilla en su artículo: El convenio cubano-soviético, los fletes de transportación eran asumidos por entero por el hermano país de los soviets.

Un Buen Negocio En 1959 los EE.UU. nos habían comprado 2 943 000 toneladas de azúcar a 5,35 centavos la libra. Ese año el precio del azúcar en el mercado internacional había sido como promedio 2,97 centavos la libra. Esto significa que los precios que obtuvimos de EE.UU., en ese año específico, superaron en 1,8 veces a los del mercado internacional. La gráfica que sigue nos proporciona una idea de la relación entre dichos precios a lo largo de la década de los cincuenta:

Tabla I Elaborada a partir del Anuario Azucarero de Cuba, 1958 y Cuba y la Economía azucarera mundial Año

1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959

Precio preferencial norteamericano (en centavos la libra)

Precio del mercado mundial (en centavos la libra)

4, 93

3, 26

5, 35 5, 25 5, 12 4, 97

4,89 5, 70 4, 17 3, 41

4, 80

3, 24

4, 86 5,33

(sin datos) 5, 346

Como puede observarse, primero, durante el período citado los norteamericanos nunca nos compraron el azúcar al doble de su valor en el mercado internacional. De hecho hubo un año, en 1951, en que los precios en este último mercado estuvieron 0,45 centavos por encima del protegido de los EE.UU. Segundo, ¿Cómo se explica que ya desde 1959 intentaran estrangularnos económicamente,

3, 47 5, 16

3, 50 2, 97

si ese fue precisamente el año en que más espléndidamente nos pagaron el azúcar? En la siguiente página se verá qué ocurrió con quienes vinieron a encargarse de lo que los americanos dejaron de comprar a partir de 1960, cuando a raíz de la escalada de medidas y contramedidas nos terminaron suspendiendo la Cuota Azucarera con que nos favorecían desde 1934:

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Cuadernos de Pensamiento

Plural

Tabla II Elaborada a partir de Cuba y la Economía azucarera mundial Año

1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970

Precio preferencial en el mercado soviético (en centavos la libra)

4, 0 4, 0 4, 0 6, 11 6, 11 6, 11 6, 11 6, 11 6, 11 6, 11

Pero no sólo la relación de los precios fue mejor al comerciar con la URSS (4 años de 10 en que el precio al que nos compraban el azúcar los soviéticos superaba en dos veces al mundial): Si entre 1961 y 1963 las cantidades de azúcar que los de la patria de Gagarin convenían en comprarnos tenían un tope de 3 000 000 de toneladas, casi lo mismo que nos hubiese correspondido por el sistema de cuotas de EE.UU, de 1964 a 1970, el nuevo convenio firmado en el primero de los años referidos, admitía estabilizar el intercambio en 5 000 000 de toneladas. Semejante venta hubiera significado nada menos que el valor total de nuestras exportaciones en 1959. Mas entre 1964 y 1970 nunca se consiguió cumplir con lo pactado.

Un Regalazo de Navidad La ayuda soviética vino luego, a inicios de los setentas, a salvarnos de lo que tras de sí dejó la construcción acelerada del comunismo a finales de la década anterior. Ello se concretó gracias a los Acuerdos EconómicoFinancieros de 23 de diciembre de 1972, y que al parecer la dirección soviética se decidió a concedernos preocupada por la larga estadía del comandante en la URSS (se temió que hiciera un cambio de dirección a Moscú). Al

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Precio del mercado mundial (en centavos la libra)

2,80 2, 83 8, 34 5, 77 2, 08 1, 81

1, 92

1, 90

3, 20 3, 68

decir de Fidel, estos acuerdos significaron: «una forma verdaderamente ideal, una forma ejemplar de relaciones económicas entre un país industrializado y un país pobre y subdesarrollado como es nuestro país… no existe a nuestro juicio, ningún precedente en la historia de la humanidad de tan generosas relaciones»-Como en verdad nunca lo ha habido. Pero dejemos que sea el mismo Fidel quien nos explique en que consistieron los referidos acuerdos: «En primer lugar, sobre la deuda exterior, es decir los créditos: tanto créditos comercialespara satisfacer el desbalance comercial que hemos tenido todos estos años- como los créditos para el desarrollo, las deudas contraídas por estos conceptos, se pospone su pago hasta el primero de enero de 1986, es decir, para dentro de 13 años, para pagar con productos cubanos en 25 años, y, además, sin ningún interés a partir del momento de la suscripción de estos acuerdos. Es decir, una fórmula óptima para abordar el espinoso problema de la deuda exterior, problema agobiante hoy para la inmensa mayoría del mundo.» «En segundo lugar, nuevos créditos con relación al intercambio comercial; para los futuros años en que nosotros necesitamos créditos comerciales para compensar el intercambio. De nuevo se trata esta cuestión de una manera óptima: se le facilita a Cuba los créditos necesarios para la importación de la mercancía que requiere anualmente de la


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Unión Soviética en los próximos tres años- y son cantidades grandes-, y del mismo modo se pospone su pago para 1986, para pagar en 25 años, y no devengarán interés alguno.» «Por otro lado, créditos no comerciales, sino créditos para nuevas inversiones, créditos para el desarrollo. Se nos conceden los créditos con un interés muy bajo y para pagar en 25 años- no en cuatro ni en cinco ni en diez ni en quince: ¡para pagar en 25 años! Otra fórmula realmente ideal para abordar los problemas del desarrollo para cualquier país en las condiciones de Cuba.» «Y por último, con relación a nuestros productos, a nuestras exportaciones principales, la Unión Soviética nos concede precios altamente satisfactorios. Se elevan considerablemente los precios que nos venían pagando por el azúcar, que eran superiores al precio promedio del mercado mundial, y nos garantiza esos precios en el futuro, precios equivalentes a 11 centavos (dólar) la libra. ¿Qué significa esto? Que por cada millón de toneladas que exportemos recibiremos aproximadamente 100 millones más de pesos, ¡por cada millón de toneladas! La diferencia entre el precio que existía de algo más de seis centavos, a estos precios actuales.» «Y lo mismo ocurre con el níquel. Los precios promedios de estos años han estado entre dos y tres mil dólares la tonelada en el mercado mundial, y ellos nos conceden precios aproximadamente de cinco mil dólares la tonelada.» Sólo a partir de la firma de estos acuerdos, en

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Cuba se comenzaría a vivir como si en realidad hubiera habido un cambio significativo en 1959. Esto se nos hace evidente con solo mirar las series históricas del percápita de alimentación, del número de médicos en ejercicio, de los niveles de universitarización o del propio índice de mortalidad infantil. De inmediato se nota que los mismos presentan su inflexión más importante no en los años que siguen al triunfo de la revolución exactamente (algunos incluso descienden durante la década de los sesentas), sino a posteriori de 1972; y todo gracias a la ayuda soviética.

El Innegable amor por un Vampiro... Antillano Mas, la URSS parecía tener una inagotable voluntad política de ayudarnos, o más correctamente de ayudar a las élites políticas que había dejado detrás una revolución ya muerta y enterrada: Cuando al año y pico de haberse suscrito los acuerdos el precio del azúcar se disparó hasta los 29 centavos por libra, ellos de inmediato readecuaron los precios. La tabla siguiente, tomada de Cuba y la Economía azucarera mundial, del Doctor Marcelo Fernández Font, nos permitirá, en primer término, observar hasta que punto llegaba esa buena voluntad soviética, que los llevaba a pagarle al estado cubano el azúcar hasta a cuatro veces su precio en el mercado mundial.

Tabla III Dólares por tonelada de azúcar crudo cubana

País

Bulgaria Checoeslovaquia RDA Rumanía URSS Mercado Mundial

1978

402, 78 361, 11 361, 11 361, 11 608, 14 135, 69

1979

1980

1981

1982

423,61 361,11 361,11

444,44 437, 93 437, 93

494, 86 366, 99 506, 41

515, 45 460, 43 506, 41

602, 85

759, 19

606, 09

658, 12

361,11

163, 76

361, 11

446, 57

492, 16 261, 04

368, 34 170, 12

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Cuadernos de Pensamiento

Plural

Utilizando además los datos que el mencionado libro nos da de los volúmenes de azúcar vendido a la URSS (como promedio algo más de 3 millones de toneladas), podemos calcular cuánto el estado cubano obtuvo gracias a dichas ventas por encima de lo que habría logrado en el mercado mundial: Sólo en estos cinco años, y en el único caso de la URSS, aproximadamente 7 481 millones de dólares. Pero si además incluyéramos lo que se obtuvo gracias a las facilidades que a su vez nos daban los demás países ricos del CAME, la cifra resultaría de alrededor de 9 000 millones de aquellos años, o unos 30 000 de los de hoy día. Sólo entre 1973 y 1989 el estado cubano obtuvo, únicamente por los precios preferenciales del CAME a nuestra azúcar, la exorbitante cifra de más de 30 000 millones de dólares de la época, lo que a su vez equivaldría a unos 5 000 millones de la época de Plan Marshall. Mucho más dinero del que gracias a la repartición de dicho Plan pudieron obtener grandes naciones de Europa occidental, algunas con una población por aquel tiempo cuatro o cinco veces superior a la de nuestro país en 1989.

Despilfarrando el Amor ajeno... Pero la ayuda soviética no solo se concretó en los precios preferenciales en que nos compraban nuestro azúcar. En 1973 estalla la tercera guerra árabe-israelí, y no obstante su rápido final, ya no se podrá detener la espiral alcista de los precios del barril de petróleo crudo: Para el año siguiente, 1974, su precio, que nunca antes había excedido los 3 dólares, se sitúa en los 12… Seis años después, en 1980, el barril promedia 30 dólares. La era del petróleo barato había llegado a su fin. El ritmo de crecimiento de la economía se aletargó en todo el mundo, pero es en América Latina donde se ensaña con particularidad. Ante la subida general de los precios que genera la del petróleo, las naciones latinoamericanas se vieron obligadas a pedir en calidad de préstamo ingentes cantidades de dinero, lo que provocará que pronto se encuentren debiendo al exterior cantidades comparables con sus productos internos brutos anuales… En 1984, al desatarse la llamada Crisis de la Deuda Externa, estos fueron los valores de dicha deuda de algunos países:

Tabla IV Elaborada a partir de los datos obtenidos del libro Fidel Castro y la Deuda Externa, Editora Política, 1984 País

Brasil Méjico Argentina Venezuela Chile Perú ¿Cuánto debe cada habitante?- preguntó Fidel en la clausura del Encuentro sobre la Deuda Externa de América Latina y el Caribe, al referirse al percápita de ésta en nuestra regiónunos más otros menos, como ustedes saben. Pero como promedio deben 923 dólares por habitante”. A diferencia de los demás países latinoamericanos,

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Deuda (en millones de dólares)

101 800 95 900 48 000 34 000 18 440 13 500

que entonces entraron en sus llamadas “décadas perdidas”, Cuba, como señalamos, gozaba de “una forma ejemplar de relaciones económicas entre un país industrializado y un país subdesarrollado”, no del “tipo de relaciones que imponen a los países el capitalismo y el imperialismo”. Gracias a lo cual, en medio de la indetenible alza petrolera, la URSS nos vendía el crudo a un precio muy inferior al que debían pagar aquellos.


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Tabla V Elaborada a partir de los datos obtenidos del Anuario Estadístico, 1981

Cantidad de petróleo crudo importado de la URSS Precio total del petróleo crudo importado de la URSS Precio de la Tonelada (URSS) Precio del Barril (URSS) Precio del Barrill (Mercado Mundial)

1975

1980

5 797 millones de toneladas

6 025 millones de toneladas

223 354 millones de dólares

491 446 millones de dólares

40 $

80 $

6$

12 $

12 $

30 $

Y no obstante, a pesar de esa “sin precedentes” relación con la URSS, que se supone debió librarnos de la causa que había tenido que ver con el endeudamiento de Latinoamérica (la inequitativa relación), Cuba no se sumó a la lucha contra la impagable deuda externa solo por un sentimiento de altruista internacionalismo proletario: Como se ha reconocido después, Cuba por entonces le debía al “mundo capitalista”, con el que únicamente realizaba el 15 % de su intercambio comercial, poco más de 5 000 millones de dólares. O sea, para entonces cada cubano, como promedio, le debía sólo a los capitalistas y sin considerar lo que tendría que comenzarle a pagar a los “tobaritchs” el 1 de enero de 1986, la bonita cantidad de 500 dólares.

Epílogo En Cuba todos los nacidos en los setentas, y que por tanto cursamos estudios secundarios o preuniversitarios en la década siguiente, oímos y leímos, una y otra vez, de cómo

se había hecho la Revolución, entre otras razones, para acabar con nuestra dependencia económica, comercial y financiera de los EE.UU. Y es que, nos remacharon en nuestros subconscientes hasta la saciedad, importaciones y exportaciones desde y hacia aquel país rondando siempre un 70% u 80 % del total, inversiones en semejantes proporciones… todo ello coartaba la soberanía económica de nuestro país, y en consecuencia también la política. Visto lo cual, Fidel y sus adláteres decidieron que valía la pena sacrificar sus vidas si hubiera sido necesario, para en definitiva alcanzar la plena y absoluta independencia nacional. Tales enseñanzas nos vienen inevitablemente ahora a la cabeza a quienes nos acercamos a los cuarentas o hemos doblado ya ese cabo, cuando escuchamos perorar en los medios oficiales acerca de cómo el Bloqueo ha encarecido subidamente nuestras importaciones; o de la crecida cantidad de dinero que el gobierno de los envejecidos adláteres calcula ha perdido el país a consecuencia de aquel: En el último 27


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conteo de 2011 nada menos que un millón de millones de dólares, exactamente lo que hubiesen dejado todas las hipotéticas zafras de 5 millones de toneladas de azúcar desde 1511, año del comienzo de la Conquista, hasta el presente, quinientos años después; millón de millones que si se distribuyeran equitativamente entre todos los cubanos, durante los últimos 54 años, equivaldría nada menos que al producto interior bruto percápita de la China actual. Y surge la pregunta: ¿No resulta en definitiva este reclamo de poner fin al Bloqueo, al menos por quienes pontificaban que era nuestra relación con los EE.UU el origen de todas nuestras desgracias, un reconocimiento tácito del fracaso de los caminos que desde el poder ellos terminaron imponiéndole a la Revolución? Lo cierto es que en el periodo que transcurre entre 1959 y 1989 el estado cubano disfrutó por parte de su par soviético de facilidades de pago, de préstamos, y de una política de precios que difícilmente hubiéramos podido tener en el supuesto de que nuestras relaciones con EE.UU. no hubiesen llegado al rompimiento de 1962. Recuérdese tan solo que en dicho periodo los EE.UU. disminuyeron su consumo global de azúcar ante el avance de otros edulcorantes, con lo que de haberse mantenido el sistema de cuotas, necesariamente nuestra porción en él habría disminuido también inexorablemente. Nadie explica mejor esta verdad que el propio Fidel, en una de sus respuestas a Jeffrey M. Elliot y Mervin M. Dimally, en marzo de 1985: «La supresión del Bloqueo solo a largo plazo implicaría alguna ventaja. No voy a decir, porque no sería cierto, que no se derivarían algunos beneficios. Quizás hubiera alguna ventajas prácticas, quizás algunas mercancías que hay que adquirir en terceros y distantes países las podamos comprar en EE.UU., con menos gastos de transportes y entrega más rápida; algunos equipos médicos que se fabrican en EE.UU., algunos productos farmacéuticos, y cosas por el estilo, de esta índole. Pero no es una cosa trascendental…» Y refiriéndose un poco más adelante, a que para poder exportar hacia EE.UU. habría que necesariamente disminuir las exportaciones hacia el campo socialista afirmó entre risas: 28

Las múltiples presiones sociológicas, los

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Cuadernos de Pensamiento

compromisos originados por la tupida red de las relaciones profesionales,

familiares, sociales, reducirían fácilmente al hombre moderno, sin él advertirlo, a una especie de esclavitud. Y si alguna

profesión ha de liberarse de esta esclavitud y afirmar su libertad de juicio y de espíritu (garantía de imparcialidad), ha de ser la del comunicador. Para el hombre de letras, para el escritor, el crítico, el

cronista, la escritura es la expresión de un pensamiento, y el pensamiento no puede

ser prisionero de esquemas impuestos, de opiniones amañadas.

iglesiacubanaconfesante@gmail.com

Hay un dicho campesino que dice que no se puede cambiar la vaca por la chiva. Sin embargo, y por desgracia, esa vaca, o lo que es lo mismo, la masiva ayuda soviética, que en general debió rondar los 100 000 millones de dólares a precios de 1980 (unos 300 000 actuales), sufrió el mismo triste destino que la enorme masa ganadera que la élite revolucionaria encontró a su ascensión al poder... fue dilapidada alegremente en ideoteces.

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José Kozer (La Habana, 1940) Premio Bienal Julio Tovar de Poesía 1974 (Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife) Beca Cintas Beca Gulbenkian Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2013

Pan de Vida En la habitación contigua no está mi hermana, no está tocando una sonata de Schubert. De las canciones de Petrarca no tiene, pese a los conceptos del amor en que cree, la menor idea. ¿Petrarca? Vaya, que ni el nombre. Unas sílabas muertas. Un sonido irreal, claves golpeando vacío, reconocería el nombre (horrible) de Petra, y por arca vería ajuares, bisutería, la muy tolete de mi hermana no tiene ideas cultas. En su lugar, sabe sentarse frente a la alta ventana que da al traspatio de las lechuzas y los bonsái: dos tres horas después de almorzar la inunda la luz del otoño, núbil madona llamada a ser bendecida entre todas las mujeres (ya no es una chiquilla): el costurero abierto, estambres multicolor, agujas esmeriladas (las desinfecta) se apresta: hilo al ojo, la prenda de vestir, su único lujo, exige (hay que estar a la moda) unas alforzas:

mi hermana sabe, incluso conoce un sinónimo (lorza) de alforza, y ahí no para la cosa (se vayan Schubert y Petrarca con su música a otra parte) Sylvia teje, la ciñen aquilones mientras se saca de la manga una nueva bufanda verde claro, y de mundos inorgánicos, glauca, y consternada hasta el día de hoy por la proliferación del cardenillo y del óxido, cuece en un horno a todas luces todavía bíblico, Lía y Raquel, Rebeca y Esther ríen en la habitación contigua, saca de una sola paletada, y de la única sencillez de Dios, la cuadratura del círculo en el pan moreno que coloca en el centro de una mesa de arce a la que vienen a sentarse para la segunda colación del día, sacerdotes sumerios y allegados eslavos (pasados por ignotas islas) cónyuges y deudos (hoy son lo mismo) momento cuando habrá de dar otra vuelta la noria de las sucesiones.

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Capítulo II: Pluralismo

NOVAK Traducción samizdat para este número de José Gabriel Barrenechea. Tomado The Spirit of Democratic Capitalism, Madison Books, 1991,

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Michael Novak (n. 9 de septiembre de 1933) es un filósofo católico y diplomático estadounidense. Autor de más de 25 libros sobre filosofía y teología de la cultura, Novak es conocido por su libro The Spirit of Democratic Capitalism (El espíritu del capitalismo democrático) de 1982. En 1994 fue premiado con el Templeton Prize for Progress in Religion, que incluía premio en el Palacio de Buckingham. Escribe libros y artículos enfocados al capitalismo, la religión y las políticas de democratización.


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BUSCANDO a Michael Novak «Pluralismo» es un término de uso frecuente desde mediados del siglo XX, pero su significado no siempre resulta evidente. En sí mismo significa que una multitud no se reduce a un único principio último. Hay claramente pluralismo en la cultura, la política, la religión. El hecho de aceptar el pluralismo no significa reconocer a todas las visiones igual legitimidad. Un pluralismo extremado haría imposible toda actitud dialógica, o más bien lo haría irrelevante; supondría la aceptación de la imposibilidad de ponerse de acuerdo, la idea de que no importa pensar de manera distinta; sería en el fondo indiferentismo.

The Spirit of Democratic Capitalism Pluralismo en Política

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na bastante severa tesis es impuesta en aquellos que desearían “cristianizar” una sociedad pluralística, “traed a Cristo al mercado”, y “subordinemos el sistema a los valores cristianos”. Tales expresiones derivan de una concepción tradicional del orden social. Ellos planean una unidad de visión moral la cual, bajo el pluralismo, es inapropiada. En una sociedad de imposición-socialista o cualquier otra que uno puede imaginar la subordinación a los valores cristianos. Aquellos quienes desean que el orden social sobre una moralidad “sustantiva” de imposición no pueden estar a favor del pluralismo.

Una sociedad democrático capitalista, en principio, no se compromete con una posible visión del orden social. Ya que tal compromiso es, en principio, una violación de la trascendencia. Cualquier sociedad que imponga tal compromiso entraría sin autorización en los distritos de la consciencia

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y la personalidad. Si tal sociedad estuviera formalmente comprometida, en el centro de sus instituciones, con una visión cristiana de la justicia y el amor, dicha sociedad podría retener algunos elementos de democracia y algunos elementos de los mercados y los incentivos. Ya que hay una consonancia interna entre el respeto inherente (Aunque, por desgracia, no siempre observado) por los libres actos de fe y consciencia comunes al Judaísmo y al Cristianismo y los derechos protegidos por la democracia. Lo que es más, sin ciertas concepciones de la historia, la naturaleza, la persona, la comunidad, y el estado limitado, la propia noción de “derechos humanos” tiene muy poco sentido. No obstante, el respeto por la trascendencia de Dios y por la completa libertad de consciencia-respeto por el común humano vagar entre tinieblas- es mejor servido, aun en términos cristiano y judíos, por el vacío reverencial al corazón del pluralismo que por la socialmente impuesta visión de Dios.

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Ya que graves peligros para el espíritu se ocultan tras la subordinación de los sistemas político y económico a una única visión moral-cultural. La vida diaria es (como los cristianos creen) una lucha con el mundo, con la carne, y con el diablo. Un intento de imponer el Reino de Dios sobre esta lucha es peligroso no solo para la libertad humana sino para la Cristianidad en sí misma (y para cualquier otra religión similarmente tentada). Ya que las tinieblas siempre demandan sus derechos y corrompe a aquellos que intentan desplazarlas. En el mundo como este es, los humanos como son en sí están frecuente e inevitablemente enredados en mentiras, traiciones, injusticias, y pecaminosas energías de cualquier tipo. Prematuramente, antes del fin de los tiempos, el intento de tratar a cualquier sociedad de este mundo como “una sociedad Cristiana” es confundir a la preciosa esperanza con la triste realidad. Las existencias humanas, incluso los más devotos y serios cristianos, no puede esperarse que actúen siempre como los cristianos deberían actuar, bajo el dominio y el impulso de la gracia de Dios. Un sistema político basado en tales expectativas deberá necesariamente terminar en el desastre. Un sistema económico basado en tales expectativas deberá necesariamente confundir las ilusiones con la realidad. En el mundo tal cual él es, como Reinhold Niebuhr nos previno a través de su ejemplar vida intelectual, “los hijos de la luz” son en muchos aspectos un mayor peligro para la fe bíblica que “los hijos de las tinieblas”. El sistema moral-cultural se encuentra corporizado en instituciones. Su realidad no está confinada a la psique interior o a la privacidad de la consciencia. Hay iglesias, sinagogas, universidades, periódicos, editoriales, canales de televisión, asociaciones de filósofos y poetas, etc. Estas instituciones son plurales y en conflicto mutuo. Su influencia sobre los símbolos y valores los cuales promueven o inhiben la acción

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es inmensa. Los líderes políticos con frecuencia no pueden hacer lo que desearían porque tales instituciones no se lo permitirán. Los líderes de negocios necesariamente se ven envueltos en asuntos no por completo justificables por meros imperativos económicos. En otras palabras, las instituciones que conforman el ethos del sistema son poderosas. Faltando tal ethos, en ciertas culturas ni el capitalismo ni la democracia tienen sentido. Donde ciertas visiones de la moral y la cultura prevalecen, una política democrática y una economía capitalista no son plausibles. La distinción importante es esta: El Cristianismo ha ayudado a formar el ethos del capitalismo democrático, pero este ethos le prohíbe a los cristianos (o a cualquier otro) de intentar imponerse al sistema. Es particularmente difícil para los cuerpos religiosos ajustarse a un rol que les impide imponerse y los remueve fuera del centro. Su inclinación natural es a cubrir cualquier parte de la vida con su propia visión holística de la naturaleza humana y el destino. Desde que los seres humanos son animales sociales, criaturas de carne y hueso, los cuerpos religiosos se resisten en propiedad a ser movidos afuera, dentro de los espacios privados de los corazones individuales. Ellos desean un rol público social. Bajo el capitalismo democrático ellos tienen ese rol. Pero este no es ni de imposición ni al centro. Los líderes religiosos creen que su visión de la realidad es ella en sí misma. Algunos líderes cristianos pueden difícilmente ayudar deseando hacer de la suya una civilización cristiana; algunos líderes religiosos judíos queriendo convertir a Israel en un estado religiosamente judío; algunos líderes islamistas tratando de convertir a su civilización en islámica. Lo que es más, ellos están extremadamente tentados a hacer esto directamente, al centro, desde arriba, y a través. Pensar que ellos deben intentar cumplir con su importante trabajo solo indirectamente, inspirando a millones de individuos y a través de la competencia de ideas y símbolos en un

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mercado pluralístico, tiene que parecerles demasiado demandante.

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de negocios que se las ven con regulaciones políticas y líderes políticos que se las ven con presiones pluralísticas sienten iguales frustraciones. El sistema está designado para frustrar el impulso totalizador.

Sin embargo todo el capitalismo democrático depende de ellos. A semejanza de ellos, líderes

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Crรณnica de la Primera Marcha del Pueblo Combatiente; Bohemia, 1980

La Historia es un Profeta con la mirada vuelta hacia atrรกs

Eduardo Galeano

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POLÉMICA

Luís Pérez de Castro

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a los Héroes


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La verdadera felicidad consiste en hacer las cosas conforme a recta razón, en que consiste la virtud. Aristóteles, Ética a Nicómaco, Libro Primero. El cambio de siglo ha dejado, hasta para los más escépticos, evidentes muestras de nuevos cambios de paradigma. La profetización (casi) apocalíptica esgrimida por Francis Fukuyama con respecto al fin de la historia –algo que viene sucediendo con la rescritura y tergiversación de cuantos hechos nos han antecedidos para beneficios de personas o regímenes en particular-, plasmó la reformulación teórica que por años viene manejándose en los ámbitos académicos e intelectuales. Esta arriesgada afirmación de Fukuyama en torno a la llegada en la época actual al fin de las ideologías y al fin de la historia repercutió, y en gran medida, en las líneas de teorización respecto al nuevo orden mundial tras los atentados del Once de septiembre en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos de Norteamérica, los que dejaron claras muestras de un mundo sumergiéndose de manera acelerada en el caos y la inestabilidad y, para nada sorprendente, conducido por políticos incapaces de en-contrar la fórmula salvadora. Así nos encontramos críticos culturales e ideólogos que manifestaron su preocupación por una fulminación inminente del siglo XXI tras estos ataques como los fundamentos de un nuevo cambio de paradigma epistemológico, como es el caso de Noam Chomsky. Desde la caída, considero que para nada abrupta y mucho menos sorprendente como quieren hacer ver ciertos teorizantes y politólogos, del campo socialista y el nuevo reordenamiento del mapamundi por los innumerables países y fronteras reverdecidas como por arte de magia, se viene anticipando (con mayor énfasis en el ámbito estético) un inmediato desgaste del paradigma postmoderno. En esta nueva era de cambios y donde la (de)construcción del paradigma desde una conceptualización, más que incorpórea, se nos presenta desde una corporalidad diariamente cambiante, resurge la figura del fantasma como única propuesta, o salida, de aquellos sujetos, y dígase también sistemas, que han visto pulverizado sus sueños y aspiraciones. No pretendo con estos planteamientos discutir, tampoco brindar fórmulas respecto a la decadencia actual de la espiritualidad y el no respeto a preceptos éticos que, desde la Asamblea Constituyente de Guáimaro, el 10 y 11 de abril de 1869, liderada por Carlos Manuel de Céspedes, Salvador Cisneros Betancourt, Miguel Jerónimo Gutiérrez e Ignacio Agramonte, dejó fundamentado lo que sería en adelante la naciente república de Cuba, solo me propongo demostrar, apoyado en un suceso aparentemente intrascendente ocurrido con mi persona, que

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nuestro país, como el resto del mundo, no escapa del desgaste sistemático o cambio de paradigma y que, a pesar de los esfuerzos de Antonio Zambrana en la propia Asamblea Constituyente de evitar ¨la tiranía del número¨, hoy a 143 años de distancia caemos en la tiranía del número, pero esta vez contable, y a la que con anterioridad nombraba como la figura del fantasma. Transcurría el mes de febrero de 2012, específicamente los días del 22 al 26, los escogidos por la máxima dirección del Instituto Cubano del Libro para la realización de la Feria Internacional del Libro (FIL) en las provincias centrales, MatanzasSancti Spirítus, días que, como ferviente amante de la historia, aplaudo con vehemencia por los suceso históricos acontecidos en el contexto señalado. El 24 fue el día indicado para la presentación de mi libro titulado Como un manso animal, el que se realizaría en el Monumento Histórico Ernesto (Che) Guevara de la Serna o Plaza de la Revolución, como comúnmente se le conoce por parte de los ciudadanos que con hidalguía conviven junto a él en Santa Clara. Y pienso que los organizadores no pudieron estar mejor atinados en su selección, pues el libro es un poemario dedicado a ese genial hombre/revolucionario/amigo que responde al nombre de Ernesto (Che) Guevara de la Serna y donde, a través del verso desacralizo su imagen, doy una visión alejada de los estereotipos y del misticismo que lo rodea, según palabras de Luis Machado Ordetx, periodista y escritor, y quien realizara el prólogo del mismo. Y me contentó doblemente que fuera el día 24 pues, exactamente ese día pero de 1895, se produce el alzamiento de Baire, lo que la historia reconoce como la reanudación de la Guerra de Independencia. También este día, pero de 1976, se proclama la Constitución de la República de Cuba, documento rector que a partir de entonces regularía las relaciones jurídicas legales de la sociedad cubana y marcaría un antes y un después en la construcción del socialismo y en la educación del hombre nuevo por el que tanto promulgara el Che. Y quiero aferrarme a la idea que fue premeditado, nada casual. La presentación del libro estaba programada para las 02: 00 pasado meridiano. Nos instalamos en una pequeña y confortable sala. El tiempo pasaba y nada sucedía y sólo atinamos, la librera, la promotora, Luís Machado Ordetx, presentador del libro, y yo, a mirarnos con cara de signo de interrogación. A las 03: 15 minutos pasado meridiano, con solo 7 personas y una extraña e incomprensible disculpa, pedida por la compañera que nos atendió, finalmente se presentó el libro. Sólo tres personas, las únicas que mostraban interés mientras Luis Machado Ordetx con estoicismo hacía la presentación y, minutos después yo leía tres poemas, adquirieron el libro


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y reclamaron por su dedicatoria, entre ellos un argentino que se encontraba de visita y por curiosidad entró a la sala. Y sucedió, lo que en mi opinión muy particular deslegitima toda la alienación de los valores culturalmente heredados y da respuesta no sólo a la pérdida de paradigma, sino también al deslizamiento incuestionable de los significantes de esos valores culturales, que la compañera directora, aparentemente muy apenada y mientras recibía souvenir de parte de un representante de una delegación que acababa de atender, pidió disculpas por no haber podido estar presente, así como por la poca asistencia de público. En este entorno apático y, a la vez estupefacto por el interés que cada turista mostró por el libro, el que, para hundirme mucho más en la estupefacción, adquirieron rápidamente, fue que transcurrió la presentación, páginas engavetadas durante largos once años, de ellos tres editado y listo para ver la luz, páginas donde anclo toda la nostalgia sobre un hombre que se fue de caza por el mundo sin importarle credos ni fronteras, y ese preciso día, tan histórico como su propia alma, siento que su obra fue mancillada y yo, amante incondicional de su credo, traicionado. Y me asaltó la duda: ¿La compañera directora no pudo tener la visión de dirigir a la delegación de turistas a la presentación del libro teniendo en cuenta que el mismo da tratamiento a la figura del Che? ¿Esto es un altar para venerar a los héroes o para lucrar? Pensar de una forma y vivir de otro modo no solo nos hace daño, también traiciona el discurso oficialista que continuamente llama a una vuelta a las autenticas raíces humanas, a una búsqueda del retorno a los orígenes de la esperanza, a lo que yo, sin adornamientos a las palabras, diría: A la búsqueda de un ser para, de una intencionalidad colectiva orientada al ser/hombre más que a un ser/hombre/contra apresado al fantasma de la tiranía del número contable. Cierto es, y negarlo sería un absurdo, que existen/existirán administrativos y artistas/escritores contables para los que solo existe la cifra, la maniática voluntad de sumar valores, muy de moda por nuestros días. Lo que Mallarmé ya entrevería: ¨La función numeraria fácil y representativa de la literatura¨. También es cierto, y nuestro país no está ni estará libre de ello, que vivimos subordinados a las pulsaciones de la cifra. Contar, contar antes y después. Evaluar, vaya costumbre heredada de quién sabe quién. Tasar, pesar, evaluar una y otra vez, hasta la saciedad. Nada se puede contra los administrativos y su estado computable de los actos cotidianos, que lo

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empobrece todo: la imagen de los héroes e, incluso, hasta el lenguaje, una herramienta tan útil para comunicar. No olvidemos que el lenguaje nos da órdenes, nos ofrece necesidades, estudiados mensajes y, sobre todo, rigurosos estudios de mercado que, sin tener en cuenta criterios y si dadivas, ya nos tiene convertido en estadísticas. ¡Vaya poder el de la tiranía del número contable! Confieso que me resisto a los preceptos esgrimidos por Fukuyama sobre el fin de las ideologías y de la historia, a pesar de que, como dijera con anterioridad de que existen claras evidencias de ello, vivo convencido de la plena conservación de lo más humano del hombre y su apego a las tradiciones autóctonas de sus antepasados, que no es más que la propia historia con sus matices positivos y, claro está, también negativos. Pero cuidado, tengamos mucho cuidado con el nihilismo, cubierto o encubierto, con violencia pero con cálculo, que se lleva a cabo por cada rincón o plaza pública, pues no es negable que vivimos una época que bien podríamos llamar de nihilismo y no pasivo, más bien diría que activo. Y digo cuidado porque el nihilismo, según el Diccionario Manual de la Lengua Española, lo define como negación de toda creencia o de todo principio religioso, político y social, y este solo evalúa, mide, tasa: determina el valor, y el valor es una equivalencia: puro valor de cambio, que nada tiene que ver con un altar a los héroes, con los valores promulgados por tantas generaciones que actuando en lo inestable, se subieron a la cuerda floja y, sin tener en cuenta el destino reservado a sus vidas, supieron triunfar. Este 24 de febrero de 2012 me hizo reflexionar sobre el valor peligroso de la literatura, de su carácter sintáctico y que, alejado del fantasma de la tiranía del número contable, es preciso buscar la palabra del despertar, el significado preciso detrás de ella. Hay que buscar, simultáneamente, y los tiempos así lo reclaman, una reserva del lenguaje, que no es más que una reserva del ser que somos. Atravesar las puertas que nos quiere imponer el nihilismo y arribar así a una nueva época de la palabra, desde una nueva conciencia, la nuestra, alejada de cifras contables. Escribir literatura no es más que desprenderse de las bestias que gritan implacablemente dentro de nuestro cuerpo, decirle no al nihilismo que intenta, con su inescrupulosa manía de contar, matarnos la sensibilidad. Yo me quedo con la palabra, sólo con la que impone su coeficiente de libertad. ¿Usted, amigo lector?

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alternativa

Sociedad Civil Cubana 2014

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de to as e j ob rari erá arbit a, su s ie o s ad Nad rencia priv icilio ni a inje u vid u dom ncia, ra s en ilia, s ponde u hon da s o fam corres s a ón. T ho i e ec c su ataqu puta der ley e r e la de su tien n de cias o a a ió ren o son ecc e per prot es inj l a a l ra ta t con ues. q a at

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Declaración Universal de los derechos humanos

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actualidad

POLÉMICA Todavía es más difícil presentir la suerte futura del Nuevo Mundo, establecer principios sobre su política y casi profetizar la naturaleza del gobierno que llegará a adoptar. Toda idea relativa al porvenir de este país me parece aventurada. ¿Se pudo prever cuando el género humano se hallaba en su infancia, rodeado de tanta incertidumbre, ignorancia y error, cuál sería el régimen que abrazaría para su conservación? ¿Quién se habría atrevido a decir: tal nación será república o monarquía, ésta será pequeña, aquélla grande? En mi concepto, ésta es la imagen de nuestra situación. Nosotros somos un pequeño género humano; poseemos un mundo aparte, cercado por dilatados mares, nuevo en casi todas la artes y ciencias, aunque en cierto modo viejo en los usos de la sociedad civil. Yo considero el estado actual de la América, como cuando desplomado el Imperio Romano cada desmembración formó un sistema político, conforme a sus intereses y situación o siguiendo la ambición particular de algunos jefes, familias o corporaciones; con esta notable diferencia, que aquellos miembros dispersos volvían a restablecer sus antiguas naciones con las alteraciones que exigían las cosas o los sucesos; mas nosotros, que apenas conservamos vestigios de lo que en otro tiempo fue, y que por otra parte no somos indios ni europeos, sino una especie media entre los legítimos propietarios del país y los usurpadores españoles: en suma, siendo nosotros americanos por nacimiento y nuestros derechos los de Europa, tenemos que disputar éstos a los del país y que mantenernos en él contra la invasión de los invasores; así nos hallamos en el caso más extraordinario y complicado; no obstante que es una especie de adivinación indicar cuál será el resultado de la línea de política que la América siga, me atrevo a aventurar algunas conjeturas, que, desde luego, caracterizo de arbitrarias, dictadas por un deseo racional y no por un raciocinio probable.

Yoaxis Marcheco

En esta cumbre surgió un incidente entre Alvaro Uribe, entonces presidente de Colombia y Hugo Chávez. El incidente sucedió cuando ellos presidentes discutieron acaloradamente en una reunión celebrada a puerta cerrada. Uribe increpó a Chávez por el "embargo comercial" que mantenía sobre Colombia, mientras que Chávez alegaba que Uribe había enviado "300 paramilitares" para asesinarlo. Uribe, disgustado, le dijo "Sea varón y quédese a discutir de frente", a lo que Chávez respondió "vete al carajo". El incidente se filtró a los medios de comunicación

SIMÓN BOLÍVAR carta de jamaica

Una, dos... Las Dos

CUMBRES


Cuadernos de Pensamiento

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El despliegue policial y la ola represiva levantada por el régimen cubano contra la Oposición pacífica durante el desarrollo de la II Cumbre de la CELAC celebrada en la Habana no es nada novedoso. Siempre que se celebre en Cuba algún evento de alcance internacional, o se reciba la visita de alguna personalidad ya sea política o religiosa, o corresponda festejar alguna fecha de importancia mundial como el Día Internacional de los Derechos Humanos, allí estará la oleada restrictiva y se alzará el brazo autoritario y déspota de la dictadura contra quienes se han atribuido el derecho a la libre expresión y al soberano ejercicio de la crítica. Así que en lo personal no esperé nada diferente de parte de la tiránica dictadura que le teme tanto a la congregación libre e independiente de los ciudadanos, como los vampiros a la luz del sol. Lo que si me resulta muy interesante es el hecho de que cada vez el despliegue policial requie-re de mayor inversión humana y material, lo que demuestra el crecimiento progresivo de la oposición interna; y que este despliegue debe llevarse a cabo con mucha más frecuencia, las fuerzas represivas no tienen descanso, lo constatamos en los largos y desgastantes turnos de guardia operativa y en las expresiones de cansancio de los agentes, quienes buscaban un poco de entretenimiento en el flirteo con las jovencitas del pueblo que les pasaban por el lado.Un amigo,que sin temor nos visitó durante el aparataje policial, comentaba que la situación cada día era más crítica para los tiranos porque él nunca había visto en su vida tanto trabajo de la oposición como en el presente, y que con toda esa persecución solo le estaban demostrando al pueblo el miedo que le tienen a la oposición interna y a cualquier evento que ponga en peligro la estabilidad de su poder. Pude visualizar otro elemento importante, la preocupación de muchos policías políticos por nuestras cámaras, están conscientes de que la represión ya no queda impune, sus rostros saldrán al exterior, el mundo los verá, pero no solo el mundo, también los cubanos de la isla.Son las caras de estos agentes, en su mayoría muy jóvenes las que se enfrentan a los opositores y luego salen a la luz y al exterior a través de la Red. Sus superiores jamás dan la cara, ellos solo emiten órdenes. Quienes rodean, detienen yprofieren amenazas son estos soldados de bajo rango, ellos son los rostros de la represión en Cuba, lo que se ve; el cerebro jamás sale en las fotografías o en los videos, se esconde tras las órdenes que quienes dan la cara cumplen a cabalidad. Ojalá, créanme que es mi mayor deseo, estos jóvenes se percaten a tiempo del papel infame que están jugando en el escenario de la historia cubana. Ojalá muchos de ellos se trasladen hacia el lado mejor, que es el de tratar de lograr una nación donde todos los

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seres humanos tengan derecho al libre criterio, a la libre asociación y elección en todos los órdenes de la vida. Mientras algunos activistas por los Derechos Humanos permanecían en las celdas, como el economista Manuel Cuesta Morúa o el abogado Veizant Boloy, y otros como mi esposo el pastor bautista Mario Félix Lleonart y yo bajo prisión domiciliaria, se desarrollaba en La Habana la más hipócrita de las cumbres, espacio donde no se mencionó la falta de libertades esenciales en la Isla, ni la inexistencia de un estado democrático, o el irrespeto de la dictadura más prolongada y aún en funciones en América Latina, al criterio político e ideológico diferente; pero esto tampoco me sorprendió. Hemos estado alertando al mundo sobre la influencia política de los Castro en el área de América Latina, sus tentáculos se enredan por toda la parte sur del continente, y sabemos también la gran pericia del régimen para encubrir y disfrazar sus injusticias y aún más para disimular incluso la penuria material y económica que vive el pueblo de Cuba. Los presidentes, ministros y diplomáticos participantes en la Cumbre estuvieron cómodamente instalados en las confortables suites del Hotel Nacional, lejos de esa realidad negrísima que viven los cubanos. La prensa acreditada, cómplice también del régimen de La Habana, no se refirió jamás a la situación de la oposición interna. Lo más lamentable, un pueblo anquilosado, al que la tiranía golpea cada vez con más fuerzas y que no reacciona. Acabar con la tullidez espiritual y moral de ese pueblo sigue siendo el reto más importante y mayor de esa oposición que sin miedo a equivocarme puedo nombrar, creciente oposición interna. No puedo dejar de destacar la actitud del presidente de la República de Chile Sebastián Piñera, su encuentro con Berta Soler líder del grupo femenino opositor Damas de Blanco, fue la muestra de su interés genuino por la situación verdadera de los derechos humanos en Cuba y también el modo decente de reconocer la existencia de la oposición a la dictadura. También a la señora Laura Chinchilla, presidenta de Costa Rica, por el tiempo dedicado por parte de su cuerpo diplomático a la Comisión de Derechos Humanos en Cuba dirigida por el señor Elizardo Sánchez, oportunidad que se tuvo de informar la ola represiva desplegada por el régimen para mantener bajo control a la oposición. La señora Laura Chinchilla nueva presidenta pro tempore de la CELAC podrá incidir de manera positiva en los países integrantes para que reconozcan y exijan a los dictadores cubanos el fin del sistema antidemocrático al que tienen sometida a la isla, o podrá continuar disimulando la existencia de la única dictadura latinoamericana. El


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respeto a la diversidad entre las naciones, sin el respeto sincero y honesto a la diversidad y la individualidad entre los ciudadanos es el mayor disparate que jamás haya oído. La gran hipocresía radica en hablar de libertad, de paz, de integración, de diversidad, admitiendo entre las naciones democráticas a un régimen totalitario y dictatorial que silencia a su pueblo y lo reprime. Un régimen que coloca la pesada bota sobre nuestras bocas, mientras habla de derechos que incumple todo el tiempo.

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Pasó la Cumbre CELAC, me queda no obstante la satisfacción de saber que los inconformes empoderados vamos en aumento y que quienes nos reprimen y nos acosan están totalmente desnudos de argumentos contundentes. Me queda la satisfacción de que sí hubo una Cumbre alternativa que alzó su voz desde las mugrientas cárceles, desde los cercos policiales. Esa cumbre, la verdadera seguirá adelante y triunfará, seguro triunfará.

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En busca de la génesis de la cuentística de Onelio J. Cardoso Siempre estuve convencido de que un escritor como Onelio J. Cardoso debió haber encontrando en ese personaje colectivo llamado pueblo la textura para la creación de sus caracteres psicológicos, fermentados en las experiencias personales de los seres pintorescos que habitan popularmente en las pequeñas comunidades. Calabazar de Sagua, cuna del Cuentero Mayor, constituyó rica materia prima para conformar una gran parte de sus historias: anécdotas de carboneros, campesinos, pescadores: gente de múltiples oficios. Reconozco, sin embargo, que esta noción de personajes en la cuentística oneliana tuvo otra concepción, pues Cardoso parte de la individualidad al ente múltiple. Encontrar ese ser humano que le permitió a Onelio conformar esta perspectiva, sirvió de pretexto para comenzar la búsqueda por su propio terruño. Y la liebre saltó al primer azorón: Antonio Peña Moreno (Ñico). Conozco del trabajo, que el acucioso investigador y periodista Luis Machado Ordetx, viene realizando desde hace buen tiempo. Para el intelectual, apegado a las memorias del ilustre artista de la declamación Severo Bernal —contertuliano de aquel grupo de escritores que se nucleó, en la década del treinta del pasado siglo, alrededor de la revista Umbral y miembro activo del club Umbrales de Santa Clara— la presencia del poeta Enrique Martínez Pérez —hacedor, junto a Onelio, de caminos, viajero infatigable por ciudades y ciénagas—, fue decisiva en la concepción del personaje Juan Candela, pues la cualidad de gran fabulador y semejanza somática con el campesino, que lograba guardar silencio al resto de sus oyentes ante sus narraciones fantásticas, había contribuido favorablemente en el cuentero de Cardoso. Sin embargo, a esta aseveración del periodista —autor ya de unos cuantos títulos imprescindibles en el conocimiento de la vida cultural del territorio villaclareño— se antepone el criterio vertido por el eminente Doctor en Ciencias Filológicas Benito Pírez Noy, profesor titular de la Universidad Pedagógica Félix Varela, cuando me confesó que en un encuentro con el escritor Onelio Jorge Cardoso en la Universidad Central Marta Abreu, allá por la década del setenta, este le había revelado que la génesis fabuladora de Juan Candela se hallaba en su terruño natal, es decir, Calabazar de Sagua: un hombre llamado Ñico Peña, el campesino más real y maravilloso que había conocido en sus años de adolescencia. Y si aún la anécdota anterior no bastara para justificar, solo me queda invitarlos a leer las memorias de calabaceños que conocieron a ambos cuenteros: el de los libros, y el de los portales y parques del pueblo. Solo me detuve en buscar en los textos de Onelio las semejanzas de historias, según la evocación de los vecinos. Rara vez se une en un solo hombre tanta riqueza espiritual, al punto de convertirlo en imprescindible. Hombre al que Dios no le proporcionó hijos naturales, pero lo rodeó de cinco adoptivos, que lo amaron hasta


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Lo que en otro lugar de la Isla pudiera ser motivo para el escepticismo, en este pueblo costero es pan comido. Peña y Candela constituyen una perfecta simbiosis, que va más allá de los portales y las páginas de los libros. No hubo oficios de la república prerrevolucionaria que no fueran ejercidos por Ñico: carbonero, pescador, cortador de caña, retranquero, cazador de perros jíbaros, músico empírico, bailador de rumba, vendedor ambulante, sobador de vientres, arreglahuesos, repentista, cavador de fosas, albañil. Pero más que todo, narrador por excelencia. Su voz convidaba al silencio, sus gestos precisos y aquellos que exigían: «El que no crea, puede irse». Ayer estaba en la glorieta del parque, hoy en el salón del teatro —bar La Ribera y mañana en el portal de la bodega de los chinos, o de la carnicería de Carlos Fernández o en la sala de billar del hotelito Las Brisas, frente a frente con la casa de la familia Cardoso—. Y en el portalón de la casona del alcalde Basilio Jorge (padre de Onelio), podemos imaginar al hijo, embobecido con aquellas historias de los pargos que había encontrado Peña en un montecito cercano al batey de Piñón, chapoleteando fango, después del paso del ciclón del ‘33. —Imagínese el susto que me di, cuando casi choco con estos pejes. Na, que los pesé en la bodega de los chinos y salieron a doce libras cada uno. Nunca vi el mar tan alto. Oye, ni cuando me cogió aquel mal tiempo cerca de Key West, buscando Punto Espino. Fíjate si estuvo feo, que la suerte fue que me refugié en Cayo Hueso. Oiga, amigos, y pensar que le había pasado al islote a unos dos cordeles, pero con la negrura de la tempestad, quién iba a ver cayo alguno. CORTADOS POR LA MISMA TIJERA. —Yo le aseguro que Juan Candela era Ñico Peña, cortados por la misma tijera: cuenteros a más no poder. En este pueblo no hay nadie —recuerda el músico Miguel A. Baeza, amigo del escritor— que no le deba algo a ese cubano de nacimiento y asturiano por ascendencia: bonachón, fiestero y trabajador como nadie. Le digo que cuando Ñico no tuviera nada que comer, en este pueblo ni los ricos tendrían entonces. Era el típico buscavidas. Usted se lo podía hallar en cualquier sitio inventando cuentos de aparecidos fabulosos o de carboneros o de peces extraños. Podían ser ciertos o no, pero, ay, de quien intentara desmentirlo. A veces algún aguafiestas gritaba: ¡Afloja, Ñico! Cuando invitamos a Onelio a celebrar su sesenta cumpleaños en compañía de su gente, entre los lugares que pidió que lo llevaran estaban el Chorrerón, Palo Prieto (una vieja arboleda de mangos pelones) y la casa de Ñico. Se abrazaron tan fuertes como solo lo hacen un padre y un hijo que se aman con frenesí. Si tuve alguna duda sobre el parentesco de Candela y Peña, ese día la despejé.” APENAS APRENDIÓ ALGO DE LAS LETRAS. Jorge Cabrales Escobar es uno de los cinco hijos adoptados por Ñico. Pero desde que estaba en el vientre de su madre ya le habían endilgado el apodo de «Catulo» y desde entonces nunca respondió por otro nombre: ─No hubo en este pueblo un hombre más servicial y humano que mi padre. Era bueno por naturaleza. Años difíciles. Una hambruna del carajo. Y abrirles los brazos a cinco muchachos para criarlos casi sin recursos, dice mucho de un cristiano. Yo le puse «El Padre de las Casas». Cuántas veces

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su deceso el 5 de diciembre de 2006, en la fría ciudad de Clewiston en los EE.UU. Con su muerte, a los ciento tres años, bien lejos de sus raíces, Calabazar de Sagua perdía físicamente a su mejor cuentero, y la literatura cubana a uno de sus más universales personajes: Juan Candela.

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lo vi entregar a un vecino los dos pesos que habíamos hecho vendiendo frutas en el central El Purio, porque tenían un vejigo enfermo y no contaba con recursos para ir a la farmacia. «Más palante hay pueblo», decía siempre que tenía esos gestos. »Cada vez que terminaba la jornada del día pasaba por el bar La Ribera a darse unos tragos de Bacardí y fumarse un buen Partagás. Y ahí encontraba coro para sus historias. Si alguien hubiera escrito esos cuentos, habría llenado diez tomos. Hasta yo —que sabía que eran inventados— me quedaba bobo oyéndolos. Tenía una gracia natural porque el pobre si apenas aprendió algo de las letras. Sus palabras cortaban el aire con elegancia. Nunca comprendí como un hombre que se partía el espinazo trabajando en lo que fuera, tenía deseo de pasarse horas haciendo chistes o cantando tumbaos, guajiras y boleros en los bares. Sin embargo, nunca aceptó dinero por actuar, lo hacía gratis. Retaba a los repentistas con décimas jocosas, no hería a su contrincante, pero les tomaba el pelo con mucha facilidad. Mi viejo era un hombre delgado, de manos huesudas y largas, de cejas espesas y ojos achinados y pícaros. Cuando terminaba una de sus historias, se quedaba un rato con la vista fija en aquellos que ponían cara de duda o de burla, hasta que estos bajaban la cabeza. Yo recuerdo bien a Candela. Era alto, saliente en las cejas espesas, aplanado y largo hacia arriba hasta darse con el pelo oscuro. Tenía los ojos negros y movidos, la boca fácil y la cabeza llena de ríos, de montañas y de hombres.* »Cuando el ciclón del ‘33, estando en la playa Piñón, Ñico contaba los avatares de aquel día de pesca: »─Muchachos, los ventarrones me sorprendieron en el último cayito de mangles, ya no me daba tiempo volver y decidí refugiarme entre los matorrales. Pensé que estaba seguro. ¡Cuentos! La ventolera la cogió conmigo. Las rachas levantaban las olas como nunca. Por mucho que me agarré de los mangles y de la soga de la chalana no fue posible evitar elevarme sobre los casi diez metros que tomaron aquellas olas. Olas como esas no las tuve que salvar ni cuando me perdí buscando Punto Espino debido a la negrura que provocó la tempestad. Aquella vez ni me veía las manos. Cuando de pronto avisté unas luces. Allí, a escasos cordeles, se encontraba Key West. Y, como el viento continuaba revolcando la calma del mar, me di un saltico hasta Cayo Hueso. Vacié una Bacardí, encendí un sabroso Partagás, y me dije: “Ñico, espera que ese demonio deje en paz a la mar y puedas hacer el cuento en La Ribera”. Bueno, el caso es que vine a parar con chalana y todo sobre uno de los caballetes de los bohíos del batey. Suerte que las vigas eran de yanas y resistieron el encontrón. Muchachos, ya venía de regreso para la costa para revisar los estragos del meteoro en el embalsadero, cuando siento unos mugidos de espanto que salían de la vaquería de los Martínez. Ni corto ni perezoso corrí para el lugar con el yaguarama listo para lo que fuera ¡Dios, mío, qué fenómeno! Ni viéndolo lo creía: un tiburón había sido lanzado por el mar contra el establo y tenía atrapada por la pata a una de las mejores vacas lecheras. Muchachos, la suerte fue mi yaguarama. A machetazos logré que la soltara. Ocho hombres no podíamos cargar a la bestia hasta el motor. No quedó nadie en el Piñón y en el ingenio que no comiera filete de tiburón. Buena plata que le sacamos. Luego vino lo de los pargos. Todavía no me explico cómo pudieron sobrevivir una semana en el pantano del bosquecito de júcaros. No, seguro que el ciclón llenó de agua salada el estero, digo yo. El hecho es que tuve que pedirle ayuda al más chico de los Martínez con el ensarte porque es incómoda la carga de seis pargos de a catorces libras cada uno. Casi un quintal de pescado. Allí mismo en el portal de los chinos los


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El animalito lució su sangre como siempre. Se estremeció, levantó las orejas asustadas y pasó, buenamente, arrollando el agua en el pecho. Pero ahí viene la cosa, que estando fuera ya, me siento las espuelas pesadas tirando abajo ¡Diablo! – digo – y veo que traía dos pescados de a libra cada un trincados en las espuelas. Bueno, miré al río y le dije: hoy tienes más pejes que nunca. [pp. 60─61] »Mi padre fue tremendo carbonero. Una de las historias más famosas tuvo que ver con una lechoncita que se llevó al cayo La jutiera, donde estaría quince días burreando madera para hacer hornos de 150 o 200 sacos de carbón. Después se los venderían a los barcos carboneros de Uvero o Isabela de Sagua. Ese negocio dejaba el espinazo hecho leña, pero se traía alguna plata para sobrevivir al tiempo muerto: »─Muchachos, ya íbamos con la última carga para el carbonero, cuando siento un calor abrasándome los pies. Reviso bien y veo a unos de los sacos del fondo encendido, parece que se nos coló algún tizón y en un santiamén estaba ardiendo toda la chalana. Nos lanzamos al agua sin acordarme de la lechona. La última vez que la vi, estaba sobre unos de los sacos apagados todavía. Lamentaba la muerte del animalito porque había estado sufriendo junto con todos nosotros las irresistibles picadas de los bichos de los cayos y había pasado su hambre también. Esa puerquita tenía buena pinta para madre y pensé regalarles sus hijos a los muchachos para que fueran resolviendo sus zapatos y carteras de escuela. “Se chivó el plan”, me dije. Y quien les dice, muchachos, que tres días después siento unos “rucu rucu” lastimeros y me entierro en los manglares de las costas del Piñón, y ¿qué creen que vi? ¡La lechona! Había recalado en el playón. “Vaya, se salvaron los muchachos”, pensé. »Ese día, cuando terminó su cuento, la gente se quedó muy seria. Yo vi venir el huracán. Pero el viejo rozó con su mano “la guámpara” y se hizo un silencio pesado. Esa vez casi nadie le creyó su historia y, sin embargo, el negro de los Jova me la había confirmado. Él se hallaba burreando madera cerca del lugar. Soriano se puso de pie entonces. Se enderezó agarrándose la faja, pero Juan lo cogió en vilo con su mirada. Luego Soriano tragó en seco y se sentó de nuevo […] Entonces pasó lo que pasó: Juan tiró del machete [pp. 63─66] »En el bar La Ribera, en del cayo Lanzanillo o en el cabaret– bar El Chorrerón dejaban los carboneros y pescadores gran parte de las ganancias, entre Bacardí, Aguardiente, Cristal y los hermosas carnes de las mujeres de la vida que rondaban por estos sitios. O sencillamente se dejaban engatusar por gente de negocios oscuros y eran arrastradas a las ciudades grandes a vivir de sus cuerpos. Mi madre decía que Visia se había ido una tarde de lluvia, y mi padre replicaba que no; que ella estaba echándole maíz a las gallinas cuando sintió el ronquido de la máquina y reconoció el vestido verde. La cosa es que Visia se fue una tarde y no supimos más. [p. 74, «Mi hermana Visia»]. »De una mujer como esa, era hijo mi hermano de crianza Jorge Peña. A los tres meses de nacido su madre, una prostituta, se lo dejó a un vecino porque con él no podía seguir en el oficio. Pero este no lo quería porque el bebé estaba muy grave. Mi padre que lo escuchó llorando pidió que se lo regalaran. El vecino, feliz por poder soltar la carga, se lo entregó envuelto

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vendí todos. El dinerito no vino mal porque pude vestir a los muchachos y taparles las nalgas a la vieja.

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en un trapo, pues ni canastilla poseía el pobrecito. Cuando mamá lo vio, puso el grito en el cielo. Pero su corazón latió de piedad al lado del de su esposo y —con la ayuda del médico Jiménez— lograron salvarlo de una acidosis (gastroenteritis) fulminante. Ese año tuvimos que redoblar el trabajo. A la farmacia le debíamos la vida de Jorgito. »En los tiempos de zafra, Ñico se iba al Camagüey a buscar trabajo en los cañaverales de Esmeralda, Chambas o del central Narcisa. Pues bien, en una controversia donde su hermano mayor Ñoño lo acompañaba como siempre con el tres, Ñico anunció que haría un viaje a un lugar fabuloso, invitado por un marinero de Montego Bay. Alguien le preguntó por la dirección de ese lugar. Él respondió tajante: “Entre Estambul y los mares negros de los esturiones”. No quedó nadie en el bar que no abriera los ojos hasta salírseles casi de las orbitas. Yo me asusté muchísimo. Papá nunca volvería de ese lugar perdido de la geografía. Si le daba por pescar esturiones, se volvería muy rico y se convertiría, quizá, en un faraón. Jamás querría saber de nosotros, pobres muertos de hambre de este polvoriento pueblo. Pero, regresó tan feliz del bar que no quise aguarle la tarde. »Y la gente se lo creyó. Dos meses después todo el gentío del pueblo especulaba acerca del destino de mi padre. Solo la vieja y Ñoño vivían sin ninguna preocupación de la suerte de Ñico. La verdad fue que nunca nos faltó un poco de harina con boniato por las mañanas y algo de tasajo o de picadillo en las tardes. »Un día se apareció en La Ribera un marinero de los de Isabela de Sagua y alguien por preguntar, interrogó al visitante: “¿Usted ha ido por ahí, por esos lugares del otro lado del mundo?” “Mucho, sí —respondió el marinero con la arrogancia de los que entre cielo y tierra les queda poco por ver. “¿Cuánto lejos queda de aquí ese Montego Bay?” “¿Tiene a alguien perdido por allá o piensa viajar?” —preguntó con cierta guasita el forastero. “No, es que tenemos un amigo pescando esturiones por esas aguas”. El hombre de mar empezó a reírse como un loco. Ya la risa nos tenía medio aturdidos, cuando cambiando el rostro dijo: “¿Pescando esturiones en Montego Bay? Si no fuera por sus caras tan serias, yo pensaría que usted está tratando de tomarme el pelo. Ese Montego queda a unas brazadas de mar, no es más que una aldea de negros jamaiquinos. Y sus aguas son tan cálidas, que ni con aire acondicionado sobrevivirían los esturiones”. Y, largándose medio vaso, como buen marinero, de aguardiente, se marchó. Yo lo escuché decir, entre dientes: “¡Imbéciles!” Me fui del bar, antes de que empezaran a hablar cosas feas de papá. Dos semanas después regresó el viejo, sin esturiones, ni dinero a manos llenas, pero con su misma alegría de siempre, a pesar de las nuevas arrugas y rengueras que le regalaron los cañaverales de Chambas. Eso sí, había perdido algunos miembros del coro. Claro que todos comprendemos. Ha vuelto; lo han traído, pero ¿por qué se ha hecho esta estupidez? Ahora ninguna parte de nosotros puede estar de médico en Inglaterra, de director en Roma o de general en Rusia (o pescando esturiones en los mares de Montego Bay, digo yo). Que se vaya este alemán (o el marinero) por donde vino. Yo no voy mentar su nombre siquiera. [p. 380, «Nadie me encuentre ese muerto».] »Mi padre tenía un gran amigo, compañeros de carbón. En una ocasión este se enfermó y le pidió a Ñico que se llevara el muchacho para que le fuera enseñando el oficio. El viejo primero se negó, sintió lástima por aquella figura enclenque y le dijo al socio de miserias que no se preocupara por su parte, que esa era intocable. Pero el hombre insistió tanto que no tuvo más remedio que aceptarlo. Entre el burreo y los hornos llevaban sus buenos quince días. La noche antes de la recogida le pidieron al muchacho que velara los hornos y que estuviera bien alerta, porque estaban en el momento de mayor peligro: una llamita y todo el esfuerzo se jodía.


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»Regresaron con mucha pesadumbre, no obstante los buenos pesos que ganaron con el dueño. Ñico anduvo un buen tiempo cabizbajo, hasta que le picó la lengua y se fue a El Chorrerón a gastarse alguna plata. Andrés soltó una palabra y levantó el palo amenazante, pero Martínez le detuvo el brazo mientras yo volvía boca arriba al muchacho. Tenía dos grandes quemaduras en la cara y en los brazos. Yo vi el rostro de Andrés espantado, y luego el de Martínez, sereno y firme. [p. 101, «Los carboneros».] »En otra ocasión, Ñico Peña regresó echando chispas de La jutiera. A nadie quiso decirle la causa de ese malestar. Pero como yo sabía que a mamá no le guardaba secreto, estuve varios días afinando los oídos detrás de los testeros de la casa. “Tú sabes, vieja, lo que es eso. No he visto cosa más degenerá que esa”, contaba el viejo una madrugada. Sí es una niña. Ese gallego rengo le jodió la muchachita. Prácticamente obligó al padre a venderle la hija. Tan puerco y sucio. A estas horas debe estar comiéndose la florecita más bonita de La jutiera. Con tantas rengas como él por ahí, venir a pisotearle los sueños a la niña”. Yo recordé que la hija menor del carbonero del cayo apenas si tenía trece o catorce años, y linda como las del cine. Ese día sentí asco por el gallego y deseé que se ahogara o se incendiara en uno de los hornos. Isabelita no le quitaba los ojos a pesar de que la tarde estaba cayendo y ya no se veía bien. Pero al cabo vio lo que no hubiera querido ver: entre la oscuridad se notaba la sombra lechosa de la cabeza lavada. Y dio un grito entonces: _ ¡Orlando! Y empezó a correr desesperada por la manigua. [p. 252, «Isabelita»]. YA ÑICO HABÍA RECORRIDO MUCHO MUNDO. Ahora es Carlos Fernández Olivera —trabajador del comercio, casillero de oficio— quien recuerda al viejo amigo, Ñico Peña. —Lo conocí cuando ya Ñico había recorrido mucho mundo, había hecho buenas migas con sus inseparables camaradas de caminos, de cañaverales, de cayos infestados de jejenes y corasí: el hambre y la bondad. Sí, porque se puede vivir en la peor de las miserias y tener dos manos abiertas para dar sin pedir nada a cambio. Mira, una vez pude terminar de calibrar a ese viejo, pues ya sus años mozos lo habían abandonado cuando lo conocí personalmente. De referencia todo el mundo en este pueblo y a la redonda sabía de sus cuentos y de las veces que se enfrentó de tú a tú con nada más y nada menos que Chanito, El Elegante Poeta de Las Villas. »Fue en la zafra de los Diez Millones, y con 67 años, cuando contó la historia del racimo de plátanos. Se la había oído antes a papá, pero —para ser sincero—, nunca la creí. Es que era difícil tragarse el cuento de que un cristiano por mucha necesidad que tenga se pueda comer más de cuarenta plátanos de fruta de un solo jalón. Ñico lo contó con tanta naturalidad que no se podía hacer otra cosa que creerle. “Cinco billetes verdes en aquel

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»La cansera los durmió rápido y profundo. Parece que el jovencito tampoco pudo resistir el sueño y cuando despertó un horno echaba llamas, como un dragón, por las cuatro bocas. El gallego, dueño de esa zona de La Jutiera, ya iba a emprenderlo contra el guardia cuando al verle la cara casi se me muere del susto: las quemaduras le habían desfigurado el rostro. El gallego soltó una maldición y una amenaza: “El que no pueda venir, que mate a los hijos de hambre, pero que no me los mande al quemadero”.

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tiempo era una fortuna”, recordaba. Y continuó: “De verdad pensé que me reventaba. Por fortuna todavía no se me había cerrado el feo y me derretí en una mermelada en el mismísimo traspatio de la casa. Pero no dejé escapar la plata. Otra vez el chino me volvió a fiar”. Pero ello tenía su método, le gustaba hacer reír a los hombres. Disfrutaba ocasionar la risa aunque fuera a su costa cuando era de sí el personaje obligado de sus historias […] Lo que vi entonces fue un billete verde colgando, del tamaño del racimo. Y entonces dije: “Si ese racimo tiene sesenta plátanos, voy cinco pesos a que me lo como entero.” “Van los cinco —dijo el bodeguero—; deposita.” [pp. 429-430, «Peña»]. »Ahora, si me preguntaras por lo más sensacional que puede hacer un hombre de su estirpe, yo te pudiera contar de lo que se le ocurrió una vez en que nos llevaron —ya en Revolución— a un acto en el parque de Sagua la Grande. Debíamos llevar una iniciativa y él tan dispuesto como siempre, dijo: “Déjenme eso a mí”. El parque sagüero estaba repleto de gente. Los camiones nuestros llegaron armando tremenda pitería. De pronto, un silencio enorme. Sobre los hombres de algunos compañeros, iba la caja fúnebre. El público empezó a dar muestra de respeto. Depositaron la caja en el piso y los congueros de la parranda comenzaron la algarabía musical. Se abrió la tapa del féretro y de un salto salió el viejo Peña bailando una rumba como en sus buenos tiempos de muñecón de carnaval. Imagínate el alboroto y la gozadera. Estoy seguro de que este pueblo, y sus contornos, no ha dado otro tipo más alegre que ese señor, que debió morirse no solo por su longevidad, sino por la nostalgia de su Calabazar querido, rodeado de personas que lo querían mucho, pero también por la tristeza; allá, donde no lo aguardaba ninguna de sus raíces. SU HISTORIA ES OTRA. Ciertamente, Ñico murió una fría mañana de diciembre de 2006, en una extraña ciudad de Norteamérica, donde sus hijos creyeron podía vivir tranquilamente sus últimos años. Pero, Calabazar de Sagua no piensa igual. En este pequeño pueblo, la tierra lo hubiera guardado como a uno de sus mejores hijos. Es verdad, su historia es otra, la que se teje con el hambre a cuesta y con la sonrisa en los labios para encontrar alivio en el corazón abandonado del prójimo, y si la quieres hallar no la busques en las páginas de un cuaderno de Historia. Solo tienes que afinar los oídos y de seguro escucharás en el aire una carcajada, que brota de esa gran mancha conocida como multitud.

*[«El Cuentero», en Cuentos, La Habana, Editorial Arte y Literatura, Colección Letras Cubanas, 1975, p. 58. Todas las citas proceden de esta edición. En lo adelante, solo se indicará el número de página]


José Gabriel Barrenechea

Señores: Una Cuba democrática efectiva aspirará a lo mejor para ella, no como la actual, a lo mejor para la élite política que ha secuestrado su soberanía, o lo que es lo mismo, al mantenimiento de dicho secuestro a cualquier precio. Y una Cuba democrática efectiva no tardará en comprender que lo mejor para ella es mantenerse en equilibrio entre los muchos poderes que la circundan. O sea, una Cuba democrática efectiva comprenderá que lo mejor para su prosperidad será mantener buenas, e inteligentemente combinadas relaciones, con China por el oeste, con Europa por el este, con los EE.UU. al norte, con la CELAC, y en específico con su centro aglutinador y poder preponderante, Brasil, al sur. Tiene esto que ver con algo más que con el espíritu nada dado a las subordinaciones políticas externas del cubano, sino con la singular ubicación geográfica de Cuba, las características de sus puertos, relieve y clima, la naturaleza transnacional de su población y el altísimo capital humano que esta posee. Características que la distinguen de todas las demás naciones del hemisferio, y que le brindan opciones que aquellas no poseen, como la de mantenerse por completo independiente en un mundo que se une en grandes bloques regionales, culturalmente afines. Características solamente aprovechables por nosotros, y para nosotros, pero también para cualquiera de los poderes arriba citados, en caso de no unirnos a ninguno de ellos, y en general como

consecuencia del ejercicio por nosotros de una hábil política exterior martiana de equilibrio entre poderes, combinada con la más absoluta libertad de comercio.

Carta Abierta

a los políticos brasileños Publicada en portugués por la red ANAJURE de Brasil, a propósito de la II Cumbre de la CELAC en La Habana

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Y Cuba es casi seguro que se convertirá en una democracia en la próxima media docena de años. Mas la efectividad de esa democracia para descubrir lo mejor para sí, dependerá inexorablemente del modo cómo accedamos a ella. Si se la debiéramos por completo a los EE.UU., las anejas deudas de gratitud, las particulares relaciones personales que de manera por tanto unidireccional habrían establecido sus políticos, desbalancearían nuestras relaciones hacia uno de los poderes del cuadrado al interior del cual nos conviene mantenernos en equilibrio. Para ustedes, por su parte, significaría perder las ventajas que una Cuba democrática, y efectiva, sería capaz de asegurarles; ya que de seguro no olvidaríamos su desinterés por nuestras libertades. Para nosotros, lo ideal sería por tanto que nuestra democracia se alcanzase por una combinación de esfuerzos de los cuatro poderes arriba citados. Pero que funcionaría a la perfección con solo dos: Con la combinación de los esfuerzos norteamericanos y brasileños. Combinación en la que, debido al acceso preferencial que tiene hoy Brasil a nuestro gobierno, lo dotaría de cierta ventaja capaz de convalidar las que de por sí tienen ya los norteamericanos. Por su parte, los beneficios para ustedes son evidentes.

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Sus actuales, y estratégicas inversiones, junto a las posibles futuras, dejarían de depender de la siempre inestable permanencia en el poder de una élite, de octogenarios por demás, y que tan débil se ha mostrado en la represión de los últimos días, contraproducentemente contra “cuatro gatos”, según ellos mismos. En su lugar, se asentarían sobre la tremenda deuda de gratitud del cubano, pueblo siempre agradecido, y de la ya referida, y necesaria, comprensión por la democracia efectiva que ayudaran a establecer, de la conveniencia para ella misma de mantener, y promover, las inversiones, y las relaciones de todo tipo con Brasil, ya que solo así se conseguiría contrapesar el inmenso poder norteamericano a menos de noventa millas de nuestras costas. Pero además, no se debe obviar el tremendo prestigio internacional que, para la diplomacia brasileña, tendría el que lograse convencer a la élite usurpadora de la soberanía de la inexorabilidad de comenzar a mover a Cuba en la dirección de una democracia. Brasil puede hacerles entender que pueden cumplir sus continuas promesas de democratización, en caso de desaparecer el peligro para la soberanía e independencia nacional cubanas, porque de hecho al presente Brasil es capaz de asegurarnos las condiciones ambientales para

que por nosotros mismos, mediante una hábil diplomacia, la podamos defender. Entiendan, por demás, que otra opción no existe. Aun si Cuba no se democratizara y la élite se mantuviera en el poder en contra de los tiempos, porque en primer lugar en ese caso no tendría mucho interés una isla, cuyo mayor valor para ustedes, su proximidad a los EE.UU., seguiría bloqueado por la negativa de aquel país a tratar con dicha élite; porque, en segundo, dicha relación se vería sometida a los continuos altibajos de su sucesión de fuerzas políticas en el poder, siendo mejores con la permanencia en este de fuerzas de izquierda, y peores con las de derecha… sin hablar del desgaste que ante el electorado de cualquiera de dichas fuerzas políticas significa el mantenimiento de relaciones de un poder democrático con uno que no lo es. Por tanto, es evidente que tanto para ustedes, como para nosotros, lo mejor será que en Cuba se establezca una democracia efectiva. Lo cual, ya he dicho, puede depender de ustedes. En sus manos está el que entre nuestros dos países se establezca una relación estratégica, de largo plazo, mutuamente fructífera.

Respetuosamente de Ustedes José Gabriel Barrenechea Chávez 50


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Me da miedo su miedo NORMA FELÍZ PERALTA En Digo lo que callo, del poeta pinareño Luís Pérez de Castro hace una advertencia a sus hijos: he aquí lo que nos acecha: la culpa, la sobriedad de las ordenanzas, las sombras de una condena inimaginable, el dolor de saber cuánto vamos perdiendo sin apenas una tabla para salvarnos. Un grito de auxilio que nos sirve a todos. El poeta no teme a la muerte, sus palabras vienen desde adentro desgarradas con la limpieza del alma. Cualquier lugar puede ser la patria. Las banderas han perdido el secreto primordial de que respiremos en intimidad colectiva el aire guerrero que las azota. Aquí no hay símbolos, solo una ruta de la derrota, la flecha hacia el abismo. Un stop antes de dar el salto es el mensaje del poeta, que se entrega para ser aniquilado. Ofrece su silencio para que nos salvemos. Son sus voces insinuándonos: nuestra patria es dulce por fuera y para sus adentros se derrumba. Son versos de ahora, escritos entre nosotros al amanecer para que no pasemos de largo junto al que escribe y sangra por una herida antigua que no ha logrado cicatrizar. El que nos habla no teme a los vocablos que nos sonrojan, llama a la mugre cotidiana con el mismo hedor que se respira. En su discurso Pérez de Castro hace que la poesía cobre su antigua amenaza de convertirse en látigo o fogonazo a boca de jarro a los destripadores de patrias. Es una patada en el vientre de los que cómodamente gozan de los dones que el país prodiga para los que no cayeron en olvido. imitando una muerte que de nada sirve mientras sigan las orillas dominadas por el salitre por la ceguera de sus ciervos bajo el puente. la patria está en silencio como vacía salgo a caminar. Espanta el dolor que resuman las palabras de Luis Pérez de Castro. Con un verso duro y directo. Aquí el poeta toma partido y sangra junto a cada palabra escrita o gritado como una denuncia a los días vividos y por vivir. Es un canto a la esperanza dentro de la desesperanza. Hay aquí en este libro un país joven que se reinventa la herida y el sufrimiento en cada amanecer. Un país insólito donde el golpe no tiene rostro. Al poeta no le importa morir por su verdad, por la luz que le ofrece al otro, al que camina junto a su voz o al que se esconde en la sombra para lanzar el dardo, el poeta perdona cada infamia recibida. Sabe que los símbolos de la nación pueden ser un embuste, un comodín para el poder. Sabe que a pesar de toda lo ignominia existe un mañana. Aquí está el desaliento, la voz sincera y dolida de un Hijo de la Patria. No hay aquí palabra inocente, solo sangre del martirio, agua de vida para que el futuro no sea la oscura noche vivida. Un despertar del miedo, del silencio contenido, de la ceguera inoculada. El poeta nos convoca a resistir y luchar. No obstante nos confirma su decisión de querer: mañana estar muerto. pero sigo aquí en la patria que me parió.

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Rafael Vilches

El horror de callar el silencio en un grito

P r i m a v e r a

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nada cuerdo en Cuba El Analfabeto

Cuántos Marcos Tulio El Analfabeto

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ver si nos entendemos: están todos muy romanos en estos días. ¡Por mi madre! No hay uno solo que no te salga con un atajo de reglas, leyes... derechos les dicen ellos. ¡Ah! Sí, los de la oposición o como dice la gente: los de los Derechos Humanos. Oye, es todo el santo día con violaciones, golpizas, acosos... y me llegan a crear un complejo de que soy Mónica Lewinsky en el despacho de Clinton y hasta llego a preguntarme: ¿Seré virgen todavía o ya me habrán violado el ano los Castro? Qué belleza todo lo que hablan; y sobre todo cuánta verborrea, que si no fuera porque estoy más orgulloso que un gay de mi estado de analfacebollete perpetuo, me iban a avergonzar con sus parrafadas clásicas que denotan sus profundas lecturas, mucho más profundas que aquellas que citaba el gobierno, dicen ellos, antes de que Fidel y Raúl hallaran los Rolexs, los trajes hechos a la medida y el vino francés. Y es que la sabiduría, como me dicen, es privativa del espíritu que sólo pertenece a Dios; y este, lo sabe hasta el gato, no sé por qué razón, es opositor. Entonces, los modos de la gente que nos quiere gobernar en el futuro son muy refinados en materia de conocimientos, discursos y lógicas pero que, aunque marean hablando continuamente de Maceo, Céspedes, García, Gómez y de cuanto puede ser citado como Padre Fundador de la nacionalidad (¡y sabiéndoselo todo de estos!) parece que no se han leído nada de los muchachos de la acera del Louvre que por un chupa-chupa te estampaban una bofetada y había que batirse a machete y aunque sea a primera sangre bajo los árboles de la Quinta de los Monos... Sin embargo, a los leídos opositores de estos días les ha dado por el derecho y... ¡chúpate esta! la no violencia Derechos, libros y muela: ¡Clásicos! 52

Cuadernos de Pensamiento

Plural

I n v i e r n o

Ahora, yo, Analfabeto, de pura sangre, en este lugar alzo mi voz para defender que para lo que sea que el futuro nos depare, o sea, otra república bochinchera o adentrarnos en la próxima dictadura, tengamos derecho a partirnos decentemente la jeta, quiero decir, a sacar a flote parte de nuestra identidad nacional que parece estar yéndose de marcha con Mariela Castro Espín. Espero que los opositores leguleyos entiendan que la costumbre es también madre del derecho. Porque, ¿acaso los violentos no tenemos derecho a citar aquello de Maceo que vaticinaba: un meterse conmigo es que te ponga Cuba más chiquita que un quilo? Vivir pa´ ver. Ya no decimos: hombría, fundamento, de ley... cosas estas muy cubanas, más cubanas que el derecho y la no violencia porque, aunque siempre abogamos por broncas a lo caballero cuando era preciso nos espantábamos un par de pescozones pa´ poner las cosas donde iban. Hoy, todo es ética, pacífico... y ni un solo de nuestros vejigos aprende a ser cabal. ¿Cómo aprender cabalidad cuando unos se hacen herederos de los actos de repudio y ni chistan, dicen que por ética? ¿Será? Y viendo como han estado las cosas en los últimos cincuenta y cuatro años; viendo como nuestros chamas han ido deviniendo en unas cosas mal peladas, con las cejas sacadas y ochenta quilos de calzoncillo al aire con la raja en subasta; me pregunto si no será ideal dejar la zonzera de lo clásico, lo no violento, el derecho y la perreta de la víctima a un lado que si quieren contar conmigo me tienen que convencer con otras palabras y acciones; eso, para que los apoye y lleguen a gobernar... porque si de verdad no quieren gobernar, como me dicen, mejor, chitón, pues si su única meta es tumbar la dictadura: ¿Después qué?

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Héctor Darío Reyes

Realidad Sindical:

Lenguaje de adultos, violencia y sexo


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No podemos obedecer las seĂąales irrespetables

Viviendo en la Patria de Todos

La Vida es Corta

PIENSA Y ESCRIBE


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