EL SECRETO DEL CEMENTERIO Mayo 2015
TEXTO e ILUSTRACIONES Èric Elias Jordi Juncà 6º Primaria
Maestra: Rosa Costa
Escola Doctor Carulla, Arbúcies http://arbucies.wix.com/carulla
¡Vení! Contame Proyecto de elaboración de cuentos para y con Nicaragua
Había una vez, en un pueblecito de la Mancha castellana, un niño llamado Víctor.
Era un chico alto, astuto y al mismo tiempo miedoso. Vivía con sus padres quienes trabajaban de noche.
Un día, mientras dormía, a las doce de la noche, escuchó un grito. Se levantó rápidamente y miro´ por la ventana que tenía vistas al cementerio.
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Pasados diez minutos, llamaron a la puerta. El pensó que eran sus padres. Pero‌ ¥sus padres terminaban a las dos!
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Fue a la cocina para saber qué hora era. El reloj estaba estropeado. Se extrañó porque antes de acostarse funcionaba correctamente, pero no le dio importancia. 3
Despu茅s fue hacia la puerta para ver quien era. Antes de abrir, mir贸 por una rendija. Tal como sospechaba, no hab铆a nadie.
Vio unas pisadas y las sigui贸 hasta la entrada del cementerio. 4
Una ráfaga de viento le empujó a entrar. Las puertas del cementerio se cerraron tras él. Víctor se asustó mucho. No sabía qué hacer. De repente, aparecieron miles de murciélagos. ¡Les tenía pánico…!
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Vio una luz roja. La siguió. La luz iba creciendo más y más. Al final… resultó ser ¡UN FANTASMA! Corrió y corrió sin dirección alguna. De golpe, se abrió una puerta en el suelo. Cayó dentro.
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Siguió corriendo por un pasillo muy estrecho. Se encontró cinco puertas. Tenía que elegir una. ¡Rápidamente! porque el fantasma todavía le seguía.
Escogió la del centro. Se tropezó al chocar contra un esqueleto. Justo, en este momento, le pasó una flecha por encima de la cabeza.
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Después supo que había trampas por todas partes. Pero… tenía que seguir adelante. Iba con mucho cuidado. De golpe… un ladrillo se hundió y las paredes se iban cerrando. Víctor se asustó mucho. No sabía que hacer.
Siguió corriendo y corriendo. Al final, saltó. Pero… las paredes aplastaron uno de sus zapatos. Aún así, siguió corriendo hasta llegar a la casa. Faltaban cinco para la una de la madrugada.
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Después de mucho esfuerzo, llego a la casa. Sólo faltaba un minuto para que sus padres llegaran. Se metió en la cama y disimuló. Cuando sus padres llegaron, Víctor no les contó sus aventuras.
Pero… se le escapó una sonrisa.
Desde aquel momento, Víctor decidió mantener el SECRETO DEL CEMENTERIO. 9