En la ciudad de Lisboa (Portugal) había un equipo de fútbol llamado Porto. En este equipo había jugadores venidos de todo el mundo. Era el equipo más pobre y humilde del país, pero tenían una fuerza de voluntad brutal. En otro barrio había un equipo llamado Benfica. Éste era el equipo del barrio rico. Solo tenían jugadores de una sola nacionalidad. Tenían mucho dinero, pero no tenían valores.
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Un día los dos equipos se inscribieron en el torneo nacional: el Portugal Cup. A los del Benfica les tocó jugar contra el Bacho, un equipo de un barrio de Lisboa. Al Porto le tocó jugar contra el Guïa, un equipo de un pueblecito portugués. Empezó el partido del Benfica. Como eran unos tramposos, habían comprado al árbitro. Por eso les pitaron un penalti. Al final ganó el Benfica por 1-0, gracias al penalti inexistente. A los del Porto les costó, pero al final ganaron 2-1.
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Los dos equipos llegaron a cuartos de final. Al Benfica le tocaba un equipo pequeño, llamado Villacaño F.C. Al Porto le toco un equipo bastante difícil para su nivel, el Misiles C.F. Como el Benfica compró al árbitro, ganaron porque éste expulsó a cinco jugadores. Ganaron 2-1. Al Porto le fueron bastante bien las cosas porque ganaron 3-1.
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Los dos equipos llegaron a semifinales en donde ya había equipos más difíciles. Al Benfica le tocó el Aurora U.E. Al Porto le tocó el Green Power. El Benfica esa vez no pudo comprar al árbitro porque éste no lo aceptó. El Porto ganó 1-0 gracias a un gol de Paul, un jugador venido de Alemania que era el pichichi del equipo. El Benfica pasó igualmente gracias a que ganaron en la tanda de penaltis. Los dos equipos volvieron al hotel de concentración a descansar.
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Llegó el día de la gran final. Los dos equipos estaban en el vestuario terminando de prepararse. En el vestuario del Benfica se respiraba un aire de prepotencia y en el del Porto se respiraba un aire de euforia y de alegría. Los del Benfica pensaban que ganarían, pero en realidad no era tan seguro.
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Empezó el partido. Sacó el balón desde medio campo el Porto con su jugador más bueno, Paul. Pero un jugador del Benfica le dio una patada en la espinilla y lo lesionó. Lo tuvieron que sustituir. Llegó el último minuto e iban 0-0. El portero del Porto estaba enfadadísimo porque el Benfica hacía trampas. Tomó el balón, corrió toda la banda hasta llegar a la portería rival. Chutó e hizo un gol imparable.
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Gan贸 el Porto. El premio era inscribirse en el torneo internacional. Lleg贸 el d铆a del torneo. Lo ganaron y se convirtieron en el mejor equipo del mundo.
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