EPISTOLARIO DE DON PASCUAL DE GAYANGOS

Page 1

R

EPISTOLARIO DE DON PASCUAL DE GAYANGOS CON DON ADOLFO DE CASTRO (1849-1861)

Son varios los centenares de cartas de don Pascual de Gayangos que han visto la luz pública desde el fallecimiento del docto académico y catedrático. No muchas si se considera la enorme cantidad de corresponsales, pero las suficientes para añadir un poco de agua a la corriente de los que sostenemos, frente a la tradicional opinión, que en España se han escrito más Memorias y más Epistolarios de los que el vulgo cree. Don Pedro Roca, en su inconclusa biografía de Gayangos 1, dijo haber tenido presentes, para redactarla, las correspondencias que cruzó con don Santiago de Massarnau, don Juan José Bueno, don Mariano Murillo, don Manuel Remón Zarco del Valle y Marqués de Jerez de los Caballeros, aunque, por desgracia, sólo llegó a imprimir algunas del primero de los nombrados. Las escritas a George Ticknor lo fueron ya por los biógrafos de este erudito norteamericano 2, mientras que muchas de las que le dirigiera don Serafín Estébanez Calderón vieron la luz entre los apéndices del libro de Don Antonio Cánovas del Castillo, delicioso por muchos conceptos, El Solitario y su tiempo 3. Recientemente, J. Simón Díaz ha aportado gran cantidad de materiales para el epistolario de Gayangos, dando a la estampa nada menos que 144 textos, de los cuales sólo dos, dirigidos a Bueno, conoció Roca. Larguísima serie, de importancia capital para su biografía, ocupan __________________ 1 2

3

Pedro Roca: Noticia de la vida y obras de D. Pascual de Gayangos, en RABMUS, 3ª época, I (1897) 544; II (1898) 13, 70, 110, 561; III (1899) 101. Roca menciona las contenidas en Life, letters and journals of George Ticknor, London, 1876: t. II. pp. 131-213. Véanse los dos siguientes magníficos libros de nuestra excelente amiga C. L. Penney: George Ticknor; letters to Pascual de Gayangos from originals in the collection of the Hispanic Society of America, ed. by Clara Louisa Penney. New York, 1927. (8ª, xliv-578 PP.) Prescott; unpublished letters to Gayangos in the library of the Hispanic Society of America, ed. with notes Clara Louisa Penney. New York, 1927. (xxi-215 PP.) Otras cartas de Prescott han sido impresas por Roger Wolcott. Antonio Cánovas del Castillo: El Solitario y su tiempo, biografía de D. Serafín Estébanez Calderón y crítica de sus obras, t. II, Madrid, 1883. Cfr. las pp. 317-387.

1


las cartas cruzadas con don Francisco de Borja Pavón, no menos de 65 y a 55 llegan las que ha seleccionado de los papeles del doctísimo Asenjo Barbieri 1. Algunas más hay, impresas en diferentes lugares, pero como no es nuestro propósito hacer aquí la bibliografía epistolar de Gayangos, baste esta muestra y señal de lo conocido y a mano, para que por ella se calcule lo mucho que aún deberá existir en colecciones y archivos. La vida larguísima de don Pascual (1809-1897) y sus relaciones con infinidad de eruditos, historiadores y coleccionistas, hace suponer que de su pluma salieron millares de epístolas, que, a estar hoy reunidas e impresas, podrían servir para redactar capítulos curiosos de una historia de la bibliofilia en España durante el siglo XIX. Confesamos que no nos es grata muchas veces la actitud de Gayangos y sus procedimientos para adueñarse de libros curiosos, ni la conservación de éstos, aún sabiendo su fraudulento origen, ni sus trapicheos de comerciante, atestiguados con abundancia en sus propias cartas. Pero la falta de escrúpulos recae sobre muchos coleccionistas de su generación, y hay que ver las cosas con la necesaria perspectiva cronológica para que no hieran demasiado nuestro modo de pensar. No tuvo rival Gayangos en la adquisición de libros. Bibliófilos hubo de 1830 a 1890 –la Edad de Oro de la bibliofilia española– que pudieran superarle en amor, en entusiasmo por los viejos volúmenes impresos o manuscritos, pero ninguno puso una inteligente voluntad, una pasión tan constante y fervorosa por conseguir los restos de nuestro pasado histórico y literario, de Lisboa a Viena y de Berlín a Gibraltar, como don Pascual. Así como hay bibliófilos que sólo adquieren libros impecables, bien encuadernados, que previamente hayan salido en grandes subastas o en catálogos de libreros de categoría, háilos también que apenas pasan por establecimientos para nutrir sus anaqueles, sino que personalmente recorren zaquizamís de prendero aldeano, buhardillas y mansardas en casa de viudas o de herederos poco duchos en achaque de papeles, polvorientos y sucios almacenes de traperos y cacharreros en donde es fácil la adquisición a tanto el kilo. Don Pascual de Gayangos usaba de todas las armas para vencer en la diaria conquista del volumen apetecido, y lo mismo se hacía traer de Londres o París el soberbio ejemplar ofrecido por Quaritch o Charavay que andaba en tratos con el organista cegato de Córdoba para sacarle buenos góticos a cambio de tomos de la Biblioteca de Rivadeneyra. De otros pocos honestos procedimientos hemos tenido que hablar en una pu___________________ 1

Esta correspondencia apareció como Suplemento a los tomos II (1948), III (1949) y IV (1950) de la Revista Bibliográfica y Documental, que se publicaba en Madrid.

2


blicación nuestra 1, y no queremos volver sobre ello. Casi setenta años consagrado día a día a esta tarea dieron por resultado una biblioteca particular realmente fabulosa. Sólo en manuscritos occidentales reunió más de mil quinientos, de los que hay, aunque sumario y rudo, catálogo impreso 2; varios centenares de árabes, turcos, chinos, etc., y una inmensidad de impresos rarísimos en su mayor parte, están diseminados entre la Biblioteca Nacional y la de la Real Academia de la Historia. Todavía muchos años después de muerto don Pascual, herederos suyos vendieron a diferentes libreros madrileños los desechos y sobras, el papel inútil. Todos los aficionados recordamos un famoso carro cargado con esta basura que adquirió don Estanislao Rodríguez en pocos cientos de pesetas –los que le pidieron–, en donde iba, entre otras cosas, el Cancionero de Llavia. Gayangos utilizó en múltiples publicaciones los innumerables tesoros literarios allegados, y su bibliografía, si alguna vez se hace, revelará que fué uno de los hombres que más trabajaron en materias eruditas en su época. La Biblioteca de Rivadeneyra, el Memorial Histórico y las Memorias de la Academia de la Historia, la Sociedad de Bibliófilos Españoles, etc., tuvieron en don Pascual un apoyo eficacísimo y constante. Bien es verdad que la mayor parte de su obra es hoy revisable, porque los criterios científicos modernos exigen del editor de textos mayor escrupulosidad que la acostumbrada entonces, y del crítico, un más amplio panorama universal en el que encajar los resultados de su especulación. Pero sin la multitud de trabajos que Gayangos desparramó durante muchos años, sin la gran cantidad de textos que por vez primera dió a conocer, sin la constante ayuda que proporcionó a los demás eruditos de su tiempo, muchos capítulos de nuestra literatura, y aun de nuestra historia, hubieran tardado bastantes años en poder redactarse. Uno de los amigos españoles de Gayangos con que tuvo mayor intimidad fué el literato gaditano don Adolfo de Castro y Rossi, catorce años más joven que él, puesto que había nacido en Cádiz el 6 de septiembre de 1823, durante el sitio que a la ciudad puso el ejército del Duque de Angulema. De vivo ingenio, inteligencia nada común y pasión por los estudios literarios e históricos, puede decirse que apenas salido de la escuela entregóse con fervor a leer cuanto caía en sus manos, y aprovechándose de que las bibliotecas públicas y privadas de Cádiz de entonces eran muchas e importantes, reunió a los veinte años una erudición envidiable 3. __________________ 1 2

A. Rodríguez-Moñino: La de San antonio de 1823. Valencia, 1957. Pedro Roca: Catálogo de los manuscritos que pertenecieron a D. Pascual de Gayangos, existentes hoy en la Biblioteca Nacional. Madrid, 1904. 4.º, 401 [1] pp.

3


Las tertulias en casa del librero Moraleda y el trato y conversación diarios con bibliófilos de la talla de don Joaquín Rubio, don Francisco Domecq y Víctor, don Joaquín Aguilar, don Juan Bautista CabaleriPazos, etc., hicieron que se desarrollasen sus aficiones hasta el límite, no ciñéndose al círculo de lo conocido, sino buscando en manuscritos y antiguas ediciones las fuentes puras de la historia. A los veinte años pasó una temporada en Sevilla, precisamente en la época en que fué sitiada la ciudad por las tropas de Van Halen. Allí trató a los principales eruditos que entonces residían: Amador de los Ríos, Juan José Bueno, José Joaquín de Mora, Rafael M.ª Baralt, etcétera, alguno de los cuales habían de trasladarse pronto a Madrid, dedicados a la cátedra o al periodismo. Amistad probablemente hecha en Cádiz y afianzada por aquel tiempo, fué la de don Bartolomé José Gallardo. De vuelta a su ciudad natal, en 1844, comenzó a imprimir el fruto de sus vigilias, y sucesivamente fueron viendo la luz pública sus Historia de Cádiz y de Jerez, monografías sobre el Conde Duque de Olivares, Lesage, Calderón, etc.; la Historia de los Judíos en España, y otros varios trabajos eruditos que alternaba con los poéticos y de pura creación. El 1848 marca una fecha señalada en la vida literaria de Castro con la superchería del Buscapié, historia bien conocida que no vale la pena de recontar. Gallardo fué el primero que acusó el fraude, y su ataque motivó una polémica en la cual el bibliófilo extremeño se quedó casi solo, pero con la razón y la verdad 1. Estébanez Calderón, Cánovas y Gayangos, entre otros, ayudaron a Castro en la lucha literaria, que duró hasta la muerte de Gallardo (1852), con curiosas derivaciones judiciales. Durante los cuarenta y seis años que le sobrevivió, Castro ocupó cargos en la política y la administración, dirigió periódicos, fué nombrado miembro correspondiente de las Academias Española y de la Historia y sostuvo relaciones con casi todos los que se ocupaban de estudios literarios o históricos en nuestro país. Falleció en Cádiz en 1898. La obra erudita de Castro no es desdeñable ni mucho menos. Casi siempre toca problemas importantes, arrojando sobre ellos luces nuevas para aclarar sus tinieblas, como en el caso del Centón epistolario o de la Epístola moral, pero hay una punta de desconfianza en el lector porque a veces las consecuencias que saca de premisas débiles llevan más allá de lo justo: tal con las Obras inéditas de Cervantes. __________________ 3

4

La biografía más antigua que conocemos del escritor gaditano en la de Emilio Bravo, titulada D. Adolfo Castro, breve reseña de sus obras, aparecida en el periódico madrileño La Ilustración, nº 15, sábado 12 de abril de 1851. Se completa con el artículo correspondiente del Diccionario Hispano Americano editado por Montaner y Simón. Cayetano Albero de la Barrera: El Cachetero del buscapié, Santander, Lib. Moderna, 1916, 4.º, XI-[1]-282 pp.

4


Contagiado de las mañas bibliopiráticas de Gayangos, parece que no fué ajeno a los saqueos de la Colombina y de otras colecciones sevillanas: así nos lo aseguró don Francisco Rodríguez Marín, y así se desprende de menciones impresas de Menéndez y Pelayo 1. No hemos podido comprobar con testimonios fehacientes estas aseveraciones. Pruebas sobradas hay de su generosidad facilitando datos y noticias a otros investigadores; háilas también de sus escasos escrúpulos en maltratar honras ajenas: Cabaleri Pazos 2 y Gallardo sean buenos testigos. Con sus cualidades positivas y negativas, la figura de Castro tiene el interés suficiente, como tipo de un erudito del siglo XIX, para que se le consagre una monografía detallada y se haga un recuento de sus tareas, desperdigadas en multitud de publicaciones periódicas. Ignoramos lo que habrá sido de sus libros y papeles. En 1956 vino a Madrid parte de ellos, que se distribuyó entre libreros: de Antonio Chiverto, de Antonio de Guzmán y de los hermanos Montero, hemos adquirido algunos, entre los cuales figura un buen lote de cartas de eruditos y contemporáneos suyos. De este conjunto separamos hoy la correspondencia que le dirigió don Pascual de Gayangos. No son muchas epístolas, pero no creemos que nadie pueda tachar de ociosa su publicación. Lamentable es que, como sucede casi siempre, sólo conozcamos una voz del diálogo: probablemente las respuestas de Castro se hallarán entre los papeles que conserven los descendientes del académico arabista o en el mar sin fondo de la Biblioteca Nacional; en uno o en otro caso, imposibles de traer hoy a estas páginas. Contentémonos con las curiosas noticias que nos ofrecen los renglones del erudito gaditano, en los cuales hay suficientes datos de la vida intelectual de esos años para que sirvan de ampliación a las biografías de sus contemporáneos. A. RODRÍGUEZ-MOÑINO.

___________________ 1

2

En carta de 25cde septiembre de 1905 decía Menéndez y Pelayo a Rodríguez Marín: “Tengo la casi certeza de que la paráfrasis de los Tópicos de Cicerón estaban en la Colombina cuando yo la visité por primera vez, allá en 1878, antes de la temporada funesta de D. Adolfo”. Epistolario de Menéndez Pelayo y Rodríguez Marín (1891-1912), Madrid, 1935, p. 285. A Cabaleri-Pazos hemos dedicado larga nota en nuestro trabajo La de San Antonio de 1823. Castro, que había sido amicísimo suyo, simplemente porque no aceptó la superchería del Buscapié, publicó contra él un feroz libelo titulado: Semblanza del Dr. D. J. B. C.-P. Gran literato. Escrita en malos versos con buenas notas aclaratorias, por uno que no lo es. Cádiz, Imp. y Lib. del Propagador, 1848 (8º, 16 pp).

5


I

Abril 3. 1849. Mi querido amigo: Despues de lo que le manifesté a V. en mi última con respecto á los libros, ha resultado que algunos de ellos, los más caros, no se hallaban en perfecto estado de conservación. Y como yo soy muy escrupuloso en estas cosas, se los he devuelto a su dueño, previniendole que se lo avisaria a V. El Retablo de la Vida de Cristo, Valladolid 1605 tiene la portada manuscrita y algunas hojas remendadas. El Valera, Cronica de España es un ejemplar cansado, en pergamino y bastante recortado de margenes. Y por ultimo el Corellas edicion de Valladolid 1543, 4.º, tiene la portada y la primera hoja manuscritas, aunque por lo demas es muy buen egemplar y está en pasta. Si a V. no le hacen mucha falta dichos libros, tenga V. paciencia que ya los encontraremos mejor tratados y mas baratos. Si no puede V. pasarse sin ellos, digamelo y obraré con respecto á lo que V. me diga. Aun no desespero de hacer que el dueño, vista la imperfeccion de ellos, me haga una rebaja mayor. De todos modos sepa V. que yo tengo en mi librería del 1º la edicion de Alcalá de Henares 1593 por Sebastian Martinez fol. Del segundo la misma edicion de 1562 y otra anterior tambien de Sevilla 1539 aunque falta. Y por último del Corellas, la edicion de Zaragoza de 1547. Como yo ando tan ocupado, no cuidé de mirar bien los dichos libros al recibirlos y pagar su importe; pero repito han vuelto á su dueño, y puede V. tomarlos ó no como le acomode. Estoy trabajando en la confeccion de mi catalogo, y voy encontrando algunos duplicados. Ya le avisaré á V. á su tiempo. No me olvido del Valdés. Entre mis manuscritos ví dias pasados uno cuyo titular es: Genealogia valdè antiqua et bona neophitorum Antiquorum qui conversi fuerunt, tempore beati Vincentii ferreri confessoris ordinis praedicatorum 4º. Escribióla un asesor del Tribunal de la Inquisicion, el cual dice que habiendo tenido que salir de Zaragoza el año de 1507 de resultas de la peste de dicha Ciudad, y habiendo intervenido en la expulsion de los Judíos verificada el año de 1492, se entretuvo en formar el indice de todas las familias descendientes de judios que habia en Aragon, con sus entronques y alianzas. Es un tomo en 4º con 293 hojas útiles y parece el original. Entre las familias nombradas se hallan las de Albion, Almaçan, Aliaga, Arbues, Aduarte, Bolea, Bardají, Biota, 6


Boninfante (Belinfante?), Belber, Caballeria, Conchillos, Eslaba, Espes, Gurrea, Gamboa, Perez, &.ª Queda de V. afmo. amigo Pascual de Gayangos. [Sobrescrito:] Sr. D. Adolfo de Castro. C.e de Villalobos. Cadiz.

II Mi estimado amigo: Dias pasados escribí a V. por el conducto de un caballero ruso amigo que pasa á esa; y le daba cuenta del estado de sus encargos de libros. De la primera lista tengo en mi poder los siguientes. Lucio Marineo Siculo. Almela. Valerio de las historias. 1587 Hernández de Mendoza. Herrera. Sucesos de Francia. Urrea. Honra militar. Valverde Arrieta. Melo. Política militar. Historia de lo sucedido en los Payses Baxos. MS.

85 30 36 30 22 30 22 22 _____ 277

Si tiene mucho empeño por la Numantina un librero llamado Tiburcio Perez tiene una manuscrita de letra de aquel tiempo por la cual pide 50 rs. De la segunda lista los tengo todos habiendo costado 280 rs. es decir algo menos del 50 % de su valor en tasación. La copia del Francesillo está ya concluida. Forma un tomo bastante abultado y ha costado 165 rs. incluso el papel. La he cotejado cuidadosamente con su original y con los dos códices de la Academia de la Historia. Para lo subcesivo, sírvale a V. de gobierno que yo presto mis libros y manuscritos a las personas que como V. saben sacar partido de ellos y que mandandole á V. por persona segura lo que V. quiera leer o copiar, se ahorrará V. los gastos de copia que siempre son subidos, sobre todo cuando se trata de manuscritos antiguos. 7


Estoy revolviendo mis libros para ver si entre mis duplicados de poesía hallo algo que ofrecerle. A mi me ha entrado de algun tiempo a esta parte la locura por libros de topografía española, historias de pueblos, santuarios, ermitas &c.ª Si a V. le cae algo que no le sirva ó no quiera adquirir no deje V. de avisarmelo. Tambien me ha dado ahora por juntar relaciones o gazetas de sucesos particulares, de las que se imprimian en pliegos sueltos, y no se hallan mas que en tomos de papeles varios de los siglos XVII y XVIII. Me hace mucha falta un Lalinde Historia de las encartaciones de Viscaya que se imprimió en Sevilla á fines del pasado siglo en 2 tomitos de 8.º ¿Como creerá V. que he llegado yo á reunir mas de 400 volúmenes en este solo ramo? Pues segun mi cuenta me faltan aún lo menos 200.Una Biblioteca historico-topográfica de España que abrazase la historia de Reynos, y provincias, pueblos, partidos, conventos, hermitas, &c.ª sería una adición curiosa a nuestra bibliografía. Pero quien le pone el cascabel al gato; yo tengo mucho pero a medida que se aumenta mi coleccion, se estrechan las distancias y un librejo malo impreso en tiempo de Carlos III me da algunas veces mas trabajo para encontrarlo que un tomo castellano [del] siglo XV. Entre paréntesis, ayer adquirí el Mar de historias del Pulgar, que á mi entender no es ni sueño obra suya. Por no tener a la mano el expurgatorio de Valdés, no le remiro á V. hoy nota que me pide en su carta del 18.Ya irá otro dia. En un Catalogo que acabo de recibir de Paris, de los libros de Mr. Joseph Tastu, bibliotecario que fué de Santa Genoveva, que se venderan á publica subasta dentro de unos dias, observo el siguiente artículo Nº 40. Registre de l’Inquisition. Procès verbaux de condamnations prononcées en 1693 et années suivantes. Ms. Original sur papier avec signature. Sin más por hoy, se repite de V. afdo. amigo Q. S. M. B., Pascual de Gayangos. No se olvide V. de decirme, cuando me escriba, como quiere que le mande los libros. Tambien se me ocurre preguntar a V. por el número del Tiempo de Cádiz, en que defendió V. su Buscapié y el del diario de La Habana en que se trató de él. Pídemelos de fuera un Ingles que quiere hacerse cargo de ambos. 8


[Sobrescrito:] Sr. Dn. Adolfo de Castro. C.e de Villalobos. Cadiz.

III Junio 7. 1850. Mi querido amigo: Nada sabía de lo que V. me manifiesta en la suya de del corriente, pues si bien es cierto que Ticknor me escribió hace algun tiempo anunciándome haverme remitido con un cajon con cierto número de egemplares de su obra para distribuir de la manera que mas adelante me indicaría, desde entonces acá no he vuelto a tener carta suya y por lo tanto ignoraba que uno de ellos le estuviese dedicado. Así pues hoy escribo a Burton, que es el encargado, para que tan pronto como llegue el cajón, le ponga á la disposicion de V. Abierto que sea, sacará V. de él su egemplar y asi evito tenérselo que remitir a V. desde aqui. Al mismo Burton habre de satisfacer los gastos de flete, derechos, &.ª Si V. no tiene inconveniente en hacerlo por mi, se lo agradeceré infinito, avisandome V. del exceso que pueda haber entre el saldo de cuenta que V. me dice tener a mi favor, y la mayor cantidad que V. abone a dicho Burton. Los libros y papeles llegaron sin tropiezos mil gracias por las historias de Xerez &ª. Los fueros son codices apreciables, que pienso leer con atencion y con la pluma en la mano. Hoy salen de aqui las demas novelas que V. me pide. Cuando V. venga en setiembre verá algunas mas que o no aparecen al pronto o tengo prestadas a varios sugetos. No se si en mi lista estaban incluidas las siguientes. Cigarrales de Toledo. Torre de Babilonia. Gustos y disgustos del Lentiscal de Cartagena. Camerino. Dama Beata. _____. Novelas Amorosas. Rizo. Lavandera de Nápoles. Mogiganga del Gusto. Liñau y Verdugo. Guía de forasteros. Figueroa, El Pasagero. Muy entretenido he andado estos dias leyendo un libro del buen Agustin de Rojas llamado el Buen Republico que yo no conocía. 9


Mi Selva de aventuras es mal ejemplar con portada y dos hojas manuscritas al principio; por lo tanto nada de lo que yo le haya dicho a V. acerca de la edicion merece crédito. Ayer compré un libro muy raro y curioso con este título: Los Colloquios satiricos, con un colloquio pastoril y gracioso al cabo dellos hechos por Antonio de Torquemada, secretario del Illmo. Señor don Antonio alfonso Pimentel conde de Benavente. 1553 gót. 8º. Los coloquios ó diálogos son seis: 1º del juego, 2º de los boticarios. 3º de los medicos. 4º De la vida pastoril. 5º de los vestidos. 6º de la honra. Al fol. CLI con frontispicio separado: Colloquio pastoril en que un pastor lla(ma)do Torquato cuenta a otros dos pastores llamados Filonio y Basaldo los amores que tiene con una pastora llamada Belisia. Va compuesto en estilo apazible y gracioso: y contiene en si avisos provechosos para que las gentes huyan de dexarse vencer del amor tomando enxemplo en el fin que tuvieron estos amores, y el pago que dan a los que ciegamente los siguen como se podra ver en el processo deste Colloquio. Al fin: A loor y honra &ª fueron impresos los siete colloquios en la ciudad de Mondoñedo en casa de Agustin de Paz, impresor. Acabose á XXV dias del mes de otubre del año de MDLXXX. Son en todo 236 fojas. El último Colloquio está escrito parte en prosa y parte en verso. De este Antonio de Torquemada (autor del Olivante de Laura) hay otra obrita llamada Jardin de flores curiosas, de la cual tengo dos egemplares y por consiguiente uno para V. si es cosa que le agrada. Su afmo. amigo Gayangos. Al cerrar el cajon y viendo que aun quedaba sitio he metido dentro cuatro manuscritos que aunque nada conducen para el asunto que V. trae entre manos (especialmente tres de ellos) con todo creo que holgará V. en verlos. 8 de Junio.

10


Ahora que ya está el cajon en la galera advierto que han quedado fuera el Cavallero Perfecto de Salas Barbadillo y la numantina de Mosquera que había prometido enviarle.

IV [Mi querido amigo]: ¿Qué habrá V. dicho so………………o? Sepa V. pues que he ………………………. ia de Cuenca, visitando el ……………………….o libros do quiera que los he hallado ……………………….los libros parroquiales, esperando encontrar en ellos la partida de bautismo o defuncion de nuestro Juan de Valdés. Tiempo perdido, aunque ha habido en dicha ciudad muchos valdeses no he encontrado al que buscaba. No se si le dije a V. que para dar principio a la publicación de una Sociedad de bibliófilos que aquí pensamos establecer á imitación de las de París y Londres, me habia ocurrido la idea de imprimir el Saco de Roma, el Diálogo de Mercurio y Caron y el Dialogo de las lenguas, dado caso que se hal[le] en Londres el pasage o pasages suprimidos en la edici[on] de Mayans. Importábame por lo tanto averiguar que credito merecía la especie anunciada por Pedro Martyr de Angleria de que Juan de Valdés fué natural de Cuenca; pero repito, nada he hallado que la confirme; al contrario, en una historia manuscrita de Cuenca que poseo entre mis libros leo lo siguiente: “Tambien an presumido algunos que el jurisconsulto Juan Valdes partidario de Lutero fue natural de Cuenca, fundandose en solo indicios que parecen hallaron en papeles de Zurita, y porque en los dialogos de los origines de la lengua castellana de que se dice ser autor el citado Valdés, se da por paisano de Diego de Valera, que fué natural de esta Ciudad. Sin embargo de esto no se halla en esta Ciudad memoria de dicho Valdés, ni en los historiadores de Cuenca ni en ningun otro escrito que expresamente lo diga asi.” Recibí a su tiempo el cajon con los libros de Ticknor. Su…………….muy adelantada, habiend……………………impression y demas. De…………………… os comprado alli en un……………… noveleja viene entre el………………………. No harían a V. al c………………………utos de fé? Quiza pasen………………………..orias no me hace al caso………………………….phon que es lo que al mio le falta.- Del Can[cionero de Luzon] holgaría mucho me mandase V. una noticia circunstanciada, pues habré de citarle en las Notas al Ticknor; á no ser que obtenida del amigo Rubio la competente autorizacion, me lo mande V. para que lo vea. Si no me engaño, dicho libro fué de un tal Aguilar, contra cuya voluntad lo tuvo detenido Dn. Serafín Calderon y en su poder mas de cinco años, hasta que por último logró arrancarselo 11


Gallardo valiéndose de un chismoso estratagema muy largo para ser contado. Aunque libro raro no es muy buscado por ser su contenido mistico…… todo de un mismo autor. Me piden de Londres los libros siguientes: Castillo, Sainetes 2 egempl. Calderon, Poesías anotadas por V. (Cádiz 1845) otros dos, y segun me manda a decir Sanchez, no cree tener egemplares. El mismo sugeto me encarga un gran numero de publicaciones modernas que he empezado ya a comprar. Yo quisiera saber de V. si conoce V. algun comerciante que quisiera encargarse de dirigir el cajon o cajones, cobrando por supuesto su correspondiente comision; si hay con frecuencia buques para Londres, Southampton, Falmouth o algun otro puerto de Inglaterra y por último si tiene V. relaciones con Lisboa de donde quisiera hacer venir dos o tres obras. Ajustadas escrupulosamente nuestras cuentas, resulta que le soy a V. deudor de un pico, que si V. no dispone nada en contrario entregaré al librero Sanchez. No sale nadie para Cádiz, sino le mandaría a V. algunas……………………………………………………….destinadas. …………………………….Alava no resuella…………………………. …………………………….o carta suya. Si V. le es…………………… …………………………………………………………………………… …………………………….se repite de V. siempre af…………………. Pascual de Gayangos ………………..que Delgado se ocupa en este momento de hacer el Catálogo de mis familias romanas, con el solo y único fin de que él pueda escojer lo que mas le acomode. [Sobrescrito:] Sr. Dn. Adolfo de Castro. Cádiz. [Matasellos:] 21. Ago. 1850.

V Querido amigo: He andado y ando tan sumamente ocupado que materialmente no me queda tiempo ni aun para comer. Al Ticknor y Cancionero de Baena se ha venido ahora a reunir la Memoria que imprimo sobre la autenticidad de la Cronica atribuida al moro Rasis, y un periódico que publica nuestra Academia de la Historia y en que por ahora se insertaran documentos relativos al reynado de D. Alfonso el Sabio. Considere V. pues como estaré de pruebas de todos colores y dimensiones. 12


Gracias mil por los extractos del Cancionero de Luzon. A Ticknor he escrito la semana pasada, pero no le he mandado sus dos artículos de V. acerca del Buscapié, porque considero que V. lo habrá hecho ya. Asi se lo hago presente. Asunto es este en el cual yo no quiero mezclarme y asi es que no pienso decir nada en las notas a mi traduccion. Me he propuesto desde el principio guardar reserva y asi lo haré. Ocurreseme sin embargo una cosa, que a haberla V. sabido a tiempo, le huviera quizá hecho alterar el tono de su defensa, sobre todo en un punto en que conocidamente la razon está de parte de su adversario. Yo me acuerdo haber visto, y debo tener nota entre mis papeles, una edicion de los Versos espirituales de fr. Pedro de Ezinas, impresa en Cuenca por miguel Serrano de Vargas, 1596, 8º, el mismo que un año mas tarde, (mudando solo la portada del libro y poniendo 1597 en lugar de 1596, treta comun de libreros é impresores de aquella época para dar salida al resto de una edicion) la volvió después a dar al público. Ahora bien, dicha edicion, que siento no tener entre mis libros, traia el nombre del autor escrito de esta manera nas y que tal fué su nombre y no Ezinas se prueba 1º de trece lugares de los preliminares de la edicion de 1597 en que se lee constantemente Enzinas. 2º de la Historia de la orden de Santo Domingo en que se le llama Enzinas. 3º De Nicolas Antonio. 4º De que tuvo un hermano seglar tambien llamado Enzinas que tradujo, sino me engaño, a Tito Livio. Yo tengo la edición de 1597 que V. cita (es decir la de 1597 con la portada de 1596. A Sanchez he tomado los libros que me pedian pero como no tengo los Estudios sobre Calderón, estimaré a V. me los mande lo mas pronto posible. Olvidósele V. contestar a una pregunta de mi última carta, á saber si puede V. ponerme en relaciones con un agente de esa plaza de actividad y celo que quiera encargarse de mandar un cajon de libros modernos a Inglaterra. Mantengase V. bueno, venga pronto por aquí y mande a su afmo. amigo, Gayangos. Nov. 14. 1850.

VI Madrid 18 de Noviembre. Querido amigo: 13


Gracias mil por lo de los libros y por haberlos sacado de las garras de esos Caribes!. Lo que V. me dice en cuanto a los decomisados me parece pulla pues no habia mas tomos impresos en Londres que uno y ese se hallaba en el fondo de una caja a donde sin duda no llegaron los ojos de esos Argos. Como presumo que los habrá V. hecho llevar a su casa a fin de examinarlos, convendría metiese V. en una de las cajas los que destina a Del Monte y los que me regala á mi. Si V. topa con las Noticias Secretas de America por Dn. Jorge Juan, ofrezcalo V. de mi parte á Domecq y mas adelante veremos que se le saca por él. Acabo de saber que enviando bultos de equipaje economiza uno 10 reales por arroba, pues esos caribes de Ferrer y comparsa llevan a razon de 20 reales arroba y el porte desde Sevilla no es que 10. Lo mismo sucede con lo que desde aqui se manda á esa; los entendidos en estas materias mandan sus efectos a Sevilla, en donde los recogen las galeras de Ferrer, y lo mismo hacen de Cádiz a Madrid. La causa de esta monopolizadora anomalía está en que Ferrer se ha quedado solo en la carrera de Cadiz a Madrid, al paso que de Madrid a Sevilla hay varias empresas conductoras. Si el aviso, pues, llega a tiempo, estimaré a V. haga de modo que el porte de esos cajones me cueste solo 10 u 12 reales en lugar de 20. La cuenta del corredor juntamente con los demas gastos que se hayan causado, incluso el porte de gallegos &ª, mandemela V. para que yo le envie una libranzita sobre Correos, a no ser que V. prefiera que se le entregue a Fernandez de los Rios o a Sanchez. Herrera está amoscado con V. porque no le ha contestado, segun dice, a varias cartas. Pepe Alava está aqui con Teresa, que se apareció como por ensalmo y se coló una noche en su habitacion hospite insalutato. Gallardete en Madrid habiendose ya compuesto y arreglado su diferencia con Serafín. ¿Que mas? Del Monte y Cisneros buenos; El Culebro cayó soldado y se fué a reunir con su regimiento. Mi señora y el niño sin novedad, y yo poniendo orden en mis libros y papeles. de V. afmo. Gayangos. [Sobrescrito:] Sr. D. Adolfo Castro. Cádiz. [Matasellos:] 21. Nov. 1851.

VII Diciembre. 23. 1851.

14


Mi querido Adolfo: Gracias mil por tanta molestia como la que V. se ha tomado en el asunto de los libros. Soy deudor a V. de 10 reales que unidos á 145 (a no estar ya pagados) hazen 155. Quedan apuntados en mi libro de memorias. He recibido el folleto de Vadillo a quien dará V. gracias en nombre mio. Lo que falta ó mas bien lo garfiado por esos pícaros de la aduana despues de haber hecho un escrupuloso cotejo del contenido de las cajas con las listas que yo traía son los siguientes libros. Cancionero de Burlas. Ulloa, Memorias Secretas. Mora, Leyendas. Ochoa, Rimas del Marqués de Santillana, París &ª. Carrillo, Dn. Luis, Obras en verso. y el susodicho tomo en 4º con la Arcadia de Sannazaro, el Philoculo de Boccacio y el Dialogo de las condiciones de las mugeres, impresión de Toledo, en gótico. Acepto pues con el debido agradecimiento el regalo de la edicion de 1544. ¿Como va de Diccionario?. Si para él me necesita V. no tiene V. mas que mandar. En estos dias he adquirido algunos libros que debiera V. leerse de cabo a rabo, por estar llenos de giros antiguos castellanos, y son Lope de Rueda, Los Colloquios. id. Las Comedias. id. El Deleytoso. Timoneda. Los Menennos. Comedia de Preteo y Tibaldo del comendador Perálvarez de Ayllon. Egloga Sylviana por Luis Hurtado de Toledo y otros raros de los buenos tiempos de nuestra literatura. Se trabaja en el tomo 2º del Ticknor del que hay ya impresos 15 pliegos. Deme V. el número del códice de la Biblioteca en que se halla el Dialogo de Dn. Diego Hurtado de Mendoza entre Caron y el alma de Farnesio para hacerlo copiar. Vea pues de sacar esos librejos de las garras de esos gavilanes, que Dios se lo pagará. Gallardete piensa emprender un trabajo (satírico por supuesto) acerca del Cancionero de Baena. Dize que V. no es mas que un gatillo montés que le han querido echar a las barbas, pero que la intriga viene de partes encumbradas y que él sabrá atacarla allí donde convenga. Por lo tanto queda V. rebajado al segundo lugar, por no ser mas que el agente de una conspiracion. 15


Sin mas por hoy se repite de V. atento y seguro servidor y amigo, Pascual de Gayangos. Tambien necesito de Moraleda, un Arenas, Tratado de carpintería de lo blanco y manual de Alarifes. Sevilla 1727 folio delgado. [Sobrescrito:] Sr. Dn. Adolfo de Castro. Cádiz.

VIII Febrero. 19. 1852. Mi querido Castro. El 8 del corriente, como V. puede ver por la adjunta, remití a V. por las Galeras de Ferrer el paquetito de libros para Domecq. Va pagado el porte ¡que caribes! no pesa 10 libras y han llevado 20 reales. Vuelvo a repetir que me sería mucho mas grato el cambiar con Domecq por libros duplicados; pero sino puede ser de otro modo tomaré los reales. Repasando la carta que V. me escribio a la sazon, advierto que tambien quería la Biblia y algunos mas libros de los que ahí vió: puedo cedérsela pues resulta que la tengo doble y de la misma edicion, pues como uno no ha de llevar siempre consigo el catálogo de sus libros, resulta que compra uno, sin saber queu ya tiene lo mismo. Otro tanto parece que le sucede a nuestro amigo. Ya no necesita Dn. Hilario el Barcia, pues visto que V. no contestaba, ha comprado uno en 12 duros. Yo sigo necesitando el Rico Historia de Cerdeña y el Arenas Tratado de Alarifes. Tambien necesito que me envíe V. lo mas pronto que pueda el manuscrito de aquel moro de las 9 pulgadas que para expeler el demonio del cuerpo de una muger recomienda como muy saludable la formula alcoránica de bismi-llah &ª. Voy a imprimir unas leyes de Moros del siglo XIV en castellano, y habré de referirme a él para muchas cosas de las que allí se explican. Lo cual no quita que si a V. le es indispensable, vuelva después a hacer el viaje de Madrid a Cádiz. Acabo de dar a luz el tomo 3º del Memorial Histónico de nuestra Academia el Cartulario de Alonso del Castillo sobre la guerra de los moriscos que fué primero de la Biblioteca de las Cortes y me regaló cierto diputado andaluz; pero que averiguada después su procedencia, y reconocido que formó en otro tiempo parte de la Biblioteca de Salazar, 16


he tenido velis nolis que regalarselo a la Academia. Está empero impreso, y como el Memorial es planta exótica en Cádiz, he hecho que me tiren a parte unos cuantos egemplares de los cuales remitiré uno la semana próxima. Sigue el pleito entre Gallardo y Serafín, con gran copia de escritos por una y otra parte, y no poca algazara de alguaciles y escribanos. Gallardo se presentó diciendo ser verdad que la persona designada en su folleto bajo el nombre de Aljamí &.ª era Dn. Serafin; pero esforzándose en probar que ninguno de aquellos tres epítetos podía ser calificado de injurioso. A V. le ha dejado por ahora: toda su rabia se ha concentrado contra Dn. Domingo, el marqués de Pidal a quien llama Monseñor Dalpi, y otros. De V. dice “ese es un gallito cerval que me han querido echar a las barbas y yo me le he sacudido y nada mas”. Tambien Canovas (alias Malaguilla) carga con gran parte de su indignacion. Muñoz, Dn. Hilario y Del Monte buenos y encargan expresiones. ¿Como va de trabajos? Soy de V. afmo. amigo, Pascual de Gayangos. El Ticknor parado en los últimos pliegos por falta de papel!! [Sobrescrito:] Sr. Dn. Adolfo de Castro. Cádiz.

IX Noviembre. 6. 1852. Amigo mio: Si no sabe V. o no puede dar mas razon de las Quincuagenas que las que incluye en su carta del 15 de Octubre toda esta es excusada. He revuelto en vano los 6 tomos que de ellas hay en la Biblioteca Nacional, aunque sin fruto como V. verá. En las Quincuagenas [sic] se halla á propósito de piedad filial una ligera noticia de Cobos que he copiado a la letra y va adjunta. Mas no encuentro allí ni en ningun otro de los tomos de Oviedo lo ocurrido a dicho señor en una Venta de Sierra Morena. Hay en la Biblioteca dos obras de Oviedo (además de su Noticia de la Casa del Príncipe Dn. Juan) á saber las Quincuagenas y Batallas y las Batallas y Quincuagenas como se lo enseña a V. muy oportunamente cierto caballero que V. conoce. Lea V. y aprenda que una cosa es saber portadas de libros y otra es tener talento 17


para sacar de ellos el fruto que otros desconocen. Y si me atuso el bigote le diré á V. que yo fui el primero que advertí en el Sr. Ticknor y en Prescott este imperdonable error (de confundir dos obras de un mismo autor) y lo manifesté al público. Antes de ir yo a la Biblioteca, todos ignoraban este importantísimo hecho porque yo!.......................... Revuelba V. pues sus papelotes y vea quien hace la cita y en que Ms. se halla. Las Batallas y Quincuagenas no se hallan completas en la Biblioteca Nacional, no hay de ellas mas que un tomo (el 1º) que fué de Dn. J. Isidro Fajardo de letra del siglo XVII y otro del mismo tiempo que no se si es 3º ó 4º. Dicen que en la Biblioteca privada de S. M. estan los demas, y que con ellos se completa la obra. Las Quincuagenas que son estancias o coplas glosadas en 3 tomos fol. de puño y letra de Oviedo se hallan en la Biblioteca Nacional. Acepto el cambio del Samuel Usque por el Florando de Castilla, añadiendo V. por su parte el Espinosa u otro de los que me tiene ofrecidos. Si por la misma ocasión puede V. mandarme un libro de la Secta mahometica y judaica intitulado Lumbre de la fe lo estimaré pues habiendo de enredarme pronto con las Leyes de Moros lo necesito. No sea V. el diablo. Dias pasados vino a la Academia furioso un académico diciendo que en el Clamor se había publicado una relación sacada de un códice del Marqués de Pidal en la que se daba como cierto que Dn. Juan de Austria fue hijo de Carlos V y de su hermana. Tratose nada menos que de refutar esa calumnia!, se insinuó que V. podía ser el autor del artículo, el Director me miró sacando de lo mas hondo de su pecho un prolongado suspiro, cierto amigo tosió y se retorció el bigote, otro me miró al soslayo y se rió gitanescamente. Por último no hubo nada pero V. anda siempre buscando tres pies al gato y V. sabe lo demas. Dicenme que los libros de Domecq los hereda su hermano el de los relojes!!. En Lisboa topé con una traducción del Petrarca en verso castellano por Samuel Uzque, Venecia, Vevilacqua, 1583, 4º. libro rarísimo y que valiendome la expresion de mi amigo Dn. Serafin me costó [roto]. Si alguna vez hay proporcion (sin que V. se moleste) de mandarme esos 11 cabezones serán muy bien recibidos. Ribadeneyra y Ticknor me tienen tan exhausto que a cada duro que entre en casa le rezo luego un Padrenuestro y un Ave Maria. De V. afmo. amigo Q. S. M. B. Pascual de Gayangos.

18


La Biblioteca ha estado de entero, razon por la cual no he contestado hasta hoy. Por supuesto que el Secretario Eraso nada hallo en Oviedo. [Sobrescrito:] Sr. Dn. Adolfo de Castro. Calle de Villalobos. Cadiz.

X Amigo mio Está V. en desgracia y yo tambien por no poderle complacer. Ayer tarde recibí la suya del 7, luego mandé a casa de Carderera que es académico de San Fernando, y me contestó la adjunta. Mandé esta mañana a casa del Secretario y nada logré; en resumidas cuentas no tiene la Academia reglamento impreso. Hace tres años que de resultas de haber el Gobierno mandado que se reformasen los antiguos Estatutos del Cuerpo, la Academia ha presentado unos nuevos y un reglamento que estan aun en el Ministerio pendientes de aprobacion. Mientras tanto se rigen por reglamento interior, no impreso. Si V. quiere que se consulte alguna cosa mandemelo a decir y será servido. Nada me dice V. de libros? No cae nada? Ahora a falta de otra cosa mejor me ha entrado la furia por los militares, y de gineta. Tiene algo de esto el judio de Hortal? No tengo el Gil Blas y acepto el donativo que V. me hace. Viene V. esta primavera o no viene? pues de no hacernos la acostumbrada visita, será preciso que me mande algunos de esos prisioneros (libros) que tiene fuertemente encadenados en su poder sin que valgan indirectas del P. Cobos. Ya se vé hay tan mala fe literaria y la Cofradía está compuesta de tunos! El Sr. Intendente me encarga expresiones para V., aunque dice que mientras V. habitó pared en medio con él no tuvo un momento de sosiego. Ya no teme á los ladrones ni sale á abrir la puerta después de mirar por la rejilla a guisa de carcelero. ¡Que Colección he adquirido de Autos de fé impresos! y entre ellos el de las brujas de Zugarramurdi! Que Cancionero de López Maldonado! Que Conquista de Granada de Duarte Diaz que da gloria verla, y sobre todo que novelas!!. Tengo escrita una carta al Sr. Baron de la Joyosa pidiéndole me mande si es posible una copia de lo que los reglamentos (ya caducados) de la Academia, dicen acerca del Presidente; y si es posible tambien de ……………………..sobre el mismo particular rezan……………………. entes aun no aprobados. Allá………..envia. 19


De V. afmo amigo Gayangos. Marzo 11, 1853. [Sobrescrito:] Sr. D. Adolfo de Castro. Cádiz.

XI Marzo. 27. 1853. Querido amigo: El Jueves Santo llegó su carta de V. pero como yo, gracias a Dios no soy judio, no hice nada de la carta. El Viernes idem pero al Sabado escribí al Baron, el cual contestó que me vería ayer noche en la Academia. En efecto hablamos gran rato y creí apercibirme de que ya tenia noticia de la crisis académica en Cadiz, razon por la cual esquivó sin duda el poner su parecer por escrito. Dize el Baron que no puede servir de regla lo que hasta ahora se ha hecho en la Academia de San Fernando ni lo que se previene en los Estatutos cuya aprobacion está pendiente hoy dia. Parece ser que antiguamente las atribuciones del Presidente eran casi omnímodas, y que no pocas vezes ha tomado resoluciones sin consultar a la Junta de Gobierno; pero esto añade el Baron no era nunca en asuntos graves, sino en cosas de poca importancia y cuando no había desavenencia entre el Presidente y la Junta gubernativa. En el dia las atribuciones del Presidente estan mas circunscritas y se dize que el gobierno en las modificaciones que ha hecho, está haciendo o piensa hacer en los estatutos presentados las cercena y disminuye aun mas. El Baron cree que el Presidente estará autorizado para suspender a un funcionario dependiente de la Academia, dando enseguida parte a la Junta gubernativa y manifestándole las causas por las cuales haya tomado semejante medida; pero que sólo a esta corresponde el fallo y la separacion del empleado. En caso de competencia, pues, la Junta de gobierno es antes que el Presidente en todo lo relativo a la administracion, economía y gobierno del cuerpo. Esta es la jurisprudencia académica y del mismo sentir son Carderera y el Conde de Quinto a quienes tambien he consultado sobre el caso; aunque repito no hay texto alguno, ni ley escrita que asi lo diga y si eso se engresca habran V. V. de acudir al gobierno a fin de zanjar la dificultad. 20


Tengo el Cean y demas baratijas……………………… me ofrece; y asi no hay caso; pero………………dias pasados una Descripcion de la Ig………. mayor de Sevilla por Espinosa de los Monteros 1626, 12º, que quisiera pescar. Si los libros de Domecq se venden me haré con ½ dozena de artículos que necesito; mientras tanto paciencia y barajar. No tiene catálogo impreso el judío de Hortal? De V. afmo., Pascual de Gayangos. No hay quien le quite a R. de la cabeza que yo soy el autor del susodicho. No sabía del fallecimiento del suegro (Q. S. G. H.) ni ninguno de los amigos lo sabía. Doyle a V. el pésame en nombre de todos. [Sobrescrito:] Sr. Dn. Adolfo de Castro. Cadiz.

XII Tarragona 20/9/53. Mi querido Adolfo. Si esta pícara amistad nuestra hubiera de quebrarse en fuerza de las muchas zambullidas que V. suele dar por las tartáreas regiones para volber enseguida tan lozano y avieso como antes, ya a estas horas no nos acordaríamos el uno del otro. Pero no es asi: yo soy afortunadamente del numero de aquellos que erre que erre en el yunque no cesan de golpear hasta que se les rompe el martillo y así me he puesto hoy con la cara mirando hacia el alquibla y despues de hecha misa y preparado el cuerpo con sus correspondientes lavatorios, el conversar un rato con V. mal que le pese a Belzebú, Izrafiel y otros caballeros que le tienen siempre embelesado y distraido. V. dirá ¿y como en Tarragona? Muy sencillamente. Mi hija permanece aun en Londres y yo he venido a solazarme por estas regiones donde el sol nace, después de pasar unos dias en Murcia, Cartagena, Alicante y Valencia. Al primero de aquellos puntos me llevó casi sin querer la muerte de un tierno amigo (que sin duda tambien lo fué de V.) el canónigo Lechaur, hombre muy aficionado a Jansenio y a otros herejes que diz le salía la punta del rabo por debajo de la sotana, olía a azufre a legua, y habia pasado algunos años en Londres. Este tal dejó una Librería a cuya venta quise asistir, y en lo que efectivamente hize buena ancheta, y la hubiera hecho aún mejor a no haber el susodicho canónigo dispuesto que ciertos libros jansenisticos de los mas curiosos, y una 21


coleccion de Biblias y Nuevos Testamentos en castellano, y otros librejos, uno de los cuales solo hubiera bastado en otro tiempo para quemar toda una generacion, se reservasen para otro curita sobrino suyo, hombre que tambien lleva rabo debajo de la sotana y que promete para lo venidero. De Murcia salí para Cartagena cargado como una colmena spoliis onustus palabras de aquel iracundo extremeño Q. E. P. D. con cuya azarosa vida concluyeron a un tiempo cierto rapazuelo gaditano a quien V. conoce y un tal Aljamí. En Valencia no hay mas libros que los de Salvá y los de unos cuantos chamarileros revendedores que lo mismo compran un loro que una escopeta, un libro viejo que un ramo de flores de papel o de conchas, y que desuellan al pobre bibliófilo que cae entre sus manos. No hay uno que no sea abogado, que no tenga el Brunet y el catálogo de Salvá, y que no se deje pedir por cualquier libro gótico falto de hojas un sentido, y así es que nada he hecho en Valencia: Salvá tiene muy buenos libros especialmente de caballerías, farsas antiguas entre los cuales he visto el Placido y Victoriana de Torres Naharro y alguna que otra tambien prohibida ejusdem furfuris. Desde aquí iré a Barcelona, me embarcaré para Mallorca y volbiendo a Gerona, Lérida y Zaragoza emprenderé mi retirada hacia Madrid, sino para primeros de Octubre allá para el 10 de dicho mes. Ya habrá V. sabido que Del Monte ha estado a la muerte de resultas de unas calenturas malignas que cogió en Villaviciosa de Odon. Tratóse ya de decirle que se confesase pero Isnardi y Azcárate que como buenos amigos le han asistido y cuidado se opusieron a ello sabiendo su natural timidez y carácter aprehensivo e impresionable. ¿Que se haze por ahí en libros viejos? La primavera pasó, el verano tambien y el Sr. Ticknor no ha venido. Mambrug se fué a la guerra, Mironton &ª. Dª Maria del Carmen Verges de Burdon recien llegada de Londres se acuerda aun de cierto bote de tabaco rapé que V. sin duda se sorbió por las narizes y no entregó a su Señora hermana, segun estaba en el orden. El intendente pasó a mejor vida: otra víctima mas que tiene V. sobre su conciencia. Ha muerto de fiebre lenta y delirando, y no habia quien le sugetase en la cama, creyendo que sus onzas iban a ser presa de rateros. Lo mismo era dejarle solo que zás se plantaba en camisa a la puerta y miraba por la rejilla. De V. afmo. P. de Gayangos. A los pies de la Señora. 22


Estos dias he dado a un hereje inglés una credencial para V.

XIII Diciembre 10. [1853] Querido Lupian. Con que quiere decir que solamente cuando ocurre algun apreton de barriga se acuerda V. del medico y pide consulta y ofrece llevar en lo sucesivo mejor vida. Sé que me va V. a decid que está muy ocupado, pero tambien yo lo estoy, y sobre todo para poner cuatro letras a un amigo no se necesita mas que buena voluntad, tenerle presente en la memoria, tomar un pliego de papel, hacer media dozena de garabatos y echarlos aun buzón. Ya voy yo viendo que el aforismo de Aljami va saliendo cierto. ¡Hay muy mala fe literaria!. Es el caso que Mellado publica una Revista de Ambos Mundos, que el Baralt, desde este tercer número, será el que ponga los manteles y coloque los platos; los cocineros y pinches (en esta última categoría me encuentro yo) será el oso de Don Favila, Azebuche, Cañaheja, Pilatos, el Trompo de Lepanto, el buey Apis, el bigotudo Riachuelo, quien sigue con V. muy airado y va a ser agraciado, segun lenguas, con una pension vitalicia de 24.000 del pico; y otros. No falta mas que Lupián para completar la baraja, y Baralt me encarga le diga se recibirán con gusto los artículos que escriban [sic], con tal que en ellos no nos venga diciendo que la Reyna Dª Isabel folgaba con el Arzobispo de Talavera, daba ponzoña a su hermano Enrique o jugaba a los dados con el gran Capitán; y sobre todo no trate de derribar ciertos y determinados ídolos literarios, maestros en todas artes y ciencias. Tambien escribiran Bocanegra, Tartaja y algun otro cuyo nombre de guerra no recuerdo en este momento. La cucharada de caldo u salsa que pringue una página del periódico que va a ser leido en Ambos Mundos se pagará a razon de 10 reales, esto para los pinches y sastres de media tijera, en cuyo número nos contamos V. y yo. Los padres graves, los cocineros que prueban los guisados sin quemarse la cara a la lumbre y salpimientan los manjares, éstos serán retribuídos según su talento, posicion y agibilibus. Estoy necesitando el Cancionerillo de burlas y la segunda Celestina. No habria alguna paloma que me los trujese en el pico? Ya se que está V. confeccionando no se que tomo de poetas para el hombre de las cejas. ¿Por qué no abandona V. de una vez Cádiz y sienta 23


sus reales en la Corte? Para éstos y otros trabajos convendría mucho que V. se viniese. ¿Que tenemos de los libros de Domecq, se venden o no? O piensa V. ususcapiarlos y usufructuarlos para que nadie los cate. Hay muy mala fe literaria! De resultas de la muerte de Domingo andamos, como se suele decir, a salto de mata. De V. afmo. amigo, Pascual de Gayangos. 5 minutos justos he estado para escribir esta carta, y el dia tiene 24 horas y 1440 minutos!!.

XIV Mi querido Castro. V. calla como un puto, mientras que sus amigos tratan de evitarle los rayos de Jupiter tonante. No es broma: tiene V. suspendida sobre su calva (pues si no estoy trascordado ya empieza a apuntar) la temible espada de Damocles, y la Academia tiene la vista puesta en V. de resultas de cierto pecadillo que dizen ha cometido V. juntamente con otros señores correspondientes. Dias pasados á propuesta de varios señores académicos de número, y principalmente de dos que no nombraré, se acordó por la Academia pasar una circular a aquellos de nuestros correspondientes que olvidando la diferencia que existe entre académicos de número y académicos correspondientes usaban de un título que no les pertenece, estampando en las portadas de sus libros y a continuación de sus nombres la siguiente coleta: De la Real Academia de la Historia; Individuo de la Real &ª, Miembro &ª sin expresar la clase: es decir Correspondiente. Como V. no ha tenido la bondad de mandarme su Diccionario (al cual hubiera podido contribuir con una colección de muchos centenares de modismo, refranes, dicharachos y motes que tengo entre mis papeles copiada por mi de un códice del tiempo de Carlos V) no sé hasta qué punto y bajo que circunstancias haya V. delinquido en la portada de la obra susodicha; lo que si sé es que está V. designado ya como uno de los pecadores y marcado al indice de nuestra Inquisicion. V. anda siempre buscando camorra y ese Clamor le ha de costar caro; cada vez va en aumento el número de sus amigos en nuestra docta corporación, y llegará el dia en que [los que] le aprecian y estiman como yo (á pesar de la mala fé literaria que manifiesta en lo quererme devolver 24


mis libros) se vean acorralados y arrinconados haciendo armas en defensa suya. Su amigo de V. el Doctor Thompson (Q. E. P. D.) largó antes de irse al otro mundo, a las regiones inferiores donde tiene V. ya preparado su alojamiento, una cometa bibliopropagandista en la que segun parece se trata de V. y de cierto amigo de mal ceño, barba fea y sucia, pantalon ajustado y sombrero de quakero, como si fuesen V. V. las dos columnas o pilares sobre que descansa la generacion politica, social y religiosa de la Península. Andese V. en bromas y vera V. en que viene a parar “el que historió a los Protestantes Españoles”. De Alava nada sé: es otro tuno que puede arder en un candil, y de aquellos que acostumbran a dar la callada por respuesta. Expresiones a la Señora y mande V. a su afmo. Pascual de Gayangos. Abril 28/1854. Diga V. mea culpa y enmiéndese para lo subcesivo.

XV Febrero 26. Mi querido Dolfus y no el Bellido Por la adjunta verá V. que no he perdonado fatiga para hallar en las Quincuagenas y batallas la cita dichosa. Fuerza es que V. se haya equivocado y haya puesto un número por otro. Sirvale a V. de gobierno para lo subcesivo y tome cuando haga algun apunte Nota del Códice y folio o página en que se halla el pasage. Buen vapuleo ha sido ese del Clamor que nadie me achaca a mi sino al literato gaditano polilla de honras agenas, rebuscador de antiguallas, quebrantador de huesos &ª. La colera de Júpiter no iguala ni con mucho a la del bigotudo campeon con quien en mala hora quiso V. romper lanzas; la de V. no pasó de su escudo, la suya traspasará de parte a parte y hará caer a su enemigo en tierra. Y que me dice V. de Tic-Toc, cuyo primer número habra V. leido ya. Por más diligencias que he hecho no he podido averiguar quien sea. Yo se lo achacaba a un tal Merino, andaluz, maestro de escuela que fué gran pendolista y hoy dia Inspector de Instrucción primaria que ha reimpreso el Garcés y dicen que se prepara a hacer lo propio con los Origenes de Mayans. Pero me han asegurado que no tiene arte ni parte 25


en ello. Tambien se me ocurrió si sería cierto clerizonte, y catedrático de la Universidad llamado Soto, quien años atrás publicó bajo el seudonimo de Scottis Kiroff un proyecto de lengua universal. De todos modos le buscaran a V. el bulto y tendremos otra como la de Gallardete. Recibí los 220 consabidos; siento lo de la enfermedad y espero vendrá V. a restablecerse aqui esta primavera. Del Monte se ha hecho campesino y pasa la mayor y mejor parte de su tiempo en Villaviciosa de Odon. Don Hilario en Londres. Algunos libritos curiosos he adquirido en estos dias de poemas y novelas entre ellos el Periquillo e Urdemalas, con lo cual nuestro amigo Aljami está que bufa: El Cortesano de Milan, seis novelas mas de Salas Barbadillo, las Ninfas y Pastores de Henares de Bovadilla, Los seis libros de la enamorada Elysea de Covarrubias, y el Vita cristi de fr. Iñigo de Mendoza. En esta última me hallo con unos versos que dizen: Circumciden las justicias su garcisobaco fino los letrados las malicias y los viejos las codicias.

En el cuaderno 17 del Memorial historico hallará V. las leyes de Moros. Por el Correo recibirá V. un Catalogo de Fueros &ª. De V. afmo. amigo, Gayangos. [Sobrescrito:] Sr. D. Adolfo de Castro. Cadiz.

XVI Mi querido Castro. Esperando a Rivadeneyra que quiere que vayamos juntos á Paris, me he detenido mas de lo que pensaba y no me pondré en camino hasta el sábado 7. Ya estaba el tomo corriente y todo preparado para la impresion cuando se le ocurrió a Rivadeneyra y a mi que el Duque de Veragua, gran aficionado a libros de caza, gineta y arte de torear, podría muy bien costear la impresion de un tomo con el Tratado de la caza de Dn. Juan Manuel, con el de Monteria de Alfonso XI y otros; y que en este tomo vendrían como de molde el Espinar y el Zuñiga.

26


Asi que me encarga le consulte [a] V. si se pondran en su lugar Sa ……………. Viuda 24 que estoy pronto a sacrificar en beneficio de las letras, a pesar de que Aljami tiene formado sobre ella cierto proyecto. Tambien puede ir la Angelica de Barahona de Soto y si hay lugar El Principe Celidon de Iberia, a pesar de que mi ejemplar tiene un cacho de hoja menos y no sabemos que lo haya en la Nacional. Por último tambien pueden reimprimirse La Invectiva contra el Mundo de Cosme de Aldana (Madrid 1591, 8º) ó La Filis del Capitán Botello (Madrid 1641, 8º). Yo preferiría éste último al Aldana, que es bastante malo. V. decidirá, y habrá de escribirle a Dn. Nicolás, avisándole su elección, que yo dejaré en poder suyo todos estos libros para que los [des]encuaderne, los destroze y los ……….da; calamidad que de algun tiempo a esta parte me acaece demasiado frecuentemente para sentirla. De V. mis finas expresiones al Sr. Vadillo y mande como guste a su afmo. amigo P. de Gayangos. Ya salió por fin el 3º Literatura y en el 4º habré de publicar mal que me pese un discurso nuevo del Sr. Ticknor acerca del Buscapie y aun decir algo de mi propia cosecha pero todo lo verá V. antes, y si hay palmetazos seran de amigo y de aquellos que ni duelen ni levantan roncha. [Sobrescrito:] Sr. Dn. Adolfo de Castro. Alcalde Constitucional de Cádiz.

XVII Mi querido Castro. Aqui me tiene V. de vuelta para lo que V. se sirva mandar. No he traido a mi hija, como en algun tiempo pensé; la he dejado entre los hereges donde estará mejor que no aqui por ahora. Ya habrá V. visto el tomo en el cual trabajé como un perro hasta el momento mismo de subir al coche. Después acá no se quien ha sido el puto que ha cargado con el Santo. Mis libros sirvieron ainda mais para hacer la edicion y han quedado, como V. se puede imaginar, bastante malparados, faltos de alguna hoja y no poco manoseados de cajistas y otras alimañas. ¡Hay tan mala fe literaria!. Lo mismo que el imprimir un libro que ese tuno de 27


Pilatos me habia mil vezes ofrecido, y con el cual han andado jugando al escondite él y Zapatilla, cuando uno y otro habian prometido facilitarmelo para hacer de él una novela de estos tiempos!. A propósito ¿que se ha hecho del Florando de Castilla, ofrecido en carta que tengo a la vista, y del Eslava Noches de Hivierno? ¿han perecido á caso en manos de Rivadeneyra? Este celoso editor desea emprender la reimpresión de la Gran conquista de Ultramar, pero le arredra el tener que hazer una copia que dize costará mas de 7000 reales. De la impresion en dos tomos hecha en Valladolid en 1502 no tengo yo exemplar, ni hay mas que el de la Academia y por lo tanto me temo que Rivadeneyra se retraiga, y abandone tan útil publicación. Yo me encargaría gustoso de ella, la anotaría y pondría un buen glosario é introducción, pero es un trabajo pesado y que había de hacerse con cuidado y de manera que no mordiese en él el amigo de los vigotes; el cual anda estos dias mas rabioso que nunca y tan hinchado que no hay quien se le pueda acercar. Es verdad que S. M. le ha honrado escuchando la lectura de yo no sé que capítulo de su Historia de la Literatura ó sea el Anti-Ticknor, y le ha prometido graciosamente costear de su real bolsillo tan estupenda e importante publicación. Si V. me hubiera dicho que iba a reimprimir la carta del Bachiller de Arcadia le hubiera enviado la respuesta del mismo Mendoza. ¿Como le envio á V. el 3º de Ticknor? El 4.º se imprime y espero en Dios saldrá á luz antes de Abril. Mandeme V. la lista de los suscriptores gaditanos para que Rivadeneyra les surta de tomos. A Pancheta vi, tan chapadito como siempre y haciendo dinero a toda prisa. Tambien a Wifffen y otros herejes, los cuales se manifestaron estar muy complacidos con V.; no asi cierto General Carado2 [¿], a quien sin duda no debieron gustar los ataques que V. dio á ciertas monjas y en especial a una inglesa. He traido 18 arrobas de libros viejos y tantas y tamañas curiosidades literarias que habrá V. de ser, mal que le pese, el esclavo de su apasionado Pascual de Gayangos. Noviembre. 25/55. Mis finos recuerdos al Sr. Vadillo, á quien pienso escribir dentro de unos dias. Negocie V. con él y Rivadeneyra lo de la Conquista.

28


XVIII [Bajo el escudo nacional, membrete.] ARCHIVO GENERAL DE LA REAL CASA Y PATRIMONIO DE S. M.

Mi querido Castro Este año mi expedicion veraniega no ha sido ni tan larga ni tan lejana como otras vezes; y lo mismo ha sido volver que me puesto a proseguir mi interrumpida tarea. Remito a V. pues, dos pliegos mas de lo que acerca de Cadiz y su torre de Hercules, dice Almaccarí, advirtiendo que “la tradicion del rey gaditano que tenia una hija á quien pretendian otros reyes de España” &ª la hallará V. en la Cronica General. Quien la tomó de quien, no es fácil averiguarlo. A propósito de Cádiz le diré á V. que en el itinerario de un noruego llamado Mauricio, que en 1279 visitó algunos puertos de España, de camino para Jerusalen hallo en siguiente pasaje. “Postea Gades Herculis, insula videlicet, que alio nomine vocatur Kalis [sic]. Hic intratur versus Hispalensem civitatem grandem, que alio nomine Sibilia vocatur. Usque ad hunc introitum, sive ad hanc insulam durat Algarbia! In hac insula est statua Herculis tenens clavem et clavam verso vultu ad Affricam, dans intelligi quod Gades insula sit clavis Hispanie ex illa parte. In hac insula sepe facta est magna strages hominum, tam christiane gentis quam et sarracenice, eo quod vicissim ex utraque parte occupabant. Nunc vero [per] Alphonsum regem Castella ejectis inde sarracenis firma et bene murata civitas est edificata, episcopo de ordine fratrum minorum constituto. De isto loco incipit terra que Betica dicitur, secundum antiquos. Secundum vero modernos vocatur etiam Frontarea, eo quod frons est christianitatis ibidem contra infideles, et ibi oporteat dura fronte barbaricis agminibus viriliter obviare.” Lo que antecede está sacado de un libro manuscrito que trajo aqui este año pasado, un caballero noruego, que me lo prestó. Mas podria añadir sobre el particular, sacado de autores cristianos y moros, pero basta para lo que V. necesita. Lo de los magierzes [¿], normandos o lordomanos irá en la próxima carta. ¿Por quien y como le mando a V. el último tomo del Ticknor, en el cual tanto el autor como los traductores se ocupan de V. largo y tendido? Ayer he visto el segundo de poetas líricos. 29


Dn. Justo Sancho, el escribano, aquel amigo de V. se murió, y yo ando, como V. puede imaginarlo, entre sus herederos y testamentarios viendo el modo de que me dejen escoger de sus libros lo mejores y mas baratos. Siempre de V. afmo. amigo P. de Gayangos. Como supongo que tendrá V. el tomo de los libros de Caballería, no le mando el Discurso que tiré á parte; pero en cambio le tengo reservado el de las Relaciones de Felipe III donde abuen seguro no dejará V. de hacer abundante cosecha de noticias. Mándeme V. por Dios y por la Virgen un ejemplar del opusculillo de Orozco, ya que fui yo la causa inocente de su reimpresión. [Sobreecrito:] Sr. D. Adolfo de Castro. Cádiz. [Matasellos:] Madrid. 11. Set. 57.

XIX Querido amigo Castro: Preveo mal resultado a sus gestiones de V. a favor de D. Juan José Arboli, porque no es esa la manera de hacer que le nombren correspondiente. Si V. me hubiera escrito, yo, con algun otro amigo (pues se necesita que tres firmen la propuesta), hubiéramos buscado ocasion oportuna para meterle dentro; pero habiendo V. escrito al Secretario la carta se leerá en la Academia, y aunque yo tome la palabra para apoyar la petición de V., no podrá recaer acuerdo y se pasará a otro asunto. V. me dirá que es lo mismo, pero yo, que conozco a mis compañeros, digo que ese es el peor camino que V. pudiera tomar. Si aun el autor hubiese mandado un ejemplar de sus obras, podían estas haber pasado a informe de un académico y éste, al leerlo, siendo favorable, podía haber propuesto que se le nombrase correspondiente: este es el único camino para propuestas de esta clase. Días ha que deseaba escribir a V. para decirle que estan ya despachados aquellos dos códices que tengo suyos, el de los Fueros de Sobrarbe y Fueros de Jaca, habiéndose cotejado con los de la Academia. V. dirá a quien he de entregarlos. Al propio tiempo quisiera deber a su buena amistad me hiciese sacar copia de aquellas cartas del Duque de Feria sobre la conversion del 30


reyno de Inglaterra. V. sabe que el original se me perdió en manos del encargado de Don Modesto Lafuente, a quien le presté, ya que a V. le habia yo regalado con anterioridad la copia que para su uso mandó hacer Llaguno y Amirola. De esta copia, pues, necesito sin falta un trasunto, pues habré de hacer uso de él para ciertas investigaciones históricas. Mucho ha crecido mi librería desde que no viene V. por aquí, y alguno que otro manuscrito he adquirido de aquellos que tan de su gusto son. Uno tengo, entre otros, intitulado El Crotalon escrito en tiempo de Carlos V, de los mas valientes y entretenidos que en su género he leído. Mal lo hubiera pasado el autor si se le hubiera encontrado un familiar del Santo Oficio. Siempre de V. amigo afmo. Q. B. S. M. Pascual de Gayangos. Abril 10/61.

31


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.