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AÑO I
Madrid, jueves 8 de octubre de 1936
NUM. 7
la ofensiva, también es verdad del mismo calibre que la mejor manera de defenderse es ofendiendo. La guerra que estamos padeciendo, que ha sido desencadenada contra nosotros, verdadera guerra abisinia, es, desde un principio, un ataque total del que nos estamos defendiendo. Este es el sentido verdadero del "No pasarán" famoso. Pero la mejor defensa es la ofensa, y la mejor defensiva, la ofensiva. La mejor defensa de Madrid es la ofensiva de Madrid; la ofensiva en los frentes de Madrid, que están en el Tajo, que están en Sigüenza, en San Bartolomé de Pinares, en Navalperal, en todos los puntos, en fin, sensibles en los que el enemigo trata de acercarse a Madrid, capitalidad cívica, para cercarla y cercenarla. Defensa, pues, de Madrid al pie de la letra. Y defensa de Madrid al pie de núesIras baterías y de nuestras líneas de fuego, llevándolas 'lacia adelante para que Madrid se ensanche. Así se defendió Madrid—¡no olvidarlo!—en aquellos días de julio, ensanchando su frente hasta Albacete. Esa fué la única manera de que no pagaran y sigue siendo la única manera de que no pasen: arrollándolos.
DEFENSA DE MADRID
¡Bien venida sea la consigna! Se la debemos a los hombres que tienen tensos y firmes los nervios de la guerra. Ni la lividez de las luces azuladas había arrancado a Madrid — a los Madriles — su aire serrano de ciudad confiada, si no despreocupada. Se está organizando, sobre la marcha, la defensa eficiente de Madrid con un magnifico sacudimiento cívico. El vencedor en la guerra europea, el general Foeh, no se cansaba de repetir que, para ganar la guerra, es la retaguardia la que tiene que resistir. Hacía falta, sin duda, este poner a tono la retaguardia madrileña. Esta vez no parece que hemos andado un poco a la trasera de las vertiginosas vicisitudes marciales. Las vicisitudes, circunstancias cambiantes, no esperan, y hav que adelantarse por eso a esperarlas, tranquilos, eso sí, con la tranquilidad que sólo puede y debe proporcionarnos la conciencia cabal de que están cerrados todos los poros por donde pudiera respirar cualquier eventualidad impertinente. Madrid cumplirá — ya lo está cumpliendo—con su deber, como siempre cjue fué solicitado con cívico apremio. Porque Madrid es la capitalidad cívica de la.s libertades españolas, como Burgos, por ahora, la milite capitalidad de la despótica insurrección. Pero no hay que entendei estrechamente las consignas. Defensa de Madrid. Primero hay que entenderlo a la letra, y si es menester la sangre para que esa letra entre, derramarla. Pero si nuestro pueWr «abe que el qu( da primero „a dos veces, y estamos viendo todos la predilección de los militares por
HOJA SEMANAL DE LA ALIANZA DE INTELECTUALES ÁNTíFÁSCíSTAS PARA LA DEFENSA DE LA CULTURA
DE
OCTUBRE ( 1 9
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En la inquietud viva de las primeras horas, al produLos mineros asturianos de Octubre hablan encontracirse por la sublevación militar la defensa popular armado de nuevo aquella nobleza de las armas, que es la de da de Madrid, surgió esta consigna evocadora: Asturias luchar defendiendo la integridad del pueblo en todos de noche. Mas ya alboreaba de aquella obscura noche sus derechos humanos: la libertad y dignidad popular asturiana de 1934 el renacimiento del pueblo español que del hombre. La nobleza de las armas que los mineros hoy presenciamos. Con ensangrentada luminosidad proasturianos habían de transmitir, desde entonces, a un metedora, hacia el cercano mediodía. pueblo entero sediento de verdad y de justicia: a todos Fué en octubre de 1934 cuando el verdadero entendilos pueblos de España. miento de lo español empezó a discernir con evidencia No hay más nobleza de las armas, de la guerra, que Ineludible lo vivo de lo muerto: los vivos de los muerla que le da el pueblo al defenderse, pues en esta lucha tos. En aquel Octubre glorioso venció el martirio popuobligada, el pueblo no ofende, se defiende: y defiende la lar, el vivo testimonio de la sangre. Ese testimonio no paz. Esta es la nobleza de las armas: defender la paz; se ha perdido. Es la semilla, muerta en el surco, que la paz, que es una voluntad efectiva de libertad, de verahora nace como señal pura de la victoria. Asturias de dad, de justicia. noche era la entraña engendradora de este amanecer de Cuando las fuerzas araiadas de un pueblo se vuelven esperanza. Asturias de noche fué la linea firme de la contra él para asesinarlo, la voluntad de paz toma las sombra que definía, desde entonces, el claro resplandor armas para defenderse, destruyendo, si puede — que sí de la pura verdad y de la nueva vida. puede—, a su traicionero enemigo innoble. La defensa Ante Asturias de noche, la Asturias entrañable, proarmada de la paz es, por obligada, la única nobleza de funda, de los mineros luchadores, el escritor, el investila guerra. „ gador, el poeta, el creyente, el artista, pudieron ver, comY en ella estamos. Desde aquella noche de Asturias. prender y sentir que el pueblo español estaba en pie y Obligadamente: necesariamente. Nobilísimamente. Con el alerta, vigilando en la obscuridad de su noche el albopueblo. Con el pueblo en armas. Y en esta guerra de la rear sangriento de su esperanza. Fué al grito asturiano independencia popular—la única guerra justa—, las letras de 1934 al que despertó en se vuelven armas, porque el España la conciencia inteescritor, el artista, el poeta, lectual, hasta la de los más el investigador, el creyente insensibles, de los más dorse juntan, se funden a este midos. Y un grupo de escrifuego vivo de la sangre, enAntonio Alix pertenecía a la primitiva Asociación de 'tores, de artistas, de invesEscritores y Artistas Bevoluclonarios. £ r a dibujante, trañable generadora luminotigadores, de creyentes, tocolaborador en toda la Prensa obrera. X.a noche del 8 sa del pueblo mismo, que la de octubre, estando en su casa con su ami^o y camamó clara conciencia de su ofrece t a n generosamente, rada nuestro Caiatayud, fué asesinado, en presencia de deber en aquella noche astan invenciblemente. su madre, por las fuerzas represivas del Gobierno. Caturiana al relampagueo de iatayud se volvió loco suicidándose un año después. La Asturias de noche fué la Alianza de Intelectuales Antifascistas coloca en su cuala pólvora en su cielo, ante dro de honor a estos dos compañeros, que nos trazaron raya mortal, la línea obscula huínareda llameante. De con su sangre el camino a seg^uir por nuestra orgara que mareó con su trazo la entraña minada por el esnización. la separación definitiva. Y fuerzo humano en la noble a su firme contorno se iluf tierra asturiana nacía una mina la aurora presente, en nueva dignidad del hombre. que, todos a una, reivindi,Y a esta clara enseñanza popular, a este darse a luz docamos el glorioso recuerdo loroso y sangriento, se ende aquella sangre que hizo Luis de Slrval fué la víctima decisiva de aquella percendía la conciencia españoposible nuestro porvenir, que secución injusta, porque su misma significación intelectual de escritor, de periodista, le dio valor de símbolo; la: al resplandor vivo de h ac e posible nuestra vicde exponente absoluto de la injusticia, de la arbitraaquella sangre. toria. riedad, de ia barbarle. Doblemente significativa y sim-
A N T O N I O ALIX
L U I S DE S I R V A L
bólica: por quiénes y cómo le mataron Ignominiosamente; por quienes y cómo juzgaron a sus asesinos. Toda la España muerta que ahora lucha contra el pueblo español está significada, simbolizada en esto nombre. l£n este nombre se simboliza su interpretación de la justicia; se significa su valoración del Ejército. El Ejército que tenemos enfrente es el mismo, incluso personalmente el mismo^ de aquellos asesinos; y tras ese Ejército, las magistraturas, las instituciones que en él se amparan, que él defiende, son lo» mismos, incluso personalmente las mismas que dieron al nombre de Luis de Slrval gloria representativa de víctima.
M É X I C O Y ESPAÑA La situación actual de España tiene una repercusión extraordinaria en México, Una serie de factores históricos y circunstancias objetivas del viomento hacen que frente al problema español no haya indiferentes y neutrales. Un frente único amplio une al pueblo mexicano y al Gobierno del presidente Cárdenas, dando a la política oficial un sentido de solidaridad con el Gobierno Asaña y con la España auténtica, al mismo tiempo que las organizaciones populares conducen una campaña de publicidad y de movilización de masas que tiene gran relieve. Los reaccionarios mexicanos, la gran Prensa—exceptuando "El Nacional", diario del Partido Nacional Revolucionario, partido del Gobierno—y la mayoría de los sesenta mil españoles radicados en México, son hostiles a la actitud del pueblo; la Falange Española se ha organizado por el fascista José Vega, con el apoyo de los fascistas italianos y alemanes. En el fondo, dentro del panorama político de aquel país, se agitan, frente a frente, las mismas fuerzas sociales que combaten en España. De una parte, el latifundisnio, la Iglesia y los elementos reaccionarios, que se mueven en diversos sectores sociales. De la otra, los sectores progresistas, que anhelan un México libre y una vida social moderna. México tiene fuertes reminiscencias semifeudales. El capital norteamericano señorea la vida económica del país. Contra esto luchan quienes cotnparten de lejos los días de sangre del pueblo hispánico. El Gobierno de México se ha negado a participar en ninguno de los esfuerzos internacionales encaminados a aislar al Gobierno de Azaña, restándole su realidad constitucional indiscutible. Entre esos esfuerzos, el realizado por el Gobierno del Uruguay para lograr una intervención de países iberoamericanos, tuvo importancia, y la tiene en el continente americano. México declaró que no participaría en esos trabajos, porque no quiere intervenir en los asuntos interiores de España. En cambio, el Gobierno de MéLos toreros son monárquixico vende arma^ y muni[cos, ciones al Gobierno español, frailes también lo son. como las ha vendido al do los ¿Y los mineros ile Asturias? ¡Viva la Revolución! Colombia y como es uso y costumbre entre Gobiernos En Mleres nació mi abuelo, amigos. mi abuela en l'ola de Siero. La capital de mi sangre Para el Gobierno mexicano, la representación diplo- se debe llamar Oviedo. mática española es la que Los moros llegan a Oviedo desempeña con decoro y va- —la que siempre estuvo ver[de—, lentía el Sr. Cordón Ordax, a pesar de que la Junta fac- ma/tan a los españoles y violan a sus mujeres. ciosa de Burgos designó al Sr. De Pujadas su embaja- Camarades, cómo arde la ceniza de los muertos. dor en México.
La solidaridad mexicana se desarrolla libremente gracias al 'respeto que logra del Gobierno. La Prensa de izquierda, las organizaciones populares, trabajan sin descanso, rodeando al embajador español en una hora difícil en que la colonia española le abandona. Seguramente que millares de mexicanos habrían podido venir a combatir junto a los heroicos milicianos y al Ejército leal sí no fuera porque el problema de la España del Frente Popular no es de hombres, sino de armas y municiones. ¿Por qué ocurre esto en México? ¿Por qué razones se agrupan las izquierdas, desde el Gobierno democrático hasta el heroico Partido Comunista de México y la Confederación de Trabajadores de México, representativa de la unidad sindical, en torno a la España nueva, traicionada por los generales facciosos? Por razones históricas en parte. Una corriente espiritual nos une a través de siglos. Los españoles que han ido a México vivifican lazos que podrían haber sido rotos al hacerse la independencia del coloniaje americano del antiguo Imperio español. Hay razones nuevas y vigorosas que dan a la actitud mexicana un sentido constructivo eminentemente práctico. La suerte de la República española es la suerte de la democracia y de la libertad humana. No se discute sólo una ideología política en España. Es un tipo de inda humana contra el cual combate el fascismo espa.ñol. Este tipo de vida, en el cual el hombre ^oza de seguridades y garantías, está en peligro en una parte del mundo, y en Méjico, como en España, el dilema se plantea agudamente. Pero vosotros, espa,ñoles, tenéis un problema moral con los españoles radicados en México. Educados por los capitalistas españoles y por una serie de embajadores de la nobleza—los Amálfi, Polavieja, González, etc.—en el respeto a las tradiciones medievales de la Península, son hostiles a la República española y a la revolución mexicana, que procura liquidar Los señores, en Mallorca, las tradiciones medievales y los mineros, en sangre. del país. La hospitalidad meNo cantes ni cante jondo xicana tiene ante si un proni copla de Romancero. blema de conciencia moral Canta "La Internacional", que ya cambiaron los tiem- que resolver, y vosotros, es[pos. pañoles de izquierda, debéis reconquistar a los españoles Al vasco y al catalán, de México para crear una al gallego y al murciano dadle también un fusil. España nueva.—GASTÓN LA£1 también es asturiano. FARGA. (Miembro del C. C. del En Octubre no hay verbenas, Partido Comunista de Méxique no son de la estación. co. EL MONO AZUL saluda Octubre quiere decir al compañero Lafarga, hoy ¡Viva la Revolución! entre nosotros.)
La copla al servicio de la Revolución
lie los muertos de la cuenca, que la del Tercio no vale.
£ n aguas de Covadonga 86 bañan los Begulares.
Raúl GONZÁLEZ TUSÓN (Gran poeta revolucionario argentino, a quien saludamos en España el año último.)
E L A :C1 U £ R R
A SATURNINO RUIZ, CAÍDO EN SOMOSIERRA
A Saturnino LA MUERTE DEL MORO MIZZIAN RuiZf obrero Ya los moros emboscados Atravesando los campos impresor adelantádose han; vestidos de soledad, Estoy mirando mis libros, entre silencios y ruinas hemos llegado a El Vacar. mis libros, los de mi imUn soldado de la España Iprenta, que defiende el ideal, que pasaron por tus manos, la de los trabajadores hoja a hoja, letra a letra. que luchan por libertad, Pienso en el taller contigo antes de estallar la guerra; piensh en ti, tan cumplidor delante de Ja minerva. Un libro de García Lorca, con sus primeros poemas^, iba de él a ti pasando por el amor de las prensas. El y tú, los compañeros de mis trabajos y penas. Si contigo fui impresor, él fué conmigo poeta; si a él lo han matado en Graznada, tú has caído en Somosierra, y los dos habéis venido gloriosos a mi presencia. El con palma de martirio, tú cual héroe de la guerra. El pidiéndome venganza, absorto mira las cumbres tú dándome fortaleza. que' él quisiera conquistar. Si él hace la causa justa, Son los picos del Muriano tú haces la victoria cierta. . que él hubo de abandonar Saturnino Ruiz, valiente en una jornada, triste héroe de la clase obrera, que bien quisiera vengar. Por los caminos, va grave cuando se mucre luchando gente que perdió su hogar. no se acaba la pelea; él héroe que muere en pie - Algunos con sus palabras lágrimas hacen brotar. sobrevive a la contienda. Una anciana suspiraba, Diga Francisco Galán un hpmbre-pensando^ está; si no escucha en las trinel pionero nos saluda impaciente por luchar. [cheras é Qué ruido es aquél que se tu silencio más profundo, ; , . [oye? más alto que toda arenga. ¡Centinela! ¡Alerta está! Diga Francisco Galán So7i los bandiáos fascistas, si no se ve tu silueta de nuevo van a atacar; sobre las cumbres más altas mas esta vez yo os juro del frente de Somosierra. que ni un paso habéis de dar sin que nuestros milicianos Has crecido, camarada, has crecido con tu ausencia. caros lo hagan pagar. Te han visto los milicianos. TodQS van, cogen las armas, todos quieren pelear; Que tu nombre los proteja. en primera fila mueren Manuel AI^TOLAGUIKRE los mejores de El Yacar,
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los valientes milicianos a pie firme han de esperar. A ellos los dirige un moro, el comandante Mizzian. Los nuestros van dirigidos por el más alto ideal. Empieza el combate, arrecia, ellos nos quieren copar; pero los nuestros, valientes, no han de dejarlos pasar. Tira su aviación muy fuerte, la nuestra más fuerte va; una victoria se anuncia, triunfo que bien sonará. A las siete de la tarde, doblado.el óampó de paz, cien cadáveres de moros muertos a la ma^no están. El soldado que os decía en altas cumbres ya está; allí coge almoro huíd,o, allí le ha de rémMar. Escuchad lo que él le dice, el aliento se le va: Muero traidor a.mi patria, soy comandante • Mizzian; me trajeron,los fascistas a obreros asesinar; yo buscaba aquí un sol viejo, no lo he podido encontrar;, viví con capitalistas, gente sin moralidad; he venido a extrañas tierras a los viios traicionar. Yo me muero aplepentído, ellos castigo tatdrán: morirán por esasmános que me acaban de 'matar. Perdido su jefe el moro, ya no saben pelear. Por las vertientes ahajo los moros llorando van, tiraban todos las armas para clemencia implorar. Los nuestros^ que son leales, no los quieren' perdonar; por tráidpr.es y, canallas todos dé morir habrán. Los corren picos arriba; Córdoba a la vunta está, por las vertientes abajo los moros muriendo van. Se da fin a la batalla, es ya hora de parar; por estos picos agrestes
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ellos juraron matar. no se debe continuar, Uno me saluda alegre, que cuando llegare el día aquél no quiere cantar, Córdoba se atacará. iRorGlortlcn en la sonrisa de todos Siete veces han tocado rcpubücíüto! se ve el día alborear. las cornetas de El Vacar, Sierras de Córdoba arriba Y yo desde aquí os saludo, —cetrino, calvo y grotesco—, pero nuestros milicianos milicianos de El Vacar; sobre una jaca torera, no se quieren retirar, con esta mi pobre pluma va "Don" Antonio Cañero. que los que tan bien luchareis el deseo es celebrar Como en sus tardes famosas no saben volver atrás. esa hazaña que habéis hecho Con lágrimas de sus ojos (iti<l(t('loS|>t't¡l 01105 derrocha el "tipo" y el miedo matando al moro Mizzian. sus pasos vuelven a andar. tomt nluüics y-'m- blandiendo, en vez del rejón, ¡En las cumbres del Muriano un trabuco bandolero. ¡Es prudencia, compañeros; Por sus zajones castaños pronto habremos de avanzar> siempre el moro ha de temiblar! sube, burlándose, el viento, y en la Mezquita la bella y las hebillas de plata roja bandera ondeará! Antonio SÁNCHEZ BARBUDO le suenan como cencerros. Todos ya se han retirado, Trae cien caballos montados todos vuelven a El Vacar; de Sevilla, el "caballero". tinos ríen, otros lloran, Cien señoritos juerguistas todos unidos están. para luchar contra el pueblo. En los campos donde ducrChatarra de los colmados •—"cantaores", "ganaeros", le hacía la clerigalla algazara y fiesta hay, ex toreros, pederastas, que se echó al campo a salvar unos se cuentan a otros gitanos, curas flamencos, a cristazo limpio a España, lo que acaba de pasar. latifundistas ladrones, Todos se encuentran bi^^ y él coro de señoritos, "macarras"...—,todo el des[sanoSy guerrilleros de mandanga, [echo Por radio aulla Doval, viéndole tomar soleta todos enteros están. de la Sevilla castiza el cabo mayor de vara le hacia un corte de mangas. que se éniborracha Sólo muy pocos cayeron con del gran presidio en que el ¿Dónde irá que no le alcance en lucha de heroicidad. [Queipo Ifascio la justicia que no marra? Monturas bordadas de oro y paga en balas de plomo quiere convertir a España. Pidiéndola están a gritos abandonadas están, a los pobres cortijeros. Arenga a sus cuadrilleros, las viejas piedras serranas gumías y mosquetones, En la columna de-"/IÓHOÍ" y esta consigna les daba: y los ríos enturbiados buen botín para El Vacar. del señorito flamenco, que no habían de quedar, de sangre moza y honrada, Lo cogen los milicianos van sus amigos de siempre al final de la jornada, y por montes y breñales, para victoria cantar. --amigos de vino y cuernos—: ni heridos, ni prisioneros, con el puño en alto, avanza, "el.Guerra", "el Bomba", "el Todos se sienten felices, ni piedras que lo contaran. clamando justicia, nuestra [Machaco", todos amables están; ¡Mal contaba él con el pueRepública democrática, Plkman, Pepe "el Algaheño", a la canalla fascista [blo!; que el'puehlo ha sacado a vida Benjumea y Sánchez-Dalp, que en Navalpcral le aguardel hondón de sus entrañas, en un desfile torero. [dan, y está dando a manos llenas Ya de los cien alazanos flor de la española sangre, sangre y vida por salvarla. le quedan veinte jumentos. Ifis Milicias de Mangada. Campo traviesa, los otros, La Libertad va con ella, Le rechazan por dos veces, como alimañas, huyeron. vestida de miliciana; dos veces le derrotaban. Medroso, como en sus tardes su brazo firme da al viento El campo deja cubierto "mejores", tiembla Cañero. la bandera proletaria. de muertos de su mesnada, Caracolea lá jaca, ¡Unidos, hijos del pueblo, y en manos del vencedor vuelve la grupa, de miedo, corramos tras sus pisadas! sus pertrechos de campaña. Mirad que sin libertad y cada piedra del monte Con reniegos cuarteleros no hay vida de hombre que cree que es un Pablo Romero. —Cañero, ¡que viene el toro! a escape se encierra en Avila, [valga. ¡Que viene un toro con cuerdonde roquetes y fascios ¡Pobre del que en su camino [nos! salían a echarle en cara a atravesársele salga; los humos perdonavidas que aquí todos somos pueblo, Por olivares, de noche, le asedian con tiros ciertos. de sus pasadas bravatas. y el pueblo se ha puesto, en La luna roja de Córdoba Disolvió allí su columna [marcha le dispara su mortero. —que ya bien disuelta esa dar, escopeta al brazo, Y un hilo de sudor frío [taba— batida a las alimañas! empapa su piel en hielo. y ladeándose el tricornio Todo su valor se orina Josó María QUmOGA PLA a Valladolid marchaba. por los zajones de cuerot Tleauiem aeternam cíe zumbas Madrid, agosto 1936,
TRAICIÓN Y MUERTE DEL SEÑORITO CAÑERO
Doval en fuga y el pueblo en marcha
ñSTEOHIE
DEBE SER _ ELQBITd 'MDE GUERRA DE LA RETAGUÁRD
Sobre un camino, clavado le deja un fusil del pueblo. La jaca corre contenta, libre, por fin, de su peso. Como un grajo, por las peñas, aletea su sombrero. Y las Milicias ya cantan, puño en alto,..a campo [abierto: —¡Cayó un cobarde en la [sierra, el "señorito" Cañero! Ernesto 1.0PEZ-P.\RBA
Contraelfrío en la Sierra Malagosto, cumbre recia, estar quieta te conviene. Reventón, tus andurriales sean de tierra caliente. Lomas de viento de hielo, sed ya de jardines verdes, que los soldados del pueblo no pasen frío en el frente. Cumbres de brisas heladas, sujetad aún vuestras nieves. Nublados de los otoños, tristes fríos de septiembre, no hiráis a los milicianos que pasan noche en el frente. ¡Al Norte, al Norte los frios, las escarchas y las nieves! Por donde vienen fascistas, negras cruces en el vientre, desatad los vendavales, que venga el crujir de dicn[les; arrancadlés las giierreras, las sotanas y bonetes, que vuestras noches de frió a ellos les lleve la muerte. ¡Viento colado del puerto por Marichiva y liinyueie, cortadles como inichillos, en rebanadas calientes, las orejas de borricos, los sonrosados mófleles^ la baja mirada mpocrua y la intención de serpiente! ¡Respetad ios mÍLiCianos, trisLes frios de sepüctnUrc: Espaíiu lucha con ellos, lo mejor que Kspaha tiene! José HEKKKltA PETEUE
LA TRIPLE IMPOSTURA DEL FASCISMO (Fragmento de la conferencia dada desdé la emisora del P. C.) Con mucha más autoridad que yo os ha hablado desdo este sitio Un auténtico sacerdote católico (D. Leocadio Lobo). En sus palabras, estremecidas de la más noble emoción humana, la de la verdad, la de la purísima verdad de un español y de un creyente, hemos encontrado muchos de nosotros, acaso por primera vez desde que la guerra nos envuelve en su fuego y en su sangre, una voz autorizada de la Iglesia que apoya y alienta en lo más íntimo nuestro sentimiento común de españoles y de creyentes; de este sentimiento que late hoy tan unido al pueblo de España, que no podemos ni queremoS^epararlo de él, como si en él y por él sintiéramos en una sola: carne, con una sola alma. Yo entiendo de este modo mi independencia de escritor, mi libertad de creyente cristiano, católico; vinculada insepiarablemente por la sangre al pueblo que vino padeciendo secularmente por la justicia y que ahora, gloriosamente, lucha dando su vida por su verdad, su libertad, su independencia, que es nuestra verdad y nuestra vida. Que lo entiendan bien todos: la voz del pueblo es la voz de Dios; y lo es de tal modo cuando combate por la verdad, por la justicia, por la libertad, que se hace, como la corriente salvadora de las aguas, voz de trueno. Los que han tenido siempre miedo de la verdad son los que por no verla se tapan los ojos cobardemente o se engañan enturbiándola de mentiras. ¡Y qué turbias mentiras! La turbia mentira de un señoritismo adinerado o empobrecido que en vergonzante ociosidad trataba de amparar su privilegio con tópicos vacíos que torpes traficantes de españolería, falsificadores a sueldo del patriotismo, les ofrecieron como el monopolio exclusivo de la tradición y de la historia. La turbia mentira de un militarismo que utilizaba cobardemente el "chantage" de un grotesco fantasma de fuerza, que solamente pudo hacer efectivo de prestado y a traición, vendiéndose ignominiosamente a los peores enemigos de España. La turbia mentira de una Iglesia, cuyos malos pastores, mientras acumulaban y escondían riquezas robadas al pueblo, abandonaban miserablemente al cura pobre, a ese proletariado de los campos y la ciudad que por cumplimiento humilde de su ministerio no tenía otra opcián que la aceptación resignada o el servilismo a.la tiranía de unos intereses que le obligaban a ello para salvar su propia vida; le obligaban a prestarse a ese vil empeño de enmascarar una política en sus hábitos deshonrados por ella. Estas tres mentiras turbias reunidas han sido la gran impostura totalizadora del fascismo español. Pero el pueblo español, los pueblos de España, quisieron siempre la verdad claramente. Nuestras artes, nuestras letras, nuestra poesía, todas las formas vivas de nuestro pensamiento, todas las creaciones, las actividades intelectuales que han enriquecido en la Historia a todos los hombres, a todos los pueblos, están hechas de verdades claras que sus inventores españoles aprendieron del pueblo, vivieron en él, y por él las realÍ7.aron. Ix)s nombres de Cervantes, Santa Teresa, Lope, Quevedo, Fray Luis, Caldorón, Velázquez, Zurbaran, el Greco, Goya..., bastan para evocar la resonancia popular de la clara verdad española en todas las creaciones inmortales de su pensamiento. La verdad más clara de España, más que nunca clara, evidente en la sangre y el fuego que nos envuelve, es ésta: que de un lado está el pueblo español, to.l.i el pueblo español, todos les pueblos de nuestro suelo; con conciencia de serlo; con su tradición y su historia; con su pasado y su porvenir, más que nunca abierto y lu- .
A Y U D A El fascismo de todos los pajises y, su amaestrado. discípulo, él filofascismo, prestan su ayuda gorda desvirtuando la opinión internacional con informaciones mentirosas y cínicas. El cinismo ha sido la gran invención práctica del fascismo; el cinismo y !a «coqaerin», o rnü.nera de hacer el «coco», que viene a substituir a la clásica cu. ijuería diplomática. El fascismo do «Uütei-minados» países — como quien dice "determinados" sujetos. A, I, f o H, M, O — presta un apoyo más delgado y mejor hilado; aviones, metralla, moros, etc., de tal modo que una guerra qus comenzó siendo insurrección de geiieraies, es hoy ya una giierra de invasión extranjera que dc,>a muy atrás a la qtie nos hizo la Santa Alianza con sus cien mil hijos. l'ero con razón se ha dicho que pasaron los tiempos de las Santas Alianzas. Hasta el perjuro Gil Kubles dijo alguna vez que la democracia era una adquisición definitiva. «Europa corre hacia la democracia», pudo ver yn el conde de Chateaubriand, que fué qiiien nos mandó los cien mil. Y la democracia de hoy, es decir, el ajitifasscismo, es lo que se está templando un poco por Europa con el ai'do*' do la lucha española. La consabida solidaridad platónica, de adhesiones y demostraciones, cobra humanidad verdadera con socorros efectivos y con jiresiones políticas que quisieran ser apremiíintes. Y hasta, para ser más eficaz, rompe revolucionariamente contra un Gobierno vatita;i'>fascistoide como el do Olivolra Salazar. Este personaje es el autor do una de las infamias míiyorcs en las que tibunda tanto ahora la Europa oficial frente a nosotros. El derecho de asilo es sagrado hasta entre las tribus salvajes. Pueblos que, como el griego clásico, tuvieron un derecho marcial terrible, acaso porque sus guerras entre ciudades erau Verdaderas guerras civiles, y que no sentían gran empacho por ninguna clase de felonías, respetaron rcligloaameute el derecho de asilo. Han tenido que venir los fascistas a. colocar las cosas en su sitio: en la vecindad cavernícola de los antropoides. Regresión o reacción absoluta. Acaso esta máxima felonía haya hecho cuajar la repugnancia del hombre portugués en actitudes enérgicas, l'roletarios y demócratas portugueses se h a n , levantado contra su pretendido Gobierno, han destrozado fábricas do armiamentos y continúan teniendo en jaque las fuerzas represivas, impidiendo o desconcertando el suministro de armas, municiones y hombros, todo esto cuando la morisma avanza por los campos de Extremadura y de Toledo. Las legiones fascistas improvisadas por Olivelra Salazar con perspectivas más remotas tendrán que hacer frente a una situación de urgencia. Al traidor, bien le está la puñalada por la espalda. Los portugueses, con su acreditado coraje; los demócratas de otros países, con su ayuda en socorros, nos dan a entender a voces cuánto les va en nuestra lucha y cómo buscan la manera más eficaz de estar con nosotros. El acuerdo de la Unión Internacional de Transportes puede tomarse como un aviso serio y acaso no tarde mucho sin que al Libro Blanco de nuestro IVIinisterlo le siga otro libro rojo escrito por la ira de todos los himbres decentes del mundo.
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minoso; con las verdades claras de su vida y de su esl)eranza. Mientras que al otro lado hay un puñado o amasijo informe do traidores desesperados que tuvieron que recurrir a lo extraiio, extranjero, bárbaro, para combatirlo, provocando desesperadamente esta guerra, para ellos suicida, con la que han querido también suicidar a España. A un lado, el orden multiforme de la vida; a otro, el desorden uniformado de la muerte, la 'tripe impostura antiespañcla del fascismo. José BEKGAMIN
ha compañía Samuray Era,, en Valencia. Durante los primeros días del movimento militarista todos los militantes de las or»'aniza«lones ]>olíticas y sindicales estaban linpacienteinente • atentos a los acontecimientos de E s p a ñ a . Los cuarteles de Valencia—sus mandos—eran sospechosos. No se podía desplazar u n solo hombre de las organizaciones para ir a otros puntos de España, qu« ya por entonces se denominaban "frentes de combate" gracias al fascismo. A pesar de todo, la situación en Valencia era por el momento tranquila. Y esa tranquilidad precisamente, esa inactividad era la que desbordaba los rigurosos limites de la disciplina, por impaciencia, en algunos militantes, que querían a todo trance combatir al fascismo. José Agudo, "del Partido", era uno de ellos. José Agudo, "El Che", viejo militante de las escuadi-as de autodefensa del Partido Comunista, bien conocido en Madrid, en el Radio Norte, y condenado últimamente a diez meses de prisión por sus actividades revolucionarias en Octubre, d é s e aba combatir. Sentía como un vértigo de impaciencia al pensar que sus actividades se limitaban a realizar trabajos de investigación. y fué precisamente en uno do sus trabajos donde hubo de nacer, por asi decirlo, lo que hoy es una de las más potentes brigadas d e choque del Ejército popular. El que en Madrid era perseg'uido pocos meses antes por la Policía bajo el sobrenombre de "El Che", realizaba ahora funciones policíacas al servicio del pueblo. En uno de los registros encontró un sabia japonés, un "samuray", según él nos dice que se llama. Pepe Agudo decidió requisar el sable para él, ya que debería hacerle falta en plazo no muy largo. A los pocos días, con una autorización del Partido en el bolsillo, el que hoy es teniente "Samuray", de la compañía del misino nombre, reclutaba en loa barrios bajos de Valencia gente que estuviera decidida a luchar por la causa popular. El "hampa" de Valencia, esa parte de la población que tienen todas las ciudades que viven bajo el capitalismo, como al margen de la sociedad, sin tarea digna, sin trabajo liumano, se sintió, quizá por primera vez en su vida, solicitada Dará una emurcsa noble.
Por primera vez sentian que se les hacía un llamamiento a lo que en ellos hay de sano, de no pervertido a\ impulso de las necesidades que una sociedad egoísta no les soluciona. Eran tratados sin humillarlos, sin despreciarlos, considerándolos como seres rosponsables, de igual a igual, y han respondido de la misma manera. Hombreo que se hallaban poco antÍBS cuinpliendo condena por delitos d e "derecho común" oran reclamado para la lucha uobK-; se les daba una oportunidad de reingresar en la sociedad lícita a cambio de unn conducta, de un compromiso de aceptar la disciplina"; a cambio d e u n a responsabilidad efectiva. Pues biení la compañía Samuray ha tomado parte ya en tres combates decisivos en el sector de Teruel. Tiene mandos militares que acata no sólo con disciplina, sino con cariño, en las personas de "Samuray"; de José Agudo, su jefe y camarada, y de sus responsables políticos, que los instruyen y los educan política y socialmente. Francisco J. Montesinos, Manuel Sánchez Cortina y Manuel Igelmo González son los tres camaradas que políticamente lian colaborado con "Samuray", quien en lo militar ha puesto en condiciones de ingresar en el l'artido Comunista, tras un aprendizaje de tres meses de lucha teórica y práctica en los campos de batalla, a estos hombres que antes no eran sino hombres de "delincuencia común". Y al ver hoy en Aranjuez los primeros piquetes de vigilancia que espontáneamente ha d3stacado la compañía Samuray para poner orden revolucionario allí donde alguien lo olvide, como comunista, yo me siento orgulloso da estos nuevos camaradas, que han sido en otros frentes y lo son ,hoy aquí ejemplo da disciplina y coraje. De estos camaradas, ex presidiarios muchos de ellos, que hoy han conquistado con su disciplina, su abnegación y su espíritu y seriedad revolucionarios, que tienen que servir do norma a iodos aquellos quo conlundPn lamentablemente el descanso en la lucha con el regodeo señorito y encanalia*lo de un cabaret o de ua burdel. y cuando "Samuray" m e asegura con acento convencido: "se merecen el ingreso en el Partido", yo siento la einución de una verdad y de una fe en la vej dad que me ayuda y el2va. Arturo SEURANO PLAJA
LA TRAGEDIA ESPAÑOLA La guerra española es una guerra extranjera, no solamente porque oficiales italianos y alemanes participan en sus operaciones, sino porqua pa el preludio de la otra, de la gran guerra mundial, en la cual las potencias de la reacción jugarán su última carta contra la democracia humana, con el fin de intentar un nuevo reparto del mundo. Si Madrid estuviese vencido, esta guerra hubiera comenzado ya. Franco en Madrid significaría el protectorado del III Reich en España, el renacimiento del Imperio germánico. Después de vencer en Etiopia, Mussolini celebró con énfasis el nuevo Imperio romano. La conquista de España por Alemania seria de una realidad diferente. Desde Carlos V, la política francesa no ha dejado de considerar esto como un sueño de siglos. La entrada de Franco en Madrid seria la guerra contra Francia y la sumisión de este paia — no solamente del Frente Popular, sino de la nación entera—. Asimismo, las negociaciones de Prim. para restablecer un Hohenzollern en el trono de España trajeron como consecuencia la guerra francopruslana. El 6 de julio de 1870, nuestro ministro de Negocios Extranjeros, duque de Grammont, interpelado por Cochery sobre esta candidatura respondió: "No consentiremos que una potencia extranjera, colocando uno de sus principes ; sobre el trono de Carlos V, pueda romper, en detrimentonueeti'o, 'el actual equilibrio de las fuerzcia europeas y po-j: ner en peligro los intereses y el honor de Frartcia." Y, en^^" la Prensa, Edmond About clamaba: "Si se permite a Pru-•^ sia instalar un procónsul en nuestras fronteras, tendré- ' jnos 38 millones de prisioneros." Hasta el presente ningún Gobierno francés ha aceptado deliberadamente un peligro semejante, y es fácil imaginar l£us dificultades con que habrá tropezado el presidente Blum para ceder a las órdenes que hasta él han llegado desde los primeros instantes del conflicto. Seguramente habrá recordado, antes de que el debate haya llegado a las tribunas, que el éxito del Frente Popular en Francia era una consecuencia del triunfo de este mismo frente en España. No puede negarse el lazo histórico que existe entre el Gabinete Blum y la toma del Poder en Madrid por el presidente Azaña. En todo momento, el Frente Popular francés ha proclamado su solidaridad con la España democrática. V, sin embargo, en cuatro diag Francia ha renunciado a una política de cuatro siglos. Francia separada de África y de Itis recursos naturales que ésta representa; los Prineos sirviendo de escenario para uno de los frentes; Balcai-es permitiendo a Alemania el bloqueo de Marsella; Ceuta controlando para Hitler el Mediterráneo, he aqui lo que representarla la victoria de Franco en Madrid. El pueblo español vencido, y nosotros con "40 millones do prisioneics"... Hay algo que el Gobierno Blum ha juzgado muy grave y de ;r> cual ha hecho su política: el temor a una guerra inmediata. En nombre do esto temor, la no Intervención ha llegado a ser la política del bloqueo, y, por lo ta^to, la gran tragedia de España. La amistad francesa, por íoüsig-uiente, no ha pasado de verbali.=:mo, la neutralidad ha quedado convertida en iniquidad internacional, y el famo-io Quai d'Crsay ea la irrisión de las Cancillerías europ-cas. No existen límitea en fl camino del abandono. Si una pe lí tica de terror nos dicta el abandono de España, la liiisma política nos dictará mañana el de Praa;a, y tal vez en nuestra resignación, el alejamiento ds Koscü... Y cuando, .'e abandono en abandono, loe trancases, nos «-ncontremos solos, iiürados al fascismo interior y sometidos a Hitler, los hombres de buena fe recordarán la llamada que nuestro pueblo ha .anzado al Gobierno eleguio: !• rancia no puede permitir que sea vencida llspafta. (Del füUelo "La tragodie Esf.agnole", de André Ribard, síirretario general del movimiento francés contra la guerra y el ft'.icisaio. París, septiembre 1936.)
ACTIVIDAD DE LA ALIANZA En Aranjuez
Tanto en Móstoles como en Navalcarnero el entusiasmo popular, disciplinado y consciente, acreditaba que los pueblos de Madrid constituyen una infranqueable barrera de defensa. Los discursos de nuestros camarada.?, que hablaron desde los balcones de ios Ayuntamientos fueron aplaudidos, y terminaron con "La Internacional", cantada por todos con los puños en alto.
Loa camaradas de la Alianza de Intelectuales Miguel Prieto y Arturo Serrano Plaja, en contacto con el Comité de Guerra del Partido Comunista en el frente del Tajo, han venido realizando^ durante la semana que lleva actuando este Comité, los siguientes trabajos de colaboración con el mando militar en esta zona: Organización de una sección de Proipaganda y Prensa en el Cuartel genexal de este frente, en contacto con los Integrada por elementos de la Fedecomisarios políticos que actúan con las ración de Espectáculos, y animada ardiversas unidades de vanguardia. tísticamente por la Sección teatral de En loa cuarteles donde transitoriala Alianza de Intelectuales Antifascismente se han alojado tropas, y en los tas, comenzará en breve a actuar en el destacamentos de estas tropas en el Teatro Español, bajo el titulo de Nueva frente, han llevado la voz de la AlianEscena, una selecta y valiosa compañía, za -para esclarecer en la conciencia del cuyos miembros comparten integramenlEOldado el concepto de la disciplina, te el fervor cultural y político que insainidad de mando, organización de servicios auxiliares, etc. Asimismo, a su , pira todas nuestras actividades. paso por los diversos pueblos han conLos actores de Nueva Escena están tribuido a formar brigadas de trabajadispuestos a- mantener hasta el fin la dores para las obras de fortificación en pureza del designio que nos ha reuniJos diversos sectores. do. Queremos anticipar el plan teatral Al mismo tiempo trabajan en la conde la Alianza, para que sepa a qué atefección de un periódico semanal, «Hojas nerse el público madrileño. La poesía cice Guerra», órgano de expresión del vil tendrá un lugar constante en nuesPartido Comunista en este frente, destros pt-ogramas. Figurará siempre en tinado a fortalecer en nuestras filas la ellos una pieza dramática de actualidad t'isciplina y heroísmo de nuestros como que pueda ejercer saludable influjo batientes. sobre el pueblo en las presentes circunstancias, y simultáneamente iremos Durante la realización de JES últidivulgando con el máximo decoro renomas operacioes en este frente, nuestros vadores ejemplos de la más viva litecompañeros, junto a los delegados del ratura dramática. Tendrá, pues, nuesPartido Comunista, pudieron comprobar tro teatro el doble carácter-—poesía y la eficacia de estos servicios de guerra acción—que quiere llevar a todas sus en In que se refiere a mantener el buen empresas la Alianza de Intelectuales Anespíritu de nuestras tropas durante el tifascistas. combate. Por e.«to. nuestros camaradas sugieren a la Alianza la conveniencia Nuestra Sección teatral cuenta, pade que nuestros cuadros de propaganda r a mantener en constante actividad la actúen permanentemente en los diversos tribuna política del Teatro Español, con sectores de e.i-ta zona, trabajando en la colaboración de los poetas más discontacto constante con el Comité de Güepuestos a entregarse sin recelo a los ra, que, a pu vez, lo está con el alto riesgos y exigencias de la improvisación. mando militar, a fin de dar la mayor Han entrado ya en esta orden juglarescohesión, ejemplaridad y rendimiento a ca; dispuestos a escribir, cuando menuestros trabajos. Para ello, igualmennos, un entremés por semana, los poet e creen necesaria la formación en Matas y escritores Rafael Alberti, Manuel drid de un Comité de enlace, para faciAltolaguirre, José Bergamin, Rafael litar a todos nuestros equipos de proDieste, «Doctor Sintax», Ramón J. Senpaganda en el frente todo el material der, Juan Chabás y otros que aun no que puedan necesitar. no.3 permiten cerrar públicamente el compromiso con la mención de su nombre. Títulos y autores que ya podemos rnunciar: «La llave», de Ramón J. Sender; «Al amanecer», de Rafael Dieste; «Donde marca la cruz», de O'Neill; «Amor de madre», de Manuel AltolaLa Alianza también ha organizado guirre; «El moscardón de Toledo», de una serie de mítines por los pueblos de José Bergamin, y «El bazar de la ProJos alrededores de Madrid para enfervidencia», de Rafael Alberti. vorizar y al mismo tiempo instruir a Las actividades teatrales de la Alianlos compañero;? de esos pueblos en su za no terminan en los límites de una sala tarea de servir de baluart^j a la defencubierta. Llegarán a la plaza pública, ea de Madrid. a los cuarteles, a los pueblecillos. Y un En Navalcarnero y en Móstoles esdía verán también el vigor, la gracia y tuvieron los compañeros Prados, Chala jusdcia de nuestra sátira públicos t a s Alberti, María Teresa León y nueshoy perdidos en densas nieblas de metro camarada mejicano Gastón Lafarga. diocridad... ¡Esperadnos, públicos de Pronunciaron breves discursos y reciBurgos, de Sevilla, de Zaragoza! En teatro veréi.? cuánta salud hay en nuesl a r ó a poesías del «Romancero de la t r a razón. £ u e n a civil?, do E L MONO AZUL.
Sección de Teatro
En Móstoler* y ISIavalcarnero
De rodillas ¡De rodillas, generales, torpes, cobardes, arteros; de rodillas, cosecheros de desastres coloniales! Herederos naturales de aquellos mismos malvadlos <jue ganaban entorchados, y títulos y dineros, cambiando mozos enteros por coros de repatriados... ¡De rodillas los canallas de Monte Arruit y de Annual; de rodillas, general que escandiste sin batallas! Miserable, que te callas cuando te acorrala el moro, y hoy, al servicio del oro, nos traes al rifefio aqui, para que te gane a ti la española piel de toro. Da rodillas los traidores do cuartelazo y derrota, que iban a poner su bota sobre los trabajadores. De rodillas, perdedores, ante esta España encendida, que no veréis sometida —su sangre lo está diciendo— ¡aunque la estuvierais viendo sangrar por toda la vida! Ángel LÁZARO
La página del "Romancero de la guerra civil" de este número está ilustrada con algunos de los carteles que el Ministerio de Instrucción Pública ha encargado a la Sección de Artes Plásticas de la Alianza.
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Responsables EL MONO
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de AZUL
María Teresa León José Bergamin Rafael Oieste Lorenzo Várela Rafael Alberti Antonio R. Luna Arturo Souto Vicente Salas VIu R E D A C C I Ó N
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Marqués del Duero, 7 T e l é f o n o
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10 cU. Prensa Obrera. Alfonso XI, 4.—Madrid,^