Plan Estratégico de la Cultura en Andalucía

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Edita: JUNTA DE ANDALUCÍA. Consejería de Cultura Imprime: Escandón Impresores Depósito Legal: XXXXXXXXXXX © JUNTA DE ANDALUCÍA. Consejería de Cultura


Con la aprobación por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía del Plan Estratégico para la Cultura en Andalucía (PECA), esta Consejería pone a disposición de los andaluces y andaluzas un instrumento que será el referente de las políticas culturales de esta Comunidad para los próximos cuatro años. Para ello, hemos realizado un considerable esfuerzo durante gran parte de esta legislatura para impulsar la construcción de un documento que fuera un hito en el desarrollo de este sector en nuestra tierra. En este documento, se hallan presentes todas las dimensiones culturales, desde el patrimonio histórico hasta la creatividad artística. Nuestro objetivo ha sido siempre que fuera el reflejo fiel de una nueva forma de valorar la cultura, que la concibe como derecho ciudadano y como recurso social y económico. Su desarrollo ha supuesto un rico debate, donde se han puesto de manifiesto las múltiples vertientes que tiene la Cultura en la sociedad actual de la información y del conocimiento. Hemos comprobado cómo estas sociedades avanzadas trabajan para lograr un mejor acceso de la ciudadanía a los recursos culturales y una mayor participación de los miembros de esa ciudadanía en la configuración de la oferta. La participación y el consenso han sido los ejes sobre los que se ha construido este Plan. Tras un análisis de la realidad compartido con los protagonistas de los hechos culturales, hemos abordado lo programas para desarrollar toda la potencialidad de subsectores como el Libro, los Museos, las Industrias Culturales, el Audiovisual, los Archivos, las Artes Escénicas, el Flamenco... En definitiva, son 479 programas con una financiación aparejada de más de 740 millones de euros que nos ha de permitir dar el salto cualitativo que nos hemos propuesto para el próximo cuatrienio. El PECA se ha diseñado según una metodología que lo hace evaluable y que nos va a permitir analizar cómo progresamos en ámbitos básicos como la democratización de los servicios que se prestan en este ámbito, la incorporación de las nuevas tecnologías, el crecimiento y consolidación de las industrias culturales, las estrategias de cooperación, los criterios para una gestión pública más eficaz o la propagación de los valores que fomentan la convivencia armónica entre diferentes. Estamos convencidos de que el crecimiento y la revalorización de los recursos culturales de nuestra Comunidad tendrá en este Plan su mejor aliado. Desde la administración cultural andaluza, nos proponemos trabajar para avanzar en nuestra capacidad de relación y coordinación con el resto de agentes públicos y privados. El objetivo básico para los próximos cuatro años es potenciar la creatividad y la innovación, fuentes de todo proceso cultural.

Rosa Torres Ruiz Consejera de Cultura de la Junta de Andalucía

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índice 0. 1. 1.1. 1.1.1. 1.1.2. 1.1.3. 1.1.4. 1.1.5. 1.1.6. 1.1.7. 1.1.8. 1.2. 1.2.1. 1.2.2. 1.2.3. 1.2.4. 1.2.5. 1.2.6. 1.2.7. 1.2.8.

2. 2.1. 2.1.1. 2.1.2. 2.1.3. 2.1.4. 2.1.5.

Introducción Políticas de la Consejería de Cultura LAS POLÍTICAS CULTURALES Y LAS DISTINTAS DIMENSIONES DE LA CULTURA...... La cultura desde el patrimonio histórico hasta la creatividad artística...................... La cultura como derecho y la cultura como recurso................................................... La praxis cultural y sus resultados en las sociedades complejas............................... Políticas culturales y participación democrática......................................................... Políticas culturales desde la multiculturalidad y para el diálogo intercultural........... Los sujetos de la cultura: individuos y comunidades, personas e instituciones, ciudadanía y consumo............................................................................................... Sociedad, mercado y Estado: las coordenadas de la producción de la cultura.......... Estructuras, procesos y productos culturales en Andalucía........................................ OBJETIVOS DE LAS POLÍTICAS CULTURALES EN ANDALUCÍA................................... Una cultura al servicio de todos: políticas culturales e inclusividad democrática.... Una cultura puesta al día: incorporación de las TICs a la producción cultural.......... Una cultura para el desarrollo: industrias culturales y empresa en torno a la cultura...... Una cultura elaborada por todos: participación en las políticas culturales............... Una cultura con concienciación histórica: la conservación del patrimonio y su futuro sostenible........................................................................................................ Una cultura para un mundo globalizado: identidades, hibridaciones y cooperación.... Una cultura potenciada desde las administraciones públicas: criterios para una administración eficaz................................................................................................. Una cultura para una ciudadanía intercultural: las culturas en la convivencia de los diferentes..............................................................................................................

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Escenario Actual ANDALUCÍA, DATOS BÁSICOS.................................................................................... Territorio.................................................................................................................... Población................................................................................................................... Educación.................................................................................................................. Economía................................................................................................................... Medios de comunicación...........................................................................................

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2.2. 2.2.1. 2.2.2. 2.2.3. 2.2.4. 2.3. 2.3.1. 2.3.2.

ORGANIZACIÓN POLÍTICO-ADMINISTRATIVA DE LA CULTURA................................ Distribución de competencias..................................................................................... Marco jurídico............................................................................................................ Instituciones............................................................................................................... Instrumentos de planificación.................................................................................... CIFRAS DE LA CULTURA............................................................................................. Presupuestos públicos............................................................................................... Estadísticas................................................................................................................

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3. Planificación y Evaluación Participativas 80 3.1. LA PARTICIPACIÓN Y EL CONSENSO: CLAVES EN LA PLANIFICACIÓN DEL PECA.... 80 3.1.1. El proceso de elaboración del PECA: un itinerario de retroalimentación en cuatro tiempos...................................................................................................................... 82 3.1.2. Planificación y evaluación ex ante: procesos paralelos para una mayor coherencia estratégica................................................................................................................. 84 3.2. LA EVALUACIÓN: UNA HERRAMIENTA ORIENTADA A LA MEJORA DE LA PLANIFICACIÓN......................................................................................................... 88 3.2.1. La evaluación participativa: pluralidad y utilidad bajo una aproximación integral... 90 3.2.2. El seguimiento. Una tarea insoslayable...................................................................... 93 3.3. LOS INFORMES ANUALES Y LAS EVALUACIONES DEL PECA: EL PLAN DE EVALUACIONES.......................................................................................................... 96 3.3.1. Los informes anuales de ejecución física y financiera................................................ 97 3.3.2. Las evaluaciones intermedias..................................................................................... 98 3.3.3. La evaluación ex post................................................................................................ 99 3.4. UNIDAD DE SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN: PLATAFORMA DE PARTICIPACIÓN PARA LA EVALUACIÓN........................................................................................................ 100 4. 4.1. 4.1.1. 4.1.2. 4.1.3. 4.2.

Marco Estratégico LOS EJES ESTRATÉGICOS........................................................................................... Modernización de la administración pública............................................................. Economía y cultura.................................................................................................... Cooperación y voluntariado cultural.......................................................................... LAS ÁREAS CLAVE..................................................................................................... 1. Música, danza y teatro. 2. Libro y biblioteca. 3. Bienes culturales. 4. Archivos y patrimonio documental. 5. Flamenco. 6. Industrias culturales. 7. Museos. 8. Audiovisual

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introducción Cuando a finales de 2004 el equipo de hombres y mujeres, que en esta Legislatura asumimos la dirección de la administración pública cultural en Andalucía, nos planteamos cómo dar un salto cualitativo en la manera de elaborar la política cultural, pensamos en que lo más novedoso seria incorporar el enfoque estratégico al diseño de estas políticas. En la actualidad, el sector Ocio y Cultura aporta una cifra cercana al 4 % del PIB nacional, y además, absorbe cerca del 8 % de la población ocupada, y 4,1 millones de europeos trabajan en el sector cultural. Es justo, por tanto, que devolvamos esta contribución con nuevos instrumentos para su desarrollo, y es necesario por tanto aplicar a la Cultura los mismos instrumentos que aplicamos a los sectores tradicionalmente considerados productivos. El proceso de elaboración de este Plan ha supuesto una rica e intensa experiencia, donde se han estrechado las relaciones entre los protagonistas de la realidad cultural. Así mismo, han surgido otras nuevas que han aportado nuevos enfoques que sin duda van a enriquecer estas actividades. Este nuevo rumbo va a suponer, sin duda, un punto de partida en la configuración de una red por donde circule, en un próximo futuro, todo el caudal de conocimiento y competencias, que enriquecerán el paisaje cultural de nuestra tierra. De estas relaciones ha surgido una nueva dimensión que poco a poco va tomando carta de naturaleza, cual es la importancia que la vertiente económica va adquiriendo en el terreno de la creación artística, la conservación y puesta en valor del patrimonio, la actividad museística,… siendo considerada ya la Cultura, como un sector económico con un alto potencial de contribución a la creación de riqueza y empleo. Otro de los ejes que sin duda van a tener la posibilidad de desarrollar toda su energía con este Plan, va a ser la aplicación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación al desarrollo de los programas culturales, creando nuevas posibilidades tanto para la difusión y promoción, como en la elaboración de nuevas experiencias creativas. Nuestro propósito es conseguir que todos nos hagamos amigos de las nuevas tecnologías para facilitar y democratizar el acceso a la cultura Por ello, todos y cada uno de los programas que se integran en este Plan, han sido concebidos con el objetivo de revalorizar la Cultura en Andalucía y tienen como eje la satisfacción y bienestar de los ciudadanos y ciudadanas de nuestra Comunidad. En el desarrollo de los mismos, queremos tener la posibilidad de encontrar a nuevos socios, todos aquellos que tengan algo que aportar a los mismos, así como cooperar con aquellos otros que incorporen en sus proyectos estos principios. Nuestro deseo es que con la puesta en marcha de este Plan Estratégico para la Cultura en Andalucía, sean muchos los que puedan ver hechos realidad sus proyectos, y que la Cultura sea también un vehiculo para los andaluces y las andaluzas sean mas felices.

José Máría Rodríguez Gómez Viceconsejero de Cultura de la Junta de Andalucía Coordinador del PECA

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polĂ­ticas de la ConsejerĂ­a de Cultura

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1. Políticas de la Consejería de Cultura 1.1. Las políticas culturales

y las distintas dimensiones de la cultura Hablamos de cultura en diversos sentidos y éstos, diferentes aunque relacionados, podemos considerarlos haciendo referencia a distintas dimensiones de nuestra realidad cultural. Una política cultural no puede pasar por alto tal diversidad, debiendo afrontarla de tal manera que, desplegándose a su vez por esas múltiples vertientes, pueda mantener la coherencia necesaria que a la acción política es exigible. La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, al elaborar un Plan Estratégico para la Cultura en Andalucía (PECA), ha sido consciente de esa tensión entre las distintas dimensiones de la cultura en la realidad andaluza y la necesidad de coherencia de sus políticas en relación a ellas. El PECA presenta, pues, esa explícita voluntad de equilibrado tratamiento de la cultura entre esos dos polos. Si nuestras realidades hay que conjugarlas siempre desde la pluralidad, y eso es especialmente claro en el ámbito de la cultura, la acción política debe procurar su necesaria coherencia para no verse bloqueada por una dispersión paralizante, lo cual no deja de ser riesgo que también se hace presente en las políticas culturales. En el caso de Andalucía, la hondura y pujanza de sus diversas manifestaciones culturales reclaman con más motivos aún que las políticas desarrolladas para potenciarlas se muevan en ese equilibrio que requiere una política atenta a la pluralidad de dimensiones y de protagonistas presentes en el denso ámbito de la cultura.

1.1.1. La cultura, desde el patrimonio histórico hasta la creatividad artística 10

La cultura es el mundo humano que a lo largo de generaciones hemos ido construyendo mediante la acción transformadora de la naturaleza, en lo que lo tecnológico y lo económico se interrelacionan estrechamente, mediante la consolidación de instituciones y formas de organización social a través de las cuales


organizamos la vida en común, y mediante las formas de conocimiento, escalas de valores y constelaciones simbólicas a través de las cuales ordenamos las redes de significados que construimos y las situamos en la perspectiva de un horizonte de sentido. Todo ese mundo cultural, que cada comunidad humana en muy diversas escalas, construye a lo largo de su historia, es el que se modula muy especialmente a través de la lengua en que dicha comunidad se expresa. La cultura siempre está lingüísticamente mediada, por lo que se puede decir que cada lengua conlleva una forma de situarse ante la realidad, de ordenarla y de situarse en ella y ante ella. Cada lengua, con la cultura que vehicula, es una acepción del mundo. La cultura como realidad antropológica se da, pues, en la diversidad de las culturas que históricamente se han ido generando.

Si la cultura como resultado de la acción colectiva va quedando objetivada en un patrimonio común, que abarca desde los conocimientos hasta las artes, pasando por diferentes manifestaciones en que la cultura se objetiva —incluso con la especial contundencia material que encontramos en el patrimonio arquitectónico— la cultura como formación se plasma de una manera muy singular en la creación artística a través de la cual lo recibido se recrea subjetivamente con una singular fuerza expresiva, capaz de concitar estéticamente los sentimientos y juicios compartidos de otros. En el patrimonio histórico-cultural se condensa la cultura que se transmite y en cada caso se recibe; mediante la creatividad artística se recrea el legado que se hereda, con la capacidad a su vez de reconfigurar el mundo y de abrir nuevas perspectivas por los caminos del arte.

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Si la cultura es lo que resulta de la acción acumulada por generaciones, cuyos resultados configuran una tradición, que en definitiva es una tradición de sentido, parte fundamental de la misma es la manera como cada cultura aborda y resuelve su propia transmisión. Los procesos de enculturación son fundamentales para la pervivencia de cada cultura, con un funcionamiento muy estrechamente relacionado con los procesos de socialización a través de los cuales los individuos se suman a la colectividad humana en la que nacen o en la que han de insertarse. Mediante tales procesos, los individuos asumen y recrean la tradición que reciben. Por eso es de importancia crucial la formación que reciben, sea por los cauces de la educación formal que una sociedad puede llegar a organizar, sea por los de una educación informal, que en todo caso está presente. El resultado es el nivel formativo que en cada caso se alcanza, que supone la manera como una persona absorbe, filtra y es capaz de recrear el legado recibido, desde conocimientos de diverso tipo hasta creencias y valores. Esta formación, como cultura personalizada, contribuye a que la cultura en general de una comunidad se vaya enriqueciendo y transformando a partir de la creatividad de los individuos que de alguna manera la protagonizan.

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Tenemos, pues, que mediando la formación que en una sociedad llega a sus miembros —con el ideal de que llegue a todos la máxima formación posible, lo que supondrá una ciudadanía con un elevado nivel cultural—, entre el patrimonio recibido y la creatividad que a su vez incrementa artísticamente ese patrimonio, se sitúa todo un espectro de manifestaciones culturales a las que las políticas culturales deben atender con especial cuidado. Éstas han de fomentar esas manifestaciones, potenciarlas y encauzarlas, mas con la conciencia de que la acción política tiene en este caso una destacada función de apoyo, de promoción, de aperturas de vías transitables y de dotación de estructuras institucionales, las cuales en ningún caso han de convertirse en instancias en las que se enquisten prácticas dirigistas que intenten manipular unas manifestaciones culturales que sólo en un clima de libertad pueden ser fructíferas.

1.1.2. La cultura como derecho y la cultura como recurso Los humanos somos animales culturales desde nuestro más remoto origen evolutivo. Tal es nuestra condición paradójica. Sucedía, sin embargo, que inmersos en la cultura, no teníamos distancia para verla, es decir, no éramos capaces de apreciar lo específicamente humano del mundo que nosotros mismos creábamos en cada sociedad y recreábamos en cada época histórica. Así, cuando fuimos reparando en ello lo hicimos hablando de la cultura de diversas maneras, según la íbamos descubriendo. Según hemos comentado, como bagaje formativo, como tradición, como modo de vida, como horizonte de sentido…, mas cayendo en la cuenta de que la cultura siempre está mediada por la lengua. Todo eso fue lo que la sociedad europea y más concretamente la Ilustración occidental fue sistematizando en sus conocimientos sobre la cultura desde finales del siglo XVIII y a lo largo del siglo XIX, momento en que el romanticismo supuso un importante punto de inflexión al respecto. El concepto mismo de cultura madura a lo largo de ese proceso, apareciendo también a lo largo del mismo las primeras realizaciones de políticas culturales. Dando nuevos pasos, ha sido a finales del siglo XX cuando ha emergido ante nuestros ojos la cultura como valor. Esto ha ocurrido en un contexto de pluralismo cultural, por una parte, y de fuertes tendencias homogeneizadoras, por otra, que ha facilitado el tomar conciencia del valor de la cultura, lo cual se ha acentuado en este arranque del siglo XXI en el que estamos, marcado por los procesos de globalización en los que estamos inmersos. 12

La revalorización de la cultura se despliega en dos direcciones: la consideración de la cultura como derecho (individual y colectivo) y la apreciación también de la


cultura como recurso (social, político y económico). Ambas marcan las políticas

La iniciativa política del PECA precisamente pone de relieve esa nueva conciencia respecto a lo que significa la cultura y a lo que suponen sus potencialidades para el desarrollo, con la mirada puesta sobre todo, obviamente, en la comunidad autónoma andaluza. El acento político recae en la consideración de la cultura como derecho, lo cual se desdobla, aunque no siempre se explicite así, en el derecho a la cultura y en lo relativo a los derechos culturales. Ambas cosas, relacionadas pero no idénticas, aparecen como trasfondo del proyecto de poner en marcha un plan estratégico para la cultura, apuntando a la imperiosa necesidad de hacer efectivo el derecho de la ciudadanía a acceder en condiciones igualitarias al disfrute de los bienes culturales, habida cuenta que son o un patrimonio recibido por todos o un patrimonio para todos que se nutre, en definitiva, con las aportaciones de muchos. El derecho a la cultura en tal sentido, ubicado en la órbita de los llamados derechos de tercera generación, se debe al imperativo político de garantizar para los individuos el acceso a unos bienes indispensables para la construcción personal y colectiva de las identidades desde las cuales configuran su ciudadanía, articulando las formas de pertenencia a las colectividades en el seno de las cuales ejercen sus derechos. El acceso a los bienes culturales, como derecho, se plantea así por razones de dignidad. Es eso mismo lo que lleva a hablar de derechos culturales, que es una fórmula que no sólo queda para los derechos del individuo a la cultura, sino que apunta también a los derechos colectivos a determinada protección jurídica y a una exigible promoción política de ciertos componentes del patrimonio cultural de una colectividad, sea, en el caso que nos ocupa, de la sociedad andaluza en su conjunto, sea de minorías existentes en su seno en tanto que reivindican legítimamente la protección de elementos constituyentes de su identidad cultural. Al hablar de la cultura como derecho ambas vertientes de la cuestión entran en juego, quedando planteada la necesidad de una articulación adecuada entre el derecho a la cultura como prioritario derecho de los individuos y su diferente condición como derecho colectivo. Tal necesidad se hace insoslayable en el marco de sociedades de intensa diversidad cultural en su seno, como va siendo ya la sociedad andaluza, a la que por ello se puede considerar sociedad multicultural. A la vez la articulación que se propone desde el reconocimiento de derechos colectivos, pero siempre desde la primacía de los derechos individuales, es clave para el mejor tratamiento de esa facticidad multicultural en la

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culturales, hasta el punto de reflejarse, en el caso de Andalucía, en documentos de rango constitucional como es su nuevo Estatuto de Autonomía. El PECA asume esas dos perspectivas sobre la cultura como pilares de la estrategia que en relación a la cultura en él se pretende diseñar. La clave está en plantear y resolver adecuadamente la relación entre ellas.

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línea que apunta a un diálogo intercultural efectivo, del que va a depender la convivencia social en nuestras sociedades complejas. Como quedó anticipado, el otro motivo que de manera determinante se halla a la base del plan estratégico es la necesidad de un tratamiento idóneo, desde la política hasta la economía, desde la economía hasta la política, pasando por los diferentes registros de la vida social, de la cultura como factor de desarrollo, máxime una vez que se ha constatado por activa y por pasiva que, efectivamente, en nuestro caso como en otros, desde el ámbito de la cultura se incide de forma más que notable en la economía de la que pende el desarrollo de Andalucía. La más atenta consideración política de la cultura no es ajena a una mejor información acerca de esa incidencia económica de la cultura, bien puesta de relieve por el interesante caudal de trabajos sobre economía de la cultura que se va acumulando. A la vista de todo ello, para enfatizar esa incidencia de la cultura en la economía, sin inducir, por otra parte, que la dinámica cultural se vea atrapada por la lógica económica, se ha convertido en un signo de identidad de este plan estratégico la afirmación de que con él no se trata de economizar la cultura, sino de culturizar la economía. Ello es indicio de que la cultura se considera condicionada por la economía e incidente en ella, pero en todo caso no reducible a lo económico, entre otras cosas por su transversalidad respecto a los diferentes ámbitos de nuestra realidad social y, en consecuencia, por su inabarcabilidad. Precisamente la relevancia económica de la cultura, sin reduccionismo economicista en el sentido señalado, es lo que hace de ella factor decisivo para afrontar las exigencias impostergables de desarrollo sostenible, empezando por la sostenibilidad misma del patrimonio cultural, especialmente en todo lo que se refiere a su funcionamiento en la órbita de lo económico.

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Al valorar la cultura como recurso hemos de tomar conciencia de los requerimientos que entraña un uso adecuado del mismo, siendo dicha conciencia la que debe marcar decisivamente la política cultural, la cual debe incluir la sostenibilidad como criterio decisivo, entre otros, de una política cultural transformadora y no meramente funcionalista o acomodaticia. A este respecto, si no hay que satanizar la economía cultural, sí hay que hacer la crítica de un economicismo culturalista que pone en peligro, por el abuso de los recursos, la misma realidad cultural que quiere promocionar para servirse de ella. Desde el punto de vista de los sujetos, convocados a una ciudadanía cultural que complemente las dimensiones política, social y económica de la ciudadanía, no es cuestión de prescindir de su vertiente de consumidores, pero sí de relativizarla. El consumo cultural se desfonda si la cultura no se vive, como se desvanecen las ciudades cuando no se habitan. En relación a la cultura no vale el mero consumir, pues se disipará sin sentido cuando no hay participación, recreación, disfrute.


1.1.3. La praxis cultural y sus resultados en las sociedades complejas Hacer política cultural en la sociedad en que vivimos exige como punto de partida un análisis crítico de la realidad en que estamos, atendiendo especialmente a las dimensiones culturales de la misma. Vivimos en sociedades dinámicas, en las que cambios de muy diversa índole transforman profundamente sus estructuras y alteran su modo de vida, afectando todo ello a sus valores y a sus expectativas.

En Andalucía, siendo conscientes de esta nueva realidad en la que estamos inmersos, se viene impulsando desde hace años la llamada segunda modernización, justo para aprovechar adecuadamente las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías de la información y la comunicación para el desarrollo equilibrado y sostenible de nuestra tierra, atendiendo a todos sus recursos. Especialmente importante es que el uso de esas nuevas tecnologías y su progresiva incidencia en nuestra realidad, desde la economía a la cultura, pasando por la realidad social y las instituciones políticas, no redunde en la aparición y consolidación de nuevas formas de desigualdad, las que corresponden a la divisoria digital que se

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En nuestro momento histórico destaca sobre todo la revolución informacional en la que estamos inmersos, como consecuencia del despliegue espectacular de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. Éstas, gracias al desarrollo de la informática y la telemática, con el uso masivo del ordenador y la expansión de Internet que han propiciado, a lo que se añade la telefonía móvil y la interrelación con todo ello de la televisión, están dando paso a un nuevo tipo de sociedad que hemos llamado sociedad de la información o sociedad del conocimiento, habida cuenta de la importancia que ambos adquieren en virtud de los nuevos soportes tecnológicos sobre los que se generan y difunden. En esta nueva sociedad, donde encontramos nuevas prácticas económicas basadas en la información como mercancía de importancia crucial y el conocimiento como primera fuerza productiva, las relaciones sociales y las formas de organizar la convivencia política no se sustraen a esos cambios, sino que, por el contrario, responden de una u otra manera a ellos. Lo mismo puede decirse de la adquisición y difusión de conocimientos, incluidos los diversos campos de la investigación científica, así como de las nuevas corrientes del arte contemporáneo que, en sus diversas manifestaciones, también acusan el impacto de las nuevas tecnologías. Éstas se presentan en el seno de una realidad ambigua y de ahí su carácter ambivalente, pues pueden servir para potenciar lo mejor de la humanidad o para alimentar sus peores tendencias. También desde la política es obligado una respuesta responsable ante esta nueva situación para potenciar precisamente las mejores posibilidades que brindan los desarrollos tecnológicos de la actualidad, poniéndoles al servicio de toda la sociedad y a favor de un desarrollo cultural de signo humanizador.

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detecta según las posibilidades de acceso de los distintos sectores sociales a la cultura digital, sino precisamente en todo lo contrario, esto es, en la promoción de un nuevo objetivo de igualdad, la igualdad de acceso. Ella reforzará la ciudadanía compartida por todos los individuos, sin dar paso a injustificables nuevas formas de discriminación. Para ello serán de singular importancia también las políticas culturales que seamos capaces de diseñar y de llevar a cabo en nuestra comunidad autónoma. No hay que pasar por alto, ni mucho menos, el proceso de globalización en el que estamos inmersos, el cual tiene lugar sobre las nuevas bases infraestructurales que proporcionan las mencionadas nuevas tecnologías, que se desarrollan en estrecha relación con la economía que impulsan. Ésta ha entrado en la nueva fase que supone un capitalismo financiero que reconfigura el mundo como un gran mercado, siendo ese al día de hoy el resultado más palmario de la globalización a la que nadie puede sustraerse. El mundo global resultante no es sólo un gran mercado (de capitales, bienes y trabajo), pero es eso lo que actualmente condiciona todo lo demás. De ahí la importancia y urgencia de que esta globalización se equilibre con el impulso de otras dimensiones, políticas y culturales, que permitan aminorar al menos sus efectos negativos de exclusión de muchos de un mercado muy competitivo y de homogeneización de todos en un mercado que tiende a uniformizar los productos que circulan por él. También a ese respecto, además de los avances que deben darse hacia nuevas instituciones democráticas de alcance planetario, será importante que políticas culturales eficaces incidan en nuevas prácticas que estén al servicio del acceso de todos a la cultura y de formas razonables de tratar los recursos culturales de nuestras sociedades. Andalucía, por tradición, bagaje cultural y potenciales de todo tipo, está en buen momento para avanzar en esa dirección, desde su inserción en la realidad económica, sociopolítica y cultural de la España plural, y desde su ubicación en medio de los flujos que se entrecruzan en el mundo globalizado en el que nos hallamos.

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Un factor destacado de complejidad de nuestras sociedades son precisamente los flujos migratorios, reverso de la globalización económica. La actual condición de España y, dentro de ella, Andalucía como sociedad de inmigración supone cambios intensos de todo tipo que hay que encauzar en la dirección de una convivencia social a la altura del respeto a la dignidad de todos y cada uno de los que confluimos en ella. Andalucía cuenta con bazas muy positivas para impulsar de manera clara el carácter inclusivo de nuestra democracia, y para ello es fundamental una política cultural que favorezca el encuentro, la interrelación y el diálogo entre los culturalmente diferentes. La complejidad de nuestra realidad social y de sus manifestaciones culturales, cuando ya es insostenible la ecuación que venía a equiparar en el pasado una sociedad con una cultura, requiere nuevas respuestas, también políticas, para acompasar la recepción adecuada de las tradiciones de la


que somos herederos con las innovaciones que es necesario acometer de forma insoslayable. Esos son dos ingredientes que no pueden faltar en nuestra praxis cultural, es decir, en la acción cultural que colectivamente protagonizamos a partir de la creatividad y aportaciones de individuos, comunidades y colectivos que integran el tejido social andaluz y, hoy por hoy, nutren su cultura viva. Una política cultural puesta al día no puede descuidar cuestiones candentes de nuestra realidad que requieren una nueva conciencia colectiva, para lo cual las prácticas culturales no resultan indiferentes. Todo lo contrario. La realidad del cambio climático, ya inocultable, con lo que está reclamando en cuanto a una madura conciencia medioambiental, o las exigencias en cuanto a la igualdad de género, como horizonte ganado para el principio de igualdad en sociedades que quieren ser consecuentemente democráticas, no pueden quedar ajenas a las políticas culturales. La nueva sensibilidad emergente en torno a tales cuestiones se refleja en las creaciones culturales de todo tipo, y a ellas debe dirigirse una política cultural atenta a esos nuevos frentes de emancipación y de calidad de vida. La solidaridad como valor de nuestra época también se hace exigente por esas vías, con sus correlatos culturalmente significativos.

Si democracia, de una forma u otra, directa o indirecta, significa participación en las decisiones políticas que nos afectan, sea en la aprobación de leyes por las que nos regimos o en la elección de gobiernos que nos damos, las políticas culturales tienen que responder a esa dinámica de participación que supone la lógica democrática. Además de los modos de participación política formalmente regulados es obligado generar nuevos cauces de participación, en sentido amplio, en la configuración y desarrollo de las políticas culturales. Eso supone hacer las instituciones políticas más transparentes, más porosas al diálogo, más receptivas a las propuestas que provienen de la ciudadanía y buscar en cada caso interlocutores idóneos, tanto individuales como colectivos. Éstos, por su parte, han de responder con iniciativas y espíritu crítico, con voluntad de colaboración entre ellos y con las administraciones públicas. Su responsabilidad no puede dejar fuera un aprovechamiento adecuado de los recursos que tienen en sus manos y una utilización de los mismos que contemple la responsabilidad social como elemento fundamental. En el campo de la cultura, donde hay que primar especialmente la participación, pues desde él se contribuye a la conformación de lo que acaba siendo patrimonio común —cuando no se trabaja directamente con el patrimonio histórico recibido, que es de todos—, también es exigible con mayor énfasis esa responsabilidad social.

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1.1.4. Políticas culturales y participación democrática

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1.1.5. Políticas culturales desde la multiculturalidad y para el diálogo intercultural En consonancia con lo que ya se ha apuntado, las políticas culturales tienen que partir actualmente del hecho de la multiculturalidad de nuestra realidad social. El pluralismo de nuestra sociedad es hoy un pluralismo más intenso y del que somos conscientes con la novedad que supone, debido a la diversidad cultural presente en nuestros entornos. Se trata de un hecho social de primera magnitud que plantea la necesidad no sólo de nuevas políticas en respuesta al mismo, sino de que toda la política, por razones de coherencia democrática, se vea transversalmente afectada por lo que se puede llamar un imperativo intercultural. Se trata de generar por todas las vías posibles espacio de encuentro, de confluencia y diálogo entre los culturalmente diferentes, para que de esa convergencia salga un renovado pacto social, intercultural, en torno a los valores compartidos sobre los que asentar nuestra convivencia democrática. Hay que evitar, por lo mismo, que las diferentes comunidades culturales existente en nuestra sociedad, y en Andalucía son varias y de distinta procedencia, se replieguen sobre sí mismas hacia el comunitarismo excesivo, de identidades colectivas asfixiantes, que propician ciertas estrategias multiculturalistas. Igualmente, en dirección opuesta, hay que salir de una vez de prácticas asimilacionistas, de marcado carácter etnocéntrico, que tratan de imponer de manera injustificada elementos particulares propios de una cultura a todos los demás. Esa especie de monólogo impositivo, de resultados excluyentes, no es compatible con los valores de la democracia que hay que mantener, reelaborándolos en algunos casos para que sean susceptibles de ser compartidos por cada cual desde razones que todos podemos compartir. La interculturalidad, por tanto, debe ser ya principio inspirador de nuestras políticas democráticas, lo cual de manera especial ha de verse reflejado en las políticas culturales. Éstas no pueden estar ya ni pensadas ni ejecutadas sólo en función de una tradición cultural exclusivamente, sino que han de contar con una perspectiva abierta a la alteridad y favorecedora del reconocimiento que todos nos debemos como iguales en dignidad, en derechos, pero diferentes en las tradiciones culturales de las que procedemos. La interrelación entre culturas favorecerá la convivencia ciudadana y las fecundará a todas, tanto a las minoritarias, como a la mayoritaria, que también resultará enriquecida del diálogo intercultural, como ha ocurrido a lo largo de la historia y se reconoce en el mismo preámbulo del Estatuto de Autonomía de Andalucía.

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1.1.6. Los sujetos de la cultura: individuos y comunidades, personas e instituciones, ciudadanía y consumo En el ámbito de la cultura son muy diferentes los protagonismos que concurren. De suyo, la praxis cultural es tarea de todos los miembros de una sociedad o de una comunidad cultural determinada. En ese sentido, todos somos sujetos de nuestra cultura, en tanto la recibimos y activamente la recreamos. Pero está claro a su vez que hay quienes por sus capacidades, actividad, interés, etc., resultan protagonistas más relevantes de las dinámicas culturales. Estos sujetos cualificados de la cultura son de diversa índole, y hemos de reparar en la diversidad que se da de sujetos individuales (creadores/as, animadores/as culturales, trabajadores/as del sector de la cultura o empresarios/as del mismo, etc.) y de sujetos colectivos (comunidades culturales con conciencia de su diferencia, colectivos profesionales, academias, asociaciones, movimientos artísticos, ONGs de voluntariado cultural, etc.), de las diferencias que se presentan entre sujetos personales y sujetos institucionales (administraciones públicas, por ejemplo) y de los distintos papeles que se adoptan en cada caso, solapándose algunas veces o primando unos respecto a otros (ciudadanía con derecho a la cultura, personas usuarias de servicios culturales o colectivos de consumidores de bienes de cultura).

1.1.7. Sociedad, mercado y Estado: las coordenadas de la producción de la cultura Si la cultura la producimos entre todos, sujetos individuales y colectivos, personales e institucionales de una sociedad, ello ocurre en un entramado de vínculos, instituciones y factores condicionantes que hemos de considerar con detenimiento a la hora de plantear la política cultural que se pretende. Hay que valorar adecuadamente lo que corresponde a las fuerzas que emanan de un tejido social vivo y culturalmente activo, lo que toca a las capacidades y obligaciones a las que

1. políticas de la consejería de cultura

Las políticas culturales han de conjugar con acierto todos estos ingredientes, esos protagonismos diversos de los sujetos de la cultura. Es importante que en las dinámicas culturales se den procesos equilibrados, en los que un polo no absorba o anule al otro. Así, los apoyos institucionales no deben coartar la libertad ni condicionar la creatividad de personas y colectivos, la relevancia cultural de la comunidad no debe traducirse en ahogamiento de las iniciativas individuales de sus miembros o las actividades relacionadas con el consumo de ciertos bienes de cultura según criterios de mercado no debe absorber o anular los servicios que han de prestarse según otros criterios o lo que corresponde al derecho a la cultura del que la ciudadanía es portadora que, en todo caso, debe primar.

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las administraciones públicas se deben y lo que tiene que ver con las dinámicas económicas del mercado, que posibilitan y potencian nuevas prácticas y productos culturales y a la vez condicionan, como sucede respecto a otros ámbitos, también todo lo que se presenta en cultura. La clave está en conseguir un juego equilibrado entre todos estos elementos, lo cual implica que cada uno se sitúa en su papel, sin intromisiones ilegítimas en el papel de los otros. Las energías creativas, que al fin y al cabo nacen de los individuos, fluyen por los cauces de la sociedad. Desde el Estado y sus distintos niveles de gobierno y administrativos (central, autonómico y municipal) hay que potenciar y encauzar todas esas fuerzas creativas en cuanto a lo nuevo y recreadoras en relación con el legado material e inmaterial recibido, sirviendo a la sociedad, sin pretender suplantarla. Desde el mercado operan agentes económicos diversos, que desde muy distintos campos inciden en el mundo de la cultura, como es el caso del empresariado cultural en el mundo editorial, audiovisual, de espectáculos (industrias culturales), o el caso también de profesionales y empresas relacionados con la arquitectura, urbanismo, arqueología o puesta en valor del patrimonio en museos, yacimientos, etc. También aquí hay que potenciar el mejor desarrollo de recursos culturales que de manera legítima se pongan en juego, pero cuidando bien de que la lógica del mercado no se trague todo lo que debe quedar del lado de un derecho a la cultura, de acceso igualitario a bienes culturales, que políticamente es obligado proteger. El mercado debe ser, en todo caso, domesticado en lo que a la cultura afecta para que sus bienes no se vean reducidos a la condición de meras mercancías ni la ciudadanía acotada en sus demandas culturales al mero consumo. Los sujetos de la cultura, si bien en algunos casos actuamos como consumidores, hemos de ser antes que eso protagonistas de la cultura, como y a la escala que cada cual pueda, participantes por tanto, sea unas veces como público, sean otras veces como creadores, siempre como ciudadanos conscientes de su dignidad y dispuestos a poner en ejercicio su libertad.

1.1.8. Estructuras, procesos y productos culturales en Andalucía

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Las políticas culturales que en Andalucía han de llevarse a cabo han de tener en cuenta, por un lado, las realidades idiosincrásicas de nuestra comunidad autónoma y, por otro, el potencial de universalización de la cultura que desde ella se genera. En el punto de equilibrio entre lo particular, con sus raíces históricas concretas, y lo universal, con lo que ello supone de apertura cosmopolita y de capacidad para ser compartido y disfrutado por muchos más allá de nuestros límites geopolíticos, se sitúan el máximo de potencial creador de individuos y comunidades. Así ha sido históricamente y así lo avalan también las historias


No hay procesos sostenibles sin estructuras consolidadas. La política cultural, atenta a las dinámicas culturales de una sociedad viva, creativa, crítica…, tiene la responsabilidad de generar y sostener desde las instituciones (gobiernos y administraciones públicas) las estructuras que den solidez a la cultura de una sociedad. Ésta ni se recibe de golpe ni se improvisa de cara al futuro. Hacen falta, por tanto, estructuras para la recepción y conservación del patrimonio histórico-cultural en todas sus facetas y estructuras para la creación y difusión de las obras y bienes de cultura con los que en el presente vamos incrementando ese mismo patrimonio. Tanto en lo recibido como en lo que creamos son de la máxima relevancia los productos culturales que identifican con perfil propio la cultura que hacemos en Andalucía y transmitimos desde ella. Importante es mantener la conciencia viva del valor de una herencia preciosísima, de la cual somos depositarios para la conservación y difusión de un patrimonio que es de toda la humanidad, como es

1. políticas de la consejería de cultura

que han tenido por escenario las tierras de lo que hoy llamamos Andalucía. La relectura de las raíces históricas debe ser tan amplia y receptiva como amplia y generosa debe ser la apertura cosmopolita. Sin idealizaciones insostenibles ni mitificaciones distorsionantes, hemos de ser dignos herederos de los múltiples legados culturales que llegan hasta nosotros, actualmente enriquecidos por los que sincrónicamente se entrecruzan en nuestra realidad social tan diversa. Tanto a la hora de recuperar críticamente lo que nos llega de atrás como a la de proyectarlo sin ingenuidades al futuro, es importante tener a la vista las fuentes que con mayor caudal de aportaciones culturales han contribuido a lo que somos, desde las diferentes tradiciones religiosas, las distintas etapas históricas con sus sedimentos culturales diversos, para hacer fructificar todo eso desde un entramado cultural muy rico, como es el andaluz, sin sectarismos y con la mayor capacidad de diálogo. Ésta hay que ponerla en juego ante los diversos interlocutores con que actualmente nos encontramos, dentro y fuera de nuestras fronteras. Especialmente importante es cultivar lazos culturales ya existentes, además de con las demás comunidades autónomas españolas y los países europeos, con el mundo mediterráneo y con los países latinoamericanos. Eso sin detrimento de las nuevas posibilidades de relaciones culturales, además de económicas y políticas, con la realidad de países tradicionalmente muy alejados pero hoy más próximos por la presencia entre nosotros de personas venidas en número muy significativo de África, Asia o Sudamérica. Es de obligada responsabilidad política, además de lo que viene con la oportunidad brindada por los hechos, establecer puentes de entendimiento con otras culturas a partir de lo que ya es la pluralidad de culturas presente entre nosotros. Se trata de nuevos procesos, o en marcha, o que deben iniciarse, a través de los cuales Andalucía tendrá mucho que aportar al diálogo intercultural tan necesario en nuestras sociedades y a la alianza de civilizaciones tan necesaria a su vez para el futuro de nuestro mundo.

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el caso, por ejemplo, de lo que nos legaron culturas como la ibera y la tartésica, o la romana y la árabe, y posteriormente las obras y monumentos de una cultura barroca que tuvo su prolongación más exitosa en el barroco de la América hispana. A la especificidad indiscutible del flamenco, buen ejemplo de cómo lo más particular, precisamente por su autenticidad y hondura antropológica, puede lograr difusión universal, se suma el legado de escritores, pintores, escultores, cineastas, arquitectos, músicos, etc., que hasta el día de hoy son representativos de una cultura que desde Andalucía adquiere proyección universal. Nombres como los de Federico García Lorca o Juan Ramón Jiménez, entre los de nuestro pasado reciente, o como el de Francisco Ayala, que aún nos congratula con su imponente presencia literaria y cívica, son acicate para la creación cultural que desde Andalucía somos capaces de protagonizar. Al servicio de ella ha estado y va a seguir estando la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que para mejor afrontar su responsabilidad política ha realizado este plan estratégico para la cultura, con cuyos objetivos y medidas propuestas asume el máximo compromiso.

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1.2. Objetivos de las políticas culturales en Andalucía 1.2.1. Una cultura al servicio de todos: políticas culturales e inclusividad democrática Teniendo a la vista los dos motivos básicos que inspiran la puesta en marcha de un Plan Estratégico para la Cultura en Andalucía (PECA), su éxito futuro gravita sobre la capacidad del mismo para interrelacionar eficazmente los dos objetivos que se desprenden de sus motivaciones iniciales. Se trata entonces, fundamentalmente, de promover, a tenor de la consideración de la cultura como derecho, en primer lugar, una cultura para todos, entendiendo por tal una cultura potenciada políticamente con criterios democráticos que propicien que efectivamente todos puedan acceder a los bienes de cultura, en consonancia también en este terreno con la lógica inclusiva de la democracia; y de conseguir, en segundo lugar, un uso óptimo de la cultura como recurso, con las miras puestas en ese desarrollo sostenible del que va a depender además que en el futuro seamos consecuentes con el mismo derecho a la cultura que políticamente nos hemos obligado a defender.

El PECA en Andalucía aborda lo relativo a este objetivo bajo el epígrafe de Cultura y tecnología. Mejora y modernización de los servicios culturales (Mesa 1). Se trata de potenciar las relaciones de la cultura, en sus diversas manifestaciones, con las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs), analizando las consecuencias de la revolución informacional en curso que inciden en las dinámicas culturales. La digitalización permite hablar de una nueva cultura digital. Ésta no se queda en algo periférico y por ello ni siquiera vale quedarse en la consideración de cómo aplicar las TICs a la cultura, habida cuenta de que lo que está ocurriendo es que la producción cultural ya se está dando de otra manera. Así sucede en las artes, en el tratamiento del patrimonio, en las actividades de difusión y debe ser también en la gestión de lo cultural. La Consejería de Cultura y la administración andaluza no deben quedar ajenas a las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías, las cuales han de incorporarse a la modernización de los servicios que se ofrecen a la ciudadanía, bien es verdad que haciéndolo desde el mismo espíritu crítico que las analiza para no incurrir en ninguna clase de fetichismo tecnológico. La cultura tecnológica, por lo demás, no afecta sólo a cómo se generan nuevos

1. políticas de la consejería de cultura

1.2.2. Una cultura puesta al día: incorporación de las TICs a la producción cultural

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contenidos o se tratan los que venían dados de antemano, sino que pone en juego una forma de organización en red que implica nuevos criterios para interrelacionar personas e instituciones en el ámbito de la cultura.

1.2.3. Una cultura para el desarrollo: industrias culturales y empresa en torno a la cultura La expresión una cultura para el desarrollo sintetiza los objetivos del PECA sobre Economía y cultura (Mesa 2), considerados desde la perspectiva de la cultura como recurso, para aterrizar con mayor concreción en todo lo relativo a las industrias culturales. Destacan en este punto los temas que se sitúan en la órbita de la economía de la cultura, de los que se extraen conclusiones muy sugerentes en cuanto a cómo hacer más efectiva, y más visible, la incidencia de la cultura en la realidad económica de Andalucía. Partiendo de análisis pormenorizados y documentados con datos precisos, la reflexión se extiende a la potenciación de la cultura como recurso para un desarrollo sostenible en lo que afecta a un patrimonio cultural que es de todos. Eso abarca desde lo que se hace en relación al patrimonio histórico hasta lo que se produce mediante las industrias culturales. No hay que perder de vista, ciertamente, que los recursos culturales son de diversa índole y en cada caso se requiere un enfoque y tratamiento adecuados a las características respectivas. Las industrias culturales, como por ejemplo en el campo audiovisual o editorial, o en torno a espectáculos musicales y actividades escénicas, reclaman un empuje que las dinamice aún más, tanto desde las instituciones públicas como desde la iniciativa privada. Precisamente las formas de relación entre unas y otras, incluyendo las que se proponen para inyectar recursos financieros en esas mismas industrias, son decisivas para potenciar una producción cultural en Andalucía que esté a la altura de sus necesidades y posibilidades. Se trata de tener en cuenta la realidad del mercado en lo que a los productos culturales se refiere, mas sin caer en la reducción de éstos a meras mercancías, a objetos que se compran y se venden como otros, pues no es el caso.

1.2.4. Una cultura elaborada por todos: participacion en las políticas culturales

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Una aproximación fructífera al reto de una política cultural participativa es la que permite acercarse a ella bajo el prisma de Innovación y creatividad (Mesa 3). El fomento de la creación es a ese respecto un eje fundamental en torno al cual se puede sistematizar la reflexión sobre propuestas concretas para incentivar una creatividad en el mundo de la cultura que cuente con el máximo apoyo institucional y se lleve a cabo en las mejores condiciones. Éstas, las condiciones para la creación cultural


en los diversos campos, no están naturalmente dadas, sino que hay que crearlas. Para ello son importantes las infraestructuras culturales que hacen posible el trabajo creador, los medios de difusión que ponen la creación al alcance del público, las condiciones de acceso del público mismo, las interrelaciones que se propician entre los creadores y el apoyo desde las instituciones a todo ello, planteado de manera eficaz a la vez que se recusan las prácticas dirigistas y clientelares que no tardan en asfixiar las capacidades de innovación y creatividad. Desde el punto de vista del público que hay que generar y consolidar es importante tratar objetivos relacionados con difusión, promoción y comunicación de la cultura (Mesa 4). Las políticas de promoción cultural han de tener las miras puestas en los participantes, en buena medida destinatarios de las políticas culturales, dado que éstas, si por una parte tienen que potenciar el buen tratamiento de los bienes culturales o la producción de calidad de las industrias de la cultura, por otra han de velar para que todo ello llegue en condiciones idóneas a un público amplio y para que el acceso a los bienes de la cultura sea efectivamente una oportunidad que a nadie le está vedada. La política informativa es pieza clave de las políticas culturales, pero la cosa no queda ahí, pues a partir de la información hay que lograr una buena comunicación. El papel de los medios al respecto es decisivo y en ese terreno es insoslayable hacer frente a fenómenos que distorsionan la comunicación en el espacio público y que afectan negativamente a las dinámicas culturales que se pretenden impulsar. Desde la saturación informativa hasta los extremos de una publicidad tendenciosa, pasando por la banalización de temáticas de todo tipo que con frecuencia desde ciertos medios se propicia, o por la instrumentalización política de la cultura que a veces se sigue detectando, encontramos muchos frentes en los que una política cultural radicalmente democrática tiene ante sí un amplio campo de trabajo.

Bajo el título de Identidad y modernidad (Mesa 5) se pueden recoger los objetivos en torno a una política cultural que responda a una conciencia histórica madura de la sociedad que la promueve y la asume a través de los cauces políticos legitimados para ellos. En este terreno es importante reparar en el proceso de construcción simbólica de las identidades personales y colectivas que, dadas las circunstancias que concurren en Andalucía, da lugar a una identidad cultural andaluza abierta, plural y dinámica. Siendo así, los elementos que aporta una tradición cultural para la construcción de las identidades no se contraponen a los procesos de modernización a través de los cuales una tradición se revitaliza en cada etapa, sino todo lo contrario, se incorporan a la tradición misma, que resulta enriquecida. El patri-

1. políticas de la consejería de cultura

1.2.5. Una cultura con concienciación histórica: la conservación del patrimonio y su futuro sostenible

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monio histórico y cultural, incluyendo sus ingredientes de patrimonio inmaterial, se va configurando como el resultado de esa interrelación en la que tradición y modernidad se median. En el caso de Andalucía encontramos condiciones muy peculiares para que esa mediación dé paso a la construcción de una identidad cultural capaz de mantener por una parte el perfil de una cultura diferenciada y, por otra, de abrirse respetuosamente a lo diverso y entrar en diálogo con lo diferente. La articulación de herencia de una tradición, sobre la que se asienta la identidad, y procesos de modernización, requiere medidas muy variadas y concretas que le proporcionen apoyo eficaz. Entre ellas, las aportaciones de la Mesa apuntan a medidas de protección del paisaje, de revalorización del patrimonio, de recuperación de elementos patrimoniales en riesgo de perderse (también de patrimonio inmaterial), de comunicación cultural, de gestión pública, de enfoques atinados respecto al turismo cultural, de prácticas educativas que sensibilicen para todo ello y hasta de cuestiones cruciales que han de tratarse adecuadamente desde la normativa vigente en materia de suelo para que la especulación urbanística no atente contra lo que es patrimonio de todos. Desde la consideración de los derechos culturales como derechos sociales, dimensión que no ha de verse en menoscabo, queda realzada la necesidad de crear espacios culturales para la convivencia.

1.2.6. Una cultura para un mundo globalizado: identidades, hibridaciones y cooperación

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La globalización, como proceso en curso que hay que equilibrar y reconducir por vías justas y de humanización de nuestras realidades, impone trazar objetivos relevantes a ese respecto desde la que reclaman las estrategias de cooperación y participación cultural que en el mundo globalizado se presentan como necesarias (Mesa 6). El análisis debe hacer hincapié en la consideración de la cooperación como una colaboración entre iguales, por tanto, entre co-sujetos dispuestos a trabajar en común, pues no de otra manera puede plantearse una cooperación que implique participación efectiva de todos los involucrados en la misma. Por otro lado, hay que tener presente las interrelaciones densas que se dan en nuestro mundo, mundo globalizado que, a pesar de las asimetrías generadas por una injusta globalización económica, no deja de poner en relación a pueblos, sociedades y culturas que han pasado a estar en situación de interdependencia efectiva a todos los niveles. De ahí la doble dirección en que funciona la conexión entre lo global y lo local, que necesariamente hay que tener en cuenta en las estrategias de cooperación. Éstas no pueden faltar en las políticas culturales, las cuales pueden contemplar la cooperación en una doble vertiente. Por un lado está la cooperación cultural propiamente dicha y por otro la dimensión cultural en la cooperación para el desarrollo, que es vector a tener en cuenta siempre si se quiere una cooperación al


desarrollo planteada con criterios participativos, donde los otros no se reducen a meros destinatarios de una acción que les es ajena. En todos los casos, políticas culturales orientadas a la cooperación sólo pueden sostenerse desde una cultura cooperativa, es decir, desde prácticas que ya partan de la cooperación entre nosotros mismos. De ahí la pertinencia de plantear esa cooperación entre asociaciones, ONGs, instituciones, etc., en el seno de nuestra propia comunidad, potenciando al máximo los valores de la participación, pues sólo desde ahí podrán proyectarse hacia fuera. La formación para todo ello es un elemento decisivo.

A la hora de delinear objetivos de política cultural no pueden faltar los relativos a modelos de gestión cultural (Mesa 7). Instituciones culturales y profesionales de la cultura deben hacerse cargo de lo que conllevan objetivos de gestión cultural desde diversas perspectivas, contemplando que dicha gestión puede llevarse a cabo según distintos modelos, no siendo indiferente que sea desde uno u otro. La gestión cultural no puede dejar de pretender ser eficaz, pero ha de plantearse esa eficacia desde la participación de los implicados, no desde un dirigismo burocrático que a la postre es además ineficiente. Igualmente, la gestión cultural desde las administraciones públicas, y dentro de una misma administración, ha de hacer hincapié en la coordinación entre líneas de actuación, programas concretos y organismos, lo cual es una necesidad que se acusa en los diagnósticos previos hechos desde la misma Consejería de Cultura. En lo que se refiere a la articulación entre gestión pública y gestión desde instituciones privadas la clave está en la colaboración entre ellas, en cómo lograr una cooperación eficaz sin que ningún polo absorba al otro. Para la gestión en todos los ámbitos de la cultura hace falta una formación adecuada, así como inversión en investigación y desarrollo, más lo añadido en cuanto a innovación (I+D+i), sin que falte la necesaria clarificación de objetivos, la cual ha de ayudar a mantener viva la conciencia de lo que tiene de específica la gestión cultural, a diferencia de la gestión en otros campos.

1.2.8. Una cultura para una ciudadanía intercultural: las culturas en la convivencia de los diferentes Una cultura al servicio de la convivencia debe plantearse desde la pretensión de interculturalidad a la vista del hecho de la diversidad cultural de nuestra sociedad (Mesa 8). Los derechos culturales, que lo son de todos, de los sectores mayoritarios de población autóctona y de los miembros de comunidades minoritarias,

1. políticas de la consejería de cultura

1.2.7. Una cultura potenciada desde las administraciones públicas: criterios para una gestión eficaz

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nutridas en muchos casos por las vías de la inmigración, aportan el punto de vista decisivo y más exigente en esta cuestión, en lo que respecta a las políticas culturales que hay que implementar. Partimos de que la sociedad andaluza es ya una sociedad multicultural, puesto que en su espacio social conviven gentes de diversas culturas. La pluralidad de la sociedad andaluza, como la española en general, se ha intensificado en las últimas décadas por una diversidad cultural creciente, debido sobre todo, aunque no sólo, a los movimientos migratorios. El hecho de la multiculturalidad requiere ser abordado desde planteamientos políticos adecuados. A este respecto, analizadas las aportaciones y límites de las estrategias multiculturalistas, con sus riesgos de segmentación social y enclaustramiento de las diversas comunidades en torno a identidades culturales replegadas sobre sí mismas, se concluye la necesidad de potenciar prácticas y lugares de encuentro entre los culturalmente diversos. El diálogo intercultural aparece así como objetivo que no puede faltar en las políticas culturales, las cuales ya no deben ser pensadas en nuestra sociedad sólo en función de la cultura tradicional y hegemónica de los autóctonos. La cultura como derecho lleva a profundizar en el reconocimiento del otro, con su diferencia cultural, y a potenciar de manera consecuente desde las políticas culturales todo lo que tiene que ver con la lógica inclusiva de la democracia, lo cual en determinados casos obligará a afinar en lo relativo a derechos culturales, siempre en correlación con los derechos inalienables de los individuos. La interculturalidad ha de impregnar no sólo las políticas culturales de nuevo cuño que hemos de desarrollar, sino la política en general. Con las líneas maestras que quedan dibujadas al definir estos objetivos para la política cultural que se quiere llevar a cabo en nuestra comunidad autónoma tenemos una arquitectónica que sin duda propicia avanzar hacia una política cultural radicalmente democrática, apoyada sobre la doble consideración de la cultura como derecho y la cultura como recurso que inspira de principio a fin al Plan Estratégico para la Cultura en Andalucía. Tales líneas, encaminadas a incidir políticamente en la red de significados que es toda cultura, convergen en una dirección: la que marca la necesidad ética y la urgencia política de reforzar los vectores a través de los cuales nuestras realidades culturales ganan, a través del diálogo, de la participación, de la creatividad, en potencial de humanización. Una política cultural planteada desde la pluralidad y el reconocimiento del otro, haciendo valer desde ella misma las exigencias de respeto a la dignidad de cada uno, apunta también al redescubrimiento del común horizonte de sentido que emerge desde las experiencias compartidas de una humanidad culturalmente diversa. Andalucía es tierra fértil para ello.

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escenario actual

2


2. Escenario Actual 2.1. Andalucía, datos básicos 2.1.1. Territorio El Estatuto de Autonomía para Andalucía establece, en su artículo 1.1, que

“Andalucía, como nacionalidad histórica y en el ejercicio del derecho de autogobierno que reconoce la Constitución, se constituye como Comunidad Autónoma en el marco de la unidad de la nación española y conforme al artículo 2 de la Constitución”. Asimismo, el artículo 2 del Estatuto delimita el territorio de Andalucía que “com-

prende el de los municipios de las provincias de Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla”. Extensión superficial y número de municipios por provincia. Año 2006 Fuente: Instituto de Estadística de Andalucía (IEA). Sistema de Información Multiterritorial de Andalucía (SIMA)

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La superficie total de Andalucía asciende a 87.597 km2, siendo la segunda comunidad autónoma más extensa tras Castilla y León. El territorio andaluz supone un 17,3% del total de España, una superficie mayor que la de países europeos como Austria, la República Checa o Irlanda y tan sólo 5.000 km2 menos que la vecina Portugal; y que dobla a la de otros como Bélgica, Suiza o Dinamarca.

La Comunidad Autónoma de Andalucía se divide en la actualidad en 770 municipios, cuya distribución por superficie se muestra en la siguiente tabla: Municipios según extensión superficial por provincia. Año 2006 Fuente: Consejería de Obras Públicas y Transportes. Instituto de Cartografía de Andalucía

Almería Cádiz Córdoba

Granada Huelva

Jaén

Málaga Sevilla

Andalucía

30

6

12

64

14

6

37

30

199

2

de 30 a 49 km

20

5

7

26

14

19

21

13

125

de 50 a 99 km2

31

12

13

46

16

24

20

20

182

de 100 a 199km2

8

10

21

19

17

29

19

20

143

de 200 a 499 km2

12

9

16

11

17

17

2

18

102

> de 500 km2

1

2

6

2

1

2

1

4

19

102

44

75

168

79

97

100

105

770

total

Del total de los municipios andaluces, el 35% de ellos (264) supera los 100 kilómetros cuadrados. Los pequeños municipios, con una superficie inferior a 30 kilómetros cuadrados, suponen el 25% del total (199), localizándose éstos principalmente en la provincia de Granada (64 municipios, de los 168 que tiene la provincia). Córdoba y Sevilla son las provincias con un mayor número de municipios de superficie superior a los 200 kilómetros cuadrados.

2.escenario actual

municipios < 30 km2

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2.1.2. Población Andalucía es la comunidad autónoma más poblada de España, alcanzando los 7.975.672 habitantes, según la Revisión del Padrón Municipal de Habitantes a 1 de enero de 2006. Las provincias con mayor número de habitantes, superando el millón, son Sevilla (1.835.077 habitantes), Málaga (1.491.287 habitantes) y Cádiz (1.194.062 habitantes). En el otro extremo, las menos pobladas, Huelva, Almería y Jaén, cuentan con una población en torno al medio millón. La distribución del número de habitantes por sexo es uniforme, siendo en total el 49,6% hombres y el 50,4% mujeres. Esta similitud porcentual se mantiene en la distribución provincial como se muestra a continuación. Población por sexo y provincia. Año 2006 Fuentes: Instituto Nacional de Estadística (INE). Revisión del Padrón Municipal de Habitantes a 1 de enero de 2006. Instituto de Estadística de Andalucía (IEA). Sistema de Información Multiterritorial de Andalucía (SIMA).

De igual forma, los datos provisionales de la Revisión del Padrón Municipal de Habitantes a 1 de enero de 2007 indican porcentajes similares. De los 8.039.399 habitantes contabilizados en Andalucía, 4.050.512 son mujeres (50,4%) y 3.988.887 (49,6%) son varones.

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En términos generales, la población andaluza crece, en mayor medida, en las zonas costeras y en capitales de provincia, disminuyendo su crecimiento en las zonas montañosas del norte y este de la comunidad autónoma. No obstante, más de la mitad de los andaluces viven en los 28 municipios con más de 50.000 habitantes, incluyendo las ocho capitales de provincia, tal como que se representa en el siguiente gráfico.


Crecimiento relativo de la población andaluza en el periodo 1996-2006 (en porcentajes) Fuentes: Instituto Nacional de Estadística (INE). Padrón Municipal de Habitantes a 1 de mayo de 1996. INE. Revisión del Padrón Municipal de Habitantes a 1 de enero de 2006. ‘Andalucía Datos Básicos 2007’ (IEA)

En la pirámide poblacional aparece representada la estructura por sexo y edad de la población andaluza en los años 1991 y 2006. Se observa que la masa principal de población se concentraba, en 1991, entre los 11 y 25 años de edad, que se corresponde, en 2006, a la situada entre los 25 y 40 años. Entre los factores que explican este dato estarían el incremento del índice de natalidad registrado en las décadas de los años 60 y 70 respecto a años anteriores y el descenso de la mortalidad infantil. Pirámide de población de Andalucía. Años 1991 y 2006 (población relativa sobre 1.000)

2.escenario actual

Fuentes: Instituto Nacional de Estadística-Instituto de Estadística de Andalucía. Censo de población de 1991. INE. Revisión del Padrón Municipal de Habitantes a 1 de enero de 2006. ‘Andalucía Datos Básicos 2007’ (IEA)

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Como se muestra en el siguiente gráfico, en el último cuarto del siglo XX, la natalidad ha sufrido un constante descenso que parece estabilizarse a principios del nuevo siglo. El índice de natalidad entre la población inmigrante, puede ser una de las causas de este repunte. Estadística del movimiento natural de la población en Andalucía. Años 1955 a 2005 Fuente: Instituto de Estadística de Andalucía (IEA). ‘Estadísticas del siglo XX en Andalucía’

A partir de la información que ofrece el Instituto de Estadística de Andalucía (IEA), en los últimos años se observa un aumento del volumen de población extranjera en Andalucía. Consultando los datos del padrón de 2006, la cifra de extranjeros que han fijado su residencia en esta comunidad autónoma asciende a 488.928. El porcentaje de extranjeros en Andalucía en ese año representa un 6,13% del total de la población. Evolución del porcentaje de población extranjera residente en Andalucía. Año 2006 Fuente: Instituto de Estadística de Andalucía (IEA). Sistema de Información Multiterritorial de Andalucía (SIMA).

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De entre todas las provincias, el porcentaje de extranjeros es mayor en Almería (17,40%) y en Málaga (13,67%), siendo Córdoba y Jaén las provincias donde éste es menor (1,95% y 1,97%, respectivamente). Porcentaje de población extranjera por provincias. Año 2006 Fuente: Revisión del Padrón Municipal de Habitantes a 1 de enero de 2006.

En la distribución de esta población por país de procedencia, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2006, Marruecos encabeza la lista de extranjeros residentes en Andalucía (84.402), seguido muy de cerca por Reino Unido (76.877) y en menor medida por Rumanía, Argentina y Ecuador. Principales nacionalidades extranjeras presentes en la población de Andalucía. Año 2006 Fuente: Instituto Nacional de Estadística. Revisión del Padrón Municipal de Habitantes a 1 de enero de 2006.

habitantes

país de origen

habitantes

Marruecos

84.402

Alemania

19.927

Reino Unido

76.877

Colombia

19.707

Rumania

41.053

Bolivia

13.393

Argentina

26.363

Italia

13.042

Ecuador

25.048

10º

Francia

11.146

Conforme señala el IEA en su publicación ‘Andalucía y su Población. Tercer trimestre 2007’, la población extranjera en la comunidad autónoma se ha cuadruplicado desde el año 2000. Su peso a pasado del 1,8% en ese año a un 6,13% a 1 de enero de 2006. De igual forma, los datos provisionales de la Revisión del Padrón a 1 de enero de 2007 sitúan este porcentaje en un 6,6%.

2.escenario actual

país de origen

35


Por otro lado, según se recoge en la publicación del IEA, antes mencionada, la población andaluza es más joven que la española, tanto por la mayor proporción de jóvenes de menos de 30 años (37,6%) como por el menor porcentaje de mayores de 65 años (14,7%). En España, el porcentaje de jóvenes menores de 30 años es del 34% y el de personas mayores de 65 años, del 16,7%.

2.1.3. Educación En el artículo 21 del Estatuto de Autonomía para Andalucía “se garantiza, me-

diante un sistema educativo público, el derecho constitucional de todos a una educación permanente y de carácter compensatorio”. La educación es un valor importante

para la formación personal de la ciudadanía y en consecuencia, para el desarrollo del potencial de la Comunidad Autónoma de Andalucía. El número de centros de enseñanzas no universitarias para el curso 2006-2007 en Andalucía asciende a 4.750, de los cuales 4.393 son públicos o concertados y 357 centros privados. En cuanto a las universidades públicas, Andalucía cuenta con una en cada provincia, a excepción de Sevilla que tiene además la Universidad Pablo de Olavide. Asimismo, existe la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), que tiene su rectorado en La Cartuja de Sevilla, dos sedes universitarias en La Rábida y Baeza y una más en proyecto en el Parque Tecnológico de Andalucía, en Málaga. Considerando los datos del último Censo de Población (2001), el 11,47% tenía estudios universitarios o de tercer grado, el 67,10% tenía algún tipo de estudios de primer o segundo grado y sólo el 21.42% de la población andaluza era analfabeta o no tenía estudios, por lo que más de tres cuartos de la población, en ese año, había recibido alguna formación o enseñanza reglada. Hay que destacar el notable descenso del analfabetismo en Andalucía a lo largo del siglo XX, evidenciando que las instituciones se han sensibilizado con el tema de la educación como motor de desarrollo del país, reconociendo el derecho a la educación de la ciudadanía y a una enseñanza de carácter obligatorio y gratuito. Según los datos de los censos de población facilitados por el Instituto Nacional de Estadística, en 2001, el número de analfabetos en Andalucía era de 260.125, cifra que contrasta con los 2.459.016 contabilizados en 1940 o los 365.927 de 1991.

36

Según la explotación realizada por el Instituto de Estadística de Andalucía de la Encuesta de Población Activa de 2006 (referida exclusivamente a la población mayor de 16 años) sólo un 4,07% de los andaluces era analfabeto y un 12,99% no tenía estudios. Con estudios primarios había un 23,24%. El


porcentaje más alto corresponde a los estudios secundarios, con un 41,57%, mientras que los estudios superiores alcanzaban el 18,13%. El porcentaje de andaluces que han recibido algún tipo de formación reglada supera el 80% (82,94%) y el porcentaje de universitarios supera al de los analfabetos y sin estudios (18,13 frente a 17,06%). Estos porcentajes corroboran la evolución positiva del nivel de estudio de los andaluces y andaluzas expresada también en los datos censales expuestos anteriormente. En el ámbito nacional, para el curso 2006-2007, Andalucía, en total, tiene el mayor porcentaje de alumnos en las Enseñanzas de Régimen General (19,4%) destacando sobre el resto de comunidades autónomas del Estado. Sólo Cataluña —en educación infantil y enseñanzas especiales— y Madrid —en enseñanza universitaria— la superan. Distribución porcentual del alumnado de enseñanzas de régimen general por comunidades autónomas. Curso 2006-2007

Infantil

Primaria

Especial

ESO

Bachillerato

Universidad

Total

Andalucía

17,2

20,8

17,3

21,9

19,7

18,6

16,1

19,4

Aragón

2,9

2,6

2,9

2,6

2,5

3,0

2,3

2,6

Asturias

1,5

1,7

1,7

1,8

2,1

2,4

2,0

1,8

Baleares

2,2

2,3

1,8

2,2

1,8

1,6

1,0

2,0

Canarias

3,9

4,8

4,5

4,8

4,9

5,2

3,2

4,4

Cantabria

1,1

1,1

1,0

1,1

1,2

1,4

0,8

1,1

Castilla y León

4,2

4,7

4,1

5,1

6,3

6,1

5,9

5,1

CCAA

FP

Castilla La Mancha

3,9

4,9

3,9

5,0

4,6

3,9

1,9

4,1

Cataluña

18,6

15,4

23,9

14,4

13,7

15,4

12,5

15,2

Comunidad Valenciana

10,1

10,6

9,9

10,5

9,0

10,4

9,9

10,2

Extremadura

2,0

2,6

2,5

3,0

2,8

2,5

1,7

2,4

Galicia

4,6

4,9

3,6

5,4

6,3

7,4

5,0

5,2

Madrid

16,3

13,3

14,4

12,8

14,5

10,6

16,5

14,2

Murcia

3,7

3,7

2,8

3,5

3,3

3,0

2,7

3,4

Navarra

1,5

1,4

1,3

1,2

1,2

1,4

1,1

1,3

País Vasco

5,4

4,1

3,5

3,8

4,9

6,1

4,0

4,4

La Rioja

0,6

0,6

0,5

0,6

0,6

0,7

0,5

0,6

Ceuta

0,2

0,2

0,3

0,2

0,2

0,3

(1)

0,2

Melilla

0,2

0,2

0,2

0,2

0,2

0,2

(1)

0,2

Oberta de Catalunya

-

-

-

-

-

-

2,8

0,5

UNED

-

-

-

-

-

-

10,3

1,7

NOTA: (1) El alumnado de sus centros universitarios está incluido en Andalucía.

2.escenario actual

Fuente: Ministerio de Educación y Ciencia.

37


Evolución del alumnado matriculado según nivel educativo en Andalucía. Fuentes: Consejería de Educación; Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa. ‘Andalucía Datos Básicos 2007’. IEA.

CCAA

Curso 96/97

Curso 99/00

Curso 01/02

Curso 04/05

Curso 05/06

Educación Infantil/ preescolar

198.425

203.481

220.399

251.181

256.021

Educación Primaria/EGB

714.134

565.570

546.385

522.403

518.718

5.474

4.758

4.938

5.151

5.336

24.844

31.163

34.916

43.799

46.492

Educación de Adultos

111.603

86.824

80.655

85.985

87.889

BUP-COU

210.083

63.572

-

-

-

Formación Profesional

111.085

33.426

8.024

-

-

Educación Secundaria Obligatoria (ESO)

Educación especial específica Integración

249.723

432.688

410.140

403.579

403.109

Bachillerato

30.056

87.428

137.513

123.674

123.307

Ciclos Formativos/Módulos Profesionales

15.109

44.552

74.513

88.610

86.049

1.873

4.387

6.770

5.968

6.324

-

5.675

10.645

15.551

15.999

1.672.409

1.563.524

1.534.898

1.545.901

1.549.2354

257.550

271.919

258.899

235.327

233.308

Programas de Garantía Social Enseñanza Secundaria Obligatoria para Adultos (ESA) Subtotal Universidad

NOTAS: (1) Se incluye el alumnado de Educación Especial en aulas sustitutorias en centros de Infantil/Primaria, de Secundaria y el alumnado en centros específicos de Educación Especial. (2) Se incluye el alumnado de Educación Especial integrado en los distintos niveles educativos (Infantil, Primaria y Secundaria). Este alumnado ya está contabilizado en cada uno de los niveles educativos referidos.

El alumnado para el curso escolar 2006-2007 en enseñanzas no universitarias, según los datos publicados por el Ministerio de Educación y Ciencia, está en torno al millón y medio, superior al resto de las comunidades autónomas. Los datos facilitados por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, sitúan la cifra en un total de 1.589.284, distribuida según la siguiente tabla: Cifras de alumnado por tipo de enseñanza para el curso 2006-2007. Fuentes: Consejería de Educación.

E. Infantil

E. Primaria

ESO

Bachillerato

Ciclo Formativo Medio

Ciclo Formativo Superior

Programas de Garantía Social en centros

Programas de Garantía Social (actuaciones)

E. Especial

E. de Personas Adultas

E. de Régimen Especial

Total

265.949

522.815

398.466

106.916

48.144

34.515

5.855

616

5.389

128.540

72.079

1.589.284

Estos datos parecen confirmar la tendencia creciente del alumnado no universitario, iniciada en el curso 2001-2002. Entre las razones de este cambio de tendencia puede estar la incorporación del alumnado procedente del extranjero y el 38


aumento de los nacimientos que se vienen produciendo en la comunidad autónoma andaluza desde principios de este nuevo siglo. Por niveles educativos, hay que reseñar el incremento de alumnos de Educación Infantil en los últimos cursos, hecho que se debe no sólo al aumento de la natalidad, sino a una mayor oferta de escolarización por parte de las administraciones educativas para los niños de primer ciclo. Los niveles de alumnado previstos para la enseñanza primaria y secundaria obligatoria, en el curso 2006/2007, sufren un pequeño descenso respecto a cursos anteriores, siendo éste más significativo en Bachillerato y Módulos Profesionales. Sin embargo, las previsiones para este mismo curso indican un considerable aumento en la educación para adultos, lo que pone de manifiesto el alto grado de interés de esta población por obtener una formación reglada. En la educación universitaria se detecta un descenso del alumnado a partir del curso 1999-2000. Esta disminución es consecuencia de la bajada, en ese periodo, de la población andaluza correspondiente al grupo de edad de 18 a 24 años, edades típicas en las que se cursan las enseñanzas superiores. Variaciones interanuales del alumnado matriculado en las universidades andaluzas. Fuentes: Consejería de Educación; Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa .

CCAA

Curso 96/97

Curso 99/00

Curso 01/02

Curso 04/05

Curso 05/06

Almería

9,1

4,0

-5,7

-5,8

-0,1

Cádiz

7,1

2,0

-1,3

-4,3

-3,6

Córdoba

7,9

-1,7

-3,7

-3,0

-1,5

Granada

5,4

0,1

-3,0

-0,4

0,6

Huelva

8,3

0,6

-2,8

-6,0

-2,0

Jaén

5,7

0,5

-2,9

-2,8

0,6

Málaga

5,7

0,8

-1,0

-5,2

-2,9

-

30,7

12,5

8,7

6,5

Sevilla

3,9

0,4

-4,2

-3,9

-2,9

Andalucía

5,7

1,0

-2,7

-3,0

-1,3

Pablo de Olavide

La economía andaluza presenta en los últimos años una ligera aceleración, con un ritmo de crecimiento superior al de España y la eurozona. El Producto Interior Bruto a precios de mercado (PIB p.m.) —corregido de estacionalidad y efecto calendario— muestra que el crecimiento en el tercer trimestre de 2006 respecto del año anterior fue de un 3,9%, una décima por encima de la economía española (3,8%). En el

2.escenario actual

2.1.4. Economía

39


análisis de la demanda, se aprecia un notable dinamismo del consumo y la inversión, mientras que los intercambios comerciales con el extranjero muestran cierta desaceleración. En el mercado laboral, la creación de empleo aumenta a un notable ritmo, haciendo reducir el número de parados a niveles históricamente bajos. Respecto de la inflación, hay que destacar la contención experimentada en los últimos meses.

Principales indicadores de la economía andaluza. Tasas de variación interanual Fuente: IEA, INE, DGT, Banco de España, INEM, Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Ministerio de Economía y Hacienda.006

2006 2004

2005

I

II

III

3,7

3,7

3,8

3,8

3,9

Impuestos netos/productos

3,6

4,7

5,5

5,6

5,9

VAB p.b.

3,7

3,6

3,6

3,6

3,7

-3,6

-7,1

3,0

2,9

0,9

Industria

2,3

3,0

1,4

1,3

1,9

Construcción

7,1

6,3

5,6

5,5

5,4

Servicios

4,1

4,2

3,8

3,7

3,9

4,1

5,5

6,0

2,7

4,9

Matriculación de turismos

13,3

1,3

5,2

-2,3

-3,5

Matriculación de vehículos de carga

13,5

6,5

2,8

-5,0

-1,1

Créditos al sector privado

23,2

31,5

30,8

27,1

-

Afiliados S.S. (*)

5,0

5,0

4,9

3,3

4,1

Ocupados

5,2

7,1

6,2

5,2

4,8

OFERTA PIB p.m. (1)

Agricultura, Ganadería y Pesca

DEMANDA Índice de comercio al por menor

MERCADO DE TRABAJO

Paro registrado (*)

-6,9

6,3

8,8

6,5

2,4

Tasa de actividad (2)

53,6

54,3

55,4

55,2

55,2

Tasa de paro (3)

17,1

13,8

13,3

12,7

12,5

Deflactor del PIB p.m. (1)

4,2

4,3

4,3

4,2

4,0

IPC (*)

3,1

3,6

3,8

3,9

3,0

Incremento salarial (*) (4)

3,4

3,2

3,4

3,4

3,4

Coste laboral por trabajador y mes

2,4

1,7

4,0

5,7

3,7

Exportaciones

17,8

8,1

25,0

2,7

-0,3

Importaciones

17,2

24,0

36,7

22,4

13,4

PRECIOS, SALARIOS Y COSTES

40

NOTAS: (*) Datos en el último mes de cada periodo. (1) Índices de volumen encadenados referencia 2000. Series corregidas de estacionalidad y efecto calendario. (2) % sobre población >16 años. (3) % sobre población activa. (4) Datos en nivel. Las cifras anuales no recogen el impacto de las cláusulas de salvaguarda.

COMERCIO EXTERIOR


2.1.5. Medios de comunicación Andalucía, por su importancia territorial y demográfica dentro de España, cuenta con representaciones de los principales medios de comunicación internacionales, nacionales o autonómicos. La televisión es el medio con mayor audiencia en el territorio andaluz. Además de las grandes cadenas nacionales de televisión y radio (TVE, Antena 3, Telecinco, Cuatro, Sexta, SER, COPE, Radio Nacional, Onda Cero, etc.) que emiten en Andalucía, destaca el Grupo Radio Televisión Pública de Andalucía (RTVA), que cuenta con dos cadenas de televisión, Canal Sur y Canal 2 Andalucía, y tres de radio, Canal Sur Radio (de tipo generalista y la pionera de las tres), Canal Fiesta Radio (radio fórmula) y Radio Andalucía Información (canal de noticias). El panorama de la prensa en Andalucía se encuentra muy fragmentado y localizado provincialmente, de tal modo que no existe ninguna cabecera regional íntegramente andaluza. Siete grandes grupos editoriales de prensa (Prisa, Vocento, Unedisa, Zeta, Prensa Ibérica, Recoletos y Joly) disponen de cabeceras en el territorio andaluz aunque, a excepción de los diarios de ámbito nacional como El País (Prisa), El Mundo (Unedisa) o ABC (Vocento) con ediciones propias para Andalucía, ninguno de ellos cubre las ocho provincias andaluzas. Consumo de Prensa en Andalucía. Porcentajes de audiencia media de diarios. Año 2006

Los índices de seguimiento de prensa en Andalucía, descartando la prensa especializada y la prensa gratuita, según los últimos datos del EGM correspondientes a 2006, colocan al diario ABC y El País en cabeza del ranking de audiencia con un 3,5%. Le siguen Diario de Cádiz (Joly) con un 3,2%, Sur (Vocento) con un 3,0%

2.escenario actual

Fuente: Estudio General de Medios (EGM) 3º Acum. móvil 2006. Target Andaluces >14 años.

41


y las tres cabeceras de Ideal (Vocento) en Granada, Jaén y Almería con un 2,8%. No obstante, si consideramos a la prensa deportiva, la cabecera Marca ocupa el primer puesto de la audiencia con un 6,5%. Del mismo modo, el periódico gratuito 20 Minutos ocupa la segunda posición de la tabla con un 4,3%. En cuanto a la audiencia de las principales cabeceras de provincia, La Voz de Almería (Prisa) es líder en Almería, Diario de Cádiz (Joly) destaca en Cádiz, Córdoba (Zeta) es líder en esta provincia, mientras que Ideal (Vocento) lo es en Granada. En Huelva la audiencia la encabeza Huelva Información (Joly), en Jaén el diario Jaén (Prisa); en Málaga, Sur (Vocento) y en Sevilla, ABC (Vocento). En lo que respecta a la prensa gratuita, se cuentan cuatro cabeceras en el territorio andaluz: 20 Minutos con ediciones propias en Sevilla, Málaga, Córdoba y Granada; Qué!, Metro Directo y ADN, con ediciones, todas ellas, en Sevilla y Málaga. En las provincias de Cádiz y Jaén, el liderazgo de este tipo de prensa lo encabeza la editora Publicaciones del Sur con su diario gratuito Viva. Porcentaje de audiencias medias en 2006. Comparativa Andalucía/España Fuente: Estudio General de Medios (EGM) 3º Acum. móvil 2006. Target Andaluces >14 años.

Como se muestra en el gráfico anterior, en 2006, la televisión fue el medio convencional más seguido tanto en España como en Andalucía, con una audiencia en torno al 90%, primacía que se viene manteniendo en el territorio andaluz desde 1997 ya que su audiencia nunca ha sido inferior al 89,2%. Respecto a los datos provisionales de enero de 2007, los andaluces hemos visto una media a 260 minutos por persona y día. Los programas más seguidos en diciembre de 2006, han sido los partidos de fútbol (Liga de Campeones) y series de producción española: Arrayán y Manolo y Benito. 42

La segunda posición, en cuanto a audiencias, la ocupa la radio, con cifras que no difieren sustancialmente en España (55,9%) y en Andalucía (52,5%). Por dis-


tribución horaria, la radio complementa a la televisión en horario de ocupación, compartiendo ambas las mañanas con una audiencia similar. Sin embargo, la sobremesa y la noche son claramente televisivas. Con respecto a los porcentajes de audiencia de medios escritos, sí existe una mayor diferencia entre la Comunidad Autónoma de Andalucía y el territorio nacional. Si relacionamos los últimos datos disponibles de 2005 y de 2006 en Andalucía, todos los medios mantienen los porcentajes, existiendo una mayor diferencia en las revistas y cine (disminución porcentual) e Internet (incremento porcentual). Evolución de audiencias en Andalucía entre el 3er Acumulado de 2005 y 2006. Fuente: Estudio General de Medios (EGM) 3er Acum. móvil 2006. Target Andaluces >14 años.

En España, el índice de difusión de prensa (número de ejemplares vendidos por cada 1.000 habitantes) se sitúa en 98, por debajo de los límites de desarrollo de lectura de prensa aconsejados por la Unión Europea y UNESCO, fijados en 100. Los otros países de la UE que tampoco llegan a este límite son Italia (99), Portugal (54) y Grecia (53), como referencia de la anterior ‘Europa de los 15’.

Desde el punto de vista de la cultura, Internet tiene una doble importancia. Por un lado, como medio idóneo de difusión por su inmediatez, continua actualización y costes relativamente bajos, y, por otro, como objeto de cultura en sí mismo, en tanto en cuanto que lo digital está cada vez más presente en las nuevas formas de expresión literaria y artística. En resumen, el panorama de los medios en Andalucía, nos muestra a la televisión como protagonista indiscutible, seguida de la radio. La prensa escrita parece sufrir una cierta crisis, mientras Internet es un medio en crecimiento, aunque aún los índices en Andalucía son bajos respecto al resto de España.

2.escenario actual

En Andalucía, el único medio que refleja un aumento con respecto a los años 2005 y 2006 es Internet, aunque aún se encuentra por debajo de la media nacional.

43


2.2. Organización político-administrativa de la cultura

2.2.1. Distribución de competencias Unión Europea El marco de actuación de la Unión Europea en materia de cultura se centra en el respeto a la diversidad cultural y lingüística y en la conservación y desarrollo del patrimonio cultural europeo. La Unión Europea ha llevado a cabo acciones culturales, con el objetivo de participar en el desarrollo de las culturas de los Estados miembros, tal como establece el artículo 3.1.q del Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea. Otros dos artículos del Tratado hacen referencia a la cultura, el artículo 151 constituye la base jurídica que permite realizar distintas acciones culturales y el artículo 87.3.d tiene en cuenta la especificidad cultural en el marco de los intercambios económicos europeos. En base al primero, la Unión Europea pone en práctica instrumentos de apoyo de iniciativas culturales como el programa Cultura 2007 y las acciones Ciudad Europea de la Cultura y Mes Cultural Europeo, para contribuir al desarrollo de las culturas de los Estados miembros y poner de relieve el patrimonio cultural común. También se favorecen medidas de cooperación entre los agentes culturales de los distintos Estados miembros sin imponer a éstos que armonicen sus políticas culturales. Las actuaciones de la Comunidad cubren cuatro ámbitos: • La mejora del conocimiento y la divulgación de la cultura y la historia europea • La conservación y protección del patrimonio cultural de importancia europea • Los intercambios culturales no comerciales • La creación artística y literaria, incluso en el ámbito audiovisual Además, desde la Unión Europea se fomenta la cooperación con terceros países y con organizaciones internacionales, y sobre todo con el Consejo de Europa.

Estado

44

La cultura se configura en la Constitución Española con una concepción plural, como un derecho de los ciudadanos al que se corresponde un deber de los poderes públicos (art. 9.2). En el Título I, Capítulo Segundo, que regula los derechos y libertades públicos, la cultura y otros derechos afines están ampliamente representados (art. 20):


• A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica. • A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones (...) • A la libertad de cátedra. • A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de comunicación (…) Dentro también de este Capítulo Segundo, en el artículo 34, se reconoce “el derecho de fundación para fines de interés general, con arreglo a la ley”. Regirá también para las fundaciones lo dispuesto en el artículo 22, que regula el derecho de asociación. Estos son considerados derechos y libertades fundamentales y, como tales, vinculan a todos los poderes públicos y sólo pueden ser regulados por ley (art. 53.1).

También el fomento de la cultura se perfila como uno de los principios rectores de la política económica y social (Capítulo Tercero). Los poderes públicos promoverán y tutelarán el acceso a la cultura (art. 44.1) y promoverán la ciencia y la investigación (art. 44.2), así como el enriquecimiento y conservación del patrimonio histórico, cultural y artístico (art. 46). Según el artículo 53.3, estos derechos informarán la legislación positiva, la práctica judicial y la actuación de los poderes públicos. Entre las competencias relacionadas con la cultura y el patrimonio que podrán asumir las comunidades autónomas (art. 148.1) están las siguientes:

3ª. Ordenación del territorio, urbanismo y viviendas. 13ª. El fomento del desarrollo económico de la Comunidad Autónoma dentro de los objetivos marcados por la política económica nacional. 14ª. La artesanía. 15ª. Museos, bibliotecas y conservatorios de música de interés para la Comunidad Autónoma. 16ª. Patrimonio monumental de interés para la Comunidad Autónoma. 17ª. El fomento de la cultura, de la investigación y, en su caso, de la enseñanza de la lengua de la Comunidad Autónoma. 18ª. Promoción y ordenación del turismo en su ámbito territorial.

Por su parte, el Estado se reserva como competencia exclusiva (art. 149.1)

1ª. La regulación de las condiciones básicas que garanticen la igualdad de todos los españoles en derechos y deberes (...) 9ª. Legislación sobre propiedad intelectual e industrial.

2.escenario actual

19ª. Promoción del deporte y de la adecuada utilización del ocio.

45


(*) Artículo 68. Cultura y patrimonio 1. Corresponde a la Comunidad Autónoma la competencia exclusiva en materia de cultura, que comprende las actividades artísticas y culturales que se lleven a cabo en Andalucía, así como el fomento de la cultura, en relación con el cual se incluye el fomento y la difusión de la creación y la producción teatrales, musicales, de la industria cinematográfica y audiovisual, literarias, de danza, y de artes combinadas llevadas a cabo en Andalucía; la promoción y la difusión del patrimonio cultural, artístico y monumental y de los centros de depósito cultural de Andalucía, y la proyección internacional de la cultura andaluza. Corresponde asimismo a la Comunidad Autónoma la competencia exclusiva en materia de conocimiento, conservación, investigación, formación, promoción y difusión del flamenco como elemento singular del patrimonio cultural andaluz. 2. La Comunidad Autónoma asume competencias ejecutivas sobre los museos, bibliotecas, archivos y otras colecciones de naturaleza análoga de titularidad estatal situados en su territorio cuya gestión no se reserve el Estado, lo que comprende, en todo caso, la regulación del funcionamiento, la organización y el régimen de su personal. 3. Corresponde a la Comunidad Autónoma, salvo lo dispuesto en el apartado 2, la competencia exclusiva sobre: 1.º Protección del patrimonio histórico, artístico, monumental, arqueológico y científico, sin perjuicio de lo que dispone el artículo 149.1.28.ª de la Constitución. 2.º Archivos, museos, bibliotecas y demás colecciones de naturaleza análoga que no sean de titularidad estatal. Conservatorios de música y danza y centros dramáticos y de bellas artes de interés para la Comunidad Autónoma. 4. La Junta de Andalucía colaborará con el Estado a través de los cauces que se establezcan de mutuo acuerdo para la gestión eficaz de los fondos del Archivo de Indias y de la Real Chancillería. 5. La Comunidad Autónoma participará en las decisiones sobre inversiones en bienes y equipamientos culturales de titularidad estatal en Andalucía. 6. Las actuaciones estatales relacionadas con la proyección internacional de la cultura andaluza se desarrollarán en el marco de los instrumentos de colaboración y cooperación.

46

15ª. Fomento y coordinación general de la investigación científica y técnica. 23ª. Legislación básica sobre protección del Medio Ambiente, sin perjuicio de las facultades de las comunidades autónomas de establecer normas adicionales de protección. 27ª. Normas básicas del régimen de prensa, radio y televisión y, en general, de todos los medios de comunicación social, sin perjuicio de las facultades que en su desarrollo y ejecución correspondan a las comunidades autónomas. 28ª. Defensa del patrimonio cultural, artístico y monumental español contra la exportación y la expoliación; museos, bibliotecas y archivos de titularidad estatal, sin perjuicio de su gestión por parte de las comunidades autónomas. 30ª. Regulación de las condiciones de obtención, expedición de títulos y normas básicas para el desarrollo del art. 27CE, a fin de garantizar el cumplimiento de las Obligaciones de los poderes públicos en esta materia. El Estado se reserva igualmente una competencia general sobre “servicio de la cultura como deber y atribución esencial” y una labor de comunicación y coordinación de comunidades autónomas (art. 149.2). Por otra parte, el artículo 149.3 establece la supletoriedad de la normativa del Estado sobre todas aquellas competencias no asumidas por los estatutos de autonomía, así como la prevalencia de las normas estatales en caso de conflicto.

Comunidad Autónoma de Andalucía El nuevo Estatuto de Andalucía cita, entre los objetivos de la Comunidad Autónoma, “el afianzamiento de la conciencia de identidad y de la cultura andaluza a

través del conocimiento, investigación y difusión del patrimonio histórico, antropológico y lingüístico.” (art. 10.3.3º)

En el capítulo de derechos y deberes (Título I), el artículo 33 recoge el derecho

“al acceso a la cultura, al disfrute de los bienes patrimoniales, artísticos y paisajísticos de Andalucía, al desarrollo de sus capacidades creativas individuales y colectivas, así como el deber de respetar y preservar el patrimonio cultural andaluz.” Para alcanzar los objetivos fijados en el artículo 10, se establecen una serie de grandes principios rectores que deben orientar todas las políticas públicas, como

“el libre acceso de todas las personas a la cultura y el respeto a la diversidad cultural”. (art. 37.1.17º) y “la conservación y puesta en valor del patrimonio cultural, histórico y artístico de Andalucía, especialmente del flamenco”. (art. 37.1.18º) El Título II está dedicado a las competencias de la Comunidad Autónoma, siendo el artículo 68 el que recoge especialmente las competencias en materia de cultura y patrimonio*.


Por otra parte, el artículo 79 asigna a Andalucía competencias exclusivas sobre el régimen jurídico de asociaciones, academias, fundaciones que desarrollen principalmente sus funciones en Andalucía, respetando las condiciones básicas establecidas por el Estado (art. 79. aptdos. 1 y 2). La cultura vuelve a aparecer en diversas partes del nuevo estatuto, por ejemplo, en el Título VIII, dedicado a los medios de comunicación social, que tienen la obligación de promover la cultura andaluza, tanto presente como pasada, especialmente el sector audiovisual (art. 212). Por último, el Título IX, que regula las relaciones institucionales de la Comunidad Autónoma de Andalucía, establece la posibilidad de suscribir convenios para la celebración de actos de carácter cultural con otras Comunidades y Ciudades Autónomas (art. 227), promover la cooperación regional y transfronteriza, siempre en el marco de la Constitución y la normativa europea (art. 246) e incluso solicitar al Gobierno de la nación que establezca tratados o convenios con otros Estados en materia cultural (art. 243).

Administración Local Según se recoge en la Ley 7/1985, de Bases de Régimen Local, los ayuntamientos tienen las siguientes competencias y obligaciones en materia cultural: • Competencia en materia de patrimonio histórico-artístico, siempre en los términos que fijen las legislaciones estatal y autonómica (art. 25.2 aptdo. e. ) • Obligación de ofrecer servicios de biblioteca en los municipios de más de 5.000 habitantes. • Los municipios, en su ámbito, “pueden promover toda clase de actividades y prestar cuantos servicios públicos contribuyan a satisfacer las necesidades y aspiraciones de la comunidad vecinal”. (art. 25.1), lo cual puede, claramente, referirse a las actividades culturales.

• Los municipios pueden realizar actividades complementarias de las propias de otras administraciones públicas y, en particular, las relativas a la educación, la cultura, (…) (art. 28).

Por su parte, las diputaciones provinciales, toman un papel subsidiario, ya que sustituyen a los municipios en el caso de que éstos no puedan cumplir los servicios obligatorios (art. 26.3). Pero también, en lo que respecta a la cultura, las diputaciones tienen una política cultural propia, abordando actividades que los municipios no podrían organizar por sí solos: exposiciones itinerantes, festivales,

2.escenario actual

• Las comunidades autónomas y otras administraciones locales pueden delegar sus competencias a los municipios, en materias que afecten a sus intereses propios (art. 27).

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circuitos de teatro, cursos y talleres, actuaciones varias, etc.; así como la dotación de equipamiento cultural y deportivo. El Estatuto de Autonomía (Título III) reconoce a los ayuntamientos competencia para cooperar con otras administraciones públicas para la “promoción, defensa y protección del patrimonio histórico y artístico andaluz” (art. 92.2.g) así como, para la “promoción de la cultura y la planificación y gestión de actividades culturales” (art. 92.2.l). Como vemos, el marco competencial de la cultura es complejo. En él concurren cuatro administraciones, cada una con competencias en su ámbito. La administración autonómica y local también puede actuar en algunos momentos como ejecutora de la legislación o como delegada de las competencias de otra administración. En el caso de la cultura encontramos numerosos ejemplos de ello. Uno de los más notorios es la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español, ley estatal que ejecutan en gran medida las comunidades autónomas, que a su vez suelen tener sus propias leyes de Patrimonio, como ocurre con la Ley 1/1991, de 3 de julio, de Patrimonio Histórico de Andalucía. En algunos casos puede hablarse de competencias concurrentes, en otros de competencias compartidas. En todo caso, este marco obliga a un gran esfuerzo de coordinación y cooperación entre administraciones ya que la cultura parece ser una materia en la que todas las administraciones públicas pueden y deben desempeñar un papel destacado.

2.2.2. Marco jurídico En el territorio andaluz son de aplicación los tratados internacionales válidamente celebrados por España, la legislación europea, la estatal y la autonómica. Los derechos relacionados con la cultura pueden dividirse en derechos ‘clásicos’, como la libertad de expresión, libertad religiosa, de prensa, de cátedra; derechos más novedosos, llamados ‘derechos de tercera generación’ o ‘derechos económicos, sociales y culturales’ (a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten), (a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora), (derechos de las minorías a disfrutar y ejercer su cultura y su lengua); y otros derechos relacionados: a la educación, a la información, etc.

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Por otra parte se consagra la obligación de los poderes públicos de dar contenido a esos derechos, no sólo de forma pasiva (garantizando su ejercicio), sino de forma activa fomentando, difundiendo y protegiendo las manifestaciones culturales y patrimoniales.


Entre los tratados internacionales que se han incorporado al ordenamiento jurídico español, podemos destacar la Declaración Universal de Derechos Humanos, de 10 de diciembre de 1948, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, de 19 de diciembre de 1966, o el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, también de 16 de diciembre de 1966. España es miembro de la UNESCO y ha suscrito la mayoría de los instrumentos normativos (recomendaciones, convenciones y declaraciones) de esta organización internacional, como la más reciente Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de 2006 o la Convención sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales; adoptada por la Conferencia General de la UNESCO en octubre de 2005 y que entró en vigor el pasado 18 de marzo de 2007. Esta Convención (ratificada por España recientemente, en diciembre de 2006) define el concepto de ‘diversidad cultural’ en su artículo 4.1*. En el ámbito de la Unión Europea también se tratan aspectos relacionados con la cultura en los textos del Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea, así como en el Convenio Europeo para la protección de los Derechos Fundamentales y las Libertades Públicas, de 4 de noviembre de 1950, en el que se regulan varias cuestiones relativas a la cultura en Europa dentro del respeto a la diversidad nacional y regional. Más concretamente, la acción normativa de la Unión Europea, en materia de cultura, se centra principalmente en aspectos como la cooperación cultural entre los Estados miembros o terceros países y los Programas e Iniciativas, como el reciente Cultura 2007, adoptado por Decisión nº 1855/2006/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12 de diciembre de 2006, que se establece para el período comprendido entre el 1 de enero de 2007 y el 31 de diciembre de 2013 y se propone como un instrumento único de financiación y programación para la cooperación cultural sustituyendo al programa Cultura 2000.

*

2.escenario actual

Existen además otras cuestiones reguladas desde Europa como el comercio de bienes culturales (Reglamento CEE 3911/92 del Consejo, de 9 de diciembre, relativo a la exportación de bienes culturales y Reglamento CEE 752/93 de la Comisión, de disposiciones de aplicación del Reglamento 3911/92) o la protección de la propiedad intelectual, que se rige por numerosas convenciones internacionales, aplicadas por dos organizaciones principales: la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y la Organización Mundial del Comercio (OMC). Estos compromisos, suscritos por la mayoría de los Estados miembros, implican una determinada uniformidad de las disposiciones nacionales en materia de propiedad intelectual, de ahí que la Unión Europea también intervenga en este ámbito para armonizar las legislaciones nacionales (Directiva 2004/48/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 29 de abril de 2004, relativa al respeto de los derechos de propiedad intelectual y Directiva 2006/115/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12 de diciembre de 2006,

( ) “La ‘diversidad cultural’ se refiere a la multiplicidad de formas en que se expresan las culturas de los grupos y sociedades. Estas expresiones se transmiten dentro y entre los grupos y las sociedades. La diversidad cultural se manifiesta no sólo en las diversas formas en que se expresa, enriquece y transmite el patrimonio cultural de la humanidad mediante la variedad de expresiones culturales, sino también a través de distintos modos de creación artística, producción, difusión, distribución y disfrute de las expresiones culturales, cualesquiera que sean los medios y tecnologías utilizados”.

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sobre derechos de alquiler y préstamo y otros derechos afines a los derechos de autor en el ámbito de la propiedad intelectual). En la Constitución Española, la cultura se configura con una concepción plural, como un derecho de los ciudadanos al que se corresponde un deber de los poderes públicos con unas determinadas competencias que se distribuyen entre el Estado y las comunidades autónomas. En base a esta distribución competencial, se relacionan a continuación las normas principales vigentes a 1 de enero de 2007 en materia de cultura tanto de ámbito estatal como autonómico. Legislación estatal Propiedad intelectual

  Ley de Propiedad Intelectual, aprobada por Real Decreto Legislativo 1/1996 (Texto Refundido)   Ley 23/2006, de 7 de julio, por la que se modifica el Texto Refundido de la Ley de Propiedad Intelectual, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1996   Real Decreto 281/2003, de 7 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento del Registro General de la Propiedad Intelectual

Patrimonio Histórico

  Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español   Real Decreto 111/1986, de desarrollo parcial de la anterior

Fundaciones y asociaciones

  Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de Fundaciones

Mecenazgo

  Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo   Real Decreto 1270/2003, de 10 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento para la aplicación del régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo

Libro

  Ley 9/1975, de 12 de marzo, del Libro   Real Decreto 484/1990, de 30 de marzo, sobre precio de venta al público de libros   Decreto 2984/1972, de 2 de noviembre, por el que se establece la obligación de consignar en toda clase de libros y folletos el número ISBN (Sistema Internacional de Numeración de Libros)   Orden de 25 de marzo de 1987, por la que se regula la Agencia Española del ISBN

Exportación e importación de bienes culturales

  Ley Orgánica 12/1995, de represión del contrabando   Ley 16/1985, de Patrimonio Histórico Español (art. 32)   Real Decreto 111/1986, de desarrollo parcial de la Ley 16/1985 (arts. 46.3, 46.4 y 64)

Delitos y faltas contra el patrimonio

  Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal

Bibliotecas

  Real Decreto 582/1989, Reglamento de las Bibliotecas Públicas del Estado y Sistema Español de Bibliotecas

Museos

  Real Decreto 620/1987, Reglamento de los Museos de titularidad estatal y Sistema Español de Museos

Cinematografía y artes audiovisuales

  Ley 15/2001, de 9 de junio, de fomento y promoción de la cinematografía y el sector audiovisual   Real Decreto 81/1997, de 24 de enero, por el que se desarrolla parcialmente la Ley 17/1994, de 8 de junio, de Protección y Fomento de la Cinematografía, y se actualizan y refunden normas relativas a la Realización de Películas en Coproducción, salas de Exhibición y Calificación de Películas Cinematográficas   Real Decreto 526/2002, de 14 de junio, por el que se regulan medidas de fomento y promoción de la cinematografía y la realización de películas en coproducción

Espectáculos públicos

  Real Decreto 2816/1982, de 27 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas

Radio y televisión

  Ley 17/2006, de 5 de junio, de la radio y la televisión de titularidad estatal   Ley 4/1980, de 10 de enero, de Estatuto de la Radio y la Televisión   Ley 22/1999, de 7 de junio, de Modificación de la Ley 25/1994, de 12 de julio, por la que se incorpora al Ordenamiento Jurídico Español la Directiva 89/552/CEE, sobre la coordinación de disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los Estados miembros, relativas al ejercicio de actividades de radiodifusión televisiva   Ley 41/1995, de 22 de diciembre, de Televisión Local por Ondas Terrestres   Ley 42/1995, de 22 de diciembre, de las telecomunicaciones por cable   Ley 10/2005, de 14 de junio, de Medidas Urgentes para el Impulso de la Televisión Digital Terrestre, de Liberalización de la Televisión por Cable y de Fomento del Pluralismo


Sociedad de la Información

  Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de protección de datos de carácter personal   Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico   Ley 59/2003, de 19 de diciembre de firma electrónica   Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres   Ley 11/2007, de 22 de junio, de acceso electrónico de los ciudadanos a los servicios públicos   Real Decreto 1163/2005, que regula el distintivo público de confianza en los servicios de la sociedad de información y comercio electrónico

Legislación autonómica Propiedad intelectual

 Decreto 48/2002, de 12 de febrero, por el que se establece el Registro Territorial de la Propiedad Intelectual de la Comunidad Autónoma de Andalucía

Patrimonio Histórico

  Ley 1/1991, de 3 de julio, de Patrimonio Histórico de Andalucía   Decreto 4/1993, de 26 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de organización administrativa del Patrimonio Histórico de Andalucía   Decreto 19/1995, de 7 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento de Protección y Fomento del Patrimonio Histórico de Andalucía   Decreto 168/2003, de 17 de junio, por el que se aprueba el Reglamento de Actividades Arqueológicas

Fundaciones

  Ley 10/2005, de 31 de mayo, de Fundaciones de la Comunidad Autónoma de Andalucía   Decreto 279/2003, de 7 de octubre, por el que se crea el Registro de Fundaciones de Andalucía y se aprueba su reglamento de organización y funcionamiento

Voluntariado

  Ley 7/2001, de 12 de julio, del voluntariado

Archivos

  Ley 3/1984, de 9 de enero, de Archivos.  Decreto 97/2000, de 6 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento del Sistema Andaluz de Archivos, y desarrollo de la Ley 3/1984, de 9 de enero, de Archivos  Decreto 323/1987, de 23 de diciembre, por el que se crea el Archivo General de Andalucía.  Decreto 233/1989, de 7 de noviembre, por el que se establece el funcionamiento de los archivos centrales de las Consejerías, Organismos Autónomos y Empresas de la Junta de Andalucía y su coordinación con el Archivo General de Andalucía.

Bibliotecas y Centros de Documentación

 Ley 16/2003, de 29 de diciembre, del Sistema Andaluz de Bibliotecas y Centros de Documentación, que sustituye a la Ley 8/1983, de 3 de noviembre, de Bibliotecas  Decreto 230/1999 por el que se aprueba el Sistema Bibliotecario de Andalucía  Decreto 325/1984, Depósito Legal en Andalucía

Libro

 Decreto 28/2007, de 6 de febrero, por el que se crea el Observatorio Andaluz de la Lectura y se regula su organización y funcionamiento.

Museos

 Ley 8/2007, de 5 de octubre, de Museos y Colecciones Museográficas de Andalucía.  Decreto 284/1995, de 28 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de Creación de Museos y Gestión de Fondos Museísticos de la Comunidad Autónoma de Andalucía

Cooperación Cultural

 Ley 14/2003, de 22 de diciembre, de Cooperación Internacional para el Desarrollo

Artesanía

 Ley 15/2005, de 28 diciembre 2005, de Artesanía de Andalucía

Espectáculos públicos

 Ley 13/1999, de 15 de diciembre, de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de Andalucía  Ley 7/2006, de 24 de octubre, sobre potestades administrativas en materia de determinadas actividades de ocio en los espacios abiertos de los municipios de Andalucía  Decreto 78/2002, de 26 de febrero, por el que se aprueban el Nomenclátor y el Catálogo de Espectáculos Públicos, Actividades Recreativas y Establecimientos Públicos de la Comunidad Autónoma de Andalucía  Decreto 10/2003, de 28 de enero, por el que se aprueba el Reglamento General de la Admisión de Personas en los Establecimientos de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas  Decreto 165/2003, de 17 de junio, por el que se aprueba el Reglamento de Inspección, Control y Régimen Sancionador de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de Andalucía  Decreto 109/2005, de 26 de abril, por el que se regulan los requisitos de los contratos de seguro obligatorio de responsabilidad civil en materia de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas  Orden de 25 de marzo de 2002, por la que se regulan los horarios de apertura y cierre de los establecimientos públicos en la Comunidad Autónoma de Andalucía


Premios

 Decreto 2/1998, de 13 enero, por el que se regulan los premios que concede la Consejería de Cultura  Premio «Luis de Góngora y Argote», a la mejor trayectoria literaria  Premio «Pablo Ruiz Picasso», a la mejor trayectoria en el ámbito de las Artes Plásticas  Premio «Andrés de Vandelvira», a la mejor trayectoria en el ámbito del Patrimonio Histórico  Premio «Manuel de Falla», a la mejor trayectoria en el ámbito de las Artes Escénicas y Musicales  Premio «Pastora Pavón, Niña de los Peines», a la mejor trayectoria en el ámbito del Flamenco  Premio «María Zambrano», a la mejor contribución a la cultura andaluza  Premio «José Val del Omar», a la mejor trayectoria en el ámbito de la cinematografía y de las artes audiovisuales  Premio «Patrocinio y Mecenazgo», a la mejor labor de promoción cultural

Radio y televisión

 Ley 1/2004, de 17 de diciembre, de creación del Consejo Audiovisual de Andalucía  Ley 8/1987, de 9 de diciembre, de creación de la Empresa Pública de la Radio y la Televisión de Andalucía, y regulación de los servicios de Radiodifusión y Televisión gestionados por la Junta de Andalucía. Modificada por la Ley 5/1996 de 18 de julio  Ley 5/1996, de 18 de julio, relativa a la modificación de los artículos 9.1 y 11 de la Ley 8/1987, de 9 de diciembre, por la que se crea la Empresa Pública de la Radio y Televisión de Andalucía y regulación de los servicios de radiodifusión y televisión gestionados por la Junta de Andalucía  Decreto 174/2002, de 11 de junio, por el que se regula el régimen de concesión por la Comunidad Autónoma de Andalucía de emisoras de radiodifusión sonora en ondas métricas con modulación de frecuencia y la prestación del servicio por parte de los concesionarios, modificado por el Decreto 262/2003, de 23 de septiembre  Decreto 262/2003, de 23 de septiembre, por el que se modifica el Decreto 174/2002, de 11 de junio, por el que se regula el régimen de concesión por la Comunidad Autónoma de Andalucía de Emisoras de Radiodifusión Sonora en ondas métricas con modulación de frecuencia y la prestación del servicio por parte de los concesionarios  Decreto 1/2006, de 10 de enero, por el que se regula el régimen jurídico de las televisiones locales por ondas terrestres en Andalucía

Sociedad de la Información

 Ley 8/2005, de 9 de mayo, del Comité Andaluz para la Sociedad del Conocimiento  Decreto 72/2003, de 18 de marzo, de Medidas de Impulso de la Sociedad del Conocimiento en Andalucía  Decreto 183/2003, de 24 de junio, por el que se regula la información y atención al ciudadano y la tramitación de procedimientos administrativos por medios electrónicos (Internet)  Decreto 100/2006, de 16 de mayo, por el que se modifica el Decreto 166/2001, de 10 de julio, sobre coordinación de actuaciones para el desarrollo de la Sociedad de la Información  Decreto 25/2007, de 6 de febrero por el que se establecen medidas para el fomento, la prevención de riesgos y la seguridad en el uso de Internet y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) por parte de las personas menores de edad

2.2.3. Instituciones Administración cultural

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Instituciones europeas Las manifestaciones culturales (lenguas, literatura, artes escénicas, artes visuales, arquitectura, artesanía, cine y radiodifusión) vinculadas a un país o región concreta, forman parte, a su vez, del patrimonio cultural común europeo, evidenciando una gran diversidad cultural. A este respecto, la Unión Europea se plantea un doble objetivo: conservar y fomentar esta diversidad, y hacerla accesible a otros. La Unión Europea se estructura en cinco instituciones, Parlamento Europeo, Consejo, Comisión Europea, Tribunal de Justicia y Tribunal de Cuentas. Junto a otros cinco órganos de carácter económico y social. Se completa esta estructura con 15 agencias u organismos especializados y descentralizados creados expresamente para cumplir tareas específicas eminentemente técnicas, científicas o de gestión. La actuación de la Unión Europea en el ámbito cultural se traduce en acciones concretas administradas por el centro directivo de la Comisión Europea encargado de la cultura, la Dirección General de Educación y Cultura, así como por aquellas direcciones generales responsables de otras políticas que tienen una repercusión sobre la cultura. Enmarcada en la Comisión Europea, las misiones de la Dirección General de Educación y Cultura se centran en torno a las premisas de construir una Europa del conocimiento, desarrollar el espacio cultural europeo y asociar a los ciudadanos a la construcción europea. Además de las intervenciones de carácter político o reglamentario, la Dirección General de Educación y Cultura aplica una gran variedad de programas a través de acciones de movilidad y de proyectos de cooperación transnacional.

El Parlamento Europeo, en su ámbito competencial de colegislador y autoridad presupuestaria y de control democrático sobre las demás instituciones europeas, también lleva a cabo actuaciones en materia de cultura. Así, en el seno de esta institución elegida por sufragio directo, se constituye la Comisión Parlamentaria Permanente de Cultura y Educación, cuya misión tiene como objeto, entre otros,

2.escenario actual

Otro organismo europeo que afecta al sector cultural es la Agencia Ejecutiva para la Educación, el Sector Audiovisual y la Cultura (EACEA), en actividad desde el 1 de enero de 2006. Su misión consiste en aplicar diversos aspectos de más de 15 programas y medidas financiados por la Comunidad en los ámbitos de la educación y la formación, la ciudadanía activa, la juventud, el sector audiovisual y la cultura. Reunir estos programas dentro de una misma estructura ayuda a coordinar la gestión y a facilitar a los beneficiarios un servicio global completo. La Agencia tiene su propia personalidad jurídica, si bien depende de dos direcciones generales de la Comisión Europea: la de Educación y Cultura (EAC) y la de la Sociedad de la Información y Medios de Comunicación (INFSO), responsables de la programación, evaluación y elaboración de políticas.

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promover el conocimiento y la diversidad cultural, proteger y promocionar la cultura y la diversidad lingüística, conservar y salvaguardar el patrimonio, potenciar los intercambios culturales entre los estados miembros y con terceros países y la creación artística, así como otros asuntos de la política audiovisual y cultural en el marco de la Sociedad de la Información.

Administración General del Estado Con el Real Decreto 1601/2004, de 2 de julio, por el que se desarrolla la estructura orgánica básica del Ministerio de Cultura, este Ministerio se configura como el departamento de la Administración General del Estado encargado de la propuesta y ejecución de las directrices generales del Gobierno sobre la política cultural. En particular, le corresponden la promoción, protección y difusión del patrimonio histórico español, de los museos estatales y de las artes plásticas; el fomento del libro y la lectura, el estímulo a la creación literaria y la promoción, la protección y difusión de los archivos y bibliotecas estatales; la promoción, protección y difusión de las artes escénicas, la música, la danza y el circo; la promoción, protección y difusión de las actividades cinematográficas y audiovisuales de producción, distribución y exhibición; la defensa y protección de la propiedad intelectual y el protectorado y la promoción de las fundaciones culturales; el impulso de las acciones de cooperación cultural y, en coordinación con el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, las relaciones internacionales en materia de cultura, así como el seguimiento de las actuaciones de la Unión Europea en este ámbito. En cuanto a su estructura orgánica, el Ministerio de Cultura, bajo la superior dirección del titular del departamento, ejerce las atribuciones que legalmente le corresponden a través de la Subsecretaría de Cultura, órgano directivo del que dependen los siguientes órganos con rango de dirección general. Órganos Directivos

Secretaría General Técnica Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas Dirección General de Cooperación y Comunicación Cultural

Se adscriben al Ministerio de Cultura, a través de la Subsecretaría, los siguientes organismos autónomos: Organismos Autónomos

Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía Biblioteca Nacional

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Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales


Además, el organismo público Museo Nacional del Prado está adscrito a la Subsecretaría de Cultura a través del ministro, que ostenta su presidencia. En el territorio andaluz, el Estado tiene la titularidad de los siguientes Centros que son gestionados por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, a excepción del Archivo General de Indias gestionado por la Administración General del Estado. Centros de titularidad estatal en la Comunidad Autónoma de Andalucía Archivos

  Archivo General de Indias (Sevilla)   Archivo de la Real Chancillería (Granada)   Archivos Históricos Provinciales (en todas las provincias andaluzas)

Museos

  Museo de Almería   Museo de Cádiz   Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba   Museo de Bellas Artes de Córdoba   Museo Arqueológico y Etnológico de Granada   Museo Casa de los Tiros (Granada)   Museo de Bellas Artes de Granada   Museo de Huelva   Museo de Jaén   Museo de Artes y Costumbres Populares del Alto Guadalquivir   Museo Arqueológico de Linares   Museo Arqueológico de Úbeda   Museo de Málaga   Museo Arqueológico de Sevilla   Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla   Museo de Bellas Artes de Sevilla

Bibliotecas

Bibliotecas Públicas Provinciales (en todas las provincias andaluzas)

Administración de la Comunidad Autónoma de Andalucía

A través del Consejo de Gobierno y del presidente, la Comunidad Autónoma de Andalucía desarrolla sus funciones ejecutivas y administrativas. Este Consejo se constituye como el órgano superior colegiado que ejerce sus funciones, bajo la dirección y coordinación del presidente, siendo responsable solidariamente ante el Parlamento. Su composición se integra por el propio presidente y los consejeros, admitiéndose la posibilidad de que existan vicepresidente o vicepresidentes, así como consejeros sin cartera. La estructura de la administración de la Comunidad Autónoma responde al modelo departamental y, por tanto, los órganos se ordenan jerárquicamente, regulándose los niveles orgánicos en que se plasma su

2.escenario actual

En el punto 1 del artículo 99 del Estatuto de Autonomía se establece que “La Junta de Andalucía es la institución en que se organiza políticamente el autogobierno de la Comunidad Autónoma. La Junta de Andalucía está integrada por el Parlamento de Andalucía, la Presidencia de la Junta y el Consejo de Gobierno”.

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estructura. En determinados casos se efectúa una descentralización funcional a través de los organismos autónomos. Conforme lo anterior, el departamento de la Junta de Andalucía que tiene asignadas las competencias en materia de cultura se denomina Consejería de Cultura, siendo el Decreto 486/2004, de 14 de septiembre, (BOJA 183, de 17 de septiembre de 2004), la norma que aprueba su estructura orgánica. La Consejería se ocupa de la preparación y ejecución de la política del Gobierno en materia de cultura y tiene competencias en: • La promoción y fomento de la cultura en manifestaciones y expresiones tales como patrimonio histórico, artístico, monumental, arqueológico, etnológico, bibliográfico y documental. • Archivos, museos y bibliotecas y centros de documentación. • Investigación, fomento y divulgación de las artes plásticas, del teatro, la música, la danza, el folklore, el flamenco y la cinematografía y las artes audiovisuales; apoyo y fomento de la lectura. • Propiedad intelectual; fundaciones y asociaciones de carácter cultural y artístico, excepto en materia de régimen jurídico y registro de fundaciones. • Promoción y coordinación del voluntariado cultural en Andalucía.

La Consejería, de acuerdo al mencionado Decreto 486/2004, bajo la superior dirección de su titular, está integrada por los siguientes órganos directivos: Órganos Directivos de la Consejería de Cultura Viceconsejería Secretaría General Técnica Dirección General de Bienes Culturales Dirección General del Libro y del Patrimonio Bibliográfico y Documental Dirección General de Museos Dirección General de Fomento y Promoción Cultural

Dependen de ella los siguientes servicios administrativos sin personalidad jurídica: Servicios Administrativos Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico* Conjunto Arqueológico de Madinat Al-Zahra Biblioteca de Andalucía Archivo General de Andalucía Filmoteca de Andalucía Centro Andaluz de la Fotografía Centro Andaluz de Flamenco Centro de Documentación Musical de Andalucía

56

(*) Mediante la Ley 5/2007, de 26 de junio, se crea el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico como entidad de derecho público de las previstas en el art. 6.1b de la Ley General de Hacienda Pública de la Comunidad Autónoma de Andalucía. La constitución efectiva de la entidad tendrá lugar a la entrada en vigor de sus estatutos aprobados por Decreto del Consejo de Gobierno.


Figuran adscritas a la Consejería las siguientes entidades con personalidad jurídica propia: Organismos Autónomos Patronato de la Alhambra y Generalife Centro Andaluz de Arte Contemporáneo Empresas Públicas Empresa Pública de Gestión de Programas Culturales

Asimismo, dependen de ella, como unidades administrativas de la Delegación Provincial que corresponda, los conjuntos arqueológicos de Itálica, Baelo Claudia, Carmona y el Conjunto Monumental de la Alcazaba de Almería. En cada provincia existe una Delegación Provincial de la Consejería de Cultura. El titular de cada Delegación ejerce la representación política y administrativa de la Consejería, así como las demás funciones que le correspondan conforme a lo dispuesto en las normas sectoriales y sobre servicios territoriales de la Administración de la Junta de Andalucía.

Administración local: ayuntamientos y diputaciones Los municipios de Andalucía gozan “de personalidad jurídica propia y de plena au-

tonomía en el ámbito de sus intereses. Su representación, gobierno y administración corresponden a los respectivos Ayuntamientos” (Estatuto de Autonomía, art. 91).

El gobierno y la administración autónoma de la provincia corresponden a la diputación, entidad local determinada por la agrupación de municipios de la provincia, con personalidad jurídica propia y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines: garantizar los principios de solidaridad y equilibrio intermunicipales, en el marco de la política económica y social (Ley 7/1985, de 2 de abril, reguladora de las Bases de Régimen Local). Al igual que los ayuntamientos, también cuentan con delegaciones o áreas dedicadas a la cultura dirigidas por un diputado.

2.escenario actual

Entre sus competencias en el ámbito de la cultura destacan la cooperación con otras administraciones públicas para la promoción, defensa y protección del patrimonio histórico y artístico andaluz y la promoción de la cultura, así como planificación y gestión de actividades culturales. Para llevar a cabo sus competencias, normalmente los ayuntamientos cuentan con un área dedicada a la cultura, dirigida por un concejal delegado. En municipios de mayor densidad de población se han creado organismos más específicos para promover la cultura tales como el Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS) o el Patronato Municipal de Cultura, Turismo y Festejos de Jaén.

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Fundaciones y Asociaciones Fundaciones El derecho de fundación está reconocido en el artículo 34 de la Constitución Española y se regula conforme a la Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de Fundaciones (BOE nº 310, de 27 de diciembre de 2002). El Estatuto andaluz establece, en su artículo 79.2, que la Comunidad Autónoma tiene competencia exclusiva sobre las academias y el régimen jurídico de las fundaciones que desarrollen principalmente sus funciones en Andalucía. La Ley 10/2005, de 31 de mayo, de Fundaciones de la Comunidad Autónoma de Andalucía (BOJA nº 117, de 17 de junio de 2005), incluye en su ámbito de aplicación las fundaciones que desarrollan principalmente sus funciones en Andalucía, entendiéndose por tales aquellas fundaciones cuya actividad, sin perjuicio del establecimiento de relaciones instrumentales con terceros en diferente ámbito territorial, sea desarrollada en Andalucía, y así se disponga en sus estatutos. Asimismo, estarán incluidas en su ámbito de aplicación las delegaciones de las fundaciones extranjeras que desarrollen principalmente sus actividades en Andalucía. Las fundaciones son organizaciones constituidas sin fin de lucro que, por voluntad de sus creadores y creadoras, tienen afectado de modo duradero su patrimonio a la realización de fines de interés general. Son instrumentos de participación de la sociedad andaluza en la acción cultural, científica, de bienestar social y otros ámbitos, manifestándose como una expresión creativa del ánimo altruista y solidario de sus miembros, que por sus características y fines pueden convierten en colaboradoras de los poderes públicos, en el ejercicio de sus actividades de interés general. Consecuencia obligada de esto, es el sometimiento de las fundaciones a la tutela y protección de los poderes públicos, precisamente como garantía de cumplimiento de la voluntad fundacional, plasmada en una finalidad de interés general. El Registro de Fundaciones de Andalucía es un órgano administrativo radicado en la Consejería de Justicia y Administración Pública, y tiene por objeto la inscripción de las Fundaciones y de los actos que con arreglo a las leyes sean inscribibles. El Registro se estructura en secciones, siendo la Sección Segunda la referente a ‘Fundaciones culturales, cívicas y deportivas’. La Consejería de Cultura participa en las fundaciones Legado Andalusí, Barenboim-Said y Museo Picasso de Málaga. En la Ley 10/2005, de 31 de mayo, de Fundaciones de la Comunidad Autónoma de Andalucía, en su artículo 44, se establece la figura del Protectorado de las Fundaciones Andaluzas como “el órgano administrativo de asesoramiento y apoyo 58

técnico de las fundaciones, que velará por el correcto ejercicio del derecho de fundación y por la legalidad de la constitución y funcionamiento de aquéllas”.


En ese mismo artículo, se señala que “el Protectorado de las Fundaciones Andaluzas será ejercido por la Consejería competente en materia de fundaciones, en la forma que se determine reglamentariamente”. Por tanto, para el caso del Protectorado de Fundaciones Privadas de Carácter Cultural y Artístico, este órgano se materializa en la Consejería de Cultura, siendo el encargado del asesoramiento y del ejercicio de las funciones tutelares, respecto de las fundaciones de carácter cultural que predominantemente desempeñan actividades de esta naturaleza en el territorio de la Comunidad Autónoma de Andalucía, sin perjuicio de las funciones que corresponden al Registro de Fundaciones de Andalucía. El Protectorado se ejerce con respeto a la autonomía de funcionamiento de las fundaciones y con el objetivo del cumplimiento de la legalidad y de los fines establecidos por la voluntad fundacional. Su actuación está regulada en la Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de Fundaciones; en la Ley 10/2005, de 31 de mayo, de Fundaciones de la Comunidad Autónoma de Andalucía; y en el Decreto 279/2003, de 7 de octubre, por el que se crea el Registro de Fundaciones de Andalucía y se aprueba su reglamento de organización y funcionamiento, así como la legislación complementaria.

Asociaciones En el artículo 22 de la Constitución Española se reconoce el derecho de asociación tal como lo dispone la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación. El Estatuto de Autonomía para Andalucía, en su artículo 79, establece que “corres-

ponde a la Comunidad Autónoma, respetando las condiciones básicas establecidas por el Estado para garantizar la igualdad en el ejercicio del derecho y la reserva de ley orgánica, la competencia exclusiva sobre el régimen jurídico de las asociaciones que desarrollen principalmente sus funciones en Andalucía”.

El Registro de Asociaciones de Andalucía tiene por objeto la inscripción de todas las asociaciones, federaciones y confederaciones, constituidas al amparo de la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación, que desarrollen principalmente sus actividades y tengan establecido su domicilio en

2.escenario actual

Este derecho de Asociación supone la libre voluntad de las personas para agruparse y participar en una finalidad común, así como compartir conocimientos y actividades. Una asociación es un elemento de participación y expresión que facilita la integración de los ciudadanos en la sociedad. Las asociaciones culturales tienen como fines primordiales todas aquellas actividades que tiendan a potenciar y fomentar la cultura en todos sus aspectos o expresiones.

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el ámbito territorial de la Comunidad Autónoma de Andalucía, con exclusión de aquellas modalidades específicas reguladas por leyes especiales. Este Registro, se regula mediante el Decreto 152/2002, de 21 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento de organización y funcionamiento del Registro de Asociaciones de Andalucía (BOJA nº 69, de 13 de junio de 2002) y se adscribe a la Dirección General de Instituciones y Cooperación con la Justicia de la Consejería de Justicia y Administración Pública. En este Registro de Asociaciones de Andalucía figuran inscritas dentro de la clasificación ‘Cultura, Ciencias, Arte y Letras’ las asociaciones cuyos fines principales son de naturaleza cultural.

2.2.4. Instrumentos de Planificación La cultura en los planes generales de la Junta de Andalucía Estrategia de Modernización de los Servicios Públicos de la Junta de Andalucía (2006-2010) Con la Estrategia de Modernización de los Servicios Públicos de la Junta de Andalucía se persigue conseguir una administración más eficaz y moderna que contribuya a mejorar el bienestar y la calidad de vida de la ciudadanía. Entre sus fines están los de considerar a la ciudadanía como eje central de sus actuaciones, orientarse por objetivos, valores y resultados; convertirse en una administración relacional atendiendo de forma equilibrada las expectativas de los diferentes grupos de la sociedad y establecer colaboraciones eficientes con todas las administraciones públicas. Esta Estrategia, de carácter horizontal, se traduce en un programa operativo de actuaciones cuya implantación y desarrollo se considera necesario para acometer con éxito la mejora de la calidad de los servicios y la modernización de la organización administrativa de la Junta de Andalucía.

Plan de Innovación y Modernización de Andalucía (2005-2010) El Plan de Innovación y Modernización de Andalucía (PIMA) establece la estrategia de actuación a desarrollar en los próximos años con objeto de aprovechar las oportunidades que ofrece la sociedad de la información y el conocimiento. Asimismo, fija los instrumentos básicos de coordinación de los recursos de apoyo a la innovación disponibles en Andalucía, tanto públicos como privados.

60

El PIMA recoge 286 acciones agrupadas en 31 líneas estratégicas, con 82 objetivos y 6 ejes de actuación, ‘Fomento de la industria del conocimiento y universidades’, ‘Impulso emprendedor’, ‘Sostenibilidad, medio ambiente y energía’, ‘Sociedad de la


información’, ‘Igualdad de oportunidades digitales’ y ‘Administración inteligente’. Entre otros aspectos, este Plan prevé la constitución de una corporación tecnológica con fondos para investigación de calidad, el desarrollo de un plan de incentivos a los profesionales universitarios, la creación del Centro Andaluz de Apoyo al Diseño Industrial, la puesta en marcha de un programa de atracción de investigadores de prestigio en sectores estratégicos y la ampliación de las medidas para fomentar el acceso de las familias andaluzas a Internet y a los servicios digitales públicos.

Plan Andalucía Sociedad de la Información (2007-2010) EL Plan Andalucía Sociedad de la Información recoge casi un centenar de medidas destinadas a garantizar la accesibilidad y disponibilidad de infraestructuras y tecnologías de la información y la comunicación en todo el territorio andaluz. Se trata de un documento transversal que hace suyos los objetivos de convergencia con Europa establecidos en el Plan Avanza del Gobierno central, adaptándolos a la realidad de Andalucía. En el Plan, elaborado por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa en colaboración con el resto de departamentos del Gobierno andaluz, se definen las acciones y programas a desarrollar con especial interés en las oportunidades que presenta la Comunidad Autónoma de Andalucía y se plantean dos objetivos generales: garantizar la accesibilidad y disponibilidad de infraestructuras en todo el territorio andaluz, evitando los riesgos de la brecha digital; y promover una cultura innovadora en el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs), posibilitando que la región saque el mayor provecho posible de estas nuevas herramientas en términos de riqueza económica y bienestar social.

Estrategia para la Competitividad de Andalucía (2007-2013)

En relación con el anterior plan, la Estrategia ha incrementado su dotación presupuestaria en un 150% y ha ampliado su vigencia de 4 a 7 años. El escenario macroeconómico previsto para el período 2007-2013 contempla un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) andaluz superior al 3% anual y la creación de 750.000 nuevos empleos, con un incremento medio anual de los puestos de trabajo del 3%.

2.escenario actual

La Estrategia para la Competitividad de Andalucía, aprobada por Resolución del Parlamento de Andalucía de 26 de septiembre de 2007, viene a sustituir al anterior Plan Andalucía Siglo XXI. Este nuevo documento tiene como principales objetivos mantener el proceso de convergencia real de Andalucía con la Unión Europea y reducir la tasa de paro desde el 12,7% actual hasta situarla en el año 2013 en el 8,7%.

61


El nuevo plan económico se estructura en ocho ejes: Desarrollo de la economía del conocimiento; Desarrollo e innovación empresarial; Medio Ambiente, entorno natural y recursos hídricos; Equilibrio territorial, accesibilidad y energía; Desarrollo local y urbano; Bienestar y cohesión social; Aumento y mejora del capital humano y Complejo agroalimentario y pesquero y desarrollo rural. Los objetivos finales de la Estrategia para la Competitividad de Andalucía se dirigen a aumentar el bienestar de los andaluces con un crecimiento sostenible basado en la igualdad de oportunidades. Asimismo, el plan prevé el cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria y de reducir la deuda pública hasta dejarla, en el año 2013, en el 0,35% del PIB.

Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) El Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía, en su Título III, recoge las Estrategias de Desarrollo Territorial y establece normas y directrices referidas al Sistema de Patrimonio Territorial considerando especialmente los componentes del Sistema de Patrimono Territorial de Andalucía, las referencias territoriales para la planificación y gestión de los bienes patrimoniales, las estrategias de planificación y gestión integrada del Patrimonio Territorial, el sistema de información de espacios y bienes catalogados del Patrimonio Territorial, la ordenación de los paisajes y el fomento del paisaje. En su Título IV, dedicado a la Zonificación, el POTA contiene dos directrices relacionadas con el Patrimonio Histórico-Cultural (Directriz 131 y 141). Asimismo, el programa de desarrollo del POTA, recogido en el Título V, incluye dos programas de carácter interdepartamental, impulsados por la Consejería de Obras Públicas y Transportes y en cuya realización participan otras consejerías de la Junta de Andalucía —Programa ‘Estrategias de Planificación y Gestión Integrada del Patrimonio Territorial’ (consejerías de Obras Públicas y Transportes; de Turismo, Comercio y Deporte; de Cultura; y de Medio Ambiente) y el Programa Coordinado sobre el Paisaje (consejerías de Obras Públicas y Transportes; de Turismo, Comercio y Deporte; de Agricultura y Pesca; de Cultura; y de Medio Ambiente).

Planes sectoriales de la Consejería de Cultura Plan de Dinamización de las Instalaciones Museísticas 62

El Plan de Dinamización de las Instalaciones Museísticas incluye un conjunto de medidas encaminadas al acercamiento de los museos a la ciudadanía tales como la modernización de las infraestructuras, equipamientos y servicios; la dinamización para


convertirlos en vehículos de la cultura en los que participe la sociedad, la inserción de las TICs o la difusión de sus instalaciones para darlas a conocer al gran público.

Plan de Calidad de los Museos Andaluces El Plan de Calidad de los Museos Andaluces tiene como objetivo abordar la modernización de los museos de la región para incrementar la calidad de sus programas y contenidos dirigidos hacia un público cada vez más diverso e interesado en la oferta de los recursos culturales de Andalucía. Pretende mejorar el papel y las prestaciones de los museos andaluces como servicios públicos, insertando su actividad en el territorio como proyecto cultural y contribuyendo al desarrollo social y económico.

Plan Integral de Apoyo al Arte Contemporáneo El Plan Integral de Apoyo al Arte Contemporáneo fija las líneas de actuación necesarias para facilitar la creación y la innovación, fomentar el desarrollo de las políticas culturales, promover el trabajo de investigadores y profesionales de la creación y establecer vínculos entre el arte y la sociedad. Para ello se han articulado las estrategias de ‘Investigación y formación’, ‘Producción’, ‘Difusión’ y ‘Apoyo a eventos de creación’. A través de ellas se presenta la Oficina de Creación Artística, encargada del fomento, desarrollo, cumplimiento y evaluación de las iniciativas. En este sentido, los resultados de esa evaluación ayudan a rectificar y permiten tener un importante volumen de información de cara al desarrollo del Plan, así como de la futura Agencia de Arte Contemporáneo. En el marco de este Plan destacan las ayudas al fomento del intercambio de artistas, la puesta en marcha de talleres y jornadas, las ayudas a la producción de proyectos, los premios a la actividad artística y a exposiciones comisariadas, la adquisición de obra de artistas emergentes, la creación de una red de salas, las ayudas a la edición de catálogos y al transporte de obras de arte a concursos y otros eventos o las ayudas a la asistencia a ferias por parte de galerías andaluzas que apoyen a artistas andaluces en el exterior.

Plan de Arquitectura Defensiva de Andalucía (PADA) El Plan de Arquitectura Defensiva de Andalucía (PADA) pretende completar el inventario conocido de los elementos pertenecientes a este patrimonio y determinar su

2.escenario actual

Los destinatarios son todos aquellos que intervienen en el mundo del arte: artistas, gestores, profesionales de las industrias culturales, galeristas, editores, productores, comisarios de exposiciones, investigadores, creadores del discurso intelectual, etc.

63


estado real y actualizado de conservación, estableciendo medidas y prioridades de actuación e intervención, fijando líneas de protección, investigación, difusión y cooperación de los inmuebles y entorno de este importante patrimonio. Con todo ello, en el marco de las competencias autonómicas y en desarrollo del ordenamiento jurídico vigente, se define el PADA como un instrumento que permita la aplicación de las directrices —asignadas a la Dirección General de Bienes Culturales— a estas formas de patrimonio, dirigiendo las intervenciones de investigación, protección, restauración y difusión necesarias, partiendo siempre de un exhaustivo conocimiento de estas arquitecturas, conocimiento que debe iniciarse con la elaboración de un completo inventario documental y gráfico del extenso patrimonio de inmuebles de arquitectura defensiva de nuestra Comunidad.

Plan Integral de Impulso de la Lectura en Andalucía El Plan Integral de Impulso de la Lectura en Andalucía supone el relevo al anterior Plan de Fomento de la Lectura (2000-2004) y es el instrumento definido por la Consejería de Cultura para abordar las medidas estratégicas que se proponen como resultado el fomento de la lectura y el afianzamiento de hábitos lectores en la población andaluza. Centra sus medidas en la modernización de la red de bibliotecas garantizando el acceso de todos los ciudadanos, y en la apertura de nuevas líneas de apoyo a la creación literaria y a los sectores editorial y librero andaluces.

I Plan de Servicios Bibliotecarios de Andalucía (2007-2010) El I Plan de Servicios Bibliotecarios de Andalucía se concibe como un plan de actuación en materia de bibliotecas y centros de documentación para los próximos cuatro años que, ante todo, pretende comprometer y vincular a las administraciones con competencia en el reforzamiento y la mejora de este servicio cultural básico a los ciudadanos. Su objetivo básico pasa por la articulación de un verdadero Sistema Andaluz de Bibliotecas y Centros de Documentación, en el que los servicios se ofrezcan de una manera coordinada a la ciudadanía y bajo la premisas de la cooperación y la rentabilización de los recursos disponibles en manos de las instituciones, organismos, corporaciones, grupos profesionales y agentes públicos y privados.

Plan Director del Patronato de la Alhambra y Generalife (2006-2015)

64

El Plan Director del Patronato de la Alhambra y el Generalife, se concibe como un instrumento de planificación de la situación actual y futura del monumento nazarí. Gira en torno a cuatro líneas estratégicas: el impulso de programas tendentes a la preservación del conjunto monumental, la Alhambra como paisaje cultural potenciando la recuperación de sus valores paisajísticos, su uso sostenible reforzando su


posición como agente económico y social y la apuesta por el monumento como referente de la industria cultural y desarrollo de la investigación de I+D.

II Plan de Sistemas de Información (2007-2010) El II Plan de Sistemas de Información tiene como objetivo la obtención de un marco de referencia para la evolución de los actuales sistemas de información de la administración cultural, así como para el desarrollo de otros sistemas que respondan a los objetivos estratégicos de la Consejería de Cultura, en el marco de la II Modernización de Andalucía y de la Estrategia de Modernización de los Servicios Públicos de la Junta de Andalucía. Con este instrumento, la Consejería de Cultura inicia una nueva etapa en materia de implantación de sistemas de información en las distintas áreas temáticas de la administración cultural, describiendo los proyectos de desarrollo e implantación de aplicaciones informáticas previstas para su implementación en un marco temporal.

I Plan de las Industrias Culturales Andaluzas

2.escenario actual

El I Plan de las Industrias Culturales Andaluzas se pone en marcha en 2007 a través de medidas de planificación y fortalecimiento de las industrias culturales, tales como incentivos al sector audiovisual, la música, el teatro, la danza, etc.

65


2.3. Cifras de la Cultura 2.3.1. Presupuestos públicos Para analizar el presupuesto que destinan las administraciones públicas a cultura en Andalucía, sólo se han considerado los datos publicados por la administración autonómica (Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía) y por la administración local (ayuntamientos y diputaciones provinciales). Con respecto a la Administración General del Estado, no ha sido posible disponer de un desglose detallado de los gastos que esta administración realiza en cada comunidad autónoma. El presupuesto de la Consejería de Cultura, en los últimos 5 años, se ha incrementado en porcentajes superiores a los de otras consejerías. En el periodo 2003-2007, este crecimiento ha sido de un 63,7% para Cultura, mientras que en consejerías como Salud o Educación el porcentaje llega al 41,0%. Globalmente, el presupuesto de la Junta de Andalucía ha presentado un 40,9% de incremento en el mismo periodo. Como se representa en el siguiente gráfico, el presupuesto de la Consejería de Cultura ha crecido más que la cifra total de la Junta de Andalucía, lo que ha motivado que también su peso relativo con respecto al total haya aumentado. Evolución del presupuesto de gastos de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía Fuente: Ley del Presupuesto de la Comunidad Autónoma de Andalucía para los diferentes años.

66

Asimismo, el análisis del desglose del presupuesto por programas, que se indica en el siguiente cuadro, muestra también ese incremento en la dotación presupuestaria. No obstante, hay que señalar que en 2006 hubo un cambio de estructura orgánica en la Consejería de Cultura, por lo que el programa ‘45D. Instituciones del Patrimonio Histórico’ se dividió en dos: ‘45D. Museos’ y ‘45H. Libro y Patrimonio Bibliográfico y Documental’. También en este año se creó un nuevo programa: ‘45I. Planificación estratégica y apoyo a las Industrias Culturales’.


Presupuesto de la Consejería de Cultura. Desglose por programas Fuente: Ley del Presupuesto de la Comunidad Autónoma de Andalucía para los diferentes años.

CCAA

2003

2004

2005

2006

2007

162.709.990

172.720.831

192.577.150

251.397.167

264.411.217

45A. Dirección y Servicios Generales de la Cultura

28.050.029

27.678.455

29.754.056

32.737.836

33.847.220

45B. Bienes Culturales

34.530.871

35.465.360

38.633.001

40.311.412

43.339.361

45C. Fomento y Promoción Cultural

37.949.390

39.507.075

41.009.249

47.166.968

49.579.005

45D. Instituciones del Patrimonio Histórico

61.334.629

65.800.969

75.704.010

81.964.196

83.427.549

-

57.472.829

44.304.065

-

24.491.367

39.123.484

Consejería de Cultura

45D. Museos

-

45H. Libro y Patrimonio Bibliográfico y Documental 45E. Cooperación y Voluntariado Cultural 45I. Planificación Estratégica y Apoyo a las Industrias Culturales

-

-

-

2.845.071

4.268.972

-

-

7.476.834 -

11.045.670

9.944.306

38.171.085

44.273.776

12.086.099

15.035.800

16.991.800

18.740.743

22.011.439

45F. Tutela del Conjunto Monumental de la Alhambra y el Generalife

12.086.099

15.035.800

16.991.800

18.740.743

22.011.439

Centro Andaluz de Arte Contemporáneo

3.480.892

3.763.304

439.4396

5.135.513

5.481.355

3.480.892

3.763.304

439.4396

5.135.513

5.481.355

178.276.981

191.519.935

213.963.346

275.273.423

291.904.011

Alhambra y Generalife

45G. Promoción y Fomento del Arte Contemporáneo

Total

Por otro lado, considerando los últimos datos publicados correspondientes al gasto liquidado de la Consejería de Cultura para los diferentes años, así como el peso de éste respecto del Producto Interior Bruto (PIB) de Andalucía y el Valor Medio por habitante (gráfico siguiente), se pone de manifiesto la evolución positiva de la dotación para la Cultura, ya que desde 2000 a 2004 ha crecido más de un 35% los euros que se destinan por habitante, pasando de 17,6 en 2000 a 23,8 euros en 2004. También ha visto incrementado su peso respecto del PIB andaluz. Evolución del gasto liquidado de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía

2.escenario actual

Fuente: Ministerio de Cultura. Estadística de Financiación y Gasto Público en Cultura.

67


Asimismo, se puede apreciar, en la siguiente gráfica, el gasto liquidado en cultura por la administración autonómica por destino desde 2000 a 2004. En general, existe un incremento en los gastos liquidados en ‘Bienes y Servicios Culturales’ y en ‘Libros y Audiovisual’. Gasto liquidado por la Consejería de Cultura según destino del gasto. Fuente: Ministerio de Cultura. Estadística de Financiación y Gasto Público en Cultura.

Con relación a la administración local, cabe señalar que sólo se disponen de datos, desglosados por entidades y funciones, para los años 2003 y 2004, procedentes del Ministerio de Economía y Hacienda (Estadística de Liquidación de los Presupuestos de las Entidades Locales). Podemos apreciar que en Andalucía el gasto liquidado de los ayuntamientos, tanto en 2003 como en 2004, es mayor que el de las diputaciones, donde el peso no llega al 20% del total del gasto liquidado por la administración local en materia de cultura. Gasto liquidado en cultura por la administración local en Andalucía. Fuente: Ministerio de Economía y Hacienda. Estadística de los Presupuestos de las Entidades Locales.

68


(*) La subfunción ‘45.2 Educación física, deportes y esparcimiento’ no es considerada cultura, si bien están incluidas en ella algunas actividades culturales, pero el peso relativo es bastante pequeño.

Además, según el destino del gasto, diferenciando las subfunciones ‘45.1. Promoción y Difusión de la Cultura’ y ‘45.3. Arquitectura y Protección del Patrimonio Histórico-Artístico’*, y unificando los datos de los ayuntamientos y diputaciones, se aprecia que, en ambos años, el reparto para los dos conceptos en los que se divide el presupuesto de cultura es muy similar, con sólo un pequeño incremento en los gastos destinados a promoción y difusión. Porcentaje del gasto liquidado en cultura por la administración local en Andalucía según destino del gasto. Fuente: Ministerio de Economía y Hacienda. Estadística de los Presupuestos de las Entidades Locales.

2.3.2. Estadísticas

El Plan Estadístico Nacional 2005-2008 incluye varias actividades referidas al sector de la cultura. Por ejemplo, el Ministerio de Cultura, a través del Anuario de Estadísticas Culturales, publica datos sobre el número de empresas y el empleo que éstas generan. Estos datos son obtenidos del Directorio Central de Empresas (DIRCE) y de la Encuesta de Población Activa (EPA), ambas actividades realizadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El sector que el Ministerio de Cultura considera

2.escenario actual

Hay diversas fuentes que nos ofrecen información sobre el sector de la cultura. Por un lado encontramos las estadísticas oficiales, amparadas por los Planes Estadísticos cuatrienales de ámbito nacional o autonómico. Actualmente, están en vigor el Plan Estadístico Nacional 2005-2008, aprobado por Real Decreto 1911/2004 de 17 de septiembre, y el Plan Estadístico de Andalucía 2007-2010, aprobado por la Ley 4/2007, de 4 de abril por la que se modifica la Ley 4/1989, de 12 de diciembre, de Estadística de la Comunidad Autónoma de Andalucía (BOJA nº 82, de 26 de abril de 2007). Además, existen otras fuentes —que podríamos denominar no oficiales por no estar sus actuaciones definidas en el marco de estos instrumentos de planificación— que también realizan estudios del sector cultural. No obstante, la mayoría de los trabajos estadísticos, con independencia de su fuente, presentan resultados para el ámbito nacional, lo que dificulta obtener un desglose detallado de datos para una determinada comunidad autónoma. También puede ser problemático comparar los datos estadísticos obtenidos, ya que no existe una definición homogénea de las actividades que se engloban en este sector. Con estas limitaciones, se presentan a continuación una selección de resultados estadísticos que pueden reflejar la situación de la cultura en Andalucía.

69


(*) La Clasificación Nacional de Actividades Económicas 1993 Rev.1 (CNAE93 Rev.1) sufrió una modificación y revisión en 2003 para intentar incorporar la evolución tecnológica y económica habida desde que en 1992 se aprobó la anterior. No obstante, se espera otra revisión en 2007 que define una nueva estructura y, en cierta medida, una nueva filosofía de clasificación.

se encuentra condicionado por el nivel de desagregación que hay disponible en el DIRCE del INE. Las actividades contempladas son las que se muestran en los siguientes epígrafes de la CNAE-93 Rev.1*: Número de empresas del sector cultural. Año 2006 Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE). Directorio Central de Empresas (DIRCE).

Andalucía

España

%

762

7.874

10%

1.717

15.827

11%

138

1.440

10%

6

170

4%

363 Fabricación de instrumentos musicales

28

222

13%

921 Actividades cinematográficas y de vídeo

640

6.367

10%

922 Actividades de radio y televisión

421

2.023

21%

3.381

25.953

13%

CCAA 221 Edición 222 Artes gráficas y actividades de los servicios relacionados con las mismas 223 Reproducción de soportes grabados 323 Fabricación de aparatos de recepción, grabación y reproducción de sonido e imagen

923 Otras actividades artísticas y de espectáculos 924 Actividades de agencias de noticias 925 Actividades de bibliotecas, archivos, museos y otras instituciones culturales Total

4

152

3%

228

2.976

8%

7.325

63.004

12%

También, hay que tener en cuenta que se considera el número de empresas y no el número de establecimientos —una empresa puede tener más de un establecimiento— y que el INE clasifica a las empresas geográficamente según la comunidad en la que se encuentra la sede social de la empresa. Por lo tanto, en Andalucía puede haber más establecimientos culturales que los que se muestran en la tabla, pero que no se contabilizan por tratarse de empresas que tienen la sede social fuera de la comunidad autónoma. Este hecho hace que las cifras relativas de Andalucía respecto de España puedan dar lugar a falsas interpretaciones. Para dar cifras sobre el empleo cultural, el INE, a propuesta del Ministerio de Cultura, realizó para el año 2005 una explotación específica de la Encuesta de Población Activa (EPA) en la que se han considerado los ocupados que, desde el punto de vista conjunto de la profesión o de la actividad económica, quedan comprendidos en el ámbito cultural. Las citadas actividades económicas son las mismas que antes se han comentado y las ocupaciones son las derivadas de los siguientes apartados de la Clasificación Nacional de Ocupaciones (CNO-94):

• ‘Escritores y artistas de la creación y de la interpretación’, • ‘Archiveros, bibliotecarios y profesionales asimilados’, • ‘Ayudantes de bibliotecas y asimilados’, • ‘Profesionales del mundo artístico, del espectáculo y de los deportes’. 70

Con los condicionantes señalados, el Ministerio de Cultura, ofrece la siguiente cifra de empleo considerando tanto los profesionales que ejercen las ocupaciones


citadas como las personas que trabajan en empresas incluidas en las actividades económicas reseñadas en la anterior tabla. Empleo Cultural. Año 2005 Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE). Encuesta de Población Activa (EPA).

CCAA Empleos

Andalucía

España

%

49.800

514.200

10%

Para los datos de gasto de consumo cultural de los hogares, el Ministerio de Cultura vuelve a utilizar una explotación específica de una actividad del INE: Encuesta Continua de Presupuestos Familiares (ECPF). En este caso, para obtener resultados representativos por comunidades autónomas, al ser una actividad realizada por muestreo, se han considerado los epígrafes ‘Instrumentos ópticos’, ‘Servicios personales’ o ‘Equipo relacionado con los deportes y el ocio’ dentro de los bienes y servicios culturales. Con estas salvedades, los datos obtenidos son los siguientes: Gasto de consumo cultural de los hogares en miles de euros. Año 2005 Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE). Directorio Central de Empresas (DIRCE).

Andalucía

España

%

Libros y publicaciones periódicas (libros no de texto)

143.500

1.175.100

12%

Libros y publicaciones periódicas (publicaciones periódicas)

233.300

1.854.500

13%

CCAA

72.600

745.400

10%

Servicios culturales (otros servicios culturales)

305.200

2.257.000

14%

Equipos y accesorios audiovisuales de tratamiento de la información: Audiovisuales, fotográficos, cinematográficos y ópticos

271.700

1.523.600

18%

Equipos y accesorios audiovisuales de tratamiento de la información: Tratamiento de la Información

Servicios culturales (cine)

284.800

1.917.200

15%

Otros bienes y servicios: soporte para el registro de imagen, sonido y datos

85.000

665.300

13%

Otros bienes y servicios: Otros bienes duraderos y reparaciones

58.800

322.000

18%

1.454.900

10.460.200

14%

Total

El mayor porcentaje de gasto de consumo cultural en los hogares andaluces (18%) se destina a ‘Equipos audiovisuales, fotográficos, cinematográficos y ópticos’, siendo el mínimo valor el gasto destinado a ‘Servicios culturales (cine)’ (10%), lo que también se pone de manifiesto en los datos del gasto medio por persona que se indican a continuación. Gasto en bienes y servicios culturales según grupos de gasto. Año 2005 Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE). Directorio Central de Empresas (DIRCE).

CCAA

Andalucía

%

Extremadura

%

Comunidad de Madrid

%

49,0€

26%

27,4€

27%

91,2€

27%

Servicios culturales: cine y otros servicios culturales

49,2€

26%

21,5€

21%

128,0€

38%

Equipos y accesorios audiovisuales de tratamiento de la información

72,3€

38%

44,3€

44%

89,1€

27%

Libros y publicaciones periódicas

Otros bienes y servicios

Total

18,7€

10%

6,9€

7%

27,5€

8%

189,2€

100%

100,1€

100%

335,8€

100%

71


En la tabla, junto a los datos de Andalucía se exponen los de Extremadura y la Comunidad de Madrid, las dos comunidades que menos y más gastan por persona, respectivamente en España. La lectura de los mismos indica que, como media, los andaluces invierten menos dinero que los madrileños en bienes y servicios culturales. Concretamente, en ‘Cine y otros servicios culturales’ el gasto por persona en Andalucía (49,2€) es inferior al 40% de lo que gasta un madrileño (128,0€). En relación con la distribución porcentual, tanto los andaluces como los extremeños destinan la mayor cantidad de su presupuesto cultural a ‘Equipos y accesorios audiovisuales de tratamiento de la información’, mientras que la población de la Comunidad de Madrid lo destina a ‘Cine y otros servicios culturales’. Sobre las actividades culturales que suelen realizar los andaluces, la fuente principal de información, procede de la última Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales en España publicada, que realizó el Ministerio de Cultura junto con la Fundación Autor (Grupo SGAE). En este caso, hay que tener en cuenta que al tratarse de una encuesta dirigida a individuos, la clasificación geográfica se corresponde con la residencia del mismo y no con el lugar en el que se ha producido el evento o la participación cultural. Por este motivo, no se recogen, por ejemplo, datos sobre actividades culturales realizadas por los turistas, hecho que en Andalucía puede incidir bastante en esta información. Porcentaje de personas que suelen realizar actividades culturales. Años 2002-2003 Fuente: Ministerio de Cultura. Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales en España (2002-2003).

Andalucía

España

Museos (visitar)

35%

37%

Bibliotecas (asistir)

25%

25%

Lectura: libros no relacionados con la profesión o estudios

45%

49%

Lectura: prensa diaria

59%

70%

Lectura: revistas

53%

55%

Artes escénicas (asistir): teatro

28%

32%

Artes escénicas (asistir): ópera

7%

6%

Artes escénicas (asistir): zarzuela

6%

6%

CCAA

72

Artes escénicas (asistir): ballet/danza

10%

8%

Artes escénicas (asistir): conciertos de música clásica

14%

13%

Artes escénicas (asistir): conciertos de música actual

34%

33%

Escuchar música

87%

86%

Cine

61%

62%

Audiovisuales (ver o escuchar): radio

78%

79%

Audiovisuales (ver o escuchar): video

53%

52%

Audiovisuales (ver o escuchar): televisión

99%

98%

Nuevas tecnologías (utilizar): ordenador

30%

31%

Nuevas tecnologías (utilizar): internet

22%

23%


Los datos anteriores indican que la distribución porcentual es muy similar en Andalucía y el resto de España, siendo las actividades ‘Ver y escuchar la televisión’ y ‘Escuchar música’ las que más se realizan, tanto en España como en la comunidad autónoma. La mayor diferencia en porcentajes está en la actividad ‘Lectura de prensa diaria’, alcanzando un 70% a nivel nacional frente al 59% de Andalucía. Para hablar de las estadísticas oficiales que se elaboran y publican en el ámbito de la comunidad autónoma, hay que remitirse a lo regulado en el Plan Estadístico de Andalucía y en los Programas Estadísticos anuales que desarrollan el Plan vigente. Las actividades estadísticas que, en ese marco normativo, estudian el sector de la cultura son competencia de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. En concreto, se dispone de estadísticas que ofrecen información sobre algunas variables como equipamiento cultural, visitantes, préstamos, datos de personal, usuarios, exposiciones, actividades culturales, fondos, superficie, etc. para bibliotecas, museos, archivos, conjuntos y zonas arqueológicas y monumentales, instituciones y centros de la Consejería. Además, hay estadísticas sobre el patrimonio histórico y sobre la producción editorial que se realiza en Andalucía. Los sujetos informantes de cada estadística son los siguientes: Sujetos informantes. Estadísticas Consejería de Cultura. Año 2005 Fuente: Consejería de Cultura. Estadísticas propias.

Almería

Cádiz

Córdoba

Granada

Huelva

Jaén

Bibliotecas públicas*

Málaga

Sevilla

Andalucía

92

75

95

119

81

89

143

126

820

Archivos de titularidad autonómica**

16

12

12

17

13

12

19

57

158

1

1

1

2

1

1

1

1

9

104

53

79

170

81

98

102

103

790

Archivos de universidades andaluzas**

2

14

2

1

2

1

2

17

41

Museos públicos gestionados por la Consejería de Cultura

1

1

2

4

1

4

1

4

18

Conjuntos y Zonas Arqueológicos y Monumentales

2

5

3

6

3

1

5

3

28

Instituciones y centros de la Consejería de Cultura

1

1

1

3

-

-

2

8

16

Archivos de titularidad estatal y gestión autonómica** Archivos de titularidad local**

(no contemplados en otras estadísticas)

A continuación se extracta una selección de los resultados más recientes (años 2005 y 2006) obtenidos en dichas operaciones. Para ampliar esta información pueden consultarse los datos actualizados en el apartado estadísticas en el menú desplegable ‘Información General’ del portal web de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía ­­www.juntadeandalucia.es/cultura.

2.escenario actual

(*) Bibliotecas pertenecientes a la Red de Bibliotecas Públicas de Andalucía. (**) Archivos pertenecientes al Sistema Andaluz de Archivos.

73


Principales indicadores. Estadísticas de la Consejería de Cultura Fuente: Consejería de Cultura. Estadísticas pertenecientes al Plan Estadístico de Andalucía.

Almería

Cádiz

Córdoba

Granada

Huelva

Jaén

Málaga

Sevilla

Andalucía

Bibliotecas Públicas (2005) 98,1%

99,9%

100%

90,6%

97,9%

97%

99,5%

98,7%

98%

1.013.909

1.380.139

913.067

1.254.240

655.223

1.004.896

1.608.498

2.438.772

10.268.744

Usuarios inscritos

108.801

140.757

137.849

177.444

76.582

122.359

222.513

289.601

1.275.906

Nº de documentos prestados

416.422

377.373

336.818

394.230

213.167

348.465

526.179

660.429

3.273.083

Porcentajes de población servida Visitantes

1.974

2.439

2.418

3.617

1.569

2.472

3.363

5.831

23.683

Fondos de las bibliotecas

734.216

837.994

955.435

1.069.498

536.925

679.737

1.162.527

1.158.930

7.135.262

Total de gastos corrientes

3.472.325

5.048.757

3.522.297

4.532.528

2.852.343

3.050.348

7.442.551

7.401.950

37.323.099

648.398

673.094

2.378.795

1.486.491

596.035

896.441

3.222.779

2.483.905

12.385.938

153

214

156

198

129

132

287

287

1.556

313

372

883

1.314

119

522

1.301

5.620

10.444

2

74

124

173

0

23

294

373

1.063

57

44

427

370

34

62

93

624

1.711

1

1

2

27.047

Nº de actividades culturales

Total de gastos de inversión Personal bibliotecario

Producción editorial (2006) Documentos textuales Documentos gráficos Documentos sonoros, a/v y electrónicos Publicaciones mixtas

-

-

-

-

-

-

Archivos (2006) Archivos Históricos Provinciales Consultas de fondos

5.295

2.025

3.624

3.977

2.065

1.017

2.799

6.245

11

9

3

7

8

32

41

5

116

100

527

83

440

144

2.283

1.723

126

5.426

Nº de actividades culturales Asistentes Archivo General de Andalucía Nº metros lineales ingresados

-

-

-

-

-

-

-

460,55

460,55

Nº de unidades documentales prestadas

-

-

-

-

-

-

-

27

27

Nº de consultas

-

-

-

-

-

-

-

375

375

Nº de actividades

-

-

-

-

-

-

-

3

3

Nº metros lineales ingresados

-

-

-

86,6

-

-

-

-

Nº de consultas

-

-

-

793

-

-

-

-

793

Nº de reproducciones

-

-

-

5.108

-

-

-

-

5.108

Consultas de fondos

-

-

-

4.524

-

-

-

-

4.524

Nº de actividades culturales

-

-

-

25

-

-

-

-

25

Asistentes

-

-

-

1.225

-

-

-

-

1.225

Préstamos administrativos

-

-

-

-

-

-

-

6.156

6.156

Consultas de fondos

-

-

-

-

-

-

-

2.238

2.238

Archivo del Patronato de la Alhambra y Generalife

86,6

Archivo de la Real Chancillería de Granada

Archivos centrales de las Consejerías


Almería

Cádiz

Córdoba

Granada

Huelva

Jaén

Málaga

Sevilla

Andalucía

-

-

-

-

-

-

-

5

5

Número

-

-

-

-

-

-

-

28

28

Asistentes

-

-

-

-

-

-

-

803

803

Números editados

-

-

-

-

-

-

-

6

6

Tirada (Nº de ejemplares)

-

-

-

-

-

-

-

5.000

5.000

Nº de grupos

-

-

-

-

-

-

-

43

43

Nº de personas

-

-

-

-

-

-

-

906

906

Servicios prestados para la intervención en bienes del Patrimonio Histórico

-

-

-

-

-

-

-

136.373

136.373

Intervenciones en bienes del Patrimonio Hco.

-

-

-

-

-

-

-

280

280

Nº de consultas archivo fílmico

-

-

116

-

-

-

-

-

116

Nº de consultas biblioteca/hemeroteca

-

-

151

-

-

-

-

-

151

Nº de visionados videoteca

-

-

167

-

-

-

-

-

167

Nº de sesiones/películas proyectadas

-

-

295

-

-

-

-

-

295

Nº de espectadores

-

-

13.070

-

-

-

-

-

13.070

-

-

Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico -SEVILLA- (2006) Formación y difusión Nº de becas Cursos, jornadas y congresos

Publicaciones

Visitas organizadas

Intervención

Filmoteca de Andalucía -CÓRDOBA- (2006)

Centro de Documentación Musical de Andalucía -GRANADA- (2006) Lectores

-

-

-

3.234

-

-

-

-

3.234

Consulta de Fondos

-

-

-

10.970

-

-

-

-

10.970

Préstamo de Fondos

-

-

-

1.568

-

-

-

-

1.568

16.629

Centro Andaluz de Flamenco -Jerez de la Frontera (CÁDIZ)- (2006) Consulta de fondos

-

16.629

-

-

-

-

-

-

Asistentes a exposiciones

-

12.104

-

-

-

-

-

-

12.104

Consultas del portal web del Centro

-

6.501.012

-

-

-

-

-

-

6.501.012

9

-

-

-

-

-

-

-

9

Inauguradas

19

-

-

-

-

-

-

-

19

Total de exposiciones abiertas al público

20

-

-

-

-

-

-

-

20

Centro Andaluz de la Fotografía -ALMERÍA- (2006) Talleres fotográficos

Museos Públicos gestionados por la Consejería de Cultura (2006) Visitantes

40.137

66.380

117.847

255.061

20.938

198.571

602.706

2.206.382

6.218

89.661

Conjuntos y Zonas Arqueológicos y Monumentales (2006) Visitantes

154.977

-

2.escenario actual

Exposiciones organizadas por el Centro

39.111

416.339

1.045.474

418.945

194.505

3.782.304


Por otro lado, en el marco del Plan Estadístico de Andalucía, la Consejería de Cultura ha dispuesto llevar a cabo una nueva actividad estadística cuyo objetivo es la elaboración de la Cuenta Satélite de la Cultura en Andalucía. Esta iniciativa está motivada por varias causas, entre ellas, la falta de datos estadísticos y económicos del sector cultural para la comunidad autónoma, unido a la diversidad de conceptos que engloban dicho sector y a la escasez de información comparable y continua en el tiempo. El objetivo de esta nueva actividad es obtener una información que permita cuantificar la actividad económica de la cultura en Andalucía y su relación con el resto de las actividades de la economía andaluza además de crear, en el marco regional, un sistema de información económica especializado, bajo unos criterios consensuados, que posibiliten la comparación con otros ámbitos territoriales. En base a las anteriores premisas, se han definido las siguientes dimensiones que marcarán el trabajo de los próximos años:

• Patrimonio cultural: museos, conservación, restauración, protección y difusión de patrimonio. • Material impreso y literatura: creación literaria, edición (en cualquier soporte, a excepción de material sonoro, que se incluye en la dimensión 4), artes gráficas y comercio de libros, periódicos y revistas. • Archivos y Bibliotecas: actividades de archivos y bibliotecas. • Música y artes escénicas: creación artística e interpretación de arte dramático, música y similares; la edición y reproducción de soportes de sonido grabado, la gestión de salas para las artes escénicas y musicales. • Artes visuales, plásticas y artesanía: creación artística de escultores, pintores y dibujantes, la artesanía y fabricación de instrumentos musicales, servicios comerciales de fotografía, galerías de arte comerciales y comercio al por menor de productos de artesanía. • Medios de comunicación, audio y audiovisuales, multimedia: actividades cinematográficas y de vídeo (producción y distribución de vídeos y películas, exhibición de películas,…), actividades de radio y televisión, de agencias de noticias, y comercio de aparatos de radio, televisión y otros equipos audiovisuales, y comercio de discos, discos compactos y cintas de audio y video. • Arquitectura, diseño y publicidad: servicios técnicos de arquitectura, diseño no industrial y Publicidad (agencias y consultores de publicidad y gestión de soportes publicitarios). • Actividades socio-culturales: actividades de asociaciones para la práctica de actividades culturales, como por ejemplo, clubes literarios y de poesía, de música y arte, de cine y fotografía, y asociaciones juveniles.

76

De la explotación de las primeras fuentes de información, se desprende que el número de empresas privadas que abarca nuestro sector en Andalucía ronda las 40.000 y el empleo generado por las mismas está en torno a los 100.000 trabajadores.


Además de estas estadísticas oficiales, existen otros datos que publican algunos organismos, públicos o privados, cuyas actividades no están reguladas en los planes estadísticos antes citados. Entre ellos, se exponen a continuación algunos de los resultados más recientes. La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ha realizado en varias ocasiones estudios sobre ‘La Industria de la Cultura y el Ocio’. El último análisis publicado (datos referidos a 2003) se ha llevado a cabo en colaboración con la Fundación Autor y la Universidad Autónoma de Madrid. El sector que engloba el análisis es algo más amplio que el definido por la Consejería de Cultura para la Cuenta Satélite de la Cultura en Andalucía ya que aglutina la cultura y el ocio. Por otro lado, hay actividades como la arquitectura que no se recogen. La SGAE ha usado información de las fuentes tributarias y los datos de la administración pública procedentes de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE). Cabe señalar que el utilizar información fiscal para estimar el sector privado plantea algunos problemas, como puede ser el de contemplar sólo los entes privados que tienen obligación de realizar declaraciones de IVA. Además, la clasificación de actividades principales es rígida, en cuanto a que toda la producción de una empresa se asigna a la de la actividad principal. La consecuencia inmediata es que algunas actividades culturales no se presentan explícitamente, sino agregadas con otras más generales que, probablemente, no tengan nada que ver con la cultura. La Industria de la Cultura y el Ocio en Cifras. Año 2003. Fuente: Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). ‘La Industria de la Cultura y el Ocio: Su Aportación a la Actividad Económica Nacional’.

Andalucía

España

1,85%

3,90%

VAB p.m.

1.670.100€

29.300.000€

Ventas

5.194.000€

98.000.000€

CCAA % respecto del PIB p.m.

Exportaciones

225.600€

9.400.000€

Importaciones

178.100€

13.700.000€

Gasto Público

1.139.000€

8.500.000€

Asimismo, existen otros estudios como el elaborado para la Comisión Europea (Dirección General de Educación y Cultura), en el que se hace un análisis de ámbito europeo del sector cultural y creativo, considerando la siguiente delimitación:

2.escenario actual

Teniendo en cuenta estas salvedades, algunos de los resultados para Andalucía que encontramos en este estudio son los siguientes:

77


Cifra de negocio

El sector facturó más de 654.000 millones de euros en 2003.

Contribución al PIB

2,6% del PIB de la UE en 2003.

Contribución al crecimiento de la UE Empleo

El índice general de crecimiento del valor añadido del sector fue de 19,7% en el periodo 1999-2003. En 2004 trabajaban en el sector 5,8 millones de personas, lo que equivale al 3,1% de la población empleada en la UE-25. Mientras que el empleo en la UE disminuyó en 20022004, creció el empleo en el sector cultural (+1,85%).

Fuente: MKW-Gmbh. La Economía de la Cultura en Europa.

Del anterior estudio se desprenden algunas conclusiones para Europa: Campo artístico principal

• Artes visuales • Artes escénicas • Patrimonio

Industrias culturales

• Cine y video • Televisión y Radio • Videojuegos • Música • Libros y Prensa

Industrias y actividades creativas

• Diseño • Arquitectura • Publicidad

Industrias relacionadas

• Fabricantes de PC • Fabricantes de reproductores de MP3 • Industria de telefonía móvil ...

Sector Cultural

Sector Creativo

Hay que destacar que, por ejemplo, la industria automovilística facturó 271.000 millones de euros en 2001 y que las actividades inmobiliarias contribuyeron en un 2,1% al PIB de la Unión Europea o el sector de la alimentación y bebidas sólo aportaron un 1,9% al PIB. También hay que señalar, respecto del empleo del sector cultural y creativo, que el 46,8% de los trabajadores tiene al menos un título universitario, frente al 25,7% de la cifra total de empleo y que el porcentaje de autónomos es más del doble del que existe en la cifra total de empleo.

78


planificaci贸n y evaluaci贸n participativas

3


3. Planificación y Evaluación participativas

3.1. La participación y el consenso: claves en la planificación del peca

En el Plan Estratégico para la Cultura en Andalucía (PECA) se parte de la consideración de la cultura como derecho y como recurso, poniendo de relieve una nueva conciencia respecto al significado de la cultura y de sus potencialidades para el desarrollo. En este sentido, el Plan es un claro exponente de la voluntad de la Junta de Andalucía por convertir el hecho cultural en pieza clave para el desarrollo de la región, entendiéndolo como un elemento del capital territorial y factor clave para la cohesión territorial de Andalucía, componente esencial de la identidad colectiva y factor de crecimiento económico de primer orden. Se trata de un Plan pionero en cuanto a su concepción como documento estratégico integral donde se fija la política cultural autonómica para el corto y medio plazo. Conscientes de la importancia de contar con las diferentes perspectivas, opiniones y expectativas de la sociedad andaluza sobre los problemas y debilidades a afrontar y las soluciones más adecuadas, la elaboración del Plan se ha llevado a cabo a través de la aplicación de una metodología participativa con el fin de obtener demandas concretas y definir orientaciones viables y estables que sirvan para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas andaluces. 80

Por tanto, son la participación, la concertación y el consenso entre los actores los pilares en los que se basan las propuestas realizadas en el Plan, todo ello


en coherencia con la intención del Gobierno Regional de hacer del PECA una herramienta que contribuya al fortalecimiento de la tolerancia y el respeto como valores de convivencia, fomentando el espíritu democrático, incentivando la participación y la aceptación de las diferencias como algo consustancial. Para canalizar el diálogo entre la administración pública y la sociedad civil se ha configurado una estructura de apoyo al proceso de planificación en la que han formado parte, respetando el enfoque de género, profesionales y miembros de asociaciones y colectivos de diversos campos relacionados con la cultura, especialistas del ámbito universitario y periodistas, además del personal técnico de la Consejería de Cultura, de los organismos dependientes de la misma y de otras administraciones públicas andaluzas que puedan incidir en el desarrollo de la cultura (ejemplo de ello es la participación de representantes de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias). También han participado profesionales de otras autonomías del territorio español, dando muestra activa de que este trabajo ha buscado como principal objetivo que las políticas culturales sean inclusivas, abiertas, participativas y dialogantes. De esta manera, se han realizado entrevistas y grupos de trabajo con colectivos y profesionales de cada uno de los ámbitos y sectores relevantes de la cultura. Estas consultas se han planteado con una formulación abierta, participativa y sumadora, dando lugar a los correspondientes espacios secundarios de debate en cada sector considerado.

Esta filosofía en la elaboración del PECA configura una nueva forma de hacer política pública, una nueva manera de gobernanza, donde cada vez es más patente la relevancia que cobra la implicación de la población en los procesos de desarrollo como única vía para asegurar la apropiación de la estrategia propuesta para la consecución de los objetivos marcados. Es esta participación la que confiere al PECA el perfil de una planificación democrática y transparente de la política cultural andaluza. Se consigue así, además, sentar las bases para garantizar la efectiva aplicación de las medidas propuestas en el Plan, al potenciar la colaboración institucional desde el primer momento en la planificación, y propiciar el liderazgo de los andaluces y andaluzas en el fomento de la cultura como motor del desarrollo regional.

3. planificación y evaluación participativas

Las reflexiones y aportaciones de todos los participantes han contribuido, por una parte, a analizar la realidad de manera más plural y contrastada, permitiendo que las necesidades de cada grupo queden reflejadas en el diagnóstico realizado. Por otra, ha facilitado el establecimiento de los objetivos a alcanzar y la definición de un conjunto de líneas de actuación y programas consensuados entre los principales actores regionales, protagonistas esenciales en la planificación.

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3.1.1. El proceso de elaboración del PECA: un itinerario de retroalimentación en cuatro tiempos Tras una primera aproximación al PECA, realizada en 2004, en la que se implicó activamente a responsables y técnicos de los diferentes Departamentos de la Consejería de Cultura en la sistematización de la realidad del sector cultural sobre el que actúan, se elaboró una matriz de diagnóstico-retos que sirvió de punto de partida para la formulación del Plan. A partir de aquí, el proceso de elaboración del PECA se ha estructurado en cuatro tiempos o fases en los que han participado diversos grupos de actores con cometidos diferentes a fin de estructurar y distribuir las funciones para involucrar a la más alta cantidad de agentes, haciendo de su construcción un modelo de planificación participativa. El objetivo del primer tiempo fue completar el diagnóstico previo realizado y delimitar los vértices o ejes fundamentales de carácter transversal sobre los que diseñar el Plan. Para ello, se desarrolló una serie de sesiones directrices con el personal técnico de los Departamentos de la Consejería, cuya misión fue validar los contenidos del diagnóstico elaborado, definir los objetivos estratégicos para cada sector, realizar el análisis de los resultados esperados y la formulación de perspectivas. Durante esta fase se identificaron ocho líneas estratégicas o ejes transversales de interés sobre los que se ha vertebrado la estructura del Plan. Sobre la base de estas ocho líneas estratégicas se organizaron ocho mesas o grupos de trabajo, uno para cada línea, que tenían como objetivos hacer efectiva la participación e interacción de los componentes de la estructura de apoyo durante la elaboración del PECA y facilitar la coordinación de las aportaciones realizadas.

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Mesas de trabajo

1

Cultura y Tecnología. Mejora y modernización de los servicios culturales.

2

Economía y Cultura. La cultura como recurso. Las industrias culturales

3

Innovación y creatividad. Fomento de la creación.

4

Difusión, promoción y comunicación. Políticas de promoción cultural.

5

Identidad y modernidad.

6

Estrategias de cooperación y participación cultural.

7

Modelos de gestión cultural. Instituciones culturales y profesionales de la cultura.

8

Interculturalidad y diversidad cultural. Reconocimiento de los derechos culturales.

En la conformación de los grupos de trabajo se buscó la máxima pluralidad y representatividad de los segmentos culturales andaluces, respondiendo a los criterios actuales de configuración social. En total han sido 3.200 las personas que han colaborado en la formulación del Plan, en más de 50 reuniones de trabajo.


Durante el segundo tiempo se comenzaron las reuniones de las mesas de trabajo y se inició así la elaboración de contenidos del Plan. La dinámica de funcionamiento se basó en la combinación de las aportaciones y elaboraciones realizadas individualmente por sus miembros sobre la base de un documento inicial, con la discusión y construcción conjunta de las conclusiones finales. Además de esta plataforma de participación, el Plan Estratégico para la Cultura en Andalucía puso a disposición de la ciudadanía, a través de la página web de la Consejería de Cultura (www.juntadeandalucia.es/cultura/peca/), un foro de discusión para fomentar el debate en torno a los documentos base de cada una de las mesas, lo que ha permitido ampliar aun más el espacio de participación. El tercer tiempo se centró en la concreción y difusión del Plan. Durante esta fase, las Direcciones Generales de la Consejería de Cultura y los Organismos dependientes de la misma analizaron las principales preocupaciones y sugerencias aportadas en cada mesa, recogidas en un documento de conclusiones. Este documento fue también presentado como material de debate en las reuniones celebradas en todas las provincias andaluzas y en los posteriores encuentros con distintos colectivos y sectores profesionales, dando así comienzo el período de Información Pública. De este modo, la Consejería de Cultura ha hecho partícipe del PECA a todos los sectores profesionales, a las diferentes administraciones y a otras instituciones que desarrollan su trabajo en Andalucía, implicándolos en su formulación e invitándolos a hacer todas las propuestas que permitan que el consenso sobre el mismo sea el más amplio posible.

El cuarto tiempo se ha destinado, por una parte, a dotar de coherencia física y financiera a la estrategia de actuación planteada, articulando las propuestas realizadas bajo un esquema lógico de programación común a todas las áreas estratégicas de intervención y, por otra, a definir una batería de indicadores que posibilite el seguimiento del Plan y sus posteriores evaluaciones. Para ello se ha contado con un equipo externo de expertos en evaluación y planificación que ha sometido al PECA a un ejercicio de evaluación ex ante que ha facilitado la reestructuración de los programas y líneas de actuación y el establecimiento de indicadores, garantizando así la evaluabilidad futura del Plan. A continuación se recoge de manera esquemática este proceso en cuatro tiempos.

3. planificación y evaluación participativas

Este itinerario de retroalimentación de la información ha permitido ir configurando, de manera progresiva, un Plan plural, abierto e integral, en un proceso en el que se ha propiciado la recopilación del mayor número de indicaciones y planteamientos posibles para impulsar las dinámicas culturales de Andalucía, recogiendo propuestas específicas para las grandes áreas temáticas de la cultura, con programas y proyectos de intervención en ocho subsectores culturales concretos.

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Proceso de elaboración del Plan Estratégico para la Cultura en Andalucía (PECA).

3.1.2. Planificación y evaluación ex ante: procesos paralelos para una mayor coherencia estratégica La evaluación ex ante que ha acompañado a la formulación del Plan, configurándose así como procesos interrelacionados que han caminado a la par, ha otorgado pertinencia y relevancia al diagnóstico y racionalidad y coherencia a la estrategia propuesta. De este modo, los resultados de la evaluación han permitido optimizar la planificación, al tiempo que ha conferido un mayor grado de evaluabilidad al Plan. Ello permite afirmar, por un lado, que el PECA parte de un análisis riguroso de la realidad, donde la pertinencia y relevancia del diagnóstico quedan avaladas por la participación de los actores clave en la definición de los problemas, lo que ha permitido contrastar y cualificar el análisis previo realizado por la Consejería con las inquietudes sociales e institucionales. Este análisis ha sido estructurado priorizando los problemas e identificando las relaciones causa-efecto existentes. 84

Por otro lado, la evaluación ex ante ha garantizado la racionalidad y coherencia de la estrategia puesto que el establecimiento de estas relaciones causales


ha permitido determinar de manera más racional la propuesta de objetivos, es decir, traducir la imagen formada de la realidad que se quiere modificar en la imagen ideal a la que se quiere llegar con el Plan. Este paso, que se denomina transformación de la imagen en negativo a imagen en positivo, y que convierte las relaciones entre las causas y efectos de los problemas en relaciones entre fines y medios, es la base que se ha utilizado en el diseño del PECA, pues cuanto más claramente estén identificados los problemas y sus causas, y mejor vinculados estén con los objetivos, más adecuadamente se puede abordar el diseño de la estrategia de intervención. Así, sobre la base del diagnóstico de dificultades se han propuesto estrategias para superarlas definiendo los objetivos, generales y específicos a alcanzar, y determinando los principales cambios que han de acometerse a corto, medio y largo plazo. Además, para facilitar la puesta en marcha de las actuaciones propuestas se ha realizado un análisis de los principales elementos que pueden influir en la ejecución de los programas. Con la finalidad de aumentar la coherencia interna de la estrategia propuesta se ha buscado la correspondencia entre los objetivos definidos y los programas propuestos para alcanzarlos. La estructura de programación es la siguiente: Estructura de programación.

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Partiendo de los fines generales que se persiguen con el Plan se han establecido cuatro niveles de planificación: áreas específicas, que expresan las ocho grandes áreas de intervención o subsectores culturales, 183 líneas de acción, que recogen las formas de intervención del Plan para conseguir los objetivos, 479 programas, y 1.267 medidas, unidad mínima de planificación en el PECA, donde se concretan las aspiraciones y directrices de las áreas definidas. A partir de los diferentes niveles de planificación se puede dibujar la relación entre los supuestos implícitos en la planificación, es decir entre las hipótesis de partida para el logro de los objetivos, y establecer así la articulación en cascada de las relaciones fines-medios que van desde el nivel jerárquico superior al nivel inferior. Esta lógica de programación se basa en la búsqueda de coherencia en los diferentes niveles de planificación y entre un nivel y el inmediatamente inferior. Con ello, la estrategia diseñada debe permitir que los objetivos a nivel más bajo, instrumentalizados mediante medidas y programas, contribuyan al logro de los objetivos del nivel superior. Lo contrario supondría una ruptura en la cadena de planificación. Para ello se han definido y agrupado aquellas medidas y programas de actuación con mayor potencialidad para generar sinergias, articulados y jerarquizados en función de su capacidad para dar respuesta a los objetivos del nivel superior. Así, la lógica que subyace a la coherencia del PECA, siguiendo de abajo a arriba el esquema representado en la figura anterior es la siguiente: con la puesta en marcha de las medidas y programas, agrupados en líneas de actuación, se pretende obtener los resultados esperados. La consecución de estos resultados tendrá un impacto en los objetivos específicos, que son la concreción de los objetivos generales definidos para cada área. Estos objetivos generales de cada área tendrán incidencia en el logro de los fines del Plan. En definitiva, se ha pretendido que cada nivel esté articulado con el nivel siguiente, de forma que no existan saltos en la planificación y que cada objetivo, general y específico, tenga su reflejo en un programa concreto de actuación. La aplicación de esta metodología en la formulación del Plan, basada en la utilización del ‘Enfoque del Marco Lógico de Planificación’, ha permitido mejorar la definición de los objetivos, al tiempo que facilita el diseño de los sistemas de seguimiento y evaluación del PECA.

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Así es, puesto que el diseño de los sistemas de seguimiento y las valoraciones y evaluaciones posteriores del Plan, donde se analizarán los resultados e impactos alcanzados, específicos y globales, se harán necesariamente en función de dichos objetivos. Es decir, la eficacia y eficiencia de la intervención se deberá estimar en relación con la contribución del PECA a la consecución de los objetivos perseguidos, los cuales deben llevar a la resolución de los problemas identificados previamente.


Todo ello garantiza, a priori, la evaluabilidad del Plan en lo que a diseño de la estrategia concierne, preparando así al PECA para ser evaluado. Esto es así puesto que durante el proceso de evaluación, la lógica de razonamiento de arriba a abajo que orienta la tarea de planificación se invierte, transformándose en una lógica de abajo a arriba que remonta desde las medidas y programas concretos a los objetivos específicos y generales que se persiguen. Por ello, cuanto más imperfecta sea la planificación más dificultades habrá para realizar la evaluación. Para facilitar la presentación de la estrategia se han incluido unas fichas para cada programa donde se recogen las medidas propuestas, el órgano de ejecución, la población objetivo y su localización, los indicadores principales de realización y la previsión financiera.

En consecuencia, se han analizado las potencialidades y las debilidades de los diferentes mecanismos de intervención de que dispone la administración pública para incidir sobre un sector determinado de la actividad económica, y se han buscado dispositivos de articulación de los sectores estatal, privado y asociativo, facilitando la coordinación de las inversiones y el desarrollo estratégico de cada sector. Así, se ha examinado el grado de conexión con los organismos descentralizados, con el sector privado y con los organismos internacionales, buscando una formulación de la política compartida con otras instituciones públicas y privadas relacionadas con la promoción cultural.

3. planificación y evaluación participativas

También se ha velado por garantizar la coherencia externa de las actuaciones propuestas con otras medidas y planes desarrolladas en Andalucía, porque siendo este un plan específico del sector no se puede descompasar del resto de las acciones emprendidas por el gobierno regional para mejorar la calidad de vida de los ciudadanía. En esta línea, la filosofía subyacente en el PECA es la de una planificación integral de la política cultural que incorpora elementos de oferta, tanto sectoriales como horizontales, de aplicación a toda la población andaluza. Los programas y medidas que lo configuran se han planteado como instrumentos que contribuyen a la consecución de retos parciales para el desarrollo regional, buscando complementariedad y sinergias propias de una intervención coordinada con el resto de actuaciones regionales.

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3.2. La evaluación: una herramienta orientada a la mejora de la planificación

En el Plan Estratégico para la Cultura en Andalucía (PECA) se otorga a la evaluación un papel fundamental al servicio de la mejora de la calidad y eficacia de la planificación, y así la concibe como una herramienta relevante para conocer el funcionamiento, los resultados y los efectos de los programas y líneas de actuación propuestos. Esta concepción de la evaluación amplía y desarrolla la perspectiva tradicional que la consideraba la última etapa en el proceso de elaboración de los planes y políticas públicos para entenderla como un proceso que constituye una parte fundamental del ciclo integrado de la política pública de desarrollo de la cultura (ver gráfico) donde, junto al seguimiento, retroalimenta el proceso de planificación, permitiendo el incremento progresivo y continuo de la eficacia del Plan. Ciclo de planificación, seguimiento y evaluación.

La evaluación no es, por tanto, el último paso a realizar una vez finalizadas las intervenciones, sino que se integra desde el primer momento en que éstas se conciben y diseñan y que durará todo su período de vida. Prueba de ello es el proceso de evaluación ex ante realizado durante el diseño del Plan y el modelo de seguimiento y evaluación por el que se apuesta.

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Frente a los controles legales, financieros o administrativos, que tratan de verificar si los recursos se han utilizado correctamente y conforme a las normas públicas, la evaluación se centra en la valoración del Plan en su conjunto y de los diferentes niveles de planificación: áreas, líneas, programas y medidas, analizando, entre otros aspectos, los siguientes: sus objetivos, generales y específicos, explícitos e implícitos; las medidas emprendidas para el logro de los objetivos y los instrumentos utilizados; los procesos puestos en marcha, identificando las vinculaciones entre las medidas, las tareas que se realizan, quién y como las pone en marcha


y cuáles son las causas de los resultados que se obtienen; la capacidad de los agentes implicados en la política cultural para asumir las tareas vinculadas a su planificación, ejecución, gestión, seguimiento y evaluación; los resultados alcanzados, positivos y negativos, esperados y no esperados, a corto, medio y largo plazo, tanto sobre los territorios como sobre los sectores priorizados; y los impactos de la política sobre el fomento de la cultura como factor de desarrollo regional. Convencidos de la utilidad de la herramienta, desde la Consejería de Cultura se ha considerado que debe implantarse e institucionalizarse en la gestión y aplicación del PECA puesto que: • Aumenta el conocimiento de los que diseñan, gestionan y ejecutan los programas y medidas; y facilita la toma de decisiones. La evaluación contribuye a dinamizar el proceso de retroalimentación y aprendizaje sobre la propia práctica: los responsables de un programa aprenden, evaluándolo, a mejorar su diseño, a administrarlo, a implementarlo y, sobre todo, a adaptarlo mejor al contexto, a la realidad social en la que se ejecuta. La evaluación implica siempre una mejora en la calidad de la información que los programas generan y, por eso, es útil a los gestores, que pueden decidir si un programa debe continuar, expandirse, modificarse o finalizar.

• Hace efectiva la participación de la ciudadanía, técnicos/as, gestores/as y políticos/as en la toma de decisiones sobre el PECA, puesto que la evaluación proporciona cauces para la implicación de todos los colectivos en la valoración del diseño, seguimiento y resultado del Plan. De esta forma, la información que se genera en la etapa de evaluación prepara el terreno para la concertación de los agentes socioeconómicos y grupos de interés que intervienen en los procesos de decisión pública, favoreciendo el intercambio de opiniones a fin de introducir las modificaciones en la planificación que demande la realidad. • Incrementa la eficacia y eficiencia del Plan porque permite detectar y corregir los errores y efectos no deseados, con lo que agiliza y flexibiliza el funcionamiento de la administración. A la luz de los resultados de las evaluaciones, los decisores pueden, en caso necesario, introducir las modificaciones oportunas, tanto en la estrategia diseñada como en los objetivos de partida.

3. planificación y evaluación participativas

• Satisface las necesidades de información y transparencia de cuantos agentes e instituciones participan en el proceso socioeconómico, dando respuesta a las demandas de información del poder legislativo de la administración, de los centros gestores de las medidas del Plan y de la ciudadanía en general, especialmente de aquellos grupos sociales especialmente afectados por el PECA. Posibilita, por tanto, la rendición de cuentas sobre lo que se va haciendo y se ha hecho, como parte del proceso socio-político democrático, aumentando, de esta manera, la transparencia en la toma de decisiones.

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• Optimiza los aspectos técnicos de los programas relacionados con su elaboración, gestión y ejecución, otorgándole mayor racionalidad a todo el proceso y mejora las prácticas de la administración, pues introduce la cultura de calidad, de compromiso, eficacia y eficiencia, que debe presidir la intervención pública. La evaluación proporciona los instrumentos necesarios para continuar el proceso de reforma de la administración hacia una gestión más eficaz y eficiente en una sociedad democrática que exige transparencia en el uso de los recursos públicos. En resumen, con este planteamiento, la evaluación se convierte en una herramienta orientada a la planificación y a la gestión puesto que entre sus propósitos se encuentran: mejorar los procesos de toma de decisiones a través de mecanismos de retroalimentación; rendir cuentas de las acciones emprendidas, reforzando el sentido de responsabilidad como parte del proceso de democratización y participación en la toma de decisiones; y contribuir a la formación, aprendizaje y capacitación de las organizaciones e instituciones que participan en el proceso de evaluación, permitiendo la incorporación a la política de cultura andaluza de las mejores prácticas y las lecciones de la experiencia. Por eso, una labor fundamental asociada a la evaluación consiste en la efectiva utilización y aplicación de sus conclusiones y recomendaciones, para que sea un verdadero instrumento de aprendizaje que permita mejorar la actividad evaluada o actividades similares.

3.2.1. La evaluación participativa: pluralidad y utilidad bajo una aproximación integral Para que la evaluación se integre de forma efectiva en el ciclo de planificación de la política cultural andaluza y genere los procesos de aprendizaje necesarios para mejorar la calidad y utilidad del PECA, debe aplicarse un modelo evaluativo que, acorde con las peculiaridades de esta política y los condicionantes metodológicos que estas conllevan, se base en los siguientes criterios:

• Participación y pluralidad. La evaluación se realiza para que sus resultados sean utilizados. Por tanto, debe producir información útil a todos los que participan en el Plan y fundamentalmente a sus destinatarios.

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Consecuentemente, parar garantizar la utilidad y aplicación de los resultados de la evaluación, el modelo propuesto parte de la aplicación de un enfoque de evaluación participativo respetuoso con los aspectos de género, que permita satisfacer las exigencias de información y transparencia de cuantos actores participan en el proceso, permitiendo que las peticiones, demandas, asuntos y cuestiones planteadas por los implicados se conviertan en foco organizativo, es decir, en la base para determinar las cuestiones a las que la evaluación debe dar respuesta.


En este sentido se entiende la evaluación como un proceso de diálogo y negociación, promoviendo la participación activa de los agentes implicados en el PECA, determinando qué información necesitan, cuándo, cómo y para qué se utilizarán los resultados. Además, la implicación de políticos, gestores y técnicos, y del resto de actores relacionados con el desarrollo del Plan es una condición indispensable para poder realizar su evaluación, puesto que es fundamental que exista un clima favorable de cooperación y entendimiento entre evaluadores y evaluados que facilite la realización de la evaluación y asegure su utilidad. La creación de la Unidad de Seguimiento y Evaluación, uno de los programas incluidos en el PECA, proporcionará los medios para hacer efectiva esta participación de los actores clave, consolidando la estructura de apoyo creada para la elaboración del Plan, y abriendo el proceso a otros agentes relevantes. La evaluación servirá así de canal para obtener una valoración más plural y cercana, que permitirá cualificar los resultados e impactos generados e indagar en las causas directas e indirectas de los efectos producidos, haciéndolos partícipes en el proceso de toma de decisiones sobre la política pública de cultura.

• Orientación hacia el aprendizaje y la utilización de resultados. Con las evaluaciones se genera conocimiento que permite fomentar el aprendizaje organizacional sobre los planes y programas puestos en marcha, de forma que se puedan incorporar a la gestión y a la planificación aquellos elementos que hayan mostrado mayores y mejores logros, permitiendo la difusión y transferencia de las mejores prácticas y la corrección de las peores. Por ello, en el modelo de evaluación sugerido se prioriza la función formativa de la evaluación sobre la sumativa. Frente a la evaluación sumativa o conclusiva, cuyo objetivo es recoger información sobre los resultados finales del Plan y, en función de ellos, concluir si debe continuar o no, con la evaluación formativa se pretende proporcionar información que sirva para mejorar el objeto evaluado, detectando los puntos críticos y estableciendo recomendaciones. En consonancia con lo anterior, el modelo de evaluación por el que se apuesta, representado en el esquema siguiente, parte de la aplicación de una aproximación integral y sistémica, donde la evaluación, con independencia del momento temporal en el que se realice, contempla todas las etapas de la intervención, desde que se diseña hasta que se manifiestan sus resultados e impactos. Por tanto, como se representa en el siguiente gráfico, abarca el análisis de racionalidad y coherencia de los objetivos e instrumentos planteados en el Plan (evaluación de diseño), el estudio

3. planificación y evaluación participativas

Desde la Consejería de Cultura se tiene la conciencia clara de lo que supone la participación como valor democrático cuya concreción no sólo redunda en la calidad ética de las instituciones políticas sino también en la viabilidad y eficacia de las políticas que desde ellas se ponen en práctica.

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de los procesos de aplicación y gestión de las medidas y programas (evaluación de la gestión) y la valoración los resultados e impactos finales (eficacia y eficiencia). A pesar de que la evaluación de diseño se ha realizado antes de poner en marcha el PECA, la evolución de la realidad social en la que se desarrolla el Plan exige dotar Aproximación integral de la evaluación. Fuente: Plante (1991), citado por Osuna y Márquez (2000). Guía para la evaluación de políticas públicas. IDR. Sevilla.

de flexibilidad y capacidad de adaptación a la planificación realizada, por lo que resulta conveniente repetir este tipo de ejercicio evaluativo durante el desarrollo de los programas y una vez finalizado el período de ejecución del Plan. Su objetivo es indagar en los factores explicativos de los efectos alcanzados, valorando la adecuación de la estrategia propuesta y de la efectivamente desarrollada al contexto en el que se aplica el Plan. La evaluación de la gestión supone el estudio de los procedimientos y mecanismos establecidos para la administración del Plan y de los elementos organizativos de los centros gestores relacionados con la aplicación de las medidas, determinando el rol de cada uno, la idoneidad de la organización, la adecuación de los flujos de comunicación y coordinación y la suficiencia en la dotación de recursos para la gestión y ejecución del Plan y para llevar a cabo su seguimiento y evaluación. La evaluación de resultados tiene como objetivo conocer hasta qué punto el Plan está consiguiendo o ha conseguido los objetivos más directos e inmediatos perseguidos por los programas y líneas de actuación (eficacia) y con qué recursos (eficiencia).

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En la evaluación de impactos se deben valorar los efectos más generales y menos inmediatos del Plan, deslindando los efectos derivados de la intervención (efectos netos) del conjunto de cambios observados (efectos brutos), ya que estos pueden deberse a otros planes y programas o a la evolución del contexto socioeconómi-


co. Es una evaluación más compleja y que requiere para su realización que haya transcurrido determinado período de tiempo desde que finaliza el Plan para que se manifiesten estos efectos. En definitiva, desde esta aproximación integral la evaluación se concibe como una metodología de análisis sistemático, que se aplica para determinar el mérito o valor de la formulación y diseño, aplicación y gestión, así como de los resultados e impactos generados por los programas y por el conjunto del Plan, con independencia del momento temporal en el que se realice en relación con el ciclo de vida de la intervención, esto es, antes, durante o después de su aplicación. En línea con este planteamiento, participativo, plural e integral, orientado hacia el aprendizaje y hacia la utilización de los resultados, se defiende el empleo de técnicas tanto cualitativas como cuantitativas para la recogida y análisis de datos, combinando los análisis de carácter antes-después y de arriba-abajo (top-down), que posibilitan evaluar el impacto total del Plan, con estudios de abajo-arriba (bottom-up) para analizar las relaciones de causalidad y determinar el impacto específico de cada programa, asegurando que los métodos a aplicar incidan en los aspectos de género y permita la participación en la evaluación de los grupos de actores o colectivos beneficiarios.

3.2.2. El seguimiento: una tarea insoslayable

Frente a la evaluación, que se realiza en un momento determinado del tiempo, y cuya finalidad es emitir un juicio crítico sobre la validez de la intervención, el seguimiento, que debe ser continuo, tiene como objetivo informar de manera aislada de cada uno de los elementos del Plan, mostrando su ritmo de aplicación y desarrollo respecto a lo previsto o en relación con parámetros aceptados. El seguimiento es una tarea estrechamente relacionada con la gestión, por lo que debe llevarse a cabo internamente en la administración pública por parte de los centros encargados de la aplicación del PECA, ya que son los gestores y gestoras los que tienen un conocimiento más detallado y actualizado de la evolución de las medidas y programas del Plan.

3. planificación y evaluación participativas

Uno de los condicionantes del alcance y costes de una evaluación es la cantidad, y sobre todo la calidad, de la información disponible acerca de lo realizado y sus resultados. Además, toda aquella información relevante sobre la evolución del PECA que no se vaya recabando y sistematizando durante su aplicación dificultará la toma de decisiones sobre las medidas a emprender. Por ello se han sentado las bases para la construcción de un sistema de seguimiento adecuado, útil a planificadores, gestores y evaluadores, que permita conocer periódicamente cómo se están desarrollando las medidas y qué efectos están causando, identificando los puntos críticos en la aplicación del Plan y recopilando la información necesaria para las evaluaciones.

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Para garantizar la realización del seguimiento y velar por la calidad, fiabilidad y fluidez de la información, la Consejería de Cultura, responsable del seguimiento del PECA, delegará en la Unidad de Seguimiento y Evaluación las tareas relacionadas con su coordinación. (*) La elaboración de unos protocolos de seguimiento donde se detallen el procedimiento a seguir para recopilar y sistematizar la información necesaria para mejorar la gestión y facilitar la evaluación sería en este sentido de gran utilidad.

Para que esté integrado en la estructura organizativa debe ser ágil, oportuno y eficaz, al tiempo que debe permitir recabar datos para satisfacer las necesidades de información de los actores participantes, abarcando los niveles y ámbitos de planificación, garantizando la oportunidad y fiabilidad de la información que suministra*. En relación con los ámbitos, el sistema de seguimiento debe centrarse en ofrecer información sobre el desarrollo en términos físicos y financieros del Plan y sus programas, esto es, de lo realizado y sus resultados y del grado de cobertura de la población objetivo, de las variables del contexto socioeconómico en el que se inserta y de los elementos relacionados con la gestión de las medidas. Además debe contemplar los diferentes niveles establecidos en la programación. Así, la ruta de análisis en la definición de indicadores debe seguir de abajo a arriba la cadena lógica de planificación, remontando desde la ejecución de las medidas (indicadores de realización) hasta los descriptores que permitan verificar el logro de los resultados (indicadores de resultado) y de los objetivos específicos y generales de las áreas en las que se incluyen (indicadores de resultados e impactos). El sistema de seguimiento se sustenta en la definición de un conjunto de indicadores, variables que describen y recogen información de carácter cualitativo y cuantitativo sobre algún aspecto del Plan. No se puede establecer taxativamente el número óptimo de indicadores que debe formar parte de esa batería, ya que esto depende de la especificidad de la actividad que se quiere analizar, pero en ningún caso debe ser inferior al necesario para conocer la entidad de la medida concreta, ni tan numeroso que produzca una sobrecarga de información que dificulte su estudio y tratamiento. En el caso del PECA, como apoyo a la gestión y para facilitar su evaluación, se ha diseñado un sistema de seguimiento sustentado en el establecimiento de indicadores en torno a los niveles más bajos de planificación, definidos, en su mayor parte, en términos de indicadores de realización y resultado, lo que permitirá recopilar información sobre el desarrollo de las medidas y programas y sus efectos más directos e inmediatos. En su formulación se ha procurado que sean pertinentes, consistentes, objetivos, fáciles de interpretar, comparables y accesibles. Estos indicadores básicos servirán de referencia para la construcción de los indicadores de eficacia, que comparan lo realizado con lo previsto y de otros indicadores de carácter más global.

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El establecimiento de este conjunto indicadores no debe considerarse en ningún caso como un trabajo cerrado ni exhaustivo, pues deberá actualizarse y completarse durante el desarrollo del Plan y con la elaboración de los informes anuales y de las


evaluaciones intermedias y ex post. Así pues, es necesario definir una batería de indicadores adicionales y complementarios ajustados al desarrollo de las medidas del Plan y, fundamentalmente, a la evolución del contexto socioeconómico en el que se desarrolla la intervención (indicadores de contexto). Esto es así puesto que el PECA, al igual que cualquier intervención pública, se ha programado en un contexto económico, político, social e institucional determinado, cuya principal característica es su continua evolución. El seguimiento de estas variables es importante porque permite identificar y reducir los riesgos existentes para la realización de las medidas y porque fomenta la capacidad de responder a oportunidades y riesgos inesperados, facilitando así la adopción de decisiones en situaciones de incertidumbre. El uso de los indicadores de contexto para la ejecución del Plan y en la evaluación de sus efectos directos debe ser matizado, ya que hacen referencia a todo un territorio o población objetivo, sin distinción entre los cambios producidos por el Plan de aquellos que no lo han sido. A través de técnicas de análisis de causalidad se puede realizar una separación entre los efectos del Plan, y los provocados por factores exógenos. El cambio general en el contexto socioeconómico es medido mediante estos indicadores de referencia o contexto. La información facilitada por estos indicadores normalmente incluye un valor de fondo, también llamado estado inicial (antes de la aplicación de la intervención) y valor actual (una vez que se ha llevado a cabo). Para el cálculo de los indicadores se pueden utilizar fuentes primarias o secundarias. Es precisamente en la información derivada de estas últimas donde se suelen encontrar problemas debido a:

• Los retrasos en la publicación de las estadísticas, lo que dificulta la utilización de la información que suministran los indicadores para la toma de decisiones públicas en tiempo y forma. • La ausencia de datos en relación con los requisitos de los programas y medidas, lo suficientemente desglosados, lo que condiciona el alcance del seguimiento y, consecuentemente, de las evaluaciones realizadas. La Unidad de Seguimiento y Evaluación puede jugar un rol fundamental cubriendo, en la medida de lo posible, la ausencia de indicadores de referencia adecuados en las estadísticas regionales mediante la propuesta de un sistema de información fiable basado en la construcción de indicadores relacionados con los sectores culturales, que ofrezca información útil y tiempo oportuno para poder incorporarla en el proceso de toma de decisiones.

3. planificación y evaluación participativas

• La ausencia de datos relevantes a una escala geográfica apropiada. Los indicadores deben definirse considerando la variable territorial que permita un seguimiento adecuado espacialmente.

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3.3. Los informes anuales y las evaluaciones del peca: el plan de evaluaciones

Durante el desarrollo del Plan Estratégico para la Cultura en Andalucía (PECA) se realizará de forma continua el seguimiento de lo realizado y sus resultados directos y, anualmente, se elaborarán informes de ejecución física y financiera. Además, la Consejería de Cultura promoverá la realización de evaluaciones intermedias y ex post del Plan. Estas evaluaciones harán referencia a todos los niveles de planificación, estableciendo conclusiones sobre el desarrollo de cada uno y sobre el conjunto de la estrategia. En cualquier caso, será la Unidad de Seguimiento y Evaluación quien concrete en mayor medida el plan de evaluaciones a realizar sobre el PECA, acotando sus dimensiones, el alcance y su periodicidad, determinando los criterios a seguir para seleccionar los programas y áreas que se incluirán en cada evaluación, su horizonte temporal y su cobertura geográfica. Frente a los informes anuales, que podrán elaborarse internamente, para la realización de las evaluaciones se contará con un equipo de evaluación externo que preste asistencia técnica para el desarrollo del estudio de evaluación, pudiendo optar por una evaluación mixta, en la que se implique al personal técnico de los departamentos de la Consejería responsable de la gestión y ejecución del Plan, respetando en todo momento los principios de independencia e imparcialidad. De un lado, la realización de una evaluación externa contribuye a incrementar la independencia y credibilidad de los resultados. De otro, la implicación de los técnicos y gestores de la administración que conozcan los elementos organizativos principales y estén familiarizados con el PECA y con su contexto garantiza una mayor adecuación del proceso evaluativo al objeto de evaluación y una mayor apropiación del aprendizaje que se genera durante el proceso de evaluación, lo que permite aumentar el uso de los resultados de la evaluación, fomentando la introducción de mejoras en la planificación. Además, cuando el órgano de evaluación es independiente del de planificación y gestión, como ocurre en el caso de la Unidad de Seguimiento y Evaluación, la credibilidad del proceso aumenta.

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Para garantizar la calidad del proceso, el modelo de seguimiento y evaluación debe hacer referencia a las características planteadas: participativo, contando con las personas o entidades que poseen información relevante para el proceso evaluativo, orientado al aprendizaje y basado en la aplicación de una aproximación integral de la evaluación.


Calidad del proceso de seguimiento y evaluación.

El proceso debe ser independiente y debe velarse por el comportamiento ético de los responsables de recopilar y analizar la información, fundamentalmente aquella proveniente de fuentes primarias, respetando la cultura, creencias e intereses de los participantes, garantizando la confidencialidad en caso de conflicto. Para facilitar la adopción de las recomendaciones que se propongan, los informes deben ser claros y fácilmente interpretables, estableciéndose de manera rigurosa las relaciones causales entre la información analizada, los resultados obtenidos, las conclusiones extraídas y las recomendaciones propuestas.

3.3.1. Los informes anuales de ejecución física y financiera

La ejecución física de los programas se basará en la explotación de los indicadores de realización y resultados físicos elaborados para cada programa. Por su parte, la ejecución financiera del Plan se sustentará en la información proporcionada por los indicadores financieros, que seguirán los gastos comprometidos y ejecutados por programas. Su realización debería coincidir con la elaboración del presupuesto, para que pueda presentarse al Parlamento andaluz junto con el proyecto de Ley del Presupuesto de la Comunidad Autónoma de Andalucía. Podrán llevarse a cabo internamente, desde la Unidad de Seguimiento y Evaluación, contando para ello con el personal técnico de los departamentos y organismos dependientes de la Consejería de Cultura encargado de la gestión de los programas y con expertos externos.

3. planificación y evaluación participativas

La explotación de los datos que proporcione el sistema de seguimiento se recogerá anualmente en un informe que detalle la ejecución física y financiera de los programas del Plan y de una visión de conjunto del grado de realización de las medidas propuestas.

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3.3.2. Las evaluaciones intermedias Se llevan a cabo a medio camino en la ejecución del Plan. Consiste en el análisis crítico del conjunto de datos recogidos por el sistema de seguimiento, los incluidos en los Informes anuales y los recopilados por procedimientos establecidos ad hoc. El horizonte temporal del PECA exige que se lleve a cabo una evaluación durante su ejecución al concluir el año 2009. Estas evaluaciones deben pronunciarse sobre el desarrollo de la intervención para determinar: • El estado de ejecución financiera de los programas, líneas de actuación y áreas de intervención del Plan, analizando para ello los indicadores financieros establecidos para el seguimiento de la ejecución del gasto. • El nivel de ejecución física de las medidas, reflejando los atrasos y desvíos respecto a lo previsto, indicando las causas de las discrepancias. • Los principales avances alcanzados en la consecución de los objetivos propuestos. Es decir, debe analizarse la forma en que los objetivos perseguidos se están consiguiendo, explicando las diferencias y estimando anticipadamente los resultados finales de la intervención, examinando la pertinencia de los objetivos considerados a la luz de la evolución de la realidad sobre la que actúa el Plan. • La coherencia externa del Plan en relación con otras medidas y programas de la administración pública con los que pueda presentar sinergias y complementariedades. • La idoneidad de la estructura organizativa y del sistema de gestión articulado para el óptimo desarrollo de los programas incluidos en el PECA, proponiendo en su caso, las modificaciones y ajustes oportunos. • La adecuación del sistema de indicadores propuesto, analizando el nivel de cumplimiento en la recopilación de la información, su integración en la estructura organizativa de los centros gestores de los programas y la necesidad de actualización de la batería definida en el Plan. Se pronuncia, por tanto, sobre la validez de la intervención en curso, siendo su objetivo principal obtener información relevante y precisa que permita introducir las modificaciones necesarias en el diseño o ejecución del Plan. Es, en este sentido, la herramienta que ofrece insumos a los gestores para tomar decisiones sobre los aspectos que están condicionando la marcha del Plan, confiriendo a la planificación un carácter flexible, dotándola de capacidad para adecuar los programas y las medidas establecidas a los cambios que se vayan demandando en función del desarrollo de lo programado y de la evolución de los problemas y necesidades que justificaron la estrategia adoptada. 98


El PECA contempla pues, mecanismos de revisión y modificación que pueden afectar a distintos niveles de programación y ámbitos de la planificación (diseño, gestión, ejecución y financiación). Las modificaciones que sean propuestas como resultado de las evaluaciones intermedias (o incluso de los informes anuales de ejecución física y financiera) serán analizadas por la Unidad de Seguimiento y Evaluación y trasladados a las direcciones generales y organismos implicados, siendo la Consejería de Cultura quién evaluará la influencia de dichos cambios sobre el diseño global y sobre la estructura organizativa del Plan. No debe confundirse a la evaluación intermedia con el seguimiento. El seguimiento informa de manera aislada de los elementos de la intervención, mientras que con la evaluación intermedia se relacionan todas las variables para emitir un juicio crítico sobre sus méritos y logros. Frente a los informes anuales de ejecución física y financiera, que se elaborarán sobre la base de los indicadores de seguimiento formulados, para la realización de las evaluaciones intermedias se requerirá información adicional derivada de fuentes primarias de información y la realización de estudios específicos sobre determinados aspectos y dimensiones del Plan.

3.3.3. La evaluación ex post Se realizará una vez finalizado el Plan y su objetivo es emitir un juicio acerca del éxito de la intervención, siendo la valoración de los resultados e impactos su principal cometido. Además, deben evaluarse, buscando las causas del éxito o fracaso de la intervención, más que como un objetivo en sí mismo, los siguientes aspectos, analizados también durante la realización de las evaluaciones intermedias:

• El acierto de la estrategia diseñada, valorando su grado de flexibilidad y capacidad de adaptación a los cambios observados en la realidad sobre la que se proyecta el Plan. • La eficacia en la consecución de los objetivos y sobre la eficiencia en la asignación de los recursos. • La coherencia externa y coordinación de las medidas con otras actuaciones públicas, determinando el valor añadido y las sinergias generadas. • La adecuación de los mecanismos de gestión y seguimiento diseñados. Este informe de evaluación ex post, de carácter retrospectivo respecto al Plan, servirá como elemento de referencia para la formulación de nuevas intervenciones

3. planificación y evaluación participativas

• El grado de ejecución física y financiera del Plan, explicando las causas de los desvíos respecto a lo acordado.

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públicas de la administración autonómica en materia de política cultural y en él se tendrá en cuenta el juicio crítico del sector. Puesto que se trata de un Plan dirigido a solucionar problemas estructurales, muchos de los efectos de los programas aplicados no podrán ser plenamente evaluados hasta haber pasado un período más largo de tiempo desde su finalización para que se manifiesten los impactos y efectos más indirectos, por lo que se recomienda dejar transcurrir un tiempo desde que acabe el Plan para su realización. En la figura siguiente se recoge de forma gráfica el procedimiento de seguimiento y evaluación propuestos, indicando los documentos a elaborar.

Seguimiento y evaluación propuestos

3.4. Unidad de Seguimiento y Evaluación:

plataforma de participación para la evaluación Para facilitar el proceso de evaluación del PECA y garantizar la utilidad de sus resultados, antes de poner en marcha las evaluaciones propuestas es necesario identificar los diferentes intereses involucrados e identificar los propósitos y cuestiones concretas a los que el proceso evaluativo debe dar respuesta. Estos propósitos y cuestiones, objetivos específicos de la evaluación, están directamente relacionados con los usos y utilidad esperada por los actores implicados en el Plan, que son los potenciales usuarios de los resultados que se obtengan.

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En coherencia con este modelo de evaluación participativa, desde la Unidad de Seguimiento y Evaluación se creará un espacio de participación en el que se implicará a los principales actores involucrados en el desarrollo del Plan y a una muestra representativa de los destinatarios de las medidas, definiendo la prioridad de participación en función de su relevancia para la evaluación y de los recursos disponibles.


La Unidad de Seguimiento y Evaluación funcionará como célula de evaluación, actuando como unidad gestora de las evaluaciones y garante de la realización del seguimiento de los programas y de la elaboración de los informes anuales de ejecución física y financiera. Para ello debe asegurar la participación de todos los actores implicados garantizando la fluidez de los mecanismos de comunicación y supervisar la calidad del trabajo realizado. En este sentido, son funciones de esta Unidad, entre otras, las siguientes: • Garantizar y coordinar el seguimiento de los diferentes programas del PECA. • Coordinar la realización de los informes anuales de ejecución física y financiera. • Concretar el plan de evaluaciones a realizar sobre el PECA, determinando las dimensiones y ámbitos a evaluar en cada caso, el alcance geográfico y sectorial, periodicidad y plazos de las evaluaciones, contenidos, ámbitos y presupuesto. • Aportar insumos y participar en la redacción de los ‘términos de referencia’ para la contratación de los servicios de asistencia técnica para el desarrollo de las evaluaciones del Plan, estableciendo el perfil que considere adecuado solicitar a los equipos de evaluación. • En función de los propósitos e intereses de los actores clave, participar en la determinación de las preguntas de evaluación que respondan a sus demandas de información, priorizando aquellas que se abordarán en las evaluaciones a realizar en función de su relevancia para el proceso de toma de decisiones y la rendición de cuentas. • Facilitar la participación institucional y ciudadana en las evaluaciones del Plan, describiendo el papel y funciones que va a asumir la plataforma participativa en el proceso de seguimiento y evaluación.

• Poner a disposición de los equipos de evaluación toda la información y documentación relevante de la intervención (documentos programáticos, indicadores de seguimiento, informes sobre el Plan, bases de datos, etc.). • Supervisar la calidad del proceso y los documentos e informes que se vayan generando durante las evaluaciones para enriquecerlos con las aportaciones de la diversidad de actores representados y asegurar que dan respuesta a los intereses y demandas de información sobre el Plan de manera rigurosa, objetiva e independiente. • Garantizar la independencia y comportamiento ético de los evaluadores, para que no exista ningún conflicto de interés cuando deban acceder a los actores e informantes clave necesarios para la evaluación, verificando que la interacción con los actores se desarrolla en un clima de trabajo correcto, respetando la cultura e intereses locales.

3. planificación y evaluación participativas

• Facilitar el acceso a los agentes informantes clave que deban participar en entrevistas, grupos de discusión o cualquier otra técnica de recopilación de información primaria.

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• Por último, no debe olvidarse que la evaluación constituye un proceso que termina con la difusión de sus resultados entre los actores y la incorporación de las recomendaciones y lecciones de la experiencia. Por ello, desde la Unidad de Seguimiento y Evaluación se diseñará un plan de devolución, comunicación y difusión de los resultados de las evaluaciones, especialmente entre los centros directivos implicados en las evaluaciones que deberán posicionarse sobre el grado de aplicación de las recomendaciones propuestas en los informes de evaluación. Además de este canal de participación, durante el desarrollo de las evaluaciones podrán constituirse comisiones mixtas o comités de seguimiento que representen los principales intereses implicados en cada evaluación (evaluados y evaluadores) y cuya función, de carácter técnico, será la de dar seguimiento a los procesos evaluativos puestos en marcha. Será la Unidad de Seguimiento y Evaluación quien establezca los mecanismos de funcionamiento de estos comités.

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marco estratĂŠgico

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4. Marco Estratégico Misión.

Es la imagen actual que enfoca los esfuerzos que realiza la organización para conseguir los propósitos fundamentales. Orientamos todas nuestras energías para disponer de una administración pública cultural andaluza con capacidad de relación que lidere y coordine las acciones con otros agentes públicos y privados, y fomente la creatividad y la innovación como fuente de todo proceso cultural. Valores.

Son las cualidades que respaldan el trabajo de la organización y de sus relaciones con la ciudadanía y los agentes sociales. Damos un enfoque moderno a nuestras acciones, sabiendo encontrar el equilibrio entre modernidad y tradición, respetando los valores culturales de Andalucía, sin por ello abandonar el acercamiento a las vanguardias. Dotamos de un carácter participativo a nuestras políticas, donde todos los segmentos culturales deben sentir que les representa, que les va a ser útil y les tiene en cuenta, buscando para ello el mayor consenso posible. Se tiene una dimensión comprensiva de nuestra misión, capaz de entender el proyecto cultural de manera global, siendo la carta de navegación que se utilice en el futuro para la solución tanto de los actuales como de los previsibles nuevos conflictos culturales. 104

Damos a nuestra labor una orientación integral, entendiendo que la integralidad se ha de dar en su propia capacidad para insertarse en otras políticas públicas.


Nuestro empeño tiene un sentido referencial, para lo cual se habrá de contar con la coordinación con otras administraciones, y la cooperación con instituciones privadas, así como la inserción de políticas de comunicación y de diálogo respecto a la ciudadanía. Nos sometemos a la evaluación de nuestro trabajo, generando instrumentos de medición para el sector y parámetros de investigación para el desarrollo sostenible en el futuro. Visión.

La organización tiene una visión de cómo podría ser la sociedad en el futuro. Nos comprometemos con el desarrollo de una administración cultural andaluza que lidere y coordine los esfuerzos para el progreso de la cultura en Andalucía. Nos esforzamos por construir un sector económico cultural potente, con fuerte capacidad de producción y de difusión de sus contenidos. Cimentamos una administración que favorezca y facilite la participación ciudadana en la cultura, que a la vez colabore en la definición del marco formativo. Creemos en una sociedad consciente del valor de la interculturalidad como factor de enriquecimiento de la creación, punto de arranque de los procesos culturales. Construimos una sociedad que acerque la cultura a su cotidianeidad. Elaboramos políticas culturales que estén orientadas a los ciudadanos, apoyadas en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, y que coopere para eliminar las desigualdades y fomente la convivencia con los diferentes. Trabajamos por difundir la cultura andaluza en el mundo, como la mejor carta de presentación de nosotros mismos, y al mismo tiempo, nos esforzamos por poner a disposición de los andaluces aquellas manifestaciones culturales de otros lugares del mundo, como la mejor manera de conocerlos.

El Plan Estratégico para la Cultura en Andalucía (PECA) se ha diseñado siguiendo unas líneas estratégicas directrices que van a ser las que marquen la pauta de acción en los próximos años (2008-2011). Estas son: ‘Modernización de la Administración’, ‘Economía de la Cultura’ y ‘Cooperación y Voluntariado Cultural’ que, por su entidad, van a cobrar especial relieve en el diseño de la estrategia global de la política cultural andaluza.

4. MARCO ESTRATÉGICO

4.1. Los ejes estratégicos

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4.1.1. Modernización de la Administración Pública El proceso de diseño y elaboración del PECA está alineado con las directrices marcadas por la Junta de Andalucía en la Estrategia de Modernización de los Servicios Públicos de la Junta de Andalucía (2006-2010). Este instrumento, con un claro carácter estratégico y transversal, coordina las actuaciones necesarias para acometer con éxito la mejora de la calidad en la prestación de los servicios y la modernización de la gestión en nuestra administración. La calidad y la modernización de la administración pública es un área de gran alcance. Se trata de un ámbito de trabajo que avanza en la Consejería de Cultura tanto horizontal como verticalmente en su implantación. Además, el desarrollo de las actuaciones definidas en el ámbito de la gestión de la calidad implica, desde hace años, a la totalidad de las unidades de la Consejería. Con una perspectiva estratégica, las actuaciones de modernización previstas en la Consejería de Cultura han sido diseñadas desde un enfoque realista para avanzar de una forma gradual hasta la situación de la administración cultural andaluza diseñada para el año 2010. La Consejería de Cultura es consciente de que el proceso de modernización de la administración pública requiere de herramientas que integren criterios comunes de gestión para la mejora de la prestación de los servicios culturales. Para ello se han establecido tres objetivos en el ámbito de la calidad que se desarrollan en planes más concretos: 1. Acercar la administración a la ciudadanía, nuestro eje central. Para la Consejería de Cultura la ciudadanía es el eje central de todas sus actuaciones, de ahí la importancia de reforzar su derecho a participar en el diseño de las políticas culturales y a recibir unos servicios públicos con niveles óptimos de calidad y satisfacción. La Consejería de Cultura, en su esfuerzo por conseguir una administración que coordine y lidere las acciones culturales con los agentes públicos y privados, plantea estratégicamente desarrollar los instrumentos y canales más adecuados para asegurar el ejercicio del derecho de la población andaluza a participar en la toma de decisiones. Se pretende de esta manera fomentar las aportaciones para la mejora de los servicios que se prestan, construyendo políticas culturales orientadas a la ciudadanía y haciéndoles partícipe en la definición de las mismas.

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En este sentido se están ampliando y mejorando los canales de comunicación introduciendo un sistema de evaluación continua de las actividades culturales.


Este sistema nos permite: • Realizar un seguimiento de la calidad de los servicios ofrecidos. • Gestionar de manera eficiente el tratamiento de la valoración de la satisfacción de los clientes. • Proponer e introducir mejoras en los servicios y procesos de gestión que se traducirán en un aumento de la calidad de los servicios para los usuarios. 2. Avanzar en el camino de la excelencia en la prestación de los servicios públicos. La búsqueda de la excelencia en la gestión es un objetivo estratégico para la Consejería de Cultura. En este sentido, se avanza en la implantación de procesos que permitan obtener conclusiones objetivas sobre la calidad de los servicios prestados en el ámbito de la cultura andaluza. Alineado con la política de calidad de la Consejería, se establecen mecanismos e instrumentos de gestión que facilitan la incorporación de mejoras detectadas a través de comparaciones o modelos de referencia contrastados (autoevaluaciones, certificaciones de calidad y planes de mejora). En línea con lo anterior, la Consejería de Cultura continúa avanzando en el diseño y desarrollo de un sistema de planificación en la gestión que permita introducir criterios de excelencia y calidad en la prestación de los servicios, fomentando la cultura de cambio y adaptación a un entorno en constante movimiento. La Consejería, de acuerdo a las directrices establecidas en la Estrategia de Modernización de los Servicios Públicos de la Junta de Andalucía, asume el modelo EFQM de Excelencia en la gestión como referencia en sus actuaciones, adoptando por tanto los principios y valores que el modelo internacionalmente contrastado aporta como filosofía de gestión. 3. Creación de una nueva cultura de gestión transparente, cercana y basada en criterios de eficiencia

El eje estratégico sobre la creación de una nueva cultura de gestión es una de las bases para, en un futuro próximo, fomentar la creatividad y la innovación como fuente de procesos culturales. La gestión del conocimiento, por tanto, se convierte en un objetivo prioritario, tratando de alinear los recursos y capacidades de la organización con las líneas establecidas en la planificación estratégica de la Consejería.

4. MARCO ESTRATÉGICO

La transformación ocurrida en la ciudadanía, de receptora pasiva de la cultura a verdadera cliente de los servicios culturales, junto con otros factores de cambio en el entorno cultural, económico y social, han obligado a una adaptación por parte de los servicios públicos. Consciente de este reto, la Consejería de Cultura ha establecido un conjunto de programas para avanzar en una nueva cultura de gestión más transparente, cercana y abierta, basada en criterios de eficiencia.

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4.1.2. Economía y Cultura El sector económico cultural se presenta hoy en día como uno de los más pujantes y de mayor potencial de crecimiento. Este hecho ha sido reconocido tanto por el mundo académico como por instituciones públicas y privadas. Así, no es de extrañar que en un plan estratégico para la cultura haya encontrado en ésta una de sus líneas estratégicas básicas. Será misión de este Plan desarrollar un tejido industrial competitivo, proveedor de cultura propia y exportadora, así como potenciar una cultura arraigada, abierta al mundo y participativa en una comunidad crisol de creatividad. Siguiendo este itinerario argumental, el PECA encontrará entre sus objetivos, los siguientes: • Fomentar una producción andaluza creativa y de calidad. • Disponer de una oferta amplia y de calidad al alcance de todos. • Promover el incremento de un consumo cultural plural. • Elevar la participación cultural. • Recuperar y poner en valor el patrimonio. Asimismo, se reconocen como finalidades gubernamentales generales, extrínsecas al ámbito cultural pero que condicionan a las mismas políticas culturales públicas, las siguientes: el incremento de la ocupación y el crecimiento económico, y el desarrollo de la cohesión social. En este esquema se relacionan las dos misiones previamente definidas con las respectivas finalidades intrínsecas y extrínsecas a la política cultural. Es en este sentido, donde las administraciones públicas juegan un papel crítico en las posibilidades de desarrollo de las industrias culturales. La intervención de la administración normalmente tiene que ver con sus posibilidades de financiación de actividades culturales, su capacidad de contratación y compra de bienes y servicios culturales, su carácter regulador, las posibilidades para crear información y mejorar la transparencia de los mercados, la creación de infraestructuras para la creación de productos culturales y diseño de programas formativos que se ajusten a las necesidades del sector.

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En cuanto a la consolidación de la información cultural, cobra especial relevancia la elaboración de la Cuenta Satélite de la Cultura en Andalucía, como instrumento que permitirá la medición del impacto económico en los sectores culturales y sus valores asociados. Para ello se proponen, entre otras, las siguientes medidas encaminadas a:


• Realizar un análisis completo del sector y de su relevancia en la economía de la Comunidad Autónoma de Andalucía mediante la construcción de indicadores y agregados pertinentes. • Estudiar y divulgar el estado y evolución de las industrias culturales en la región, así como su participación en otros sectores económicos. • Apoyar la infraestructura necesaria para el manejo de la información, acomodarla a los sistemas nacionales, analizar y validar los indicadores utilizados, garantizar su seguimiento y evaluar las instituciones que proveen la información. • Disponer de un sistema continuo, confiable y comparable, de información estadístico-económica que permita conocer los procesos de producción cultural y que contribuya al desarrollo y evaluación de políticas públicas sectoriales. Se entiende favorecedor de estos objetivos, la creación de entornos favorables a la innovación y la creación, donde los profesionales del conocimiento y de base creativa dispongan de espacios que estén dotados de infraestructuras apropiadas para su actividad profesional, pero que también resulten adecuados para fijar su residencia y emplear su tiempo de ocio. Asimismo, las reducidas dimensiones de estas empresas, aumenta el interés por facilitar la creación de redes formales o informales que faciliten los flujos de información e ideas. La eclosión de nuevas profesiones vinculadas a otras ya existentes, o totalmente nuevas, impulsados por la expansión de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, los cambios acontecidos en el sector audiovisual y la actividad generada por el turismo cultural y rural.

En este Plan se adoptan medidas para inventariar los activos culturales de Andalucía, susceptibles de generar valor económico, y elaborar su clasificación para conocer cuáles tienen el carácter estratégico. Se adoptarán medidas para fomentar el asociacionismo y el uso de alianzas estratégicas al objeto de facilitar la producción y comercialización de productos culturales en mercados competitivos, así como la puesta en marcha de estrategias de crecimiento por parte de las empresas que incrementen el nivel de concentración empresarial del sector.

4. MARCO ESTRATÉGICO

Somos conscientes de la necesidad de adoptar medidas orientas a mejorar la información disponible en los mercados y elevar las expectativas de obtención de rentas, a conocer qué tipos de públicos existen, motivaciones y perfiles que caracterizan al consumidor. Será el propósito de este Plan, mejorar el nivel de conocimiento del sector por parte de los propios agentes que actúan en él, incrementando la transparencia de los mercados, poniendo en marcha medidas orientadas a fomentar el espíritu empresarial, en una población que tradicionalmente ha sido reacia a considerar su actividad como una actividad de naturaleza económica orientada a un mercado.

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Por último, se deberá trabajar en orden a remover las barreras a la creación de empresas, mediante la creación de fondos de capital-riesgo específicos para la inversión en fases tempranas de las empresas de base creativa, y el desarrollo de programas con incubadoras de empresas.

4.1.3. Cooperación y Voluntariado Cultural El objetivo estratégico de la cooperación cultural será el de colaborar con otras instituciones, tanto en los ámbitos nacional como internacional, para difundir la cultura andaluza y promover la creación y la diversidad cultural, apoyando el intercambio y la transferencia entre diferentes ámbitos y agentes culturales. Todo ello dentro del programa Cultura (2007-2013) y del Plan Andaluz de Cooperación Internacional al Desarrollo, construidos sobre la base de contribuir a la consolidación de la cultura como elemento central de toda acción social tendente al bienestar y la cohesión social. Se persigue establecer un marco teórico y operativo específico de referencia para la cooperación cultural internacional coherente con objetivos globales llevada a cabo desde Andalucía. Es por eso, que se pretende afianzar la transversalidad de la cultura y la importancia de las dimensiones culturales en la cooperación internacional al desarrollo. Igualmente, se tiene por objetivo el de establecer estrategias de participación y cooperación en el propio ámbito de Andalucía, para potenciar el desarrollo humano y la cohesión social en la comunidad autónoma, adaptándose a nuevas realidades y aprovechando nuevos recursos en la cooperación y participación cultural. Por otra parte, en materia de cooperación cultural con entidades andaluzas y para el desarrollo de actividades culturales: • Se fomentará la coordinación con las entidades para mejorar el desarrollo de los programas culturales y la cooperación entre las entidades. • Se establecerá un marco normativo adecuado donde se definan tanto las actividades subvencionables, como los requisitos y los procedimientos. • Se adecuarán los procedimientos a las nuevas tecnologías, fomentando el acercamiento de las entidades y la utilización de nuevas formas de relación con la administración. En materia de voluntariado cultural se perseguirá, bajo la cobertura del II Plan Andaluz de Voluntariado:

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• Sensibilizar a la población andaluza en torno al ejercicio de la acción voluntaria organizada, como instrumento de transformación democrática.


• Promover la participación de la población andaluza en actividades de voluntariado cultural. • Conocer la realidad del sector del voluntariado, sus características, sus programas, así como sus inquietudes y necesidades y desarrollar programas de ayudas para colaborar en la realización de las actividades de estas entidades. • Capacitar a las entidades vinculadas y a los voluntarios culturales con la práctica de la acción voluntaria organizada.

4.2. Las Áreas Clave Del proceso de gestación del Plan Estratégico para la Cultura en Andalucía (PECA), ha resultado una estructura programática articulada en ocho áreas, que expresan de manera comprensiva toda la realidad de la cultura en Andalucía. Estas áreas son las siguientes: 1. Música, danza y teatro 2. Libro y biblioteca 3. Bienes culturales 4. Archivos y patrimonio documental 5. Flamenco 6. Industrias culturales 7. Museos 8. Audiovisual

4. MARCO ESTRATÉGICO

Es dentro de esta estructura donde se integra el marco operativo de acción, que servirá de punto de partida para el desarrollo de este Plan que nace.

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QUIÉNES HAN HECHO POSIBLE EL PLAN ESTRATÉGICO PARA LA CULTURA EN ANDALUCÍA

Coordinador del PECA

José María Rodriguez Gómez, Viceconsejero de Cultura de la Junta de Andalucía

Equipo Redactor

Maite García de Casasola Javier Palacios González Francisco Nebro Garcés Eloísa Mazuecos Blanca María Teresa Conde Carmona Mª Carmen Fernández Bujalance Juan Antonio Velázquez Puerto Carolina Clavero Muñoz Reyes Peral Peral Elena Gómez Jiménez Francisco Alonso Sánchez Alicia Gallardo Rivera Mª José Gutiérrez Mondaza José Antonio Pérez Tapias Fernando Vicario Leal Con el apoyo del personal directivo y técnico de la: Viceconsejería Secretaría General Técnica Dirección General de Bienes Culturales Dirección General del Libro y del Patrimonio Bibliográfico y Documental Dirección General de Museos Dirección General de Fomento y Promoción Cultural Empresa Pública de Gestión de Programas Culturales Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico

Diseño y Maquetación

Ildefonso Troya Salas Servicio de Información y Difusión de la Consejería de Cultura

Oficina Técnica

Equipo PECA. EPGPC Con el apoyo del: Delegaciones Provinciales de la Consejería de Cultura Centro Andaluz de Arte Contemporáneo Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico Servicio de Informática de la Consejería de Cultura

Equipo Evaluador Externo IE3E, SL

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Ponentes, Relatores, Coordinadores y Participantes de las Mesas de Trabajo

Mesa 1: Cultura y tecnología. Mejora y modernización de los servicios culturales

Ponente: Ángel Mestres, Director General de Trànsit Projectes Relator: Melba G. Claudio-González, Coordinadora General del Portal Iberoamericano de Gestión Cultural Coordinador: Antonio Molina González, Jefe del Servicio de Informática de la Consejería de Cultura Participantes: Amparo Alonso, Documentalista de la Consejería de Cultura • Carmen Gómez Valera, Representante de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios (AAB) • David Casacuberta, UAB. • Dolores Vargas Zúñiga, Directora del Centro de Documentación de las Artes Escénicas • Eduardo Ratón Aspiunza, Empresa Baratz • Francisco Fernández Lineros, Jefe del Servicio de Coordinación de Informática de la D.G. de Innovación • Isabel Ortega Vaquero, Jefa de Servicio de Archivos, Bibliotecas y Centros de Documentación • Joaquín Moreno Marchal • Mª de los Ángeles García Romero, Representante de FACUA • Mª del Mar Alfaro García, Delegada Provincial de la Consejería de Cultura en Huelva • María José Escalona Cuaresma, Profesora del Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la ETS Ingeniería Informática de la Universidad de Sevilla • Mercedes Cuevas, Jefa del Servicio de Publicaciones. • Olga Ruiz Legido, FACUA • Pau Alsina, UOC • Pedro Jiménez, Zemos98, Profesor Titular de la ETS de Ingeniería Informática de la Universidad de Sevilla • Rafael García Roja, Vicerrector de Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación

Mesa 2: Economía y cultura. La Cultura como recurso. Las Industrias Culturales

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Ponente: José Sánchez Maldonado, Catedrático de Economía Aplicada y Director del Departamento de Hacienda Pública de la UMA Relator: Antonio J. Navajas Rey, Director del Teatro Cánovas.Coordinador:José Mª Hernández Moya, Jefe del Servicio de Presupuestos de la Consejería de Cultura. Participantes: • Ana Rodríguez de la Robla Gutiérrez. • Andrés J. Marchante Mera, Universidad de Málaga. • Antonio Clavero Barranquero• Antonio Suárez Chamorro, Diputación de Málaga • Carlos Taillefer, Productor de cine • Elena Manzanera Díaz, Subdirectora del Instituto de Estadística de Andalucía • Emilio Albi • Enrique Benítez Palma, Delegado Provincial de la Consejería de Economía y Hacienda en Málaga • Enrique

Hernández Pavón, Dpto. de Economía Aplicada II de la Universidad de Sevilla • Eugenio Luque Domínguez, Decano de la Facultad de CCEE y EE de Málaga • Francisca García Lopera. • Francisco González Fajardo, Profesor Titular de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga • Francisco Nebro Garcés • Gervasio Iglesias Macías, Presidente de la Plataforma de Empresarios y Creadores del Audiovisual Andaluz (PECAA) • Isabel Escamilla Martos, Interventora de la Consejería de Cultura. • Jesús Cantero Martínez, Diputación Provincial de Sevilla, Gestor Cultural y Economista • Jesús Peláez del Moral, Ediciones El Almendro, en representación de la AEA (Asociación de Editores de Andalucía) • Jesús Salvador Gómez Sala, Profesor de Economía Pública de la Universidad de Málaga • Jesús Sánchez Fernández • José Ruiz Navarro, Catedrático de Organización de Empresas, Director del Grupo de Investigación: Economía y Cultura • Juan Carrasco Jiménez, Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía, Subdirección de Emprendedores • Juan Antonio Estrada, Diputación Provincial de Huelva, GESTARTE • Juan Manzano Fernández-Heredia, Secretario Técnico de la Confederación de Cajas de Ahorro de Andalucía (FACA) • Julián García Cabello, Coordinador de la Secretaría General de la Consejería de Economía y Hacienda. • Luís Antonio Palma Martos, Universidad de Sevilla, Observatorio Oykos • Pilar Oriente Guarido, Economista • Rafael Ventura Fernández, Profesor Titular de Economía de la Empresa, Universidad de Málaga • Rogelio Delgado Romero • Susana Cabrera Yeto, Profesora Titular de Estructura Económica de la Universidad de Málaga • Valentín Cobalea Vico, Economista

Mesa 3: Innovación y creatividad. Fomento de la creación Ponente: Francisco Jarauta, Catedrático de Filosofía de la Universidad de Murcia Relator: José Lebrero, Director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo Coordinadora: Elisa Torrente, Dirección General de Museos Participantes: Amalia Quirós Jiménez. Artistas Plásticos, Pintora • Ángel Garijo Gálvez, Secretario General de Innovación, Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa • Antonio Blanco, Gestor Cultural • Antonio Troyano, Grupo Nómadas • Bernardo Bueno Beltrán, Delegado Provincial de la Consejería de Cultura en Sevilla • Carlota Álvarez Baso, Exposiciones Sociedad Estatal de Conmemoraciones, Madrid • Dácil Pérez de Guzmán, Realizadora. • Daniel García Andújar, Artista y Editora Digital, Valencia • Eduardo Polonio, Compositor y Músico, Huelva • Enric Palau, Sergio Caballero y Ricard Robles, Directores de Advanced Music, Directivos Festival Sonar, Barcelona • Enrique


del Álamo Núñez, Director de la Delegación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Cádiz • Enrique Gámez Ortega, Director del Festival Internacional de Música y Danza, Granada • Félix de la Iglesia, Arquitecto, Sevilla. • Félix Gómez Urda, Director del Festival Internacional de Jóvenes Realizadores de Granada • Fernando Roldán, Galerista de Sevilla. • Francisca Company Manzano, Delegada Provincial de la Consejería de Cultura en Jaén • Francisco Javier Peinado Huerta, Grupo Nómadas • Israel Galván, Bailarín, Sevilla • Joaquín Dobladez Soriano, Director del Instituto Andaluz de la Juventud de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social • José Bablé Neira, Director del Festival Iberoamericano de Teatro • José Ballesteros, Arquitecto, Madrid • José Francisco Ortuño, Director del Centro Andaluz de Teatro • José Lorenzo Benítez Cornejo, Cadiz.doc • José Manuel Tenorio Mariscal, Director de la Escuela de Cine de Puerto Real • Juan Bosco Díaz, Profesor de Estética de la Universidad de Sevilla • Juan Eslava, Escritor • Juan Lebrón, Productor de Cine de Sevilla • Margarita Aizpuru • María del Mar Villafranca, Directora de la Alhambra • María José García del Moral, Universidad de Sevilla • Michael Thomas, Director de la Orquesta Joven de Andalucía (OJA) • Rafael Casado, Artistas Plásticos, Pintor • Rafael Ortiz, Galerista de Sevilla • Ramón Prat, Editor y Arquitecto de Barcelona • Ricardo Iniesta, Grupo TNT • Uberto Stabile, Ayuntamiento de Punta Umbría, Asociación GESTARTE • Vicente Guallart, Arquitecto, Barcelona • Victoria Llanos, Directora de contenidos GDP, Museología, Sevilla • Yolanda Rodríguez, Vicepresidenta de la Plataforma Empresarios y Creadores del Audiovisual Andaluz (PECAA)

Mesa 4: Difusión, promoción y comunicación. Políticas de promoción culturales Ponente: Inmaculada González, Directora de Televisión de Canal Sur Relator: Miguel Fernández, Periodista Coordinadora: Luz Pérez Iriarte, Servicio de Investigación y Difusión de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura Participantes: Aida Rodríguez Agraso, Periodista de Diario de Cádiz, • Alberto Sánchez Traver, Asesor Técnico de Promoción y Comercialización de la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte • Alejandro Luque de Diego, Diario El País • Alysson Maia, Suma y Sigue Comunicación • Ana Gómez Gómez, Consejería de Turismo, Comercio y Deporte • Andrés Sopeña Monsalves, Profesor de Derecho Internacional Privado y autor de ‘El Florido Pensil’ • Antonio Espejo Ramos • Bibiana Aido Almagro, Directora de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco de la Consejería de Cultura • Carmen Macarro

Sancho, Jefa del Servicio de Planes y Programas Educativos de la Consejería de Educación • Casimiro Fernández • Concha San Martín Montilla, Jefa del Departamento de Difusión de las Instituciones de la Consejería Cultura • Dácil Pérez de Guzmán, PECAA • Domingo Moreno, Gerente de Ferias de Jaén • Eduardo Peralta de Ana, Director de ‘Ideal’ • Eduardo Trías, Fundación AVA • Emelina Fernández • Enrique Iznaola, Responsable de Encuentros con Directores y del ‘Lagarto Rock’ • Francisco M. Carriscondo Esquivel, Profesor de Lengua Española en la Universidad de Málaga • Francisco Paneque, Director Provincial del Instituto Andaluz de la Juventud en Málaga • Francisco Viedma, Presidente de la Federación de Peñas Flamencas de Jaén • Guadalupe Ruíz Herrador, Directora General de Fomento y Promoción Cultural de la Consejería de Cultura • Guillermo Busutil, Diputación de Málaga • Horacio L. Soler Raffo, Productor Musical • Isabel Rodríguez, Ayuntamiento de Carmona • Javier Palacios González, Coordinador General de Servicios de la Consejería de Cultura • José Antonio Chacón • José Luis Jaime Serrano, Librería Quórum • José Luís Serrano Moreno, Profesor de Derecho • Juan Herrezuelo, Licenciado en Filología Hispánica y novelista • Juana Muñoz Choclán, Presidenta de la Asociación Andaluza de Documentalistas • Laila González Santiago, Directora del diario ‘La Voz de Cádiz’ • Magdalena Cantero, Directora del Museo de Adra • Manuel Ángel Vázquez Medel, Secretario de la Fundación Ayala • Margot Molina, El País • María Teresa Otero, Profesora Titular de Ciencias de la Información de la Universidad de Sevilla • Maribel Hernández • Matilde Santiago Cossi, Directora General de Comunicación Social de la Consejería de Presidencia • Mercedes de Pablo, Periodista y comentarista • Mercedes Mudarra Barrero, Delegada Provincial de la Consejería de Cultura en Córdoba • Miguel Ángel Blanco, Escritor y periodista • Miguel Naveros Pardo, Escritor y periodista • Paloma Espejo, Díada Editora, en representación de la AEA • Paz Cadaval, Secretaria General del PECAA • Pedro J. González, Gestor Cultural del Ayuntamiento de Sevilla y Pedagogo, Representante FAMP • Pedro Melguizo, Periodista de la Cadena SER y Director de Etnosur • Pilar Toro Sánchez-Blanco, Asociación de Archiveros de Andalucía (AAA) • Rogelio Delgado Romero, TCA • Rosa Gómez Torralba, Jefa del Servicio de Administración Pública de la Consejería de Cultura • Rosalía Gómez • Rosario Torres Fernández, Profesora de Historia del Arte de la Universidad de Almería • Sainz-Pardo, Ex-director de ‘Ideal’ • Santiago Romero, Ayuntamiento de Aljaraque, GESTARTE • Sergio Moreno Monrové, Consejero de Turismo, Comercio y Deporte • Silvia Gosalvez Vega, Jefe de Programación de la RTVA • Teresa Cruz, Servicios Centrales de

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la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa • Tomás Benítez Bautista, Departamento de Cultura Andaluza de la Dirección General de Ordenación y Evaluación Educativa, Consejería de Educación • Virgilio Fernández Bulete, Jefe del Departamento de Cultura Andaluza de la Dirección General de Ordenación y Evaluación Educativa, Consejería de Educación

Mesa 5: Identidad y modernidad

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Ponente: Cristina Cruces. Profesora titular de Antropología Facultad de Sevilla Relator: Pedro Salmerón Escobar, Arquitecto Coordinadora: Concha Rioja, Servicio de Protección de Bienes Culturales, Consejería de Cultura Participantes: Antonio Muñoz Martínez, Director General de Ordenación y Planificación Turística de la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte • Antonio Nieto, FAMP • Antonio Retamero, Gerente del Consorcio Guadalteba • Arturo Ruíz Rodríguez, Arqueólogo jienense • Assumpta Sabuco i Cantó, Profesora de Antropología • Carlos Hernández Pezzi, Presidente del Colegio de Arquitectos de España • Eduardo Mosquera Adell, Director del Máster de Arquitectura y Patrimonio • Enrique del Álamo Núñez, Director de Cultura del Ayuntamiento de Cádiz, FAMP • Fernando Arcas, Profesor Titular de Historia de la Universidad de Málaga • Francisco Javier Rodríguez Fito, GECA • Francisco Toscano Sánchez, FAMP • Isabel Sagrera, Asociación de Gestores Culturales de Andalucía • Jesús Romero Benítez, Director General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura • José Guirao Cabrera, Director de la ‘Casa Encendida’ de Caja Madrid • José Román Montes, Director General de Desarrollo Rural de la Consejería de Agricultura y Pesca • Juan Cuenca Montilla, Arquitecto y Pintor cordobés • Lidia Regidor Marín, Secretaria de Cultura, Cáceres, y Directora de Empresa de Gestión Cultural • Magdalena Canellas, Directora del Archivo General de Indias • Marcelino Sánchez, Vicepresidente de la FAMP • María Morente, Historiadora del Arte, Delegación Provincial de la Consejería de Cultura en Málaga • Marisol Gil de los Reyes, Jefa del Servicio de Museos • Mercedes Mudarra Barrero, Delegada Provincial de la Consejería de Cultura en Córdoba • Pedro Luís González Vázquez, Jefe del Servicio de Instituciones de Patrimonio Histórico de la Delegación Provincial de la Consejería de Cultura en Sevilla • Rafael López Guzmán, Director del Máster en Gestión Cultural de Granada • Rita Benítez Mota, Directora del Laboratorio de Arqueología Experimental ERA • Román Fernández-Baca Casares, Director del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico • Rosario Camacho, Catedrática • Virginia Mª Pinto Toro, Decana del Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y Ciencias de Cádiz

Mesa 6: Estrategias de cooperación y participación cultural Ponente: Enrique Moratalla Molina Relator: Isabel Albert Guerola, Directora de la Unidad de Programas de Colaboración de la Empresa Pública de Gestión de Programas Culturales Coordinador:Nicolás Palacios González,Gerente de la Filmoteca de Andalucía Participantes: Alberto Mula Sánchez, Gerente del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla, Ayuntamiento de Sevilla • Bibiana Aido Almagro, Directora de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco de la Consejería de Cultura • Carlos Alberdi, Director General de Cooperación y Comunicación Cultural del Ministerio de Cultura • Carlos Romero, Departamento de Formación del IAPH • Cecilia Gañán de Molina, Directora General de Participación e Información Medioambiental • Ernesto Páramo, Director del Parque de las Ciencias de Granada • Eva Paz, Empresa de Gestión ‘Ex Libris’, GESTARTE • Fernando Rueda, Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) • Francisco López Fernández, Delegado Provincial de la Consejería de Cultura en Málaga • Francisco Toscano Sánchez, Presidente de la FAMP • Inmaculada López, Gerente de ‘El Legado Andalusí’ • Isabel Sagrera, Representante de la GECA • J. Luis Ben Andrés, Director de Vigía, Observatorio Cultural de la Provincia de Cádiz, FAMP • Javier Palacios González, Coordinador General de Servicios de la Consejería de Cultura • Jerónimo Páez, Fundación ‘El Legado Andalusí’ • José Antonio García Sánchez-Murciano, Ex-director de Cooperación de la Consejería de Cultura • José Antonio Pérez Tapias, Profesor Titular de Filosofía de la Universidad de Granada • Juan Antonio Jara, Vocal de la Junta Directiva de GECA. • Juan Manuel Suárez Japón, Rector de la Universidad Internacional de Andalucía • Juan Montabes Pereira, Secretario Ejecutivo de la Fundación Euroárabe • Mabel Salinas, Eurodiputada Socialista • Maite García de Casasola, Jefa del Gabinete de la Consejera de Cultura • Manuel Díaz Carrillo, Vicerrector de Relaciones Internacionales e Institucionales de la Universidad de Granada • Manuel Pérez Yruela, Director del Instituto de Estudios Sociales de Andalucía • Marcelino Sánchez, FAMP • Mercedes Giovinazzo, Directora de la Fundación Interarts • Mercedes Mudarra Barrero, Delegada Provincial de la Consejería de Cultura en Córdoba • Mustafá Akalay, Diputación de Cádiz • Omar González, Presidente ICAIC • Pedro Vives, Consultor Independiente, CEDEAL • Rafael Morales Astola, Representante de la GECA • Román Fernández Baca, Director del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura • Sebastián de la Obra, Adjunto del Defensor del Pueblo Andaluz • Silvia López Gallardo, Directora General de Andaluces en el Exterior de la Consejería de


Gobernación • Teresa Muela, FAMP • Teresa Sáez Carrascosa, Secretaria General de la Consejería de Agricultura y Pesca • Tomás Carrera, Técnico en Cooperación de la Junta de Andalucía • Yonaida Selam, Asociación Intercultura, Melilla

Mesa 7: Modelos de gestión cultural. Instituciones culturales y profesionales de la cultura Ponente: Eduard Miralles i Ventimilla, Diputación de Barcelona, Área de Cultura Relator: Carlos Romero, Departamento de Formación del IAPH Coordinadora: Ana Melero, Jefa del Departamento de Archivos, Dirección General del Libro de la Consejería de Cultura Participantes: Ana Isabel Arnaiz de las Revillas, Directora General de Planificación de la Consejería de Empleo • Ana Isabel Velasco Rebollo, Gerente AEGPC • Anabel Morillo, Directora de la Fundación Focus • Ángela Suárez, Directora del Conjunto Monumental de la Alcazaba de Almería • Antonio Cáceres, Director del Centro Cultural El Monte • Antonio Fernández García, Consejero de Empleo y Presidente de la Fundación Fondo, Formación y Empleo • Bernardo Bueno Beltrán, Delegado Provincial de la Consejería de Cultura en Sevilla • David Barrera, Gestor Cultural • David Roselló, Gestor Cultural • Elena Angulo • Fernando Platero Ferrando, Presidente de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios • Francisco Javier Rodríguez Fito, GECA • Isabel Luque, IAPH • Isabel Sagrera, Presidente de GECA • Francisco Javier Álvarez García, Director de la Biblioteca de Andalucía • Javier Brun, Director de Cultura, Ayuntamiento de Huesca • Joan Boadas i Raset, Director del Archivo Municipal de Girona • Jordi Martí, Gerente del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona • José Antonio Soriano Cabrera, Director General de Espectáculos Públicos y Juegos de la Consejería Gobernación • José Guirado Romero, Dirección General del Medio Natural de la Consejería Medio Ambiente • José Guirao Cabrera, Director de ‘La Casa Encendida’ de Caja Madrid • José María Conget, Ex-director del Instituto Cervantes de Nueva York • José María Mantecón Jara, Director General de la Fundación Río Tinto • Juan Antonio Jiménez Villafranca, Centro Damián Bayón (Instituto de América. Santa Fe, Granada) • Juan Alonso Sánchez, Gestor Cultural, Ayuntamiento de Loja • Juan Manzano Fernández-Heredia, Secretario Técnico de la Confederación de Cajas de Ahorro de Andalucía (FACA) • Lucio Zenon Flores, Ayuntamiento de Cartaya, Gestarte • Luis Ben Andrés, Director del Observatorio Cultural de la Diputación Provincial de Cádiz • Luis Picón Bolaños, Director de Relaciones con Organizaciones y Empresas, CEA • Manuel

Ravina Martín, Director del Archivo Histórico Provincial de Cádiz • Marcelino Sánchez Ruiz, FAMP • Margarita Aizpuru • María Morente, El Monte, Conservadora de Patrimonio, Delegación Provincial de la Consejería de Cultura en Málaga • Mariano Sánchez Pantoja, EPGPC, Área de Artes Escénicas • Mikel Etxebarria, Diputación Foral de Vizcaya • Pedro Fernández Llebrez, Concejal de Cultura del Ayuntamiento de VélezMálaga • Pedro Halffter, Director Artístico de la ROSS • Pedro J. González Fernández, Jefe de Sección de Comunicación en la Sala San Hermenegildo de Sevilla • Pepa Sánchez Lozano, Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Antequera • Pilar Tassara Andrade, EPGPC, Área de Cooperación • Rafael Cid, Asociación Andaluza de Documentalistas • Rafaela Valenzuela Jiménez, Directora General del Libro de la Consejería de Cultura • Remedios Navarro, Gerente del Teatro Maestranza • Reynaldo Fernández • Sonia Ramos, Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Álora • Víctor Fernández Salinas, Director del Máster de Gestión Cultural y Profesor de la Universidad de Sevilla • Yolanda Romero, Directora del Centro de Arte J.Guerrero

Mesa 8: Interculturalidad y diversidad cultural. Reconocimiento de los derechos culturales Ponente: Juan José Téllez, Periodista de ‘Diario de Cádiz’ Relator: Manuel Iriarte, Coordinador de la Agencia Andaluza del Voluntariado en Málaga Coordinadora: Francisca Jiménez Luna, Jefa de Servicio de Proyectos de Cooperación de la Consejería de Cultura Participantes: Abderrahman SEADI, Presidente de la Federación Acoge • Albert Yaka Bittoden, Pintor • Antonio Nieto, FAMP • Antonio Silva, Programa ‘Bienvenidos’ de Canal Sur TV • Antonio Zoido, Escritor • Bernabé López García, Catedrático de Historia del Islam Contemporáneo en la Universidad de Málaga • Clara Thomas, Filología Árabe, Sevilla • Eduardo Bautista, Presidente SGAE • Emma Martín, Departamento de Antropología, Universidad de Sevilla • Francisco Checa, Profesor Titular de Antropología Social, Universidad de Almería • Francisco Toro, Gestor Cultural del Ayuntamiento de Alcalá la Real, FAMP • Francisco Toscano Sánchez, FAMP • Gloria Petersen, Periodista • Gunther Dietz, Universidad de Granada • Hortensia Revuelta, Confederación Española de Ayuda al Refugiado, CEAR • Isabel Sagrera, GECA • Isidoro Moreno, Departamento de Antropología de la Universidad de Sevilla • Javier de Lucas, Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia • Javier Palacios González, Coordinador General de Servicios de la Consejería de Cultura • José Antonio Pérez Tapias, Profesor Titular de Filosofía de

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la Universidad de Granada • José Chamizo de la Rubia, Defensor del Pueblo Andaluz • José Heredia Maya, Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Granada • José Luis Tirado, Artista multimedia • José Manuel Álamo Candelaria, ACOGE • José Miguel Morales García, ACOGE • Latiffa Bauali, Programa ‘Bienvenidos’ de Canal Sur TV • Laura Cerezo, Representante del Proyecto de Bibliotecas Interculturales • Lina Gavira, Departamento de Sociología de la Facultad de Comunicación de Sevilla • Lola López Enamorado, Vicerrectorado de la UNIA • Luis Ángel Lozano Iglesias, Director de la SGAE en Andalucía • Manuel de la Plata, Director de la Agencia Andaluza del Voluntariado • Mar Villaespesa, Comisaria de arte y productora cinematográfica • Marta Aguilar Adame, ACOGE • Mercedes Jiménez, Colectivo Aljaima • Pedro Martínez Montávez, Islamista y Catedrático de la UAM • Purificación Causapié Lopesino, Directora General de Servicios Sociales e Inclusión de la Consejería para la Igualdad y

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Bienestar Social • Rafael González Galiana, Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla • Rafael Morales Astola, Vicepresidente de GECA • Rafael Valencia, Departamento de Árabe de la Facultad de Letras de la Universidad de Sevilla • Rosario Valpuesta, UPO • Solomon Seruya, Empresario y ex-embajador de Israel en Filipinas • Sebastián de la Obra, Adjunto al Defensor del Pueblo Andaluz • Teresa Bravo Dueñas, Directora General de Coordinación de Políticas Migratorias de la Consejería de Gobernación Igualmente prestaron su colaboración, con sus aportaciones en las diferentes reuniones que con carácter provincial se realizaron, así como a través de la plataforma web que al efecto se diseñó, un número aproximado de 2.000 personas. A todos ellos queremos expresarle nuestra gratitud.


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