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Ur i e l M o n t ú f a r
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Arequipa | Perú | 2021
e l p u e b l o , l a n at u r a l e z a y el pasado precolombino Javier Rodríguez Canalesr Historiador del Arte
Los pueblos andinos comparten una rica tradición cultural con elementos comunes como el amor por la tierra y el sentido comunitario. Gracias a las crónicas de los españoles, los restos arqueológicos y las tradiciones vivas, sabemos que la cosmovisión andina existe desde tiempos muy antiguos y que tuvo su origen en el estilo de vida agrícola, el intercambio comercial y las celebraciones religiosas realizadas en los principales centros ceremoniales precolombinos. Dicha cosmovisión es natural, tiene una lógica circular y regenerativa organizada en tres niveles: el Hanan Pacha (el cielo habitado por los dioses), el Kay Pacha (la tierra de los hombres) y el Uku Pacha (el subsuelo habitado por los muertos). Todo este universo está conectado por tres animales con rasgos divinos: el ave que surca los cielos, el felino que ejerce su dominio en la tierra y la serpiente que vive en el agua. Además, hay una tensión dual entre lo húmedo y lo seco, lo que está arriba y abajo, los vivos y los muertos, el sol y la luna, el hombre y la mujer, es una tensión simbolizada por la interacción entre los cerros, las lagunas y los ríos que tutelan a los pueblos. En el Perú hay dos grandes tradiciones andinas: la quechua y la aymara, la primera se extiende desde el departamento de Puno hasta algunas regiones de Ecuador, mientras que la segunda se encuentra desde Puno hasta Bolivia y el norte de Chile y Argentina. Ambas vertientes tienen muchos elementos en común pero también algunas diferencias como la lengua y la manera en que celebran sus costumbres. Para el mundo aymara, el lago Titicaca es un referente fundamental porque es fuente de vida que cohesiona los
pueblos aledaños. En el lago se encuentra la isla emblemática de Amantani, donde se han conservado tradiciones relevantes como el “Ritual de Pachamama y Pachatata” que ha sido declarado Patrimonio Cultural de la Nación en el 2020. Uriel Montúfar es un abogado ambientalista y apasionado por la fotografía. El artista puneño, que ha expuesto sus obras en Alemania, Chile Colombia, India, Marruecos, México y Suiza, se considera a sí mismo quechua de nacimiento y aymara por la crianza que recibió, lo cual le ha permitido tener una profunda comprensión de ambos mundos. A través de la fotografía, Montúfar revalora la cosmovisión de los pueblos originarios para crear conciencia acerca del cuidado de la Pachamama (madre tierra) y de los seres humanos que la habitan. En esta ocasión, el artista nos presenta un trabajo documental acerca del “Ritual de Pachamama y Pachatata”, una tradición donde diez comunidades lugareñas se dividen en dos grupos para hacer ofrendas sobre dos templos preincas ubicados en los cerros tutelares conocidos como Pachamama y el Pachatata. La realización de esta serie es el fruto de varias
visitas a la isla de Amantani realizadas durante ochos años para recoger un conjunto de imágenes que nos acercan al mundo cultural de sus habitantes. La obra de Montúfar se caracteriza por una composición magistral donde los primeros planos de los protagonistas y la perspectiva del paisaje nos revelan las profundas vivencias humanas y el recorrido de los actos representados. Al nivel conceptual, es relevante que las celebraciones sean realizadas por comunidades reales en lugares naturales coronados por construcciones preincas. En ese sentido, el eje pueblo/naturaleza/pasado remoto, aparece como clave de lectura del artista. Si consideramos que lo celebrado es parte de una tradición viva, donde hay un profundo respeto por la naturaleza enmarcado en una arquitectura precolombina, se acrecienta la consciencia de la responsabilidad que debe tener la civilización moderna con respecto al patrimonio nacional. Por lo dicho anteriormente es evidente que la coherencia entre concepto y el oficio artístico hacen que la obra de Montúfar tenga una solidez admirable.
P u r a q t a K ay ( D u a l i d a d a n d i n a ) En medio del lago más bello del mundo cada tercer jueves de enero se realiza la celebración andina más singular de la cuenca del Titicaca. Desde tiempos remotos en la isla de Amantani se realiza el ritual que es la unión metafórica sexual y espiritual entre la Pachamama y el Pachatata (los dos cerros tutelares de la Isla) ubicados a 4.150 y 4.120 m.s.n.m. respectivamente, ambos representan a la Madre Tierra y al Padre Cielo, la dualidad andina que da la vida. A media noche el Tata Paqo (chaman) conjuntamente con los encargados de la fiesta se reúnen en una casa y realizan un ritual privado de agradecimiento a la Pachamama (también se reza al dios cristiano), en este acto es infaltable la coca, el cigarro, y el wilca nina (fuego sagrado). Ya en la mañana los pobladores de las 10 comunidades de Amantani se visten con sus mejores ropas e inician el ascenso, 5 ayllus ascenderán al Pachamama para honrar a la Tierra, y los otras 5 al Pachatata y reivindicarán a su complemento, el Cielo que la fertiliza con la lluvia sagrada. En las cimas existen dos templos preíncas, que únicamente se abren en esta fecha (el templo de Pachamama tiene forma circular y el templo de
Pachatata es cuadrado). En el Pachatata el paqo toma entre sus manos una vasija con carbón y pasa el humo circular por las frentes de mil personas concentradas, mientras da bendiciones. Sus acompañantes llenan las Chuas (vasijas) de cebada, quinua y trigo. El paqo rinde tributo, en quechua, a la Pachamama, a los Apus, al cielo y al lago, en un agradecimiento andino no pueden faltar las hojas de coca. Se enciende el Wilqa Nina, el paqo lanza la ofrenda (mesa ceremonial compuesta de dulces, billetes, ídolos de metales, y un sullu o feto de llama) y danzan en torno al fuego. En frente, en el cerro Pachamama se hace lo mismo, una vez terminada la ceremonia el templo es cerrado celosamente por los comuneros, se abrazan, se saludan y arman su cocawi (comparten comida en grandes cantidades, sobre mantas tendidas en el suelo, los hombres se ubican en el lado derecho y las mujeres en el lado izquierdo) antes de comer agradecen por los alimentos. Los danzantes y los músicos bajan de cada Apu, llegan a una explanada donde se unen los celebrantes de las 10 comunidades, hablan las autoridades, se felicitan, reinicia la danza, la música y el jolgorio.
Uriel Montúfar Fotógrafo y abogado
Puneño, Abogado Master en Derecho Ambiental y apasionado de la fotografía, de nacimiento quechua y crianza aymara, busca a través de la fotografía revalorar la cosmovisión de los pueblos originarios y crear conciencia del destino que corre la Pachamama.
uriel montúfar
Becado en el “Programa de Especialización de Fotografía de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco”, becado por la CRESPIAL – UNESCO, en el taller de “Metodologías participativas para el registro del Patrimonio Cultural Inmaterial”, además participó en el “Laboratorio de experimentación fotográfica” del Centro de la Imagen – Lima, cuenta con variedad de reconocimientos, destacan: Ganador del National
Award at the Sony World Photography Awards 2021, Primer lugar Concurso Regional Fotografía (Taller Fotografía Cusco, 2019), Finalista concurso “Espacio Tiempo”, UPAO (Trujillo, 2019), Primer lugar Concurso Ibercocinas, (Secretaria Iberoamericana, México, 2019), Segundo lugar Concurso “Candelaria” (Ministerio Relaciones Exteriores, 2018), Primer Finalista Bienal de Fotografía, (Cusco, 2017), Ganador concurso Shaping Forests (ONU Environment, 2016), Mención Honrosa Proyectos Fotográficos Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial (UNESCO, 2015). Cuenta con dos muestras bipersonales: “Kusikuy” (David Arias, Puno, 2017) y “Génesis de la Pachamama” (Víctor Neira, Puno, 2018), además de numerosas muestras colectivas nacionales e internacionales, también participó en la Clausura de los juegos Panamericanos Lima 2019 con su serie el “Retrato del Perú”, y su obra forma parte de las colecciones permanentes de arte de la UNESCO – Perú, del Centro Cultural Peruano Norteamericano sede Puno y del Taller de Fotografía del Cusco. Así mismo es director del Colectivo Hatun Ñakaj, y director del “Apthapi Fotográfico”, primer festival de fotografía en el sur del Perú en el año 2020.
CENTRO CULTURAL PERUANO NORTEAMERICANO CONSEJO DIRECTIVO DEL CULTURAL Luis Chaves Bellido Ricardo Córdova Farfán Mauricio Pérez-Wicht San Román Diana Yriberry Salguero Luis Felipe Rondón de la Jara María del Pilar Dammert López Renzo Cané Pardo Luis Pablo Carpio Sardón
Presidente Vicepresidente Past Presidente Tesorera Vocal de Educación Vocal de Cultura Vocal de Relaciones Internacionales Vocal de Administración y Finanzas
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Centro Cultural Peruano Norteamericano Javier Rodríguez y María del Carmen Morales Javier Rodríguez Canales
Del catálogo y piezas gráficas Concepto, diseño y diagramación: Portada: Contraportada:
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