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Arequipa | Perú | 2020
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“Mis pisadas se suman a las innumerables huellas invisibles” Ángel Valdez
Los cuadernos de viaje de Ángel Valdez Javier Rodríguez Canales Director de Cultura y Biblioteca Centro Cultural Peruano Norteamericano
En el Perú, el monto asignado al Ministerio de Cultura para el año 2020 representa el 0.35% del presupuesto nacional. Si bien es lógico que los estados prioricen asuntos como la salud o la vivienda, hay que decir que no es posible minimizar la importancia de la cultura porque es el pulmón que nos permite respirar “humanidad” en medio de un mundo con graves desequilibrios. Hacemos cultura cuando pasamos de “lo mío” a “lo nuestro” en un acto que tiene como resultado la posibilidad de decir “nuestra lengua”, “nuestras costumbres”, “nuestra historia”, “nuestro patrimonio”, “nuestro paisaje”. Esta suerte de apropiación de la realidad no tiene nada que ver con la explotación irracional de los recursos naturales, la destrucción del medio ambiente, el maltrato animal, las injusticias sociales y otros actos que justifican el deseo que tienen algunos que la especie humana desaparezca, sino con el conocimiento y el cultivo respetuoso de la naturaleza, de la vida en sociedad y de nuestra intimidad. Considerando que aún es posible encontrar en las comunidades originarias rasgos de convivencia armoniosa entre el hombre y la naturaleza, es que algunos artistas se han retirado del mundanal ruido exiliándose en zonas remotas, tal es el caso de Luis Palao que produjo obras maravillosas en el pueblo de Calca (Cuzco) o la escultora Margarita Checa quien, desde hace varios años, vive en la Amazonía recuperando los suelos naturales que han sido depredados. El ser humano siempre tuvo un interés por la naturaleza y las culturas desconocidas, al mismo tiempo, también estuvo motivado por las riquezas que los nuevos descubrimientos suelen generar. Por esta razón, los estados más poderosos del siglo XIX financiaron expediciones científicas que requerían de artistas para representar la flora, la fauna, la geografía, el arte y las costumbres que se encontraban en los territorios descubiertos. Entre los que ilustraron al Perú destacaron el francés Paul Marcoy, el norteamericano George Squier y el austriaco Charles Wiener. Los artistas viajeros no fueron simples dibujantes al servicio de los intereses nacionales,
sino que también elaboraron obras de gran belleza inspirados en teorías acerca del nacimiento de nuestras civilizaciones, es así que Marcoy creía que nuestras culturas tenían sus orígenes en civilizaciones foráneas como China, Egipto y Etruria, mientras que Squier pensaba lo contrario, esto es, que eran esencialmente autóctonas. De esta manera, estos artistas decimonónicos aportaron significativamente en el conocimiento del Arte del Perú Antiguo, siendo “acertados a veces, equivocados otras, apasionados siempre” (Cabanillas 2004:213). Cuando uno lee los textos de la época, experimenta por un lado el asombro por el patrimonio descrito y la pena por la destrucción del mismo causado por la avaricia de los saqueadores y la desidia de las autoridades políticas. Algo de esto lo podemos encontrar en el libro “La Invención de la Naturaleza”, una excelente biografía del científico explorador Alexander Von Humboldt (1769-1859) escrita por Andrea Wulf. En la obra se nos presenta una semblanza del insigne explorador quien, con sus concienzudas investigaciones inspiradas en una visión del mundo, cambió la manera occidental de entender la naturaleza, la cual era concebida como una suma de fragmentos y que el científico alemán entendió como un ente interdependiente. Según Valdez, con esta concepción orgánica y armónica, Humboldt se anticipó a temas como el antropoceno y el calentamiento global, relacionados con las huellas de la acción humana sobre el globo terráqueo. El fenómeno del “artista explorador” no ha desparecido del todo, sino que en la actualidad ha tomado nuevos derroteros, entre los cuales señalamos la experiencia del viaje en un mundo globalizado, la preservación de las culturas originarias y la protección del medio ambiente ante la amenaza de la corrupción y la explotación irresponsable de los recursos naturales. En cuanto a la experiencia del viaje, Michel Onfray, en su libro “Teoría del Viaje-poética de la geografía” nos dice que viajar es una manera de estar en el mundo, donde el peregrino se sabe mortal, pero al mismo tiempo, un fragmento de eternidad destinado a moverse sobre un planeta finito que es preciso proteger, por ello es que a diferencia de los viajeros decimonónicos que estaban
motivados por la aventura del descubrimiento, nuestro artista se concibe a sí mismo como un viajero que busca documentar para preservar. Hace algunos años, Ángel Valdez escribió que su libro “Macchu Picchu” se trataba de “una colección de acuarelas pinceladas a la manera de apuntes de viaje en los sucesivos cuadernos Moleskine que me acompañan hace quince años en mis frecuentes recorridos por el Perú” (Valdez 2013: 105). Posteriormente, en la exposición antológica que realizó en el ICPNA de Lima en 2019, presentó algunos de estos dibujos, a los cuales Gustavo Buntinx calificó como “narrativas textuales por lo general íntimas, que no obstante se ven perturbadas por dibujos y acuarelas repentistas de nuestra varia naturaleza: paisajes preciosos, preciosistas recortes de Macchu Picchu y otras arqueologías” (Buntinx 2019:92). En esta ocasión, Valdez presenta en el Centro Cultural Peruano Norteamericano de Arequipa, una selección de apuntes que ha titulado “De Seres & Lugares” con la que se entronca en la línea de artistas como Ricardo Wiesse, Salvador Velarde, Raimond Cháves y Gilda Mantilla, que han elaborado “cuadernos de viaje” con la intención de profundizar en nuestro entorno donde se cruzan la cultura y la naturaleza. Reiteramos que, con estas obras, Ángel Valdez se asocia a la tradición de los “artistas viajeros” con el deseo de sentir las huellas de nuestros antepasados y de alguna manera, formar parte de esa comunidad viva de peruanos que trasciende el tiempo, viajando, contemplando, dibujando paisajes y restos arqueológicos, representando los lugares y los seres que los habitaron. Esperamos que la exposición “De Seres & Lugares” nos motive a conocer y amar el paisaje, la historia y el patrimonio de nuestro país, no solamente con la ayuda de las redes sociales y los medios de comunicación sino a través de la experiencia enriquecedora que encierra el viaje y la reflexión personal.
Notas - Buntinx, G., (2019). Teodicea, Agonías de Dios en el Arte de Ángel Valdez (19832019), Lima, ICPNA. - Cabanillas, V., (2004). “El arte del Perú Antiguo visto por los viajeros del siglo XIX: Wiener, Squier y Marcoy”, en Arqueología y Sociedad, n. 15, 203– 218. Lima, 2004. Onfray, M., Teoría del Viaje: poética de la geografía, Madrid, 2016, Taurus. Valdez, A., (2013). Macchu Picchu, Colección amano alzada, Lima. Wulf, A., La invención de la naturaleza, el nuevo mundo de Alexander Von Humboldt, Madrid, 2017, Taurus.
Personajes Pre hispรกnicos Coloniales Retratos Animales Voladores Terrestres
De vuelta a las andadas Ángel Valdez Artista plástico
A mis padres y mis hijas, quienes son mi norte magnético y mi Cruz del Sur, mi levante y mi poniente.
Viajar es entregarse temporalmente a lo pasajero y tratar de capturar la experiencia en los pocos instantes de tregua. El viaje es, también, una suerte de limbo ubicado como zona de amortiguación entre las distintas eras de nuestra existencia. Todos los transeúntes reconocemos la huella que deja una travesía en nuestra memoria. Tanto es así que los viajes son un referente temporal en nuestro relato biográfico, una partición de aguas entre un “antes” y un “después”. Si bien los periodos errantes son un recurso ordenador muy útil en nuestras vidas también nos juegan malas pasadas, sobre todo mientras dura el periplo. La memoria está aturdida en el corto plazo, inmersos en el trayecto es muy difícil prestarle atención al día anterior. Hay una paradoja entre la cantidad de estímulos que nos tienen tan ocupados y el propósito simbólico que le otorgamos a un viaje, convertirse en un acontecimiento para rememorar. Es difícil imaginar futuros recuerdos mientras la avalancha de experiencias sólo permite respirar (y a más de 4000 metros, ni siquiera eso). Las reminiscencias nacen cuando retornamos a casa y acudimos a la fotografía o al “souvenir” que nos permiten regresar sobre nuestros pasos, pero esta vez con más calma. Para poder recordar algo de la aventura es indispensable auxiliarse con algún medio, muchas veces un objeto, que tiene ciertos rasgos de fetiche y nos permite preservar lo errabundo (como la imagen del paso de un tornado).
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Es muy común escuchar que los viajes son un evento para el descubrimiento y el entusiasmo. Lo cierto es que hay tantos tipos de viajes como viajeros en el mundo. Algunos se realizan como una expresión de goce y en otros hay que llevar el dolor a cuestas. Al partir tenemos la certeza que descubriremos muchas cosas y al retornar queda la sensación que fueron muchas más las que se obviaron cuando se delimitó una hoja de ruta. Se trata de dejar atrás, momentáneamente, todo lo habitual, partir en busca de algo apenas conocido y con mucho por descubrir. Nos vamos para experimentar el extravío del camino y, finalmente, reencontrarnos con la rutina familiar, con nuestra residencia. Un bucle. Reza un dicho común entre los viajeros “Es bueno viajar, pero es aún mejor regresar a casa”. 14
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Los viajeros que aprecio son los que se abandonan al camino, los que asumen su presencia ajena y disonante, aquellos que encarnan la extrañeza y asumen por completo su extranjería. No me gustan los que llevan su casa en la maleta o aquellos que se disfrazan para imitar al autóctono. Al dejar el domicilio es muy recomendable que el viajero entre en una suerte de trance ritual donde deben conjugarse la buena suerte y una correcta lectura de los acontecimientos. Es una inquietante misión procurarse, en simultáneo, una brizna de paroxismo y el necesario gobierno sobre la situación. Así la vida se nos hace más andariega que nunca y se vive con mayor intensidad. Los viajeros innatos se dejan arrastrar por la corriente de ilusiones (y desilusiones) de todos los que nos antecedieron en el destino. La travesía propicia la absorción, la captura, la aprehensión, la asimilación y el olvido. Es un periodo con un pie en la ausencia y el otro en una presencia pasajera. Entonces se puede ser cualquiera, un extranjero.
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El viaje ha cumplido funciones simbólicas muy disímiles a lo largo del tiempo y según la cosmovisión del peregrino. Debido a su significancia (cultural, económica y política) la cultura moderna ha desplegado una eficaz red para el control de las migraciones y la tecnología ha facilitado atajos para la aceleración de la experiencia. Me parece conveniente trazar una historia de la movilidad humana porque con ello podemos comprender mejor los diferentes roles de los artistas viajeros. Ya sean caminantes, navegantes o algún aeronauta, todos los viajeros asumen de antemano un afán expedicionario. Nómades, cazadores, trashumantes, comerciantes, misioneros y funcionarios de gobierno; ejércitos de ocupación, refugiados o expatriados; aventureros, ejecutivos de alto vuelo, turistas, veraneantes, profesionales del transporte y, por supuesto, científicos exploradores.
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El viajero ilustrador pertenece a una estirpe muy diezmada en estos tiempos, hubo una época cuando toda expedición (militar, religiosa o científica) debía acreditar uno en sus filas. Hay muchos linajes que se agrupan en esta estirpe y también hay un carácter muy personal en cada autor. A través de nuestro testimonio gráfico cada uno de nosotros atribuye a sus andanzas un carácter único e irrepetible. Es por ello que puedo afirmar que los apuntes de viaje son un “género” en las artes visuales. Los artistas itinerantes que admiro son aquellos que contribuyeron con el descubrimiento del mundo, los que anduvieron a pie como Guamán Poma de Ayala o los indios anónimos que ilustraron el compendio sobre Trujillo ordenado por el obispo Martínez de Compañón. También debo honrar aquellos que se embarcaron en una travesía trasatlántica para luego adentrarse en este continente fantástico, Cristovao de Lisboa (? – 1622), Charles Plumier (1646 – 1704), Johann Moritz Rugendas (1802 - 1858), Alcides d´Orbigny (1802 1857) son algunos de ellos. No puedo dejar de mencionar a mujeres, como María Sybille Merian (1647 - 1717) o Olivia Tonge (1858 – 1949), que se atrevieron a desafiar con sus trotes las “buenas costumbres” de la época y aportaron al conocimiento con su arte en el inabarcable proceso de revelación de la naturaleza. 24
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Hoy recorren el mundo algunos miembros de esta disímil congregación. Deambulan con otros propósitos. Por ejemplo, publicar sus apuntes de viaje en ediciones especializadas o asistir a encuentros bienales (como el que se lleva a cabo en Clermont Ferrand – Francia). A ellos se unen los artistas, adeptos sempiternos a los cuadernos de anotaciones y, por supuesto, a los viajes. Todos tiene enraizado el mismo afán de extraterritorialidad, de amor por lo ajeno y desconocido. Los cuadernos de viajes son manifiestos de admiración por la diversidad. Cuando descubrí las maravillosas acuarelas de Eugéne Delacroix hechas en Andalucía y Marruecos mi pasión por los diarios de viajes llegó a su máxima intensidad. Mi maestra Cristina Gálvez tiene un racimo de bosquejos realizados durante su viaje a la India que son una joya del género. Se trata de un “arte menor” que nos ha legado obras de ensoñación. 28
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Aquellos que pintamos nuestros viajes somos esencialmente naturalistas en la expresión plástica y en la selección de los temas. Optamos por una pintura realista, ilusionista y con fuerte carácter documental. En la actualidad se prefiere el trazo fresco de la acuarela o el apunte rápido en tinta, pero no hace mucho se creaban ilustraciones que demandaban una observación aguda, un arte minucioso y un registro pormenorizado de lo hallado para cumplir con el rigor del archivo científico. (Incluso se llegó a viajar con un artefacto conocido como “camera obscura”, precursor de la cámara fotográfica, para facilitar y abreviar el proceso de captura de la imagen). Somos muchos los artistas que debemos combinar nuestra vocación con otros oficios que son los que nos obligan a desplazarnos, ya sea como misioneros, soldados, colonos, botánicos, zoólogos, astrónomos, arqueólogos, etnógrafos o promotores de destinos turísticos. Los ilustradores hemos hecho parte de expediciones exitosas y estruendosos fracasos. Unos cuantos cosecharon honores mientras la mayoría lo ha disfrutado en la intimidad y el anonimato. Algunas libretas de apuntes han hecho parte de brillantes publicaciones y otras son resguardadas con mucho esmero en museos de renombre.
Nuestros cuadernos son, también, un espacio para arremolinar anécdotas, afectos y desafectos, conocimientos y reflexiones adquiridos en el transcurso. Los secretos inconfesables están bien resguardados en estas bitácoras. Las posibilidades de subsistencia de un arte como el nuestro son cada vez más difíciles sin embargo hay quienes persistimos en el empeño. Lo cierto es que, dada la urgencia de nuestro tiempo, se trata de un oficio en riesgo de desaparición y, por ello, es importante prestarle más atención. A pesar de la obsolescencia programada del género yo creo que siempre existirán personas con un ojo curioso, atento a lo desconocido, avizor con lo fugaz y acucioso con lo ajeno. A contrapelo con el ojo ocioso contemporáneo que se satisface en su propia veleidad. 32
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Mi caso es, como todos, particular. He llevado cuadernos conmigo desde que partí la primera vez sin la compañía de mis padres, a los catorce años. No fui muy constante durante los primeros años y aún guardo algunas de estas primeras libretas en un baúl. Cuando me convertí en ciudadano pude trabajar en agencias de viajes lo que me permitió cubrir parte de mis gastos de estudiante universitario. Ahora soy un artista profesional con formación concluida en la especialidad de antropología y un correcto dominio del idioma francés. El turismo ha sido para mí, desde hace mucho, una fuente de ingresos. He viajado de manera reiterada por un mismo circuito lo que, finalmente, se convierte en algo muy rutinario. La palabra “circuito” me resulta útil para comprender esta ocupación. Los destinos son casi siempre los mismos y se busca crear un flujo dentro del mercado de lo itinerante.
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En un inicio el propósito de llevar un cuaderno conmigo fue darle rienda suelta a una vocación por el apunte al aire libre. Con el nacimiento de mis hijas procuré, más bien, dejar una correspondencia (íntima y pospuesta) para que pudieran conocer algo de mis ausencias cuando ya no esté. He tratado de contarles lo que hice, que sentí y lo que vi durante tantos días lejos de ellas. Los cuadernos también han sido un bastón de apoyo en este constante tránsito. Estoy seguro que muchos de mis males emocionales endémicos han encontrado un placebo en el simple hecho de contar o dibujar lo que podrían llamarse episodios turbulentos de mi vida. Tengo miedo que muchas de las cosas que he escrito al lado de las ilustraciones puedan crear en sus destinatarias algo de dolor o tristeza. Finalmente, con estos cuadernos me he visto como un extranjero de mí mismo, en ellos hay muchas cosas que difícilmente hubiera descubierto de mí por otros medios y, menos aún, lograr aprehenderlos en mi volátil memoria. 116
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Mientras ejecutaba las ilustraciones los turistas a mi cargo mostraron gran interés y no tardó en llegar la primera propuesta de compra. Poco a poco fui configurando algunas fórmulas para poner en circulación este material. Inicialmente hice una serie de grabados (2006) con Álex Ángeles, compañero en otros recorridos artísticos. Más tarde publiqué el libro “Machu Picchu a mano alzada” (2013) en colaboración con Cauces Editores. Recientemente Gustavo Buntinx, curador de la muestra antológica “Teodicea – Agonías de Dios en el arte de Ángel Valdez (1983 – 2019)”, seleccionó algunos dibujos para incluirlos en la exposición. 126
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Con mis apuntes regreso una y otra vez a nuestra maravilla milenaria, puedo adentrarme en los vericuetos de los rostros autóctonos, veo trajes, fiestas, mercados y alimentos, la vía pública o la vía láctea, flora y fauna, desiertos marinos, lagos altiplánicos de sal y espesuras vegetales atravesadas por serpientes de agua. El atractivo central es, qué duda cabe, capturar el acontecimiento, el ESTAR (en el sentido más estricto del término). También se conjuga el verbo ACTUAR sobre la hoja de papel que sirve para apropiarme del lugar y el momento, me valgo de la expresión gráfica y el texto escrito para incorporarlos a mis dominios. Es, casi, un acto de colonización.
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En esta ocasión presento una selección bastante libérrima de dibujos y acuarelas. Son un grupo numeroso respecto al conjunto total. Los niveles de avance, complejidad o conclusión son disímiles. He ejercido un simple criterio de exclusión, las que no me gustan son las que están ausentes. Coincidente con la obsesión humana por organizar el conocimiento las he separado en una serie de conjuntos. De esta manera la exposición se convierte en un gabinete de curiosidades organizado temáticamente. El título de la exposición da luces de este propósito: busco presentar de manera segmentada y sectorizada una totalidad originalmente distribuida de forma aleatoria a lo largo del tiempo. Los cuadernos, como es obvio, tienen una secuencia temporal. En cambio, el conjunto de ilustraciones que componen esta exposición son reproducciones digitales, catalogadas y colocadas en ambientes para su exhibición.
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La primera parte del conjunto, SERES, reúne las imágenes que representan diferentes criaturas, reales o imaginarias, monstruosas o apacibles, etéreas o corpóreas, espirituales o antropomórficas. En LUGARES, la segunda parte, hallamos paisajes, arquitectura y un poco de flora. Están presentes los minerales y los vegetales. Reconocemos la presencia omnipotente de la geografía, aceptamos los caprichos del clima y nos maravillamos con los caminos que encuentra el agua en su eterno circular por los estados de la materia. Mientras tanto el viento no deja de murmurar por doquier. Estamos en camino.
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Ángel Valdez Estudios 1999 – 2000 1980 – 1982 1976 – 1986
Cursos de diseño escenográfico y digital, iluminación y maquinaria teatral. Instituto de las artes escénicas y de la música (INAEM) Madrid, España. Estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de Lima. Perú. Estudios en la especialidad de Antropología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Antologías
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LIKENESS Andean Neo Baroque according to Ángel Valdez. Museo de Arte Latinoamericano MOLAA, Long Beach – Califormia. (Pospuesta hasta nuevo aviso) TEODICEA Agonías de Dios en el arte de Ángel Valdez. (1983 – 2019). Antología curada por Gustavo Buntinx. ICPNA Instituto Cultural Peruano Norteamericano. Galeria German Kruger Espantoso. En el marco del Proyecto A Imagen & Semejanza (AI&S)
2016 2009 2009
LETAN!A. Apariciones Marianas en la obra de Ángel Valdez. Galería Juan Pardo Heren ICPNA Instituto Cultural Peruano Norteamericano. LO IMPURO Y LO CONTAMINADO. Trienal internacional de arte. Santiago de Chile. Curaduría Gustavo Buntinx. Micromuseo. TR3S AL CUBO. Trinidades apócrifas. Curaduría Gustavo Buntinx. ICPNA Instituto Cultural Peruano Norteamericano. Galeria German Kruger Espantoso.
2008 2007 2007 2006 2006 2005 2004 2003 2002 2002 2001
FIAT LUX. Centro Cultural Peruano Norteamericano. Arequipa, Perú. FIAT LUX. Galería 80m2. Lima, Perú. ENCUENTRO ENTRE DOS MARES. Bienal de Sao Paulo-Valencia. Valencia, España. Curaduría Gustavo Buntinx. Micromuseo. IMAGEN MESTIZA/ MIRADA PROMISCUA. Museo de Arte Contemporáneo de Arequipa, MAC Arequipa - Perú. Curaduría Ángel Valdez. TRÁFICO DE INFLUENCIAS. Instituto Cervantes de Paris. Paris, Francia. Curaduría Ángel Valdez. DEL CIELO & DEL INFIERNO. Centro Cultural de la Universidad Mayor de San Marcos. Lima, Perú. Curaduría Ángel Valdez. DOGMAS VISUALES. Centro Cultural de España. Lima, Perú. Curaduría Ángel Valdez. CARNE VIVA. Galerie Etat d´Art. Paris, Francia. CAJA NEGRA. Fundación TEOR/ética. San José de Costa Rica, Costa Rica. CAJA NEGRA Centro Cultural de la Universidad Mayor de San Marcos. Lima – Perú. CAJA NEGRA. Bienal Internacional de Pintura de Cuenca. Cuenca, Ecuador. Individuales
1999 1997 1995 1993 1992
VALGA LA REDUNDANCIA. Galería John Harriman. Centro Cultural PeruanoBritánico. Lima- Perú. LA REVUELTA. Galería Praxis. Lima, Perú. ENTRE PARÉNTESIS. Galería Parafernalia. Lima, Perú IMPOSTURAS, Galería Praxis. Lima, Perú EL UMBRAL DE LA PENUMBRA. Galería 2V´s. Lima, Perú. Bipersonales
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PABELLÓN NACIONAL. Museo de Arte Contemporáneo de Lima MAC – Lima. Perú. Compartida con el fotógrafo Hector Mata. 210
Otras participaciones internacionales 2000 2000 1999 1994-1996 1993
Concurso Fundación Nicomedes García. Segovia, España. Concurso Hotel Royal Premiere. Málaga, España. Ida y vuelta Lima - BA Colectiva de artistas argentinos y Peruanos. Instituto Cultural Peruano Norteamericano Lima, Perú. Centro Cultural San Martin. Buenos Aires, Argentina. 28va., 29va., 30va Art Cologne. Colonia, Alemania. VI Bienal Internacional de Grabado y Dibujo. Taipei Fine Arts. R.O.C. Distinciones
2011 2004 2001 1999-2000 1999 1992 1991 1990 1989
Segundo Premio. III Concurso de Arte del Banco Central de Reserva. Lima, Perú. Segundo Premio X Salón de Pintura ICPNA Instituto Cultural Peruano Norteamericano. Lima – Perú. Mención honrosa. VII Bienal Internacional de Pintura de Cuenca. Cuenca, Ecuador. Beca Proyectos Artísticos. Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI). Beca Formación para Profesionales Iberoamericanos del Sector Cultural. Ministerio de Educación y Cultura de España. Mención de honor. Concurso de pintura Coca Cola. Trujillo, Perú. Segundo premio. Concurso de pintura Coca Cola. Trujillo, Perú. Segundo premio. Concurso de pintura Southern Perú. Arequipa, Perú. Mención de honor concurso de pintura Checa Solari. Sala Sala Luis Miró Quesada Garland, Miraflores. Lima Perú.
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CENTRO CULTURAL PERUANO NORTEAMERICANO CONSEJO DIRECTIVO DEL CULTURAL Luis Chaves Bellido Ricardo Córdova Farfán Mauricio Pérez-Wicht San Román Diana Yriberry Salguero Luis Felipe Rondón de la Jara María del Pilar Dammert López Renzo Cané Pardo Luis Pablo Carpio Sardón
Presidente Vicepresidente Past Presidente Tesorera Vocal de Educación Vocal de Cultura Vocal de Relaciones Internacionales Vocal de Administración y Finanzas
Dirección General Alvaro Salinas Cuadros Dirección Sede Arequipa Alfredo Salinas Salas Dirección de Cultura y Biblioteca Javier Rodríguez Canales Coordinadora de Actividades Culturales María del Carmen Morales Manrique De la exposición Producción General: Coordinación General: Curaduría: Del catálogo y piezas gráficas Concepto, diseño y diagramación: Captura de imágenes y retoque fotográfico: Portada: Contraportada:
Centro Cultural Peruano Norteamericano Javier Rodríguez y María del Carmen Morales Ángel Valdez Paul Colque Pedro Cavassa y Fernando Cavassa Circo de Casma Turtupilin
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