Celebrar la diversidad va más allá de hablar sobre colores de piel o discapacidades. Es superar las categorías que nos dividen y reconocer que todos somos diferentes, con gustos, pasiones, sueños, formas de hacer las cosas y de vivir la vida. Es convivir en medio de la diferencia, dejarse nutrir y sorprender. Es festejar que, gracias a esta, la ciudad crece y se transforma con resultados extraordinarios.
El origen del prejuicio está en la falta de experiencias concretas, por eso invitamos a la ciudad a esta fiesta; una fiesta para compartir experiencias, conocer gente nueva, divertirse y pasarla bien, donde celebramos la autenticidad y la diversidad.