Un día 6 de noviembre de 2005, desde el muelle del puerto imaginario de la Villa de Fernán Núñez, zarpa el velero de Detorres Editores adentrándose en el mar de las publicaciones... ¡Levamos anclas!, ¡izamos las velas! Esperanzados en que la marea nos sea favorable y el viento sople a nuestro favor, para que esta embarcación literaria, con su bodega repleta de ilusiones, pueda llegar airosa a la isla de los sueños cumplidos. Sueños, que rondan la mente de esos corazones que confían sus sentimientos más íntimos a la silueta perfecta de un papel deshabitado. Detorres Editores, desea ser el lecho que acoja, la puerta abierta, por la que muchos de esos creadores pasen a ver cumplidas sus pretensiones.
Pues, tras atormentar, exprimir y vaciar su imaginación... bien sabemos, que arañan con delicadeza las paredes de su alma, para así poder dar vida a un universo de sensaciones de esas que a veces algunos necesitamos experimentar cuando nos atosiga la soledad. Por eso apostamos... Por eso y, porque creemos que no existe mayor satisfacción que cuando un autor puede contemplar su trabajo impreso y pensar que ha merecido la pena el sacrificio. Queremos, ante todo, exponer lo ambicioso de este proyecto, pues no sólo abarcamos el género apasionado, profundo y sentimental de la poesía, también hay cabida para la narrativa, la historia, la opinión, la música y cuantas manifestaciones literarias de cierto interés general creamos conveniente. Todo eso pasito a paso y, llevando como estandarte una de las letrillas de los Proverbios y Cantares que Antonio Machado escribiera en sus Nuevas Canciones: Despacito y buena letra: el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas. ¡En ello estamos! ¡Hoy ya está todo dicho!, ¡hemos de pensar en el mañana!