Versiones de “Pulgarcito” de Enrique Melantoni hechas por alumnos de 2º B
Pulgarcito ¡5 hijos había tenido la esposa del colectivero! Pero el hombre ganaba muy poco, muchas veces no tenían para comer, hasta el hijo menor que comía como un pajarito pasaba hambre .Y eso que no era más alto que un pulgar, por eso lo llamaban Pulgarcito. Para ayudar a su padre él y sus hermanos fueron un día solos a la ciudad buscando oro pero se echó a llover. La lluvia cubrió el camino de regreso. Pulgarcito se trepó a un árbol y vio la luz de una casa, llegaron hasta una puerta y les abrió una giganta que parecía estar de muy mal humor, pero cambió su expresión al ver a los hermanitos todos mojados. De pronto se escucharon en la ciudad los pasos de su marido el ogro. La giganta escondió a los hermanos en el baño. Además entró el ogro que era más gigante que su mujer. Dijo el ogro si mi súper olfato no se equivoca adivino que esta noche comeré niño envuelto. Estás muy resfriado dijo la giganta ogra, yo solo preparé verduras, te daré un pañuelo y verás que es cierto. Y mientras fingía que buscaba un pañuelo la mujer sacó a los hermanos por una ventana. Sin embargo dijo el ogro yo los olí, estoy seguro. Al pasar frente a la ventana el ogro vio a los niños correr entre los árboles, tomó sus botas mágicas y en dos pasos los alcanzó, pero tropezó con una raíz y del golpe se desmayó. Pulgarcito le sacó las botas y se las calzó, enseguida se achicaron y le quedaron cómodas. Con sus hermanitos tomados de las manos dio tres pasos y a cada paso volaban sobre la ciudad como si fuera la cola de un barrilete hecha de chicos. Las botas los llevaron hasta su casa a salvo y también sirvieron para que Pulgarcito al crecer se convirtiera en el mejor cartonero. Nadin
Pulgarcito ¡5 hijos había tenido la esposa del vendedor de ropa! Pero el hombre ganaba muy poco, muchas veces no tenían para comer, hasta el hijo menor que comía como un pajarito pasaba hambre .Y eso que no era más alto que un pulgar, por eso lo llamaban Pulgarcito. Para ayudar a su padre él y sus hermanos fueron un día solos a la ciudad buscando joyas pero se echó a llover. La lluvia cubrió el camino de regreso. Pulgarcito se trepó a un árbol y vio la luz de una casa, llegaron hasta una puerta y les abrió una giganta que parecía estar de muy mal humor, pero cambió su expresión al ver a los hermanitos todos mojados. De pronto se escucharon en la ciudad los pasos de su marido el ogro. La giganta escondió a los hermanos debajo de la cama. Además entró el ogro que era más gigante que su mujer. Dijo el ogro si mi súper olfato no se equivoca adivino que esta noche comeré niño envuelto. Estás muy resfriado dijo la giganta ogra, yo solo preparé verduras, te daré un pañuelo y verás que es cierto. Y mientras fingía que buscaba un pañuelo la mujer sacó a los hermanos por una ventana. Sin embargo dijo el ogro yo los olí, estoy seguro. Al pasar frente a la ventana el ogro vio a los niños correr entre los árboles, tomó sus botas mágicas y en dos pasos los alcanzó, pero tropezó con una raíz y del golpe se desmayó. Pulgarcito le sacó las botas y se las calzó, enseguida se achicaron y le quedaron cómodas. Con sus hermanitos tomados de las manos dio tres pasos y a cada paso volaban sobre la ciudad como si fuera la cola de un barrilete hecha de chicos. Las botas los llevaron hasta su casa a salvo y también sirvieron para que Pulgarcito al crecer se convirtiera en el mejor cartero del rey. Ekaterina
Pulgarcito ¡5 hijos había tenido la esposa del pizzero! Pero el hombre ganaba muy poco, muchas veces no tenían para comer, hasta el hijo menor que comía como un pajarito pasaba hambre .Y eso que no era más alto que un pulgar, por eso lo llamaban Pulgarcito. Para ayudar a su padre él y sus hermanos fueron un día solos a la ciudad buscando oro pero se echó a llover. La lluvia cubrió el camino de regreso. Pulgarcito se trepó a un árbol y vio la luz de una casa, llegaron hasta una puerta y les abrió una giganta que parecía estar de muy mal humor, pero cambió su expresión al ver a los hermanitos todos mojados. De pronto se escucharon en la ciudad los pasos de su marido el ogro. La giganta escondió a los hermanos en el baño. Además entró el ogro que era más gigante que su mujer. Dijo el ogro si mi súper olfato no se equivoca adivino que esta noche comeré niño envuelto. Estás muy resfriado dijo la giganta ogra, yo solo preparé verduras, te daré un pañuelo y verás que es cierto. Y mientras fingía que buscaba un pañuelo la mujer sacó a los hermanos por una ventana. Sin embargo dijo el ogro yo los olí, estoy seguro. Al pasar frente a la ventana el ogro vio a los niños correr entre los árboles, tomó sus botas mágicas y en dos pasos los alcanzó, pero tropezó con una raíz y del golpe se desmayó. Pulgarcito le sacó las botas y se las calzó, enseguida se achicaron y le quedaron cómodas. Con sus hermanitos tomados de las manos dio tres pasos y a cada paso volaban sobre la ciudad como si fuera la cola de un barrilete hecha de chicos. Las botas los llevaron hasta su casa a salvo y también sirvieron para que Pulgarcito al crecer se convirtiera en el mejor repartidor de pizzas. Leonela y Juan
Pulgarcito ¡5 hijos había tenido la esposa del pizzero! Pero el hombre ganaba muy poco, muchas veces no tenían para comer, hasta el hijo menor que comía como un pajarito pasaba hambre .Y eso que no era más alto que un pulgar, por eso lo llamaban Pulgarcito. Para ayudar a su padre él y sus hermanos fueron un día solos a la ciudad buscando oro pero se echó a llover. La lluvia cubrió el camino de regreso. Pulgarcito se trepó a un árbol y vio la luz de una casa, llegaron hasta una puerta y les abrió una giganta que parecía estar de muy mal humor, pero cambió su expresión al ver a los hermanitos todos mojados. De pronto se escucharon en la ciudad los pasos de su marido el ogro. La giganta escondió a los hermanos debajo de la cama. Además entró el ogro que era más gigante que su mujer. Dijo el ogro si mi súper olfato no se equivoca adivino que esta noche comeré niño envuelto. Estás muy resfriado dijo la giganta ogra, yo solo preparé verduras, te daré un pañuelo y verás que es cierto. Y mientras fingía que buscaba un pañuelo la mujer sacó a los hermanos por una ventana. Sin embargo dijo el ogro yo los olí, estoy seguro. Al pasar frente a la ventana el ogro vio a los niños correr entre los árboles, tomó sus botas mágicas y en dos pasos los alcanzó, pero tropezó con una raíz y del golpe se desmayó. Pulgarcito le sacó las botas y se las calzó, enseguida se achicaron y le quedaron cómodas. Con sus hermanitos tomados de las manos dio tres pasos y a cada paso volaban sobre la ciudad como si fuera la cola de un barrilete hecha de chicos. Las botas los llevaron hasta su casa a salvo y también sirvieron para que Pulgarcito al crecer se convirtiera en el mejor repartidor de pizzas. Sofía Basto
Pulgarcito ¡3 hijos había tenido la esposa del colectivero! Pero el hombre ganaba muy poco, muchas veces no tenían para comer, hasta el hijo menor que comía como un pajarito pasaba hambre .Y eso que no era más alto que un pulgar, por eso lo llamaban Pulgarcito. Para ayudar a su padre él y sus hermanos fueron un día solos a la ciudad buscando oro pero se echó a llover. La lluvia cubrió el camino de regreso. Pulgarcito se trepó a un árbol y vio la luz de una casa, llegaron hasta una puerta y les abrió una giganta que parecía estar de muy mal humor, pero cambió su expresión al ver a los hermanitos todos mojados. De pronto se escucharon en la ciudad los pasos de su marido el ogro. La giganta escondió a los hermanos en el cuarto de las escobas. Además entró el ogro que era más gigante que su mujer. Dijo el ogro si mi súper olfato no se equivoca adivino que esta noche comeré niño envuelto. Estás muy resfriado dijo la giganta ogra, yo solo preparé verduras, te daré un pañuelo y verás que es cierto. Y mientras fingía que buscaba un pañuelo la mujer sacó a los hermanos por una ventana. Sin embargo dijo el ogro yo los olí, estoy seguro. Al pasar frente a la ventana el ogro vio a los niños correr entre los árboles, tomó sus botas mágicas y en dos pasos los alcanzó, pero tropezó con una raíz y del golpe se desmayó. Pulgarcito le sacó las botas y se las calzó, enseguida se achicaron y le quedaron cómodas. Con sus hermanitos tomados de las manos dio tres pasos y a cada paso volaban sobre la ciudad como si fuera la cola de un barrilete hecha de chicos. Las botas los llevaron hasta su casa a salvo y también sirvieron para que Pulgarcito al crecer se convirtiera en el mejor mensajero del rey. Luca
Pulgarcito ¡4 hijos había tenido la esposa del pizzero! Pero el hombre ganaba muy poco, muchas veces no tenían para comer, hasta el hijo menor que comía como un pajarito pasaba hambre .Y eso que no era más alto que un pulgar, por eso lo llamaban Pulgarcito. Para ayudar a su padre él y sus hermanos fueron un día solos a la ciudad buscando joyas pero se echó a llover. La lluvia cubrió el camino de regreso. Pulgarcito se trepó a un árbol y vio la luz de una casa, llegaron hasta una puerta y les abrió una giganta que parecía estar de muy mal humor, pero cambió su expresión al ver a los hermanitos todos mojados. De pronto se escucharon en la ciudad los pasos de su marido el ogro. La giganta escondió a los hermanos en el baño. Además entró el ogro que era más gigante que su mujer. Dijo el ogro _ Si mi súper olfato no se equivoca adivino que esta noche comeré niño envuelto. _ Estás muy resfriado dijo la giganta ogra, yo solo preparé verduras, te daré un pañuelo y verás que es cierto. Y mientras fingía que buscaba un pañuelo la mujer sacó a los hermanos por una ventana. _ Sin embargo dijo el ogro yo los olí, estoy seguro. Al pasar frente a la ventana el ogro vio a los niños correr entre los árboles, tomó sus botas mágicas y en dos pasos los alcanzó, pero tropezó con una raíz y del golpe se desmayó. Pulgarcito le sacó las botas y se las calzó, enseguida se achicaron y le quedaron cómodas. Con sus hermanitos tomados de las manos dio tres pasos y a cada paso volaban sobre la ciudad como si fuera la cola de un barrilete hecha de chicos. Las botas los llevaron hasta su casa a salvo y también sirvieron para que Pulgarcito al crecer se convirtiera en el mejor mejor repartidor de pizza. Sofía Aguilar y Nicolás
Pulgarcito ¡3 hijos había tenido la esposa del pizzero! Pero el hombre ganaba muy poco… muchas veces no tenia para comer .hasta el hijo menor, que comía como un pajarito, pasaba hambre .y eso que no era más alto que un pulgar, y por eso lo llamaban “Pulgarcito”. Para ayudarlo a su padre, él y sus hermanos fueron un día a la ciudad, buscando oro. Pero se echo a llover, y el barro cubrió el camino de regreso. Pulgarcito se trepo a un árbol y vio las luces de una casa. Llegaron asta su puerta y les abrió una giganta que parecía estar de muy mal humor .pero cambió su expresión al ver a los hermanitos todos mojados. De pronto se escucharon en la ciudad los pasos de su marido el ogro. la giganta escondió a los niños debajo de la cama. Apenas entro el ogro, que era más gigante que su mujer, dijo:- si mi súper olfato no se equivoca, adivino que esta noche comeré niño envuelto. –Estas muy resfriado –dijo la giganta ogra –yo solo prepare verduras. Te daré un pañuelo y veras que es cierto. Y mientras fingía que buscaba un pañuelo, la mujer sacó a los hermanos por una ventana. – Sin embargo –dijo el ogro –yo los olí, estoy seguro al pasar frente a la ventana, el ogro vio a los niños correr entre los árboles. Tomó sus botas mágicas, y en dos pasos los alcanzó. Pero tropezó con una raíz y del golpe, se desmayo. Pulgarcito le sacó las botas y se las calzó. Enseguida se achicaron y le quedaron cómodas. Con sus hermanitos tomados de las manos, dio tres pasos. Y a cada volaban sobre la ciudad como si fueran la cola de un barrilete hecha de chicos. las botas los llevaron hasta su casa a salvo. Y también sirvieron para que pulgarcito, al crecer, se convirtiera en el mejor repartidor de pizza. Fausto y Facundo
Pulgarcito ¡5 hijos había tenido la esposa del colectivero! Pero el hombre ganaba muy poco, muchas veces no tenían para comer, hasta el hijo menor que comía como un pajarito pasaba hambre .Y eso que no era más alto que un pulgar, por eso lo llamaban “Pulgarcito”. Para ayudar a su padre él y sus hermanos fueron un día solos a la ciudad buscando oro pero se echó a llover. La lluvia cubrió el camino de regreso. Pulgarcito se trepó a un árbol y vio la luz de una casa, llegaron hasta una puerta y les abrió una giganta que parecía estar de muy mal humor, pero cambió su expresión al ver a los hermanitos todos mojados. De pronto se escucharon en la ciudad los pasos de su marido el ogro. La giganta escondió a los hermanos debajo de la cama. Además entró el ogro que era más gigante que su mujer. Dijo el ogro si mi súper olfato no se equivoca adivino que esta noche comeré niño envuelto. Estás muy resfriado dijo la giganta ogra, yo solo preparé verduras, te daré un pañuelo y verás que es cierto. Y mientras fingía que buscaba un pañuelo la mujer sacó a los hermanos por una ventana. Sin embargo dijo el ogro yo los olí, estoy seguro. Al pasar frente a la ventana el ogro vio a los niños correr entre los árboles, tomó sus botas mágicas y en dos pasos los alcanzó, pero tropezó con una raíz y del golpe se desmayó. Pulgarcito le sacó las botas y se las calzó, enseguida se achicaron y le quedaron cómodas. Con sus hermanitos tomados de las manos dio tres pasos y a cada paso volaban sobre la ciudad como si fuera la cola de un barrilete hecha de chicos. Las botas los llevaron hasta su casa a salvo y también sirvieron para que Pulgarcito al crecer se convirtiera en el mejor repartidor de pizza. Gianfranco y Ezequiel
Pulgarcito ¡4 hijos había tenido la esposa del colectivero! Pero el hombre ganaba muy poco, muchas veces no tenían para comer, hasta el hijo menor que comía como un pajarito pasaba hambre .Y eso que no era más alto que un pulgar, por eso lo llamaban Pulgarcito. Para ayudar a su padre él y sus hermanos fueron un día solos a la ciudad buscando oro pero se echó a llover. La lluvia cubrió el camino de regreso. Pulgarcito se trepó a un árbol y vio la luz de una casa, llegaron hasta una puerta y les abrió una giganta que parecía estar de muy mal humor, pero cambió su expresión al ver a los hermanitos todos mojados. De pronto se escucharon en la ciudad los pasos de su marido el ogro. La giganta escondió a los hermanos en el baño. Además entró el ogro que era más gigante que su mujer. Dijo el ogro si mi súper olfato no se equivoca adivino que esta noche comeré niño envuelto. Estás muy resfriado dijo la giganta ogra, yo solo preparé verduras, te daré un pañuelo y verás que es cierto. Y mientras fingía que buscaba un pañuelo la mujer sacó a los hermanos por una ventana. Sin embargo dijo el ogro yo los olí, estoy seguro. Al pasar frente a la ventana el ogro vio a los niños correr entre los árboles, tomó sus botas mágicas y en dos pasos los alcanzó, pero tropezó con una raíz y del golpe se desmayó. Pulgarcito le sacó las botas y se las calzó, enseguida se achicaron y le quedaron cómodas. Con sus hermanitos tomados de las manos dio tres pasos y a cada paso volaban sobre la ciudad como si fuera la cola de un barrilete hecha de chicos. Las botas los llevaron hasta su casa a salvo y también sirvieron para que Pulgarcito al crecer se convirtiera en el mejor cartero. Ivan
Pulgarcito ¡5 hijos había tenido la esposa del pizzero! Pero el hombre ganaba muy poco, muchas veces no tenían para comer, hasta el hijo menor que comía como un pajarito pasaba hambre .Y eso que no era más alto que un pulgar, por eso lo llamaban “Pulgarcito”. Para ayudar a su padre él y sus hermanos fueron un día solos a la ciudad buscando joyas pero se echó a llover. La lluvia cubrió el camino de regreso. Pulgarcito se trepó a un árbol y vio la luz de una casa, llegaron hasta una puerta y les abrió una giganta que parecía estar de muy mal humor, pero cambió su expresión al ver a los hermanitos todos mojados. De pronto se escucharon en la ciudad los pasos de su marido el ogro. La giganta escondió a los hermanos debajo de la cama. Además entró el ogro que era más gigante que su mujer. Dijo el ogro si mi súper olfato no se equivoca adivino que esta noche comeré niño envuelto. Estás muy resfriado dijo la giganta ogra, yo solo preparé verduras, te daré un pañuelo y verás que es cierto. Y mientras fingía que buscaba un pañuelo la mujer sacó a los hermanos por una ventana. Sin embargo dijo el ogro yo los olí, estoy seguro. Al pasar frente a la ventana el ogro vio a los niños correr entre los árboles, tomó sus botas mágicas y en dos pasos los alcanzó, pero tropezó con una raíz y del golpe se desmayó. Pulgarcito le sacó las botas y se las calzó, enseguida se achicaron y le quedaron cómodas. Con sus hermanitos tomados de las manos dio tres pasos y a cada paso volaban sobre la ciudad como si fuera la cola de un barrilete hecha de chicos. Las botas los llevaron hasta su casa a salvo y también sirvieron para que Pulgarcito al crecer se convirtiera en el mejor repartidor de pizza. Malena Yazmin Rossi Maldonado
Pulgarcito ¡5 hijos había tenido la esposa del colectivero! Pero el hombre ganaba muy poco, muchas veces no tenían para comer, hasta el hijo menor que comía como un pajarito pasaba hambre .Y eso que no era más alto que un pulgar, por eso lo llamaban Pulgarcito. Para ayudar a su padre él y sus hermanos fueron un día solos a la ciudad buscando oro pero se echó a llover. La lluvia cubrió el camino de regreso. Pulgarcito se trepó a un árbol y vio la luz de una casa, llegaron hasta una puerta y les abrió una giganta que parecía estar de muy mal humor, pero cambió su expresión al ver a los hermanitos todos mojados. De pronto se escucharon en la ciudad los pasos de su marido el ogro. La giganta escondió a los hermanos debajo de la cama. Además entró el ogro que era más gigante que su mujer. Dijo el ogro si mi súper olfato no se equivoca adivino que esta noche comeré niño envuelto. Estás muy resfriado dijo la giganta ogra, yo solo preparé verduras, te daré un pañuelo y verás que es cierto. Y mientras fingía que buscaba un pañuelo la mujer sacó a los hermanos por una ventana. Sin embargo dijo el ogro yo los olí, estoy seguro. Al pasar frente a la ventana el ogro vio a los niños correr entre los árboles, tomó sus botas mágicas y en dos pasos los alcanzó, pero tropezó con una raíz y del golpe se desmayó. Pulgarcito le sacó las botas y se las calzó, enseguida se achicaron y le quedaron cómodas. Con sus hermanitos tomados de las manos dio tres pasos y a cada paso volaban sobre la ciudad como si fuera la cola de un barrilete hecha de chicos. Las botas los llevaron hasta su casa a salvo y también sirvieron para que Pulgarcito al crecer se convirtiera en el mejor colectivero. Rolando