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Depรณsito Legal p.p. 76-1650 ISSN 0798-0329 ISSN 0798-0329-L

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 Revista cuatrimestral arbitrada e indizada en: BIBLO UCV Revencyt Redalyc Publindex Directorio de revistas OEI EBSCO Publishing CLASE Latindex Dialnet Plataforma Scielo IRESIE Revista acreditada por FONACIT ISSN. 0798-0329 ISSN. 0798-0329-L Depósito Legal p. p. 76-1650 Revista de Investigación Instituto Pedagógico de Caracas Universidad Pedagógica Experimental Libertador Av. Páez, Edificio Histórico del IPC Coordinación General de Investigación Urbanización El Paraíso Caracas 1021, Venezuela Teléfono-Fax: (212) 451- 37- 81 Para comunicarse con la revista puede hacerlo a través de: revistadeinvestigacion@gmail.com Teléfono de oficina: (212) 405-27-35 Diseño de cubierta: Profesor Guido Morales Diagramación: L+N XXI Diseños, C.A. Impreso en Venezuela por: Publicaciones IPC La Revista de Investigación no se responsabiliza por la opinión emitida por los autores

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016 UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR Rector: Raúl López Sayago Vicerrectora de Docencia: Doris Pérez Vicerrectora de Investigación y Postgrado: Moraima Esteves Vicerrectora de Extensión: María Teresa Centeno Secretaria: Liuval Moreno de Tovar INSTITUTO PEDAGÓGICO DE CARACAS Directora (E): Alix Agudelo Subdirectora de Docencia (E): Yudith Rangel. Subdirectora de Investigaciòn y Postgrado (E): Miren De Tejada Lagonell. Subdirector de Extensión (E): Humberto González Rosario Secretario: Juan Acosta Coordinador General de Investigación: Franklin Nuñez Consejo Editorial: Lily Stojanovic (UCV), Ramón Escontrela Mao (UNA), María Maite Andrés (UPEL), Dalia Diez de Tancredi (UPEL), Franklin Nuñez (UPEL). Editora: Dalia Diez de Tancredi (UPEL) Personal de secretaría: Doris Villalba Comité Académico: Concesa Caballero, UBU-España; Giovanna Lombardi, UCV-Venezuela; Marco Antonio Moreira, UFGRS-Brasil; Maryluz Rodríguez Palmero, Centro de Educación a Distancia C.E.A.D Santa Cruz de Tenerife- España, Penélope Hernández (UPEL-IPC), Belén Osorio (UPEL-IPC). Editores invitados: Williams Méndez y Arismar Marcano. Cuerpo de asesores y evaluadores del número 87, Vol. 40 año 2016 Aleidee Marín (UPEL, Vzla.)

Gloria Guilarte (UPEL, Vzla.)

Ana Iztúriz (UPEL, Vzla.) Ángela Medina (UPEL)

Henry Pacheco (UPEL, Vzla.) Jofmar Sánchez (Fundación Instituto de Ingeniería, Vzla.) José López (UCV, Vzla.)

Argenis Montilla (UPEL, Vzla.) Arismar Marcano (UPEL, Vzla.) Belén Osorio (UPEL, Vzla.) Carlos Suárez (UPEL, Vzla.) Carolina León (UPEL, Vzla.) Eva Colotti (UCV, Vzla.) Francisco Escamilla (UPEL, Vzla.) Franklin Núñez (UPEL, Vzla.)

José Méndez (UCV, Vzla.) Kati Montiel (LUZ, Vzla.) Luis González (UPEL, Vzla.) María Olivo (UCV, Vzla.) Mauricio Compiani Universidad de Campinas, Brasil Maximiliano Bezada (UPEL, Vzla.) Orlando González (UPEL, Vzla.)

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Rigoberto Andressen (ULA, Vzla.) Rubén Ayala (ULA, Vzla.) Salvador Lo Mónaco (UCV, Vzla.) Sara Lara (UPEL, Vzla.) Sebastián Grande (UCV, Vzla.) Sergio Foghin (UPEL. Vzla.) Valentina Toledo (UPEL, Vzla.) Víctor Reyes (UPEL, Vzla.) Williams Méndez (UPEL, Vzla.) Zuleika González (UPEL, Vzla.)

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 ESTRUCTURA DE LA REVISTA DE INVESTIGACIÓN • Carta al Editor • Presentación • Artículos generales • Investigaciones • Referencias Bibliográficas: Reseña de libros, Revistas, Trabajos de Tesis, de Ascenso, de Páginas web y otros • Eventos • Avances de Investigación • Currículo de autores CARTA AL EDITOR Espacio para expresar ideas, opiniones y recomendaciones en relación a contenidos de cada número de la revista. PRESENTACIÓN Espacio donde el Consejo Editorial se dirige a lectores e investigadores de la Revista de Investigación para presentar el volumen y número refiriendo la temática de los artículos y demás aspectos que la conforman. ARTÍCULO GENERAL • Problemas de actualidad relacionados con la investigación en sus aspectos educacionales y científicos. • Aspectos relacionados con la investigación en un área que no están basados en resultados originales del autor. • El desarrollo actualizado de un tema especializado producto de la investigación. Se identificarán con título en español e inglés, nombre de autor(es), institución de trabajo, dirección electrónica, resumen en castellano e inglés (abstract) y sus palabras claves, el mismo no deberá exceder de 150 palabras. Se debe adecuar su estructura según el tipo de trabajo, sin embargo debe contener de manera explícita: Introducción, Método, Resultados, Conclusiones y Referencias. Las referencias seguirán las normas UPEL; para trabajos de autores de otras instituciones nacionales o extranjeras las referencias seguirán normas APA. Máximo 25 páginas. 4

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016 INVESTIGACIONES Los artículos se corresponden a investigaciones llevadas a cabo en las diferentes áreas del conocimiento. Los trabajos de investigación deben estructurarse en la forma siguiente: Título en español e inglés, nombre(s) de (los) autores, institución (es) a la (s) cual (es) pertenece (n) el (los) autor(es) y direcciones electrónicas; resumen en castellano e inglés con sus palabras claves y no debe exceder de 150 palabras. Organizar su estructura en Introducción, Método, Resultados, Conclusiones y Referencias que deben seguir las normas UPEL. Las investigaciones documentales deben contener en forma implícita e explícita los elementos antes señalados. Para trabajos de autores internacionales se solicitan las referencias según APA. Máximo 25 páginas. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Sección dirigida a referenciar publicaciones y documentos de actualidad, en formato impreso o electrónico, que pudieran resultar de interés académico e Investigativo para la comunidad universitaria. Se consideran diferentes tipos de documentos como Referencias Bibliográficas. • Reseña de libros: con un resumen de la temática central, comentarios acerca del mismo por parte de la persona que lo refiere. Deben estructurarse con: Título, autor(es), año, editorial, número de páginas. Máximo 3 páginas. • Reseña de revistas: se referirán revistas nacionales o internacionales cuya temática sea de interés para la comunidad universitaria. Deben estructurarse con: Título, resumen en inglés y español, descripción del área temática, tipo de artículo y periodicidad, editorial, Institución, país, localización. Máximo 2 páginas. • Reseña de tesis, de trabajos de grado o ascenso: se referirán trabajos de investigadores de la UPEL y de otras universidades. Deben estructurarse con: Título, autor (es), resumen del trabajo de investigación en español inglés (abstract) con las palabras claves, tipo de tesis (Doctoral, Maestría), tutor, departamento, universidad, fecha de aprobación. Máximo 2 páginas. • Reseña de páginas web, blogs y otros documentos electrónicos: se referirán a trabajos o referencias de trabajos publicados en Internet Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 que sean de interés para el campo académico e investigativo. Deben estructurarse en: título, autor (es) de la revisión, breve información sobre el contenido, especificación de dirección(es) electrónicas y los aportes que justifican dicha referencia. Máximo 4 páginas. EVENTOS Los profesores e investigadores que asistan a eventos académicos nacionales o internacionales divulgarán los objetivos, resultados, conclusiones y propuestas generados en los mismos. Deben señalar datos de identificación: nombre del evento, lugar, fecha y objetivos. También forman parte de esta sección, la promoción y difusión de Jornadas, Congresos, Reuniones y Conferencias nacionales e internacionales de interés para los lectores. Máximo 2 páginas AVANCES DE INVESTIGACIÓN Los investigadores podrán presentar resultados parciales de investigación que consideren de relevancia para su publicación. Los trabajos deben estructurarse de la siguiente manera: Título, autor, descripción breve de la investigación en la cual se enmarcan los resultados y relevancia. Máximo 2 páginas. INSTRUCCIONES GENERALES PARA LOS AUTORES Los trabajos a ser publicados deben ser inéditos, por lo que no serán aceptados ni publicados aquellos artículos que el autor someta a consideración de otras revistas, condición que deberá ser manifestada expresamente en comunicación escrita que cada autor deberá acompañar al momento de enviar la postulación de su artículo. Los interesados enviarán sus investigaciones a través del correo electrónico: revistadeinvestigacion@gmail.com a nombre del editor para su registro inicial en la Revista de Investigación. Una vez recibidos de manera electrónica, el coordinador editor notificará de su recibo para iniciar el proceso de evaluación formal, tanto por parte del comité editorial como de pares académicos (especialistas). Este proceso se realiza mediante el arbitraje doble ciego a cargo de tres (3) árbitros quienes revisarán y darán a conocer el resultado de la evaluación de cada artículo utilizando un instrumento para tal fin suministrado por el coordinador-editor de la revista. 6

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016 El procedimiento de evaluación es coordinado desde la oficina de la revista en el Instituto Pedagógico de Caracas, Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Avenida Páez - El Paraíso, Caracas-1021, Venezuela. El resultado del arbitraje de cada artículo será comunicado al autor por escrito, señalándose si el mismo ha sido aprobado con o sin observaciones. En el caso de tener observaciones las mismas deberán ser incorporadas por el autor siguiendo las instrucciones que al respecto le señale el coordinador- editor. Los artículos no aprobados serán devueltos al autor. Los artículos deben ser escritos con procesador de textos (Word) para PC, en papel tamaño carta, a un espacio y medio, con un margen de tres centímetros en los lados superior e izquierdo y de dos centímetros en los lados inferior y derecho (Letra Arial 12). Las referencias bibliográficas y hemerográficas seguirán las normas del Manual de Trabajos de Grado de Maestría y Tesis Doctorales de la UPEL. Los trabajos de autores internacionales seguirán normas APA. Los cuadros, tablas, gráficos y figuras (fotografías, dibujos, esquemas, entre otros) deben tener un número de identificación y un título descriptivo de su contenido. Se enumerarán de forma continua a lo largo del texto utilizando números arábigos. El número y título de los cuadros y tablas debe colocarse en la parte superior, mientras que en los gráficos y figuras se colocará en la parte inferior. El tamaño de la letra debe ser en Arial 12 puntos para asegurar su lectura. Las notas para explicar los datos presentados, suministrar información adicional o identificar la fuente, se colocarán en la parte inferior de cada cuadro o gráfico, con un tamaño de letra menor al resto del texto. Las fotografías, esquemas, mapas, figuras, gráficos y dibujos deben tener buen contraste en color blanco y negro. Para la publicación de artículos escritos originalmente en idioma extranjero, se requerirá el envío de su traducción por parte del autor y un resumen en el idioma inglés y en español que no exceda de 150 palabras. En caso de ser necesario, los artículos aceptados serán enviados a un corrector de estilo. La Revista de Investigación se reserva los derechos de autor y difusión de los contenidos, según lo expresado por cada autor en comunicación que al respecto enviará a la coordinación editorial, informando su aprobación para ser publicado. Sin embargo, la revista no se responsabiliza por las opiniones personales de cada uno de los autores. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 Cada autor recibirá cinco ejemplares de la versión impresa del número de la revista en la cual se ha publicado su artículo, además se le enviará la edición final en formato electrónico de la revista por correo electrónico.

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016 CONTENIDO PRESENTACIÓN

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CARTA AL EDITOR

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ARTÍCULO GENERAL Maximiliano Bezada. Investigación, docencia y extensión en el Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario: Una sinopsis del período 1981-2015. Research, teaching and extension at the Laboratory of Pedology and Quaternary Geology: A synopsis of the period 1981-2015. INVESTIGACIONES • Sergio Foghin. Evidencias de la penetración de brisas de mar en la depresión del río Unare y Llanos de Anzoátegui. Evidences of penetration of sea breezes in the Unare river depression and Anzoátegui Llanos, Venezuela. • Carlos Suárez. Uso y abuso de las lagunas litorales venezolanas. Use and abuse of the Venezuelan coastal lagoons • Williams Méndez, Zuleika González, Jesús Suárez, Maraisa Arauno, Mayerling Vielma y Heliana Maiz. Geomorfología de los abanicos aluviales del piedemonte norte del macizo El Ávila, estado Vargas, Venezuela. Geomorphology of the alluvial fans of the El Ávila Massif northern foothill, Vargas State, Venezuela • Orlando González y Zuly Millán. Granulometría de los sedimentos fluviales del canal principal y llanura aluvial del río Portuguesa, Venezuela. Particle size distribution of the fluvial sediments in the main channel and floodplain of Portuguesa river, Venezuela • Arismar Marcano. Metodología para la zonificación de la amenaza por movimientos en masa desencadenados por la sismicidad. Methodology for zoning of the mass movement’s hazard triggered by seismicity Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 • Freddy Oropeza. El Trabajo de Campo en Astronomía: Una experiencia didáctica para la formación docente en Ciencias de la Tierra. The Field Work in Astronomy: A didactics experience for teacher training in Earth Sciences • Maryorie Sánchez, Nathaly Labrador, Andrea Alcántara y Ana Iztúriz. Potencialidades educativas de los materiales geológicos del Monumento Nacional “Panteón Nacional” (Caracas, Venezuela), para la enseñanza de la Geología. Educational potentialities of the geological materials of “Panteón Nacional” National Monument (Caracas, Venezuela), for teaching of Geology • Larry Rivas y Juan Carrera. Zonificación de la amenaza por inundaciones en la planicie aluvial del río Borburata, estado Carabobo, Venezuela. Zoning of the flood hazard in the Borburata River alluvial plain, Carabobo State, Venezuela • Loan Landaeta. Una propuesta de tipos pluviométricos para el estado Miranda, Venezuela. A proposal of pluviometric types for the Miranda State, Venezuela RESEÑAS DE LIBROS • Iniciación a la Meteorología y Climatología. Autor: José Luis Fuentes Yagüe (2012). Madrid, España: AGROGUÍAS MundiPrensa Libros, S. A. ISBN: 978-848-4765-10-3. 253 páginas. 22 cuadros. 32 figuras. Lengua: Español. Por: Víctor Reyes • El desarrollo de la competencia científica: 11 ideas clave. Autores: Emilio Pedrinaci (Coord.), Aureli Caamaño, Pedro Cañal y Antonio de Pro (2012). Barcelona, España: Editorial Graó. 294 páginas. Lengua: Español. Por: Gloria Guilarte EVENTOS • VI Jornadas Nacionales de Geomática y 1er Congreso Nacional de Geomática. Caracas (Venezuela) del 26 al 31 de Octubre de 2015. Por: Freddy Flores y Ramiro Salcedo CURRÍCULA DE LOS AUTORES 10

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PRESENTACIÓN El Consejo Editorial de la Revista de Investigación ofrece a sus lectores, estudiantes, docentes e investigadores el primer número de la revista correspondiente al año 2016, con artículos recibidos y arbitrados durante los meses de septiembre a noviembre de 2015. El trabajo editorial contó con la participación de reconocidos especialistas, así como de investigadores de otras universidades quienes asumieron con dedicación y responsabilidad el trabajo que ha permitido dicha publicación. Ello da respuesta a las exigencias de investigadores y de las instituciones que apoyan su publicación en forma impresa y electrónica. Este número cuenta con investigaciones en el campo de las Geociencias. Para promover su difusión se recuerda que su consulta puede hacerse en los diferentes centros de documentación y publicación de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador y de otras Universidades, así como en las bases de datos electrónicas referidas y en las cuales dicha revista esta indizada. El Consejo Editorial reconoce el aporte de los especialistas evaluadores y del cuerpo de asesores, quienes de manera comprometida realizan sus aportes para mantener la calidad de la Revista de Investigación. La versión electrónica será enviada a cada autor y la adquisición de su versión impresa es posible en la Coordinación General de Investigación del Instituto Pedagógico de Caracas, oficina de la Revista de Investigación. Los editores invitados Prof. Williams Méndez (Coordinador del CIEMEFIVE 2013-2016, DCT-UPEL-IPC) y Profa. Arismar Marcano (Coordinadora del Programa Académico de Ciencias de la Tierra, DCT-UPEL-IPC), en nombre de los departamentos de Ciencias de la Tierra del Instituto Pedagógico de Caracas (DCT-IPC) y del Instituto Pedagógica de Maturín “Antonio Lira Alcalá” (DCT-IPMALA), y de los Centros de Investigación EsRevista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 tudios del Medio Físico Venezolano (CIEMEFIVE) y Astronomía, Geociencias y Física Nuclear (CIAGF) de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), dedican este número temático en Ciencias de la Tierra al Instituto Pedagógico de Caracas, con motivo de la celebración del año jubilar en conmemoración de su 80 Aniversario.

Dalia Diez de Tancredi Coordinadora-Editora de la Revista de Investigación

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CARTA AL EDITOR Los trabajos de investigación que se presentan en este número de la Revista de Investigación del Instituto Pedagógico de Caracas, abordan diversos temas inherentes a disciplinas que conforman el amplio espectro del campo de conocimiento de las Ciencias de la Tierra o Geociencias, en específico, temas relacionados con la productividad investigativa y la docencia en Ciencias de la Tierra, dinámica atmosférica, problemas ambientales en medios litorales, Tecnologías de la Información Geográfica, geodinámica externa, sedimentología, amenazas naturales y enseñanza de las Geociencias. Parte de estas investigaciones han sido desarrolladas en forma conjunta por estudiantes y docentes de los Departamentos de Ciencias de la Tierra del Instituto Pedagógico de Caracas (IPC) y del Instituto Pedagógico de Maturín “Antonio Lira Alcalá” (IPMALA), como parte de los proyectos adscritos y llevados a cabo por las líneas de investigación que coordinan el Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano” (CIEMEFIVE) del IPC y el Centro de Investigación en Astronomía, Geociencias y Física Nuclear (CIAGF) del IPMALA. En ese sentido, resulta importante destacar los aportes de cada una de estas contribuciones. Maximiliano Bezada presenta una síntesis de las actividades realizadas en el Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario a lo largo del período 1981-2015, y en su balance de 30 años de actividad académica, señala que es en este laboratorio donde se inician los estudios formales de los suelos en el IPC. Según el autor, el laboratorio y los cursos dictados en él, constituyen el embrión que dio inicio a las actividades de investigación en el Departamento de Ciencias de la Tierra, y los trabajos realizados en ese recinto constituyen las primeras investigaciones presentadas por alumnos de pregrado en eventos científicos nacionales. Así mismo, destaca que las actividades de extensión académica forman parte fundamental de los trabajos realizados por este laboratorio como son los ciclos de conferencia, talleres y cursos relativos al estudio Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 de los suelos y el Cuaternario en Venezuela. Finalmente, concluye que en los estudios de postgrado el aporte del laboratorio ha sido fundamental, ya que el 33 % de los egresados de la Maestría en Geografía Física han realizado sus trabajos en este ambiente académico. Por su parte, Sergio Foghin en un interesante artículo, discute las características de un sistema de brisas de mar y de las estructuras nubosas asociadas a éstas, así como la incidencia de dicho sistema sobre la depresión del río Unare y los Llanos del estado Anzoátegui, evidencias que sustenta en el análisis de imágenes de satélite. De acuerdo con este investigador, en el territorio venezolano estos vientos periódicos locales de ciclo diario han sido poco estudiados, a pesar de su importancia geográfica y ecológica. El autor propone la creación de una red de estaciones meteorológicas automatizadas que permitan estudiar estos fenómenos mesoescalares, y la influencia que ellos ejercen sobre los vientos regionales, la humedad y la temperatura de la región estudiada. Carlos Suárez en su artículo destaca la importancia de las lagunas litorales venezolanas como ambientes que forman parte de la historia reciente y del registro geológico del planeta. Hace mayor énfasis sobre todo, en lo concerniente a los usos turístico y recreacional que se le ha dado a estas lagunas a lo largo del tiempo. Este investigador aspira que a través de este aporte, se pueda difundir el valor que tienen estos sistemas litorales y la importancia de su conservación; reconociendo además que el uso que se le ha dado a estos ambientes no es el más adecuado, por lo que se han generado problemas de contaminación ambiental, con impactos negativos sobre la enorme biodiversidad que sustentan estos ecosistemas litorales. En su artículo, Williams Méndez, Zuleika González, Jesús Suárez, Maraisa Arauno, Mayerling Vielma y Heliana Maiz analizan las características morfológicas y morfométricas de los abanicos aluviales del piedemonte norte del macizo El Ávila, así como sus relaciones con los parámetros morfométricos de las cuencas de drenaje que les han dado origen, para comprender algunos aspectos vinculados con la génesis, desarrollo y evolución de dichos abanicos. Entre otros aspectos, estos investigadores des14

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016 tacan también la influencia que ejerce la litología en la conformación de estos ambientes geomorfológicos aluviales estudiados. Las características granulométricas de los sedimentos fluviales del canal principal y de la planicie de inundación del río Portuguesa, fueron descritas en el artículo de Orlando González y Zuly Millán. Estos autores muestran que las diferencias observadas en el tamaño de partícula de los ambientes analizados, son producto de la combinación de procesos asociados al ambiente de depositación, material parental, mecanismos de transporte y meteorización química, entre otros. La aplicación de una metodología para la zonificación de la amenaza por movimientos en masa desencadenados por la sismicidad, para las cuencas de drenaje que se localizan entre las localidades Camurí Chico y el Tigrillo (estado Vargas), es el objeto de estudio de Arismar Marcano. La autora empleó una combinación de varios métodos y técnicas que le permitieron elaborar los mapas de amenaza para el área estudiada, y concluye que la mayoría de los movimientos en masa de esa región, se ubican en zonas de Muy Alta y Alta Amenaza. Freddy Oropeza en su artículo presenta un conjunto de fundamentos acerca de lo que debería ser el trabajo de campo en la enseñanza de la Astronomía, como apoyo al proceso de formación inicial de los docentes de Ciencias de la Tierra. El propósito de este trabajo consiste en establecer los planteamientos pedagógicos y didácticos que sirvan, entre otras cosas, como elementos de consulta en la enseñanza de esa asignatura para los aportes teóricos que la sustentan, y para la explicación del valor didáctico del trabajo de campo en Astronomía. El artículo de Maryorie Sánchez, Nathaly Labrador, Andrea Alcántara y Ana Iztúriz, está orientado hacia los aspectos educativos de las Ciencias de la Tierra y se relaciona con el uso de monumentos arquitectónicos como espacios y recursos para la enseñanza de éstas por parte de los docentes. Los autores destacan la importancia del aprovechamiento de los materiales geológicos presentes en la infraestructura y arquitectura del Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 “Panteón Nacional” para la enseñanza de la Geología, al definir una Ruta Geoeducativa con estaciones en las que se observan mármoles, travertinos y granitos. Larry Rivas y Juan Carrera presentan una zonificación de la amenaza por inundaciones para la planicie aluvial del río Borburata, estado Carabobo. Mediante la aplicación de diferentes técnicas y métodos hidrológicos y de sistemas de información geográfica, determinaron que los principales riesgos por inundación en el área de estudio, se localizan en el sector de la llanura aluvial donde se encuentra emplazada actualmente la población de Borburata. Loan Landaeta analiza los tipos pluviométricos que caracterizan al estado Miranda, con base en la distribución espacial y temporal de las precipitaciones que se presentan en la región. El autor describe 129 estaciones mediante técnicas de análisis espacial y geoestadísticas, que le permitieron determinar la presencia de seis (6) tipos pluviométricos que son influenciados por el relieve, las masas de aire y los vientos locales que caracterizan al territorio mirandino. Este número Temático de la Revista de Investigación del IPC, concluye con la reseña de dos libros y un evento relacionados con el ámbito de las Ciencias de la Tierra. En tal sentido, Víctor Reyes realiza la presentación del libro Iniciación a la Meteorología y Climatología de José Luís Fuentes Yagüe (2012). Según Reyes, el libro representa una síntesis de los fundamentos meteorológicos y climatológicos que deben manejar las personas que se inician en ese tipo de estudios. Concluye, que esta obra constituye un texto de utilidad para los aficionados a las ciencias atmosféricas y para estudiantes que inician su transitar por la Climatología, y que además contribuye desde el punto de vista conceptual y didáctico al aprendizaje de la Meteorología y la Climatología en las aulas de educación universitaria y de educación técnica, donde los contenidos presentados son requeridos. Por su parte, Gloria Guilarte presenta la reseña del libro Desarrollo de la Competencia Científica: 11 Ideas Clave de Emilio Pedrinaci, Aureli Caa16

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016 maño, Pedro Cañal y Antonio del Pro (2012). Los autores del libro se proponen explorar las potencialidades del enfoque competencial del currículo como una forma de revertir el poco interés mostrado por los estudiantes europeos hacia la educación científica. En esta reseña se concluye, que hay que promover el interés por la educación científica del ciudadano, y se plantea cuáles son y serán los retos y exigencias que se deben afrontar en la formación de los docentes bajo el enfoque curricular basado en competencias, las cuales en la actualidad son de enorme interés para las instituciones formadoras de educadores, como es el caso de la UPEL. Finalmente, Freddy Flores y Ramiro Salcedo reseñan las VI Jornadas Nacionales de Geomática y el Primer Congreso Nacional de Geomática evento que se realizó el 26 y el 31 de octubre de 2015, en Caracas, Venezuela. El objetivo fue promover el intercambio de experiencias entre las instituciones y personas usuarias de la Geomática, miembros de la comunidad geocientífica venezolana, así como promover su uso en las futuras generaciones. Igualmente, el evento permitió el intercambio de experiencias y experticias relacionadas con los usos de la Geomática, con la participación de la comunidad en general, investigadores, profesionales, entre otros, a nivel nacional y del extranjero. En síntesis, los artículos seleccionados para este Número Temático de la Revista de Investigación del Instituto Pedagógico de Caracas, representan una muestra de los estudios interdisciplinarios que se realizan en el ámbito de las Ciencias de la Tierra, abarcando tópicos de las Ciencias Básicas que sirven de sustento para otras investigaciones, así como también de las investigaciones aplicadas en el campo educativo y de los fenómenos naturales. Agradecemos esta iniciativa, que ha sido promovida por el Comité Editorial de la revista y por los editores invitados Prof. Williams Méndez (Coordinador del CIEMEFIVE) y Profa. Arismar Marcano (Coordinadora del Programa Académico de Formación Docente de la Especialidad Ciencias de la Tierra en el IPC). Así mismo, esperamos que este esfuerzo sirva para difundir los resultados de las investigaciones insertas en nuestras Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 líneas de investigación, trabajos que han sido desarrollados en muchos casos por nuestros estudiantes en el curso Proyecto en Ciencias de la Tierra, acompañados y asesorados por los docentes de sus departamentos; y en otros casos, como parte de los productos generados por las investigaciones particulares del personal académico, para fines de Ascensos, Trabajos de Grado y Tesis o iniciativas libres. Igualmente, esperamos que estas modestas contribuciones coadyuven de alguna manera con el avance y mejoramiento de la investigación en nuestros Departamentos de Ciencias de la Tierra del IPC y del IPMALA, así como también con el proceso educativo de nuestros estudiantes y con el desarrollo sostenible de la nación. Orlando González Jefe (E) del Departamento de Ciencias de la Tierra Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico de Caracas, Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano”

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Investigación, docencia y extensión en el Laboratorio de Pedología y Geología del cuaternario: Una sinopsis del período 1981-2015.

Investigación, docencia y extensión en el Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario: Una sinopsis del período 1981-2015 Research, teaching and extension at the Laboratory of Pedology and Quaternary Geology: A synopsis of the period 1981-2015 Maximiliano Bezada mbezada1919@gmail.com Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Instituto Pedagógico de Caracas, Venezuela Articulo recibido en septiembre de 2015 y publicado en enero de 2016

RESUMEN Se presenta una crónica sucinta de las actividades de docencia, investigación y extensión llevadas a cabo en el Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario del Departamento de Ciencias de la Tierra de la UPEL-IPC, desde su creación en Septiembre de 1981 hasta la actualidad. Este recinto académico creado para la enseñanza de la Pedología y de los paleoambientes del Cuaternario, en buena parte ha contribuido a la consolidación de esa cultura en investigación que ha caracterizado al Departamento de Ciencias de la Tierra desde su creación. En el desarrollo de la historia del laboratorio es evidente que no solo las actividades de docencia en pregrado y postgrado fueron las metas a lograr, sino que también se ha cumplido con las otras funciones de la universidad. La creación del laboratorio y muy especialmente su consolidación, constancia y permanencia, ha sido un trabajo arduo, continuo y sin prisa pero sin pausa. Palabras clave: Investigación; docencia; extensión; Pedología; Geología del Cuaternario ABSTRACT A brief chronicle of the activities of teaching, research and extension carried out at the Laboratory of Pedology and Quaternary Geology, Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Maximiliano Bezada Department of Earth Sciences UPEL-IPC is presented, since its inception in September 1981 until today. This academic enclosure created for teaching Pedology and Quaternary paleoenvironments, has largely contributed to the consolidation of that research culture that has characterized the Department of Earth Sciences since its inception. In the development of the history of the laboratory it is apparent that not only were the teaching activities in undergraduate and postgraduate goals to achieve, but also has complied with other university functions. The creation of the laboratory and especially its consolidation, constancy and permanence, has been hard, continuous and slowly but sure. Key words: Research; teaching; extension; Pedology; Quaternary Geology

INTRODUCCIÓN El laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario está ligado en su esencia a la misión de los fundadores del Departamento de Ciencias de la Tierra, en el cual uno de los objetivos fundamentales además de una docencia de calidad, que respondiera a los retos educativos de un país con recursos ilimitados provistos por la naturaleza en sus tres geosferas, también lo era la investigación. Esta actividad, aunque se hacía en forma limitada y con los escasos recursos con que se contaba, era en efecto una preocupación sembrada por nuestros maestros. Aquellos eran tiempos donde la calidad del profesor se valoraba más por su dedicación, la buena exposición y el uso de la tiza y el pizarrón como recurso didáctico, que por sus publicaciones; tiempos en que eran inexistentes los recursos que brinda hoy la informática para estar informados del acontecer científico internacional. En aquellos tiempos los trabajos de campo para la enseñanza de las Ciencias de la Tierra, eran clases magistrales sobre el terreno, donde la observación principio básico de la Geografía y en general de todas las Geociencias, era fundamental, no se disponía entonces de laboratorios básicos de análisis de rocas, suelos, sedimentos y aguas. Se contaba con una sala de Cartografía y Geología, con una buena colección de mapas 20

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Investigación, docencia y extensión en el Laboratorio de Pedología y Geología del cuaternario: Una sinopsis del período 1981-2015. topográficos, fotografías aéreas de todo el país, un par de estereoscopios de espejos, 25 estereoscopios de bolsillos y una colección importante de rocas, minerales de la casa Ward, así como modelos de los sistemas cristalinos. La fotointerpretación geomorfológica era la máxima fortaleza y el Muestrario Geomorfológico de Venezuela (Tricart y Govea, 1974) era la vitrina para exhibir el quehacer investigativo institucional en esta área del conocimiento. La creación del Departamento de Ciencias de la Tierra en 1973 (inicialmente como la Sección de Ciencias de la Tierra), suponía un reto para mejorar la enseñanza de las disciplinas que conforman las Ciencias de la Tierra, y sus fundadores sabiamente diseñaron las estrategias para cumplir con ese objetivo. En un principio, el cuerpo profesoral se nutrió de profesores que regresaban con estudios de postgrado en el exterior, luego se diseñaron las políticas de formación para los instructores que recién ingresaban al Pedagógico de Caracas. Por no contarse, en ese entonces, con postgrados en el país, muchos de los instructores fueron enviados a diversas universidades del exterior (Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, y Francia). Todo estaba estrictamente calculado, la formación de la planta profesoral era por las disciplinas que se iban a impartir. El curso de Suelos estaba incluido en el currículo inicial del naciente departamento. Hasta ese momento este importante recurso natural era tratado como un contenido programático en algunas asignaturas de los departamentos de Biología y Química (Ecología) y de Geografía e Historia (Geomorfología), sin embargo, no había una asignatura que tratara exclusivamente el tema. En esos tiempos el excelente artículo del maestro Justo Avilan (1966) era una la más importante referencia bibliográfica para el estudio de los suelos de Venezuela. El autor del presente trabajo, como uno de los instructores al que le correspondió hacer su programa de postgrado fuera de Venezuela, a su regreso en Mayo de 1981, propuso que la temática relativa al estudio de las Ciencias del Suelo en nuestro currículo departamental, debía hacerse Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Maximiliano Bezada bajo una óptica de la Pedología (génesis y evolución), más que bajo una óptica edafológica en la que los estudios están más bien orientados hacia la fertilidad y el uso agrícola. Se seguían, los postulados bajo los cuales se formaban para asumir este reto académico (Birkeland 1974), en la que no se puede adecuadamente usar el suelo para ningún propósito sin entender los procesos y factores que controlan su formación, donde la meteorización y la discusión de la variabilidad de los tipos de suelos está en correspondencia con la variabilidad de sus factores formadores (material parental, clima, vegetación, relieve y tiempo). Los trabajos sobre el terreno eran fundamentales, la Pedología es una ciencia de campo, por lo tanto los análisis de laboratorio eran muy importantes, pero solo serían útiles y buenos como tan buenos fuesen los trabajos de campo, y el muestreo significativo sobre los cuales ellos estén basados. Sobre este aspecto, es importante recordar las tantas veces citadas predicas de Don Pablo Vila: “La geografía entra por los Pies” (Foghin, 2004), con el agregado del geólogo Victor Vivas (comunicación personal, 1981) …“y se piensa con la cabeza”… En el programa las clasificaciones de suelo eran importantes, pero más lo era entender la génesis, no se puede clasificar lo que no se conoce, es necesario primero que conocer los atributos físicos y químicos, y como estos se forman y evolucionan con el tiempo. Sin estos conocimientos, las clasificaciones solo serán ejercicios memorísticos y repetitivos. Bajo las premisas esbozadas nace el curso Introducción a la Pedología, para el cual el autor de esta sinopsis, tuvo el honor de diseñar el primer programa sinóptico y analítico (Bezada, 1981) dedicado al estudio de los suelos en el Instituto Pedagógico de Caracas, y el cual básicamente se ha mantenido hasta la actualidad, con algunas modificaciones de González (2005). Para cumplir con los objetivos de este programa era necesario contar con un aula para los análisis de suelos, y es así como en Septiembre de 22

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Investigación, docencia y extensión en el Laboratorio de Pedología y Geología del cuaternario: Una sinopsis del período 1981-2015. 1981, después de no pocas dificultades para encontrar un espacio físico, se fundó el Laboratorio de Pedología y Ambientes del Cuaternario inicialmente, hoy Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario. Con ello se creaba también, probablemente, el primer laboratorio en el país que llevaba en su denominación la palabra Cuaternario, período geológico sobre el cual se encuentre la mayor parte de la cobertura de suelos del planeta. Por lo tanto, comprender los cambios paleoambientales ocurridos durante ese período geológico era fundamental, ambos temas imposibles de desligar de la docencia y de la investigación. Así nacen también en el mismo momento, los cursos electivos que se vienen dictando en el laboratorio, como lo son: El Cuaternario en Venezuela, Geología Glacial del Cuaternario de los Andes Venezolanos, Análisis de Sedimentos no Consolidados, y Ambientes Sedimentarios. Estos han sido cursados por buena parte de los egresados, lo cual ha contribuido con su formación docente, y en muchos de ellos a definir la continuación de sus estudios de postgrado. En esta etapa inicial, las actividades de extensión promulgadas desde el laboratorio fueron múltiples, se invitaban conferencistas de trayectoria nacional, se realizaron ciclos de conferencias, y se dictaron talleres y cursos entre otras actividades. El objetivo fundamental era actualizar a los docentes en servicio, y aumentar la motivación de nuestros estudiantes por los temas de la Pedología y estudios del Cuaternario. Las actividades de investigación en el pregrado fue una de las máximas preocupaciones, consideradas fundamentales para consolidar el Departamento de Ciencias de la Tierra que desde su fundación hasta el presente, por presiones no muy ocultas ni bien ponderadas, siempre ha estado en “peligro de extinción”, pero su compromiso y productividad siempre han sido sus mejores argumentos y salvoconducto. La historia del laboratorio transcurrida desde 1981 hasta el presente, es pletórica de logros y anécdotas y está ineludiblemente amalgamada con la historia del Departamento de Ciencias de la Tierra. Si este artículo general, que los editores del Número Temático en Ciencias de la Tierra Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Maximiliano Bezada para la Revista de Investigación ha solicitado, permite visualizar la modesta contribución del Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario, y la productividad investigativa del Departamento de Ciencias de la Tierra y del Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano” (CIEMEFIVE), se habrá cumplido con el objetivo propuesto. Docencia El Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario inicia sus actividades en Septiembre de 1981, en el pequeño espacio donde actualmente funciona el Aula de Climatología (Ambiente N° 80) del Departamento de Ciencias de la Tierra. Los mesones iníciales fueron el producto del trabajo de quienes allí trabajaban así como las instalaciones eléctricas y las acometidas de agua. El espacio era muy reducido pero muy grande en esperanzas. En ese primer curso todos eran muy comprometidos, pero recuerdo que destacaban Rosa Arteaga, Reinaldo Gil, Zhulmer Zambrano, Aaron Manrique y Nilda Flores. Por el currículo departamental de la época, los alumnos contaban con una buena formación en Ciencias Básicas y Naturales, fortaleza que se fue difuminando con el transcurrir de las décadas con las sucesivas revisiones y transformaciones curriculares, hasta llegar a la actual y próxima por aprobarse, cada vez más enfocadas en cómo vamos a enseñar, que en fortalecer que es lo que vamos a enseñar. En consecuencia, por el número de créditos asignados por los expertos en currículo a los cursos de la especialidad, se ha tenido que fusionar contenidos programáticos de asignaturas fundamentales, o peor aún, eliminarlas del pensum de estudio más reciente. Los primeros años fueron pletóricos en trabajos de campos, en un semestre se reconocían la mayoría de los tipos de suelos que resultaban de la interacción de los factores formadores. Esto implicaba estudiar áreas con afloramientos geológicos, climas, vegetación, geomorfología y tiempo de evolución contrastantes. Se recorría gran parte del territorio nacional; era común que durante un semestre se visitaran Los Llanos Orientales, las áreas adyacentes al curso medio del río Orinoco y parte de su llanura 24

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Investigación, docencia y extensión en el Laboratorio de Pedología y Geología del cuaternario: Una sinopsis del período 1981-2015. deltaica, los Llanos Centro Occidentales, la planicie del lago de Maracaibo y parte de la Cordillera de los Andes en los estados Mérida, Trujillo y Táchira. Normalmente, la primera salida de campo se realizaba en la segunda semana de clases hacia el área de estudio escogida, para el muestreo en Calicatas abiertas por los propios alumnos. En este duro trabajo no había distinciones entre damas y caballeros, era una tarea en equipo (ver gráfico 1). El muestreo constituía la base para los trabajos prácticos de laboratorio que se hacían en conjunto; y finalmente, con la totalidad de los resultados de los análisis, se culminaba el curso con la presentación escrita y la defensa oral de un informe técnico sobre el origen y evolución de los suelos estudiados, más un intento de clasificación según la Taxonomía de Suelos Americana (Soil Taxonomy), que por lo limitado de los análisis que se podían realizar, a lo sumo se llegaba al taxón Gran Grupo.

Gráfico 1. Alumnos del curso Introducción a la Pedología en prácticas de campo, describiendo perfiles de suelos en calicatas excavadas por los participantes.

Al inicio del programa de Pedología, se pudo encontrar en los textos de Ciencias de la Tierra, Biología y Geografía de la educación secundaria Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Maximiliano Bezada para entonces, que los temas relativos a los suelos se limitaban a definir los horizontes A, B y C, como si esto fuera lo más común de encontrar en el campo, siendo la realidad más compleja. Igualmente, en estos textos, se trataba de ubicar a los suelos del país en múltiples sistemas de clasificación, muchas de ellas en desuso. Los textos que se suponían avanzados continuaban utilizando como una novedad, el viejo concepto de la 7ma Aproximación, la cual ya había dado paso, desde 1974, a la Taxonomía de Suelos Americana (Soil Survey Staff 1975, 1996, 1999), que ya había sido ampliamente utilizada en el más formidable programa de levantamientos de suelo a gran escala realizado en Venezuela, como fue el Inventario Nacional de Tierras, realizado dentro del Programa de la Comisión para la Planificación y Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos (COPLANARH) del país. En ese programa se hacía una evaluación de los suelos con fines de su aprovechamiento agrícola, y por la magnitud del trabajo, se utilizaron bases geomorfológicas como un criterio fundamental para la delimitación de las grandes unidades de suelos. El Departamento de Ciencias de la Tierra, a mediados de la década de los 70 del siglo pasado, por intermedio de la Profesora Duilia Govea de Carpio, había tenido intercambios con la dirección de COPLANARH, quienes nos dictaron algunos seminarios de levantamiento de suelos con la participación del Dr. Luis Fernando Arias. La extensa investigación publicada por COPLANARH entre 1970 y 1980 fue fundamental para los fines docentes que empezábamos a implantar. Se comenzó entonces a trabajar con el concepto de los horizontes diagnóstico, puesto en boga por la Taxonomía de Suelos Americana y asumida por la moderna Clasificación de Suelos de Francia (Segalen, 1979,1981). Estos horizontes diagnósticos, están basados en características medibles que lo definen, y son los que permiten una clasificación más objetiva basada en análisis de laboratorio, esto era ineludible. El laboratorio tenía la necesidad de crecer, era imposible que lo hiciese a través de los recursos institucionales, ya que en este aspecto, los labo26

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Investigación, docencia y extensión en el Laboratorio de Pedología y Geología del cuaternario: Una sinopsis del período 1981-2015. ratorios para la enseñanza de las ciencias en nuestro departamento y en general en toda nuestra universidad, carecían de una política de renovación, y muchos de ellos no estaban operativos por falta de una política de mantenimiento. Había que buscar una respuesta, la solución fue concertada con los estudiantes, si queremos laboratorio para el presente y para el futuro, había que trabajar con metas fijas para el logro del objetivo. Se organizaron rifas y se solicitaron donaciones a instituciones del Estado. Ese fue el inicio del verdadero crecimiento instrumental del laboratorio, nada fue fácil, toda una historia hay tras la dotación instrumental de este laboratorio. A través de esas acciones se compraron o se obtuvieron por donación pH metros, conductímetros, balanzas analíticas, hidrómetros, muflas, entre otros. Los instrumentales de vidrio y los reactivos químicos los suministraba nuestra institución, a través de la gran colaboración prestada por el Departamento de Biología y Química. Una de las frustraciones más grande de esas acciones, fue que nunca se pudo adquirir un equipo de absorción atómica para los análisis químicos de rutina, por lo que se recurría a los análisis volumétricos, que eran posibles con el escaso instrumental. Muchos fueron los estudiantes que asumieron la tarea de la dotación como algo fundamental, imposible nombrarlos a todos, sin embargo, justo es mencionar a Ivon Rodríguez (Taca Taca), quien como líder estudiantil y a su tesonero esfuerzo, se deben muchos de los instrumentales todavía operativos por más de 25 años. Para los proyectos de investigación se realizában las extracciones analíticas en el laboratorio, y las mediciones eran realizadas en el Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) o en la Universidad Santa María, gracias a la colaboración sin límites de Saúl Flores o del Profesor Sergio Sosa. Para la identificación de arcillas por difracción de rayos-x, se contaba con el apoyo del Centro de Física del IVIC y los laboratorios de la extinta Dirección de Geología del Ministerio de Minas e Hidrocarburos ubicados en La Urbina. En el año 2000, casi 20 años después de fundado el laboratorio, el Profesor Sergio Foghin, desprovisto de cualquier mezquindad y por deciRevista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Maximiliano Bezada sión personal, ofrece permutar los espacios donde funcionaban los laboratorios de Climatología y Pedología. Sin duda, una bondadosa decisión que respondía a las necesidades reales de espacio de estas actividades respectivamente. Desde ese momento, se ha crecido con un anexo para análisis granulométricos y un depósito para instrumental de campo. En un futuro muy cercano se construirán las salas de análisis palinológico y de química de suelos, para lo cual ya se cuenta con el espacio y los recursos aprobados por un proyecto del FONACIT; y además con lo más importante, la generación de relevo que actualmente cursan estudios de postgrado en la Universidad de Campinas (Brasil), en la Universidad Simón Bolívar, en la Universidad Central de Venezuela y en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas respectivamente, y que aspirarán a corto plazo concursar y ocupar los cargos que pronto dejaremos. Entre 1999 y 2004, el laboratorio se benefició del mayor programa de dotación que han tenido hasta ahora los laboratorios para la enseñanza de las ciencias en los Institutos Pedagógicos, el cual fue implementado desde el Vicerrectorado de Investigación y Postgrado de la UPEL. En los años más recientes, el instrumental y los equipos de análisis han crecido en concordancia con los productos investigación generados, lo que ha permitido acceder a los financiamientos nacionales y a la cooperación internacional, facilitando de esta manera el incremento de la capacidad de análisis instrumental del laboratorio. En el devenir de casi 34 años, han trabajado en este recinto los profesores Maximiliano Bezada, Orlando González y Simón Ruiz. En este laboratorio se han dictado los siguientes cursos de pregrado: Introducción a la Pedología, Análisis de Sedimentos No Consolidados, Ambientes del Cuaternario en Venezuela, El Cuaternario Glacial de los Andes Venezolanos, Ambientes Sedimentarios y Proyecto en Ciencias de la Tierra. Finalmente, es posible señalar que la contribución del Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario a la docencia e investigación de postgrado en el Instituto Pedagógico de Caracas, se ha realizado a través del Programa de Maestría en Geografía Mención Geografía Física, en cuyo marco se han dictado varios cursos en este espacio académico, 28

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Investigación, docencia y extensión en el Laboratorio de Pedología y Geología del cuaternario: Una sinopsis del período 1981-2015. y que de los 50 Trabajos de Grado culminados hasta el presente, 11 han sido conducidos dentro de este laboratorio (ver cuadro 1), lo cual representa el 22 % del total. Así mismo, se encuentran en progreso otros 3 Proyectos de Trabajos de Grado (ver cuadro 2). Cuadro 1. Trabajos de Grado Realizados por Egresados de la Maestría en Geografía Mención Geografía Física en el Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario del Departamento de Ciencias de la Tierra del Instituto Pedagógico de Caracas Título de la Tesis o Trabajo de Grado

Año

1

Zuleima Molina

Definición de unidades integradas o unidades de respuesta ecológica en la cuenca del río Limo, mesa La Tentación, estado Anzoátegui, a través de imágenes de satélite

1993

2

Orlando González

Comparación de la geología glacial del Cuaternario de las quebradas Mucuchaché, Saisay y Muchuruao (Andes Centrales Venezolanos), estado Mérida

1995

3

Reinaldo Gil

Geomorfología del tramo costero ubicado entre la bahía La Esmeralda y punta Mula, estado Sucre

1996

4

Iris Godoy

Estudio de la geología glacial del Cuaternario en la cuenca de la quebrada Las Tapias, Sierra Nevada de Santo Domingo, estado Mérida, Venezuela

1999

5

Milagros Torres

Estudio de la geología glacial del Cuaternario de la quebrada El Venado en la Sierra de Santo Domingo, estado Mérida, Venezuela

1999

6

Robert Rodríguez

Pedoestratigrafía y paleoambientes de una toposecuencia de suelos en el área de Mucubají – mesa del Caballo (Andes Centrales de Mérida – Venezuela)

2001

7

Ciro Santiago

Geomorfología cuaternaria del archipiélago Los Testigos, Dependencias Federales – Venezuela

2002

8

Betty Colmenares

Caracterización pedogeomorfológica de una toposecuencia de suelos en la cuenca alta del río Guárico

2004

9

Romer Pastrán

Estudio de la geología glacial cuaternaria en la quebrada El Royal, páramo de Mucuchíes – Sierra de Santo Domingo, Mérida, Andes de Venezuela

2005

10

Rosiris Guzmán

Estudio geomorfológico del sistema anastomosado del río Apure, sector Los Padrotes – La Rompida, estado Barinas, Venezuela

2005

11

María Colmenarez

Origen y evolución paleoambiental de los depósitos aluviales y torrenciales del Cuaternario en la depresión de Siquisique, estado Lara, Venezuela

2015

Autor

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Maximiliano Bezada Cuadro 2. Proyectos de Trabajos de Grado en Progreso por Estudiantes de la Maestría en Geografía Mención Geografía Física en el Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario del Departamento de Ciencias de la Tierra del Instituto Pedagógico de Caracas Título del Proyecto

Año

1

Darwin Godoy

Geología glacial del Cuaternario en el Páramo de Cendé, estado Lara, Venezuela

2015

2

Fernando Sánchez

Reconstrucción paleoambiental del Último Máximo Glacial en el páramo de Mucuchíes, estado Mérida, Venezuela

2015

3

Lisbeth Soto

Evolución paleoambiental desde Último Máximo Glacial de la laguna de Tacarigua, estado Miranda, Venezuela

2015

Autor

Igualmente, los estudiantes han presentado sus trabajos en diversas reuniones científicas, entre los que se puede citar: González y Bezada (1992); Molina y Bezada (1992); Bezada y Suárez (1995); De Franca y Bezada (1995); Gil y Bezada (1995); De Franca y Bezada (1996); Godoy, Torres y Bezada (1996); y González y Bezada (1996). Investigación Entre los objetivos fundamentales del laboratorio, se concebía que los estudiantes pudieran participar desde los programas de docencia, en la práctica investigativa de laboratorio y la redacción de un informe final, con la estructura de una publicación para una disertación y/o una publicación. Se trataba de incentivar una cultura hacia la investigación, la participación en reuniones científicas y afrontar el reto de hacer una ponencia oral. En esos tiempos eso no era una práctica común, como ahora lo es. Como un ejemplo, se puede citar que la participación de estudiantes de pregrado de nuestra institución como ponentes, en la para entonces mayor y más importante reunión científica multidisciplinaria que se realizaba en nuestro país, la Convención Anual de AsoVAC, solo hemos encontrado un trabajo del maestro Ramón Tovar, presentado en sus tiempos de estudiante del Instituto Pedagógico de Caracas (reseñado en Foghin, 2002). Se ha reiniciado esta práctica con las presentaciones orales de Orlando González y Josefa Carbón en la sección de Ambiente de la XXXIV 30

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Investigación, docencia y extensión en el Laboratorio de Pedología y Geología del cuaternario: Una sinopsis del período 1981-2015. Convención Anual de la AsoVAC, realizada en la Universidad de Oriente (UDO) en la ciudad de Cumaná en 1987 (Bezada y González, 1987; y Bezada y Carbón, 1987). Aquella primera participación fue muy anecdótica, conjuntamente con la Jefa del Departamento de Ciencias de la Tierra, Profa. Yolanda Alba de González, viajó el curso completo de Introducción a la Pedología a darle ánimo a sus compañeros, casi que a hacerle barra, en efecto fueron los que más aplaudieron después de la presentación. Con nuestros propios recursos el viaje lo hicimos en avión, y hasta nos alojamos en el Hotel Cumanagoto, eran otros tiempos. Posteriormente, con el inicio de las Jornadas Anuales de Investigación (JAI) del Instituto Pedagógico de Caracas, se asumió como costumbre presentar las investigaciones que anualmente se generaban en el curso, en esa oportunidad ninguno de los alumnos, quizás por miedo escénico, me relegaron la tarea de exponer (Bezada, et al., 1992), pues el único estudiante de pregrado co-autor de la ponencia, que asumió el reto de presentar oralmente su trabajo en público, lo hizo con otra investigación que había desarrollado en el curso de Climatología de Venezuela con el Prof. Sergio Foghin, ese estudiante fue Williams Méndez. Igualmente, es posible decir que muchos de estos trabajos iniciales realizados en el laboratorio, constituyeron en esencia la primera investigación publicada o presentada por nuestros egresados dentro y fuera de Venezuela, como ejemplos de ello podemos citar a Méndez y Cartaya (1998) y a Pichardo y Bezada (2013). Actividades de extensión académicas: cursos, seminarios y talleres promovidos desde el laboratorio de pedología y geología del cuaternario Las actividades de extensión, constituyeron desde un principio una vía para actualizar los conocimientos de todos aquellos profesionales interesados en hacerlo. En tal sentido, una serie de cursos, talleres, seminarios y ciclos de conferencias fueron organizados para cumplir tal misión. Por lo general estos eventos abarcaban un amplio espectro de las Ciencias de la Tierra, pero todos relacionados con los cursos y las investigaciones Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Maximiliano Bezada realizadas en el laboratorio: Pedología, Ambientes del Cuaternario, Geomorfología, Sedimentología, Cambio Climático y Ecología de los Paisajes Venezolanos. La ejecución de estos eventos de extensión, fue fundamental para establecer relaciones con investigadores que facilitaron el intercambio académico y la oportunidad de cooperación técnica. Entre los investigadores del país que nos visitaron durante todos estos años para participar en conferencias, cursos, talleres y proyectos de investigación, se puede mencionar entre otros a: Carlos Schubert (IVIC), María Lea Salgado Laboriau (IVIC), Valentí Rull (IVIC), Teresa de la Vega Vilarrubia (IVIC), Milagros Rinaldi (IVIC), Guillermo Sarmientos (ULA), Antonio Vivas (USB), Leonel Vivas (ULA), Carlos Ferrer (ULA), Oswaldo Cabello (ULA), Mauricio Ramia (UCV), José San José (IVIC), Rubén Montes (USB), Richard Schargel (UNELLEZ), Rubén Aparicio (UDO), José Pérez Nieto (Comisión Nacional de Oceanología), Leandro Montes (FUNVISIS), Andrés Singer (FUNVISIS) y Alejandra Leal (USB). Entre los invitados internacionales podemos mencionar a: William Mahaney (Universidad de York, Canadá), Volly Kalm (Universidad de Tartu Estonia), Rene Bandergrat (Univesidad de Alberta, Canadá), Chalmers Clapperton (Universidad de Edinburgo, Escocia), Marck Abbott (Universidad de Pittsburgh, USA), Nathan Stansell (Universidad de Illinois, USA), Pratigya Polissar (Universidad de Columbia, USA), Alexander Wolff (Universidad de Alberta, Canadá), Carsten Braun (Universidad de Westfield), Edgardo Latrubesse (Universidad de Austin en Texas, USA), José Stevaux (Universidad de Maringá, Brasil) y Daniela Krogling (Universidad Nacional del Litoral, Argentina), entre otros. Entre las actividades de extensión organizadas y llevadas a cabo por el Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario, podemos mencionar: • Curso de Introducción al Análisis Palinológico. Departamento de Ciencias de la Tierra, Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario. UPEL-IPC y USB. Caracas, Septiembre de 2013. 32

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Investigación, docencia y extensión en el Laboratorio de Pedología y Geología del cuaternario: Una sinopsis del período 1981-2015. • Jornada Sobre Amenazas y Mitigación de Desastres Socionaturales. Departamento de Ciencias de la Tierra, Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario. Caracas, Octubre de 2012. • Conferencias sobre: Vargas una Tragedia Anunciada. En 14 diversos escenarios del territorio nacional (2000 - 2002). • Taller: Construcción de Monolitos de Suelos. Departamento de Ciencias de la Tierra, Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario. UPEL-IPC y CENAMEC. Caracas, Septiembre de 1997. • Curso de Extensión: Curso Intensivo de Geomorfología. Departamento de Ciencias de la Tierra, Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario del IUPC y el Postgrado de Ordenamiento Territorial de la Universidad de Los Andes. Caracas, Julio de 1988. • Curso de Extensión: Análisis Polínico y su Aplicación en Paleoecología. IUPC. Departamento de Ciencias de la Tierra, Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario. Caracas, Octubre de 1987. • Ciclo de Conferencias: Las Lagunas Costeras de Venezuela. Departamento de Ciencias de la Tierra, Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario. IUPC. Caracas, Julio de 1987. • Curso de Extensión: La Enseñanza de las Ciencias de la Tierra en Educación Básica. Departamento de Ciencias de la Tierra, Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario. IUPC. Caracas, Julio de 1986. • Curso de Extensión: Paleoecología del Cuaternario, con Énfasis en los Andes Venezolanos”. IUPC. Departamento de Ciencias de la Tierra, Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario. Caracas, Julio de 1986. • Symposium Internacional sobre la Bioproductividad de las Sabanas. Departamento de Ciencias de la Tierra, Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario. Auspiciado por IVIC-UNESCO-USB-SVCNIUPEC. Caracas, Junio de 1986. • Ciclo de Conferencias: Ecología de las Sabanas Venezolanas. Departamento de Ciencias de la Tierra, Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario. Auspiciado por el IPC-CIET-UNESCO-IUPC. Caracas, Marzo de 1983. • Ciclo de Conferencias: El Cuaternario en Venezuela. Departamento de Ciencias de la Tierra, Laboratorio de Pedología y Geología del Cuaternario. Caracas, Marzo de 1983. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Maximiliano Bezada CONCLUSIONES Desde su fundación en septiembre de 1981, el laboratorio ha cumplido con los objetivos previstos de incentivar una cultura de investigación desde el pregrado, a través de los trabajos prácticos de laboratorio, y la consiguiente presentación escrita de una memoria del trabajo realizado, con la estructura de una publicación. Igualmente este trabajo debía ser presentado y defendido oralmente, como si fuera una tesina. Estas actividades obligatorias para entonces en nuestro curso de Introducción a la Pedología fue en nuestra opinión, conjuntamente con otras parecidas realizadas en otras cátedras de nuestro departamento, el embrión del curso Proyecto en Ciencias de la Tierra (inicialmente denominado Proyecto Integrado), el cual consideramos muy importante y que debe mantener el carácter obligatorio en nuestro currículo departamental, ya que dicho curso compensa de alguna manera, la necesidad de todos los que creemos en la redacción de un trabajo de investigación como un requisito parcial de grado, sobre todo tratándose de carreras de formación docente en las especialidades de las ciencias. A través de la docencia de pregrado y postgrado, las múltiples investigaciones (no reportadas en este trabajo), las relaciones con instituciones nacionales e internacionales, así como las variadas actividades de extensión generadas, han contribuido en algo a dar visibilidad a nuestro departamento, quizás mucho más en el ámbito externo que en el interno. El tiempo transcurrido desde1981, quizás es corto, pero por las múltiples limitaciones de nuestras instituciones, ha sido un largo camino el transitado, tratando de cumplir objetivos muy bien definidos desde el principio y que aún hoy no hemos concluido. Por lo tanto, si esta breve crónica, que complementa la de los primeros 10 años (Bezada, 1992), contribuye en algo a enriquecer la memoria departamental y podamos exclamar que a pesar del vendaval alguna huella en el medanal ha quedado, es esa huella la que tratamos de rescatar con esta sinopsis, para que perdure, para que forme parte de nuestra historia 34

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Investigación, docencia y extensión en el Laboratorio de Pedología y Geología del cuaternario: Una sinopsis del período 1981-2015. departamental escrita, y pueda cumplir con los fines del artículo general que nos ha pedido el comité editorial de la Revista de Investigación para este Número Temático en Ciencias de la Tierra. Si ello es así, pues habremos logrado nuestro objetivo. REFERENCIAS Avilán, J. (1966). Nuestros Suelos. Revista Farol N° 217, 15-23 Bezada, M. (1981). Programa de Introducción la Pedología. Instituto Universitario Pedagógico de Caracas, Departamento de Ciencias de la Tierra Bezada, M. (1992). El laboratorio de Pedología y Ambientes del Cuaternario [Resumen]. En I Jornada Anual de Investigación. Caracas, Venezuela: Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico de Caracas Bezada, M., Torres, M., y Godoy, I. (1993). Caracterización pedogeomórfica de un abanico aluvial en la ensenada de Guaraguao, estado Sucre, Venezuela [Resumen]. En II Jornadas Anuales de Investigación. Caracas, Venezuela: Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico de Caracas Bezada, M., y Carbón, J. (1984). Relación geomorfología-suelos en una sección del valle superior del río Guárico [Resumen]. En XXXIV Convención Anual de la AsoVAC, Acta Científica Venezolana, 35 (Supl. Nº 1). Cumaná, Venezuela: Universidad de Oriente Bezada, M., y González, O. (1984). Características granulométricas de las arenas de playas del Litoral Caribeño Venezolano [Resumen]. En XXXIV Convención Anual de la AsoVAC, Acta Científica Venezolana, 35 (Supl. Nº 1). Cumaná, Venezuela: Universidad de Oriente Bezada, M., y Suárez, C. (1989). Geomorphologic features of the Venezuelan Coasts, with emphasis in the erotional and sedimentation areas [Abstract]. En Proceedings of the Interdisciplinary Seminar on Research Problems in the IOCARIBE REGION. Caracas, Venezuela Bezada, M., y Suárez, l. (1995). Caracterización granulométrica y mineralógica del till del Glaciar de Timoncito, pico Bolívar, estado Mérida [Resumen]. En XLV Convención Anual de la AsoVAC, Acta Científica Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Evidencias de la penetración de brisas de mar en la depresión del río Unare y Llanos de Anzoátegui

Evidencias de la penetración de brisas de mar en la depresión del río Unare y Llanos de Anzoátegui Evidences of penetration of sea breezes in the Unare river depression and Anzoátegui Llanos, Venezuela Sergio Foghin-Pillin sfoghin@hotmail.com Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Instituto Pedagógico de Caracas, Venezuela

“The answer is blowin’ in the wind…” Bob Dylan Articulo recibido en septiembre de 2015 y publicado en enero de 2016

RESUMEN Los factores astronómicos y geográficos determinan condiciones meteorológicas a mesoescala y producen variaciones de los regímenes diarios del viento, independientes de la circulación primaria. Los sistemas de brisas entre las superficies acuáticas y las tierras contiguas, son flujos gravitacionales producidos por tales condiciones. Estos sistemas presentan componentes como los frentes de brisa de mar y estructuras ondulatorias identificables en las imágenes satelitales. En el territorio venezolano dichos sistemas han sido escasamente estudiados, aunque revisten notable importancia geográfica y ecológica. En este trabajo, con base en imágenes satelitales, se aportan evidencias de la penetración de las brisas de mar en la depresión del río Unare y los Llanos del estado Anzoátegui. Se propone la creación de una red de estaciones meteorológicas automáticas, para investigar las características de dicho sistema meteorológico mesoescalar y su influencia sobre el clima regional. Palabras clave: Meteorología; brisas de mar; estado Anzoátegui; Venezuela ABSTRACT Astronomical and geographical factors determine weather mesoscale systems and produce variations of the regional daily pattern of the wind, Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Sergio Foghin independent of the primary circulation. Land and sea breeze systems are gravitational flows produced by such conditions. Some of the components of the sea breeze system are the sea breeze fronts, the sea breeze gravity currents and the undular bores. In Venezuelan territory these regional systems have been poorly studied, although they are of remarkable geographic and ecological importance. This paper, based on satellite images, bring evidence of penetration of sea breezes in the depression of the Unare river and the plains of Anzoátegui State. The creation of a network of automatic weather stations is proposed, in order to investigate the characteristics of the mesoscale meteorological systems and its influence on regional climate. Keywords: Meteorology; sea breezes; Anzoátegui state; Venezuela

INTRODUCCIÓN El movimiento aparente diario del sol, conjuntamente con la orientación del relieve y la naturaleza de la superficie terrestre, determinan gradientes de temperatura y de presión atmosférica a mesoescala, los cuales afectan la capa límite, condicionando su estratificación térmica, los flujos de energía, la fricción superficial y la advección local. De esta manera se producen variaciones regionales de los regímenes diarios del viento, independientes de las componentes zonales propias de la circulación atmosférica primaria. (Garratt, 1994; Oke, 1981). En la zona intertropical, los sistemas meteorológicos a mesoescala suelen afectar áreas mucho más extensas que en las latitudes medias y pueden constituir factores climatológicos de primer orden (Hastenrath, 1995). Los sistemas de brisas que se establecen entre el mar, lagos o ríos, y las tierras aledañas, son flujos gravitacionales producidos por tales variaciones (Simpson, 1994). Según los modelos teóricos, estas circulaciones periódicas de ciclo diario presuponen la activación de la brisa de mar al producirse el calentamiento de la tierra tras la salida del sol y establecerse un gradiente bárico horizontal dirigido desde las superficies acuáticas –de menores temperaturas- hacia tierra. Durante la noche, al mantenerse las superficies acuáticas más calientes, el gradiente se invierte y sopla la bri40

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Evidencias de la penetración de brisas de mar en la depresión del río Unare y Llanos de Anzoátegui sa de tierra. Las perturbaciones a escala sinóptica impiden el desarrollo de gradientes báricos regionales y por tanto limitan la formación de los sistemas de brisas (Arrit, 1993; Riehl, 1979; Simpson, 1994). En algunas regiones, los vientos de la circulación primaria, como los alisios, pueden interactuar con las circulaciones locales y originar situaciones meteorológicas particulares (Leopold, 1949; Foghin-Pillin, 2014). Algunos de estos sistemas, como las brisas de mar-tierra y estructuras nubosas asociadas, pueden intervenir en la dispersión de semillas, esporas y polen, así como de plagas de insectos y de agentes patógenos, además de que pueden actuar como agentes de difusión y transporte de contaminantes atmosféricos, tanto gaseosos como particulados. Al mismo tiempo, las brisas de mar pueden constituir un importante factor modificador de los rangos diarios de temperatura y de humedad relativa (Miller, et. al, 2003: Simpson, 1994), a la vez que influir en el desarrollo de nubes convectivas y en la generación de precipitaciones (Leopold, 1949; Azorín-Molina, et. al. 2009). En el territorio venezolano dichos sistemas regionales han sido escasamente estudiados (Foghin-Pillin, 2002; Foghin-Pillin, 2014), aunque Agustín Codazzi ya había señalado que “a corta distancia de las tierras calma de noche la brisa de mar y es reemplazada por el viento terral” (1941, p. 55)y, más de un siglo después, Pablo Vila observara: “como es propio de toda costa, por lo general en las zonas litorales y prelitorales venezolanas alternan diariamente vientos de mar y de tierra, más o menos sensibles según las épocas del año” (1960, p. 176). Como contribución al conocimiento de dichas circulaciones locales, en este trabajo se describe la penetración de las brisas de mar y de algunas estructuras nubosas derivadas, en la depresión del río Unare y los Llanos del estado Anzoátegui. El estudio se presenta a título preliminar, basado exclusivamente en la interpretación de imágenes satelitales. La carencia de registros climatológicos (velocidad y dirección del viento, temperatura y humedad relativa), tanto de superficie como de altura, en el área, constituye una limitante para la investigación. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Sergio Foghin Delimitación del área de estudio y generalidades fisiográficas El área de estudio queda delimitada, aproximadamente, por los paralelos 10° y 08° de latitud septentrional y los meridianos 64° y 66° de longitud occidental. De norte a sur, la región abarca la franja litoral del estado Anzoátegui, sobre el golfo de Barcelona (ver gráfico 1), la depresión del río Unare (ver gráfico 2), los Llanos de Macopai-Mapire y los Llanos de Zuata1, hasta las riberas del Orinoco, sobre cuyo curso el gran meandro de Las Bonitas (07°55’N – 65°40’W) constituye una conspicua referencia. En el sentido longitudinal los límites son más imprecisos, aunque hacia el este del área el borde occidental de la región de las Mesas, definido por la cota de 250 metros, con una orientación general NNE – SSW, constituye un rasgo geomorfológico que determina límites bastante definidos para el sistema meteorológico en cuestión, como puede observarse recurrentemente en las imágenes satelitales. Hacia el oeste, en cambio, la mayor regularidad del relieve de los Llanos centrales, permite el libre avance de las brisas y fenómenos relacionados, cuya penetración ocasionalmente ha podido observarse hasta los Llanos occidentales.

Gráfico 1. Localización relativa del área de estudio 1. Se adopta la grafía Zuata usada en el Mapa Vial de Venezuela (MOP, 1970) y otros documentos cartográficos oficiales, aunque M. A. Vila (1976, p. 250), señala que la grafía más antigua es Suata.

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Gráfico 2. Camino de penetración agrícola en la parte septentrional de la depresión del río Unare, estado Anzoátegui, entre Píritu y Onoto. Las nubes en primer plano son cúmulos de buen tiempo (Cumulus humilis)(Vista W-E. Foto SFP).

En toda su extensión, el área se encuentra comprendida en el piso térmico tropical, bajo un régimen pluviométrico controlado por la dinámica anual de la convergencia intertropical, con marcada estacionalidad (Awi) exceptuando la franja costera (BShi) y con montos medios anuales de lluvia que aumentan considerablemente de norte a sur, desde unos 600 700 mm hasta unos 1.500 - 1.600 mm. Los vientos dominantes en el área son los alisios, con direcciones variables entre el ENE y ESE, según la época del año. (Golbrunner, 1984). La región es drenada por el sistema hidrográfico Ipire-Unare hacia el mar Caribe y por los ríos Espino, Aracay-Iguana, Claro, Zuata y Mapire, hacia el Orinoco. En la región predominan los aluviones cuaternarios y las rocas sedimentarias pleistocenas de la Formación Mesa.

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Sergio Foghin MÉTODO En el presente trabajo, con base en imágenes satelitales (GOES-E) se describe un sistema meteorológico mesoescalar caracterizado por la activación de la brisa de mar y su penetración desde las costas del estado Anzoátegui hasta las riberas del río Orinoco. Al avanzar en su ciclo diario, dicho sistema genera ciertas estructuras nubosas ondulatorias, conocidas como undular bore (Miller, et. al, 2003; Simpson, 1994). Las imágenes se descargan diariamente de las páginas electrónicas (web-site) de la NASA (http://wwwghcc.msfc.nasa.gov/). La resolución de la mayor parte de las imágenes usadas para la descripción del referido sistema es de un kilómetro (1 km), aunque también se utilizan fotografías con resolución de 4 kilómetros, para visiones más amplias del territorio nacional.Algunas imágenes se amplían por medio de las herramientas que ofrecen los visores disponibles en el sistema operativo Windows. El análisis de dichos materiales se hace visualmente, aplicando las técnicas básicas para diferenciar los distintos tipos de nubes (Kidder y Vonder Haar, 1995). Las interpretaciones se fundamentan en los modelos teóricos de los citados sistemas meteorológicos a mesoescala (Miller, et. al, 2003; Riehl, 1979; Simpson, 1994). Sobre las imágenes satelitales, las mediciones lineales se efectúan a partir de las coordenadas geográficas, por medio de la herramienta Plug-in Java-SE-7. Hay que resaltar la ausencia de registros anemométricos2 en el área de estudio, con la excepción de la estación meteorológica sinóptica de Barcelona (10°07’N – 64°41’W- 7m/nm). Las observaciones basadas en las imágenes satelitales se iniciaron en 2005. Los materiales se descargan sistemáticamente y se archivan en carpetas diarias, mensuales y finalmente anuales. Las carpetas diarias contienen básicamente imágenes satelitales en los espectros visible (VS), infrarrojo (IR) y vapor de agua (WV), así como mapas sinópticos de superficie y de altura, además de información complementaria como

2. La estación meteorológica sinóptica de Valle de la Pascua (09°13’N – 66°01’W – 125 m/nm) se encuentra localizada hacia el límite occidental del área en estudio por lo que sus datos podrían ser de gran utilidad. Sin embargo, el irregular funcionamiento de la estación no permite disponer de registros adecuados para este tipo de investigaciones.

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Evidencias de la penetración de brisas de mar en la depresión del río Unare y Llanos de Anzoátegui pronósticos y reportes de precipitaciones (INAMEH), mapas de anomalías térmicas de las superficies oceánicas, etc. La información almacenada en una carpeta diaria suma entre 15 a 20 MB. Caracterización del ciclo nuboso diario bajo situación anticiclónica Como se apuntó anteriormente, la ausencia de perturbaciones atmosféricas a escala sinóptica, tales como vaguadas, ondas del este, depresiones y tormentas tropicales, favorece el desarrollo y la observación de los sistemas mesoescalares, como las brisas de mar-tierra y fenómenos asociados. En el territorio venezolano, el desplazamiento de la zona de convergencia intertropical hacia el sur y el emplazamiento de la situación anticiclónica en altura sobre la depresión central llanera y la cordillera costera, frecuente en los meses de sol bajo (diciembre - marzo), generan condiciones propicias para la formación de las brisas de mar y su penetración tierra adentro, particularmente a través de la depresión del río Unare. En la extensa región de Los Llanos, durante un día típico de la temporada de sequía, bajo influencia de la situación anticiclónica en altura, tras la salida del sol y por los efectos del progresivo aumento de la irradiación, un campo de nubes formado por cúmulos de buen tiempo (Cumulus humilis) y estratocúmulos (sc),va extendiéndose de este a oeste3, cubriendo primero las tierras deltaicas y progresivamente los Llanos orientales, la depresión de Unare, los Llanos centrales y los Llanos occidentales (ver gráfico 3). Hacia el mediodía, el campo de nubes a través de toda la depresión llanera se observa más “abierto” y los cúmulos tienden a alinearse en el sentido de la dirección viento en superficie o se ajustan a las líneas de corriente de las topografías de 850 o de 700 milibares (a unos 1.500 metros y 3.000 metros de altitud, respectivamente), según la altura alcanzada por el tope de las nubes, generalmente limitado por la base de la in-

3. La extensa cobertura cumuliforme muestra, sin embargo, conspicuas áreas totalmente descubiertas, en ajustada correspondencia con los grandes espejos de agua del embalse de Guri y del bajo Caroní, así como a lo largo del curso bajo del Orinoco, pudiéndose distinguir, con frecuencia, también las superficies despejadas de los embalses de Camatagua y Calabozo, además del Lago de Valencia (Gráfico 3).

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Sergio Foghin versión de subsidencia, conocida como inversión de los alisios (Nieuwolt, 1982; Riehl, 1979).

Gráfico 3. Imagen satelital VS con resolución de 1 km, del día 20/09/2012 a las 16:45 UTC. Se aprecia el extenso campo de cúmulos de buen tiempo sobre los Llanos orientales y centrales. Las alineaciones de cúmulos reflejan el flujo de los vientos primarios en la baja troposfera. (Fuente: NASA)

Al avanzar el día, como consecuencia de la intensa subsidencia y de la acusada disminución de la humedad relativa, la cual en superficie puede alcanzar valores inferiores a 40% a primera hora de la tarde, como ha podido comprobarse con instrumental portátil, las nubes se disipan rápidamente y sólo se mantienen formaciones de estratos y estratocúmulos adosadas a las vertientes altas y a las cumbreras de los diferentes tramos y ramales de la cordillera de la Costa. A lo largo del extenso litoral de los estados Anzoátegui y Miranda, el proceso diario de disipación del campo de cúmulos de buen tiempo presenta un patrón particular. Pasado el mediodía, al establecerse la brisa 46

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Evidencias de la penetración de brisas de mar en la depresión del río Unare y Llanos de Anzoátegui de mar procedente del golfo de Barcelona (Foghin-Pillin, 2002; González, Foghin-Pillin y Reyes, 1998), a lo largo del borde costero comienza a formarse una franja completamente libre de nubes (ver gráfico 4).

Gráfico 4. Imagen satelital VS con resolución de 1 km (izquierda), del día 16/02/2013 a las 17:45 UTC. Se observa la incipiente franja despejada de nubosidad, paralela a las costas de los estados Anzoátegui y Miranda, evidencia de la activación de la brisa de mar. (Fuente: NASA) A la derecha, aspecto del campo de cúmulos de buen tiempo, en retroceso hacia el sur ante la penetración de la brisa de mar. (Vista N–S desde Taquecito, estado Anzoátegui, a 09°57’N – 65°03’W. Foto: SFP)

Avanzando la tarde, por efecto de la penetración de la cuña de aire marino, de menor temperatura (corriente gravitacional), dicha franja despejada se va ampliando progresivamente hacia el interior de la depresión del río Unare, a través de la cual comienza a formarse el frente de brisa de mar, visible como un extenso cordón de cúmulos de poco desarrollo vertical (Cumulus mediocris) que bordea el campo de nubes. Posteriormente, el cordón queda aislado de la circulación principal y forma un arco muy amplio, el cual suele alcanzar la fase de mayor desarrollo cerca de la hora de puesta del sol, observándosele entonces destacadamente, en medio de la llanura despejada, desde las estribaciones occidentales del macizo de Bergantín-Turimiquire hasta el piedemonte de la serranía del Interior (ver gráfico 5).

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Gráfico 5. Imagen del satélite meteorológico GOES-E VS, correspondiente al día 04 de abril de 2007, a las 21:08 UTC. A través de la depresión del río Unare se distingue el cordón nuboso asociado al sistema de brisas de mar. (Fuente: National Center for Atmospheric Research).

En el gráfico 5, el cual abarca la totalidad del territorio venezolano, se distinguen la nubosidad producida por situaciones a escala sinóptica, como los extensos núcleos convectivos asociados a la actividad de la convergencia intertropical, sobre los estados Amazonas y Bolívar; las nubes medias-altas (as/ac/cs), de tono grisáceo y en forma de banda, sobre los estados Anzoátegui, Monagas y Delta Amacuro, prolongándose hacia el Atlántico, originadas por sistemas de vientos en la troposfera media y alta, además del cordón de cúmulos de poco desarrollo asociado al sistema mesoescalar de las brisas de mar, visible a través de la depresión del río Unare, al sur del paralelo 10° N, desde las estribaciones occidentales del macizo de Bergantín-Turimiquire hasta el piedemonte de la serranía del Interior. Nótese el área completamente despejada de nubes entre la línea de la costa y el cordón nuboso, que representa el límite frontal de la corriente gravitacional en avance. 48

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Evidencias de la penetración de brisas de mar en la depresión del río Unare y Llanos de Anzoátegui Entre las características distintivas, cabe también destacar la conservación del paralelismo del cordón nuboso respecto del borde litoral, aun cuando el frente del sistema ha penetrado tierra adentro por decenas de kilómetros, en concordancia con los modelos teóricos (Simpson, 1994). En el área comprendida en este estudio se han observado desplazamientos de más de 200 kilómetros en dirección meridional, como se verá en el siguiente punto. Este cuerpo nuboso ondulatorio, ya separado del flujo principal de la brisa de mar, se designa en inglés con el nombre de undular bore y responde a la dinámica del fenómeno conocido como salto hidráulico (Clarke, 1972). A nivel mundial, su ejemplo más conocido es la formación nubosa denominada morning glory, llamativo meteoro frecuente en el golfo de Carpentaria, al norte de Australia (Goler y Reader, 2003). En trabajos de campo, al atravesar el mencionado cordón de nubes por la carretera que va de Barcelona a Anaco, se han reportado precipitaciones vespertinas de carácter ligero (comunicación personal con Orlando González, febrero de 2010). No obstante, ocasionalmente las imágenes satelitales muestran, a lo largo del frente de brisa de mar, la formación de nubes convectivas que podrían producir precipitaciones de mayor intensidad. Queda claro, en todo caso, que la dinámica de este sistema puede generar el impulso ascendente inicial del aire, indispensable para el posterior desarrollo de nubes convectivas, como se aprecia en algunos de los casos documentados (ver gráfico 6). El sistema de brisa de mar del día 19 de marzo de 2008: descripción de un caso representativo El caso que se describe en este punto ha sido seleccionado entre centenares de situaciones archivadas, por considerarse uno de los más característicos y por las circunstancias –no siempre óptimas para la recopilación del material- que en esa fecha permitieron descargar suficiente documentación para respaldar la descripción de la evolución diaria del sistema de brisa de mar y su penetración a través de la depresión del río Unare y de los Llanos de Anzoátegui, hasta alcanzar las riberas del río Orinoco.

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Gráfico 6. Imagen satelital VS con resolución de 1 km, del día 28/06/2007 a las 19:15 UTC. Sobre la depresión del Unare, a lo largo del frente de brisas de mar se observan nubes convectivas en evolución. Nótese la franja despejada de nubosidad paralela a las costas de los estados Anzoátegui y Miranda, por efecto de la brisa de mar. (Las líneas segmentadas representan el paralelo 10°N y el meridiano 65°W. Fuente: NASA)

Para la época, la estación seca (verano) estaba completamente establecida en toda la región de los Llanos. El diagrama termodinámico de la estación de Maracay-Boca de Río (ver gráfico 7) muestra varias capas de inversión térmica, inducidas por el proceso de subsidencia bajo la situación anticiclónica dominante, la cual se observa en las cartas de altura (mapas de isotacas) de 850 hPa y 500 hPa (ver gráfico 8) correspondientes a las 12 UTC4, condiciones termodinámicas que pueden definirse como de estabilidad absoluta y, consecuentemente, ausencia de sistemas convectivos profundos. Esta secuencia de imágenes GOES-E se inicia con la correspondiente a las 16:15 UTC (ver gráfico 9), en espectro visible, en la cual puede verse la cobertura de cúmulos de buen tiempo a través de toda la región de los Llanos orientales y centrales. Dos horas más tarde (ver gráfico 9) se 4. La Hora Legal Venezolana: HLV = UTC – 4:30.

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Gráfico 7. Diagrama termodinámico de la estación Maracay-Boca de Río (estado Aragua), del día 19/03/2008, a las 12 UTC. Los registros del radiosondeo indican condiciones de estabilidad atmosférica. (Fuente: Servicio de Meteorología de la Fuerza Aérea Venezolana).

observa la expansión del área despejada de nubosidad, situada hacia el norte de la depresión del Unare, por efecto de la brisa de mar. Los núcleos cumuliformes adosados al borde occidental de la región de las Mesas comienzan a mostrar mayor desarrollo, lo que sugiere la acción de un moderado ascenso orográfico (efecto stau), producido por la interacción de la brisa de mar con el zócalo de los Llanos altos orientales. A esta hora, el frente de costa, aún no bien estructurado, presenta su vértice en las coordenadas 09,60°N - 65°20’W, a una distancia aproximada de 53 km de la línea de costa. Media hora más tarde dicho vértice se había desplazado a los 09,48°N - 65,30’W y se encontraba a unos 69 km del borde costero, registrándose una penetración de 16 km en 30 minutos. La franja de núcleos cumuliformes que se observa hacia el este de la depresión del Unare, refleja la orientación NE – SW del borde de las Mesas, al igual que en los gráficos 9 y 10. Seguidamente, en la imagen de las 19:45 UTC (ver gráfico 10) puede apreciarse, ya más expandida, el área libre de nubosidad y el vértice del frente de brisas de mar, localizado a 09,38°N – 65,30°W, distante unos Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Gráfico 8. Mapa de isotacas de 850 hPA (izquierda) y de 500 hPA, del día 19/03/2008, a las 12 UTC. En ambas cartas destaca el vórtice anticiclónico situado al NW del territorio venezolano, sobre el Atlántico tropical. (Fuente: NOAA).

Gráfico 9. Imágenes satelitales del día 19/03/2008, a las 16:15 UTC (izquierda) y 18:15 UTC. Se observa el amplio campo de cúmulos de buen tiempo sobre los Llanos y el área despejada de nubosidad que comienza a expandirse por la depresIón del Unare, por efecto de la penetración de la brisa de mar. (Fuente: NASA).

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Evidencias de la penetración de brisas de mar en la depresión del río Unare y Llanos de Anzoátegui

Gráfico 10. Imagen satelital (VS) del día 19/03/2008, a las 19:45 UTC. Se observa el área despejada de nubosidad, de mayor superficie respecto de las imágenes anteriores, así como el frente de brisa de mar, claramente estructurado. Las flechas divergentes representan las líneas de flujo de la corriente gravitacional (aire marino de menor temperatura). La flecha central también indica el vértice del frente. (Fuente: NASA)

80 kilómetros de la línea de costa. El frente nuboso se aprecia mejor organizado y destaca la diferente orientación de las filas de núcleos cumuliformes, las cuales se disponen NW – SE en la rama oriental del frente, N – S en las proximidades del vértice y NE – SW en la rama occidental del frente, rasgos que reflejan la divergencia de las líneas de flujo de la brisa de mar, en correspondencia con la forma cóncava del borde costero (Simpson, 1994). Dicho flujo divergente se representa por medio de vectores sobre la imagen satelital. A las 20:15 (ver gráfico 11) el frente de brisa de mar presenta su vértice localizado a 09,18°N – 65,40°W, a una distancia de 104 km de la línea de costa, con un avance de unos 24 km en media hora. Se aprecia que la Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Sergio Foghin alineación de los cúmulos que conforman el frente es similar a la descrita para la imagen anterior. El efecto stau que ejerce el borde de las Mesas sobre el desarrollo de los cúmulos resulta evidente por el mayor desarrollo que mantiene la rama oriental del frente nuboso. Una hora más tarde (Gráfico 11) el vértice se localiza a 08,87°N – 65,58°W, a 143 km de la costa y en la siguiente imagen, reproducida tanto en espectro visible como en infrarrojo (ver gráfico 12), el vértice del frente se encuentra en 08,76°N – 65,81°W y ha penetrado 159 km desde la línea de costa.

Gráfico 11. Imágenes satelitales en VS del día 19/03/2008, a las 20:15 UTC (izquierda) y 21:15 UTC. (Fuente: NASA)

Gráfico 12. Imágenes satelitales del día 19/03/2008, a las 21:45 UTC, en VS (izquierda) e IR. (Fuente: NASA).

Más tarde, en las imágenes en infrarrojo de las 22:15 y 22:45 UTC (ver gráfico 13), se observa la rama oriental del cordón nuboso aún bien estructurada y la rama meridional extendiéndose hacia el oeste, con una disposición subparalela, cuyo borde sur, en la imagen de las 22:45, se 54

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Evidencias de la penetración de brisas de mar en la depresión del río Unare y Llanos de Anzoátegui encuentra a 08,46°N, a unos 170 km de la línea costera. En ambas imágenes, el cuerpo nuboso (cu/sc/cu congestus) situado al sureste del arco (undular bore) responde a condiciones de la escala sinóptica y muestra incipiente desarrollo vertical. Hay que destacar que los elementos nubosos disgregados, observables en el extremo distal de la rama meridional, representa nubosidad en desarrollo y no en extinción, por lo cual dicha rama continúa avanzando en dirección oeste, como puede observarse en las imágenes de las 00:15 UTC y 00:45 UTC (ver gráfico14).

Gráfico 13. Imágenes satelitales en IR correspondientes a las horas 22:15 (izquierda) y 22:45 UTC del día 19 de marzo de 2008. Se observa en su fase avanzada el cordón nuboso asociado al sistema de brisa de mar. (Fuente: NASA).

Gráfico 14. Imágenes satelitales en IR correspondientes a las horas 00:15 (izquierda) y 00:45 UTC del día 20 de marzo de 2008. Se observa el cordón nuboso asociado al sistema de brisa de mar, emplazado cerca de los límites de los estados Guárico y Apure, avanzando en su desarrollo hacia los Llanos occidentales. (Fuente: NASA)

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Sergio Foghin Posteriormente, en las imágenes IR de las 00:15 UTC y 00:45 UTC (20 de marzo) se observa la rama oriental del cordón nuboso en fase de extinción, al tiempo que se aprecia cierto desplazamiento hacia la región de las Mesas. A las 00:15 UTC la base de la rama meridional (segmento rectilíneo) se encuentra a 08,15°N, a una distancia de 216 km de la costa. A las 00:45 UTC la base del cordón se ubica en 07,92°N/65,81°W, a 230 km de la línea costera, aproximadamente, en un punto situado al oeste del meandro de Las Bonitas; es decir, la estructura undular bore ha alcanzado las riberas del río Orinoco. Finalmente, en las imágenes IR de las 01:15 UTC y 01:45 UTC (20 marzo, ver gráfico 15), la rama meridional del sistema nuboso ondulatorio se aprecia bajo un velo de nubosidad alta (cirroestratos), mientras de la rama oriental subsiste sólo un corto segmento. La base de la rama meridional se encuentra a 07,88°N/65,81°W, tras una penetración de unos 246 km desde la línea de costa. Este punto se localiza en las cercanías del poblado de Parmana (estado Guárico), cuyas coordenadas son 07°50’36”N/ 65°45’28”W (Dirección de Cartografía Nacional, 1978).

Gráfico 15. Imágenes satelitales en IR, correspondientes a las horas 01:15 UTC (izquierda) y 01:45 UTC del día 20 de marzo de 2008. Se aprecia el cordón nuboso parcialmente oculto por nubosidad alta (cs). En la imagen de las 01:15 UTC (señalado con flecha: ub), se observa un segmento del amplio arco del undular bore, el cual, bajo el efecto Coriolis, ha alcanzado los Llanos occidentales. (Fuente: NASA).

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Evidencias de la penetración de brisas de mar en la depresión del río Unare y Llanos de Anzoátegui CONCLUSIONES En el caso descrito en el punto anterior se comprobó la evolución del sistema de brisas de mar desde su inicio en la tierras prelitorales del estado Anzoátegui, pasando por la estructuración del frente y el posterior desprendimiento del cordón nuboso conocido como undular bore. En la etapa más avanzada de la evolución del cordón, pudo evidenciarse su avance hasta las riberas del Orinoco, a casi 250 kilómetros de las costas caribeñas y el desplazamiento de un segmento hasta los Llanos occidentales, presumiblemente por influencia del efecto de Coriolis, componente que actuaría desviando hacia la derecha las masas de aire involucradas en estos procesos atmosféricos de ciclo diario. La presencia de una capa de cirroestratos (cs) finalmente ocultó la troposfera baja e impidió continuar la observación en el caso expuesto. Las observaciones efectuadas hasta el presente, permiten afirmar que en el ciclo diario del sistema de brisas de mar que se establece entre el golfo de Barcelona y las tierras de la depresión de Unare y Llanos orientales, intervienen no sólo factores oceanográficos y atmosféricos, sino también geomorfológicos, representados por el relieve de los Llanos altos orientales, el cual parece inducir un moderado efecto stau, rasgos todos estos que evidencian la considerable complejidad de estos fenómenos atmosféricos en el área de estudio. Resulta de interés destacar que durante el lapso diciembre 2010enero 2011, el frente de brisas de mar presentó muy baja frecuencia. La casi supresión del sistema podría haber estado asociada a las anomalías térmicas positivas registradas durante aquellos meses (ver gráfico 16) ya que en investigaciones llevadas a cabo en otras regiones del mundo (Franchito, et. al., 1998) se ha demostrado la influencia de los procesos de surgencia (up-welling) sobre los sistemas de brisas. Las elevadas temperaturas de las aguas superficiales del Caribe meridional, evidencian que durante aquellos meses se encontraba inactiva o debilitada la surgencia que es característica a lo largo de extensos tramos de las costas venezolanas. Dichas anomalías térmicas podrían haber tenido alguna relación Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Sergio Foghin

Gráfico 16. Mapa de anomalías térmicas de la superficie marina, correspondiente al día tres de enero de 2011. A lo largo de las costas venezolanas se observan temperaturas entre 1C y 1,5C mayores que la media, situación que afecta el Caribe meridional y central. (Fuente: NOAA)

con el episodio frío (ENOS-La Niña) que se encontraba activo en el Pacífico ecuatorial. En lo tocante a los aspectos oceanográficos, también podría ser de interés investigar las posibles relaciones de estos sistemas de brisas con la circulación superficial del mar en el área de la fosa de Cariaco, accidente próximo a las costas de los estados Anzoátegui y Miranda. Por lo que se refiere a la influencia de la estratificación térmica de la baja troposfera sobre la evolución del sistema mesoescalar descrito, resulta de la mayor importancia investigar el régimen térmico diario y anual en estas capas de aire cercanas a la superficie, particularmente para conocer el comportamiento de las inversiones térmicas (Simpson, 1994), tanto de las que tienen su origen en la subsidencia bajo condiciones anticiclónicas (inversión de los alisios) como aquellas a escala regional, producidas por irradiación nocturna (inversión del suelo). A tales efectos, los instrumentos de observación más recomendables son los globos cautivos (tethersonde). Por lo que se refiere a las condiciones meteorológicas en superficie, sería conveniente la instalación de una red regional de estaciones meteorológicas automáticas, equipadas con sensores para registros de dirección y velocidad del viento, temperatura, humedad relativa y precipitación, 58

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Evidencias de la penetración de brisas de mar en la depresión del río Unare y Llanos de Anzoátegui además de colectores de partículas contaminantes. Idealmente, dicha red podría estar integrada por las estaciones de Píritu, Onoto, Aragua de Barcelona, Cantaura, Valle de la Pascua, Santa María de Ipire, Pariaguán y Parmana (ver gráfico 17).

Gráfico 17. El río Orinoco en las proximidades del poblado de Parmana, estado Guárico. En las imágenes satelitales (IR) ha podido observarse que fragmentos del sistema nuboso (undular bore) derivado del sistema de brisas de mar, pueden alcanzar estas latitudes. Al fondo, elevaciones de escasa altitud del borde septentrional del escudo guayanés. (Vista N-S. Foto SFP).

La mayor importancia de este sistema de circulación mesoescalar, probablemente estribe en su profundo avance hacia el sur, tierra adentro, por la influencia que pueda tener sobre diferentes aspectos de la ecología regional. Un problema particular, que sin lugar a dudas justificaría la continuación y profundización de estas investigaciones, se relaciona con las inmisiones contaminantes, de gases y partículas, que se generan en el complejo criogénico de Jose y en las plantas de cemento de Pertigalete, localizadas en la región costera del estado Anzoátegui, corriente arriba de los flujos inducidos por los sistemas de brisas de mar. Al respecto, una de las más recientes denuncias llevadas a los medios de comunicación, sintetizaba: Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Sergio Foghin Gases y polvo que resultan de la explotación, refinación y manufactura petrolífera y cementera, respectivamente, forman parte de la cotidianidad en municipios del oeste y norte de Anzoátegui. Habitantes dicen que no se aplican soluciones a este problema que afecta la salud pública. Especialistas en materia ambiental coincidieron en la necesidad de implementar nociones sobre ecología en la educación formal de las nuevas generaciones, para evitar que estas fallas persistan en el tiempo(Carbonell, 2015, p. 4). En el citado artículo de prensa se recogían las inquietudes de los habitantes de los poblados de Urucual, Puerto Píritu, Caigua y Guanta. Sobre la incidencia de factores meteorológicos en dicha problemática, quizá resulte un válido indicador una de las quejas recogidas por la prensa: “Después de las dos de la tarde, huele a huevo podrido” (Idem). Preocupaciones como la citada se habían hecho públicas en otras oportunidades (Salas, 2011). Respecto a la relación de las circulaciones mesoescalares aquí discutidas, con los problemas de contaminación atmosférica, otro aspecto a considerar estriba en la posibilidad de que las inmisiones contaminantes puedan ser transportadas nuevamente hacia la costa, por las componentes superiores de retorno, del sistema de brisas, las cuales, según evidencias que proporcionan las imágenes satelitales, soplan hacia el norte y generan marcada subsidencia sobre una amplia franja del Caribe meridional. Por las mismas razones, resultaría de interés el estudio de las brisas de tierra o terrales, los cuales, de acuerdo a los modelos teóricos, se activan durante las horas nocturnas. Para finalizar, puede concluirse que es importante emprender la investigación sistemática de los fenómenos atmosféricos descritos aquí preliminarmente, con el fin de establecer tanto las condiciones sinópticas y oceanográficas que favorecen o inhiben su desarrollo, como sus características físicas detalladas, además de su climatología, a la vez que iniciar el estudio de sus posibles efectos sobre las condiciones ambientales, a escala regional y local, en sus áreas de influencia.

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Evidencias de la penetración de brisas de mar en la depresión del río Unare y Llanos de Anzoátegui Agradecimiento: el autor expresa su agradecimiento a la doctora Marlene Arteaga Quintero, por su valiosa colaboración en la preparación de este trabajo. También a los doctores Maximiliano Bezada Vierma y Maximiliano Bezada Díaz, por su estimable ayuda, la cual permitió la consulta de importantes artículos científicos. De igual modo al profesor Loan José Landaeta por la elaboración del gráfico 01. Se dedica este trabajo al Profesor Alberto Contramaestre Torres (1927 – 2014). In Memoriam

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Uso y abuso de las lagunas litorales venezolanas

Uso y abuso de las lagunas costeras venezolanas Use and abuse of the Venezuelan coastal lagoons Carlos Suárez carturo7982@yahoo.es Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Instituto Pedagógico de Caracas, Venezuela Articulo recibido septiembre de 2015 y publicado en enero de 2016

RESUMEN Las lagunas litorales, además de ser ambientes de sedimentación importantes en el registro geológico, representan áreas de gran utilidad y valor para el hombre. En Venezuela estas lagunas son numerosas, repartidas especialmente en las costas bajas y arenosas, y se han utilizado de diversas maneras desde tiempos prehispánicos, como productoras de material energético, suministro de sal, soporte de actividades económicas, y turismo; pero su uso no siempre ha sido el más adecuado, produciendo en muchos casos, destrucción y contaminación de estos cuerpos de agua, con graves consecuencias para la vida que ellas soportan. Es importante desarrollar planes de control y protección de las lagunas litorales de Venezuela, que aseguren su permanencia y los roles vitales que desempeñan para el beneficio de todos. En este sentido el presente trabajo aspira a difundir los valores de las lagunas venezolanas, su uso y abuso y sobre todo concienciar la importancia de su conservación. Palabras clave: Lagunas litorales; costas; contaminación; conservación; Venezuela ABSTRACT Coastal lagoons, besides being important sedimentation environments in the geological record, represent areas of great use and value to human. In Venezuela these lagoons are numerous especially distributed in the low and sandy coasts, and have been used in various ways since preHispanic times, as producers of energetic material, supply of salt, support economic activities and tourism; but its use has not always been the right one, resulting in many cases, destruction and pollution of these water Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Carlos Suárez bodies, with serious consequences for the life they support. It is important to develop control and protection plans of coastal lagoons of Venezuela, that ensure their permanence and the vital roles they play for the benefit of all. In this sense, the present work aims to spread the values of the Venezuelan lagoons, its use and abuse and especially raise awareness about the importance of conservation. Key words: Coastal lagoons; coasts; pollution; conservation; Venezuela

INTRODUCCIÓN Las costas de Venezuela, continentales e insulares, contienen numerosas lagunas litorales que han sido utilizadas por el hombre, desde tiempos prehispánicos, de diversas maneras. Alonso de Ojeda, en Agosto de 1499, cruzó el Cabo San Román y entró al golfo de Coquivacoa (actual Golfo de Venezuela), donde le impactó la presencia de viviendas palafíticas indígenas ubicadas, precisamente, en aguas someras lagunares. Ojeda penetró por este Golfo donde descubrió un pueblo de palafitos, es decir de viviendas construidas sobre estacas dentro del agua de la laguna conocida posteriormente como Sinamaica; una laguna zuliana definiendo el territorio de Venezuela. Las salinas de Araya, con base en lagunas litorales del estado Sucre, son otro elemento geográfico que marcó pauta en la historia colonial de Venezuela. Durante la guerra de independencia algunas lagunas fueron escenario de acciones bélicas, resaltando las de Caimán (estado Anzoátegui) y Los Mártires (isla de Margarita). En unos 4000 Km de costas, Venezuela exhibe un muestrario muy completo de lagunas litorales (Ramírez, 1996). La variedad de las costas proporcionan una diversidad de situaciones geomorfológicas propicias para el desarrollo de toda una gama de tipos; así, se encuentran lagunas en costas bajas amplias, en franjas angostas de llanuras, en entrantes de 64

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Uso y abuso de las lagunas litorales venezolanas costas altas (bahías, ensenadas) y en áreas pantanosas y deltaicas (ver gráfico 1). En las costas venezolanas destacan una decena de lagunas con diversos valores: La Restinga (estado Nueva Esparta), Chacopata y Los Patos (Sucre), Unare y Píritu (Anzoátegui), Tacarigua (Miranda), Boca de Caño (Falcón), Los Olivitos, Sinamaica y Cocinetas en el estado Zulia (Flores,1997). Las lagunas venezolanas, al igual que las de otros países, constituyen recursos naturales de gran valor ecológico, productivo, económico y social (UAM, 2000). A pesar de lo valioso, estos cuerpos acuáticos son cada día objeto de contaminación, alteración y degradación ecológica.

MÉTODO La metodología consistió en el análisis documental de artículos de investigación en revistas periódicas y de la prensa tanto nacional como regional. Se utilizaron mapas topográficos, y en algunos casos, series de estos mapas para observar la evolución de lagunas en costas venezolanas; la interpretación de fotos aéreas para estudiar factores intervinientes en la evolución lagunar; y trabajos de campo en algunas de las lagunas para la comprensión de la problemática ambiental que afecta a esos cuerpos de agua. La revisión de las leyes ambientales que protegen ciertas lagunas fue una fuente de información para el análisis del deterioro ambiental que experimentan las lagunas, inclusive algunas amparadas bajo la figura de Parque Nacional. Conceptos y características de las lagunas litorales La revisión de varios autores permite precisar la definición de laguna litoral: Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Gráfico 1. Ubicación de las principales lagunas litorales de Venezuela. Tomado y modificado de “Humedales costeros de Venezuela: Situación ambiental” por M. Lentino y A. Bruni, 1994, Caracas.


Uso y abuso de las lagunas litorales venezolanas Para la UNAM (2000), “Las lagunas costeras son cuerpos acuáticos litorales que tienen, en su mayoría, comunicación permanente o efímera con el mar y son el resultado del encuentro entre dos masas de agua de diferentes características”. (s/n). Por su parte la Universidad de Complutense (2000), las define como un cuerpo costero de aguas someras caracterizado por una comunicación restringida con el mar” (s/n). Según Ramírez (1996) plantea que: “Son cuerpos de agua separados por una barra arenosa, que tienen en su mayoría comunicación permanente o temporal con el mar, y reciben un aporte limitado de agua dulce, la cual mantiene un régimen fluctuante de salinidad”. Estos ambientes, generalmente están orientados paralelos a la línea de costa (Kjerfve, 1994). Bird, (1994), plantea que “Son áreas de aguas relativamente someras, que han sido separados parcial o totalmente del mar por un cordón litoral, normalmente de arena o grava, formado por la acción de las olas, por encima del nivel de la marea alta”. (s/n) Otra definición establece que: Las lagunas litorales son masas o cuerpos de aguas separadas del mar por una barra de arena más o menos extensa, excepto por una boca o canal de comunicación, relativamente estrecho, por donde circula el agua debido al flujo y reflujo de las corrientes de marea (Cervigón y Gómez, 1986, s/n). De estas definiciones se pueden extraer las principales características de las lagunas litorales: (a) masas de agua costeras poco profundas, (b) separadas del mar por una franja alargada y angosta de sedimentos (cordón litoral), (c) con comunicación de las aguas a través de canales (bocas) que interrumpen la continuidad del cordón, (d) variaciones de salinidad del agua en el tiempo y (e) resultan fundamentalmente de la sedimentación marina. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Carlos Suárez En relación con estas lagunas existe toda una terminología sinónima que es recomendable manejar: • Laguna o albúfera (en inglés: lagoon). • Cordón litoral, barra, isla barrera o restinga (en inglés: barrier beach , barrier island). • Boca, grau o canal de marea (en inglés: inlet, pass, tidal channel). Utilidad de las lagunas litorales Estas lagunas, al igual que los demás humedades costeros, proporcionan una serie de beneficios y posibilidades de utilización, y aprovechamiento para seres vivos. Al respecto Mitsch y Gosselink (1993), consideran el valor de los humedales desde tres puntos de vista: • La Población: La alta productividad permite el sostén de gran cantidad de animales (peces, mariscos, aves), y de algunas especies en peligro de extinción (anfibios, reptiles). Los humedales constituyen importantes fuentes de recursos que pueden aprovecharse comercialmente, lo cual permite el desarrollo de actividades pesqueras y de acuicultura (Ramírez, 1996; UAM 2000). • El Ecosistema: reducen los peligros de inundaciones, mejoramiento de la calidad del agua, y valor estético y recreativo. • Lo Global: Contribuyen a estabilizar los niveles globales de nitrógeno, azufre atmosférico, dióxido de carbono y metano. Otros valores de las lagunas son la producción de energía (por ejemplo, la obtención de leña como combustible casero), la extracción de minerales económicamente aprovechables (como la sal en el caso de Venezuela), y lugares de investigación científica (utilizadas ampliamente por instituciones como la UCV, UDO, USB, LUZ, UPEL, Fundación La Salle), al considerar que “son verdaderos laboratorios naturales al alcance de la mano, donde en un ecosistema bien delimitado y de dimensiones asequibles podemos aprender algunos aspectos del maravilloso funcionamiento de la naturaleza” (Cervigón y Gómez, 1986, p.13), de aquí deriva su valor educativo. 68

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Uso y abuso de las lagunas litorales venezolanas Modificaciones en las lagunas: alteraciones y desequilibrios La intervención de estos cuerpos de agua por el hombre, pueden originar alteraciones y desequilibrios que deterioran las condiciones ambientales. Algunas de estas modificaciones antrópicas son la contaminación, desviaciones de ríos, construcción de presas, deforestación de cuencas de ríos, obras de control de erosión y sedimentación marina, desarrollo de viviendas y edificaciones recreacionales, construcción de carreteras, cierre de las bocas, destrucción del manglar, instalaciones de salinas y camaroneras, dragado de canales, rellenos para expansión urbana e industrial, depósitos de basura, y otros (Suárez, 1991; Lentino y Bruni, 1994). Las reflexiones que plantean Gómez, Marcano, Poggy, Castellanos y Miranda (2006), con relación al estudio de dos bahías cubanas y la laguna venezolana de Unare, resumen en buena medida la vulnerabilidad de las lagunas: “Estos sistemas cerrados o semicerrados son especialmente vulnerables por tener un área limitada y aguas poco profundas, largos períodos de recambio hídrico y una considerable población cuyo sustento proviene de sus recursos. Por otra parte, están sujetos a una importante presión dada por las actividades humanas así como por los procesos y los fenómenos naturales que en ellos tienen lugar. En consecuencia, la contaminación constituye un problema recurrente que se agudiza a medida que las actividades humanas traspasan el umbral del sistema” (p. 101). Uso y abuso de lagunas litorales venezolanas Lagunas como sitios heroicos de la gesta emancipadora El 27 de septiembre de 1816 se produjo la batalla de El Juncal, en la llanura cenagosa de El Juncal, al oeste de Barcelona; una pequeña laguna litoral, la de Caimán, ubicada en esta llanura (ver gráfico 1) forma parte de la identificación de este hecho histórico donde los patriotas, con 1300 hombres, vencieron a las tropas realistas dirigidas por el brigadier Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Carlos Suárez Francisco Tomas Morales compuestas de 1100 hombres. En la acción intervinieron los generales Manuel Piar y Mac Gregor (Bencomo, 1988). La laguna de los Mártires, ubicada frente al Fortín de La Galera en Juan Griego (isla de Margarita), forma parte del escenario de la última batalla independentista en suelo margariteño. El 8 de agosto de 1817 los realistas, comandados por el Teniente General Pablo Morillo, arrasan a las tropas patrióticas. En un momento de la batalla el fortín es destruido por una explosión, lo cual obligó a los defensores patriotas a bajar a la laguna al pie del cerro, donde fueron masacrados; en homenaje a los caídos se le llamo “Laguna de los Mártires”. La leyenda ha tejido una serie de relatos con base en esta laguna: Uno dice que el Comandante Morillo calificó a estos héroes como neo-espartanos, en comparación con los antiguos soldados de Esparta (Grecia), lo cual dio origen al nombre de este estado venezolano (Netfirms, 2000); otro dice que las aguas de la laguna se tiñeron de rojo con la sangre derramada. Hoy en día, cuando visitamos Juan Griego, el Fortín de La Galera o las playas vecinas, es común encontrar muchachos que por una propina declaman este hecho histórico en forma pintoresca, a los que podemos llamar los juglares margariteños. Lagunas como límites internacionales La laguna de Cocinetas, ubicada en la punta más septentrional de la península de la Guajira (estado Zulia), constituye el límite entre Venezuela y Colombia (ver gráfico 1). Las costas internas de la laguna representan la línea fronteriza, la cual tiende a moverse en el tiempo. Esta movilidad se debe al proceso de sedimentación por los materiales traídos por el viento y el río Sillamana, además de la influencia del mangle; esto ha traído como consecuencia el relleno de la laguna, la disminución de la profundidad y la alteración del funcionamiento hidrodinámico (Lara y González, 1999). 70

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Uso y abuso de las lagunas litorales venezolanas En los últimos 50 años la laguna ha perdido 34 Km2 del espejo de agua (Olier, 1996), lo cual ha creado un problema limítrofe para Venezuela; ello refleja la inconveniencia de utilizar elementos naturales de evolución rápida (costas de lagunas, cursos de ríos) como límites geopolíticos o fronterizos. Las soluciones para la problemática planteada han sido la realización de dragados y la apertura de canales mediante explosivos (Lara y González, 1999), pero parece más recomendable lo que plantean Lentino y Bruni (1994, p. 19) cuando dicen “El desecamiento de la laguna constituye un problema de ocupación del espacio fronterizo que podría solucionarse desarrollando una negociación con Colombia que conduzca a la transformación del límite geodésico existente y la delimitación de áreas en el Golfo de Venezuela” (p. 100). Las lagunas como fuente de recursos minerales: Salinas Aun cuando las lagunas son fuente de importantes y variados recursos minerales, en Venezuela solo se aprovechan para la obtención de sal. Algunas lagunas litorales de Venezuela reúnen una serie de condiciones que las hacen atractivas para la producción salinera: Comunicación con el mar para la entrada de agua, insolación y temperaturas altas durante todo el año y extensiones adecuadas para la producción económicamente rentable. Las salinas de Araya, ubicadas en la península de Araya, estado Sucre, son las más importantes del país con un protagonismo histórico desde el siglo XVI. A semejanza de las otras salinas de Venezuela son del tipo de evaporación solar, basadas en la utilización de lagunas litorales (ver gráfico 2). El agua del mar se bombea a estanques extensos y poco profundos, donde la evaporación solar y el viento producen la concentración de sal, de aquí pasa el agua a otros estanques (cristalizadores) donde se realiza la precipitación del mineral, el cual es luego recolectado y procesado industrialmente para los diversos usos (ENSAL, 1982). Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Gráfico 2. Instalaciones de las salinas de Araya. Salinas del tipo de evaporación solar, basadas parcialmente en lagunas litorales. Figura tomada de “La sal en Venezuela” por ENSAL, 1982, Caracas.

Las salinas de Araya para 1990 proporcionaban el 70 % de sal bruta (de 510.000 toneladas) y la casi totalidad de sal refinada producida en Venezuela (Cunill, 1990); para 1999 las instalaciones de Araya tenían una capacidad de producción de sal bruta de 550.000 toneladas métricas, y la posibilidad de duplicarla mediante mejores instalaciones y nueva tecnología (MCT, 1999). En otras áreas lagunares de la costa venezolana se han desarrollado salinas, entre las cuales destacan Los Olivitos en el estado Zulia, Las Cumaraguas en Falcón, y las salinas de Pampatar y Coche en el estado Nueva Esparta (ver gráfico 1). Las salinas de Pampatar, en el extremo sur-oriental de la isla de Margarita fueron desarrolladas en áreas de lagunas litorales; después de Araya son las salinas de mayor raigambre histórica en Venezuela (ver gráfico 1). El mismo nombre de Pampatar, de ese pintoresco pueblo margariteño, deriva de una palabra guaiquerí que significa “pueblo de la sal”; el origen 72

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Uso y abuso de las lagunas litorales venezolanas está relacionado con la presencia de una salina natural que permitía a los habitantes de la zona salar el pescado para su comercialización (ATRIUM, 2000). La producción para 1982 era de 12.000 toneladas métricas al año (ENSAL, 1982). La salina industrial de Produsal se estableció en la zona sur y parte este de la ciénaga de Los Olivitos, estado Zulia (ver gráfico 1); esta ciénaga se encuentra protegida bajo la figura de “ABRAE” con la denominación de Refugio de Fauna Silvestre y Reserva de Pesca (Decreto 1.369 del año 1986), y desde 1996 constituye uno de los 5 sitios Ramsar de Venezuela (Brito y Yépez, 1999; Luzardo, 2001). El terreno ocupado, unas 2.276 hectáreas, aun cuando se encuentra fuera del área protegida, forma parte integral del ecosistema de Los Olivitos, lo cual ha ocasionado un grupo de efectos negativos. El objetivo de las salinas de Los Olivitos es el suministro de sal a Pequiven, requerida para la planta de cloro soda ubicada en las cercanías, con lo cual se ahorrarían divisas. Este loable propósito ha sido opacado por los impactos indeseables, entre los cuales destacan: Cambios en la calidad de las aguas por descargas de los amargos (desechos residuales contaminantes), disminución de la pesca artesanal, desvío de ríos, destrucción del manglar y alteración del hábitat de aves acuáticas (Brito et al., 1999; PROVEA, 2000; Luzardo, 2001). Las lagunas litorales, moradas de vida Las lagunas son el hábitat de muchas especies de plantas y animales, sitios de hibernación de aves limícolas migratorias, y albergue de especies en peligro de extinción (Mitsch y Gosselink, 1993; UAM, 2000; Windevoxhel, 2000; Liñero, 2001). Los humedales, incluyendo estas lagunas, son considerados los ecosistemas más productivos del mundo y con un alto potencial de biodiversidad (Ramírez, 1996; Rodríguez, 1999); esto ha contribuido a que Venezuela destaque entre los quince países de mayor diversidad biológica. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Carlos Suárez Venezuela cuenta con 5 sitios Ramsar los cuales son áreas protegidas de importancia internacional, de alto interés ecológico y bajo régimen legal para asegurar su conservación (Provita, 1999); estos sitios son: Ciénaga de Los Olivitos (estado Zulia), Cuare (estado Falcón), laguna de Tacarigua (estado Miranda), laguna La Restinga (estado Nueva Esparta), y archipiélago de Los Roques (Dependencias Federales). De estos cinco, cuatro son ambientes de lagunas litorales (ver gráfico 1), lo cual demuestra su significación como moradas de vida. Los Olivitos presenta extensas áreas de manglares, más de cien especies de aves, y es el único sitio conocido en las costas continentales de Colombia y Venezuela donde anida el flamenco Phoenicopterus ruber (Olier, 1996; Windevoxhel, 2000). En el año 2001 se llevó a cabo un proyecto de investigación que comprendió el anillado de cien flamencos juveniles, para realizar el seguimiento de la colonia de flamencos que nidifica en este refugio de fauna (ParksWatch 2001). Las lagunas son uno de los ambientes mayoritarios que conforman el Refugio de Fauna Silvestre de Cuare; este Refugio es un lugar de descanso y alimentación para gran variedad de aves acuáticas (85 especies), y albergue de una especie amenazada como lo es el caimán de la costa (Crocodylus acutus) (Lentino y Bruni, 1994; Vindevoxhel, 2000; Arteaga et al., 2000). La laguna de Tacarigua posee un gran valor paisajístico, y una profusión de vida representada en 135 especies de aves acuáticas, ocho especies de peces y crustáceos de interés económico, y seis especies amenazadas (Vindevoxhel, 2000) (ver gráfico 1). El caimán de la costa o cocodrilo americano (Crocodylus acutus) de Tacarigua, constituye una de las poblaciones más importantes (de un total nacional de 500 ejemplares) en zona de manglar de la costa de Venezuela (Rojas, 1997). Una investigación de seguimiento de la nidificación, los efectos de la depredación humana y natural, y la mortalidad de animales adultos y juveniles, dio como resultado índices de abundancia poblacional entre 2-6 individuos/Km, lo cual supera ampliamente a los obtenidos en 74

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Uso y abuso de las lagunas litorales venezolanas Morrocoy y Cuare con 0,71 y 0,92 individuos/Km respectivamente (Arteaga et al., 2000). Las tortugas marinas son otro de los animales en peligro de extinción que viven en la laguna de Tacarigua; en la parte oriental del cordón desovan dos especies de tortugas (Lentino y Bruni, 1994). La Restinga por su parte es una laguna con abundancia de manglares, y 33 especies inventariadas de aves (Lentino y Bruni, 1994). Esta laguna es uno de los sitios de mayor atractivo turístico de la isla de Margarita (ver gráfico 3), famoso por los paseos en lancha y la riqueza toponímica de sus parajes, que “al mismo tiempo que proporciona distracción y descanso en un ambiente de amable serenidad, ofrecen la posibilidad de ampliar conocimientos y la oportunidad de acercarse a la comprensión del maravilloso tejer y destejer del mundo biológico marino” (Cervigón y Gómez, 1986, p.56).

Gráfico 3. Laguna de La Restinga en la isla de Margarita, estado Nueva Esparta. Se destacan el cordón litoral, con 23 km de longitud, que separa a la laguna del mar (derecha de la fotografía) y la vegetación de manglar que ocupa parte de las aguas lagunares. Fotografía tomada “Isla Margarita. Un auténtico prodigio” por Abcviajes, s. f., disponible: http://www.abcviajes.com

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Carlos Suárez Actividades de acuicultura en lagunas Las lagunas permiten el cultivo de varias especies de interés comercial, destacándose en Venezuela el caso de los camarones (Ramírez, 1996; Liñero, 2001). El desarrollo de granjas camaroneras en humedades costeros de Venezuela, ha adquirido importancia debido a la alta rentabilidad del producto. La producción está dirigida principalmente a la exportación, y a satisfacer en menor medida el mercado nacional (Cunill, 1990; Suárez, 1991; Pérez, 1996). La producción de camarones para 1997 colocaba a Venezuela en el 9º lugar, entre una docena de países centro y suramericanos (Greenpeace International, 1999); el número de granjas para ese momento era de 8, lo cual luce insignificante al compararlo con 1.800 para Ecuador o 220 para México. La casi totalidad de las camaroneras se han instalado en lagunas litorales, ya que éstas reúnen una serie de condiciones, como: Relieve de llanura, cercanía de la fuente de agua salada, amplias extensiones, materiales impermeables y disponibilidad de tierra para construir los diques. La construcción de camaroneras causa impactos ambientales en las áreas costeras, entre los que se destacan: Destrucción de manglares y humedades, disminución de las aguas subterráneas, intrusión de agua salada, subsidencia del terreno, deterioro de la calidad del agua, eutroficación y transmisión de enfermedades, alteración de hábitats, daños a la biodiversidad y desplazamiento de modos de vida tradicionales de los pobladores (Alvizu et al., 1988; Larsson et al., 1994; Dierberg y Kiattisimkul, 1996; Pérez,1996; Greenpeace International ,1999). En la laguna de Píritu se construyeron las instalaciones de una camaronera, a finales de la década de los ochenta (ver gráfico 4). A manera de ejemplo, los efectos negativos de este desarrollo fueron: Incremento de la erosión y el transporte de sedimentos hacia la laguna, alteración del balance sedimentario costero y aumento de la erosión de las playas 76

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Uso y abuso de las lagunas litorales venezolanas vecinas, disminución de los aportes de agua dulce del río Unare a la laguna y desecamiento de parte de la masa de agua lagunar (Alvizu et al., 1988; Suárez, 1999).

Gráfico 4. Fotointerpretación de las características geomorfológicas del área donde se localizan las instalaciones de la camaronera Aguamarina, noroeste de la laguna de Píritu, estado Anzoátegui. Figura tomada de “Modificaciones geomorfológicas relacionadas con la camaronera de la laguna de Píritu, estado Anzoátegui” por C. Suárez, 1999, Maturín.

Larsson et al. (1994) sostienen que si los granjeros de camarones pagaran los costos sociales y ambientales causados por la tecnología actual empleada, no obtendrían ningún beneficio económico; en forma similar Greenpeace International (1999) plantea que la industria camaronera no refleja realmente sus costes ambientales y sociales. La experiencia de esta industria en Ecuador, primer exportador latinoamericano, es un caso digno de analizar y tomar en cuenta para no transitar en Venezuela por la misma senda de errores y efectos indeseables. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Carlos Suárez Obras de ingeniería y lagunas Es oportuno comenzar este punto con una reflexión: Cuando el hombre decide cambiar una laguna lo hace mucho más rápido que los cambios naturales, los cuales por lo general, son tan lentos que es difícil notarlos (UNEP, 2001). En Venezuela la modificación de ingeniería de las lagunas se ha realizado con diferentes propósitos; las lagunas más intervenidas son las de las costas central, oriental y las de la isla de Margarita. La construcción de la Carretera Nacional de la Costa, a finales de la década de los cincuenta, afectó el flujo de agua dulce hacia la laguna de Tacarigua; varios ríos fueron cerrados o desviados, lo cual provocó una disminución de agua dulce y el aumento de la salinidad de la aguas de la laguna (Díaz y Zelwer, 1985). En la década de los años sesenta nuevamente fue intervenida la albúfera de Tacarigua: La variación de los parámetros físico-químicos de las aguas de la laguna, en cierta época del año, determinó la adopción de una solución consistente en el suministro de agua dulce. En el año 1963 se construyó un canal de desvío de las aguas del río Guapo denominado Caño Madre Casañas; en los primeros 15 años el caño formó un delta de 1,9 Km2 en su desembocadura, en la parte suroccidental de la laguna (Chacartegui y Baldy, 1978; Díaz y Zelwer,1985; Calzadilla et al., 2002) (ver gráfico 5). La sedimentación rápida del delta ha contribuido a la colmatación de este sector, y al deterioro ambiental de este valioso cuerpo de agua (Méndez et al., 1998); los cambios temporales en esta laguna son importantes analizarlos para su protección y conservación, y contribuir al diseño de planes de manejo óptimos para este Parque Nacional (Calzadilla et al., 2000). La erosión de la playa del sector oriental del cordón de la laguna de Unare entre los poblados de La Cerca y El Hatillo, requirió la construcción 78

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Uso y abuso de las lagunas litorales venezolanas

Gráfico 5. Sedimentación aluvial en el sector suroccidental de la laguna de Tacarigua, estado Miranda. Evolución del delta del río Guapo 1967-1994. Figura tomada de “Monitoreo de una formación deltaica reciente en un humedal costero tropical utilizando imágenes aeroespaciales y SIG. Caso delta del río Guapo, laguna de Tacarigua, Venezuela” por A. Calzadilla, M. Damen, T. Hobma y D. Geneletti, 2000, disponible: file:///A/delta guapo resumen tesis.htm.

de una serie de 9 espigones en la década de los ochenta, y otros 3 en los años noventa. El propósito de estas estructuras era la interrupción parcial del transporte litoral y la acumulación de sedimentos, como medidas de control de la erosión de las playas en unos 5 Km (Suárez, 1999). La observación de campo en 1998 mostró que la erosión estaba causando, a partir del espigón 5 en dirección oeste, el desmantelamiento y la menor efectividad de estas obras de protección costera del cordón de la laguna de Unare.

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Carlos Suárez En el caso de la laguna Los Patos, al oeste de Cumaná en el estado Sucre, la construcción del terraplén de la carretera Cumaná-Puerto La Cruz modificó la evolución natural. Este terraplén ocasionó el represamiento del escurrimiento superficial, lo cual aceleró la colmatación de la laguna por sedimentos orgánicos e inorgánicos (INCOSTAS, 1981; Lara et al., 1999). Alteraciones en las bocas de las lagunas Las bocas de las lagunas es un elemento geomorfológico que permite la comunicación de las aguas del mar con la laguna y viceversa, y su funcionamiento natural es el cierre intermitente por procesos de dinámica sedimentaria mar-laguna (García, 2004). Las lagunas ubicadas en la costa central de Venezuela presentan constantemente problemas relacionados con el cierre de las bocas (ver cuadro 1). Sebastiani et al. (2007) plantean que el cierre de las bocas, en el caso de la laguna de Unare, impide la comunicación entre el mar y la laguna lo cual produce estancamiento de las aguas lagunares. En la laguna de Tacarigua el cierre de la boca ocurre cada cierto tiempo sin ninguna periodicidad (ver gráfico 6), y se han propuesto variadas soluciones ingenieriles que van desde el dragado hasta la construcción de espigones que disminuyan la sedimentación marina responsable del cierre, a semejanza de lo realizado en la boca de la laguna de Píritu, más al Este (ParksWatch, 2004). Las observaciones de Gutiérrez (2007) relatan magistralmente el funcionamiento de la boca de la laguna de Tacarigua: “La boca de la laguna de Tacarigua tiene su época que está abierta o cerrada. Durante muchos años, la boca de la laguna de Tacarigua se abría con instrumentos rudimentarios, se usaban palas y chicurones. En el momento en que el agua de la laguna comenzaba a correr hacia el mar, las personas presentes gritaban alborozadas “¡se fue la boca”! y corrían hacia el pueblo a dar la noticia” (p. 585).

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Clima Aporte de agua dulce

Condiciones del agua

Temperatura promedio (°C)

Pluviosidad anual (mm)

Batimetría (m)

Relación ancho/profundidad de la boca

Temperatura mín/ máx (°C)

Salinidad mín/máx (‰)

Turbidez (cm)

Edad

200/3,5

26 a 32

23 a 72

0,8

–/1,1

24 a 37

0,5 a 92

1.270

0,8

–/1

24 a 33

2 a 43

3.940 ± 60 y 2.170 ± 60 AP* –

3,5 a 70

0a1

6/0,3

25 a 34

0,4 a 40

0,94

Laguna

Área (ha)

Mangles

Píritu

2.600

Por un canal

700

0,2

Unare

4.750

No

Constante

703

Tacarigua

12.500

Constante

26,5

150

Ocasional

27

Los Patos

5.320 ± 40**

*Edad 14C reportada por Roa (1990); **Edad 14C reportada en este trabajo Nota. Cuadro tomado de “Paleotsunamis en el registro geológico de Cumaná, estado Sucre, Venezuela” por K. Leal y L. Scremin, 2011, Caracas.

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Uso y abuso de las lagunas litorales venezolanas

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Cuadro 1. Características de los sistemas lagunares más importantes del oriente de Venezuela


Carlos Suárez

Gráfico 6. Vista aérea de la boca abierta de la laguna de Tacarigua. Se observa en la margen izquierda de la boca el pueblo de Tacarigua de la Laguna, y un delta de marea formado en la laguna a continuación de la boca. Fotografía tomada de “Parque Nacional Laguna de Tacarigua” por Parks Watch, 2004, disponible: http:// www.parkswatch.or.

La laguna de Unare está separada del mar por un cordón arenoso de unos 22 Km de longitud y un ancho de 200-600 m, unido al continente en el Oeste en Boca de Uchire, y al Este en el delta del río Unare. En este cordón o restinga existen tres bocas Unare, La Mora y Nueva, que tienden a cerrarse por influencia de la dinámica sedimentaria del borde costero o por construcción de vías de comunicación (Suárez, 1991; García, 2004; Márquez, Senior, Fermín, Martínez, Castañeda y González, 2008) (ver cuadro 2). Las bocas La Mora y Nueva funcionaban anteriormente comunicando las aguas de la laguna de Unare con el mar, estas bocas fueron cerradas por la sedimentación marina y la construcción de la carretera que une a los poblados de Boca de Uchire - El Hatillo - La Cerca; durante la construcción 82

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Uso y abuso de las lagunas litorales venezolanas Cuadro 2. Secuencia de Apertura de las Bocas de la Laguna de Unare Nombre de la boca

Quiénes la abren

Cuándo la abren

Cuánto dura abierta

Boca de Mora

Boca de Uchire

Julio

Mes y medio

Boca Nueva

El Hatillo

Finales de año

Se cierra sola

Boca de Unare

La Cerca

Dependiendo del nivel del río. Este año (2004) la abrieron antes de tiempo. No XXX los pobladores

Hasta Diciembre (ahora pasa hasta casi un año abierta)

Nota. Cuadro tomado de “Propuesta para la evaluación ambiental estratégica de zonas especiales de desarrollo sustentable (ZEDES), cuenca del río Unare, estados Anzoátegui y Guárico - Venezuela” por M. Sebastiani, M. Moreno, A. Soto, E. Aguirre, L. Camacho, R. Medina, A. Yranzo y A. Zamora, 2007, Revista Geográfica Venezolana, 48 (1), 33-58.

de esta vía no se diseñaron en los pasos de las dos bocas (La Mora y Nueva) puentes lo suficientemente largos, lo cual redujo el ancho natural de las bocas promoviendo el cierre por sedimentación marina (Suárez, 1991). El cierre de las bocas de la laguna de Unare impide la comunicación con el mar y promueve el estancamiento de sus aguas, lo cual es un factor contribuyente a la contaminación relacionada con el aumento del suministro de nutrientes provenientes de la actividad agrícola, desarrollada aguas arriba en la cuenca del río Unare, que es el principal aporte de agua dulce (Gómez et al., 2006); este incremento de nutrientes “podría incidir negativamente sobre organismos como camarones y otros macroinvertebrados acuáticos, así como también en aves y peces que se alimentan de este recurso, modificando así las cadenas tróficas” (Sebastiani et al., 2007, p. 43). Dos investigaciones recientes sobre concentración de metales pesados en este cuerpo de agua, arrojaron como resultado el progresivo deterioro ambiental de la laguna y de las especies ícticas de este ecosistema (Márquez et al., 2008; García, 2004). Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Carlos Suárez La laguna de Píritu presenta un cordón litoral de 16 Km de longitud y 150-260 m de ancho, la comunicación con el mar se realiza por una boca ubicada en el extremo oriental del cordón en la población de Puerto Píritu; esta boca funcionaba de manera intermitente en el tiempo. El cierre por sedimentación de la boca de la laguna de Píritu, durante la época de sequía (Noviembre- Mayo), se resolvió mediante la construcción de un par de espigones en 1976-77 (Pérez y Hernández, 1988). Esta solución de ingeniería cumplió eficazmente la función de estabilización y control de sedimentación de la boca, hasta que en 1990 la boca se obstruyó debido a la falta de mantenimiento de las obras (ver gráfico 7); esto requirió para esa época el dragado de los sedimentos acumulados en el canal y su vertimiento deriva abajo (Suárez, 1994). Estas obras de control de la sedimentación marina en la boca de la laguna de Píritu no han sido efectivas para mantener la apertura del canal en condiciones aceptables. Como puede notarse los efectos de obras de ingeniería en una laguna son difíciles de predecir; en las lagunas de Los Patos, Tacarigua, Unare y Píritu los impactos fueron diferentes, pero lo que es verdad es que cualquier intervención puede originar cambios negativos en estos ambientes (ver gráfico 7). Mutilación de lagunas Una laguna litoral es un ecosistema vulnerable a cambios naturales e inducidos por el hombre. Las actividades perjudiciales afectan a la totalidad del sistema; por lo general, es casi imposible proteger o preservar solo una parte del todo (UNEP, 2001). Dos lagunas venezolanas pueden servir de ejemplo para ilustrar concepciones erradas de planes de manejo: Tacarigua y Gasparico.

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Uso y abuso de las lagunas litorales venezolanas

Gráfico 7. Sedimentación litoral asociada a los espigones de protección de la boca de la laguna de Píritu, estado Anzoátegui. (A) Cierre previo de los espigones: 1959; (B) espigones: 1975; (C) 1977; y (D) 1987 (fotointerpretación). Figura tomada de “Cambios costeros en la boca de la laguna de Píritu (Venezuela Nororiental) por influencia de los espigones” por C. Suárez, 1994, Acta Científica Venezolana, 45 (3), 238-244.

En 1974 fue declarada Parque Nacional la laguna de Tacarigua, pero sin considerarla como una unidad ecológica y geomorfológica integral, pues parte de ella se dejó sin protección jurídica. Díaz y Zelwer (1986, p.123) denuncian el hecho de esta manera: “El establecimiento de los linderos del Parque no se hizo sobre la divisoria funcional del ecosistema, que incluye los cauces que desembocan en la laguna, e inexplicablemente dejó fuera la barra occidental de la misma”. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Carlos Suárez

El área excluida de Tacarigua comprende la carretera entre las poblaciones de Río Chico y Tacarigua de la Laguna (ver gráfico 8). Entre 1975 y 1981 existieron conflictos entre los interesados en la construcción de edificaciones turísticas y organizaciones conservacionistas, hasta que en 1981 el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales (MARN) autorizó los permisos correspondientes; actualmente en este sector del cordón litoral existen numerosos complejos vacacionales. Las modificaciones observadas son: Cambios en la topografía, relleno de cauces naturales, deforestación de manglares, y contaminación de las aguas vecinas. Es increíble como la infeliz decisión de 1974 ha gravitado, y lo seguirá haciendo en el deterioro ambiental de esta laguna; la unidad fue despojada de una de sus partes vitales, de aquí la expresión de laguna mutilada.

Gráfico 8. Linderos del Parque Nacional Laguna de Tacarigua. Obsérvese el sector occidental del cordón litoral excluido de la protección legal. Figura tomada de “Parques Nacionales de Venezuela” por S. Amend y T. Amend, 1992, Caracas.

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Uso y abuso de las lagunas litorales venezolanas La conclusión de Díaz y Zelwer (1986, p. 129) parece reflejar lo que muchos conservacionistas sintieron: “el tratamiento dado a nuestra laguna de Tacarigua es producto de la conjugación de tres elementos que aparecen como denominadores comunes en mucho de las acciones tomadas en relación al desarrollo del país: inconsciencia, ignorancia e indolencia”. Si el ejemplo de Tacarigua causa incredulidad, el de Gasparico es aún más grave. La laguna de Gasparico se localiza en la costa sur oriental de la isla de Margarita, estado Nueva Esparta; la construcción del Complejo Turístico Laguna Mar utilizó un 50 % del área total de la laguna (ver gráfico 9). La separación de Laguna Mar con el resto de la laguna se hizo con un muro de 250 m de longitud, pero además se construyeron 4 espigones de 150 m de largo para protección de dos bocas en el cordón (ver gráfico 9). Los impactos de estas modificaciones no se hicieron esperar: Colmatación acelerada del área de la laguna fuera del complejo, aumento de inundaciones por los ríos que desembocan en este sector, cambios en la dinámica sedimentaria litoral, desaparición de manglares, variaciones en el uso del espacio, y migración de los pobladores (Zambrano, 1994).

Gráfico 9. Laguna de Gasparico fraccionada por las instalaciones del Complejo Turístico Laguna Mar. Figura tomada de “Estudio geomorfológico y de dinámica costera del sector sur-oriental de la isla de Margarita, desde el muelle de la Caranta hasta playa Guacuco” por J. Zambrano, 1994, Caracas

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Carlos Suárez Gasparico en otra laguna mutilada, obra de intereses económicos enfrentados con los más nobles propósitos de conservación de la naturaleza. Una derrota que no puede debilitar la vigilancia permanente para evitar que estas situaciones vuelvan a repetirse.

RESULTADOS Las lagunas costeras son abundantes en las costas venezolanas y han sido utilizadas desde tiempos hispánicos para el aprovechamiento de los recursos vivos que las habitan y para la producción de sal. La importancia ecológica de las lagunas requiere un manejo conservacionista lo cual no ha sido la regla en Venezuela. El inventario del uso de estas lagunas da como resultado una falta de planes de conservación y desarrollo, y el deterioro e inclusive su destrucción total en aras del beneficio económico por actividades económicas y turísticas. El Estado venezolano ha aprobado numerosas medidas legales para la protección de las lagunas litorales, pero en la práctica se ha descuidado su fiel cumplimiento. Son asombrosos los ejemplos de cierta lagunas que aun siendo parques nacionales han sido intervenidas negativamente sin que se hayan obligado a los infractores a resarcir sus delitos. La memoria colectiva y el esfuerzo de los venezolanos debe promoverse para que seamos defensores activos de las lagunas dispersas en las costas continentales e insulares con la seguridad que serán fuente de beneficios para las actuales y futuras generaciones.

CONCLUSIONES El valor de las lagunas litorales de Venezuela, traducido en la utilidad al hombre, es de tal magnitud que las hace merecedoras de los mejores planes de manejo que garanticen su existencia a las generaciones presentes y futuras. 88

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Uso y abuso de las lagunas litorales venezolanas La Educación se convierte en uno de los pilares fundamentales en la tarea de concienciar a nuestra población para la protección y conservación de las lagunas. Cuando “cuidemos con cariño” a todas nuestras lagunas, sin importar si están o no protegidas por la Ley, estaremos demostrando el grado de desarrollo de nuestro país.

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Geomorfología de los abanicos aluviales del piedemonte norte del maciso El Ávila, estado Vargas, Venezuela

Geomorfología de los abanicos aluviales del piedemonte norte del macizo El Ávila, estado Vargas, Venezuela Geomorphology of the alluvial fans of the El Ávila Massif northern foothill, Vargas state, Venezuela Williams Méndez (1) (2) williamsmendez@gmail.com wmendez@utm.edu.ec

Zuleika González (1) zuleikagonzalez@gmail.com Jesús Suárez(1) jesus_suarez_v@hotmail.com Maraisa Arauno(1) maraisaarauno@hotmail.com Mayerling Vielma(1) vielma79@hotmail.com

Heliana Maiz(1) helianamaiz@hotmail.com (1) Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Instituto Pedagógico de Caracas, Venezuela (2) Universidad Técnica de Manabí, Facultad de Ciencias Matemáticas, Físicas y Químicas, Ecuador. Artículo recibido en mayo de 2015 y publicado en enero de 2016

RESUMEN Los abanicos aluviales morfodinámicamente activos que han sido construidos por depósitos torrenciales, representan áreas altamente inestables y de amenaza para las poblaciones asentadas sobre ellos. Se analizan las características geomorfológicas de los abanicos del piedemonte norte del macizo El Ávila. La metodología consideró: caracterización de la morfología de los abanicos; mediciones morfométricas de las cuencas Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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W. Méndez, Z. González, J. Suárez, M. Arauno, M. Vielma y H. Maiz y abanicos; estimación de superficies de afloramientos litológicos; y correlación entre parámetros morfométricos de abanicos y cuencas de drenaje. Exhiben morfologías del tipo retrollenado con coalescencia en algunos. Sus perfiles longitudinales y transversales muestran las típicas formas cóncava y convexa. Se comportan de igual forma como abanicosdeltas, parte de sus extensiones se encuentran bajo las aguas marinas. Son abanicos de pequeñas dimensiones y pendientes bajas. La litología ejerce gran influencia sobre la morfología, desarrollo y extensión de éstos, aspectos vinculados de igual manera con la morfometría de las cuencas de drenaje. Palabras clave: Geomorfología; abanicos aluviales; morfometría; macizo El Ávila; estado Vargas

ABSTRACT The active alluvial fans that have been built by torrential deposits mean highly unstable areas and hazard for the populations settled on them. The geomorphological characteristics of the fans located in the Massif El Ávila northern foothill are analyzed. The methodology considered: Characterization of the fan morphologies; morphometric measurements of the catchments and fans; estimation of the lithologic outcrop surfaces; and correlation between morphometric parameters of the fans and catchments. Show retro-filling kind morphologies with coalescence in some cases. Their longitudinal and transverse profiles show the typical concave and convex shapes. It behaves likewise as fan-deltas, part of its surfaces are under seawater. The fans are small dimensions and low slopes. The lithology has great influence on the morphology, development and extension of these, linked aspects the same way with the morphometry of the catchments. Key words: Geomorphology; alluvial fans; morphometry; El Ávila massif; Vargas state

INTRODUCCIÓN Un abanico aluvial es una forma de relieve depositacional originada en la base o pie (piedemonte) de un frente montañoso, genéticamente asociada a las descargas sólidas (sedimentos) de un curso de agua (río o quebrada) que drena desde un área topográficamente elevada a un área más baja y plana adyacente, sedimentación que es promovida principal96

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Geomorfología de los abanicos aluviales del piedemonte norte del maciso El Ávila, estado Vargas, Venezuela mente por los fuertes cambios (disminución) de pendiente experimentados por el cauce a lo largo de su recorrido. La morfología de planta de estos ambientes de sedimentación fluvial, se asemeja precisamente a la de un abanico o semi-círculo, y desde una perspectiva tridimensional semejan a un semi-cono. Según Gómez (1996a), la génesis de estas formas de relieve son el resultado de una compleja interacción de clima y tectónica, explicadas por medio de las características topográficas y la geología e hidrología de la cuenca, así como por procesos de erosión y depositación. Los abanicos aluviales holocénicos y morfodinámicamente activos que han sido construidos primordialmente por depósitos de eventos fluvio-torrenciales (flujos de detritos), representan áreas altamente inestables, dado su carácter de receptores de los materiales transportados por las crecientes de los cursos de agua de ambientes montañosos, que descargan en los sectores piedemontinos. La ocurrencia de estos eventos es parte de la evolución natural de los complejos montañosos, lo cual ha dado como resultado de su balance morfodinámico, entre otros rasgos, la génesis de abanicos aluviales asociados a la sedimentación caótica y agresiva de recurrentes episodios de aludes torrenciales, los cuales son la expresión del explayamiento terminal de los materiales transportados por los cursos de agua desde las áreas montañosas de fuertes pendientes, hacia sus salidas en el frente de montaña. Estas condiciones definen escenarios de amenaza geomorfológica y consecuentemente de vulnerabilidad y riesgo, para las poblaciones asentadas sobre abanicos aluviales, como es el caso de una gran parte de la del estado Vargas, cuya evidencia más reciente está representada por el evento de aludes torrenciales ocurrido en Diciembre de 1999 en la región del litoral central venezolano (ver gráfico 1). De allí que el propósito de este trabajo es analizar las características geomorfológicas de los abanicos aluviales del piedemonte septentrional del macizo El Ávila, en términos de sus aspectos morfológicos y morfométricos. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 97


W. Méndez, Z. González, J. Suárez, M. Arauno, M. Vielma y H. Maiz

Gráfico 1. Imagen en la que destacan en color blanco y con mayor reflectancia, los depósitos del evento de aludes torrenciales de Diciembre de 1999 ocurridos en la vertiente norte del macizo El Ávila (estado Vargas, Venezuela), sobre los abanicos aluviales (de izquierda a derecha) Macuto, Punta El Cojo, Camurí Chiquito, Punta Caribe y Punta Cerro Grande. Imagen pancromática tomada del satélite “IKONOS” con resolución espacial de 1 metro por Centro de Procesamiento Digital de Imágenes [CPDI], 1999, Baruta.

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Diversos autores han dedicado esfuerzos a interpretar las relaciones morfométricas entre cuencas de drenaje y sus abanicos aluviales en ambientes climáticos distintos, para entender la dinámica, el desarrollo y la morfología de los mismos, entre cuyos trabajos se pueden mencionar los de: Harvey (1984); Kostaschuky y otros (1986); Lecce (1991); Silva (1992); Oguchi y Ohmori (1994); Gómez (1996b); Calvache y otros (1997); Suárez (1997); Sorriso y otros (1998); Viseras y otros (2003); Crosta y Frattini (2004); Lyle (2004); Scally y Owens (2004); Saito y Oguchi (2005); Giles (2010); Karymbalis y otros (2010) y Bahrami (2013). Área de estudio El área de estudio está situada geográficamente en la Región Centro Norte de Venezuela, en la parte central del estado Vargas, extendida sobre la vertiente norte del macizo El Ávila en su extremo occidental. Geoastronómicamente está definida por las coordenadas: 10º32’30” – 10º37’47” de Latitud Norte y 66º40’10” – 66º59’14” de Longitud Oeste (ver gráfico 2). La litología está constituida por rocas metamórficas de las fajas tectónicas Asociación Metamórfica Ávila (unidades litodémicas Augengneis de Peña de Mora, Complejo San Julián, Metatonalita de Caruao y Metagrani98

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Gráfico 2. Localización de las cuencas de drenaje del área de estudio: (1) Quebrada Curucutí, (2) quebrada Piedra Azul, (3) quebrada Osorio, (4) quebrada Cariaco, (5) río San José de Galipán, (6) quebrada El Cojo, (7) quebrada Camurí Chiquito, (8) quebrada San Julián, (9) quebrada Seca, (10) río Cerro Grande, (11) río Uria, (12) río Naiguatá, (13) río Camurí Grande y (14) río Miguelena, vertiente norte del macizo “El Ávila”, estado Vargas, Venezuela. Base cartográfica tomada del mapa “Caracas y alrededores” (mapa especial) a escala 1:100.000 por Instituto Geográfico de Venezuela Simón Bolívar [IGVSB], 2003, Caracas; e imagen del satélite “LANDSAT 7 ETM” por CPDI, 2002, Baruta.

to de Naiguatá) y Asociación Metamórfica La Costa (unidades litodémicas Serpentinita, Anfibolita de Nirgua, Esquisto de Tacagua, y Mármol de Antímano) en el sector montañoso; y por los depósitos fluvio-torrenciales de los abanicos aluviales piedemontinos (Urbani y Rodríguez, 2004; Urbani et al., 2006). El macizo El Ávila se extiende aproximadamente 100 Km desde el valle tectónico de la quebrada Tacagua en el oeste hasta el cabo Codera en el este. Empinado y abrupto este macizo se eleva entre el mar Caribe y los valles intramontanos de origen tectónico de Caracas y de Guarenas-Guatire, siendo su mayor elevación el pico Naiguatá con 2.765 msnm, cuyas unidades en conjunto constituyen un buen ejemplo de relieve controlado por bloques morfotectónicos (Guevara, 1983). Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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W. Méndez, Z. González, J. Suárez, M. Arauno, M. Vielma y H. Maiz La vertiente septentrional de la serranía del Ávila termina abruptamente hacia el mar en una costa de inmersión. La franja de playa es muy estrecha, al igual que la formación de planicies aluviales, dado el comportamiento hidromorfodinámico torrencial de los ríos y quebradas que se desprenden para dar paso a la formación de abanicos aluviales y explayamientos terminales, que a veces se sobreponen lateralmente de manera coalescente (ver gráfico 3) (Arismendi, 2007).

Gráfico 3. Modelo de Elevación Digital del Terreno (MEDT) en el que se aprecian los abanicos y las cuencas de drenaje de la vertiente norte (frente de montaña) del macizo “El Ávila” en el sector de estudio, estado Vargas, Venezuela. Modelo construido con información cartográfica digitalizada a partir de cartas topográficas a escala 1:25.000 por Dirección de Cartografía Nacional [DCN], 1979, Caracas; y ortofotomapas a escala 1:25.000 por Servicio Autónomo de Geografía y Cartografía Nacional [SAGECAN], 1995, Caracas.

El relieve se caracteriza por presentar altitudes entre 0 msnm (línea de costa) y 2.770 msnm, con pendientes entre 3 % y > 45 % que definen topografías contrastantes desde suave y moderada (abanicos aluviales) hasta abrupta (sector montañoso). Desde el punto de vista geotécnico, los perfiles de meteorización son poco profundos en las laderas de muy fuertes pendientes, lo cual facilita la 100

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Geomorfología de los abanicos aluviales del piedemonte norte del maciso El Ávila, estado Vargas, Venezuela rápida saturación de los mismos en presencia de eventos de precipitaciones extraordinarias (Amundaray, 2000; Grases et al., 2000). El clima se distingue por presentar temperaturas medias anuales entre 24,3 °C y 26,1 °C en la parte baja del área, y entre 12,7 °C y 17 °C en la parte alta; con precipitaciones escasas cuyos promedios anuales oscilan entre 523,3 mm y 817,1 mm en la franja costera y entre 646,7 y 859,6 mm en el sector montañoso alto (Ministerio del Poder Popular para el Ambiente [MPPA], Dirección General de Cuencas [DGC], Dirección de Hidrología y Meteorología [DHM], 2011). La vegetación está conformada por: vegetación litoral, cardonales y espinares, bosque deciduo, bosque semi-deciduo, bosque transicional, bosque de galería y bosque húmedo (Steyermark y Huber, 1978; Amend, 1991; PDVSA, 1993). Las actividades económicas se sustentan en: transporte, comunicaciones y comercio (presencia de los principales puerto y aeropuerto de Venezuela); administración pública; terciario superior (entidades financieras, inmuebles y servicios a las empresas); agricultura y pesca; electricidad, gas y agua; construcción; minería e hidrocarburos y manufactura (Marcano y Barrios, 2001), y en las vinculadas al turismo, el esparcimiento y la recreación.

MÉTODO En el gráfico correspondiente a la localización del área de estudio (ver gráfico 2) se muestra la delimitación de catorce cuencas de drenaje principales, sin embargo, de ellas solo fueron consideradas para esta investigación doce cuencas, las cuales presentan abanicos aluviales desarrollados en sus salidas en el frente de montaña previo al evento de aludes torrenciales de Diciembre de 1999, condiciones implícitas en la cartografía base empleada en el estudio. Por esa razón, no fueron consideradas las cuencas de la quebrada Camurí Chiquito y del río Uria, ya que no exhibían verdaderos abanicos aluviales anterior a 1999. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 101


W. Méndez, Z. González, J. Suárez, M. Arauno, M. Vielma y H. Maiz Las cuencas de drenaje tomadas para el desarrollo de esta investigación con sus respectivos abanicos aluviales, son las pertenecientes a los siguientes cursos de agua: Quebrada Curucutí (abanico Punta Gorda), quebrada Piedra Azul (abanico Maiquetía), quebrada Osorio (abanico La Guaira), quebrada Cariaco (abanico punta Mulatos), río San José de Galipán (abanico Macuto), quebrada El Cojo (abanico Punta El Cojo), quebrada San Julián (abanico Punta Caribe), quebrada Seca (abanico Quebrada Seca), río Cerro Grande (abanico Punta Cerro Grande), río Naiguatá (abanico Naiguatá) y ríos Camurí Grande y Miguelena (abanico Punta Camurí Grande). Se digitalizó la información cartográfica base a escalas 1:5.000 (DCN, 1958; Gobernación del Distrito Federal [GDF], 1984) y 1:25.000 (DCN, 1979) respectivamente, y geológica a escala 1:25.000 (IGVSB / Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales [MARN], 2002), con apoyo en el software ArcGIS 9.2 para SIG, mediante procedimientos técnicos de georreferenciación de las cartas y vectorización de curvas de nivel, drenaje y elementos estructurales. Se diseñó un modelo de elevación digital del terreno (MEDT) del área de estudio empleando el mismo software y el módulo Spatial Analysis, al cual se le superpusieron los ortofotomapas del sector. Seguidamente se caracterizó la morfología de los abanicos aluviales, con apoyo en fotografías aéreas a escala 1:5.000, ortofotomapas a escala 1:25.000 (SAGECAN, 1995), imágenes de Google Earth y la cartografía digitalizada, considerando los criterios de Denny (1967), Harvey (1987) y McArthur (1987) para dicha clasificación y/o discriminación morfológica. Sobre la información cartográfica base digitalizada, se procedió de igual manera a realzar las redes de drenaje, y delimitar y sectorizar las cuencas empleando el módulo ArcHydro del software ArcGIS 9.2 para SIG; esta herramienta también permitió obtener la jerarquización (orden y magnitud) de las redes de drenaje, así como los parámetros morfométricos básicos de las cuencas (área, perímetro, longitud, ancho máximo, altitud mínima, altitud máxima, altitud media, pendiente media del relieve, longitud total de 102

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Geomorfología de los abanicos aluviales del piedemonte norte del maciso El Ávila, estado Vargas, Venezuela la red de drenaje y orden de la cuenca) y de los abanicos aluviales (área, ancho, longitud, altitud del ápice, altitud de la base y ángulo de curvatura). Sobre la cartografía geológica digitalizada se midieron las áreas de las unidades litológicas aflorantes en cada una de las cuencas bajo estudio. Los restantes parámetros morfométricos de las cuencas de drenaje (relieve máximo, número de rugosidad, coeficiente de compacidad, densidad de drenaje y coeficiente de torrencialidad) y de los abanicos aluviales (radio ancho/longitud del abanico y relieve máximo) se estimaron por medio de las ecuaciones o expresiones matemáticas que los definen, las cuales pueden ser apreciadas con detalle en la referencia de Méndez y otros (2015). Por considerarse en esta investigación abanicos aluviales con gran parte de sus superficies o extensiones bajo agua, y por no haberse podido disponer de una cartografía batimétrica detallada, se realizaron estimaciones de estas superficies totales empleando ecuaciones de otros autores, mediante las cuales relacionan las áreas de los abanicos con las áreas de las cuencas fuentes. El abanico de quebrada Seca fue tomado como referencia para identificar las mejores aproximaciones cuantitativas de las áreas estimadas, por ser el único expuesto en su totalidad en condiciones sub-aéreas. De la cartografía digital se obtuvieron también los datos básicos de distancia y cotas (altitudes) sobre transeptos definidos, para la construcción de los perfiles topográficos longitudinales de los cauces principales de los ríos y quebradas, y de los perfiles topográficos longitudinales y transversales de los abanicos aluviales. Dichos perfiles se modelaron empleando el software Microsoft Excel, y sobre ellos se ajustaron líneas de tendencias que permitieron estimar las pendientes medias de los cauces principales, las pendientes longitudinales de los abanicos y las pendientes de atrincheramiento de los cauces principales sobre los abanicos. Los índices de concavidad de los abanicos se calcularon también sobre los perfiles longitudinales de éstos (Méndez y otros 2015). Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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W. Méndez, Z. González, J. Suárez, M. Arauno, M. Vielma y H. Maiz Los transeptos definidos para la elaboración de los perfiles topográficos de los abanicos aluviales, fueron trazados para el caso de los perfiles longitudinales, en líneas rectas desde los ápices de los abanicos hasta la línea base o distal de los mismos, con una orientación más o menos perpendicular al frente de montaña, y para el caso de los perfiles transversales, con líneas rectas ubicadas en las partes más anchas de éstos. Se determinaron los coeficientes de correlación entre los parámetros morfométricos de las cuencas y los parámetros morfométricos de los abanicos aluviales, mediante el cálculo de los coeficientes de correlación de Pearson por el método Producto de los Momentos, empleando para ello el complemento Xlstat del software Microsoft Excel. Se construyeron gráficos, en los cuales se cruzan o superponen los perfiles longitudinales de los abanicos aluviales, y los perfiles longitudinales de los cauces principales en sus recorridos sobre los abanicos. Ello permitió identificar los puntos de intersección entre las superficies de los abanicos y los canales atrincherados.

RESULTADOS Morfología de los Abanicos Aluviales Según Bull (1977), la morfología de un abanico aluvial registra una tendencia hacia un ajuste entre una serie de variables, tales como: área, litología, pendiente media, cubierta vegetal, dinámica geomorfológica del área fuente, pendiente del canal tributario, descarga de agua y sedimento, procesos depositacionales, clima (precipitaciones), marco tectónico, la geometría del frente montañoso, abanicos aluviales adyacentes y la cuenca de depositación. Los cambios de una o más variables tenderán a causar un reajuste de la morfología del abanico, para lo cual Bull (1977) distinguió dos situaciones morfológicas diferentes: (a) cuando la depositación se realiza en el ápice y el abanico no está incidido por canales, y (b) cuando la agradación 104

Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016


Geomorfología de los abanicos aluviales del piedemonte norte del maciso El Ávila, estado Vargas, Venezuela se realiza en la parte distal del abanico, de modo que el agua y los sedimentos circulan encajados por el ápice del mismo. En el caso específico de los abanicos aluviales de la vertiente norte del macizo El Ávila, sus morfologías en general responden al denominado tipo de retrollenado desde el frente montañoso, en el que la línea de su distal define un semi-círculo (forma típica de un abanico en el cual la distribución de los materiales es más o menos uniforme en su extensión) que se prolonga hasta el frente de montaña (ver gráficos 4, 5 y 6), rasgo atribuible a la migración lateral de los cursos de agua activos que aportan sedimentos al área, y los redistribuyen de manera radial. MAR CARIBE

N

D C

A B

Gráfico 4. Vista aérea de los abanicos aluviales (A) Punta Gorda, (B) Maiquetía, (C) La Guaira y (D) Punta Mulatos, vertiente norte del macizo El Ávila, estado Vargas, Venezuela. Imagen de satélite tomada de CNES/Astrium y Digital Globe por Google Earth, 2015. MAR CARIBE

N

C B

D

A

Gráfico 5. Vista aérea de los abanicos aluviales (A) Macuto, (B) Punta El Cojo, (C) Punta Caribe y (D) Quebrada Seca, vertiente norte del macizo El Ávila, estado Vargas, Venezuela. Imagen de satélite tomada de CNES/Astrium y Digital Globe por Google Earth, 2015.

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105


W. Méndez, Z. González, J. Suárez, M. Arauno, M. Vielma y H. Maiz MAR CARIBE

N

A

N

MAR CARIBE B

C

Gráfico 6. Vista aérea de los abanicos aluviales (A) Punta Cerro Grande, (B) Naiguatá y (C) Punta Camurí Grande, vertiente norte del macizo El Ávila, estado Vargas, Venezuela. Imagen de satélite tomada de CNES/Astrium y Digital Globe por Google Earth, 2015.

De igual forma se observan coalescencias entre algunos de los abanicos del sector, como son los casos, por ejemplo, entre los abanicos Punta Gorda y Maiquetía, La Guaira y Punta Mulatos, y Macuto y Punta El Cojo. Un caso particular, lo representa el abanico Quebrada Seca, el cual se solapa en su totalidad sobre el abanico Punta Caribe (ver gráficos 4, 5 y 6). Estos abanicos exhiben contornos irregulares en sus líneas de base como resultado de modificaciones antrópicas. Clasifican también como abanicos-deltas, dado que parte de sus extensiones distales se encuentran bajo las aguas del mar Caribe, lo cual ameritaría de información batimétrica del sector, para definir con precisión sus superficies totales. En 106

Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016


Geomorfología de los abanicos aluviales del piedemonte norte del maciso El Ávila, estado Vargas, Venezuela la mayoría de los casos, estos abanicos presentan ápices adentrados en la parte terminal del cañón montañoso de sus cursos de agua principales. En visitas de campo se evidenció que la mayoría de los cursos de agua que aportan sedimentos a estos abanicos discurren encajados sobre sus depósitos antiguos, lo cual responde a un control tectónico o al reajuste de los perfiles de equilibrio de las quebradas y ríos, posteriores a eventos de aludes torrenciales. Sin embargo, la magnitud del evento de Diciembre de 1999 rebasó los desniveles entre los cauces y la superficie de los abanicos, con lo cual la depositación de materiales asociada a ese evento, cubrió notoriamente los fondos de valle en los tramos terminales de los ríos y quebradas, así como gran parte de las áreas de los abanicos preexistentes. Morfometría de las cuencas de drenaje En atención a los parámetros morfométricos de las cuencas y sus redes de drenaje (cuadro 1), estos sistemas hidrogeomorfológicos califican en la categoría de microcuencas debido a sus pequeñas dimensiones. Con relación al gradiente y forma del relieve, las definen como espacios topográficamente muy accidentados de fuertes pendientes y grandes desniveles altitudinales (ver gráfico 7). Las formas de las cuencas señalan que, se trata de sistemas de morfologías planimétricas semi-circulares a semi-alargadas. En el caso de la extensión de la red de drenaje, indican sistemas de desagüe de ramificaciones y densidades considerables con cortas longitudes; y para el caso del orden y magnitud de las cuencas, sus parámetros indican redes de altos órdenes, así como elevados niveles de torrencialidad. Estos parámetros morfométricos determinan en mayor proporción condiciones particulares que favorecen la ocurrencia de crecidas con hidrogramas de picos pronunciados y corta duración, así como el régimen torrencial de las cuencas. En síntesis, las respuestas morfodinámicas e hidrológicas de las cuencas estudiadas son condicionadas y controladas por sus parámetros morfométricos y los de sus redes de drenaje. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

107


108

Máximo = Mínimo = Media =

Máximo = Mínimo = Media =

20,50 9,90 10,90 18,20 10,90 19,60 6,80 22,50 25,10 21,60 22,90 25,10 6,80 16,63

Número de rugosidad 0,48 0,42 0,88 0,91 0,59 0,78 0,56 0,72 0,54 0,46 0,48 0,53 0,91 0,42 0,63

Pendiente media (m/m) 0,24 0,27 0,31 0,32 0,29 0,33 0,29 0,34 0,27 0,31 0,29 0,26 0,34 0,24 0,29

Perímetro (Km) 12,20

20,22 4,04 4,58 14,56 5,78 20,68 2,89 25,38 31,38 22,74 18,34 31,38 2,89 14,21

Área (Km2) 7,34 4,40 1,68 2,03 3,05 1,58 4,33 1,40 4,93 6,18 4,28 3,08 6,18 1,40 3,25

Coeficiente de compacidad 1,26 1,28 1,38 1,43 1,34 1,27 1,21 1,12 1,25 1,25 1,27 1,50 1,50 1,12 1,31

Pendiente media cauce principal (m/m) 0,27 0,22 0,36 0,41 0,21 0,25 0,22 0,34 0,21 0,21 0,20 – 0,41 0,20 0,27

Ancho máximo (Km) 2,63

6,65 4,00 4,45 6,88 4,75 7,45 2,88 8,70 8,38 8,13 8,83 8,83 2,88 6,27

Longituda (Km) 4,80 60 25 25 25 50 105 50 25 25 30 20 125 20 46,79 Longitud total de la red de drenaje (Km) 59,66 113,75 42,54 43,29 215,11 71,97 140,49 34,03 213,72 255,55 202,41 – 255,55 34,03 123,33

Altitud mínima (msnm) 125

Densidad de drenaje (Km/ Km2) 8,13 5,63 10,53 9,45 14,77 12,45 6,79 11,77 8,42 8,14 8,90 – 14,77 5,63 9,62

1950 1795 1975 2290 1925 2640 1280 2770 2585 2300 2290 2770 1280 2134,07

Altitud máxima (msnm) 1425

Orden de la cuenca 5 5 4 5 6 5 5 4 6 6 6 – 6 4 5,15

Altitud media (msnm) 634,26 992,70 790,10 792,52 1275,16 785,33 1003,64 1247,66 547,71 1316,76 827,72 –b 1316,76 547,71 939,70

Coeficiente de torrencialidad 22,34 11,72 31,44 30,57 60,85 47,75 16,92 46,37 24,82 22,47 29,11 – 60,85 11,72 31,51

1890 1770 1950 2265 1875 2535 1230 2745 2560 2270 2270 2745 1230 2087,29

Relieve máximo (m) 1300

a Parámetro calculado por el método de la línea recta, el cual consiste en medir la distancia planimétrica de una línea recta trazada entre el punto topográfico más bajo de la cuenca, correspondiente a la salida o desagüe de la misma (coincidente en muchos casos con el ápice de un abanico aluvial), y el punto más alejado de este primero (desagüe) ubicado sobre el perímetro o divisoria de aguas de la cuenca; bdatos no disponibles por no existir cobertura cartográfica a escala 1:5.000 para la cuenca del río Miguelena, sus otros parámetros fueron estimados sobre la cartografía a escala 1:25.000 por no representar errores significativos vinculados al factor escala

Cuenca Qda. Curucutí Qda. Piedra Azul Qda. Osorio Qda. Cariaco Río S. J. de Galipán Qda. El Cojo Qda. San Julián Qda. Seca Río Cerro Grande Río Naiguatá Río Camurí Grande Río Miguelena

Qda. Piedra Azul Qda. Osorio Qda. Cariaco Río S. J. de Galipán Qda. El Cojo Qda. San Julián Qda. Seca Río Cerro Grande Río Naiguatá Río Camurí Grande Río Miguelena

Cuenca Qda. Curucutí

Cuadro 1. Parámetros Morfométricos de las Cuencas y Redes de Drenaje de la Vertiente Norte del Macizo El Ávila, Estado Vargas, Venezuela

W. Méndez, Z. González, J. Suárez, M. Arauno, M. Vielma y H. Maiz

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Geomorfología de los abanicos aluviales del piedemonte norte del maciso El Ávila, estado Vargas, Venezuela

Gráfico 7. Perfiles topográficos longitudinales de los cauces principales de ríos y quebradas de la vertiente norte del macizo El Ávila, estado Vargas, Venezuela. Perfiles elaborados a partir de planos topográficos a escala 1:5.000 por DCN, 1958, Caracas; y planos topográficos del “Proyecto BITUCOTEX” a escala 1:5.000 por GDF, 1984, Caracas.

Morfometría de los abanicos aluviales En rasgos generales, los abanicos aluviales estudiados son de pequeñas dimensiones (las diferencias de tamaños entre ellos son una respuesta del control que ejercen sobre sus desarrollos y evolución, las dimensiones de las cuencas de drenaje fuente y la litología aflorante en éstas, con quienes guardan una relación directamente proporcional), al menos en sus expresiones sub-aéreas, ya que como se indicó anteriormente, parte de las superficies de estos se encuentran bajo aguas del mar Caribe. Sin embargo, se realizaron estimaciones de las áreas de los abanicos empleando ecuaciones empíricas de diferentes autores (ver cuadro 2), tomando como referencia la aproximación de ellas con el área del abanico Quebrada Seca (medida en su totalidad sobre la cartografía), por ser el único expuesto totalmente en superficie. Estas mediciones se promediaron, y se tomaron como las áreas representativas de los abanicos aluviales estudiados. Cabe destacar, que estas aproximaciones indirectas empleando ecuaciones de otros autores, solo se realizaron para las áreas de los abanicos, y no así para sus otros parámetros morfométricos, toda vez, como ya se indicó, no se dispuso de una cartografía batimétrica a escala grande, y por otra parte no se conocieron ecuaciones empíricas relacionadas con esos Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

109


110

2,64 (32,88 %)

0,50 (6,23 %)

Punta Caribe

Quebrada Seca

0,73

Media =

4,09

1,17

7,88

44,94 (100 %)

6,09 (13,55 %)

7,88 (17,53 %)

6,65 (14,79 %)

1,17 (2,60 %)

5,64 (12,55 %)

2,03 (4,53 %)

4,26 (9,48 %)

1,69 (3,76 %)

1,53 (3,40 %)

5,54 (12,33 %)

2,46 (5,48 %)

Denny (1965) Aa = 0,50Ac0,80

5,12

1,14

10,72

56,33 (100 %)

7,92 (14,06 %)

10,72 (19,03 %)

8,78 (15,59 %)

1,14 (2,02 %)

7,24 (12,86 %)

2,19 (3,88 %)

5,21 (9,24 %)

1,76 (3,12 %)

1,56 (2,77 %)

7,09 (12,59 %)

2,74 (4,68 %)

Hooke (1967) Aa = 0,42Ac0,94

Nota. Aa = área del abanico; Aa = área de la cuenca.

2,64

0,10

Mínimo =

8,03 (100 %)

Máximo =

Total =

0,34 (4,23 %)

0,55 (6,85 %)

Punta El Cojo

Punta Camurí Grande

0,22 (2,74 %)

Macuto

0,50 (6,16 %)

0,14 (1,74 %)

Punta Mulatos

0,51 (6,35 %)

0,10 (1,18 %)

La Guaira

Naiguatá

1,00 (12,45 %)

Maiquetía

Punta Cerro Grande

1,54 (19,18 %)

Punta Gorda

Abanico

Área emergida medida sobre la cartografía digitalizada

1,63

0,39

3,33

17,93 (100 %)

2,50 (13,92 %)

3,33 (18,60 %)

2,76 (15,37 %)

0,39 (2,17 %)

2,29 (12,78 %)

0,73 (4,06 %)

1,67 (9,32 %)

0,59 (3,29 %)

0,53 (2,94 %)

2,25 (12,52 %)

0,90 (5,03 %)

Hooke (1968) Aa = 0,15Ac0,90

0,88

0,40

1,41

9,63 (100 %)

1,19 (12,31 %)

1,41 (14,59 %)

1,26 (13,04 %)

0,40 (4,13 %)

1,13 (11,70 %)

0,57 (5,96 %)

0,94 (9,72 %)

0,51 (5,27 %)

0,48 (4,93 %)

1,11 (11,57 %)

0,65 (6,77 %)

Mills (1982) Aa = 0,227Ac0,529

2,77

0,85

5,21

30,50 (100 %)

4,08 (13,38 %)

5,21 (17,10 %)

4,44 (14,55 %)

0,85 (2,79 %)

3,80 (12,45 %)

1,44 (4,73 %)

2,91 (9,54 %)

1,21 (3,96 %)

1,10 (3,60 %)

3,73 (12,24 %)

1,73 (5,67 %)

Mills (1983) Aa = 0,38Ac0,76

2,90

0,79

5,71

31,87 (100 %)

4,35 (13,66 %)

5,71 (17,92 %)

4,77 (14,98 %)

0,79 (2,48 %)

4,02 (12,62 %)

1,39 (4,37 %)

3,00 (9,40 %)

1,15 (3,61 %)

1,04 (3,26 %)

3,94 (12,38 %)

1,70 (5,32 %)

Promedio

Cuadro 2. Estimación de las Áreas (Km2) de los Abanicos Aluviales de la Vertiente Norte del Macizo El Ávila, Estado Vargas, Venezuela, a partir de Ecuaciones Empíricas Propuestas por Diversos Autores

W. Méndez, Z. González, J. Suárez, M. Arauno, M. Vielma y H. Maiz

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Geomorfología de los abanicos aluviales del piedemonte norte del maciso El Ávila, estado Vargas, Venezuela casos. Es por ello que los otros parámetros morfométricos de los abanicos aluviales, fueron medidos y calculados solamente sobre sus superficies emergidas, con apoyo en la cartografía base digitalizada (ver cuadro 3). Entre otros aspectos, las pequeñas áreas obtenidas obedecen a que las áreas-fuentes de sedimentos (cuencas de drenaje), son como ya se ha señalado, sistemas hidrogeomorfológicos de pequeñas dimensiones. Ello también se corrobora con los valores obtenidos de ancho, longitud y el radio ancho/longitud, por medio de los cuales se puede apreciar que existen abanicos más largos que anchos (Punta Gorda), otros son más anchos que largos (Punta El Cojo, Quebrada Seca, Punta Cerro Grande, Naiguatá y Punta Camurí Grande), y otros mantienen una relación más o menos proporcional (Maiquetía, La Guaira, Punta Mulatos, Macuto y Punta Caribe) (ver cuadro 3). Las altitudes de los ápices no superan los 50 msnm, a excepción de los abanicos Punta Gorda y Punta Caribe, mientras que las altitudes de las bases o distales se tomaron para todos como 0 msnm, por no tenerse información batimétrica del sector. Estos valores en conjunto indican relieves máximos equivalentes a las altitudes de los ápices, y definen en conjunto con las longitudes de los abanicos, pendientes de muy bajas magnitudes. Las pendientes de atrincheramiento del cauce principal en los ápices de los abanicos o sectores proximales, son también bastante bajas, por lo que se asume que la descarga de sedimentos por parte de los cursos de agua principales, se inicia desde los puntos de intersección de los cauces con las superficies de los abanicos, donde ocurre un cambio de pendiente pronunciado. Así mismo, exhiben muy bajas concavidades en sus perfiles longitudinales, y ángulos de curvatura bastante altos, denotando abanicos muy abiertos. Sus perfiles longitudinales y transversales muestran las típicas formas cóncava y convexa respectivamente, con marcada asimetría (perfiles transversales) en la mayoría de los casos, y ligeras variaciones en sus Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

111


112 125 5 44,09

Máximo = Mínimo = Media =

Abanico Punta Gorda Maiquetía La Guaira Punta Mulatos Macuto Punta El Cojo Punta Caribe Quebrada Seca Punta Cerro Grande Naiguatá Punta Camurí Grande

2,90

Media = Relieve máximo (m) 125 50 25 25 25 50 105 50 15 10 5

5,71 0,79

Áreaa (Km2) 1,70 3,94 1,04 1,15 3,00 1,39 4,02 0,79 4,77 5,71 4,35

Máximo = Mínimo =

Abanico Punta Gorda Maiquetía La Guaira Punta Mulatos Macuto Punta El Cojo Punta Caribe Quebrada Seca Punta Cerro Grande Naiguatá Punta Camurí Grande

0,06

0,02

0,091

Pendiente longitudinal (m/m) 0,05 0,04 0,06 0,06 0,05 0,07 0,08 0,06 0,03 0,02 0,09

1,25

2,7 0,47

Ancho (Km) 1,69 1,54 0,47 0,55 0,67 1,35 2,70 1,06 1,15 1,37 1,21 2,275 0,80

Radio ancho/ longitud 0,80 1,17 1,18 1,41 1,08 2,08 1,36 1,33 1,64 2,28 2,12

0,01

0,0011

0,0102

0,55 0,13

-0,18

0,00

44,09

125,55

57

192

Ángulo de curvatura (°) 57 89 100 123 90 170 112 135 142 192 171

0 0

Altitud de la base (msnm) 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

125 5

Altitud del ápice (msnm) 125 50 25 25 25 50 105 50 15 10 5

1,49 Pendiente de atrincheramiento del cauce principal Índice de (m/m) concavidad 0,0055 0,10 0,0048 0,23 0,0059 0,08 0,0081 0,55 0,0041 0,26 0,0102 0,08 0,0073 0,16 0,0079 0,04 0,0034 -0,18 0,0018 0,07 0,0011 0,00

0,92

2,12 0,39

Longitud (Km) 2,12 1,32 0,40 0,39 0,62 0,65 1,99 0,80 0,70 0,60 0,57

a Los valores de áreas de los abanicos aluviales indicados en este cuadro, corresponden a los promedios de las estimaciones de áreas realizadas por medio de las distintas ecuaciones empíricas de diferentes autores, tal como se puede apreciar en el cuadro 2.

Cuenca Qda. Curucutí Qda. Piedra Azul Qda. Osorio Qda. Cariaco Río S. J. de Galipán Qda. El Cojo Qda. San Julián Qda. Seca Río Cerro Grande Río Naiguatá Ríos Camurí Grande y Miguelena

Cuenca Qda. Curucutí Qda. Piedra Azul Qda. Osorio Qda. Cariaco Río S. J. de Galipán Qda. El Cojo Qda. San Julián Qda. Seca Río Cerro Grande Río Naiguatá Ríos Camurí Grande y Miguelena

Cuadro 3. Parámetros Morfométricos de los Abanicos Aluviales de la Vertiente Norte del Macizo El Ávila, Estado Vargas, Venezuela

W. Méndez, Z. González, J. Suárez, M. Arauno, M. Vielma y H. Maiz

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Geomorfología de los abanicos aluviales del piedemonte norte del maciso El Ávila, estado Vargas, Venezuela trazos (ver gráficos 8 y 9); y fuertes quiebres de pendientes en los perfiles longitudinales, atribuibles a un control tectónico, evidenciado entre otros rasgos, por la presencia de facetas triangulares, escarpes de fallas, valles colgados, abanicos disectados, drenajes controlados estructuralmente, valles fluviales terminales con pronunciadas formas en V, estrechos (cañones) y con paredes laterales de abruptas pendientes, y un frente montañoso rectilíneo. 1:5.000 por GDF, 1984, Caracas.

Gráfico 8. Perfiles topográficos longitudinales de los abanicos aluviales de la vertiente norte del macizo El Ávila, estado Vargas, Venezuela. Perfiles elaborados a partir de planos topográficos a escala 1:5.000 por DCN, 1958, Caracas; y planos topográficos del “Proyecto BITUCOTEX” a escala.

Gráfico 9. Perfiles topográficos transversales de los abanicos aluviales de la vertiente norte del macizo El Ávila, estado Vargas, Venezuela. Perfiles elaborados a partir de planos topográficos a escala 1:5.000 por DCN, 1958, Caracas; y planos topográficos del “Proyecto BITUCOTEX” a escala 1:5.000 por GDF, 1984, Caracas.

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113


W. Méndez, Z. González, J. Suárez, M. Arauno, M. Vielma y H. Maiz Relaciones morfométricas cuencas de drenaje – abanicos aluviales Los abanicos aluviales simples presentan tres propiedades morfométricas importantes: forma, área y pendiente (perfiles longitudinales). Las relaciones entre esas características morfométricas de los abanicos y sus cuencas de drenaje pueden ser expresadas por ecuaciones matemáticas (Gómez, 1996a). Los parámetros morfométricos de los abanicos aluviales estudiados que muestran las mejores correlaciones con los parámetros morfométricos de las áreas-fuentes (cuencas de drenaje) para la mayoría de los casos, son: área y pendiente de atrincheramiento del cauce principal en el ápice del abanico o punto de intersección (ver cuadro 4). Las áreas de los abanicos muestran una correlación fuertemente positiva con los parámetros perímetro, longitud y ancho máximo de las cuencas y longitud total de las corrientes de la red de drenaje, indicando que las dimensiones de los abanicos son una expresión directa de las dimensiones del área-fuente que aporta los materiales en su génesis, desarrollo y evolución. En el caso particular de la relación área del abanico – área de la cuenca de drenaje fuente, según diversos reportes en la literatura de trabajos realizados con morfometría de abanicos aluviales por otros autores, estas dos áreas generalmente muestran una fuerte y estrecha correlación positiva, indicando que el área de la cuenca (fuente de sedimentos) ejerce un control directamente proporcional sobre el área desarrollada o tamaño del abanico, es decir, mientras mayor superficie tenga una cuenca de drenaje, se espera que desarrolle en su piedemonte un abanico aluvial más grande. Sin embargo, en este caso particular, se observa una correlación muy pobre (correlación estimada con las áreas de los abanicos correspondientes a sus proporciones emergidas solamente), lo cual no quiere decir que la relación discutida anteriormente no se cumpla para el sector estudiado, si no que como ya se ha indicado, algunos abanicos poseen la mayor 114

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

a

0,42

0,91

0,49

0,46

Longitud total de las corrientes de la red de drenaje (Km)

Densidad de drenaje (Km/ Km2)

Coeficiente de torrencialidad

-0,53

-0,58

0,15

-0,58

-0,52

-0,56

-0,48

0,20

0,37

0,26

0,77

-0,49

-0,52

-0,14

-0,41

-0,27

-0,50

-0,48

-0,18

0,14

-0,12

0,97

0,14

0,05

0,07

0,07

Longitud (Km)

0,00

-0,01

0,48

-0,14

-0,34

-0,09

-0,07

0,50

0,11

0,48

-0,47

0,41

0,44

0,42

0,48

Radio ancho/ longitud

0,14

0,11

-0,38

-0,03

0,20

0,31

0,25

-0,22

-0,21

-0,20

0,23

-0,45

-0,27

-0,37

-0,39

Pendiente longitudinal (m/m)

0,28

0,27

-0,79

-0,01

0,58

0,68

0,69

-0,49

-0,48

-0,48

0,29

-0,75

-0,74

-0,77

-0,76

Pendiente de atrincheramiento del cauce principal (m/m)

0,08

0,07

-0,34

0,60

0,49

0,38

0,31

-0,19

-0,41

-0,19

-0,002

-0,30

-0,33

-0,27

-0,36

Índice de concavidad

Coeficiente de correlación de Pearson estimado con valores de áreas de los abanicos aluviales correspondientes a sus superficies emergidas.

-0,82

-0,20

Coeficiente de compacidad

-0,78

Número de rugosidad

Pendiente media del cauce de la corriente principal (m/m)

0,81

-0,72

Relieve máximo (msnm)

Pendiente media (m/m)

0,82

0,74

Altitud máxima (msnm)

Altitud media (msnm)

0,98

-0,12

Ancho máximo (Km)

Altitud mínima (msnm)

0,35

0,34

0,99

0,96

Perímetro (Km)

Longitud (Km)

0,39

Ancho (Km)

0,19a

Área (Km2)

Área (Km2)

Parámetros morfométricos de las cuencas

Parámetros morfométricos de los abanicos aluviales

Cuadro 4. Matriz de Coeficientes de Correlación Entre Parámetros Morfométricos de las Cuencas y sus Redes de Drenaje y de los Abanicos Aluviales de la Vertiente Norte del Macizo El Ávila, Estado Vargas, Venezuela

Geomorfología de los abanicos aluviales del piedemonte norte del maciso El Ávila, estado Vargas, Venezuela

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W. Méndez, Z. González, J. Suárez, M. Arauno, M. Vielma y H. Maiz parte de sus superficies bajo agua, y con sus proporciones emergidas parecieran ser más pequeños de lo que realmente son en tamaño, con el agravante de no haber podido disponer de cartografía batimétrica detallada, que hubiese permitido estimar las áreas totales de los abanicos considerando sus proporciones sumergidas. Evidentemente, al tomar solamente las proporciones emergidas de los abanicos como sus áreas representativas y correlacionarlas con las áreas de sus cuencas de drenaje fuentes, se obtienen coeficientes errados que no corroboran los hallazgos de otros autores, y que parecieran indicar que no existe ninguna relación área del abanico – área de la cuenca en el área de interés. Si por el contrario, se estima el coeficiente de correlación tomando como áreas de los abanicos aluviales a los promedios de las estimadas con las ecuaciones empíricas de diversos autores, se obtendría una correlación perfecta con un valor de 1,00, pero ello sería un error de igual manera, ya que el área de las cuencas de drenaje con las que se están correlacionando, están implícitas en las ecuaciones con las que se estiman las áreas de los abanicos. Muy probablemente estas mismas consideraciones aplican para los parámetros morfométricos ancho, longitud y radio ancho/longitud de los abanicos aluviales, en sus relaciones con los parámetros morfométricos de las cuencas de drenaje. Para estos casos, no se conocieron en la literatura ecuaciones empíricas que pudieran haber sido utilizadas para sus estimaciones. Para el resto de las correlaciones entre el área de los abanicos aluviales con los otros parámetros morfométricos de las cuencas de drenaje, fueron tomadas las áreas (promedios) estimadas con las ecuaciones empíricas de diversos autores. Las correlaciones de los parámetros área, ancho, longitud y radio ancho/longitud de los abanicos con el relieve y la altitud media de las cuencas, son medianamente buenas a bajas, al igual que con la pendiente media de la cuenca, el número de rugosidad y la pendiente media del cauce de la corriente principal, sin embargo, con estos tres últimos sus 116

Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016


Geomorfología de los abanicos aluviales del piedemonte norte del maciso El Ávila, estado Vargas, Venezuela relaciones son negativas, y ello se debe a que las cuencas de drenaje más pequeñas son las que poseen los más altos valores de esos parámetros. Para el caso de la pendiente de atrincheramiento del cauce principal en el ápice del abanico, se perciben buenas relaciones inversamente proporcionales con los parámetros área, perímetro, longitud, ancho máximo y longitud total de las corrientes de la red de drenaje, lo cual responde de igual manera a que mientras más pequeñas son las cuencas de drenaje en el sector estudiado, más pronunciados son los atributos del relieve debido a una menor superficie expuesta a los procesos erosivos, y a un menor grado evolutivo de sus redes de drenaje. El ancho y la longitud de los abanicos exhiben buenas correlaciones positivas con la altitud mínima de la cuenca, la cual es bastante coincidente con la altitud de los ápices. Las relaciones empíricas entre los parámetros morfométricos de las cuencas de drenaje y de los abanicos aluviales resultantes de los análisis de correlación, son mejores expresadas por ecuaciones de tipo potencial, ejemplos de las cuales se muestran en el cuadro 5. Relaciones litología de las cuencas de drenaje – abanicos aluviales La litología predominante en cada cuenca de drenaje, ejerce gran influencia en la morfología, desarrollo y extensión de su abanico respectivo, debido a que su competencia, mineralogía y estructura inciden directamente en el tamaño de los clastos que se producen por meteorización, y que luego son transportados por las crecientes hacia los abanicos. La proporción de los distintos tipos de afloramientos litológicos presentes en las áreas-fuentes (cuencas de drenaje) de sedimentos de los abanicos estudiados, se presentan en el gráfico 10. Uno de los rasgos más sensibles de los abanicos aluviales a las características litológicas y tamaños de los clastos que constituyen sus depósitos, es la pendiente del mismo, ya que mientras más grandes son las dimensiones del material, mayor es la inclinación superficial de los abanicos. De igual manera, la naturaleza y dimensiones de los sedimentos Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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W. Méndez, Z. González, J. Suárez, M. Arauno, M. Vielma y H. Maiz Cuadro 5. Ejemplos de Algunas Ecuaciones Resultantes de las Relaciones Empíricas (Coef. Corr. ≥ 0,70) Entre Parámetros Morfométricos de las Cuencas de Drenaje y de los Abanicos Aluviales. Parámetros morfométricos de los abanicos aluviales Área (Aa) (Km2)

Ancho (aa) (Km)

Longitud (La) (Km)

Pendiente de atrincheramiento del cauce principal (Pac) (m/m)

Pac = 0,02 Ac-0,55

Perímetro (P) (Km)

Aa = 0,03 P1,65

Pac = 0,09 P-1,11

Longitud (Lc) (Km)

Aa = 0,08 Lc1,92

Pac = 0,04 Lc-1,28

Ancho máximo (amc) (Km)

Aa = 0,55 amc1,34

Pac = 0,01 amc-0,92

aa = 0,10 h0,64

La = 0,03 h0,88

Altitud máxima (H) (msnm)

Aa = 5E-08 H2,34

Altitud media (Hm) (msnm)

Aa = 0,0003 Hm1,34

Relieve máximo (Rm) (msnm)

Aa = 2E-07 Rm2,13

Pendiente media (Pm) (m/m)

Aa = 0,10 Pm-2,93

Número de rugosidad (NR)

Aa = 0,81 NR-2,10

Pendiente media del cauce de la corriente principal (Pmcp) (m/m)

Aa = 0,08 Pmcp-2,48

Longitud total de las corrientes de la red de drenaje (Ltc) (Km)

Aa = 0,04 Ltc0,90

Parámetros morfométricos de las cuencas Área (Ac) (Km2)

Altitud mínima (h) (msnm)

118

Pac = 0,09 Ltc-0,65

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Geomorfología de los abanicos aluviales del piedemonte norte del maciso El Ávila, estado Vargas, Venezuela

Gráfico 10. Áreas de afloramientos por unidades litológicas en cuencas de drenaje de la vertiente norte del macizo El Ávila, estado Vargas, Venezuela.

inciden directamente sobre el tamaño, longitud, ancho y radio de curvatura de los abanicos; mientras más grandes los clastos, mayores son las magnitudes de estos parámetros. Por ejemplo, en el caso del abanico Punta Caribe cuya área-fuente está representada por la cuenca de la quebrada San Julián, afloran mayoritariamente tres tipos litológicos: Augengneis de Peña de Mora, Complejo San Julián y Asociación Metamórfica Ávila, cuyas naturalezas generan principalmente ante los procesos de meteorización clastos de grandes dimensiones, lo cual influye de manera directa en que el abanico Punta El Caribe sea uno de los que posee mayor pendiente longitudinal y mayores dimensiones, además de poseer una de las cuencas portantes más grandes del sector estudiado.

Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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W. Méndez, Z. González, J. Suárez, M. Arauno, M. Vielma y H. Maiz Por el contrario, de igual forma a manera de ejemplo, en el caso del abanico Punta Mulatos, las unidades litológicas expuestas en su área-fuente (cuenca de la quebrada Cariaco) corresponden principalmente al Complejo San Julián y al Esquisto de Tacagua, rocas metamórficas cuyas alteraciones químicas y físicas bajo las condiciones de intemperismo del área, producen en mayor proporción clastos más finos de menores diámetros que los que se pueden observar en el abanico Punta Caribe. Esto influye en que el abanico Punta Mulatos posea menor pendiente longitudinal y menores magnitudes en cuanto a sus parámetros morfométricos. Relaciones perfiles topográficos longitudinales abanicos aluviales – cauces principales de los cursos de agua De acuerdo con Gómez (1996a), el comportamiento del punto de intersección entre la superficie del abanico y el canal atrincherado, es muy importante en la evolución y morfología de dicho abanico, puesto que determina si en la parte distal se produce agradación. El mecanismo de atrincheramiento en el punto de intersección está asociado con un aumento de la potencia de la corriente en ese punto, como resultado de un incremento de la pendiente (Bull, 1977). Existen dos tipos de causas del atrincheramiento en la superficie de un abanico: (a) las que representan cambios fundamentales en el régimen y derivan de variables externas (cambios tectónicos, climáticos y de usos del suelo); cuyos atrincheramientos son profundos y permanentes en las cabeceras, y (b) las que dan lugar a la incisión del ápice dentro del régimen de agradación del abanico (causas intrínsecas), sin la actuación de factores externos, y cuyos atrincheramientos son superficiales y pocos activos con un carácter temporal o intermitente (Gómez, 1996a). Los puntos de intersección entre las superficies de los abanicos aluviales y los cauces principales (ver gráfico 11) estudiados en esta investigación, acusan el atrincheramiento y la incisión de éstos últimos en los ápices, a excepción de lo que se observa para los abanicos Punta El Cojo y Quebrada Seca. Las menores pendientes de los cauces respecto a los gradientes topográficos longitudinales de los abanicos, sugieren aportes 120

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Geomorfología de los abanicos aluviales del piedemonte norte del maciso El Ávila, estado Vargas, Venezuela

Gráfico 11. Puntos de intersección entre los perfiles de los abanicos aluviales y los perfiles de los cauces principales de ríos y quebradas de la vertiente norte del macizo El Ávila, estado Vargas, Venezuela.

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W. Méndez, Z. González, J. Suárez, M. Arauno, M. Vielma y H. Maiz de materiales principalmente hacia las áreas distales, sin embargo, dependiendo de la magnitud de un evento de aludes torrenciales como el ocurrido en Diciembre de 1999, puede ocurrir depositación de materiales desde los ápices y sobre las superficies actuales de los abanicos preexistentes.

CONCLUSIONES El piedemonte septentrional del macizo El Ávila, en el sector seleccionado para este estudio, se caracteriza desde el punto de vista geomorfológico entre otros aspectos, por la presencia de una secuencia lateral (coalescencia y solapamiento en algunos casos) de abanicos-deltas jóvenes, desarrollados en la base de un frente de montaña con control tectónico, en la que el área deprimida o más baja correspondiente a la franja litoral, está conformada en gran parte por las porciones distales emergidas de estos mismos depósitos torrenciales. Se trata de abanicos con sus morfologías típicas distintivas que responden al tipo retrollenado desde el frente montañoso, morfodinámicamente activos y altamente constructores, en particular bajo la ocurrencia de lluvias extraordinarias como quedó evidenciado con el evento de Diciembre de 1999, y en el que los procesos fluviales de naturaleza torrencial y agresiva (flujos de detritos y de barros) han sido y son los principales responsables de la construcción y desarrollo de la arquitectura de estas formas de relieve vinculadas a la sedimentación fluvial. Exhiben sus típicos perfiles longitudinales cóncavos y perfiles transversales convexos. En líneas generales, estos abanicos aluviales son de pequeñas dimensiones, lo cual se debe a que sus áreas fuentes (cuencas de drenaje) de materiales son también pequeñas (microcuencas), sin embargo, las diferencias notorias de tamaños entre ellos es una consecuencia de igual manera de la variabilidad de las magnitudes de los parámetros morfométricos de cada una de las cuencas portantes. 122

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Geomorfología de los abanicos aluviales del piedemonte norte del maciso El Ávila, estado Vargas, Venezuela Queda evidenciado el control que ejercen algunas de las propiedades geométricas de las cuencas sobre el desarrollo y la morfología de sus abanicos aluviales, plasmado en las relaciones empíricas (ecuaciones) entre la morfometría de éstos y la de sus cuencas; así como la litología que aflora y predomina en las últimas, reflejado en las características granulométricas de las facies clásticas que constituyen los depósitos de los abanicos, y que inciden en sus rasgos morfológicos (pendientes). Los parámetros morfométricos de los abanicos aluviales que guardan mejores relaciones (coeficientes de correlación) con la mayoría de los parámetros morfométricos de sus cuencas portantes son el área y la pendiente de atrincheramiento del cauce principal. De hecho, las descargas de sedimentos por parte de los cursos de agua principales, se inician desde los puntos de intersección de los cauces con las superficies de los abanicos, donde ocurre un cambio de pendiente pronunciado como respuesta al atrincheramiento de dichos cauces principales. A pesar de la fuerte relación que existe entre el área de una cuenca y el área de su abanico aluvial, como ha sido demostrado por diversos autores en la literatura, en este trabajo no se pudo evidenciar esa dependencia, y ello obedece a que algunos abanicos poseen la mayor parte de sus superficies bajo agua, y con sus proporciones emergidas parecieran ser más pequeños de lo que realmente son en tamaño. Tales condiciones introducen errores en las estimaciones de las relaciones empíricas entre cuencas de drenaje y abanicos aluviales. Finalmente, este trabajo contribuye a la comprensión de la dinámica, desarrollo y evolución de los abanicos aluviales del piedemonte septentrional del macizo El Ávila, considerando que sus superficies representan áreas importantes en las que se asientan gran parte de la población del estado Vargas y de sus actividades económicas, las cuales son impactadas severamente con la ocurrencia de eventos de crecidas y aludes torrenciales.

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Granulometría de los sedimentos fluviales del canal principal y llanura aluvial del río Portuguesa, Venezuela

Granulometría de los sedimentos fluviales del canal principal y llanura aluvial del río Portuguesa, Venezuela Fluvial sediments granulometry of the main channel and alluvial plain of Portuguesa river, Venezuela Orlando González (1) Orlandojose57@yahoo.com.mx

Zuly Millán (2) zumibo@gmail.com (1)Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Instituto Pedagógico de Caracas, Venezuela (2)Universidad Central de Venezuela Articulo recibido en septiembre de 2015 y publicado en enero 2016

RESUMEN En este estudio se analizó la granulometría de los sedimentos del río Portuguesa en su cauce principal y llanura aluvial. La metodología consistió en determinar los parámetros granulométricos según Folk y Ward (1957) y Folk (1962). Los resultados indican que el tamaño medio de los sedimentos del canal corresponde a las arenas medias, moderadamente escogidas a moderadamente bien escogidas, asimétricas positivas y agudeza mesocúrtica. En la planicie predominan limos gruesos a medios, pobremente a muy pobremente seleccionados, asimetría positiva y mesocúrticos. Los histogramas muestran que los sedimentos son unimodales y los diagramas de dispersión confirman estas diferencias. El diagrama CM sugiere que los sedimentos del canal fueron transportados en suspensión uniforme y gradada, y en la llanura predominó la suspensión pelágica. Se concluye que la granulometría de estos depósitos está asociada con los factores: ambiente sedimentario, material parental, mecanismos de transporte, escogimiento hidráulico, meteorización química y mineralogía. Palabras clave: Río Portuguesa; canal principal; llanura aluvial; parámetros granulométricos; sedimentos fluviales Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Orlando González y Zuly Millán ABSTRACT In this research the grain size sediments of main channel and flood plain of Portuguesa river were analyzed. We use the granulometric parameters of Folk and Ward (1957) and Folk (1962). The results indicate that the average size of channel sediments is medium sands, moderately well sorting, positive asymmetric and mesokurtic skeweness. On the other hand the sediments on the alluvial plain are dominated by the medium silt, with poorly to very poorly sorting, positive asymmetric and mesokurtic skewness. The histograms of frequency show that the sediments are unimodal. The scatter plots confirm these differences between the two environments. The Passega`s CM diagram, suggests that the channel sediments were carried in graded and uniform suspension, whereas the suspension pelagic predominate in the floodplain. It is concluded that the granulometric parameters of these deposits are associated with the factors: sedimentary environment, parent material, transport mechanisms, hydraulic sorting, chemical weathering and mineralogy. Key words: Portuguesa River; main channel; floodplain; granulometric parameters; fluvial sediments

INTRODUCCIÓN Los procesos de erosión, transporte y depositación de sedimentos clásticos terrígenos son esencialmente controlados por la deformación de la corteza terrestre y el clima. Estos sedimentos clásticos son liberados y depositados por los ríos desde los continentes hacia los océanos, y representan el archivo de la historia geológica de la Tierra donde se registran los efectos tectónicos, cambios climáticos y procesos eustáticos (Singh, Singh y Müller, 2007). El estudio de sedimentos en distintos ambientes permite obtener información relacionada con su origen, distancia recorrida durante el transporte, mecanismos de transporte y ambientes de depositación. Tradicionalmente, los geólogos han obtenido parte de esta información a través del estudio de sedimentos no consolidados, a partir de las características texturales, mediante el uso de parámetros granulométricos o estadísticos tales como media, moda, mediana, selección, asimetría y curtosis (Inman, 1952; Folk y Ward, 1957; Folk, 1962; Spencer, 1963; Middleton, 1976). 130

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Granulometría de los sedimentos fluviales del canal principal y llanura aluvial del río Portuguesa, Venezuela Los resultados obtenidos a partir de estos parámetros estadísticos, permiten interpretar, expresar y comparar, la distribución del tamaño del grano de un determinado tipo de sedimento de forma cualitativa y cuantitativa. En ese sentido, el objetivo primordial de esta contribución es discutir las variaciones del tamaño del grano de los sedimentos fluviales en el cauce o canal principal (cuenca altas, media y baja) del río Portuguesa y de su llanura aluvial, con base en los parámetros estadísticos previamente señalados y los factores ambientales o físico-naturales que lo controlan. Contexto regional La cuenca del río Portuguesa ocupa una extensión aproximada de 59.500 km2 (ver gráfico 1). El río recorre una distancia de unos 600 km hasta su desembocadura en el río Apure, cerca de la población de San Fernando de Apure. La descarga media anual de este río es de 495 m3/ seg y el transporte total de sedimentos (fondo y suspensión) en promedio es de 527.000 m3/año (MOP, 1969; MARNR, 2006). El clima es húmedo tropical con precipitaciones medias anuales entre 2.000 mm y 3.000 mm en la parte alta de la cuenca, y de 1.000 mm a 1.600 mm entre el piedemonte andino llanero y la región de los Llanos propiamente dicha (MARNR, 2006). Desde el punto de vista geológico, la cuenca alta está constituida principalmente por rocas sedimentarias del Mesozoico y rocas metamórficas e ígneas del Precámbrico y Paleozoico, mientras que el piedemonte andino-llanero y central, se caracteriza por la presencia de rocas sedimentarias del Terciario representadas por las formaciones Río Yuca, Parángula y Río Guache, entre otras (González, 2012; González, y otros, 2013). En los Llanos altos se observan depósitos asociados a grandes terrazas y abanicos aluviales, mientras que en los llanos medios y bajos, se observan depósitos sedimentarios relacionados con la dinámica fluvial del río Portuguesa y sus afluentes, y en menor grado, depósitos de origen Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Orlando González y Zuly Millán

Gráfico 1. Cuenca del río Portuguesa.

eólico. La edad de estos sedimentos cuaternarios es Pleistoceno Tardío y Holoceno (González y otros, 2013). Geomorfológicamente, la cuenca abarca las provincias de la Cordillera de Los Andes (vertiente sur o andino-llanera) y serranía del Interior, y la provincia de los Llanos centro-occidentales. La parte alta de la cuenca se caracteriza por presentar un relieve accidentado constituido por altas elevaciones (1.000 msnm a 3.000 msnm), de pendientes abruptas y profundos valles fluviales; la región de los Llanos bajos posee bajas pendientes y alturas que fluctúan entre 200 msnm y 50 msnm.

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Granulometría de los sedimentos fluviales del canal principal y llanura aluvial del río Portuguesa, Venezuela MÉTODO Se analizaron 104 muestras de depósitos de canal y 51 muestras de núcleos de la llanura aluvial del río Portuguesa; la localización de los sitios de muestreo se presenta en los gráficos 2 y 3. La recolección de los sedimentos se realizó en dos etapas: la primera consistió en el muestreo de depósitos de canal en las cuencas alta, media y baja del cauce principal del río Portuguesa y en algunos caños tributarios, mediante el uso de una lancha y un embudo de recolección, y en tramos espaciados aproximadamente entre 500 m y 1 km de longitud; la segunda etapa se realizó a través de la recolección de núcleos de perforación por percusión en depósitos asociados a paleomeandros de la llanura aluvial, localizados principalmente en las cuencas media y baja del río. Posteriormente, los sedimentos fueron secados al aire en el laboratorio con la finalidad de realizarles el análisis granulométrico. Para este

Gráfico 2. Localización de las muestras de sedimentos del canal principal del río Portuguesa.

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Orlando González y Zuly Millán

Gráfico 3. Localización de núcleos de sedimentos en la llanura aluvial del río Portuguesa.

análisis, se tomó la fracción menor de 2 mm; los sedimentos fueron lavados y pasados por el tamiz N° 230 para separar la fracción arena de la fracción limo-arcilla. La técnica utilizada fue el tamizado en seco para separar la fracción arenosa mediante la tamizadora W.S. Tyler modelo RX-29 y el uso de los tamices N° 18, 35, 60, 120 y 230; mientras que para la separación de la fracción limo-arcilla se utilizó el método tradicional de Bouyoucos (1962) con algunas modificaciones, realizando medidas con el Hidrómetro a los 2, 5, 10, 40, 160 y 1440 minutos, para abarcar un mayor rango en las fracciones de limo y arcilla. Con los resultados obtenidos se calcularon los porcentajes acumulados y se elaboraron los histogramas de frecuencia, así como las curvas de distribución granulométrica, de las cuales se extrajeron los valores de los tamaños correspondientes a los percentiles 5, 16, 25, 50, 75, 84 y 95, para determinar las medidas gráficas (tamaño promedio del grano, mediana, asimetría, selección y curtosis) mediante las fórmulas propuestas por Folk y Ward (1957) y Folk (1968). Igualmente, se realizó la comparación entre los parámetros granulométricos antes señalados con base en los 134

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Granulometría de los sedimentos fluviales del canal principal y llanura aluvial del río Portuguesa, Venezuela diagramas de dispersión propuestos por Folk y Ward (1957), con la idea de corroborar las posibles relaciones o diferencias existentes entre estos sedimentos.

RESULTADOS En los cuadros 1 y 2, se presentan los resultados de los parámetros estadísticos extraídos de las curvas granulométricas de frecuencia acumulada (Gráficos 4 y 5), correspondientes al cauce principal y a la llanura aluvial del río Portuguesa respectivamente. En el cuadro 1, se puede observar que el tamaño mínimo encontrado para estos depósitos corresponde al diámetro de -0,18∅, asociado con arenas de tamaño muy grueso que representan el 3% de las muestras analizadas y que se presentan mayormente hacia la cuenca alta del río. El valor máximo (2,23∅) se relaciona con las arenas de tamaño fino que constituyen aproximadamente el 7% de la población estudiada. Por su parte, el tamaño promedio para la mayoría de los sedimentos estudiados es de 1,18∅, correspondiendo este valor de los depósitos del canal del río Portuguesa, a las arenas de diámetro medio que son las de mayor abundancia a lo largo del canal medio y bajo del río. Estos sedimentos constituyen aproximadamente el 58% de las poblaciones de arenas analizadas del canal del río. Resultados similares a los de este estudio en cuanto al tamaño promedio de las arenas fluviales en ríos de Sudamérica y otras regiones tropicales, han sido reportados por Nordin et al., 1980; Franzinelli y Potter, 1983; Johnsson et al., 1988, 1991; Johnsson, 1990; Savage y Potter, 1991; Stevaux, 1994; Latrubesse y Franzinelli, 1998; Orfeo y Stevaux, 2002; Latrubesse, 2002; Latrubesse y Kalicki, 2002; Latrubesse y Stevaux, 2002; Manassero et al., 2004; Guzmán, 2005, Mannassero et al., 2008; Reis de Brito et al,. 2009. En cuanto a la selección, los resultados indican un valor mínimo de 0,5∅ y un máximo de 1,2∅, y un valor promedio de 0,68∅; este promedio Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Orlando González y Zuly Millán indica que el 60% de la población de arenas varía entre moderadamente bien seleccionadas a moderadamente seleccionadas (35%), sobre todo en el cauce medio y bajo, mientras que pocas muestras son pobremente escogidas (3%) y corresponden a los sedimentos muestreados en la cuenca alta del río Portuguesa (ver cuadro 1). Cuadro 1. Resumen de los Parámetros Estadísticos y Escala Verbal de los Sedimentos del Canal Principal del Río Portuguesa Tramo del canal principal del río Portuguesa

Tamaño de partícula

Selección

Asimetría

Curtosis

Mesocúrticas o muy leptocúrticas (1,09Ø y 1,14Ø)

Cuenca Alta

Arenas muy gruesas y gruesas (-0,18Ø y 0,46Ø)

Mal escogidas (1,01Ø y 1,20Ø)

Cercanamente simétricas a muy asimétricas positivas (0,00Ø y 0,52Ø)

Cuenca Media

Arenas gruesas a finas (0,22Ø y 2,23Ø)

Muy bien escogidas a moderadamente escogidas (0,5Ø y 0,92Ø)

Cercanamente Platicúrticas a Leptocúrticas simétrica a (0,67Ø y muy asimétrica positiva (-0.01 Ø 1,5Ø) y 0,36Ø)

Cuenca Baja

Arenas gruesas a medias (0,03Ø y 2,0Ø)

Bien escogidas a moderadamente bien escogidas (0,41Ø y 0,89Ø)

Cercanamente simétrica a positiva a fina (-0,0Ø y 0,26Ø)

Platicúrtica a muy leptocúrtica (0,74Ø y 1,52Ø)

Otra medida que resulta muy útil para describir la distribución de las partículas es la asimetría (Spalletti, 2007). En este sentido, los sedimentos del canal del río presentan valores extremos de -0,01∅ y 0,52∅, y un promedio de 0,25∅; estos resultados indican que las arenas del cauce del río Portuguesa son cercanamente simétricas a muy asimétricas positivas y muy fuertemente finas, con una mejor selección hacia las fracciones finas en las cuencas media y baja, y con cierta dispersión para la fracción gruesa y muy gruesa en los tramos altos de la cuenca. 136

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Granulometría de los sedimentos fluviales del canal principal y llanura aluvial del río Portuguesa, Venezuela Para el caso de la curtosis, los resultados relativos al canal del río indican un valor mínimo de 0,67∅ o agudeza muy platicúrtica, y un valor máximo de 1,52∅ con centros excesivamente agudos o muy leptocúrticas respecto a las colas; el promedio es de 1,06∅, lo que significa que la mayoría de las muestras analizadas (37%) son de agudeza mesocúrtica, con tendencias hacia la distribución normal (ver gráficos 4 y 5). La distribución del tamaño de las partículas en la llanura aluvial (cuenca media-baja), se relaciona con sedimentos depositados durante la migración lateral del canal y los períodos de inundación o de overbank (ver cuadro 2). En tal sentido, los depósitos de la llanura aluvial muestran un

Gráfico 4. Curvas granulométricas representativas de los sedimentos del canal principal del río Portuguesa.

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Orlando González y Zuly Millán

Gráfico 5. Curvas granulométricas representativas de los sedimentos de la llanura aluvial.

enriquecimiento de materiales más finos que el cauce principal del río Portuguesa. Básicamente, la llanura está constituida por limos (64%) y arenas finas y muy finas, que representan el 36% de los sedimentos estudiados. El tamaño medio de las partículas de estos depósitos, se relaciona esencialmente con los limos gruesos (4,0∅), observándose un valor mínimo de 0,75∅ asociado a la entrada de arenas gruesas en la llanura aluvial durante eventos extremos de inundación, y un valor máximo de 6,67∅ que se relaciona con limos de tamaño medio (ver cuadro 2). La selección en la mayoría de las muestras analizadas presenta un escogimiento promedio de 1,65∅, un mínimo de 0,67∅ y un máximo de 2,9∅; estos valores indican que la mayor parte de los sedimentos (64%) 138

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Granulometría de los sedimentos fluviales del canal principal y llanura aluvial del río Portuguesa, Venezuela Cuadro 2. Resumen de los Parámetros Estadísticos y Escala Verbal de los Sedimentos de la llanura aluvial (paleomeandros-cuenca baja) del Río Portuguesa Tamaño de la partícula

Selección

Asimetría

Curtosis

Limos medios a gruesos (4,5Ø y 6,8Ø) y arenas muy finas (2,3Ø y 3,8Ø)

Muy pobremente seleccionados (0,67Ø y 3,57Ø) a pobremente seleccionados (1Ø y 2Ø)

Muy negativa a muy asimétrica positiva (-0,54Ø a 0,62Ø)

Platicúrtica y mesocúrtica 0,67Ø y 1,11Ø)

varían entre pobremente a muy pobremente seleccionados. Su asimetría es muy asimétrica negativa a muy asimétrica positiva con un valor promedio de 0,11∅, un mínimo de -0,54 y un valor máximo de 0,62∅, sin embargo, los sedimentos son mayormente de asimetría positiva (42%), otras muestras son muy simétricas (21%) y pocas muestras (5%) son muy asimétricas negativas. Con relación a la curtosis estos depósitos muestran un comportamiento similar a los del cauce principal del río Portuguesa, debido a que la mayoría de las muestras (38%) son predominantemente de agudeza mesocúrtica con un valor de 0,98∅, valor cercano a la distribución normal de las poblaciones muestreadas, y sus valores extremos fluctúan entre 0,46∅ y 1,79∅, es decir, son platicúrticas (33%) a muy leptocúrticas (13,5%), respectivamente (Gráfico 5). El resto de las muestras corresponde a depósitos con agudezas muy platicúrticas y leptocúrticas, con el mismo valor porcentual (10,1%). Los histogramas de frecuencia analizados en ambos ambientes sedimentarios muestran que los sedimentos tienen un patrón unimodal (ver gráfico 6). Por otra parte, con el fin de analizar los parámetros granulométricos de forma más eficiente, numerosos investigadores han realizado gráficos en los que se representa la variación de estos parámetros respecto a otros. Un ejemplo común, es la utilización de diagramas de dispersión donde se representa la relación entre la media o tamaño medio del grano versus Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Orlando González y Zuly Millán

A B

C

D

Gráfico 6. Distribución según diámetro de sedimentos: A) Cuenca alta, B) cuenca media, C) cuenca baja, y D) llanura aluvial río Portuguesa.

la desviación estándar, la asimetría y la curtosis; estos gráficos han sido utilizados en el estudio de sedimentos recientes (Singh et al., 2007). Así, para las muestras de sedimentos del cauce y de la llanura aluvial, se graficaron la desviación estándar, la asimetría y la curtosis versus el tamaño medio del grano (ver gráfico 7). En cuanto a la relación tamaño medio del grano y desviación estándar, se evidencia una alta concentración de muestras en los campos moderadamente bien escogida y moderadamente escogida, éstas en especial pertenecen a las muestras tomadas de la parte media y baja de la cuenca. Los sedimentos de mayor tamaño en estas muestras (≤ 0,5∅) corresponden a los muestreados de la parte alta de la cuenca, siendo también los de mayor valor de desviación estándar. En términos generales, al examinar la dispersión de estas arenas, se encuentra que hay una marcada heterogeneidad en ellas. Esto puede 140

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Granulometría de los sedimentos fluviales del canal principal y llanura aluvial del río Portuguesa, Venezuela

1,3 1,2

De sviació n e st án d ar (F )

1,1 1

Moderadamente escogida

0,9 0,8 0,7 0,6

Moderadamente bien escogida

0,5 0,4

Bien escogida

0,3 -0,5

0

0,5

1

1,5

2

2,5

0,4 0,3 Positiva a fina

A sim e t r ía (F )

0,2 0,1 0 -0,1

0

0,5

1

1,5

2

2,5

-0,2 Negativa a gruesa

-0,3 -0,4 1,9

C u r t o sis (F )

1,7

Muy Leptocúrtica

1,5 1,3

Leptocúrtica

1,1 Mesocúrtica

0,9 0,7

Platicúrtica

0,5 -0,5

0

0,5

1

1,5

2

2,5

Tam año Me dio de l Gr ano (F )

Gráfico 7. Diagrama de dispersión del tamaño medio del grano versus desviación estándar, la asimetría y la curtosis de los depósitos de canal del río Portuguesa, Venezuela.

ser indicativo de la diversidad de tamaños de partículas que constituyen a estos sedimentos y que pueden dar cuenta del material (área fuente) que transporta el río, así como de los mecanismos de transporte, los cambios de pendiente y el tipo de canal. Solo las tres muestras que pueden considerarse más homogéneas y bien escogidas, corresponden a los sedimentos muestreados en el tramo bajo de la cuenca. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Orlando González y Zuly Millán Al analizar el gráfico 7, que representa, entre otros aspectos, la distribución de las muestras según el tamaño medio del grano y su asimetría, se observa que las arenas poseen una asimetría leve (positiva o negativa), debido a que se encuentran en los rangos -0,1∅ a 0,1∅, por lo que su tendencia indica que a pesar de ser arenas gruesas o medias su sesgo es hacia los materiales finos. En segundo lugar, se encuentran las arenas que presentan una asimetría positiva mayor a 0,1∅ y que tienen un sesgo hacia los sedimentos finos de estos depósitos de canal. Pocas muestras son de asimetría negativa, llegando a posicionarse en tamaños medios del grano entre 1∅ y 1,5∅. Este comportamiento se resume en una línea sinusoidal, y como lo señalan Folk y Ward (1957), tienen un comportamiento parecido a una “M”, debido a que las muestras más frecuentemente asimétricas positivas están entre el rango 0,5∅ a 1∅ y el de 1,5∅ a 2∅ como tamaño medio del grano, alternando con la población de arenas que tienen asimetría negativa y que se concentran en los tamaños medios de grano que van de 1∅ a 1,5∅ y ≥ 2∅ (ver gráfico 7); situación que expresa que estos depósitos no se agrupan dicotómicamente entre asimétricos positivos y negativos según el tamaño medio del grano, sino que lo hacen por alternancia; esta alternancia, también se muestra de manera menos pronunciada en el gráfico 7 cuando se representan de forma conjunta el tamaño medio del grano y la curtosis. De tal manera, que aquellas muestras de tamaño medio 1∅ tienden a ser platicúrticas, así como las que tienen un tamaño medio del grano 2∅ o más. Por su parte, las muestras que tendieron a ser leptocúrticas o más apuntadas que lo normal son aquellas que tienen un grano de tamaño medio de 0,5∅ ó 1,5∅ , siendo las que se describen como muy leptocúrticas. Por otro lado, los depósitos de la llanura aluvial muestran un mayor grado de dispersión. Así por ejemplo, entre los parámetros tamaño medio del sedimento y la selección se observa que el rango de tamaño de sedimentos se ubica entre 4∅ y 7∅, correspondiendo estos rangos granulométricos a los limos gruesos y medios, como se había señalado previamente (ver gráfico 8). 142

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Granulometría de los sedimentos fluviales del canal principal y llanura aluvial del río Portuguesa, Venezuela

Gráfico 8. Diagrama de dispersión del tamaño medio del grano versus desviación estándar, asimetría y curtosis de los depósitos de la llanura aluvial, río Portuguesa, Venezuela.

No obstante, en el gráfico se observa en menor grado la presencia de arenas gruesas a muy finas. Igualmente, se puede notar en cuanto al escogimiento, que la mayoría de las muestras tienden a ser mal escogidas a muy mal escogidas (1,0Ø y 3,5Ø), y sólo un pequeño grupo que corresponde a las arenas gruesas son moderadamente escogidas. En el gráfico 8, se presentan las relaciones entre la asimetría y el tamaño medio del grano, en el mismo se puede observar que el tamaño Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Orlando González y Zuly Millán medio de los sedimentos se mantiene en el mismo rango y la asimetría es predominantemente positiva con cola hacia los sedimentos finos, observándose también la presencia de sedimentos con asimetría negativa a gruesa asociado a las arenas gruesas. En cuanto a las relaciones entre la curtosis y el tamaño medio de partícula, este último se mantiene en el mismo rango (1,0∅ y 7,0∅), mientras que la curtosis muestra el mismo comportamiento observado en las curvas granulométricas, es decir, la mayoría de las muestras analizadas son de agudeza mesocúrtica a platicúrtica, con pocas muestras leptocúrticas a muy leptocúrticas (ver gráfico 8). En el gráfico 9, se muestran las relaciones entre selección y asimetría para ambos tipos de depósitos. Así, para los depósitos de canal se confirma que estos son mayormente de asimetría positiva a fina (0,1∅ y 0,3∅) y en menor cuantía de asimetría negativa a gruesa, siendo moderadamente escogidos a bien escogidos (0,7∅ y 0,9∅), mientras que los sedimentos de la llanura aluvial muestran mayor dispersión, notándose que la mayoría son mal escogidos (1∅ y 2∅) a muy mal escogidos (2∅ y 3∅), con asimetrías positiva y muy positiva (0,1∅ y 0,3∅) a fuertemente positiva a muy negativa (-0,1∅ y -0,2∅).

Gráfico 9. Diagrama de dispersión de asimetría y desviación estándar de los depósitos del río Portuguesa, Venezuela.

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Granulometría de los sedimentos fluviales del canal principal y llanura aluvial del río Portuguesa, Venezuela La relación entre la selección versus la asimetría, en ambos depósitos tiende a ser elipsoidal (ver gráfico 9). Según Folk y Ward (1957) y Singh et al. (2007), esta relación elipsoidal entre esos parámetros probablemente se deba a que existen dos poblaciones texturales que se mezclan en todas las proporciones, a medida que son transportadas por el río y por lo tanto se corrobora que los sedimentos del lecho actual del río son menos heterogéneos, debido a que estos tienden a agruparse en mayor proporción alrededor del tamaño de las arenas medias (0,25 mm y 0,5 mm), a excepción de los sedimentos muestreados en la cuenca alta donde prevalecen las arenas gruesas y muy gruesas, en comparación con los depósitos de la llanura aluvial donde se observa la presencia de varios rangos de tamaño de grano que van desde arenas muy gruesas y gruesas, hasta sedimentos finos como las arenas finas y limos (ver gráficos 4 y 5). El tamaño de las partículas en los depósitos analizados está controlado por el material parental o roca fuente. McLaren (1981), señala que el tamaño del grano característico de un sedimento se relaciona más con la naturaleza del área fuente que con los procesos de transporte o ambiente de depositación. Igualmente, Sing et al. (2007) señalan que los ríos derivan sus sedimentos a partir de varias fuentes que están distribuidas a través de su cuenca de drenaje, por lo que transportan un amplio rango de tamaño de granos. En ese sentido, la principal fuente de sedimentos del río Portuguesa proviene de la erosión del cinturón orogénico de los Andes surorientales venezolanos y en menor proporción de la serranía del Interior. Esta área fuente está constituida principalmente por rocas sedimentarias del Mesozoico y por las rocas molásicas del Terciario, que están compuestas fundamentalmente por areniscas macizas y blandas, conglomerados, lutitas arcillosas y limolitas (González de Juana et al., 1980). La otra fuente de sedimentos está representada por los depósitos cuaternarios como terrazas y abanicos aluviales que afloran en los Llanos altos, y que están compuestos por clastos de areniscas cuarzosas y lutitas provenientes de las formaciones mesozoicas y terciarias, y de la alteración de depósitos fluviales, eólicos y suelos que coexisten en la llanura aluvial del río. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Orlando González y Zuly Millán En consecuencia, el río Portuguesa y sus afluentes transportan el material arenoso que proviene de la erosión y meteorización química de estos materiales, y en la medida que se incrementa la distancia de transporte de los sedimentos respecto al área montañosa, las arenas experimentan un desgaste progresivo producto de los mecanismos de erosión; estos procesos conllevan a una disminución del tamaño de la partícula y a un marcado incremento en la madurez composicional y textural del sedimento. Según Singh et al. (2007), estos son procesos bien reconocidos en los sistemas fluviales, donde se produce una disminución exponencial del tamaño del grano con la distancia aguas abajo, debido al escogimiento hidráulico y los procesos de abrasión. No obstante, los sedimentos pueden ser retrabajados en la llanura aluvial por otros afluentes de la cuenca del río Portuguesa, lo que pudiese explicar o influir en la variación del tamaño de partícula como se puede apreciar en las curvas granulométricas (ver gráficos 4 y 5). Según Visher (1969) y Midleton (1976), cada segmento en que se divide una curva acumulativa, representa subpoblaciones de granos que fueron desplazados por diferentes mecanismos de transporte. En ese sentido, la distribución de subpoblaciones de sedimentos observadas en las curvas granulométricas de los sedimentos del canal, sugieren que los sedimentos más gruesos son transportados por tracción o rodamiento, mientras que la sección intermedia de las curvas indicarían transporte de sedimentos por saltación y el sedimento más fino sería transportado por suspensión; estos procesos contribuirían con la disminución del tamaño de la partícula debido al desgaste o abrasión, experimentado principalmente por las arenas en la cuenca media y baja del mencionado río. Paralelamente a estos procesos, está la influencia que ejerce la composición mineralógica de las arenas, las cuales están constituidas esencialmente por cuarzo, que por ser un resistato, es un mineral estable y resistente a los procesos de abrasión y meteorización química, a los cuales puede estar propenso el sedimento que es transportado desde el área fuente. Conjuntamente con el cuarzo se observa la presencia de mica 146

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Granulometría de los sedimentos fluviales del canal principal y llanura aluvial del río Portuguesa, Venezuela muscovita, que también es resistente a los procesos previamente señalados, y cantidades menores de clorita, feldespato y calcita (González, 2012, González et al., 2013). En trabajos previos, se ha señalado la influencia de otros factores en la disminución del tamaño del grano de las arenas, como es el caso del tiempo de residencia de los depósitos en la llanura aluvial, al igual que los procesos de pedogénesis que experimentan los mismos (Johnsson et al., 1988, 1991; Johnsson, 1990). La mejor selección de las arenas en los depósitos del lecho del río Portuguesa se asocia con la distancia de transporte, intensos procesos de meteorización química, el desgaste producido por la abrasión y mejor escogimiento hidráulico; esto último se ve reflejado principalmente por el dominio de las arenas medias en esta cuenca (González, 2012, González et al., 2013). La tendencia de la asimetría hacia lo positivo corrobora lo señalado por Friedman (1961), quien plantea que las arenas fluviales usualmente tienen una asimetría positiva y que ello se debe probablemente a que el sedimento es movido por un río o el viento y el transporte es generalmente unidireccional. En cuanto a la agudeza de las arenas del lecho del río y su tendencia hacia la distribución normal del tamaño de grano, posiblemente se relaciona con el desgaste progresivo de las arenas debido a los procesos de abrasión y ruptura, experimentados por las mismas durante el transporte y la movilización selectiva de los granos. Para el caso de los sedimentos depositados en la llanura aluvial, el tamaño de las partículas evidentemente se relaciona con los depósitos de inundación o desbordamiento y con las condiciones hidrodinámicas de baja energía que se presentan en el sistema. Singh et al. (2007), reportaron que la variación en el tamaño del grano aguas abajo en el río Ganga, se debía a las fluctuaciones en las condiciones de energía requerida para el transporte y la depositación de los sedimentos. En las curvas granulométricas de los sedimentos de la llanura aluvial (ver gráfico 5), se puede apreciar la presencia de varias subpoblaciones de partículas del tamaño de las arenas muy gruesas, gruesas, finas y muy Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Orlando González y Zuly Millán finas, con predominio de la fracción limosa, lo que da cuenta de una ligera heterogeneidad de estos depósitos. La fracción fina abarca aproximadamente el 80 % de la curva acumulativa, lo que sugiere que la mayoría de estos sedimentos han sido transportados por mecanismos de suspensión, mientras que la fracción gruesa puede estar relacionado con sedimentos que se han depositado en los bancos y bajíos del río, que posteriormente fueron transportados por rodamiento durante los procesos de inundación en la llanura aluvial. Esta heterogeneidad de tamaño de las partículas, a pesar del predominio de la fracción limosa, es lo que explicaría la mala selección de los sedimentos analizados en la llanura aluvial. En cuanto a la asimetría y la curtosis, su explicación es similar a lo discutido para los depósitos del lecho del río Portuguesa. Por último, en el presente estudio se utilizó el diagrama de Passega o C-M (1957, 1964), mediante el cual se establecieron las relaciones que existen entre la textura, los mecanismos de transporte y los procesos de depositación de los sedimentos en los ambientes analizados. El diagrama C-M combina una medida de dispersión con otra de tendencia central. Así, el valor de C corresponde al percentil 1 de la distribución del tamaño del grano y es de gran importancia porque estima en forma directa la competencia (mayor tamaño transportado) del agente de transporte (Mannassero et al., 2004), y M (mediana) corresponde al 50 % de la distribución que conjuntamente con el valor de C, indican diferentes ambientes sedimentarios. Por este método se pueden discriminar ambientes sedimentarios con dominio de suspensión pelágica, suspensión gradada o uniforme y suspensión de fondo o rodamiento. En el gráfico 10, se pueden diferenciar cuatro campos bien definidos, tres de ellos asociados a los sedimentos fluviales del lecho del río o facies arenosas (campos 1, 2 y 3), y el otro a los sedimentos de la llanura aluvial o facies limo-arenosas (campo 4). En el campo 1, se observa que la facies arenosa es movilizada por tracción o turbulencia de fondo y se relaciona con las arenas del tamaño grueso. 148

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Granulometría de los sedimentos fluviales del canal principal y llanura aluvial del río Portuguesa, Venezuela El campo 2 representa a las arenas que han sido movilizadas por suspensión gradada, donde los sedimentos del lecho pueden ser levantados o elevados por la turbulencia de fondo y forman una suspensión caracterizada por un regular decrecimiento de la concentración de las partículas (Sinhg et al., 2007). Por su parte, Passega (1964) señala que los sedimentos transportados por el mecanismo de suspensión gradada representan a la fracción gruesa de los depósitos suspendidos. En el campo 3, se puede observar que una parte importante de las muestras de sedimentos del lecho canal del río se encuentra agrupada de forma más o menos lineal, lo que indica que estos sedimentos fueron transportados principalmente en suspensión uniforme. Estos depósitos, se relacionan con las arenas medias que son las que presentan mejor escogimiento y predominancia en el canal del río Portuguesa. Las facies arenosas estudiadas se relacionan con ambientes fluviales o hidrodinámicos de alta a media energía. El campo 4 (ver gráfico 10), está conformado por materiales finos que incluyen a las arenas finas, muy finas y limos, principalmente. Estos depósitos están vinculados con los procesos de desbordamiento del río Portuguesa en su llanura aluvial, y son sedimentos que han sido transportados fundamentalmente en suspensiones pelágicas. Por consiguiente, los sedimentos finos pobremente seleccionados se han depositado en la llanura aluvial por procesos de decantación-suspensión bajo condiciones de media a baja energía hidrodinámica.

CONCLUSIONES La mayoría de las arenas del canal del río Portuguesa están dominadas por la fracción que corresponde al tamaño de las arenas medias, mientras que en la llanura aluvial prevalecen los limos gruesos a medios con bajo porcentaje de arenas gruesas, arenas finas y muy finas. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Gráfico 10. Mecanismos de transporte según Passega (1964) para los depósitos de canal y de llanura aluvial del río Portuguesa

Las medidas y gráficos de dispersión relacionados con el escogimiento,la asimetría y la curtosis, indican que las arenas del lecho son moderadamente bien seleccionadas a moderadamente seleccionadas, cercanamente simétricas a muy simétricas positivas y distribución mesocúrtica; mientras que en la llanura aluvial los sedimentos son muy pobremente seleccionados a pobremente seleccionados, asimetría positiva a muy asimétrica positiva y agudeza similar a la del lecho del río Portuguesa. Los histogramas del canal, así como los de la llanura aluvial del río Portuguesa, indican que el tamaño de los granos de los sedimentos es de tendencia unimodal. Los factores sugeridos para explicar esta distribución del tamaño de las partículas se vinculan con el área fuente de los sedimentos, la distancia de transporte, la intensidad de la meteorización química, el tiempo de residencia del sedimento, el escogimiento hidráulico, los mecanismos de transporte, el retrabajo del sedimento, la composición mineralógica de los sedimentos y el ambiente de sedimentación. 150

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Granulometría de los sedimentos fluviales del canal principal y llanura aluvial del río Portuguesa, Venezuela El diagrama CM de Passega indica que los sedimentos del lecho fueron trasladados por diferentes mecanismos donde predominan la suspensión de fondo, uniforme y gradada, bajo condiciones de alta a media energía hidráulica; mientras que los de la llanura aluvial fueron transportados mayormente por suspensión pelágica-decantación, en un ambiente de media a baja energía hidrodinámica.

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Metodología para la zonificación de la amenaza por movimientos en masa desencadenados por la sismicidad

Metodología para la zonificación de la amenaza por movimientos en masa desencadenados por la sismicidad Methodology for mass movements hazard zoning triggered by seismicity Arismar Marcano arismarcano@gmail.com Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Instituto Pedagógico de Caracas, Venezuela Articulo recibido en septiembre de 2015 y publicado en enero 2016

RESUMEN El trabajo zonifica los sectores expuestos a la amenaza por movimientos en masa desencadenados por actividad sísmica. El área de estudio abarca las cuencas desde Camurí Chico hasta El Tigrillo (estado Vargas, Venezuela). Tal escogencia obedece a: (a) es sísmicamente activa y con evidente control tectónico; (b) la inestabilidad de las laderas ejemplificadas en eventos como los de 1951, 1999 y 2005; e (c) inexistencia de mapas de microzonificación sísmica. La investigación se basa en el método heurístico, empleando análisis geoestadístico univariado y multivariado para la obtención de mapas de susceptibilidad; la aplicación del Método de las Jerarquías Analíticas (MJA) de la Evaluación Multicriterios (EMC) para asignar pesos ponderados a las variables, y el método de conformación de zonas buffer, para generar el mapa de amenaza. La calibración del modelo arrojó que el 95,5 % de los movimientos en masa, se encuentran en las unidades de Muy Alta y Alta amenaza. Palabras clave: Mapa de amenaza; sismicidad; evaluación multicriterios; zonas buffer; Sistema de Información Geográfico (SIG) ABSTRACT The work zones the sectors exposed to the movements mass hazard triggered by the seismic activity. The study area extents the catchments from Camurí Chico to El Tigrillo (Vargas State, Venezuela). Such selection obey to: (a) is a seismically active area and with tectonic control evident; Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Arismar Marcano (b) the hillside instability exemplified in events like them of 1951, 1999 and 2005; and (c) nonexistence of seismic microzoning maps. This investigation it is based on the heuristic method, using univariate and multivariate geostatistical analysis for the obtaining of susceptibility map; application of Analytical Hierarchies Method (AHM) of the Multicriteria Evaluation (MCE) to assign weight weighted to the variables, and the buffer zones conformation method, to generate the hazard map. The model was calibrated and there was obtained that 95,5 % of the movements mass are in the units defined like Very High and High hazard. Key words: Hazard map; seismicity; multicriteria evaluation; buffer zones; GIS

INTRODUCCIÓN Venezuela, al norte forma parte del límite entre las placas del Caribe y Suramericana, generando una zona de alta fricción que ha dado origen a un importante sistema de fallas activos de tipo horizontal dextral (ver gráfico 1), cercano a 100 Km de extensión y demarcado por el sistema costero montañoso presente en: la Cordillera de los Andes, la Cordillera de la Costa en su tramo Central y el Macizo Oriental, definidas como las fallas de Oca- Boconó- San Sebastián- El Pilar. Uno de los mayores potenciales de riesgo de afectación a las comunidades y a la propiedad son sin duda, las actividades sismológicas, debido a la gran cantidad de población que vive en zonas de alta amenaza sísmica. Según Vásquez (s/f), la sismicidad en Venezuela está caracterizada por una alta tasa de microsismicidad (eventos de magnitud ≤ 3) y eventos de magnitud intermedia (entre 3 y 5), aunque la historia sísmica del país revela que han ocurrido más de 130 sismos que han causado algún tipo de daños en poblaciones venezolanas, siendo el más destructivo de todos el que ocurrió el 26 de marzo de 1812 y que afectó seriamente ciudades importantes como Mérida, Barquisimeto y Caracas, causando más de 20.000 víctimas, es decir, un 5% de la población estimada para la época (p. 2). 156

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Gráfico 1. Mapa de fallas principales de la región centro-norte de Venezuela según Beltrán. Tomado de “Mapas de Fallas Cuaternarias de Venezuela” a escala 1:2.000.000 por R. Vásquez, 2000, Caracas.

Concretamente, el estado Vargas, producto de su ubicación geográfica, se caracteriza por tener alta propensión a eventos que pueden amenazar naturalmente, a las comunidades allí emplazadas. Algunas de estas amenazas que están persistentemente alrededor de la entidad, son: (a) estar ubicados geográficamente en una zona sísmica; (b) converger en un área de alteraciones meteorológicas producidas por el paso de huracanes y tormentas tropicales que se desplazan por el Mar Caribe al norte del país; (c) la frecuente ocurrencia de movimientos en remoción en masa y aludes torrenciales, asociadas a la sismicidad del área y a precipitaciones de tipo torrenciales, (d) lo antiguo de las formaciones rocosas y los procesos de meteorización y erosión de las pendientes que caracterizan a la cadena montañosa ubicada en la región centro norte costera, conocida como la Cordillera de la Costa; (e) la posibilidad de ocurrencia de tsunamis que afecten su borde costero, asociados a la diversidad de actividades volcánicas submarinas que se gestan en el arco del Caribe. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Arismar Marcano En la investigación realizada por Romero y otros (2006), dirigida a caracterizar los suelos del estado Vargas, se determinó que los sedimentos de las zonas de Macuto, Caraballeda y Tanaguarena están conformados por tres capas: sedimentos sueltos, sedimentos compactados (aluvión) y sedimentos consolidados. Las velocidades de ondas sísmicas (ondas P y S) no presentan una marcada variación entre los distintos conos aluviales. Estas diferencias, propician diferencias de velocidades, cambiando dependiendo de la profundidad y la consolidación del material. Según el mapa de amenaza sísmica (ver gráfico 2), se aprecia que el área de estudio se ubica en la categoría máxima (0,29), lo que implica una gran amenaza. La evaluación de la amenaza sísmica a partir de los rangos de aceleración señalan al estado Vargas y el Distrito Capital como una gran zona de amenaza, pero sin lograr mayores discriminaciones entre las áreas, lo que no es muy significativo para estudios en cuencas específicas especialmente en la vertiente norte del estado, donde los movimientos en masas son recurrentes y se intenten correlacionar con la sismicidad como desencadenante de dichos movimientos. Tanto es así, que FUNVISIS (2003), reconoció “los escasos éxitos de proyectos de microzonificación sísmica llevados a cabo en Caracas, Mérida, Cumaná y Barquisimeto, no atribuibles a falta de pericia ni recursos técnicos” (p. 171). En función de esto, FUNVISIS (2003), señala que es un reto para la investigación el seguir abordando los riesgos ambientales urbanos y vulnerabilidad en Caracas y el estado Vargas estableciéndose como objetivos el estudio de aludes como fuente de riesgo–presente y pasado; deslizamientos de Gramoven y Blandín; aspectos geológicos y fallamiento activo en la quebrada Camurí Chico; Punta de Mulatos como testigo de eventos históricos; identificación y diferenciación entre sedimentación proximal y distal en abanicos aluviales. Como se aprecia, son las actividades sísmicas y los movimientos en masa los más influyentes en las modificaciones geográfico-físicas, así como estar muy relacionadas con los últimos eventos (como los de 1999 158

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Gráfico 2. Evaluación de la amenaza sísmica, aceleraciones esperadas en roca. Tomado de “Síntesis de la nomenclatura de la unidades de rocas ígneas y metamórficas de la Cordillera de la Costa, Venezuela” por F. Urbani, 2005, Instituto de Materiales y Modelos Estructurales (IMME), 42 (2).

y 2005), que persisten en la memoria del colectivo, por lo determinante de sus daños, algunos, que aún no se logran subsanar. De allí que el objetivo de la presente investigación fue zonificar los sectores expuestos a amenaza a movimientos en masa desencadenados por la actividad sísmica, como ensayo metodológico para la obtención de estos mapas de amenaza. El área de estudio seleccionado comprende las cuencas ubicadas desde Camurí Chico hasta El Tigrillo, en el estado Vargas, Venezuela. Tal escogencia obedece a tres factores: (a) es un área sísmicamente activa y con evidente control tectónico en las laderas y las redes de drenajes; (b) la conocida inestabilidad de las laderas ejemplificadas en eventos como los de 1951, 1999 y 2005; (c) inexistencia de mapas de microzonificación sísmica para el área. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Arismar Marcano Algunas consideraciones sobre los movimientos en masa en el área de estudio El objeto de este trabajo no es describir los tipos de movimientos ocurridos en el estado Vargas, y que al considerar que en el país no existen registros de esas clasificaciones tan detalladas, se reconocerán a todos, sin importar su origen, como movimientos en masa. La afectación que sufrieron más de veinte (20) cuencas y microcuencas que se activaron por los eventos fluviotorrenciales, desencadenando aludes torrenciales durante 1999, fue impactante por el grado de afectación y lo reciente en nuestro pasado histórico. Sin embargo, los registros de diversas crónicas e investigaciones, relatan que ya para 1773, 1780,1781 y 1798, se habían producido eventos inquietantes en el área. De acuerdo a lo señalado por Cárdenas (2000) y Pacheco (2002), un testigo en el río Osorio indicó, que en 1798, aumentó su caudal entre el 11 y el 13 de febrero de dicho año debido a fuertes precipitaciones que se extienden por 60 horas; el centro de La Guaira se ve afectado siendo destruidas algunas casas, siendo verdaderamente, de una magnitud destructiva. Pese a que posterior a este evento, se dieron otros ocho (8) en los años 1892 y 1909: que afectaron a las cuencas Piedra Azul, Osorio, San José de Galipán, y el río Mamo; 1912: afectando a Anare y Los Caracas; 1914: donde se vio afectada la quebrada Camurí Chico; 1924 y 1938: afectando a las quebradas Curucutí, Piedra Azul, Osorio y Naiguatá. En 1944, el río Mamo sufrió daños, mientras que, en 1948, las cuencas afectadas fueron más numerosas: Piedra Azul, Osorio, el Cojo, San José de Galipán y Camurí Chico. En 1951, un fenómeno meteorológico similar sucede en la misma zona del 15 al 17 de febrero cuando el río Naiguatá cambia de cauce arrasando consigo numerosas casas mientras que otros ríos como el Osorio y el Caracas crecen por las precipitaciones afectando, el primero de ellos, a la ciudad de La Guaira. Estas precipitaciones se calcularon en cerca de 530 mm de agua en tan sólo 60 horas (Cárdenas, 2000). Además de 160

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Metodología para la zonificación de la amenaza por movimientos en masa desencadenados por la sismicidad las mencionadas, otras quebradas igual se activaron como por ejemplo, Chichiriviche, Mamo, La Zorra, Tacagua, Piedra Azul, Punta de Mulatos, San José de Galipán, El Cojo, San Julián, Cerro Grande, Uría, Anare, y el Limón (Pacheco, 2002, p. 170) (ver gráfico 3).

Gráfico 3. Mapa de aludes torrenciales de 1951. Tomado y modificado de “Proyecto Ávila: Mapa de Riesgo” a escala 1:25.000 por IGVSB/MARN, 2002, Caracas.

Como antesala a 1999, en 1954 el río Los Caracas, y en 1969 el río Naiguatá, generaron estragos en las costas varguenses. En diciembre de 1999, se volvió a presentar este tipo de fenómeno, pero en esta oportunidad lo hizo con una intensidad y una violencia nunca vista, porque aunque las características fueron similares a las del año 1951, las consecuencias negativas fueron muy superiores debido, entre otros factores, a que las precipitaciones fueron mayores y la población de la franja costera era también muy superior.

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Arismar Marcano Una comparación dada sólo en población, y por supuesto ocupación del espacio, según el censo de 1950 el Departamento Vargas, hoy estado Vargas, contó con 85.889 habitantes; en 1961 aumentó a 141.270 habitantes, hasta que en 1971 totalizó 202.382 habitantes, mientras que según el censo de 1990 superaba los 280.480 habitantes, representando en este periodo de tiempo un incremento de 194.600 habitantes, es decir, un incremento de más de 300% en 50 años, y si se considera que la mayor parte de la nueva población se asentó en los lechos de inundación y en los conos de deyección de los ríos y quebradas, se puede entender la gran afectación de las personas y de las infraestructuras (Pacheco, 2002, p. 131). Posterior a los eventos de aludes torrenciales de 1999, las principales afectaciones, pueden esquematizarse en: (a) 70% de la población del estado fue afectada (unas 240.000 personas); (b) evacuación de más de 100.000 personas; (c) 10% de las viviendas destruidas (8.000); (d) 5 hospitales y ambulatorios dañados; (e) sistemas de aguas negras y blancas colapsados; (f) 85% vialidad troncal destruida; (g) paralización del puerto, aeropuerto y actividad recreacional; (h) 30% infraestructura educativa afectada; (i) 4.000 MM$ en daños materiales; (j) se manejan cifras de 12.000 a 15.000 víctimas, entre muertos y desaparecidos (Genatios y Lafuente, 2003; Lafuente y Genatios, 2005). Lo cierto es que, los aludes torrenciales generaron una modificación socioeconómica en la población y en el país, pero también se modificó la línea de costa, con las formaciones de nuevas acumulaciones, como los deltas estudiados por Marcucci (2000a) en Los Corales y Uría, como resultante del flujo de detritos, diferenciándose sólo en la litología que sustenta el material desplazado. En definitiva, fueron estos flujos o aludes torrenciales los que generaron daños severos a las poblaciones esencialmente ubicadas en las partes bajas de las cuencas, a la diversidad de los ecosistemas y a las relaciones económicas y sociales en la entidad (ver gráficos 4, 5 y 6).

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Gráfico 4. Vista de la urbanización “Los Corales” después de diciembre de 1999 (Enero, 2010).

Gráfico 5. Vista aérea de la garganta de la cuenca del río Cerro Grande después de diciembre de 1999. Tomado de “Proyecto de Control de Erosión del Río Cerro Grande, Parroquia Caraballeda, estado Vargas” por AUAEV, (s/f).

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Gráfico 6. Vista aérea de la desembocadura en la cuenca del río Cerro Grande después de diciembre de 1999. Tomado de “Proyecto de Control de Erosión del Río Cerro Grande, Parroquia Caraballeda, estado Vargas” por AUAEV, (s/f).

MÉTODO La investigación de tipo correlacional, explicativa, y de diseño cuasi experimental se basó en el método heurístico, con la aplicación de: (a) análisis geoestadístico univariado y multivariado para la obtención de mapas de susceptibilidad específica ponderada y susceptibilidad final; (b) aplicación del Método de las Jerarquías Analíticas (MJA) de la Evaluación Multicriterios (EMC); (c) generación del mapa de amenaza a movimientos en masa por sismicidad, a través de las siguientes etapas: Estructuración temática Al considerar que la obtención de mapas donde se distribuye la susceptibilidad a los movimientos de remoción en masa para analizar su distribución espacial, se eligió un número determinado de variables y procedimientos, como lo propone INGEOMINAS de Colombia (Ojeda y otros 2001) a saber: geomorfología, geología de superficie, pendiente media del 164

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Metodología para la zonificación de la amenaza por movimientos en masa desencadenados por la sismicidad terreno (a partir de cartas topográficas a escala 1:100.000 y 1:25.000, Hojas El Caribe 6847-IV-NE; Los Chorros 6847-IV-SE; del MARNR/Dirección de Cartografía Nacional, 1979) y conflictos de uso (a partir de la conjugación de los mapas de uso actual y uso potencial de la tierra) y la ubicación de los movimientos de remoción en masa (a partir de las imágenes Ikonos, 2000, Landsat, 2000 y Spot 5, 2007); obtenidos del Instituto Geográfico Venezolano “Simón Bolívar” en su Proyecto Ávila - Mapa de Riesgo (2002) y del Plan de Ordenamiento Territorial de la Autoridad Única de Área para el Estado Vargas (AUAEV, 2005) que posteriormente fueron constatados en campo. Elaboración de los mapas temáticos básicos Los mapas se procesaron bajo la plataforma del Sistema de Información Geográfico SIG MapInfo Professional y la aplicación (para la pendiente e hipsometría) del módulo Vertical Mapper, facilitado por el Laboratorio de Cartografía del Departamento de Ciencias de la Tierra, del Instituto Pedagógico de Caracas. En el caso de los mapas topográficos, a escala 1:100.000 y 1:25.000, Hojas El Caribe (6847-IV-NE) y Los Chorros (6847-IV-SE) del MARNR/ Dirección de Cartografía Nacional (1979), que se adquirieron versión impresa y en formato digital, se procedió a convertirlas en imágenes ráster y a georreferenciarlas, expresados en proyección Universal Transversa de Mercator (UTM), tanto en el Sistema Geodésico Datum La Canoa, Huso 19, como en el Sistema Geodésico SIRGAS-REGVEN GRS80, Huso 19 para dar cumplimiento con el Artículo 11 de la Ley de Geografía, Cartografía y Catastro Nacional (2000). Este procedimiento culminó en la construcción de tablas de información dentro del Sistema de Información Geográfico (SIG). Finalmente, se elaboraron los mapas índices que corresponden a las variables de análisis, ellos son: (a) Geología de superficie, (b) geomorfología, (c) pendiente media del terreno y (d) conflictos de uso. Estos se emplearon para generar posteriormente, los mapas de susceptibilidad específicos ponderados y de susceptibilidad final (ver gráfico 7). Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Arismar Marcano

Gráfico 7. Mapas básicos considerando las variables: Geología de superficie, geomorfología, pendiente media del terreno y conflicto de uso. Generados por el SIG a partir del “Proyecto Ávila: Mapa de Riesgo” a escala 1:25.000 por IGVSB/ MARN, 2002, Caracas y el MDT. Georeferenciada con la proyección cartográfica UTM-SAD69, Uso Horario 19, Hemisferio Nor.

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Metodología para la zonificación de la amenaza por movimientos en masa desencadenados por la sismicidad Superposición de capas El objetivo de esta etapa fue abordar a cada una de las variables para otorgarle sus respectivos valores y de allí obtener los mapas de susceptibilidad por cada variable. Es por esta razón, que al superponer las capas descritas anteriormente, que son: (a) geología de superficie, (b) geomorfología, (c) pendiente media del terreno, y (d) conflictos de uso con los movimientos en masa digitalizados a través del análisis visual a las imágenes Ikonos (2000), Landsat (2000), Spot 5 (2007) fue posible calcular el área removida en cada unidad de las variables, empleando la herramienta SIG, para determinar tanto el área de la superficie deslizada como el área de cada unidad, en Kilómetros Cuadrados (Km2); datos básicos que se requieren para realizar el análisis geoestadístico univariado, de manera que se pueda obtener los mapas de susceptibilidad específica ponderada, y estadística multivariada para la generación del mapa de susceptibilidad final (ver gráfico 8). Análisis estadístico de las variables geográficas Para determinar el peso que cada unidad de terreno tiene con relación a la propensión de deslizamientos, se empleó la Técnica Compensatoria Aditiva para la ponderación de variables que intervienen en la génesis de procesos de remoción en masa (TCA) basada en el Método de las Jerarquías Analíticas (MJA) o Analytic Hierarchy Process (AHP) de Saaty (1990; 2008); Roa (2007), de la Evaluación Multicriterios (EMC) (Gómez y Barredo, 2005). Para fines de su aplicación, se procedió a enviar vía correo electrónico a un grupo de expertos en las áreas de Geografía Física, Geología, Ciencias de la Tierra, Biogeografía, Geomorfología, Educación Ambiental, entre otros, y a diversas instituciones nacionales e internacionales. Matrices de Jerarquías Analíticas por cada una de las variables, cuyos resultados obtenidos se procesaron estadísticamente para generar las matrices de jerarquización de cada una de las variables del estudio.

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Arismar Marcano

Gráfico 8. Inventario de superficie removida. Cartografiado a partir del análisis e interpretación de las imágenes Ikonos, 2000; Landsat, 2000 y Spot 5, 2007.

Con los resultados obtenidos en la ponderación de la variable, se procedió a calcular los estadísticos para lograr los mapas de susceptibilidad específica ponderada, a partir de la definición de los rangos. Igual procedimiento se efectúa para ponderar las variables para obtener el mapa de susceptibilidad final, como se ejemplifica en el cuadro 1. 168

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Metodología para la zonificación de la amenaza por movimientos en masa desencadenados por la sismicidad

Geología

Pendiente del terreno

Conflictos de usos

Σxj

Σxj/n

Peso relativo

Geomorfología

Cuadro 1. Matriz de Jerarquías Analíticas para la ponderación de susceptibilidad final, de las variables intervinientes en la génesis de los movimientos en masa

1

2

3

4

10

2,50

0,39

Pendiente media del terreno

0,50

1

2

4

7,5

1,87

0,29

Geomorfología

0,33

0,50

1

4

5,83

1,45

0,23

Conflictos de usos

0,25

0,25

0,25

1

1,75

(x) (j)

Geología

Σ(Σxj/n)=

0,43

0,06

6,27

1,00

Obtención del mapa de susceptibilidad En el SIG, los mapas se generan mediante una operación geométrica de dos capas de polígonos y almacenaje en una capa resultado, preservando los atributos de cada una de ellas, siendo resultado de la superposición de cada uno de los polígonos con los de la otra capa, de manera que se incluyen correlacionándose los valores y su superficie removida. Esto significa que a mayor el número de deslizamientos y menor la superficie, mayor es la probabilidad de inestabilidad de la ladera. Una vez realizado, se procedió a multiplicar el peso de la unidad en porcentajes por el peso ponderado de la variable. Con la data producto de la operación matemática, se recodificaron y reajustaron los rangos, manteniendo las cinco (5) categorías de susceptibilidad, la cartografía obtenida se denominó mapas se susceptibilidad específica ponderada (Cartaya, 2005). El mapa de susceptibilidad final se elaboró mediante el análisis multivariado, en el cual son sumados digitalmente por el SIG, los cuatros mapas de susceptibilidad específica ponderada (ver gráfico 9). Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Arismar Marcano

Gráfico 9. Mapa de susceptibilidad final. Generado por el SIG. Georeferenciada con la proyección cartográfica UTM-SAD69, Uso Horario 19, Hemisferio Norte.

Obtención del mapa de amenaza Para considerar áreas de sismicidad y generar el mapa de amenaza a movimientos en masa por sismicidad, se asumió el método propuesto por Saha, Gupta y Arora (2002) y Saha y otros (2004); conformando áreas de influencias a derrumbes o zonas buffer, tantas como fuese necesarias para abarcar toda el área de estudio. Al establecer que las áreas de influencia o zona buffer son de 500 metros cada uno, se conformaron 5 buffer (ver cuadro 2), los cuales serían ponderados de acuerdo a su cercanía con la falla y los contactos litoló170

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Metodología para la zonificación de la amenaza por movimientos en masa desencadenados por la sismicidad gicos, por lo que, mientras más próximo se está de las líneas de falla y contactos, menor sería el buffer y mayor su ponderación. De esta manera, los buffer fueron ponderados inversamente proporcionales a su distancia, como se aprecia en el mapa de las zonas buffer (ver gráfico 10). Cuadro 2. Categorías de unidades de buffer para el mapa de amenaza por sismicidad

Código

Buffer (m)

Valor

1

500

5

2

1000

4

3

1500

3

4

2000

2

5

2500

1

Este valor dado en grados de intensidad, se sumó a los porcentajes obtenidos en los mapas de susceptibilidad, utilizando la siguiente fórmula propuesta por Castro (2001, p. 98) modificada: H= St + Fd Donde: H = St = Fd =

representa la amenaza sísmica es la susceptibilidad del terreno la acción sísmica desencadenante

Posteriormente, se redefinen los rangos manteniendo el número de categorías, asignadas a amenazas (cuadro 3). Finalmente, se procedió a calibrar el modelo al superponer la capa de áreas removidas o deslizadas dibujadas y procesadas a través del análisis visual de las imágenes Ikonos (2000), Landsat (2000) y Spot 5 (2007), que posterior a su georreferenciación, sirvieron para construir los polígonos representativos de los movimientos ocurridos activados durante los eventos fluviotorrenciales de 1999 y 2005. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Arismar Marcano

Gráfico 10. Mapa de Zonas Buffer. Generado por el SIG, basado en el Método de Saha, Gupta y Arora (2002) y Saha y otros (2004) International Journal of Geographical Information Science. 19(10), p. 1149–1175. Georeferenciada con la proyección cartográfica UTM-SAD69, Uso Horario 19, Hemisferio Norte Cuadro 3. Categorías de amenaza a los movimientos en masa desencadenados por la actividad sísmica

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Valor

Rango

Categoría de Amenaza

Color

1

≤2

Muy baja

Azul

2

2-4

Baja

Verde

3

4-6

Media

Amarillo

4

6-8

Alta

Naranja

5

8≥

Muy Alta

Rojo

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Metodología para la zonificación de la amenaza por movimientos en masa desencadenados por la sismicidad RESULTADOS Al observar el mapa generado (ver gráfico 11), se puede apreciar que existe un determinante predominio de la categoría Muy Alta, con una extensión de 90,21 Km2 lo que equivale a un 79,73 % del área total de estudio; seguida por la categoría de Alta amenaza que significativamente, es menor a la anterior con 17,94 Km2, lo que representa proporcionalmente un 15,85 %.

Gráfico 11. Mapa de amenazas por movimientos enmasa con la sismicidad como desencadenante. Generado por el SIG.

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Arismar Marcano En conjunto, estas dos unidades totalizan 108,15 Km2 (95,58 %); seguida de una estrecha franja de amenaza Media, que alcanza 4,195 Km2 (3,70 %) que se presenta como una zona transicional a las categorías de menor superficie de área como lo son las de Bajas y Muy Bajas amenazas, que en conjunto alcanzan 0,79 Km2 (0,7 %) del cuadrante de investigación, porque no se evidencia la menor unidad. Al calibrar el modelo, por medio de la superposición de la capa de deslizamientos sobre este mapa de amenazas a movimientos de remoción en masa por las acciones sísmicas, se mostró una total correspondencia con lo cartografiado, el 83,18 % de los deslizamientos se encuentran en la unidad definida como de Muy Alta amenaza; seguida por la unidad de Alta amenaza con el restante 16,32 %; ya que sólo 0,49 % de los deslizamientos se encuentran la zona de Media amenaza, que se definió en líneas anteriores como transicional; totalizando el 100 % de los deslizamientos. No se evidencia superficie de Muy Baja amenaza, y la categoría identificada como Baja, no presenta deslizamientos (ver gráfico 12). La distribución de la alta amenaza es muy homogénea, limitando prácticamente en las cuencas bajas, en el abanico aluvial de Caraballeda y en la parte final de los lechos de crecidas de las pequeñas quebradas como Quebrada Seca y Tanaguarena, así como el borde costero circundante a la quebrada El Tigrillo o el río Uría; donde se aprecia alta amenaza disminuyendo su intensidad en el área del cono. Es importante resaltar que el borde costero que se mantiene como de Muy Alta amenaza, se debe a la presencia del sistema de falla que se desplaza en dirección este- oeste y que en el área de trabajo se define como las zonas de fallas del Caribe.

CONCLUSIONES Las conclusiones están orientadas en dos grandes vertientes, por una parte, el ensayo metodológico “per se” y por otra parte, el mapa generado. En función del ensayo metodológico, el desarrollo de los SIG y la aplicación de la Técnica Compensatoria Aditiva del Método de las Jerarquías 174

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Metodología para la zonificación de la amenaza por movimientos en masa desencadenados por la sismicidad

Gráfico 12. Superposición del inventario de Movimientos en Masa con el mapa de amenazas generado por el SIG.

Analíticas (MJA) de la Evaluación Multicriterios (EMC), con la finalidad de asignar pesos ponderados a las variables y unidades de las variables, permitió la optimización y mayor objetividad en el peso de las misma, en este caso concreto, en coherencia con lo planteado por los fundamentos teóricos, la geología de superficie y la pendiente, son las variables funda mentales para generar amenaza por movimientos en masa activados por la sismicidad. Así mismo, se necesita mayor y mejor plataforma de información en cuanto a: (a) inventarios de movimientos de remoción en masa, que perRevista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Arismar Marcano mitan su clasificación; (b) el desarrollo de mapas de microzonificación sísmica para tener datos reales, y generar nuevas aproximaciones a mapas de amenazas considerando los sismos como desencadenantes o por otra parte, mejorar la metodología para las aproximaciones sin la necesidad de desarrollar las microzonificaciones. El mapa generado, propicia diversas afirmaciones e inferencias, de las cuales se hará mención de las siguientes: (a) el área de trabajo es muy susceptible a desplazarse; (b) presenta muy alta probabilidad a removerse por la actividad sísmica, que además es un sistema activo de manera importante; (c) la mayor amenaza (que está catalogada como Muy Alta) y distribución de las remociones se encuentran potencialmente, en las áreas menos habitadas, que pertenecen o colindan con el Parque Nacional El Ávila, a excepción de la Parroquia Caraballeda, donde los Barrio San Julián, Corapal y Quebrada Seca, por señalar algunos ejemplos, se encuentran dentro de esta zonificación. Así mismo, toda la franja costera entre la Urbanización Tanaguarena y Carmen de Uría, que incluyen la faja donde está emplazada la carretera Caraballeda- Naiguatá, que es la principal vía de comunicación entre el litoral central y los “pueblos de la costa”; (d) Las importantes zonas urbanas residenciales y recreacionales, emplazadas en el abanico aluvial, como lo son: Urbanización y Balneario Camurí Chico, Los Corales, Palma Oeste y Palma Este, El Caribe, El Caraballeda Golf y Yatch Club, Urbanización y Conjunto Residencial Tanaguarena, por ejemplo, se encuentran en la zona de Alta amenaza a remoción por actividad sísmica. Esta apreciación, conlleva a la necesidad de generar planes de información, manejo y gestión del territorio y de los riesgos, eficaces y eficientes para producir alertas tempranas y minimizar la vulnerabilidad (en cuanto a conocimientos, poca precaución e invasiones de infraestructuras anteriormente afectadas) de las comunidades y así, disminuir sus potenciales riesgos.

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Metodología para la zonificación de la amenaza por movimientos en masa desencadenados por la sismicidad REFERENCIAS Audemard. F. (2000). Map and Database of Quaternary Faults and Folds in Venezuela and its Offshore Regions. USGS Open-File report 000018 [Página web]. USGS; open file reports ofr – 00-0018). [Consulta: 2015, marzo 26] Autoridad Única de Área para el Estado Vargas (AUAEV). Plan De Ordenamiento Y Reglamento De Uso Del Área De Protección Y Recuperación Ambiental Del Estado Vargas (Eje Arrecife-Los Caracas). (2005, Enero 21) Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, 5.758 (Extraordinario) Cárdenas, A. (2000). Análisis del fenómeno ocurrido en el litoral venezolano en diciembre de 1999. Revista Geográfica de Venezuela, 41(2), 273-280 Cartaya, S. (2005). Adaptación y aplicación de un modelo para el análisis espacial de la susceptibilidad a deslizamientos, empleando SIG, en la micro cuenca de drenaje de la quebrada Curucutí, Estado Vargas- Venezuela. Trabajo de ascenso no publicado. Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico de Caracas, Caracas, Venezuela FUNVISIS (2003) Treinta años de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (1972–2000) y la celebración de dos importantes eventos científicos. [Editorial]. Caracas, Venezuela: Revista Geográfica Venezolana, 44(2). 1-5 Genatios, C. y Lafuente, M. (2003) Lluvias torrenciales en Vargas, Venezuela, en diciembre de 1999. Protección Ambiental y Recuperación Urbana. [Artículo en línea]. Disponible en: http://www.scielo.org.ve/scielo. php?pid=S0376-00300204&script=sci_arttext. [Consulta: 2008, febrero 26] Gómez, M. y Barredo, J. (2005) Sistemas de Información Geográfica y Evaluación Multicriterio en la ordenación del territorio. Madrid, España: Ra-Ma. Imagen satelital LANDSAT TM+ de abril de 2000 Imagen satelital Ikonos TM+ de abril de 2000 Imagen satelital Spot 5 de 2007 Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Arismar Marcano Instituto Geográfico de Venezuela Simón Bolívar / Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales. (2002a). Proyecto Ávila, Mapa de Riesgos: Balance Morfodinámico, escala 1:25.000. Caracas, Venezuela: Autor Instituto Geográfico de Venezuela Simón Bolívar / Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales. (2002b). Proyecto Ávila, Mapa de Riesgos: Formas de Relieve, escala 1:25.000. Caracas, Venezuela: Autor Instituto Geográfico de Venezuela Simón Bolívar / Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales. (2002c). Proyecto Ávila, Mapa de Riesgos: Geología, escala 1:25.000. Caracas, Venezuela: Autor Instituto Geográfico de Venezuela Simón Bolívar / Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales. (2002d). Proyecto Ávila, Mapa de Riesgos: Hipsometría, escala 1:25.000. Caracas, Venezuela: Autor Instituto Geográfico de Venezuela Simón Bolívar / Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales. (2002e). Proyecto Ávila, Mapa de Riesgos: Pendientes, escala 1:25.000. Caracas, Venezuela: Autor Instituto Geográfico de Venezuela Simón Bolívar / Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales. (2002f). Proyecto Ávila, Mapa de Riesgos: Procesos Geomorfológicos, escala 1:25.000. Caracas, Venezuela: Autor Instituto Geográfico de Venezuela Simón Bolívar / Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales. (2002g). Proyecto Ávila, Mapa de Riesgos: Vegetación, escala 1:25.000. Caracas, Venezuela: Autor Lafuente, M. y Genatios, C. (2005, enero 12) Los desastres son sociales más que naturales Vargas, cinco años después. [Artículo en línea]. Disponible en: http://www.voltairenet.org/article123220.html. [Consulta: 2006, febrero 26] Ley de Geografía, Cartografía y Catastro Nacional. Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, 37.002, Julio 20, 2000 Marcucci, E. (2000). La formación de deltas como resultados de los flujos de Detritus ocurridos en diciembre de 1999 en Carmen de Uría y en Los Corales, Litoral Central de Venezuela [Documento en DC]. En Seminario Internacional Los Aludes Torrenciales de Diciembre 1999 en Venezuela: Seminario Internacional Los Aludes Torrenciales de Diciembre 1999 en Venezuela, Jornadas de Investigación de la Facultad 178

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Metodología para la zonificación de la amenaza por movimientos en masa desencadenados por la sismicidad de Ingeniería 2000. Caracas: Universidad Central de Venezuela, Facultad de Ingeniería, Instituto de Mecánica de Fluidos Ojeda, J., Castro, E., Valencia, A., Muñoz, F., y Fonseca, S. (2001). Evaluación de riesgos por fenómenos de remoción en masa: Guía metodológica. Santa Fé de Bogotá, Colombia: INGEOMINAS / Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca / Escuela Colombiana de Ingeniería Pacheco, G. (2002) Las iras de la Serranía. Lluvias torrenciales, avenidas y deslaves en las Cordillera de la Costa, Venezuela: un enfoque histórico. Caracas: Tropykos Roa, J. G. (2007). Estimación de áreas susceptibles a deslizamientos mediante datos e imágenes de satélites: Cuenca del río Mocoties, estado Mérida-Venezuela. Revista Geográfica Venezolana, 48(2), 183-219 Romero, M., Cragno, A., Schmitz, M. y Ambrosio (2006). Caracterización de suelos con métodos geofísicos en La Guaira, Macuto, Caraballeda y Tanaguarena, estado Vargas, Venezuela. Instituto de Materiales y Modelos Estructurales (IMME). 44(1).16-29 Saaty, T. (1990). Multicriteria Decision Making - The Analytic Hierarch Process (Volume I). N.Y. New York, USA: Mc Graw Hill Saaty, T. (2008). Decision making with the analytic hieracchy process. Int. J.Services Sciensces, 1(1). 83-98 Saha, Gupta y Arora (2002) GIS- based landslide Hazard zonation in the Bhagirathi (Ganga) Valley, Himalayas. Int. J. Remote Sensing, 23(2), 357-369 Saha, Arora, Gupta, Virdy y Csaplovics (2004) GIS-based route planning in landslide-prone areas. International Journal of Geographical Information Science 19(10), 1149–1175 Servicio Autónomo de Geografía y Cartografía Nacional. (1979). El Caribe, hoja 6847-IV- NE [Mapa Topográfico escala 1:25.000]. Caracas, Venezuela: Autor Servicio Autónomo de Geografía y Cartografía Nacional. (1979). Los Chorros, hoja 6847- IV-SE [Mapa Topográfico escala 1:25.000]. Caracas, Venezuela: Autor Servicio Autónomo de Geografía y Cartografía Nacional. (1979). Caracas, hoja 6847 [Mapa Topográfico escala 1:100.000]. Caracas, Venezuela: Autor Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 179


Arismar Marcano Servicio Autónomo de Geografía y Cartografía Nacional. (1995). El Caribe, hoja 6847-IV-NE [Ortofotomapa a escala 1:25.000]. Caracas, Venezuela: Autor Servicio Autónomo de Geografía y Cartografía Nacional. (1995). Los Chorros, hoja 6847-IV-SE [Ortofotomapa a escala 1:25.000]. Caracas, Venezuela: Autor Urbani, F. (2005) Síntesis de la nomenclatura de la unidades de rocas ígneas y metamórficas de la Cordillera de la Costa, Venezuela. Instituto de Materiales y Modelos Estructurales (IMME), 42(2) Vásquez, R. (s/f) Aporte de la red sismológica nacional en la evaluación de la amenaza sísmica de Venezuela. [Artículo en línea]. Disponible en http://opsu.sicht.ucv.ve/bvd/pdf/funvisis-raquel%20vasquez.pdf. [Consulta: 2010, febrero 26]

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El trabajo de Campo en Astronomía: Una experiencia didáctica para la formación docente en Ciencias de la Tierra

El Trabajo de Campo en Astronomía: Una experiencia didáctica para la formación docente en Ciencias de la Tierra The Field Work in Astronomy: A didactics experience for teacher training in Earth Sciences Freddy Oropeza foropeza7@gmail.com Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Instituto Pedagógico de Maturín “Antonio Lira Alcalá”, Venezuela. Articulo recibido en septiembre de 2015 y publicado en enero de 2016

RESUMEN La investigación presenta un conjunto de fundamentos sobre lo que debería ser el trabajo de campo en la enseñanza de la Astronomía como estrategia didáctica para apoyar el proceso de formación inicial de los docentes de Ciencias de la Tierra. De manera general, su objetivo es establecer los planteamientos pedagógicos y didácticos que sirvan como elementos de consulta en la enseñanza de la Astronomía; resaltando la descripción de los aportes teóricos que lo sustentan; la explicación del valor didáctico del trabajo de campo en Astronomía, y desarrollando una modalidad del trabajo de campo acorde a los temas que se plantean en el curso de Astronomía en la Especialidad de Ciencias de la Tierra, que permitan diseñar diversas propuestas didácticas aplicables en la Enseñanza y en la Didáctica de la Astronomía. Se considera una investigación exploratoria y de tipo documental. Palabras clave: Trabajo de campo; Astronomía; estrategias; didáctica; formación docente ABSTRACT The research presents a set of principles on what should be the field work in the teaching of Astronomy as a teaching strategy to support the process of initial training of teachers of Earth Sciences. In general, your goal is to establish educational and teaching approaches that serve as Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Freddy Oropeza query elements in the teaching of Astronomy; highlighting the description of the theoretical contributions that sustain it; explaining the educational value of field work in Astronomy, and developing a form of fieldwork according to the issues raised in the course of Astronomy in the specialty of Earth Sciences in order to design various educational proposals applicable in Teaching and the Teaching of Astronomy. It is considered an exploratory and documentary research. Key words: Field Work; Astronomy; strategies; didactic; teacher training

INTRODUCCIÓN El trabajo de campo es una estrategia esencial y de importancia en el área de la didáctica, y en especial en la didáctica de las Ciencias de la Tierra. Las salidas a campo abierto han significado un enriquecimiento académico que lleva a la reflexión de que al enseñar también se aprende. En otras palabras, el trabajo de campo encierra un gran valor pedagógico bidireccional. Diversas ciencias, como la Biología, que forma parte de las Ciencias Naturales, o la Geología, la Geografía, las Ciencias Ambientales y los estudios marinos, consideran el trabajo de campo como una de las formas más valiosas de la enseñanza y el aprendizaje. No menos puede suceder en el caso de la Enseñanza de la Astronomía, donde el observar los objetos y procesos que se suceden en la esfera celeste, ya sea diurno o nocturno, constituye un paso fundamental para los docentes en cuanto a la comprensión de esos fenómenos y que a su vez, esa comprensión les facilite desarrollar didácticas específicas para los distintos niveles de su práctica profesional. Dicho lo anterior, el trabajo de campo como experiencia didáctica es una necesidad para el curso de Astronomía en la Especialidad de Ciencias de la Tierra del Instituto Pedagógico de Maturín. En tal sentido, el acudir a espacios abiertos a fin de apreciar la esfera celeste y aplicar los conocimientos teóricos adquiridos en el proceso de 182

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El trabajo de Campo en Astronomía: Una experiencia didáctica para la formación docente en Ciencias de la Tierra enseñanza y aprendizaje mediante el contacto directo con el objeto de investigación es lo que se denomina, según García (1999) estudiar el “lugar propio” in situ y acercarse a los lugares cotidianos con una nueva mirada. Por estas razones, cuantas más salidas de campo se puedan realizar, mayor es la comprensión por parte de los estudiantes, de las características del espacio local. Pero para que las salidas de campo faciliten efectivamente la comprensión de los docentes en formación inicial, deben ser convenientemente preparadas y enmarcadas en un plan de enseñanza que les otorgue sentido y contribuya a dar significado a las actividades que se llevarán a cabo. Por lo tanto, este tipo de experiencia didáctica tiene la necesidad de incorporarse como ayuda al aprendizaje y de ser una estrategia de formación inicial de los docentes que permitan cumplir con el compromiso de formar individuos para la vida, con dimensión ecológica. Los trabajos de campo tienen como finalidad poner en contacto a sus investigadores con un ambiente determinado que le permitan explorar características generales del mismo, así como extraer información y datos de la realidad estudiada mediante la observación sistemática del ambiente en el cual se actúa. Los trabajos de campo como experiencias didácticas se atribuyen a Juan Jacobo Rousseau (1712-1778), quien a través de su obra: “Emilio o la Educación” (Émile: or, en la educación, en francés), publicada en 1762, cimienta el camino del estudio de la Naturaleza como una fuente auténtica y llena de recursos y ejemplos didácticos. Citando su obra, Rousseau establece: Haced que vuestro alumno se halle atento a los fenómenos de la naturaleza, y en breve le haréis curioso; pero si queréis sostener su curiosidad, no os déis prisa a satisfacerla. Poned a su alcance las cuestiones, y dejad que él las resuelva. No sepa nada porque se lo hayáis dicho, sino porque lo haya él mismo; invente la ciencia y no la aprenda. Si en su entendimiento sustuís una vez sola la autoridad a la razón, no discurrirá más y jugará con él la opinión ajena. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Freddy Oropeza Queréis enseñar la geografía a ese niño, y le vais a buscar globos, esferas y mapas: ¡Cuánta máquina! ¿Para qué todas estas representaciones? ¿Por qué no comenzáis enseñándole el objeto mismo, para que, a lo menos sepa de lo que se trata? (pp. 208-209). Además, Rousseau en su obra le otorga importancia al fenómeno astronómico del ocaso y del alba, lo que indica un asomo al trabajo de campo en la astronomía en su época. Luego de Rousseau, siguió Pestalozzi (1746-1827), quien fue considerado como el precursor de los nuevos métodos, y como tal sus enseñanzas de Geografía y de Historia las realizaba de forma directa en el campo y no en las aulas. Muchos son los investigadores de la educación que difunden el uso de las clases al aire libre, las excursiones, la observación directa, entre otras. Gracias a toda esta gama de experiencias didácticas, ya para el primer tercio del Siglo XX, se tiene constituido el esquema metodológico del trabajo de campo. Los trabajos de campo ofrecen una experiencia educativa intensa, que pudiera considerarse excepcional, con beneficios académicos muy pertinentes, como el aprender haciendo, y beneficios sociales por toda la interacción humana que en este campo ofrece a quienes lo realizan. Por consiguiente, la educación como instrumento de cambio para la adquisición de competencias requeridas para el docente en formación, los esfuerzos de la universidad y en especial el de los docentes formadores debe estar dirigido a aproximar a los estudiantes al saber, a la responsabilidad de establecerse objetivos claros y definidos que le brinden la oportunidad de transformar su realidad social y mejorar la calidad de vida a través de estrategias que le permitan palpar su contexto inmediato, su convivencia cotidiana. A tales efectos, y en concordancia con lo expresado surgen las siguientes inquietudes: ¿Cuáles serían los aportes teóricos que sustentan el trabajo de campo en astronomía como experiencia didáctica para apoyar el 184

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El trabajo de Campo en Astronomía: Una experiencia didáctica para la formación docente en Ciencias de la Tierra proceso de formación inicial de los docentes de Ciencias de la Tierra?; ¿Cuál es el valor didáctico del trabajo de campo en Astronomía?; ¿Cuál modalidad de trabajo de campo en Astronomía se estructuraría?

MÉTODO La investigación se origina de aplicación de estrategias y/o experiencias de aprendizajes en el campo con la participación de veinte y dos (22) estudiantes, cursantes del semestre 2011-II en la asignatura Astronomía, quienes junto al docente realizaban por primera vez un trabajo de campo en Astronomía. Como característica resaltante se estableció que todos hayan realizado el trabajo de campo propuesto y expresaran su opinión acerca si esta estrategia revestía de importancia o no para su aprendizaje. Es necesario destacar, que esta investigación no reviste del carácter experimental, porque no se realizaron manipulaciones premeditadas. En el área escogida, una finca al sur del estado Monagas, aproximadamente unos cincuenta kilómetros (50 km) del Instituto Pedagógico de Maturín. Se contó con un área excelente de observación, casi unos 180º de la cúpula celeste y con poca contaminación lumínica. Además, se tenía el sitio para pernocta que contaba con amplios pasillos para colgar las hamacas y colocar los sacos de dormir, con baño, luz eléctrica y cocina. Una vez iniciada la práctica, en ella se usaron registros anecdóticos, bajo la técnica de observación no participante, más la entrevista colectiva informal no estructurada durante la realización del trabajo de campo. Esto implicó elaborar preguntas abiertas a fin de extraer las opiniones de los estudiantes asistentes a la actividad. De acuerdo a lo planteado en los criterios metodológicos, y aplicados los instrumentos de recolección de datos, así como la observación directa no participante, el investigador obtuvo como respuesta de los sujetos de Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Freddy Oropeza estudio la construcción de aprendizajes significativos en cada una de las estrategias didácticas desarrolladas. Esos aprendizajes significativos pudieron ser graduales, pero con la seguridad de ser permanente, ya sea de forma consciente o no. Cabe agregar, que el entusiasmo reflejado en las discusiones socializadas establecidas en el cronograma de actividades del trabajo de campo motivó al investigador a plantear el diseño de un instructivo que sirva de orientación para situaciones futuras en trabajos de campo en el curso de Astronomía y buscar, con mayor seguridad, que esos aprendizajes sean exitosos. Y, esto sólo se puede lograr si las estrategias didácticas han sido planificadas con antelación. Además, las salidas al campo debe implicar el logro de una mutua interacción entre el entorno natural y el entorno preconceptual (entorno social) de quienes aprenden. Los estudiantes, como sujetos de estudio, y realizadores de las actividades didácticas planificadas por el docente percibieron el cielo y su diversidad a través de: los objetos (planetas, estrellas, satélites artificiales, meteoros, entre otros); procesos, entre los que se incluyen: cambio de posición o movimiento aparente; lejanía y cercanía; transcurso del tiempo; aparición y ocultamiento, entre otros. Todo lo anterior es quizás una de las experiencias vitales que permiten profundizar la toma de conciencia de lo efímero de la existencia del ser humano y el pequeño lugar en el Universo que ocupa (ecoplanetario). La aplicación de un instrumento denominado Guía del Trabajo de Campo, se fundamentó en la experiencia del investigador y logró obtener la siguiente premisa: el docente investigador debe ser responsable en concientizar lo mucho que se dinamiza en cada acción de enseñanza-aprendizaje. Para finalizar este aparte y tomando en cuenta las consideraciones anteriores se obtiene como resultado el proponer las acciones, las estra186

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El trabajo de Campo en Astronomía: Una experiencia didáctica para la formación docente en Ciencias de la Tierra tegias, objetivos y requerimientos que permitan diseñar una modalidad o instructivo del trabajo de campo acorde a los temas que se plantean en el curso de Astronomía del Pensum de la Especialidad de Ciencias de la Tierra. La Astronomía en el contexto de la especialidad de Ciencias de la Tierra en el Instituto Pedagógico de Maturín La Especialidad de Ciencias de la Tierra es una de las catorce Especialidades que integra el área académica de pregrado del Instituto Pedagógico de Maturín “Antonio Lira Alcalá” e inicia sus labores académicas en este instituto a partir del semestre 2007- I gracias a un estudio de factibilidad realizado en julio de 2005 por profesores especialistas en el área, y que es elevado a las autoridades de la UPEL a través de la Unidad de Currículo para su aprobación. Entre los documentos utilizados en el estudio de factibilidad está el diseño curricular vigente, el cual se fundamenta en el utilizado por el Instituto Pedagógico de Caracas (IPC). Es necesario destacar, que sólo dos institutos pedagógicos de la UPEL ofrecen la carrera de Profesor en Ciencias de la Tierra; uno, el IPC, cuya creación data desde el año 1973, y el IPMALA desde el 2007 como se comentó anteriormente. Las Ciencias de la Tierra, también denominada Geociencias, es la aplicación de una serie de disciplinas que tienen como propósito estudiar la estructura interna y superficial (morfología), la evolución y la dinámica del planeta Tierra. Se podría decir, que es un caso particular de las ciencias planetarias. Por ser un caso particular en ese sentido, las Ciencias de la Tierra se convierte en una rama de la Ciencia Astronómica. Actualmente las Ciencias de la Tierra adquieren gran importancia, ya que a través de ellas se puede conocer, entender y apreciar lo complejo que es la Tierra como sistema. Es por eso que esta ciencia se encuentra incluida en el currículo que desarrolla el Subsistema de Educación Básica, siendo una asignatura obligatoria del nivel de Educación Media General, específicamente quinto año. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Freddy Oropeza Lo anterior justifica la formación de profesores especializados en Ciencias de la Tierra, y es por eso que el IPMALA creó la Especialidad para atender el oriente del país (Anzoátegui, Bolívar, Delta Amacuro, Nueva Esparta y Monagas), con profesionales de la docencia capacitados en esta área. Según el documento que establece el Perfil Profesional del Egresado de la Especialidad de Ciencias de la Tierra son muchas las competencias que debe dominar, pero para efectos de esta investigación se citarán aquellas que tienen relevancia para el desarrollo del trabajo de campo: • Conoce los principios básicos y leyes fundamentales de la ciencia y aplicarlos al estudio de las Ciencias de la Tierra. • Adquiere los conocimientos teóricos y prácticos relacionados con las Ciencias de la Tierra. • Enfatiza en el carácter interdisciplinario e integral de las Ciencias de la Tierra. • Organiza y aplica estrategias de enseñanza y aprendizaje que faciliten la adquisición de conceptos, principios básicos y leyes de las Ciencias de la Tierra en el nivel de Educación Media General, ya sea en el aula, laboratorio o en el campo. • Planifica la instrucción de los contenidos de las Ciencias de la Tierra en función del nivel cognitivo de los educando según los Programas oficiales. Para lograr el perfil profesional del egresado, éste debe cursar una serie de cursos que están distribuidos por semestre. Esta distribución es lo que se denomina Plan de Estudio de la Especialidad de Ciencias de la Tierra. Del cuadro 1 se hace la extracción de las asignaturas que integran el Componente Especializado, tal como se muestra en el cuadro 2. Este componente, en combinación con los componentes General y Pedagógico tienen la finalidad de generar competencias en el egresado de esta especialidad.

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El trabajo de Campo en Astronomía: Una experiencia didáctica para la formación docente en Ciencias de la Tierra Esas competencias son: • En el rol de Facilitador: • Emplear, conceptual y operativamente, los principios básicos y leyes en la enseñanza de las Ciencias de la Tierra. • Aplicar técnicas y organizar la información bibliográfica relacionada con las Ciencias de la Tierra. • Seleccionar, organizar y aplicar diferentes estrategias de instrucción para incrementar la calidad y eficiencia del proceso enseñanzaaprendizaje de las Ciencias de la Tierra. • En el rol de Investigador: • Promover la investigación en el campo de las Ciencias de la Tierra y en su enseñanza. • En el rol de Planificador: • Diseñar planes de instrucción atendiendo a la estructura de las de las Ciencias de la Tierra, al desarrollo cognoscitivo del educando y a los recursos disponibles. • Elaborar instrumentos de control y evaluación de los aprendizajes en Ciencias de la Tierra. • En el rol de Promotor Social: • Utilizar los vínculos entre la ciencia, la tecnología y la sociedad para actuar como agente de cambio social de su entorno, incorporando a la comunidad escolar en programas y actividades tendientes a mejorar la calidad de vida. • Fomentar el aprecio y respeto hacia la naturaleza durante el trabajo práctico experimental (trabajos de campo) en el ambiente.

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Freddy Oropeza Cuadro 1. Plan de estudio de la Especialidad de Ciencias de la Tierra.

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Datos tomados de la web http://www.ipm.upel. edu.ve/documentospdf/plan_cienciadelatirra.pdf

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Freddy Oropeza Cuadro 2. Cursos que Integran el Componente de Formación Especializada en la Especialidad de Ciencias de la Tierra Curso

Código

Semestre

UC

Prelación

Introducción al Cálculo

TIC513

I

3

S/P

Fundamentos de Química

TFQ513

I

3

S/P

Cálculo Diferencial

TCD523

II

3

S/P

Física Básica

TFB523

II

3

TIC513

Hidrósfera

THI533

III

3

TFB523

Geología General

TGG533

III

3

TFQ513

Estadística Aplicada a Ciencias de la T.

TEA543

IV

3

TCD523

Astronomía

TAS543

IV

3

TFB523

Cartografía y Fotogrametría

TCF553

V

3

TAS543

Climatología Física

TCL553

V

3

TFB523

Geomorfología

TGE553

V

3

TGG533

Geología Estructural

TES563

VI

3

TCF553

Geoquímica

TGQ563

VI

3

TCL553/ TGE553

Introducción a la Pedología

TIP573

VII

3

TGQ563

Optativo de Integración Geología Ambiental Ambientes Sedimentarios Epistemología Didáctica de las Ciencias Hidrografía

TIG373 TIA373 TIE373 TIH373

VII

3

Geología de Venezuela

TGV583

VIII

3

Cartografía Aplicada

TCA584

VIII

4

TES563

Ordenamiento Territorial

TOT594

IX

4

TGV583/ TCA584

IX

3

Optativo Profundización I Aguas Naturales Geología de Campo Introducción a los Sistemas de Información Geográfico

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TPA393 TPG393 TPI393

TGE553 TGE553 XPE323 THI533/ TCF553 TES563/ TIP573

TGG533/ THI533 TCF553 TCA584

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El trabajo de Campo en Astronomía: Una experiencia didáctica para la formación docente en Ciencias de la Tierra Curso Proyecto de Ciencias de la Tierra Optativo Profundización I Astrofísica Mineralogía y Petrografía

Código

Semestre

UC

Prelación

TPC604

X

4

TOT594

X

3

TPA303 TPM303

TAS543 TGG533

De todas las asignaturas mostradas en el cuadro 2, las únicas que no realizan trabajo de campo, como estrategia didáctica, son Introducción al Cálculo, Cálculo Diferencial, Estadística Aplicada a las Ciencias de la Tierra, Astronomía, Climatología Física, Ordenamiento Territorial y Epistemología Didáctica de las Ciencias; lo que representa un 25,95% del total de cursos. Esta aseveración se hace en función a la revisión de los objetivos, contenidos y estrategias planteadas para cada una de ellas Mención especial merece el curso Geología de Campo, el cual es de carácter práctico y que busca que los docentes en formación inicial logren adiestrarse en el uso de los instrumentos básicos (brújula del geólogo, clisímetro, lupa del geólogo, cintas métricas, estereoscopio, planímetro, escalímetro y curvímetro) más comunes para la elaboración de mapas, perfiles geológicos y columnas estratigráficas. Por lo tanto debe conocer cómo tomar los datos en el campo. Las Ciencias de la Tierra es un área eminentemente práctica que enfatiza en estrategias didácticas para conocer el entorno (medio), extraer de él los datos que permitan analizarlos para generar conocimiento y nueva forma de ver a la Tierra.

RESULTADOS El trabajo de campo en Astronomía se considera una estrategia didáctica desde la cual se promueve la comprensión del individuo-Tierra-Universo. Es la manera vivencial y placentera de asimilar, comprender e interpretar el cielo, los planetas, estrellas y demás cuerpos celestes. Es una Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Freddy Oropeza forma didáctica de construir conocimiento sobre un fenómeno o evento astronómico. Además, adecua el conocimiento concreto sobre el medio celeste, ya que impulsa a la descripción cualitativa y sistemática de los fenómenos, para luego ir hacia los aspectos científicos. Igualmente estimula el trabajo investigativo, puesto que el estudiante combina lo teórico con lo práctico en el lugar elegido, y se apodera conceptualmente de los temas o problemas que van a analizar durante la salida. En otras palabras, durante el trabajo de campo se confronta la teoría con la práctica, se corroboran los conceptos y se construyen otros, he allí su esencia interdisciplinaria. En la salida pedagógica el problema se puede abordar desde diferentes aspectos, bajo la perspectiva de las diferentes ciencias para lograr una aproximación y comprensión del fenómeno o hecho a estudiar. Sumado a lo anterior, es la oportunidad de relacionar el conocimiento cotidiano con el conocimiento académico y científico e invita a preguntarse por el lugar que se ocupa en el Universo, a la vez que se logra la socialización del conocimiento en el grupo. Es una invitación a la sensibilización del estudiante hacia el ambiente, mejorando la dimensión ecológica de su ser. Por supuesto, que desde el punto de vista de la enseñanza, ésta se dinamiza con la implementación de diferentes métodos a la vez que rompe la monotonía de la clase en el aula, disfrutando y recreándose a la vez que aprende. En opinión expresada por un experto en Didáctica de la Astronomía:

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El trabajo de campo (entendiéndose por eso la observación de objetos y procesos en el cielo real) es de esencial importancia para la Didáctica de la Astronomía. Ninguna simulación por computadora, ninguna maqueta o dispositivo concreto, ningún esquema en un pizarrón bidimensional, reemplazan a la vivencia del cielo real, de sentir cómo es pasar el tiempo, de día o de noche, observando cambios en los objetos del cielo, sintiendo el paso del tiempo, compartiendo con otros el esfuerzo del frío y del esfuerzo. La formalización teórica, las representaciones, las sistematizaciones de lo trabajado en contacto con el cielo, debieran ser, a mi criterio, instancias que Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016


El trabajo de Campo en Astronomía: Una experiencia didáctica para la formación docente en Ciencias de la Tierra se apoyen y profundicen lo vivencial, y no como es habitual la única estrategia o forma de enseñanza y pretendida forma de aprendizaje de la Astronomía (Entrevista Néstor Camino, Argentina). Hacia la construcción de una modalidad del trabajo de campo como estrategia didáctica en Astronomía Tomando en consideración los elementos contextuales descritos en los apartes precedentes, se contempla la modalidad y la planificación del trabajo de campo en Astronomía. Es el proceso de creación y desarrollo para producir una experiencia didáctica enriquecedora del conocimiento. Cada trabajo de campo posee objetivos particulares, por lo tanto no se puede planificar un trabajo de campo para Astronomía igual a uno de Geología, sin embargo, si pueden existir elementos comunes entre ambas áreas de conocimiento. Para la Astronomía esta actividad de salida al campo constituye el momento de la búsqueda de información, así como el desarrollo del sentido crítico que permita resolver la oposición teoría-práctica por medio de la acción, como actividad que emerge desde la teoría que en virtud de la autorreflexión modifica la base de los conocimientos, sustenta y somete a revisión permanente el saber hacer (Documento Base UPEL, 2011, p.19). Este es un tipo de actividad didáctica fundamental, debido a que muchos contextos no pueden ser reproducidos dentro de un aula sin perder su complejidad y singularidad, ¿Cómo apreciar la bóveda celeste? ¿Cómo identificar las estrellas y describir su movimiento aparente? Ir al campo permite a los estudiantes y docentes observar científicamente y, fuera de la rutina, los contextos cotidianos del cielo vespertino y nocturno con la curiosidad de tener un contacto con lugares poco conocidos. En todo caso, cuando se dispone a la planificación del trabajo de campo es recomendable tener presente una serie de fundamentos que proporcionarán el éxito esperado. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Freddy Oropeza En primer lugar, esta actividad debe estar inserta en el Plan de Evaluación que se establece al inicio de cada semestre, y su realización efectiva queda al final del periodo lectivo, una vez que se han abordado los diferentes temas que conforman las unidades didácticas de la asignatura. Es recomendable, por lo menos con dos semanas de antelación realizar un viaje previo de reconocimiento de campo por parte del docente y, de ser posible ir acompañado de un reducido grupo de estudiantes. Una vez realizado el reconocimiento, se debe elaborar un “Instructivo General de Trabajo de Campo”, por escrito, especificando los siguientes aspectos: 1. Área o región geográfica a visitar. 2. Tiempo de duración (horas, días, o semanas). 3. Recorrido (desde el punto de concentración, ruta para llegar al sitio, y retorno). 4. Actividades a desarrollar. 5. Evaluaciones. 6. Lugar de hospedaje (si es necesario). 7. Recursos humanos. 8. Materiales (instrumental de campo). Los instructivos del trabajo de campo aplicables al curso de Astronomía Sobre la base de las consideraciones anteriores deben elaborarse dos modalidades de Instructivos de Trabajo de Campo aplicables al Curso de Astronomía. El primero de ellos, se denominará “Instructivo del Trabajo de Campo: Guía del Profesor”, el cual será más específico y hará referencia y énfasis en cada una de las estrategias didácticas a desarrollar. El segundo instructivo, titulado “Instructivo General de Trabajo de Campo”, se presentará a la Unidad Administrativa de la Institución; y en él se mostrarán todos los aspectos generales sobre esta estrategia de enseñanza. A continuación se presentan las estructuras de ambos instructivos. 196

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El trabajo de Campo en Astronomía: Una experiencia didáctica para la formación docente en Ciencias de la Tierra Instructivo trabajo de campo en Astronomía: guía del profesor 1. Tipo: Campamento 2. Lugar objeto de la visita: (el que se seleccione. Sin embargo se sugiere que esté lejos de las luces artificiales y que posea un gran campo de visión) 3. Objetivos: a. Actitudinales: • Favorecer la formación integral del estudiante impulsando la actitud investigadora, rigurosa y abierta frente a los fenómenos astronómicos observados. • Generar la reflexión y el análisis crítico de los fenómenos observados en contraste con los modelos teóricos. • Estimular el trabajo en equipo, fomentando los valores de tolerancia, solidaridad y respeto. b. Procedimentales: • Fomentar la interdisciplinariedad en el estudiante que lo induzca a una concepción metodológica integradora de conocimientos. c. Conceptuales: • Establecer la relación individuo-Tierra-Universo a través de una visión topocéntrica. • Despertar el interés por la ciencia al reflexionar sobre la aplicación de su método en los procesos de investigación del Universo. 4. Materiales a llevar: a. Planisferio. b. Linterna. c. Telescopio. d. Brújula. e. Cámara fotográfica f. Información sobre condiciones meteorológicas g. Ropa adecuada (Jeans y sweater y/o abrigo.) h. Cuaderno de anotaciones y lápiz. i. Reglas. Compás y transportador. j. Bibliografía o documentos referenciales. k. Video beam. l. Laptop. m. Extensiones eléctricas n. Maletín de primeros auxilios o. Hamacas y/o sacos de dormir p. Lista de asistencia. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Freddy Oropeza 5. Actividades a realizar: a. Reconocimiento del Lugar (1 hora) • Inicio: 04:00 pm • Final: 05:00 pm • Objetivo(s): - Reconocer la Esfera Celeste y sus elementos, comprendiendo la importancia de la orientación estelar y el uso de instrumentos de observación astronómica. - Observar los cuerpos celestes y constelaciones visibles al momento del atardecer. Cambio de Posición del Sol u ocaso (transición día-noche). • Actividades: - Describir el lugar de observación - Establecer los puntos cardinales para la orientación estelar. Construcción de un dispositivo para ubicar los puntos cardinales. - Determinar el campo de visión (Panorama de la esfera celeste). Ubicación del Polo Norte Celeste. Barreras que impidan observaciones (Descripción). Ocaso: Condiciones del cielo (Visibilidad, contaminación lumínica. Aplicación de parámetros de contaminación). - Determinación del Norte Geográfico y el Polo Norte Magnético. Uso de Brújula. - Establecer la Meridiana del lugar. - Explicación del Uso de Telescopios. - Discusión socializada. b. Primera Observación (1 hora) • Inicio: 06:00 pm • Final: 07:00 pm • Objetivo(s): - Reconocer las constelaciones visibles para el momento de la observación astronómica. • Actividades: - Anotación de la Hora de la observación - Dibujar y describir el lugar escogido para la observación astronómica - (Qué se observa. Describir). - Uso del Planisferio. (Anotación de constelaciones que reconocen). - Descripción adicional de la observación: (Escoger un cuerpo celeste de referencia. Anotar la hora. Determinar la medida angular una hora después). 198

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El trabajo de Campo en Astronomía: Una experiencia didáctica para la formación docente en Ciencias de la Tierra - Uso de telescopios. Descripción de los objetos observados por el instrumento. c. Primera Sesión Académica (1 o 2 horas) • Inicio: 08:00 pm • Final: 10:00 pm • Objetivo(s): - Reflexionar sobre los objetos de estudios en las sesiones precedentes, y establecer posturas críticas sobre el papel integrador de la astronomía mostrando a la Tierra como un sistema no aislado que interactúa con su entorno. • Actividades: - Revisión de bibliografía (Los estudiantes deben contar con guías de lectura que trate sobre los temas indicados por el docente para posterior discusión y contrastación con la práctica a cielo abierto). - Lecturas seleccionadas producto de la revisión que serán discutidas a través de un conversatorio. - Establecer conclusiones sobre lo leído y que sea de pertinencia a lo experimentado en la hora de observación. d. Segunda Observación (1 hora) • Inicio: 10:30 pm • Final: 11:30 pm • Objetivo(s): - Reconocer las constelaciones visibles al momento de la observación y manejo del instrumento de observación astronómica (telescopio). • Actividades: - Anotar la hora de la observación - Descripción de las condiciones del lugar para el momento de la observación (Dibujar o tomar foto). - Uso del Planisferio (Anotación de constelaciones que se reconocen). - Descripción adicional de la observación (Comparar el cuerpo celeste escogido en la sección anterior y compare con su nueva posición. Escoger un nuevo cuerpo celeste como referencia (anotar la hora). Determinar la medida angular una hora después. - Reconocer y describir los planetas observables a simple vista y a través del telescopio. - Uso de telescopios. Descripción de los objetos observados por el instrumento (planetas, Luna, estrellas, nebulosas, cúmulos estelares y satélites artificiales). Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Freddy Oropeza e. Segunda Sesión Académica (1 o 2 horas) • Inicio: 12:00 m • Final: 02:00 am • Objetivo(s): - Apreciar que todo el conocimiento de las estrellas es adquirido a través de la observación, la cual ha evolucionado con la tecnología. • Actividades: - Proyección de Película “Las estrellas” (dado el caso que el sitio de visita no cuente con electricidad, previamente al trabajo de campo el docente habrá suministrado a los estudiantes la película para tomar notas de los aspectos que se relacionen con el trabajo de campo y discutirlos en esta sesión). - Discusión de ideas (cada estudiante hará una participación de acuerdo a sus reflexiones e interrogantes establecidas en torno a la película). - Lectura de material (si es necesario). - Explicación de: a) Cómo usar el programa astronómico Starry Night. b) Uso de los programas de Astronomía en los celulares (Sistema Android). - Discusión socializada de las TIC en Astronomía. f. Tercera Observación (1 o 3 horas) • Inicio: 02:30 am • Final: 05:30 am • Objetivo(s): - Observar los cuerpos celestes y constelaciones visibles al momento del amanecer. Cambio de Posición del Sol (transición noche-día). • Actividades: - Anotar la hora de la observación: - Descripción de las condiciones del lugar para el momento de la observación (Dibuje o tome foto). - Uso del Planisferio: (Anotación de constelaciones que reconocen). - Descripción adicional de la observación (escoja un cuerpo celeste de referencia. Anote la hora. Determine la medida angular una hora después). - Uso de telescopios. Descripción de los objetos observados por el instrumento. - Observación de meteoros. Realización del reporte en caso de detectarlos. - Otros (los que la dinámica ofrezca). 200

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El trabajo de Campo en Astronomía: Una experiencia didáctica para la formación docente en Ciencias de la Tierra Esta modalidad de Trabajo de Campo contempla un tiempo aproximado para su ejecución de diez a doce horas de trabajo, entre los cuales se hacen descansos para la cena y/o meriendas. Sin embargo, la camaradería y el compañerismo es un punto importante, ya que durante el tiempo de descanso las discusiones sobre lo inmediatamente realizado continua, lo cual es beneficioso en el aprendizaje del estudiante. Cada sesión, tanto de observación como académica, es planificada minuciosamente, contemplando ciertas actividades didácticas. En caso de que el lugar seleccionado para estas experiencias cuente con electricidad, el uso de video beam y laptop serán muy pertinentes, en el desarrollo de las horas académicas. Modelo de instructivo general del trabajo de campo aplicado al curso de Astronomía A continuación se hace una breve descripción del formato diseñado para presentarlo a la dependencia correspondiente, y que servirá de guía para la realización de la actividad. El formato (ver figura 1) lleva por nombre “Instructivo General del Trabajo de Campo. Reconocimiento de los Objetos Celestes y de fenómenos astronómicos a través de la Observación”. Se colocará inmediatamente después de este título el nombre del sitio en el cual se ejecutará la actividad.

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Freddy Oropeza

Figura 1. Modelo de Instructivo General de Trabajo de Campo.

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El trabajo de Campo en Astronomía: Una experiencia didáctica para la formación docente en Ciencias de la Tierra Las páginas siguientes describen de manera general y específica todo lo relacionado con este instructivo. Los aspectos establecidos para este instructivo están estructurados en: 1. Información General: a. Asignatura b. Nombre del Profesor Responsable c. Número de estudiantes d. Zona a visitar e. Tiempo de pernocta f. Fecha y hora de salida g. Fecha y hora de retorno 2. Itinerario 3. Ponderación de la actividad y objetivos. En otro aparte se detallará cronológicamente las actividades, pero sin especificar cada estrategia didáctica planificada. Al final del formato se establecen detalles adicionales, los recursos materiales con los que se deben contar y los recursos humanos que intervendrán; y, por último las recomendaciones generales. Un aspecto importante es que todo trabajo de campo realizado exige la elaboración escrita o informe escrito, de todas las actividades ejecutadas por los participantes. La presentación de este escrito puede ser inmediatamente después de culminado el trabajo de campo o posterior a éste. En cuanto a la evaluación, ésta será sistemática en procesos y actitudes mostrados en el desarrollo del trabajo de campo. Las intervenciones orales coherentes, bien estructuradas y pertinentes serán validadas por el docente en las sesiones de discusión y en pleno desarrollo de las actividades (sesiones de observación).

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Freddy Oropeza CONCLUSIONES El objetivo que se planteó consistió en establecer los planteamientos pedagógicos y didácticos del Trabajo de Campo en la Enseñanza de la Astronomía y es de resaltar que esos planteamientos se originaron producto del abordaje de una práctica, que fue planificada en un breve lapso de tiempo pero que se transformó en aproximadamente doce horas de salida de campo muy productivas. El planteamiento de una serie de actividades didácticas permitió canalizar los aspectos más importantes de la relación individuo-Tierra-Universo en el grupo de estudiantes participantes del curso de astronomía, en el semestre 2011-II. Pero también motivó a establecer una modalidad de lo que puede ser un trabajo de campo en el curso en cuestión. Esta modalidad, con una investigación de mayor profundidad, en el que se aborden las teorías pertinentes, puede tener como proyección el diseñar un “Manual Instruccional para realizar Trabajos de Campo en el Curso de Astronomía”. El trabajo de campo en astronomía permite, y bien lo indica Camino (2011): Comenzar a percibir el cielo y su diversidad (objetos y procesos, cambios y permanencias, lejanía y vecindad, eternidad e inmediatez, etc.) es quizás una de las experiencias vitales más profundas, que nos hacen tomar conciencia de nuestra efímera existencia y pequeño lugar en el Universo, revalorizando y fortaleciendo la belleza de lo que podemos generar, como individuos y como sociedad, al compartir con otros lo que vamos construyendo. Qué importante es la frase “compartir con otros lo que se va construyendo” porque eso fue lo que se evidenció en la interacción de los participantes más aún cuando la planificación didáctica conllevó a ese compartir. No cabe duda que la didáctica, y en este caso la didáctica de la astronomía es una disciplina que exige a los profesores investigadores el concientizar el proceso de reconstrucción y resignificación de los conocimientos, el cual se conoce como el principio básico del aprendizaje significativo establecido por David Ausubel. 204

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El trabajo de Campo en Astronomía: Una experiencia didáctica para la formación docente en Ciencias de la Tierra Para darle profundidad a los planteamientos pedagógicos y didácticos del Trabajo de Campo en la enseñanza de la Astronomía se tuvo que analizar la bibliografía relacionada y pertinente para precisar los fundamentos teóricos y metodológicos que le dan forma y sustento epistemológico. Por lo tanto, se indagó en aspectos teóricos de la astronomía y el trabajo de campo; la didáctica y su importancia en la orientación de los trabajos de campo; así como la contextualización y relevancia de las salidas de campo en la Especialidad de Ciencias de la Tierra del Instituto Pedagógico de Maturín. Producto de la planificación ejecutada para la realización del trabajo de campo de astronomía en el semestre 2011-II y con la investigación documental aplicada se precisó una modalidad para realizar trabajos de campo en Astronomía, que, si bien no es único, es susceptible de mejoras. Esta modalidad aborda aspectos importantes del curso de astronomía, que conllevan rigurosidad conceptual tanto para esta ciencia como en lo pedagógico y en lo didáctico. Para finalizar se hace énfasis en los siguientes dos puntos: 1. Es necesario formular, crear y construir experiencias didácticas que asuman el reto de proponer y organizar el aprendizaje, del docente en formación inicial, que promuevan la articulación y minimice la artificiosa separación entre la educación formal y la vida cotidiana. Es por ello que el trabajo de campo en astronomía establece el reconocimiento del valor didáctico de la experiencia, enmarcándola en el ámbito institucional, y validándola académicamente en el terreno educativo. 2. Las prácticas educativas (ver figura 2 y 3) deben promover e impulsar aprendizajes significativos sin importar el lugar donde se realicen. Los conocimientos impartidos en el aula son un paso importante en logro de una formación integral, pero el ampliar los límites de los contextos de aprendizaje a diferentes ámbitos hará que esa formación sea más concreta, pertinente, y vinculante con el ser, que tendrá trascendencia en la preparación profesional y en su desarrollo social y personal. Morín (1999) establece que cualquier conocimiento debe contextualizar su objeto para ser pertinente.

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Figura 2. Estudiantes realizando una de las actividades del trabajo de campo. Uso de telescopio.

Figura 3. Estudiantes utilizando el planisferio celeste. 206

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Potencialidades educativas de los materiales geológicos del Monumento Nacional “Panteón Nacional” (Caracas, Venezuela), para la enseñanza de la Geología

Potencialidades educativas de los materiales geológicos del Monumento Nacional “Panteón Nacional” (Caracas, Venezuela), para la enseñanza de la Geología Educational potentialities of the geological materials of “Panteón Nacional” National Monument (Caracas, Venezuela), for teaching of Geology Maryorie Sánchez flamboyams@gmail.com

Nathaly Labrador ldnc@hotmail.com

Andrea Alcántara abrahamalcantara_2010@hotmail.com

Ana Iztúriz anaizturiz@gmail.com Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Instituto Pedagógico de Caracas, Venezuela Articulo recibido en septiembre de 2015 y publicado en enero de 2016

RESUMEN Los monumentos arquitectónicos cada día cobran más importancia dado el reconocimiento por investigadores de las áreas de Ingeniería, Arquitectura y Ciencias de la Tierra. Hoy día son más los estudios que hacen énfasis en su valor educativo, y entre los países que los están impulsando se tienen a España, México, entre otros. Venezuela, recientemente está desarrollando algunas iniciativas que acercan al docente a considerar los escenarios urbanos como estrategias de enseñanza. Este trabajo busca reconocer las potencialidades educativas de los materiales geológicos presentes en la infraestructura interna del Monumento Nacional “Panteón Nacional”, para la enseñanza de la Geología. Fueron inventariados los recursos geológicos de la parte interna del monumento, vinculándose lo obtenido con los contenidos curriculares del Programa de Articulación Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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M. Sánchez, N. Labrador, A. Alcántara y A. Iztúriz para trazar un itinerario con 11 estaciones en las que se encontraron una variedad de mármoles así como de la presencia de travertinos que definieron la Ruta Geoeducativa. Palabras clave: Monumentos; Panteón Nacional; estrategia de enseñanza; enseñanza de la Geología; Ruta Geoeducativa ABSTRACT The architectural monuments every day become more important given the recognition by researchers of the Engineering, Architecture and Earth Sciences areas. Today are more the studies that make emphasizing its educational value, and between countries that are promoting they are taken to Spain, Mexico, among others. Venezuela is recently developing some initiatives that nearing the teacher to consider the urban scenarios as teaching strategies. The purpose of this study is to recognize the educational potentialities of geological materials present in the internal infrastructure of the “Panteón Nacional” National Monument for teaching of Geology. The geological resources available in the inside of the monument were inventoried, linking the obtained with the curricular contents of the Program Articulation. This for to map out an itinerary of 11 stations with a variety of marbles and travertine, that defined the Geo-Educational Route. Key words: Monuments; Panteón Nacional; teaching strategies; teaching of Geology; Geo-Educational Route

INTRODUCCIÓN Los ambientes urbanos poseen un valor incalculable en las actividades académicas de los diferentes niveles y modalidades de la educación, nosolo de Venezuela sino en cualquier parte del mundo. Tal afirmación cobra fuerza cuando se emprenden investigaciones como la que a continuación se ofrece y aun más cuando se revisa en fuentes primarias y se constata que ya en el área de educación se están desarrollando experiencias al respecto, con el propósito de explorar y dar a conocer las potencialidades que se derivan de este recurso. En este contexto las ciudades como parte de estos ambientes urbanos cuentan con una gama de posibilidades de las cuales los maestros y pro212

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Potencialidades educativas de los materiales geológicos del Monumento Nacional “Panteón Nacional” (Caracas, Venezuela), para la enseñanza de la Geología fesores podrían echar mano incluyéndolas en sus planes de clase. Entre la variedad de elementos se mencionan los parques, las plazas, los cementerios, los edificios de múltiples usos como hospitales y universidades por ejemplo, jardines botánicos, los monumentos naturales y arquitectónicos, entre otros. Dada la diversidad de trabas que presenta la planificación de actividades fuera del aula que en la mayoría de los casos resultan distantes en términos de localización, el entorno urbano próximo a las escuelas y planteles educativos se muestra como la alternativa que de manera interdisciplinar permite el aprendizaje significativo de los contenidos propuestos en los diseños curriculares. Cabe destacar que dada la naturaleza, este tipo de actividades didácticas debe verse acompañada por una serie de estrategias y entre la más característica esta el itinerario que se define como en “el recorrido que destaca diferentes puntos de parada o de interés en determinados elementos de valor patrimonial o cultural. Existen muchas tipologías de itinerarios entre los que se destacan los urbanos que centran su recorrido en una ciudad o en parte de ella” (Tonda, s/f, p.1). Venezuela, muy recientemente está desarrollando algunas iniciativas que acercan al docente a considerar los escenarios urbanos como una estrategia de aprendizaje. Bajo esta premisa, esta investigación tuvo como propósito reconocer las potencialidades educativas de los materiales geológicos presentes en la infraestructura interna del Monumento Nacional “Panteón Nacional”, para la enseñanza de las Ciencias de la Tierra. A nivel de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), pocas son las investigaciones en torno a la valoración de las rutas geoeducativas en ambientes urbanos por lo que este estudio hará un aporte significativo ya que la estrategia Trabajo de campo permea tanto al programa curricular de Ciencias de la Tierra de Media General, como a cada uno de los cursos de la especialidad de Ciencias de la Tierra e incluso al de Ciencias naturales de la misma universidad. Hay que hacer notar que la investigación tiene cabida ante la transformación del currículo que hoy viene desarrollando la UPEL dadas las Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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M. Sánchez, N. Labrador, A. Alcántara y A. Iztúriz directrices de los entes del estado, concatenada además con las transformaciones en los niveles de la educación que le anteceden, las cuales deben estar en consonancia con la dinámica de país en un contexto mundial y de planeta. El Panteón Nacional como área de estudio El Panteón Nacional representa un emblemático lugar que forma parte del acervo no solo histórico, sino también cultural de los venezolanos, ya que el mismo alberga piezas de altísimo valor patrimonial. Se encuentra enmarcado en un complejo cultural denominado Foro Libertador el cual es de fácil acceso ya que está ubicado en la zona Norte de la Ciudad específicamente entre las avenidas Norte y Oeste 13, en la parroquia Altagracia de Caracas. La edificación originaria era la iglesia de la Santísima Trinidad, construida en el siglo XVIII por el Alarife Juan Domingo Sacramento Infante la cual se vio destruida por el terremoto de 1812. En el 1853 se emprenden obras para su reconstrucción a cargo del Ing. José Gregorio Solano quien la adapta la edificación al estilo gótico, se encontraba en construcción cuando Guzmán Blanco la declara como Panteón Nacional ante un decreto presidencial en 1874. Para 1876 se trasladan los restos del Libertador, junto al grupo escultórico del artista Pietro Tenerani. Con motivo del centenario de la independencia el Arq. Alejandro Chataing remodela la fachada acentuando el estilo neogótico. Para el centenario del fallecimiento del Libertador, se encarga al Arquitecto Manuel Mujica Millán una nueva remodelación donde se le da la imagen externa que hoy conocemos (ver gráfico 1), la decoración de la parte interna le correspondió a Tito Salas en 1942 con grandes oleos en los plafones internos de las tres naves (central, derecha e izquierda) recreando la vida de Bolívar y su gesta libertaria. El mismo monumento representa a su vez un conjunto de monumentos que tienen por objetivo rememorar a personajes ilustres cuyas acciones dan cuenta de parte de la historia del país es el caso del cenotafio a Miranda y Sucre y monumentos a Urdaneta, Páez, Monagas, entre otras. 214

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Gráfico 1. Fachada principal del Monumento Nacional “Panteón Nacional”.

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M. Sánchez, N. Labrador, A. Alcántara y A. Iztúriz Es declarado como Monumento Nacional, el 21 de octubre de 2002 y en la actualidad exhibe una nueva intervención, la construcción del Mausoleo de El Libertador que implicó la restauración y la ampliación del Panteón Nacional para modificar la nave central que culminaba con el altar mayor donde se encontraba el sarcófago del Libertador Simón Bolívar. Conceptualización de los trabajos de campo como estrategia pedagógica y su importancia Las Ciencias de la Tierra se caracterizan por explicar los fenómenos que ocurren en el planeta, producto de su dinámica, empleando diversos métodos que requieren de tecnologías que le dan respuestas a las inquietudes e interrogantes relativas a la Tierra, de acuerdo a las necesidades y a los contextos en que se requieran. El método más genuino que emplean estas ciencias es el Campo, éste visto por un lado, como escenario natural donde ocurren los fenómenos y donde el investigador haya las evidencias y por otro el campo como estrategia pedagógica el cual es utilizado en el acto educativo con un plan estructurado para el cumplimiento de objetivos curriculares y con la finalidad de poner en contacto directo con el escenario natural tanto al alumno como al docente. Esto favorece los procesos de aprendizaje, reflexión, asimilación y comprensión más efectiva de aquellos contenidos abstractos que se trabajan desde el aula y que además están contenidos en los libros de texto. Al respecto, Montilla (2005) sostiene que los trabajos de campo son: ... estrategias didácticas valiosas y a pesar del inmenso avance de la ciencia y la tecnología actual, que ha introducido cambios significativos en los métodos de estudio de muchas disciplinas, este tipo de actividades tiene … más vigencia que nunca, por cuanto es la mejor manera de verificar en el terreno lo que teóricamente se expone en las aulas de clase (p. 188). Por otra parte, el campo permite el desarrollo de los principios y pilares de la educación el saber conocer, saber convivir y saber ser, enfoque 216

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Potencialidades educativas de los materiales geológicos del Monumento Nacional “Panteón Nacional” (Caracas, Venezuela), para la enseñanza de la Geología empleado en las actuales propuestas curriculares que se traducen en el trabajo por competencias. Por lo que, en el quehacer educativo el campo no deben estar ajeno al currículo y dentro de este marco Pedrinaci, y otros (1994), subrayan la importancia de que las salidas de campo se encuentran contextualizadas e integradas en el desenvolvimiento del currículo, lo que va ser en gran parte significativo para el estudiante. Sánchez (2000) expone que el considerar el campo como herramienta pedagógica favorece en el estudiante el desarrollo de los procesos propios de las Ciencias ya que lo considera como “… el lugar ideal para ejercitar el proceso de observación, para resolver problemas, así como el lugar y el momento ideal para reforzar los lazos afectivos, no solo con la naturaleza, sino con el grupo de trabajo” (p. 37). Instituciones como el Centro Nacional para el Mejoramiento de la Enseñanza de la Ciencia CENAMEC (1979) y el Ministerio de Educación ME (1990) así como investigadores preocupados por la materia tal como Compiani (1991) manejan un enfoque donde, tanto el estudiante como el docente ven en el ambiente la riqueza para generar inquietudes problematizadoras así como para resolver problemas. El último autor referido opina además, que el campo visto como generador de problemas a investigar representa “…, una óptima situación de enseñanza problematizadora y, también puede ser agente integrador de la Geología y otras Ciencias en la construcción de una visión englobadora de la naturaleza” (p.14). Por su parte y aplicado a otros contextos de la vida en lo que respecta al concepto de lo local que hoy más que nunca debe abrirse paso en la planificación de las clases y de manera interdisciplinar, Díaz y Gómez (2009) consideran que: …el trabajo de campo como estrategia metodológica permite el análisis de las transformaciones actuales generadas por el turismo en el mundo y en los lugares, poniendo hincapié en el análisis de las desigualdades en el acceso a determinados servicios y espacios turísticos, así como también la fragmentación social y territorial que resulta de ello (p. 29). Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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M. Sánchez, N. Labrador, A. Alcántara y A. Iztúriz Del Pozo (2013), destaca el valor intrínseco de lo que ofrece el entorno o contexto así como lo aprendido en campo y su aplicación en las actividades de la vida diaria, lo cual redunda en un aprendizaje significativo. El hecho de trabajar en un contexto determinado, el cual puede ser aprovechado para aprender de él, logra que el conocimiento que el alumno adquiere sea mayor y más significativo. Además, dicho aprendizaje consigue que los alumnos adquieran una serie de procedimientos y actitudes vinculados al campo científico que podrán ser empleados a su vez en más ámbitos de su vida. De esta manera, gracias al trabajo de campo, el alumno es capaz de establecer relaciones entre los contenidos que aprende y el contexto en el que se aprende (p. 9) Las argumentaciones anteriores aportan elementos que justifican la utilización de esta estrategia en el ámbito educativo así como que su presencia en el currículo sea fundamental, dadas las transformaciones de los currículos y de la adaptaciones a los desafíos de los nuevos tiempos donde además la dinámica del planeta pareciera estar más desafiante a la actuación del hombre y su interacción con el medio. La problemática de los trabajos de campo en la enseñanza de las Ciencias de la Tierra en Venezuela: organización, financiamiento y desarrollo Cada vez más la ausencia del trabajo de campo en las planificaciones de los aprendizajes en las áreas de Ciencias Naturales, Ciencias de la Tierra y Geografía, se hace más notorio sobretodo en los niveles de la Educación Básica y Media General. El problema se extiende al nivel universitario no en la misma media en cuanto a que las mismas cuentan con una partida presupuestaria, sin embargo la misma cada día es insuficiente para atender los diversos rubros que conlleva al desarrollo de la actividad. Son múltiples las razones que inciden en este hecho siendo de índole administrativo: a) Falta de asignación presupuestaria o deficiente para cubrir costos propios de la actividad. b) Para el caso de recolección de muestras se presentan casos en que no se cuenta con los equipos, he218

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Potencialidades educativas de los materiales geológicos del Monumento Nacional “Panteón Nacional” (Caracas, Venezuela), para la enseñanza de la Geología rramientas y material cartográfico y reactivos químicos fuera el caso. c) La no disponibilidad de unidades de transporte o en algunos casos insuficientes. d) Para el caso de estudiantes menores de edad se requiere de la permisología tanto de los padres y representantes como de las instancias educativas superiores al plantel. Un aspecto de carácter más social lo representan los problemas de inseguridad, ante los cuales los representantes y el mismo docente lo ven como la primera causa a la no realización de los mismos. Por otra parte, está la formación del docente, para nadie es un secreto que los docentes que imparten la asignatura del área de de las Ciencias de la Tierra en (EMDP) no son formados en esas áreas del conocimiento por lo que no cuentan con las destrezas para conducir las tareas propias del manejo del campo tanto para abordar conceptos, como para desarrollar en los estudiantes habilidades y destrezas en técnicas de muestreo, interpretación del entorno, localización geoespacial, entre otras. De esta manera pues, su presencia en las planificaciones de la asignatura de Ciencias de la Tierra en media general tiende a ser casi nulo. Al mismo tiempo la disposición, el compromiso, el interés, las ganas y el factor tiempo también juegan un rol importante en la planificación de dicha estrategia. En este contexto y respondiendo a las transformaciones de los currículos en los diferentes niveles y modalidades del sistema educativo venezolano y a nivel mundial, se hace necesario incentivar aun más el uso de la estrategia trabajo de campo en cualquier disciplina y desde cualquiera de los escenarios del ámbito educativo y hasta el profesional. En este sentido, se debe lograr a través del currículo una alfabetización en Ciencias de la Tierra y su importancia en cuanto a su trascendencia en la vida cotidiana del hombre en el planeta. Aprovechamiento de los espacios urbanos y monumentos para la enseñanza de las Ciencias de la Tierra La problemática antes señalada ha permitido en cierta forma volcarse al aprovechamiento de las bondades pedagógicas que poseen los espaRevista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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M. Sánchez, N. Labrador, A. Alcántara y A. Iztúriz cios urbanos a través de sus elementos arquitectónicos, paisajísticos y recreacionales. La ciudad, de acuerdo con Alderoqui y Villa (Citado por Llanos, 2010), se convierte en el contexto en el que se produce el proceso educativo; además, es un agente de este mismo proceso y de igual forma es un contenido (p. 52). Algunos países de Europa tales como España, Francia y Portugal vienen desde mediados del siglo pasado, realizando experiencias educativas donde los espacios urbanos se ven valorados y en donde se pretende resaltar los elementos naturales conjugando de manera bien significativa la valoración del patrimonio tanto natural como cultural e histórico de una nación y en algunos casos del mundo así como los aspectos ambientales. De igual manera y más recientemente son las experiencias publicadas por México, Colombia, Chile, Argentina e incluso Venezuela. Sin embargo, la utilización de la ciudad como un recurso didáctico, por parte de los docentes, ha sido escasa, de allí que, en la actualidad, el sentido de pertenencia de sus habitantes sea poco, el conocimiento y comprensión de su dinámica espacial, prácticamente escaso, la cultura ciudadana nula y el conocimiento de su geografía histórica insignificante. Dicho de otra forma, los estudiantes en particular y la ciudadanía en general, son prácticamente analfabetas geográficas. Por su parte, los monumentos o patrimonios arquitectónicos a pesar de pasar desapercibidos en la educación en las asignaturas científicas y de corte geográficas poseen un gran valor. Estos están definidos por El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios ICOMOS (1965), en el Artículo N° 1 de la Carta de Venecia 1964, como: La noción de monumento histórico comprende tanto la creación arquitectónica aislada, como el ambiente urbano o paisajístico que constituya el testimonio de una civilización particular, de una evolución significativa o de un acontecimiento histórico. Esta noción se aplica no solo a las grandes obras, sino también a las obras modestas que con el tiempo hayan adquirido un significado cultural (p. 1). 220

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Potencialidades educativas de los materiales geológicos del Monumento Nacional “Panteón Nacional” (Caracas, Venezuela), para la enseñanza de la Geología En virtud al reconocimiento dado por investigadores de las áreas de la ingeniería, arquitectura y las Ciencias de la Tierra e incluso la Geografía cada día los monumentos cobran más importancia. A finales del siglo pasado y ante la necesidad de incrementar la actividad turística en ciertas localidades de algunos países europeos surgieron algunos grupos interesados en realizar investigaciones y a generar itinerarios turísticos enfatizando el valor educativo que estos sitios ofrecen y entre los países que los están impulsando se tiene a España, Francia, México, Argentina, Colombia, entre otros. Algunos autores que dan cuenta de esto son Palacios (2013); Fort (2009); Pérez, Fort, Álvarez y Varas (2008); Gaitán y Cano (2012).

MÉTODO Se refiere a una investigación de campo dado que la misma consiste en “la recolección de datos directamente de los sujetos investigados, o de la realidad donde ocurren los hechos (datos primarios), sin manipular o controlar variables alguna, es decir, el investigador obtiene la información pero no altera las condiciones existentes (Arias, 2012 p. 26). En cuanto a nivel de investigación es descriptiva ya que según el mismo autor ésta caracteriza el hecho, fenómeno, individuo o grupo con el fin de establecer su estructura o comportamiento. Para el desarrollo de la investigación se realizaron tres visitas al campo. Una primera de carácter exploratoria y de aproximación al reconocimiento de las potencialidades en cuanto a la presencia de elementos geológicos. En una segunda visita se estructuraron los puntos o estaciones que conformaron la Ruta Geoeducativa del lugar. Finalmente, una tercera visita con el propósito de aplicar la matriz de observación N° 1 para realizar el inventario de recursos geológicos presentes en el Panteón Nacional a través de la observación directa y con la ayuda de lupas, registro en libreta de campo, diálogo con personal que labora en el sitio (guías), registro fotográfico y la ayuda de un experto en el área de geología. Como instrumentos de recolección de información se diseñaron cuatro matrices, Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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M. Sánchez, N. Labrador, A. Alcántara y A. Iztúriz la matriz 1 de tipo observación directa, tuvo por objeto inventariar los recursos geológicos presentes, la misma con cuatro variables: Estación, ubicación, material geológico y elementos arquitectónicos. Los criterios para la selección de los materiales fueron en función a las características distintivas que presentaba el grupo rocas más predominante encontrados en la infraestructura que fueron los mármoles, de manera tal de abordar en cada estación la mayor cantidad de materiales geológicos posibles incluyendo el grupo minoritario que incluyo minerales. Con la intención de evaluar el estado en que están los materiales terrestres encontrados en el interior del Panteón Nacional surge la matriz 2 con siete variables: Estación, Tipo de Material terrestre, Uso actual, Procedencia, Condiciones del material (natural o tratado), Facilidades de acceso para su identificación. Una tercera matriz que completa esta evaluación, se refiere a los Rasgos generales de las rocas identificadas, ésta abarca los aspectos: Estación, Tipo de roca, Nombre de la roca, Color, Minerales identificables, Rasgos estructurales y por último Presencia de fósiles. El diseño de la matriz 4 se refiere a un instrumento con cinco variables: Unidad, tema, contenidos programáticos, sugerencias metodológicas, sugerencias para la ruta y estaciones. En esta se cotejan o correlacionan los contenidos curriculares por unidad y por temas contemplados en el Programa de Articulación de Ciencias de la Tierra para el nivel de EMDP (en la actualidad Media General), con los elementos geológicos presentes en el Panteón Nacional en cada estación buscando la articulación de los mismos con la potencialidades que cada docente descubra en el itinerario. A partir de estas matrices surge la propuesta de la ruta Geoeducativa, la cual se diseño tomando como base el plano del Panteón elaborado por Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz (MPPRIJP). La ruta consistió de 11 estaciones: 5 en la nave izquierda (altar mayor hacia la entrada como punto de referencia) por la cual se inicia el recorrido, 2 en la nave central y 4 en la nave derecha.

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Potencialidades educativas de los materiales geológicos del Monumento Nacional “Panteón Nacional” (Caracas, Venezuela), para la enseñanza de la Geología RESULTADOS Uno de los aportes más significativos de esta investigación es el trazado de una ruta Geoeducativa (ver gráfico 2), en la misma se logra reconocer las potencialidades educativas que el Monumento Nacional Panteón Nacional posee en cada uno de los elementos arquitectónicos que decora su interior. Dichas potencialidades están enfocadas en los contenidos referidos a Geología y que están presentes en el Programa de Articulación. La ruta comprende un itinerario de 11 estaciones cuyo contenido arquitectónico de bellísimo atractivo y cargado de historia de nuestro país, permite el trabajo interdisciplinar en las escuelas, liceos y universidades venezolanas. Así en el cuadro 1, que resume el inventario de los elementos geológicos del recinto, se evidencia el uso de materiales terrestres para la elaboración del cien por ciento de los artículos que revisten y decoran la infraestructura interna del Panteón. El mayor porcentaje de la roca empleada es la metamórfica del tipo mármol, ésta de una amplia variedad como se pudo constatar.

Gráfico 2. Ruta Geoeducativa diseñada para el Monumento Nacional “Panteón Nacional”. Plano del Panteón Nacional, suministrado por el Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz (MPPRIJP).

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M. Sánchez, N. Labrador, A. Alcántara y A. Iztúriz Cuadro 1. Matriz del Inventario de los Materiales Geológicos que Constituyen la Infraestructura Interna y Elementos Arquitectónicos del Panteón Nacional Estación Ubicación Nombre del material geológico (roca o mineral)

Elementos arquitectónicos

1 Nave Izquierda Cuarcita Cenotafio del Gral Santiago Mariño Travertino Pared del fondo y base del cenotafio Mármol Piso y escaleras 2 Nave Izquierda Mármol Cenotafio del Dr. José María Vargas Travertino Pared del fondo y base Mármol Piso y escaleras 3 Nave Izquierda Mármol Cenotafio del Gral. Rafael Urdaneta Mármol Fondo de la pared en la parte baja es de mármol, con presencia de impresiones de fósiles 4 Nave Izquierda Mármol Cenotafio del Gral. José Félix Ribas es de mármol Mármol La base de la pared (rodapié) es de mármol color rojizo Mármol El marco de la placa es de mármol rojizo 5 Nave Izquierda Mármol Cenotafio del Gral. José Antonio Páez Pared del fondo con impresiones de fósiles de gran tamaño y variedad; el material geológico presenta coloraciones entre rosado y beige 6 Nave Central Mármol En el piso se observa un mosaico con diferentes tipos de mármoles, distinguidos por la variedad de colores 7 Nave Central Oro y plata Techo elaborado con papel de hojilla (Altar Mayor) de oro y plata (repujado) Sedimentos El material (ladrillo) con el que se elaboró el arco de la ventana, es de origen sedimentario. Mármol En el piso se observa un mosaico de diferentes tipos de mármoles, con colores variados 8 Nave Derecha Mármol Piso antiguo del Panteón Nacional, que muestra un mosaico de mármoles de colores blanco y gris oscuro

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Potencialidades educativas de los materiales geológicos del Monumento Nacional “Panteón Nacional” (Caracas, Venezuela), para la enseñanza de la Geología Estación Ubicación Nombre del material geológico (roca o mineral) 9 Nave Derecha Mármol 10 Nave Derecha Mármol 11 Nave Derecha Mármol

Elementos arquitectónicos

Cenotafio del Maestro Don Andrés Bello Frente al monumento simbólico de Don Andrés Bello, específicamente en la lápida (piso) con la inscripción del nombre del Gral. Rafael María Baralt, el mármol presenta características particulares Ofrenda a Guaicaipuro, cuya base es de mármol blanco

El cuadro 2 revela que los materiales terrestres encontrados dentro del panteón exhiben diversos usos entre estos: en pisos paredes, escaleras, bases de monumentos, como ornamento y en los cenotafios dispuestos en el lugar. En cuanto a la proveniencia de estos materiales son importados de Europa, específicamente de Italia de las canteras de Carrara, dicha información fue proporcionada por funcionarios del Panteón. La mayor parte de los materiales por su uso han sido trabajados (tallados y pulidos) perdiendo su estructura o morfología natural (ver gráficos 3, 4, 5, 6(A), 7 y 8)

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Cuadro 2. Matriz de Observación para la Evaluación del Estado de Preservación de los Materiales Geológicos que Constituyen la Infraestructura Interna y Elementos Arquitectónicos del Panteón Nacional Estación

Tipo de Material terrestre

Roca metamórfica

2

Roca sedimentaria Roca metamórfica Roca metamórfica

3

4

5

Roca metamórfica Roca metamórfica Roca metamórfica Sin identificar Roca metamórfica Roca metamórfica

Monolito/ Cenotafio, piso y escaleras Pared y base del cenotafio Cenotafio

Procedencia

Italia

Condiciones del material (natural o tratado)

Facilidades de acceso para su identificación

Esculpido y Pulido

Acceso restringido

s/i

Pulido

Italia

Tallado

Pared y base. Piso y escaleras

Italia

Pulido

Acceso restringido Acceso restringido Acceso restringido

Cenotafio

Italia

Tallado

Pared inferior

Italia

Pulido

Cenotafio

Italia

Tallado

Base de placa

Italia

Pulido

Placa

Italia

Cenotafio

Italia

Pulido/ tallada Tallado

Acceso restringido Acceso restringido Acceso restringido Acceso restringido Acceso restringido Acceso restringido

M. Sánchez, N. Labrador, A. Alcántara y A. Iztúriz

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1

Uso actual


6 7 8 9 10 11

Tipo de Material terrestre

Roca metamórfica Roca metamórfica Mineral Roca metamórfica Roca metamórfica Roca metamórfica Roca metamórfica Roca metamórfica

Uso actual

Procedencia

Condiciones del material (natural o tratado)

Pared

Italia

Pulido

Piso

Italia

Pulido

Acceso restringido Fácil acceso

Procesado Pulido

Difícil acceso Fácil acceso

Techo Piso

Desconocido Italia

Facilidades de acceso para su identificación

Piso

Italia

Pulido

Observable

Cenotafio de Andrés Bello

Italia

Tallado

Piso

Italia

Pulido

Observable/ Acceso restringido Accesible

Base alegoría al Cacique Guaicaipuro

Italia

Pulido

Observable/ Acceso restringido

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Potencialidades educativas de los materiales geológicos del Monumento Nacional “Panteón Nacional” (Caracas, Venezuela), para la enseñanza de la Geología

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Estación


M. Sánchez, N. Labrador, A. Alcántara y A. Iztúriz A

B

Gráfico 3. Imágenes correspondientes a las estaciones (A) 1 (Cenotafio del Gral. Santiago Mariño, Nave Izquierda) y (B) 2 (Cenotafio del Dr. José María Vargas, Nave Izquierda) de la Ruta Geoeducativa del Panteón Nacional.

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Potencialidades educativas de los materiales geológicos del Monumento Nacional “Panteón Nacional” (Caracas, Venezuela), para la enseñanza de la Geología

A

B

Gráfico 4. Imágenes correspondientes a las estaciones (A) 3 (Cenotafio del Gral. Rafael Urdaneta, Nave Izquierda) y (B) 4 (Cenotafio del Gral. José Félix Ribas, Nave Izquierda) de la Ruta Geoeducativa del Panteón Nacional.

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M. Sánchez, N. Labrador, A. Alcántara y A. Iztúriz

A

B

Gráfico 5. Imágenes correspondientes a las estaciones (A) 5 (Cenotafio del Gral. José Antonio Páez, Nave izquierda) y (B) 6 (Piso de la nave Central) de la Ruta Geoeducativa del Panteón Nacional.

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Potencialidades educativas de los materiales geológicos del Monumento Nacional “Panteón Nacional” (Caracas, Venezuela), para la enseñanza de la Geología

A

B Gráfico 6. Imágenes correspondientes a la estación 7 (Nave Central): (A) Altar Mayor y (B) Techo (repujado en papel de hojilla de oro y plata) de la Ruta Geoeducativa del Panteón Nacional.

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M. Sánchez, N. Labrador, A. Alcántara y A. Iztúriz

A

B

Gráfico 7. Imágenes correspondientes a las estaciones (A) 8 (Piso antiguo del Panteón, Nave Derecha) y (B) 9 (Piso frente al Cenotafio del Maestro Don Andrés Bello, Nave Derecha) de la Ruta Geoeducativa del Panteón Nacional.

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Potencialidades educativas de los materiales geológicos del Monumento Nacional “Panteón Nacional” (Caracas, Venezuela), para la enseñanza de la Geología

A

B

Gráfico 8. Imágenes correspondientes a las estaciones (A) 10 (Cenotafio del Maestro Don Andrés Bello, Nave Derecha) y (B) 11 (Ofrenda al Cacique Guaicaipuro, Nave Derecha) de la Ruta Geoeducativa del Panteón Nacional.

Tal como lo muestra el cuadro 1 y el gráfico 6 (B) en la estación 7 también se hace uso de los minerales oro y plata en la decoración del techo de la nave central - antiguo altar mayor. En cuanto a la accesibilidad de los mismos por razones de seguridad y en el espíritu de conservar las piezas, el recinto cuenta con normativas que impiden su manipulación directa, quedando solo a la observación a cierta distancia. Aspecto importante a considerar por parte de los maestros o docentes que realicen la actividad Geoeducativa. El cuadro 3 busca especificar algunos rasgos que caracterizan a las rocas encontradas. Aun cuando el acceso a las piezas se ve restringido se logró identificar en las estaciones 1, 3, 4, 5 y 7 sus componentes mineralógicos con la ayuda en algunos casos de la lupa y en otros por la observación directa, siendo el cuarzo, la mica y la calcita los minerales identificados. En esta matriz quizás el rasgo más sobresaliente y que hace la muestra más atractiva, además que fue de fácil reconocimiento, fue la presencia de conchas bioclásticas entre 5 y 15 centímetros en las estaciones 3, 5 y 7 tal como se ilustra en los gráficos 4 (A) 5 (A) 6 (A). En lo que respecta a los rasgos estructurales fueron escasamente identificables por el tratamiento al que ha sido sometido el material geológico. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 233


234

Cuadro 3. Matriz Descripción de los Rasgos Generales de los Materiales Geológicos Identificados Tipo de roca

Nombre de la roca

Color

Minerales identificables

Rasgos estructurales

Presencia de fósiles

1

Metamórfica

Cuarcita

Blanco grisáceo

Cuarzo

Fractura concoidal rompiendo los granos de cuarzo

No

Sedimentaria

Travertino

Beige

Calcita

No

Metamórfica

Mármol

Blanco

Beige claro

No

Contacto entre capas

Ausente

Mármol

Negro

Restos orgánicos (Conchas bioclásticas) –

2 3

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4 5

Metamórfica

Metamórfica

Mármol

Blanco

Metamórfica

Augengneis

Gris

Cuarzo

Metamórfica

Mármol

Blanco

Tonalidades beige y rosado

Calcita

Restos orgánicos entre 5 y 15 cm

6

Metamórfica

Mármol

7

Metamórfica

Mármol

Mosaico de los mármoles, distinguiéndose por sus variados colores Verde claro, oscuro y grises (PISO)

Calcita

Restos orgánicos

Beige

Restos orgánicos (Conchas)

8

Metamórfica

Mármol

Gris oscuro, blanco con betas grises

No

9

Metamórfica

Mármol

Color durazno

No

10

Metamórfica

Mármol

Blanco

11

Metamórfica

Mármol

Blanco/betas grises

No

M. Sánchez, N. Labrador, A. Alcántara y A. Iztúriz

Estación


Potencialidades educativas de los materiales geológicos del Monumento Nacional “Panteón Nacional” (Caracas, Venezuela), para la enseñanza de la Geología En la Matriz 4 (ver cuadro 4) referida a la vinculación de las potencialidades encontradas en el Panteón Nacional con los contenidos contemplados en el programa vigente de Ciencias de la Tierra para el nivel de media y Diversificada, se tiene que los contenidos subyacentes de los temas “Los materiales terrestres”, “Procesos exógenos”, Procesos endógenos” e “Historia Geológica de Venezuela” son los que más se adecuan al itinerario de la Ruta Geoeducativa. Se incluye en la matriz los temas “La Tierra como planeta” y “Cambios terrestres”, el primero por ser el pilar para el anclaje de los aprendizajes de los temas subsiguientes y el segundo introduce y permite el enlace con el contenido relacionado con la explotación de los recursos. En consecuencia, ambos son vinculantes entre los temas propuestos a desarrollar en la Ruta Geoeducativa, a razón de esto se recomienda realizar un trabajo pedagógico de aula previo y en la planificación de la visita al campo y la prosecución del itinerario propuesto. Del mismo modo los contenidos que la propuesta señala como vinculantes en especial los referidos a los materiales terrestres, ciclo litológico y explotación y uso de los recursos naturales deben fundamentarse en un abordaje previo en aula de carácter interdisciplinar, de forma tal que el lugar sea valorado desde las diferentes disciplinas haciendo más productivo el trabajo. A través del itinerario que conforma la ruta Geoeducativa el estudiante analizará y socializará sus aprendizajes previos con respecto a los temas, reconocerá sus fortalezas y debilidades con relación a sus conocimientos de los contenidos a desarrollar en el recorrido, de tal forma que las pueda confrontar con su experiencia en el contexto y lleve a cabo una función de aprendizaje autónomo, completo y de utilidad.

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Tema

Contenidos programáticos

La Tierra como planeta

1. El Planeta Tierra. Presentación del Planeta Tierra como un sistema caracterizado por: • Estructura: Esfera sólida y materiales terrestres.

Se debe destacar que cada una de las geosferas conforma un subsistema dentro del planeta y todas se encuentran relacionadas. Esta discusión permite desarrollar el concepto de “planeta dinámico”.

Cambios Terrestres

4. Cambios Terrestres. Evidencias de cambios terrestres y modificaciones que introduce el hombre en el ambiente. Efecto de las modificaciones.

Se sugiere una discusión dirigida con base a recortes de prensa, fotos, evidencias recopiladas por los alumnos, en las cuales se observen cambios tanto naturales como inducidos por el hombre. Se debe discutir el papel que tienen las actividades entrópicas en la alteración de la dinámica natural. Para esta discusión hay numerosas actividades que pueden ser de gran motivación.

Los materiales terrestres

5. Materiales Terrestres. Rocas y minerales: estudio de su composición, factores que la determinan; propiedades que definen su utilización.

Sugerencias metodológicas

Realizar una actividad práctica para diferenciar los materiales de la corteza terrestre sólida: minerales y rocas. Dinámicas de grupos donde analicen algunas propiedades de los minerales y rocas. Investigación y elaboración de tablas sobre las propiedades de minerales y rocas. Realizar visitas guiadas a empresas procesadoras de materiales terrestres.

Sugerencias para la Ruta

Estaciones

Observar detalladamente los elementos que constituyen las estaciones. Promover una discusión sobre: el material (Roca/mineral) presente, origen del material, tipo y nombre de la roca.

1, 2, 7

M. Sánchez, N. Labrador, A. Alcántara y A. Iztúriz

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Nº 1 La naturaleza cambiante del planeta Tierra

Unidad

Se recomienda realizar un trabajo previo en aula para el tratamiento de estos dos temas, de manera tal que sirva de enlace con los temas siguientes.

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Cuadro 4. Matriz de Vinculación Entre los Contenidos Curriculares (Programa de Articulación) y Elementos Geológicos Presentes en el Panteón Nacional.


Nº 2 La superficie sólida: interface de la dinámica externa e interna Nº 4 Evolución geológica del planeta. Su expresión a nivel regional

Tema Procesos exógenos

Procesos endógenos

237

Sugerencias metodológicas

Sugerencias para la Ruta

Estaciones

1. El proceso de meteorización como respuesta de los materiales sólidos a las condiciones ambientales. Variables que inciden en el proceso de meteorización.

Destacar el proceso de meteorización como una respuesta a las condiciones ambientales en que se encuentran las rocas. Actividad práctica que desarrollen los alumnos previo al trabajo de aula, para estudiar variables que inciden en la rapidez del proceso de meteorización: área de exposición, naturaleza del material, agentes climáticos, entre otros.

Destacar presencia de restos orgánicos, signos de alteración inferencias sobre procesos. Observar las condiciones del material.

3, 5, 7

8. El ciclo litológico. Un modelo que permite establecer las condiciones de formación de las rocas.

Comparar las condiciones de formación de rocas metamórficas y sedimentarias, destacar que las diferencias en las condiciones se reflejan en una textura característica. Se puede orientar a los estudiantes para que en actividades extra cátedra realicen colecciones de rocas y minerales.

Destacar presencia de restos orgánicos, ambientes, signos de alteración inferencias sobre procesos. Observar las condiciones del material.

3, 5, 7

Discusión en torno al impacto actual y futuro de la explotación de los recursos regionales y recomendaciones que el joven pueda formular como integrante de una comunidad, a nivel local o incluso planetario.

Como actividad de cierre haciendo conexión con las estaciones de la ruta, discutir y/o destacar la proveniencia de estos materiales y por qué la preferencia de los importados, usos, presencia en Venezuela

11

Contenidos pogramáticos

Historia 4. Eventos geológicos geológica regionales. de Venezuela

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Unidad


M. Sánchez, N. Labrador, A. Alcántara y A. Iztúriz CONCLUSIONES • Los espacios urbanos ofrecen otros ambientes de aprendizajes a partir de las cuales se generan nuevas propuestas pedagógicas - educativas que pueden ser sustentadas en las Rutas Geoeducativas. • El trabajo de campo puede apoyarse en la utilización de itinerarios basados en los aspectos metodológicos que caracterizan las Rutas Geoeducativas. • Contenidos curriculares del área de Ciencias de la Tierra, en particular los relacionados a materiales terrestres, pueden ser desarrollados por los docentes del nivel de media a partir de la infraestructura del “Panteón Nacional”. • La Ruta Geoeducativa del “Panteón Nacional” Permitió reconocer sus potencialidades educativas, propiciando la generación de nuevas rutas dentro de las instalaciones del Monumento y la valoración hacia otros espacios urbanos. • La implementación de las Rutas Geoeducativas en espacios urbanos promueven una interacción de los elementos urbanos y los contenidos curriculares para la popularización de los conocimientos de las Ciencias de la Tierra. Recomendaciones • Validación de la Ruta Geoeducativa del Parque “Panteón Nacional” a través de grupos de estudiantes de la fase de Proyecto de la UPEL. • Utilización de esta estrategia en la planificación de micro-enseñanza de la Fase de ensayo didáctico y de Integración Docencia-administración de la UPEL. • Extender la aplicación de esta estrategia en otros espacios tanto urbanos como rurales en áreas de influencia a las instituciones educativas. Agradecimiento Los autores expresan su agradecimiento al prof. Wiliams Méndez (DCT-UPEL-IPC), por el acompañamiento en el levantamiento de la información de campo y por la realización del registro fotográfico.

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Potencialidades educativas de los materiales geológicos del Monumento Nacional “Panteón Nacional” (Caracas, Venezuela), para la enseñanza de la Geología REFERENCIAS Arias, F. (2012). El proyecto de Investigación: Introducción a la metodología científica, sexta edición. Caracas Centro Nacional para el Mejoramiento de la Enseñanza de la Ciencia CENAMEC. (1979). El trabajo de campo n. 1 [Boletín]. Caracas: Autor Compiani, M. (1991). A relevancia das atividades de campo no ensino de Geologia na formação de profesores de Ciencias. Cadernos IG/UNICAMP, 1(2), 2 - 25 Díaz, L y Gómez, S. (2009). Turismo y Territorio. El Trabajo de campo como estrategia didáctica en la Geografía escolar. Párrafos Geográficos [Revista en Línea] 8(2). Disponible: http://igeopat.org/parrafosgeograficos/ images/RevistasPG/2009_V8_2/1 2-2.pdf [Consulta: 2015, Abril 26] ICOMOS. (1965). Carta internacional sobre la conservación y la restauración de monumentos y sitios (carta de Venecia 1964). [Documento en línea] Disponible: http://www.icomos.org/charters/venice_sp.pdf [Consulta: 2015, Febrero 17] Del Pozo Andreu, C. (2013). La salida al entorno como recurso didáctico integrador. [Resumen en línea] Trabajo de grado en educación primaria, Universidad de Valladolid, Escuela Universitaria de Magisterio. Disponible: https://uvadoc.uva.es/bit stream/10324/3139/1/TFG-B.181.pdf [Consulta: 2015, Mayo 6] Fort, R. (2009). La piedra natural y su presencia en el patrimonio histórico. Revista Enseñanza de las Ciencias de la Tierra [Revista en línea] 17(1) http://www.raco.cat/ index.php/ECT/article/view/184042/23709816-25 Gaitán Moran J. y Cano, J. J (2012). El Geoturismo: una modalidad de turismo alternativo sustentable y factor de desarrollo territorial. En Ivanova, A. e Ibañez, R. (Comp.), Medio ambiente en política turística en México: Tomo I. Ecología, Biodiversidad y Desarrollo turístico [Libro en Línea]. Disponible: (pp.89-103) http:// www2.inecc.gob.mx/publicaciones/descarga.html?cv_pub=669&tipo_file=pdf&filename=669 [Consulta: 2015, Febrero 17] Llanos, E. (2010). El trabajo de campo como elemento fundamental en la enseñanza de la Geografía Histórica de las ciudades: el caso de Barranquilla. Zona próxima [Revista en Línea], 13. Disponible: http:// Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Zonificación de la amenaza por inundaciones en la planicie aluvial del río Borburata, estado Carabobo, Venezuela

Zonificación de la amenaza por inundaciones en la planicie aluvial del río Borburata, estado Carabobo, Venezuela Zoning of the flood hazard in the Borburata river alluvial plain, Carabobo state, Venezuela Larry Rivas (1) rivaslarry@gmail.com Juan Carrera (2) juan.jmcr14@gmail.com (1)Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Instituto Pedagógico de Caracas, Venezuela. (2)Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, Centro de Oceanología y Estudios Antárticos, Venezuela. Articulo recibido en septiembre 2015 y publicado en enero 2016

RESUMEN El propósito del estudio fue zonificar la amenaza por inundaciones en la planicie aluvial terminal del río Borburata. La metodología consideró: a) Fase de campo, se corroboraron algunas variables físico-geográficas en el área; b) fase de laboratorio, se realizaron Modelos de Elevación Digital del Terreno (MEDT); y c) fase de oficina, se analizó la distribución espacio – temporal de las precipitaciones, cálculo de los parámetros morfométricos, estimación de las profundidades de las láminas de inundación y los caudales pico. Los resultados indican un régimen bimodal con mayor presencia de lluvias entre los meses de Abril y Diciembre, caudales pico de 6,2 m3/s y 941,8 m3/s para períodos de retorno entre 2 y 1000 años. La morfometría refleja cuencas de dimensiones pequeñas, con tiempos de concentración cortos. Se concluye que el área presenta alta amenaza por inundaciones, principalmente en los sectores de la llanura donde se encuentra emplazada la población de Borburata. Palabras clave: Zonificación de la amenaza; inundación; planicie aluvial; Borburata; estado Carabobo Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Larry Rivas y Juan Carrera ABSTRACT The purpose of the study is zoning the flood hazarding the Borburata River alluvial plain. The methodology considered: (a) Field stage, some physical-geographical variables of the area were corroborated; (b) laboratory stage, Terrain Digital Elevation Models (TDEM) were made; and (c) phase cabinet, the distribution space and temporary of the rainfalls were analyzed, calculation of the morphometric parameters, estimate of the flood sheet deep sand peak discharges. The results indicate a bimodal regime with greater presence of rains between the months of April and December, peak discharges of 6.2m3/s and941.8m3/s for return periods between 2 and1000 years. Morphometry reflects catchments of small dimensions, with short concentration times. It is concluded that the area presents a high flood hazard, mainly in the sectors of the plain where the Borburata population is located. Key words: Hazard zoning; flood; alluvial plain; Borburata; Carabobo state

INTRODUCCIÓN En Venezuela, unos de los eventos bien marcados en la historia de los desastres por inundaciones, lo constituye el alud torrencial del 06 de septiembre de 1987 en la población de El Limón (estado Aragua), el cual dejó como saldo a más de 100 personas muertas, 90 desaparecidos, 300 heridos y miles de damnificados. El otro evento de esta naturaleza que resalta en nuestra historial de desastres, fue causado por las lluvias de diciembre de 1999 en las cuencas del estado Vargas, desencadenando deslizamientos superficiales, acompañados de caídas de grandes bloques, muchos de los cuales estaban estructuralmente fracturados; así mismo, el material removido fue arrastrado a lo largo de los canales de los cursos de los ríos. Las fuertes pendientes facilitaron el rápido descenso del material hacia las partes planas e incluso hasta la margen costera, inundando y arrojando pérdidas de vidas humanas muy probablemente superiores a 1000 ó más personas (Andressen y Pulwarty, 2001).

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Zonificación de la amenaza por inundaciones en la planicie aluvial del río Borburata, estado Carabobo, Venezuela De igual manera, el río Borburata con una cuenca más pequeña en dimensiones, pero con características similares ha generado en diferentes ocasiones eventos de inundaciones importantes, por ello los estudios en las planicies aluviales representan relevancia significativa, como el caso que nos ocupa, en el que desde el año 2004 hasta 2010 se han presentado eventos de inundaciones, con afectaciones en los habitantes de esta localidad y poblaciones aledañas. La cuenca este río se encuentra ubicada en el estado Carabobo (ver gráfico 1) en la región Centro Norte Costera, en la vertiente norte de la serranía del litoral.

Situación relativa regional

Situación relativa nacional

Situación relativa local

Gráfico 1. Localización de las cuencas de drenaje del río Borburata y de la quebrada Cachirí, estado Carabobo Venezuela.

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Larry Rivas y Juan Carrera En síntesis, el propósito de la investigación radica en identificar en la localidad de Borburata en atención a las características geomorfológicas de su entorno, las condiciones Pluviométricas que presenta la región, y en particular en la cuenca alta del río Borburata, los escenarios que se generan durante los períodos de lluvia los cuales se expresan en el incremento del nivel de las aguas del río, originando grandes áreas inundadas, ya que esta localidad se encuentra inmersa dentro de la llanura aluvial.

MÉTODO La metodología comprendió tres fases, la primera denominada de campo, donde se identificaron los elementos geomorfológicos presentes en el área de estudio, se evaluaron las características hidráulicas del cauce del río mediante mediciones en la llanura aluvial, levantamiento de perfiles transversales del cauce, y mediciones de algunos parámetros morfométricos. De igual manera se realizó un registro fotográfico del área de estudio desde su desembocadura hasta la planicie aluvial. Adicionalmente, se corroboraron algunas de las variables físico-geográficas del área de estudio, como el tipo de vegetación que predomina desde las zonas costeras hasta la parte alta de la cuenca. Además, se tomaron algunas muestras representativas de la litología aflorante en el área con la intensión de corroborar la información presente en los mapas geológicos. También, se realizó un recorrido por todas las calles del área de estudio con ayuda de un Sistema de Posicionamiento Global (GPS) marca Garmin modelo Extrex Legend, con la intención de levantar la información base para la actualización de la cartografía disponible. Mapas temáticos Todos los mapas se realizaron en la fase de laboratorio, la cual comprendió la utilización de diferente software tanto para la elaboración de los diferentes mapas temáticos del área de estudio, como para el cálculo de algunas variables. En primera instancia se contó con apoyo en una 244

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Zonificación de la amenaza por inundaciones en la planicie aluvial del río Borburata, estado Carabobo, Venezuela plataforma de Sistema de Información Geográfica (SIG) software MapInfo, para la realización de los mapas: Topográfico, hidrográfico, pendiente y el modelo de elevación digital del terreno (MEDT). Para la realización de los diferentes mapas a escala 1:25.000, se digitalizaron las cartas topográficas del área de estudio, entre ellas las de hidrografía, tomando en cuenta el río y la quebrada que conforman la red de drenaje de la cuenca del Borburata. Para el mapa topográfico se digitalizaron todas las curvas de nivel y para el mapa de vegetación y geológico se realizaron polígonos de cada una de las cubiertas presentes en el área de estudio. En cuanto a los mapas a escala 1:5.000 se realizó el mismo procediendo. Se rastreó y digitalizó la información presente en las cartas topográficas. En este caso es importante recalcar que la digitalización se realizó con la plataforma de Sistema de Información Geográfica (SIG), ArcGIS ya que éste software presenta mayor tecnología y herramientas para digitalizar. Estimación de caudales pico de crecientes El cálculo de los caudales pico se realizó mediante la utilización del software Hydrologic Engineering Center – Hydrologic Modeling System (HEC–HMS), el cual es un modelo hidrológico desarrollado por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos, y posee una aplicación para desarrollar modelos de un evento, ideal para el estudio de las relaciones lluvia-escorrentía de eventos extremos. Los caudales pico fueron calculados para la cuenca del río Borburata, la quebrada Cachirí y para la confluencia de ambos cursos de agua. Para la estimación de los caudales se debió desarrollar tres componentes que el programa posee. Inicialmente se trabajó el primer componente donde se destacaron las características físicas de las cuencas; luego se desarrolló el segundo componente correspondiente al modelo meteorológico, en esta etapa se seleccionó el Meteorology Model Manager, el cual calcula Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Larry Rivas y Juan Carrera la entrada de precipitación que requiere la subcuenca; y el último componente se denomina especificaciones de control, en lo cual se detalló el día, mes y año del comienzo y de finalización de la tormenta. Es importante destacar que el procedimiento anterior se realizó para un solo período de retorno, luego se debió de repetir el procedimiento para los diferentes períodos de retorno de 2, 5, 10, 25, 50,100, 500 y 1000 años. Cálculo de la altura de la lámina de agua Para determinar la altura de la lámina de agua y posteriormente identificar cuáles son las zonas afectadas por la ocurrencia de inundaciones en diferentes períodos de retorno, se utilizó el software HEC-RAS (River Analysis System-Hydrologic Engineering Center) elaborado por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos. Este programa tiene precargado diferentes modelos los cuales se podrán utilizar de acuerdo a las características de cada cuenca. El modelo empleado fue Steady Flow, por ser el que mejor se adaptó en la representación geográfica del área de estudio, debido a que el modelo hidrológico presenta al río Borburata como curso principal y a la quebrada Cachirí como afluente. Zonificación de la amenaza por inundación Luego de obtener la altura de la lámina de agua para los diferentes períodos de retorno con el software HEC-RAS, se procedió a utilizar el software ERDAS 8.4 mediante la función Virtual GIS, el cual permite la creación de una “Water Layer”, y a la cual se le asignó un valor de altura para cada período de retorno. Luego se utilizó el MEDT de la cuenca para poder visualizar la altura de la capa de agua con el período de retorno correspondiente. Es importante destacar, que el procedimiento antes expuesto se debió realizar para cada uno de los períodos de retorno; de igual manera, se repitió para cada uno de los perfiles trasversales que se levantaron a lo largo de la llanura aluvial. 246

Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016


Zonificación de la amenaza por inundaciones en la planicie aluvial del río Borburata, estado Carabobo, Venezuela Caracterización de la distribución espacial y el régimen anual de las precipitaciones La caracterización de las precipitaciones en el sector de interés se realizó mediante la selección de estaciones pluviográficas y climatológicas, las cuales se discriminaron fundamentalmente por la ubicación geográfica cercana al área y la altitud en las que se ubican. Las estaciones seleccionadas están distribuidas a lo largo de la cuenca. La primera es la estación Puerto Cabello - Base Naval, la cual se encuentra ubicada muy cerca de la desembocadura del río Borburata y a una altitud de 2 m.s.n.m; la segunda estación Hacienda El Manglar, se encuentra ubicada en la llanura de inundación y registra una altitud 20 m.s.n.m.; y por último la estación Borburata que se ubica en la cuenca media con una altitud de 250 m.s.n.m. Los datos suministrados por el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMEH) presentan ausencia de algunos valores, por lo cual fue necesario estimar los datos faltantes de los montos de precipitaciones mensuales, mediante la aplicación del método Racional de Guevara (1987). A los datos seleccionados se les realizó el cálculo de parámetros descriptivos como valores mínimos, valores máximos, media aritmética, desviación estándar y coeficientes de variación, para los montos de precipitación mensuales y anuales. Morfometría de las cuencas de drenaje El cálculo de los parámetros morfométricos de la cuenca del río Borburata y la quebrada Cachirí se realizó bajo tres modalidades: la primera se realizó de forma manual y consistió en realizar los cálculos directamente sobre las cartas topográficas a escala 1:5000; la segunda consistió en cálculos a través del Sistema de Información Geográfica (SIG) MapInfo Professional; y por último, en el programa Excel con las fórmulas que definen a cada parámetro.

Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

247


Larry Rivas y Juan Carrera Estimación del tiempo de concentración Kirpich (1940; c.p. Chow, Maidment y May, 1994) desarrolló una ecuación empírica para estimar el tiempo de concentración con información de pequeñas cuencas de Tennessee siendo: Tc= 0,02L0,77 S-0,385 dónde:

Tc= tiempo de concentración (minutos) L= longitud máxima a la salida (m) S= pendiente media del lecho (m/m)

Análisis de frecuencia de eventos extremos La construcción de las curvas de Profundidad-Duración-Frecuencia (PDF) e Intensidad-Duración-Frecuencia (IDF) para eventos de precipitaciones extremas, se realizó mediante la selección de datos de profundidades de láminas máximas anuales de precipitación, suministrados por el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMEH) y debían superar los 10 años de registro. Los datos que cumplieron con la premisa fueron las precipitaciones con duraciones de 15, 30 y 120 minutos, las cuales presentaban series de 29 años, por último, las duraciones de 60, 180, 360, 540, 720, 1440 minutos presentaron series de 34 años. Las profundidades de láminas máximas anuales de precipitación se transformaron en intensidades de lluvias, para ello se procedió a dividir el tiempo de la duración de la precipitación entre 60 min, luego el resultado se divide entre el valor de profundidad de la lámina del mismo tiempo de duración. El procedimiento se repitió con cada uno de los tiempos de duración.

RESULTADOS El pueblo de Borburata ha sido históricamente una localidad región vulnerable ante la ocurrencia de inundaciones, en particular en los últimos siete años de acuerdo a los registros. Las inundaciones del año 2008 son las que generaron mayor número de personas y viviendas afectadas, esto 248

Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016


Zonificación de la amenaza por inundaciones en la planicie aluvial del río Borburata, estado Carabobo, Venezuela sugiere lluvias de gran intensidad que son capaces de generar episodios de inundación de varios días. Distribución espacio – temporal de las precipitaciones en las cuencas de drenaje del río Borburata y de la quebrada Cachirí Los eventos pluviométricos extremos son episodios lluviosos de gran intensidad, capaces de desencadenar procesos geomorfológicos de gran magnitud e importantes consecuencias en pérdidas económicas y humanas (Beguería y Lorente, 1999). Asimismo, las inundaciones con efectos devastadores son causadas cuando se originan en áreas de montaña, atribuidas a la energía que se desencadena como consecuencia de una topografía accidentada e inestable. Además, estos episodios se caracterizan por su baja frecuencia temporal y por presentar una distribución espacial aparentemente errática (Beguería y Lorente, 1999). Guevara, Guevara, y García, (2008) plantean que los fenómenos hidrometeorológicos se estudian mediante los análisis de las series de datos medidos en sitios o estaciones de medición, distribuidos sobre el área de la región considerada, por ello el análisis de la distribución espacial de las precipitaciones se realizó con tres estaciones, la primera Puerto Cabello-Base Naval, Hacienda el Manglar y Borburata. Él período de estudio comprende un total de 17 años entre 1973 y 1990. El comportamiento de las precipitaciones de acuerdo a los promedios mensuales de la estación Puerto Cabello - Base Naval ( ver gráfico 2 (a) ) evidencian que los montos más bajos de precipitación se presentan para los meses de Febrero y Marzo con valores de 6,1 y 6,0 mm respectivamente, mientras que a partir del mes de Abril los montos de precipitación comienzan a incrementarse hasta llegar a los meses de Septiembre y Noviembre donde se presentan los máximos valores de precipitación con 56,7 y 66 mm respectivamente, lo que determina un régimen pluviométrico de carácter unimodal. Los meses más lluviosos se distinguen desde Abril Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

249


Larry Rivas y Juan Carrera hasta Diciembre, mientras que los de escasas precipitaciones abarcan desde Enero hasta Marzo. Para la estación Hacienda El Manglar (ver gráfico 2 (b) ), los promedios mensuales de precipitación son de 56,7 mm y los valores mínimos de precipitación, para el primer trimestre, son montos entre 16,0 mm y 17,4 mm, valores que triplican a los montos de la estación Puerto Cabello - Base Naval para los mismos meses; por el contrario, en el mes de Abril los valores aumentan progresivamente hasta llegar a mantenerse entre un rango de 60 mm y 80 mm, es decir, presentan una distribución uniforme en los meses lluviosos a partir de Abril y hasta Diciembre. Respecto al valor máximo de precipitación, este se registró en el mes de Agosto con 82,4 mm, lo que refleja un régimen pluviométrico unimodal al igual que la estación Puerto Cabello-Base Naval.

B

A

C

Gráfico 2. Pluviograma de la estación Puerto Cabello - Base Naval (a), Hacienda El Manglar (b) y Borburata (c) (período 1973-1990), estado Carabobo, Venezuela.

250

Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016


Zonificación de la amenaza por inundaciones en la planicie aluvial del río Borburata, estado Carabobo, Venezuela La estación Borburata, al igual que las estaciones Hacienda el Manglar y Puerto Cabello - Base Naval, presentan los montos más bajos de precipitación entre los meses de Enero a Marzo, y a partir del mes de Abril las precipitaciones son más abundantes para las tres estaciones, en particular para la estación Borburata (ver gráfico 2 (c) ), en la cual se incrementan desde 117 mm hasta llegar al mes de Noviembre donde se registran los montos máximos de precipitaciones con valores de 219,9 mm, es decir, valores sumamente altos comparados con los montos máximos de las otras estaciones, originados principalmente por la influencia de la altitud, la mayor presencia de vegetación en la zona montañosa, y la generación de lluvias de tipo orográficas. Parámetros morfométricos de las cuencas de drenaje del río Borburata y la quebrada Cachirí El comportamiento de la red hidrológica puede verse modificado por las propiedades morfométricas de las cuencas (tamaño, forma, pendiente y extensión de la red de drenaje), relacionados principalmente con la respuesta del caudal recibido, y que pueden operar tanto para disminuir o intensificar las crecidas, debido a que actúan incrementando el volumen del flujo y la velocidad de su movimiento, y así de forma determinante generar desastres en caso de fuertes lluvias (Robinson, 2000). Los valores calculados de los parámetros correspondientes a la variable escala de la cuenca (ver cuadro 1), evidencian dimensiones pequeñas, lo cual desde el punto de vista hidrológico puede reflejar un comportamiento caótico ante escenarios de lluvia de tipo torrencial principalmente. Los valores asociados a la variable gradiente y forma del relieve de la cuenca definen al área de estudio con altitudes máximas de 1.920 msnm y 1.200 msnm (ver cuadro 2) para el río y la quebrada Cachirí respectivamente, lo que implica valores muy altos con relación al área y las longitudes que poseen las cuencas, esto por situarse en una zona perteneciente al sistema montañoso de la cordillera de la costa, y valores mínimos de altitud de 0 msnm, ya que las aguas drenan directamente al mar. Los valores del radio del relieve indican mayor presencia de topografía accidentada por cada kilómetro de recorrido en la quebrada. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

251


Larry Rivas y Juan Carrera Cuadro 1. Parámetros Morfométricos de la Variable Escala de la Cuenca del Río Borburata y la Quebrada Cachirí Escala de la cuenca Nº

Parámetro

Símbolo

Unidades

Borburata

Cachirí

1

Área

A

Km

31,68

7,54

2

Perímetro

P

Km

26,91

11,19

3

Longitud

L

Km

10,09

4,22

4

Ancho promedio

a

Km

3,13

1,78

5

Ancho máximo

amáx

Km

4,70

2,49

6

Diámetro

D

Km

6,35

3,09

2

Cuadro 2. Parámetros Morfométricos de la Variable Gradiente y Forma del Relieve de la Cuenca del Río Borburata y la Quebrada Cachirí Gradiente y Forma del Relieve Nº

Parámetro

Símbolo

Unidades

Borburata

Cachirí

7

Altitud máxima

H

msnm

1920

1200

8

Altitud mínima

h

msnm

0

13

9

Relieve máximo

Rm

1880

1187

10

Radio del relieve

R

190,3

281,3

11

Relieve Relativo

Rr

7,1

25,1

12

Pendiente media del perfil longitudinal de la corriente principal

Pcpm

0,17%

0,25 %

13

Número de rugosidad de Melton para la cuenca

Nr

33,4

102,4

El coeficiente de compacidad al presentar valores superiores a uno, es un indicativo de la forma irregular que presenta la cuenca, y por lo tanto, esto ocasiona mayor retraso en la concentración del escurrimiento superficial en la cuenca, por consiguiente ante la ocurrencia de posibles crecidas sus comportamientos serían menos violentos (ver cuadro 3).

252

Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016


Zonificación de la amenaza por inundaciones en la planicie aluvial del río Borburata, estado Carabobo, Venezuela Cuadro 3. Parámetros Morfométricos de la Variable Forma de la Cuenca del Río Borburata y la Quebrada Cachirí Forma de la cuenca N°

Parámetro

Símbolo

Unidades

Borburata

Cachirí

14

Orientaciónde la cuenca

-

°

N 10° O

N 8° E

15

Radio de elongación

Re

-

0,62

0,77

16

Factor forma

Ff

-

0,31

0,42

17

Radio de circularidad

Rc

-

0,54

0,75

18

Coeficiente de Compacidad

Kc

-

1,33

1,14

El tipo de drenaje que presentan ambas cuencas es de tipo subdendrítico (ver cuadro 4), influenciado en gran parte por la topografía, la vegetación y algunas características geológicas presentes en el área de estudio como fallas, diaclasas y lineaciones, ya que estos influyen sobre la densidad de drenaje. Tal como lo plantea Strahler (1974), ya que una misma roca producirá menor densidad de drenaje en un clima húmedo, donde una espesa cobertura de bosques protege al material subyacente, que una región árida donde no existe esa cobertura vegetal. Por último el coeficiente de mantenimiento del canal presenta valores altos, esto sugiere que presenta una superficie promedio entre 0,23 y 0,26 km2/km de terreno por cada kilómetro de cauce Cuadro 4. Parámetros Morfométricos de la Variable Extensión de la Red de Drenaje del Río Borburata y la Quebrada Cachirí Extensión de la Red de drenaje Nº

Parámetro

Símbolo

Unidades

Borburata

Cachirí

19

Longitud de la corriente principal

Lcp

Km

18,38

6,44

20

Longitud total de las corrientes de la red de drenaje

Ltc

Km

117,74

31,81

21

Densidad de drenaje

Dd

Km/Km2

4,21

3,71

22

Patrón o tipo de drenaje

-

-

Dendrítico

Dendrítico

23

Coeficiente de mantenimiento del canal

Cmc

Km2/Km

0,26

0,23

Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

253


Larry Rivas y Juan Carrera Tiempos de concentración Los tiempos de concentración que posee la quebrada Cachirí denotan tiempos de respuesta bajos, lo cual está asociado principalmente a las parámetros de la escala de la cuenca y a la densa red de drenaje que posee, aunado con valores altos de jerarquización y orden. A diferencia de los tiempos de concentración de la cuenca del río Borburata, los cuales son valores relativamente altos para una cuenca con características similares a la de Cachirí, aunque con dimensiones tan diferentes en sus morfologías, pueden generar tiempos de concentración altos (ver cuadro 5). Cuadro 5. Tiempos de Concentración de las Cuencas de Drenaje de la Quebrada Cachirí y del Río Borburataa Través de la Ecuación de Kirpich (1940) Nº

Cuenca

(h)

(min)

(seg)

1

Qda. Cachirí

0.47

28.43

1705.74

2

Río Borburata

1.09

65.50

3929.73

Nota: Elaboración propia con datos calculados a través de la ecuación de Kirpich (1940)

Análisis de frecuencia de eventos extremos Las estimaciones de las profundidades de las láminas máximas anuales para duraciones de 5 min hasta 24 horas, oscilan entre 8,8 mm hasta 64 mm para períodos de retorno de 2 años, mientras que para períodos de retorno de 500 y 1000 años los montos oscilan entre 35,6 mm y 263 mm para las mismas duraciones, es decir, son equivalentes a los totales anuales (ver cuadro 6).

254

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Año

Duración de la lluvia (Td) (min) 5 10 15 30

60 120 180 360 540 720 1440

2

8.8 14.5 18.5 26.4

34.4

41.9

46.0

52.5

56.1

58.6

64.6

5

13.4 22.1 28.6 41.0

53.7

65.5

71.7

81.5

86.7

90.4

98.9

10

16.4

27.3

35.2

50.6

66.4

80.9

88.6

100.5

106.9

111.4

121.7

25

20.3

33.8

43.6

62.7

82.3

100.3

109.9

124.6

132.5

137.9

150.5

50

23.2

38.6

49.9

71.7

94.1

114.7

125.6

142.4

151.4

157.5

172.0

100

26.1

43.4

56.1

80.6

105.8

129.0

141.2

160.0

170.2

177.1

193.2

500

32.7

70.4

101.2

132.8

161.9

177.2

200.8

213.5

222.2

242.4

1000

35.6

76.5

110.1

144.5

176.1

192.7

218.4

23.2

241.6

263.6

5.49 59.2

255

Zonificación de la amenaza por inundaciones en la planicie aluvial del río Borburata, estado Carabobo, Venezuela

Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

Cuadro 6. Profundidades de Láminas Máximas Anuales de Precipitación (P) (mm) de la Estación Borburata (Serial: 0411) (estado Carabobo, Venezuela) Durante el Período 1962 – 1994, para Distintas Duraciones de la Lluvia y Distintos Períodos de Retorno.


Larry Rivas y Juan Carrera En cuanto a las intensidades estas disminuyen a medida que aumentan las duraciones de la lluvia de 106,3mm/h hasta 2,6 mm/h para 5 min y 1440 min respectivamente, esto para un período de retorno de 2 años, y para duraciones cortas de 5 min y períodos de retorno de 1000 años presenta montos de 427,8 mm/h, y 10,9 mm/h para duraciones de 24 hora. Igualmente se pudo observar valores críticos para una duración de 1 hora con montos 94,1 mm/h y períodos de retorno de 50 años, y 105,8 mm/h para períodos de retorno de 100 años (ver cuadro 7). Para analizar el diseño y construcción de las curvas de Intensidad-Duración-Frecuencia (IDF) y Profundidad – Duración – Frecuencia (PDF) (ver gráficos 3 y 4), se necesitó conocer el comportamiento de las precipitaciones en función de la duración y su frecuencia. Es importante destacar que se utilizaron solo los datos de la estación Borburata para obtener los patrones de comportamiento de las lluvias, y estimar las inundaciones en las cuencas de drenaje que tienen tiempos de concentración cortos.

Gráfico 3. Curvas de Profundidad - Duración - Frecuencia (PDF) para láminas máximas anuales de precipitación (período 1962-1994) de la estación Borburata, estado Carabobo, Venezuela.

256

Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016


Año

Duración de la lluvia (Td) (min)

5

1 15 30 60 120 180 360 540 720 1440 0

2 106.3 87.0 74.3 52.8 34.4 20.9 15.3 6.2 6.2 4.8 2.6 5 160.7 133.1 114.4 82.0 53.7 32.7 23.9 9.6 9.6 7.5 4.1 10 197.5 163.8 141.0 101.2 66.4 40.4 29.5 11.8 11.8

9.2 5.0

25 244.1 202.7 174.7 125.5 82.3 50.1 36.6 14.7 14.7 11.4 6.2 50 278.9 231.7 199.6 143.5 94.1 57.3 41.8 16.8 16.8 13.1 7.1 100 313.5 260.4 224.4 161.3 105.8 64.5 47.0 18.9 18.9 14.7 8.0 500 393.4 326.9 281.7 202.5 132.8 80.9 59.0 23.7 23.7 18.5 10.1 1000 427.8 355.5 306.3 220.2 144.5 88.0 64.2 25.8 25.8 20.1 10.9

257

Zonificación de la amenaza por inundaciones en la planicie aluvial del río Borburata, estado Carabobo, Venezuela

Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

Cuadro 7. Intensidades (I) Máximas Anuales de Precipitación (mm/h) de la Estación Borburata (Serial: 0411) (estado Carabobo, Venezuela) Durante el Período 1962 – 1994, para Distintas Duraciones de la Lluvia y Distintos Períodos de Retorno.


Larry Rivas y Juan Carrera

Gráfico 4. Curvas de Intensidad - Duración - Frecuencia (IDF) para láminas máximas anuales de precipitación (período 1962-1994) de la estación Borburata, estado Carabobo, Venezuela.

Respecto a las variables hidrológicas en estudio, se sabe que las series de caudales y precipitaciones máximas no se ajustan a distribuciones normales, por lo tanto fue necesario utilizar distribuciones extremas, como la función de Gumbel (Mintegui y López, 1990). En este sentido, es importante señalar que para la estimación de la intensidad de las precipitaciones a diferentes duraciones y períodos de retorno, fue necesario utilizar la distribución Gumbel. Esto principalmente porque es la distribución que mejor describe la variación de una serie anual de máxima intensidad de precipitación, como lo confirman estudios de este tipo en la India (Verna, 1988, c.p. Kothyari y Garde, 1992) y que para el caso de Borburata se ajustaron muy bien. La estimación de los caudales pico de crecientes de la cuenca del río Borburata, de la cuenca de la quebrada Cachirí y la confluencia de ambos cursos en la llanura aluvial (ver cuadro 8), se realizó con el software HECHMS. Los resultados obtenidos muestran para el río Borburata caudales de 5,02 m3/s para un período de retorno de 2 años mientras que para 1000 años el caudal es 792,72m3/s. La cuenca de la quebrada Cachirí 258

Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016


Zonificación de la amenaza por inundaciones en la planicie aluvial del río Borburata, estado Carabobo, Venezuela evidencia montos más bajos entre 1,53 m3/s y 314 m3/s para períodos de retorno de 2 y 1000 años, esto principalmente por presentar dimensiones más pequeñas; en cuanto a la confluencia de ambos cursos, se presentan montos de caudales mayores, debido a que en ella se unen los aportes del río Borburata y de la quebrada Cachirí (ver gráfico 5). Los valores pico de la quebrada Cachirí son valores altos, con montos de 139,81 m3/s para un período de retorno de 50 años, si se compara por ejemplo con la quebrada Curucuti, la cual presenta dimensiones de área parecidas y un caudal de 85,65 m3/s para el mismo período de retorno (Méndez, Córdova, Cartaya, y Pacheco, 2007). Cuadro 8. Caudales Pico de Crecientes para Distintos Períodos de Retorno para la Cuenca de Drenaje del Río Borburata, la Quebrada Cachirí y la Confluencia. Períodos de retorno (años)

Caudales (m3/s) Borburata

Cachiri

Confluencia

2

5,02

1,5

6,2

5

69,6

26,3

83,1

10

146,2

57,5

174,1

25

259,6

103,1

308,9

50

351,6

139,8

418,3

100

449,6

178,8

534,5

500

595,3

275,9

826,1

1000

792,7

314,4

941,8

Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

259


Larry Rivas y Juan Carrera

Gráfico 5. Caudales pico de crecientes de la cuenca de drenaje de la quebrada Cachirí (A), río Borburata (B) y la confluencia (C).

260

Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016


Zonificación de la amenaza por inundaciones en la planicie aluvial del río Borburata, estado Carabobo, Venezuela Zonificación de la amenaza por inundaciones en la planicie aluvial terminal del río Borburata Los resultados obtenidos se muestran en un MEDT allí se evidencian las manchas de inundación para los diferentes períodos de retorno: 5, 10, 25 ,50 ,100 ,500 y 1000 años (ver gráfico 6).

Gráfico 6. Mapa de zonificación de la amenaza por inundaciones en la planicie aluvial del río Borburata y la quebrada Cachirí.

La mancha de inundación para un período de retorno de 2 años evidencia las características que presenta la cuenca desde el punto de vista Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Larry Rivas y Juan Carrera de su morfología y la red de drenaje, debido a que con períodos de retorno tan cortos son capaces de inundar El Rincón, un sector habitado del pueblo de Borburata, ubicado en la desembocadura de la quebrada Cachirí sobre el río Borburata (ver gráfico 7). La parte baja de la llanura aluvial en las haciendas El Manglar, la Las Rosas y Evoica, también se ven afectadas por las inundaciones.

Gráfico 7. Mapa de zonificación de la amenaza por inundaciones en la planicie aluvial del río Borburata y la quebrada Cachirí.

Para períodos de retorno de 5 años el comportamiento de las inundaciones es muy similar, sin embargo, abarca mucho más extensiones en particular en áreas pobladas del pueblo de Borburata y zonas más al norte de la hacienda El Manglar en dirección a la carretera, donde también se encuentran algunas viviendas dispersas a lo largo de la vía. En cuanto a períodos de retorno de 10 años las zonas afectadas comprenden las mismas de 2 y 5 años, pero se les incorpora mayor área de afectación en las viviendas ubicadas al borde de la carretera en dirección al pueblo de Borburata, debido a una mayor profundidad de la lámina de agua de la inundación. En estos sectores ocurren impactos sobre la población y las viviendas, pero también sobre los cultivos que se realizan en las áreas aledañas a la carretera. 262

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Zonificación de la amenaza por inundaciones en la planicie aluvial del río Borburata, estado Carabobo, Venezuela Las inundaciones que se producen con períodos de retorno de 25, 50, y 100 años no presentan grandes diferencias en comparación con los períodos de retorno analizados anteriormente, sólo un ligero incremento en las áreas ya afectadas del pueblo, como en sus alrededores. Los períodos de retorno de 500 y 1000 años generan mayor impacto sobre la localidad de Borburata. Los eventos de inundaciones correspondientes a los períodos de retorno mayores (50,100,500 y 1000 años), aun cuando ocupan superficies similares a los de mayor frecuencia, representan una mayor amenaza para la localidad de Borburata, ya que como eventos hidrológicos producidos por caudales pico de crecientes elevados, implican láminas de agua de profundidades significativas. Las áreas que no resultaron afectadas por las inundaciones en los distintos períodos de retorno se encuentran ubicadas al inicio de dicha población y en zonas cercanas al monumento de San Juan frente a la plaza de Borburata. Por ello, la elaboración de mapas de zonificación de la amenaza por inundaciones, adquiere una importancia notoria en cuanto a reducción de posibles pérdidas económicas y humanas por la ocurrencia de eventos extremos de precipitaciones, que se traducen en inundaciones en las planicies aluviales.

CONCLUSIONES Los montos totales anuales de precipitación reflejan oscilaciones entre 478,4 y 1649,6 mm, los cuales se ven influenciados por las diferencias altitudinal, entre la línea de costa y el relieve montañoso. En cuanto a las precipitaciones mensuales la cuenca del río Borburata recibe los mayores montos entre los meses de Abril y Diciembre mientras que en los meses de Enero a Marzo se presentan los montos más bajos, éste comportamiento de las precipitaciones se aprecia en las tres estaciones estudiadas, sin embargo, cada estación difiere en sus promedios mensuales. La estación Puerto Cabello - Base Naval presenta los montos más bajos, ello por encontrarse ubicada cercana a la línea de costa, mientras que la estación Hacienda El Mangar presenta montos más elevados, y por último la estación Borburata presenta los montos más altos, esto principalmente por su Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Larry Rivas y Juan Carrera ubicación espacial. Con relación a la distribución temporal de las lluvias éstas presentan regímenes unimodales. La morfometría de la cuenca del río Borburata y la quebrada Cachiri muestran un comportamiento algo complejo donde a pesar de tener algunas diferencias en cuanto a sus dimensiones, presentan una misma respuesta en la llanura aluvial, que se ve influenciada de manera particular por los parámetros relacionados con la variable escala de cuenca. Aunado a lo anteriormente mencionado la presencia de redes de drenaje densas, valores de orden 4 para ambas cuencas, coeficiente de mantenimiento del canal altos y tiempos de concentración bajos, principalmente para Cachirí, establecen condiciones morfodinámicas que pueden generar ante, la presencia de lluvias de carácter torrencial, escenarios de crecidas y como consecuencia inundaciones en la llanura aluvial. Profundidades de las láminas máximas anuales para duraciones de 5 min hasta 24 horas oscilan entre 8,8 mm hasta 64 mm para períodos de retorno de 2 años, mientras que para períodos de retorno de 500 y 1000 años los montos oscilan entre 35,6 mm y 263 mm; en el caso de las intensidades estas disminuyen a medida que aumentan las duraciones de la lluvia, los valores críticos se presentan para duraciones de 1 hora con montos 94,1 mm/h y 105,8 mm/h para períodos de retorno de 50 y 1000 años. Los caudales pico estimados para diferentes períodos de retorno para la cuenca del río Borburata oscilan entre 5,02 m3/s y 792,7 m3/s; para la quebrada Cachrirí entre 1,5m3/s y 314,4 m3/s; y para la confluencia muestran valores de 6,2 m3/s y 941,8 m3/s, todos ellos para períodos de retorno entre 2 y 1000 años, valores estos elevados para cuencas tan pequeñas, lo que trae como consecuencia la movilización de grandes volúmenes agua hacia la llanura aluvial. Las inundaciones en el pueblo de Borburata son eventos recurrentes, las cuales han generado una gran cantidad de pérdidas materiales, afectando a un gran número de personas de esta localidad. Luego de los 264

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Zonificación de la amenaza por inundaciones en la planicie aluvial del río Borburata, estado Carabobo, Venezuela cálculos realizados en el siguiente estudio, se evidenciaron las áreas de esta localidad que se ven influenciadas por la generación de inundaciones ante eventos de precipitaciones extraordinarias, y ante la ocurrencia de caudales pico para diferentes períodos de retorno, ello debido a múltiples factores externos como las precipitaciones, y factores internos como la morfometría (forma de la cuenca, densidad de la red drenaje, fuertes pendientes entre otros factores), los cuales son principales condicionantes de las inundaciones. Aunado a lo anterior, la localización de la población en la planicie aluvial y en zonas adyacentes al río Borburata y a la quebrada Cachirí, permiten la generación de escenarios críticos por inundaciones. El mapa de zonificación muestras aquellas áreas más propensas a ser afectadas por las inundaciones y sus períodos de retorno, de igual manera se evidencian las afectaciones que pueden generar los eventos de 2 hasta 10 años de retorno, donde gran parte de la población se ve afectada. Las características que presenta la cuenca aunadas a eventos de lluvias, y en particular la ubicación de la población en gran parte de la llanura de inundación, son elementos que se conjugan para tener una dinámica en la cual la población es impactada por escenarios de inundaciones.

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Una propuesta de tipos pluviométricos para el estado Miranda, Venezuela

Una propuesta de tipos pluviométricos para el estado Miranda, Venezuela A proposal of rainfall types for Miranda state, Venezuela Loan José Landaeta profesor_loan1@hotmail.com Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Instituto Pedagógico de Caracas, Venezuela Articulo recibido en septiembre 2015 y publicado en enero 2016

RESUMEN La influencia de las precipitaciones en las actividades humanas ha propiciado el desarrollo de estudios que permiten comprender su dinámica y aprovechamiento potencial. No obstante, la producción de investigaciones pluviométricas y su respectiva representación cartográfica para el estado Miranda es escasa. El propósito de la investigación consistió en definir tipos pluviométricos para la entidad, a partir del estudio de la distribución espacial y temporal de la precipitación. Se escogieron 129 estaciones localizadas en Miranda y estados vecinos, con 20 años o más de registro para el periodo 1961 – 1990. Utilizando técnicas geoestadísticas y de análisis espacial fueron identificados y caracterizados seis tipos pluviométricos: Litoral de Barlovento, Llanura de Barlovento, Valles de Guarenas-Guatire, Valles del Tuy, Caracas y Serranía del Interior. La compleja orografía del estado y la influencia de masas de aire y sistemas de vientos de circulación local, son consideradas como los factores responsables de la variedad pluviométrica regional. Palabras clave: Precipitación; geoestadística; tipos pluviométricos; estado Miranda; Venezuela ABSTRACT The influence of rainfall on human activities has led to the development of studies to understand its dynamics and potential use. However, the production of rainfall investigations and their respective mapping for the Miranda state is scarce. The purpose of the research was to determine Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Loan Landaeta rainfall types for the Miranda state, from the study of the spatial and temporal distribution of precipitation. There were chosen 129 stations located on Miranda and neighboring states, with 20 years or more of record for the period 1961 - 1990. Using geostatistical and spatial analysis techniques were identified and characterized six pluviometric types: Barlovento Litoral, Barlovento Plain, Guarenas-Guatire Valleys, Tuy Valleys, Caracas and Interior Highlands. The complex topography of the state and the influence of air masses and wind systems of local circulation, are considered as the factors responsible for the regional rainfall variety. Key words: Precipitation; geostatistics; rainfall types; Miranda State; Venezuela

INTRODUCCIÓN La precipitación es un recurso natural de valor estratégico para la sociedad. Su utilización en actividades como la producción de alimentos, el abastecimiento de agua y la generación de energía hidroeléctrica, le confiere un estatus vital en el funcionamiento de cualquier modelo moderno. Además, influyen en el desarrollo de actividades cotidianas como el transporte y las comunicaciones, y afectan aspectos como la construcción de edificaciones, la salud de las personas y el control de enfermedades. De tal modo, el adecuado manejo y aprovechamiento de este recurso ha sido un aspecto a considerar en la instrumentación de políticas de planificación del territorio y en la gestión de riesgos de desastres. A consecuencia de ello, numerosos estudios se han encaminado hacia la modelización espacial y temporal de las precipitaciones con el propósito de caracterizar su distribución en el territorio. En Venezuela, la importancia de los estudios climáticos se ha reconocido desde mediados del siglo XX; no obstante, no han sido muchos las investigaciones sobre el clima regional (Sánchez, 2002). En lo referido a las precipitaciones, destacan las propuestas de caracterización regionales para el territorio venezolano desarrolladas por Vila (1960), Goldbrunner (1976) y Foghin (2002). Sin embargo, la variedad de factores que influyen sobre la precipitación en Venezuela hacen necesario realizar caracteriza268

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Una propuesta de tipos pluviométricos para el estado Miranda, Venezuela ciones regionales – locales más minuciosas, especialmente en las áreas en donde las condiciones del relieve y la cercanía a la costa ejercen una marcada influencia en la dinámica pluviométrica, como ocurre en el estado Miranda. Si bien se han desarrollado propuestas que caracterizan la precipitación de la entidad (Vila M. 1997 y Zambrano 1970), estas fueron desarrolladas con base en cortas series de datos, disponibles a finales de los años sesenta del siglo pasado. Desde entonces, el estado Miranda se ha convertido en una de las regiones económicas, sociales, políticas y culturales más importantes del país. Para el año 2011 era el segundo estado con mayor cantidad de habitantes (2.665.596 personas) y el cuarto con mayor densidad de población de Venezuela según el Instituto Nacional de Estadística (2011). En este contexto, las precipitaciones han ejercido gran influencia e impacto sobre las actividades cotidianas desarrolladas por la población mirandina. En otros casos, han generado trágicas consecuencias: en los años 2010 y 2011 las lluvias causaron pérdida de vidas y edificaciones, y provocaron la paralización temporal y consecuente ralentización de las actividades económicas y mercados locales del estado, principalmente en la producción agrícola y el turismo. Para inicios de diciembre de 2010 un estimado de 66.680 hectáreas productivas se habían reportado como afectadas sólo en la subregión de Barlovento (El Universal, 2010, diciembre 03), mientras que en las poblaciones de Higuerote y Río Chico, reconocidos destinos turísticos, las inundaciones alcanzaron 1,5 m. de altura en vísperas de la temporada vacacional navideña. Además, ese año, las consecuencias trascendieron del ámbito regional al nacional, cuando el tránsito hacia el oriente venezolano fue afectado por el colapso de varios canales de la autopista Gran Mariscal de Ayacucho, una de las arterias viales más importantes del país (Agencia Bolivariana de Noticias, 2010). Así pues, la propuesta desarrollada posee un doble propósito: climatológico, en cuanto a que constituye un referente para el desarrollo de políticas de planificación, y por otro lado, meteorológico, dado que serviría como fundamento para el establecimiento de instrumentaciones con fines Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 269


Loan Landaeta previsivos. Además, con la delimitación y caracterización de los tipos y subtipos pluviométricos, se pretende realzar la importancia de la región como unidad de análisis geográfico, en plena articulación con las escalas nacional y local.

MÉTODO La propuesta se presenta como una investigación de campo, pues corresponde con un análisis sistemático de problemas de la realidad, siendo su propósito el describir, interpretar, entender su naturaleza y factores constituyentes, explicar sus causas y efectos, o predecir su ocurrencia (Universidad Pedagógica Experimental Libertador, 2006); es de tipo descriptivo dado que se identifica, diferencia y caracterizan diferentes variables asociadas a la precipitación (total anual, distribución media mensual, distribución espacial, entre otras), en distintas localidades del territorio objeto de estudio; y a partir de datos primarios, dado que la información fue recolectada directamente de la realidad, por pluviómetros adscritos a instituciones especializadas en materia climática. Población y muestra de estudio La cantidad y calidad de los datos disponibles condicionó la realización de un muestreo no probabilístico intencional. Fueron seleccionadas estaciones localizadas en los estados Miranda, Vargas y el Distrito Capital con 20 años o más de registro entre los años 1961 – 1990. Para las entidades vecinas de Aragua, Guárico y Anzoátegui, se escogieron estaciones con registro entre 1961 – 1990. La muestra quedó conformada por un total de 129 estaciones, de las cuales 74 pertenecen al estado Miranda, 21 a Vargas, 16 a Distrito Capital, 7 a Guárico, 6 a Aragua y 5 a Anzoátegui. Recolección de la información La información pluviométrica utilizada en la investigación fue tomada del Sistema de Información – Datos Hidrometeorológicos Mensuales del 270

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Una propuesta de tipos pluviométricos para el estado Miranda, Venezuela Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (SIDHM – INAMEH), publicada en su portal web en agosto de 2013 y posteriormente verificada en la Coordinación de Procesamiento y Calidad de Datos de dicha institución. La información espacial fue obtenida del Laboratorio de Productividad y Desarrollo Vegetal del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (LPDV – IVIC) en formato vectorial y verificada con el levantamiento cartográfico del estado Miranda a escala 1:100.000 realizado por la Dirección de Cartografía Nacional del Ministerio de Obras Públicas. Procesamiento de información La información pluviométrica se trasladó de su formato original “.html” al programa Microsoft Excel 2007 para su procesamiento estadístico. Una vez tabulada, cada serie fue revisada para verificar la consistencia de los valores promedios, la existencia de datos englobados y datos faltantes, la continuidad temporal y homogeneidad de la serie. El desenglobe de datos de la muestra se realizó a partir de la propuesta de Pérez Machado (citada en Guevara, 1987), técnica escogida respecto al “desenglobe mediante el apoyo de una estación vecina” debido a que ofrece resultados más fiables al considerar como referencia la media mensual de la misma estación que contiene el dato englobado, y no las medias mensuales de otras estaciones sobre las cuales, en el caso del estado Miranda existe una marcada influencia de factores locales como la complejidad orográfica (diferencia altitudinal y orientación del relieve), vientos locales, insolación, vegetación, la cercanía al mar, entre otros. La estimación de los datos faltantes se realizó a partir del método racional y la técnica de la estimación por la distancia como segunda opción (Guevara, 1987). Los datos mensuales faltantes que fueron calculados utilizando el método racional y los valores mensuales estimados muy elevados o inferiores respecto a la media mensual, así como respecto a los meses precedentes y posteriores inmediatos, fueron comparados con los meses correspondientes a las estaciones más cercanas. Se conservaron al observar analogía, o fueron descartados en caso contrario y calculados Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Loan Landaeta utilizando el método de estimación por la distancia o la técnica de sustitución por el promedio. El método de estimación por la distancia se reservó para la estimación de montos faltantes en áreas llanas (principalmente la región de Barlovento), así como para corroborar la exactitud de los datos obtenidos a partir de otras técnicas y en algunos casos, para el cálculo de años faltantes, mientras que la técnica de sustitución por el promedio, se utilizó para estimar datos en estaciones que no presentaban marcadas variaciones de precipitación interanual en los registros disponibles. Para verificar la homogeneidad de las series se empleó el método de dobles masas. La caracterización de los diferentes tipos y sub-tipos pluviométricos, se fundamentó en los montos de precipitación media anual y su distribución durante el año. Para tal propósito fueron elaborados pluviogramas, los cuales permitieron la identificación de tendencias de distribución, su agrupación y posterior caracterización. A partir de la información pluviométrica procesada estadísticamente fueron creados polígonos de Thiessen para cada estación, mediante el conjunto de herramientas Proximity del ArcGis 9.3. La rutina utilizada se presenta a continuación (ver gráfico 1).

Gráfico 1. Rutina de procesamiento para la creación de Polígonos de Thiessen en el software ArcGis.

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Una propuesta de tipos pluviométricos para el estado Miranda, Venezuela Con los polígonos generados se determinó el área de influencia espacial de cada estación, y se estableció la distribución de los tipos y subtipos pluviométricos en el territorio del estado Miranda.

RESULTADOS La caracterización de los diferentes tipos pluviométricos y sub-tipos se fundamentó en los montos de precipitación media anual y su distribución durante el año. Las diferencias apreciadas dentro de los límites establecidos para los tipos pluviométricos fueron categorizadas como variaciones de estos y discriminados como subtipos pluviométricos. De esta forma se identificaron seis Tipos Pluviométricos para el estado, y 14 Sub-tipos; en el gráfico 2 se presenta su distribución espacial, y en el cuadro 1 sus principales características.

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274 Loan Landaeta

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Gráfico 2. Tipos pluviométricos del estado Miranda. Mapa generado a partir de Polígonos de Thiessen utilizando las estaciones con registro de 20 años o más (1961-1990). En el mapa se destacan 93 de las 129 estaciones consideradas.


Tipo pluviométrico

Litoral de Barlovento

Sub-tipos

Valles de Guarenas – Guatire

Valles del Tuy

Periodo de lluvias

Régimen

Monto máximo

Cantidad y serial de las estaciones que definen el tipo y subtipo pluviométrico

Machurucuto

875 a 1.115 mm

89,0% (MAY – NOV)

Dos máximas

Noviembre

7 estaciones / 1515, 1516, 1534, 1546, 1662, 1671 y 1536

San José de Río Chico

1.350 a 2.000 mm

84,9%.(MAY – NOV)

Dos máximas

Noviembre

2 estaciones / 1652 y 1674

600 a 1.350 mm

86,4% (MAY – NOV)

Tres máximas

Noviembre

5 estaciones / 1508, 1661, 1519, 1548 y 1680

Tapipa – El Guapo

2.200 a 2.900 mm

88,3% (MAY-ENE)

Dos máximas

Julio

6 estaciones / 1582, 1586, 1682, 1574, 1579 y 1580

Salmerón – Agua Blanca

1.200 a 2.200 mm

89,5% (MAY-ENE)

Dos máximas

Julio

13 estaciones / 1542, 1551,1571, 575, 1505, 1513, 1541, 1554, 1555, 1585, 1587, 1588 y 1589

Petare – Caurimare

1.000 a 1.200 mm

82,7% (MAY – NOV)

Una máxima

Junio-Julio

3 estaciones / 5029, 555 y 5028

Guarenas

700 a 1.000 mm

83,8% (MAY – NOV)

Una máxima

Julio

2 estaciones / 548 y 549

Guatire

900 a 1.000 mm

90,7% (MAY – DIC)

Una máxima

Julio

2 estaciones / 559 y 567

Valles del Tuy

750 a 1250 mm

85,2% (MAY – NOV)

Dos máximas

Junio - Julio

Carenero

Llanura de Barlovento

Precipitación media anual

275

16 estaciones / 560, 570, 571, 572, 578, 589, 1469, 540, 546, 547, 561, 565, 566, 568, 1441 y 1510

Una propuesta de tipos pluviométricos para el estado Miranda, Venezuela

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Cuadro 1. Tipos Pluviométricos y Sub-Tipos Identificados en el Estado Miranda


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Tipo pluviométrico

Caracas

Serranía del Interior

Sub-tipos

Precipitación media anual

Periodo de lluvias

Régimen

Monto máximo

Cantidad y serial de las estaciones que definen el tipo y subtipo pluviométrico

11 estaciones / 531, 539, 563, 1448, 544, 573, 623, 1439, 1458, 2169, 5057

800 a 1.150 mm

84,8% (MAY – NOV)

Tres máximas

Julio – Agosto – Octubre

Norte de Caracas

750 a 1.100 mm

83,8% (MAY – NOV)

Una o dos máximas

Río de Piedras

1.000 a 1.150 mm

89,9% (MAY – NOV)

Dos máximas

Junio Agosto

Cua – Tovar

1.000 a 1.500 mm

83,1% (MAY – NOV)

Una máxima

Junio

900 a 1.600 mm

88,6% (MAY – NOV)

Una máxima

Junio – Agosto

Quiripital

5 estaciones 5027, 1436, 520, 522 5021 3 estaciones / 2425, 2507 y 598 5 estaciones / 582, 585, 588, 594 y 5055 13 estaciones / 597, 1487, 1488, 2602, 2409, 2505, 2511, 2528, 2601, 2607, 2539, 2610 y 5037

Nota. En la columna “Cantidad y serial de las estaciones que definen el tipo y subtipo pluviométrico”, los números en cursivas y negritas representan las estaciones con 30 años de registro para la serie normal 1961 – 1990; los números sin cursiva y sin negrita representan las estaciones con 20 o más años de registro para la serie normal 1961 – 1990. Se destacan 93 de las 129 estaciones consideradas.

Loan Landaeta

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Caracas – Los Teques


Una propuesta de tipos pluviométricos para el estado Miranda, Venezuela Tipo Pluviométrico Litoral de Barlovento Correspondiente a la franja litoral y prelitoral de la llanura de Barlovento (ver gráfico 3). Este tipo pluviométrico, presenta montos anuales desde los 600 mm de precipitación en la costa, hasta los 2.000 mm adentrándose de 25 a 30 Km en la explanada barloventeña desde las estribaciones de la serranía de litoral al norte de Miranda hasta el oeste de Unare en el estado Anzoátegui. Presenta un período de lluvias que se extiende desde Mayo a Diciembre, concentrando en promedio el 86,1% de las precipitaciones anuales. La distribución y montos anuales dan lugar a tres sub-tipos: Carenero, Ma-

Gráfico 3. Tipo pluviométrico Litoral de Barlovento y sub-tipos.

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Loan Landaeta churucuto y San José de Río Chico. La localidad-tipo escogida como representativa de este tipo pluviométrico es Tacarigua de la Laguna (1661). El sub-tipo Carenero (ver gráfico 4) se caracteriza por tres máximas que corresponden a los meses de Junio, Agosto y Noviembre. Su precipitación total anual corresponde entre los 600 a 1.350 mm. La máxima precipitación se registra en el mes de Noviembre, con un promedio de 16,1% del total anual, siendo la segunda máxima la del mes de Agosto (12,2%) y Junio la tercera (9,9%).

Gráfico 4. Estaciones representativas del sub-tipo Carenero. El sub-tipo Machurucuto se caracteriza por un régimen con dos máximas. La máxima principal ocurre en los meses de Octubre – Noviembre y acumula en 30,2% de la precipitación anual; la máxima secundaria tiene lugar en Junio (9,7%). Este tipo pluviométrico se presenta como dos núcleos independientes en el litoral barloventeño (Paparo y Machurucuto), los cuales interrumpen la continuidad espacial del subtipo Carenero. Registra montos anuales de 1.115 mm en Paparo y 875 mm en Machurucuto. El Periodo de lluvias tiene lugar entre Mayo y Diciembre, acumulando el 89,0% de la precipitación total anual (ver gráfico 5). El sub-tipo San José de Río Chico se extiende en la franja prelitoral de la costa mirandina. Presenta un régimen de dos máximas bien definidas, siendo que la principal ocurre entre los meses de Noviembre – Diciem278

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Una propuesta de tipos pluviométricos para el estado Miranda, Venezuela bre, y registra un 28% de la precipitación anual; la máxima secundaria se presenta entre los meses de Julio – Agosto. La precipitación anual oscila entre los 1.350 a 2.000 mm, correspondiendo su periodo de lluvias a los meses entre Mayo y Diciembre a un 84,9% del total anual (ver gráfico 6).

Gráfico 5. Estaciones representativas del Sub-tipo Machurucuto.

Gráfico 6. Estaciones representativas del sub-tipo Carenero. Tipo Pluviométrico Llanura de Barlovento Este tipo pluviométrico se localiza en la llanura de Barlovento, unos 25 Km. tierra adentro de la franja prelitoral entre la Cordillera de la Costa al norte y la Serranía del Interior, al sur (ver gráfico 7). Las precipitaciones Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Loan Landaeta oscilan entre los 1.200 a 2.900 mm anuales y se reparten en dos máximas, con una principal entre Julio y Agosto, y una secundaria entre Noviembre y Enero. En esta zona tienen lugar las mayores precipitaciones del estado Miranda. La localidad-tipo representativa es El Guapo (1682).

Gráfico 7. Tipo pluviométrico Llanura de Barlovento y sub-tipos.

El sub-tipo Tapipa – El Guapo se presenta como tres núcleos entre las localidades de Tapipa y El Guapo, en el estrechamiento orográfico que conforman las estribaciones de Cordillera de la Costa y la Serranía del Interior. En esta zona, se registran entre 2.200 a 2.900 mm de precipitación anual, repartida en un régimen de dos máximas cuya principal ocurre entre los meses de Junio – Agosto, y la segunda entre Noviembre – Enero (ver gráfico 8). La temporada de lluvias se registra entre los meses de Mayo a Enero con un total de 88,3%. 280

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Una propuesta de tipos pluviométricos para el estado Miranda, Venezuela

Gráfico 8. Estaciones representativas del sub-tipo Tapipa – El Guapo. El Sub-tipo Salmerón – Agua Blanca presenta dos máximas anuales (ver gráfico 9). Registra entre 1.200 a 2.200 mm de precipitación anual, montos inferiores respecto al núcleo Tapipa – El Guapo. La máxima principal ocurre entre Junio – Agosto (38,7% del total anual), y la segunda máxima entre Noviembre – Enero. La temporada de lluvias se registra entre Mayo y Diciembre con un total de 89,5%.

Gráfico 9. Estaciones representativas del sub-tipo Salmerón – Agua Blanca.

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Loan Landaeta Tipo Pluviométrico Valles de Guarenas – Guatire La precipitación total anual del tipo Valles de Guarenas – Guatire oscila entre los 700 a 1.250 mm. El periodo de lluvias ocurre entre los meses de Mayo a Noviembre, representando el 82,9 % de la precipitación anual. La máxima tiene lugar entre los meses de Junio a Agosto, mientras que las precipitaciones del periodo Septiembre a Noviembre presentan una disminución. El régimen pluviométrico junto al total anual, permite la distinción de tres sub-tipos: Petare – Caurimare, Guarenas y Guatire (ver gráfico 10).

Gráfico 10. Tipo pluviométrico Valles de Guarenas – Guatire y sub-tipos. Los segmentos punteados entre los polígonos correspondientes a las estaciones Guarenas (548) y Santa Epifanía (549) no fueron generadas por el ArcGis, sino por el autor, al considerar que en la zona entre líneas debe existir un comportamiento pluviométrico común que no se evidencia en la forma de otro polígono de Thiessen debido a la inexistencia de una estación próxima que registrase dicho comportamiento en esa zona.

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Una propuesta de tipos pluviométricos para el estado Miranda, Venezuela Este tipo pluviométrico constituye una transición entre los tipos Caracas y Valles del Tuy al oeste y el tipo Llanura de Barlovento al este. Así pues, la distribución de las precipitaciones entre los meses de Junio a Noviembre es más pareja para la localidad de Petare, pero tiende hacerse más conspicua entre Junio a Agosto a medida que se avanza hacia el Este (Guarenas), para finalmente ajustarse a una distribución de dos máximas en la localidad de Guatire. Se escogió como localidad-tipo representativa la estación de Santa Epifanía (549). El sub-tipo Petare - Caurimare registra un monto anual de entre 1.000 y 1.200 mm de precipitación en un régimen caracterizado por una sola máxima cuyos montos más elevados ocurren entre Junio y Agosto (ver gráfico 11).

Gráfico 11. Estaciones representativas del sub-tipo Petare – Caurimare.

La localidad de Guarenas totaliza una precipitación anual entre 700 y 1.000 mm. Respecto a la localidad Petare – Caurimare al oeste, Guarenas presenta una disminución promedio de la precipitación anual, así como de las lluvias entre los meses de Septiembre a Octubre, haciendo que la máxima Junio – Agosto sea mucho más pronunciada respecto al periodo indicado y los territorios localizados al este (ver gráfico 12). En el sub-tipo Guatire las lluvias inician en Mayo, extendiéndose hasta Diciembre en un régimen caracterizado por dos máximas cuya princiRevista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Loan Landaeta pal ocurre entre los meses de Junio – Agosto (40,4% del total anual), y la secundaria entre Noviembre – Diciembre; siendo que su distribución temporal es más propia de las localidades del tipo pluviométrico Llanura de Barlovento, la localidad de Guatire presenta montos inferiores a estas (especialmente en la máxima secundaria), razón por la cual se considera una zona transicional hacia la depresión barloventeña. Registra un monto anual entre los 900 a 1.000 mm (ver gráfico 13).

Gráfico 12. Estaciones representativas del sub-tipo Guarenas.

Gráfico 13. Estaciones representativas del sub-tipo Guatire.

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Una propuesta de tipos pluviométricos para el estado Miranda, Venezuela Tipo Pluviométrico Valles del Tuy El tipo Valles del Tuy registra una precipitación total anual entre los 750 a 1.250 mm, siendo que 85,2% de ese monto ocurre entre los meses de Mayo–Noviembre, y entre el 43% al 53% de Junio a Agosto (máxima principal). Se localiza al oeste del estado Miranda, al sur de los 10° 20´ aproximadamente, correspondiendo con la región fisiográfica de los Valles del Tuy, del cual toma su topónimo. La localidad-tipo representativa para los Valles del Tuy es Macaguita (570) (ver gráfico 14).

Gráfico 14. Tipo pluviométrico Valles del Tuy.

Presenta como rasgo distintivo un incremento de las precipitaciones en el mes de Octubre (ver gráfico 15), que rompe la tendencia mensual de disminución de lluvias desde el mes de julio, conformando una máxima secundaria. Este tipo parece extenderse hasta unos 15 Km. hacia el territorio del estado Aragua (Pie del Cerro – 1444). Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Gráfico 15. Estaciones representativas del sub-tipo Valles del Tuy.

Este tipo pluviométrico se extiende hasta el norte -Alto De Ño León (1425), Sitio Oropeza (1446), Alto Izcaragua (1417), Macarao-Dique (1426), Sabaneta (1427), Llano De Cura (1437), Topo De Los Espejos (1445) y Caricuao (5061)-, pareciendo ser la condición pluviométrica predominante en todo el territorio occidental del municipio Libertador, presentando una diferencia promedio de 8% menos en el total anual de precipitaciones para el periodo Mayo – Noviembre respecto a los territorios más al sur (lo que supondría un subtipo, pero fuera de los límites del estado Miranda). De igual forma, registran un monto anual menor, que oscila entre los 750 a 1.000 mm, excepción de Macarao-Dique que se conforma como un núcleo de precipitación intenso de 2.200 mm anuales aproximadamente (ver gráfico 16).

Gráfico 16. Estaciones representativas del sub-tipo Valles del Tuy – (Norte). 286

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Una propuesta de tipos pluviométricos para el estado Miranda, Venezuela Por otro lado, en el extremo Oeste del estado -El Arado (1438) y Pozo de Rosas (1447)- las precipitaciones difieren del comportamiento del tipo en cuestión, caracterizándose por una distribución similar pero sin el distintivo incremento que ocurre en el mes de octubre en las estaciones localizadas más al sur y el este, a poco más de cuatro kilómetros (ver gráfico 17).

Gráfico 17. Estaciones representativas del sub-tipo Valles del Tuy – (Oeste).

Tipo Pluviométrico Caracas El tipo pluviométrico Caracas se extiende a lo largo del Valle de Caracas y desde el piedemonte de la serranía de El Ávila hasta Los Teques, más al suroeste; así pues, este tipo pluviométrico cubre la mayor parte del Distrito Metropolitano de Caracas además de los municipios Los Salias y Carrizal (ver gráfico 18). La precipitación anual oscila entre los 700 a 1.150 mm repartidos en una variedad de regímenes que dan lugar a dos sub-tipos, las cuales se identifican con los nombres de las localidades Caracas– los Teques. El sub-tipo Caracas – Los Teques se extiende entre el oeste de la ciudad de Caracas (23 de Enero – Observatorio Cagigal) y el este (Petare), y hacia el suroeste hasta Los Teques – El Encanto. Registra entre 800 a 1.150 mm de precipitación total anual en un régimen que se caracteriza por tres máximas que tienen lugar en los meses de Junio, Agosto y Octubre. El periodo Mayo – Noviembre concentra en promedio el 84,8% de la precipitación anual, siendo que los meses de Junio a Agosto ocurre un 41,5% promedio de lluvia anual (ver gráfico 19). Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Gráfico 18. Tipo pluviométrico Caracas y sub-tipos.

Gráfico 19. Estaciones representativas del sub-tipo Caracas – Los Teques.

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Una propuesta de tipos pluviométricos para el estado Miranda, Venezuela Contrario al sub-tipo Caracas – Los Teques, la localidad Norte de Caracas se caracteriza por una menor extensión y heterogeneidad de regímenes de las unidades de análisis (estaciones pluviométricas) que agrupa. Así pues, a diferencia de otros sub-tipos propuestas en el presente estudio, la actual agrupación reúne muestras de comportamientos pluviométricos disímiles entre sí, pero que registran como rasgo mancomunado su localización espacial, la cual corresponde con las estaciones emplazadas al norte del Distrito Metropolitano Caraqueño. De tal forma, Caracas-Catia (522) registra una pluviometría total anual de 750 mm con una distribución caracterizada por una sola máxima cuyo mayor monto se registra en los meses de Septiembre y Octubre. El mismo comportamiento pluviométrico se observa en estaciones aledañas próximas (pero con registro menor a 20 años) como Caracas - Cuartel Urdaneta (606), Caracas - San José del Ávila (607) y Caracas - Teleférico (622) (ver gráfico 20).

Gráfico 20. Estaciones representativas del sub-tipo Caracas (Catia).

Más al Este, las estaciones Caracas - La Salle (520), Caracas - Chacaíto (5021) y Caracas - Caurimare (5027) registran entre 800 a 1.100 mm de precipitación anual, repartida en un régimen con una máxima principal en Agosto y una secundaria en Junio. El 83,5% de la precipitación anual tiene lugar en los meses de Mayo a Noviembre (ver gráfico 21).

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Gráfico 21. Estaciones representativas del sub-tipo Caracas (Este). Tipo Pluviométrico Serranía del Interior Al sur del estado Miranda, en los límites con los estados Aragua, Guárico y Anzoátegui correspondientes a la serranía del Interior del Tramo Central de la Cordillera de la Costa, se destaca este tipo pluviométrico que registra montos de precipitación anual entre los 850 a 1.600 mm y en el que las lluvias máximas tienen lugar entre los meses de Junio a Agosto (48,1% del total); la extensión superficial de este tipo pluviométrico, así como la orografía montañosa, trae como consecuencia diferentes regímenes, los cuales han sido identificados con los nombres de sus localidades representativas; estas son: Río de Piedras, Cua – Tovar y Guatopo (ver gráfico 22). La principal característica de este sub-tipo Río de Piedras corresponde a dos máximas que tiene lugar en los meses de Junio y Agosto. La precipitación total anual oscila entre los 1.000 a 1.150 mm, de las cuales 89,9% se reparte entre los meses de Mayo a Noviembre (ver gráfico 23). Con una precipitación total anual entre los 1.000 a 1.500 mm, el sub-tipo Cua – Tovar presenta un régimen caracterizado por una sola máxima que tiene lugar entre los meses de Junio a Agosto (46,4% del total). El periodo de lluvias para este subtipo inicia en Mayo y parece extenderse hasta el mes de Diciembre -88,6% del total anual- (ver gráfico 24). 290

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Una propuesta de tipos pluviométricos para el estado Miranda, Venezuela

Gráfico 22. Tipo pluviométrico Serranía del Interior y sub-tipos.

Gráfico 23. Estaciones representativas del sub-tipo Río de Piedras.

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Gráfico 24. Estaciones representativas del sub-tipo Cua – Tovar.

En el sub-tipo Guatopo la precipitación anual oscila entre los 900 a 1.600 mm, en un periodo que se extiende de Mayo a Noviembre, el cual se caracterizada por una sola máxima entre los meses de Junio a Agosto, periodo que registra un promedio de 46,4% del total anual. Este sub-tipo es el más extendido para el presente tipo pluviométrico, estando presente en toda la frontera sur del estado Miranda. Particular mención merece la localidad de Guatopo (2505) la cual presenta un periodo de precipitaciones extendido hasta el mes de Enero (ver gráfico 25).

Gráfico 25. Estaciones representativas del sub-tipo Guatopo.

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Una propuesta de tipos pluviométricos para el estado Miranda, Venezuela CONCLUSIONES Los Tipos Pluviométricos definidos para el estado Miranda constituyen una caracterización a escala local de los Tipos Pluviométricos desarrollados por Foghin (2002), a su vez, una ampliación de los 10 “regímenes de lluvia tipo” propuestos por Goldbrunner en 1976; además, vienen a ampliar y actualizar las comarcas pluviométricas para el estado Miranda propuestas por Vila (1967). El estado Miranda, posee una orografía compleja, a su vez bajo influencia de una masa de aire continental y otra marítima, además de sistemas de vientos de circulación local, los cuales pueden considerados como los factores que condicionan la existencia de los seis tipos pluviométricos y sus variedades respectivas definidas en la presente propuesta. Por otra parte, al considerar la poca extensión territorial del estado Miranda respecto a otras entidades del país, cabe especular la posible cantidad y variedad de tipos y subtipos pluviométricos que pueden ser caracterizados y delimitados para otros espacios del territorio venezolano. Por tanto, se considera necesario emprender investigaciones que continúen atendiendo al desarrollo de la climatología regional y local del territorio venezolano a efectos de entender las posibilidades de desarrollo integral que ofrece el país.

REFERENCIAS

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RESEÑA DE LIBRO Iniciación a la Meteorología y Climatología. Autor: José Luis Fuentes Yagüe (2012). Madrid, España: AGROGUÍAS Mundi-Prensa Libros, S. A. ISBN: 978-848-4765-10-3. 253 páginas. 22 cuadros. 32 figuras. Lengua: Español Víctor Reyes vmreyes2006@gmail.com Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico de Caracas, Venezuela.

José Luis Fuentes Yagüe nos presenta en su obra una síntesis de los fundamentos meteorológicos y climatológicos que deben manejar aquellas personas que inician sus estudios en el campo de las ciencias atmosféricas. Su esfuerzo se orienta a presentar un material que desde el punto de vista didáctico, contribuya a facilitar la aproximación a unas ciencias que resultan de suma importancia para la política agrícola y alimentaria de España y el mundo. El libro contiene once capítulos, un glosario de términos meteorológicos y climáticos, así como una sección de referencias bibliográficas. Los mismos reflejan una visión clásica en cuanto a la presentación de los elementos del clima. Sin embargo, siempre el autor se ocupa de resaltar los aspectos relacionados con el conocimiento del clima y su influencia en la producción vegetal, y la capacidad productiva de un cultivo. Fuentes Yagüe presenta en el primer capítulo, a modo de introducción, una discusión sobre el Tiempo y el Clima que permite aproximarse al Sistema Climático y su existencia, como el resultado de la interacción entre sus componentes (la atmósfera, la hidrósfera, la criósfera, la biósfera y la litósfera). El enfoque sistémico adoptado hace énfasis en las relaciones y meta-relaciones hasta el punto de configurar un funcionamiento del sistema climático a partir de los mecanismos de retroalimentación. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 La temperatura en la superficie terrestre es abordada en el segundo capítulo. Inicia el mismo con la discusión sobre calor y temperatura, lo cual permite introducir lo correspondiente a la radiación solar, su comportamiento y manifestaciones. Se discuten a su vez los aspectos geoastronómicos y su influencia sobre la radiación solar y la temperatura del aire. También son trabajados los ciclos diarios y anuales de las temperaturas. Cierra este capítulo con un breve desarrollo sobre el fenómeno de la helada y la actuación ante su presencia, denotando así la preocupación permanente por la afectación de los cultivos. El tercer y cuarto capítulos corresponden a la humedad atmosférica y a las precipitaciones. A partir del conocimiento de los estados del agua en la atmósfera, se precisan técnicas para la medición de la humedad, y se analiza lo concerniente al enfriamiento del aire y la posterior formación de nubes y sistemas nubosos. El proceso de formación de las precipitaciones y de los factores generadores, los tipos de precipitación y su medida, son señalados en la sección respectiva, dando peso al problema de las granizadas en la producción vegetal. El estudio del viento y la presión atmosférica ocupan el capítulo quinto. El estudio de ambos elementos se realiza a escala global, sinóptica, regional y local. Las precisiones teóricas realizadas permiten abordar el tema de las perturbaciones atmosféricas en el capítulo seis. Allí se les clasifica y se destacan por una parte las borrascas del frente polar, las depresiones no frontales y los anticiclones. Por otra parte, son también resaltadas las perturbaciones de origen subtropical como son las ondas de los vientos del este y los ciclones tropicales. Los meteoros eléctricos y luminosos están contenidos en el capítulo siete (descargas eléctricas, la aurora polar, el halo y la corona, el arco iris, la coloración del cielo, del Sol y de las nubes, el crepúsculo y los espejismos). Este abordaje del tema dentro de un capítulo específico no es muy frecuente de encontrar dentro de la literatura especializada, lo cual es un aporte conceptual y didáctico al respecto.

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016 El mosaico climático del planeta es presentado en el capítulo siguiente. Se parte de una categorización del clima en función del factor latitudinal (climas intertropicales - climas templados - climas polares), para posteriormente clasificarlos con base en sus características pluviométricas. Finalmente se realiza una descripción del clima en España, estableciendo una zonificación vinculada a la potencialidad agrícola. En el capítulo nueve se analiza la influencia de la temperie y el clima sobre los seres humanos y las actividades productivas basadas en la agricultura. Resalta el autor su interés por la sensibilidad de los animales y las plantas ante los fenómenos atmosféricos; así como las exigencias climáticas de los cultivos y de la fenología. La predicción del tiempo atmosférico es tratada en el capítulo décimo. Destaca lo relativo a los servicios meteorológicos. También se realiza una presentación de aspectos empíricos relacionados con los fenómenos ópticos y su utilidad para la predicción meteorológica. Por último, se rescata la sabiduría popular expresada a través de los refraneros españoles. Con esto el autor abre una ventana al diálogo de saberes y a la percepción del clima. El capítulo final se centra en el análisis del cambio climático. El mismo se plantea desde la tendencia al equilibrio del sistema climático. Se reseñan eventos como El Niño y la Oscilación Sur, así como las consecuencias e impactos de eventos típicos y atípicos. La reflexión de cierre se orienta a establecer la real influencia de la acción de los seres humanos sobre el clima. Esta sección se presenta a manera de síntesis donde los futuros posibles tienen su espacio. Seguidamente se presentan un Glosario de términos de uso frecuente en la escritura meteorológica y climática, y la bibliografía consultada. El enfoque de la obra supera el análisis de la Climatología como un cuerpo teórico donde solo se destacan las relaciones internas de los elementos del clima. A partir de lo anterior, conviene señalar que la tendencia de la última década en el campo de las ciencias atmosféricas apunta hacia Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 la construcción de conocimiento que pueda ser aplicado en las distintas áreas del quehacer humano en función de un eje claro que es la mitigación del cambio climático. Bajo esta perspectiva la publicación analizada tiende a presentar a la meteorología y la climatología como constructos científicos relacionados con la realidad tecnológica, productiva y el contexto

social español. El libro reseñado constituye un texto de utilidad general para los aficionados a las ciencias atmosféricas y para estudiantes que inician su transitar por la Climatología. En este sentido, contribuye también desde el punto de vista conceptual y didáctico al aprendizaje de la Meteorología y la Climatología en las aulas de educación universitaria y de educación técnica donde los contenidos presentados son requeridos.

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El desarrollo de la competencia científica: 11 ideas clave. Autores: Emilio Pedrinaci (Coord.), Aureli Caamaño, Pedro Cañal y Antonio de Pro (2012). Barcelona, España: Editorial Graó. ISBN: 978-84-9980-472-9. 294 páginas. 38 cuadros. 7 figuras. Lengua: Español Gloria Guilarte gloguilarte@gmail.com Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico de Caracas, Venezuela.

En la primera década del siglo XXI se confirmaron algunas sospechas que ocasionaban cierta intranquilidad en los docentes de ciencias de Europa. Sus temores se basaban en los extensos currículos que debían administrar y el poco tiempo que disponían para trabajar con temas que pudieran interesar a sus estudiantes. Dicha confirmación provino de diversas fuentes, por una parte, la ofrecieron los resultados de las evaluaciones internacionales estandarizadas (tales como el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes PISA, por sus siglas en inglés) y por la otra, a través de informes de investigaciones tales como el Euro-barómetro y el Informe de Enseñanza de la Ciencia Hoy, conocido también como Informe Rocard, entre otros. Ya no había lugar a dudas: los estudiantes europeos perciben la educación científica como irrelevante y difícil. Los conocimientos obtenidos en sus clases de ciencia no son transferibles a otros contextos y su utilidad en el ejercicio de la ciudadanía resulta escasa. Es este demoledor hallazgo el que encara la obra coordinada por Emilio Pedrinaci, en la que participan: Aureli Caamaño, Pedro Cañal y Antonio del Pro, quienes en 11 capítulos y un total de 294 páginas, se proponen 11 preguntas sobre la competencia científica, que es una de las competencias básicas formuladas por la Comisión del Parlamento Europeo para la Educación y recomendadas para ser asumidas como competencias clave por los sistemas educativos de sus Estados miembros. Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 La obra “El desarrollo de la competencia científica: 11 ideas clave” se propone explorar las potencialidades del enfoque competencial del currículo para revertir la situación planteada con la educación científica de la población. Y lo hace no sin reservas frente a la vertiginosa irrupción y ritmo de diseminación de esta perspectiva curricular, a la que reconoce como perteneciente al ámbito empresarial, por tanto un campo ajeno al educativo. Los autores no tienen reservas al expresar sus dudas sobre el enfoque competencial aplicado a la enseñanza de las ciencias; exploran los riesgos que comporta el emprender un camino equivocado para capturar el interés de los jóvenes por la educación científica; alertan sobre los peligros de abandonar propuestas prometedoras que se estarían dejando de lado al optar por este enfoque competencial en forma exclusiva; enfrentan con decisión la punzante realidad de saber que los esfuerzos puestos en la formación científica por los profesores de ciencias, los han conducido a tan magros resultados. Antes bien, se trata de una obra que abriga esperanzas frente a la opción de no hacer nada o seguir haciendo lo que se venía haciendo hasta entonces. Es la compilación de reflexiones, propuestas e ideas, para lidiar con el reto que encierra la perspectiva competencial en la enseñanza de las ciencias. Analiza teóricamente la cuestión de la competencia científica, pondera su relación con conceptos y enfoques anteriores y proporciona propuestas concretas o ejemplos prácticos para trabajar en el aula. Para estructurar el libro, el equipo de autores coordinado por Emilio Pedrinaci se plantea 11 preguntas a responder, con lo cual, generan 11 ideas clave a tener en cuenta. Cada una de estas ideas sirve de título para cada uno de los 11 capítulos. Las ideas clave son las siguientes: 1. El ejercicio de una ciudadanía responsable exige disponer de cierta competencia científica. 2. La noción de competencia científica proporciona criterios para seleccionar, enseñar y evaluar conocimientos. 3. Deben enseñarse conceptos y teorías científicas imprescindibles para elaborar explicaciones básicas sobre el mundo natural.

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016 4. Los ciudadanos necesitan conocimientos de ciencias para dar respuestas a los problemas de su contexto. 5. La elaboración y evaluación de modelos científicos escolares es una forma excelente de aprender sobre la naturaleza de la ciencia. 6. La investigación escolar es la actividad que mejor integra el aprendizaje de los diferentes procedimientos científicos. 7. Aprender ciencias es, en buena medida, aprender a leer, escribir y hablar ciencia. 8. Las implicaciones sociales del conocimiento científico y tecnológico forman parte de éste y, por lo tanto de su enseñanza. 9. El desarrollo de la competencia científica demanda y produce actitudes positivas hacia la ciencia y el conocimiento científico. 10. Saber ciencias no equivale a tener competencia profesional para enseñar ciencias. 11. La evaluación de la competencia científica requiere nuevas formas de evaluar los aprendizajes. En el desarrollo de cada uno de los capítulos se organizan una serie de propuestas para contextualizar la enseñanza de las ciencias, para abordar su naturaleza, promover el interés en la educación científica de la ciudadanía e incluso cuáles son y serán las exigencias de la formación del profesorado que este enfoque basado en competencias trae. Este último aspecto es el que consideramos de enorme interés para las instituciones formadoras de educadores y, en particular, para la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, inmersa en la actualidad en un proceso de transformación curricular cuya perspectiva está basada en competencias. En esta obra se alerta acerca de las medidas que deben venir aparejadas a esta corriente curricular, si desde luego, se asume una visión amplia del currículo: La formación de los formadores, la transformación de los elementos del ciclo didáctico, nuevas formas de enseñar, aprender y evaluar, todo ello es vital para poner en marcha este cambio de enfoque con posibilidades de éxito.

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 Una obra como la reseñada ofrece respuestas tentativas que bien podrían servir de referencia para los lectores interesados en el tema y sobre todo, una oportunidad para la reflexión de los profesores de ciencias naturales o experimentales.

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EVENTO VI Jornadas Nacionales de Geomática y 1er Congreso Nacional de Geomática. Caracas (Venezuela) del 26 al 31 de Octubre de 2015 Freddy Flores freddyf@fii.gob.ve

Ramiro Salcedo rsalcedo@fii.gob.ve Fundación Instituto de Ingeniería para Investigación y Desarrollo Tecnológico Centro de Procesamiento Digital de Imágenes, Venezuela.

La Fundación Instituto de Ingeniería para Investigación y Desarrollo Tecnológico (FIIIDT), es una institución del Estado Venezolano adscrita al Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (MPPEUCT), que desde su creación en 1983, ha llevado a cabo actividades de investigación aplicada, desarrollo tecnológico, asesoría técnica y servicios especializados a través de sus áreas especializadas de la ingeniería y disciplinas afines, entre las cuales se encuentran el Centro de Procesamiento Digital de Imágenes (CPDI). Desde hace 32 años el CPDI, tiene como misión servir de apoyo tecnológico al sector público y privado en el área de la Geomática, a través de la ejecución y desarrollo de proyectos, asesorías y servicios especializados, para brindar soluciones tecnológicas para el inventario de recursos, evaluación y análisis del territorio venezolano, utilizando las imágenes adquiridas por satélites de observación terrestre, los Sistemas de Información Geográfica (SIG), la cartografía digital y los Sistemas Globales de Navegación por Satélite (GNSS). A partir del año 2005, el CPDI asumió como responsabilidad la organización de las Jornadas Nacionales de Geomática, con una periodicidad Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 bienal. Su principal objetivo ha sido promover el intercambio de experiencias entre las instituciones y personas usuarias de la Geomática, miembros de la comunidad geo-científica venezolana, así como promover su uso en las futuras generaciones. La realización de este evento ha contado con la colaboración de entes públicos y privados, contribuyendo a identificar el estado de avance de la Geomática en Venezuela con la propuesta de aplicaciones y el desarrollo de investigaciones de interés para el Estado venezolano. Durante las cinco primeras ediciones se ha contado con una significativa participación de ponencias y asistentes, con un promedio de 200 participantes, y unas 60 ponencias por evento. Esto representa, desde nuestro punto de vista, el interés y expectativa que ha generado este espacio para el intercambio e interrelaciones en la comunidad geo-científica del país vinculada con la Geomática. Nuevamente este año tendrá lugar la VI Edición de las Jornadas y el 1er Congreso Nacional de Geomática, que se llevarán a cabo entre el 26 y 31 de octubre de 2015, en la ciudad de Caracas, donde nuevamente se reunirá a la comunidad científica de las geo-ciencias para conocer los avances e innovaciones en materia de Geomática en nuestro país, a través de trabajos y contribuciones que darán a conocer las aplicaciones, usos, bondades, alternativas y soluciones científicas de esta área técnica del saber, en casos concretos de estudio y análisis en los contextos venezolano y mundial. Trabajos estos vinculados a la temática de la soberanía tecnológica, en los cuales se hace uso de las imágenes adquiridas por nuestro Satélite Miranda. Las VI Jornadas y el 1er Congreso permitirán de nuevo el intercambio de experiencias y experticias basadas en el uso de la Geomática, con la participación de la comunidad en general, investigadores, profesionales, técnicos, académicos, estudiantes, instituciones y empresas, tanto nacionales como extranjeras; ofreciendo adicionalmente, la oportunidad de 304

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016 mostrar resultados derivados del uso de las imágenes adquiridas por el Satélite Miranda. Para ello se ha propuesto el siguiente temario: • • • • •

Ambiente y Sociedad Planificación Territorial Educación y Formación Investigación, Desarrollo e Innovación Poder Popular

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Currícula de los autores Ana Iztúriz. Profesora de Ciencias de la Tierra (IUPC). Magister Scientiarum en Ciencias Geológicas (UCV-FI). Doctora en Ciencias Geológicas (UCV). Profesora Titular Jubilada a Dedicación Exclusiva adscrita a la Cátedra de Geología del Departamento de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPCDCT). Investigadora miembro del Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano” (CIEMEFIVE). Tutora de Trabajos de Investigación de Pregrado y de Tesis de Postgrado. Autora y co-autora de diversas publicaciones científicas en revistas especializadas de circulación nacional e internacional, y de varios capítulos de libros. Andrea Alcántara. Profesora de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC). Profesora de Preparaduría en la Misión Ribas (MPPE) en la Unidad Educativa “Mariscal Sucre”. Arismar Marcano. Profesora de Geografía e Historia (UPEL-IPC). Magister en Geografía Mención Geografía Física (UPEL-IPC). Candidata a Doctora en Educación Ambiental (UPEL-IPC). Profesora Agregado a Dedicación Exclusiva adscrita a la Cátedra de Hidrometeorología del Departamento de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC-DCT). Investigadora miembro del Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano” (CIEMEFIVE). Miembro activo en el PEII. Tutora de Trabajos de Investigación de Pregrado y Postgrado. Autora y co-autora de diversas publicaciones científicas en revistas especializadas de circulación nacional e internacional. Coordinadora del Programa Académico de la Especialidad Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC-DCT). Carlos Suárez. Profesor de Geografía e Historia (IUPC). Master of Arts en Ciencias de la Tierra (University of Northern Colorado, USA). Magister Scientiarum en Ciencias Geológicas (UCV-FI). Doctor en Educación (UPEL-IPC). Profesor Titular a Dedicación Exclusiva adscrito a la Cátedra de Geología del Departamento de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC-DCT). Investigador miembro del Centro de Investigación “Estudios del Medio Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 Físico Venezolano” (CIEMEFIVE). Miembro activo en el PEII. Tutor de Trabajos de Investigación de Pregrado y de Tesis de Postgrado. Autor y co-autor de diversas publicaciones científicas en revistas especializadas de circulación nacional e internacional, y de varios libros y capítulos de libros. Director-Editor de la Revista Aula y Ambiente. Freddy Flores. Geógrafo (ULA). Especialista en Gerencia de Proyectos de Investigación y Desarrollo (UCV). Profesional de Investigación y Desarrollo Tecnológico (FIIIDT-CPDI). Jefe (E) del Centro de Procesamiento Digital de Imágenes (CPDI) (FIIIDT, 2007-2011). Coordinador de Proyectos en el CPDI. Miembro de la Sociedad de Especialistas Latinoamericanos en Percepción Remota y Sistemas de Información Espacial (SELPER) Capítulo Venezuela. Miembro activo en el PEII. Freddy Oropeza. Profesor de Física (UPEL-IPMALA), adscrito al Departamento de Ciencias de la Tierra (IPMALA). Candidato a Magister en Educación Superior (UPEL-IPMALA). Profesor Asistente a Tiempo Completo responsable del Área de Astronomía y Matemáticas en la Especialidad de Ciencias de la Tierra. Coordinador del Centro de Investigación en Astronomía, Geociencias y Física Nuclear (CIAGF). Miembro activo en el PEII. Co-autor de textos para el nivel de Educación Media Diversificada y Profesional. Autor y co-autor de publicaciones científicas en revistas especializadas. Coordinador UNAWE-Monagas e integrante del Nodo Andino de Astronomía.

Gloria Guilarte. Profesora de Ciencias de la Tierra y Ciencias Generales (IUPC). Especialista en Planificación Educativa (USM). Magister en Ciencias de la Educación (USM). Candidata a Doctora en Cultura y Arte para América Latina y el Caribe (UPEL-IPC). Profesora Instructora a Tiempo Completo adscrita al Departamento de Prácticas Docentes. Jefa de la Cátedra de Instrumentación Didáctica (UPEL-IPC-DPD). Coordinadora y co-autora de textos para el nivel de Educación Media Diversificada y Profesional. Autora y co-autora de publicaciones científicas en revistas especializadas. 308

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016 Heliana Maiz. Profesora de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC). Especialista en Planificación y Evaluación de la Educación (USM). Profesora de Estudios de la Naturaleza en la U. E. N. Liceo “Benito Juárez”. Profesora de Ciencias de la Tierra, Biología y Estudios de la Naturaleza en la U. E. N. Liceo “Perú de Lacroix”. Jesús Suárez. Profesor de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC). Especialista en Planificación y Evaluación de la Educación (USM). Profesor de Biología y Educación para la Salud en la U. E. N. Liceo “Benito Juárez”. Profesor de Ciencias de la Tierra y Biología en la U. E. N. Liceo “Perú de Lacroix”. Profesor de Ciencias de la Tierra en el Colegio “San Antonio de la Florida”. Juan Carrera. Profesor de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC). Magister Scientiarum en Análisis Espacial y Gestión del Territorio (UCV-FHE). Profesor Asistente a Tiempo Completo (2007-2013) adscrito a la Cátedra de Geodesia del Departamento de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC-DCT). Investigador miembro del Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano” (CIEMEFIVE). Investigador adscrito al Centro de Oceanología y Estudios Antárticos (COEA) del IVIC. Miembro activo en el PEII. Tutor de Trabajos de Investigación de Pregrado. Autor y co-autor de publicaciones científicas en revistas especializadas de circulación nacional e internacional. Larry Rivas. Profesor de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC). Magister en Geografía Mención Geografía Física (UPEL-IPC). Asistente de Investigación en Ciencias Básicas, Naturales y Aplicadas a Tiempo Completo, adscrito al Departamento de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC-DCT). Investigador miembro del Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano” (CIEMEFIVE). Miembro activo en el PEII. Tutor de Trabajos de Investigación de Pregrado. Autor y co-autor de publicaciones científicas en revistas especializadas de circulación nacional e internacional. Loan Landaeta. Profesor de Geografía e Historia (UPEL-IPBLBPF). Magister en Geografía Mención Geografía Física (UPEL-IPC). Profesor Instructor a Tiempo Completo adscrito a la Cátedra de Geodesia del DeparRevista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 tamento de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC-DCT). Investigador miembro del Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano” (CIEMEFIVE). Ha participado en diferentes eventos académicos en calidad de asistente, ponente y organizador. Actualmente se desempeña en el manejo de Tecnologías de Información Geográfica. Jefe de la Cátedra de Geodesia del DCT (UPEL-IPC). Maraisa Arauno. Profesora de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC). Especialista en Gerencia Educativa (USM). Profesora de Ciencias Biológicas y Estudios de la Naturaleza en la U. E. N. “Guayana Esequiba”. Maryorie Sánchez. Profesora de Ciencias Naturales Mención Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC). Magister Scientiarum en Enseñanza de las Geociencias (Universidad de Campinas, Brasil). Profesora Instructor a Tiempo Completo adscrita a la Cátedra de Hidrometeorología del Departamento de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC-DCT). Investigadora miembro del Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano” (CIEMEFIVE). Tutora de Trabajos de Investigación de Pregrado. Autora y co-autora de publicaciones científicas en revistas especializadas de circulación nacional. Jefa de la Cátedra de Hidrometeorología del DCT (UPEL-IPC). Maximiliano Bezada. Profesor de Geografía (IUPC). Master of Arts en Geografía con énfasis en Geomorfología (University of Ottawa, Canadá). Doctor en Biología con énfasis en Paleoecología (IVIC). Investigador Postdoctoral en Pedología (University of York, Canadá). Profesor Asociado a Dedicación Exclusiva adscrito a la Cátedra de Ciencias de la Tierra del Departamento de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC-DCT). Fundador del Laboratorio de Pedología y Ambientes del Cuaternario de la UPEL-IPCDCT. Investigador miembro del Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano” (CIEMEFIVE). Miembro del Programa Antártico Venezolano y participante en las II, VI y VII Expedición Venezolana. Miembro activo en el PEII. Tutor de Trabajos de Investigación de Pregrado y de Tesis de Postgrado. Autor y co-autor de diversas publicaciones científicas en revistas especializadas de circulación nacional e internacional, y de varios capítulos de libros. 310

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016 Mayerling Vielma. Profesora de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC). Profesora de Ciencias Biológicas y Estudios de la Naturaleza en el Colegio “San José de Calasanz”. Nathaly Labrador. Profesora de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC). Secretaria de la Dirección de Determinación de Responsabilidades, adscrita a la Unidad de Auditoría Interna del Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS). Adjunta a la Auditora Interna del Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS). Participación en diversos cursos de formación y mejoramiento profesional. Orlando González. Profesor de Ciencias de la Tierra y Ciencias Generales (IUPC). Maestría en Geografía, Mención Geografía Física (UPEL-IPC). Doctor en Ciencias de la Ingeniería (UCV-FI). Profesor Asociado a Dedicación Exclusiva adscrito a la Cátedra de Ciencias de la Tierra del Departamento de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC-DCT). Investigador miembro del Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano” (CIEMEFIVE). Miembro activo en el PEII. Tutor de Trabajos de Investigación de Pregrado. Autor de textos para el nivel de Educación Media Diversificada y Profesional. Autor y co-autor de diversas publicaciones científicas en revistas especializadas de circulación nacional e internacional. Jefe del Departamento de Ciencias de la Tierra. Ramiro Salcedo. Licenciado en Geografía (UCV). Master of Sciences (University of Wisconsin-Madison, USA). Profesor de Pregrado (UCAB) y Postgrado (UCV, UPEL-IPC). Instructor en Aplicaciones de Sensores Remotos (Ópticos y de Radar) del Centro de Procesamiento Digital de Imágenes (CPDI). Profesional de Investigación y Desarrollo Tecnológico Nivel VI en el CPDI (FIIIDT). Coordinador del Laboratorio de Procesamiento Avanzado de Imágenes de Satélite (LPAIS). Coordinador del Capítulo Venezuela de la Sociedad Latinoamericana de Especialistas en Percepción Remota (SELPER). Sergio Foghin. Profesor de Geografía y Ciencias Sociales (UPEL-IPC). Magister Scientiarum en Administración Ambiental (IUPFAN). Profesor TiRevista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40, Enero-Abril, 2016 tular Jubilado a Dedicación Exclusiva adscrito a la Cátedra de Hidrometeorología del Departamento de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC-DCT). Investigador miembro del Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano” (CIEMEFIVE). Tutor de Trabajos de Investigación de Pregrado y de Tesis de Postgrado. Autor y co-autor de diversas publicaciones científicas en revistas especializadas de circulación nacional e internacional, y de varios capítulos de libros. Víctor Reyes. Profesor de Ciencias Naturales Mención Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC). Magister en Educación Ambiental (UPEL-IPC). Doctor en Ciencias Administrativas (UNESR). Profesor Agregado a Dedicación Exclusiva adscrito a la Extensión Académica Paraguaná del Instituto de Mejoramiento Profesional del Magisterio (UPEL-IMPM). Investigador miembro del Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano” (CIEMEFIVE) y del Centro de Investigaciones en Ciencias Naturales “Manuel Ángel González Sponga” (CICNAT). Miembro activo en el PEII. Tutor de Trabajos de Investigación de Pregrado y de Tesis de Postgrado. Autor de textos para el nivel de Educación Media Diversificada y Profesional. Autor y co-autor de diversas publicaciones científicas en revistas especializadas de circulación nacional e internacional. Coordinador del Núcleo de Investigación Educativa Paraguaná (NIEP) y del Programa de Maestría en Gerencia Educacional (UPEL-IMPM). Williams Méndez. Profesor de Ciencias Naturales Mención Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC). Magister en Geografía Mención Geografía Física (UPEL-IPC). Doctor en Ciencias de la Ingeniería (UCV-FI). Profesor Agregado a Dedicación Exclusiva adscrito a la Cátedra de Geología del Departamento de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC-DCT). Investigador miembro del Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano” (CIEMEFIVE). Miembro activo en el PEII. Tutor de Trabajos de Investigación de Pregrado y de Tesis de Postgrado. Autor y co-autor de diversas publicaciones científicas en revistas especializadas de circulación nacional e internacional, y de varios capítulos de libros. Coordinador del CIEMEFIVE. Miembro permanente de la Comisión de Asesoría Técnica del Área Geografía en la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas 312

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Revista de Investigación Nº 87 Vol. 40 Enero-Abril, 2016 y Naturales (ACFIMAN). Actualmente Investigador-Docente Invitado por la Universidad Técnica de Manabí (UTM) (Portoviejo, Ecuador), adscrito al Departamento de Construcciones Civiles de la Facultad de Ciencias Matemáticas, Físicas y Químicas (FCMFQ), y al Instituto de Investigación Científica, Desarrollo y Transferencia Tecnológica (IICDTT). Zuleika González. Profesora de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC). Profesora Instructor a Tiempo Completo adscrita a la Cátedra de Geología del Departamento de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC-DCT). Investigadora miembro Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano” (CIEMEFIVE). Tutora de Trabajos de Investigación de Pregrado. Autora y co-autora de publicaciones científicas en revistas especializadas de circulación nacional. Jefa de la Cátedra de Geología del DCT (UPEL-IPC). Zuly Millán. Licenciada en Educación Mención Planificación Educativa (UCV-FHE). Magister en Educación Mención Tecnologías de la Información y la Comunicación (UCV-FHE). Candidata a Doctora en Educación (UNESR). Profesora Asistente a Tiempo Completo adscrita a la Cátedra de Estadística y Matemáticas Aplicadas del Departamento de Matemáticas y Física (UPEL-IPC-DMF). Investigadora miembro del Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano” (CIEMEFIVE). Miembro activa en el PEII. Tutora de Trabajos de Investigación de Pregrado y de Tesis de Postgrado. Autora y co-autora de diversas publicaciones científicas en revistas especializadas de circulación nacional e internacional, y de varios libros y capítulos de libros.

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Revista de Investigaciรณn editada y publicada en enero de 2016.

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