Caj贸n de sastre de inter茅s general #10 | Marzo 2015
Tipografías utilizadas en este número: Aleo, Alessio Laiso / Arvo, Anton Koovit / Basetica, GVA Studio / Courier Prime, Quote-Unquote
Apps / Cumulus, Augusta Lindquist / Dirty Ego, Misprinted Type / Lato, tyPoland Lukasz Dziedzic / Lavanderia, James T. Edmondson / Lovelo, Renzler Design / Signika, Anna Giedryś / Stencil, Gerry Powell / Sue ellen francisco, Kimberly Geswein / Valentina, Pedro Arilla
Dándole Vueltas es una publicación independiente que nace con la finalidad de servir de plataforma cultural, mayormente a jóvenes torrijeños.
Dándole Vueltas es un proyecto llevado a cabo por Fernando de Miguel Cuesta, Rosa Quirós Querencias y Olalla Ruiz-Ayúcar. Si quieres colaborar con nosotros o tienes alguna propuesta que nos ayude a mejorar, escríbenos a vueltasdandolevueltas@gmail.com Podéis encontrarnos en: Facebook: Facebook.com/vueltasdandolevueltas Twitter: @dvueltas Blog: revistadandolevueltas.blogspot.com.es Issuu: issuu.com/dandolevueltas
Editada en Torrijos (Toledo) por Dándole Vueltas. ISSN 2341-0493 Diseño, maquetación y cubierta: Olalla Ruiz-Ayúcar. Corrección de textos: Teresa González.
Dándole Vueltas no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores ni se identifica necesariamente con lo expresado en sus textos o ilustraciones. A no ser que se indique lo contrario, todos los contenidos originales que publicamos se distribuyen bajo la licencia Creative Commons Atribución-No comercial 2.5 España. Esto implica que se puede copiar, distribuir y comunicar públicamente la obra siempre que se reconozca la autoría de la misma y no se use la misma para fines comerciales.
EDITORIAL Mentes inquietas. Así reza en la coletilla que acompaña a nuestro nombre. Y eso es lo que reflejan cada una de las páginas que mes tras mes hojeáis, leéis, y degustáis. Línea a línea, párrafo a párrafo, imagen a imagen. Tras todo ello hay un colaborador con esa actitud vital. Dinamismo, curiosidad, inconformismo, experiencias, reflexiones, vivencias, ganas de contarlas, ganas de vivirlas, de dibujarlas. Ganas. Y no pierdes. No pierdes si siempre te aventuras, si siempre tienes proyectos por los que respirar. Si siempre tienes gente a la que encontrar en el camino. A quien ilusionar. A quien sumar. A quien desafiar. Si siempre compartes. Si siempre pones música a esa letra, palabras a esa idea, color a esa imagen o versos a ese sentimiento. La cuestión es sacarlo, buscarlo, pelearlo, sudarlo. Huir de la desidia, del abandono, de la monotonía, del peso de la rutina. Huir de uno mismo. De lo previsible, de lo cómodo, o cuando menos, de lo formalmente periódico. Aquí estamos para eso y para lo contrario. Para todo y para nada. Para vosotros y para nosotros mismos. Para el alter y para el ego. Y en ese espacio entre medias todo se genera. Y ahí entras tú. Despierta. Inquieta a tu mente. Inquieta.
Han colaborado en este número: Ángela Martín López Chris Borland | www.facebook.com/chrisborlandillustration David Moreira Díaz | www.moreocio.blogspot.com Elena Lorenzo Martín Elena Talavera | www.facebook.com/PipopPipop Fernando de Miguel Cuesta | @F_de_Miguel Gerardo A. de Marcelo Jaime Cedillo Jesús Talavera Tritencio | @JesuTalaTriten José Manuel Carrasco Juan Fardo | www.cargocollective.com/juanfardo Marc Verdugo | facebook.com/marcverdugo.ilustracion María Moreno Sánchez, Asociación de Escritores Insomnes | www.escritoresinsomnes.blogspot.com.es Marta Fernández Sebastián | www.dvueltasporahi.blogspot.com Merche del Cerro Nuria González Sanz Olalla Ruiz-Ayúcar | www.olallaruiz.com Raquel Martín Juan | www.raquelmjuan.wix.com/raquelmjuan Rosa Quirós Querencias Rubén Torres | @rubencomico | facebook.com/ruben.torres.71216 Senén Iglesias Sergio Rodríguez Castaño | @serodcas93 Teresa González: Corrección de textos. Desde Dándole Vueltas agradecemos la participación a todos nuestros colaboradores.
sumario 08 | Festival CIBRA: Cuando el cine y la palabra son uno Ángela Martín nos abre las puertas a este certamen que tiene lugar en La Puebla de Montalbán.
12 | Ecofeminismo transexual De pene a vagina de una forma muy natural, una reflexión de Jesús Talavera Tritencio.
16 | Claudia La energía inagotable de la docencia. Un retrato en palabras de Nuria González Sanz.
18 | Burbuja Fernando de Miguel Cuesta reflexiona sobre cuánto aire echamos a la pompa.
20 | El valor de una madre María Moreno Sánchez nos relata la energía del brazo que siempre tira.
22 | Tiempo de deporte Marta Fernández nos propone cómo socializarnos a la carrera.
26 | Cómo está el patio... Elena Lorenzo nos cuenta que no estamos precisamente de recreo.
28 | Torriciario 5 El humor de Rubén Torres nos recuerda cuando lo local da sentido al humor.
30 | Remordimiento La inquietud tras las acciones propias en versos de Jaime Cedillo.
32 | The Newsroom Una serie sobre periodismo solo de ficción, por Raquel Martín Juan.
34 | La mentira El peligro de que algunos extraños se conviertan en conocidos, por Rosa Quirós Querencias.
36 | Un día inmerso en el rock nacional Sergio Rodríguez nos habla de dos hitos patrios del rock.
38 | Chorro de la Hoz de Carboneros David Moreira nos lleva de ruta siguiendo el curso del agua.
40 | La calidez del frío... Islandia (2ª parte) La sobrecogedora naturaliad de la vivencia de José Manuel Carrasco, por Fernando de Miguel Cuesta.
44 | Vayas donde vayas, torrijeños hallas... Una torrijeña que se fue a tomar la Bastilla, las respuestas parisinas de Merche del Cerro.
48 | Para todos los gustos Tantas opciones como aficiones, así estan las redes según Gerardo A. de Marcelo.
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CIBRA Ángela Martín
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El festival CIBRA es la unión de dos conceptos bien calibrados como son el cine y la palabra, enlazadas por un puñado de amantes de la cultura de La Puebla de Montalbán. Seis años después de su primera edición, han cerrado 2014 muy orgullosos de ver que este festival año tras año va creciendo. «Estamos muy contentos viendo que cada año más gente desde todas las perspectivas va conociendo y disfrutando del festival» afirma Gabriel Castaño, uno de los responsables de CIBRA. Este festival no sólo consta de proyecciones de películas sino de otras experiencias que complementan las jornadas en las que se desarrolla el festival: Masterclasses con profesionales de la industria, actividades en centros educativos para aproximar el cine a los más pequeños, así como la entrega de los premios Alice Guy, un galardón que premia la calidad humana y la dedicación de diferentes profesionales, como en este año a la actriz Marisa Paredes y a la cooperante Victoria Subirana. Todas estas experiencias nacen y tienen su éxito porque consisten, según Gabriel, en «hacer partícipe a toda la sociedad de una forma u otra y el hacer cosas que llamen la atención por novedosas o mediáticas, siendo lo más profesional posible, y tomando como referencia, los grandes festivales de este país». CIBRA es un festival que cuida su programación y este año ha dedicado buena parte al cine español con títulos como Magical Girl o El Niño, películas
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Ángela Martín
seleccionadas y premiadas en la pasada edición de los premios Goya. «Nosotros apostamos por el cine en general pero por el español en particular. Este año, entre personas y películas, han pasado por el festival más de 30 nominaciones y alrededor de 20 premios Goya», afirma Gabriel. Precisamente ahora que la salud del cine español se ve mejor que en otros años por la buena taquilla del año pasado, aún quedan muchas asignaturas pendientes por parte de la administración respecto a la industria del cine: «hacen falta medidas para equiparar la categoría del cine y de sus profesionales al nivel que les otorgan países como Francia o Colombia», sostiene Gabriel. Respecto al criterio selectivo de los títulos que se proyectan durante las jornadas del festival, sus responsables confirman que cada año, el tener que fusionar cine y palabra, les hace quebrarse la cabeza, ya que su criterio va más hacia películas de guiones adaptados o basados en hechos reales. «Siempre que tenemos la posibilidad de tener una gran película, intentamos programarla aunque sea fuera de la sección oficial porque, al final, lo que importa es tener los mejores títulos y que la gente pueda disfrutarlos», confiesa Gabriel. El festival que quiso unir el cine y la palabra ha conseguido hacerse un nombre, buscando ser un espacio abierto en el que el público no sólo sea asistente, sino que participe en él. Los organizadores prometen seguir innovando y esforzándose por hacer de CIBRA un magnífico tributo de su ferviente amor por el cine y la literatura.
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ecofeminismo transexual
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JesĂşs Talavera Tritencio
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Esta vez voy a comenzar hablando de música, concretamente de una canción: Hope there's someone. Por supuesto no espero que tod@s la conozcáis; ¿o sí? Por favor, buscadla en internet. Su autor es Antony Hegarty. Sinceramente, yo no conocía a este chico o chica o transgénero, como él mismo se define, pero cuando un artista urderground que ahora mismo está en la cresta de la ola tiene oportunidad de autonombrarse como portavoz o representante o imagen del colectivo transexual (obviamente un gran chance promocional y propagandístico) y no lo hace, y en su lugar afirma: «No represento a ningún grupo de personas. Soy una persona con una voz, expresando mi experiencia. Entiendo que haya gente que pueda pensarlo, pero no puedo asumir esa representación», al menos a mí me intriga. Y ya cuando leo: «[...] cada día nos acercamos más a una hecatombe ecológica, si no hay antes una guerra atómica. Debemos girar hacia un paradigma más femenino. [...] Necesitamos recuperar la sabiduría de las brujas, de las sacerdotisas de religiones anteriores al cristianismo: ellas sabían que la Tierra es una hembra. Los ciclos de las mareas son el equivalente a la menstruación. Es la mujer quien está íntimamente conectada con el universo, no el hombre», pues ya me cautiva. Aclaro que, a mi entender, tanto machismo como feminismo son tendencias antagónicas. Un machista considerará que la mujer es inferior y una feminista considerará lo contrario, así que eso de que el feminismo aboga por la igualdad, naíta ná. Ahora bien, puestos a elegir y en el caso de no encontrar un término medio, reconozco que hasta el momento la historia de la humanidad ha estado regida por hombres y todo, absolutamente todo, es enormemente mejorable, por lo que me gustaría que el estatus dominante cambiara de pene a vagina; sería interesante ver qué sucede... Es aquí donde entra un paradigma social que en su día estudié en la facultad y al que sinceramente no había prestado mucha atención: el ecofeminismo. Esto es, la relación con el medio ambiente desde el punto
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de vista de la mujer. Y para ello el señor Hegarty también tiene una opinión: «No se trata estrictamente de hombres y mujeres, sino del lado femenino de los seres humanos. Con un pensamiento femenino no cagas donde comes. No destruyes la tierra de la que te sirves. El arquetipo masculino nos ha separado de la naturaleza para explotar recursos naturales al servicio de un estilo de vida muy alejado de la naturaleza. Y se ha conectado a una religión que nos divorcia de ella. Que se proyecta en un paraíso situado en un cielo en alguna parte a pesar de que éste (por nuestro planeta) es nuestro sitio». Pero esperad, que aún dice más: «En los 80 construimos armas de destrucción masiva que podían destruir el mundo 40 veces. Eso es el clímax del sueño masculino basado en la testosterona. La manera masculina de ver el mundo es como un virus que amenaza al cuerpo, a la especie misma, a toda la diversidad y al planeta. [...] los humanos somos un virus para el planeta. El apocalipsis es real y ecológico. Estamos destrozando millones de años de recursos en tan solo unos cuantos». Y, ya metidos en faena, también tiene una opinión sobre el capitalismo: «En el capitalismo de libre mercado siempre entierran parte de la historia cuando muestran la otra. Cuando apareció el teléfono, las grandes empresas hicieron estudios sobre cómo afectaría a la cultura y la forma en la que vivimos. Vendieron lo bueno y escondieron cuanto pudieron lo malo. Con la actual revolución tecnológica, hemos reorganizado por completo el funcionamiento del cerebro de las tres próximas generaciones. Apple ha desarrollado la mente de mis sobrinos. Imagínese en siete generaciones. Todo sin que como especie hayamos podido decidir nada. El capitalismo lo ha decidido. ¿Cómo se llega a que un sistema cuyo objetivo es hacer dinero decida cosas tan importantes?». Ahí dejo esa pregunta y una media disculpa: perdón por basar el artículo en palabras de otra persona, pero cuando algo está bien dicho no queda más que asentir, sonreír y compartir.
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Nuria González Sanz
Su alergia a la tiza enrojecía sus manos. Nunca era para ella impedimento, portatizas como eterno compañero, escritura típica de maestra para quitarse el sombrero. Recuerdos siempre suyos que ahora en mi docencia me acompañan, mientras aún, entre mis alumnos, sonrío y hablo de ella… Sembrar algo mágico entre los demás es un don abstracto que te convierte básicamente en especial. Era imposible olvidarte, siendo tanto lo que a lo largo de los años sembraste. Como aquella energía inagotable que contagiaba en los cuadernos. Rojos
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bienes perfectos que atontaban dibujados en el margen de un limpio trazo. Su hacer diario era vital, treinta y ocho vidas que guiar, empeño inmenso sin cesar. Adoraba su alegría, contagiaba las ganas de continuar, entendías la diferencia entre lo que estaba bien y mal, la importancia de luchar para elegir. Su abrigo largo. El gusto por los pantalones, aquel baile de rizos canos y sus ojos azul claro. Aquella voz ronca cuando la pasión le ahogaba las cuerdas. ¡Ay! en cuántas cosas tuyas puedo yo ahora verme y darme cuenta. Testigos eran aquellas plantas que regar, el sol que por la ventana entraba hasta las cinco al terminar un día más. Los dibujos en nuestras ventanas que disfrutábamos al colocar. Guardados en la mente estaban en mis primeros años docentes. Con el paso del tiempo, una comprende que todo lo bueno que permanece dentro, vive para siempre y nunca muere. Ahora toma forma de voz dentro del alma cuando te nombra de nuevo y te habla. Querida Doña Claudia: Gracias a ti lo he logrado. Tú me enseñaste a comenzar a elegir para dedicarme a lo que toda la vida he amado. Certificado fiel de «Maestra» decenas de años, título que tú dejaste tan alto. Emoción fue sentarnos, incluido mi buen compañero Fernando, hace poco de nuevo a tu lado, esa agitación al reconocernos a ambos lados, de repente el tiempo para nosotros había viajado. Y allí estábamos, sensación de instantes fugaces en nuestra infancia e inolvidable colegio. Tú presidías el momento, como en aquella época lo hacías, tiñendo de colores nuestros días, sin recortar cariño, aprendiendo de la única manera que se merecen en el mundo los niños. No importa que tu voz descanse esbozada entre silencios ahora. Tu humor sigue latente, tu sonrisa perenne, tus manos frías siguen agarrando fuerte. Eterno como tú, será NUESTRO (de, seguro, tantos) AGRADECIMIENTO. «Recordar», del latín Re-cordis, «Volver a pasar por el corazón».
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Seguro que nada más leer el título se os ha pasado por la cabeza otro concepto con el que lo hemos asociado en la última década, el ladrillo. Es curioso cómo hemos terminado hermanando dos palabras de consistencia física tan diferente, pero cuya relación parece tan inevitablemente atada en nuestros días. Es mentar a la bicha y no hay forma de que nuestra mente no empiece a lanzar imágenes y conceptos: crisis, cemento, dosmileuristas, paro, hipoteca, sueños rotos, y así hasta un largo etcétera. Vamos, que no sé por qué lo llamamos burbuja y no lo llamamos ampolla, mucho más certera. La inmobiliaria ha sido la más reciente, y con certeza la más devastadora de las que hemos vivido en nuestro tiempo. Pero el ser humano tiene cierta tendencia a crear burbujas. Lo de aumentar algo por encima de los parámetros que la realidad indica para esa misma cosa es algo en lo que estamos bastante experimentados. ¿Por qué? El cortoplacismo, la falta de paciencia o el intentar sacar un rendimiento mayor a algo que necesita un proceso más largo. Pero si hay algo que caracteriza a las burbujas es la nula voluntad de la inmensa mayoría que vive en ellas de pincharlas. Todos nos dejamos elevar sin mirar de reojo la distancia peligrosa que estamos tomando del suelo. Y claro, cuando te da por mirar ya es demasiado tarde y la única solución es que la burbuja siga, siga, siga elevándose. Hasta llegar el tan consabido final. La frustración, abandono y ausencia de soluciones que ha dejado el reguero de cemento ha provocado otro tipo de burbuja. La incapaz reacción de los partidos políticos existentes y la lacra de la corrupción han supuesto una cadena demasiado pesada. Hemos virado enérgicamente hacia lo nuevo, lo virgen, lo que no tiene mácula. La pregunta es si lo hemos empezado a hacer con una determinación mucho mayor de lo que las evidencias corroboran. Hemos pasado de la nada al todo. De no ser exigentes durante muchos años con los partidos creados, a defenestrarlos por completo. De no valorar otra opción que no fuese el bipartidismo, a otra que no sea el antibipartidismo. De no fiscalizar las acciones de los políticos, a evaluar cada una de sus apariciones televisivas. Es sobre todo una cuestión de tiempo, de ser conscientes, de estar informados, de ser partícipes, de ser coherentes, de emitir un juicio razonado y madurado, de huir de la visceralidad. En definitiva, tengo la sensación de que este clima de volatilidad política y social nos empuja hacia una burbuja política. Espero que no nos quedemos absortos mirando al sol, y que cuando empecemos a notar que despegamos el pie del suelo seamos capaces de pincharla.
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Elena Talavera
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Amelia cerró la puerta de su casa y con ella una etapa de su vida. Cogió las maletas en una mano y a su hijo de ocho años en otra. Eran las dos de la mañana. Su marido estaba durmiendo, ya que, según él, había tenido una tarde muy dura. Ella siempre se preguntó dónde pasaba esas tardes, dado que no trabajaba. Esta vez estaba convencida de no dar marcha atrás y poner fin a una parte de su historia. -Mamá, ¿dónde vamos? Es muy tarde y tengo sueño. -Vamos a casa de los abuelos, hijo. Seguro que se alegrarán de vernos –dijo Amelia, tratando de convencerse a sí misma. -¿Los abuelos? Papá dice que son tontos y que no nos quieren. ¿Cómo vamos a ir? Amelia no supo qué responder; sin embargo, cogió del brazo a su hijo enérgicamente y este la siguió sin decir nada. La noche cada vez era más cerrada y fría. A pesar de que la casa de sus padres tan solo estaba a dos manzanas, el camino se hacía eterno. Ya no debía mirar atrás. Amelia tenía miedo de regresar a casa de sus padres, pero tenía que hacerlo. Sin duda era un mal necesario. Sentía angustia solo con pensar qué le dirían estos al verla de la mano de su hijo y con las maletas hechas. Después de un profundo suspiro llamó al timbre, primero tímidamente, después de forma más prolongada. -Ya te lo dije, mamá. Los abuelos no nos quieren –dijo el niño. La puerta se abrió. -¡Hola, mamá! –dijo Amelia entre lágrimas. La madre de Amelia no supo qué responder; sin embargo, cogió del brazo a su hija y a su nieto enérgicamente y estos la siguieron sin decir nada.
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Senén Iglesias dándole 22 vueltas
TIEMPO DE DEPORTE Marta Fernรกndez
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Muchos son los beneficios tanto físicos como psíquicos que aporta la actividad deportiva: ayuda a reducir el estrés, nos mantiene en forma, corrige niveles de colesterol y azúcar en sangre, es divertido y fomenta la competitividad, el esfuerzo y la autosuperación. A todas estas cualidades hay que añadir otras dos que normalmente solemos obviar cuando hablamos de deporte, quizá porque son relativamente nuevas; me refiero a la integración y la igualdad. En la antigua Grecia el deporte se consideraba un elemento muy importante en el desarrollo de las capacidades físicas y psíquicas del hombre; digo solo del hombre porque en los juegos de Olimpia las mujeres no podían participar y su entrada al estadio estaba muy restringida, ya que solo las solteras tenían permitida la entrada. Mucho ha llovido desde entonces y muchas son las deportistas que han luchado para que las mujeres hayan ido poco a poco abriéndose un hueco cada vez más grande y notable en la práctica de diferentes modalidades deportivas y, aunque todavía queda mucho por hacer, cada vez somos más las que dejamos atrás complejos y tabúes de épocas pasadas y disfrutamos del valioso regalo que nuestras antecesoras nos han dejado. Como corredora popular no hay cosa que me guste más que correr al lado de un montón de gente sin importar su procedencia, sexo o creencia. Durante mi estancia en Gales todos los sábados participaba en una carrera llamada Parkrun que se organizaba en uno de los preciosos parques que hay en Cardiff siguiendo el curso del río Taff. La mayoría de los participantes eran galeses pero de vez en cuando se dejaba caer por allí algún italiano y también algún hindú. Además era impresionante la cantidad de mujeres de todas las edades y condiciones físicas que se animaban a participar en el evento, donde tampoco faltaban niños y mascotas. Entre los más de quinientos participantes que nos reuníamos cada semana me llamaba la atención un niño que, a pesar de estar en
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silla de ruedas, no faltaba a la cita semanal; su padre le había comprado una silla adaptada para que él también pudiera correr con nosotros y cada semana se esforzaba al máximo por batir su propio récord. Tampoco faltaban los perros que iban durante todo el trayecto acompañando a sus dueños y que también parecían divertirse trotando por el parque, especialmente si había llovido el rato antes. En el transcurso de los cinco kilómetros de la prueba no había hombres, ni mujeres, no había galeses, ni ingleses, ni españoles, todos éramos corredores con el mismo objetivo: terminar el recorrido lo más rápido posible, siempre dentro de nuestras posibilidades e intentando superarnos a nosotros mismos cada sábado. Recuerdo mis esfuerzos por intentar alcanzar a la paraguaya María Zubizarreta (jamás lo conseguí), mis esprines finales con un galés guapísimo llamado Gareth Phillip o mis piques con un señor italiano al que iba todo el camino pegada para cansarle y adelantarle casi al final antes de empezar mi esprín con Gareth. Después, una vez terminada la prueba y tras felicitarnos y maldecirnos a partes iguales, nos íbamos a tomar un café o quedábamos para correr al día siguiente ya sin competiciones de por medio. Sin duda alguna estas carreras se convirtieron en mi actividad favorita, algo digno de ser importado porque el Parkrun va más allá de una simple actividad deportiva, es más bien un evento festivo, integrador y favorecedor del conocimiento y la relación entre todos los participantes que, muy posiblemente, no hubiéramos interactuado unos con otros de no haber sido por las carreras que nos echábamos juntos en el Parkrun, donde, además de hacer nuevos amigos, liberábamos los malos humores acumulados durante la semana y propiciábamos el incremento de serotonina, una sustancia neurotransmisora del grupo de las popularmente conocidas como “hormonas de la felicidad”, de la que estamos tan necesitados.
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Cómo está
el patio
... Elena Lorenzo
¡Cómo está el patio! ¡Ni en las mejores escaleras podríamos ver este espectáculo! Lo voy a contar, como siempre, desde mi humilde punto de vista, que no es otro que mi opinión, como tantas otras. Por un lado están los que son mayoría; yo los veo con los ojos tapados y en grupo, sin mezclarse ni sentir al resto, lo que conlleva que tampoco vean lo que tienen dentro; en otras palabras, ciegos totales. No sienten al grupo o solo sienten a su grupo, y los demás los miran extrañados y con la esperanza de que algún día despierten y se unan al conjunto; es difícil, pero jamás se pierde la esperanza. En otro lado del patio de encuentran los que esperan; estos ven, oyen y sienten, pero están divididos en subgrupos y no se mezclan entre ellos, son los llamados «espero mi turno», son tranquilos y no alborotan, ya que cuando les toque a ellos, harán y desharán a su gusto. Entre estos dos grupos hay comunicación, poca, pero la hay, y casi siempre es no verbal y, aunque parezca que tienen objetivos distintos, en muchos casos persiguen lo mismo. Se parecen a dos colegios rivales con un ten con ten en logros deportivos, unas veces tú y otras veces yo, pero sin mezclarnos. En otro lado del patio observo a los nuevos; estos, al creerse diferentes, se unen y crean una especie de alboroto vecinal. Los otros grupos los ven como una amenaza, incluso con miedo, y esto les da fuerza para alborotar y cambiar los registros. Tienen ganas y nuevas formas, pero sin experiencia, son como el currículum de un joven: «Formación extraordinaria, pero estamos buscando a alguien que, además, tenga experiencia. Lo sentimos». «¿Cómo voy a tener experiencia si no me dan la oportunidad?». «No se preocupe, déjenos su currículum y ya le llamaremos, muchas gracias». Como dijo Benjamin Franklin: «Hay tres tipos de personas: los inamovibles, los movibles y los que se mueven». Y cómo no hablar de radio patio... Estos tienen muchos nombres: radio patio, comunicadores, representantes, mandaos, etc. Cada grupo tiene los suyos propios y sus propias reglas y sus propias maneras de ver las cosas. No se dan cuenta de que todos viven en el mismo edificio. Pues eso, que pronto habrá junta vecinal para elegir representantes. Miedo me dan como se parezcan solo un poco a los personajes de la serie La que se avecina, nunca mejor dicho.
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Marc Verdugo dรกndole 27 vueltas
TORRICIARIO 5 Noticias ficticias (o no) que podrían haberse dado (o no) en nuestra localidad Rubén Torres, cómico y actor. Puedes escucharme en Radio Castilla la Mancha dentro del programa
El Pasacalles, en mi sección de humor ¡Pero qué me estás contando!, todas las tardes de lunes a viernes a partir de las 16:40 h.
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r os se plantearon crea Televisivos torrijeñ a da ta ap ad e a nueva seri Cuéntame...lo tó, un de TVE. ón ci ea cr a en la exitos Torrijos, inspirada
ar Cuéntame…...lo ijeños tuvo entre manos cre Un grupo de televisivos torr a por los mismos TVE Cuéntame y protagonizad tó. Basándose en la serie de podíamos ver a los desarrollaban en Torrijos; así personajes, las historias se Herminia comprando en la ato familiar en Foto Club, a retr un ose ánd sac ara ánt Alc y, a Toni de marcha en o de los Cines Oliver o Margo tienda de Lucas, A Inés saliend ota. Por supuesto, todos ando en los recreativos de Cap el Pub Babels o a Carlitos jug con zapatos de Rubalcaba. se fue al garete. desconocemos, el proyecto Finalmente, por razones que
Un grupo de investigadores del CSIC , cuyas últimas pistas les llevaban a Torr ijos, fracasan en su intento de encontrar a una madre que nunca en su vida haya dicho: «¡No me pise s el fregao!». Tras la decepción en toda España por no encontrar petróleo en Canarias, ahora nuestro país suma un nuevo fracaso. Investigadores del CSIC llevan años tras la pista para encontrar en nuestro país una madre, una sola al menos, que nunca en su vida hubiera dicho: «¡No me pises el fregao!». Tenían una pista acerca de una madre torrijeña que responde a las iniciales de I.T.V.; tras años de seguimiento, en el último momento, cuando parecía que la misión triunfaría, y dispuestos a llama r a la puerta de la madre investigada, escuchan de repente unas palabras de la susodicha que decía a su hijo: «Joselito, hijo, ¡no me pises el fregao!», por lo que la esperanza se desvaneció y dieron por hecho que en España no hay una sola madre que nunca haya pronunciado dichas palabras.
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P.D.: Si eres por casualidad alguno de los nombrados en esta sección, no lo tomes a mal, todo en la vida, con una sonrisa, sienta mejor.
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Jaime Cedillo
Mi inseguridad es crónica; lleva abrazada a mí ya mucho tiempo. Por eso nunca di el paso de publicar mis poemas, aunque de veras me apetece. Y ya superé el miedo escénico a que se conocieran. Por eso, entre otras cosas, dejo en esta revista cada mes un poema. Pero a veces me sigue dando pánico que una parte tan fuerte de mi vida sea sólo mediocre. Desde hace muchos años sigo a Benjamín Prado, un poeta muy reconocido entre los vivos. Y hace poco en su Facebook, leí que impartiría un taller de poesía gratuito (aún me sorprendo) en la Fundación Telefónica. Sin pensarlo, me apunté, y hoy creo que es la mejor decisión que he tomado en los últimos meses. Por lo que he aprendido y por todo lo que le ha aportado a mi vida. También para concebir la poesía de otro modo. Ahora creo que sé lo que quiero hacer. Aquí dejo un poema, escrito en el tren Torrijos-Madrid, con algún verso de otros participantes en el taller «Licencia para mentir». Forma parte de un ejercicio en el que definimos el remordimiento. Yo creé esta situación. Debía tener imágenes, sentido armonioso, versos potentes y dar un giro. Había que localizar el corazón. dándole 30 vueltas
remordimiento
Ayer, después del postre, se te atragantó el pulso. Vi cómo tus dos sienes se volvieron dos uñas hacia adentro. Y eso que yo, contigo y contra ti desde hace tiempo, no era más que ese verso intrascendente que tienen los poemas inmortales. Eso fui para ti las últimas semanas: la limosna, la sombra inerte de la alegría. Pero ayer, por sorpresa, te abrasó la carcoma de la culpa y tuviste una vejez adelantada. Mordieron a tus dientes mis astillas torcidas y por fin mi verdad te erosionó el sosiego. Y entendiste por fin por qué desde hace tiempo esta casa parece la llanura en otoño, un cenicero
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donde se retuerce la culpa. Te niegas, sin embargo, a aceptar que arrastrarse es parte del camino. No salieron, por eso, palabras de tu boca. Tus ojos evitaron que dijeras lo que ahora no importa.
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Cuando una serie reivindicó el Cuarto Poder Raquel Martín Juan
Hace cosa de dos meses que se despidió tras tres temporadas la que será la última creación de Aaron Sorkin para la pequeña pantalla. Este guionista, que hace de los diálogos dinámicos su seña de identidad, es a su vez un fan del mundo de la comunicación y de convertir esta en temática para sus series. En 2012 nos trajo una pieza que, a título personal, creo que es un toque de atención para los grandes conglomerados periodísticos.
The Newsroom es un híbrido entre el drama y la comedia que nos presenta a Will McAvoy, interpretado por Jeff Daniels. Will es un reconocido periodista que disfruta de las mieles de la fama a través de su programa de televisión por cable con el que no molesta a nadie. La complicación surge cuando McAvoy ‘reacciona’, y su popularidad comienza a caer en picado. A esto se le suma la falta de empatía que tiene con su equipo, que ve la oportunidad de desaparecer de su lado, tras el gran discurso de Will que inicia la trama. Es el momento en el que Charlie Skinner, jefe de Will, decide formar un nuevo equipo alejado de la desinformación y el periodismo hecho a medida. Para ello contará con MacKenzie McHale, la excéntrica exnovia de Will, cuyos ideales y principios encarrilarán el camino del programa hacia un periodismo más crítico y comprometido. MacKenzie, a quien interpreta Emily Mortimer, se rodeará de jóvenes periodistas competentes con ganas de dar las noticias, las de verdad. Con este nuevo grupo, Will emprenderá su labor de civilizar —como él la califica— y comenzará una etapa de Noticias Noche en la que tendrá que enfrentarse a su dependencia de la audiencia y a los altos cargos que intentarán quitarle de en medio.
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Archivo The newsroom
The Newsroom revela la trastienda de los telediarios, una versión aproximada de la realidad —no tan fiel a las rutinas periodísticas como al tira y afloja continuo de los trabajadores— que construyen día a día los periodistas. Un buen acierto de Aaron Sorkin que, apostando una vez más por la comunicación como entretenimiento, centra la trama en un repaso a la actualidad combinándolo con dramas personales, sin ahogar la esencia de la serie. A raíz de la segunda temporada, a Sorkin le llovieron las malas críticas que tildaron la trama de utópica e idealista, muchas de ellas provenientes de los propios trabajadores y medios. Es importante entender esta serie como lo que es, una ficción con dosis de realidad que nos hace reflexionar o nos confirma algo que ya sabíamos: que el periodismo lleva en crisis mucho tiempo, ahogado por grandes accionistas, que ponen los criterios de información, y gobiernos que imponen incluso redacciones paralelas –aplicable a nuestro territorio—. The Newsroom nos descubre a periodistas que reivindican el Cuarto Poder, que tratan de recuperar el periodismo como servicio público, si alguna vez lo fue. Integra los auténticos valores del oficio más bello del mundo, demostrando que un buen programa puede entretener e informar a la vez. Pero, obviamente, esto es sólo ficción. Sólo nosotros decidimos el punto en el que se convierte en realidad. Somos el electorado, y como bien dice MacKenzie McHale: «No hay nada más importante en democracia que un electorado bien informado».
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mentira
Rosa Quirós Querencias
No recordaba cuándo, pero un día la
mentira se instaló en su casa. Al principio
le pareció advertirla tras las cortinas de la habitación, acechando como una sombra, pero quiso convencerse de que eran sólo imaginaciones suyas. Tiempo después la mentira comenzó a merodear por el salón y la cocina, haciendo juegos de palabras. Las partía, las retorcía, las estiraba, las dibujaba y las deformaba para obtener su convencimiento. Tan cómoda se sentía que un día se metió en la cama, justo en medio de ellos dos. Justo en el espacio que antes habían ocupado la magia y la pasión. El frío y el
silencio se enredaron en el aire convirtiendo la cama en un glaciar inmenso. Un glaciar que heló el mañana. — Quiero la verdad de tus mentiras —rogó. — Te quiero. Pero ya no pudo creerlo.
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Olalla Ruiz dรกndole 35 vueltas
Un día inmerso en el
rock nacional Sergio Rodríguez Castaño
En esta entrega brindamos un especial homenaje a nuestro rock nacional de la mano de dos grupos con un talento descomunal, por los que parece que no van pasando los años y en los que su música y estilo particular, que supusieron la entrada al éxito y reconocimiento nacional, siguen a flor de piel. Estos grupos son ni más ni menos que los talentosos Extremoduro y Marea. En este recorrido no podemos olvidar, y por tanto debemos comenzar, por sus raíces. Por un lado, encontramos a la banda Marea procedente de la localidad navarra de Berriozar y a su homólogo extremeño Extremoduro, que viene de Plasencia. Cabe decir que la relación de este último grupo con sus orígenes geográficos no siempre ha sido buena y estrecha, ya que en sus propias letras (como en la canción titulada Extremaydura) se muestra un rechazo a las escasas oportunidades de progreso y salidas, y también una queja por el abandono y ruralidad que padecen los habitantes de su tierra. De esta forma, en el camino de ascenso a la popularidad dentro del panorama nacional, cabe destacar a Extremoduro como un referente para la aparición de nuevos grupos de rock e influencia para otro numeroso elenco de bandas, tanto a nivel nacional como a lo largo del territorio hispanohablante, que han expresado públicamente su admiración hacia ellos (entre otros, el grupo Marea). Además, merece una especial mención que la prestigiosa revista musical Rolling Stone en el año 2012 incluyó a Extremoduro dentro de los 50 mejores grupos del rock español, ocupando el lugar sexto de dicha lista, y que en 2014 la Revista Española de
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Investigaciones Sociológicas (Reis) incluía a este grupo en el número treinta y tres de las 50 formaciones y figuras más relevantes del pop-rock nacional. Pero este artículo no pretende realizar un repaso a su dilatada trayectoria musical únicamente, sino que su interés u objetivo primordial es un análisis y un homenaje tanto al estilo como a las características musicales, un estilo basado en letras con un carácter fuertemente político en el grupo navarro, algo empleado con asiduidad en el rock nacional, mientras que en el caso de Extremoduro percibimos un uso del castúo o dialecto extremeño, con temas cimentados principalmente en el sexo, las drogas y el amor, interpretados en unos espectáculos de larga duración (en torno a las dos horas y media de concierto), donde muestran su aproximación y dedicación a los espectadores que acuden. El reconocimiento del público se refleja en la capacidad de mover una gran masa o fenómeno fan a lo largo de sus conciertos; merecen una mención especial esos seguidores fieles, amantes de su música, que abarrotan conciertos por toda España, cantando sus letras y llevando consigo un gran número de objetos, camisetas, pañuelos...…, que demuestra el enorme potencial del mundillo merchandising que aglutina estos dos grupos. en los accesos próximos al recinto, en el que los incondicionales se reúnen y cantan sus más emblemáticas canciones, reconociéndose fácilmente a ese público fiel por su indumentaria relacionada con estos grupos.
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Olalla Ruiz
Además, dichos conciertos comienzan muchas horas antes con un botellón
David Moreira
La ruta del Chorro de la Hoz de Carboneros, en los Montes de Toledo, es tan bella como desconocida.
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Chorro de la Hoz de Carboneros
David Moreira
Se encuentra algo olvidada y poco potenciada por las administraciones. Es por esta circunstancia que resulta más interesante y atractiva que su hermana gemela, la afamada senda de El Chorro de Los Navalucillos. La ruta se inicia a unos 5 km del núcleo urbano de Navahermosa, junto a una pequeña casita de huerta. Tras cruzar la casita, aparecerá entre la vegetación una estrecha vereda que nos guiará valle arriba, acompañados siempre por el arroyo Jimena a nuestra izquierda. Poco a poco, el trazado se irá abriendo paso entre el bosque de robles y confirmará su presencia. Esto nos permitirá elevar la mirada y disfrutar del paisaje que se nos presenta por delante. Mientras avanzamos, disfrutamos del continuo sonido del arroyo que baja su cauce entre diversos saltos de agua. La vereda en algunos momentos es casi tomada por la vegetación que la rodea. Ésta poco a poco va tomando cierta altura hasta llegar a un pequeño prado donde el camino se hace mucho más confortable. La tranquilidad del paseo solo se verá alterada puntualmente por la aparición de pequeños canchales típicos de estos vetustos montes. Por la derecha llegan algunos regatos que vierten sus irregulares aguas al arroyo que nos acompaña. El robledal desaparece por momentos, lo que nos permite disfrutar de los paisajes que se abren a lo lejos, a nuestro alrededor. Montes ondulados, conquistados por sotobosque, confirman la longevidad de estas elevaciones. El paso técnico de uno de estos regatos nos servirá de aperitivo para lo que nos espera unos metros más adelante. Nos aproximaremos al verdadero objetivo de la jornada,La Hoz de Carboneros. Es desde este punto, situado a unos cuatro kilómetros del inicio, donde aumenta considerablemente la complejidad técnica del paseo, pero también la belleza del entorno. El camino sobre el suelo desaparece como tal al toparnos de lleno con una pedriza. Unos hitos, a modo de montoncitos de piedra, nos guiarán en la dirección correcta. Tras sortear la pedriza, nos habremos adentrado definitivamente en la hoz. Deberemos descender al cauce para vadear el arroyo y cruzarlo por primera vez desde que iniciamos la ruta a su margen contrario. Ya al otro lado del cauce, tendremos especial cuidado. El musgo de esta zona puede regalarnos una mala pisada y resbalar. Es tal la umbría y humedad que guarda este rincón escondido de los montes, que puede jugarnos una mala pasada aprovechando el exceso de confianza. Siguiendo el curso del agua, llegaremos hasta la primera chorrera de unos 5 metros. Esta no es más que la hermana pequeña del verdadero objetivo de la ruta. Nos aproximaremos hasta su base para, después, dirigir la vista hacia nuestra derecha y encontrar el paso, de nuevo, hacia el otro margen del arroyo. Mucha precaución es poca para atacar este nuevo tramo donde deberemos trepar a cuatro manos por un pequeño pedregal. De nuevo, los hitos de piedra se hacen importantes para seguir la dirección adecuada. Una vez en lo alto, nuestro sentido del oído nos obligará a girar a la izquierda, donde entraremos en contacto visual con el objetivo final. Objetivo cumplido. La chorrera de Carboneras se presenta imponente ante nuestros ojos. Su música bien merece la pena ser escuchada durante minutos. Su cortina de agua nos hipnotizará.
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Fernando de Miguel Cuesta / José Manuel Carrasco
Olalla Ruiz
La calidez del frÍo...
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Islandia
( 2ª parte )
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Me levanté esa mañana tras pasar mi primera noche en mitad de ninguna parte. Nada más abrir los ojos se empezaron a agolpar en mi retina todas las caras y nombres que había conocido el día anterior. Tenía una extraña sensación entre querer que todo fuese muy despacio y estar ilusionado para ponerme a currar en la cocina de inmediato. Y en ese impás de duda entre inmovilidad y celeridad, todo comenzó a fluir. Quizás fue por la irremediable espontaneidad y alegría que desprendía Hrefna, la madre de Runa. Ella era quien se había encargado de regentar ese enclave durante diecisiete años como un bar de carretera, sirviendo café y una deliciosa bollería que hacía a diario, y que, de un día para otro, con la vuelta de su hija a Islandia con su novio barcelonés, convirtieron en un hotel con un restaurante hispano-islandés. Y así de pintoresco se desenvolvió todo, cual película de Wes Anderson con banda sonora de los Beatles. Celeridad, pausas, color, risas, ironía, más curro, paisajes volcánicos, costumbrismo finés, y la sensación de estar viviendo algo totalmente diferente a lo que los anteriores días de mis tres décadas me habían expuesto. Todo facilitado por Roberta, Antía y Rober, mis compañeros de aventura al llegar allí. Españolitos como yo, enfrentándose a un verano diferente. Rober compartiendo conmigo, o yo con él, cocina; a la espera de las comandas, listos para disparar, mientras el resto atendía la zona del restaurante, organizaba habitaciones o recibía con una sonrisa a todo el que entrase por la puerta de aquel viejo bar de carretera. Mientras, Hrefna no paraba de ir de un sitio a otro del hotel con una sonrisa socarrona que contagiaba un buen rollo indescriptible. Fueron cuatro meses vividos como naranja exprimida. Sin dejar una gota. O como cuando te sumerges en el agua helada finesa, donde
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eres consciente de cada milésima de segundo que pasa y que se convierte en un instante extendido de vida. Desde el momento inicial todo fue indescriptible. Empezando cuando la familia de Runa nos dejó su casa a los expatriados españoles y se marcharon a otra vivienda prestándonos su hogar sin ningún tipo de esfuerzo, manifestando una generosidad y una naturalidad que todavía hoy me hacen sobrecogerme. O como cuando veía al padre levantarse cada día a las cinco de la mañana para ir a su trabajo como cuidador de caballos, llegando pasadas las diez de la noche, y poniéndose, tras esa dura jornada, a ayudarnos a recoger como el que se acaba de levantar de la mesa. O como cuando acompañaba a unos y a otros a hacer la compra de las cosas que necesitábamos para nuestro alojamiento hispano-islandés, tocando el producto directamente, sin intermediarios. O cuando fui a las fiestas de una localidad cercana, donde nos invitaban a chocolatada con helado, mientras veía a todo el mundo compartir y disfrutar a la vez que yo me daba el capricho de beberme un par de cervezas a precio de riñón. O cuando estrujábamos el tiempo disfrutando de los pocos ratos libres en los limitados e infinitos paisajes naturales: la península de Julio Verne, las playas de focas, ver anochecer a la una de la madrugada, los campos de lava, las montas a caballo, los paseos en lancha... Y así hasta una enumeración cuasi infinita del «o cuando..., o cuando..., o cuando...». Pero el último «cuando» llegó. Fui el último trabajador de verano en marcharme a finales de septiembre. El autobús pasaba a una hora aproximada, y cuando lo vi venir, me despedí de ese lugar, de la risueña Hrefna y del resto como si no fuese un punto y aparte. Con la espontaneidad del que hace ese trayecto más de una vez. Y, cual ave migratoria, volé hacia latitudes más cálidas.
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Merche del Cerro
Ésta es la historia de una torrijeña que anduvo más allá del Cerro la Mora...
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Merche del Cerro
· PARÍS · Enfermera
¿Cuánto tiempo llevas fuera? Llevo fuera siete años ya.…
¿Por qué elegiste este país? Por mero azar y porque las condiciones de trabajo, comparadas con las que se nos ofrecían en Toledo siendo recién diplomada, distaban años luz, sobre todo en cuanto a la estabilidad no solo de los contratos sino también de los horarios, lo que facilita la conciliación de la vida laboral y personal. La cercanía con España también fue un punto positivo a la hora de elegir este país.
¿Qué te impulsó a dejar Torrijos? La falta de oportunidades laborales. Siendo recién diplomado te exigían experiencia y «puntos» en todos los puestos; lo contrario a lo que ocurre a día de hoy, que cuanto más formado y más experiencia has adquirido, parece más complicado encontrar un empleo, debido a los numerosos contratos en prácticas que se hacen actualmente. A muchos de los que salimos fuera en su día y hemos querido volver en un momento dado, se nos han cerrado puertas debido a que esa experiencia adquirida se paga y ya no salimos «rentables», sobre todo si hemos pasado la barrera de los 30.
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Lo que más te gusta de vivir aquí es... Lo valorados que nos tienen como profesionales, la imagen de un enfermero español en el extranjero es desgraciadamente muy diferente a la que se tiene de nosotros en España. Nos valoran, nos facilitan horarios y días para poder visitar a nuestras familias y amigos y no solo las horas extras están pagadas, sino que, a menudo, hasta te llegan a dar las gracias por haber venido a echar una mano cuando necesitan de ti, cosa impensable en España.
Y lo que menos... El clima, el no ver un rayo de sol durante meses y meses, la falta de espontaneidad de la gente, los modales extremos a veces, que hacen que las personas casi jueguen un rol permanentemente para guardar las formas, los gestos, las emociones... Por ejemplo, hablarle a un desconocido en el metro o darle los buenos a días a alguien que te cruzas en el portal no es lo habitual, así que se considera «raro» o «desplazado», casi «no protocolario». El exceso de protocolo y disciplina hace que los ciudadanos den la impresión de fríos, calculadores y nada espontáneos ni expresivos.¡¡¡ Lo de tomar un café con alguien sin fijarlo una semana antes en la agenda es impensable aquí, y agotador al mismo tiempo!!! Sin querer entrar en la crítica ni en prejuicios, simplemente son diferencias «culturales», llamémoslo así.
Por muchos kilómetros que haya por medio, no hay día que te levantes y no te acuerdes de... El sol, el cielo azul, mi familia, mis amigos de toda la vida, los cafetitos en la plaza sin programarlo semanas antes, que simplemente surgen con un «¿Te vienes a tomar algo?», la simplicidad de las cosas, la espontaneidad de la gente, la comida casera ¡¡¡y el jamón!!!
¿Te sientes inmigrante en este país? Nunca puedes olvidarte de que eres inmigrante porque en cuanto abres la boca (debido al acento), y a veces casi sin hacerlo (por los rasgos), te recuerdan o te preguntan si eres español, como si lo llevases escrito en la frente. Y cuando les confirmas que sí, te preguntan, les genera curiosidad saber por qué motivos estás aquí. Así que es casi imposible no sentirte inmigrante o como mínimo extranjero en el país.
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Lo que más te gustaría que los españoles copiásemos es... El respeto hacia la vida privada de los trabajadores por parte de las empresas y la facilidad de conciliación de ambas que se ofrece en este país, lo que genera bienestar en los trabajadores y la creación de nuevos puestos de trabajo, por ejemplo, cuando se piden bajas de maternidad durante meses para ocuparse de la familia o simplemente vacaciones sin sueldo por problemas personales, eso permite a otras personas trabajar en tu lugar mientras tanto.
Algo de lo que nunca pensaste que fueses capaz hasta llegar aquí. ¡¡¡Hablar durante horas y horas en una lengua que no fuese mi lengua materna sin que me doliese la cabeza!!!
Algo que nunca valoraste lo suficiente cuando estabas en Torrijos. La cercanía de todo, el poder ir andando a cualquier parte sin tener que hacer horas de metro para ir a tomar un café con alguien. El conocer a la gente cuando andas por la calle y poder hablar en cualquier esquina...
¿Lo más curioso que te haya pasado desde que vives aquí? El hecho de conocer españoles que se conviertan en tu familia casi, ese sentimiento familiar que se crea con gente de tu país cuando estás lejos, porque a menudo te entienden como si fueran tu familia.
Recomendación cultural de algún autor/es de este país que te guste (cine, literatura, música, pintura, etc.) En pintura me encantó descubrir al pintor Gustave Doré en una exposición en el Museo de Orsay, ¡¡¡impresionante!!! En música, clásicos como Francis Cabrel, Indochine o Mylene Farmer me han sorprendido también. En cine, el mítico Guillaume Canet y en literatura, todo un descubrimiento ¡¡¡Michel Onfray!!!
Tu próxima aventura es... Volver a España en los tiempos que corren.
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PARA TODOS LOS
GUSTOS Gerardo A. de Marcelo
Para gustos, los licores. O los colores, lo que más te guste. Y es esta la filosofía actual en redes sociales, pues hay de tantos tipos y tan variados que es muy difícil que no encuentres saciadas tus inquietudes en alguna de ellas. Desde buscar trabajo hasta aprender a cocinar; desde compartir el antes, el durante y el después del día de tu boda, hasta las tremendamente útiles redes sociales profesionales por sector. Y entre tanta variedad, no os olvidéis de felicitar a Facebook, que cumple 11 años entre nosotros. Y en un año de elecciones como este 2015 habrá que estar muy atentos no solo a las dos grandes (Facebook y Twitter), sino a todas aquellas que se van a ver inundadas por la campaña electoral. El incremento en el uso de las redes sociales ha generado grandes expectativas con respecto a su potencial para transformar la comunicación política y la relación de los representantes públicos con los ciudadanos. Las redes sociales impactan en la coordinación de protestas y revoluciones, desde luego (je suis Charlie), pero también facilitan que las voces más débiles sean escuchadas, incrementando significativamente nuestro acceso a una mayor diversidad de opiniones. La clase política está cada vez más presente en redes sociales, pues es consciente de que nos encontramos ante un cambio de paradigma social que está obligando a replantearse la forma de relacionarse con el entorno. Y es que la política 2.0 está aquí y ha llegado para quedarse, seas de la ideología que seas. Pero si tanta política te aburre y no entiendes lo que dicen, siempre puedes dedicar tu tiempo a aprender idiomas en Busuu.com (a través de corrección de textos y conversaciones vía webcam, audio o chat), en Itaki.com (poniéndote en contacto con más de 5.000 docentes de 100 lenguas diferentes), o en Livemocha. com (o la ludificacion aplicada al aprendizaje de idiomas con nativos).
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Olalla Ruiz, BestPsdFreebies
Y no tenemos que irnos muy lejos (si es que la palabra lejos existe en la Red) para encontrar redes sociales prometedoras. En España también encontramos proyectos con un gran potencial, como beQbe («la red social de los creadores, que te permite crear, seguir y compartir tus gustos. ¡Eleva tus aficiones al cubo!») o Muaaka!, la nueva red social musical gratuita en español que promueve las relaciones personales e interacciones, la comunicación y vivencias de los usuarios mediante la música como eje conductor, como su propios creadores apuntan, descubriendo nueva música o encontrando compañero o compañera para un concierto. Punto de cruz y macramé, ornitología y canaricultura, numismática y filatelia, música, pintura, escultura, pasear, viajar…... cualesquiera que sean tus aficiones, incluso la política, tienen un hueco en las redes sociales. Y a ti, ¿qué te gusta? dándole 49 vueltas