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100 AÑOS (Y CIEN HISTORIAS) DEL LÁPIZ LABIAL
Fotografías: ImaxTree/Agencias
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NINGÚN OTRO COSMÉTICO HA MARCADO LA HISTORIA COMO LO HA HECHO EL LÁPIZ LABIAL. DESDE QUE SU USO SE POPULARIZÓ, HA SIDO PARTE DE LOS CAMBIOS DE LA INDUSTRIA DE LA MODA Y TESTIGO DE DIFERENTES HITOS SOCIALES. HOY ES UN INFALTABLE EN LA CARTERA DE TODA MUJER. POR: JUAN TORO
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l lápiz labial cumple cien años, y su historia tiene tantos matices como colores disponibles. Con el paso del tiempo ha sido símbolo de glamour, rebeldía, independencia y elegancia, una evolución de la mano con los cambios socioculturales. Por este correlato social, no es de extrañar que el labial haya hecho historia junto al movimiento sufragista de Estados Unidos. Porque si hasta comienzos del siglo XX el maquillaje de ojos y los labiales sólo eran utilizados por actrices –pues usarlos en público era muy mal visto por la tradicional sociedad de la época–, lo que ocurriría en 1910 sentó un precedente: Elizabeth Arden irrumpió con un fuerte rojo que se convirtió en símbolo de poder, justamente cuando las sufragistas estadounidenses protestaban para obtener el voto. Miss Arden incluso les regaló sus labiales y marchó junto a ellas por la Quinta Avenida de Nueva York. Sus gritos, entonces, comenzaron a salir de bocas enfundadas en profundos labios rojos.
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Marilyn Monroe.
Pero no fue sino hasta 1915 que se produjo su real expansión, cuando Maurice Levy creó una solución higiénica y práctica para las mujeres que querían pintar sus labios, pero que no deseaban utilizar incómodos potes y pinceles para acicalarlos: el labial en un tubo metálico. La idea fue tan popular, que en pocos años ya era ocupado por reconocidas marcas, como Elizabeth Arden, Max Factor y Chanel. Desde ese momento la venta se volvió masiva. Y aunque el sistema actual –que gira para subir– no sería inventado sino hasta 1923 por el estadounidense James Bruce, lo cierto es que el envase de Levy sirvió de puntapié inicial para que el labial se hiciera definitivamente popular en el mundo. No por nada hoy firmas como MAC venden 1 labial cada 2 segundos. Ya en la década de 1920 el mítico rouge se masificaba con gran rapidez en los labios de féminas como Sarah Bernhardt –llamada la “actriz más famosa del mundo”– y la estrella del cine mudo Louise Brooks, y los tonos más populares eran los oscuros, que podían distinguirse mejor en las películas en blan-
co y negro. Las flappers de los locos años veinte –mujeres independientes que amaban la libertad– popularizaron los labiales al ritmo del charleston, los flecos y los collares de perlas. Eso sí, la forma de los labios debía ser marcada: acentuaban el “arco de Cupido” (la curva en el labio superior), que algunas lograban utilizando plantillas para aplicar la pintura. Durante la Segunda Guerra Mundial el rojo seguía impecable en los labios de la obrera del póster “We Can Do It!”, de J. Howard Miller, que encarnaba a esa estadounidense que encontró en el labial la forma de aferrarse a su femineidad mientras hacía el “trabajo de un hombre” en las fábricas. En paralelo, y para combinar con el uniforme de las miles de mujeres que se enrolaron en el ejército norteamericano, E. Arden lanzó los labiales Rojo Montezuma y Rojo Victoria, en tanto que el gobierno inglés impulsaba la campaña “Beauty as duty”, que promovía el uso del maquillaje entre las mujeres para así mantener la sensación de normalidad.
“Sírvete un trago, ponte lápiz labial y contrólate”, dijo Elizabeth Taylor una vez terminado el horror de la guerra, y, más tarde, Marilyn Monroe –con su cabellera platinada, labios rojos y coqueto lunar sobre su sonrisa– asociaría al labial con una irrestricta sensualidad que se traduciría en la masificación del lipstick en un 98% entre las estadounidenses. Ya no había vuelta atrás: el reinado del labial, extendido por el glamour de Hollywood, se convirtió en un símbolo de la fuerza y de la pasión femeninas. Pero uno de los cambios más drásticos del lápiz labial fue en los años sesenta, cuando el arte moderno comenzó a influir en la industria de la moda y la sensualidad de los cincuenta era reemplazada por un look que enfatizaba los ojos y los labios claros. Junto a los diseños geométricos, el labial incorporó tonalidades claras y pasteles. También se popularizó el labial blanco por grupos como Ronettes y The Shirelles, en Estados Unidos, mientras que en Inglaterra, Twiggy encarnaba el Mod y sus labios captaban todas las portadas.
¿Y cuándo aparecen los destellos? Si bien Max Factor ya había lanzado en los años treinta el primer brillo labial, su uso no se popularizó sino hasta la década de 1970, con la onda disco. Muchos labiales tenían esencia de perlas para lucir más brillantes, y en ocasiones incluían glitter. Mientras todo brillaba con el disco, comenzaba a despuntar el look rebelde y transgresor del punk inglés. Con Vivienne Westwood como una de sus precursoras, el punk trae el morado y el negro a los labiales junto a la música de los Sex Pistols. Al llegar los ochenta, estos colores pasarían a formar parte de los primeros looks góticos, como el de Siouxsie and the Banshees. Por su parte, los hombres entran en la escena de los labiales con la imagen oscura de Robert Smith, en The Cure, y el brillo de David Bowie, en el Glam. Al labial negro lo acompañaron colores como el fucsia, que se popularizaría con las figuras de la potente industria Pop: Madonna y Cindy Lauper lle-
vaban maquillajes recargados y flúor. En los años noventa se acaba el brillo, y la imagen ideal comenzó a ser representada por labios mate con delineador. Del mismo modo, la preocupación por el medio ambiente y por el cuidado personal comenzó a cambiar la industria, y se promovió un look saludable y menos recargado. Hoy se vive el retorno de las paletas de colores y pinceles, que son usados, sobre todo, por profesionales y bloggers que aprovechan de combinar diversos colores de este producto que sigue tan vigente como siempre, incluso cuando la economía evidencia sus vaivenes, tal como lo estimara el director de Estée Lauder en el año 2000, plena época de recesión, quien aseguró –mediante los términos Lipstick index– que la venta del lápiz labial aumentaba cuando la economía bajaba. Y entre una y otra oscilación, y más de una década después, esta sentencia parece haberse convertido en toda una máxima.
HOY SE VIVE EL RETORNO DE LAS PALETAS DE COLORES Y PINCELES, QUE SON USADOS, SOBRE TODO, POR PROFESIONALES Y BLOGGERS QUE APROVECHAN DE COMBINAR DIVERSOS COLORES DE ESTE PRODUCTO QUE SIGUE TAN VIGENTE COMO SIEMPRE.