TELEGUIA DOMINGO 18 DE AGOSTO 2013
Contenido TELEGUIA
DOMINGO 18 DE AGOSTO 2013
TECNOLOGIA EL Boom de la TV Web Le sacamos jugo al nuevo juguete de la casa
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ESTRENO Un Gigante Expuesto: George Harrison: Living in the Material World
IMPERDIBLE EL odioso mito del “concepto original” Arrested Development revive de las cenizas
NOTA La información de los programas que transmiten los canales nacionales y las empresas de televisión por cable, así como sus horarios, es brindada por los respectivos canales. Por tanto, cualquier dato erróneo es .responsabilidad de estos
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CERO POSES Barbara Walters la Reina Abeja de la Televisión
PORTADA Los Reyes Malditos del Terror Lon Chaney, Boris Karloff, Vincent Price, Christopher Lee
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Editora Yuri Lorena Jiménez
Redactor Ólman Castro
Colaboradores Ronald Díaz Christian Montero Jorge Hernández Diego Delfino
Foto de Portada HBO
ZAPPING En el Reino de Hielo Frozen Planet llega para cautivarnos
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PAGINA NEGRA Marlon Brando Un Deseo Llamado Marlon
PAGINA NEGRA Marilyn Monroe A medio siglo de muerta, sigue más viva que nunca
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Editora Gráfica Daniela Calderón F
Diseñadora Daniela Calderón F
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TECNOLOGIA
El Boom de la TV Web Jorge Hernández S.
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recuentemente me topo con individuos que llevan el iPad bajo el hombro como un adorno, una especie de agenda carísima que solo emana estatus y caché: todo un desperdicio para tan magnífico aparato. Yo diría que antes de ponerse a ver tele en el iPad habría que aprender a sacarle
jugo a todas las funciones básicas de la tableta... pero bueno, partamos de que quien nos envió la consulta ya es to- do un experto hasta en Angry Birds. El iPad como un televisor portatil Hay muchas y muy diversas formas de ver televisión en el iPad.
Como no po- demos cubrirlas todas en este espacio, me limitaré a indicarles la ruta más sencilla: la que se sigue a partir de las aplicaciones que se pueden descargar en la tienda de iTunes. Las más populares (ABC, Netflix, Hulu) lamentablemente no funcionan en Costa Rica, así que con- centrémonos en las
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opciones viables acá. AirVideo ( $2.99) Una joya. Si usted es como yo, probablemente tenga una buena colección de videos en su disco duro, en cuenta de sus series favoritas. Pues bien, el primer limitante para verlos en el iPad es la con- versión: es necesario que el formato sea compatible con el dispositivo y esto puede ser tedioso. El segundo y más obvio es el espacio; el disco duro del iPad se saturaría rápidamente si le cargamos todos los capítulos de Mad Men, por ejemplo. La solución la trae AirVideo, una aplicación que le permitirá convertir y transmitir cualquier video desde su computadora hasta su iPad de forma inalámbri- ca. Así, la computadora funciona como un servidor silencioso mientras usted disfruta de su capítulo favorito en su cama. Brillante. SnagFilms (gratuita)
Documentales como Super Size Me y Confessions of a Superhero direc- to a su iPad y lo mejor de todo, gratis. Más de dos mil documentales sobre polí- tica, música, arte, cultura, sociedad, his- toria y personajes célebres se encuen- tran disponibles a un dedo de distancia. La película no se descarga, sino que se ve directamente desde la web, así que será necesaria una buena conección inalámbrica. SPB TV (gratuita) El comienzo de la televisión digital libre y gratuita. Tímido, pero válido. Ciertamente no va a encontrar aquí ESPN o NBC pero la oferta de más de 100 canales de 20 países distintos (incluyendo España) lo convierten en una opción intere- sante para probar las capacidades televi- sivas de su iPad. La mejor parte es que es completamente gratis, pero también viene bien que pensaran en extras como una guía de programas integrada, la selección
rápida de canales y el soporte de canales para eventos especiales. Imagínese a dónde vamos a llegar en un par de años. ¿Alguna otra opción? Pues hay algu- nos intentos de tirar la señal directamente al navegador, sin aplicaciones de por medio. Uno de ellos es el de filmon.com, proyecto que rápidamente fue llevado a los tribunales. No deje de visitarlo, podrá darse una idea de cómo funciona su ahora servicio pago (hasta hace poco era gra- tuito, incluso en HD). Naturalmente, siempre tiene la opción de rentar o com- prar programas a través de la tienda de iTunes, aunque para ello requerirá no so- lo de una cuenta estadounidense sino de mucha paciencia para poder depositar fondos (iTunes no acepta tarjetas de cré- dito internacionales como Amazon).
Las tablas más populares
Samsung galaxy Tab 2
Ipad 4 con Retina Display
Kindle Fire HD 7”
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ESTRENO
Gigante Expuesto Jorge Hernández S.
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ajo la dirección del genio del celuloide Martin Scorsese, el documental George Harrison: Living in the Material World, es un éxito absoluto, no solo por la calidad de su producción sino por el tema que aborda: la fascinante historia de un exBeatle. Para su realización, Scorsese se valió de la ayuda de la viuda del artista británico Olivia Harrison,
quien aportó material inédito para retratar a Harrison en sus diferentes facetas de músico y ser humano. El documental también fue aderezado con entrevistas a otros exBeatles como Paul McCartney y Ringo Star, e incluye el testimonio de otros personajes de la talla de Eric Clapton, Tom Petty y Yoko Ono, quienes sost-
ienen que el baterista del cuarteto más famoso de todos los tiempos era un hombre “rebelde, legendario, callado, desconocido y visionario”. El corto que transmitirá HBO lleva como título el nombre de una de las producciones discográficas que Harrison publicó a inicios de los años 70.
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IMPERDIBLE
El odioso mito del “concepto original” Jorge Hernández S.
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iempre hay que retirarse dejando al público queriendo más. Como nunca he sabido cuál es el momento adecuado procedo a retirarme en el acto, en este primer párrafo. Así que hasta la próxima columna, y muchas gracias por la lectura. ¿Sigue usted por aquí?, pues entonces por favor tome asiento y sepa disculparme si lo aburro. Hablemos de retiradas que sí son ele- gantes. Recuerdo que yo antes solía pensar que las series de tele deberían tener fecha de expiración. Primer caso de estudio: Seinfeld. Aplaudí cuando el show cerró el telón en su pico de popularidad. Todos queríamos ver más, pero Jerry supo que la comedia emblemática de los 90 corría el riesgo de termi-
nar como una patética serie cansada del nuevo milenio. ¿Sabe cuál serie no siguió este camino de dignidad? Segundo caso de estudio: The Office. Esta es una de mis comedias preferidas. La serie llegó a su final en Estados Unidos la semana anterior tras nueve temporadas y, como hoy vengo especialmente cruel, digo que tuvo cinco temporadas de sobra. Los episodios recientes no son malos, la manija simple- mente no alcanzó para que siguieran siendo tan buenos: se incorporaron nuevos personajes y los antiguos terminaron actuando de maneras inconcebibles para sus motivaciones originales. Es fácil sentirse ofendido por la caída en la calidad de los productos culturales que amamos.
Sin embargo, uno se deja de sentir defraudado cuando se da cuenta de que las series no nos deben nada. Con tantas cosas por las que vale la pena indignarse no perdamos la paz cuando algún productor traiciona el sagrado sentido original de la serie. Yo, por ejemplo, empecé a temblar cuando el director Ridley Scott anunció que haría una secuela del clásico de ciencia ficción de 1982 Blade Runner. ¿Y si arruinaba el concepto original? ¿Acaso no aprendió la lección de George Lucas y la nueva trilogía de Star Wars? Nada de eso, la película es una joya que se sostiene sola, igual que las dos primeras películas de El Padrino a pesar de que me decepcionara la tercera, igual que las prime-
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Nuevamente, la familia Bluth se verá inmersa en una red de complicadas y divertidas mentira; transmitido por Netflix.com
ras temporadas de Los Simpson, a pesar de que no me gusten los episodios de su (¿enserio?) vigésima temporada. Hablo de todo esto porque hoy se estrena la cuarta temporada de Arrested Development. Después de su cancelanción en el 2006, la serie vuelve de entre los muertos por medio de la señal por Internet de Netflix. Cada nueva temporada que conoció aquella serie era mejor que la anterior; sin embargo, Fox no le prolongó la vida porque sus números de rating no impresionaron a los ejecutivos. No obstante, el servicio de In-
ternet le ofreció al productor y narrador de la serie, Ron Howard, financiar el proyecto de una nueva temporada debido al éxito que tienen sus viejos episodios entre los suscriptores. Todo el elenco original participará en la nueva versión, pero ya se anunciaron cambios. Los episodios no serán aquellos conciertos polifónicos en los que los nueve personajes tienen parte en la acción. Ahora un capítulo estará más centrado en uno o en pocos personajes. El fanático talibán de la serie se adelantará a decir que el nuevo modelo contradice el concepto
original de la serie. ¿Cómo prevenir la decepción? Pues sepamos que los regresos no existen. Ningún viajero regresa nunca al mismo lugar que dejó, y nadie encontrará en el viajero a la misma persona que se fue. Siete años son muchos. Esta noche espero reencontrarme con un viejo nuevo amigo.
26 de mayo del 2013
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CERO POSES
Barbara Walters Jorge Hernández S.
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ara llegar a la cima como jóvenes hay que subir la cuesta como viejos: despacio. Así lo ha hecho Bárbara Jill Walters, la presentadora televisiva, escritora y celebridad mediática mundial quien durante 60 años forjó una carrera periodística basada en un solo principio: la credibilidad. Reseñar sus logros sería tan extenso como el directorio telefónico de Nueva York, ciudad en la que consiguió su primer empleo de secretaria en una agencia publicitaria, a los 22 años. Bárbara nació en Boston en 1929; con sus padres –Louis y Dena– y cuatro hermanas llevó una vida trashumante, entre esa ciudad, Las Vegas, Miami y Nue-
va York. Algo parecido vivieron sus abuelos judíos, quienes abandonaron Polonia y se establecieron en Londres, donde nació Louis, su progenitor.
el gobierno les quitó la casa, los dejó sin auto y hasta les embargaron los muebles, según relató Walters en su autobiografía Audition.
En Inglaterra, el apellido original Waremwasser sufrió repetidas mutaciones hasta quedar en Walters, menos se- mita y más anglo.
Tal vez por esa amarga experiencia vistas llegó a decir en esas memorias que ella tenía dinero, fama y hacía lo que le gustaba, por tanto no veía razón en casarse y pasar malos ratos. Aún así tuvo tres maridos, y con uno se casó dos veces: Henry Katz, empresario; Merv Adelson, presi- dente ejecutivo de Lorimar Televisión; y Lee Guber, productor teatral, con quien adoptó a su única hija Dena Guber.
Louis, o Lou como lo apodaban, emigró a Estados Unidos en 1909 y comenzó a lucrar en el mundillo del espectáculo como productor de vodeviles, y llegó a tener varios clubes nocturnos. Pero, lo que viene por las sombras se va por las tinieblas. Los negocios decayeron; vendieron el penthouse familiar en Central Park y tuvieron que irse a vi- vir de manera más modesta a Miami. Ahí les fue aún peor;
Entre viaje y viaje concluyó sus estudios superiores y solo duró un año en su primer trabajo, porque pronto obtuvo uno en la estación WNBT-TV, afiliada a
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“En ese tiempo existía la idea de que una mujer no podía hacerlo. Hice la diferencia poco a poco. Nada tenía que demostrar como copresentadora; no lo hice porque quería ser la mejor e incluso ahora no lo siento así”.
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NBC, que sería su caballito de batalla hacia la gloria. Ahí garabateaba notitas de prensa y artículos pagados por las empresas hasta que logró producir Ask the Camera –en 1953–, un programa infantil de 15 minutos dirigido por Roone Arledge. Dejó ese empleo porque el jefe la presionó para casarse, y ella no estaba dispuesta a ceder en sus ambiciones, y me- nos por un hombre. En 1955 inició como redactora en The Morning Show, de la cadena CBS. Por aquellos años, el periodismo era un coto machista. Ella recuerda en su autobiografía que antes de los movimientos feministas de los años 60, nadie podía creer que una mujer pudiera ser tomada en serio. Menos aún podría escribir lo que se llamaban “noticias duras”. Por ejemplo, Frank McGee, viejo presentador de la NBC, rechazó hasta su muerte –en 1974– realizar entrevistas conjuntas con Bárbara a menos que le cedieran las primeras cuatro preguntas. Mientras llegaba su hora, Walters probó unos años como publicista en revistas y en 1961 obtuvo un puesto como redactora e investigadora en The Today Show de NBC. De ahí paseo a Today Girls,
donde compartió espacio con Lee Meriwether, la famosa gatúblea; la actriz y cantante Florence Henderson; la bailarina Hellen O’Connell; y Estelle Parsons, actriz ganadora de un Oscar en 1967 por Bonnie & Clyde. Walters las llamaba despectivamente “servidoras de té”, como si fueran secretarias y no profesionales. Mito viviente La oportunidad dorada llegó para Bárbara el 4 de octubre de 1976 cuando se convirtió en la primera mujer en ser copresentadora del noticiero nocturno ABC Evening News, con Harry Reasoner. Aparte del puesto le endosaron un cheque por un millón de dólares anuales, escribió la periodista Jean Tenore. En una declaración a la prensa Walters explicó: “En ese tiempo existía la idea de que una mujer no podía hacerlo. Hice la diferencia poco a poco. Nada tenía que demostrar como copresentadora; no lo hice porque quería ser la mejor e incluso ahora no lo siento así”. Cebados por la envidia, sus colegas masculinos soportaron el ascenso de Walters, hasta llegar a convertirse en lo que The New York Times catalogó como “la diva reinante de los informativos nor- teamericanos”.
Solo Diane Sawyer, presentadora de ABC World News, le ha puesto el pie y van taco a taco en la cuenta de entrevistados famosos o poderosos, y en cantidad de maridos (aunque Diane la supera por- que es 16 años más joven y gana más). Como la Sibila de Cumas, que pidió vivir muchos años pero olvidó ser siempre joven, Bárbara lleva 62 años de carrera triunfal y alrededor de su programa 20/20, en ABC, convocó a todo el que tenía algo importante que decir “urbi et orbe”. Transformó sus entrevistas en espectáculos televisivos donde el entrevistado abría sus entrañas y lo menos que hacía era llorar, previo desollamiento público. Walters llegó a ser más importante que la noticia misma y el personaje, al punto de que ABC –con ocasión de los 20 años de Bárbara en esa estación– editó un documental conmemorativo. Como si fuera una superestrella de rock, extractaron sus éxitos y una que otra metida de escarpines, todo con tal de evitar “aburrir” a los espectadores, tal como declaró ella a The New York Times. Hacia ella peregrinaron héroes y traidores, fieles y apóstatas, culpables e inocentes. Marcó el paso al reunir en 1977 al presidente egipcio Anwar Sadat y al
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Walters ha sido protagonista de momentos clave en la historia moderna. A su izq., con el ex-mandatario Fidel Castro.
primer ministro israelí Menahem Begin. De ahí en adelante engordó la lista con todos los presidentes norteamericanos de la última mitad del siglo XX; todos los líderes que cambiaron el mundo: Fidel Castro, Boris Yeltsin, Margaret Thatcher, Indira Gandhi, Gaddafi, el rey Hussein de Jordania o Hugo Chávez; pasando por actores, cantantes, deportistas y hasta desconocidos como un tal Robert Smithdas, un hombre sordo y ciego que dedicó su vida a mejorar la de los demás y cuya entrevista fue considerada por Walters como la “mejor de
mi vida”. El “especial” que sostuvo con Mónica Lewinsky, en 1999, tras el affaire con el íncubo Bill Clinton, tuvo una audiencia de casi 50 millones de televidentes. El promedio de espectadores de 20/20 es de diez millones de personas.
anual sobre la entrega de los Óscar –que luego abandonó– y conservó la producción ejecutiva de The View y un talk show diario. ¡Vale que deseaba tranquilidad! Nadie es perfecto
En el 2003, Walters dejó de lado las entrevistas porque quería “más flexibilidad en mi vida, sin las responsabilidades de una revista semanal”, según un comunicado difundido por ABC.
Refugiada en su autoexilio dorado, la vieja encina del periodismo norteamericano regresa de vez en cuando para sentar cátedra como entrevistadora, pero a veces a la mejor mona se le cae el zapote.
Como el veneno de las noticias la corroe, mantuvo un programa
La última vez cayó en sus fauces el presidente sirio Bashar al
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Assad, en diciembre del 2011, solo que el mandatario quedó disgustado por las preguntas en torno a la represión militar, los campos de concentración y las masacres que a diario diezman a la población civil en esa nación, según reportó la agencia AFP. El asunto pudo haber quedado en el anecdotario periodístico de Walters, de no ser porque al Asad –como un cliente insatisfecho– reclamó el trato dispensa- do ya que la cita le había sido conseguida por su asistente de prensa, Sheherezad Jaafari (que a juzgar por el nombre debe ser muy diestra contando cuentos). Resulta que el gobierno sirio contrató, a precio de oro, a varias empresas de relaciones públicas para “pulir su imagen” y presentar la marca Siria como el “Paraíso de Alá” en la tierra, obviando el feo dato de casi diez mil muertos en la guerra civil contra ese régimen. El “enjuague” periodístico incluyó un reportaje en Vogue a la primera dama Siria, conseguido por medio de la firma Brown, Lloyd & James, donde la compararon con una “rosa en el desierto”. Como María Antonieta, mientras en Siria despanzurraban niños ella compraba zapatos, joyas y candelabros en París. Como parte de esa cadena de
transmisión, la sagaz Jaafari consiguió la entrevista exclusiva de Al Assad con Bárbara Walters, ilusionado porque la relacionista pública le garantizó que “la psicología americana es muy fácil de manipular”, reveló el Daily Telegraph. Al Assad despidió a Jaafari y esta le pidió trabajo a Walters, quien interpuso sus buenos oficios con sus amigos de la cadena CNN, la Universidad de Colum- bia y varios contactos en Inglaterra. En varios correos electrónicos, revelados por el Daily Telegraph, Walters y Jaafari se tratan con mutuo cariño: una le dice “querida niña” y la otra le responde “madre adoptiva”. Ya, durante el mandato de Ronald Reagan, la incuestionable periodista se había metido en un lío ético similar al entrevistar en su programa 20/20 al traficante iraní de armas Manucher Gorba- nifar. Ella aceptó remitir al presidente. Reagan un memorándum de Gorbanifar sobre el escándalo de la venta de armas al gobierno iraní, aderezado por sus comentarios personales, sin consultar a sus jefes de ABC y violando las severas normas éticas que rigen la relación de los periodistas con el Gobierno. A principios de este año Walters sufrió otro descalabro: rodó por
una escalera durante una recepción en la casa del embajador británico en EE. UU. y se partió la frente, informó en esa ocasión la agencia Reuters. Después la aquejó la varicela y su compañera en The View, Whoopi Goldberg, expresó que “todo es el resultado de una niñez atrasada”. Bárbara Walters es una veterana cara, libre e incómoda pero creíble y con experiencia, que se niega a ser material desechable, aún en una sociedad que le rinde culto a la juventud. Hoy, a los 84 años, sigue rompiendo moldes porque pareciera que solo la muerte la jubilará, en contra de quienes piensan que debería estar en un asilo, jugando bingo o zurciendo medias.
30 de octubre del 2011
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PAGINA NEGRA PAGINA NEGRA
Los Reyes Malditos del Terror Jorge Hernรกndez S. Jorge Hernรกndez S.
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orroris causa. La noche se agita. Una tenue brisa sacude la cortina y por el ventanal se divisa la luna llena; el infierno abre sus puertas y una manada de espectros entra a saco en nuestro mundo para probar el dulce sabor de la carne humana: vampiros, licántropos, depredadores de almas y una legión de entidades siniestras repta hacia el peor de los monstruos: el hombre. Misterio, maquillaje y sombras bastaron para que cuatro actores hicieran un puño el corazón de los cinéfilos, desde el amanecer hasta la medianoche del cine: Lon Chaney, Boris Karloff, Vincent Price y Christopher Lee. Cada uno encarnó un personaje secular que explotó el miedo a lo desconocido, a lo inexplicable, a lo diferente; vivieron en un mundo de muertos, recorrieron si- tios tenebrosos y compartieron fosas con criaturas deformes. Lon Chaney fue el pionero del horror con dos de las figuras más aterradoras delcine mudo: El jorobado de Notre Dame y El fantasma de la ópera. Le sucedió su único hijo, Lon Chaney Jr, quien dio vida a El Hombre Lobo. Boris Karloff hizo el mejor Frankenstein de todos los tiempos, un ser que nació sin querer y vivió para aterrorizar al mundo.
Aunque Bela Lugosi hizo el primer vampiro, fue Christopher Lee – en los 60– quien resucitaría a este sediento muerto viviente y rompería las yugulares de turgentes jovencitas victorianas. El más perverso de todos fue Vincent Price, quien sin necesidad de máscaras hizo que los espectadores sudaran frío y arañaran las butacas. Los cuatro son los reyes malditos, los discípulos del diablo, los jinetes del Apocalipsis que corren desbocados agitando sus látigos sobre las espaldas descarna- das del público. Cómplice de ellos, “la productora Universal se especializó en llevar a la pantalla la barroca y enrarecida atmósfera de la novela gótica de terror, con resultados inolvidables” explica la enciclopedia El mundo del cine. Las mil caras del miedo Las gárgolas lo amamantaron y así dio vida a cientos de figuras patéticas y torturadas, gracias a su inagotable capacidad para transformarse a punta de maquillaje y deformaciones físicas. Los padres de Lon Chaney, Emma y Erick, eran sordomudos y solo se podía comunicar con ellos por señas, lo cual le permitió desarrollar un talento natural por la mímica, narra Los grandes mitos del séptimo arte. Debido a una cruel enfermedad de su madre
dejó abandonado el colegio y a los 14 años comenzó a trabajar como utilero en la ópera de Colorado Springs –su tierra natal–. De la utilería pasó al guardarropa y, fascinado por el mundo que le rodeaba, se unió a una compañía ambulan- te de teatro y fue desde bailarín hasta tramoyista. En 1912, a los 29 años, firmó su primer contrato con los estudios Universal y realizó filmes de humor, vaqueros y musicales. Tardó siete años en obtener el papel estelar de pordiosero deforme en The miracle man; más tarde fue un pirata ciego en La isla del tesoro y un maligno inválido en The penalty. También fue una normal, un doctor loco, un hombre simio, hasta que en 1923 le llegó la gloria con uno de los dos personajes que lo inmortalizarían: Quasimodo, El jorobado de Notre Dame, inspirado en la novela de Víctor Hugo, y Erik, El fantasma de la ópera, de Gastón Leroux. Para darle autenticidad a Quasimodo se colocó una giba de yeso con un peso de diez kilos, amarrada con un arnés que le impedía erguirse. La informe faz del fenómeno humano la modeló con algodón y una sustancia llamada colodión, especie de barniz y pegamento altamente tóxico. Un parche, pegado con cinta adhesiva, imitó una brutal
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El papel del fantasma de la ópera lanzaría al estrellato a Lon Chaney; quien se sentiría opacado por la sombra de su padre por el resto de su vida.
cicatriz en el ojo; se levantó las cejas con papel crepé y se metió masilla en la nariz.
neando entre las cloacas la venganza contra quienes lo quemaron vivo.
Tras el éxito del jorobado, en 1925 construyó la imagen de Erik, el desfigurado y atormentado fantasma de la ópera. Eso fue un hachazo en la nuca del público y los expertos consideraron que era la perfecta figura del horror: ojos bulbosos inyectados de sangre y con ojeras violáceas, la nariz carbonizada y los dientes pútridos.
Su amigo Tod Browning le propuso interpretar al célebre Drácula de Bram Stoker, pero Chaney rechazó el ofrecimiento por un pequeño dolor de garganta, que degeneró en un imbatible cáncer y su papel le fue cedido a un desconocido actor de origen húngaro: Bela Lugosi.
Erik vivía en las alcantarillas de París, torturado por su deformidad, enamorado de Christine Daaé –la prima donna– y pla-
Siempre mostró un particular afecto por los marginados que sufrían el desprecio ajeno; tal vez por su origen pobre, el aislamiento de sus padres y los traumas sentimentales.
El 26 de agosto de 1930 murió. Su legado lo recibió Creighton Tull Chane, el hijo que tuvo con una enferma mental y dipsómana: la corista Cleva Creighton. Tras quitarle la custodia del niño, en 1915 se casó con Hazel Hastings, una infeliz mujer divorciada de un lisiado violento que la molía a golpes. En vano intentó el retoño quitarse la carga del apellido paterno y a partir de 1935 comenzó a llamarse Lon Chaney Jr, como una estratagema comercial para seguir la carrera del progenitor. En 1941 Universal Pictures le dio el papel de Larry Talbot, el
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pobre hombre prendado de una gitana que en una noche de luna llena es mordido por un licántropo y se convierte en el hombre lobo. Este rol lo encasillaría de por vida, dando pie a una serie de películas de monstruos, unas veces en compañía de Frankenstein y otras de Drácula, o bien de la momia, explicó Leonard J. Kohl en su libro Series siniestras de Boris Karloff, Bela Lugosi y Lon Chaney.
su prematura muerte, en El hijo de Drácula.
La fama de Chaney subió pero sin igualar a la del padre. Filmó multitud de largometrajes de terror y de vaqueros. Incluso, en 1943, interpretó el papel que su padre no pudo realizar, debido a
El nuevo Prometeo
Tres genios del cine sonoro unieron sus talentos para sacar de la literatura al personaje creado por Mary Shelley. El primero fue James Whale, director; Jack Pierce, experto en maquillaje; y un tímido actor que medía 1,91 y hacía tiempo esperaba su oportunidad: Boris Karloff.
Una ríada de teas ardientes, hoces, picas, azadones y hachas se desborda por el bosque y llega hasta la puerta del castillo. Tum-
Para convertirse en aquel monstruo Karloff soportó muchas horas de maquillaje, donde le aplicaban colodión y algodón
Se casó dos veces. Con Dorothy Hinckley, su primera esposa, tuvo sus dos hijos: en 1928 a Lon Ralph Chaney y en 1930 a Ronald Creighton Chaney. Pendenciero, conflictivo y bebedor habitual acabó alcoholizado. Murió en 1973, del mismo mal que su padre: cáncer en la garganta.
Lon Chaney
En 1983 el sindicato de maquilladores de Hollywood le rindió homenaje, lo consideró pionero del cine de terror y lo llamaron “el hombre de las mil caras”.
ban la entrada con un ariete y penetran hasta el laboratorio para matar la abominable perversión de un científico loco: Frankenstein.
Boris Karloff Aunque hizo papeles de monstruo, era un caballero en la vida real. Pensaba que sus películas de terror eran una oportunidad para mostrar su talento.
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en la cara, tenía que enfundarse en un incómodo traje y enormes zapatos de plataforma que le dañaron la espalda para el resto de su vida, según detalla El mundo del cine. Así, en 1931, nació en la pantalla Frankenstein; un personaje que junto con La momia, de 1932, lo inmortalizarían en el panteón de Hollywood. Como el mal de uno es el bien de otro, Karloff obtuvo el papel gracias a que la megaestrella Bela Lugosi lo rechazó, aduciendo que sus fans no lo reconocerían bajo tantos kilos de crema, tornillos en el cuello, una
cicatriz profunda en la frente y unos movimientos rígidos. El verdadero nombre de Boris era William Henry Pratt, de origen inglés y nacido en 1887 en el seno de una familia burguesa formada por Edward John Pratt, diplomático de carrera, y su tercera esposa Eliza Sarah Millard. Cuando sus padres murieron dejó botada la universidad por los escenarios teatrales y buscó fortuna en Canadá, adónde llegó en 1908. Ni en el cine ni el teatro encontró trabajó y tuvo que hacer de bracero en una granja y chofer de camiones, escribió
Christopher Lee Fue un reconocido coleccionista de obras de arte, un sibarita, refinado y experto en gastronomía, tanto que escribió varios libros sobre ese tema.
Javier Cortijo en El aristócrata del terror, una documentada biografía del actor. Se enroló en una compañía teatral y probó suerte en papeles menores en Hollywood, hasta que le llegó su “cuarto de hora” con Frankenstein y las secuelas: La novia de Frankenstein, en 1935, y El hijo de Frankenstein, de 1939. Aquí hizo dupla con Lugosi, quien era Ygor, el estúpido ayudante que se robó el cerebro equivocado para el monstruo y le colocaron el de un criminal. Los años 30 fueron la época de esplendor de Karloff y llevó al
Vincent Price El único que aún vive. Habla ocho idiomas, canta, actúa, trabaja a sus 90 años, tiene un biblioteca extensa y no entiende a las personas que jamás han leído un libro.
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cine casi todos los personajes malignos de la literatura, dirigido por los cineastas más connotados del terror y el misterio. Si bien interpretaba personajes hoscos y temibles, Boris era un hombre afable, simpático, cordial, culto, refinado y con una dicción perfecta. Eso no le reportó buenos dividendos en su vida amorosa y tuvo cinco esposas: Olive Wilton, Montana Laurena Williams, Helen Vivian Soule y Dorothy Stine. Con Stine tuvo a su única hija, a la que llamó Sarah. En 1946 encontró la estabilidad al lado de Evelyn Helmore. Venido a menos entre los años 40 y 60 acabó haciendo comedias donde se parodiaba a sí mismo y aceptaba cualquier papel. Murió en enero de 1969, a causa de un enfisema pulmonar. El villano exquisito Actor de voz profunda y fino bigotito, dejaba al público con hilos de sudor frío y corazones acelerados gracias a sus papeles de malvado a cara descubierta. Tres generaciones de cinéfilos le rindieron pleitesía. Primero por sus geniales adaptaciones de las obras de Edgar Allan Poe, de la mano de Roger Corman, en los años 60; después, fue la voz en off –tenebrosa y áspera– en el video Thriller, de Michael Jackson; y finalmente en su última
película como el inventor de El joven manos de tijera, de Tim Burton. Así lo afirma José Manuel Serrano Cueto en el libro Vincent Price: el villano exquisito, escrito para el centenario del nacimiento del actor. Vincent Leonard Price Jr. nació el 27 de mayo de 1911, en San Luis, Misouri, en el hogar de Marguerite Willcox y Vincent L. Price, quien era dueño de una fábrica de caramelos. Recibió una educación esmerada; estudió bellas artes, antropología y gastronomía pero lo suyo era el teatro y más tarde el cine. “He participado en 110 películas y solo 20 han sido de terror; sin embargo, son las que han permanecido en la memoria colectiva”, afirmó Price. Fue el villano más temible del cine americano de los años 40, 50 y 60. “La imagen de Vincent Price siempre estará ligada al horror y eso que nunca interpretó a monstruos clásicos, como hicieran Bela Lugosi, Boris Karloff, Lon Chaney o Christopher Lee pero su rostro está asociado con el miedo como si hubiera firmado un pacto demoníaco”, explicó Serrano Cueto. De la mano de Boris Karloff ingresó al mundo de las tinieblas con La torre de Londres, en 1939. En los 40 trabajó en películas
de gran factura, como El castillo de Dragonwyck, dirigido por el novel Joseph L. Mankiewicz. En los 50 calzó su nombre en las puertas del infierno con Los crímenes del museo de cera, El mago asesino, La mansión de los horrores o Escalofrío. Price fue la respuesta de la American International Pictures, de Roger Corman, a los embates de la productora inglesa Hammer, que revivió todos los monstruos del cine con presupuestos de hambre y filmes sangrientos, al estilo de la tetralogía de Drácula a cargo de Christopher Lee. El mundo de las tinieblas con La torre de Londres, en 1939. En los 40 trabajó en pelí- culas de gran factura, como El castillo de Dragonwyck, dirigido por el novel Joseph L. Mankiewicz. En los 50 calzó su nombre en las puertas del infierno con Los crímenes del museo de cera, El mago asesino, La mansión de los horrores o Escalofrío. Price fue la respuesta de la American International Pictures, de Roger Corman, a los embates de la productora inglesa Hammer, que revivió todos los monstruos del cine con presupuestos de hambre y filmes sangrientos, al estilo de la tetralogía de Drácula a cargo de Christopher Lee. Personificó hombres retorcidos, con una maldad aristocrática y
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Actor de voz profunda y fino bigotito, dejaba al pĂşblico con hilos de sudor frĂo y corazones acelerados gracias a sus papeles de malvado a cara descubierta.
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Con más de 110 películas grabadas, Vicent es ahora parte de la memoria colectiva. Un personaje excéntrico como ninguno.
una mano asesina tan fina como letal. Vincent contrajo matrimonio tres veces. Su primera esposa fue una actriz llamada Edith Barrett con quien tuvo a Vincent, su hijo. Barrett y Price se divorciaron en 1948 tras diez años de matrimonio. Su segunda mujer fue Mary Grant, una diseñadora; se divorciaron en 1973. De este matrimonio nació su hija Victoria. El último enlace fue con Coral Browne, actriz que actuó con él en la película Theatre Of Blood. Price se convirtió al catolicismo por ella, y Browne se nacionalizó estadounidense por él.
La adicción al tabaco le produjo cáncer de pulmón y murió el 25 de octubre de 1993. Padecía un enfisema y Parkinson. Príncipe de las tinieblas Su padre fue un jugador de cartas y su padrastro un borracho. Presenció de niño la última ejecución en la guillotina, en Francia, y conoció al asesino de Rasputín, el conde Alexei Yusupov. Fue agente secreto en la Segunda Guerra Mundial y a los 90 años no vive en un ataúd, tampoco guarda tierra de Transilvania y
contempla todas las mañanas su imagen ante el espejo. Con más de 60 años de carrera artística, le hace la cruz al retiro y aún – pese a su edad– baraja proyectos fílmicos como si nunca fuera a morir. Noble, como su emblemático personaje, no se arrepiente de ninguna de sus películas, según declaró ante la prensa: “quizás el público lo haga, pero yo no.” A pesar de su dilatada carrera el público lo asocia de inmediato con el conde Drácula a quien encarnó más de 20 veces. Christopher Frank Carandini Lee habla a la perfección cinco idi-
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Se decía que Price era todo un casanova, estuvo casado tres veces y tuvo varios romances fuera de pantalla.
omas y cono-ce bien otros tres. Canta, es un gran aficionado a la literatura y tiene 50 años casado con la misma mujer, la danesa Birgit Kroenke, con quien engendró una so- la hija, Cristina. Su madre Estelle Marie Carandini era una condesa italiana casada con el coronel Jeffrey Lee. Divorciada del militar se unió con un borracho que dilapidó la fortuna familiar y los dejó en la ruina, por lo cual tuvo que abandonar sus estudios. Su vida privada no encaja para nada con la del vampiro en celo de los años 60, sediento de sangre fresca, que solo puede morir
atravesado por una estaca de madera, fulminado por los rayos del sol y eternamente perseguido por su némesis, el profesor Abraham van Helsing. Es un conversador impenitente, posee una inmensa biblioteca y tiene un carácter seco y directo. Se considera el mejor Drácula del cine y asegura que en esas películas hizo todas las escenas de acción sin dobles. A los 16 años, en 1938, por la descocada de su madre, consiguió un trabajo de recadero, ganando una libra esterlina a la semana. En 1947 firmó su primer contrato en el cine. Diez años
después obtuvo un rol estelar en La maldición de Frankenstein, de la productora Hammer. En 1958 rodó El horror de Drácula y se convirtió en un mito, según la enciclopedia El mundo del cine. La veta de oro produjo una saga: Drácula vuelve de la tumba; El poder de la sangre de Drácula y Las cicatrices de Drácula. En todas ellas Lee aparece únicamente al final, pero fueron un éxito comercial sin precedentes. Esto le abrió las puertas de la taquilla a otros filmes con el director Terence Fisher: La momia, El mastín de los Baskervi- lle y
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Medusa. En los 70 revivió el gusto por los vampiros; en los 80 y 90 se dedicó a la televisión y en los albores del siglo XXI recuperó su prestigio en los episodios II y III de la Guerra de las Galaxias, pero sobre todo como Saruman, el mago blanco, en la trilogía El Señor de los Anillos. A finales de los setenta, publicó su autobiografía Alto, moreno y horripilante donde reconoce que dejó de interpretar a Drácula porque los guionistas cada vez se alejaban más de la concepción original de Bram Stoker. Se regodea con sus marcas: ser
el actor que más veces se puso la capa rojinegra del vampiro; el que sostuvo más duelos a espada en la pantalla y está inscrito en el libro de Guinness World Records como la estrella más prolífica con unas 250 películas, la mayoría ni siquiera las ha visto completas. Chaney, Karloff, Price, Lee quedaron marcados por sus personajes; encasilla- dos en papeles que los inmortalizaron pero los limitaron en sus talentos artísticos.
Todos respondieron a una época difícil, como catarsis al pesimismo de la posguerra, la miseria de la gran depresión americana, los inciertos años de la guerra fría y ahora, la amenaza de fuerzas in- controlables que intentan gobernar el planeta. Por eso, en un mundo tan convulso como el actual, donde las matanzas y los crímenes despiadados ocurren todos los días, una buena película macabra... es un alivio.
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Noble, como su emblemático personaje, no se arrepiente de ninguna de sus películas, según declaró ante la prensa: “quizás el público lo haga, pero yo no.”
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ZAPPING
En el Reino de Hielo Jorge Hernรกndez S.
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as más innovadoras técnicas cinematográficas. Diez millones de animales polares. 2.365 días de trabajo de campo. Un año y medio en el mar. Seis meses sobre el hielo marino y 134 horas bajo el frío hielo polar. Todo esto forma parte de Frozen Planet, (Planeta congelado) la majestuosa producción de los mismos realizadores de Planeta tierra (Pla- net Earth), que a lo largo de seis episo- dios ofrece cautivar a los amantes de la naturaleza. La serie, una coproducción de Discovery Channel y la BBC, ya fue estrenada en los Estados Unidos con éxito rotundo de audiencia: 26 millones de televidentes fueron testigos de este asombroso viaje a los polos de la Tierra, que documenta como nunca antes el poder del clima y la fuerza inclemente de los océanos, y de cómo animales y seres humanos se ven en la necesidad de adaptarse a los ambientes extremos para lograr sobrevivir. “Las imágenes preciosas abundan: una foca que aparece en una ola como un fantasma, y que parece flotar por encima de las cabezas de los pingüinos que miran desde la orilla; el aspecto del hielo marino de la Antártida es similar al de una pintura abstracta de colores de- bido a las criaturas marinas muertas
que yacen clavadas por debajo de él”. Así describe Mike Hale una de las secuencias de la serie, que vienen a convertirse en una “sintetizada, sentimental y antropomórfica abstracción del mundo natural”. Equipo de lujo Esta serie está narrada en español por el alpinista mexicano Carlos Carsolio y es dirigida y producida por Chadden Hunter, biólogo y cineasta. Carsolio es explorador, alpinista, conferencista, empresario y piloto de parapente. En 1996 se convirtió en el cuarto alpinista en la historia en escalar las catorce montañas más altas del planeta sin tanques de oxígeno y en el 2007 realizó la primera travesía de un continente, de océano a océano, cruzando México por el eje neo volcánico. Hunter por su parte, es un todoterreno acostumbrado a soportar las más duras inclemencias del tiempo y a transitar y habitar áridas e inhóspitas zonas con tal de capturar imágenes nunca antes vistas y producir series y documentales de la más alta calidad (ver nota aparte). En esta ocasión, por ejemplo, debió cruzar el Océano Antártico en un pequeño yate en medio de gigantescos icebergs y olas que alcanzaban los 9 metros de al-
tura. También se le ve acercarse de manera peligrosa a focas que lo miran fijamente y saltan por detrás de su cabeza. Este tipo de arriesgadas maniobras fueron comunes en Planeta Tierra y ahora repite sus proezas en Frozen Planet. Secretos de madre natura Y es que ambas series tienen la especial característica de ofrecer imágenes inéditas jamás antes registradas por cámaras o pocas veces vistas por el ojo humano, tales como el crecimiento de una estalactita de hielo (carámbano) o el trabajo de las orcas en la creación de olas asesinas capaces de arrastrar a las focas desde los helados témpanos del ártico. Usted podrá ver la mayor concentración de aves marinas del planeta, las crías de los osos polares y conocerá cómo nace un iceberg que superará en tamaño al edificio más alto de la Tierra. Comprobará también la existencia de una oruga con un líquido anticongelante en sus venas. Tras la emisión de su primer episodio, Los confines de la Tierra, en donde da inicio el viaje a lo largo de las regiones polares del norte y el sur, del Ártico y la Antártida, habitadas por extrañas y resistentes criaturas, Frozen Planet nos muestra lo que acontece a la llegada del
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Usted podrá ver la mayor concentración de aves marinas del planeta, las crías de los osos polares y conocerá cómo nace un iceberg que superará en tamaño al edificio más alto de la Tierra.
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info
verano, un breve periodo de sol y abundancia. Es momento –por ejemplo– de que los cachorros de los osos polares tomen sus primeras lecciones en el agua y de que una colonia de 400.000 pingüinos rey se enfrenten con el cálido clima que se avecina. Una escena nunca antes filmada la vemos en este episodio. Se trata de la persecución, por más de dos horas, de una ballena Minke por parte de una familia de orcas. La llegada del otoño es el tema de la tercera entrega. Duran-
te esta época el Océano Ártico se congela de nuevo y surgen dramáticas batallas. Los bueyes almizcleros macho, por ejemplo, golpearán violentamente sus cabezas entre sí con tal de defender sus harenes, mientras los machos de caribú querrán dejar al jefe sin su hembra. La llegada del crudo invierno, en el cuarto episodio, nos trae al pingüino emperador gigante. Las hembras regresan al mar y dejan la protección de sus huevos a los machos, quienes deberán resistir, durante meses, el invierno más frío de la Tierra. Además de las extremas bajas
temperaturas, las regiones polares son azota- das por fuertes vientos que llegan a alcanzar los 200 kilómetros por hora. Frozen Plantet nos mostrará, entre muchas otras asombrosas imágenes, la transformación de los bosques del Ártico en extensiones de hielo y nieve que sirven de escenario para la lucha a muerte entre un lobo y un bisonte. Las cámaras de Discovery logran penetrar las gruesas capas de nieve para poner al descubierto el mágico mundo subterráneo en donde habitan pequeños topos que luchan por evitar los
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mortales ataques del gran búho nival y la comadreja. Mientras esto ocurre, la batalla del macho de pingüino emperador es contra la propia Naturaleza. Las furiosas tormentas polares amenazan los huevos en custodia, los cuales deberá proteger hasta que por fin regrese el Sol y con él, la hembra con la primera comida de los polluelos. En las dos últimas entregas Frozen Planet aborda el tema de la supervivencia en una región en donde la antigua sabiduría y la ciencia moderna son necesarias para subsistir. Al arribo de la prima- vera, después de cinco largos meses de ausencia, el Sol por fin vuelve a brillar. Durante esta época, en la Antártida, los albatros gigantes y los pingüinos rey, reciben la compañía de un enorme número de aves marinas. Nuevas batallas emergen en una playa que albergará la may-
or cantidad de animales de todo el planeta. En suma, como acertadamente nota Robert Lloyd de Los Angeles Times, al igual que sucede con casi todos los documentales de naturaleza, Frozen Planet nos revelará un mundo que muy pocas personas podrán ver alguna vez, y mucho menos a simple vista. Frozen Planet se estrenó en toda América Latina el 19 de abril. Los demás episodios se verán cada jueves y domingos, a las nueve de la noche (verificar horarios con su proveedor de cable). Para este domingo 22 de abril está programada la emisión de un capítulo inédito como celebración del Día de la Tierra. Chadden Hunter, el productor de ‘Frozen Planet’ vivió una auténtica odisea durante la filmación. Estas fueron algunas de las situaciones extremas a las que se tuvo que someter para captar las sorprendentes imágenes: Se le congelaron los párpados al
estar expuesto a una temperatura de -40°C, la cual debió soportar durante 5 semanas consecutivas al adentrarse en el Circulo. Tenía que golpearlos con sus guantes para abrirlos de nuevo. Tuvo que bucear bajo casi tres metros de hielo ártico (son las aguas más frías del mundo) sin ninguna cuerda de seguridad que lo llevara de vuelta a la superficie. Durante ese lapso estuvo rodeado de peligrosas focas leopardo. Durante cuatro meses consecutivos en la Antártida no pudo ver el Sol ponerse una sola vez. Él y su equipo de producción se mantuvieron durante dos semanas dentro de las cuevas de hielo de un volcán activo, ubicadas a 4. 000 metros de profundidad. Los gases volcánicos les ocasionaron fuertes jaquecas y corrieron el riesgo de que la entrada a las cuevas se cerrara debido a las fuertes ventiscas
5 de agosto del 2012
TeleguĂa
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