Vestir Sostenible
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El comienzo de una nueva era
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Alternativas responsables
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A New Cross, tejiendo moda sostenible
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Lish, happy & smart clothes
Foto: Lish Clothing
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Somos la revolución de la moda. Somos diseñadores, productores, fabricantes, trabajadores y consumidores. Somos académicos, escritores, líderes empresariales, marcas, minoristas, sindicatos y responsables políticos. Somos la industria y el público. Somos ciudadanos del mundo. Somos un movimiento y una comunidad. Nosotros somos tú.
El comienzo de una nueva era El 24 de abril de 2013, en Savar, Bangladesh, el edificio de ocho pisos, Rana Plaza, propiedad de uno de los dirigentes del partido gobernante Liga Awami, Sohel Rana, colapsó, 1133 personas murieron y 2500 resultaron heridas, hecho ocurrido a las 9 de la mañana, dejando solamente la planta baja. Allí, existían al menos 5 fábricas de ropa que distribuían prendas al mercado occidental. Las deplorables condiciones de trabajo llevaron a la tragedia a otro nivel, pues se había hecho caso omiso a las advertencias para evitar el uso de la edificación en ocasiones anteriores. A pesar de los múltiples avisos a los trabajadores y trabajadoras debido a las grietas que aparecieron el día anterior, sus supervisores optaron por hacer caso omiso a estas señales con el fin de continuar con sus labores con normalidad, indicando que este era un lugar seguro.
Algunos de sus empleados y empleadas contaron que la estructura se encontrada en pésimas condiciones, tanto así que apareció en canales de noticias locales. Según afirmaciones de los bomberos, alrededor de 2000 personas se encontraban en Rana Plaza cuando ocurrió el suceso, uno de los sobrevivientes afirmó que normalmente este sitio albergaba diariamente 5000 trabajadores. La mayoría de sus víctimas fueron mujeres, junto con varios de sus hijos e hijas que estaban en la guardería. Tras este hecho, Campaña Ropa Limpia y Consorcio de Derechos de los Trabajadores consiguió que se hicieran varias mejoras para los empleados y empleadas en Bangladesh, gracias a esto, 24 grandes multinaciones han firmado un acuerdo que, sobre el papel, prevé inspecciones independientes. El gran número de muertes y accidentados han hecho reaccionar a numerosas empresas que en muchas ocasiones se habían mostrado indiferentes.
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Impactos del
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Salario injusto
Emisiones de Co2
Derechos humanos
Residuos
El salario mínimo legal vigente en la mayoría de los países de fábricas textiles en pocas ocasiones es suficiente para que los empleados y empleadas tengas condiciones de vida dignas. Por ejemplo, en Bangladesh está estimado que el salario mínumo solo cubre el 60% del costo viviendo en un barrio pobre. Estos pésimos salarios contribuyen a los trabajadores y trabajadoras textiles estén en un ciclo de de pobreza, sin contar la presión por trabajar horas extra, que impactan en su salud y seguridad.
Trabajo forzoso, trabajo infantíl, acoso sexual, discriminación y condiciones peligrosas son solo una de las cosas que las personas que hacen nuestra ropa deben enfrentar a diario. A pesar de que hay leyes internacionales que deben proteger a las trabajadores y los trabajadores, el abuso de los derechos humanos es constante en la industria de la moda. El índice global de esclavitud estima que 36 millones de personas están viviendo algún tipo de esclavitud moderna, muchas de ellas están haciendo ropa para marcas occidentales.
Nuestra ropa suma alrededor del 3% de la producción global de emisiones de Co2, esto no solamente es debido a su producción, sino también a su cuidado, pues la mitad de estas emisiones ocurre mientras la ropa que se utiliza está siendo lavada, planchada, secada y tirada. Se estima que el mayor porcentaje de consumidores acelerados son europeos y japoneses.
Se estima que en el 2017, se compró aproximadamente 73 millones de toneladas de textiles en el mundo, del cual tan solo el 20% es reciclado. Más o menos, 350.000 toneladas de ropa usada van al vertedero solamente en el Reino Unido cada año. Allí, las prendas en descomposición liberan metano, y aún, antes de que lleguen a las tiendas, productos dañados y rollo de marca con textiles reconocibles, son desechados o quemados.
fast fashion Artesanías
La ropa y accesorios producidos en masa han dañado el lado artesanal, la herencia de tener habilidades artesanales ha pasado por generaciones entre comunidades alrededor del mundo. Millones de personas en países de desarrollo -la mayoría de mujeresdependen del trabajo artesanal. Pero por ahora, ese comercio corre riesgo y tiene un futuro incierto.
Una encuesta a 91 marcas de moda encontró que solo el 12% podía demostrar que pagan un poco arriba del salario mínimo.
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Moda tóxica
Cultivar las fibras de nuestra ropa, procesarla, teñirla y tratar piezas requiere una mezcla de químicos, muchos de ellos tóxicos. El cultivo de algodón utiliza el 22.5% de los insecticidas del mundo y 10% de los pesticidas. Los tintes y químicos en fábricas y otros componentes de la ropa y zapatos, pueden perforar la tierra, contaminando el agua submarina. De hecho, los fertilizantes industriales contaminaron la mitad del agua de los ríos en China, los ríos se han puesto de color rojo debido al uso de estos productos.
En China, mujeres jóvenes sufren 150 horas de trabajo extra cada mes. 60% no tiene contrato y 90% no tiene acceso a un seguro social.
Se gasta 2.720 litros de agua producir una camiseta, esto es lo que un ser humano se tomaría en un periodo de tres años.
Alternativas r
responsables Foto: Pinterest
Compra menos, mejor y pregunta ¿por qué?
¿Cuántas veces compramos ropa solamente porque está en descuento? Es importante empezar a aceptar que nuestro clóset en muchas ocasiones está lleno de prendas que ‘quieres’, mas no ‘que necesitas’. Por otro lado, la ropa de inversión es lo contrario a comprar compulsivamente, si ya tengo dos jeans negros, ¿realmente necesito otro? Todo está en ahorrar dinero comprando únicamente lo necesario. Joan Crawford dice que “Compra una buena prenda en vez de tres baratas. Todo está en consumir responsablemente y preservarla en el tiempo” (y estoy segura que en muchas ocasiones, tiene más vital útil. Se dice que el promedio por casa en el Reino Unido tiene 4000 euros en ropa sin usar, y alrededor de 30% de ropa en nuestros clósets no se usó. Es importante cuestionares sobre qué tanto se consume anualmente y revisar si realmente se necesita. Si no se utiliza x o y prenda en un perioso de seis meses, es mejor decirle ¡adiós!
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Apoya a nuevos y nuevas diseñadores, ve por lo artesanal ¡Vuélvete el cliente más leal! Haciéndolo te involucrarás en todos los aspectos de una marca que va empezando, desde las invitaciones, muestras en rebajas y tiendas temáticas, hasta enormes descuentos en piezas únicas. Hay miles de jóvenes alrededor del mundo trabajando sustentablemente y esperan ser descubiertos, hay que aclarar que en Colombia es bastante difícil tener todo nuesto clóset dedicado al apoyo de diseñadoras y diseñadores, debido a los altos precios de sus prendas, pero también, hay empresas 100% dedicadas a la fabricación y venta de productos de alta calidad y a muy buenos precios, ¡que esto no se convierta en una excusa! Busca piezas única artesanales y cuando estés comprando recuerda que podrás estar apoyando las vidas de toda una comunidad en algún lugar del mundo.
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Cambia, intercambia o compra de segunda mano
Si te cansas de tu ropa y necesitas un cambio, puedes intercambiar con tus amigues, la solución ideal para dejar de contaminar, hay que tener en cuenta que en estos tiempo la ropa es más que unisex, por los cual el género ya no es un problema a la hora de utilizar una prenda. Además de ello, en internet (en Instagram, realmente) hay páginas dedicadas 100% al second hand, la mejor opción si de piezas vintage se habla, claro está, de todos los precios y para todos los gustos. Vale la pena darle una segunda oportunidad a las prendas, ¡no te arrepentirás! Los estilistas y las celebridades utilizan esta modalidad también y es una forma sustentable de comprar. Las piezas vintage te darán un estilo único y original, que implica que estarás reusando y dándole otro propósito a tus nuevos looks.
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Repara y costumiza
Sin duda alguna la ropa es nuestra carta de presentación ante el mundo y obviamente lo primero que ven las personas sobre nosotras y nosotros, en muchas ocasiones ya nos cansamos de vernos con x o y prenda porque tiene más de 5, 10 y hasta 20 años, ¿qué hacer? ¡fácil! costumizarla, hay mil formas de volverla a hacer atractiva para nuestro ojo y sobre todo a nuestra manera. Aprende increíbles maneras de costumizar, coser o reparar, revitalizar y transformar tus prendas, why not? ¡Si ya no te gusta una prenda, no la tires, cámbiala! Puedes agregar adornos, teñirla de otro color, etc, lo importante siempre será darle una segunda oportunidad, se la merece, podrías convertila en algo completamente nuevo, ¡dale esa oportunidad!
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Fast fashion isn't free. Someone is paying.
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Lucy Siegle Foto: Pinterest
A NEW CROSS
Foto: A New Cross
Tejiendo moda sostenible Por Daniela Godoy
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A New Cross empezó en el año 2010, gracias a la iniciativa de Nicolás Rivero, quien quiso hallarle un nuevo sentido a la moda a través de sus prendas, entendiendo dos puntos claves en la marca: la ropa es el espacio mínimo en el que se habita, la arquitectura más pequeña en la que se puede estar, por ende, el patronaje del vestuario elaborado siempre demanda un tiempo largo en términos de exploración; además de esto, le gusta entender la tela o el textil como un contenedor de memoria, de esta manera también se entiende cómo el vestir se convierte en un canal y en una ventana de identidad que define de alguna manera quiénes son los seres humanos. Comenzó a presentar sus colecciones en París, en donde entendió que no podía competir de una manera fácil con el patronaje europeo y japonés, así que vio una oportunidad de mercado en Latinoamérica y quiso formar una marca con una estética contemporánea, minimalista y global, posteriormente amplió su discurso a la sostenibilidad a través de la artesanía con los artesanos, recorriendo el territorio para empezar
diálogos de co-creación, en donde el resultado final no es la voz del artesano, sino una voz mutua. Los resultados son inesperados, tanto para el artesano, como para él. Se ha dedicado a trabajar con fibras naturales, la exploración y el desarrollo textil ha permitido producir sus propias telas. La tejeduría de sacos es completamente hecha por su equipo de trabajo, el 60% de las telas se producen, el otro 40% se interviene, es un proceso interesante, pone a dialogar a diferentes geografías dentro del mismo plano. Hay un rango de precios bastante amplio, el precio varía dependiendo, por un lado la complejidad de la prenda y los materiales en los que haya sido elaborado, generalmente tiene un costo elevado, pero tiene una justificación.
“La ropa es mínimo en el la arquitectura en la que se p
La prenda más costosa con la que cuenta en este momento tiene un costo de 1500 dólares, puesto que se tardó haciéndola casi un mes entre dos personas, de una y otra forma el trabajador o trabajadora está siendo muy bien remunerado por esta labor y comenta que no los presiono para nada, es importante dedicarle el tiempo necesario a la fabricación, al aprendizaje y a sacar nuevas conclusiones a partir de los procesos que experimenta. No hay una musa inspiradora en las colecciones, Rivero lo expresa todo como un ejercicio plástico que busca generar reflexión a través del textil, sin embargo, parte de sus colecciones son un reflejo de la realidad del país en el que habitamos y sus problemas como la violencia y el desplazamiento. La paleta de colores siempre se ha mantenido hacia todo lo monocromático, en especial el uso de negro, y tonos tierra, pues son con los que Rivero se identifica, además de ello, demandan un reto de diseño muy grande a la hora de reinventarse colección tras colección en la misma paleta, lo que destaca son los procesos textiles y el desarrollo en patronaje y la arquitectura del cuerpo.
“Estamos situando en contexto a las y los consumidores tanto en Colombia como en el mundo, contando una historia y mostrando una problemática para generar reflexiones, estas piezas lo que hacen es comunicar y ser un canal de historias y reflexiones. Mi marca más que se fashionista, es reflexiva, en los desfiles me gusta hacer más performance, que una pasarela común”: afirma Nicolás. Lanza una sola colección al año, pues en su equipo de trabajo cuenta con tan solo 10 personas y todas las prendas se realizan inhouse, es decir, no satelizan nada, todo esto con el fin de tener control sobre las prendas que llevan su firma. Para concluir, añade también que: “Otra razón es porque me cuesta trabajo encontrar relevante la moda hoy en día y obedece un poco a la manera en la que quiero que el producto sea parte de un consumo responsable. Hay que plantearse cuál es el costo humano que conlleva comprar en una cadena y entender que también son seres humanos los que producen estas prendas. Es importante enfrentarse a la realidad de que podamos consumir barato a costillas de explotación”.
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Foto: A New Cross
Foto: A New Cross
L I S H
Happu & smart clothes
Foto: Lish CLothing
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Diana Gomez Bogotá toma un nuevo camino y abre las puertas a Lish (light and shadow), la cual resume la sinergia entre la luz y la sombra, es cada uno de los contrastes que en estos escenarios se crean; un cambio que decide hacer la marca sin perder la identidad que ha desarrollado por mas de 4 años, una evolución para seguir creando moda consciente y ser así un medio de expresión transparente, y de esta manera seguir avanzando hacia una construcción más global alrededor de la sostenibilidad. Lish una marca orgullosamente creada y producida en Colombia, narradora de un imaginario acerca de esas ideas que surgen de las sensaciones con las que viene cada día y de la constante exploración de formas, técnicas y materiales que se combinan intuitivamente para construir, deconstruir y reconstruir la moda hacia una manera mas consciente; creando cada prenda con una historia sin contar esperando para ser parte de otra que va a comenzar. Lish habla también sobre la convicción que la moda no es sobre tendencia sino sobre trascendencia; una marca que se propone sin pretensiones ser una alternativa sencilla a la fugacidad y el caos.
Queremos demostrar que una vida sostenible es posible, donde todas y todos seamos agentes de cambio, a través de un modelo de moda sostenible donde creamos piezas magistrales y vanguardistas, implementando la circularidad.
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Foto: Lish CLothing
Daniela Godoy Orjuela 2019