En días de bastante preocupación, estrés, trabajo, emociones tristes, desespero y demás, hace falta dedicarle tiempo a nuestro ser interior, estado mental y emocional. La meditación es el espacio de relajación física y mental, en el cual la persona accede a concentrarse e n su interior, dejando a un lado todo factor externo en el cual se pueda pensar, de igual modo es el medio que regula nuestra salud no solo emocional, sino física y mental. La meditación trae varios efectos en nuestro cuerpo, actuando en diferentes zonas. A nivel cerebral…. La persona en el tiempo normal se encuentra en estado de alerta, con su atención fija en el exterior, durante la meditación el cerebro se encuentra en un estado registrado antes del sueño, en el cual hay mayor sincronización entre ambos hemisferios cerebrales. Aumentan los niveles de GABA en el lóbulo frontal, esto hace que aumente la concentración y se dispersen factores externos, el hipotálamo logra que se reduzca la frecuencia cardiaca, respiratoria y tensión arterial, del mismo modo este aumenta la producción de serotonina, con referencia al sistema límbica, se aumenta la producción de endorfinas, reduciendo la sensación de miedo. A nivel cardiovascular… Estudios han confirmado que la meditación reduce la participación del sistema nervioso simpático, dilatando los vasos sanguíneos y reduciendo la producción de hormonas como la adrenalina, la noradrenalina y el cortisol que ponen el cuerpo en un estado de alerta, se ha comprobado que a su vez se disminuye la alta presión sanguínea, reduce la constricción de los vasos sanguíneos y reduce el engrosamiento de las arterias coronarias. A nivel respiratorio… Durante la meditación, el organismo toma mayor cantidad de aire fresco, dando mayor oxigenación a las celular, se disuelven las tensiones corporales, el cuerpo se concentra en este proceso por lo cual hay una respiración lenta, adecuada, que permite oxigenar correctamente todo nuestro cerebro haciendo que el cuerpo entre en calma y reposo.
A nivel inmunológico… Se estimula la producción de glóbulos blancos, aumenta la eficacia de las células del sistema y se ha logrado evidenciar que la meditación acelera el proceso de recuperación tras alguna enfermedad.
Particularmente, en nuestros días practicando esta meditación logramos evidenciar que pasamos días más tranquilos, en los cuales afrontamos diversas situaciones con mayor calma, logramos despejar preocupaciones y miedos, disminuyendo de este modo nuestro nivel de estrés.