La democratización de la información en la Web

Page 1

La democratizaci贸n de la informaci贸n en la Web Grandes semejanzas entre el pasado y el presente.


Si se analiza el conjunto de hechos que han girado en torno al hombre desde su aparición en la Tierra se puede dividir la historia en varias etapas. Sin duda, una de las más polémicas y menos productivas en cuanto a asuntos científicos ha sido la Edad Media, que se caracterizó por desarrollar una sociedad teocéntrica. Dentro de los sucesos que la han marcado, el oscurantismo es un ejemplo de un régimen antidemocrático, que consideraba al ser humano intelectualmente incapaz de conocer hechos o descubrimientos que podrían servir para el mejoramiento de la calidad de vida, tanto científica como social. En sí, el oscurantismo se refiere a la restricción u oposición a la difusión del conocimiento al público. Los principales autores de esta opresión y atentado contra el derecho al conocimiento y a la libre expresión eran, aparte de los gobiernos monárquicos que basaban sus leyes en las del cristianismo, los altos representantes de la Iglesia Católica a nivel universal. En las bibliotecas de las abadías permanecían, ocultos a los ojos del pueblo, libros de filosofía y otras ciencias que tenían prohibido salir a la luz ya que no pregonaban la palabra de Dios. La cultura de los países, especialmente europeos, estaba a cargo de los clérigos que monopolizaban los saberes y decidían lo que los ciudadanos debían conocer o no; imponían arbitrariamente un solo pensamiento. Puede parecer lejano, pues hay varios siglos de diferencia, pero este mismo fenómeno se ha repetido con frecuencia en la edad contemporánea, aunque de una manera más sutil. Desde mediados del siglo XX las nuevas tecnologías han sido adaptadas para servir a la comunicación. Empezando por el periódico, se han ido aumentando distintos medios a la cotidianidad tales como la radio, la televisión y los teléfonos, hasta llegar a las computadoras, celulares y otros. La interacción entre personas y la difusión de información se hizo más veloz, por lo que se ha hecho posible la democratización de la misma; la información que antes estaba disponible para cierto número de personas, ahora está abierta a todo el público, principalmente gracias al nacimiento y uso de las redes sociales como canales de transmisión. Pero, ¿verdaderamente se respeta el derecho de los ciudadanos a saber? El libre flujo de ideas a través de la red muchas veces es censurado, y en varias ocasiones se ha prohibido el acceso a información, calificándola como confidencial o específica para un grupo que goza de poder. Se defiende la postura de que en el Internet, por tener un carácter descentralizado, la circulación de contenidos que va de emisores a receptores puede llegar a cualquier individuo, pero en los últimos años se han visto conflictos generados por la publicación de datos que a ciertas instituciones o gobiernos no les conviene que sean conocidos. Un ejemplo reciente y controversial es el caso de Julian Assange, fundador de Wikileaks, sitio web en el que se revelan documentos filtrados e informes secretos en calidad de anonimato que resultan de interés público.


En dos meses el australiano cumplirá el primer año de reclusión en la embajada ecuatoriana en Londres, que le otorgó asilo político en junio de 2012 por el riesgo de ser extraditado a Estados Unidos, en donde podría ser condenado a pena de muerte por delitos de espionaje y traición, según el gobierno norteamericano. Assange, que aún “tiene voz” y puede conceder entrevistas dentro de su refugio, ha aclarado temas con respecto a la libertad en Internet, publicados en su último libro. En él menciona los peligros a los que los cibernautas están expuestos cuando deciden sumergirse en el mundo de la web y publicar información en cualquier tipo de sitio, ya que señala que al resultar más barato espiar a todos los usuarios a nivel universal que a un grupo en particular todos pueden ser objeto de vigilancia y acoso. Asimismo, reflexiona sobre la esclavitud a la que la población en general se ve sometida en el Internet, pues indica que quien controle físicamente estas conexiones tendrá control sobre la vida, y más importante aún, sobre las ideas de las personas. Sería una especie de sistema autoritario por parte de los que se encuentran en la cima jerárquica del ciberespacio, similar al que ejercían los sacerdotes y séquitos de la dogma cristiana en la época medieval. Se intenta callar y controlar, negando el derecho de los ciudadanos a expresarse y conocer. Dentro del concepto de democratización de información existen propuestas que reconocen la participación ciudadana a través de medios digitales que los convierten en comunicadores, involucrando también a periodistas. Julian Assange indica que es preciso otorgar una protección dentro y fuera de la red a estos servidores de la sociedad, y de igual manera a políticos, activistas y personas naturales que deseen enviar mensajes. Temer a publicar algo es consecuencia de la hegemonía que tienen países desarrollados y su control sobre el Internet, pues existen casos de dominio total de los sitios visitados a diario en diferentes lugares del globo. Los ciudadanos tienen derecho a sentirse libres de exponer sus ideas para debatirlas y llegar a conclusiones, pues se fomenta la comunicación entre pensamientos heterogéneos, resultando en una amalgama de ideologías que enriquecen la cultura. Se dice que democratizar la información es una cuestión de justicia social, sin embargo, en la actualidad este enunciado se irrespeta. Es de vital importancia y de carácter urgente que las voces sean escuchadas y que no se repita, en la era del conocimiento, el despotismo y sumisión que en la Edad Media eran la realidad de todos los días.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.