Proceso Personal del terapeuta Hola colega
Hola colega
Proceso Personal del terapeuta
Cuántas veces has escuchado decir: ¿Porque no vas al psicólogo, él te puede ayudar con tu problema? A lo que comúnmente la gente responde:
“Yo no voy a ir por allá, primero no estoy loco y segundo ellos están más locos que cualquiera.”
No se puede pretender ser luz si aún andas entre las tinieblas.
Proceso Personal del terapeuta
La vida personal del psicoterapeuta entonces, es
eventos que parecieran ser únicos a lo largo del
fundamental en el proceso terapéutico; no en
desarrollo, y como un fenómeno de espejo, asentir
vano ciertas características de ellos han podido ser
cuidadosamente en algunos apartados. Hay que
descritas y categorizadas, e incluso, humorizadas,
conocerse, examinarse, comprenderse, de allí
por James Guy (1995) en el libro que hace
parte toda buena psicoterapia; de lo contrario el
referencia la primera línea de este párrafo. No de
paciente,
manera negativa, sino de forma tal, en la que
enganchado negativamente a un terapeuta que
cualquier estudiante o profesional graduado
no le facilitará el proceso, sino que se lo entorpece.
por
contratransferencia,
quedará
pueda verse reflejado allí, a su familia y a los
La personalidad del psicólogo influye en el
propias “heridas”,
proceso terapéutico del paciente así lo plantea
experiencias como una herramienta fundamental
Guy (1995), cuando expresa el contacto tan íntimo
en el quehacer terapéutico, por lo que es
en el desarrollo terapéutico del consultante; “Una
importante que el psicólogo posea un nivel
terapia satisfactoria dependen de la estabilidad
avanzado de estabilidad y entereza emocional.
emocional y la madurez del terapeuta ” (Guy 1995,
Por tal motivo resalta Guy (1995), es importante
pág. 343).
que en la medida de lo posible que el terapeuta
Además resalta Guy, la verdadera empatía y
esté lo bastante saludable y observe sus “puntos
comprensión del dolor, sufrimiento de las
ciegos” ya que sus necesidades personales
personas radica en que el terapeuta ha
pueden entorpecer la efectividad de la terapia.
experimentado y tenido sensibilidad frente a sus
llevando
sus
propias
Los psicólogos también van a terapia No es necesario sufrir un trastorno o una enfermedad para ir a terapia. Por lo tanto, un psicólogo, al igual que cualquier otra persona, es consciente de que sin salud mental no existe salud de ninguna clase y puede desear acudir a otro profesional para aumentar o mantener su estado de bienestar emocional y así poder disfrutar de una vida plena y satisfactoria.
Disfrutar de una salud mental positiva es esencial por tres
razones de base:
• Para poder enfrentarse a las dificultades normales que surgen en el día a día.
• Para conservar y mantener la motivación necesaria para conseguir las aspiraciones y objetivos personales.
• Para favorecer y contribuir de forma positiva en el ambiente que le rodea.
• El psicólogo también sufre a lo largo de su vida.
A pesar de sus conocimientos y habilidades para ayudar a otros, los psicólogos no están recubiertos de una capa resistente al dolor, a la ansiedad, a los obstáculos de la vida, a las pérdidas, entre otras situaciones desafortunadas que hacen parte de la vida. En ciertas ocasiones, es necesario para el profesional de psicología experimentar la terapia en primera persona como un complemento a la formación teórica.
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La autodevelación del terapeuta Autodevelación viene de la palabra develar donde el significado según lo señala el diccionario de la RAE es “descubrir, levantar el velo”. De esta manera Aron (1996) enfatiza la presencia del sentir del terapeuta en el proceso terapéutico, es decir, el impedimento de no autodevelarse frente al paciente y de no alterarlo al punto de influir en la transferencia. La autodevelación del terapeuta es una manera de exponer a la persona que la terapia es una concordancia mutua con otro ser humano que tiene sentimientos, opiniones, experiencia de vida, que no es reacio a hablar acerca de esto cuando se amerite, pero que tampoco lleva sobre sí las respuestas acerca de la vida del otro. Riera (2001) plantea la necesidad de entender que la relación terapéutica es una relación humana y, como tal, el volverse un terapeuta neutro es un atentado violento contra la naturaleza de esa relación.
Cada uno hace lo que puede con su propio rollo
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La persona en
el terapeuta El terapeuta debe tener claro que sus intervenciones siempre estarán mediadas por sus convicciones y prejuicios, Stolorow y Atwood (2004) nos indican que el manejo de la terapia por parte del terapeuta no es imparcial, debe ser consciente de sus ansiedades, conflictos, miedos, duelos. El profesional debe de reconocer su subjetividad para que esta ayude a promover el vínculo intersubjetivo entre el profesional y el cliente. Al reconocer la persona en el profesional, el terapeuta podrá promover espacios de interacción intersubjetivo donde el consultante podrá participar de la experiencia subjetiva que va compartir el propio terapeuta. De esta manera el cliente percibirá un ambiente de muchas más confianza, cercanía y de honestidad. No hay que olvidar como mencionan (Stolorow & Atwood, 2004, p. 45), que la terapia es una relación humana, Se logrará el objetivo de reducir la percepción de poder del terapeuta sobre el cliente.
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Conclusiones El terapeuta es un ser humano que puede tener diferentes motivaciones y necesidades para asistir a terapia, sin deducir que tenga carencia en sus habilidades o le falte capacidad para orientar a otras personas los diferentes acontecimientos de su vida. Los principales en defender la salud mental son los psicólogos, puesto que sin salud mental no existe salud de ninguna clase, de esta manera son conscientes de que pueden acudir a otro profesional de la salud mental para incrementar o sostener su estado de bienestar emocional y así poder disfrutar de una vida plena y satisfactoria. Es importante que el psicólogo comprenda que sus sentimientos van a estar latentes en los discursos del paciente y la interacción de ambas subjetividades, si están afectivamente sintonizadas, provoca una conciencia intersubjetiva reflexiva en el paciente.
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Proceso Personal del terapeuta
Bibliografía Szmulewicz E, Tita. (2013). La persona del terapeuta: eje fundamental de todo proceso terapéutico. Revista chilena de neuro-psiquiatría, 51(1), 61-69. Rivira, I. (s.f.) Esta es la razón por la que los psicólogos también van a terapia James D.Guy, (1995). La vida Personal del psicoterapeuta. Ediciones Paidos Stolorow R, Atwood G (2004). Los Contextos del Ser. Las bases intersubjetivas de la Vida psíquica. Ed. Herder, Barcelona.
Realizado por:
Alejandra González / Sergio Gallego / Mónica López / Franklin Guerra / Daniela Ocampo Docente:
Gladis Elena Zapata Facultad:
Psicología y Ciencias Sociales