Texto fundacional Universidad de los Trabajadores
Hacia la construcción de la Universidad de los Trabajadores.
Desde IMPA y su ardua brega de todos los días para mantener viva la fuente de trabajo y la dignidad de sus trabajadores. Desde esa epopeya popular, que es también la de todas las fabricas recuperadas y más aún, un momento fundamental en la historia de las luchas sociales argentinas. Desde la concreta defensa de los legítimos intereses de quienes hacen del trabajo un instrumento para la construcción de sus vidas, y dan con sus actos un ejemplo para lograr un mundo más humano. Desde la conciencia de los trabajadores, que se saben protagonistas de la historia, y que por ello rechazan las estructuras económicas y políticas que los alienan y someten, y que sacan a flote lo peor de la criatura humana. Desde ese rechazo a las metodologías del poder encaminadas a convertir al hombre en el lobo del hombre. Desde el valor de nuestras prácticas y nuestros sueños, que no han logrado destruir los que hacen de la realidad una pesadilla sin nombre. Desde allí hacemos una pública convocatoria a participar en la gestación de la Universidad de los Trabajadores, movidos por el deseo de convertirla en un medio eficaz para una lucha que sigue siendo justa y necesaria. Se trata entonces de construir la Universidad de los Trabajadores desde los trabajadores y para los trabajadores. No partimos de cero, sabemos que en la herencia del movimiento obrero muchos fueron los aportes para hacer de la educación un verdadero camino de cambio, reconocemos y honramos esa historia. Pretendemos un proceso de enseñanza donde el saber se construya entre todos, y donde cada uno aporte lo mejor de sí en el orden de las complejidades y de las distintas experiencias. Tenemos claro que el trabajo no es el fin de la vida, sino una herramienta para humanizar la vida en pos de la felicidad y del igualitario goce de todos los bienes materiales y espirituales. En esa búsqueda es prioritario rescatar el conocimiento y la práctica de los Derechos Humanos, tanto en el orden político y social como en la defensa de los recursos naturales. Urge a la par, sistematizar el conocimiento y la historia de las luchas de los trabajadores, acrecentar su conciencia crítica y su derecho a la apropiación y el ejercicio de todos los saberes, que nacen precisamente desde el gigantesco esfuerzo de los trabajadores para que la sociedad exista y se asegure la reproducción material de dicha existencia. Habrá entonces prioritariamente que defender la salud física y mental de los protagonistas de la historia del mundo, dar respuesta a sus necesidades cotidianas, artísticas y científicas, reconociéndolos como sujetos del saber y de la belleza. Para ello también, haremos uso de la teoría grupal, de la educación popular y de todos y cada uno de los riquísimos aportes que ilustran la historia de nuestro país. Pedimos entonces que quienes se sientan parte de esta hermosa aventura se sumen a ella, para edificar ahora lo que necesitamos y no lamentarnos después por no haber tenido el coraje de soñar y llevar a la realidad nuestros sueños por encima de diferencias secundarias o disputas personales, sean del orden que sea. La tarea nos espera. Hay una alegría de lo necesario.
Vicente Zito Lema – Vasco Murúa