Autor: MartĂnez Alvarado Osmar Daniel Ilustraciones: MartĂnez Alvarado Osmar Daniel
Cómo cada año en día de muertos solemos visitar el panteón dónde descansan los que se nos han adelantado. Les prendemos una vela para recordarlos.
Recordar a nuestros amigos o familiares no siempre es triste. De donde yo soy organizamos festivales para celebrar la visita de nuestros difuntos.
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En estos festivales la gente se disfraza de lo que quieran, bailan y disfrutan con la banda que los acompaña. Puedes ver a una pareja de catrines bailando con un diablo.
Este evento lo conocemos como
“COMPARSA” Y entonces...
Bienvenido a Oaxaca.
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Mi nombre es Sergio y esta es mi historia, te la cuento, estoy casi seguro te gustarĂĄ.
Hace algunos aĂąos, cuando vivĂa en Oaxaca tuve la oportunidad de asistir a una comparsa con mi familia, era nuestra primera vez. Yo estaba muy feliz.
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Años anteriores no pudimos asistir por diferentes razones, la más importante era que no teníamos disfraces. En esas ocasiones sólo las veíamos pasar.
Pero este año era el bueno, teníamos tiempo, disfraces y sobre todo... Muchas ganas.
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Al llegar a la comparsa quedé impresionado con todo lo que podía ver, había muchísima gente disfrazada bailando, pude notar un sinfín de máscaras de todo tipo; quedé enamorado de tantos colores.
Pero un momento... ¿Dónde estaban mis padres? Hace unos segundos estaban aquí ¿A dónde pudieron haber ido? Al parecer los había perdido entre el mar de gente.
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Me comencé a asustar, ¿Y si no volvía a ver a mis padres? ¿Y si alguien me confundía con su hijo y me llevaba al otro lado de mundo? Todo esta clase de pensamientos pasaron por mi cabeza.
Cuando de repente sentí una mano en mi hombro, era una...¿chica? -Hola, me llamo Lambda - se presentó mientras acomodaba una flor de cempasúchil en una pañoleta.
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Al notar su presencia pude entrar un poco en tranquilidad. Por un momento Lambda me quitó la preocupación. -Hola- Contesté con voz nerviosa mientras volvía a acomodar mi máscara.
Lambda sólo llevaba una máscara amarilla la cual combinaba con su vestido y con la flor de su cabello.
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A pesar de ser un chico tímido había hecho una nueva amiga. La comparsa comenzó y todos empezaron a bailar, incluso Lambda, la cual comenzó a brincar al ritmo de la banda, recuerdo que entre tanto salto pude oler su perfume.
Por un momento me quedé pensando en mis padres; pero mi nueva amiga se encargó de sacurdirme para traerme de vuelta y sacarme a bailar, de nuevo volví a sentir tranquilidad.
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Nunca he sido bueno bailando pero ese día di mi mayor esfuerzo. ̶No sabes bailar ̶dijo mientras brincaba y sujetaba su máscara. ̶Esto intento, es mi primera vez ̶contesté mientras trataba de seguir el ritmo de la música
Seguimos bailando y charlando, aunque para ser sinceros ella no hablaba mucho de su vida; yo le contaba un poco de mi y de cómo es que nunca había ido a una comparsa.
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El tiempo se pasó volando entre tantas risas, música y disfracez. Por momentos perdía de vista a mi nueva amiga, pero como si se tratáse de un juego de escondidas ella siempre lograba encontrarme.
El recorrido estaba por terminar y yo estaba ancioso de presentarle a mis padres; quería que nos acompañara a cenar.
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La banda de música comenzó a irse y con ellos la gente.; había acabado la comparsa. Entre tanto movimiento pasé de estár hablando con Lambda a estár hablando solo.
Me senté de frente a la catedral para ver si la volvía a ver, pero ella nunca apareció. No la volví a ver.
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A los pocos minutos aparecieron mis padres a lo lejos quienes al parecer se la habĂan pasado bastante bien. Les contĂŠ sobre Lambda y sobre lo genial que ella era, se quedaron con las ganas de conocerla.
A dĂa de hoy sigo asistiendo de vez en cuando a las comparsas con mi misma mĂĄscara con la esperanza de volverla a encontrar. Quisiera poder por fin invitarle esa pizza que alguna vez nos prometimos.
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Lamentablemente no tuve la fortuna de ver bajo su máscara, en todo el camino no se la había quitado; sin embargo con lo poco que dejaba al descubierto podía ver que era una chica muy linda.
Me gusta pensar que ella está cumpliendo todos los sueños que me contó en esa tarde fría de noviembre, que sigue bailando cada año en día de muertos, pero sobre todo me gusta imaginar que ella sigue iluminando la vida de quienes se la encuentran.
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¿Qué pasa cuando asistes a tu primer comparsa? ¿Están inolvidable cómo dicen? Bueno, pues ésta es mi historia con una amiga muy especial que conocí cómo por arte de mágia.
Martínez Alvarado Osmar Daniel Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Diseño Gráfico. 12/10/2020