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Continúan las ejecuciones extrajudiciales

Se volvió una situación recurrente en Chiapas la presencia de ejecuciones extrajudiciales. Lo inadmisible de estas ejecuciones es la impunidad con la que se cometen estos crímenes y la irresponsabilidad con la que actúa la fiscalía incurriendo en omisiones en la realización de la investigación con la debida diligencia, que tenga como propósito la detención y el castigo de los responsables, situación que produce impotencia y angustia en los familiares de las víctimas, situación que termina reproduciendo patrones de impunidad. La Corte Interamericana, en la sentencia del Caso de la Masacre de Mapiripán vs. Colombia (párrafo 149), identificó estándares especiales para la realización de las investigaciones de ejecuciones extrajudiciales, misma que “debe conducir hacia: (i) identificar a la víctima; (ii) recuperar y preservar el material probatorio relacionado con la muerte de la víctima; (iii) identificar posibles testigos y obtener sus declaraciones; (iv) identificar la causa, forma, lugar y momento de la muerte, al igual que la existencia de algún patrón que pueda haberla causado, (v) distinguir los casos de muerte natural, accidental, suicidio y homicidio, y (vi) investigar exhaustivamente la escena del crimen, realizar autopsias y análisis de restos humanos, en forma rigurosa, por profesionales competentes y empleando los procedimientos más adecuados”.

En esta misma sentencia la Corte Interamericana dispuso que la investigación debe realizarse de oficio y sin dilación, debe ser seria, imparcial y efectiva; debe permitir la participación y el derecho a ser oído de las víctimas a violaciones de derechos humanos y los familiares durante todas las etapas del proceso (investigación, sanción y en la búsqueda de la compensación); y lo más significativo, la carga de encontrar la verdad recae siempre sobre el Estado y no en los familiares de las víctimas, que ante la inacción de la fiscalía realizan esfuerzos sobrehumanos en la búsqueda de justicia. Chiapas en este momento se en - cuentra en el extremo de la descomposición social, en donde los problemas de gobernabilidad y de inseguridad han rebasado la capacidad del Estado, a punto tal de estar situado en el umbral de la dimensión del no retorno, lo que implica situaciones y escenarios de violencia que no se habían vivido y que pueden pasar a formar parte de la cotidianidad chiapaneca, en donde las ejecuciones extrajudiciales y los enfrentamientos armados entre grupos de la delincuencia se normalicen.

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Lo grave y peligroso de esta situación es que nadie está a salvo de esta violencia y que continúe el incremento de las ejecuciones extrajudiciales, como está ocurriendo en municipios como Berriozábal y Ocozocoautla, que en apariencia eran municipios en que se respiraba paz y tranquilidad y que hoy se encuentran inmersos en un corredor de violencia, enfrentamientos y ejecuciones; muestra inequívoca de la existencia de un territorio en disputa por los grupos de la delincuencia organizada.

GENERAL José Adriano Anaya DISEÑO EDITORIAL Franni Gudiel A.C

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