Torti la tortuguita más triste del mundo, está a punto de descubrir que la amistad es un fuerte poder, acompáñala en sus intrépidas y divertidas aventuras con las tinix, un grupo de pulguitas dispuestas a dar todo por Torti, y su felicidad, diviértete con Torti y la Tinix!
Torti era una tortuguita muy solitaria, y muy dormilona, dormĂa y dormĂa sin parar, porque no tenĂa ni un amigo con quien jugar.
Era la tortuguita mรกs vieja y sola de todas, debido a su vejez, solo se quedaba en su casa, a dormir y a dormir y una que otra vez se levantaba a comer.
Hasta que un d铆a, con tanta hambre que sinti贸, tuvo que despertarse de su rec贸ndito sue帽o, a buscar su comida favorita, que eran las cerezas.
Así es, Torti al fin salió de su casa para buscar una deliciosa, y suculenta cereza que le levantaría un poco el ánimo y su felicidad.
Mientras caminaba hacia el jardín, Torti escuchaba como alguien o algo la llamaba “Torti!, oye Torti!” y curiosamente siguió caminando para descubrir el misterio.
Entonces se fijó en una pequeña manchita en la tierra, la cual parecía emitir el llamado de su nombre, de inmediato se acercó a la pequeña manchita.
Al acercarse se dio cuenta que era una pulguita, que con una gran emoción le dijo “’¿Oye tienes hambre?” y Torti no pensó en decirle que si.
La pulguita de inmediato saco una cereza, y con mucho gusto se la dio a Torti.
pero la pulguita le dijo que no era una cereza normal, que esta era mรกs rica y mรกs sabrosa que todas.
Al instante de comerla, se dio cuenta que en serio era una cereza muy rica y fuera de este mundo.
De repente un “Crack” sonó en su caparazón, del cual salía rápidamente una pequeña planta verde.
Crecía y crecía sin cesar, tan rápidamente que de un instante a otro…. BUUM!
Un รกrbol inmenso y gigantesco creciรณ en un cerrar de ojos en su caparazรณn, pero se dio cuenta que una chimenea reposaba en lo mรกs alto de la copa del รกrbol.
Cuando se acercó a ver, se dio cuenta que el árbol era la casa de más pulguitas, de las Tinix que vivían felizmente en él.
Ellas muy agradecidas de dejarlas vivir en el ĂĄrbol, le dieron una cereza grande y jugosa como agradecimiento.
En ese mismo instante supo que las Tinix se convertirĂan en sus grandes amigas, sus mejores amigas por toda la vida.
Y vivieron felices para siempre, en una amistad eterna...
FIN