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Carta del editor Cuando la primera edición de la revista Somos Más llegó a las manos de Hermanos, profesores y otros lasallistas adultos, muchos nos hicieron la pregunta: ¿Por qué escogieron ese nombre? Algunos llegaron a conclusiones interesantes luego de leerla, otros hicieron comentarios jocosos, y algunos no quedaron convencidos. Cada nueva edición es parte de la respuesta que muchos esperan. Somos una revista que quiere generar identidad en medio de la pluralidad de pensamiento. Esta vez tratamos temas muy cercanos a la esencia de lo que somos como lasallistas: adultos que cuestionamos nuestra fe y la forma como la expresamos, cristianos que nos preocupamos por el futuro del planeta tierra, religiosos que seguimos viviendo la vocación en un mundo que nos desafía, educadores que queremos promover y defender los derechos de los niños y que también queremos formarnos para ser más idóneos en la tarea de educar. Desde que empezamos a pensar la revista Somos Más, y ahora cuando estamos preparando cada edición, encontramos que es insuficiente el espacio físico que tenemos para publicar y dar razón de la Misión Educativa Lasallista, de sus ideas, sus proyectos y sus personajes. En cada obra educativa hay varios lasallistas de los cuales quisiéramos escribir, nos llegan muchos artículos que valdría la pena tener impresos, existen cientos de experiencias dignas de documentar y es difícil escoger entre miles de buenas fotografías que dan cuenta de lo que hacemos, sentimos y soñamos. Pero Somos Más quiere llegar más lejos. Queremos arriesgarnos, ver más allá de la escuela, asomarnos por la puerta y atrevernos a dar un paso en la calle. ¡Hay tanto que aprender¡ y los tiempos actuales son un escenario muy interesante para aquellos que hemos escogido la educación como una forma de vida. La Salle, como depositaria de un legado tricentenario formando maestros y educando niños y jóvenes, tiene mucho que decir. Es por eso que la revista Somos Más existe y con este segundo número queremos seguir avanzando hacia un lugar en el cual Hermanos y seglares encuentren un espacio para seguir reafirmando su propia identidad y así construir este proyecto común: el de la idea de que ¡otro mundo es posible!, pero que su construcción requiere acciones poco comunes, arriesgándose, innovando, discutiendo ¡siendo creativos! ¡Aquí, con ustedes, nuestra segunda revista Somos Más!
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w w w.las alle.org.c o Somos Más es una publicación de la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas - Distrito Lasallista de Bogotá que circula trimestralmente. NIT: 860009985-0 Somos Más. Número 2. junio de 2009 Bogotá DC. Servicio de comunicaciones y publicaciones Distrito Lasallista de Bogotá Superior Provincial: Hno. Jorge Enrique Molina Valencia FSC Director y editor general: Hno. Jorge Alexánder González Morales FSC somosmas@lasalle.org.co Consejo editorial: En conformación. Diseño y diagramación: La dupla comunicaciones www.ladupla.net Dirección de arte: Davián Martínez Ribón Carlos Alberto Rivas Bustos Corrección ortotipográfica: María del Pilar Palacio Cardona Hno. Jorge Alberto Solano Buitrago FSC Preprensa digital e impresión: Zetta comunicadores ISSN 2027-3452 Colaboradores en este número: Richard Acosta Rodríguez, Pablo Francisco Arrieta Gómez (xpectro), Claudia Astrid Ballesteros Caro, Hno. Juan Carlos Blanco Rodríguez, Andrea Castañeda Rocha, Edisson Lee Fiquitiva Sánchez, José Emilio Jiménez Ibañez, Padre Ignacio Madera Vargas, Hno. Bernardo Montes Urrea, Hno. Diego Muñoz León, Hno. Jorge Alberto Solano Buitrago, Juan Manuel Torres Serrano, David Enmanuel Vides San Juan Las opiniones y/o comentarios expresados en los artículos que son publicados en la revista Somos Más son responsabilidad exclusiva de los autores y no reflejan necesariamente la opinión de la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Los artículos de Somos Más pueden ser reproducidos y trasmitidos por cualquier medio análogo o electrónico bajo las condiciones de la Licencia Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 2.5 Colombia e informando al editor. Conoce más de CreativeCommons en www.creativecommons.org
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La Salle publicaciones – Servicio de comunicaciones y publicaciones Distrito Lasallista de Bogotá.
Nos escribieron a somosmas@lasalle.org.co “Me gustó la nueva revista. ¿Pero, ésta reemplaza a EcoSalle?”, (Crisanto Amaya FSC, Bogotá). “Estoy muy feliz de leer la historia de insignes educadores como el Hermano Aptat François”, (Monseñor Rafael Cotrino, Bogotá). “Al conocer la calidad de esta revista y al leer el artículo del Maestro Obsoleto, me alegro de constatar que volvieron los buenos tiempos de los Hermanos escritores”, (Fidel Muñoz, Bucaramanga). “Me sentí muy orgullosa de leer la historia de la profesora Betty”, (Andrea Polanco, Bogotá). “Los Hermanos siempre han sido pocos para su gran labor pero los lasallistas cada vez somos más, ¡qué compromiso histórico!”, (Diego Núñez, Pamplona). “Y que tal si hacen una sección donde escribamos los estudiantes…”, (María Paula Briceño, Bogotá). “Soy profesora de la Universidad de Antioquia y exalumna Lasallista, quisiera escribir en la revista, ¿hay censura?”, (Lina María Vélez, Medellín). “No me gustó el nombre, pero el resto sí”, (Gilberto Restrepo, Cúcuta). “Da gusto tener en las manos un producto de tan buena calidad”, (Humberto Gómez, Villavicencio). “Podría ser más extensa ¿no?”. (Ruth Villate, Cartagena). 5
Juan Manuel Torres Serrano
Richard Acosta Rodríguez
Diego Antonio Muñoz León FSC
Bernardo Montes Ignacio Madera Urrea FSC Vargas SDS
1976. Bucaramanga, Santander,
1973. Cali, Valle, Colombia. Edu-
1962. Caracas, Venezuela. Her-
1937. Pensilvania, Caldas,
Cartagena. Bolívar. Colombia.
Colombia. Educador. Doctor en
cador. Teólogo. Directivo docente
mano de La Salle. Doctor en edu-
Colombia. Hermano de La
Sacerdote de la Comunidad
1979. Bogotá, Colombia. Gestor
teología. Director del programa
en la Escuela Tecnológica ITC.
cación. Pastoralista. Investigador
Salle. Educador. Coordinador de
del Divino Salvador. Teólogo.
de Diseño Industrial. Licenciado
de educación religiosa de la
Secretario del grupo de teólogos
en el área de la Pedagogía.
traductores de la Congregación
Conferencista. Director de la
en Bellas Artes y diseñador
facultad de educación de la
colombianos Amerindia.
de los Hermanos de las Escuelas
Confederación Latinoamericana
gráfico. Responsable de diseño,
Cristianas, Roma, Italia,
de Religiosos (CLAR).
Usabilidad y marketing de
Universidad de La Salle.
Inquieto. 1. adj. Que no está
José Emilio Jiménez Ibañez
Serio. 1. adj. Grave, sentado y
quieto, o es de índole bulliciosa.
Perseverante: 1. adj. Que
compuesto en las acciones y en el
2. adj. Propenso a promover o
Sencillo. 1. adj. Que no tiene
Visionario. 1. adj. Que se ade-
persevera.
modo de proceder. 2. adj. Dicho
efectuar cambios. 3. adj. Des-
artificio ni composición. 2. adj.
lanta a su tiempo o tiene visión
Perseverar. 1. intr. Mantener-
de una acción: Propia de una
asosegado por una agitación del
Que no ofrece dificultad. 3. adj.
de futuro.
Innovador. 1. adj. Que innova.
se constante en la prosecución
persona seria. 3. adj. Severo en el
ánimo. 4. adj. Se dice de aquellas
Dicho de una persona: Natural,
Creativo. 1. adj. Que posee o
Innovación. 1. f. Acción y
de lo comenzado, en una actitud
semblante, en el modo de mirar
cosas en que no se ha tenido o
espontánea, que obra con llaneza.
estimula la capacidad de crea-
efecto de innovar. 2. f. Creación o
o en una opinión. 2. intr. Durar
o hablar. 4. adj. Real, verdadero
gozado quietud.
4. adj. Ingenuo en el trato, sin
ción, invención, etc. 2. adj. ant.
modificación de un producto, y su
permanentemente o por largo
y sincero, sin engaño o burla,
doblez ni engaño y que dice lo
Capaz de crear algo.
introducción en un mercado.
tiempo.
doblez o disimulo.
que siente.
Interuark I+D+I en Gijón, Asturias (España).
Colaboradores y autores en esta edición Edisson Lee Fiquitiva Sánchez FSC
David Emmanuel Vides San Juan
Jorge Alberto Solano Buitrago FSC
Juan Carlos Blanco Rodríguez FSC
1977. Bogotá , Colombia. Herma-
1982. Sincelejo, Sucre. Colombia.
1951. Cúcuta, Norte de Santander.
tander, Colombia. Educador.
no de La Salle. Educador. Teólogo.
Educador. Magíster en filosofía
Colombia. Hermano de La Salle.
Estudiante de Licenciatura en
Autodidacta. Escritor. Rector de
latinoamericana. Miembro del
Educador. Psicólogo. Magíster
filosofía y letras en la Universi-
la IED Academía La Salle – San
equipo de reflexión de la Educa-
en Educación. Investigador en
dad de La Salle. Fotógrafo.
Benildo.
ción Religiosa Escolar del Distrito
pedagogía.
1985. Cúcuta, Norte de San-
Observar
Lasallista de Bogotá. Cuerdo. (Del lat. cor, cordis,
observar.1. tr. Examinar aten-
corazón, ánimo). 1. adj. Que está
Veraz. 1. adj. Que dice, usa o
cuidado, diligencia y obsequio. 2.
tamente. 2. tr. Advertir, reparar.
en su juicio. 2. adj. Prudente, que
profesa siempre la verdad.
adj. Pronto a complacer y servir
3. tr. Mirar con atención
reflexiona antes de determinar.
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Servicial. 1. adj. Que sirve con
a otros.
Saludo del Hermano Visitador Queridos Hermanos y lasallistas:
Fotografía: Davián Martínez
Desde la Casa Provincial El muy popular capítulo número tres del libro del Eclesiastés dice: “todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo”. Y el comienzo de un nuevo semestre de trabajo puede ser el espacio de replantear, organizar y volver a comenzar. Cada inicio de una nueva etapa plantea el desafío de ser la oportunidad para emprender nuevos retos y potenciar los anteriores. En los meses pasados la noticia era la crisis económica mundial, las alarmas se prendieron y el asunto fue debatido hasta la saciedad por especialistas, políticos y no pocos demagogos. Pero ¿Alguien se ha preguntado por las millones de personas que están en “crisis permanente” desde hace décadas? ¿O acaso la palabra crisis sólo es aplicable a los bancos, las grandes corporaciones y los Estados del llamado primer mundo? Creo que esta época es una muy buena oportunidad para tomar partido como lasallistas. Nuestro carisma y nuestra visión hacia la vida deben ayudarnos a tomar opción. Los tiempos de crisis son la mejor oportunidad para que la creatividad se sobreponga a la zozobra. Nuestras instituciones educativas tienen un sello particular que las debe hacer diferentes a las otras. Esta característica se basa en la forma como el Evangelio mira al mundo. Ciertamente, no estoy haciendo un llamado a una lectura reduccionista de la Biblia, por el contrario, se trata de una lectura muy al estilo de Jesús y los primeros cristianos, quienes ante las dificultades encontraron en la palabra la voz de esperanza que necesitaban para superar las vicisitudes. En Colombia, la escuela lasallista debe ser un espacio de crecimiento, donde los maestros enseñen y acompañen a los niños en el proceso de crecer y buscar un futuro mejor, haciendo de la educación, la creatividad y la proactividad la base de la construcción de una sociedad justa, moderna y donde la vida sea posible para todos. Hermanos y lasallistas, les deseo un fructífero segundo semestre, en el cual siguen latentes los retos que presenté en el primer número de Somos Más, como son la reflexión y creación de un modelo de evaluación que no sólo respete y potencie el estilo pedagógico lasallista sino que también sea un referente para otras instituciones educativas y la consolidación de los procesos de reflexión y acción sobre los que significa la Misión Educativa lasallista en cada obra y en todo el Distrito. Pido al Dios de la vida bendiciones para cada uno de los lectores y para todos los Hermanos y lasallistas del Distrito. En Jesús y en De La Salle, Hno. Jorge Enrique Molina Valencia FSC Visitador
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Palabras al viento
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Viviendo una fe sin culto P h . D. J u a n M a n u e l T o r r e s S e r r a n o
G
randes iglesias que fueron en otros tiempos lugar de encuentro para multitud de creyentes y de
celebración de la fe, se han convertido hoy en museos, bibliotecas, en lugar de reuniones sociales, bingos y hasta sitio
Es muy frecuente escuchar a algunos católicos decir que creen pero no van a misa, que su fe no necesita de la Iglesia. Un muy buen artículo para estos tiempos de cambio, de libertad y del “todo se vale”.
para organizar una que otra “fiestica”. En países como Canadá, Francia y Estados Unidos, entre otros, es muy natural ver esta situación y darse cuenta de que estos lugares ya no cumplen con su misión primera: ser espacio de encuentro del pueblo con el Dios vivo.
L
as iglesias, en numerosas ciudades de América del Norte y Europa, se han desocupado y parecen ser
las huellas de una cristiandad agonizante destinada a desaparecer. Por su parte, en América Latina la situación posee otros matices: las iglesias continúan siendo
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Fotografía: SXC
se palpa en el vaciamiento de las iglesias,
E
cristiana, una fe que no se comprende sin
que han abandonado el culto? ¿Se pueden
pero sí se presiente una fe cada vez más
su dimensión eclesial, social y celebrativa.
llamar cristianos? ¿A quién responsabili-
visitadas y aún hay creyentes que asisten regularmente a las celebraciones litúrgicas. Pareciera ser que la crisis no
desinstitucionalizada que quiere crecer y desarrollarse fuera de la institución y, en ocasiones, al margen de su doctrina, de su moral y de su culto. A pesar de la gran fe y de la piedad popular que se percibe en nuestros países latinoamericanos, no podemos negar que cierta crisis también afecta a la Iglesia: creer sin practicar, una fe independiente del compromiso, de lo
sible vivir la fe alejados de una experien-
minúscula, pero está en juego la
cia litúrgico- cultural? ¿Cómo celebran la
identidad y la pertinencia de la fe
fe en el Dios resucitado estos creyentes
¿Por qué han decidido no volver a estos lugares sagrados para profesar su fe?
zar de esta situación: a la iglesia que ha perdido su credibilidad o al mundo que tiene otro culto más fuerte, el del capitalismo y el consumo?
L
a situación y las respuestas son complejas y variadas. Unos explican la situación a partir
de fenómenos al exterior de la Iglesia,
estos lugares sagrados para pro-
¿
ateísmo. Otros buscan razones al interior
muerte y resurrección de Jesús; una fe
fesar su fe? ¿Es este vaciamiento de las
de la Iglesia: su autoritarismo, su pérdida
aislada de lo comunitario, del prójimo, del
iglesias expresión de una crisis profunda
de credibilidad, su marcado clericalismo
servicio y de la fraternidad.
del cristianismo, de la fe católica? ¿Es po-
y su centralismo sofocante. Detenernos a
popular, de la dimensión socio-política; creer sin necesidad de celebrar, de actualizar la memoria “peligrosa”: pasión,
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n el fondo, parece una cuestión
Qué ha pasado con los creyentes?
aduciendo a la secularización, la laiciza-
¿Por qué han decidido no volver a
ción, el indiferentismo, el relativismo y el
analizar cada punto sería una tarea titáni-
parte, aunque suene ambiguo, habría que
con la esperanza de un mundo según Dios.
ca, pero la complejidad de los fenómenos
“perdonar a Dios” porque en Él se han
La tarea, propuesta ya por Karl Rahner, de
no impide abordar la situación de manera
introyectado los pensamientos más per-
ser “Cristos deficientes” se ha esfumado
reflexiva. Vivir de cerca esta situación
versos, los más inhumanos y totalmente
en un culto que no tocó la vida, que no
–“de un vaciamiento de iglesias y de una
contrarios al verdadero Dios. Jugando
concretó el valor teológico-pastoral de ser
fe que progresivamente se diluye”.
con la imagen de Dios, de Jesús, hacién-
hijos en el Hijo, de la filiación y de la frater-
E
dolo a imagen y semejanza suya, las ins-
nidad. Misericordia quiero y no sacrificios,
tituciones más nobles y los hombres más
hacer justicia al huérfano y a la viuda. El
n algún momento me encontré le-
yendo a un gran teólogo latinoame- religiosos han podido alejar a la criatura
culto verdaderamente cristiano no deja de
ricano, Jon Sobrino, y pude cons-
del creador.
lado la mediación, el Reino; Jesús estuvo
L
siempre en referencia a él. Su destino en
tatar que detrás de toda crisis eclesial, existe una crisis de fondo, una crisis de la imagen que tenemos de Dios, de Jesús de Nazaret. Ya Schillebeckx se preguntaba si este alejamiento de creyentes y de la
a crisis eclesial, en este contexto,
cruz no es arbitrario, ni excusa de Dios
está marcada por una imagen
para calmar su cólera, sino el resultado
tergiversada de Dios, de Jesús
de la puesta en práctica del Reino de Dios.
y de la fe. El hombre se ha despertado
pérdida de fe, no se debía a la incapacidad de su sueño dogmático, se ha liberado
Claro que en ocasiones es más fácil y simple buscar refugio y seguridad en los
de la Iglesia de presentar verdaderamen-
del autoritarismo del dogma y, en este
rubricismos que hacerse discípulo, toman-
te el mensaje de Jesús como una Buena
proceso, ha quedado un “dios agonizan-
do la cruz y siguiendo al maestro.
Noticia, como algo que produce gozo y no
te”, diría mejor, la imagen creada por los
miedo y coerción. Unido a las intuiciones
seres humanos. Pero si Dios y Jesucristo
de estos dos grandes teólogos contem-
han sido objeto de grandes manipulacio-
poráneos, osaría en afirmar que este
nes, también han sido alejados del Reino.
“vaciamiento” y esta “fuga” se deben, en
La confesión de Jesús como el Cristo
E
el fondo, a figuras “alienadas” de Dios, de
es un aspecto nuclear para nuestra fe;
tes”...) es el síntoma (uno entre muchos)
Jesucristo. Una divinidad que ha servido
en el culto confesamos que Jesús es el
de algo que no anda bien. Al menos el
para justificar al autoritarismo, al centra-
Mesías, es el Salvador, y pareciera que
superado malsano “triunfalismo eclesial”
lismo, a la falta de libertad y a la ley más
sólo con eso basta. Que lo absoluto sólo
y la concepción de Iglesia como “sociedad
que al espíritu. Una imagen alienada de
es Jesús aislado de toda su historia, de su
perfecta” son elementos que favorecen
Dios es, en ocasiones, la que ha quedado
causa, del Reino de Dios, de su práctica
un espíritu de honestidad de cara a la
en la mente y en el espíritu de nuestros
y de sus destinatarios. Una realidad tan
situación. Tengo la esperanza de que esa
fieles.
importante como el seguimiento, se ha
Iglesia, cuerpo de Cristo, sacramento
sta realidad de iglesias vacías, de “creyentes” que han recorrido el camino inverso de Pablo (de
creyentes a “indiferentes”... a no “creyen-
diluido detrás de un culto infértil que se
de salvación, signo del Reino no olvide
n este mundo “adulto” de liberta-
ha desconectado de la dimensión activa
esa primera palabra que aparecía en la
des, de democracia y de derechos,
del proseguir aquello que llevó a Jesús a
confesión judía “escucha Israel”. Lo más
no tiene cabida un dios que está
ser considerado como el Hijo de Dios, el
grave frente a una crisis no es en sí ella
Mesías, el Kyrios.
misma, sino la incapacidad de encargarse
fue gran instrumento de evangelización
D
de ella, de asumirla, de hacerse cargo.
exterior y de los holocaustos que no son
praxis cristiana que no sean “baratas” (en
está superado gracias a un hombre que
agradables a Dios. ¡Misericordia quiero y
palabras de Uls Von Balthasar). Nuestras
se siente ya no dominado sino domina-
no sacrificios! No quiero pues minusva-
iglesias se seguirán vaciando cada vez
dor de la creación. El supuesto dios que
lorar la confesión que en el culto hace-
más si la fe y Dios pasan por el lado de
justificaba el aniquilamiento de pueblos
mos de Jesús como Cristo, pero sí es mi
las preguntas más fundamentales del
indígenas enteros a manos de conquis-
intención dejar claro que Jesús nunca se
hombre, de la historia. La pregunta por
tadores y apoyado por la “buena fe” de la
predicó a sí mismo, ni Dios fue entendido
Dios siempre remitirá a la pregunta por el
E
por encima del hombre para ser dios y el cual basa su señorío en la esclavitud del hombre. El dios que se movía entre el terror y el infierno (el limbo hasta para aquellas almas inocentes) y que
esde la Antigüedad los profetas
El síntoma es innegable y el pronóstico
han denunciado un culto que no
evidente; hoy más que nunca se requiere
es verdadero, aquél de la ofrenda
de una espiritualidad, una utopía y una
Iglesia, ha desaparecido del escenario. En fuera de la relación recíproca con el Reino, hombre, por la humanidad y viceversa.
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o d a i r a t n u l Vo ero
Diálogos
n o i s i m allista
s la
arlos C o n erma ector del H l e r a con orero, di sallista t s i v e F Entr ro La ar. rero e o n F o i s lív is é Andr ariado M ngué, Bo ga nt Volu L) de Ma ( VM
[Somos Más] ¿En qué contexto eclesial se desarrolla esta experiencia? [Hermano Carlos Andrés Forero Forero] A nivel eclesial, en el contexto de una diócesis misionera al servicio de las comunidades en el sur de Bolívar. Comunidades “anfibias” que, según el concepto del sociólogo Fals Borda, viven entre la tierra y el agua. La tierra les da el sustento diario a través de los llamados “cultivos de pan-coger” que son los cultivos caseros de los que se extraen yuca, plátano y otros alimentos para el consumo familiar. Y del agua sacan el pescado en los ríos Magdalena y Cauca, además de las numerosas ciénagas y caños. Allí la Diócesis adelanta el PDRE (Proceso Diocesano de Renovación y Evangelización) con acciones tendientes al crecimiento espiritual y a los proyectos de desarrollo y paz de estas comunidades rurales. Todo esto teniendo en cuenta que son poblaciones golpeadas por la marginación, la miseria, la desigualdad producida por la ambición de los ricos y poderosos, y la violencia generada por los mismos poderosos y por los agentes armados legales e ilegales.
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[SM] ¿Quiénes pueden participar de esta experiencia?
Tanto en la etapa de formación como en la de estadía y retroalimentación en Magangué, se alimenta la espiritualidad, el
[HCAFF] Preferiblemente los jóvenes que hayan tenido una
crecimiento interior y se vive, de manera intensa y profunda, la
experiencia seria, sistemática y comprometida en algún grupo
fraternidad entre los mismos voluntarios y entre los voluntarios
juvenil del Movimiento Indivisa Manent, y que se encuentren
y los Hermanos que acompañan la experiencia.
haciendo parte de alguna experiencia pastoral en el nivel Lazos (egresados). Sin embargo, también está abierta a docentes y
[SM] ¿Cuál es el papel de los Hermanos de La Salle en la
a otros lasallistas. Sólo se requiere ser mayor de edad, ha-
experiencia?
ber terminado el bachillerato y tener disponibilidad de un año completo.
[HCAFF] Ellos se responsabilizan de la etapa de preparación, capacitación y formación de los voluntarios. Igualmente, acom-
[SM]¿Qué se hace en la experiencia y cuánto dura?
pañan a los voluntarios en el trabajo de campo en las comunidades y los apoyan en su misión y preparación de la misma.
[HCAFF] En cuanto a la dimensión misionera se asume, en primer lugar, un proceso de acompañamiento y formación de
[SM] ¿Qué sueños se tienen con el VML?
líderes juveniles en las diversas comunidades de las parroquias pertenecientes a la Vicaría de Pinillos.
[HCAFF] Para el Distrito Lasallista de Bogotá es una oportunidad de aportar a la reflexión y a la presentación de alternativas
Igualmente, en cada lugar se asumen procesos en diferentes
concretas y específicas en torno al tema de la Asociación para
proyectos a nivel de pastoral, catequesis, evangelización, y
el Servicio Educativo de los pobres.
acompañamientos a procesos sociales y de desarrollo y paz. Por ejemplo: emisoras comunitarias, granjas integrales, grupos de
Además, esta experiencia ha demostrado ser una contribu-
mujeres, procesos ciudadanos, procesos constituyentes, etc.
ción concreta del servicio del laicado en la Iglesia donde fieles laicos, como son los voluntarios, asumen la responsabilidad
La experiencia inicia el último domingo de enero y finaliza con la
de la labor evangelizadora que tiene la Iglesia, especialmente
misión distrital de diciembre en la Navidad.
en cuanto a su compromiso con el Proyecto de Jesús, que es el Proyecto del Reino.
[SM] ¿Metodológicamente, cómo está concebido el VML? [SM] ¿Qué significan los voluntariados lasallistas en el resto [HCAFF] Hay una primera etapa de capacitación y formación
del mundo?
de los voluntarios que dura aproximadamente mes y medio. Allí se trabajan áreas fundamentales para la misión: derechos
[HCAFF] A nivel del Instituto de los Hermanos de las Escuelas
humanos, derechos de los niños, lectura popular de la Biblia y
Cristianas en todo el mundo y de la Región Latinoamericana
comunicación y lectura de la realidad, entre otras cosas.
Lasallista –RELAL–, el voluntariado es una de las experiencias que se ve con mayor esperanza y optimismo, y como una
Luego se alternan dos etapas a lo largo del resto del año. Una
opción concreta de vitalidad del carisma lasallista. Junto con
etapa que es de trabajo de campo en los lugares seleccionados
el servicio concreto y directo que se presta a los más pobres y
de común acuerdo con el Obispo y con los encargados diocesa-
necesitados, es una oportunidad de compartir la fe con otros
nos y parroquiales. Dicho trabajo dura, dependiendo de la época
lasallistas, y, sobre todo, de vivir la fraternidad en una comuni-
del año, entre veinte días y mes y medio.
dad donde Hermanos y voluntarios, en igualdad de condiciones, construyen proyectos comunes y sueñan con procesos evan-
La otra etapa tiene como centro la casa del VML en Magangué.
gélicos profundamente humanos y cristianos, donde se hace
Está pensada para retroalimentar la experiencia tenida en cada
realidad la utopía de que otro mundo sí es posible.
lugar, y para compartirla y evaluarla en común con todos los voluntarios. También se aprovecha este momento para que, en buen uso de los recursos tecnológicos y materiales, se proyecte, planee y prepare el trabajo de campo en los lugares durante la siguiente etapa.
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[SM] Algunos padres de familia consideran una pérdida de tiempo que sus hijos dejen sus estudios universitarios durante un año para ir al voluntariado, ¿qué les diría? [HCAFF] Este es un asunto interesante para reflexionar, aunque por regla general, lo que hay que tener en cuenta es que los frutos sólo se recogen en la vendimia. Aparte del trabajo importante y significativo que el voluntario realiza a favor de las comunidades donde trabaja, es de resaltar que la experiencia brinda aportes invaluables para el crecimiento personal del voluntario. Es ese crecimiento como persona y las cualidades que se cultivan como ser humano, lo que al fin y al cabo justifica esa “pérdida de tiempo”; y eso es algo que no da ninguna universidad, ni tampoco es algo que fácilmente lo dé un trabajo. Es importante anotar que en la experiencia han participado voluntarias y voluntarios que ya estaban ubicados laboralmente en empresas e instituciones de prestigio, con remuneraciones significativas, y aún así, su compromiso pastoral y de servicio social los ha llevado a optar por esta experiencia para su vida. [SM] En muchos países el voluntariado es muy reconocido por la sociedad, ¿en Colombia cómo está el proceso de voluntaria-
[SM ] ¿Cómo han sido acogidos los voluntarios en los diferen-
do para jóvenes?
tes lugares donde han trabajado en el último año?
[HCAFF] A nivel nacional existe ya una ley del voluntariado,
[HCAFF] A pesar de que la experiencia del Voluntariado Mi-
pero el Congreso de la República ha dilatado la discusión y
sionero Lasallista es nueva, es importante destacar cómo los
aprobación de los decretos reglamentarios que son necesarios.
voluntarios han sabido impregnar los lugares a los que van,
Esta situación ha hecho que el voluntariado no tenga en el país
con el espíritu propio del Lasallismo. Esto ha hecho que sean
el mismo reconocimiento y prestigio que tiene en otros países.
acogidos con inmenso cariño en las diferentes comunidades
Hay muchas personas de otros continentes que quieren venir a
donde, por un lado, valoran inmensamente su carácter fraterno
trabajar a Colombia, pero que al final eligen países vecinos que
que presenta un rostro amoroso de Dios y de la Iglesia; y por el
tienen ya reglamentada la acción voluntaria. Y, por la misma
otro, el talante profesional que manifiestan al desempeñar sus
causa, hay muchos colombianos que trabajan como voluntarios
diversos trabajos sociales y apostólicos con mucha seriedad,
en otros países.
responsabilidad y competencia.
De todos modos, hay organizaciones e instituciones como La Salle, que ya ofrecen esta oportunidad con una estructura
[SM] Si un joven o docente quiere hacer su voluntariado mi-
definida y clara.
sionero, ¿qué debe hacer?
l a r o t s al a p / o c r . o g t r s o . a e g.co/p l l a s a l . or . w e l w l a w w.las ww
14
[HCAFF] Inicialmente ponerse en contacto con alguna comunidad o algún Hermano o directamente con el voluntariado a través del correo electrónico voluntariado@lasalle.org.co. Una vez haya hecho este contacto, se entabla un diálogo para trazar un plan de acompañamiento y de discernimiento que permita ir afianzando la decisión y conveniencia de hacer parte de esta experiencia.
15
Luis Enrique Ruiz López Personaje
El Espino, Boyacá, Colombia. Filósofo Universidad Nacional de Colombia.
L
a hoja del calendario marcaba el mes de febrero del año 1979. El Doctor Ruiz quería leer sobre san Juan
Bautista De La Salle, necesitaba saber más de él. Así que fue a la biblioteca de la Universidad de La Salle y encontró sólo tres libros, sólo faltaba poco para que se cumplieran
¡Gracias! Doctor Ruiz su trabajo enriquece nuestro amor por los principios Lasallistas
300 años de la fundación del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas y tanto los directivos de la Universidad como él mismo, querían profundizar en los principios educativos del santo De La Salle. El Doctor Ruiz, con la ayuda de varios Hermanos, fue consiguiendo más libros de lasallismo, ya no eran sólo tres, eran decenas. Y así, poco a poco, se fue convirtiendo en unos de los lasallistas que más conoce, sabe y ama al Santo Fundador. Investigador, docente y director por muchos años del Centro de Estudios Lasallistas (CELA*) de la Universidad de La Salle, donde gracias a él y a muchas otras personas usted puede encontrar no solo tres libros, sino miles de ellos dedicados al pasado, al presente y al futuro de la espiritualidad y el estilo pedagógico lasallista.
*
Centro de Estudios Lasallistas. Universidad de La Salle, Chapinero. Cra. 5 N. 59A-44 Bogotá - Colombia
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FotografĂa: Juan Carlos Blanco FSC
Ecoteología:
la opción por la tierra como lugar teológico ¿Tiene la teología la responsabilidad de pronunciarse y actuar ante los signos de muerte que atentan contra el planeta? M agís t er Ric h a rd Ac o s ta Rodrígue z
La crisis ecológica (Ver)
E
l imaginario heredado por el paradigma desarrollista, según el cual el progreso estaba determinado por la capacidad de explotación de los recursos de la tierra, entendiendo estos como infinitos e ilimitados, ha sido cuestionado y re-
lativizado por la crisis ecológica que atraviesa esta generación. En efecto, las alarmas ambientales han sido encendidas, y signos tangibles como el calentamiento global, el efecto invernadero, los cambios extremos del clima que vienen alterando significativamente el equilibrio del planeta (fruto de los altos niveles de contaminación global), la extinción de miles de especies, el descongelamiento de los polos y nevados, la escasez y carestía alimentarias, el hambre en las regiones más azotadas por la pobreza; hacen parte ahora de un amplio listado de reclamos que se levantan a los jefes de las
Fotografía: SXC
naciones para que se frene este vertiginoso camino hacia la autoextinción.
18
S
¿Desarrollo sostenible?
de la esperanza priman megaproyectos como la minería, los hidrocarburos, el monopolio
A
falacia de las potencias, seudoalterna-
de semillas, los productos transgénicos, la concentración de tierras, la explotación
tiva que pretende mantener la carrera
de recursos a manos de empresas transnacionales, las concesiones, la explora-
desarrollista y aliviar la crisis ecológica
ción petrolera, los proyectos hidroeléctricos, y muchos más. Todos estos proyectos
al mismo tiempo. El desarrollo sosteni-
requieren, para su ejecución, del ejercicio de la deforestación y la tala de bosques, la
ble, así entendido, es insostenible.3 O se
expropiación de tierras a indígenas y campesinos que degenera en movilidad humana
puede hablar de mantener los niveles de
y desplazamiento, la eliminación de fuentes de agua o humedales, el sacrificio del
desarrollo, industrialización y contami-
hábitat de muchas especies y la irrupción en ambientes ecosistémicos, entre otros.
nación, y pretender a la vez disminuir las
L
consecuencias ambientales; la lógica
in embargo, a las consecuencias medioambientales, en gran medida irreversibles, debe sumarse toda una avalancha de políticas económicas gubernamentales que privilegian la ejecución de megaproyectos en detrimento del medio
ambiente; las políticas de “desarrollo” no son políticas ambientales. En el continente
nte la innegable crisis medioambiental 2 surge el llamado desa-
rrollo sostenible; para algunos,
a mentalidad antropocéntrica de los hijos de la modernidad cegó a la huma-
del desarrollo sostenible se convierte,
nidad ante el daño que se causaba a la casa, al oikos, al único lugar que puede
pues, en una “ilógica”.
habitar y que alberga las formas de vida conocidas por estos, con las que
M
interactúa y de las que depende para poder existir. La carrera industrializadora del sapiens con horizontes “infinitos”, proyectó imaginarios “infinitos” y quiso un desarrollo “infinito” en un mundo “finito”, limitado, con recursos agotables.1
T
antener el desarrollo y crecimiento económico de las naciones poderosas sólo es
posible con el detrimento del planeta,
al panorama pone de relieve a la tierra como nuevo sujeto oprimido, explotado.
la explotación indiscriminada de los
Las realidades mencionadas y muchos otros signos de muerte, se convierten
recursos y, sobre todo, la sostenibilidad
en el grito de un planeta herido que se levanta al cielo y clama por su salvación.
de la pobreza y miseria de los países
1 Cfr. Boff, L. Las 4 ecologías. Formato DVD.
subdesarrollados. 2 Si bien, no faltan los gobiernos y pensadores que tachan esta crisis de sofisma distractor y mera formalidad de los ciclos normales del planeta. 3 En otros estadios se habla de desarrollo humano, de sociedad sostenible, de sostenibilidad de la vida, como posibilidad de generar una reflexión de la humanización de la sostenibilidad, como alternativa de vida, inclusión y dignificación. Aquí, desarrollo sostenible hace referencia a continuar la dinámica desarrollista en medio de la crisis ambiental, a establecer estrategias para mantenerla disminuyendo el impacto ecológico.
19
Causa de la tierra,
Los niveles de desarrollo y consumo de los pueblos más ricos solamente son posibles si se mantiene esta desigualdad radical en el seno de la humanidad, pues los recursos del planeta no son de hecho suficientes para que esos niveles sean universalizados.4
causa de los pobres
L
(Juzgar)
a viuda, el huérfano y el extranjero; pobres del mundo del Antiguo Testamento, vulnerables, oprimidos;
tenían algo en común, ese algo que precisamente los hacía pobres: la no posesión de la tierra.7 En un contexto latinoamericano con aspiraciones desarrollistas, debe entenderse lo que se ha dicho antes: quienes reciben el impacto inmediato del abuso de la tierra, de los recursos, de la
S L
contaminación y de la industrialización,
que la quinta parte más pobre debe distribuirse menos del 1% de los mismos.6 Así
necesaria la miseria de las mayorías; los
entendido el desarrollo sostenible, es un claro atentado contra el planeta tierra, pero
campesinos e indígenas están al margen
también contra la humanidad.
de las políticas de “desarrollo”. Todo esto
S
sin contar con el dolor de dejar la tierra,
i se pretendiera un nivel de calidad de vida propio de la clase media para toda
son los desposeídos, las clases vulnera-
la humanidad, nuestro planeta simplemente colapsaría, se necesitarían más de
bles, las etnias, los campesinos, los más
dos planetas como éste para lograrlo. “La lógica del desarrollo en este sistema
pobres. Son ellos los primeros despla-
imperante contradice la lógica de la sostenibilidad”.5
zados, engañados y perjudicados, y es a quienes el supuesto desarrollo no alcan-
a lógica de la sostenibilidad entendida como sostenibilidad del desarrollo es,
zará. Pero no sólo porque el desarrollo
además de antiecológica, opresora, pues es sostener un sistema social injusto,
está dirigido a la minoría y a las élites;
donde la quinta parte más rica del planeta posee más del 80% de los ingresos,
sino porque la pobreza debe existir para
del comercio mundial, de los préstamos, del ahorro interno y de la inversión; mientras que se pueda sostener la riqueza, se hace
i se habla de sostenibilidad, se deberá incluir al menos favorecido, a quien lucha de salir de su hogar para enfrentarse en la periferia y al oprimido. Deberá hablarse de sostenibilidad social, huma-
como extraño o “extranjero” a un lugar en
na, de la vida. Una sostenibilidad, entendida como desarrollo en los términos
el cual no es bienvenido.
capitalistas-industriales es injusta, aberrante y egoísta; en fin, es promoción y perpetuación del pecado estructural que ha hecho metástasis en la sociedad.
4 González, A. “Orden mundial y liberación”. En Revista electrónica Latinoamericana de Teología. Núm. 100. Citando a Ellacuría, I., “Utopía y profetismo desde América Latina”, en Revista Latinoamericana de Teología. Página web: http://www.servicioskoinonia.org/relat/100.htm. Visitada el 2 de enero de 2009 5 Boff, L. “¿Desarrollo sostenible o sociedad sostenible?” En Revista Electrónica Latinoamericana de Teología. Página web: http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=185. Visitada el 2 de enero de 2009
Fotografía: SXC
6 Cfr. óp. cit. González, A.
20
7 Cfr. Acosta, R. (2002), Justicia y Reino de los Cielos en las Bienaventuranzas de Mateo. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, p. 42.
L
Desde el diálogo interreligioso
es escuchado por Dios. Pero, de otro lado, también es una opción para los pobres,
N
religiosas nativas-animistas de los ante-
porque ellos hacen parte de la creación que está siendo afrentada. Optar por la tierra
pasados del continente tienen un aporte
es optar por todo lo que la contiene, toda forma de vida, por el ser humano que sufre
relevante en este sentido. Se hace me-
y lucha las consecuencia de un orden mundial injusto. Así entendida, la opción por la
nester rescatar la riqueza espiritual de
tierra es incluyente; es la opción por el sujeto llamado a la liberación, a la promoción
las religiosidades indígena y africana: el
y a la dignificación. Es opción por la vida y por el Evangelio (Ex. 3, 7-8ª), es seguimien-
respeto por el medio ambiente, el origen
to de Cristo.
del ser humano de la tierra, la relación
a opción por la tierra, es opción para los pobres en dos direcciones. Por un lado se presenta la tierra como sujeto, como pobre, como crucificada. La tierra es madre fértil abusada, marginada, oprimida, necesitada de determinación y
salvación, llamada a la resurrección; esta tierra grita, “clama al cielo”, y este clamor
o sólo las grandes religiones están llamadas a construir conciencia ecológica. Las formas
armónica con el cosmos, el sentido de
Ecoteología: opción por la tierra como lugar teológico (Actuar)
amor por la tierra madre “Pacha mama”,
A
arriesgarse a ingresar en el mundo de la teorización, de la academia, de lo tangen-
E
cial. El teólogo latinoamericano deberá comprender que la opción por la ecoteología,
animales y las plantas. Es el llamado a
en su contexto vital, necesariamente será una opción por los pobres, por los menos
entender la creación como “otro”, como
favorecidos y marginados. Pero la apuesta por la ecoteología es bastante compleja
el hermano con quien se interactúa; en
y rica, convirtiéndose en una oportunidad para, desde muchos frentes, aportar en la
definitiva, como sujeto digno de reconoci-
construcción de una epistemología de la ecoteología y suscitar la conciencia plane-
miento y respeto.
8
lgunos teólogos menosprecian el tema ecoteológico9 al verlo como distractor de las verdaderas causas evangélicas y las sentidas necesidades sociales latinoamericanas. Efectivamente, arriesgarse por la reflexión ecoteológica es
10
y relatos como el del Popol Vuh. l mundo católico debe rescatar la figura y la espiritualidad de Francisco de Asís, quien sostenía
una relación fraterna con el medio, los
taria vital para el actual contexto.
8 Parte de la reflexión que se presenta en este apartado es fruto de la participación en el XXI Congreso de la SOTER, realizado en Belo Horizonte–MG, Brasil en julio de 2008. 9 Incluso teólogos de la liberación. El mismo Leonardo Boff ha sido cuestionado por sus colegas por incursionar y liderar esta nueva reflexión, pues la entienden como una desviación del norte de la causa latinoamericana y caribeña. 10 Esa construcción de la epistemología de la ecoteología ha sido abanderada, no necesariamente bajo ese nombre, por Leonardo Boff en múltiples escritos (Grito de la Tierra, Grito de los Pobres), en publicaciones electrónicas (RELAT) y en otros trabajos (Las 4 ecologías en formato audiovisual).
21
L
a posibilidad de diálogo interreligioso en torno al tema ecológico tiene su oportunidad en las siete tareas ecológicas de las religiones.11 A saber:
Desde la Sagrada Escritura: una ecoteología bíblica
4. Promover la ética ecológica personal, comunitaria y global (Boff).
E
5. Dialogar en conjunto sobre cuestiones ecológicas.
ambiental. En toda la Sagrada Escritu-
6. Actuar en conjunto acerca de las tareas ecológicas.
ra se encuentra referencia al mundo, a la
7. Re-encantar la naturaleza: no re-mitologizar (contenidos y valores de las mitologías).
tierra, la creación y las criaturas.
Desde la teología de la liberación
Desde el Génesis, con toda su simbología,
1. Interpretar la condición humana en el cuadro de la vida planetaria. 2. Desarrollar la conciencia ecológica. 3. Participar en la elaboración de una epistemología ambiental.
L
n la lectura de la Biblia se presenta una oportunidad sin igual para realizar una sensibilización y com-
prometer a la acción en el ámbito medio-
se entendió la creación como el orde-
a teología de la liberación se presenta como un lugar privilegiado de reflexión
namiento del caos; al ser humano como
ecoteológica al incluir a la tierra como sujeto que sufre, que es explotado y
administrador (no dueño) (Gn. 1, 29 -30);
marginado; pero también al entender al pobre como obra de Dios, como cul-
a la obra de Dios como “buena”, es decir,
men de la creación y como destinatario primero de su misión (Lc. 4, 18-19).
a la creación como criatura llamada a entrar en relación con el hombre y la
Si la sostenibilidad es sinónimo de desarrollo y éste propicia la dinámica de exclu-
mujer y proveerles su sustento. Pero esta
sión, la teología latinoamericana deberá ser sinónimo de opción preferencial por los
creación también sufre las consecuencias
pobres12 del continente y promover la liberación de los signos de muertes que son
del obrar humano desde el comienzo de
impuestos sobre los pequeños del Reino. De esta forma, una verdadera teología de
la historia.14 La codicia y los planes egoís-
la liberación deberá pronunciarse contra toda forma de perpetuación de la pobreza y
tas del administrador provocan dolor en
contra todo signo de muerte, incluido el desarrollo sostenible entendido como lógica
las entrañas de la misma creación.
desarrollista. La ecoteología en Latinoamérica debe entender a los oprimidos y excluidos como parte de la creación oprimida y excluida.
El libro del Éxodo muestra un cosmos que acompaña la pascua; que protesta por
Entender la tierra como sujeto sufriente es dar paso a un nuevo paradigma cultu-
la esclavitud, la injusticia y la opresión
ral, a una nueva forma de entender el ser relacional del ser humano, pues de esta
con cada una de las plagas (Ex. 7-11) que
forma se repiensa la relación ser humano-naturaleza, que a su vez propicia el paso
favorece la huida de la esclavitud con la
al reconocimiento de una relación socio-ambiental. Así, no será necesario entrar en
participación del mar (Ex. 14, 5 -30) ; que
conflictos que debilitan la praxis: “lo social predomina sobre lo ambiental”, porque
acompaña el difícil paso por el desierto
se entiende que lo ambiental incluye lo social. Entonces, se estaría hablando de una
con la asistencia de la nube (Ex 14, 19),
ecología social.
convirtiéndose así la creación en un signo
13
de la presencia de Dios que guía. Pero, 11 Cfr. MAÇANEIRO, M. Religiões, ecologia e sustentabilidade. Ponencia realizada en el XXI Congreso de la SOTER. 12 Opción realizada en Medellín con la Segunda Conferencia del CELAM y ratificada 39 años después en Aparecida durante la V Conferencia. 13 Cfr. Ibíd. BOFF, Las 4 ecologías.
sobre todo la montaña, que se convierte en el signo máximo de la comunicación con Dios, de la donación de su palabra y del sellamiento del pacto, de la realización de
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la Alianza (Ex 19. 16 -20).
22
14 Como en el caso del diluvio donde las criaturas sufrieron las consecuencias del obrar humano. Cfr. Gn 6, 5-7.
Los códigos legales recuerdan al pueblo que el cumplimiento de la Alianza y el ejercicio de la justicia radican en la atención a la viuda, al huérfano y al extranjero: los pobres de Israel. Pobres porque no poseen tierra; el no heredar tierra en Israel les hace pobres y vulnerables. La tierra es entonces, signo sensible del don de Dios, de la realización de sus promesas. Quien no la tiene, según los códigos legales, se hace destinatario de la atención de Dios y, por tanto, del hombre justo. Pero también la tierra debe descansar, el jubileo es también para ella (Ex. 19, 16-20). Se le debe permitir recomponerse, regenerarse; no se trata de una explotación indiscriminada, sino de
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una relación justa y equilibrada.
La literatura sapiencial recuerda que la creación es obra de Dios, que es su sacramento, que todo habla de él y que en ella habita. (Sal. 18, 138)
Y
en el libro del Apocalipsis la creación entera (el sol, la luna y las estrellas) sufre en sus entrañas las consecuencias de la crueldad humana, manifestada en la opresión del Imperio Romano a los cristianos, en el martirio y la per-
secución. Esos intereses opresores provocan la reacción de la tierra y se presenta una relación entre destrucción transgresión de la ley. Al final, con la caída del poder opresor y el signo de muerte, nace el cielo nuevo y la tierra nueva. La tierra vuelve a vivir con la libertad y la salvación humana. En la hermenéutica bíblica se da una oportunidad de evangelización ambiental, de entender la íntima comunión ser humano-creación que desde la antigüedad el pueblo de Dios entendió. De ver la creación como lo que es: el primer libro de la Revelación de Dios; la creación es el libro de la vida y la primera palabra de Dios: “Y Dios dijo... y vio que era bueno”.
23
Desde la teología femenina
La ecoteología demanda una opción
L
oprimida, marginada y excluida; lleva en su seno el trasegar de la mujer maltratada,
turales que llevan a la destrucción del
discriminada, abusada y abandonada.
“oikos”, de la “casa”; una propuesta por el
a creación es el rostro femenino de Dios: la tierra es vida y genera vida, la tie-
profética por una vida austera de cara al
rra es fértil, sostiene al ser humano. El hombre nace de la tierra, la cual es be-
consumismo y a la codicia; una actitud
lleza y es armonía; es femenina. Pero la tierra se presenta hoy como explotada,
propositiva frente a los conflictos estruc-
desarrollo alternativo: la agro-ecología La tierra “madre” que da a luz toda forma de vida se encuentra en la marginalidad, se
y la expansión del cooperativismo. No se
halla azotada por el olvido de su propio hijo, así como millones de mujeres de América
trata de estar en contra del desarrollo
Latina y el Caribe que se encuentran en la soledad, en el olvido y la explotación de un
sino hacerlo inclusivo, humano, social
sistema que las excluye. Son madres solteras que trabajan en condiciones desfavora-
y vital. Impregnar de conciencia los
bles, que no pueden acceder a la educación o a un empleo digno, que son prostituidas
intereses de producción y comercio. En
en el extranjero y desarraigadas de sus tierras.
definitiva, rescatar el verdadero y profun-
E
do significado de la ecología (oikos-logos)
incluyente, y aquí se presenta la posibilidad de rescatar el papel de madre que cumple
espacial de la palabra mundo, pues el uso
la creación; de recuperarla como sujeto y como lugar teológico, donde se puede hallar
la ha reducido a la dimensión temporal,
a Dios y desde donde Dios se comunica.
el aquí y el ahora. La categoría espacio
n la teología de género también se encuentra un lugar favorable para la
y su cercanía y complementariedad con la
reflexión ecológica, pues estamos hablando del rostro femenino de Dios que
economía (oikos-nomos).
está crucificado y llamado a la redención. El discurso femenino debe ser más
Se hace necesario rescatar la dimensión
se ha vuelto difusa, cuando se habla de
Conclusiones
L
“nuestro mundo” o del “mundo de hoy” se está refiriendo a “nuestra época” o a los
os signos de los tiempos reclaman la reflexión ecoteológica como nuevo pa-
“tiempos actuales”. Es necesario devolver
radigma hermenéutico, donde ya no se entiende al hombre como ente aislado
la categoría espacial de la palabra mundo
dominador sino como parte de una inmensa red de relaciones en movimien-
con el fin de propiciar la conciencia pla-
to; no como dueño que maneja a su antojo una pertenencia, un “algo”, sino como un
netaria.
sujeto que contempla a un “alguien”, que se relaciona con otro(a), que merece respeto, reciprocidad, alteridad, hermandad y reconocimiento porque tiene dignidad de criatura de Dios. Es menester aprender de las sabidurías indígena, campesina y negra que, desde su sabiduría ancestral, aprendieron a leer la Tierra como lugar teológico, a verla como madre. Así como a recuperar el sentido de profundo respeto e interacción con el hábitat, con la comunidad de vida. La ecoteología invita a repensar la antropología, las representaciones e imágenes de Dios, la cristología, la escatología y la pneumatología. A pensar una nueva forma de entender las relaciones (respetuosas) consigo, con los demás, con Dios y con la naturaleza (mundo). Y a pensar las religaciones con las fuentes de la vida.
Bibliografía Acosta, R. (2007) Justicia y Reino de los Cielos en las Bienaventuranzas de Mateo. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana. Boff, L. “¿Desarrollo sostenible o sociedad sostenible?”. En Revista Electrónica Latinoamericana de Teología. Página web: http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=185 visitada el 20 de enero de 2009 Boff, L. Las 4 ecologías. Producción audiovisual. Formato DVD. González, A. “Orden Mundial y liberación”. En Revista Electrónica Latinoamericana de Teología, núm. 100. Página web: http://www.servicioskoinonia.org/relat/100. htm visitada el 30 de enero de 2009 La Biblia Dios Habla Hoy. Sociedades Bíblicas Unidas.
Fotografía: SXC
Maçaneiro, M. Religiões, ecologia e sustentabilidade. Ponencia realizada en el XXI Congreso de la SOTER. 2008.
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Segunda Conferencia del Episcopado Latinoamericano. Medellín. CELAM. 1968.
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26
Los estudios lasallistas
Columna
H n o . B e r n a r d o M o n t e s U r r e a F SC
¿Estudios lasallistas, lasalianos o lasallanos?
S
obre este asunto que causa curiosidad a mucha gente, se podría escribir un artículo. Aquí, me limito a decir que son términos dialectales geográficos: en Europa se utiliza lasaliano; y en la América hispana, lasallista y lasallano. Como este
artículo está dirigido a hispanoamericanos, en primera instancia, utilizo el adjetivo lasallista para referirme en general a los estudios sobre la persona, la vida y la obra de san Juan Bautista de La Salle. En vista de que me han otorgado cuatro cuartillas a doble espacio, no podré extenderme, por lo que diré sólo generalidades, pero procurando que la información sea de alguna utilidad para los lectores.
Dos etapas
E
nfocaré los estudios lasallistas en dos etapas, principalmente: 1ª desde 1703 cuando Juan Bautista de La Salle publicó tres obras, hasta el Capítulo General de 1956; y 2ª, desde 1956 hasta nuestros días.
1ª etapa: de 1703 a 1956
C
uando se habla de estudios lasallistas casi todo el mundo entiende que uno se está refiriendo a los estudios que comenzaron después del Capítulo General de 1956; sin embargo, no creo que se puedan ignorar las 720 obras publicadas en
los 253 años anteriores, según la lista que nos presenta el Hermano Secondino Scaglione en Rivista Lasalliana1 con el título “Bibliographia internationalis Lasalliana 17032000”. La mayoría de estas 720 publicaciones son de carácter pedagógico, referentes a
Fotografía: SXC
la biografía de La Salle y, hasta 1934, están en francés. En este año, se fundó la Rivista Lasalliana, y empezaron a aparecer temas en italiano, alemán, español, francés, inglés y portugués. El Hermano Edwin Arteaga contó 220 publicaciones en español. Esta re-
27
vista celebró el año pasado sus 75 años de existencia con un número conmemorativo, el de octubre-diciembre de 2008. Este número –como el de la “Bibliographia internationalis Lasalliana 1703-2000”– es muy útil para la bibliografía lasallista, porque allí se hace un inventario clasificado de todos los artículos publicados desde 1934 hasta 2008, con un breve resumen del contenido. Presenta un índice temático desde la página 547 hasta la 563 y se cierra la revista con un artículo del Hermano Mario Presciuttini titulado: “Encuentro con La Salle: recorrido italiano”, de tanto interés, que está seguido por la traducción al francés. En la primera línea del artículo dice: “Propongo aquí una síntesis razonada de los temas lasallistas principales tratados en 75 años de historia”. Ocupa las páginas 579 a 592. Estos son los títulos principales de la clasificación de los artículos: 1. La persona de La Salle. 2. El contexto histórico y pedagógico en el que operó La Salle. 3. Las obras escritas de La Salle. 4. La Salle fundador. 5. Núcleos de interés particular: educación e instrucción, la relación educativa: maestro y alumno, espiritualidad y profesionalidad, teoría y práctica, escuela y vida.
M
erece destacarse en esta etapa, la publicación del primero de los nueve volúmenes de la Histoire générale de l’Institut des Frères des Écoles Chrétiennes por George Rigault en 1937. El P. André Rayez, S. J., publicó en la Revue
d’Ascétique et de Mystique, n.º 109, enero marzo de 1952, un largo artículo de 44 páginas titulado “Études Lasalliennes”(Estudios lasallistas). También se publicó en una sepa-
rata de la revista. El autor llama la atención sobre el hecho de que Juan Bautista de La Salle ha sido estudiado más como pedagogo que como maestro espiritual: “Si su pedagogía, en realidad, es universalmente apreciada, su vida interior, el camino que siguió bajo la moción de la gracia, la doctrina espiritual que lentamente elaboró en provecho de sus discípulos y de los educadores cristianos, apenas se conoce” (o.c., p. 20). No sólo hace el inventario crítico de las fuentes y de los trabajos publicados hasta entonces, sino que presenta un modelo de estudio de un tema
2ª etapa: de 1956 hasta nuestros días
H
ermanos investigadores de La Salle después de 1956 (Maurice Auguste, Michel Sauvage, Miguel Campos, Saturnino Gallego…), están de acuerdo con que el P. Andrés Rayez se encuentra en el inicio de la transformación de los estudios
lasallistas y que es el inspirador de las decisiones del Capítulo General de 1956 sobre los estudios Lasallistas. En efecto, hay dos expresiones que encuentro en Rayez y en las directivas del Capítulo General: Monumenta Lasalliana y documentos críticos: “¿Cuándo podremos hojear los Monumenta Lasalliana y estudiar sobre documentos críticos la vida y espiritualidad de Juan Bautista de La Salle? Hasta entonces, todos los trabajos conservarán un aire de provisorio” (o.c., p. 28). “Dos comisiones [del Capítulo General de 1956] se interesaron especialmente en los estudios y publicaciones lasallistas:
L
a tercera pide ‘la continuación de los trabajos de investigación sobre la vida y los escritos de san Juan Bautista de La Salle, por estudios críticos cuyo conjunto constituirán los Monumenta Lasalliana, punto de partida de una futura biografía
crítica y de un estudio profundo de la espiritualidad del santo’ (Resultados del Capítulo Fotografía: SXC
General, p. 52).
28
L
a novena expresa este voto: ‘Que se prosigan los estudios críticos de todos los escritos de nuestro Santo Fundador y que se continúen las publicaciones y los escritos que buscan profundizar y hacer conocer su espiritualidad’” (o. c., p. 99).
(Cahiers Lasalliens 5, p. 439). “El Capítulo se clausuraba el 14 de junio. Dos días más tarde, el Hermano Superior General firmaba la obediencia que hacía del Hermano Maurice Auguste, el director de los archivos del Instituto y de los Monumenta Lasalliana” (Id., p. 426). El Hermano Maurice había presentado al Capítulo una Memoria sobre los estudios lasallistas, y las propuestas del Capítulo fueron tomadas de allí.
Obras publicadas
S
iguiendo los datos de la Bibliographia internationalis Lasalliana, notamos que en
los 43 años que van desde 1956 hasta 2000, se publicaron 698 obras, 22 menos que en los 253 años anteriores y, sin duda, de mejor calidad científica; pero ha-
bría que añadir más de 50 publicaciones posteriores al año 2000 solamente de la Casa Generalicia; por lo tanto ha habido más publicaciones en 50 años que en 253. Las principales colecciones de obras son:
1. Cahiers Lasalliens (CL), 64 ediciones, algunas están traducidas al español: todas las obras de La Salle en la colección Estudios Lasalianos con el título Obras Completas de San Juan Bautista de La Salle, y se pueden consultar en el sitio web: http://www. ulsa.edu.mx/%7Eestrategias/biblioteca/; las Vidas de Juan Bautista de La Salle, CL 4, 6, 7 y 8; Itinerario evangélico de San J. B. de La Salle, por el Hermano Miguel Campos, CL 45 y 46; San Juan Bautista de La Salle en lucha con su tiempo, por el Hermano Yves Poutet, CL 48; La Explicación del Método de Oración, por los Hermanos Miguel Campos y Michel Sauvage, CL 50; Parmenia: la crisis de J. B. de La Salle y de su Instituto, por Leo Burkhard, CL 58; La Guía de las Escuelas: Enfoque contextual y La Guía de las Escuelas: Enfoque pedagógico, por el Hermano Léon Loraire, CL 61 y 62.
2.
Estudios Lasalianos, 14 publicaciones en los tres idiomas oficiales del Instituto.
(francés, español e inglés).
3. Ensayos Lasalianos, una obra del Hermano Louis Schneider en francés. Temas Lasalianos, 3 volúmenes con 99 palabras o expresiones con la explicación de su significado en tiempos del Fundador. Está en preparación el 4º volumen. Cf. Página web: http://www.ulsa.edu.mx/%7Eestrategias/biblioteca/.
4. Cuadernos MEL, 40 títulos referentes a la Misión Educativa Lasallista. Cf. Página web: http://www.ulsa.edu.mx/%7Eestrategias/biblioteca/.
5. Lasalliana, publicación de la Casa Generalicia en los tres idiomas oficiales. Son artículos breves sobre los temas lasallistas muy variados, escritos por Hermanos de todo el mundo. Cf. Página web: http://www.ulsa.edu.mx/%7Eestrategias/biblioteca/.
6. Lasallianum, 18 números de 1963 a 1976 que contenían principalmente tesinas o resúmenes de tesinas de los alumnos del Instituto Jesus Magister; 27 están en español.
29
7. Otras obras diversas publicadas por la Casa Generalicia o por varios distritos. Por ejemplo, la obra más importante en lengua española, Vida y pensamiento de San Juan Bautista de La Salle, por el Hermano Saturnino Gallego. Es la obra que más se acerca al objetivo de los estudios lasallanos propuesto por el Capítulo General de 1956: ‘La continuación de los trabajos de investigación sobre la vida y los escritos de San Juan Bautista de La Salle, por estudios críticos cuyo conjunto constituirán los Monumenta Lasalliana, punto de partida de una futura biografía crítica y de un estudio profundo de la espiritualidad del santo’ (Resultados del Capítulo General, p. 52). “En Colombia se han hecho últimamente varias publicaciones de traducciones del francés o del inglés: Vida del Padre Juan Bautista de La Salle, por Juan Bautista Blain, traducida por el Hermano Bernardo Montes en 4 volúmenes; De La Salle. A City Saint and the Liberation of the Poor Through Education, por Alfred Calcutt, FSC, traducido por el Hermano Fernando Granada; otras publicaciones de la RELAL en la página web: http://www. relal.org.co/publicaciones.htm.
Centros de Estudios Lasallistas El 39º Capítulo General de 1966 estableció el Centro Internacional Lasallista (CIL) y el 41 Capítulo General la Sesión Internacional de Estudios Lasallistas (SIEL), en Roma. Un año más tarde se abrió en Estados Unidos el Instituto Buttimer de Estudios Lasallistas creado en honor del Superior General, Charles Henry Buttimer. Centros de Estudios Lasallistas (CELA, CELAS…) en otras naciones como España y México. La Universidad de La Salle de Bogotá tiene el programa Pedagogía y Lasallismo, sobre todo, para preparación de sus profesores. En Australia han organizado un programa de Estudios Lasallistas en línea. La Corporación Universitaria Lasallista de Medellín tiene un diplomado en Estudios Lasallistas. La Universidad de St. Mary en Minneapolis estableció hace un año el Instituto de Estudios Lasallistas, que empezó con tres programas: un M. A. Estudios Lasallistas, un M.A. en Liderazgo Lasallista y un Doctorado en Educación en Liderazgo (tema lasallista). El último caso que conozco es un programa de maestría organizado por el Hermano Nicolás Capelle, Visitador de Francia, con respaldo del Instituto Católico de París.
Conclusión Espero haber dado una visión de conjunto del material sobre la persona, la vida y la obra de San Juan Bautista de La Salle que podrá ser útil a todos los que se interesen
Fotografía: SXC
por conocer el carisma lasallista de dar educación humana y cristiana a los niños y
30
jóvenes, particularmente a los más pobres, y de interpretarlo con nuevos criterios de tiempo y lugar para darle perennidad.
El faro
Hermano Florencio Rafael Autor y profesor
E
dificio Stella, 7º piso. Golpeamos a la puerta del Hermano Florencio. Se oye traquetear la máquina con
algunas intermitencias. - Buenos días, Hno. Florencio. - Buenos días, Reverendo Hermano; a su mandar. - Algo para ECOS; unas pregunticas… - ¡Con mucho gusto!
Unas hojas amarillentas, testigos del tiempo que ha pasado sobre ellas, son el soporte de esta entrevista que a continuación reproducimos y que fue publicada en la edición núm. 65 de Ecos Lasallanos en 1955. 32
Díganos Hermano Florencio, ¿Qué miras tuvo al hacer los textos de cívica? Quise despertar en los alumnos el espíritu cívico o, lo que es lo mismo, el patriotismo. Para ello muestro lo que es la patria, y lo que hace; cómo es extraordinariamente complicado el engranaje administrativo y cómo se hace ese trabajo, o debe hacerse en bien de los
ciudadanos. De allí deduzco las graves
Este punto merece aclararse,
La conciencia profesional, ¿la misma
obligaciones de los que gobiernan y de
Reverencia…
de la cual hablaba tanto el Hermano
los gobernados. La patria es la familia
Me explico: el prójimo tiene derecho a
Enrique José?
nacional, y por eso debe haber respeto,
que yo ocupe el puesto que me incumbe: Pues, Reverendo Hermano, aquí cabe la
comprensión, tolerancia y colaboración.
él lo paga con el puesto que, a su vez,
observación que me hicieron los alum-
La patria no es una canonjía de nadie, ni
ocupa y del cual yo me aprovecho. El
nos: “Esta importantísima doctrina se
tampoco una gallera o un circo de fieras.
agente de policía debe vigilar mi casa,
debe enseñar, sobre todo, en los colegios
Mal papel hacen los que dificultan el
pero yo debo pagar el impuesto para
de bachillerato, porque en ellos se educa
gobierno o abusan del poder.
que haya de donde se retribuya aquel
a las clases dirigentes que son las que
servicio.
deben dar ejemplo en el cumplimiento de
Exacto, bien dice S.R., los unos y los
La problemática social la suscitan los
la justicia en los puestos del Gobierno, en
otros hacen mal. Esto hay que enseñarlo
egoístas, los que todo lo quieren para
el Estado o en la empresa”. Y esa es la
bien claro ¿verdad?
sí y nada para los demás. Se corrige el
verdad.
Esto indica la extraordinaria importancia
problema con la abnegación; y ésta se
que hoy, más que nunca, tiene la cívi-
cumple dándose de lleno a sus deberes
Como S.R. dictó clases de religión, sería
ca: a más de ser la quinta esencia de la
de Estado. Esto es lo que enseña la
interesante saber qué mira especial se
historia, es su parte práctica; por eso, su
Doctrina Social Católica, y esto fue lo
propuso en ellas.
estudio debe hacerse con mucha serie-
que yo quise enseñar a los alumnos del
Bueno. En general, hice girar mis clases
dad y con profesores bien preparados y
Instituto Técnico y a los de la Escuela
sobre la gracia que nos regala Dios. Allí
conscientes.
Normal. La consciencia profesional,
está, creo yo, el blanco que debe buscar
¡qué tema tan bello!
todo catequista. Mientras se enseñe la
S.R. también ha ejercido el profesorado
religión a almas muertas, sin ganas de
este año…
ser mejores, es muy poco el fruto que se
Como no, en el Instituto Técnico Central y en la normal. ¿Qué programa social desarrolló con los alumnos del I.T.C. y de la Escuela Normal? Como el problema social es el problema del día, se hizo lo posible para que los alumnos tocaran con la mano su realidad, la inconsecuencia de los fines que persiguen las doctrinas antisociales, sus causas, sus terribles estragos y, sobre todo, los modos de corregirlas y las obligaciones que tenemos todos de contribuir a ello. El problema social se corrige haciendo reinar la justicia. Mis derechos terminan donde comienzan los derechos de mi vecino; se me debe hacer justicia, pero también yo se la debo hacer a mi compañero. Todo mundo tiene un papel que cumplir en la sociedad, si no lo cumple, produce desorden en la marcha común; por eso, todo individuo puede exigirle su exacta observancia.
“Estas asignaturas deben ser vividas, deben impresionar todos los sentidos. El fracaso en ellas, viene de que, en general, se las sitúa en un plano aburrido, abstracto y totalmente seco, cuando no van acompañados de regaños… ¿Lamentaremos luego el resultado negativo? ¿Tendrá éxito una clase hecha de miedo?”
saca. No así cuando se tiene delante a jóvenes que son templos vivos del Espíritu Santo, o por lo menos en quienes se ha despertado la necesidad de combatir para vivir. Jóvenes que, con pasión, viven la vida. Antes que todo, darles motivos para vivir, sin eso no hay clase de religión que valga. Usted tiene ya una rica experiencia, ¿qué consejo práctico quiere obsequiar a los lectores de ECOS? Que ojalá mejore en cada colegio el material pedagógico para que la enseñanza se vuelva cada vez más práctica y más atrayente. Estas asignaturas deben ser vividas, deben impresionar todos los sentidos. El fracaso en ellas, viene de que, en general, se las sitúa en un plano aburrido, abstracto y totalmente seco, cuando no van acompañados de regaños… ¿Lamentaremos luego el resultado negativo? ¿Tendrá éxito una clase hecha de miedo? Nota del editor: Esta entrevista no estaba firmada, por lo cual desconocemos quienes hicieron las veces de entrevistadores.
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Línea del tiempo
La Salle en Colombia* 1890 - 2009
U n a i n v e s t i g a c i ó n d e l H n o . J o r g e A l b e r t o S o l a n o B u i t r a g o F SC Inf ogr afía: Emilio Jiméne z
L
uego de más de dos meses de investigación, de buscar en archivos, de confrontar datos en diferentes publicaciones, de enviar preguntas a muchas personas, esperar respuestas, cotejar las mismas y añorar muchas que no llegaron, el
Hermano Jorge Alberto Solano Buitrago nos comparte este trabajo que es un testimonio de la presencia lasallista en el territorio colombiano. Este juicioso trabajo del Hermano Jorge seguramente dará lugar a varias interpretaciones. No siempre estos datos concuerdan con las fiestas de cumpleaños de muchos colegios y una de las razones es que algunos de ellos nacieron con un nombre y en la actualidad tienen otro. Algunos colegios celebran sus cumpleaños desde su fundación y otros desde que existen en una nueva sede y así muchas otras variables que nos pueden hacer entender por qué un colegio cumple noventa años y a los diez años celebra los ochenta. Este puede ser el primer paso para seguir profundizando en nuestra historia y hacer una mirada rápida por el legado lasallista en varios municipios del país. De algunas obras, por mucho que se buscó no se encontraron datos totalmente
34
FUENTES DE INVESTIGACIÓN
claros, no siempre se guardaron archivos de las mismas o están incompletos. El
-A.A. (1985) Centenario del nacimiento del Hermano Hildberto Juan. Octogésimo aniversario del Instituto Técnico Central. -Archivo Distrito Lasallista de Bogotá -Florencio Rafael y Andrés Bernardo, (1965). Los Hermanos de La Salle en Colombia. Bodas de Diamante 1890-1965 -García Pedro Alejandro,fsc. (1979). Labrantíos y Operarios. -Montes Urrea, Bernardo, fsc. (1991) El Distrito de Colombia en los archivos de la Casa Generalicia en Roma. -Revista Ecosalle, 2, 31-37 -Revista Ecosalle, 6,5-10 -Testimonios y Entrevistas de Hermanos mayores y jóvenes.
incendio de 1948 del Instituto La Salle de Bogotá destruyó gran parte de los documentos, y en otros casos se encontraron incongruencias entre algunas publicaciones y los archivos existentes. De esta forma la revista Somos Más quiere seguir contribuyendo a la construcción del futuro, por medio del análisis del presente y la recuperación de la historia que han construido los lasallistas a lo largo de su presencia en Colombia. *Distrito de Colombia (1890 – 1928) Distrito de Bogotá (1928 – 2009)
Infografía: Dg. Emilio Jiménez I.
Infografía
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Desde la Iglesia:
Desafíos a la vida religiosa latinoamericana y caribeña
Fotografía: Alexánder González M. FSC
P a d r e I g n a c i o M a d e r a V a r g a s SDS
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Una realidad que interpela
L
a realidad que vivimos en nuestro continente es la que está desafiando a la vida religiosa. Una realidad
que estamos llamados a leer como el texto
La Iglesia está siendo interpelada por los cambios constantes de una sociedad en la cual crece y se desarrolla. De igual forma la Vida Religiosa está llamada por una cultura y un ser humano en constante cambio. Palabras del Padre Ignacio durante la apertura del XIII Capítulo de los Hermanos del Distrito de Bogotá.
primero y original, a saber analizar e interpretar de manera que sea posible decir que nuestro estilo de vida continúa teniendo hoy sentido y significación al interior de nuestros pueblos. Y lo tiene porque es continuación de una tradición de testimonios y compromisos como camino especial y sugestivo del seguimiento de Jesucristo, como presencia místico-profética al servicio de la vida, como ”lo ha hecho desde el inicio de la evangelización” (DA 217)1. Aparecida está siendo calificada por muchos y muchas en el continente como una posibilidad de recuperación de la esperanza en una Iglesia llamada a realizar un serio revolcón de su espiritualidad, de la intensidad de su pasión por un encuentro real con Jesucristo en la historia, de las maneras como ha hecho presencia en los distintos areópagos de la vida del continente y de las expresiones de sus cuadros ministeriales llamados a ser radicalmente renovados (DA 362- 396). Aparecida ha identificado una realidad desafiante caracterizada como un cambio de época en la que inciden la globalización y las políticas neoliberales,2 causantes de un aumento de la pobreza en proporciones alarmantes, de un deterioro de los ecosistemas y de nuestra biodiversidad (DA 83 -87). Un aumento de la dependencia de los países poderosos y de los organismos financieros internacionales, así como de las empresas multinacionales (DA 68 -69). Son múltiples los desafíos señalados que se refieren tanto a lo económico, lo político y lo social, como a lo 1 DA: Documento de Aparecida. V Conferencia del Episcopado Latinoamericano 2 Aunque el documento de Aparecida sólo hace mención una que otra vez a las políticas neoliberales, es claro que todo su análisis refleja las consecuencias de las mismas.
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cultural, lo ideológico y lo religioso. Pero
profética al servicio de la vida, desde la
es escudándose en la profesionalización,
mi interés en esta reflexión es identificar
opción preferencial por los pobres, los
loable y deseable desde todo punto de
la manera como nuestro estilo de vida en
marginados y excluidos.5 El mayor desafío
vista, como se resuelve el asunto del sen-
este continente está siendo invitado a ser,
es revitalizarse, ser ilusión, pasión por
tido y del lugar en la Iglesia de Jesucristo,
una vez más, “apasionado por el anuncio
Cristo y la humanidad, presencia suges-
sino a partir de la reflexión teológica y
de Jesús, verdad del Padre, por lo mismo,
tiva y sin complejos de una urgencia de
escriturística que diseñe el sentido mayor
radicalmente profético, capaz de mostrar
evangelio en el corazón del continente,
de un estilo de vida con sentido actual y
a la luz de Cristo las sombras del mundo
sin competencias o rivalidades con otras
con grandes intuiciones carismáticas y de
actual y los senderos de vida nueva, para lo
expresiones de Iglesia.6 En definitiva, ser
compromiso hacia el futuro.
que se requiere un profetismo que aspire
hombres y mujeres de Dios, místicos y
hasta la entrega de la vida, en continuidad
místicas, profetas y profetizas.
H
con la tradición de santidad y martirio de tantas y tantos consagrados a lo largo de la historia del continente”. (DA 220). Desde el corazón de esta realidad desa-
mente en estos últimos años que
Como Vida Religiosa de Hermanos
en una mentalidad clerical que no escapa
l interior de este desafío ubico la
vamos dejando de lado la reflexión acerca
Vida Religiosa de Hermanos como
de nuestro estilo de vida que se está
una alternativa, valga la redun-
realizando a través de las Conferencias
los religiosos varones, instalados
a las mentes de los religiosos Hermanos,
sus propias estructuras e incidente en
A
las estructuras injustas que la tradición
adosada a ningún carácter sacramental
cada país. Escudados en una “docta ig-
teológica latinoamericana y caribeña ha
distinto al del bautismo que nos inserta
norancia” que se atrinchera en los pocos
identificado como estructuras de pecado,
en la sagrada persona de Jesucristo y
estudios de teología realizados en las
por su real negación de los valores del
nos lanza a la misión de hacer que este
etapas de formación inicial, vamos con-
Reino predicado por el Señor Jesucristo.
mundo, atravesado por tantas contradic-
siderando que lo que se hace y dice en en-
ciones innombrables, se vaya configuran-
cuentros, seminarios, congresos y otros
do como Reino de Dios. En este tiempo de
eventos, es cosa de monjas. Y, con una
valoración de la laicidad, en donde algunas
despectiva indiferencia culpable, vamos
E
instancias oficiales de la jerarquía eclesial
consolidando el que no haya ignorancia
el sentido mayor de su existencia en la
que la Vida Religiosa de Hermanos realice
Iglesia latinoamericana, y su carácter de
una seria reflexión analítica y crítica sobre
estilo de vida con sentido ¨en situaciones
su sentido y lugar al interior de la vocación
que retan la originalidad y el valor del
común de los cristianos, de la pluralidad
testimonio cristiano . De allí que, en con-
ministerial y carismática (señalada por
S
sonancia con todo lo que Aparecida fue
Pablo de Tarso en la Carta a los Corintios)
contemporánea, esos son los religiosos
suscitando desde su preparación hasta
y de la diversidad de estilos de respuesta a
Hermanos, porque, junto a la Vida
su realización, la Vida Religiosa latinoa-
la llamada al seguimiento en los Evange-
Religiosa femenina, son los y las que han
mericana en la Asamblea de la CLAR
lios Sinópticos.
asumido una vida religiosa en sí y por sí;
S
por lo tanto, no tienen la posibilidad de
fiante, la Vida Religiosa está llamada a ser expresión de una novedad, expresión revitalizada, entusiasta, renovadora de 3
Una vida religiosa desafiada
dancia, de vida religiosa en sí; es decir, no
Nacionales de Religiosos y Religiosas en
l primer gran desafío para la
valoran mucho más el rol y la acción de los más peligrosa que la docta, porque nunca
Vida Religiosa del continente es
nuevos movimientos religiosos que la Vida
mostrar, con ilusión y esperanza,
Religiosa misma, es de capital importancia sólo saber que nada sabe.
4
en Ypacarai (Paraguay) en junio de 2006, decidió continuar su proceso de revitalización, iniciado hace ya algunos años, y que promueve una vida religiosa místico3 El Santo Padre Benedicto XVI hizo clara alusión a las estructuras injustas en su Discurso de Apertura de la V Conferencia. 4 BENDICTO XVI, en su discurso de Apretura de la V Conferencia, señaló el valor de la vida religiosa y de la vida consagrada como una forma de vivir con sentido en este momento de grandes desafíos.
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e venido repitiendo incansable-
llega a reconocer con el filósofo griego el
i algunos están llamados a ser los compañeros del caminar de la reflexión teológica y pastoral
sobre la Vida Religiosa en la Iglesia
i un gremio al interior de la Vida Re-
atrincherarse en el ministerio diocesano
ligiosa está llamado a ser punta de
cuando el sentido de la Vida Religiosa se
lanza en el desarrollo de la teología
diluye. Esta es una razón fundamental y el
de la Vida Religiosa en América Latina, ése servicio mayor a la nueva lectura de este es el de las comunidades de Hermanos: no
estilo de vida y a la urgente relectura de
5 Cfr. CLAR, Plan Global, 2006-2009.
los votos que estamos llamados a realizar
6 No falta quienes piensan que la vida religiosa en la Iglesia del continente será o está siendo remplazada por los nuevos movimientos religiosos.
para no seguir buscando justificaciones sin soporte en las realidades de cada día.
Fotografía: Davián Martínez
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Por la pluralidad en el continente
P
Por el grito acuciante de los pobres
diversas maneras a la vida religiosa. Los latinoamericanos somos tan diversos que
E
no es lo mismo argentinos, uruguayos y chilenos (mayoritariamente descendientes de
grandes vacíos; pues las políticas neoli-
europeos inmigrantes) que cholos de los andes peruanos o bolivianos o negros danzari-
berales y de globalización afectan la vida
nes de las islas del caribe. Tampoco es lo mismo un mestizo de las Guayanas hablando
cotidiana de las comunidades a las que de-
flamenco que un indígena de las islas de San Blas en Panamá o un maya de Guatemala
seamos servir. Esas comunidades deciden
o de México. Podemos preguntarnos con sentido y verdad ¿qué hay de común entre el
su felicidad o aumentan sus largas noches
negro jamaiquino y el indígena Otavalo de Ecuador?, entonces, o esto es una babel, o
de miserias, porque el empobrecimiento de
concluimos con la canción “todo un inmenso jardín… eso es América”.
los padres de familia, de los niños y jóvenes
E
universitarios que se educan en nuestros
está urgida de ser expresión de que es posible la fraternidad en la Iglesia; expresión de
para todos y de la justa distribución de los
la presencia, desde ya, del Reino, del cual ella es servidora. La vida fraterna desde la
bienes de este mundo y de los mecanismos
diversidad es una alternativa ineludible en el presente y futuro del continente (DA 82).
que están provocando la pobreza para no
Al respecto, el Hermano Álvaro, Superior General de La Salle, ha escrito de manera
equivocarnos en la identificación de las
sugestiva acerca del sentido de ser “Hermanos” en la vida lasallista:
causas. De esta manera podemos crear,
ero continuemos. América Latina no es una realidad uniforme ni monolítica. Es una rica diversidad en donde lo imprevisible puede suceder y, de hecho, viene sucediendo. Los desafíos son mayores en unos países que en otros o retan de
l aumento geométrico de la pobreza en los países del mal llamado Tercer Mundo, está mostrando el fracaso
del sistema dominante, o al menos sus
sta conciencia de la necesidad de unidad en la diversidad, de búsqueda de hori-
colegios, es más que evidente; por ello, los
zontes comunes en el continente, sobre la cual Aparecida insiste, se consolida,
religiosos tenemos que conocer lo que pasa
para mi manera de ver, en un segundo desafío. La Vida Religiosa, por su carácter, en lo relativo al manejo del asunto del pan
en las comunidades, conciencia de las Aprender a ser hermanos, buscar serlo en momentos en los cuales se consolida y petrifica un individualismo fomentado por todas las corrientes e ideologías neoliberales y autárquicas.
acciones urgentes que están en mora de
L
cuando, hoy más que nunca, algunos mo-
ser implementadas, y así, no le atribuyan a Dios lo que compete a los seres humanos;
a creciente conversión de latinoamericanos a nuevas expresiones religiosas
vimientos religiosos fundamentalistas de
de tradición cristiana o no, señalan la urgencia de ir situando la mirada hacia
todo nombre atribuyen a Dios los infortu-
una Iglesia que pase de ser una de bautizados, con una partida en un despa-
nios provocados por el sistema dominante o
cho parroquial, a una Iglesia de hombres y mujeres que un día se han decidido a un
a un demonio más fuerte que Dios mismo.
encuentro personal con Jesús, el Cristo, como lo pide y señala Aparecida, una Iglesia de discípulos que, desde experiencias comunitarias, nos convierta en misioneros. Esta dinámica eclesial conlleva a la ruptura con maneras de actuar, de ubicarse y de orientar la acción de la Vida Religiosa. Así las cosas, nuestra evangelización, la de toda comunidad cristiana-educativa, debería orientarse hacia ese encuentro personal que construye comunidad, y no hacia la simple preparación de celebraciones sacramentales.
A
l mismo tiempo, el pluralismo religioso al que nos vemos abocados y que ya se va expresando en nuestras instituciones, nos está llamando a buscar nuevos modos de convergencia en torno a grandes causas de la humanidad y
a la renuncia a un proselitismo que ya es caduco. No en balde nos dijo Benedicto XVI en su discurso de apertura de Aparecida que la Iglesia no se impone por proselipreserven la vida y la creación (DA 100), pueden ser mayores en su densidad que las diversidades confesionales que nos puedan distanciar.
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Fotografía: Davián Martínez
tismos, sino que se hace atractiva a partir del testimonio. Las causas comunes que
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l gran reto es, a nuestro interés, poder conocer el mundo en el que estamos, sus mecanismos, las consecuencias de sus políticas y las reales posibilidades de resistencia de nuestras propuestas de economía solidaria. Por ejemplo ¿qué
sentido tienen hoy las pequeñas soluciones comunitarias? ¿Tienen posibilidades de éxito sin llevar nuevas frustraciones a los pobres?
A
parecida clausuró la discusión de más de cuarenta años acerca de la pertinencia o no de la opción por los pobres, de si algunos podían optar por otra causa si así lo querían. Al asumir el magisterio del Santo Padre, quien afirmó que la opción por
los pobres pertenece a la esencia de la fe cristológica, ya no podemos seguir discutiendo en salones y eventos y continuar con lo que sólo nos produjo desazón, divisiones y sinsabores. Más bien ha llegado la hora de ver cómo, por nuestra opción por Cristo, tenemos que diseñar las nuevas estrategias y los nuevos modelos de presencia en medio de los pobres, y que nuestras instituciones, por el hecho de estar inspiradas en Cristo el Señor, continúen la búsqueda, se pongan al servicio de la construcción de un mundo sin pobres y reflejen los valores propios de su mundo. Continuamos así ante el reto de estar pensando y creando, buscando y proponiendo alternativas nuevas de solidaridad y organización.
E
star al lado de los más pobres nos conduce a discutir con quienes tienen acceso a la cultura y a la administración del Estado o de la empresa privada, la conveniencia o inconveniencia del apoyo a políticas lesivas de los intereses ma-
yoritarios. Desde el barrio popular hasta las universidades (DA 341) y los organismos donde se está acrecentando la miseria de las mayorías. Una renovada opción por los pobres nos exige vincular a todo el mundo a esta opción de manera decidida, objetiva y realista. Se trata del asesinato de la imagen de Dios en la muerte de los pobres, excluidos y excluidas; se trata de la suerte de los favoritos del Reino predicado por el Señor Jesucristo.7
7 BENEDICTO XVI, Discurso de Apertura de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano
A
parecida nos desafía a no claudicar ante los análisis fatídicos y deterministas como los que quieren convencernos de que el capitalismo neoliberal es el único sistema posible, que el fin de la historia ha llegado y que ahora tenemos
un solo imperio dominando el mundo, decidiendo quiénes son los buenos y quiénes los malos, qué se puede hacer o qué no en nuestros pueblos, definiendo quiénes son los que violan los Derechos Humanos y quiénes no, pero dándose el derecho de violarlos de la manera más inhumana y cruel, cínica y despiadada.
L
a teología latinoamericana nació a partir de la lectura que hicieron los teólogos de las propuestas del Concilio Vaticano II sobre la realidad del continente. El gran aporte de la teología latinoamericana a la teología mundial fue recuperar el senti-
do de los pobres como lugar teológico fundamental para el creyente del continente y unir a esta reflexión la mediación de las ciencias sociales críticas.8
8 Hoy día, las fronteras trazadas entre las ciencias se desvanecen. Con este modo de comprender el diálogo, se sugiere la idea de que ningún conocimiento es completamente autónomo. Esta situación le abre un terreno de oportunidades a la teología para interactuar con las ciencias sociales (DA 124. Ver igualmente DA 345).
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E
l desplazamiento hacia los pobres que significó el aporte de la teología latinoamericana, sobre todo por parte de las religiosas, provocó igualmente reacciones por
parte de los sectores que desarrollaron procesos ideológicos de defensa de intereses, privilegios y formas de vida tradicionales que se sintieron amenazados por una manera diferente de articular la espiritualidad, la vida común y la vivencia de los votos. Las discusiones de salón acerca de la opción por los pobres, las medidas de silencio a algunos teólogos, las acusaciones de izquierdismo para agentes de pastoral, las ironías y las sátiras de quienes se sintieron amenazados en sus seguridades, en sus pequeños privilegios y prebendas, se chocaron con las posturas radicalizadas soportadas en una cierta literatura panfletaria e izquierdosa que se atribuyó a la teología. Ciertamente se crearon situaciones de desconcierto, se llegó a una pérdida de vigor y a una deserción de la Vida Religiosa y de la Iglesia en muchos y muchas que buscaban un compromiso más efectivo con la causa de los pobres.
H
oy, algunos preconizan el entierro de tercera clase
Por la tentación neoconservadora
Evangelio, con relación a la necesidad de toma de postura ante
M
el pobre y la pobreza, fuera remplazada por la necesidad de se-
sectores de la juventud en la Vida Religio-
guridad y de preservación de las instituciones. Una ola neocon-
sa se resguardan debajo de las toldas de
servadora expresada en una teología ausente de los asuntos so-
la tranquilidad pasiva que produce el estar
ciales, políticos y económicos; y una reafirmación del primado
simplemente ahí sin proponer ni buscar,
de la confesión de fe sobre la correcta práctica que supone esa
sin estimular o luchar, disfrutando de los
misma confesión, ha venido primando e imponiéndose. Esto se
logros de las generaciones pasadas y
ve reflejado en la desconfianza hacia quienes manifiestan una
parasitando con nostalgias y exigencias de
búsqueda de apertura eclesial a los grandes interrogantes del
confort tras el triste argumento de estar a
hombre y de la mujer contemporáneos que tienen sus expresio-
tono con las necesidades y las tecnologías
nes en los nombramientos de responsabilidad en las estructu-
depuradas de esta hora. Lo alternativo
ras de gobierno de la Iglesia y de la Vida Religiosa.
parece poco relevante.
para la teología latinoamericana y para todos aquellos que continúan propugnando por la defensa de los
marginados y de los excluidos. Tal parece que la radicalidad del
uchos, temerosos de las consecuencias, se resguardan en una vuelta al pasado o en un vivir
de nostalgias de tiempos idos. Grandes
P
or todo esto es por lo que no dudo en afirmar que Aparecida es un viento fresco en el rostro de este
continente, porque ha retomado las grandes opciones del magisterio latinoamericano y caribeño en las conferencias de Medellín y de Puebla y ha recuperado el modo de interpretar la realidad propia de éstas con el método ver, juzgar y actuar (DA 19). Este método ha fortalecido la búsqueda de una nueva manera de captar la realidad, de vivir la acción pastoral y de expresar la espiritualidad en el continente.
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Por una búsqueda de identidad
E
l gran reto ante la quiebra de paradigmas, propio de este tiempo, a la experiencia religiosa cristiana, está en la necesidad de radicalización de la respuesta al llamado de
Jesús y su propuesta del Reino. Radicalización que no comprendo en términos de perfeccionismos morales, sino de ir a las raíces para vivir desde ellas. La atenta búsqueda de comprensión de los valores del Reino como paradigmas fundamentales de la experiencia cristiana. No todo está permitido cuando se trata del seguimiento de Jesús. Ante unas sociedades permisivas y relativizadoras, que simplemente copian las modalidades de secularización propias de culturas que no son las nuestras, los religiosos tenemos que tomar conciencia de la urgencia de la radicalidad de la propuesta evangélica, aunque ella signifique ir en contravía de algunas mentalidades contemporáneas. (DA 219).9 Ésta puede
ser la originalidad de nuestra vida hoy, ser, como decía Metz, terapia de choque para la humanidad, confrontación con otra posibilidad, planteamiento de una manera diversa de juzgar, de pensar y de estructurar el propio universo.
9 Creo que es posible leer críticamente las alusiones a una cierta secularización de la Vida Religiosa en el continente, fenómenos de otros mundos que no siempre coinciden con las expresiones de vida cotidiana en la VR Latinoamericana.
A
nte las propuestas subjetivistas, estamos retados a responder con la creación de comunidades en
donde la comunión sustituya el imperio de la autocracia, allí en donde cada criterio egoísta sin tener en cuenta la búsqueda de la comunidad de Hermanos. La Iglesia es comunión de segui-
Fotografía: Steve Evans
uno se siente con derecho a imponer su
dores y seguidoras de Jesucristo. La respuesta de los primeros cristianos a
riencia de las verdades creíbles, sino
A
también las formas de vida y la misma
en la palabra, en la oración, en la celebración de la eucaris-
infraestructura económica. “Deja lo que
tía y en el compartir común (DA 154 -158). Urge evitar que
tienes y dalo a los pobres” tuvo su expre-
esté centrada en la presidencia, en la sola celebración de los
sión primordial en el compartir; porque
sacramentos o en la repetición de expresiones de una liturgia
cuando se comparte, alcanza para todos
que no es reflejo de la fe que se vive. Y no sobra tener presente
y sobra. Esto, para sorpresa de quienes
que Aparecida recupera el valor de las comunidades ecle-
creen que el solo criterio de la propiedad
siales de base como una alternativa pastoral y un motor de
subjetiva puede conducir a la satisfac-
renovación de la parroquia como comunión de comunidades.
ción del pan para todos.
(DA 170 -172, 187, 193-195)
la experiencia de Jesús resucitado fue la construcción de un modelo comunitario de vida que no sólo afectaba la expe-
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parecida nos desafía a una búsqueda de construcciones comunitarias; es decir, que nuestra acción pastoral se centre en la planeación hacia la consolidación de
comunidades cristianas en donde se haga verdad la reflexión
Desde una relectura de los votos
U
n mayor reto es la urgencia de una relectura de los votos en el contexto global de la vivencia del Evangelio. Los votos se viven en comunidad, por tanto, no son una prioridad personal, egoísta. Y voy a comenzar por la obediencia
M
religiosa.
e pregunto, ¿es posible que las instituciones educativas, sea cual sea su modalidad, diseñen
La obediencia
tanme ser más agudo aún ¿qué le impide
E
a un religioso o religiosa, Hermano o Her-
servidor de todos”. Asumir hoy el sentido de la obediencia religiosa, es dejar de
mana, crear comunidad con directivos,
aspirar a ser provincial y general. En las casas religiosas muchas veces se jue-
personal de servicios y docentes, o co-
ga a eso, incluso entre los Hermanos en formación inicial; a ser obispos en los
munidades de jóvenes en formación? ¿Por
seminarios diocesanos y a provinciales los religiosos, pero nunca se juega a
qué esto no es pensable? Y si lo fuera…
ser servidores minoritarios de las comunidades cristianas, y éste es realmente
¿por qué no iniciarlo como parte de esa
el sentido de la obediencia.
conmoción que la Iglesia latinoamericana
U
pastoral se centre en la construcción de diversos modelos comunitarios? Permí-
espera que suceda en su interior?
s necesario comprenderla en el sentido evangélico, como el buscar ser alguien que va adquiriendo autoridad, que es distinto a tener poder. Cuando usted hace voto de obediencia, busca vivir la relación de autori-
dad en los términos del Evangelio: “el que quiera ser el primero, que se haga el
na relectura de la obediencia significa que me acojo a los planes de la comunidad y los asumo, aunque me cueste, porque fueron discutidos, discernidos y construidos comunitariamente. Asumo los planes de la
comunidad porque los hice con ella o son el resultado de una tradición que me viene dada. Y ello no impide el que sea creativo frente a esos mismos planes.
S
i mi comunidad, que fue fundada para los pobres, ahora resulta entre los ricos, eso no puede ser una tradi-
ción sana; tengo que recrear mi búsqueda de vuelta nuevamente a lo fundamental y tengo que luchar por ello. Esta lucha no puede ser crispada, sino serenamente fiel. Usted no transforma su comunidad huyendo de ella ante el primer problema, sino quedándose en ella, incluso “estorbando”; es así como la transforma.
A
lgunos tenemos que asumir en nuestras comunidades el rol de ser incómodos, siempre y cuando
seamos testigos de aquello que pedimos, exigimos y buscamos. El gran problema sí
Fotografía: Davián Martínez
proyectos en donde la nueva vitalidad
es, desde el punto de vista de la obediencia, que lo que pedimos y reclamamos no lo estemos viviendo antes de ese pedir y reclamar.
47
La pobreza
U
mandar a los hijos a estudiar? ¿Si hay que
porque el universo de los pobres es suyo. La antropología, es
la alegría y el deseo de ir hacia adelante.
decir, el modo de ser humano de los pobres es su modo de
¡Ésa es la antropología de los pobres! Y
ser. Y puede vivir en un colegio elegante, bonito, y usted pue-
con ello no estoy negando sus errores o
de ser pobre. Pero puede vivir en el sur con mente de rico. Yo
defectos.
soy del sur, soy lomero, orgullosamente lomero; soy costeño
que se quita y se pone; no en los modos que utiliza, sino en el
L
modo de ser que va construyendo en su vida; y ese modo de ser
años en la comunidad y ya con psicólo-
de los pobres le va diciendo que hay cosas que no puede hacer,
go de cabecera. ¡Ése es el modo de ser
que no puede utilizar o adorar, y no al revés. ¿Que le digan qué
de los ricos, hermanos míos! Si usted
es lo que corresponde a la pobreza y qué no? ¿Quién? ¿Otro? ¿El
estuviera viviendo en un barrio pobre
ecónomo, el Hermano superior?
usted resuelve su problema y enfrenta la
¿
vida y lo aprende a manejar. Si puede ir
na relectura de la pobreza para devolverla a lo funda-
aceptar que la hija se busque un marido a
mental, a la causa de los pobres. Usted no es pobre
los catorce años? Los pobres integran la
porque esté aquí con el pasaje y no más. Es pobre
tragedia y el drama con la jovialidad, con
pero lomizado. Entonces los que vivimos allá podemos no ser pobres, si no hemos asimilado el modo de ser de los pobres. En eso consiste la pobreza para este tiempo, no en las cosas
gustiados, ansiosos, con tics, con crisis, con psicólogo de cabecera.
Religiosos que apenas llevan dos o tres
Qué significa asumir el modo de ser de los pobres? Los
a bienestar social o a un consultorio de
pobres son capaces de integrar la contradicción resol-
una EPS donde una psicóloga cada cinco
viéndola siempre en esperanza. ¿Cómo es posible cantar,
o seis meses, eso ya es mucho. Por eso
soñar, vivir, si no se tiene con qué comer? ¿Si no se puede
48
os ricos viven deprimidos, an-
los pobres se cansan de ir a estas ins-
tituciones, se van y aprenden a manejar sus dificultades; y siguen tratando sus problemas hasta que se mueren. Los re-
S
omos hombres, y como hombres célibes, nos relacionamos como hombres. No puedo esperar llegar
ligiosos tenemos que decirle al ecónomo
a mi casa y que me digan: “¿cómo te
que nos dé para pagar semanalmente
fue hoy, mi amor?”. Si yo no me casé,
los honorarios de una psicóloga, porque
igualmente las monjas no se casan con
tenemos con qué.
nadie, no tenemos ni esposo divino ni esposa divina. Nos puede enfermar estar
Me van a perdonar la desfachatez de esta
pensando en matrimonios espirituales.
expresión, pero en instituciones ricas,
Somos felizmente solteros. Solteros, no
gente con bolsillos y estómagos vacíos, es
solterones. El celibato tiene que ser visto
ridículo. De la misma manera, comunida-
de otra manera: no consiste en la conti-
des que por tener lo que tienen derrochan
nencia sexual genital. El celibato consiste
en ociosidades, ése no es el modo de ser
en una actitud frente a la sexualidad y los
de los pobres. Se inventan las cosas más
genitales no pueden ser el coco de la Vida
absurdas de este mundo y las justifican,
Religiosa. El coco del voto de castidad es
tampoco es eso pobreza religiosa. Enton-
mi valoración de la sexualidad, del hom-
ces, el asumir la causa de los pobres y lo
bre y de la mujer. Es mi comprensión de
que ella implica, el defender los derechos
la relación afectiva.
del pobre, esa es la nueva lectura de la
nada que ver con la pobreza religiosa;
E
esas fueron formas que ya pasaron de
establecer una pareja, por la causa del
moda, tiene que ver es con la disponibili-
Reino. Y eso tiene sus consecuencias;
dad económica que se logre a partir del
así como tiene consecuencias para la
trabajo de cada uno.
pareja. Quien se casa sigue sintiendo
La castidad
atracción por otras mujeres, claro. Si
pobreza que se necesita. Y no volvemos a hablar más de cuánto es el presupuesto o cuánto es la cuota, porque eso no tiene
ntonces ¿qué significa una relectura del voto de castidad? Es asumir que yo he querido vivir mi
sexualidad de manera distinta a la de
P
una mujer se casa, ella quiere mucho a
el auténtico sentido de la palabra, porque es tabú cuando no se habla de ella y tabú
ca que se acabe la admiración por lo
cuando se habla de ella con morbosidad. Algunos se asustan cuando se habla de
sugestivo masculino y femenino que se
sexualidad, olvidando que ésta es el modo de ser humanos. Todos somos sexuados y
nos presenta en frente. Entonces ¿qué
somos imagen de Dios en todo lo que somos. De manera que su sexualidad, su geni-
pasa? Que toda opción afectiva supone
talidad, sus deseos sexuales, sus demandas afectivas, son parte de su ser imagen de
un proceso y un trabajo con uno mismo
asemos a insinuar la relectura de la castidad. Si algo es complejo en este
su esposo, pero sigue viendo y sintien-
momento de la Vida Religiosa es el asunto de la castidad, porque la sexuali-
do que otros hombres son queridos. El
dad todavía sigue siendo un tabú al interior de nuestro estilo de vida. Tabú en
hecho de optar por la pareja no impli-
Dios. ¡Gracias a Dios somos sexuados, y como sexuados hacemos voto de castidad! No para estar siempre ubicados dentro de como castrados o tarados humana y afectivamente.
esa opción.
L
hombre orientado hacia su propio sexo y la homosexual es una mujer orientada hacia
P
su propio sexo. Por no comprender esto tenemos culturalmente las mujeres “macho-
ristas propios de algunas formas de Vida
rras” y los hombres “mariquitas”, porque no se identifican con lo que son. La orien-
Religiosa; ciertos miedos a hablar las
tación sexual no implica el que uno se desidentifique como hombre o como mujer. Lo
cosas; ciertos comportamientos chis-
más original de la castidad es ser plenamente hombres o plenamente mujeres.
mosos ante todo lo que tiene que ver con
a sexualidad es aquello que nos hace ser hombres y mujeres. Solamente hay dos modos de ser, hombre o mujer. El tercer sexo no existe. Y pienso la pregunta que tendrán en su mente ¿Y la homosexualidad? El homosexual es un
or eso creo que es fatídicamente nocivo, desde el punto de vista de una relectura de la opción celiba-
taria, ciertos comportamientos manie-
49
sexo, genitalidad y afectividad; cierta búsqueda de vivir, detrás de la trastienda, deter-
misma celebración de la Eucaristía con
minado tipo de experiencias afectivas; ciertas formas de contemporizar con algunos
Hermanos que, por la índole particular de
comportamientos que definitivamente abocan al conflicto interior y a la pérdida del
sus psicologías o por los complejos y ta-
control de sí. Entonces… si, como, no, si, si, si...en el teléfono, por ejemplo. ¿Por qué
ras que arrastran desde su infancia y por
no puede hablar con naturalidad? ¿Porque del otro lado hay alguien con quien se está
muchos años en sus vidas, pueden haber-
estableciendo una conversación ambigua? Claridad es claridad, Hermanos míos.
se convertido en auténticos no amigos,
E
o sea, en enemigos. No olvidemos que
pertenecemos. Porque si tenemos que llamar la atención a una persona, debemos
nuestra, se hace más común en la vida
hacerlo con cariño. Factores que hacen atractiva nuestra manera de ser. Tocamos la
religiosa contemporánea.
guitarra, cantamos lindo y, a veces, somos como los cantantes con su grupo de fans
E
n algunas personas se da una idealización afectiva del religioso o la religiosa,
en la Cena de despedida estaba Judas, y
creen que somos así como aparecemos. Somos amables, joviales, risueños,
Jesús le dio a comer del pan de vida. Dura
pero ese no es nuestro cotidiano modo de ser en las comunidades a las que
ambigüedad que, cada día, y para tristeza
¿Para qué es eso? Es para el reino y no para compensarnos. Es para una presencia de Dios en el mundo y no para utilizar la afectividad ajena a nuestro servicio. Una relectura de la castidad célibe implica una conciencia clara de la sexualidad y de la afectividad personal. No hay dos historias iguales, como no hay dos sexualidades iguales.
l reto es claro: la necesidad de una real fascinación por la presencia del Reino en cada uno de noso-
tros. Los nuevos movimientos religiosos
N
están planteando serios desafíos al
el centro de Bogotá. No hay receta para la castidad, usted es la receta. ¿Cómo maneja
por una clara y transparente expresión
sus relaciones con las otras personas? Con la afectividad no se juega; el flirt que está de
del carisma. Y valga aquí mencionar la
moda, es irresponsable. Algunos manejan mucho el “flirteo”, como si estuvieran insatis-
originalidad eclesial de cara a los pobres
fechos porque no se están realizando personalmente, y tienen la necesidad de un harén
y la pobreza que significan los carismas
o hay receta para vivir la castidad de forma perfecta. El agua fría no sirve sino
presente, de cara al futuro de las Iglesias
para congelarse, algunos decían que el agua fría servía para calmar las pa-
latinoamericanas y caribeñas. El reto es
siones. Entonces los que vivían en Chía eran más castos que los que vivían en
tener un real entusiasmo por la misión,
alrededor, de gente que los mime, que los adore. Entonces, no somos profetas. La libertad de nuestras comunidades y órdenes. Está afectiva es la refundación de la castidad en la Vida Religiosa. En síntesis, estamos siendo
allí y no lo podemos eludir.
religiosos para aprender a ser libres. En la medida que es libre, está llegando a ser el
T
hombre o la mujer que tiene que ser, para así llegar nuevamente a lo fundamental.
enemos que saber estar sin ser, es decir, hacer verdad el deseo
Comunidades con esperanza
N
50
evangélico de estar en el mundo sin
ser del mundo. Religiosos que tienen el
uestra vida común es una continua búsqueda de la se-
suficiente talante evangélico para meterse
ria capacidad de comprender que hacer comunidad no
en determinados ambientes sin manchar-
es vivir en el eterno idilio propio de una asociación del
se. Nuestra vida es contestación a los
mutuo elogio, sino en la capacidad de ayudar a unos, Hermanos
sistemas que se han establecido en el con-
o Hermanas, a ser ellas y ellos mismos, a partir de la comuni-
tinente. Seguimos creyendo y ratificamos
cación, del diálogo espontáneo, de la capacidad de gozar juntos,
la primacía de los pobres sobre los pode-
de planear juntos y de sufrir juntos. Así, evitamos que nuestras
rosos de este mundo, seguimos viendo al
comunidades sean la sumatoria de voluntades autárquicas
crucificado en los nuevos calvarios que
que sólo miran el provecho individual. El gran reto ante una
son los altares del neoliberalismo con su
sociedad y una cultura variopinta, es mostrar que es posible la
idolatría del mercado. Creemos que la vida
unidad en la diversidad.
merece vivirse cuando se propone ideales
L
grandes, a la manera de Jesús, pidién-
del sujeto. Esto, cuando sea posible vivir el amargo sabor del
de superación de los límites y encuentro
pecado de tener que compartir reflexiones, oraciones y la
gozoso con el cambio cotidiano.
as comunidades cristianas y la vida común de los reli-
donos, a partir de nuestra fragilidad, ser
giosos deben ser el laboratorio de experiencias comu-
perfectos. Necesitamos una nueva lectura
nitarias que señalan una alternativa al solo predomino
de la santidad como búsqueda continua
N
uestra vida es contestación a toda forma de dominación que no considera al otro y a la otra como Hermano y Hermana, como alguien a quien debo servir sin
condiciones. Nuestra vocación no nos otorga un poder ante una comunidad cristiana, sino el compromiso de ser servidoras y servidores minoritarios del pueblo santo de Dios. La minoridad no es un atributo de exclusividad franciscana, sino condición de todo el que quiera ser el mayor en términos evangélicos. La búsqueda comunitaria de la voluntad de Dios pasa por nuestra disponibilidad para estar allí donde somos urgentes y para no estar tras los sitios o lugares en donde podemos sentirnos bien y acomodados, pero hace mucho tiempo que ya no somos necesarios.
E
n las condiciones actuales del continente y de este país, estamos retados a reafirmar comunitariamente nuestra esperanza, porque la debemos construir para ir gestan-
do un presente y un futuro diferentes para la vida religiosa, para la vida común. Creo que estamos ante la urgencia de propuestas alternativas, inéditas, que recreen la fantasía y la capacidad de soñar en compromisos nuevos, en otras alternativas, en diseños y dibujos de realidades no experimentadas hasta el mo-
comunitarias, de las madres de todos los barrios populares,
mento. Urge el estímulo de la creatividad de nuestros Herma-
de los ministros de la palabra y catequistas, de los obreros que
nos, urge el no matar la capacidad creadora de quienes siguen
luchan por mejorar sus condiciones de vida, de los artistas y
proponiendo nuevos caminos de espiritualidad y compromiso
actrices que se preguntan por el sentido de todo esto, de los
con la misión, novedad en lo apostólico.
intelectuales inquietos que siguen creyendo que es posible una
E
alternativa de solución que no pase por la opresión y el desan-
y a la realidad personal desnuda y sin engaños. Urge volver a
(DA 172), que las instituciones educativas forjen nuevas genera-
recuperar la capacidad de silenciarnos, de irnos al desierto
ciones comprometidas con la construcción de otros modelos de
para encontrarnos a solas con el Señor en el corazón de la vida,
sociedad, fundados en el imperio de la justicia, la honestidad y
para corregirnos en la intimidad, repararnos y reconstruirnos.
el derecho.
Mientras no sintamos que el anuncio de la presencia del Reino
claridad pero allí está; mientras no dejemos que se abran nues-
Y
tros ojos y oídos porque ha llegado el año de la gracia del Señor,
Religiosa alegre, que está allí porque sabe disfrutar la vida, y
no podremos vivir una experiencia religiosa con sentido que se
en ese disfrute comparta con los demás su vida y la vida que el
funde en una seria identidad con nuestro estilo de vida.
Espíritu sigue creando a través de los gestos, de las palabras,
E
de los símbolos que generan gozo y deseo de vivir. Un capítulo
aquellos y aquellas que están en su búsqueda: de los pobres
sin condiciones en Aquel que nos sigue repitiendo: ¡Ánimo, no
organizados en pequeñas iniciativas comunitarias, de las ollas
teman, yo estoy con ustedes!
n este contexto y a partir de estas búsquedas, es preciso
gre de los más humildes. Todo un universo de búsquedas de
que sigamos reflexionando y asumiendo la necesidad de
las cuales debe ser parte la Iglesia para responder al querer
una espiritualidad intensa, seria, serena, profunda, que
del magisterio latinoamericano. Porque también es querer del
sabe volver al silencio, al encuentro con la propia subjetividad
magisterio que las parroquias sean comunión de comunidades
exige conversión, porque el tiempo se ha cumplido y está puesta el hacha en las bases del tronco; mientras no aceptemos que el Reino viene como la brisa suave que no sabemos percibirla con
profetas de la esperanza en un futuro posible, mejor que el pasado y el presente. Debemos ser capaces de recrear la simbólica y el gozo de la vida que mantienen
los pobres del continente a pesar de sus tragedias. Una Vida
l futuro de América Latina y de este país no es claro.
provincial puede ser la singular ocasión de dejar que el Espíritu
Pero en el fondo del túnel oscuro que vivimos, amasados
que puede hacer nuevas todas las cosas, regenere la esperanza
por la injusticia, se vislumbra siempre la luz de todos
para engendrar una nueva vida en la jovialidad y la confianza
51
Foto de familia Las revistas de Gimnasia
Dirigidas por el profesor Vicente Rocha. Estadio de la Ciudad Universitaria.
Fotografía: Archivo Distrito Lasallista de Bogotá
Bogotá,1951.
52
53
Pasaporte
La escuela lasallista del siglo
54
H n o . D i e g o M u ñ o z L e ó n F SC *
XXI
Exigencias de un mundo en cambio “Un hombre, a finales del siglo XIX, decide entrar en una máquina del tiempo que lo transporta cien años después. Al llegar a una calle de su ciudad, se sorprende por la cantidad de cambios que existen: el pavimento de las calles, el sistema de iluminación, la cantidad de aparatos y electrodomésticos que hacen más cómoda la vida, las computadoras, los vehículos automotores, los medios de comunicación social… todo es una sorpresa, hasta que consigue un lugar que no ha cambiado: ¡nada menos que su propia escuela!”
En la década de los ochenta las discu-
A par
siones de los sociólogos de la educación
recu
encendían los ánimos cuando analizaban la institución escolar como un dispositivo de control y no de cambio en la sociedad. Generalmente se tildaba a la escuela de autoritaria, conservadora e incapaz de formar un nuevo tipo de persona para la construcción de una sociedad más democrática. Casi treinta años después, aún dejando de lado posiciones extremas que hoy en día han sido secuestradas por la pedagogía crítica norteamericana, no cabe duda de que a la escuela como institución social le ha costado –y todavía le cuesta– asimilar y promover los cambios que la sociedad necesita. Sigue siendo una de las instituciones sociales más exigidas de cambio.
E
n efecto, hay una historia anónima que cuestiona la dificultad que tiene la escuela para cambiar: un
hombre, a finales del siglo XIX, decide entrar en una máquina del tiempo que lo transporta cien años después. Al llegar a una calle de su ciudad, se sorprende por la cantidad de cambios que existen: el pavimento de las calles, el sistema de iluminación, la cantidad de aparatos y electrodomésticos que hacen más cómoda la vida, las computadoras, los vehículos automotores, los medios de comunicación social… todo es una sorpresa, hasta que consigue un lugar que no ha cambiado: ¡nada menos que su propia escuela! Parece que allí el tiempo se hubiese detenido: maestros al frente de las clases, niños aburridos siguiendo las lecciones y, como recuerda Celéstin Freinet, el agotador instrumento de la saliva con la que se enseña día a día.
E
l problema no es estar de acuerdo
Artículo publicado en la revista de familia del Distrito México Norte. A partir del primero de septiembre de 2009, el Hno. Diego será el coordinador de investigación y recursos lasallistas de la Congregación en Roma, Italia
o no con este tipo de crítica ácida hacia la institución escolar; se
trata más bien de evaluar la capacidad que tenemos como educadores para estar atentos a una realidad que exige
55
nuevas respuestas de parte nuestra. Cambiar por cambiar es inútil, muy propio de una estética superficial; cambiar para responder, para transformar, para incidir, para incentivar, suena realmente diferente y necesario si nos detenemos a valorar el impacto que ha tenido esta primera década del siglo en nuestra experiencia humana.
E
n efecto, el siglo XXI amaneció con la expectativa del nuevo milenio (¿recuerdan el efecto Y2K que iba
a detener las computadoras a las 0:01 del 1º de enero del año 2000?). Se activaron las esperanzas del hombre y su mirada se elevó hacia una trascendencia difusa, poco convencida del valor de las religio-
nes como respuesta a sus inquietudes más íntimas. La mentalidad posmoderna, insinuada a través del desarrollo filoel centro de la atención mundial, y el SIDA
pasado, hizo su irrupción en la vida coti-
y las enfermedades de la miseria conti-
diana con su planteamiento estético, poco
nuaron matando gran cantidad de seres
comprometido con la realidad, hasta que
humanos; la pobreza dejó de interesar.
el atentado del 11 de septiembre de 2001
Pero Asia surgió con fuerza como una po-
obligó a reaccionar a un mundo absorto
tencia económica y tecnológica, despla-
en la ambigüedad. El “todo vale” se trans-
zando el interés de las grandes potencias
formó en “todos son mis enemigos”. El
hacia mercados más prometedores. Al
E
paradigma de la defensa nacional, de la
menos, en educación surgió el paradig-
iniciativas que se han ido diversificando y
seguridad americana comenzó a invadir
ma de la sociedad del conocimiento que
especializando, con el deseo de respon-
la conciencia mundial. De un día para otro hasta ahora va planteando retos tímidos
der a las exigencias de una misión cada
comenzamos a ser incómodos unos para
hacia la construcción de una comunidad
vez más compleja. De manera especial,
otros. A partir de ese momento, ninguna
internacional donde el saber sea el mayor
los cursos de verano en las áreas de la
frontera ni aeropuerto ha llegado a ser un
capital humano frente al tener (pero que,
espiritualidad y la pedagogía lasallistas
lugar seguro.
a la hora de la verdad, podría convertirse
se han constituido en espacios de forma-
E
en un saber para un mayor tener).
ción de calidad reconocidos por maes-
A
tros de todas las instituciones lasallistas
n América Latina también sucedieron cambios. En algunas regiones del continente emergieron nuevas
experiencia formativa
l Distrito de México Norte ha hecho un esfuerzo sostenido en el tiempo para impulsar la forma-
ción de sus maestros en una cantidad de
casi una década de cambios inten-
del Distrito.
sos en el panorama mundial y na-
han devenido en mayor pobreza y frustra-
dad ha transformado nuestra manera
ción. En Europa, nuevos conflictos bélicos
de pensar, de actuar, de ser educadores
N
recordaron la dificultad de asumir un
cristianos? ¿Cómo nos hemos preparado
dispuestos a asistir de buen agrado a los
proyecto continental si no se atendían las
en este tiempo para dar respuesta a las
cursos de formación, hay otros que se
demandas y diferencias socioculturales
exigencias de una realidad que ha cam-
resisten a participar, ya que asumen que
de una población con problemas milena-
biado frente a nosotros, con nosotros y a
lo saben todo acerca de La Salle, de su
rios no resueltos. África dejó de estar en
pesar de nosotros?
vida y pensamiento.
propuestas, más orientadas al socialismo
cional, sería bueno preguntarnos
y al populismo militarista que hasta ahora como lasallistas: ¿de qué manera la reali-
56
Tocando fondo en nuestra
sófico de las últimas décadas del siglo
o obstante, en diálogo con maestros del Distrito, hemos podido constatar que, si bien contamos
con un número significativo de lasallistas
N
o cabe duda de que los Hermanos
emergente que se está manifestando en
compleja donde los pobres se convierten
de las Escuelas Cristianas han
cantidad de iniciativas sencillas, retadoras
en la referencia primera por su capacidad
venido renovando, a lo largo del
y, especialmente, cuestionadoras acerca
para acercarnos a la experiencia de Jesu-
tiempo, su propuesta formativa conforme
de nuestro ejercicio rutinario de la escue-
cristo y de La Salle. Desde ellos podemos
a las invitaciones que han recibido de los
la. Su conjunto va más allá de lo que se ha
entender la exigencia que hace el Instituto
Capítulos Generales, Capítulos Distritales y
identificado como “Islas de creatividad”.
para defender los derechos de los niños;
Asambleas de la Misión Educativa Lasa-
Quizás son experiencias donde Hermanos
desde ellos, es posible experimentar los
llista. Estas instancias han sido asumidas
y Seglares se han empeñado en dar res-
problemas que agobian a más del 40% de
como expresión de la búsqueda de la vo-
puesta a situaciones difíciles que les han
la población de nuestro país; desde ellos,
luntad de Dios, donde Hermanos y Seglares
exigido romper los esquemas rutinarios de nos podemos dar cuenta de que la frater-
hemos participado en diferentes niveles
su experiencia escolar, cualquiera que sea. nidad sólo tiene sentido cuando sirve para
con entusiasmo y responsabilidad. Como
transformar situaciones de injusticia en
toda institución, corremos el riesgo de caer
¿A qué nos referimos cuando hablamos de
esperanza. Muchos de nuestros Her-
en los extremos: por una parte, una rutina
la “Innovación lasallista”? Asumimos la
manos y Maestros a lo largo del mundo
que nos da seguridad y confianza; por otra,
definición del Hermano Nicolas Capelle:
lasallista hoy nos dan testimonio de que
un exceso de búsquedas que convierte la
esto es posible y que no es sólo un sueño.
actualización en una tensión permanente
La innovación es, por consiguiente, una iniciativa
Pero este movimiento de conversión
que no conduce a ningún lado. Tanto una
que produce nuevas realizaciones , itinerarios ,
personal e institucional, al que estamos
como otra se convierten en enemigas de la
comprensiones y, en último término, estructu-
todos invitados, requiere de formación y
institución escolar, cuya naturaleza necesi-
ras .
acompañamiento.
ta propuestas sólidas y coherentes capaces
nueva situación, sino de otra forma de mirar la
de aportar direccionalidad y horizonte de
realidad, dialogar con ella y dejarse transfor-
futuro. Esto es mucho más evidente en
mar por esa relación.
instituciones de inspiración cristiana como
transforma tanto a las personas como su forma
las nuestras que tienen el compromiso de
de crear sociedad.
traducir las exigencias evangélicas del se-
No se trata de una simple adaptación a una
Finalmente, la innovación
Nuevas perspectivas de formación permanente
C
onscientes de los retos que tene-
ería bueno preguntarnos como
Q
educadores lasallistas: ¿cómo asu-
se trata de dedicar tiempo y recursos a un lasallista para Hermanos y Maestros .
mimos la necesidad de formarnos
guimiento de Jesucristo desde una vivencia como Iglesia educadora.
uizás plantearnos el problema de la formación permanente implica darle un horizonte de sentido que
S
haga posible la pregunta ¿para qué? No
mos frente a nosotros, estamos organizando en el Distrito de
México Norte una nueva propuesta de formación en Espiritualidad y Pedagogía
ejercicio autocomplaciente de mirarnos a
Ésta pretende convertirse en una expe-
para ser fieles a nuestra misión educativa
nosotros mismos y de valorar la riqueza
riencia de reencuentro, síntesis y proyec-
en el aquí y ahora de nuestra escuela, de
de nuestro propio carisma para la Iglesia.
ción de la identidad vocacional de cada
nuestro Distrito?
Formarnos implica asumir, como comuni- uno de los convocados. dad, el reto de prepararnos para respon-
L
tes de contar con un carisma que nos da
C
os lasallistas somos herederos de
coherencia y pertinencia en el mundo de
a tomar contacto con el pensamiento de
una institución tricentenaria. Con
la educación. Y este movimiento implica
San Juan Bautista de La Salle, desde las
esto reafirmamos la insistencia
prepararnos para incentivar experiencias
claves de lectura que las investigaciones
del Hermano Nicolas Capelle, actual
de innovación en nuestras propias institu- de la última década han proporciona-
Visitador de Francia, en que tomemos
ciones lasallistas, con el apoyo de nues-
do, sobre todo desde una relectura del
consciencia del peso institucional de
tros compañeros de camino –Hermanos
contexto y de las fuentes originarias de
una congregación que no da pasos en
y Seglares– en función de promover un
la experiencia lasallista. Nuestro Santo
falso frente al futuro, pero que contiene
servicio educativo cada vez más conse-
Fundador es una fuente inagotable de
dentro de sí el germen de un paradigma
cuente con las llamadas de una realidad
intuiciones espirituales y pedagógicas
El paradigma de la innovación educativa
der con creatividad a las exigencias de la educación del siglo XXI desde nuestra especificidad como lasallistas, conscien-
uando hablamos de reencuentro, nos referimos a la necesidad de que cada uno –Hermano o
Maestro– tenga la oportunidad de volver
57
que dan cuenta de un carisma vivo en
Hermanos no nos demos a conocer en
de generar proyectos educativos consis-
la Iglesia. Acercarse a su persona, a su
nuestra esencia como Religiosos Laica-
tentes. Por eso, hay una insistencia en
pensamiento y a sus frutos nos llevan
les, con una vocación que nos realiza y
el estudio de la espiritualidad francesa
directamente a Jesucristo como el centro
que nos compromete comunitariamente
del siglo XVII, de donde De La Salle fue
de nuestra propuesta educativa. Por
en el servicio educativo al que hemos
madurando una sensibilidad propia hacia
supuesto, esto implica el movimiento de
sido llamados por nuestros Superiores,
la consideración de Jesucristo como cen-
desaprender para aprender de nuevo.
no podremos ser buenos compañeros
tro y fuente de inspiración evangélica y
C
de ruta de nuestros Maestros. Incluso,
pedagógica. Toda esta búsqueda nos lleva
uando hablamos de una experien-
si no nos dejamos evangelizar por ellos,
a la consideración de las meditaciones
cia de síntesis, queremos afirmar
como lo hizo Adrián Nyel con De La Salle,
en tiempos de retiro como una propuesta
que quizás conocemos muchas
difícilmente creeremos las exigencias de
para el Maestro de hoy.
cosas acerca del carisma, de la vida de La Juntos y por asociación. Salle (algunos sólo tienen como referen-
cia la película) y de sus escritos; pero hasta ahora no nos hemos preocupado por darle forma y sentido a toda la información recibida. Al tener la oportunidad
En un tercer momento, la riqueza de la
E
ntonces, ¿qué proponemos como
reflexión lasallista nos lleva a cuestio-
experiencia de formación para los nar nuestro propio quehacer educativo: Hermanos y Maestros del Distri-
to? un curso en tres niveles:
de releer y de confrontar el pensamiento
frente a las demandas de la realidad, cómo debemos prepararnos para afrontar retos que, incluso, comprometen
Primer nivel: la centralidad de la persona de Jesucristo en la escuela cristiana
nuestro futuro profesional y nuestro
llamados a trabajar de la mañana a la
C
de La Salle como familia educativa en
a partir de la consideración del binomio
mismos a través de la revisión de nues-
noche, sino a dar sentido a lo que hace-
Lasallista: espiritualidad-pedagogía.
tro proyecto personal de vida.
C
Con este fin, iniciamos el curso tomando
Este primer curso termina con una
uando hablamos de proyectar
contacto con la realidad del contexto his-
invitación a hacer una síntesis personal
nuestra identidad vocacional,
tórico francés del siglo XVII. Esto atiende a
considerando a Jesucristo como quien da
nos referimos a la necesidad de
la experiencia profunda que vivió nuestro
sentido a nuestra vocación de Maestros.
reconocernos en nuestras propias espe-
Santo Fundador, cuando Dios se le mani-
cificidades como Hermanos y Maestros
festó desde una realidad concreta que lo
que caminamos juntos, cada uno con su
impresionó y le hizo optar por un proyecto
vocación y su experiencia de vida espe-
desconocido para él: el mundo de las es-
cíficas. Juntos y por asociación ha sido
cuelas. Nosotros también estamos llama-
una frase utilizada hasta el cansancio,
dos a vivir esa experiencia; desde nuestra
pero poco asumida en la vida cotidiana.
propia realidad, necesitamos escuchar las
Mientras el Maestro seglar no haga una
invitaciones que nos hace Dios a través de
verdadera síntesis de su propia identidad
su Palabra, de nuestros alumnos y de los
E
como cristiano, con una familia que le de-
acontecimientos.
lo Educativo Distrital.
En un segundo momento del curso
En un primer momento estudiamos la
del Santo Fundador con el apoyo de otros Hermanos y Maestros estaremos en condiciones de conectar su experiencia con la nuestra, de retomar sus palabras para construir un propio corpus de criterios y principios que puedan sostener la experiencia cotidiana hoy. No sólo estamos
proyecto de persona. De ahí la importancia de sintonizar con el caminar
onsideramos necesario ofrecer una México Norte, con el mismo Dios que visión cristológica de la vocación
nos llama y que nos convoca al encuen-
del Maestro de la escuela cristiana
tro con Él en la oración y con nosotros
mos para no perder el norte.
Segundo nivel: la escuela cristiana como espacio eclesial de salvación n este segundo nivel proponemos una relectura de la escuela lasallista como espacio de salvación
que permita abordar el estudio del Mode-
manda tiempo y recursos, con un trabajo que le exige un compromiso temporal y
58
una identidad carismática, no podrá hacer profundizaremos en lo más original del
realidad de la escuela en el tiempo de
la síntesis personal y familiar que nece-
pensamiento del Santo Fundador: su
Juan Bautista De La Salle. Quizás hay
sita para proyectarse en su originalidad
capacidad para desarrollar una síntesis
muchos mitos que tenemos que dejar
como cristiano educador comprometido
de espiritualidad y pedagogía cristianas
atrás para valorar, en su justa medida,
en un proyecto educativo. Mientras los
de profundas raíces teológicas, capaz
la experiencia de un hombre que supo
Tercer nivel: la comunidad de Maestros, sujeto eclesial de salvación para niños y jóvenes
de los pobres, el acompañamiento frater-
educativa que demanda de nosotros una
E
centro educativo.
consideración de la comunidad de Maes-
sonal sobre su itinerario dentro de una
nueva postura ante los requerimientos
tros como sujeto eclesial de salvación
comunidad llamada al servicio educativo
del siglo XXI.
para los niños y jóvenes a quienes sirve.
de los pobres.
Para alcanzar nuestros objetivos, profun-
El punto de partida de la reflexión nace
dizamos en los fundamentos del Minis-
del estudio de la comunidad que Juan
terio de la educación cristiana. Al tomar
Bautista de La Salle y los primeros
conciencia de la riqueza carismática que
Hermanos construyeron como respuesta
tenemos en las manos como maestros
al llamado de Dios a la educación. Desde
cristianos, podemos conectar con la ex-
allí, hoy podemos comprender la riqueza
periencia escolar de La Salle y los prime-
de una comunidad educadora que ha
ros Hermanos, misma que encontramos
permanecido por más de trescientos
A
en la Guía de las Escuelas. Este docu-
años sirviendo en la escuela y que
sotros una nueva sensibilidad para abor-
mento, fruto del esfuerzo de cuarenta
tiene un perfil propio, sobre todo, por el
dar los problemas educativos que afectan
años de sistematización escolar, pide de
impulso que los Seglares han dado a las
directamente el desarrollo integral de los
nosotros un ejercicio de reubicación his-
escuelas lasallistas.
niños y jóvenes que tenemos a nuestro
comprender la educación de su época y conectarla con las necesidades de los hijos de los artesanos y de los pobres de su país. Este es el mismo ejercicio que debemos hacer como Maestros en nuestra realidad latinoamericana: renovar las claves de lectura de una experiencia
no a los alumnos, y la actualización del Ministerio Educativo Lasallista de nuestro
n este último curso se trabajan las bases para la comprensión de la
El tercer y último curso termina invitando
asociación lasallista a partir de la
a los Maestros a elaborar su síntesis per-
Dispuestos a crecer finales de la primera década del siglo XXI no podemos ser indiferentes ante las exigencias de un
mundo en cambio. Éste demanda de no-
cargo; nos interpela como profesionistas
tórica para comprender sus intuiciones educativas en nuestro mundo. De esta
La comunidad, en un segundo momento, se
con capacidad para promover respuestas
manera nos preparamos para asumir las
convierte en objeto de estudio y reflexión.
pedagógicas-pastorales que impacten
exigencias de la fidelidad creativa que el
Para comprender su dinámica interna es
efectivamente en la realidad; nos invita
Modelo Educativo Lasallista del Distrito
necesario entender la importancia de un
como cristianos a dar testimonio del
de México Norte y que el Proyecto Educa-
carisma que ha dado sentido y horizonte
ministerio que la Iglesia nos ha confiado
tivo Regional Latinoamericano Lasallista
a la experiencia comunitaria y escolar de
para la salvación de la niñez y la juventud,
(PERLA) nos piden para ser coherentes
los Lasallistas en más de tres siglos. De
sobre todo, de aquellos sectores de la
con el hoy y el aquí de la educación.
ahí que sea importante comprender la
población que no cuentan con alternativas
perspectiva de una Teología del Laicado
para alcanzar una vida digna.
Todas estas inquietudes se materializan
capaz de fundamentar la propuesta de un
en tres aspectos que se trabajan en un
modelo de comunidad de comunidades que
tercer momento: la animación pastoral de
hace posible la dinámica de la Asociación
la escuela lasallista, el significado de la
como una respuesta a las llamadas que
catequesis en la experiencia escolar, y el
Dios sigue haciendo a los Maestros como
L
perfil de la escuela comprometida en la
cristianos adultos y comprometidos en la
Hermanos y los Seglares entremos en un
salvación de los niños y jóvenes.
salvación de sus alumnos.
serio proceso de formación permanente
El segundo curso termina invitando a los
Estas nuevas perspectivas ayudan a
lasallista. Sin un proceso sólido de re-
participantes a elaborar su propia sínte-
tomar conciencia sobre tres áreas pasto-
flexión y acción será muy difícil responder
sis sobre el compromiso que tienen como
rales a las que están invitados todos los
a los retos planteados. Por esta razón,
ministros de Jesucristo en la escuela.
Maestros lasallistas: el servicio educativo
necesitamos caminar juntos.
a Asamblea Internacional de la Misión Educativa Lasallista, celebrada en Roma en el año
2006, insistió en la necesidad de que los
para comprender y recrear el carisma
59
Rostros y momentos Lente
de la visita del Hermano Álvaro Rodríguez Echeverría, Superior General de los Hermanos de las Escuelas Cristianas
El Hno. Álvaro Rodríguez, Superior General y el Hno. Edgar Nicodem, Consejero General para América Latina, compartieron con los Hermanos, estudiantes, docentes y demás lasallistas del Distrito de Bogotá durante los primeros días del mes de abril. 60
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Fotografías: Alexánder González M. FSC
L
a alegría por la llegada del Hermano Álvaro se reflejaba en la sonrisa de Hermanos, estudiantes, padres de familia, profesores y demás lasallistas
que se reunieron en diferentes actividades para saludar al Superior General y escuchar sus palabras.
L
a presencia del Hermano Álvaro llenó de alegría al Distrito que se quedó con la riqueza de sus palabras, el recuerdo de su carisma y la bendi-
ción de la visita del Hermano que representa a todos los Hermanos del Instituto. Uno de los momentos más significativos de la visita fue cuando el Hno. Álvaro se desplazó a la ciudad de Fusagasugá para visitar a los Hermanos mayores del Distrito. Allí los 16 Hermanos ancianos lo recibieron fraternalmente y se sintieron muy honrados de tener en su comunidad su Superior General, quien expresó: “Esta comunidad es una bendición para el Instituto, pues es la manifestación de que la vida religiosa lasallista vale la pena y que la misión educativa puede llevar a la realización personal de un hombre hasta los últimos días de su vida”
E
l Hermano Álvaro compartió con jóvenes representantes de todos los colegios lasallistas del Distrito, pasó una tarde en compañía de todos los
formandos y formadores. Además, se reunió con docentes y estudiantes de la Universidad de La Salle; con el recientemente conformado Consejo MEL. Acompañó a todos los Hermanos del Distrito en un retiro que culminó con la profesión Perpetua de los Hermanos Sergio Barrios, Andrés Cárdenas y Juan Pablo Velásquez. De igual forma, presidió las celebraciones de los 100 años del Colegio de La Salle de Cartagena de Indias, en la costa caribe del país.
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Fotografías: Alexánder González M. FSC
¿Los estudiantes valoran la clase de religión? ¿Y la Educación Religiosa Escolar para qué? ¿Cómo hacer para apoyar a los docentes responsables de la ERE? ¿Por qué hay veces en las que la clase de religión es tan aburrida? ¿La ERE puede ser un lugar de encuentro con las otras religiones? ¿Cuál es la diferencia entre la clase de religión y la catequesis? ¿Qué pretendemos con las clases de ERE?
La educación católica en Colombia está reflexionando hace años sobre su papel en la historia y su compromiso social. La escuela lasallista no es ajena a este proceso y es por eso, que desde hace dos años se reune un grupo de docentes para debatir, estudiar y proponer nuevos caminos para hacer de esta asignatura un elemento significativo en la educación de los niños y los jóvenes.
A partir de este número de Somos Más, este equipo nos compartirá breves artículos producto de sus jornadas de trabajo y de la investigación que están desarrollando con la participación de estudiantes, padres de familia y docentes. 64
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El quid del asunto sobre la fundamentación de la Educación Religiosa Escolar M a g í s t e r D a v i d E mm a n u e l V i d e s S a n J u a n
E
n el presente escrito pongo en consideración algunos apuntes sobre los procesos de reflexión que, desde hace algún tiempo, se han venido realizando en torno a la
fundamentación de la Educación Religiosa Escolar dentro del currículo de las instituciones educativas, ejercicio que se ha acentuado en los últimos años a raíz de algunas directivas de carácter legal.1 En este sentido, los diferentes eventos en los cuales se intenta congregar la reflexión del cuerpo colegiado de docentes de ERE.2 se convierten en un importante referente, en cuanto a expresión de la realidad pedagógica de nuestras instituciones y de la manera como se está asumiendo dicho proceso de fundamentación/reformulación.
1 Hago referencia especialmente al Decreto 4500 del 19 de diciembre de 2006 del Ministerio de Educación Nacional, “Por el cual se establecen normas sobre la educación religiosa en los establecimientos oficiales y privados de educación preescolar básica y media de acuerdo con la Ley 115 de 1994 y la Ley 133 de 1994”. 2 Como las Asambleas Nacionales de Profesores de Educación Religiosa Escolar, organizados por la Arquidiócesis de Bogotá junto a CONACED, que tienen su par en eventos distritales encabezados por la Casa Pastoral como los Encuentros Nacionales de Maestros Lasallistas de Educación Religiosa Escolar y el Primer Congreso de Educación Religiosa y Catequesis frente a las búsquedas juveniles.
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Fotografía: Davián Martínez
A
planteamiento con rigor académico de
E
de nuestros jóvenes, pese a un notorio
difícil tarea, de dar razones y argumentos;
algunas convicciones que desde hace
esfuerzo de acercamiento que no es posi-
es decir, con la intencionalidad de “darles
no pocos años se vienen gestando; y por
ble negar. A ese respecto habría que decir razones para su fe” (1Pe 3,15), alimentar
otro, el escaso eco que tienen dichos
que el ánimo por incluir en la práctica
la criticidad en vez de temerle. En otras
planteamientos y la evidente confusión en
pedagógica escolar ciertos elementos
palabras, parafraseando a Daniel Pennac,
muchos de los profesores. A continuación
externos de carácter lúdico tan propios
estamos llamados a reconocer que nues-
se presenta un intento por resumir dichos
del ejercicio pastoral, pasa por el conven-
tros estudiantes son hijos de su época,
apuntes en tres aspectos relacionados;
cimiento de que estos son radicalmente
mientras que nosotros no somos más que
esto, con el ánimo de construir un lugar
esenciales en el reto de atraer a nuestros
los hijos de nuestros padres 3 -y en buena
de importancia real y eficaz para el área
jóvenes; lo cual, siendo muy cierto para
parte, de la tradición-.
hora bien, estos encuentros dejan entrever dos movimientos en tensión: por un lado, el
n primer lugar, es perceptible la
algunos, no compensa el hecho de que
distancia que nos separa de un co-
para otros el movimiento es más profun-
nocimiento auténtico de la realidad
do y se hace necesario apostarle a la más
de Educación Religiosa Escolar. 3 “Es un ‘hecho social’. Una acumulación de ‘hechos sociales’ que podría resumirse en que nuestros hijos son los hijos y las hijas de su propia época mientras que nosotros no éramos más que los hijos de nuestros padres”. PENNAC, D. Como una novela. Bogotá: Norma, 1997, pág. 25.
67
A
hora bien, cuando decimos que ellos son ‘hijos de su época’, no se plantea necesariamente una visión pesimista del mundo en el que vivimos; la intenciona-
lidad es más bien, sin negar las incontables incongruencias y tergiversaciones que no se pueden esconder, apuntar a las grandes ventajas que tiene la mentalidad posmoderna. Algunos autores plantean que todo sistema posee en sí mismo el inicio de su caos y fin4; siguiendo esa lógica, la misma sociedad en la que estamos inmersos habría gestado el germen que permite asumirla con sus contradicciones para suscitar, desde ellas mismas, caminos transformadores. Una mirada a la realidad y a la juventud actual, y más aún, la escucha atenta de sus posturas, nos remite a un dinamismo fundamental que podría constituirse en el eje de diversos procesos: la criticidad, que no pocas veces es utilizada para atacar a muchas instituciones, le permite al joven generar argumentos consistentes e instrumentos de cambio. La cuestión es, entonces, una apuesta plena por los estudiantes que tienen mucho que aportar en el ejercicio de una criticidad auténtica; es decir, con argumentos que supongan conocimientos sólidos y veraces, y no contenidos sesgados o verdades escondidas detrás del temor de su impresionabilidad. En otras palabras, conocimiento y competencias reales a nivel trascendente, en defensa de la importancia de la academia en la Educación Religiosa Escolar.
Fotografía: Davián Martínez
4 Esta consigna se deriva principalmente de algunos tratados de materialismo histórico donde aparece Karl Marx como principal representante.
E
n segundo lugar, el reconocimiento de los espacios de formación religiosa en el contexto actual, como círculos entrelazados, donde cada espacio comparte cierto sector con los otros -enlace que de ningún modo puede perderse-, pero también donde cada círculo posee un sector propio y exclusivo,
desde el cual se define su identidad. Esa es la labor que hemos emprendido en la Educación Religiosa Escolar: no confundirla con la formación religiosa que debe darse en el seno de la familia, no ponerla en reemplazo de la pertenencia parroquial y, por último, más delicado y difícil aún, no volverla Pastoral Educativa. En esta línea, hay asuntos en los que después de no pocas discusiones nos hemos puesto de acuerdo; por ejemplo, ya reconocemos que las actitudes de fe no son evaluables y que el seguimiento de una experiencia de fe no es congruente con una evaluación curricular, aunque ambos procesos supongan un acompañamiento consciente. Sin embargo, todavía es difícil plantear, sin cierta reacción negativa, que los procesos de fe no son propios de la ERE; dilema que se resuelve volviendo a “los círculos entrelazados”: no pertenecen a su sector exclusivo aunque sí es un asunto relacionado cuya identidad propia se encuentra, no obstante, en la educación familiar y las catequesis, sean éstas parroquiales o no.
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igualdad es siempre condición de diálogo, ni pretender que la ERE dialogue sin un estatuto tan formal y sólido como el que poseen las demás áreas de formación. La cuestión en este punto es, sin olvidar el marco de humanización -que es válido no sólo para la ERE sino para todas las áreas-, no descuidar los aspectos específicos, reconociendo que si se hace demasiado énfasis en la ERE en un amplio contexto nos lleva a confundirla con la Pastoral Educativa y, en consecuencia, a atribuirle facultades no de área académica sino de ámbito escolar. Aunque parezca extraño, hay que decirlo, la confesionalidad o catolicidad de nuestros colegios no puede depender exclusivamente del área de Educación Religiosa.
T
eniendo en cuenta lo anterior, la definición identitaria que se requiere demanda, más que respuestas
válidas y definitivas, establecer el quid de la Educación Religiosa y fundamentarlo más en la trascendencia que en la confesionalidad; esto es, que el estudiante reconozca en sí mismo una dimensión trascendente y la integre a su cotidianidad (ya las formas específicas de ello: oraciones, prácticas, etc., pasan a un círculo distinto). Así, los lineamientos curriculares han de corresponder a la dimensión trascendente del ser humano en la perspectiva de una formación integral y de otros aspectos como el estudio de la Biblia; y todos los problemas de evaluación
n tercer lugar e íntimamente re-
E
ración de su dignidad5. Con todo, en aras
sólo tendrían cabida entendidos en esa
lacionado con lo anterior, aparece
de gestionarla responsablemente en el
perspectiva. Lo que no se puede obviar
el reto que finalmente nos convo-
contexto de los currículos institucionales,
es que la Educación Religiosa forma para
ca: la definición del área de Educación
se debe tener en cuenta el alto riesgo que
crear criterios y asumir opciones valora-
Religiosa Escolar. En ese proceso se han
existe de olvidar o dejar de lado el espacio
tivas; en otras palabras, se nos convoca
planteado aportes muy valiosos como su
específico del área de Educación Religiosa
para apostarle a la trascendencia desde
equiparación a un elemento transversal
y Moral, como lo llama la Ley; esto quiere
el sentido de la vida, con la convicción de
para “convertir la ciencia en sabiduría”,
decir, los lineamientos formales que debe
que lo propio de la Educación Religiosa
en una preocupación por la humanización
tener para poder dialogar en igualdad
Escolar es favorecer dicha opción con co-
en términos que “el hombre recupere su
de condiciones con las otras ocho áreas
nocimientos y argumentos sólidos y, más
puesto primordial en la política, la ciencia,
obligatorias. No podemos olvidar que la
aún, de que nuestros jóvenes (no pode-
la economía, etc.”; es decir, en recupe-
5 Segunda Asamblea Nacional de Profesores de Educación Religiosa Escolar. CONACED. Bogotá. marzo de 2008.
mos negarlo) están ávidos de sentido.
69
¡Dios sabe como la vida!
H n o . E d i s s o n L e e F i q u i t i v a S á n c h e z . F SC
“Si el hambriento no encuentra fe, la culpa recae sobre aquellos que le rehusan el pan” (D. Bonhoeffer)
70
¿
Cuáles deben ser las características de las comunidades educativas lasallistas, y qué deben buscar para
que los procesos formativos en el área de la espiritualidad les permitan integrar la cotidianidad de la vida, sus actividades, procesos y vivencias como pueblo y como grupo en un horizonte de significación que les abra nuevos espacios para recuperar el sentido, a pesar de las diferencias geográficas y culturales sobre las cuales supuestamente están construidos sus Proyectos Educativos Institucionales?
S
i la pregunta resulta densa y compleja puede ser porque indaga por nuestras oportunidades de convertir
la experiencia de fe en posibilidad, en un
Se cuida, sobre todo, la transmisión de valores de vida: a través de todo el currículo, a través de las relaciones y las estructuras, a través de campañas especiales
escalón hacia el progreso, en el marco de una Escuela que decimos: es lugar de salvación, porque entendemos esta última como el deseo de todo ser humano por alcanzar la auténtica felicidad que resulta de una profunda y verdadera realización personal y comunitaria, construida a diario (algunas veces con la mayor dificultad) como primicia histórica de lo que Dios quiere desde el principio para toda la creación.
N
P
ero quizá, el rasgo más oscuro de los últimos años de la historia es la crisis de esperanza. Los acontecimientos más recientes han sido los encargados de desmitificar
el mito del desarrollo, piedra angular de la civilización moder-
unca encontrará un ser humano,
na. Las grandes promesas no se han cumplido. Mientras que
ni dará en todo el transcurso de
por un lado se ha obtenido bienestar, por el otro se ha obtenido
su existencia, bastante amor,
marginación, desempleo, soledad, masificación, individualis-
verdad, libertad, belleza, bondad y alegría.
mo, desigualdad. Así mismo, la vida se ha hecho más larga,
Vivimos con la mira puesta en algo defini-
pero también más vacía y superficial. Se extiende poco a poco
tivo, vivimos continuamente tensos miran-
una intuición: los hombres y las mujeres “posmodernos” no
do hacia un nuevo mañana. En esto estriba
están acertando en su manera de entender la vida y de buscar
el más fuerte resorte para toda la vida y
la felicidad.
para el progreso: el ser humano no sabe
mejor. Esto es maravilloso y sorprendente
L
porque si lo último que nos aguarda, sin
yor prioridad al poder y al tener que a lo más significativo de la
posibilidad de evadirlo, es el oscuro agu-
vida humana. ¿Dónde encontrar fuerza, sentido, horizonte para
jero de la muerte, la vida entera (aun de
seguir trabajando por una mejor humanidad? ¿Cómo recuperar
quien no cree en otra vida y explica teóri-
la esperanza en esa felicidad y realización eternas y definitivas?
camente la esperanza como consecuencia
De repente, ¿no necesitarán los hombres y las mujeres “de hoy”
de miedo) está impregnada aunque sea de
encontrarse con Jesucristo, venido “para que tengan vida y la
fe en el progreso, de esperanza.
tengan en abundancia”?
de límites. La esperanza existe, esperanza en una humanidad más humana, en un estado perfecto o simplemente en un futuro
a crisis de la cultura moderna es, en gran parte, crisis de una sociedad que se está quedando sin horizonte, sin metas ni puntos de referencia en su búsqueda de un
futuro mejor para la humanidad, justamente porque se da ma-
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como inútil o peligrosa, por inhumana con la educación de la fe
D
ligada a la formación cultural en el intento de cultivar expecta-
de los jóvenes para sanarlas? ¿La Buena
tivas, preparar personas que se nieguen a aceptar la realidad
Nueva que la educación (humana y) cris-
actual como única posible y se empeñen en su transformación,
tiana aporta no es ante todo conciencia
purificando así el sentimiento religioso de una concepción má-
de sentirse amado, valorado, bendecido,
gica del universo o de supervivencias supersticiosas, mostran-
como una manera de contrarrestar la
do que el ser humano no se completa sino sobrepasándose y
baja autoestima? ¿Y en una sociedad don-
abriéndose a la posibilidad profunda de la trascendencia.
de todo se vende y se compra, no tendre-
L
mos que convertirnos a la gratuidad que
responder a las tentaciones de limitar los horizontes a la materia, la energía, y a la de juzgar toda opción religiosa
ios decide curar a Israel con el cariño y el afecto. ¿No será esto para nosotros una llamada a to-
Trazos
E
n la perspectiva cristiana, la escuela lasallista debe
mar más en serio las heridas del corazón
a esperanza viene a ser su meta última y su sello
nos permite desarrollar la capacidad de
particular, buscando de forma permanente educar en
contemplar, de agradecer, de maravillar-
el valor de la vida, su significado y su destino. Abier-
nos ante el misterio o la belleza?1
ta a la trascendencia, en la superación de estructuras y en la capacidad de mejorar el presente. San Juan Bautista De La Salle no se limitó a reproducir el modelo social en el que estaba inmerso, ni preparó a sus estudiantes y maestros para perpetuar el sistema, intuyó lo importante que era preparar personas capaces de enfrentarse con la realidad humana del nuevo mundo, que ya en su tiempo amanecía. Tal como aconteció en la persona de Jesús.
C
uando las instituciones lasallistas convierten la educación en la fe en un espacio transversal, donde se ponen los medios para que la experiencia de Dios pueda seguir
siendo hoy la plataforma desde la cual los valores evangélicos tengan mayor pertinencia, y hallen la unión que se traduce en el impulso de darse y entregarse a sí mismo en beneficio de los demás, entonces será posible ayudar a todos los miembros de nuestras comunidades educativas a pasar del individualismo vacío y el misticismo sin prójimo y sin historia, a una verdadera experiencia de vida en abundancia.
“A un pueblo desanimado, herido y roto, Oseas lo alienta con el lenguaje cálido del afecto, del perdón y de la gracia: Y yo la volveré a conquistar, la llevaré al desierto y allí le hablaré de amor” (Os 2, 16).
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1 Rodríguez, Hno. Álvaro, Superior General. Carta Pastoral a los Hermanos: Asociados al Dios del Reino y al Reino de Dios, Roma, diciembre de 2004, pág. 68.
Comic
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