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TambiĂŠn por James Dashner Serie The Maze Runner The Maze Runner The Scorch Trials The Death Cure
The Kill Order
Doctrina de la mortalidad The Eye of Minds
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Los expedientes de
THE
MAZE RUNNER ARCHIVOS CLASIFICADOS E INFORMACIร N SECRETA
JAMES DASHNER
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Derechos de Autor Esto es un trabajo ficticio. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o son usados de manera ficticia. Cualquier parecido con personas reales, vivos o muertas, eventos o lugares es pura coincidencia.
Derechos de autor del texto © 2010, 2011, 2012 por James Dashner Derechos de autor de la portada © 2009 por Philip Straub Todos los derechos reservados. Publicado en los Estados Unidos por Delacorte Press, una editorial de Random House para niños, una división de Random House LLC, New York, un Peguin Random House Company. El material que aparece en este documento fue publicado originalmente en Barnes & Noble ediciones exclusivas de El corredor del laberinto, La cura mortal, y Virus Letal, en 2010, 2011 y 2012. El material seleccionado fue publicado por primera vez en randomhouse.com / niños. Delacorte Press es una marca registrada y el resultado final es una marca comercial de Random House LLC. ¡Visítenos en la Web! randomhouse.com / adolescentes educadores y bibliotecarios, para una variedad de herramientas de enseñanza, visítenos en RHTeachersLibrarians.com e-ISBN: Libro 978-0-385-38541-1 Random House para niños apoya la Primera Enmienda y celebra el derecho a leer.
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Anuncio de Interés Público
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Primera Parte Archivos Confidenciales
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Memorando CRUEL Fecha: 220.6.24 Hora: 09:36 a.m. Para: Socios De: Kevin Anderson, Canciller Asunto: Bienvenida Bienvenidos, colegas, al principio del mayor esfuerzo humano de colaboración en la historia de nuestro planeta. No me atrevo a sugerir que este es un momento para estar emocionados. El mundo nunca ha conocido tiempos tan oscuros como estos, y festejar está lejos de ser adecuado. Lo que me gustaría indicar, sin embargo, es que podemos sentir esperanza y orgullo de ser parte de algo que está trabajando con el fin de salvar a la raza humana. Y para tener éxito, tenemos que comenzar con el pie derecho. Aquellos de ustedes a cargo de los grupos de búsqueda en los Doce Sectores designados deben informar al Consejo cada vez que un tema de interés sea descubierto. Es demasiado pronto para saber qué porcentaje de la población cumple con nuestras necesidades, pero es evidente que el número será pequeño. Tenemos que probar a cada sujeto inmediatamente, así podremos elegir a los candidatos con mayor potencial de duración hasta el final. El equipo de diseño del Laberinto nos estará presentando sus últimos planes mañana por la mañana a las 0900 horas en el centro de mando 3. Construir una estructura tan sofisticada como esta es un proyecto ambicioso en el mejor de los casos, y dado el estado actual del mundo, se prevé que la aplicación de la Fase 1 se llevará a cabo en los próximos años. No escatimaremos en gastos para mantener el proyecto en marcha. En unos cuantos años vamos a tener nuestros Candidatos Élite para ayudar en el diseño final y la fase de construcción. En la reunión de mañana también se dedicará un segmento a las criaturas biotecnológicas que hemos fabricado para ayudarnos a crear y gestionar completamente las Variables planeadas. Nuestros psiquiatras y médicos han trabajado para llegar a un plan de acción. Ellos creen que podemos alcanzar el sesenta por ciento de los patrones que necesitamos al poner en marcha los incidentes que
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hemos trazado hasta ahora. Con al menos diez años hasta que el proyecto llegue a su clímax, creo que es un porcentaje increíble. Los miembros del Consejo, planean permanecer en comunicación constante a través de la totalidad de este proyecto, así que siéntanse libres de compartir sus pensamientos conmigo o los otros miembros del Consejo en cualquier momento. Estoy orgulloso de ser parte de este gran esfuerzo, junto con todos ustedes. El futuro ha comenzado.
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Memorando CRUEL Fecha: 26.11.221 Hora: 10:56 a.m. Para: Socios De: Kevin Anderson, Canciller Asunto: El Candidato Élite
Hemos descubierto un candidato más extraordinario. Ninguno de nosotros puede indicar por qué parece tan perfecto para servir como uno de nuestros élites. Es simplemente algo en él. Aunque es muy joven, parece tener un buen conocimiento de su entorno más allá de sus años. Sus habilidades verbales y cognitivas se encuentran al nivel de un adulto, aunque de alguna manera todavía se aferra a una inocencia (una cualidad infantil) que le ha hecho amar a cada persona que ha conocido hasta ahora. Las pruebas preliminares muestran los resultados más prometedores que hemos tenido hasta ahora. Su inteligencia y su capacidad de aprender son incalculables. También tiene el potencial de habilidades físicas increíbles, que por supuesto serán vitales en el Laberinto si termina haciendo lo que nos gustaría que hiciera. Hemos decidido ponerle el nombre de uno de los inventores más importantes de la historia, ya que estamos convencidos de que él conseguirá grandes cosas. Si les gustaría observar Thomas, vayan a la habitación 31J. (Situada junto a Teresa.) Creo que quedarán impresionados.
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Memorando CRUEL Fecha: 224.9.6 Hora: 11:08 a.m. Para: Socios De: Kevin Anderson, Canciller Asunto: Implantes
Uno de los elementos más delicados de nuestro proyecto se ha completado. Todos los dispositivos cerebrales, incluyendo el neutralizador, los manipuladores, y las herramientas telepáticas, se han implantado con éxito. Estoy feliz de transmitir que los médicos informaron de sólo siete muertes durante la cirugía. Muchos menos de los que habíamos temido y previsto.
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Transcripciones de Sujetos A1 y A2, Reunión 1. COMIENZO DE LA TRANSCRIPCIÓN
Thomas: Oye. Teresa: Hola. Thomas: ¿Por qué nos pusieron aquí? Teresa: No lo sé. Querían que nos conociéramos y habláramos, creo. Thomas: ¿Cuánto tiempo has vivido aquí? Teresa: Desde que tenía 5. Thomas: ¿Así que…? Teresa: Así que, 4 años. Thomas: ¿Solo tienes 9? Teresa: Sip. ¿Por qué? ¿Cuántos años tienes tú? Thomas: Igual. Sólo que luces mayor, es todo. Teresa: Pronto tendré 10. ¿No has estado aquí el mismo tiempo? Thomas: Sip. Teresa: ¿Por qué tienen nos tienen a algunos separados? Puedo escuchar a otros niños gritar y reír todo el tiempo. Y he visto la gran cafetería. Es para alimentar a cientos. Thomas: ¿Así que llevan la comida hasta tu cuarto, también? Teresa: Tres veces al día. La mayoría sabe a inodoro. Thomas: Y ¿cómo sabes a qué sabe un inodoro? Teresa: No puede saber peor que la comida que nos dan. Thomas: ¡JA! Tienes razón Teresa: Debe haber algo diferente en nosotros, ¿no crees? Thomas: Eso creo. Hay una razón por la que nos mantienen solos. Pero es muy difícil saber qué, cuando ni siquiera sabemos por qué estamos aquí. Teresa: Lo sé. ¿Tu vida es prácticamente cosas del colegio desde que te despiertas hasta que apagan las luces? Thomas: Tal cual.
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Teresa: Ellos siguen diciéndome cuán inteligente soy. Thomas: A mí también. Es raro. Teresa: Creo que todo tiene que ver con La Llamarada. ¿Tus padres la tuvieron antes de que CRUEL te agarrara? Thomas: No quiero hablar de eso. Teresa: ¿Por qué no? Thomas: Simplemente no quiero. Teresa: Bien entonces. Yo tampoco. Thomas: ¿Por qué estamos aquí, de todas formas? En serio, ¿qué deberíamos estar haciendo? Teresa: Hablando. Siendo probados. No lo sé. Lamento si estar alrededor mío es tan malditamente aburrido para ti. Thomas: ¿Qué? ¿Estás molesta? Teresa: No, no estoy molesta. Tú no luces muy amable. Me sonaba bien la idea de que finalmente tendría un amigo. Thomas: Lo lamento. Suena bien para mí también. Teresa: Entonces quizás pasemos la prueba. Quizás ellos querían ver si nosotros nos llevábamos bien. Thomas: Lo que sea. Dejé de adivinar cosas hace mucho tiempo. Teresa: Entonces… ¿amigos? Thomas: Amigos. Teresa: Chócala. Thomas: Está bien. Teresa: Oye, ¿a veces te duele el cerebro, quiero decir, no solo como un dolor de cabeza normal, sino profundo dentro del cráneo? Thomas: ¿Qué? ¿Hablas enserio? ¡Sí! Teresa: ¡Shhh! Cállate, alguien viene. Hablamos de eso luego.
FIN DE LA TRANSCRIPCIÓN
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Memorando CRUEL Fecha: 13.02.228 Hora: 18:42 p.m. Para: Socios De: Kevin Anderson, Canciller Asunto: Progresos telepáticos Un pequeño reporte para todos aquellos que no están involucrados directamente en el Proyecto Silencio. De todos los elementos que hemos debatido durante la fase de planeación, este es uno que creo que todos podemos estar de acuerdo es un absoluto ganador. El potencial para patrones de resultados valiosos de aquellos que tienen habilidades implantadas son enormes. Aunque no hemos podido oficialmente empezar la recolección los datos, ya podemos ver beneficios para el estudio de lo que será el Proyecto Silencio. Por favor recuerden la razón por la que acordarnos darles estos dones especiales de comunicación a los Élites; es importante en caso de que ustedes alguna vez entren en contacto directo con ellos y sean interrogados. Estos Candidatos son por naturaleza muy curiosos, no solo sobre sus asuntos personales, sino también acerca del por qué están siendo tratados diferentes de los otros Sujetos en todos los aspectos. Ellos se lo han estado preguntado de forma mutua constantemente, y las preguntas han sido constantes ahora que pueden hablar entre ellos a través de la telepatía. Por favor recuerden, si son interrogados, responder que a ellos les ha sido otorgada la habilidad de hacer esto por una sola y única razón: permitirles comunicarse instantáneamente mientras nos ayudan a completar El Laberinto. La ironía es que realmente ayudará. Un poco. Creo que hemos subestimado enormemente cuán fluida y eficientemente operará la estructura con tan singulares trabajadores. Es vital que esos Candidatos nunca sepan la verdad. Una vez nuestros sujetos sepan que hemos manipulado sus cerebros hasta tal punto, vamos a perder la ventaja de sus reacciones inconscientes y sinceras para las próximas Variables. Su perspectiva alterada y la inevitable desconfianza no solo mancharán los resultados en un principio, sino que también harán que sea casi imposible llevar a
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cabo los experimentos de estimulación cuando empecemos a alimentarlos para recuperar su memoria y lo similares. Esas son las dos cosas sobre las que quería llamar su atención. En primer lugar, que la telepatía funciona incluso mejor de lo que esperábamos, ya que demuestra que será muy valiosa en la creación de los tipos de situaciones y variables que necesitaremos en todo el experimento. Y en segundo lugar, que hay que asegurarse de que Thomas y los otros piensen que se les ha dado esta capacidad únicamente para ayudar en sus esfuerzos de diseño y construcción.
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Memorando CRUEL Fecha: 10.06.229 Hora: 23:29 Para: Socios De: Kevin Anderson, Canciller Asunto: Propagación de la Llamarada
Debido a la incrementada rapidez de la propagación del virus y la epidemia dentro de nuestras propias instalaciones, parece que necesitaremos re-pensar la programación del experimento Laberinto. Aunque sería ideal mantener nuestra línea de tiempo de 5 años de estudio y análisis, sugiero que adelantemos 2 años antes del envío de nuestros sujetos catalizadores. He hablado con Thomas, Teresa, Aris y Rachel, y están de acuerdo. No creo que vayamos a ser capaces de recolectar todos los patrones necesarios para el final de esta fase. Esto hace que sea casi seguro que estaremos obligados a poner en práctica la segunda fase que hemos planeado tentativamente. Lograremos resultados más rápido acelerando el calendario, aunque la experiencia será mucho, mucho más arriesgada. Los próximos meses van a ser terriblemente difíciles. Estoy instituyendo pruebas psicológicas obligatorias PARA TODOS LOS SOCIOS, un día sí un día no, así sabremos cuando hemos llegado al punto de no retorno, momento en el cual se llevará a cabo el cierre definitivo. No podemos dejar que la disminución de nuestras mentes ponga en peligro el propio proyecto destinado a detener una cosa como esa. Por favor sean sensibles sobre de Thomas y los otros. A pesar de sus inteligencias y madurez, algunas veces olvidamos cuan jóvenes son. Ellos necesitaran una piel gruesa para lograr la transición de convertirse en nuestros reemplazos; ellos tendrán que sobrevivir con sus emociones y fundamentos psicológicos intactos o todo el proyecto podría ser un fracaso. Debemos vigilarlos de cerca. En este momento es importante que no dejemos que prevalezca la desesperanza. Tenemos la oportunidad de salvar el futuro. Sean diligentes. Sean decididos. Separen sus emociones de las dificultades del presente, y recuerden lo que hemos mantenido como nuestro lema desde el principio: haremos lo que sea necesario para tener éxito. Lo que sea necesario.
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Memorando CRUEL Fecha: 04.05.231 Hora: 13:43 Para: Socios De: Kevin Anderson, Canciller Asunto: Mi Despedida para Todos Ustedes Espero que cada uno de ustedes pueda perdonarme por hacer esto de una manera tan cobarde, enviándoles un memo cuando esto es algo que debería hacer en persona. Sin embargo, no tengo otra opción. Los efectos de La Llamarada se han extendidos a mis acciones, es vergonzoso y desalentador. Y nuestra decisión de no permitir la locura dentro de nuestro complejo significa que no puedo fingir el tiempo suficiente para despedirme correctamente. Escribir estas palabras es lo suficientemente difícil. Pero al menos tengo la capacidad y el tiempo para escribir y editar en las pequeñas ventanas de la cordura que me quedan. No sé por qué el virus me ha afectado tan rápidamente y con tanta saña. Me he deteriorado mucho más rápidamente que cualquiera de todo el grupo original. Pero no importa. He sido dado de baja y mi reemplazo, Ava Paige, está lista para hacerse cargo. Los Elites están bien en su formación para servir como el enlace entre nosotros y aquellos que seguirán ejecutando CRUEL. Ava misma admite que su propósito es casi el de una figura decorativa, con nuestros candidatos Elite, los verdaderos gobernantes. Estamos y seguiremos estando en buenas manos. La noble tarea que comenzamos hace más de una década será testigo de sus frutos. Nuestros esfuerzos, y para la mayoría de nosotros, nuestras vidas, habrán sido gastadas con justicia y por el bien común. La cura se construirá. Honestamente, este es un memo más personal. Para darle las gracias por su amistad, su compasión, su empatía frente a las tareas difíciles. Una palabra de advertencia: Se pone mal al final. No luchen contra su retiro. Lo hice, y ahora me arrepiento. Solo salgan y pongan fin al sufrimiento.
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Se ha vuelto demasiado. Gracias. Y adi贸s.
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Memorando CRUEL Fecha: 05.05.231 Hora: 07:16 a.m. Para: De: Asunto:
Solo me quedan dos dedos. Escribí las mentiras de mi despedida con dos dedos. Esa es la verdad. Estamos mal. Ellos son niños. Nosotros estamos mal. Debemos detenernos, dejar que los Munis tomen el mundo. No podemos ser Dios. No podemos hacerle esto a niños. Ustedes están mal, yo estoy mal. Mis dos dedos me lo dicen. ¿Cómo podemos mentirles a nuestros reemplazos? Les damos esperanzas cuando no hay ninguna. Todo el mundo va a morir. Sin importar lo que pase. Dejemos que la naturaleza gane.
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Memorando CRUEL Fecha: 22.06.231 Hora: 11:37 a.m. Para: Los Reemplazos De: Thomas (Sujeto A1) Asunto: La Depuración
Me hago responsable en su totalidad por lo que hemos tenido que hacer durante los últimos días. Lo que tenemos que tener en cuenta, sin embargo, es que CRUEL sigue vivo y más fuerte que nunca. El Laberinto está en marcha y nuestros estudios están en pleno apogeo. Estamos en el camino y no podemos alejarnos de él. Todo lo que pido es que lo que hemos hecho aquí permanezca dentro de la organización y nunca se haga referencia a ello, otra vez. Lo hecho, hecho está, y fue una bendición. Pero ahora, cada pensamiento tiene que dedicarse a la construcción del proyecto. Ava Paige es la nueva canciller de CRUEL, con efecto inmediato.
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Memorando CRUEL Fecha: 28.01.223 Hora: 07:21 a.m. Para: Mis asociados De: Ava Paige, Canciller Asunto: Con Referencia a Chuck
Quería compartir algunas reflexiones rápidas sobre la muerte de Chuck dado que hablar de ello está muy extendido en todo el recinto. Aunque no es de extrañar, la reacción me decepciona. Todos entendemos qué es lo que se nos ha pedido hacer, y todos sabíamos que se esperaría que hagamos cosas que son difíciles. Pero el propósito de CRUEL es a largo plazo, y todo habrá sido por nada a menos que logremos nuestro objetivo final. Mostrar pequeñas compasiones en el camino no hace ningún bien a nadie. Los psiquiatras han determinado lo que debemos estimular en nuestros sujetos y buscar los patrones, sus edictos son nuestra primera preocupación. Chuck era un niño maravilloso, lleno de vida y dulce ternura. De todos nuestros sujetos, él puede haber sido el que más probablemente ganase nuestra simpatía, así como las de sus compañeros. Irónicamente, esa es la razón por la que sucedió lo que tenía que suceder. Vieron los resultados por sí mismos. Lo más importante, y para aliviar sus conciencias, recuerden que Chuck no era un Candidato potencial y sin duda habría encontrado una muerte aún peor con el tiempo. En todo caso, le mostramos misericordia estableciendo el escenario que condujo a su asesinato. No hay mucho más que decir. No necesito predicar sobre la moral o lo correcto y lo incorrecto. Estamos en modo de supervivencia, y la única cosa que importa es maximizar el número de vidas salvadas a largo plazo. Por favor, visite nuestros consejeros de personal si es necesario, pero, por favor, sigan adelante y mantengan el rumbo durante las Pruebas de la Quemadura. Los debates sobre este tema deben cesar de inmediato para mantener la moral alta.
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Segunda Parte Correspondencia Recuperada
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PARA TODOS LOS SOBREVIVIENTES DE LAS LLAMARADAS Los Esfuerzos de Recuperación de Información sobre la Llamarada en adelante conocido como FIRE1, por este medio hace una petición de ayuda a las unidades municipales, agencias de policía, los servicios sociales y las entidades gubernamentales que sobreviven. Puesto que la mayoría de los medios de comunicación se han vuelto inútiles, esta volante ha sido difundida a todos los rincones del mundo por cualquier medio disponible, incluyendo Netblock, Bergs, aviones, barcos, coches, y caballos. Hasta ahora FIRE está integrado por representantes de la Alianza de América del Norte, Rusia, la Unión Europea, los Estados Unidos de África y México, todos los países que han sufrido daños catastróficos desde las Llamaradas solares. Esperamos reunir a más representantes de todo el mundo lo más rápidamente posible. El mundo ha devastado por esta catástrofe. Pero ahora es el momento de unirnos para hacer lo que siempre hemos hecho: sobrevivir. La primera tarea de FIRE es reunir a los líderes del mundo y recoger información. A continuación, organizaremos las unidades de gobierno, las fuerzas policiales y los planes de coordinación de alimentos y refugio. Si lee este mensaje, por favor encuentre una forma de responder a la sede de FIRE en Anchorage, Alaska.
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Flares Information Recovery Endeavor
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Memorando a la Coalición Post Llamaradas. Fecha: 217.11.28 Hora: 9:46 p.m. Para: Todos los miembros del Consejo. De: Canciller John Michael. Asunto: Respuesta a “Las inquietudes sobre la población”. El informe que nos presentaron hoy, cuyas copias fueron enviadas a todos los miembros de la coalición, ciertamente no deja dudas sobre los problemas que enfrentaremos en este ya mutilado mundo; estoy seguro que todos ustedes, como yo, se fueron a sus refugios pasmados y en silencio. Espero que la dura realidad descrita en este reporte sea lo suficientemente clara para que nosotros podamos comenzar a discutir soluciones. El problema es simple: el mundo tiene demasiada población pero no los suficientes recursos. Hemos programado nuestra próxima reunión de mañana en una semana y espero que todos los miembros vengan preparados para presentar una solución al problema, sin importar lo extraordinaria que esta parezca. Ustedes posiblemente estarán familiarizados con un viejo dicho de negocios “Piensen fuera de la caja” y creo que es el momento adecuado para que hagamos justo eso. Espero con interés recibir sus ideas.
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Para: John Michael De: Katie McVoy Asunto: Potencial John, He investigado sobre el asunto que discutimos anoche, el IIMAEI apenas sobrevivió a las llamaradas, pero están seguros de que el sistema subterráneo de contención para los virus, bacterias y armas biológicas más peligrosas no falló. Tuve que luchar un poco, pero conseguí la información que necesitamos, la revisé y se me ha ocurrido una recomendación. Todas las soluciones potenciales son demasiado impredecibles para ser usables, excepto una. Es un virus. Ataca el cerebro y lo apaga sin dolor, actúa de una forma rápida y tajante. El virus fue diseñado para debilitarse lentamente en las tasas de infección mientras se propaga de huésped a huésped. Es perfecto para nuestras necesidades, especialmente considerando lo limitados que se han hecho los viajes. Podría funcionar, John y por más terrible que parezca, yo creo que puede ser muy eficiente. Te estaré enviando los detalles, déjame saber lo que opinas. ―Katie
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Para: Katie McVoy De: John Michael Asunto: Respuesta a “Potencial” Katie, Necesito que me ayudes a preparar la presentación de la propuesta completa sobre la liberación del virus. Necesitamos enfocarnos en cómo las muertes controladas son la única forma de salvar vidas. Aunque de esta forma solo será posible salvar una parte selecta de la población, a menos de que tomamos medidas extremas, enfrentamos la eventual extinción de la raza humana. Tú y yo sabemos cuán hipotética es esta solución, pero hemos hecho miles de simulaciones y ya no veo ninguna alternativa. Si no hacemos esto el mundo se quedará sin recursos. Creo firmemente que esta es la solución más ética, el riesgo de la extinción de nuestra raza justifica la eliminación de algunos. Estoy decidido. Ahora es cuestión de convencer a los demás miembros del Consejo. Veámonos en mis dominios a las 1700. Todo tiene que estar perfectamente ensayado, palabra por palabra, así que prepárate para una larga noche. Hasta entonces, ―John.
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Para: Randall Spilker De: Ladena Lichliter Asunto: Aún estoy mareada por la reunión de hoy. No puedo creerlo. Todavía no puedo asimilar que el CCP2 tuviese el coraje de mirarnos a los ojos y presentarnos esa propuesta. En serio. Me quedé perpleja. Y luego más de la mitad de los presentes ¡ESTUVIERON DE ACUERDO CON ELLOS! ¡Los apoyaron! ¿Qué DEMONIOS está pasando? Randall, ¡dime qué demonios está pasando! ¿Cómo es que siquiera podemos CONSIDERAR hacer algo como eso? ¿Cómo? He pasado toda la tarde tratando de encontrar una forma de entenderlo todo. No puedo hacerlo. No puedo. ¿Cómo llegamos a esto? Ven a verme esta noche, por favor. ―LL
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Comité para el Control de la Población
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Memorando para la Coalición Post Llamaradas Fecha: 219.02.12 Hora: 7:32 PM Para: Todos los miembros del Consejo De: Canciller John Michael Asunto: Bosquejo OE Por favor denme sus opiniones sobre el siguiente bosquejo. La versión final saldrá mañana. Orden Ejecutiva #13 de la Coalición Post Llamaradas, por recomendación del Comité para el Control de la Población, para ser considerado CONFIDENCIAL, con la más alta prioridad y bajo penalidad de castigo capital. Nosotros la Coalición por medio de la presente le concedemos al CCP un permiso explicito para que implementen completamente su iniciativa PC #1 presentada completamente y adjuntada más abajo. Nosotros la Coalición asumimos toda la responsabilidad por estas acciones y vigilaremos los avances, ofreceremos apoyo y pondremos todos nuestros recursos a su disposición. El virus será liberado en los lugares recomendados por el CCP y aprobados por la Coalición. Fuerzas armadas serán posicionadas para asegurar que el proceso siga el curso de la manera más ordenada posible. EO #13, PCI #1, es por la presente ratificada. Empezar inmediatamente.
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Para: John Michael De: Katie McVoy Asunto: Potencial John, He recibido el siguiente mensaje de audio de los soldados en la Zona Cero EU: es un intercambio entre el Lugarteniente Larrson y un Cabo llamado Kibucho que tuvo lugar en un sobrevuelo en helicóptero. Tengo que advertirte, es un poco perturbadora. *Inicio de la trasmisión* Larsson: ¿Que está haciendo ese *palabrota* allí abajo? A través de esa brecha que está en el techo, ¿Por qué hay tanto movimiento? Kibucho: Los *palabrota* deberían estar muertos para este punto, tienen que ser animales u algo así. Larsson: Es imposible pero está muy oscuro, tenemos que bajar y observar. Kibucho: Les diré. *Interrupción de 3 minutos en la trasmisión.* Larsson: Abre la puerta. Kibucho: ¿Está seguro? Larrson: Cabo, abra la puerta de *palabrota.* Kibucho: Entrando. *Interrupción de 2 minutos en la trasmisión.* Kibucho: ¡Él me arrancó la pierna! ¡El me arrancó la *palabrota* pierna! Larsson: ¿Qué? ¿De qué *palabrota* estás hablando? Kibucho: [Respuesta distorsionada.] Larsson: ¡Cabo! ¿Qué está pasando? Kibucho: ¡La mitad de ellos están vivos! ¡Sáquenme! Larsson: Apoyo, Apoyo, ¡Apoyo!, ¡Necesitamos apoyo en el sector 17 de la Zona Cero E.U. inmediatamente! Kibucho: [Gritos distorsionados.] Larsson: ¡Santa *palabrota*! ¡Santa *palabrota*! ¡Se lo están comiendo! ¡Dios mío, se lo están comiendo! Kibucho: [Gritos distorsionados, que se cortan abruptamente.] Larsson: ¡Me tienen arrinconado! ¡Oh, *palabrota*, me tienen arrinconado! *Fin de la trasmisión.*
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Tenemos que reunir al Consejo. 窶必atie.
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Para: Randall Spilker De: Ladena Lichliter Asunto: Increíble Sé que has estado enfermo, pero los reportes ya están por todas partes. ¿Has visto a alguno de ellos? Esto ya no son chismes Randall, hay al menos 27 avistamientos confirmados de grupos infectados. ¡El virus no los mato! Ninguno de los doctores o de los científicos puede encontrar que fue lo que salió mal. Pero casi todas las personas que vivían en los lugares de la Zona Cero, están completamente locos, casi parecen animales. ¡Son monstruos! Pero eso ni siquiera es lo peor. Lo que tiene aterrorizados a la Coalición es que algunas víctimas pudieron escapar de los campos remotos. La Coalición pensó que el periodo de incubación y el periodo de muerte sería mucho más rápido. Ahora hay reportes de síntomas entre los ciudadanos de fuera de las zonas. Están en todos lados. Randall tenemos una gran, gran crisis en nuestras manos, debieron escucharnos. ¡Debieron escucharnos! Que Dios nos ayude. ―LL
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Para: John Michael De: Katie McVoy Asunto: Unas últimas palabras. John, No hay forma de detener esto. Tienes razón. Odio admitirlo pero es verdad. Todos nuestros esfuerzos por evitar la propagación fueron inútiles. El virus está saltando entre cuerpos a cada segundo que pasa. Todo lo que podemos esperar es que los rumores sobre la presencia de personas inmunes sean reales. Ellos podrían ser nuestra única oportunidad para sobrevivir. Una cura, es la única solución que se me ocurre. De alguna forma tenemos que encontrar una cura. ¿Has escuchado como lo llaman los medios de comunicación? La Llamarada, estoy segura de que será popular. Estoy infectada, sé que lo estoy y por eso me iré, no quiero infectar a nadie. Fuiste un fiel amigo en esta locura. Adiós, John. ―Katie
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Memorando para la Coalición Post Llamaradas Fecha: 220.05.01 Hora: 11:23 a.m. Para: Todos los miembros del Consejo De: Canciller John Michael Asunto: Respuesta a “Otra Solución.” La Zona Muerta. Esa es su nueva forma de referirse al cerebro ahora. Es donde La Llamarada nos afecta y donde nos mata lentamente con locura. Y ahora también le tienen un nombre a los inmunes. Los Munis, qué ridiculez. Pero la jerga ya poco importa. Lo que nos importa ahora es como se conecta todo. La Zona Muerta. La Llamarada. Los Munis. Este es un mundo que está en una completa catástrofe. Necesitamos encontrar una cura. Es la única forma de seguir avanzando. Nos reuniremos mañana a las 0800. Tengo una idea.
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Tercera Parte Recuerdos Suprimidos Primer recuerdo de Thomas sobre la Llamarada Han pasado cinco días desde que Thomas fue encerrado en la habitación blanca. En el quito día, después de haber hecho sus mejores intentos para pasar la rutina que se había establecido -hacer ejercicio, comer, pensar, repetirlo- decidió acostarse y dormir. Dejar que ese espantoso nuevo mundo se desvaneciera por un momento. Cansado, se fue sumiendo en el sueño y las imágenes comenzaron a aflorar en su mente. Thomas es joven, no puede decir cuán joven exactamente. Está acurrucado en una esquina, con las rodillas contra su pecho, temblando de miedo. Su padre, el hombre que lo sostiene, le lee, le da un beso en la mejilla, lo abraza, lo baña, está comportándose como loco, gritando cosas odiosas y volcando muebles. Su madre trata de detenerlo, pero él la rechaza sin siquiera parecer darse cuenta de quién es. Ella tropieza, intenta recuperar el equilibrio, y luego choca contra la pared a pocos metros de Thomas. Sollozando, ella se arrastra hacia él y lo abraza. ―No te preocupes, cariño ―susurra―. Ellos van a venir a llevárselo. Estarán aquí pronto. ―¿Quiénes? ―pregunta Thomas―. Su voz suena muy joven, y rompe su corazón en el sueño. ―Las personas que cuidarán de él ―ella responde―. Recuerda, tu padre está enfermo, muy enfermo. No es realmente él quien hace todo esto. Es la enfermedad. Repentinamente papá se da la vuelta para encararlos, su rostro ardiendo de ira.
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―¿Enfermedad? ¿Acabo de escucharte decir enfermedad? ―cada palabra sale de su boca como un dardo venenoso, lleno de ponzoña. Mamá sacude la cabeza, abraza a Thomas más fuerte contra su cuerpo. ―Porque no solo lo dices, mujer ―papá continúa, dando un paso hacia ellos. Su pecho se sacude cada vez que intenta respirar, y sus manos se vuelven puños fuertemente apretados. ―La llamarada. Dile al niño cómo es. Dile la verdad. Tu padre tiene La Llamarada, Thomas. Está progresando realmente bien. Otro paso más cerca. ―Tu madre también lo tiene. Oh, sí. Pronto ella estará mordiéndose los dedos y alimentándote con lodo en el desayuno. Riendo histéricamente mientras rompe las ventanas y trata de cortarte. Estará muy loca, chico, justo igual que tu padre. Otro paso más cerca. Thomas cierra los ojos apretándolos, con la esperanza de que de esa manera todo desaparezca. El Thomas del sueño no quiere ver más, tampoco. Quiere que acabe. ―Mírame, chico ―dice su padre con una mueca. ―Mírame cuando te hablo. Thomas no puede evitarlo. Él siempre hace lo que le dicen. Su padre parece tranquilo ahora, en todos los sentidos, excepto por algo: sus puños. Dedos y nudillos en blanco. ―Eso es bueno ―dice papá. ―Buen chico. Mira a tu padre. ¿Parezco loco para ti? ¿Eh? ¿Lo parezco? ―grita esas últimas palabras. ―No, señor ―Thomas dice, sorprendido de poderlo decir sin temblar. ―Bien, estás equivocado entonces―. La cara de papá envuelta en ira otra vez. ―Estoy loco, chico. Soy un hombre loco. Podría comerlos a ambos en la cena y disfrutar cada bocado. ―¡Detente! ―grita mamá, un sonido tan alto que perfora los tímpanos de Thomas dolorosamente. ―¡Detente ahora mismo! ¡Juro por Dios que te arrancaré el corazón si tocas a mi hijo! Papá ríe a carcajadas. No es una simple risa. Su cuerpo completo se agita, echa hacia atrás su cabeza mientras unas carcajadas crecientes
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fluyen a través de él, llenando la casa con su ruido. Thomas nunca había oído algo tan maligno antes. Pero el hombre se mantiene riendo, riendo y riendo. ―¡Basta! ―mamá grita otra vez. Lo repite una y otra vez hasta que finalmente Thomas no puede soportarlo más y cubre sus oídos. Entonces el timbre suena, apenas lo sufrientemente alto para ser escuchado. Pero ambos padres se callan. Papá mira en dirección a la puerta principal, su cara repentinamente envuelta en miedo. ―Han venido por ti, ―mamá dice entre sollozos. ―Mi dulzura, el amor de mi vida, han venido para llevarte. Thomas despertó. Pág.| 35
Sartén, Operación de Eliminación del Neutralizador Sartén observó a su enfermera, y aunque el nerviosismo carcomía sus entrañas, sabía que estaba haciendo lo correcto y se forzó a sí mismo a relajarse. Estaba a punto de recuperar su memoria. ¡Sus recuerdos! No podía esperar a ver su pasado. La mujer limpió un espacio en el costado de su cuello, luego empujó la aguja dentro de una vena antes de que él pudiera decir otra palabra. Hubo un pinchazo agudo y luego el calor empezó a fluir por su cuerpo. ―Listo —dijo ella. —Sólo descansa por unos minutos. Bajaremos la máscara tan pronto te duermas. —¿Cómo funciona? —susurro Sartén; no pudo evitarlo, quería respuestas. —De todos modos, ¿qué es el Neutralizador? —Sólo relájate —fue todo lo que respondió ella. Sartén cerró sus ojos y decidió callarse. Las respuestas vendrían pronto. Tomó una gran bocanada de aire, haciendo lo mejor por seguir las indicaciones, para calmar sus nervios. La calidez que había estado sintiendo se expandió y el cansancio comenzó a apoderarse de él, llevándolo a dormirse. —¿Estás listo? Los ojos de Sartén se abrieron de repente para ver a su enfermera observándolo por sobre lo que parecía ser una neblina blanca. Trató de hablar, pero sólo salió un balbuceo de algo ininteligible. —Pareces listo —dijo ella. —Sólo quería que sepas que estoy a punto de bajar la máscara. No necesitas hacer nada, cierra tus ojos otra vez. Cuando te despiertes recordarás todo. Él gruñó, cerró sus ojos. No había estado tan cansado en mucho tiempo. Algo chilló, seguido de un chirrido, luego unos fuertes tintineos. Sintió las almohadillas de la máscara en su piel. Algo rechinó, recordándole a los Penitentes, lo que disparó un breve
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chorro de pánico por su cuerpo antes de ser tragado por su cansancio. Justo antes de perder la conciencia, juró que podía sentir gusanos tratando de meterse por sus orejas.
Sartén nadaba en una piscina de oscuridad. En algún lugar allí afuera, en la periferia, estaba consciente del dolor. Mordía sus nervios, rebanaba su cabeza y su cerebro. Pero un embotamiento, la niebla de las drogas, lo adormecía, lo transformaba en algo que no le importaba. Mientras flotaba en la ausencia de luz, recordó cómo los demás habían descrito pasar por la Transformación, un viaje horrible dentro de un arremolinante tornado blanco de su imaginación. Y eso sólo cuando recobraban unos pocos destellos de recuerdos. Ellos hablaban de dolor extremo, y él se preguntó si estaba por experimentar eso. No le gustaba mucho la idea, una buena quemadura de cocina fue lo peor que le había pasado antes. Las cosas se desarrollaron diferente a como se lo podría haber imaginado. Flotaba en un vacío imposible, sin gravedad, sin sentido de orientación o espacio. Finalmente, un suelo invisible se solidificó debajo de él y sus pies tocaron una superficie dura. Recobró su compostura y miró a su alrededor esperando que una luz desvaneciera la oscuridad que lo oprimía, asustándolo. Algo crujió cerca de él y se volvió hacia el sonido, vio una puerta abierta, una luz tenue esparciéndose para mostrar un camino de piedra entre él y la entrada a quién sabe dónde. Él sabía que todo esto tenía que ser parte de su imaginación, que en realidad no estaba allí viendo lo que estaba viendo. Tenía que ser simbólico, algo formado en su imaginación para poder procesar lo que sea que los doctores estaban haciéndole a su cerebro con sus máscaras mecánicas. Alcanzó la puerta con sólo cuatro pasos, dudó frente a ella, luego la abrió aún más y entró a un mar de negrura. Cuando sus ojos se acostumbraron, se dio cuenta de que estaba en un pasillo que se extendía en la distancia hasta la que podían ver sus ojos. Las
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paredes, el piso y el techo ya no eran negros, sino blancos. Continuaban hasta que convergían en un único punto. Una serie de pantallas estaban dispuestas en la pared derecha, una a cada metro, pareciendo continuar como el mismo pasillo. De repente la pantalla más cercana a él pestañeó con estática; luego una imagen con movimiento se formó dentro del cuadrado, perfectamente clara y fresca. Sartén se acercó para poder ver mejor. Un hombre, de pie junto a una encimera en la cocina, sus brazos se mueven con furia mientras él mezcla algo dentro de un recipiente. Sartén está sentado en el suelo, mirando a este hombre. Su... padre. El hombre se da la vuelta para mirar a Sartén, una enorme sonrisa en su rostro. —Estos serán los mejores panqueques comidos por la humanidad. ¡Ya están casi listos! —Sartén ríe. La pantalla se pone negra. Sartén se da cuenta de que ese es su primer recuerdo, lo más lejos que puede llegar su mente; tal vez tenía tres años. Está recordando a su padre, su rostro amable lleno de amor mientras hablaba y sonreía. Sartén sabe qué tiene que hacer a continuación, se recuerda a sí mismo que todo es producto de su imaginación; así es cómo su cerebro ha decidido devolverle la vida. Camina hacia la próxima pantalla. Él está sentado en una piscina pequeña, salpicando y chillando, llorando cuando mucha agua se mete en sus ojos. Manos cálidas lo buscan -unas manos de mujer- y limpian su rostro; luego todo vuelve a comenzar. Un balón es arrojado y él lo patea. El cuerpo de su madre continúa apareciendo y desapareciendo en el fondo mientras ella va de un lado a otro. Ella acaba de oír terribles noticias sobre la enfermedad propagándose por el mundo. Él no entiende cómo todo esto le es tan claro con sólo mirar unas pocas imágenes. Pero lo es. Sigue a la próxima pantalla. Es un poco mayor y está ayudando a su papá en la cocina. Están preparando un estofado, cortando todas las verduras y la carne. Su papá está llorando. Sartén sabe que se han llevado a su mamá para más exámenes, y que ellos han dicho que su padre sería el siguiente. En la siguiente pantalla.
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Un hombre vestido con un traje oscuro, parado junto a un coche. Papeles en su puño, una mirada profunda en su rostro. Sartén está tomado de la mano de su padre en el pórtico. CRUEL ha sido formado, un proyecto colectivo de los gobiernos del mundo; aquellos que sobrevivieron las llamaradas solares, un evento que pasó mucho antes de que Sartén naciera. El propósito de CRUEL es estudiar lo que ahora se conoce como la zona muerta, donde la Llamarada causa estragos. El cerebro. Sartén es inmune. Otros son inmunes. Menos del uno por ciento de la población, la mayoría de ellos menores de veinte años. Muchas personas han desarrollado odio hacia aquellos que son inmunes, los llaman Munis y hacen cosas terribles por envidia. CRUEL dice que pueden proteger a Sartén mientras están trabajando para obtener una cura. Su padre le dice muchas cosas. Mayormente que lo ama y que está muy feliz de que jamás tenga que atravesar situaciones como las que están viendo pasar alrededor del mundo. Locura y asesinatos. Sartén no tiene motivos para procesar o pensar con profundidad sobre los recuerdos devueltos. No son como nuevas revelaciones, cosas ante las que tenga que responder de alguna manera. Siempre han estado allí, dentro de él. Ya ha reaccionado a ellas. Ha sido moldeado por ellas. No está aprendiendo. No está experimentando. Está recordando. Camina hacia la próxima pantalla, hambriento por volver a ser él.
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Minho, Prueba Fase 3 Tres días han pasado desde que llegaron del Desierto en los Bergs, y Minho estaba casi listo para volverse agresivo. Había sido recluido en una pequeña habitación con abundante comida y absolutamente nada para hacer. Contar las columnas del empapelado e imaginar rostros en el estampado arremolinado del cielorraso se había vuelto cosa de ayer. Y no había escuchado nada sobre Thomas o sus otros amigos. En la mañana del cuarto día, la Rata apareció en su puerta con dos guardias armados. —Sígueme —dijo. —¿Sin besos ni abrazos? —preguntó Minho. —He extrañado tu horrible rostro. —Sígueme o te dispararán —ni siquiera una grieta en su expresión dura como piedra. Minho suspiró e hizo lo que se le dijo. No estaba de humor para recibir un disparo ese día. Y si era honesto consigo mismo, cualquier cosa sería mejor que estar sentado en esa habitación un segundo más. Minho siguió a la Rata por un largo pasillo y luego a una pequeña cámara que conducía a varias puertas marcadas. —Estás en la habitación número ocho —anunció la Rata. Hizo un gesto hacia la puerta marcada con un #8. Se quedaron allí, en silencio, hasta que Minho preguntó: —¿De verdad? ¿Qué se supone que haga allí adentro? —Un simple ensayo —respondió la Rata. —Nada comparado a las Pruebas anteriores, te lo aseguro. El tuyo probablemente sea el más fácil de todos los experimentos que hemos creado, y creo que el más corto. Te harán una sola y única pregunta, y la respuesta consistirá en exactamente una palabra. ¿Suena suficientemente simple? Sonaba demasiado simple. —¿De verdad piensas que podría confiar en ti alguna vez, garlopo?
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—¿Disculpa? —preguntó la Rata. Minho sacudió su cabeza. —Juro por Dios que si me haces una cosa más a mí o a mis amigos, no dejaré de pelear hasta estar muerto. Una sonrisa de satisfacción apareció en el rostro del hombre, enojando aún más a Minho. —Te doy mi palabra de que sólo tu respuesta dictará lo que pase. Todo lo que pase desde este punto es voluntario. Las Pruebas han finalizado. Minho estaba tan enfadado que casi temblaba. Sabía que no tenía más opción que hacer lo que le decían, y eso lo volvía loco. —¿Estás listo? —preguntó la Rata. Minho gruñó. Caminó hacia la puerta marcada con un ocho y la abrió. Estaba sorprendido, no había artilugios fantásticos ni máquinas complejas. Era una pequeña habitación color beige con una sola silla en medio del piso cubierto con baldosas marrones. Una pizarra blanca colgaba en la pared opuesta, y junto a ella se encontraba un hombre alto y musculoso vestido con ropa quirúrgica verde y una bata blanca de laboratorio. Tenía el pelo negro perfectamente peinado y el peor bigote que Minho hubiese visto en toda su vida. —Bienvenido —dijo el hombre—, mi nombre es Lincoln. Toma asiento mirando hacia a mí, por favor. La curiosidad le ganó. Minho se sentó en la silla, preguntándose qué hacer con sus manos, hasta que finalmente las apoyó en su regazo. —Ahora observa, por favor —dijo Lincoln con una voz fría y clínica. El hombre se dio vuelta y comenzó a escribir con su dedo en la esquina superior izquierda de la pizarra, creando con su tacto líneas rojas mientras se movía. La primera palabra que Lincoln escribió fue Thomas. Luego descendió unos pocos centímetros y escribió Newt. Bajó nuevamente y añadió Sartén, y Aris debajo de ese. El hombre se movió hacia la derecha y escribió Harriet en la esquina superior
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de ese lado. Descendió y escribió Sonya. Luego Teresa. Y después, para sorpresa de Minho, Brenda. Cuando Lincoln finalizó, ocho nombres estaban impresos en rojo sobre la pizarra, separados a la misma distancia unos de otros. Se volvió nuevamente para mirar a Minho. —¿Confirmas que estás al tanto de estos ocho individuos? — preguntó Lincoln. Minho puso los ojos en blanco. —Sí, genio, los conozco. La Rata dijo que sólo harías una pregunta. ¿Eso es todo? —El verdadero ejercicio de Experiencia no ha comenzado. Esto es lo que llamaríamos trabajo de preparación. Por favor responde la pregunta preliminar y luego comenzaremos con el exámen. ―¿Conf... —¡Sí! —gritó Minho—. Los conozco. ¿Ahora qué? Lincoln no mostró signos de haber sido atrapado con la guardia baja. Respondió calmadamente. —Gracias por confirmarlo. Sus ojos vacilaron hacia una de las esquinas traseras del cielorraso; Minho se dio vuelta para ver a qué estaba mirando. Un escarabajo estaba pegado a la pared; su luz roja lo hacía imposible de pasar por alto. Minho podía ver el familiar garabato de CRUEL pintado en su cuerpo. Recuerdos del Laberinto lo inundaron, y se giró a mirar a Lincoln otra vez. Por supuesto que estarían observando todo esto, se dijo a sí mismo. Pero, ¿tenían que usar escarabajos? No los había visto desde que había dejado el Laberinto. —Bien, estamos listos para empezar —dijo Lincoln en voz alta. El hombre volvió a concentrarse en Minho. —Como te han dicho, voy a hacerte una sola y única pregunta. Tu respuesta estará limitada a una palabra. Si estás listo haré la pregunta en diez segundos. Minho dejó escapar una pequeña risa para demostrar lo absurda que era esta situación, luego asintió. Estaba listo.
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Cuando el tiempo estipulado pasó, Lincoln habló con voz grave para mostrar que cada palabra era verdad. —Nuestros doctores han determinado que necesitamos diseccionar los cerebros de estos sujetos para realizar estudios exhaustivos. Pero te permitiremos salvar a uno de ellos. ¿A qué persona eliges salvar? Esa es tu pregunta.
Cinco minutos enteros pasaron. Minho, sentado en silencio. No podía ser verdad. ¿De verdad CRUEL iba a diseccionar los cerebros de sus amigos? —Minho —dijo Lincoln―, necesito que respondas la pregunta, pero puedes tomarte un poco más de tiempo si lo necesitas. Sé que debe ser difícil. —No voy a responder a tu estúpida pregunta —contestó Minho, sorprendido por la gran cantidad de veneno que contenía cada palabra. —Esto no es un juego. Las personas de esta lista han sido utilizadas completamente, y el único valor que les queda es ser estudiadas físicamente. Tus amigos tendrán el honor de donar sus vidas a la causa más noble conocida por la humanidad. Minho no dijo nada, agitándose en su silla. Lincoln insistió. —Da gracias a que los psiquiatras determinaron que esta Prueba sería beneficiosa. Al menos puedes salvar una de las personas que te importan. Minho rompió el contacto visual y miró a sus manos. Había estado sujetándose con fuerza a la silla, pudo notarlo. Puntos flotaban ante sus ojos, la sangre palpitaba en su cabeza, casi como si pudiera escucharla corriendo por sus venas y hasta su corazón. De todas las veces que había sentido ira desde que entró al Laberinto, nunca había sido como ahora. Nunca. —¿Cuánto tiempo nec… —¡No necesito tiempo! —Minho gritó antes de que el hombre pudiera finalizar—. ¡Me niego a contestar! Si siquiera tocas a uno de ellos, te jur…
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—Me temo que no tienes elección en este problema—. La voz de Lincoln era firme, y él parecía imperturbable. —Son tiempos difíciles, y necesitamos completar el esquema. Necesitamos esos cerebros para los estudios. —No voy a dejar que lo hagas —dijo Minho, repentinamente calmado—. Si uno de ellos resulta lastimado, se acabó. Hazlo conmigo, haz todas las pruebas que necesites hacer, pero déjalos fuera de esto. —Esa no es una opción, Minho. Lo lamento. Necesitamos tomar esta decisión. Y estamos dispuestos a hacer cualquier cosa necesaria para... estimularte a continuar ayudando. —¿Qué se supone que significa eso? Las líneas en la mandíbula de Lincoln se estrecharon. —Significa lo que significa. Ahora, ¿cuál de estos nombres eliges? —Elijo a todos ellos —dijo Minho. —Sólo puedes elegir uno. —Todos ellos. —Uno y sólo uno. —Todos. Lincoln dio un paso adelante. —Voy a preguntarlo una vez más antes de tomar otras medidas. ¿Cuál de tus amigos quieres salvar? —Cada uno de ellos. Lincoln se adelantó con rapidez y sujetó a Minho por la camiseta, poniéndolo de pie. —¡Elegirás ahora! Minho estaba aterrado, pero hizo caso omiso de ello. —¡Todos! Lincoln se echó hacia atrás con su mano derecha, formó un puño, y golpeó a Minho en la cara. Dolor explotó en su cabeza cuando cayó al suelo. Luces parecían parpadear entre las baldosas marrones a unos centímetros de sus ojos. Lincoln lo sujetó y volvió a ponerlo de pie, lo dio vuelta para verlo a la cara nuevamente. Su fuerza era absurda; Minho no tenía ninguna posibilidad.
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—¿Qué nombre escoges? —Lincoln preguntó. El rostro de Minho se sentía fracturado y podía saborear sangre, pero se negó a renunciar. —¡No voy a elegir! —escupió una bola de baba roja a la cara de Lincoln. El hombre no se acobardó; golpeó a Minho otra vez, pero esta vez lo sostuvo para que no se cayera. Otra explosión de dolor, más luces. —Minho —dijo Lincoln con una calma insultante. —¿Cuál de todos los nombres escoges? —¡No lo haré! —Minho se forzó a decir. Lincoln lo golpeó en la otra mejilla. Otra vez. Y una vez más. La cabeza de Minho se sentía como agujas y papilla. —Haz una elección —Lincoln ahora hablaba entre prununciadas exhalaciones—. ¿Cual de los nombres eliges? Minho no lo entendía, no podía comprender cómo todo esto podía ser necesario. La confusión lo volvió más obstinado y enfadado. —Todos ellos —dijo, avergonzado por cómo salió, nada más que un quejido. —Podemos hacer esto todo el día —dijo Lincoln—. No nos iremos y no voy a detenerme hasta que me des una respuesta. Todo lo que tiene que hacer es darme un nombre. ¡Sólo dilo! ¡Ahora, ¿cuál?! ¡Dilo! —Todos ellos, garlopo, miertero, pedazo de plopus —Minho sonrió. Lincoln mostró en su rostro un leve indicio de sorpresa, pero se recompuso casi tan rápido como se le había escapado. Dio un paso hacia atrás, acomodó su vestimenta. —El experimento ha finalizado —dijo el hombre—. Eres libre de irte. Atónito y magullado, Minho se quedó en silencio mientras los guardias entraban en la habitación y lo escoltaban de nuevo a su dormitorio.
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¡A continuación un adelanto de The eye of minds!
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Extracto de autor © 2013 por James Dashner. Publicado por Delacorte Press, una editorial de libros de Random House para niños, una división de Random House LLC, New York.
CAPÍTULO I El Ataúd 1 Michael habló contra el viento, a una chica llamada Tanya. ―Sé que hay agua ahí abajo pero también podría ser concreto. Vas a quedar tan plana como un panqueque en el segundo en que lo golpees. No era la mejor elección de palabras confortables para hablarle a alguien que quería ponerle fin a su vida, pero sin duda era verdad. Tanya había trepado la barandilla del Golden Gate Bridge, los coches vibrando en la carretera, y estaba recostada hacia el aire libre, sus manos nerviosas aferradas a un poste húmedo por la niebla. Incluso si Michael conseguía de alguna manera convencerla de no saltar, esos dedos resbaladizos podían terminar con el asunto de todas formas. Y entonces las luces se apagarían. Se imaginó a algún pobre tonto pescador pensando que finalmente había atrapado el pez gordo, sólo para encontrarse con una desagradable sorpresa. ―Deja de bromear ―respondió la chica temblorosa―. No es un juego, ya no lo es. Michael estaba dentro de la VirtNet, El Sueño, para las personas que entraban tan frecuentemente como lo hacía él. Estaba acostumbrado a ver gente asustada ahí. Muchos de ellos. Sin embargo, debajo del miedo solía estar el conocimiento. El conocimiento de que sin importar lo que sucediera en el Sueño, no era real. Pero no con Tanya. Tanya era diferente. Al menos, su Aura, su contraparte simulada por el computador, lo era. Su Aura tenía esta loca apariencia de puro terror en su rostro, y le produjo repentino escalofríos a Michael, lo hizo sentir como si fuera él quien estaba flotando sobre esa larga caída hacia a la muerte. Y Michael no era un gran fan de la muerte, real o falsa. ―Es un juego, y lo sabes ―dijo él, más alto de lo que quería. No quería asustarla. Pero un viento frío se había levantado, y parecía tomar sus palabras y llevarlas abajo hacia la bahía. ―Vuelve aquí y hablemos. Ambos obtendremos nuestros Puntos de Experiencia, y
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podemos ir a explorar la ciudad, llegar a conocernos el uno al otro. Encontraremos algunos locos que espiar. Tal vez incluso hackear algo de comida gratis de las tiendas. Serán buenos tiempos. Y cuando hayamos terminado, te encontraremos un Portal, y podrás regresar a casa. Tomar un descanso del juego por un tiempo. ―¡Esto no tiene nada que ver con Lifeblood! ―Tanya le gritó. El viento tiró de su ropa y su oscuro cabello se desplegó tras de ella como ropa tendida en un alambre. ―Sólo vete y déjame en paz. No quiero que tu cara de niño de lindo sea la última cosa que vea. Michael pensó en Lifeblood Deep3, el siguiente nivel, el objetivo de todos los objetivos. Donde todo era mil veces más real, más avanzado, más intenso. Él estaba a tres años de ganar su pase de entrada. Tal vez dos. Pero en ese momento necesitaba convencer a esa chica tonta de no saltar hacia su cita con los peces o sería enviado de vuelta a los Suburbios por una semana, haciendo que Lifeblood Deep se encontrara aún más lejos. ―Bien, mira… ―estaba intentando escoger sus palabras cuidadosamente, pero ya había cometido un error bastante grande y lo sabía. Actuar de una forma distinta a la habitual y usar el juego mismo como una razón para que ella detuviera lo que estaba haciendo, significaba que sus puntos serían mermados. Y todo era acerca de los Puntos. Pero, esta chica realmente estaba empezando a asustarlo. Tenía un rostro pálido y hundido, como si ya hubiera muerto. ―¡Sólo márchate! ―gritó ella―. No lo entiendes. Estoy atrapada aquí. Con Portales o sin ellos. ¡Estoy atrapada! ¡Él no me dejará regresar! Michael quería gritarle en respuesta, estaba diciendo tonterías. Una oscura parte suya quería decir olvídalo, decirle que era una perdedora, dejarla caer de narices. Estaba siendo muy terca, no era como si algo de eso estuviera realmente sucediendo. Era sólo un juego. Tenía que recordárselo a sí mismo todo el tiempo. Pero no podía estropear esto. Necesitaba los puntos. ―Está bien. Escucha. ―Dio un paso atrás, levantó las manos como si estuviera intentando calmar a un animal asustado. ―Apenas nos conocemos, dame algo de tiempo. Prometo que no haré nada loco. 3
Profunda Vida de sangre.
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Quieres saltar, te dejaré saltar. Pero al menos habla conmigo. Dime por qué. Las lágrimas delinearon sus mejillas; sus ojos se habían vuelto rojos e hinchados. ―Sólo vete. Por favor ―su voz había adquirido la suavidad de la derrota. ―No estoy jugando. Ya he terminado con esto, con todo esto. ―¿Terminado? Bien, está bien haber terminado. Pero no tienes que arruinarlo para mí también ¿verdad? ―Michael pensó que tal vez estaba bien hablar sobre el juego después de todo, ya que ella lo estaba usando como su razón para ponerle un fin, para salir del Hotel virtual de-carne-y-hueso y nunca regresar. ―En serio, camina de vuelta al Portal conmigo, regresa a ti misma, hazlo del modo correcto. Terminas con el juego, estás a salvo, yo consigo mis Puntos. ¿No es ese el final más feliz que del que hayas oído hablar alguna vez? ―Te odio ―ella escupe. Literalmente. Un spray de saliva brumosa. ―Ni siquiera te conozco y te odio. ¡Esto no tiene nada que ver con Lifeblood! ―Entonces dime con qué sí tiene que ver ―lo dijo amablemente, tratando de mantener su compostura. ―Has tenido todo el día para saltar. Sólo dame unos minutos. Háblame, Tanya. Ella hundió la cabeza en el hueco de su brazo derecho. ―Simplemente ya no puedo hacerlo más ―ella gimió y sus hombros temblaron, haciendo que Michael se preocupase por su agarre nuevamente. ―No puedo. Algunas personas tan sólo son débiles, pensó, aunque no era tan estúpido para decirlo. Lifeblood era de lejos el juego más popular en la VirtNet. Sí, podías ir a algún desagradable campo de batalla en la Guerra Civil o luchar contra dragones con una espada mágica, volar naves espaciales, explorar las extrañas chozas de amor. Pero todas esas cosas se volvieron viejas rápidamente. Al final, nada era más fascinante que la esquelética, desagradable y cruda vida real. Nada. Y había algunos, como Tanya, que obviamente no podían manejarlo. Michael de seguro podía. Había incrementado su puesto casi tan rápidamente como el legendario jugador Gunner Skale.
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―Vamos, Tanya ―dijo―. ¿Cómo puede lastimar hablar conmigo? Y si vas a dejarlo, ¿por qué querrías terminar tu última partida quitándote la vida tan violentamente? Su cabeza se alzó y lo miró con unos ojos tan rígidos que se estremeció de nuevo. ―Kaine me ha dado caza por última vez ―dijo―. No puede simplemente atraparme aquí y usarme para un experimento, impulsar a los KillSims sobre mí. Voy a arrancarme mi Core4. Esas últimas palabras cambiaron todo. Michael vio con horror como Tanya apretó su agarre al poste con una mano, luego se estiró con la otra, y comenzó a cavar en su propia carne. Pág.| 50
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Núcleo
2 Michael olvidó el juego, olvidó los puntos. La situación había pasado de ser molesta a ser de vida o muerte. En todos sus años jugando, jamás había visto a alguien codificar fuera su Core, destruyendo el dispositivo de barrera de El Ataúd que mantenía el mundo virtual y el mundo real separados en sus mentes. ―¡Deja de hacer eso! ―gritó, con un pie ya en la barandilla. ―¡Detente! Saltó a la pasarela en el borde exterior del puente y se congeló. Estaba a solo unos pocos metros de ella ahora, y quería evitar cualquier movimiento rápido que pudiera hacerle entrar en pánico. Manteniendo la calma, dio un pequeño paso hacia ella. ―No hagas eso ―dijo Michael tan suavemente como pudo a través del viento cortante. Tanya seguía cavando en su sien derecha. Había desprendido trozos de su piel; el flujo de sangre de la herida cubrió rápidamente sus manos y el costado de su rostro en escarlata. Una mirada de aterradora calma se había apoderado de ella, como si no tuviera idea de lo que se estaba haciéndose a sí misma, aunque Michael sabía muy bien que estaba ocupada deshaciendo el código. ―¡Deja de codificar por un segundo! ―Michael gritó ―. ¿Podrías hablar de esto antes de que te arranques tu maldito Core? Sabes lo que esto significa. ―¿Por qué te preocupas tanto? ―respondió ella en voz tan baja que Michael tuvo que leer sus labios para entenderlo. Pero al menos había dejado de escarbar. Michael solo se quedó mirando. Porque ella había dejado de cavar y ahora rebuscaba en la masa de carne desgarrada con el pulgar y el índice. ―Tú sólo quieres tus Puntos de Experiencia —dijo. Lentamente, sacó un pequeño chip metálico ensangrentado. ―Perderé mis puntos ―digo Michael, intentando ocultar su miedo y disgusto. ―Lo juro. No puedes seguir perdiendo el tiempo Tanya. Codifica esa cosa de vuelta y ven a hablar conmigo. No es demasiado tarde.
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Ella levantó la manifestación visual del Core, mirando con fascinación. ―¿No ves la ironía de todo esto? ―preguntó. ―Si no fuera por mis habilidades en codificación, probablemente ni siquiera habría sabido quién era Kaine. Acerca de sus KillSims y sus planes para mí. Pero soy buena en eso, y por causa de ese…monstruo, acabo de programar mi Code fuera de mi propia cabeza. ―No de tu cabeza real. Aún es sólo una simulación, Tanya. No es demasiado tarde. ―Michael no podía recordar un solo momento en su vida entera que lo hubiera hecho sentir tan enfermo. Ella lo miró tan bruscamente que retrocedió un paso. ―No puedo soportarlo más. No puedo soportarlo…a él nunca más. No puede usarme si estoy muerta. Ya he terminado. Acunó el Core con su pulgar, y luego lo arrojó hacia Michael. Voló por encima de su hombro… él vio destellos de luz solar a medida que giraba en el aire, casi como si le estuviera guiñando un ojo, diciendo: Oye, amigo, apestas en las negociaciones de suicidios. Aterrizó con un clink en algún lugar en el tráfico, donde sería aplastado en segundos. No podía creer lo que estaba atestiguando. Alguien tan sofisticado en la manipulación de códigos que podía destruir su Code, el dispositivo que esencialmente protegía los cerebros de los jugadores mientras estaban en El Sueño. Sin tu Core, tu cerebro no sería capaz de filtrar la simulación de la VirtNet apropiadamente. Si tu Core se apagaba en El Sueño, tu morirías en El Despertar. No conocía a nadie que hubiera visto eso antes. Dos horas antes había estado comiendo Bleu Chips robadas en el Dan the Man Deli con sus mejores amigos. Todo lo que quería ahora era volver a estar allí, comiendo pavo con pan de centeno, soportando las bromas de Bryson sobre la ropa interior de ancianas y escuchando a Sarah decirle lo horrible que fue su último corte de pelo en El Sueño. ―Si Kaine viene por ti ―dijo Tanya―. Dile que yo gané al final. Dile lo valiente que fui. Él puede atrapar a gente aquí y robar todos los cuerpos que quiera. Pero no el mío. Michael había terminado de hablar. No podía escuchar ni una sola palabra más de la boca ensangrentada de la chica. Más rápido que nada cualquier cosa que hubiera hecho en su vida, que cualquier personaje en cualquier juego, saltó hacia el poste al que ella se había
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aferrado. Ella gritó, congelada momentáneamente por el movimiento repentino, pero luego se soltó, de hecho se impulsó a sí misma lejos del puente. Michael agarró la barandilla a su izquierda con una mano y la alcanzó a ella con la otra, pero falló en ambos. Sus pies tocaron algo sólido, y luego se resbalaron. Agitando los brazos, sintió nada más que aire, y cayó, casi en sintonía con ella. Un grito increíble escapó de su boca, algo de lo que hubiera estado avergonzado si su única compañía no estuviera a punto de perder la vida. Con su Code fuera, su muerte sería real. Michael y Tanya cayeron hacia las profundas aguas grises de la bahía. El viento desgarró su ropa, y el corazón de Michael se sentía como si se estuviera arrastrando a lo largo del interior de su pecho, hacia su garganta. Gritó nuevamente. En algún punto sabía que iba a golpear el agua, sentir el dolor; entonces sería Regresado y despertaría en casa, sano y salvo en su Ataúd. Pero el poder de la VirtNet era la realidad simulada, y en ese momento la realidad era terror. De alguna manera, las Auras de Michael y Tanya se encontraron en esa larga caída, pecho a pecho, como paracaidistas. Mientras la superficie agitada se precipitaba hacia ellos, envolvieron sus brazos alrededor del otro, acercándose más. Michael quería gritar de nuevo pero apretó los dientes cuando vio la calma profunda en el rostro de ella. Sus ojos se clavaron en los de Michael, los buscaron y los encontraron, y él se derrumbó en alguna parte de su interior. Golpearon el agua tan fuerte como pensaron que lo harían. Duro como el concreto. Duro como la muerte.
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3 El momento de dolor fue breve pero intenso. En todas partes, al mismo tiempo, rompiendo y explotando a través de cada nervio de Michael. Ni siquiera tuvo tiempo de hacer un sonido antes de que todo acabara; tampoco lo tuvo Tanya, porque él no escuchó nada más que el distinto y horrendo estruendo al golpear la superficie del agua. Y entonces todo se disipó y su mente se quedó en blanco. Michael estaba vivo de vuelta en la NerveBox, lo que la mayoría de la gente llamaba El Ataúd, Regresado de El Sueño. No se podía decir lo mismo de la chica. Una ola de tristeza e incredulidad lo golpeó. Con sus propios ojos, la había visto cambiar su código, arrancar el Core de su carne virtual, y luego tirarlo como si no fuera nada más que una migaja. Cuando todo terminó para ella, terminó de verdad, y siendo parte de ello Nunca había presenciado nada como aquello. Parpadeó un par de veces, esperando que se completara el proceso de desvinculación. Nunca antes se había sentido tan aliviado de haber terminado con la VirtNet, de haber terminado un juego, listo para salir de su caja y respirar el aire contaminado del mundo real. Una luz azul se encendió, revelando la puerta de El Ataúd a unos pocos centímetros de su rostro. Los LiquiGels5 y AirPuffs6 ya habían sido retirados, dejando únicamente la parte que Michael verdaderamente odiaba, sin importar cuantas veces lo había hecho, que eran muchas más de las que podía contar. Delgadas hebras heladas de NerveWire7 salieron de su cuello, espalda, y brazos, arrastrándose como serpientes hasta que desaparecieron dentro de sus pequeños escondites, donde permanecerían desinfectadas y almacenadas para su próximo juego. Sus padres se sorprendieron de que voluntariamente permitiera que esas cosas penetraran en su cuerpo con tanta frecuencia, y no podía culparlos. Había algo francamente espeluznante al respecto. Un sonoro clic fue seguido por un ruido metálico y luego una silbante ráfaga de aire. La puerta de El Ataúd comenzó a levantarse, pivoteando hacia arriba y alejándose en sus bisagras, como el propio 5
Gel-líquido Soplo-de-aire 7 Nervio-alambre 6
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lugar de descanso de Drácula. Michael casi se echó a reír con la idea. Ser un vicioso vampiro chupasangre amado por las mujeres era solo una de las mil millones de cosas que una persona podía hacer dentro de El Sueño. Sólo una de mil millones. Se levantó con cuidado, siempre se había sentido un poco mareado después de ser Regresado, especialmente cuando había estado ausente durante un par de horas, desnudo y cubierto de sudor. La ropa arruinaba la estimulación sensorial de la NerveBox8. Michael pasó por encima del borde de la caja, agradecido por la mullida alfombra bajo sus pies, lo hacía sentir firme, de vuelta en la realidad. Agarró el par de bóxers que había dejado en el piso, se los puso. Pensó que una persona decente probablemente habría optado por un pantalón y una camiseta también, pero no se estaba sintiendo muy decente en ese momento. Todo lo que le habían pedido hacer en el juego era convencer a una muchacha de no suicidarse a cambio de Puntos de Experiencia, y no sólo había fracasado, había ayudado a que lo hiciera de verdad. De verdad, de verdad. Tanya, donde sea que su cuerpo pudiera estar, estaba muerta. Había arrancado su Core antes de morir, una hazaña de la programación, protegido por contraseñas, que sólo podría haber hecho para ella misma. Fingir una remoción del Core no era posible en la VirtNet. Era demasiado peligroso. De lo contrario, nunca sabrías si alguien estaba fingiendo, y la gente lo haría de izquierda a derecha por diversión o para llamar la atención. No, ella había cambiado su código, removido la barrera de seguridad en su mente que separaba lo real de lo virtual, y freído el implante real de vuelta en casa, y lo había hecho a propósito. Tanya, la bella chica de los ojos tristes y los delirios de estar siendo cazada. Muerta. Michael supo que la noticia estaría en NewBoops pronto. Reportarían que había estado con ella y la VNS (VirtNet Seguridad) probablemente vendría y hablaría con él al respecto. Definitivamente lo harían. Muerta. Estaba muerta. Tan vacía de vida como el hundido colchón en su cama. Todo lo golpeó entonces. Lo golpeó bola rápida a la cara.
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Caja-de-nervios
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Michael apenas pudo llegar al baño antes de vomitar todo lo que tenía en el estómago. Y luego se desplomó en el suelo y se encogió formando una bola. Ninguna lágrima llegó, no era del tipo llorón, pero se quedó ahí por un largo tiempo.
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CAPÍTULO 2 La Proposición 1 Michael sabía que la mayoría de gente, cuando se sentían como si la tierra misma hubiera decidido que ya no le agradaban, cuando se sentían como si estuvieran en el fondo de un pozo oscuro, iban con su mamá o papá. Tal vez un hermano, tal vez una hermana. Aquellos con ninguno de los anteriores podrían encontrarse a sí mismos llamando a la puerta de una tía, un abuelo, un primo en tercer grado dos veces eliminado. Pero no Michael. Él iba con Bryson y Sarah, los dos mejores amigos que una persona podría tener. Ellos lo conocían más que nadie, y no les importaba lo que dijera o hiciera o usara o comiera. Y él les devolvía el favor cuando ellos lo necesitaban. Pero había algo muy extraño respecto a su amistad. Michael nunca los había visto. No literalmente, de todos modos. Todavía no. Eran amigos en la VirtNet de principio a fin, sin embargo. Había llegado a conocerlos por primera vez en los niveles iniciales de Lifeblood, y habían ido volviéndose más y más cercanos a medida que avanzaban. Los tres habían unido fuerzas casi desde el día en que se conocieron para avanzar en el Juego de los Juegos. Fueron el Trío Terrible, El Trío Diseccionar-los, la trilogía Quema-y-Saquea. Sus apodos no los ayudaba a hacer muchos amigos, habían sido tildados de arrogantes por algunos, de idiotas por otros, pero se habían divertido así que no les importaba. El suelo del baño estaba duro, y Michael no podía quedarse ahí para siempre, así que se recompuso y se dirigió directamente a su lugar favorito en la tierra para sentarse. La Silla. Era sólo una pieza normal de mueblería, pero era la cosa más cómoda en la que alguna vez se había sentado, como hundirse en una nube hecha por el hombre. Tenía que pensar un poco, y necesitaba arreglar una cita con sus mejores amigos. Se sentó y miró por la ventana al triste exterior gris del complejo de apartamentos al otro lado de la calle. Parecía una triste tormenta congelada.
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La única cosa estropeando la desolación, era un enorme cartel publicitario de Lifeblood Deep, letras color rojo sangre sobre una placa negra, nada más. Como si los diseñadores del juego fueran completamente conscientes de que las palabras por si solas eran lo único que necesitaban. Todo el mundo las conocía, y todo el mundo quería participar, querían ganarse el derecho a ir ahí algún día. Michael era como cualquier otro jugador, sólo uno más de la manada. Pensó en Gunner Skale, el mejor jugador en Lifeblood que la VirtNet hubiera conocido. Pero el hombre había desaparecido de la red recientemente, los rumores decían que había sido atrapado por la Deep misma, perdido en el juego que había amado tanto. Skale era una leyenda, y jugador tras jugador había ido en busca de él en los rincones más oscuro de El Sueño, infructuosamente, como se vio después. Al menos, hasta ahora. Michael quería más que nada alcanzar esa clase de nivel, convertirse en el nuevo Gunner Skale del mundo. Sólo tenía que hacerlo antes que el chico nuevo en escena. Este…Kaine. Michael apretó su EarCuff9, la pequeña pieza de metal unida al lóbulo de su oreja, y su NetScreen 10 y teclado se encendieron delante de él, flotando en el aire. El Boletín le mostró que Bryson ya estaba en línea y que Sarah había dicho que volvería en un rato. Los dedos de Michael comenzaron a bailar a través de las teclas de color rojo brillante. Mikethespike: Oye, Bryson, deja de tontear en los nidos Gorzon y háblame. Vi algo serio hoy. La respuesta de su amigo fue casi instantánea; Bryson pasaba más tiempo que Michael en línea o en El Ataúd. Y escribía como una secretaria con tres tazas de café encima. Brystones: ¿En serio, eh? ¿Un policía de Lifeblood te arrestó en las Dunas de nuevo? Recuerda ¡Sólo pasa cada 13 minutos! Mikethespike: Te dije lo que estaba haciendo. Tenía que evitar que esa chica se lanzara del puente. No fue muy bien. Brystones: ¿Por qué? ¿Cayó de narices? Mikethespike: No creo que deba hablar de eso aquí. Necesitamos encontrarnos en El Sueño. 9
Cadena del oído Pantalla virtual
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Brystones: Amigo, debe haber sido malo. Estuvimos ahí hace sólo unas horas, ¿Podemos encontrarnos mañana? Mikethespike: Sólo ven a verme de nuevo en la tienda. En una hora. Lleva a Sarah también. Huelo a axilas. Brystones: Me alegro de que no vamos a encontrarnos en la vida real, entonces. No soy muy aficionado al O.T. Mikethespike: Hablando hacerlo. No vives TAN lejos.
de
eso,
necesitamos
simplemente
Brystones: Pero El Despertar es tan aburrido. ¿Cuál es el punto? Mikethespike: Porque eso es lo que los humanos hacen. Se conocen y estrechan manos reales. Brystones: Preferiría darte un abrazo en Marte. Mikethespike: SIN ABRAZOS. Te veo en una hora. ¡Lleva a Sarah! Brystones: Lo haré. Ve a frotar tus fosas desagradables. Mikethespike: Dije que OLÍA a eso, no que… Olvídalo. Nos vemos luego. Brystones: Fuera. Michael apretó su EarCuff y observó la NetScreen disolverse como si un fuerte viento hubiera soplado. Luego, después de una última mirada al letrero de Lifeblood Deep, sus profundas letras rojas sobre negro como una burla, nombres como Gunner Skale y Kaine flotando en su cabeza, se dirigió a la ducha.
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2 La VirtNet era una cosa graciosa. Era tan real que a veces Michael deseaba que no fuera de tan alta tecnología. Como cuando estaba caliente o transpirando, o cuando se tropezaba y golpeaba en uno de los dedos del pie o cuando una chica lo abofeteaba en la cara. El Ataúd le hacía sentir cada pequeña cosa. La única otra opción era ajustarle para menor entrada sensorial, pero entonces, ¿por qué te molestarías en jugar si no vas a hacerlo completamente? El mismo realismo que creaba el dolor e incomodidad en El Sueño a veces tenía un lado positivo, sin embargo. La comida. En especial cuando eres lo suficientemente bueno codificando para tomar lo que quieras cuando estás un poquito corto de efectivo. Ojos cerrados para acceder a datos brutos, manipular algunas líneas de la programación y voilà…un festín gratis. Michael se sentó con Bryson y Sarah en su mesa usual afuera del Deli de Dan El Hombre, atacando un enorme plato de Nachos Grouchos, mientras que devuelta en el mundo real El Ataúd los estaba alimentando con nutrientes puros y saludables por vía intravenosa. Una persona no podía confiarse solamente en la función nutritiva del Ataúd, no era algo destinado a sustentar la vida humana por meses, pero por supuesto que era agradable en las sesiones largas. Y la mejor parte era que únicamente engordabas en El Sueño si te programabas para hacerlo, no importa cuánto comieras. Más allá de la deliciosa comida, su conversación rápidamente tomó un giro depresivo. ―Lo leí en la NewsBops tan pronto como Bryson me contó ―dijo Sarah. Su apariencia en la VirtNet era subestimada (una linda cara, largo cabello marrón, piel tostada, casi sin maquillaje). ―Hubo algunos registros de Core en la última semana. Me pone los pelos de punta. Hay rumores de que este tipo Kaine está de alguna manera atrapando gente adentro del Sueño, sin dejarlos despertarse. Entonces algunos de ellos se matan. ¿Puedes creerlo? Un ciber-terrorista.
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Bryson asentía. Él parecía un jugador de fútbol americano herido (grande, voluptuoso, y todo un poco fuera de proporciones o armonía.) Siempre decía que era tan malditamente caliente en el mundo real que necesitaba un escape de las muchachas mientras pasaba tiempo en la VirtNet. ―¿Pelos de punta? ―repitió―. Nuestro buen amigo aquí vio a una chica excavar dentro de su propio cráneo y extraer su Core, arrojarlo, y luego saltar de un puente. Creo que “Pelos de punta” es un comienzo. ―Está bien, creo que necesito una palabra más fuerte ―ella respondió―. El punto es que algo está pasando, y un jugador está siendo acusado por ello. ¿Quién escucho alguna vez de personas hackeando su propio sistema para cometer suicidio? VirtNet Seguridad nunca ha tenido este tipo de problemas antes. ―Al menos que la VNS estuviera ocultándolo, ―agregó Bryson. ―¿Quién haría lo que ella hizo?―murmuró Michael, más para él que para los otros. Él sabía lo suyo, y suicidios dentro del Sueño siempre fueron raros. Suicidios reales, de cualquier manera. ―A algunas personas les gusta la adrenalina de acabar consigo mismos en El Sueño sin las consecuencias reales, pero nunca vi esto. La habilidad y conocimiento para poder llevarlo a cabo… ni siquiera creo que yo pudiera hacerlo. ¿Ahora son varios en una semana? ―¿Y qué sobre este jugador, Kaine? ―preguntó Bryson. ―Escuche que él es grandioso, pero… ¿Cómo es posible que alguien atrape a otros dentro del Sueño? Tiene que ser pura palabrería. Las mesas alrededor de ellos acababan de quedarse en silencio, y Michel entendió por qué. Kaine estaba volviéndose infame… y el nombre hacía a la gente empalidecer. En los últimos meses él estuvo infiltrándose en todo, desde los juegos hasta las reuniones privadas, aterrorizando a sus víctimas con visiones y atacándolos físicamente. Michael no había escuchado la parte sobre atrapar personas antes de Tanya, pero tan solo el nombre de Kaine atormentaba al mundo virtual, como si permanecería apenas fuera de vista no importa donde fueses. Bryson estaba lleno de valentía falsa.
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Michael ignoró a los otros clientes en el café y se enfocó en sus amigos. ―Ella seguía diciendo que era la culpa de Kaine, que fue atrapada por él y no lo podía soportar más. ¿Algo sobre robar cuerpos? Y cosas llamadas KillSims. Te digo, incluso antes de que empezara con el Core, pude ver en sus ojos que estaba siendo totalmente seria. Ella definitivamente se cruzó frente a frente con él en algún lugar. ―Ni siquiera sabemos mucho sobre el muchacho detrás de Kaine todavía ―Sarah ofreció―. He leído cada historia sobre él, y eso es todo lo que son. Historias. Nadie tiene ninguna pinza sobre el jugador en sí mismo. Ni fotos, ni audio, ni video. Nada. Es como si él no fuera real. ―Es la VirtNet ―Bryson contrarrestó―. Las cosas no tienen que ser reales para ser reales. Ese es todo el punto. ―No ―Sarah sacudió su cabeza. ―Él es un jugador. Una persona. Acostado en un Ataúd. Con toda esa publicidad, deberíamos saber más sobre él. Los medios deberían estar encima de este tipo. La VNS debería ser capaz de seguirlo, por lo menos. Michael sentía como que no estaban yendo a ningún lado. ―Hey, devuelta a mí, chicos. Se supone que estoy traumatizado y ustedes, se supone que me harían sentir mejor. Hasta ahora, apestan en eso. Una mirada de genuina preocupación cruzó la cara de Bryson. ―Sin duda, amigo. Lo siento, pero me alegra que hayas sido tú y no yo. Sé que toda la cosa de negociar suicidios es parte de la experiencia Lifeblood, pero ¿quién hubiera sabido que la tuya sería real? Yo probablemente no dormiría por una semana si viese algo así. ―Sigues apestando, ―Michael respondió, riendo débilmente. En verdad, él estaba mejor ahora tan solo con sus amigos, pero se sentía como si algo dentro de él estuviera tratando de roer su camino hacia fuera. Algo oscuro, con grandes dientes que no quería ser ignorado. Sarah se inclinó hacia él y le aprieto su brazo. ―Ninguno de nosotros tiene alguna idea de lo que debe haber sido para ti
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―dijo suavemente. ―Y seriamos idiotas al pretender que sí. Pero siento que haya pasado. Michael se sonrojó y miró hacia el piso. Afortunadamente, Bryson los trajo de vuelta a la realidad. ―Tengo que usar el baño ―anunció, parándose. Una persona hacía cosas como esas dentro del Sueño, mientras tu verdadero cuerpo se encargaba de aquello en el Ataúd. Todo fue hecho para sentirse real. Todo. ―Encantador ―Sarah dijo en medio de un suspiro mientras liberaba el brazo de Michael y volvía a su silla. ―Simplemente encantador.
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3 Hablaron por alrededor de otra hora más, terminando con su usual promesa de encontrarse en el mundo real pronto. Bryson les dijo que si no lo hacían para fin de este mes, comenzaría a cortar un dedo por día hasta que sucediese. Los dedos de Michael, no los suyos. Eso obtuvo una muy necesitada risa. Los tres se despidieron en un Portal, y Michael Regreso devuelta a El Despertar, siguiendo la usual rutina dentro del Ataúd hasta que pudo salir. Mientras caminaba hacia La Silla su mirada naturalmente aterrizó en la gran publicidad para Lifeblood Deep fuera de su ventana, seguido por los usuales pocos segundos de codicia y babeo metafórico. Casi se sienta, pero cambio su mente, sabiendo que nunca se levantaría, agotado y dolorido desde la cabeza hasta los pies. Y odiaba quedarse dormido en La Silla, ya que siempre se levantaba con calambres donde ningún otro humano alguna vez tuvo. Suspiró y, tratando de no pensar en la chica llamada Tanya que se había matado justo delante de sus ojos, de alguna manera llego a la cama. Luego colapso a una larga noche sin sueños.
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4 Salir de la cama a la mañana siguiente fue como salir de un capullo. Le tomo veinte minutos al lado inteligente de su cerebro convencer al lado estúpido de que hacerse pasar por enfermo para no ir al colegio no era una buena idea. Ya había faltado siete veces este semestre. Una o dos faltas más y empezarían a ponerse estrictos. Solo se había empeorado el dolor en la noche por culpa de la caída en picada hacia la bahía con Tanya, y el extraño sentimiento todavía retorcía su estómago. De alguna manera, sin embargo, Michael logró llegar a la mesa del desayuno, donde su nana, Helga, acababa de apoyar un plato de huevos y tocino. Una nana, el equipo de VirtNet, un apartamento agradable… tenía que agradecerles mucho a sus padres ricos. Viajaban mucho, y en este momento él no podía recordar cuando se fueron o cuando volverían. Pero se lo compensaban con todas las cosas que le daban. Entre la escuela, Helga y la VirtNet apenas tenía tiempo para extrañarlos. ―Buenos días, Michael ― Helga dijo con su leve pero igualmente notable acento alemán. ―Confío en que dormiste bien, ¿verdad? Él le gruño y ella sonrió. Es por eso que amaba a Helga. No se ponía toda refunfuñona u ofendida cuando todo lo que querías hacer era gruñir como un animal saliendo de hibernar. No le causaba ningún problema. Y su comida era deliciosa. Casi tan buena como en la VirtNet. Michael terminó cada trozo de su desayuno, luego salió hacia fuera para tomar el tren.
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5 La calle estaba desbordante, trajes y faldas y tazas de café tan lejos como el ojo podía ver. Había tantas personas que Michael casi podía jurar que se estaban duplicando como células reproduciéndose ahí mismo frente a sus ojos. Todos tenían la típica mirada apática y vacía que Michael conocía muy bien. Al igual que él, habían sufrido y trabajado duro a través de sus deprimentes empleos o colegios hasta que pudieran volver a casa y entrar en la VirtNet una vez más. Michael se unió al flujo de gente, esquivando a los trabajadores de derecha a izquierda, e hizo su camino bajo la Avenida, luego dobló a la derecha en su atajo usual, un callejón de una sola mano, lleno de botes de basura y pilas de desechos. No podía entender por qué la basura descartada nunca aparentaba entrar en los grandes contenedores de metal. Pero en una mañana como esta, compartiendo la calle con bolsas de golosinas vacías y cáscaras de banana descartadas vencía a las masas marchantes. Estaba a la mitad del camino cuando el chillido de llantas lo detuvo en seco. El arranque de un motor reverberó en la calle por detrás y Michael se dio la vuelta. El instante en el que vio el auto aproximándose, su pintura gris y apagada como una tormenta extinguiéndose, él supo. Supo que este auto tenía algo que ver con él y no iba a tener un final feliz. Giró y corrió, reconociendo en algún nivel que quien sea que estaba detrás de él había planeado atraparlo en aquél callejón. El final ahora parecía a millas de distancia, nunca llegaría. El sonido del auto se hizo más fuerte mientras lo alcanzaba, y más allá de todas las cosas extrañas y locas que había experimentado en El Sueño, el terror explotó en el pecho de Michael. Terror real. Y pensó, que manera de terminar, aplastado como un insecto en un callejón infestado de basura. No se atrevió a dar una ojeada detrás de él pero podía sentir el vehículo avecinándose. Estaba cerca, y no tenía chance de escapar corriendo. Se rindió en tratar de huir y se zambulló detrás de la siguiente pila de desechos. El auto chilló mientras se detenía mientras él rodaba y saltaba devuelta en sus pies, listo para correr a toda velocidad en la dirección contraria. La puerta de atrás del sedán se disparó abierta y dio un paso hacia afuera un
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hombre vestido marcadamente con un pasamontañas negro sobre su cara, sus ojos fijos en Michael a través de rajas en la tela. Michael se congeló, solo por un instante, pero fue el tiempo suficiente. El hombre lo derribó, golpeando su cuerpo con el piso. Michael abrió su boca para gritar, pero una mano fría le sujeto la cara, silenciándolo. Pánico atravesó su cuerpo como una espada caliente, y la adrenalina inundó su sistema mientras se retorcía y empujaba a su atacante. Pero el hombre era demasiado fuerte y volteó Michael boca abajo, sujetando sus brazos detrás de él. ―Para de pelear, ―dijo el extraño. ―Nadie va a herirte, pero no tenemos tiempo para tonterías. Necesito que entres al auto. La cara de Michael estaba presionada contra el cemento. ―Oh, ¿De verdad? ¿Estaré perfectamente a salvo? Estaba justo pensando eso. ―Cállate la boca niño sabelotodo. No podemos solamente dejar que todos sepan quienes somos. Ahora, entra en el auto. El hombre se puso en sus pies, arrastrando a Michael hacia arriba junto a él. ―Mete tu trasero ―el extraño dijo, pausando para agregar el efecto―, en el auto. Michael hizo un último y patético intento de liberarse, pero fue inservible. El agarre del hombre era de hierro. Michael no tenía otra alternativa más que hacer lo que le ordenaron. La batalla lo consumió, y dejó que el hombre lo guiase al asiento trasero del auto, donde se estrujo junto a otro hombre enmascarado. La puerta se cerró de un portazo y el auto se tambaleó hacia delante, el chillido de las ruedas haciendo eco a través de las paredes de concreto.
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6 Mientras el auto arrancaba fuera del callejón y hacia la carretera, la mente de Michael giraba en torno a quienes eran estas personas y hacia donde lo llevaban. Otra ola de pánico lo inundó y entró en acción. Estrelló su codo en la entrepierna del tipo a su izquierda, luego se lanzó hacia la puerta mientras el hombre se doblaba en agonía, maldiciendo de tal manera que hasta Bryson se hubiera enrojecido si hubiera estado oyendo. Los dedos de Michael acaban de enroscarse alrededor de la manija cuando el matón original lo tiró hacia atrás, su brazo rodeando el cuello de Michael. El hombre estrujo hasta que Michael jadeó por aire. Pág.| 68
―Córtala, muchacho ―dijo demasiado calmado. Por alguna razón, esas eran las últimas palabras que Michael quería oír. Ira surgió en su pecho, y lucho por liberarse del agarre. ―¡Para ya! ―esta vez el extraño gritó. ―Deja de actuar como un niño y cálmate. No vamos a herirte. ―En realidad, me estás lastimando ahora mismo, ―tosió Michael. El hombre liberó su agarre. ―Compórtate, y eso será lo peor. ¿Tenemos un trato, niño? ―De acuerdo ―gruño Michael. Porque, ¿qué otra cosa podía hacer? ¿Pedir tiempo para pensar? El hombre aparentó relajarse con eso. ―Bien. Ahora siéntate y cállate, ―indicó―. Espera, primero discúlpate con mi amigo, eso era totalmente innecesario. Michael le echó una ojeada al tipo a su izquierda, y se encogió de hombros. ―Lo siento. Espero que todavía puedas tener bebés. El hombre no respondió, pero lo fulminó con la mirada ferozmente a través del pasamontañas. Humillado por el enojo del hombre, Michael apartó la mirada. La adrenalina se había
apagado, su fuerza estaba agotada, y estaba siendo paseado a través de la ciudad por cuatro hombres con máscaras negras. Las cosas no se veían muy radiantes.
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7 El resto de viaje transcurrió en completo silencio. El corazón de Michael, sin embargo, continuó latiendo ferozmente. Pensó que había conocido el miedo antes. Había sido lanzado en incontables situaciones horríficas en la VirtNet que se habían sentido perfectamente real. Pero esto era real. Y el miedo iba más allá de lo que él jamás había experimentado. Se preguntó si caería muerto por un paro cardíaco a la madura y vieja edad de dieciséis. Como si fuese una burla, cada vistazo hacia afuera parecía aterrizar en esos posters de Lifeblood Deep rojos y negros. Incluso aunque la minúscula optimista parte de su cerebro seguía tratando de decirle que de alguna manera saldría de esto vivo, sabía que ser secuestrado por hombres enmascarados generalmente no terminaba bien. Las señales solo le recordaban que su sueño de alcanzar Lo Profundo probablemente no pasaría después de todo. Finalmente, llegaron a las afueras de la ciudad y doblaron en el enorme estacionamiento del estadio donde los Falcons11 habían jugado. Estaba completamente vacío, y el conductor estacionó en la primera fila, donde paró y apretó el freno de emergencia, la estructura masiva inminente sobre ellos. Un cartel al frente del espacio para estacionar leía RESERVADO. SERÁ REMOVIDO CON GRÚA. Un pitido sonó en algún lugar dentro del auto, seguido por un cascado desde afuera, luego un zumbido de maquinaria. Inmediatamente después, el vehículo comenzó a hundirse en el piso, y el corazón de Michael dio un salto. Mientras descendían, el resplandor de la luz del día rápidamente se disolvió a una iluminación fluorescente. Finalmente, el auto se detuvo con una leve sacudida y Michael observó alrededor para darse cuenta de que estaban un enorme garaje subterráneo con por lo menos una docena de autos estacionados a lo largo de la pared. El conductor liberó el freno
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Atlanta Falcons (español: Halcones de Atlanta) es un equipo profesional estadounidense de fútbol americano de la National Football League (NFL).
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de emergencia y estacionó en un puesto libre, para luego apagar el motor. ―Llegamos ―anunció el conductor. Innecesario, pensó Michael.
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8 Le ofrecieron a Michael dos opciones: lo podían arrastrar agarrándolo de los pies, con su cabeza colgando, con un perfecto primer plano del cemento, o podía caminar con ellos bajo su propio poder sin intentar nada. Eligió la segunda opción. Mientras marchaban al lado de él, su corazón seguía tratando de escapar su caja torácica con su incesante martilleo. Los cuatro hombres lo escoltaron a través de una puerta, por todo un pasillo y luego a través de otra puerta hacia un gran cuarto de conferencias. Por lo menos eso es lo que él asumía, basado en la larga mesa de madera de cerezo, sillas de cuero afelpado, y la barra iluminada en la esquina. Se sorprendió al ver solo una persona esperándolos: Una mujer. Era alta con largo cabello negro, con amplios y exóticos ojos, y de alguna manera se veía preciosa y aterradora al mismo tiempo. ―Déjenlo conmigo ―dijo. Cuatro palabras, suavemente habladas, pero los hombres prácticamente se zambulleron hacia afuera, cerrando la puerta detrás de ellos, como si le temieran más allá de todo. Esos llamativos ojos se enfocaron en la cara de Michael. ―Mi nombre es Diane Weber, pero te referirás hacia mí como Agente Weber. Por favor, tome asiento ―señaló la silla más cercana a Michael, y tomo cada onza de su fuerza de voluntad vacilar antes de sentarse. Se forzó a contar hasta cinco, mirándola fijamente, sosteniendo su mirada. Luego, siguió sus órdenes. Ella se acercó y se sentó junto a él, cruzando sus esbeltas y bonitas piernas. ―Disculpas por el alboroto para traerte hasta aquí. Lo que estamos a punto de discutir es extremadamente urgente y confidencial, y no quería perder ni un minuto… preguntando. ―Debería estar en la escuela. Preguntar hubiera funcionado perfectamente. ―De alguna manera ella lo había aliviado, lo cual lo enojaba. Estaba claro que era manipuladora, que usaba su belleza para derretir los corazones de los hombres. ―De cualquier manera, ¿para qué podrías llegar a necesitarme?
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Su sonrisa revelaba perfectos dientes blancos. ―Eres un jugador, Michael. Con serias habilidades para la codificación ―¿Es eso una pregunta? ―No, es una declaración. Te estoy diciendo por qué estás aquí, ya que tú preguntaste. Sé más sobre ti de lo que tú mismo sabes. ¿Comprendido? Michael tosió. ¿Todo este hackeo finalmente estaba dando sus frutos? ―¿Estoy aquí porque soy un jugador? ―preguntó, luchando por mantener su voz firme. ―¿Por qué me gusta pasar el rato en El Sueño y codificar un poco? ¿Qué haría? ¿Noquearte y robar tu restaurante virtual? ―Estás aquí porque te necesitamos. Las palabras trajeron un de repente un golpe de valentía sobre él. ―Mira, no creo que mi mamá apruebe que yo salga con una mujer mayor. ¿Probaste citas en línea? Estoy seguro que una muchacha tan atractiva como tú podría encontrar… Una mirada rápida de tal odio ardió a través de su cara que Michael cerró su boca, y se disculpó antes de tener tiempo de pensar. ―Trabajo para la VNS ―ella dijo, calmada y tranquila una vez más. ―Tenemos un serio problema dentro de la VirtNet y necesitamos ayuda. También estamos muy al tanto de tus habilidades para hackear, y también aquellas de tus amigos. Pero si no crees que puedes dejar de actuar como un niño de diez años, seguiré con el próximo en la fila. De alguna manera en solo tres oraciones había hecho a Michael sentirse como un completo idiota. Y ahora lo que más quería en el mundo era saber de qué estaba hablando. ―Está bien, lo siento. Ser secuestrado te sacude. De ahora en más seré bueno. ―Así me gusta más ―pausó, descruzó y cruzó otra vez sus piernas. ―Ahora, estoy a punto de confiarte unas palabras, y si
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alguna vez repites esas palabras a otro ser humano sin nuestra explicita dirección, el resultado más optimista sería una vida entera en una prisión que, en cuanto a lo que a la población concierne, no existe. Curiosidad zumbó a través de Michael, pero sus palabras lo hicieron pausar. ―¿Entonces no me matarás? ―Hay cosas peores que la muerte Michael ―dijo con el ceño fruncido. La miró fijamente, medio queriendo que ella el rogara que se fuera sin oír ni una palabra más, pero su curiosidad ganó. ―Está bien. No lo repetiré… lánzalo. Pág.| 74
Su labio inferior tembló levemente cuando lo dijo, como si la frase la sacudiera en algo profundo dentro de ella. ―Doctrina de la Mortalidad.
9 El cuarto se hundió en silencio, completo y absoluto, y la Agente Weber lo miró fijo. ¿Qué podrían esas palabras significar que le costaría su libertad? ―¿Estoy perdiéndome de algo? ―preguntó. ―¿La Doctrina de la Mortalidad? ¿Qué es eso? La Agente Weber se inclinó hacia delante, su cara de alguna manera intensificándose más que antes. ―Escuchar las palabras te ha comprometido a unirte a nosotros. Michael encogió los hombros, ya que era la única cosa con la que se sentía a salvo. ―Pero necesito escucharte decirlo ―dijo ella. ―Necesito escuchar tu comprometimiento. Necesitamos tus habilidades en la VirtNet. Ese pequeño empujón de orgullo trajo a Michael devuelta en sí mismo. ―Quiero saber lo que es. Se inclinó hacia atrás y la tensión en la habitación pareció levantarse. ―La Doctrina de la Mortalidad. En este momento, sabemos muy poco. Es algo escondido en la VirtNet, en algún lugar fuera de grilla conocida. Un archivo o programa de algún tipo que puede dañar seriamente no solo la VirtNet pero el mundo real también. ―Suena prometedor ―masculló Michael, inmediatamente arrepintiéndose. Por suerte, ella lo dejo pasar. La verdad era que él se había animado con la idea de una parte secreta de la VirtNet. Quería saber dónde era. ―Esta… Doctrina podría devastar la humanidad y el mundo que conocemos. Dime, Michael, ¿Has oído de jugador que se hace llamar Kaine? El nombre hacía que el corazón de Michael diese tumbos. La chica, Tanya. Su cara volvió hacia él, al igual que sus palabras. Como Kaine la estaba atormentado. Michael agarró los lados de la
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silla porque de repente se sentía como que estaba cayendo bajo el puente otra vez. ¿Cómo se relacionaban todas estas cosas? ―Sé de Kaine ―él dijo―. Vi a una chica matándose… ella lo nombró… ―Sí, estamos al tanto ―la Agente Weber admitió. ―Esa es una pequeña parte de la razón por la cual estás aquí. Eres un testigo de que tan mal se están poniendo las cosas. Hemos sido capaces de atar a Kaine a esta Doctrina de la Mortalidad, y está todo unido en casos como nunca antes ha sucedido. Gente atrapada en la VirtNet y llevadas a decodificar sus propios Cores. Es el peor cyber―terrorismo que nos hayamos encontrado jamás. ―¿Por qué estoy aquí? ―Michael preguntó en un graznido seco, sintiendo una vergonzante falta de seguridad. ―¿Cómo puedo ayudar? Ella estuvo en silencio por un latido. ―Hemos encontrado gente inconsciente dentro de sus Ataúdes. La tomografía revela daño cerebral, como si fueran las víctimas de un experimento enfermizo. Están en estado vegetativo ―pausa otra vez. ―Tenemos evidencia de que Kaine está involucrado. Y de alguna manera está todo relacionado con este programa de Doctrina de la Mortalidad escondido en algún lugar dentro de la VirtNet. Necesitamos encontrar a los dos, el hombre y la Doctrina. ¿Nos ayudarás? Lo preguntaba tan simplemente, como si le pidiera que hiciese un viaje rápido a la tienda por leche y pan. Michael quería correr. De hecho, quería muchas cosas en ese momento, (viajar en el tiempo hubiera sido genial, él pensó), pero más realísticamente, él quería su cuarto y su cama, su Ataúd, escapar a algún descerebrado deporte, nivel principiante, el Deli de Dan el Hombre, de primera, pasando el rato con Bryson y Sarah, una película, un libro, su mamá y su papá devuelta de viajar, y nunca escuchar sobre esto jamás. Pero una palabra escapó su boca, y no sabía que realmente lo sentía hasta que se escuchó a él mismo decirlo. ―Sí.
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PREPร RATE PARA CORRER THE MAZE RUNNER EN CINES EN 2014 wckdisgood.com
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Staff Ministry of Lost Souls TRADUCCIÓN Tessa_ Alu Alee Pg AleDuchannes Riu di Angelo Tami Herondale Nathaly
DISEÑO Auri_16
CORRECCIÓN Cili St Herondale Ale MCM Tessa_
MODERADORA Tessa_
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