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Dubrovnik Por Ivana Giove
Dubrovnik Por Ivana Giove
Dubrovnik, situada en el extremo sur de Croacia, es una verdadera joya del mar
Adriático que desde hace mucho tiempo mi familia y yo queriamos conocer y explorar. Esta ciudad conocida como la “Perla del Adriático”, deslumbra con su impresionante casco antiguo, rodeado por murallas medievales que se extienden a lo largo de casi dos kilómetros. Fundada en el siglo VII, Dubrovnik es considerada un importante puerto y centro de comercio, famosa por su diplomacia y comercio marítimo.
Como parte de nuestro recorrido, llegamos al puerto y fuimos trasnportados a bordo de un TIK TUK (transporte típico de Dubrovnik), para poder disfrutar de las vistas de la ciudad y conocer su historía a través de un guía local. Seguidamente, el tour concluyo en el centro de la ciudad, donde uno no pudimos evitar sentirnos transportados en el tiempo. Las vistas panorámicas del mar Adriático y del casco antiguo son simplemente espectaculares. La calle principal, Stradun, es el corazón palpitante de la ciudad, llena de tiendas, cafés y monumentos históricos.
Una de las experiencias más memorables que vivimos fue visitar el Fuerte Lovrijenac, situado en un acantilado fuera de las murallas de la ciudad. Este fuerte, conocido como la “Gibraltar de Dubrovnik”, no solo ofrece vistas impresionantes, sino que también ha sido escenario de diversas producciones cinematográficas, incluida la famosa serie “Juego de Tronos”. Como fanática de la serie, fue fascinante recorrer los lugares donde se filmaron algunas de las escenas más representativas.
Alrededor de la una de la tarde una vez realizado el recorrido por el centro, decidimos tomar un barco que te daba un recorrido por la zona, ofreciendote vistas diferentes y permitiendote estar en una playa alrededor de tres horas, donde no dudamos en meternos en sus aguas cristalinas, aunque un poco frías. Finalmente, disfrutamos de poder tomar el sol por un tiempo y comer comida nacional antes de volver a nuestro crucero.
En mi opinión, Dubrovnik es un destino único que combina la cultura, la historia y la belleza natural. Cada visita nos dejó con las ganas de regresar y continuar descubriendo esta ciudad y sus alrededores. Con su encanto atemporal y su rica herencia, Dubrovnik fue, sin duda, una de las joyas más preciadas de nuestro viaje.