Las metáforas, que suelen estar presentes en los cuentos de Borges, no son sólo destinadas al ornamento o esclavizadas al aditamento retórico; ellas también nos permiten recrear al universo en nuestras mentes y de este modo revivir nuestras percepciones. Empleando esta idea nos aventuramos a imaginar lo siguiente: nuestra Ciudad de México es también una gran biblioteca, en donde las páginas de sus libros se encuentran en la simple contemplación, los pasillos que la recorren son sus calles y avenidas, los títulos que contempla este espacio son innumerables y para encontrarlos no se necesita un orden alfabético, sino pensarlo; ¿buscas poesía? encuéntralo en la sonrisa de una niña jugando con su perro en un parque o en el modo en que la luz del sol hace reflejo en las ventanas de un edificio y dan vida a una casa vecina abandonada, ¿buscas matemáticas? miralo en el modo en que los patrones se manifiestan en las personas al cruzar las calles o los tumultos de gente en los pasillos del metro, ¿buscas biología? mira como las especies animales y vegetales conviven en esta jungla de concreto. En esta inmensa biblioteca no existe una única entrada o salida, su perímetro podrá reflejarse en los mapas oficiales pero sus límites difícilmente podrían ubicarse ya que en cada espacio encontraremos nuevos espacios. En este sentido sus páginas no parecerían tener fin. Es por esto que este libro no cuenta con ninguna página numerada, tal como en el universo de Borges, el espacio no tiene un centro ni limites que lo definan y podrá ser leído de inicio a fin, desde el centro hacia los laterales o incluso desde el final hacia el inicio. En esta enorme biblioteca llamada Ciudad de México, los limites los pondrás tú.
S贸lo aquello que se ha ido es lo que te pertenece. Los hechos graves est谩n fuera del tiempo, porque en ellos el pasado inmediato queda como tronchado del porvenir, porque no parecen consecutivas las partes que los forman y porque tu puedes crear tu propia realidad.
quiĂŠn es
Todos nuestros actos son justos, pero tambiĂŠn son indiferentes. No hay mĂŠritos morales o intelectuales y cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el momento en que el hombre sabe para siempre...
No hables de venganzas ni perdones, pues el olvido es la Ăşnica venganza y el Ăşnico perdĂłn y en algunos casos, la peor condena.
Fรกcilmente aceptas la realidad, acaso porque intuyes que nada es real.
Censurar o deplorar un solo hecho real es blasfemar del universo.
es mรกs complejo y mรกs interesante que un hombre meramente animoso porque nadie puede probar una copa de agua o partir un trozo de pan, sin justificaciรณn. Para cada hombre,
El porvenir es tan irrevocable como el rigido ayer. No hay una cosa que no sea una letra silenciosa de la gran escritura indescifrable cuyo libro es el tiempo. Es por eso que no hay hecho, por humilde que sea, que no implique la historia universal y su infinita concatenaci贸n de efectos y causas.
Soñar es la actividad estética más antigua y por ende, la más criticada y señalada
El tiempo es el mejor antologista, o el Ăşnico, tal vez. Es el testigo de nuestro pasado, el espectador de nuestro presente y el vidente de nuestro futuro.
La literatura no es otra cosa que un sue単o dirigido. Es como ese azul desgastado que los ingleses llaman gris a pesar de que el anverso y el reverso de la moneda son, para Dios, iguales.
Al cabo de los aĂąos he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un dĂa en que no estemos, un instante, en el paraĂso. Basta con voltear a ver fuera de lo obvio para apreciar esos detalles que la ciudad nos da.
Las palabras son s铆mbolos que postulan una memoria compartida, es el c贸digo entre el hacer y el decir, son solo un respiro de vida que puede destruirte o llevarte a otro nivel.
Es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicolog铆a ni la ret贸rica
amor. Que el cielo exista, aunque nuestro lugar sea en el
Quizรก, cuando un hombre estรก enamorado, no se equivoca.
Quizรก, los que no estรกn enamorados, son los que se equivocan.
No esperes a que llegue la muerte porque la muerte es una vida vivida y la vida es una muerte que viene.
Modificar el pasado no es modificar un solo hecho; es anular sus consecuencias, que tienden a ser infinitas. Dicho con otras palabras; es crear dos historias universales.
La duda es uno de los nombres de la inteligencia. La paciencia el regalo mรกs preciado del vencedor y el universo es una esfera que no tiene un
La duda es uno de los nombres de la inteligencia. La paciencia el regalo mรกs preciado del vencedor y el universo es una esfera que no tiene un
Todos los hechos que pueden ocurrirle a un hombre, desde el instante de su nacimiento hasta el de su muerte, han sido prefijados por ĂŠl. AsĂ pues, cualquier negligencia es deliberada, todo casual encuentro una cita, toda humillaciĂłn una penitencia, todo fracaso es una misteriosa victoria y toda muerte se convierte en un drama del
Podrás vivir como tú quieras, podrás amar a tú manera, incluso ser solo una sombra de la ciudad pero nunca cometas el peor de los pecados que un hombre puede cometer.
La perspectiva puede ser una cuesti贸n de elecci贸n que te limita a construirte...
puedes deshacerte de ĂŠsta por otras que te hagan crear nuevas
visiones.
Como ser humano sólo cuentas con la razón para entender la realidad, pero ésta no es reducible a sólo leyes racionales… entonces, debes percibirla como caótica y arbitraria, quizás como un
Te crucifican y debes ser la cruz y los clavos. Te tienden la copa y debes ser la cicuta. Te engaĂąan y debes ser la mentira. Te incendian y debes ser el infierno. Debes alabar y agradecer cada instante del tiempo. Tu alimento es todas las cosas. El peso preciso del universo, la humillaciĂłn, el jĂşbilo. Debes justificar lo que te hiere. No importa tu ventura o tu desventura. Eres un poeta.
Las palabras que ves en las calles tambiĂŠn son sĂmbolos que postulan una memoria
Debes tener cuidado en elegir a tus
porque podrĂas terminar pareciĂŠndote a ellos.
¿Dónde estará tu vida, la que pudo haber sido y no fue, la venturosa o la de triste horror, esa otra cosa que pudo ser la espada o el escudo y que no fue?
¿Has imaginado que el Paraíso podría ser algún tipo de
Me parece que el infierno y el paraíso son desproporcionados y que los actos de los hombres no merecen tanto, ¿tú qué dices?
Siglos de siglos y sólo en el presente ocurren los hechos; innumerables hombres en el aire; la tierra y el mar, y todo lo que realmente pasa‌ te pasa a ti.
Si el sueño fuera (como dicen) una tregua, puro reposo de la mente, ¿Por qué si te despiertan bruscamente, sientes que te han robado una fortuna?
Si pudieras volver a vivir comenzarías a andar descalzo a principios de la primavera y seguirías descalzo hasta concluir el otoño. Darías más vueltas en calesita, contemplarías más amaneceres, y jugarías con más niños, si tuvieras otra vez vida por delante. Pero ya ves, quizás tengas 85 años... y sabrás que estas muriendo.
Eres esa memoria, ese quim茅rico museo de formas inconstantes, ese mont贸n de
¿No te parecía que antes las distancias eran mayores?, ¿Quizás estés olvidando que el espacio se mide por el tiempo?
El porvenir es tan irrevocable como el rĂgido ayer. No hay una cosa que no sea una persona silenciosa del eterno andar indescifrable cuya ciudad es el
es una tierra donde hay pocas cosas, pero donde cada una parece estar de un modo sustantivo y eterno.
Llega tu centro, tu รกlgebra y tu clave. A tu espejo. Pronto sabrรกs
Al final del día habrás de observar que la belleza, y la felicidad, son frecuentes. No habrá un día en que no estés, un instante, en el paraíso al que llamas
Narrando la Ciudad de México, una perspectiva Borgiana Es una publicación con diseño editorial y fotografías de Daniel Bravo y Jaime Fernández. Se terminó de imprimir en los talleres de la Sección de Impresión y Reproducción de la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Azcapotzalco; Av. San Pablo Xalpa No. 180, Col. Reynosa Tamaulipas, C.P. 02200. México, D.F. Esta edición consta de 1 ejemplar.