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Carlos III fue coronado tras siete décadas
En una ceremonia que costó casi 125 millones de dólares, y en la que Carlos ajustó algunos detalles para sentar bases de lo que sería su reinado, se realizó el acto de coronación, tras ocho meses de la muerte de Isabel II
Por Beatriz Pellegrín B. / Fotos: aFP s obre este día, mucho se especuló; sin embargo, los protocolos estuvieron a la altura de la tradición, con modificaciones muy específicas dictadas por Carlos, pues la coronación marca, sin decirlo, el cómo planea llevar su reinado, y desde distintas fuentes quiere hacer algo distinto, con cercanía y sensibilidad. l as calles, pese al clima nublado y por momentos lluvioso, se llenaron de ciudadanos que querían festejar este día junto a su nuevo rey. Además, la organización dispuso pantallas en h yde Park, Green Park y s t james Park, que por excelencia son los lugares donde se reúnen los británicos para eventos de la realeza. Todo reino u nido tuvo un espacio para disfrutar del momento histórico, al igual que las naciones de la Commonwealth. l a hermana de Carlos III, princesa Ana, marcó la historia al ser la primera mujer en comandar como coronel, el regimiento de caballería, integrado por b lues and royals. vestida con uniforme militar, lideró a los 6000 efectivos de las Fuerzas Armadas de todo el reino u nido, la Commonwealth y los Territorios b ritánicos de u ltramar. los reyes llegaron a la abadía de Westminster, donde fueron recibidos y organizados para entrar al recinto, en el que esperaban los asistentes, encabezados por reyes de otras naciones, jefes de Estado; y 200 civiles de la sociedad, que fueron invitados en sustitución de integrantes de la nobleza. Esta acción fue solicitada por el rey, como parte de la modernización y la cercanía que quiere establecer entre él y los británicos.
El 6 de mayo de 2023, quedó marcado como el día en el que Carlos III, hijo de la difunta Isabel II, fue ungido, coronado, celebrado por su pueblo y las instituciones que rigen esta nación, como el nuevo rey de reino u nido.
A las 11:00 a.m. (hora l ondres), partieron los reyes Carlos III y Camila, desde el palacio de b uckingham, en la carroza d iamond jubilee, creada para el jubileo diamante de Isabel (60 años en el trono). El monarca y su consorte recorrieron los 2.2 kilómetros entre b uckingham y la abadía, para ser coronados como reyes, en presencia de más de 2000 invitados. Mientras que, al finalizar la ceremonia, hicieron la procesión de la coronación, en la histórica carroza Gold s tate Coach, que posee más de 200 años, mide 3,6 metros de alto y tiene más de siete metros de largo.
Algunos decidieron rendir tributo a la reina de corazones, lady Di.
Los seguidores de Carlos III mostraron su apoyo, al pasar la carroza
La princesa Ana, hermana de Carlos III, fue la comandante de los más de seis mil integrantes de las fuerzas militares que abarcaban dos kilómetros de procesión.
Las calles llenas de quienes apoyan a la monarquía británica; y también de quienes no.
La CErEmonIa
siete décadas transcurrieron para que reino unido viviera una nueva coronación. Tras la muerte de Isabel II, el 8 de septiembre de 2022, Carlos, su primogénito, fue proclamado rey como dictan las leyes monárquicas. sin embargo, la coronación es un evento que requiere una rigurosa planificación, debido a los protocolos reales y tradicionales.
En este caso, algunos detalles fueron ajustados por el rey para hacer notar que desea un cambio. decidió reusar su traje de la Marina real, confeccionado por el sastre Malcolm Plews, junto a una camisa de seda de Turnbull & Asser, camiseros de la Guardia real, y zapatillas de ópera de Gaziano & Girling, de savile row. Además, no se realizó una nueva capa para recibir la corona, sino que optó por la reutilización.
El hijo de la difunta Isabel II, decidió usar la supertúnica creada originalmente para el rey jorge v, una correa de espada y, adicionalmente, un guante real de significado ceremonial, que perteneció a su abuelo.
Por su parte, la reina Camila, bajo la túnica de Estado, de terciopelo carmesí y armiño, confeccionada originalmente para la coronación de la reina Isabel, lució un vestido bordado en marfil, plata y oro, de corte entallado, con el que celebró al diseñador británico Bruce Oldfield, marca que cumple sus 50 años y con quien la reina consorte mantiene una larga relación.
Tras el trayecto hasta la abadía de Westminster, el protocolo organizó la entrada, en la que los elementos reales (espadas, cetros, orbe, corona, vara) tuvieron su momento estelar en el ingreso a la abadía, al igual que los miembros representantes de la iglesia y del gobierno, quienes desde ahora son regidos por Carlos III.
El rey salió con la corona imperial, más ligera, y que suele utilizarse para declarar ante el parlamento
La primera corona recibida por Caros III fue la de San Eduardo, creada en 1661, forjada en oro macizo y con más de 400 gemas
EL CortEjo DE Los rEyEs
los pajes que asistieron al rey estuvieron encabezados por el príncipe George, su nieto mayor y segundo en la línea de sucesión al trono. El heredero, es el primero en ser parte del cortejo del rey, ya que a sus nueve años, pudo hacerlo; a diferencia de su abuelo, Carlos, quien no lo hizo en la coronación de su madre Isabel, porque solo tenía cuatro años. los otros tres niños que asistieron con la túnica al monarca, fueron: lord oliver Cholmondeley (13) hijo de rose hanbury y david Cholmondeley; nicholas barclay, lord-lieutenant de Wiltsire (13), nieto de sarah Troughton, prima segunda del rey Carlos III y amiga de Camila Parker bowles; y el cuarto y muy especial fue ralph Tollemache (12), hijo de Edward Tollemache, quien fue paje en la coronación de la difunta monarca.
Por su parte, la asistencia a la reina consorte, estuvo a cargo de tres nietos y un sobrino nieto.
los trajes usados por los pajes, fueron creados en 1902 para la coronación de Eduardo vII, son túnicas color escarlata, decoradas con encajes dorados y puños de terciopelo azul, con un diseño de frente abierto y forradas en seda. Camila entró primero, mientras que el último en ingresar fue el monarca.
aCtos protoCoLarEs seguidamente, el clérigo preguntó al monarca: “¿Prometes y juras solemnemente gobernar los pueblos del reino unido de Gran bretaña e Irlanda del norte, sus otros reinos y territorios, según sus respectivas leyes y costumbres?”. A lo que respondió que juraba solemnemente hacerlo con justicia y misericordia.
Tras tomar asiento los reyes, justin Welby arzobispo de Canterbury, hizo la pregunta a los presentes, y particularmente al pueblo que miraba desde sus casas, si reconocían y rendían honor al rey, y los presentes respondieron: “¡dios salve al rey!”.
La unCIón EspECIaL simboliza la presentación del soberano en toda simplicidad ante dios; sobre esta, le fue colocado un manto en brocado dorado, conocido como supertúnica. Es una forma de manto sacerdotal, que simboliza que el monarca ha sido consagrado ante dios y a su servicio. luego, recibió las joyas reales, espada del Estado; orbe, pieza de 1661 que simboliza el mundo cristiano, con una cruz montada sobre un globo terráqueo; espada del Estado, el anillo del soberano, el guante y, seguidamente, recibió los cetros del soberano. El que posee un corazón y una cruz representa el poder temporal del rey, mientras que el de la paloma en la punta, simboliza el poder religioso, llamado vara de la Equidad y la Misericordia. Finalmente, Carlos III recibió la corona de san Eduardo, y el arzobispo gritó: “dios salve al rey”, las campanas de la abadía sonaron durante dos minutos, así como las trompetas; se dispararon salvas en todo el reino unido, y recibió el homenaje solamente del arzobispo y del príncipe heredero, William, quien se arrodilló, besó su mano y juró lealtad. Anteriormente, esta ceremonia incluía a los duques.
Este momento de la ceremonia es muy particular, porque no puede ser visto por los presentes. Es considerado un instante sagrado. Con una cuchara, que data del siglo XII, el rey recibe la unción contenida en la ampolla hecha en oro en forma de águila, diseñada para la coronación de Carlos II (1661). El aceite fue especialmente preparado en el Monte de los olivos de jerusalén, pues se usaron aceitunas de los olivos sembrados cerca de la tumba de la madre del fallecido Felipe, duque de Edimburgo. Esta unción, realizada con elementos vegetales, no incluyó el gris, un aceite de ballena, que sí poseía la recibida por Isabel II.
Tras este histórico momento para la monarquía, los británicos y el mundo, el nuevo monarca se sentó en el trono de san Eduardo, creado en 1300 por el carpintero Walter de durham, y contiene la piedra del destino.
Tras los cánticos para esta ocasión, Camila recibió una breve coronación con la pieza usada por María de Teck y el cetro de la consorte.