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1. AGudA
La fiebre aguda en lactantes y niños está producida, generalmente, por una infección. La dentición no causa habitualmente fiebre de más de 38.3 ºC.
2. CRónICA
Producida por una enfermedad vírica prolongada o consecutiva, especialmente en niños pequeños, como hepatitis, neumonía, sinusitis, tuberculosis, abscesos abdominales, entre otros.
Ha pasado mucho tiempo en un lugar muy caliente, por ejemplo, un cuarto o un carro.
Presenta otros síntomas como rigidez en el cuello, dolor de cabeza, garganta, sarpullido, diarrea o vómito constante.
Se muestra deshidratado (boca seca, mollera hundida, muchos pañales mojados y no ingiere líquidos).
Tiene problemas con el sistema inmunitario, tales como células falciformes o cáncer, o está tomando esteroides.
Crisis convulsiva.
Tiene menos de 3 meses (12 semanas) y presenta una temperatura de 38 °C o más alta.
La fiebre alcanza varias veces más de 40 °C para un niño de cualquier edad.
pErmanEnCia
Es considerado normal, teniendo los cuidados pertinentes, que la fiebre baje a los 3 o 4 días. Sin embargo, durante este tiempo, se recomienda que el niño no acuda al colegio hasta que lleve 24 horas con una temperatura normal. Procura que sus días de reposo en casa sean tranquilos.
nivElEs
Medir la temperatura de tu hijo con solo tocarlo a veces no es suficiente. Lo más recomendable es determinar los grados con la ayuda de un termómetro. En el mercado existen diferentes tipos para diferentes áreas de medición: oral, táctil o remoto.
Se considera fiebre en niños cuando su temperatura está en o por encima de los siguientes niveles: siGnos dE dEsHidrataCión
38 °C medida en el recto.
37.5 °C medida vía oral (debajo de la lengua).
37.2 °C medida bajo el brazo (axilar).
Los cuadros febriles también hacen que el niño pierda líquidos más rápidamente, prologando la deshidratación. Hay que estar atentos a las señales
RECEtAS dE LA ABuELA uno de los remedios para bajar la fiebre es colocar paños humedecidos con agua fría en el cuerpo del bebé o niño. ¿Cómo hacerlo? déjalo solo con su ropa interior y abrígalo con los paños para que el cuerpo se refresque y baje la temperatura. que conlleva este efecto. Los síntomas incluyen:
1. Llorar sin lágrimas.
2. Boca y labios secos.
3. Menos pañales mojados.
4. Fontanela hundida en un bebé o niño pequeño.
5. Heces blandas y vómitos.
Cuando identifiques la presencia de estas señales, es importante que te asegures de que tu hijo ingiera suficientes líquidos para que la fiebre pase más rápido.
Por María Jesús Rodríguez /Agradecimiento: Grupo Planeta