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Rosario Prieto, un LIBRO ABIERTO del espectáculo

Polifacética en todos los sentidos artísticos

Hablar de Rosario Prieto, es hablar de una escuela, son muchos los sinónimos con los que se podrían calificar a la exitosa actriz dominicana-venezolana, que durante seis décadas de su vida, le ha regalado al país y a

Latinoamérica, un sinfín de producciones inolvidables. Durante estos 40 años que cumple la revista Ronda, Prieto ha sido pieza clave del entretenimiento en Venezuela, papeles como La bruja Morgana (“Amanda Sabater”), Estacia Briceño (“Pura sangre”), doña Trina Santaella (“Viva la Pepa”) o doña Celeste de Contreras (“A Calzón Quitao’”), por nombrar unos pocos, le han regalado un preciado sitial a la artista que forma parte de esta edición de entrevistas, en la que revela sus altibajos, anécdotas e incluso, habla de un afecto un tanto sensible para ella, Guillermo “Fantástico” González (+).

¿Qué queda de la bailarina del show de Renny?

Quedan los buenos, además de memorables recuerdos, mi formación, mi “green card” a la televisión y bueno, un poquito de músculos todavía (risa con picardía).

¿Cómo resume sus 60 años de trayectoria artística?

Los resumo como algo muy emocionante, con muy pocos fracasos y muchos éxitos, imagínate, durante muchos años tuve trabajo sin parar.

¿Cuál es su papel favorito en toda su trayectoria en la dramaturgia?

Es muy difícil decir el papel favorito cuando he hecho 108 novelas, por nombrarte algunos particulares, puedo decirte los de “Pura Sangre”, “Amanda Sabater”, “Mi amada Beatriz”, pero, son muchos personajes muy bellos, que los hice con todo el amor del mundo, para entregarle lo mejor a mi público.

¿Cuál ha sido su peor bochorno en una novela?

No he tenido, ni he pasado bochornos en ninguna novela, ni grabación, puede ser que en el teatro sí se me haya caído la peluca, pero más allá de eso nada peculiar frente a las cámaras.

ROSARIO PRIETO

60 AÑOS DE CARRERA Y CONTANDO

“Pura Sangre”, un papel muy distinto a lo que es Rosario Prieto. ¿Hay algo en usted en la escandalosa Estacia Briceño?

No, mira, la idea es hacer personajes que no se parezcan a uno, precisamente una de las bases del actor es esa, personificar a alguien que no se parezca a nosotros. Traté de hacer el de Estacia como me lo escribió, describió y exigió Julio César Mármol, porque no quería que se pareciera en nada a la anterior actriz que lo había hecho, Romelia Agüero, en la versión de Doris Wells, porque esta era un "remake".

¿Algún papel del que se arrepienta de haber encarnado?

Para nada, no me arrepiento de haber encarnado ninguno de mis papeles, porque todos fueron escritos para mí, para Rosario Prieto, y

aunque de 108 telenovelas es difícil recordarlos todos al pie de la letra a estas alturas, soy honesta y, de ninguno me arrepiento, sobre todo de los primeros.

¿Qué es lo que más extraña de la época dorada de la TV?

Sin pensarlo mucho, la disciplina, todo lo que se hizo fue con tanto amor y tan bien hecho, que cómo no extrañarlo (un suspiro entre sus palabras).

En una consulta de Ronda, la describieron con calificativos como “bondad, generosidad, escuela, respeto, admiración”. ¿Con cuál se autodenomina?

Agradecidísima de que a quienes le hayas preguntado den esas referencias de mí, yo soy así, aunque no me considero ni buena ni mala, porque todos tenemos nuestro lado negativo como humanos, pero los que me recuerdan no me han visto brava nunca, ni en ninguna actitud que vaya más allá de mis valores.

Guillermo “Fantástico” González (+). ¿Qué aprendió de ese gran amigo que tuvo?

Trabajé con él demasiado tiempo, unos 20 años aproximadamente, aprendí de él, un valor muy importante: la sinceridad. Además, aplicarla en lo que uno hace me enseñó a no tener los humos subidos. A ser natural y yo misma al momento de decir lo que no me gusta de la mejor manera, de él aprendí mucho, infinitas cosas de la bondad que jamás olvidaré (con la voz un poco quebrantada).

¿Qué le debe Rosario Prieto al medio artístico?

Le debo el hecho de trabajar continuamente sin despegarme de una cámara, escenario, set de grabación, haber levantado una familia entera, una casa, muchos amigos, gente que me admira y, por supuesto, a quienes no me quieren, porque debe haber gente que no me quiso, todo eso lo he recibido a borbotones y agradezco infinitamente.

108 novelas, más de 50 obras de teatro, 20 películas. ¿Le falta algo más por hacer a Rosario Prieto en el arte?

Claro que me falta mucho por hacer: nuevamente la televisión, el teatro, el cine, por cierto, dentro de poco haré una breve aparición en una película, de la que aún no puedo desvelar detalles, pero lo cierto es que quiero trabajar hasta que yo me dé cuenta que no puedo.

¿Durante su galopante trayectoria luchó en algún momento o aún lucha contra el ego?

Jamás en mi vida (muchas risas), yo aprendí una lección que es la humildad, cuando tienes el éxito y estás en el tope de la popularidad, tienes que ser el más humilde del mundo, porque la rueda baja para darle paso a otros, cuando estás abajo, empieza a decirte a ti mismo, a mentalizarte: “Yo sí valgo, yo sí soy", eso lo aprendí en la escuela de Teatro en Madrid y en México, que la humildad, el estudio y el esfuerzo es la que hace que tú permanezcas.

¿Cómo describiría a la Revista Ronda, tras cumplir 40 años ininterrumpidos de trabajo?

Ronda fue para todos los artistas una empresa maravillosa. Recuerdo cuando iban al canal a entrevistarnos, eso nos hacía sentir felices, admirados, por estar con uno de los medios número uno del país. Quiero felicitarlos, cumplen 40 años, muchas felicidades, que sigan adelante como puedan, ustedes han luchado bastante por nuestro país y no han sucumbido a los drásticos cambios, eso es digno de admiración.

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