Protagonistas emblemáticas

La zuliana Yolanda Guadalupe, pero de nombre artístico Lupita Ferrer, fue una de las primeras actrices ve nezolanas que pegó con éxito en el exterior, y se convirtió en referencia de las telenovelas. Ferrer incursionó en la televisión a finales de los años sesenta, y desde entonces su talento siempre estuvo presente en una larga lista de produccio nes, con las que se ganó el título de la 'reina de los dramáticos'.

¿Qué es lo que más extraña de esa televisión venezolana de antes?

-Todo. La gran calidad de los productos y todo lo que se veía, noticieros, telenovelas, series… Había calidad y mucho talento. Había un grupo de actores maravillosos y agradables que el público quería muchísi mo. Los escritores también eran gente de primer nivel, que muchos ya están aquí en EEUU, como Leonardo Padrón e Indira Páez. Era una televisión a la altura de la primera televisión del mundo. Nosotros también hablábamos español muy neutral, y eso ayudó mucho a la venta y distribución de nuestros programas.

¿Cuál ha sido el proyecto que más le ha marcado y por qué?

-Muy fácil, fue ‘Esmeralda’ (1970). Yo era una jovencita que le gustaba mucho el teatro y me destacaba, bajo la dirección de Horacio Peterson en el Ateneo de Caracas. También había hecho varias películas importantes en México y estudiado en Nueva York. Pero no sabía nada de televisión. De pronto aparece este proyecto que me ofrece Venevisión y a mí me gustó mucho, porque era muy corto e iba a ser pareja con el galán José Bardina, que luego nos convertimos en la pareja más famosa de la televisión latinoamericana. Se supone que al terminar iba a regresar a México, pero no pude por el éxito tan grande que había tenido la telenovela, en la que además hacía una muchacha campesina ciega. Actoralmente, fue un reto para mí ese personaje, incluso, estuve un tiempo en el Instituto de Ciegos de Caracas, aprendiendo cómo se movilizaban estas personas y me enamoré de ese proyecto.

Tantos años de éxitos y trayectoria ¿Qué sientes que le falta hacer a nivel profesional?

-Yo lo que quiero es seguir trabajando. Como dicen, los grandes actores morimos en escena. Ahora voy a ser una serie nueva y me encantaría que tuviera éxito… Me gusta hacer personajes diferentes y no siempre el mismo.

¿Cómo se siente ser considerada una referencia del drama en Venezuela?

-Orgullosa, pero con una gran responsabilidad, porque tengo que mantener mi trabajo en un nivel muy alto para poder satisfacer esa expectativa que la gente tiene conmigo. Pero yo solamente no hago drama, también hago comedia, y hoy en día está muy de moda los proyectos que llaman ‘dramedy’, de drama y comedia. El mundo está conflictuado, y a la gente ya no le gustan mucho esos dramas, que no tengan un momento de relajación.

¿Qué consejo le daría a esa nueva generación de actores, para que no se pierda esa magia de las telenovelas?

-La preparación es la misma que para una serie, minisere, o algún proyecto biográfico. Hay que prepararse y desarrollarse siempre como artista. Aceptar los retos internamente, ser disciplinado y estar prepa - rado para los altos y bajos de esta carrera. El actor siempre está trabajando, porque siempre estamos observando, copiando, interiorizando lo que sentimos. Tenemos que ser fuertes espuriamente, para que no nos derrotemos por la negación. Hay que amar la carrera y nutrirse de todo. Hay que trabajar muy duro para ser buen actor

¿Si su vida fuese una telenovela qué nombre le pondría y por qué?

-¡Qué buena pregunta! Le pondría algo como "Señora Tenacidad", porque siempre he tenido eso en mi vida. Ese deseo de seguir adelante, no dejarme hundir o caer por los sufrimientos de la vida. Hace poco murió mi madre que fue un gran sufrimiento para mí y durante la pandemia murieron muchas amistades. Mi vida ha sido una colección de subidas y bajadas.

NO TODO HA SIDO TELENOVELAS EN SU VIDA, TAMBIÉN HA PARTICIPADO EN MÁS DE 15 PELÍCULAS