Sociedad comunitaria la nueva democracia cristiana

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SOCIEDAD COMUNITARIA NUEVA DEMOCRACIA CRISTIANA

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40 AÑOS DE LIDERAZGO SOCIAL CRISTIANO “CON LA COMUNIDAD TODO SIN ELLA, NADA”

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Dedico el presente libro a la memoria ChĂĄvez

de

HĂŠctor Cornejo

eterno

lĂ­der

Democracia Cristiana. 3

de

la


PRÓLOGO El presente libro, nos muestra parte de la historia de la Democracia Cristiana y acontecimientos que pertenecen a la época de su formación hasta la fecha, sus años de gloria, época en las que se tenían buenas relaciones con los demás partidos, así como también temas actuales que hacen del Partido un crisol de ideas creativas que se requieren aplicar a la realidad del Estado actual, grandes ideas dignas de aplicarse en el campo político para el logro de buenos objetivos a nivel social y a nivel cultural. Con el deseo sincero de aportar en la práctica política, la Democracia Cristiana es considerada de derecha en asuntos sociales, morales y culturales. Su origen parte de la Doctrina social de la Iglesia. Aunque en muchas ocasiones la democracia cristiana ha aceptado el liberalismo, y comparte la idea de la reducción de impuestos con intervención estatal, con el fin de acabar con la injusticia social; los principios que han regido se derivan de la idea del Estado del bienestar. Por esa razón los democristianos se ubican en la centro-derecha. La Democracia Cristiana sobresale por su marcado conservadurismo, se distingue del progresismo; y su notoria inclinación estatista lo que la separa del liberalismo económico. Para la Iglesia católica, la Democracia Cristiana ha existido desde los fines del siglo XIX, cuando el Papa León XIII escribió la encíclica Rerum novarum, una respuesta al socialismo y a los nuevos sindicatos en la cual el Vaticano reconoció las privaciones del trabajador y se dispuso a aliviarlas.

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AGRADECIMIENTOS

A Dios, mi padre celestial.

A mi señora madre María Luisa Jara Mendoza.

A mi hija Kathleen, mi eje motivador.

A Gregorio Durand, presidente de CONAPAFAS, trabajador defendedor de los derechos de los estudiantes.

A los microempresarios emprendedores.

A mi amada esposa Beatriz Collantez González.

A Mario Vargas Llosa, premio Nobel de la Literatura.

A la señora Gina Benavides asistenta informática.

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INDICE I.

INTRODUCCIÓN A LA DOCTRINA SOCIAL CRISTIANA DEMOCRACIA CRISTIANA

1.1

Historia.-

II.

PRIMERA

CONVENCIÓN

NACIONAL

PARTIDO

CONGRESO

NACIONAL

DEMOCRATA CRISTIANO ACTA

RESUMEN

DEL

EXTRAORDINARIOUNITARIO 30-31 DE ENERO AL 1 DE FEBRERO 1981 ACTA DE ELECCIONES DEL CEN DEL PDC III.

ANALISIS DE LA SITUACIÓN DEL PAIS: LA CRISIS ECONÓMICA

IV.

ANALISIS DE LA LINEA POLITICA DEL PARTIDO

V.

LA RECOMPOSICION DEL CUADRO POLÍTICO Y LAS PERSPECTIVAS ELECTORALES DE 1990

VI.

ACCIONES CONCURRENTES A LA LINEA POLITICA MENSAJE A LOS DEMÓCRATAS CRISTIANOS

VII.

LOS VALORES Y PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL SOCIAL CRISTIANISMO

VIII. DEMOCRACIA CRISTIANA

DIRECCION DE ACCION

TERRITORIAL CAMPAÑA ELECTORAL SOCIEDAD Y PERSONA 6


LA PERSONA Y EL PENSAMIENTO CONTEMPORANEO IX. X.

LA INTEGRACION POLITICA DE AMERICA LATINA LA INTEGRACIÓN DE LOS GOBIERNOS DE AMERICA LATINA

XI.

EL PARLAMENTO LATINOAMERICANO

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PERÚ GENTE QUE TRABAJA SOCIEDAD COMUNITARIA FUNDAMENTACION TEOLOGICA DE LA DOCTRINA SOCIAL CRISTIANA 1) La existencia cristiana es fundamentalmente una existencia de amor al prójimo. Toda actitud o institución religiosa en sentido estricto no se justifica sino en función de facilitar o no amor. 2) Lo primariamente religioso para el cristiano es lo que va a Dios a través del amor efectivo de los hombres entre sí, aún cuando no haya, detrás de ese amor, la conciencia del valor religioso que encierra. La gran revolución Cristianismo ha sido

la supresión

religiosa del

de lo profano o

propiamente tal, al revelar el valor religioso de lo que ordinariamente llamamos profano. 3) Toda la moral cristiana y las “doctrinas” de la iglesia en lo social, político, económico, educacional, no son más que las formulaciones de las exigencias del amor en diferentes ámbitos y situaciones. 4) El amor implica un darse al “tu”, un hacerse vulnerable en otro resultando de ésta apertura un “nosotros” que es comunión. La preocupación por el bien del “tu” ha de ser expresada en todos los niveles del ser y del haber personal, tendientes a la promoción del “tu”. 5) La promoción del “tu” no depende sólo de lo que el “yo” lo pueda comunicar; está condicionada en gran medida por las 8


estructuras sociales. El cristiano debe por consiguiente, además de actuar con sus recursos individuales, actuar sobre las estructuras sociales en su empeño en favor del bien del prójimo. 6) Esta existencia cristiana a través de la acción estructural implica antes que nada la prestación individual de servicios y medios que hacen posible la existencia y funcionamiento de las estructuras sociales. 7) Además la existencia cristiana implica una contante acción de reforma y adaptación de las estructuras para que responsan cada vez mejor a las exigencias del desarrollo de la persona. 8) Una de las estructuras sociales que mas condicionan la situación de las personas es el estado de la economía nacional. En América Latina es deficiente. No puede por tanto el latinoamericano pretender ser cristiano si no promuevo en toda medida de sus capacidades el desarrollo económico del continente. 9) Siendo la política la actividad que tiene por fin la promoción del bien común, y estando el bien de las personas altamente condicionado por el bien común de la sociedad, nadie puede pretender ser cristiano si se substrae a sus responsabilidades políticas.

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PRINCIPIOS BASICOS DE LA DOCTRINA SOCIAL CRISTIANA 1. El hombre es por naturaleza un ser social. La persona humana se constituye como tal por su relación al “otro”. El desarrollo de la persona es por tanto idéntico

con el

desarrollo de los lazos de unión con los demás. 2. Este desarrollo es consciente y libre. Conciencia y libertad constituyen la dignidad inalienable del hombre y su dignidad fundamental. 3. El desarrollo personal implica

algunas condiciones

de

carácter más individual como el desarrollo de la vida corporal. Oportunidades de trabajo, uso de los signos materiales, y otras de carácter más social. Pero todos tienen la doble connotación de la persona: Individual y social. 4. Aquellas condiciones del desarrollo personal que son supraindividuales, que sólo pueden ser obtenidas por una acción coordinada de los individuos, constituyen al fin común; que especifica la naturaleza de la sociedad y constituye le principio de unión de la multiplicidad de los miembros. 5. La conciencia clara y la voluntad firme requeridas para la promoción del bien común son responsabilidad de todos los miembros de la comunidad, pero su deficiencia hace que sea naturalmente necesario un órgano especializado de la sociedad, la autoridad. 6. En la sociedad política éste órgano se llama estado; su acción se llama gobierno, el conjunto de miembros se llama

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cuerpo político; la actividad en pro del bien común se llama política, y el contenido del bien común es universal y general. 7. Ni el estado, ni ninguna otra autoridad

social tienen el

monopolio de la concepción del contenido del bien común y de los medios necesarios para alcanzarlo ni el monopolio de la

acción

en

pro

del

mismo,

que

pertenecen

fundamentalmente a los miembros de la comunidad. 8. El error liberal individualista consiste en suponer que el bien común resultará automáticamente de la búsqueda exclusiva del bien individual. 9. El error totalitario colectivista consiste en suponer que el bien de los individuos resultará automáticamente de la búsqueda exclusiva del bien común.

PRINCIPIOS

CRISTIANOS

DE

LA

ACTIVIDAD

ECONÓMICA 1. Por actividad económica

se entiende

el proceso

de

producción de bienes y servicios escasos. Los bienes y servicios escasos son apreciados por su utilidad

para

satisfacer las necesidades del hombre. 2. Su producción y utilización

por el hombre

implica en

proporción creciente la asociación de individuos y la intervención de otras instancias sociales. 3. La disponibilidad personal de bienes y servicios depende cada vez menos de patrimonios personales y cada vez más del aporte personal al proceso productivo y sobre el proceso

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social de redistribución, exige de ellos que las necesidades de todos los miembros de la comunidad

nacional sean

satisfechas en la mayor medida posible. 4. El cristiano sólo considera desarrollo económico aquel crecimiento de la producción de bienes y servicios que es compatible con un desarrollo humano integral. No se considera

desarrollo económico aquél crecimiento

de la

producción logrado a costa se sacrificio de alguno de los aspectos de la persona humana. 5. No se considera desarrollo económico un crecimiento de la producción logrado por la explotación, directa o indirecta, de otros pueblos, ni un crecimiento sólo pasajero, basado en circunstancias no permanentes o al precio de un agotamiento acelerado de los recursos naturales o humanos del país. 6. No se considera desarrollo económico un crecimiento de la producción logrado a base de un deterioro de la distribución del ingreso en desmedro de las clases populares. 7. No se considera desarrollo económico un crecimiento de la producción logrado por una inversión forzada tan alta, que los niveles de consumo queden reducidos a lo intolerable. 8. No se considera desarrollo económico aquél aumento de la producción logrado sólo a base de un aumento de tiempo de trabajo, es decir, a costas de una disminución intolerable de la disponibilidad del propio tiempo. 9. No se considera desarrollo económico un crecimiento del producto que involucre un ritmo de cambios que llegue a ser socialmente intolerable; aunque ningún cambio sea en si un

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mal. Para que el ritmo de cambios sea más tolerable se requiere previsión y planificación de los cambios.

PRINCIPIOS CRISTIANOS DE LA ACCIÓN POLÍTICA 1. La democracia, entendida como el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, es la única verdadera expresión política del cristianismo. 2. En las comunidades en que existe pluralidad ideológica y/o religiosa, el pluralismo político es una exigencia de la visión cristiana de la vida política. 3. El máximo dinamismo de los cuerpos intermedios y la acción subsidiaria del estado son requeridos por la visión cristiana de la vida política. Son a la vez garantía del correcto ejercicio del poder. 4. El subdesarrollo político

consiste en la hipertrofia de la

función política, a la que se recurre directamente para la solución de los problemas internos de otras esferas sociales. 5. El desarrollo político implica que cada acción: a) Se desarrolla sanamente, en base sobre todo a sus propios recursos y b) se integre al bien común de la sociedad total. 6. Una forma de desarrollo consiste en dejar a cada sector a sus propias fuerzas. 7. El riesgo de este esquema descentralizado es doble: a) La muerte de sectores débiles, pero necesarios y b) el crecimiento parásito y desorbitado de sectores poderosos.

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8. La otra forma es centralizadora, y supones: a) la intervención estatal en la vida interna de los sectores y b) la orientación forzada del sector hacia el bien común. 9. El riesgo de este esquema es doble: a) Posibilidad de falseamiento de las exigencias

del bien común y b)

Desperdicios del dinamismo de los cuerpos intermedios.

SOMOS LIBRES SEAMOSLO SIEMPRE Así comenzamos “El Perú es, desde estos momentos, libre e independiente por la voluntad de los pueblos y la justicia de su causa que Dios defiende”. General José de San Martín (28 de Julio de 1821). Y GENTE QUE TRABAJA POR EL PERU, representa la continuidad histórica de las luchas de la independencia. Nosotros debemos completar la trunca tarea de quienes hace 192 años, lucharon

contra la opresión extranjera. Ahora luchamos por la

verdadera justicia social en el Perú y por la auténtica independencia económica que nunca tuvimos durante la República.

JUVENTUD DEMOCRATA CRISTIANA. ASÍ

CONTINUAMOS………LA

INDEPENDENCIA…….TAREA

INCONCLUSA. El 28 de Julio del 1821, el Perú rompió sus lazos de dependencia política con España. Los triunfos

de Junín y Ayacucho

consolidaron esta independencia política. Pero la obra de los

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Libertadores, inspirada en ideales de libertad y justicia, quedó trunca

por que el Perú no alcanzó su plena soberanía. Los

imperialismos, en alianza con la oligarquía y los grupos de poder internos, al tomar para sí lo mejor permitieron el ejercicio

de nuestra riqueza, no

pleno de nuestra soberanía. La

independencia política fue mediatizada por un proceso creciente de dependencia y dominación económica. Oprobios ejemplos de este proceso de explotación económica, la constituyen las entregas a centros d poder extranjeras de: - Nuestro guano y nuestras yacimientos de salitre; - Nuestros recursos petroleros y mineros; - Nuestras mejores tierras de cultivo; - Nuestros ferrocarriles. Así se frustró el ideal de nuestros próceres y de los libertadores, generando una situación de dependencia económica y de injusticia social intolerables. La libertad conseguida con nuestra primera independencia no pasó de ser un postulado. En realidad, pasamos de una dependencia a otra, más sutil y embozada, pero más opresiva. “Las fuerzas de dominación exterior tienen una virtual alianza con las que internamente defienden los mismos intereses y buscan perpetuar los grandes e injustos desequilibrios del sub – desarrollo latinoamericano. Comprendemos muy bien el inmenso poder de nuestros enemigos. Pero así como los libertadores de hace 192 años fueron capaces de vencer el poderío combinado de una alianza similar, así

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nosotros, los revolucionarios de hoy, seremos también capaces de hacer prevalecer la causa de la justicia latinoamericana en cada uno de nuestros propios pueblos .Ya lo estamos logrando en el Perú. Yal hacerlo somos profundamente fieles al legado de los libertadores y al más vital sentido histórico de su gloriosa hazaña americana.

COMANDO FEMENINO DEMOCRATA CRISTIANO CAMPESINO EL PATRON YA NO COMERA MÁS TU POBREZA Las luchas

del pueblo peruano por su independencia fueron

constantes y heroicas. Túpac Amaru fue el caudillo libertario que mejor encarnó estas esperanzas populares.

LA JUSTICIA NUNCA LLEGÓ AL PUEBLO Nuestra primera independencia concretó la libertad política del País. Infortunadamente, la situación de dependencia respecto de los centros de poder extranjero, mantuvo a nuestro pueblo bajo un estado de dominación impuesto por la complicidad de la oligarquía y los grupos de poder internos. Ello llevó a la injusticia y a la marginación de nuestro pueblo, lo que se tradujo en: - Un campesinado explotado, debido al injusto sistema de propiedad y tenencia de la tierra; - Inaccesibilidad a la propiedad de los medios de producción, tales como industrias minería, pesquería, telecomunicaciones, etc. de los trabajadores.

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- Analfabetismo

y difícil acceso de las grandes mayorías

nacionales a la educación. - Creciente desempleo y sub desempleo. - Desnutrición. - No afirmación de nuestra identidad y de nuestros valores propios como Nación Peruana. Toda esta situación

originó una cada vez más intensa

vulnerabilidad de nuestra IDENTIDAD NACIONAL. El cambio peruano, plantea hoy el DEBATE DE UN PROYECTO NACIONAL. Anteriormente se limitaba fundamentalmente a la protección del territorio. Hoy significa además la garantía de un proceso revolucionario, la lucha

contra toda forma de presión,

incluyendo el neocolonialismo, representa la defensa de nuestros intereses económicos de la dignidad nacional y la oposición al terrorismo ajeno a nuestra realidad

y constituye la facultad de

actuar con independencia tanto en el campo interno como en el campo externo.

COMANDO UNIVERSITARIO DEMOCRATA CRISTIANO El cambio se hace para cancelar definitivamente la vergüenza de una época así, para abrir una camino de independencia y de justicia social, para resolver los grandes problemas del Perú, para hacer respetar su soberanía, para que no continúe el subdesarrollo, ni la explotación, ni la miseria; y también, para que los últimos no siguieran siendo los últimos. En suma, ella obedece a la necesidad de que el Perú tenga su segunda y verdadera emancipación.

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SOLIDARIDAD SINDICAL PARA EL CAMBIO POR UN PAÍS DE GENTE QUE TRABAJA. Por eso estamos construyendo nuestra segunda independencia. Vivimos un proceso de cambio pero el impulso y la fuerza de la participación del pueblo promoverán la liberación comunitaria. CONTRA EL HAMBRE, LA DESOCUPACIÓN, LA MISERIA, POR TRABAJO ESTABLE, IZQUIERDA SOCIAL CRISTIANA. Como embajadores de la Administración Pública ¿Cuál es nuestra tarea y la del servicio civil? Somos responsables de asumir una actitud que implique: 1. Comprometernos militarmente con la gran tarea nacional de la construcción de una nueva sociedad en el Perú, por un nuevo hombre peruano. 2. Reafirmar el verdadero sentido de servicio a la causa de las mayorías que corresponde a la Administración Pública. 3. Cumplir consiente y eficientemente con las tareas que nos toca desde nuestros puestos

de trabajo, en uso de las

atribuciones que la sociedad nos ha dado. 4. Eliminar los vicios tradicionales de la Administración Pública. “Nuestra sociedad, en pleno proceso de transformación, exige que los trabajadores de la Administración Públicos sean auténticos trabajadores

servidores de

de

la Revolución…

Hoy los

Administración Pública queremos y

necesitamos sentirnos orgullosos de compartir la causa del pueblo peruano, del cual formamos parte, y de trabajar con toda entrega para su realización.

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TEMAS DE REFLEXION 1. ¿Qué obtuvimos con la Primera Independencia del 1821? 2. En qué medida las transformaciones revolucionarias las que estamos realizando contribuyen a edificar nuestra segunda independencia? 3. Cómo estamos contribuyendo los trabajadores en la construcción y defensa de la Segunda independencia

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INTRODUCCION A LA DOCTRINA SOCIAL CRISTIANA HAN MUERTO LAS IDEOLOGÍAS 1. IDEOLOGÍAS QUE SECULARIZAN Se puede hablar hoy del fin de las ideologías? O, por el contrario, habrá que decir que toda sociedad desarrolla una filosofía. Para responder a la pregunta

es necesario

precisar el

sentido de la palabra. Es preciso también preguntarnos si la existencia histórica de la ideología no depende de ciertos factores, cuya desaparición implicaría también la suya. O sí, dicho de otra manera, la ideología bajo sus diversas formas, es una realidad histórica

o una realidad estructural

constitutiva de toda la sociedad?. Por otra parte, suponer que existe una edad de las ideologías no implica una filosofía de la historia de tipo comptiano, que determinaría diversas edades de la razón. La afirmación, en el caso de que se imponga, será simplemente una constatación empírica. ¿Qué se entiende

por ideología? El uso frecuente de la

palabra está lejos de hablar disipado su impresión. Desde Destut de Tracy hasta Marx, primero que emplea el término en un sentido peyorativo; desde Marx hasta los pensadores soviéticos o hasta los sociólogos y filósofos recientes, la pluralidad

de significaciones de la palabra ideología se

acentúa. Hay que tener igualmente en cuenta los términos equivalentes o análogos. Así, bajo más de un aspecto, ideología corresponde a lo que Georges Sorel llamaba mito. Karl Mannheim ha propuesto distinguir utopía (como opuesta

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al “topía”) de ideología Utopía implicaría un estado de espíritu en desacuerdo con la realidad,

y conducente, a nivel de

acción, a conmover el orden existencial. La ideología sobrepasaría, trascendería este orden, pese a estar integrado en él. La utopía (así designada por la clase dirigente) es a menudo la ideología

(así denominada por la clase en

escalada hacia el poder) del mañana. Igualmente, Mannheim admite que a menudo es difícil aplicar esta distinción al caso concreto. Otro motivo de perplejidad

radica en la complejidad de

elementos constitutivos de una ideología; por ejemplo, el ideal histórico, el objetivo perseguido o la causa por la que se combate (la independencia nacional, por ejemplo), la ética que regula el comportamiento (ética protestante, por ejemplo), la mentalidad (tribal, de costumbres, técnica), las creencias y sus expresiones sociales, etc. DEFINICIÓN Para determinar más de cerca la naturaleza de la ideología hemos de examinar un conjunto de fenómenos histórico sociales que presentan una serie de trazos distintivos comunes; se trata de unos movimientos político – sociales de masa que son el comunismo, el fascismo y el marxismo. Sus aspectos

idénticos

o semejantes permiten perfilar los

contornos de la ideología. Políticamente, se caracterizan por un acto de crítica radical hacia la sociedad existente; por la voluntad a menudo realizada de conquista del poder, por el intento, que llega a una efectividad más o menos total, de 21


constituir un nuevo tipo de sociedad. La enumeración de aquellos movimientos no es exhaustiva, pero en cada uno de ellos convergen diversos elementos, que pueden encontrar por separado en otros lugares. Adviértase que tratamos de un dato empírico, no de una esencia metafísica. Es posible que se objete que la base escogida para hacer la definición de ideología resulta demasiado estrecha. Desde esta base, por ejemplo, como sería

posible explicar el

fenómeno de la ideología liberal?. De momento, basta responder a esta objeción con una invitación metodológica, habitual en el dominio de las ciencias humanas mientras que el consentimiento, críticamente aceptado, de los científicos no se haya obtenido, las definiciones empleadas para el análisis (aquí

de

una realidad social) tienen un mero valor

instrumental; se justifican por su función explicativa, con tal de que no ejerzan sobre lo real violencia o exclusiones arbitrarias. Nosotros escogemos aquí una definición que en absoluto puede calificarse de genérica o ambigua; es bien específica. Pero

su aplicación es muy compleja, por cuanto puede

admitir grados de participación y analogías. Adviértase que el ámbito en que se verifica plenamente es el constituido por el conjunto de movimientos citados más arriba, basta con que, como punto de partida, se nos acepte este planteamiento, aunque sea a título de hipótesis de trabajo. Se podía definir la ideología por los siguientes elementos: a) Se trata de una visión integral de lo real (Wetans Chaung). El carácter de totalidad le es esencial. En esta concepción 22


de la realidad, la historia y la sociedad ocupan el primer plano. b) La ideología

pertenece

a un grupo social (sociedad,

pueblo, nación o clase). Este grupo se considera a sí mismo como responsable de una tarea, de una misión histórica. c) Por otro lado, no consiste en una pura teoría. La ideología es inspiradora directa de la acción política histórica del grupo, y está concebida en orden a esta acción. Hay que subrayar este carácter ideología

práctico

es la consideración

que la caracteriza. La de un destino, de una

vocación, de una misión, de la que se piensa estar investido. Es la concepción que el agente colectivo tiene de su responsabilidad

como de una tarea que no es, en

absoluto parcelario o particular, sino histórica. Por este motivo la ideología se inscribe en un destino que la sustrae dela contingencia. Correlativamente se presupone que en ella existe una aplicación de la visión total a la visión concreta; la acción política o social se encuentra de este modo integrada

en la consideración global, de la que

recibe su justificación ética y su racionalidad. d) Tal acción, que pertenece a la ideología, busca un cambio social y político, es creadora de una “conversión” o mejor aún, de una nueva historia. En esto, la ideología se distingue

radicalmente de las concepciones folklóricas

propias de las sociedades tradicionales que implican la idea de un orden establecido inmutable. De ahí el carácter militante propio de las ideologías. 23


e) Por último, la ideología supone una valoración del destino político – social como destino

último

del hombre el

individuo encuentra su fin o su bienaventuranza en la participación de este destino, del que la ideología es algo así como su conciencia.

REMINISCENCIAS CRISTIANAS Tenemos ahí los componentes de un fenómeno específico que se inició con la divulgación – en el siglo XVIII de las ideas dinámicas en la sociedad occidental, ideas que, por su parte, han comportado grandes convulsiones

sociales, de las que la primera y como

arquetipo, sería la revolución de que la primera, y como arquetipo, sería la revolución de 1789. Pero estos componentes no despliegan verdaderamente todos sus efectos hasta la llegada de los movimientos de masa modernos. La ideología significa que el hombre tiene de su ser y de su destino social e histórico una concepción dinámica y activa. El hombre es el agente de la historia, es “praxis”. En este sentido, existe una notable oposición entre ideología y fatum. La ideología tiene un planteamiento activista; la democracia entendida en el sentido amplio, por un lado, y la técnica, por otro, están en su base. No es, en absoluto, una casualidad

que el fenómeno haya

aparecido en Occidente, como prolongación de un pasado cristiano. La ideología presenta, bajo más de un aspecto, una secularización de los ideales judeo – cristianos. Desde luego el grupo portador de una vocación histórica procede de una eclesiología de la Gemeinschaft carismática. Canaliza aspiraciones y exigencias de 24


comunión y de salvación cuyo origen es de orden religioso. El pensamiento político de los románticos aseguró la transición. Otro tema cuya fuente es judeo – cristiana está constituido por el planteamiento soteriológico y escatológico de la historia. La historia está

dividida

en

épocas:

las

edades

se

diferencian

cualitativamente; a los tiempos de decadencia les suceden renovaciones que pautan sobre el modelo “de los nuevos cielos y de la nueva tierra”. Las épocas se distinguen, y se oponen entre sí, por acontecimientos decisivos, concebidos a menudo como hechos catastróficos; el apocalipsis histórico político inaugura un nuevo guión. La explicación de la historia que se ofrece de este modo es completa, exhaustiva; revela su sentido

último. Esta historia,

finalmente, se considera y se juzga según categorías de bien y de mal. La ideología está sostenida por un juicio ético preñado de sabor maniqueo. Mal y bien abarcan el pasado y el presente, por un lado (identificados por la “topía” que se condena) y el porvenir, por otra parte. El progreso del bien se concibe como constituido esencialmente por una lucha contra el mal antes que como una promoción o una maduración del bien. De ahí la radicalidad de un proceso que se presenta como esencia de la historia. El carácter antagónico de la praxis de la historia, tiene, de este modo, que abarcar la oposición disléctica entre el yo (colectivo) y el no-yo.

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CIRCUNSTANCIAS Que condiciones

históricas

permiten, favorecen o implican el

nacimiento de una ideología?. En primer lugar, se necesita la conciencia de una ruptura, de un hiato entre la situación

actual del hombre, o del grupo, y las

posibilidades de ahora de que el hombre, o el grupo, se sienten portadores. Así, la ideología no es un puro sueño, una mera utopía o una simple nostalgia. La ideología se disuelve por la aceptación de statu quo. Una visión del destino como fatalidad pasivamente experimentada por el hombre

resignado y, en consecuencia, dimisionario de

contribuir al avance de la acción histórica, no es en absoluto una ideología. En efecto, esta constituye un factor dinámico de la vida social, es portadora de la acción. Por el contrario, las modificaciones sociales a corto plazo, inmediatas, parcelarias, las “reformas” no implican de suyo la ideología no hacen sino despreciar y proferir sarcasmos hacia el “reformismo” que, a sus ojos, no es , por su falta de radicalidad, sino un rendimiento ingenuo. De este modos, para que haya ideología se requiere la conjunción y la tensión de estos dos factores; la posibilidad (la capacidad humana), en la historia de largo alcance, de realizar un objetivo que se refiere a un interés global del hombre o de una colectividad (Que este objetivo sea correcto o falso no importa demasiado por el momento). Se siente este contraste

como una injusticia que

provoca indignación y cólera. Pero sentido o presentido el histo, no

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hay aún profunda toma de conciencia. Nos movemos en el nivel de una percepción ético espontánea, no refleja, que encuentra en la revolución su expresión. La pasión se desencadena por este primer despertar la conciencia moral. De ahí procede la carga pasional y afectiva que está en la base de toda ideología, y que, al extenderse en la masa, hace de ella una fuerza social. De ahí procede el carácter de crisis histórica que plantea la ideología, crisis siempre condenatoria. La ideología, en efecto, se orienta hacia la instauración de un nuevo orden, que sucede al antiguo por un “salto cualitativo”, o ruptura. El relevo histórico se asegura por y en este cambio de sentido en la marcha que se llama revolución. Hemos advertido que la secularización de los temas teológicos del nuevo eón, y de la conservación escatológica, subyacen al mito de la revolución. Comprende que las condiciones favorables para el nacimiento de la ideología hayan aparecido con la edad industrial. A través de un gigantesco redimensionamiento social, el hombre toma a la vez conciencia de las privaciones que le oprimen, cuyo origen advierte como no natural, y de las posibilidades de cambiar la sociedad y de tomar en sus propias manos la dirección de la historia, según se lo ofrece el poder técnico adquirido. A continuación de las dos últimas guerras mundiales, esta toma de conciencia se agudizó: hoy alcanza el T ercer Mundo, y reviste dimensiones planetarias.

La actitud mental que está en la base de la ideología viene favorecida por la división

en clases

y por la existencia del

proletariado: es decir, por la división de la sociedad en una clase 27


que tiene acceso a los bienes materiales y culturales, y otra clase a la

que

se

arrebatan esos

mismos

bienes

(pero

que,

considerándolos alcanzables, puede hacer comparaciones y, en consecuencia, tomar conciencia de su frustración). El fascismo y el nazismo tenían también una base plebeya. Hoy la división tiende a establecerse entre naciones proletarias y naciones ricas. A causa de esa posibilidad histórica que a través a su frente, el grupo (clase o nación) revolucionario se considera a sí mismo como grupo mesiánico, protagonista principal de la historia para la época que inaugurará con su acción, época que se juzga definitiva. El grupo se siente llamado a esta acción, con una particular misión (Volvemos a encontrar aquí la influencia de un tema religioso). En esta perspectiva se confiere un valor absoluto, al compromiso político que viene descrito como el acto humano por excelencia. El horizonte histórico y terrenal es el último horizonte dentro de cuyos límites se cumple

el destino humano. Por esto la esperanza

terrenal, que tiende a ser única, es constitutiva de la ideología. Se movilizan y monopolizan todas las energías hacia esa tarea histórica, total, única y absoluta. No es una casualidad sí, por ejemplo, el marxismo lucha contra la esperanza cristiana, en la que ve una competencia directa.

INSTRUMENTALIZACIÓN Por su misma estructura social y práctica, la ideología se orienta hacia la acción política y hacia la conquista del poder; en vista de que ese fin, hace hacer una organización que es la expresión política

y el instrumento eficaz del grupo inspirado por ella. 28


Asistimos, a la vez

que a la edad de las grandes ideologías

modernas, al nacimiento

de un nuevo tiempo de partido,

doctrinario, que rehusa por principio la colaboración con las demás instituciones existentes; si se da cierta colaboración, el movimiento es puramente táctico, y en cualquier momento puede revocarse esa colaboración. Estos partidos no disimulan en absoluto

su

intención de alzarse con el poder y de convertirse en el agente y guía exclusiva de la construcción del nuevo orden. Esa es la primera etapa. Pero una vez que se ha conseguido el objetivo, la ideología experimenta una metamorfosis. Se convierte en ideología del poder político, que la difunde en las masas por vía de autoridad, asegurándose el monopolio de la escuela, del libro. A partir de este momento la ideología es para los gobernantes medio de poder, intrumentum regni. Pero los gobernantes necesitan continuar presentándose como los auténticos portadores de la conciencia popular. Deben, pues, persuadir a la mas de que el proceso prometido y esperado anteriormente está en realidad en vías de realización: que este es la verdadera, la única historia, que se está desenvolviendo actualmente, y que ellos los gobernantes, poseen

la legitimidad

para conducir el proceso

prometido y

esperado anteriormente está en realidad en vías de realización: que ésta es la verdadera, la única historia, que se está desenvolviendo actualmente, y que ellos, los gobernantes, poseen la legitimidad para conducir el proceso

histórico. En esta perspectiva de la

continuidad legítima, la noción de la ortodoxia (ver, por ejemplo, la ortodoxia leninista) es algo necesario para el poder. A la verdadera historia que se está realizando se opone la pseudo historia de los

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adversarios, de las fuerzas centrífugas

“reaccionarias”

y

“desviacionistas” se hace ver que la acción de estos últimos es incoherente y aberrante, que se mueven al margen

de la

“conciencia histórica”. Sucede, sobre todo el comienzo, que un gobernante está convencido de poseer

la legitimidad revolucionaria. Ocurre

también, a veces que el contenido de la ideología ha cesado de poseer la adhesión general. Pero, sin embargo, la ideología no desaparece: es deliberadamente mantenida y manipulada como factor dinámica, que asegura fuertes motivaciones para la acción : en una situación en que se requiere la cohesión

mental y

psicológica de las masas para obtener los objetivos de los que detectan el poder. Por eso un poder político puede verse tentado incluso a improvisar, a crear con retazos, toda una ideología. Este fue, por ejemplo, el caso del fascismo italiano. Sin embargo, es probable que las condiciones de éxito o de fracaso de una ideología sean muy semejantes, tanto si aparece en el estadio revolucionario como si surge en el momento gubernamental y autoritario. MARXISMO E IDEOLOGÍAS Hemos hablado hasta ahora

del marxismo

como ideología.

Paradójicamente, fue Marx el primero que propuso en la ideología alemana, una explicación elaborada del fenómeno ideológico: el termino reviste para el su sentido peyorativo, la ideología es una especie de conciencia justificadora, inconsciente e inconfesada, al servicio de los intereses de la clase dominante.

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A esta “ideología” Marx opone la ciencia, cuya función es crítica y denunciadora. El mismo punto de vista vuelve a aparecer en “El Capital”, donde las teorías liberales se ven tratadas como ideología del sistema capitalista. La teoría Marxista de la ideología presupone un esquema explicativo de la estructura de la sociedad, que reposa sobre la división de ésta en clases antagónicas. La división se agrava hasta que se alcanza el punto de ruptura revolucionaria. Los móviles de acción son móviles de interés de clase, y por tanto, también antagónicos. Las “representaciones” (filosofía, moral, arte, derecho, institucionismo y, sobre todo , religión) no tienen en absoluto la menor autonomía, sino que reflejan, a menudo solamente, los intereses a cuyo servicio están. Por lo que se refiere a la lucha de clases, las ideas tienen un valor sólo instrumental. La ideología es, pues, intrumentum regni; más concretamente, un arma para el dominio. En una sociedad determinada, la ideología de la clase dominante impera. Su función es doble: mientras que da una tranquilitad de conciencia a los dirigentes, sirve para entretener la pasividad, la resignación de los esclavos. Es también ella misma una forma de la dominación. Pero el antagonismo de las clases no es en absoluto estático, sino dialéctico a medida que se despierta y crece la fuerza de la clase en vías de ascensión (que es la clase explotada), crece su propia ideología, que le permite tomar conciencia de sí y denunciar la impostura de la ideología contraria, hasta el momento en que, tras destruirla , consigue suplantarla. Aquí aparece el sentido bajo el cual la ideología puede significar algo positivo; cuando 31

no es


simplemente conservadora, sino revolucionaria. Esta concepción se sostiene por un historicismos de fondo, una ideología puede poseer una verdad provisional que corresponde a la época de su éxito.

Sin embargo, Marx no saca consecuencias últimas de su teoría. Por le contrario, en determinado momento se quiebra el proceso lógico. Cuando se refiere

al proletariado, la cosa

cambia. El

marxismo se presenta como ciencia, como conciencia científica del proletariado. En cuanto tal, se opone a conciencia ideológica. Sólo la conciencia proletaria es verdadera; por esto sólo el proletariado es capaz de denunciar la mentira de las ideologías, explicándolas científicamente. A partir de sus premisas, Marx no puede encontrar en la misma ciencia

el fundamento de la cientificidad. Este fundamento es

heterénomo. Reside en el concepto mesiánico de proletariado, clase de los últimos tiempos, o de la Historia que sucede a la prehistoria. Todos los puntos de vista del pensamiento humano son relativos a intereses particulares y, en cuento tales, egoístas. Hay sin embargo una excepción, un punto de vista, y solo uno, es objetivo, científico: el de la clase mayoritaria, cuyos intereses coinciden con los del hombre, y que

en consecuencia, está

investida de una misión histórica. Así, la verdad se encuentra al adoptar el punto de vista del proletariado, que inaugura el sentido total de la historia (un todo que ha llegado a ser la totalidad social de la clase portadora del porvenir).

32


Solamente, pues, el punto de vista del proletariado realiza el “saber absoluto” en el sentido hegeliano. Georg Lukacs, en “Histoire et consciense” ha teorizado el tema. Recogiendo los análisis de Max Weber sobre el pensamiento cuantitativo y parcelario de la ciencia, que conecta con la filosofía Kantiana, Lukacs hace de este pensamiento la ideología de la sociedad burguesa, criticada en nombre de una exigencia de totalidad (en el sentido de saber sobre el todo), cuyo objeto es el proletariado encarna así la voluntad de comunión y de perfecta autoimanencia del hombre social. La crítica de fondo que hay que realizar a este brillante ensayo es que entre el concepto teórico del proletariado real, empírico, es difícil reconocer una identidad. La escición, ya en German en la teoría marxista, se consume aquí. En términos generales, en la base de la posición marxista hay una aserie de postulados discutibles; la no especificidad de las diversas esferas de actividad y de pensamiento que constituyen como superestructura reductibles a una infraestructura “económico”, la visión dialéctica de la lucha de clases, la psicología del “interés” como motivo de al acción de los grupos, y el valor de a priori concedido al concepto de “proletariado”. Desde el momento en que el marxismo se extendió, pudo legítimamente ser calificado como una ideología, en nombre de los mismos criterios fijados

por Marx. Al marxismo toca sufrir una

profunda convulsión en la medida en que se planteaba la cuestión del contenido concreto del proletariado. La teoría marxista es a su vez relativizada. Y las divergencias en el seno del movimiento

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comunista toman, al margen de su contenido político, una significación criteriológica. Para que una ideología triunfe, es decir, se implante en la masa, hace falta, como lo hemos hecho notar, que permita al hombre medir sus propias posibilidades y que, simultáneamente supere el statu quo por la proyección ideal (a nivel de representación de su proyecto global). Sin embargo, un rasgo distingue al marxismo de las otras ideologías de masas, y marca su superioridad. Se trata de una ideología universal que concierne a la historia general, de la que pretende dar una visión científica. Se presenta como la conciencia dela razón histórica. En este sentido ha contribuido a divulgar en las masas el gusto por la razón, ya sea bajo la forma de racionalismo o de un cientifismo primario. En virtud de este llamada a la razón, que lleva en sí misma los instrumentos de su propia crítica. El marxismo, como ideología, se ha colocado el mismo en el blanco de la razón. El “revisionismo” que fustigue la retórica oficial es precisamente el destino inevitable de la crítica de las ideologías hecha según criterios de racionalidad.

EL DESCREDITO DEL MARXISMO Asistimos hoy, en los países

altamente

industrializados, a un

fenómeno de un desgaste de las ideologías. El nazismo y el fascismo se han hundido. La ideología marxista, a su vez, da señales de ahogo. Es verdad que, a la inversa, los países del tercer mundo, donde

la conciencia de reparación entre, la miseria

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experimentada y las posibilidades humanas de la edad técnica es muy aguda, ofrece el marxismo o a las ideologías análogas un terreno favorable. Probablemente es en China (donde ha sufrido, por otra parte, una profunda metamorfosis) donde el marxismo tiene sus más grandes

bases. Las manifestaciones múltiples de

revisionismo ante las cuales el poder político reacciona en general con poca fortuna y con miedo son síntomas de esta fatiga. Se trata de un proceso de relevo de ideologías?, ¿Toman las nuevas el lugar de las antiguas?, tenemos que hablar del fin de las ideologías, en sentido de que nuestras sociedades hayan alcanzado ya un nivel

o un conjunto

de factores que provocan su ineluctable

depreciación?. Para responder a estas preguntas es necesario prestar atención a una serie de cambios

que han sobrevenido en las últimas

décadas. Se da previamente el hundimiento de las ideologías, el desgaste de ciertos factores de similitud, por ejemplo, a fuerza de ser diferido, el elemento Porque

utópico está prácticamente desacreditado y refutado. una esperanza

exclusiva

ante temporal que, en

consecuencia, espera los sucesos

decisivos en un plazo

determinado y, en este sentido próximo, se desvanece al perseguir una meta constantemente diferida. El mentía a las previsiones pone en tela de juicio esa visión monística de la historia propia de la ideología, éstas, en efecto, llevan consigo la creencia en leyes necesarias, que determinan el desarrollo del porvenir (por ejemplo, la creencia de que la división de la sociedad en dos clases antagónicas

debe acentuarse y debe multiplicarse, la pobreza

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crecer y la revolución socialista producirse en los países más industrializados). La aparición de las armas termonucleares, con la doctrina de la “coexistencia pacífica”, ha modificado las relaciones

entre los

estados socialistas y capitalistas. A denunciar las propiedades privadas de los medios de producción como la causa casi única de los desórdenes de la sociedad capitalista, la ideología marxista ha despreciado otros factores de orden tecnológico o más específicamente político.

El maniqueísmo latente en la ideología conduce a pensar los cambios sociales en términos de revolución. En los casos

en que ha tenido lugar

una toma de poder

revolucionario no resulta evidente que se haya verificado un “salto cualitativo”, y esto no solamente porque los regímenes sociales hayan registrado fracasos y estacionamientos económicos, sino, sobre todo, porque no han tenido éxito al resolver los problemas del hombre de hoy el stalinismo, la corrupción y la perversión del poder, etc., ponen de manifiesto que, todavía hoy, Shakespeare aporta un conocimiento del hombre más profundo y verdadero que todas las teorías sobre el “hombre más profundo y verdadero que todas las teorías sobre el “hombre socialista”. Además, también fuera del marxismo llega el esfuerzo humano, aunque sea a fuera de reglamentos, de correcciones a mejorar la situación de los desfavorecidos. Por más que sea bajo la presión de reivindicaciones, la evolución, las revisiones y las reformas

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obtienen cierta integración. Es cierto que esta mejora permanece muy relativa en el cuadro del neocapitalismo, donde el precio pagado por un ascenso más amplio a los bienes de consumo es con frecuencia una disminución de las responsabilidades. Pero esa mejoría, ambigua, es considerada como una auténtica mejora por las masas. Por otra parte, y este punto es más importante, se puede razonablemente pensar que una participación humana a todos los niveles de la decisión y de la producción en el sentido en que lo entiende la Mater Et Magistra, es realizable por el camino de las revisiones. (Un proceso como el que comenzó a desarrollarse en Checoslovaquia mostraba

que el socialismo no aventajaba al

capitalismo en la realización de esta participación).

OTRA SECULARIZACIÓN LA TECNOLOGÍA Pero estos factores no son, sin duda, los más decisivos. El elemento determinante está constituido por la actitud científica – técnica, que está fundada en la base de la mentalidad contemporánea. Esta actitud mental ha podido en principio verse favorecida por la ideología, pero a la larga se pone de relieve la incompatibilidad entre ella y la actitud ideológica.

La nueva mentalidad se funda, efectivamente, sobre la observación de lo real. Pero el comportamiento experimental implica una apertura hacia el porvenir y las explicaciones; esto desarrolla el 37


sentido de la complejidad de lo real y del carácter provisional que los modelos explicativos tienen en ciencias. En cuanto al proyecto técnico, siempre se realiza bajo la forma de un proyecto singular, delimitado en sus fines y en los medios, aunque sus dimensiones sean gigantescas. En este sentido, el mundo de la técnica es un mundo pluralista. En efecto los problemas concretos que se presentan aquí son bien definidos y de una cierta inmediatez. Se busca la solución de un problema después de otro, aunque la unión de estos problemas forma una cadena compleja. En el nivel de la técnica existe un pluralismo de sistemas, hasta tal punto que su coordinación se hace cada vez más difícil. En el ámbito técnico, el primer momento es el de la especialización, que reclama enseguida

la intervención

de

“generalistas”, cuya misión consiste en coordinar los proyectos independientes. En este sentido, la totalidad es posterior a las partes es una resultante. La perspectiva opera sobre la base estadística del presente. Prolonga los procesos ya en curso, o se esfuerza por influir en la dirección que ha de imprimírseles. Diseña con espíritu crítico y circunspecto, curvas – modelo. Esta programación exige, al filo y medida de su realización, abundantes correcciones. Es consciente de no profetizar.

La observación, advirtámoslo, camina en el sentido de un descubrimiento de la complejidad. Con las ciencias

humanas,

conduce a una conciencia de las situaciones singulares. La uniformidad que procede de las leyes matemáticas se contrapesa 38


por el análisis del hecho singular, cuya singularidad escapa a la ley. En cuanto a la Ley necesaria en toda la ciencia se advierte su relatividad. Cada vez más en el plano epistemológico, tanto como en el de la mentalidad, se presenta atención a factores de orden psicométrico, tales como las elecciones. La actitud científico – técnica ha dado origen

a una nueva

mentalidad, que favorece una concepción ahistorica. Los proyectos miran hacia el porvenir, pero este constituye

un horizonte

determinado que no equivale ya a la historia universal. Sse da con ello una prueba de modestia, léase “escepticismo”. En último extremo, la realización técnica puede concebirse como una conquista sobre el caos. La nueva

mentalidad

se caracteriza por tres tendencias (1).

Encontramos en primer lugar el nominalismo que se favorece con la atención prestada a lo singular, reconocido

como tal en su

irreductibilidad (2), seguidamente tenemos el relativismo, el pluralismo de los hechos escapa a una explicación unitaria y monista: La única explicación unitaria es la que proporciona el formalismo

matemático,

cuyo

alcance

es

mensurable

(3).

Finalmente el positivismo se prohíbe extrapolar, ir más allá de la constatación de hechos minuciosamente circunscritos. Es evidente la oposición entre esta mentalidad y la mentalidad ideológica. Presentaremos dos testimonios de ello. Primero nos proporciona la evolución dela idea del plan. Cuando un país adopte un régimen de tipo marxista en un estado pre-industrial, la puesta

en marcha

del plan exige un enorme esfuerzo de

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voluntad, pero es algo relativamente sencillo, se trata de establecer las estructuras elementales de base. A partir de ellas, se proyecta hacia el porvenir

la imagen de una sociedad entra y

armoniosamente reglamentada por la planificación. Una prueba del espíritu de la naturaleza ideológica. Una vez que se consigue cierto avance de desarrollo, la complejidad de los fenómenos económicos, políticos y humanos aparece. Resulta muy difícil, si no imposible, para el planificador abrazar con un solo golpe de vista todos los aspectos de la realidad que pretende dominar. Se toma conciencia de los errores cometidos y se encuentra ante opciones delicadas. El planificador no es, en absoluto, un sabio infalible que avance de evidencia en evidencia. Se registra una vuelta a cierto empirismo y se experimente la necesidad de una liberación. Se pasa, en otros términos, del plan – mito ideológico al plan científico que encuentra en la modestia y en la flexibilidad las garantías de su eficacia. En cierta manera se ha cambiado el nivel del plan resulta la vida económica, mientras que el plan ideológico organizaba en vida a través de una movilización psicológica de las masas. El segundo testimonio está tomado de otro ámbito. Lo podemos tomar prestado a la teoría de la que ya hemos hablado, primer Lukacs. Ve un paralelismo que recuerda la identidad entre el hecho de que la ciencia moderna, sobre la base de la cuantificación matemática, se ha diversificado en una pluralidad de ciencias particulares (cada una de ellas con pretensiones limitadas) y la ideología burguesa. Lukacs opone a esta pluralidad de ciencias reflejo de la sociedad burguesa, el ideal de un saber de totalidad, inspirado en la Wissenchaft de Hegel. Se da un curioso rechazo de

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la razón científica cuyo nivel en la jerarquía del saber no se ha captado. Esta teoría testimonia, a su modo, la incompatibilidad entre ideología y una actitud de espíritu inspirado

según el modelo

científico – técnico. En efecto, lo que ahora se ataca es la ideología dogmática de la historia como Entwicklung necesaria. La actitud técnica considera la diversidad de los proyectos y la no necesidad de coordinarlos, así

como su carácter provisional, en la medida en que unos

suplantan sin cesar.

UN DATO De este modo llegamos a una constatación, la actitud pragmática tiende a reemplazar la mentalidad ideológica. Se podría definir a aquella de la siguiente manera: Se trata de una actitud que, cara a la acción, rehusa

los principios

normativos absolutos

para

atenerse al criterio de adaptación. Consecuentemente, la acción concretada no se considera como inscrita en el horizonte de la historia universal. El bic at nunc, no tiene raíces metafísicas. Se da un pluralismo radical de las acciones, que no se presentan ya como participación de la autogenésis de la historia. Cada situación es nueva, inédita, y reclama

su propio sistema

de aproximación. Al manifestar

semejanzas y diferencias, la comparación con otras situaciones permite resolver mejor un problema que se considera globalmente. Las perspectivas de la acción son igualmente limitadas: La acción resuelve un problema particular para una sociedad particular, que

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considera su inserción en la sociedad universal como una simple integración de hecho en el conjunto de los intereses. Las perspectivas

hacia el futuro se limitan a un futuro próximo. En

relación con las ideologías de totalidad, la actitud pragmática se presenta a sí misma, a menudo, como una garantía de honradez intelectual. Es igualmente

cierto que el pragmatismo puede

favorecer el

escepticismo y el relativismo (eso que los marxistas llaman oportunismo). Pero no es posible negar el vigor de esta corriente en las sociedades actuales. Incluso para oponerse a ella, algunos quisieran inventar una nueva ideología. Es que acoso en los sucesos de mayor pasado en Francia no había una especie de nostalgia de ideología. A través de socialismo libertario, del mito del “Che”, o el de Mao, se adivina lo que el marxismo tiene aún de romanticismo

revolucionario,

mientras

que

la

herencia

satintsimoniana que trae consigo se rechaza en la ordenación de la “tecnocracia”. La mente por el envejecimiento de sus cuadros. En un nivel

más profundo, puede decirse que dos aspectos del

marxismo se han escondido, y entran en colisión. Debemos en consecuencia, sentirnos condenados a la alternativa: ideología o pragmatismo.

LA EXIGENCIA ETICA En la base de la nueva actitud yace un elemento positivo, que es más fundamental que el pragmatismo. Esta reposa sobre unos a priori a partir de los que define el fin de toda la acción posible. Pero

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más radicalmente, lo que encontramos ahí es un empleo de la razón científica y el deseo de uno extender su uso a la realidad social. Por eso el problema más importante es el de la razón, el de sus formas y el de su poder. Una ideología como la marxista, más que la aplicación de la razón a escrutar la realidad (por el análisis y la verificación) era, ante todo, la afirmación hecha a priori de que la visión total de la historia se identificaba con la razón, que se convertía en una especia de mito. Por el contrario, el pragmatismo – bajo su forma actual – radica en el deseo de atenerse a un uso limitado y exclusivo de la razón, como en su uso técnico, y de tratar consecuentemente al hombre y a la sociedad como puros objetos técnicos. Pero el examen del hecho humano y social revela al carácter pluridimensional del hombre. Ni las ciencias humanas, ni la acción, ni el juicio que guía esta acción, pueden hacer abstracciones de ese dato. Si, con su razón el hombre ve y juzga lo que es, lo que debe ser, y consecuentemente esclarecer su obrar, el hecho ético aparece como una dimensión constitutiva de la razón humana y, consecuentemente también de su comportamiento. El hecho ético tiene, pues, un carácter originario en la actividad social. Ahora bien, el hecho ético implica fundamentalmente dos elementos que son decisivos y en nuestra consideración: las normas de comportamiento y las elecciones o decisiones (es decir, de carácter singular de los hechos que se realizan en función de esas normas. De esta manera la razón, que es razón práctica, interviene en la vida social (como, por otra parte, en la vida de los individuos) para 43


guiar sus elecciones a título de phromesis o deprodestia. Aquí radica la originalidad de la prudencia ética, ya entrevista

por

Aristóteles, y que sería preciso resaltar, especialmente en sus campos de aplicación social. La razón prudencial difiere de la razón científica y de la razón técnica. Pero utiliza la ciencia y sus instrumentos – análisis, estadísticas, etc, en el orden económico, sociológico, psicológico, político, etc. Sin embargo, no se reduce a la ciencia. Su dominio es el de la elección individual su ámbito, el de la convivencia concreta, la oportunidad de esta dirección, sometida a la ley ética, en el contexto irrepetible en que debe ejercitarse. La razón prudencial aporta siempre en conformidad con reglas fijas, la conmensuración inédita

del entendimiento sobre una situación también inédita.

Tampoco equivale a un sabertécnico, por cuanto el hombre es un ser ético, no reductible al mundo de los objetos que se manipulan. Por esto la elección (que puede ciertamente exigir la difícil adopción de unos instrumentos técnicos con todo su determinismo, si es recta, en último término, debe conformarse a la norma ética. Apuntemos

que la razón prudencial valora positivamente cierta

intuición del pragmatismo, ésta ha captado el carácter de unidad, de singularidad propio de toda situación y en consecuencia, de toda decisión. En otros términos, la historia ha vuelto a su propio terreno, que viene marcado por la contingencia. La historia es rica de posibilidades; puede ser de otra manera, es capaz de desviarse, puede ser de otra manera, es capaz de desviarse; puede, o no, abstenerse a sus promesas.

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En esta situación la razón prudencial se opone a las concesiones ideológicas para éstas, la historia no tiene más que un camino, trazado con anterioridad, y cada acción se presenta como una parte de este itinerario necesario, a través del cual la historia se construye como una única totalidad. Por lo que se refiere a las acciones que la ideología juzga opuestas a este dinamismo, son arrojadas como “reaccionarias” a las tinieblas exteriores. De hecho, la ideología tiende a divinizar la sociedad y la historia. Es importante advertir que, en una consideración cristiana, hay que distinguir entre la ciudad terrestre y su destino y “la ciudad de Dios” tras histórica y espiritual. Esta distinción proyecta, sobre el orden temporal de la civilización y de la cultura, una lógica que pone en evidencia el carácter esencialmente relativo de esta orden. Al problemar la distinción entre las cosas de Dios y las cosas del César, el cristianismo afirma su naturaleza no ideológica. Por otra parte, sobre el horizonte del destino transhistórico del hombre se puede delinear ideales históricos capaces de polarizar las civilizaciones, sin enriquecerlos falsamente con los prestigios de un pseudo-absolutismo. En la medida en que atribuyen un valor absoluto a la historia, las ideologías son “religiones seculares”. Constatar su debilidad alimenta muchas de las desesperaciones de la crisis actual. El porvenir histórico se presenta con trazos sombríos, la humanidad se horroriza ante el fantasma de su propia multiplicación, bajo el cielo de una amenaza termonuclear: “La bomba y el número” la hacen temblar. Pero la verdadera respuesta a la falsa esperanza no es, en absoluto, la desesperación. Esa respuesta radica

en el ideal de una civilización de respeto al

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hombre, y de confianza en que el hombre será capaz de resolver positivamente los irreductibles problemas a que se enfrenta.

LA POSICION DE HERBERT MARCUSE El concepto de ideología de Marcuse se aproxima al de Marx; habla de la ideología

conservadora de un statu quo, por lo cual la

sociedad existente asegura su dominio; la alineación, incluso consciente para aquellos que la soportan, alcanza de esta manera en las sociedades industriales una especie de radicalidad. Igual que en el pensamiento de Marx el concepto de dominio es central en el razonamiento de Marcuse, sin que por otra parte ofrezca demasiadas explicaciones. La sociedad aparece como una entidad represión, a menudo bajo la forma de una “satisfacción represiva”. La denuncia apasionada de la opresión social sobre el individuo parece proceder de una

antropología libertaria, para la cual

“libertad” significa liberación de las “necesidades vitales”, de las “condiciones erótico-estéticas”. Marcuse ha captado vivamente y a analizado

un conjunto de factores tendenciales

y procesos

operantes en la sociedad. Ve, en este conjunto, un sistema que actúa con fuerza irresistible. Eso le permite calificar a la sociedad. Ve, en este conjunto, un sistema que actúa con fuerza irresistible. Esto le permite calificar a la sociedad tecnológica moderna como sociedad de esencia totalitaria. La tesis del carácter sistemático del conjunto de tendencia denunciadas, que es a su obra ese tono de pesimismo patético, es, sin embargo, muy discutible. Por más que afirme que la liberalización del hombre debe servirse de las conquistas de la técnica. Marcuse señala en la actitud de 46


“pensamiento operacional” que está en la base de la técnica el fundamento de la opresión ideológica. El positivismo, que implica una concepción restrictiva de la experiencia y del hecho (como claramente se manifiesta en las filosofías de lenguaje) permite adivinar el carácter ideológico de este pensamiento. Las páginas que consagra a este tema son las más lúcidas de toda su obra, a mi entender. Sin embargo, el análisis del pensamiento científico (de su instrumentalismo)

y

del

pensamiento

científico

(de

su

instrumentalismo) y del pensamiento técnico, que parecía presagiar intuiciones fundamentales, defrauda, sin duda alguna por que el autor rechaza también el la metafísica. Por otra parte, el valor de su ensayo, más que de análisis llevados hasta el final, procede de su riqueza de sugerencias y de las líneas de investigación que apunta. Para atacar el pensamiento “positivo”, instrumento de dominio, Mercuse – apelando a Hegel – alude al “pensamiento negativo” que, a la vez, presupone la naturaleza histórica de los hechos y permite su crítica. Pero la denuncia de la unidimensionalidad del hombre, en la sociedad contemporánea, se hace a partir de perspectivas inmediatistas

e

historicistas

que

prohíben

fundamentar

la

pluridimensionalidad de la razón. Por esto, si bien muestra de una manera clara que la razón técnica como ideología, es decir, según el uso histórico que de ella hace la sociedad actual, conduce a un callejón sin salida, sin embargo no es tan evidente en nombre de que criterios de razón puede ella misma ser juzgada. Por ejemplo, cuando Marcuse evoca una “racionalidad de otro tipo”, el concepto resulta especialmente vago y bastante utópico. En algunos pasajes, de notable radicalidad, lleva

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a presentar como instrumento de dominio político a la misma razón interfiere no a la razón en el sentido en que la utilizan en función de la ideología, algunas sociedades actuales, sino en el sentido de que toda razón responde a un tipo de sociedad. No pienso que Marcuse se atreve a afirmar que la misma razón es una ideología. Pero, en este punto, su pensamiento adolece de falta de claridad, y el problema de la unidad de la razón, que es capital, no encuentra en su obra ninguna solución. La afirmación de que toda filosofía es ideología está preñada de ambigüedad. En otras palabras, la referencia de la razón, es decir, quienes determinan a la razón, es decir, quienes en la razón técnica solamente encontrará una medida capaz de juzgar u guiar su uso, en el ámbito de la unidad “pluricidimensionista” de la misma razón. La negatividad no puede ejercer su función crítica más que si interviene en nombre de los imperativos positivos de la razón. Sino, corre el riesgo de limitarse a ser el reflejo ideológico de una actitud política de tipo anarquista. La amplitud, pues, que Marcuse ha dado al término de ideología está cargada

de consecuencias. No nos parece en absoluto

aceptable. Lo que se pone en tela de juicio, a fin de cuentas es la misma naturaleza de la razón.

NECESARIA ETICIDAD Hemos

de hablar después

ideologías. Es preciso término

de todo lo dicho, del fin de las

responder afirmativamente si se da al

“ideología” el sentido integral con que intentábamos

definirla más arriba. En efecto, la actitud científico – técnico de nuestra sociedad origina tendencias que conduce a su eliminación. 48


Es cierto que la razón opera en la actividad científica técnica. Pero esta actividad, extrapolada, corre el peligro de conducirnos al uso unilateral y exclusivo de una sola forma de razón. El cientismo, el positivismo, la “tecnocracia” son expresiones de esta inhibición de la razón, que precisamente reclama desplegarse según toda su amplitud. Cuando se queja, en absoluto, identificar con las cosas que manipula “prudencia”. La eliminación de la ideología no conduce fatalmente a una actitud pragmática o tecnocrática. Invita, por el contrario, a una revaloración de la ética, que es guía de la acción social, política e histórica. Si se quiere dar término ideología un sentido más amplio que no nos parece feliz, cabría incluso hablar de su necesidad. Se querría con ello indicar la necesaria

inspiración ética y el necesario

reconocimiento de los valores como criterios de la acción. Pero decir “acción humana” es tanto como decir acción singular, sellada por la contingencia, limitada, balbuceante, susceptible de desviación, contestable y contestada, pero que, a pesar de todo, se esfuerza, en la medida en que es humana por obedecer a las normas éticas. El sentido de estas normas, y el de sus exigencias, es necesario para las sociedades.

IDEOLOGIAS Esta referencia a “contaminación ideológica”, no parece indicar o dar por supuesto un matiz negativo en la consideración de las ideologías,

se

las

considera siempre

con un significado

predominante negativo. El tema es complejo. Ha habido una

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evolución histórica del concepto de ideología. Se emplea

en

distintas acepciones. Es una palabra en boga y tiene un porvenir prometedor, “a condición de que se libere de las rémoras idealistas con que ha nacido”. En principio, suele entenderse una ideología como un conjunto de ideas, fundado en un orden

de valores

encaminado a encausar actitudes y comportamientos. En la acción política la ideología sirve como sustrato de la acción. “La vida política, organizada sobre la base de agrupaciones e instituciones, específicamente encaminadas a la participación en la administración y control del poder, necesita

de programas de

acción con los que fijar las metas concretas o inmediatas objeto de su actividad, y puede buscar fundamentarlas en ideologías sustentadas. Estos son entonces los soportes teóricos de los programas de acción de los grupos estructuras

y clases organizadas en

aptas para la participación en la vida pública (los

partidos políticos, por ejemplo, etc). En el ámbito de lo político, las ideologías juegan un papel de soporte teórico y no puede asignárseles un significado negativo mientras sean ideologías “con gran capacidad de asimilar conflictos debido

a la generalidad

y universalidad de los valores

subyacentes” no entorpecedoras de la convivencia, respetuosas con otros enfoques de la vida social, política, etc., y sin pretensiones de solución total y, por consiguiente, exclusiva de la vida humana.

No es este el momento de un mayor desarrollo del tema, respecto a sus fluctuaciones de dominio político; as su enfoque hacia cierto 50


tipo de praxis: A su carácter de cohesión social o de control de las actividades del gobierno, etc. Sólo quisiera destacar lo siguiente: si una ideología no cumple

las condiciones

antes referidas

y

pretende solucionar totalmente la vida del hombre, es decir, reducir su vida a la dimensión política, podemos designarla con el nombre de ideología totalitaria. Los totalitarismos, o ideología totalitarias responden claramente por extralimitación de lo oponible al significado negativo antes citado. No es difícil, ni infrecuente, en totalitarismos de diverso signo político, este rebasamiento de límites, porque “en importancia y en extensión, la dimensión religiosa. Pero cuando se niega

la

dimensión religiosa del hombre, la dimensión política ocupa su lugar, queriendo dar cuenta del todo lo que puede llegar o ser. La política ocupa entonces el todo, el totum, y es esta la raíz principal de los totalitarismos”.

REDUCCIONISMO Después de estas breves referencias a las ideologías, deberíamos preguntarnos en qué medida pueden afectar la acción educativa. Como condicionamiento ambiental sólo en cuanto a ideologías totalitarias. ¿Por que? Por que la acción propiamente educativa y la acción ideológica totalitaria son diametralmente opuestas. Podríamos analizar esta oposición en sus diversos aspectos. Fijémonos, de momento, en uno. Las ideologías totalitarias son reductoras: pretenden reducir al ser humano a una sola dimensión, o influir en los comportamientos

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humanos

mediante una


combinación de reducciones. Conviene radical entre

la política

advertir la diferencia

como una dimensión

humana y la politización de toda actividad

de la actividad humana. Esta

politización es reductora. La educación, por el contrario, es un proceso de mejora personal y una ayuda necearia para el logro de esta plenitud del ser humano. No reduce, amplia, eleva. Es llegara ser más, no menos. La finalidad de la educación es terminar de ser. Por todo ello, ya se ve que la influencia de los totalitarismos es antieducativa, obstáculo, limitación o condicionamiento ambiental para la acción de los educadores. En general, la acción educativa y la acción ideológica proceden de diverso modo. “Las ideologías están enfocadas siempre hacia cierto tipo de praxis. De ahí su especial uso del lenguaje emocional que despierta actitud volitivas más que racionales. Las ideologías pretenden convencer antes que demostrar y su comprensión suele ser facilitada por técnicas de comunicación y conducción de masas”. La acción educativa busca un desarrollo armónico del mundo congnoscitivo y del mundo afectivo de la persona; pretende demostrar o mostrar antes que convencer, y lamentablemente, su comprensión no suele ser facilitada, de momento, por los medios de comunicación colectiva.

Este diverso modo de hacer requeriría una cierta consideración desde la perspectiva educativa. Pero no es éste el momento. Sólo quisiera destacar, esta ocasión, el contraste radical

entre la

educación y un determinado tipo de ideologías, las totalitarias, en 52


cuanto éstas constituyen una modalidad de reduccionismo y en consecuencia de manipulación de las personas.

LA IDEOLOGÍA MARXISTA Ahora que hemos examinado las características generales del sabe y del saber marxista – leninista como caso concreto vamos a estudiar más detenidamente los rasgos de una ideología tal como se desarrolla en el mundo moderno. Por lo general, una cosmovisión, como el marxismo, leninismo tiene al menos las siguientes características: A) Un sistema de convicciones, que expresan una visión de futuro. Sin embargo, las creencias acerca del futuro se enmarcan mejor en un fondo de crítica del pasado y del presente, en sus convicciones socioeconómica y otras. El futuro es altamente deseable y digno del esfuerzo, teniendo en cuenta el contraste con la lamentable situación actual. B) Los juicios acerca de los acontecimientos pretéritos

y

presentes son a menudo juicios de valores no verificables, ya que aluden a acontecimientos futuros: C) Puesto que a menudo las ideologías tienen sus raíces en el mito de un profeta creador, que cantó y proclamó verdades absolutas, se mantendrán puras sólo si se excluyen otros puntos de vista, si se expresan en términos absolutos, si hablan de unidad en ves de compromiso. En resumen, la ideología debe ser dogmática.

53


D) Una ideología que tiene éxito será capaz de aplicarse a una situación muy amplia, y de atraer a diversos grupos sociales. De ahí, que no puede emplear un lenguaje claro y preciso, sino vago y ambiguo, cargado de emotividad. Los partidarios de una ideología tienen que encontrar inspiración constante en lo que dicen y creen sus definidores teóricos y éstos, a su vez, deben inspirarse en la jerarquía de perfección dentro de la que ascienden si la ideología se ha institucionalizado, por ejemplo, en un partido. El marxismo - leninismo es claramente una ideología desde todos estos puntos de vista. Hay un sistema de creencias – filosofía, economía, política y socialismo científico – que expresa una visión del futuro, cuyo final es el comunismo. La visión tiene como telón de fondo la crítica de las sociedades clasistas, pasadas-primitivas, antigua y feudal y del enemigo clasista actual, la burguesía. Se hace hincapié en la miseria presente del proletariado y en su dicha futura. La ideología marxista – leninista consta de juicios que, tanto en lo referido a la sociedad comunista futura, como lo que concierne a la estructura y operación de la sociedad capitalista, por ejemplo, la plusvalía, no son verificables. Sus clásicos, Marx, Engels, Lenin, son las fuentes creadoras del marxismo leninismo. Durante cierta época, Stalin fue incluido entre los clásicos, y a veces el propio partido comunista le da esa consideración. En este sentido se ha llegado a comparar el marxismo en la teología escolástica, exégesis racional de textos revelados. 54


Finalmente, la ideología marxista – leninista, tiene simpatizantes en todos los países y clases

sociales. Su terminología

comenzando por “materia” y terminando con “revolución”, tiene el carácter poco concreto anteriormente mencionado. Además, el marxismo – leninismo es una ideología por otra razón más profunda: pretende que todo saber es ideológico. Marx y Engels dejaron claro en sus primeras obras que entendían por “ideología”, la conciencia

inauténtica, es decir, la conciencia

distorsionada en filosofía, teoría política, etc., que resulta de la explotación de la sociedad clasista. Pero en sus obras posteriores, especialmente en la Engels, se usa “ideología” como equivalente a las “ideas de una clase”; y se afirma que la suya es una ideología proletaria, en contraste con la ideología falsa burguesa. Este significado del término “ideología” ha ganado aceptación al marxismo – leninismo y en la mayor parte de sus versiones. Así, “ideología” se convierte en sinónimo de “doctrina de combate”. La ideología marxista leninista termina diciendo que cada clase se distingue por un punto de vista, una ideología: La burguesía intenta distinguir la ideología de la ciencia, con la pretensión de que hay “objetividad”. Pero esa objetividad es ficticia, y enmascara el hecho de que la voz “ciencia” esconde el funcionamiento estricto de intereses burgueses, políticos y económicos. La ideología proletaria no pretende ser objetiva en el sentido burgués. Reconoce que su saber es ideológico, en el sentido de ser progresiva y por lo tanto está en la línea

de la marcha de la historia; mientras

que la

ideología burguesa, con su insistencia en la objetividad, está completamente desfasada. La razón es sencilla. El fundamento de

55


toda la realidad es la producci贸n. Son los proletarios

quienes

producen, y por consiguiente est谩n en situaci贸n de conocer la realidad. Los burgueses, en cambio, no reconocen la realidad directamente, puesto que su contacto con la realidad es mediado por el proletariado.

56


I. DEMOCRACIA CRISTIANA 1.1

Historia.-

Durante los años 40 al 50 anteriores a la fundación de la DC, jóvenes intelectuales, profesionales y estudiantes cristianos organizan

jornadas de protestas, siendo

considerados los rebeldes en la ciudad de Arequipa contra la dictadura de Odría, principalmente contra el Ministro Escarza Zañartu. Posteriormente, los desórdenes fueron sumamente graves por la brutal represión policial en una de aquellas protestas es asignado Arturo Villegas, como un líder a quien se le considera como uno de los precursores de la DC peruana: la manifestación de dolor y repudio a la muerte de Villegas por parte del pueblo arequipeño, fue impresionante y así nace la Democracia Cristiana. A éstas jornadas siguieron otras más fuertes, hasta que finalmente se logra la caída del Ministro Escarza Zañartu. Estaba naciendo la Democracia Cristiana. La Democracia Cristiana, surge primero como movimiento Demócrata Cristiano, nacido en Arequipa y luego en Lima en 1953 congregando actores intelectuales, profesionales, juventud universitaria y algunos grupos laborales unidos en el común propósito

de establecer y consolidar en

nuestro país, la democracia negada en esos momentos. Ante el rápido crecimiento de los movimientos de Lima y Arequipa, se decide su fundación como Partido Político el 17 de enero de

1956, teniendo entre sus principales 57


fundadores a Héctor Cornejo Chávez, Luis Bedoya Reyes, Alfredo García Llosa, Jorge Bolaños, Mario Alzamora V. entre otros. En las elecciones de 1956, que llevó a la Presidencia por segunda vez a Manuel Prado, la DC presenta candidatos a diputados, obteniendo

la más alta

votación en el

departamento de Arequipa colocando en el Parlamento un brillante equipo de diputados encabezados por el doctor Héctor Cornejo Chávez, es en este periodo del 56 al 62 donde el grupo parlamentario de la DC libro una dura y pareja batalla contra la política económica y social del gobierno de Prado, un sector de la derecha liderado entonces por el Director de la Prensa Prado Beltrán asumió la

presidencia del Consejo

de

Ministros

y quiso

comprometer a la Democracia Cristiana en su proyecto político. Este partido por boca del diputado Cornejo Chávez, deslindó posiciones y asumiendo una actitud ideológicamente

más

rotunda

condenó

al

sistema

capitalista como el causante de los males seculares en el país y capitalista como el causante de los males seculares en el así y rechazó como solución nacional, cualquier fórmula basada con el liberalismo y en la conservación de la economía capitalista. Momento preciso de deslinde que enajenó a la Democracia Cristiana el odio y la satanización a parte del silenciamiento de los grupos dominantes y sus voceros de opinión. Luego, en 1962 los dirigentes de la DC y en que la primera oportunidad que se le presentaba al paciente partido para 58


sembrar, la semilla de la nueva ideología social cristiana que recién se está formando, pero que quiere hacer una cosa distinta como partido político, son en las elecciones del 62 por que se decide la candidatura del Dr., Héctor Cornejo Chávez a la Presidencia de la Republica; el joven candidato recorrió 125 de los 140 provincias que en esa época tenía el país. La Democracia Cristiana en ese entonces frescos

ya sonaba políticamente, habían quedado en

el

recuerdo

los

agitados

debates

parlamentarios en la Cámara de Diputados especialmente donde los portavoces de la DC, se caracterizaban por sus demoledoras y muy bien fundamentadas críticas al régimen de Odría y al Pradismo. Eran los diputados democristianos, contra todo el Parlamento, especialmente contra los de la mayoría Pradista como Javier Ortiz de Zevallos, Carlos Ledgar Jiménez, Pedro

Benetto, los Arévalo, etc., se

debatía con pugnacidad sobre cuestiones políticas e ideológicas, Cornejo era el encargado de los temas financieros, materia en la que se descollaba, además intervenían con brillantez Barreda

Moller, Sercovich,

García Llosa, Rey de Castro y Javier de Belaúnde. En esos años se consiguió hacer germinar las ideas socialcristianas en el país; pero los resultados electorales del 02 fueron toda una desilusión para la DC sacando algo mas de 50 mil votos. Los analistas políticos de entonces explicaron el fenómeno de la manera: la candidatura propia del APRA, después de muchos años y la aparición de un 59


carismático candidato con promesas de reformismo sectorizaron la votación parte

del hecho que los

democristianos decían las cosas con demasiada verdad doliera a quien doliera y en esos tiempos dolía la muchísima gente cada vez que atacaban

a alguien

sostienen los analistas los DC se echaban encima a un sector poderoso, ya tenían en contra al Pradismo y al Odriísmo por los ataques, la convivencia, y se echaron encima a la prensa con el famoso discurso en la Plaza San Martín. Entonces se produce el golpe de Estado, las Elecciones en las que había triunfado el APRA por 15 mil votos fueron anuladas. La DC, se pronunció en contra del nuevo Régimen

Militar

que anunció y convocó a elecciones

generales para el año siguiente, comenzando nuevamente la campaña electoral. A Belaúnde le resultaba fundamental aliarse con la DC, que con

sus 50 Mil votos

era el mas grande de los

partidos chicos, por otro lado la DC veía en Fernando Belaúnde sino a un revolucionario, a un reformista, bien intencionado con quien se podía intentar comenzar cambio en el país. Después

el

de los duros ataques

intercambiados en la campaña con Cornejo en el extranjero por tres largos meses, el arreglo entre AP y la DC fue trabajado por Belaúnde por un lado y por Javier Correa Elías como presidente

de la DC por el otro, cuando

retorno Cornejo, lo vistió en su domicilio pidiéndole desarrollar juntos la campaña, fue así como intervinieron 60


juntos en cuatro manifestaciones públicas, especialmente en provincias y Belaúnde logró así ganar las elecciones del

63 con Cornejo Chávez, encabezando la lista de

senadores de la Alianza AP – DC, por

lo que le

correspondió Presidir las Juntas preparatorias

del

Congreso perdiendo la Presidencia del Senado, por un solo voto, 24 ante 25 de coalición APRA - Uno. Fue allí donde empezó realmente la historia de la Alianza AP – dc, bajo un programa impuesto por los Demócrata Cristianos que incluían seis aspectos fundamentales : la Reforma Agraria, la Reforma de la Empresa, la Reforma del Crédito , la Reforma Tributaria, la Reforma del Estado y la Reforma de la Educación. En ese mismo año la Alianza obtendría otro triunfo al ganar la Alcaldía de Lima con el candidato Democristiano Luis Bedoya Reyes luego de los primeros años de euforia de triunfo las cosas comenzaron a complicarse para la Alianza la DC veía muy poco interés en Acción Popular en llevar a cabo los puntos abordados. Por estos años en 1966, luego de haber sido reelecto el doctor Bedoya, quien había mantenido cierta posición de avanzada cambió, cuando se convirtió en el principal abanderado dentro del partido, de la propuesta de la participación de la DC en el gabinete Beltrán quien había propuesto como Ministro de Justicia al Dr. Alayza Crudi. Esta propuesta defendida por Bedoya fue calamitosamente destrozada por Cornejo en la Asamblea Nacional de Trujillo. 61


En esa Asamblea se vio la cada vez mas clara posición de avanzada del Dr. Cornejo Chávez, en esta reunión la Juventud y el Comando Laboral

le quitaron a Bedoya

Reyes todo respaldo y luego con una reunión convocada por la JDC, en la que se exigió la presencia del Doctor Bedoya, los líderes juveniles le arrastraron a cambiar a la posición como de camiseta a partir de ese momento, la posición conservadora de Bedoya se fue agudizando y cuando la DC, peleaba por los puntos acordados en la Alianza,

aun

externamente

defendía

lealmente

al

Presidente de la República, hasta el extremo que a los democristianos se les puso el apelativo de los defensores del parlamento. La posición de Bedoya fue cambiando aun más y era más cercana a la del Presidente Belaúnde que a la posición del Partido, Bedoya y sus seguidores intentaron tomar el control del Partido

con motivo de la Octava Asamblea

Nacional en 1965. Su derrota fue tan abrumadora, que optaron en el último momento por retirar a sus candidatos, a partir de este momento Bedoya y los suyos preparan su salida del partido, la expulsión del PDC del Dr. Ramírez del Villar por comprobado caso de corrupción, fue

el

preludio definitivo del retiro del doctor Bedoya Reyes y sus seguidores y la creación del Partido Popular Cristiano en 1966. Los Ministros de Estado, la totalidad

del grupo

Parlamentario con la sola excepción del Senador Mario 62


Polar, los Secretarios Generales de las Departamentales con solo dos excepciones, así como la inmensa

y

abrumadora mayoría de la militancia se mantuvieron fieles y leales a la Democracia Cristiana. Durante todos estos años de gobierno y desde 1963 se habían establecido el llamado Comité de Alto Nivel (CEA) integrado por los principales dirigentes de la Alianza AP – DC, cuya misión era observar y exigir permanentemente el cumplimiento de las reformas de la DC unidas a los proyectos de la marginal de la selva y cooperación popular de AP. Estas reuniones del CEA se convirtieron muy pronto en un almuerzo semanal de los martes o miércoles donde los dirigentes

de la DC, tenían ocasión

de

conversar con Belaúnde y no se veía nada de las propuestas. Cansados

de esta situación los dirigentes

de la DC,

debatieron el problema al interior del Partido pues sentían que se estaba defraudando al pueblo.

Cornejo Chávez

planteó que se debía sostener una reunión semanal de trabajo y no de almuerzo donde veía saberse de antemano que es lo que se iba a tratar y en presencia del Presidente de la República, Ministro de Estado y dirigentes de ambos partidos, para que examinasen juntos lo que se estaba planificando. En la siguiente reunión almuerzo, Cornejo planteó esto al Presidente Belaúnde, la reunión privada entre ambos termino muy áspera y casi a capazos, pero 63


finalmente se convino que se trabajaría de esa manera, sin embargo todo esto duró pocas semanas por las continuas ausencias de los populistas y del mismo Belaúnde. Todo este desinterés de Acción Popular en llevar a cabo las Reformas

y su predisposición

a empezar a

entenderse con la oposición conservadora (APRA – UNO) determinaron la ruptura de la Alianza, a partir de ese momento la DC, asumió una posición muy dura frente a Belaúnde, luego vendría al famoso contrabando del BAP Callao donde resultaron Oficiales,

mezclados algunos

Altos

también la devaluación monetaria que poco

antes había sido calificado de traición a la patria por el mismo Belaúnde

y finalmente

las concesiones a la

convivencia APRA – UNO en cuanto a la Reforma Agraria y al escándalo del Acta de Talara terminaron por producir el derrocamiento de Belaúnde el 03 de Octubre de 1968 encabezado por el General Velasco Alvarado. Producido el Golpe Militar y después de una enérgica condena

inicial a aquella

violación

del Orden

Democrático, la DC, respaldó y cooperó en aquellas Reformas Sociales impulsadas por el Régimen del General Velasco en cuanto eran

coincidentes con las tesis

y

programas democristianos, como en el caso de la Reforma Agraria de la Empresa de la Educación.

64


Ello no implicó

nunca una abdicación de la convicción

democrática de la DC que expresó en numerosas críticas y condenas a determinado acciones autoritarias y a la falta de participación popular, sino un respaldo específico a todas aquellas medidas de contención antiimperialista oligárquicas nacional y popular por las que había luchado desde su fundación en 1956 y a las que no podía dejar de respaldar sino al precio de una injustificable claudicación. Al empezar 1969 se celebra el Primer Congreso Ideológico que resumiendo y sintetizando la experiencia vivida actualiza las tesis ideológicas y postula la SOCIEDAD COMUNITARIA

como

alternativa

de

la

DemocraciaCristiana para el Perú. En aquel Congreso se reafirma la necesidad de una transformación pacífica y cristiana para edificar la nueva sociedad. Es importante señalar que durante la gestión del General Velasco y gracias a la iniciativa de la DC se crean las Comunidades Industriales y las empresas de propiedad Social. En agosto de 1975, el General Velasco es derrocado por el General Francisco Morales Bermúdez, quien comienza a desmantelar una a una las conquistas sociales hechas por Velasco, la DC mantiene una posición contraria y de dura crítica a este régimen. Finalmente en 1978 se convoca a elecciones para la Asamblea Constituyente, la DC participa teniendo que cargar sobre sus hombros el grave riesgo 65


electoral que significó el no claudicar a sus principios apoyando Reformas en favor del pueblo peruano, hechas por un gobierno

no democrático, se obtienen dos

representantes. El Doctor Héctor Cornejo Chávez y el doctor Arturo Moretti Ricardi, al finalizar la Constituyente Chávez

el doctor Cornejo

decide retirarse de la actividad política lo que

sumado a la baja votación de 1978 produce una división en la Democracia Cristiana que le impide a la postre su participación en las elecciones generales de 1980. El esfuerzo

de connotados dirigentes hacen posibles la

realización

de

un

Congreso

Unitario,

que

sella

definitivamente la Unidad de la DC, en este Congreso es elegido Presidente del Ex – Senador Ing. Juan Lituma P. quien conjuntamente con su Comité Ejecutivo Nacional llevan a cabo

reorganización del Partido a Nivel

Nacional. En 1963 es elegido el actual Presidente, Doctor Blancas

Bustamente, durante

Democracia Cristiana municipales

participa

Carlos

este mismo año la en las elecciones

en varias capitales de departamentos,

sacrificada campaña que le ha devuelto a la Democracia Cristiana

la presencia

que había perdido

anteriores en la escena política Nacional.

66

en años


Actualmente antipopular

ante el régimen regresivo, neo-liberal y del

llamado

segundo

Belaundismo,

la

Democracia Cristiana que ya cuenta con 28 años de existencia, sostiene una firme oposición a este gobierno de Acción Popular y del PPC defiende las Reformas y Conquistas ya adquiridos por el Pueblo que el Gobierno pretende desmantelar, e impulsando

a la más amplia

unidad anti imperialista, popular y nacionalistas mas allá de contingencias electorales, para aislar y derrotar a la derecha y abrir al país el ancho cause del Cambio y la Justicia Social.

67


II.

PRIMERA CONVENCIÓN NACIONAL PARTIDO DEMOCRATA CRISTIANO

Nota:

Extraído de los Estatutos Art. 2do. “Los fines del Partido

Demócrata Cristiano son los señalados en su Declaración de Principios y en las tesis aprobadas por su Congreso Ideológico Nacional”.

El partido Demócrata Cristiano, fiel a la vocación democrática de nuestro pueblo a su demanda por una renovación eficaz de las instituciones y sistemas caducos, se constituye como organización permanente con el propósito de luchar por la instauración de un orden social democrático

y cristiano, y combatir así

por una

existencia justa para el hombre, con fe en la libertad y en las instituciones representativas y apoyada

en una seguridad

económica sin exclusiones.

El Partido Demócrata Cristiano es democrático porque nace y se organiza por la libre determinación de sectores populares de todo el país y por que quiere que en su propia vida y en la vida política del Perú prevalezca la voluntad de las mayorías, sin traba alguna para la acción de las minorías, y es cristiano porque, entendiendo la democracia como un sistema, dinámico

y constructivo, de

libertades en acción, proclama la eminente dignidad de la persona humana, con deberes y derechos

anteriores y superiores

al

Estado, llamada a una vida espiritual libre y fecunda que se torna

68


imposible sin bienestar material, y que es responsable del bien de la comunidad que integra.

En consecuencia, afirma

que los derechos naturales

e

imprescriptibles del hombre, fundamentalmente, son: el derecho a defender y desarrollar la propia vida, corporal, intelectual y moral; el derecho

a dar culto a Dios; el derecho al matrimonio y a la

sociedad doméstica; el derecho al trabajo y a la libre elección del estado de vida, con igualdad de oportunidades; el derecho de asociarse; y el derecho a la propiedad privada.

Dichas exigencias de la persona comportan la realización de un clima ético de convivencia, un recíproco respeto entre el Hombre y el Estado entre la norma jurídica y la conducta, entre la autoridad y la libertad, con el pleno imperio de la Moral y el Derecho, por encima de cualquier interés particular, y la orientación de lo público y lo privado al Bien Común de la Sociedad, el que supone la confianza mutua, la seguridad social y económica y la prosperidad de la comunidad.

Al ser cristiana, la democracia afirma también que ningún hombre tiene por sí mismo la facultad de imperar sobre otros, y menos aún, ejercer el mando despóticamente, pues el poder viene , originariamente de Dios, siendo el pueblo quien determina la forma de gobierno con quien quiere regirse y quien designa en forma directa los gobernantes. Rechaza los sistemas políticos que han

69


reducido

los hombres a números y defiende las instituciones

naturales donde la libertad es cultivo de cualidades.

Quiere en suma edificar una estructura social que promueva la perfeccióndel hombre en los valores morales del cristianismo, en el ejercicio de la justicia y de la fraterna caridad, oponiendo siempre a toda arbitrariedad el fuero altivo del derecho propio. Todo lo cual se confiere, en

forma alguna, carácter

confesional al Partido

demócrata Cristiano, cuya tarea específica se concreta en un mejor gobierno para llegar a realizaciones políticas y socio económicas por una Justicia Social sin violencias y sin odios.

El Partido Demócrata

Cristiano estima que el Bien Común de

nuestra patria implica la exaltación y defensa de la personalidad histórica y del destino del pueblo peruano, sus valores culturales, propios, sus tradiciones locales, sus monumentos artísticos y las instituciones de su vida social, e igualmente, de los elementos económicos que son la base material de la estructura colectiva, en especial

sus recursos naturales; todo ello sin perjuicio

de la

relación del fraterno humanismo con las otras naciones.

En consecuencia, el PARTIDO DEMÓCRATA CRISTIANO Declara: 1.

Que la FAMILIA es la unidad fundamental de la Sociedad, de derecho natural, con facultades originarias inalienables e imprescriptibles, concernientes a su constitución, a su 70


finalidad y a su defensa moral y económica; y que en el Perú se encuentra

urgentemente requerida de dicha

protección porque diversos

factores de orden jurídico,

social y económico, la vienen debilitando en forma grave; 2.

Que la EDUCACION

es un derecho

primario

de la

Familia, que el Estado no puede desconocer en el ejercicio de su función supletoria; y que es necesaria una política educacional

para

que

todos

los

peruanos,

con

alfabetización de las clases populares, educación técnica suficiente, reforma universitaria, y elevación del nivel de vida de los maestros, animados por un sentido fecundo de la unidad nacional, y al servicio del cultivo integral de la persona humana. 3.

Que la sociedad civil está integrada por

sociedades

intermedias entre el individuo y el Estado, en las cuales la persona cumple fines propios según imperativos de su naturaleza, y cuyos derechos fundamentales deben ser respetados por el Estado, como son las organizaciones profesionales, sindicales y cooperativas, agrupaciones de carácter

apolítico, de excepcional importancia

para la

promoción del Bien Común, entre las que se encuentran las Comunidades Indígenas, cuya defensa y desarrollo integral se deberá procurar por la acción pública y privada; 4.

Que la ECONOMÍA debe orientarse hacia el predominio de la moral sobre el lucro, la supeditación de la producción a

71


las necesidades del consumo, y la subordinación del Capital y del Trabajo a las exigencias del Bien Común. Que el TRABAJO, por su

naturaleza

eminentemente

personal es acreedor a una incorporación plena y efectiva en la estructura de la Empresa, mediante: el derecho al empleo, el salario justo y familiar, las relaciones humanas, el reparto de las utilidades, la participación en la gestión y la accesión a la propiedad de la misma, debiendo adecuarse

su

integración,

progresivamente,

a

las

posibilidades económicas de cada empresa; Que por estar los bienes ordenados a la satisfacción de las necesidades humanas, los hombres han recibido de la naturaleza el derecho

a la propiedad

proveer, en primer lugar,

privada

a su subsistencia

para

y cultivo

integral y a los de su familia y luego a los requerimientos de toda la especie. Y tiene ese derecho, pues, un doble aspecto: individual y social, y puede en consecuencia ser limitado su uso, por medidas legales, cuando ponga en peligro el Bien Común, previa indemnización justipreciada: debiendo en todo caso permanecer intangible el derecho mismo

de propiedad

y de herencia, especialmente

familiar; Y que el crecimiento económico del país requiere un Plan de realizaciones, de régimen des centralista, que persigue el incremento de la producción dentro 72

de un justo


mecanismo

de distribución de la riqueza, mediante el

aliento a la iniciativa privada y el impulso del mercado interno por el aumento debiendo

contemplar

de la capacidad adquisitiva;

dicho plan la urgencia de una

campaña pro-vivienda popular, de la Reforma Agraria que contribuye a la plena participación del campesino en la vida nacional, y del fomento

del proceso

industrialización que hace posible

y fortalece

de

nuestra

independencia económica;

5.

Que el MUNICIPIO es la expresión orgánica y natural de la comunidad local, y que, en consecuencia: 1) Posee una esfera propia de atribución y normatividad jurídica, anterior al Estado. 2) Deben sus autoridades emanar de la elección popular y 3) Tiene por fin esencial atender al desarrollo plenario de la agrupación urbana mediante

la formulación

y

realización de Planes Piloto. 4) Que la REGION

es el complejo

socio-económico

fundamental. A ella debe ceñirse la demarcación territorial, y su realidad debe orientar la organización de la vida del hombre peruano hacia la constitución de entes políticos, cuyas autoridades representen, de un lado, al pueblo elector de su jurisdicción y de otro a los organismos estatales superiores. Dichos entes deben

73


empeñarse en elevar las condiciones de existencia de la población de acuerdo con su dignidad humana; 5) Que el ESTADO cuando se organiza como República es una sociedad civil de orden político en la cual los ciudadanos, sus miembros natos, gozan de idéntico derecho a participar en el gobierno, y que tiene como cometido propio ser gerente o promotor del Bien Común para proteger individuos

y garantizar

los derechos

y colectividades

que

de los

comprende, y

acrecentar los bienes materiales y espirituales de la comunidad, limitando su intervención en las actividades particulares

a planearlas

y coordinarlas, orientarlas,

facilitarlas y vigilarlas, supliendo

sus deficiencias y

reprimiendo sus excesos.

Son por eso derechos políticos inalienables: 1)

El derecho a la libre expresión del pensamiento político escrito y hablado;

2)

El derecho a la libre actuación política en partidos que por su estructura democrática y representativa estén en armonía con la organización del Estado.

3)

El derecho de reunión.

4)

El derecho de entrar, transitar y salir del territorio de la República.

5)

El derecho de participar en el gobierno de la República mediante el sufragio

libre la designación de los

74


representantes de la voluntad general

en todos los

organismos y las magistraturas de carácter electivo; y 6)

El derecho de todo ciudadano

a ser juzgado

de

conformidad con leyes, cuya validez y legitimidad sólo pueden derivar

de su conformidad con la Carta

Constitucional y con el Derecho Natural, y por Jueces autónomos; Tal como lo estatuye la Constitución republicana del Perú; Que las instituciones republicanas se basan

en la

limitación de los Poderes del Estado; Que en el manejo de los fondos públicos debe cuidarse el equilibrio fiscal y la estabilidad monetaria, sometiendo a los funcionarios a severas normas de responsabilidad. Que la misión del Ejército se limita a servir al ordenamiento jurídico del Estado y a la Defensa nacional; Y que por todo lo cual el Partido

se compromete a

mantenerse fiel en todos los actos de la vida civil, en lo interno

y en lo externo, al espíritu de respeto

a los

derechos del hombre y del ciudadano y de la fraternidad en la justicia que norman la organización del Perú como República; 6.

Que la COMUNIDAD INTERNACIONAL tiene por fin la obtención del Bien Común Universal, en que consiste en la tutela eficaz de los Derechos Humanos, y en la organización de la convivencia solidaria de los pueblos en un orden ético – jurídico natural y en la paz justa y fraterna reconociendo el principio de su libro determinación 75


y la igualdad de los Estados soberanos; sustituyendo la violencia

por un sistema de instrumentos

jurídicos

respetados; y promoviendo la cooperación y coordinación en el fomento de la Salud y la Cultura, y de la prosperidad económica; debiendo

afirmar en forma especial los

vínculos espirituales y materiales que unen al Perú con los pueblos de Américas y buscándose su expresión en Tratados de cooperación recíproca; y 7.

Que se propugnará, en cumplimiento del precepto constitucional pertinente, la celebración del Concordato que regule las relaciones del Estado Peruano con la Santa Sede. EL PARTIDO DEMOCRATA CRISTIANO DECLARA SU REPUDIO 1. Al INDIVIDUALISMO que descompone las obligaciones del hombre para con la comunidad social y reduce la autoridad a un papel inerte de simple espectadora de los problemas sociales, fomentando así los factores de disgregación del cuerpo político. 2. Al CAPITALISMO cuando concentra la riqueza en una minoría excluyente, sin tener en cuenta

la dignidad

humana de los trabajadores, y el carácter social de la actividad económica, intensificando las oposiciones sociales y generando

el proletariado; lo que hace

necesaria una política severa y eficaz que reprima toda forma

de prepotencia 76

económica (monopolios,


acaparamiento, latifundio absorvente, etc); e igualmente se rechazan el imperialismo y el colonialismo como instrumentos capitalistas de agresión y sometimiento internacionales.

3. Al TOTALITARISMO y a todos tipo de DICTADURA que pongan obstáculo a la libre voluntad del pueblo; que instauren discriminaciones inhumanas por razón de sexo, raza o ideología; que monopolicen la educación, los medios de difusión de la cultura o las fuentes de información; que instauren la sujeción económica con la expropiación y nacionalización generalizada de los medios de producción; que violen

la organización

republicana de la Patria con el recorte de los derechos de la persona

o con la quiebra

de la limitación y

división de los Poderes del Estado al asumir un solo hombre toda

la autoridad; o que prediquen un

nacionalismo agresivo que amenace la solidaridad entre los pueblos; y su repudio también a los Partidos de Organización y Prácticas totalitarias, que socavan la estructura democrática del Estado y abren el camino a una dictadura de clase, grupo o caudillo, y a las organizaciones

políticas

que

estén

sujetas

a

autoridades extranjeras o reciban consignas foráneas; y

77


4. Al MARXISMO, por su concepción

materialista en

desmedro de la dignidad espiritual del hombre, por su exaltación

de lo social

con prescindencia de los

derechos de la persona, por la concentración del poder económico en la autoridad política, y por su dinámica de promoción de la lucha de clases como instrumento de una revolución social.

Lima, enero del 2012.

78


ACTA RESUMEN DEL CONGRESO NACIONAL EXTRAORDINARIOUNITARIO 30-31 DE ENERO AL 1 DE FEBRERO 1981 Siendo las 23.00 horas del día 31 de Enero del 1981 y contando con el quórum del reglamento, se dio inicio a la segunda sesión plenaria del Congreso Nacional Extraordinario, con la finalidad de conocer y deliberar acerca de los dictámenes evacuados por la Comisión Política y de Reforma de Estatutos y Organización, respectivamente. En primer lugar se conocieron los diversos dictámenes y mociones aprobados por la Comisión Política. De inmediato se fundamentó y puso en debate un documento denominado “Reafirmación de los postulados doctrinarios e ideológicos”, el cual aprobado

después de amplias deliberaciones, fue

con cargo a redacción. Dicho documento reitera la

opción ideológica

comunitaria del PDC

aprobada en sus

Congresos Ideológicos de 1969 y 1977, la necesidad de una auténtica revolución nacional, aún no realizada en el país, para alcanzar la sociedad comunitaria y el compromiso único del Partido con el pueblo peruano para liberarlo del subdesarrollo, el hambre, la miseria y la explotación, para lo cual desplegará la plenitud de sus esfuerzos dentro de un marco estrictamente democrático. A continuación el plenario del Congreso deliberó sobre el dictamen de la Comisión referente a la línea política del partido. Se suscitó, con este motivo, un amplio y esclarecedor debate luego del cual se aprobó por amplia mayoría, como documento interno, el referido dictamen que considera los siguientes puntos: a) El compromiso 79


del PDC

en el mantenimiento del sistema

democrático,

reafirmando que la democracia debe ser integral para ser verdadera; b) Definir frente la gobierno una línea de oposición atendiendo no sólo a la frustrante experiencia en que nos tocó con ese partido, sino a la opción que hoy representa: la vuelta al sistema demo-liberal, la destrucción de las transformaciones realizadas de 1968 a 1975, la política favorable a las empresas trasnacionales

y a la consolidación de una nueva oligarquía

relegando las aspiraciones a de las mayorías nacionales, la ausencia de un modelo de desarrollo económico que conduzca a una sociedad justa ya la falta de apoyo a la planificación; c) la defensa irrestricta de los derechos humanos, condenando toda violación de los mismos, y d) la urgencia de que el Partido defina una clara política de trabajo exterior. Siendo las 4.45 horas del día 1° de febrero se levantó la sesión. Siendo las 12.00 horas del día 1° de febrero, se reinición la sesión plenaria, debatiéndose una moción de reconsideración sobre la línea política. Por amplia mayoría, se desestimó la moción de reconsideración. Enseguida, se acordó que dentro de los 90 días posteriores al Congreso se realice un Plenario Nacional que en base a los acuerdos del Congreso defina la estrategia política del PDC. A continuación se acordó, por unanimidad.- Apoyar la postulación del Premio Nobel de la Paz del Dr. Jose Luis Bustamante y Rivero. Así mismo, que el nuevo CEN en base a un estudio de l problema, emita un pronunciamiento acerca de la situación en El Salvador. 80


El Congreso, por unanimidad, aprobó la proposición de la Comisión Política que rechaza enérgicamente la agresión del Ecuador al territorio nacional, llama a la unidad de los peruanos frente a esta situación y rinde ferviente homenaje al soldado peruano. De inmediato, se debatió el dictamen de la Comisión de Reforma de Estatutos y Organización. Se aprobó la siguiente redacción de las modificaciones

acordadas

en el XV Congreso Nacional

Ordinario: Art. 74° Son miembros plenos del Comité Ejecutivo Nacional : a) El presidente del partido b) El Primer y segundo Vicepresidente c) El Secretario General Nacional d) Seis miembros titulares y e) Los Coordinadores Regionales, uno por cada una de las siguientes regiones: Norte, Centro, Sur y Oriente. Estos Miembros son elegidos por el Congreso Nacional por un período de dos años También son elegidos cuatro miembros suplentes para llenar las ausencias permanentes, temporales o accidentales de los miembros titulares. Los suplentes podrán ser convocados a las sesiones del Comité Ejecutivo con voz pero sin voto. Art. 94°. El Consejo Nacional está compuesto por las siguientes comisioines permanentes: a) Comisión Nacional de Política b) Comisión Nacional de Elaboración Doctrinaria e Ideológica 81


c) Comisión Nacional de Planificación y Desarrollo Económico. d) Comisión Nacional de Planificación y Desarrollo Socio – Cultural. e) Comisión Nacional de Organización y Participación Popular. f) Comisión Nacional de Asuntos Internacionales. Cada Comisión tendrá un Presidente designado por el Comité Ejecutivo Nacional (esta frase constituía el Art. 100). Art. 95°.- La Comisión

Nacional de Política tendrá como

miembros natos a los ex presidentes del Partido y además, se integrará

con cinco miembros

designados

por el Comité

Ejecutivo Nacional. Esta comisión tendrá a su cargo permanente

de la situación

el análisis y evaluación

política nacional y de la línea

política del Partido y la elaboración y formulación de alternativas y planteamientos al respecto. Los Arts. 95 a 99 pasan, respectivamente, a ser los Arts. 96 a 100 ya que el anterior texto de éste último se ha incluido en le Art. 94. Igualmente, el Congreso por unanimidad acordó la modificación de los Artículos 69, 71, 76 y 79 del Estatuto y la derogatoria del artículo 119 y el párrafo final de los artículos 123 y 125. El texto de los artículos modificados es el siguiente:

82


Art. 69°. El Plenario Nacional es el máximo organismos del Partido entre una sesión y otra del Congreso Nacional. Se reúne ordinariamente cada seis meses y extraordinariamente cuando lo convoque el Presidente,

o el Comité Ejecutivo Nacional, de

propia iniciativa o a solicitud del tercio de los miembros del Plenario Nacional. En éste último caso, el Presidente o el Comité Ejecutivo, está obligado a efectuar la convocatoria dentro de los ocho días siguientes de recibida

la petición. De Plenario

Nacional, con una antelación no mayor a 15 días ni menor a 5 días. Art. 71°. Son miembros del Plenario Nacional: a) Con voz y voto: 1) Los miembros plenos y suplentes del Comité Ejecutivo Nacional. 2) Los Secretarios Generales Regionales 3) Los Secretarios Nacionales de las Sectoriales y 4) Los ex Presidentes del Partido. b) Con voz, pero sin voto: 1) Los miembros del Secretariado Nacional y 20 los miembros designados de la Comisión Política Art. 76°. El Presidente

del Partido, los Vicepresidentes y el

Secretario Nacional forman la Mesa Directiva del Comité Ejecutivo Nacional, la que en situaciones

de emergencia

nacional que

dificulten el normal funcionamiento del Partido y previa delegación, expresa del CEN, podrá adoptar 83

decisiones que juzgue


indispensable dentro de la competencia, del CEN, con cargo a dar cuenta a dicho órgano tan pronto éste puede reunirse. Art. 79°. El Comité Ejecutivo Nacional ajustará su funcionamiento a las siguientes normas básicas: a) El quórum para sesionar es de la mitad más uno de sus miembros. Los Coordinadores Regionales no son contados para establecer el quórum, salvo cuando se encuentren presentes en sesión

de dicho órgano. Los miembros

suplentes reemplazarán a los titulares en el orden en que fueron elegidos

y en este caso serán contados para el

cómputo del quórum. b) Los acuerdos se adoptarán con el voto conforme de la mitad mas uno de los miembros presentes, salvo el caso a que se refiere el Art. 76 que requerirá el voto favorable de los dos tercios de los asistentes. En caso de empate se vuelve a votar. Si la igualdad subsiste el que preside tiene además voto dirimente. c) La reconsideración de un acuerdo adoptado por el Comité Ejecutivo Nacional sólo procede si se plantea en otra sesión ordinaria y su admisión a debate es aprobada por los dos tercios de los asistentes con derecho a voto. d) El CEN

sesionará

ordinariamente cuando menos cada

quince días. En su primera sesión acordará la periodicidad de las mismas, así como la hora y lugar donde se realizarán. e) El CEN sesionará extraordinariamente cuando lo convoque el Presidente de propia inicaitiva en un plazo no menor de ocho horas; o a solicitud de cuando menos un tercio de sus 84


miembros. En este caso el Presidente

está obligado

a

efectuar la convocatoria dentro de las 24 horas siguientes de recibida la petición. La sesión deberá realizarse dentro de las 48 horas como máximo y ocho como mínimo, indicando lugar, fecha, hora y agenda de la reunión. De no hacerlo, los solicitantes podrán convocar

directamente al Comité

Ejecutivo Nacional. - Derógase el artículo 119 y el párrafo final de los arts. 123 y 125. - Recomiéndase

incluir en el Reglamento Nacional de

Disciplina las faltas graves tipificadas en los incisos a, b, c, d, y e del derogado Art. 119 de los Estatutos. Finalmente,

se

aprobaron

reestructuración de las bases

mociones

acordando

la

campesinas y laborales y la

creación de una Comisión de Pueblos Jóvenes. El Congreso, por unanimidad acordó rendir un homenaje a la memoria del Dr. Guillermo Carrillo Marchand e incorporarlo como miembro presente del Congreso. Asimismo, el reconocimiento y felicitación del Congreso a la Comisión Unitaria Organizadora del Congreso, así como a todos los militantes que contribuyeron a su realización. El Congreso, de conformidad con la facultad que le otorga el Artículo 67 inc. E de los Estatutos, acordó remover y declarar

85


vacantes

los cargos del Comité

Ejecutivo Nacional,

procediendo, en consecuencia a elegir un nuevo CEN. Dándose

por concluidas las deliberaciones del Congreso

Nacional Extraordinario, se acordó pasar de inmediato al acto electoral para a cabo bajo la presidencia del Comité Electoral y cuya realización consta del acta respectiva que como inserto forma parte de la presente acta. Siendo las 19.45 horas del día 1° de febrero de 1981, el nuevo Presidente del Partido, luego de haber prestado juramento y haber juramentado, a su vez,

a los integrantes del Comité

Ejecutivo, declaró clausurado el Congreso.

86


ACTA DE ELECCIONES DEL CEN DEL PDC El 31 de Enero de 1981, en Barranco, teniendo como marco la realización del Congreso Nacional Extraordinario – Unitario, se instaló la sesión Plenaria Electoral, a las

4.30 p.m., bajo la

presidencia del Comité Electoral integrado por los cc. Oscar Mavila Marquina, Héctor Dévia

Ramos

y Franklin Ramírez,

delegados elegidos por la Asamblea. Se puso a discusión el Reglamento Electoral, preparado para el efecto, el mismo que luego de ser discutido fue aprobado, procediéndose a dar un cuarto intermedio para la presentación de las listas. A las 6 p.m. se reinició la sesión y se indicó que se había presentado una sola lista, conformada por

denominada “Lista Unitaria”,

los cc. Juan Lituma Portocarrero para

Presidente; Mary Luz Barreda para la 1era. Vice Presidencia, Ernesto Melgar Salmón para la segunda Vice Presidencia; Jaime Montoya Ugarte para la Secretaría General. Asimismo, los cc. Alfredo García Llosa, Vicente Benlloch Piquer, Raúl Pacheco Garmendia. Como candidatos a miembros suplentes del CEN los cc. Juan Medina Montes, Luis Elías, Rómulo Álvarez Eguiluz y Ego Salazar. Como candidatos a Coordinadores Regionales los cc. Hipólito Zurita por el Norte; Alder Medrano por el Centro; Oscar Becerra Caballero por el Sur y José Fernández Núñez por el Oriente.

87


Se procedió a la elección llamando a los cc. Delegados inscritos para que depositen su voto. Terminada la votación, se pasó al escrutinio, constatándose que había 71 votos emitidos, cifra coincidente con la de los votantes. Hecho el escrutinio, éste arrojó el siguiente resultado: 61 votos a favor por la “Lista Unitaria”; 8 votos en blanco y dos viciados. Inmediatamente, se proclamó a los candidatos elegidos y se procedió a tomar

el juramento al Juan Lituma Portocarrero,

quien a su vez, juramentó a los nuevos miembros del CEN elegido. Siendo las 7.30 pm se levantó la sesión Plenaria Electoral. De lo que damos fe. Se adjunta el padrón de electores

REUNION DE MIEMBROS DEL PLENARIO NACIONAL Se reúne este Plenario Nacional, en uno de los momentos más dramáticos del Perú desde el restablecimiento del Régimen democrático en 1980. Tan lo es que dicho régimen parece hoy estar

gravemente

amenazado

por

fuerzas

oscuras

y

retardatarias, resucitadas por los graves errores cometidos por el Gobierno elegido con mayor respaldo popular en los últimos 40 años.

88


Precisamente cumplimiento

esta

difícil

circunstancia,

antes

que

el

de una norma estatutaria que siempre hemos

procurado aplicar con estrictez, justifica la convocatoria a este Plenario y destaca, del antemano, la importancia de sus deliberaciones y acuerdos. Somos un partido democrático cuya posición y voluntad nace de las bases en que se organiza la militancia. No podíamos, pues, ante una situación como la que confronta el país, hacer cosa distinta Asamblea

que llamar a esta

representativa de las dirigencias regionales y

sectoriales para fijar con ellas, dentro de los lineamientos de nuestro Congreso Nacional, el rumbo de la democracia Cristina en esta hora en la que el país parece haberlo perdido.

89


III.

ANALISIS DE LA SITUACIÓN DEL PAIS: LA CRISIS ECONÓMICA Durante sus dos primeros años el gobierno aplicó con acierto un plan de emergencia destinado a frenar la inflación, defender la moneda nacional, reactivar el aparato productivo y proteger

la capacidad adquisitiva

remuneraciones. Asimismo, el gobierno

de las

asumió una

posición clara y firme sobre la deuda externa estable del 10% del ingreso por exportaciones para destinarlo al pago de la deuda externa. Se pretendió con ello limitar el pago de la duda en función de la capacidad real del país y liberar recursos para atender necesidades

prioritarias de la

población. Dicha política tuvo los resultados esperados. La inflación se redujo en forma considerable en 1985 y 1986; el producto bruto interno creció significativamente en 1986 (8.9%) y en 1987(6.9%) reactivándose la capacidad productiva del país; los sueldos y salarios no continuaron deteriorándose ante la inflación, registrándose incluso, pequeños niveles de recuperación; creció la demanda de empleo; la agricultura recuperó un ritmo de crecimiento y avance desconocido en los últimos años y se produjo una importante transferencia de recursos al campesino en particular al más pobre localizado en la zona del trapecio andino. Esta política económica de emergencia o heterodoxa” puso en marcha

la economía

nacional revirtiendo la

negativa tendencia a la especulación financiera caracterizó

que

los últimos años del gobierno de Acción 90


Popular y el PPC. El crecimiento económico obtenido en los dos primeros años fue un factor importante para alentar la esperanza de un desarrollo sostenido, tanto agrícola como industrial que permitiera justificar económica

y

políticamente la actitud asumida en el tema de la deuda externa; en otras palabras demostrar que en un país que dejaba de actuar en función al pago de su deuda podía encontrar el camino del desarrollo económico. Los efectos positivos del Plan de Emergencia han desaparecido como consecuencia de la falta de un programa económico que viniera a sustituirlo al concluirse el periodo para el cual fue concebido. En efecto, muchas de las medidas contenidas en el Plan de Emergencia implicaban un costo fiscal o financiero que el estado debería soportar

durante un tiempo para reactivar la

economía. Es el caso por ejemplo de la reducción de la presión tributaria o del subsidio a los productos básicos o el destinado a cubrir el diferencial cambiario por la congelación del tipo de cambio. Tales medidas no podían ser permanentes ni estables sino transitorias y una vez alcanzado el propósito del Plan de Emergencia debieron producirse los ajustes indispensables dentro del marco de un programa económico a mediano plazo, coherente y realista. Lamentablemente, ello no ocurrió así y lo que antes fueron medidas positivas, válidas para un período inicial de 91


recuperación,

se

convirtieron,

al

prolongarse

indebidamente en le tiempo, en factores negativos que han desencadenado la crisis actual. Además, debe señalarse que dentro del período de emergencia no se adoptaron las medidas indispensables para las modificación del patrón de consumo de la población y la estructura de la producción nacional por lo que el aumento de la demanda vino a consolidar un esquema de producción industrial construido en función de un mercado artificial y no de las necesidades reales

de

la población. Esa industria

altamente

dependiente de insumos y bienes de capital del extranjero y por tanto devoradora de divisas,

han sido un factor

innegable en la agudización de la crisis, al no haber el gobierno tomado las providencias para concertar con el sector privado la planificación industrial del país. Asimismo la conservación del patrón de consumo tradicional incrementó

la

importancia

de

alimentos, con el

consiguiente drenaje de divisas. A ello debe agregarse la falta de aliento a las exportaciones no tradicionales, que en las circunstancias actuales de nuestra economía son una fuente generadora de divisas

que no se puede

soslayar. El déficit del sector público fue estimulado, de un lado, por la reducción de la presión tributaria y por otro lado por cierta indisciplina en el gasto público, originado por la falta de prioridades efectivas, tanto más necesarias

cuanto

menores son los recursos disponibles. Para cubrirlas se ha 92


recurrido a una emisión inorgánica generalizada que al alcanzar

volúmenes

elevados,

aceleró

inflacionario. La escasez de divisas

el

proceso

ha detenido

el

proceso productivo de la industria tradicional y provocado desabastecimiento, a la par que fomenta

el mercado

paralelo. La devaluación constante de nuestro

signo

monetario y las bajas tasas de intereses desalienta el ahorro en moneda nacional, estimulando la dolarización sobre sus niveles tradicionalmente altos. En definitiva, el espectro de una inflación con recesión y su consiguiente crisis social, que pareció alejarse del país entre 1985 y 1987, volvió a hacerse presente con características aún más preocupantes. A estos factores debemos agregar la actitud hostil adoptada por gran parte del sector empresarial a raíz de la decisión de estatizar el sistema financiero. Los grupos de poder económico perdieron la confianza en el régimen y como expresión de ello y, al propio tiempo, instrumento de protestas y presión, dejaron de invertir contribuyendo a la configuración de la crisis actual. Cabe señalar, empero, que esta tendencia ya se había advertido a principios de 1987 al comprobarse que pese a las grandes utilidades realizadas por las empresas en 1986 por la reactivación del consumo, no se produjeron los esperados niveles de reinversión, lo que en parte se debió a algunas equivocadas medidas económicas 93

que


eliminaron antiguos incentivos

a la reinversión

de

utilidades. La retracción de la inversión privada y la fuga de capitales, denunciada por el anterior Ministro de Economía, han conspirado, en buena

medida,

a crear la situación

presente al considerar el sector privado que no existe un “clima de confianza” para sus inversiones. Durante la evolución de esta crisis y desde que aparecieron su primeros síntomas, a fines del año pasado, cuando todavía era posible una corrección del rumbo con menor costo social y político, nuestro partido alertó al país sobre las dificultades emergentes demandando al gobierno las necesarias rectificaciones. En el mensaje que dirigí por Canal 7 con motivo del último aniversario del Partido y en el discurso que por el mismo motivo pronuncié el 17 de Enero, señalé lo siguiente: “Estos éxitos iniciales, que es mezquino desconocer o retacear como algunos lo hacen, no han impedido, sin embargo, que en el último año surjan dificultades que no debemos soslayar. Ha aumentado significativamente la inflación, la especulación tiende a alimentarla y la escasez de divisas ha conducido a una devaluación del INTI que si bien evitará el drenaje de las mismas no dejará de tener un impacto inflacionario.

94


Frente a todo ello se requieren rectificaciones inmediatas y eficaces, pero ello no puede significar la vuelta a viejos cánones y políticas recetadas por el Fondo Monetario Internacional que no tienen otro propósito

que abrir

nuestro mercado al producto extranjero y asegurar el pago de la deuda externa con sus intereses usurarios”. Más adelante, en ese mismo discurso de Enero de este año, señalé lo siguiente: “Estamos convencidos, mas bien, que los problemas económicos que enfrentamos se deben a que aún no se han atacado a fondo las causas estructurales que hacen a nuestra economía dependiente y subdesarrollada”. En Abril de este año, durante la interpelación al Gabinete Larco Cox en la Cámara de Diputados, sostuve conceptos similares. Producida en Mayo la caída del Consejo de Ministros presidido por Larco Cox como consecuencia de la agudización de la crisis económica, el Gabinete Villanueva expuso

su programa al Congreso

de la

República el 28 de Junio. En el debate subsiguiente, el Senador César Delgado y el Diputado que habla, fijamos la posición demócrata cristiana, previamente definida por el Comité Ejecutivo con el asesoramiento de la Comisión Política, en términos que no admiten equívoco. Afirmó en ese

debate

el

camarada

César

Delgado:

“Señor

Presidente, este libro de UNICEF resalta en forma objetiva el esfuerzo del gobierno peruano y de la nueva política 95


económica

de afrontar la crisis desde una perspectiva

totalmente diferente a la perspectiva

tradicional. Por

supuesto que ha habido errores y defectos en la política, siendo el más significativo el no haber aprovechado estos años para ir revitalizando nuestra industrial nacional y no sufrir así el problema de divisas que nosotros en este momento estamos padeciendo”. Por mi parte, expresé la posición del Partido en los siguientes términos: “Ha señalado

el Presidente del

Consejo que esta es una crisis de crecimiento. Yo creo, señor, esa es una afirmación válida, pero posiblemente no suficiente

para explicar el fenómeno. Así

como

reconocemos que hay datos que evidencian la existencia de una crisis, de una situación difícil que no puede ser soslayada, también habrá que admitir que además de las naturales consecuencias que sobre el proceso económico de una economía débil, de una estructura industrial incipiente ha traído

la reactivación de la demanda, el

incremento de la capacidad adquisitiva de las grandes mayorías,

ha

habido,

también

deficiencias

en

la

administración del programa, excesivo optimismo en la evaluación de sus resultados periódicos, quizás llevados por el triunfalismo, que no han permitido advertir algunos síntomas que podían estar evidenciando ya problemas, o quizás

tampoco se han adoptado en los momentos

oportunos

las medidas

de ajuste que hubieran sido

necesarias para mantener la coherencia y la continuidad 96


del programa”, “Y, también, sin duda, ha habido en momentos determinado entusiasmo excesivo en el gasto fiscal y ausencia de priorización adecuada, es decir de planificación, en la utilización de los recursos del Estado para el desarrollo de sus proyectos, incluyendo dentro de ellos a las empresas del Estado”. El texto completo de ambas exposiciones consta en el folleto

“La Democracia Cristiana ante el Gabinete

Villanueva”, que ha sido distribuido a los miembros de este Plenario. Ante esta situación el gobierno llegó a una encrucijada que bien

pudo

evitar

o

adoptar

“tradicionales”, de corte

medidas

“duras”

recesivo, para contener

o la

inflación y reducir la brecha fiscal o mantener un esquema de ajuste progresivo que resultaba insuficiente para conjurar la crisis actual y entonces la hiperinflación devora los ingresos de los trabajadores y de las empresas y también por esta vía se llegará a la recesión, al desarrollo y el empobrecimiento. Se trataba

de una alternativa

dramática para un gobierno que nació con respaldo popular y al que seguimos considerando inspirado en propósitos de justicia social y participación popular que compartimos. Lo más grave, es una perspectiva global de las cosas, es que esta incapacidad para derrotar la crisis con conceptos nuevos de política económica y social hace renacer el país, las viejas teorías neoliberales y fondomonetaristas 97


que ahora se presentan como la solución a los problemas que ellas mismas engendraron. Y de otro lado, refuerzan a quienes se oponen al esquema aplicado en estos años concepciones económicas estatizantes que sólo pueden aplicarse dentro de un marco político ajeno al régimen democrático. En otras palabras, los malos resultados de esta política económica, originados

en errores de

apreciación y decisión, y no necesariamente de concepción ideológica y económica, tenderán a polarizar al país entre la derecha liberal y la izquierda marxista, lo que resulta totalmente

inconveniente a la estabilidad

del régimen

democrático. Para conjurar la grave situación económica del país, el gobierno puso en práctica a inicios de Setiembre, una nueva política económica iniciada con el denominado Plan anti – inflacionario. El Plan Cero postulaba cuatro objetivos básicos: 1. Disminuir apreciablemente el nivel inflacionario, es por ello que el Programa Económico se denominó Plan Cero. 2. Detener la pérdida de reservas y promover el Sector exportador. 3. Reducir drásticamente el déficit fiscal. 4. Crear un clima de estabilidad y confianza.

98


El efecto de las medidas, proyectado por el MEF, resultaba en una inflación del 64.1% para Setiembre, 27.% para Octubre, 10% para Noviembre y el 5% para Diciembre del año en curso. El déficit se reduciría a

7.9% del PBI

(incluyendo el diferencial cambiario). La producción nacional, tomando como base 1979, caería en 6.6% y la balanza de pagos registraría un déficit de 721 millones de dólares. Luego de más de un mes y medio de iniciado el Plan Cero (120 días de duración), podemos afirmar que no se ha cumplido con ninguno de los objetivos planteados. A. En relación al programa de lucha antinflacionaria, el problema

estriba

inflacionarios

de

en

que

Setiembre

no

solo

los

(114.1%),

(probablemente 36%), han sido

niveles Octubre

sustancialmente

mayores que los niveles previstos, sino que, lo que es más grave aún, la distorsión de los niveles de precios relativos de las tarifas y precios controlados por el gobierno, actualmente es mayor que la que existía al inicio del Programa. Esto es así porque al aumentar este tipo de precios, el resto de los bienes de la economía aumenta en un nivel similar o superior, con lo que no es posible cerrar las brechas existentes. Una cifra que refleja la gravedad de esta situación es la siguiente: los precios y tarifas atrasados tendrían que elevarse en 2.72 veces por encima del incremento promedio de los 99


demás bienes de la economía, para recuperar los niveles de Julio de 1985. Naturalmente que el cerrar estas brechas generaría niveles inflacionarios bastante superiores que los registrados en los meses de Setiembre y Octubre. En ausencia de otro “Paquete” en el resto del año, se estima un nivel inflacionario para 1988 no menor a 1,000%. Por lo que

se tendría que efectuar, por lo

menos, dos o tres ajustes durante los siete primeros meses de 1989, debido a que a partir de Agosto – Setiembre, se estima se iniciaría la campaña electoral y no se efectuarán

pre-

mayores reajustes de

precios, por lo que dentro de este contexto, sólo la inflación

del Primer semestre de

1989 superaría

fácilmente el 1,200%. B. En lo relativo al cumplimiento del segundo objetivo, a pesar de la recesión reflejada en un menor nivel de exportaciones, se siguen perdiendo reservas debido a que la cobranza de exportaciones ha disminuido sensiblemente dada la actual política relación

a este último

punto,

cambiaria. En

si bien al inicio del

Programa (Setiembre 07) existió un cierto adelanto cambiario (I/ 90.00 Ó 56%), al 22 de Octubre existiría un atraso (I/186.00, aproximadamente 73%) por lo que se estima que a fin de mantener la paridad, se requeriría

100


a

fin

de

mes

una

devaluación

del

83%

aproximadamente. De lo anteriormente expuesto, es evidente que tampoco se ha cumplido con el segundo objetivo. C. En lo relativo a déficit fiscal, si bien se eliminó la brecha proveniente del diferencial

cambiario (que llegó a

representar 5% del PBI aproximadamente), se han generado nuevas fuentes de déficit (Programa de Apoyo Alimentario, PAIT, Subsidio a ENCI, etc), por lo que se estima que el déficit

fiscal es del 10% del PBI

aproximadamente. D. En relación evidente

al cumplimiento

del último objetivo, es

que no se h cumplido. Los avances

retrocesos del Gobierno,

y

en materia de política

económica, lo único que generan es incertidumbre y dejan un amplio margen para la especulación. E. La falta de recursos provenientes del exterior hacen aún más grave la situación. En efecto, sólo el flujo de recursos

frescos

financiamiento

del exterior podría permitir el

de

un

programa

económico

moderadamente progresivo que evitase la necesidad de un nuevo ajuste tipo shock que tendría

efectos

traumáticos sobre el nivel de vida de la población y la conservación del orden

interno. De no existir tales

recursos, consideran los economistas más entendidos, será inevitable un nuevo ajuste o “paquetazo”, quizás 101


antes de fin de año, lo que representa una perspectiva ciertamente preocupante ya que es evidente que al afectarse sumamente desorden

de

protesta

puede

alcanzar

niveles

peligrosos que al provocar caos

y

social, pueden comprometer el futuro

democrático del país. El plan anti – inflacionario causa además, un grave impacto sobre el nivel de vida de la población porque: 1. Se percibe la pretensión de “sanear” y/o cerrar la brecha fiscal, vía el incremento de precios de los combustibles y de una ineficaz austeridad fiscal, que impacta directamente en los consumidores, medida que de lejos no resolverá los actuales problemas de la coyuntura económica y política. 2. El peso del ajuste recae sobre los asalariados sin la esperanza de una recuperación de los niveles de ingresos y bienestar al inicio del próximo año, por cuanto no hay una recuperación del ingreso real y en particular por que los precios

de los principales

alimentos, experimentan un promedio en incremento del 160% pasando del 100 % en la leche, a 225% en los precios de la harina. Por esta razón, nuestro partido reclamando

se ha pronunciado,

un programa social de emergencia

destinado a brindar ayuda directa a los sectores más 102


necesitados de la población. Para que este programa no sea inflacionario, hemos planteado asimismo, que sea financiado mediante aportes obligatorios de las empresas privada

y voluntarios de instituciones

sociales y personas naturales y que dichos recursos sean administrados, no por el gobierno, sino por una entidad representativa de los diversos sectores sociales. A través

de dicho programa deberán atenderse

prioritariamente las necesidades de alimentación, salud y empleo de nuestra población. Además, hemos planteado la necesidad verdadera reforma

tributaria

de una

que grave en mayor

medida a quienes poseen mayor riqueza e ingresos para que contribuyan más quienes más tienen, ya que actualmente el nivel de presión tributaria que existe en el país, equivalente al 10.6% del PBI, es el más bajo de América, lo que sin duda constituye, un directo beneficio a los sectores más pudientes. Dentro del contexto de esta nueva política económica preocupan

a nuestro partido

recientes medidas de

orden laboral que afectan los derechos constitucionales a la estabilidad laboral y a la libre negociación colectiva. La declaratoria de emergencia de la actividad minera y la autorización despedir

otorgada

a los empleadores

a sus trabajadores

para

apenas sea declarada

ilegal cualquier forma de paralización, viola el Artículo 103


480, de la Constitución y la Ley de Estabilidad Laboral aprobada por el Congreso durante el presente régimen y en cuya elaboración y aprobación cupo a nuestro partido, entonces responsable del Ministerio de Trabajo, una decidida participación. Asimismo, el reciente Decreto Supremo 010-85-TR. El Comité Ejecutivo ha acordado platear

al Gobierno, la modificación de la

disposición relativa de la emergencia en la minería, por considerarla inconstitucional y contraria al derecho de estabilidad laboral que siempre hemos defendido. La perspectiva de que los grandes sacrificios exigidos hoy a la población sean inútiles e insuficientes para superar la grave crisis que nos afecta, debe llamarnos a una profunda reflexión. Como lo hemos señalado, la acentuación de una política de shock puede hacer inmanejable la situación social y afectar la estabilidad del régimen

y, aún si ello no ocurre

acelerar

su

desgaste político y reducir a su mínima expresión las posibilidades electorales de las fuerzas políticas que lo sostienen. Urge por tanto que nuestro Partido, tanto en el plano técnico como en el político – estratégico, haga una serena y objetiva evaluación de la situación actual y sus perspectivas propuestas

y

inmediatas a fin de efectuar las

adoptar las

necesarias.

104

decisiones

que

sean


LA CRISIS POLITICA Durante el período transcurrido desde el anterior Plenario Nacional, en Marzo de este año, una profunda y acelerada crisis política se ha abierto. El desgaste de la imagen del gobierno y , en especial del Presidente de la República, así como la pérdida creciente, y hasta ahora incontenible, de su respaldo popular, son un hecho innegable y preocupante. a) El fracaso

de la Nacionalidad del Sistema

Financiero Uno de los factores que más ha contribuido a esta situación, es sin duda, la desafortunada actuación del Gobierno en el intento de nacionalización de la banca y el sistema financiero en general. Dicha medida, como lo sabemos, fue decididamente respaldada por el Partido, no por simple lealtad al gobierno sino, fundamentalmente, por convicción ideológica y consecuencia con nuestra trayectoria. En ella vimos, por fin, la primera reforma estructural de la injusta sociedad puesta en marcha por el gobierno y, con ella, el inicio de la verdadera transformación en democracia por la que siempre hemos luchado. Por eso, la apoyamos y defendimos ante sus adversarios de fuera y dentro del régimen,

con firmeza y

transparencia, convencidos no sólo de su justicia sino también, de su constitucionalidad.

105


En el periodo a que se contrae el presente informe pues al respecto se informó en el Plenario de Marzo, se consumó el fracaso del gobierno en su propósito de resolver el problema del Banco de Crédito, cuyos directivos y personal se mantenían en una actitud de rebeldía que el gobierno no había podido doblegar. En virtud de dichos

decretos se creó la banca

autogestionaria y se adecuó

a dicho régimen al

Banco de Crédito, reconociendo la transferencia de acciones efectuadas por los antiguos propietarios a sus trabajadores para evadir la expropiación de dicha entidad, al amparo del taimado Artículo 140 de la Ley de Estatización. El

29 de Marzo

pronunció considerando medida

el Partido se

“positiva y acertada” la

aunque formuló varias observaciones

al

contenido de ambas disposiciones por no recoger un concepto cabal de autogestión. En

el

citado

pronunciamiento

continuación del proceso

exigimos

la

de expropiación en los

bancos en que los trabajadores

carecen

de

participación mayoritaria en la propiedad y, a modo de reafirmación principista, recordamos

lo que

habíamos dicho en la declaración del 10 de Octubre de 1987: “La nacionalización del sistema financiero no es, en sí misma, una solución sino tan solo el instrumento necesario para establecer un nuevo

106


sistema

democrático, descentralizado, eficiente y

efectivamente orientado hacia el desarrollo nacional”. El respaldo otorgado a la conversión del Banco de Crédito

en empresa autogestionaria responde

a

nuestra concepción de la economía, que privilegia las fórmulas comunitarias y autogestionarias de la propiedad

y la empresa sobre

las

opciones

estatizantes, sin afectar, en este caso, la decisión inicial de la democratizar el crédito y liberar la banca del dominio que ejercen sobre ella grupos de poder económico, para colocarla al servicio del desarrollo nacional. Por lo demás, en el Consejo de Ministros, ya habíamos plantado la conveniencia de adoptar una alternativa similar en este caso, propuesta que en esa ocasión no fue aceptada. En el caso del Banco Wiese, donde no se produjo transferencia alguna de acciones en favor de sus trabajadores, el gobierno ha cedido finalmente a la presión

de

procedimientos

los

propietarios

y,

mediante

elípticos, les ha restituido su

administración y dirección. En los demás bancos, financieras y aseguradoras el gobierno no ha asumido

la administración

provisional pese al

contenido imperativo del Artículo 7º. De la ley de Nacionalización.

107


No obstante

que en su presentación ante el

Congreso, el Presidente del Consejo de Ministros reiteró la voluntad del Gobierno de cumplir la ley y llevar adelante la expropiación lo que acaba de ser ratificado

por el nuevo Ministro

de Economía y

Finanzas, Abel Salinas, existen serias dudas, tanto entre los partidarios como entre los adversarios de dicha medida, respecto a la sinceridad de tales declaraciones. Todo indica, más bien, que en el caso de la nacionalización de la banca el gobierno se siente derrotado o arrepentido y trata de eludir su obligación de cumplir con la ley sin admitir su fracaso o rectificarse públicamente. El gobierno

ha sido derrotado

por la derecha

económica que demostró un grado de unidad, coherencia y eficacia del cual careció por completo aquel, que en esta

materia se caracterizó

por

completo aquel, que en esta materia se caracterizó por una total improvisación y desorden que le impidió enfrentar con éxito la contraofensiva de los grupos de poder. La derecha política marchó a la zaga de la derecha

económica

y

a

este

debe

hoy su

reagrupamiento y posibilidades electorales. Las contradicciones

internas del Partido Aprista

influyeron decisivamente en el fracaso de esta propuesta. El debate en el Senado, dilatado de modo artificial e inconveniente, la modificación maliciosa de 108


a ley aprobada en Diputados introduciendo artículos destinados

a crear mecanismos para evadir la

expropiación, los silencios, ausencias o abierta oposición, según los casos, de líderes importantes de dicha agrupación, las negociaciones de trastienda que se produjeron durante el debate de la ley y su plazo de promulgación con los propietarios de los bancos, son tantos otros hitos negativos de este contradictorio proceso, con el cual se inicia la fase de descanso político del régimen actual. En cuanto a las consecuencias políticas intento, las veremos

más adelante

de este

al evaluar el

cuadro político del país. Al mencionado hecho, cabe agregar otros que han contribuido también al deterioro del gobierno. Las contradictorias informaciones y declaraciones del gobierno respecto

a la

crisis económica, el

triunfalismo oficial mantenido a despecho datos

de una realidad dramática

protagonismo

individual

República, unido

del

de los

y al excesivo

Presidente

de

la

a una demoledora campaña

publicitaria lanzada por la derecha para desacreditar su figura y minar su autoridad han terminado por crear en el país una crisis de credibilidad en el gobierno

y especialmente en la persona del

Presidente Alan García, encuestas especializadas y 109


el comentario popular así lo demuestran. El joven líder carismático que a principios de su gobierno llegó a alcanzar cimas que parecían inaccesibles en cuanto a popularidad superando el

80%, se

encuentra hoy en el abismo que apenas superan el 10%. El desgaste

del partido de gobierno no es

menor y este a 10%. El desgaste del partido de gobierno no es menor y este así como su potencial candidato presidencial apenas llegan al 20% de las preferencias

populares anunciándose una severa

derrota electoral en 1990. A

esta pérdida

contribuyen, de

de credibilidad y confianza manera

muy importante

las

versiones que, intencionadamente o no, circulan respecto de un clima generalizado de inmoralidad que rodea

al gobierno y, en particular, a ciertos

funcionarios e instituciones. No podemos descartar que muchas de estas versiones y rumores forman parte de la campaña de desprestigio que contra el gobierno mantienen los grupos de poder económico pero, en ciertas operaciones y, sobre todo, los signos exteriores

de

riqueza

de

algunos

personajes

vinculados al régimen hacen presumir que aquellas versiones no carecen de fundamento. Además, el gobierno, pese a sus enfáticos declaraciones sobre la necesidad de moralizar la administración del Estado y a su iniciativa ya convertida en ley, para 110


penar drásticamente a los funcionarios públicos que cometen peculado y otros delitos en agravio del erario nacional, no ha demostrado la necesaria energía y decisión para enfrentar este mal, una de cuyas evidencias más notorias es el hecho de que, hasta donde alcanza nuestra información a ningún funcionario del régimen actual le ha sido aplicada la mencionada legislación. A nuestro partido le preocupa hondamente

este

tema, no sólo porque la trayectoria de sus hombres públicos

ha sido siempre intachable sino porque

aspecto fundamental de su prédica al país, ha sido exigencia de combatir la corrupción en el sector público y desterrar la inmoralidad de la política nacional.

Precisamente,

uno

de

los

puntos

programáticos acordados con el Partido Aprista está referido a esta decisiva cuestión. Ya en el informe político que presenté a nuestro XIX Congreso Nacional, en Piura, en Agosto del año pasado, hice un balance más bien crítico sobre el cumplimiento de este compromiso. Señalé aquel informe “En esta área, fundamental para la respetabilidad y credibilidad del Gobierno es necesario, sin embargo, actuar con mayor decisión y profundidad. Los mecanismos de control y supervisión en la Administración Pública y las empresas del Estado deben ser mejorados y su celo mayor; cuando se comprueban 111

casos de


corrupción los procedimientos de sanción deben ser rápidos

y severos, dejando

de lado cualquier

solidaridad mal entendida por razón de parentesco, amistad o militancia partidaria”. Por ello en el curso de varios debates parlamentarios hemos insistido en este punto y en fecha reciente ha formulado un pedido en la Cámara de Diputados para que le solicite al Fiscal de la Nación actúe de conformidad con lo prescrito por el Artículo 62º. De la Constitución e investigue a los altos funcionarios de la Nación cuyos signos exteriores de riqueza u otros datos hacen presumir enriquecimiento ilícito. La situación gobierno

de crisis general

ha generado

que envuelve

al

en este la inestabilidad

ministerial, virtualmente desconocida durante sus dos primeros años, hecho que contribuye, igualmente, a crear en le país un clima de intranquilidad. A principios de Mayo cayó el Gabinete Larco Cox, luego

de una dura interpelación y la agudización

brusca de los problemas económicos, a pesar de los anuncios triunfalistas y los juegos de apalabras con el vocabulario económico del entonces Ministro de Economía Gustavo Saberbein.

112


Fue sucedido conformarse

por el Gabinete Villanueva, al el cual,

ignoró, sin consulta participación

de

a mediados de Mayo, se o coordinación previa, la

un

Ministro

democristiano,

incumpliéndose el ofrecimiento hecho a nuestro partido al producirse la renuncia del suscrito a la Cartera de Justicia en Febrero de este año. A inicios del pasado mes de Setiembre, a 100 días de su juramentación, el Gabinete

Villanueva sufrió una

importante recomposición que incluyó a la importante Cartera de Economía cuyo titular duró 100 días, y las de Justicia, Transportes y Comunicaciones, Energía y Minas e Industria y Comercio. En esta ocasión, se incorporó como Ministro de Justicia nuestro c. César Delgado

Barreto, cumpliéndose

con ello

lo

anteriormente ofrecido. Hace apenas dos semanas se ha producido, en medio de ásperos debates con su propia bancada

parlamentaria, la renuncia del

Ministro de Agricultura, a quien se considera responsable

de

muchos

de

los

principales

problemas que desgastan al gobierno. Perspectivas de la situación actual La situación que hoy vivimos es extremadamente grave para el gobierno y para el país. La pérdida

de apoyo

popular del gobierno ha

llegado a su nivel más alto, al punto que parece difícil que pueda empeorar. El gobierno 113

ha perdido la


iniciativa política que antes lo caracterizó y actúa a la defensiva

ante

los

embates

dela

derecha,

principalmente económica, y la izquierda, aunque esta, por razones de sobrevivencia, dosifica y atempera sus ataques. Los medios de comunicación en su gran mayoría son opositores o críticos del gobierno y contribuyen a debilitar su imagen. El presidente optó después de su gran protagonismo y sobre exposición, por un perfil bajo, lindante con la ausencia que, por lo súbito creo sensación de “vacío de poder” y alimentó rumores acerca de su renuncia al cargo o de abortados golpes militares. En

este

contexto,

dos

conclusiones

parecen

evidentes. La primera es que el proyecto político del gobierno está agotado y no tiene posibilidades de realizarse

en lo que queda de su mandato

constitucional. Cuando en el Informe

Político

presentado al Congreso Nacional en Piura, hice referencia

al proyecto de nacionalización de la

banca, concluí con esta afirmación: “La DC asumirá un rol orientador

en esta hora para seguir

defendiendo con terquedad, si fuera preciso, la transformación en democracia que tiene en la histórica medida de nacionalizar la banca su hito inicial y esperanzador”. Hoy, bien podamos decir que el fracaso de esa medida y la crisis económica que nos agobia, han cancelado toda posibilidad de que este gobierno inicie la transformación en democracia 114


y realice reformas

estructurales. El gobierno sólo

puede, a estas alturas, ya que no salvar su proyecto político, salvar su estabilidad administrando la crisis de la mejor manera posible para impedir

la

acentuación del conflicto social y conducir al país hacia las elecciones presidenciales de 1990, para no cargar sobre sus hombros la responsabilidad de la interrupción de la vida democrática en el Perú. Porque, y esta es la segunda conclusión

a que

quería arribar, existe hoy la posibilidad de que se quiebre el orden constitucional. De hecho, las conclusiones objetivas que prevalecen en el país – frustración, recesión, escasez, hambre, protesta social, son propicias para una aventura golpista que intente restablecer el orden y recuperar la economía con un programa tradicional. No hay para ello, felizmente

condiciones

internacionales,

especialmente luego de la derrota de Pinochet en el Plebiscito del 5 de Octubre y, al parecer, los mandos de las Fuerzas Armadas no se sienten, por el momento inclinados a ello, precisamente por la gravedad de la situación económica. Pero, se sabe que ciertos sectores de la derecha vinculados

económica

a militares en retiro, que servirían de

puente con los mandos en actividad, creen en la necesidad

histórica y no coyuntural de un golpe

convencidos de que aún en la hipótesis 115

de una


victoria del FREDEMO en

1990 no será posible

reestructurar y desarrollar la economía y recuperar el orden interno sino un costo social que un gobierno constitucional, sea cual fuere su ideología, no puede admitir. Para estos sectores el problema no es sólo económico sino también político en la medida que la violencia

subverba

continúe

presente

y,

presumiblemente se incrementaría al aplicarse un programa

económico

de estabilización. Están

convencidos, en una perspectiva histórica, que el reordenamiento de la sociedad peruana pasa, necesariamente, por una fase política de la dictadura militar capaz de relanzar la economía y acabar con el terrorismo. Esta concepción

es la base de un pensamiento

neofascista nacional que se anida en sectores

e

instituciones que se cuidan mucho de aparecer pero que tienen un no despreciable grado de influencia sobre los acontecimientos. A estos sectores podrían estar ligados, incluso

grupos como el Comando

Rodrigo Franco que, al parecer, es el germen “ya no tan pequeño” de un terrorismo derechista que ha decidido actuar por su cuenta terrorismo

para combatir el

ante lo que considera ineficacia y

debilidad de la democracia.

116


La creciente influencia de estas concepciones unida al agravamiento de las condiciones objetivas que hoy vive la sociedad peruana podrían constituir, en los próximos

meses, un peligro real para la

democracia y una posibilidad concreta de ruptura del orden constitucional, pasando

por alternativas

aparentemente menos radicales como la del “golpe blanco”, es decir la renuncia del Presidente y su reemplazo por el Primer Vice- Presidente, lo que, a nuestro juicio, al margen

de la voluntad

de los

actores de tal escena, no sería sino la antesala de la primera opción. En este contexto, la defensa del régimen democrático debe ser para nosotros el aspecto más importante y nuestra posición al respecto debe manifestarse con toda firmeza y claridad, frente a cualquier estrategia, venga de donde viniera, que incluya dentro de sus cálculos la ruptura del orden constitucional. Para la DC la defensa de la democracia no es una cuestión de táctica o estrategia sino una verdadera cuestión de principios, por que creemos en el supremo valor de la libertad y rechazamos todo intento de suprimirla o limitarla. Por ello hemos dicho públicamente que en la tarea de sostener el régimen constitucional estamos conjuntas

dispuestos con

todas

a acuerdos y acciones las

fuerzas

políticas

democráticas, sin distingo ni excepción, porque el 117


quebrantamiento

de la democracia sería la peor

desgracia que podría ocurrirle al Perú y no vendría sino a agravar sus males rompiendo el preciso equilibrio social y alterando la paz interna, quizás de manera irreversible.

118


IV.

ANALISIS DE LA LINEA POLITICA DEL PARTIDO

1. Los objetivos estratégicos del partido Para efectuar un análisis correcto de la aplicación de la línea política durante el período a que se refiere este informe, es importante recordar cuales son los objetivos estratégicos que venimos siguiendo. En el informe Político al Congreso Nacional realizado en Piura, se definieron los siguientes dos objetivos fundamentales de la estrategia política. En primer lugar, recuperar la presencia política de la Democracia Cristiana y, en segundo lugar, abrir un espacio político propio para el crecimiento del partido. 2. La aplicación de la línea política en el periodo Marzo – Octubre del 1988 Voy a referirme, a las principales decisiones y conductas desarrolladas para continuar dando cumplimiento a estos objetivos que fueron trazados hace ya más de cinco años. A. La reincorporación del PDC

AL GABINETE

MINISTERIAL En relación al primero, debemos destacar la decisión de aceptar la reincorporación de un representante de nuestro partido al Consejo de Ministros. Esta decisión, que en muchos

militantes ha causado

inquietud,

respondió a varias consideraciones básicas: En primer lugar, a la necesidad de afirmar la presencia de la Democracia Cristiana en la vida política nacional. 119


Desde este punto de vista, contar con un Ministerio es importante, si tenemos establecida una alianza con el partido de Gobierno, para demostrar que nuestro partido tiene una posición de poder aunque sea relativa y es reconocido su aporte intelectual y político. Ello refuerza la imagen de partido vigente y actuante que en los últimos años nos hemos esforzado por proyectar. En segundo lugar, por la necesidad de proyectar hacia la opinión pública una imagen de lealtad y coherencia respecto al cumplimiento del acuerdo establecido con el Partido Aprista. Si en un momento de dificultad del gobierno

el partido rechazaba

su invitación para

integrar el gabinete ello se hubiera interpretado como una deserción de contenido oportunista. No debemos dar la imagen de partido veleta, menos aún oportunista, que celebra alianzas y las mantiene mientras los vientos son favorables pero los abandona cuando aparecen nubarrones y tempestades. Sabemos que la trayectoria de nuestro partido ha sido siempre honesta y coherente pero, lamentablemente, sectores de la oposición pública y política se han empeñado en divulgar la imagen

de un partido

veleidoso y

oportunista que apoya o se retira de los gobiernos según su conveniencia particular. Por más injusta que son esta imagen ella existe y no debemos alimentarla con actitudes

que no se encuentran plenamente

justificadas. Por el contrario apoyar al gobierno en esta 120


hora de dificultad, aunque esta se origine en sus propios errores, será apreciado como un gesto de honestidad política. En tercer lugar, por que rehusar la invitación hecha por el Presidente de la República para formar parte del Gabinete necesariamente

Ministerial hubiera implicado

la terminación

del acuerdo con el

Partido Aprista. En efecto, dicha negativa sólo podía fundarse en discrepancias importantes con la política del gobierno,

quien

hasta

ese

momento

veníamos

respaldando, ya que no era posible ni coherente rechazar nuestra integración al Consejo de Ministros por razones de carácter secundario y doméstico. En tal virtud, si los motivos que nos inducían a no integrar el Gabinete

implicaban la existencia de discrepancias

importantes, la consecuencia lógica, y también política, era dar por terminado el acuerdo entre ambos partidos y

consiguientemente

el

retiro

inmediato

de

la

Democracia Cristiana del Banco Agrario, los Registros Públicos y cualquier otro cargo político de confianza en la

administración

determinación

del

hubiera

estado.

tenido,

Adoptar

además,

esta

directas

consecuencias sobre la futura estrategia electoral. La ruptura con el Partido Aprista, al negarnos a seguir colaborando

con su gobierno, hubiera reducido de

inmediato nuestras opciones electorales para 1990 a tan sólo dos: La de participar con la Izquierda Unida. En otras palabras hubiéramos al ser muy difícil pensar en la participación propia del partido, la ruptura con el Apra 121


se hubiera interpretado, y nos hubiera conducido casi de modo inevitable, para asegurar la vigencia

del

partido, a una alianza con la Izquierda Unida, lo que no ha sido hasta el momento materia de análisis y debate dentro del partido y, por el contrario, fue una opción descartada en

1984. Hubiéramos

abandonado una

estrategia sea aprobada en Plenario y Congresos, por necesario

que sea ahora revisarla, sin tener una

estrategia

alternativa y, por tanto, nos hubiéramos

colocado, hacia el futuro, en una posición sumamente débil

que hubiera

limitado notablemente

nuestras

posibilidades de negociar con otras fuerzas políticas. El retorno a una posición de gobierno y la continuación de nuestra participación en el Banco Agrario, y en otras dependencias, debe seguir siendo

un instrumento

valioso para la realización de la estrategia del partido. Si somos

leales con el gobierno cuando este afronta

dificultades y sufre

la merma de su popularidad

debemos ser más leales

con nuestro partido,

contribuyendo desde los organismos conducimos

al

crecimiento

y

públicos que

desarrollo

de

la

Democracia Cristiana. Al respecto, quiero recordar lo que dice el Informe Político al Congreso Nacional: “No debemos olvidar que la razón de nuestra presencia en los organismos del Estado no sólo tiene el propósito de afirmar nuestra existencia y demostrar la capacidad 122


de nuestra gente para la función gubernamental sino que también debe servir, utilizando inteligentemente y oportunamente la posición que hemos alcanzado, para ensanchar el campo de nuestra participación y para apoyar eficazmente el desarrollo del partido. Esto es algo que deben tener muy presente quienes ocupan elevadas responsabilidades gobernativas

así como

quienes desempeñan cargos de menor rango o aspiran a integrarse al aparato estatal”. “Sin ninguna excepción todos deben tener en cuenta que el desempeño de tales funciones implican

un

compromiso con el Partido que debe cumplirse sin sectarismos pero al mismo tiempo sin inhibiciones”. Es necesario, por lo expuesto, que prestemos al c. Delgado el más amplio respaldo y solidaridad a su gestión en una difícil

cartera

que, con coraje, ha

asumido, por encargo del partido, en esta crítica hora. Estamos seguros

que sus calidades personales

e

intelectuales le permitirán desarrollar una labor positiva que contribuya a afirmar la presencia política de la Democracia Cristiana y a demostrar que esta cuenta con hombres capaces y honestos para conducir el país cuando el pueblo marque su hora. Renovamos también nuestra confianza en el Directorio del Banco Agrario y en su Presidente c. César Fuentes, 123


que prosigue y afirma con nuevos bríos la fecunda obra justiciera iniciada por el Directorio presidido por nuestro c. Alfredo García Llosa, en favor de millones de campesinos. Deseamos que esa obra se profundizó para que el campesino identifique en los hombres de la Democracia Cristiana

a

los

peruanos

que

luchan

por

su

reinvindicación. Alentamos a proseguir su valiosa tarea a nuesta c. Lily Salazar de Villarán que al comprometerse exitosamente en la difícil tarea de moralizar y modernizar

los

Registros Públicos ha demostrado el gran coraje y capacidad de la mujer demócrata cristiana. Y a todos

los funcionarios

representan a la Democracia

y trabajadores que Cristiana en el sector

público los exhortamos a ser los primeros y los mejores en el servicio al pueblo porque ese será el más valioso testimonio de la vocación patriótica de nuestro partido. B. La personalización política del Partido Hay quienes piensan que al haber aceptado reingresar al Gabinete Ministerial con el propósito de cumplir el primer de los objetivos estratégicos establecidos por nuestro partido, es decir el referido a la apertura de un espacio político propio para el crecimiento del partido. 124


Quienes así piensan consideran que el desgaste que sufre el gobierno y la impopularidad que hoy lo agobia, envolverán a la Democracia Cristiana y la arrastrarán a seguir la sombría suerte electoral que se avecina para el partido aprista. Al respecto es importante señalar que seguimos creyendo en la necesidad, de que ambos objetivos estratégicos se cumplan simultáneamente e integradamente. En la entrevista que sostuvo con el Presidente de la República el dos de setiembre en la cual me formuló la invitación para que el partido se integrara al Gabinete Ministerial, le hice presente que para la Democracia la tarea más importante es consolidar su espacio político y que, por tanto, cualquier forma de colaboración que diéramos o que se nos pidiera estaría supeditada al logro de este objetivo, lo que significaba conservar nuestra independencia

de criterio para opinar y

discrepar, cuando fuera necesario, con el gobierno. Manifestó al Señor Presidente de la República que la Democracia Cristiana tenía la necesidad de afirmar en la política peruana su propia personalidad política y que en tal sentido le era importante distinguirse del Partido Aprista, aún dentro del marco de su alianza política, a fin de captar la simpatía de sectores de la opinión pública. Más aún le dijo al Presidente que el Partido Aprista había sido poco favorable a esta necesidad de la Democracia Cristiana y muchas veces se le habían 125


cerrado las puertas para poder expresar sus propios puntos de vista, lo que esperábamos cambiará a partir de ahora. Esta conversación la traslade al Comité Ejecutivo que decidió aceptar la invitación para integrar el Gabinete sin que ella implicara

dejar de lado el

derecho a expresar nuestros puntos de vista según las circunstancias y las materias. En este contexto, es que he señalado en una entrevista periodística, que somos aliados pero no afiliados al Partido Aprista. Después de ella, a fines de setiembre, en una nueva entrevista que sostuve con el Presidente, le reiteré estos conceptos, y recibí de él una opinión favorable manifestándome que consideraba conveniente para el país el crecimiento de la Democracia Cristiana y estaba seguro que esto ya había ganado un espacio propio. Por otro lado, contribuye

es necesario acotar que esta actitud

a evitar que nuestro partido asuma toda

Nuestra responsabilidad, que no eludimos porque ello sería desleal, es ciertamente limitada por que somos un aliado minoritario y, por tal razón nuestra influencia en la toma de decisiones es relativa. Debemos asumir a plenitud la que corresponde a las entidades a nuestro cargo – Ministerio de Justicia y sus organismos descentralizados y Banco Agrario - , y por ello debemos 126


ser solidarios y respaldar decididamente a sus titulares; pero, respecto de políticas e instituciones mencionadas

no tenemos

ajenas a

porque adoptar

igual

actitud. No debemos olvidar, tampoco, que algunas veces, los apristas parecen ignorar la existencia de un acuerdo bipartidario y formulan críticas a las pocas instituciones que manejamos o incurren en actitudes desleales con nuestra militancia como en el Ministerio de Justicia después de mi renuncia, durante el intervalo de los Ministerios apristas, o como en el caso del “veto” que sabemos existió de diferentes líderes apristas para que el c. César Delgado o el suscrito integraran la delegación oficial a la trasmisión de mando del Ecuador en razón que la Democracia Cristiana de dicho país es el principal aliado del gobierno

de la Izquierda

Democrática. En resumen, afirmar que somos “aliados y no aliados” es enviar un mensaje a la opinión pública y al Partido Aprista para recordarles que: a) Somos un partido con perfil ideológico y político propio que colabora pero no se subordina al APRA, b) Que nuestra responsabilidad en la gestión del gobierno es limitada, porque nuestra participación también lo es c) que representamos una alternativa diferente que aspira a construir su propio espacio político y que, por tanto este de acuerdo, que 127


respetamos y cumplimos, es temporal y no permanente, d) que tenemos un acuerdo establecido sobre bases programáticas

comunes y por tanto nos asiste

el

derecho de exigir su cumplimiento. En tal sentido, hemos venido actuando en los últimos meses, particularmente en el Congreso de la República. En los debates ocurridos a raíz de la interpelación al Gabinete Larco Cox en la Cámara de Diputados y, especialmente

en el que se produjo a raíz

de la

presentación del Gabinete Villanueva en el Congreso, la Democracia parlamentario

Cristiana ha actuado

como grupo

independiente del Apra, ha expresado

sus opiniones sin coordinación previa con dicho partido y ha obtenido el derecho a que en la distribución del tiempo

y en el rol de oradores se le considere un

Partido con representación propia en el Congreso de la República. En la Cámara

de Diputados, en la

Comisión de Coordinación de Grupos Parlamentarios, se ha conseguido igualmente representación propia. Dentro de ese mismo propósito, deben considerarse las opiniones que el partido ha difundido con respecto a diversos temas. Tal es el caso del comunicado del 29 de Marzo sobre la banca autogestionaria, el comunicado difundido con motivo del Día del Campesino en que se formularon observaciones a la política agraria y a ciertas disposiciones legales contrarias a la reforma sobre el Plan anti – inflacionario y el comunicado del 128


Comité Ejecutivo Nacional del 16 de Setiembre en que hace un análisis de la situación política y mencionamos los errores y contradicciones de la política económica, exigiendo

asimismo

rectificaciones

y

complementaciones al plan anti- inflacionario. En todos estos casos la actitud del partido ha sido leal y coherente con el gobierno, no escatimándole apoyo en votaciones decisivas en el Congreso ni dejando de respaldar en sus pronunciamientos

los aspectos

positivos de su gestión pero, afirmando al mismo tiempo, nuestra opinión singular respecto a aquellos temas en los que no hay coincidencia. Concretando la propuesta del partido lanzada el 17 de Enero para que los partidos políticos y organizaciones sociales celebremos un Pacto por la Paz, el Comité Ejecutivo elaboró un conjunto de ideas básicas para dicho

pacto

que

fueron

entregadas

como

una

contribución a la Comisión de Pacificación del Senado y ganó espacio

en la opinión pública en un tema

fundamental y su propuesta ha sido recogida por la Comisión de Pacificación del Senado y ganó espacio en la opinión pública en un tema fundamental y su propuesta ha sido recogida por la Comisión Senatorial que en las conclusiones de su informe propone un acuerdo

nacional por la Paz. Asimismo, en el

pronunciamiento

de 129

reafirmación

de

principios


doctrinarios

e ideológicos omitido a raíz

reinscripción, reiteramos

de la

nuestro llamado

a la

concertación social formulado durante la presentación del Gabinete Villanueva en el Congreso. Debo mencionar también los valientes y alturados comunicados de las Regionales de Ayacucho y Lambayeque enjuiciando con independencia y sentido constructivos la discutible

labor de las autoridades

locales. Dentro de esta misma estrategia está la necesidad de presentar, proyectos de Ley del Partido, aún cuando posteriormente pueda reclamarse para ellos el apoyo del Partido Aprista lo que, por lo demás, es plenamente coherente con la existencia de una alianza que no sólo implica el apoyo del socio minoritario al mayoritario sino también el de este último al primero. En la Cámara de Diputados

se ha presentado

un

Proyecto de Ley para establecer en beneficio de los trabajadores la obligación

de las empresas

y

empleadores de proporcionarles el refrigerio o en su reemplazo una asignación

por refrigerio adecuado.

También informó que esta virtualmente concluido un proyecto que responde a una de las aspiraciones más importantes del Partido; el Proyecto de Ley de las Empresas Comunitarias, que el suscrito con un grupo 130


de camaradas entre ellos Luis Gómez Sánchez, Fabián Tume y otros, ha elaborado

para plasmar

en la

normatividad legal la idea de la empresa comunitaria. Esperamos presentar este proyecto dentro de muy poco tiempo luego que los organismos

del partido

aprueben sus lineamientos básicos. Se está preparando un proyecto de Ley de reforma constitucional, para introducir

en nuestro régimen

democrático la figura del referéndum como una forma de participación del pueblo

en las decisiones

fundamentales del estado dentro del concepto democracia

participativa

consustancial

a

las

que

es

concepciones

de

igualmente ideológicas

demócrata cristianas. Otros proyectos de ley relativos al ejercicio de las facultades legislativas delegadas en el Poder Ejecutivo, y al plazo para la presentación del Consejo de Ministros ante el Congreso de la República se

encuentran

contribuciones

en del

elaboración Partido

como al

futuras

ordenamiento

constitucional de nuestro país. Estamos convencidos que la colaboración brindamos

al gobierno actual, y la afirmación

nuestra personalidad

que de

política pueden conjugarse

armonioso y coherentemente si sabemos actuar con inteligencia y coordinación

131

estrecha entre quienes


tienen que jugar los distintos roles que su ejecución implica. En definitiva debemos ver la estrategia política del Partido en la coyuntura actual como un conjunto de operaciones políticas que debemos desarrollar en forma simultánea, concurriendo objetivo común.

132

todas al logro del


V.

LA RECOMPOSICION DEL CUADRO POLÍTICO Y LAS PERSPECTIVAS ELECTORALES DE 1990 A. La configuración del cuadro político electoral El contexto político en que hoy le toca actuar al partido es muy diferente al que prevalecía hasta mediados de 1987.

El

posibilitado

desgaste

acelerado

la resurrección

del gobierno, ha

política

de la derecha

peruana que busca su unificación en el Fredemo y un nuevo liderazgo en Vargas Llosa. La encuesta revelan que este frente integrado por Acción Popular, el PPC y el Movimiento Libertad, podría estar acercándose a un no despreciable 30% del electorado. Sin embargo, luego del impulso inicial, el liderazgo de Vargas Llosa se está debilitando y se advierte que, a pesar de sus negativas a ser candidatos presidenciales, tanto

Belaúnde

como

Bedoya

mantienen

sus

aspiraciones, lo que hasta el momento impide la constitución formal y la consolidación del Fredemo. Según parece el principal factor que lo sostiene es la presión de la derecha económica que valiéndose de su poder financiero, cada vez más importante en una campaña electoral moderna, exige la unificación de la derecha política.

133


El potencial Fredemo se beneficia hasta ahora con sectores de clase media que votaron por Alan García y están desilusionados con su política. La Izquierda desgaste

Unida

es el otro beneficiado con el

del gobierno. Segunda

fuerza electoral

desde 1985 en que obtuvo el 25% de los votos válidos, las encuestas le atribuyen una proyección superior al 30%. Su principal

figura, Alfonso Barrantes se sitúa

por

encima del

35% y emerge

con

como el político

mayores posibilidades de ser elegido Presidente en 1990. También la Izquierda Unida

tiene serios problemas

internos que pueden afectar su unidad. Dentro de ella se enfrentan

dos estrategias diferentes: La de

Barrantes, que apoyando en la naciente Convergencia Socialista, APS y el PCR (Dammert) intenta construir un programa

y una imagen

de “Socialismo

democrático” que lo aproxime al electorado de centro – izquierda

y

hasta

captar

votos

de

apristas

descontentos, y por otro lado, la tradicional opción revolucionaria – marxista que insiste en los esquemas de la revolución socialista y reduce su participación en el juego democrático a una cuestión táctica destinada a aprovechar los “espacios democráticos” sin asumir un compromiso

claro con la continuidad del orden 134


democrático ni hacer un deslinde definitivo con las estrategias insurreccionales de Sendero Luminoso y el MRTA. En este esquema se ubican el UNIR, el PUM y, al parecer, sectores del Partido Comunista, cuya posición es hasta el momento ambigua. Según

es

posible

especialmente

advertir,

ambas

posiciones,

la de Barrantes y la Convergencia

Socialista, consideran que la presencia de la opción contraria dentro de la IU, aunque sea en condición de minoría, afecta sus posibilidades electorales. Ello conduciría a la ruptura del frente, lo que podría ocurrir durante el I Congreso Nacional de IU a realizarse del 4 de Diciembre en Lima, el cual, en todo caso, será clave para definir la estrategia de la izquierda peruana. En las encuestas tercer

el APRA aparece relegado a un

puesto con una preferencia que se sitúa

alrededor del 20%, es decir debajo del tercio histórico de ese partido y, ciertamente del 50% que logró Alan García. Este partido se debate, además en pugnas internas muy intensas y apasionadas que podrían comprometer su unidad. El desgaste del gobierno y la crisis actual han precipitado en el APRA un “ajuste de cuentas” que ya ha provocado la caída de Morales Bermúdez del Ministerio de Agricultura, la pérdida de la autoridad de 135


Secretario General Luis Negreiros y el relajamiento de su tradicional “disciplina”. El varias veces postergado Congreso Nacional del APRA se realizará del 7 al 10 de Diciembre y en el se elegirá al nuevo Secretario General que podría resultar siendo el futuro candidato presidencial. En todo

caso, la característica principal en la

recomposición del cuadro político es la creciente polarización entre la resurrecta derecha y la fortalecida izquierda, tal como sucedió en Chile en las elecciones de 1970. Sin llegar a la exigua votación de Acción Popular en

1985, el APRA, salvo que la situación

mejore ostensiblemente – lo que por ahora parece difícil quedará en condición de tercio excluido sin posibilidad de pasar a la segunda vuelta como hasta hace poco se creía. En general, el espacio del centro se estrecha, fortaleciéndose en cambio los bloques de derecha e izquierda, ambos integrados por diversos partidos. Esta perspectiva es preocupante para nuestro partido por que es en ese espacio, entre la derecha y la izquierda tradicionales, donde

nuestra estrategia cifra sus

esperanzas de crecimiento.

136


Es cierto que en las encuestas se registre casi un 20% de indecisos o personas sin opción actual que bien podrían ser electores inclinados a votar por partidos no derechistas

pero tampoco izquierdistas, que se

encuentran desilusionados del APRA y no votarían por este partido en 1990. Pero, intentar capitalizar este electorado potencial representa para cualquiera que lo intente un esfuerzo político,

organizativo

y

financiero

de

grandes

magnitudes. Los próximos 6 a 8 meses serán decisivos para la configuración definitiva del panorama público electoral pues el segundo domingo de Noviembre de 1989 serán las elecciones municipales y el segundo domingo de Abril de 1990 las elecciones políticas y las campañas deben estar comenzando, a mas tardar, al inicio del tercer trimestre del próximo año. B. Las perspectivas de nuestro partido La Democracia Cristiana lo hemos dicho debe afirmar su propio espacio político y cito a este efecto el Informe presentado

al Congreso del Partido “en el amplio

espacio que se encuentra entre la derecha

y la

izquierda marxista”. Dentro de esa perspectiva es que celebramos y mantenemos un acuerdo con el APRA y nos encontramos claramente identificados 137

por el


electorado

nacional,

según lo

indican

algunas

encuestas de opinión pública, como un partido de centro

izquierda

perfectamente

distinguible

y

diferenciado de quienes integran la izquierda Unida y de quienes configuran la derecha organizada en el Fredemo. En ese espacio

debemos crecer y

fortalecernos. Nuestra alianza con el Partido Aprista ha tenido la virtud de situarnos

en esa ubicación

corrigiendo, en esa forma percepciones distorsionadas que sectores de la opinión nacional tenían sobre la orientación política de nuestro partido, pero debemos tener al mismo tiempo la inteligencia y la capacidad estratégica

y política

de conquistar terreno propia

dentro de esa gran área de la política nacional. El descontento

que genera el Partido Aprista, no dirá

necesariamente hacia la derecha o hacia la izquierda pero descontenta del APRA. A ese sector debe el APRA y que

sigue creyendo en la necesidad

de

cambios dentro de la democracia y que bien pude inclinarse

ante otra opción que sepa crecer

mismo espacio responde

en el

con planteamientos propios. A eso

la necesidad de afinar nuestra estrategia

para honrar hasta donde son compatibles con nuestra posición ideológica y programática, el acuerdo con el Partido

Aprista, y al mismo tiempo, perfilar nuestra

imagen para crecer y desarrollarnos. Las estrategias y decisiones que adoptemos a partir de este Plenario y en sucesivos eventos, sobre nuestra intervención en las 138


próximas elecciones municipales y políticas deberán partir

de aquel diagnóstico y dirigirse hacia este

objetivo. Dicho objetivo, no debemos

olvidarlo nunca, es el

crecimiento del Partido y, en el mediano plazo, su transformación en una fuerza política con opción de poder. En ese sentido la estrategia política y electoral del partido debe tener la suficiente dosis de flexibilidad y pragmatismo

para adecuarse

a las cambiantes

circunstancias de la política nacional, sin elevarla a la estrategia de principio doctrinario o ideológico. Como instrumento

de acción política, la estrategia

partidaria debe permitirnos alcanzar el objetivo trazado reorientado, cuando sea necesario, el rumbo del partido para no alejarlo de su objetivo central. Ese es el tipo de reflexión y análisis que estamos obligados a hacer como políticos que tenemos la obligación no sólo de defender una posición ideológica – el social cristianismo – sino la de construir un partido capaz de ser mayoría política y social y conquistar el poder. Es necesario recordar, por otro lado, que nuestro acuerdo con el APRA no comprende las elecciones municipales y políticas próximas

y que al no existir

municipales y políticas próximas y que al no existir con dicho partido ningún compromiso al respecto, tenemos

139


plena libertad para decidir

la forma de participar en

tales comicios según lo consideramos adecuado. No obstante la tendencia

a la polarización

entre

derecha e izquierda que hoy se advierte, la Democracia Cristiana debe trabajar por la formación de un gobierno de Centro – Izquierda en 1990, para evitar el retroceso que

significaría

inestabilidad

un

régimen

conservador

y

la

democrática que conllevaría la victoria

electoral de la izquierda marxista. Un gobierno

de

centro – izquierda podría, con adecuada planificación, orden administrativo y seriedad gubernativa, hacer lo que no se ha hecho en este período, esto es, sentar las bases para una transformación social en democracia y atender, al mismo tiempo, las insoslayables tareas del desarrollo económico y tecnológico. Esta alternativa no es descartable ni ilusa. Desde el interior de la izquierda Unida y el APRA, así como en sectores progresistas no partidarizados, esta idea va ganando fuerza, ante el temor a la restauración derechista o a la repetición de la experiencia allendista, esta vez en el Perú. Nuestro partido debe alentar esta posibilidad y trabajar activamente

por ella en los

próximos meses. Entre tanto, el partido debe poner el mayor énfasis en su propio fortalecimiento y en la proyección 140

de su


imagen. Es necesario que llegado el momento

de

celebrar conversaciones con otras fuerzas políticas, la DC sea mas fuerte política y orgánicamente pues ello nos permitirá jugar un rol más importante. Teniendo

en cuenta lo dicho cabe pensar en la

conveniencia de que en las elecciones participamos con candidatos

municipales

propios en aquellas

ciudades y distritos donde las condiciones son mejores para la Democracia Cristianas y son posibles obtener un resultado que fortalezca su imagen y promueva

el

surgimiento de líderes regionales. Los organismos nacionales y regionales deben estudiar con el mayor interés y seriedad esta alternativa que en caso de ser factible, contribuirán a la afirmación del espacio político demócrata cristiano.

141


VI.

ACCIONES CONCURRENTES A LA LINEA POLITICA El éxito

de cualquier estrategia está supeditado al

fortalecimiento del partido que la sustenta. En ese sentido me quiero referir muy brevemente a algunas cuestiones concretas. Culminando un gran esfuerzo nacional nuestro partido ha logrado reinscribirse Elecciones

ante el Jurado

con el respaldo de

Nacional de

114,444 firmas de

adhesión. Es una cifra muy alta, que demuestra la acogida que merece la Democracia Cristiana entre el pueblo cuando su mensaje se difunde y explica con claridad. La ley electoral, arbitrariamente modificada en 1984, impuso la exigencia de las 100,000 firmas con el evidente propósito de dificultar la existencia de los partidos en desarrollo. Es esa una cifra que no guarda relación con la que exige en otros países democráticos para similar trámites y que no responde a ningún criterio técnico serio como sería, por ejemplo establecer una proporción entre los ciudadanos inscritos

en el Registro Electoral y la cantidad de

adhesiones requerida para la inscripción de un Partido. De todos modos, lo verdaderamente importante es que gracias al esfuerzo

colectivo de nuestra militancia, los

organismos regionales y sectoriales y la dirigencia nacional, hemos derrotado, con creces lo que en su momento denunciamos con una maniobra política dirigida principalmente contra nosotros.

142


Es bueno recordar, sin embargo, que si hemos tenido que reinscribirnos, cumpliendo con los nuevos requisitos establecidos por la ley, ello se debe a que la inscripción que anteriormente tuvimos desde 1978, quedó anulada por el hecho de que el partido no tuvo representación parlamentaria en el período constitucional 1980-1985. Y ello, como todos lo sabemos fue consecuencia directa e innegable de la división que nos afectó entre 1979 a 1981, cuando

los intereses de grupo y la nociva acción de

facciones prevalecieron sobre los principios y objetivos de nuestra colectividad política. Entonces, la desunión nos privó de presencia política y nos condujo a la pérdida de nuestro registro partidario. Hoy hemos

recuperado la

presencia política del partido y lo hemos reinscrito como expresión tangible

de la restauración

de la unidad

partidaria, que nada ni nadie debe destruir. Dando cumplimiento al acuerdo del Plenario Nacional de Marzo

de este año, el Comité Ejecutivo Nacional ha

aprobado

el Reglamento

militantes que son titulares funcionarios

de Coordinación

entre los

de entidades públicas o

con cargos políticos de confianza de

disposiciones ampliamente discutidas, elaboradas con criterio flexible, destinadas a establecer un mecanismo de colaboración eficaz entre el partido y sus militantes que desempeñan funciones públicas, tema este siempre difícil y complejo en todos los partidos, pero que debemos definir para que nuestra presencia 143

en dichas instituciones

y


cargos sea políticamente beneficiosa para el Partido y concurra al logro de sus objetivos. Invoco a los militantes demócrata cristianos que cumplen tales funciones en los organismos del estado, así como a los dirigentes de nuestro partido

encargados de llevar

adelante este mecanismo de coordinación, su más amplia y constructiva colaboración para que este esquema de relaciones

ideado para fortalecer y consolidar

a la

Democracia Cristiana se realice a cabalidad. Estoy seguro que esa es la voluntad y el propósito que nos anima a todos por que no deseamos cosa distinta que hacer más grande y más fuerte, para bien del Perú, a la Democracia Cristiana. Con el propósito de estimular la mística partidaria, que nace y se alimenta en los símbolos y los valores de los ejemplos

que los encarnan en la vida concreta,

celebramos el 14 de Junio un aniversario más de la muerte de Arturo Villegas acaecida en 1950 en la Plaza de Armas de Arequipa al ser abaleado por las tropas de la dictadura Odriista. En esa fecha, cumpliendo un acuerdo con el Trigésimo Plenario Nacional de Diciembre de 1986, otorgamos el distintivo de la Orden Arturo Villegas a los camaradas

Alfredo

Portocarrero, Luis

García

Llosa,

Juan

Lituma

Gómez Sánchez Boza y al doctor

Héctor Cornejo Chávez.

144


Esta distinción contribuido

creada para reconocer a quienes

en forma especial

al fortalecimiento

han y

desarrollo de la Democracia Cristiana, tiene el propósito de estimular a los militantes a la superación en su entrega y dedicación al partido. Fue esa una fiesta hermosa que debemos instituir en forma permanente convirtiéndola en el Día de la Libertad para que el homenaje

a Arturo

Villegas, que ofrendó su vida por la democracia, sea la fecha en que reafirmamos nuestra lealtad y adhesión a uno de los valores fundamentales de nuestra doctrina: la libertad. En dicha oportunidad

el Dr. Héctor Cornejo

Chávez a quien le fuera otorgada la distinción por acuerdo del Plenario Nacional a propuesta de esta presidencia y del Comité

Ejecutivo

Nacional, declinó, mediante

comunicación escrita, hacerse presente

en el acto y

reiteró, de modo indubitable su alejamiento de la actividad política y de su militancia, solicitando se deje de hacer mención de su nombre

en los actos

y actividades

partidarias en señal de respeto a su decisión. Otro aspecto fundamental es la necesidad de contar con un plan

de gobierno

que exprese las propuestas

programáticas de la Democracia Cristiana, y a través de ellas proyecte la imagen de lo que el partido quiere para el Perú. Las nuevas realidades económicas, sociales

y

políticas que vivamos hacen necesario este esfuerzo de actualización y concreción para únicamente

premunidos

doctrinarios

e ideológicos, sino que convirtamos tales 145

de

que no actuemos valores

y

principios


valores y principios en propuestas programáticas para resolver los problemas nacionales. Con dicho propósito el Comité Ejecutivo ha designado una Comisión Especial de Plan de Gobierno presidida por el C. Luis Gómez Sánchez Boza, ex Presidente del Partido, quien convocará a los técnicos

y

profesionales

independientes

para

demócratas

acometer

de

cristianos

inmediato

esta

importante tarea, formar, en coordinación con la comisión especial, sus respectivas comisiones regionales para que dentro de algunos meses podamos contar, al inicio de los procesos electorales de 1989 y 1990, con un plan de gobierno que demuestre la vigencia

y actualidad

de

nuestro pensamiento. El partido tomó la iniciativa de convocar fuerzas políticas

a todas las

del Perú a suscribir una declaración

conjunta de solidaridad con el pueblo Chileno en vista del plebiscito del 5 de Octubre. Esta iniciativa le dio al partido una importante

bandera para reafirmar su vocación

demócrata. El 10 de setiembre la Izquierda Unida, el APRA y la Democracia Cristiana, suscribimos un pronunciamiento, a cuya firma

invitamos

a adherirse

al PPC y a Acción

Popular quienes, sin explicación alguna no lo hicieron. Durante todo el período previo e inmediatamente posterior al plebiscito

nuestro partido jugó públicamente un 146


destacado rol que le permitió afirmar su personalidad y dinamismo político al lanzar esta iniciática, actuar como coordinador de las reuniones y elaborar el borrador del pronunciamiento. Hay que mencionar que tanto la Izquierda Unida como el APRA aceptaron este rol del partido y colaboraron al éxito de la propuesta que habíamos formulado. Demás está señalar el efecto positivo que esta acción ha tenido en el seno de las Organizaciones Internacionales Demócrata Cristianas.

147


MENSAJE A LOS DEMÓCRATAS CRISTIANOS Quiero concluir este Informe Político, formulando desde esta alta Tribuna del Plenario Nacional, un llamado a todos los miembros del Partido, a través de sus dirigentes regionales y sectoriales, a redoblar la unión, la acción y la militancia. Hemos recorrido en estos 5 años un duro y difícil camino para reconstruir la presencia política y la organicidad del Partido, después de realizado el gran esfuerzo unitario de los dos años precedentes. Al inicio, la tarea parecía casi imposible y aún quimérica; pero hemos transitado ya la parte del camino necesaria para para que nuestros pasos futuros sean más firmes y su dirección más definida. Nadie debe desconocer el hecho de que si hoy el Partido vive un dinamismo nuevo, necesario y vivificante, si en el se canalizan aspiraciones, se debaten posiciones, se compite democráticamente por los puestos de dirección, es porque ahora existe una presencia política nacional y una estructura básica que le da sentido a todo eso y no lo convierte en un ejercicio estéril, carente de perspectivas y opciones. Hoy, hacer política a través de la DC no es perder el tiempo por que hubo quienes cuando todo parecía adverso y contrario apostamos

por la Democracia Cristiana y la sacamos

148


adelante, y seguiremos

apostando por ella hasta

convertirla en una gran fuerza política de aquí al año 2,000. Sin embargo, no debemos perder la perspectiva ni creer, erróneamente, que lo logrado es suficiente. Es tan sólo el inicio de una larga marcha que para culminar exitosamente sigue exigiendo la más solida unidad partidaria. La reconstrucción, esforzada y dura, empieza a quedar atrás. La DC no ha muerto, ni morirá como quisieran sus adversarios inveterados. Ha prevalecido como la vieja Roma ante las hordas de Atila; ha prevalecido contra el silencio y la mentira; ha prevalecido contra la calumnia y la desfiguración; ha prevalecido contra la falsedad y la traición que desde su propio seno intentó destruirla; ha prevalecido sobre sus propios errores y utopías, que debemos superar con humildad y realismo. Ahora nos toca avanzar, crecer, fortalecernos. No volver la mirada atrás como la mujer de Lot, por que quienes lo hagan serán estatuas de sal. Es la hora de impulsar nuestro despegue y crecimiento y en esta hora, como en la hora de la dificultad y la duda, nuestra arma invencible debe ser la unida demócrata cristiana. Precisamente sobre este tema la unidad del Partido, quiero suscitar una breve reflexión. Es bien conocido el viejo refrán de que “La unión hace la fuerza”. También 149

es


conocido otro refrán “Divide y reinarás”. Ambos, nacidos de la sabiduría popular expresan la misma idea: La unión hace grandes y fuertes a los pueblos, a las instituciones y, en este caso, a los Partidos; la división los debilita y los conduce al fracaso y a la ruina. A lo largo de nuestra historia partidaria hemos vivido infelices episodios de desunión y rivalidad que han influido negativamente en el desarrollo y crecimiento del Partido. La unión no niega la discrepancia ni la diversidad de opiniones que deben ser característica de toda organización democrática, pero las subordina y encuadra dentro de los objetivos superiores del Partido, a cuya realización todos estamos obligados a contribuir desde el mismo momento en que voluntariamente

nos afiliamos

servicio de su causa

libre y

en él para deponer al

cualquier actitud

individual que

pueda dañar o lesionar su consecución. Para quienes hacemos política en nombre de un ideal cristiano,

participar en una tarea comunitaria no es en

absoluto una forma de afectar o limitar el desarrollo de la propia personalidad. Al contrario, dentro de una concepción cristiana de la sociedad y las instituciones, lo comunitario es el ambiente natural y necesario para el desarrollo de cada persona por que esta encuentra en el bien común su propia realización y la oportunidad de desplegar sus capacidades y talentoes en comunión con los demás. Por eso cuando el 6 de Febrero de 1983 asumí por primera vez la presidencia del Partido en momentos difíciles e 150


inciertos, pedí a todos los militantes y ahora, lo reitero, hacer de la Democracia Cristiana la primera

empresa

comunitaria del Perú. En suma la unidad es hoy mas que nunca un requisito indispensable para el avance y consolidación de nuestro Partido. Construirla todos los días con nuestras actitudes y conducta, fortalecerla con nuestra acción y protegerla ante cualquier amenaza es la primera obligación de todo militante

si realmente

deseamos

que la Patria

del

mañana sea Demócrata Cristiana. Tan importante como la unidad es la acción. Un partido nace para llegar al poder y cuando es revolucionario como el nuestro, para instaurar desde el un nuevo orden social justo y humano, todo ello supone un gran esfuerzo de organización, movilización y participación del pueblo, que en el Partido debe ser capaz de generar. El primer paso es por tanto hacer del Partido una consistente fuerza política y social y ello significa una acción permanente y eficaz en esa dirección. El partido debe comprometer todas nuestras energías y capacidades. Mounier decía que, “No se compromete

en una acción quien no se

compromete al hombre en su totalidad”. La construcción del Partido no es tarea para nuestros ratos libres ni hobby para eludir el aburrimiento. Es compromiso vital

o,

repitiendo a Mounier, “afrontamiento”. Debemos por ello realizar una actividad constante y permanente pero al 151


mismo tiempo organizada y era trabajando constantemente dentro del marco de las estrategias y programas difundidos por el Partido. Para que sea eficaz, nuestra acción constante contacto con su base territorial o funcional. Son muchas las limitaciones y carencias que nuestro partido debe confrontar especialmente la de recursos económicos, por que

no estamos ligados a los grupos de poder

económico ni a intereses particulares. Soy consiente que los militantes, las bases

y los Comités

del Partido

enfrentan muchas dificultades y deben afrontar sacrificios personales para cumplir su tarea partidaria. La dirección del Partido realiza esfuerzos para tratar de superar esta situación, especialmente exigiendo a todos los militantes y en

especial a los dirigentes

públicos

y

nacionales, funcionarios

parlamentarios

económicamente con regularidad

que

contribuyan

y de acuerdo a sus

reales posibilidades al sostenimiento del Partido. Sin embargo es preciso no detenerse ante las limitaciones; no seremos la primera organización política que a pesar de su

pobreza

económica

logre

ganar

un

lugar

preponderante en el corazón del pueblo y convertirse en un poderoso movimiento. Lo fundamental, incluso para que hayan recursos económicos, es la constancia, la fidelidad del compromiso, la entrega cabal y completa a una causa que como la nuestra no está al servicio de intereses particulares ni de caudillismos sino del pueblo y la justicia social en el Perú. Me permito por eso formular una viva exhortación

a la acción 152

y al trabajo partidario.


Unámonos a nuestra base, participemos activamente en ella, coticemos con puntualidad, asumamos las tareas con alegría, pongamos el hombro si algo falla en vez de caer en la crítica estéril, aportemos constructivamente a la forja popular del Partido. Estimados Camaradas: Deseo que este Plenario Nacional que se realiza en un momento importante de la vida del Partido peor en una circunstancia

difícil para la vida del Perú, sea una

expresión más del sentido de responsabilidad y de la voluntad solidaria de los demócratas cristianos. Que sea un nuevo hito en el proceso de reconstrucción y avance de la Democracia Cristiana hacia un futuro mejor: que este Plenario nos dé las luces para seguir conduciendo al Partido según la voluntad y el querer de sus bases porque quienes hoy lo dirigimos, no tenemos otro título, ni puede haberlo mejor, que el de sentirnos, en el plebiscito cotidiano del contacto con la militancia y del diálogo con las bases, sus legítimos representantes en la histórica tarea de forjar el gran partido social cristiano, revolucionario y popular, que necesita el Perú. Que Dios nos guíe y nos ilumine, y que los ejemplos señores de Arturo de Villegas y de Alfonso Cobián, caídos en la lucha, aceren nuestra voluntad y afirmen nuestro compromiso irrevocable con la causa del pueblo.

153


VOLVEMOS Por que la situaci贸n debe cambiar Pongamos orden donde reina el caos Limpieza donde hay basura Precios al alcance del pueblo Transporte eficiente y digno Honradez en cada gesti贸n Ven vamos al cambio

154


VII. LOS VALORES Y PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL SOCIAL CRISTIANISMO Por Henz Ortiz Jara (Personal – solidaridad) Entre la sociedad y el hombre existe una estrecha relación. No hay

supremacía

de

uno

sobre

otro,

sino

una

mutua

complementación. Fijamos primero nuestra atención en el hombre, en la persona. Esta hace en una familia y desde su nacimiento necesita la ayuda de los demás. No sólo los cuidados corporales le son

necesarios, sino también

la relación personal, o sea, la

expresión del cariño, de alegría, la conversación. A medida que crece desenvuelve sus habilidades innatas. Aprende a atenderse solo hablar, comunicarse con los demás

y

comprender los pensamientos de otros expresados por palabras. La relación con otros le posibilita al hombre de desarrollar todos sus potenciales con los cuales nace. Sin esta concurrencia no podría lograrlo, esta condición básica

del hombre. Sin esta

concurrencia no podía lograrlo, esta condición básica del hombre, esta necesidad de estar vinculado con los demás significa que el es un ser social y como tal es el origen de la sociedad. La sociedad repercute, tiene influencia en el ser humano, y a su vez ella existe y se desarrolla gracias a los aportes intelectuales que los hombres logran por su intercambio de conocimientos. En este sentido podemos decir que la sociedad

es para el

hombre o el hombre para la sociedad, sino que hay influencias recíprocas. La sociedad tiene que existir en cuanto sirva a los

155


hombres y viceversa, las personas por necesitar la vía en común, tiene

responsabilidades

frente

a la sociedad. Cuando

mencionamos responsabilidades, nos referimos implícitamente a otras características esenciales de la persona, a saber, la razón y la libertad. El ser humano tiene la capacidad de discernir las cosas, de comprender su razón de ser sus relaciones con otras y al mismo tiempo tiene la voluntad de decidirse según su libre elección, o sea, posee la libertad de elegir. La libertad lleva consigo la responsabilidad, ser responsable de sus actos, no puede haber libertad sin responsabilidad.

El hombre se realiza dentro de la sociedad, la sociedad le da a todos los valores culturales, le da la seguridad, le posibilita de proseguir el curso de su vida. El hombre por otro lado asume responsabilidades para con el ambiente donde vive, para con la sociedad, el Estado. No puede exigir sólo la realización de sus derechos, sino que también tiene que cumplir sus obligaciones, como es por ejemplo, brindar un servicio cívico como es la labor política entendida como servicio a la colectividad.

Por su origen todos los hombres

son iguales, esta igualdad se

basa en la dignidad de la persona. Todos tienen

derecho a

desarrollar sus capacidades, todos tienen derecho a la vida, a fundar familia, a educar a sus hijos, a participar en la vida política. Sin embargo, existe también una desigualdad de las personas. No todas tienen las mismas capacidades, por ejemplo, no todos pueden seguir estudios universitarios, todos no tienen la habilidad 156


para ser comerciantes o mecánicos. Las vocaciones son distintas y allí reside la desigualdad que tiene que ser respetada por ser parte de la dignidad de la persona. Por otro lado, la desigualdad entre ellos hombres es fundamental para la existencia de la sociedad.

Una sociedad de hombres iguales en todo, en su personalidad, e n su capacidad, en sus anhelos e inquietudes, en su novel de vida, es una idea irrealizable, que no responde a la realidad del ser humano. La libertad lleva consigo

otras posibilidades y otros

derechos. En primer lugar es la capacidad de autonomía.

El ser humano es autónomo en sus decisiones. Pero no solo el ser humano tomado individualmente, porque todas las características de la persona se traslucen también en todas las creaciones del ser humano, como son los distintos grupos sociales. Entonces también dentro de esos grupos sociales y en primer término en la familia, tiene que existir la autonomía. ¿Por qué?, por que es una sociedad de seres humanos, entonces tiene que tener una autonomía para administrarse y cumplieron sus fines. Esta autonomía procede de los derechos inherentes, primarios de sus componentes que son las personas y nadie tiene autoridad para negárselo, de sustituirla o de señalar como debe desarrollar su vida. Este rol no lo puede asumir ni el Estado, ni la comuna, ni ningún partido. Lo mismo podemos decir de los municipios que surgen sobre la base de las familias, de la reunión de familias que no pueden alcanzar solas determinadas finalidades. Entonces formas grupos

157


mayores que son los municipios. La autonomía municipal no es una concesión por parte del Estado.

La personalidad, derecho neutral que surge de la realidad del ser humano, es otro principio fundamental

de nuestra doctrina. El

derecho natural se traduce en el derecho positivo o se las normas concretas del derecho natural.

Las normas positivas como es por

ejemplo la Ley, por ser reflejo del derecho natural nunca pude ser formulado en contra de este principio. Por ejemplo la ley del aborto , que ha sido formulada en algunos países, es una Ley que niega el derecho natural a la vida, se puede decir por consiguiente que es una Ley antinatural.

La libertad no es un concepto ilusorio, sino real. Pero ¿Cómo se va a compaginar la libertad de uno con la del otro? La libertad de una persona no puede lesionar la personalidad del otro. L libertad siempre existe

a

y existirá, solo en cuanto a sus

manifestaciones, en cuanto a sus campos, en cuanto su extensión, tiene siempre el límite de no lesionar la libertad y los derechos de los demás. La libertad no es un concepto relativo en cuanto a su ejercicio, pero es relativo en cuento a su esencia, en cuanto a su existencia misma. La dignidad también se puede identificar también en el campo individual, personal. Cada uno de nosotros es distinto en su actuar, tan distinto que no puede ser reemplazado por otro. La dignidad se basa en la personalidad de cada uno, que lleva en si la

158


desigualdad, esta tiene que existir en la sociedad, como hemos visto, por cuanto cada uno puede contribuir con sus dones especiales al progreso de la sociedad.

La dignidad de la persona, que encierra tanto la igualdad como la desigualdad, se basa en el principio de espiritualidad, concepto fundamental de la doctrina

social cristiana. El espĂ­ritu del ser

humano da unidad a lo material, a lo corporal. Es el centro de todo el acontecer social y el origen de la independencia, autonomĂ­a, de todo lo relacionado con el derecho natural.

159


VIII. DEMOCRACIA CRISTIANA DIRECCION DE ACCION TERRITORIAL CAMPAÑA ELECTORAL

Por HENZ ORTIZ JARA SOCIEDAD Y PERSONA LA PERSONA Y EL PENSAMIENTO CONTEMPORANEO En el múltiple contexto del pensamiento del siglo veinte se han registrado aportes de inestimable mérito, provenientes de distintas posturas filosóficas, con vistas al enriquecimiento de la filosofía de la persona y, como consecuencia, a la defensa y exaltación del valor del hombre. En un siglo en que la agudización conflictos sociales

y el cuestionamientos

de los

de las instituciones

abonan el terreno para el cuestionamiento de la condición de la vida humana; en un tiempo en que la emergencia

de fuerzas

inabordables de poder, a niveles nacionales y mundiales ponen en peligro la existencia del hombre sobre la tierra, y el hombre mismo se convierte en pieza manipulable de las grandes abstractas

de la dominación; la

esclarecimiento

estrategias

defensa del hombre y el

de sus valores irreductibles adquieren una

urgencia y un relieve inconmensurable.

Cuesta referirse a los principales aportes

del pensamiento

filosófico contemporáneo y pre- contemporáneo en defensa de la condición del hombre como persona. Entre los más significativos pueden mencionarse a modo de un panorama alentador, la ética objetivista y la antropología de Max Scheler, los finos 160

análisis


sobre el yo y el tu de Martin Buber el espiritualismo profundo y revolucionario de

Nicolás Berdiaev (Libertad y esclavitud del

hombre), la famosa dialéctica del espíritu y la acción de Maurice Plandel, el realismo católico de Jacques Maritain de rico abolengo tomista, y el evolucionismo personalista de Teihard de Chardin que se esfuerza por conjugar los aportes de las ciencias naturales con el desarrollo convergente de una creciente

cefalización y

personalización del hombre.

En estos diversos aportes

la riqueza del pensamiento cristiano,

arrancado de premisas integralmente humanistas y teocéntricas, preside y otorga su impronta en la valoración del universo personal.

8.1. El aporte Marxista: Desde posiciones diametralmente opuestas, del marxismo y el existencialismo han contribuido desde hace muchos años, tanto con elementos teóricos como con esclarecedoras experiencias

sociales y políticas, para llamar la atención

sobre problemas

punzantes

del hombre de hoy. Dichas

contribuciones, despojadas de sus premisas materialistas, escépticas

dialéctico –

o ateas que pueden conducir a

peligrosos callejones sin salida, son susceptibles

de ser

rescatadas en la empresa de salvación y enriquecimiento del universo personal y de la filosofía de la persona. La rica veta sociológica y económica del marxismo nos ha hecho ver la gravedad de la explotación

161

del trabajohumano y la


enajenación del mismo trabajo y de los frutos del bajo humano y la enajenación del mismo trabajo y de los frutos del trabajo; nos ha explicado con singular realismo los mecanismos de la lucha irreconciliable entre los hombres y las clases sociales dentro del proceso histórico de las sociedades fundadas en la apropiación privada de los medios de producción y en especial de la sociedad capitalista; y también nos ha hecho ver, con acusada hondura

la mistificación idealista de la

libertad, la igualdad de los Códigos morales y jurídicos y de las instituciones tutelares de la sociedad burguesa, bajo cuyo amparo son lesionados los más inalienables derechos de la persona humana. Ciertamente

estas explicaciones

de la

cosmovisión marxista son pertinentes, pero resultan viciadas en la medida en que arrancan de una perspectiva dialéctico – materialista del hombre y de la historia, y de un proyecto de revolución que ofrecen nuevos riesgos a la condición de la persona.

8.2. El aporte Existencialista: El existencialismo

pre contemporáneo

ha relevado los

grandes problemas de la subjetividad humana, tras el derrumbe de las viejas

creencias tutelares de la sociedad

burguesa. Problemas de dimensiones

dramáticas han

afectado la atribulada subjetividad del hombre de Occidente: el problema de interioridad, del ser concreto, el de la comunicación, el de la angustia por la existencia, el del sentido de la historia. El mérito del existencialismo es el de 162


haber reflejado como pocas expresiones de la cultura la gigantesca crisis del hombre de las postguerras. En este sentido

su

contribución

es

grandemente

valorable

y

recuperable mas no a partir de sus premisas filosóficas que por su individualismo a ultranzas y su derrotismo (quizás con la sola excepción de Sartre) conduce a la nada existencial y al naufragio de la existencia humana.

8.3. ¿Qué es la persona humana? La filosofía personalista del pensador francés Emmanuel Mounier cobra una importancia trascendental en la evolución histórica

de las ideas y convicciones sobre el valor del

hombre como persona. Por ello nos es particularmente grato recordar la vertiente del personalismo cristiano de Mounier que nace en los años treinta. El movimiento personalista ha representado nada menos que una escuela filosófica y hasta política, voceada a partir de 1932 por la famosa revista “Esprit”, y alimentada por pensadores tan ilustres como Jean Lacroix y el más preparado de todos, Mauricio Nedoncelle. Como una cuestión previa en la denotación conceptual de la persona,

es pertinente

dilucidar

un antiguo y funesto

equivoco que ha gravitado en el modo de pensar y de sentir de la sociedad Occidental, y por el cual ha cargado culpas injustificadamente la cosmovisión cristiana. En efecto, con arreglo a una tradición profundamente arraigada en el alma de la cultura de Occidente, pero que tienen sus verdaderas raíces en Grecia, se ha dividido arbitrariamente al hombre 163


en dos partes

o serias independientes y a veces

antagónicas, la serie material y la espiritual, abandonándose la materia a sus leyes inexorables y “reservándose el derecho de legislar absolutamente en el reino espíritu”. …”Si la falta original ha herido a la naturaleza humana, es el compuesto humano en su totalidad

el que está afectado;

desde los Evangelios, la malicia y las perversiones

del

espíritu han provocado más anatemas que las de la “carne” (entendida esta como la pesadez de los sentidos). El cristiano que habla con desprecio del cuerpo y de la materia, lo hace contra su mas importante tradición… De hecho

es el

desprecio griego por la materia lo que se ha trasmitido de siglo en siglo hasta nuestros días bajo falsas justificaciones cristianas. (E. Mounier).

Este criterio dualista no solo ha deformado el genuino pensamiento cristiano acerca de la constitución y funciones del hombre

como persona,

sino también

ha generado

innumerables trastornos en las relaciones eróticas, sexuales y afectivas de los hombres y mujeres de Occidente durante mucho tiempo. Como dice Mounier, hay que reabsorber nuestro pensamiento. Y hay que partir de premisas nuevas, refrescantes,

creadoras,

que

rescatan

la

verdadera

significación cristiana y personalista del valor del hombro.

164


8.4. El hombre sumergido en la naturaleza: Es el hombre, según estas nuevas perspectivas, una unidad total, totalmente cuerpo, totalmente espíritu. Por su condición natural, forma parte constitutiva del universo. En atención a esas raíces, raíces, posee instintos y apetitos primarios, como, respira, se reproduce, se irrita, se violenta, apetece formas distintas de placer. Pero de sus apetencias e impulsos crea artes delicados que transfiguren radicalmente las fuerzas de la materia. Los hombres y las emociones, las pasiones y los sentimientos hunden sus raíces en los estratos

más

profundos de la vida; y así como las ideas y los valores, son todos ellos modelados por las condiciones de la vida social y económica, por los patrones y consensos sociales, por las mutaciones históricas, por los patrones y consensos sociales, por las mutaciones históricas, por el clima, la geografía y el flujo de las energías cósmicas. La naturaleza humana lo natural prehumano, el inconsciente psíquico,

la red de relaciones

sociales objetivas no

constituye el mal del hombre. La encarnación no es la caída. Pero como es el lugar de lo impersonal, de lo material, de lo objetivo, se

convierte en

una ocasión permanente de

enajenación. La miseria y la opulencia abruman al hombre singular

y concreto y son causa y fruto de graves

desarreglaos sociales y de una asfixiante alineación. El marxismo ha hecho hincapié con mucha coherencia sobre el hecho de que el fin de la miseria y de las contradicciones sociales

representa

el fin de la alienación y una fase

165


necesaria en el proceso de desarrollo hist贸rico. Pero la verdad

es que no representa el fin de la alienaci贸n integral

del hombre, ni siquiera a nivel de sus condiciones materiales objetivas.

166


IX. LA INTEGRACION POLITICA DE AMERICA LATINA

9.1

Razones de la integración La integración de América Latina no surge en forma espontánea. No es la consecuencia

de un “fatalismo

histórico” que obligue a los distintos pueblos de la región a unirse, sin un esfuerzo mayor. De hecho, enormes y las

las distancias

dificultades gigantescas que impone

la

naturaleza, a la mera comunicación de los habitantes de América latina, constituyen un

desafío al proceso de

integración. En nuestros días, pese al desarrollo de la tecnología, todavía no es posible construir una carretera de ligue a México con Sudamérica. El “Nudo del Darién”, la masa selvática impenetrable, ubicada en Panamá,

continua

impidiendo las comunicaciones terrestres. El comercio entre la América del Sur y la zona norte del hemisferio occidental se efectúa por aire o por avión, al igual que el transporte desde Buenos Aires a Roma. Las distancias entre Europa y México es menor que la de Punta Arenas, Chile a la Ciudad Juárez, frontera mexicana con Estados Unidos, Caracas no tiene comunicación

terrestre

con

Rio

de

Janeiro

debido,

nuevamente a la presencia de una extensión selvática. Incluso países fronterizos, como Paraguay y Bolivia carecen de cualquier tipo de vías de transporte que la liguen; ni siquiera la aérea. La circunstancia de poseer un idioma común, el español, en la mayor parte de la región y la facilidad con que los hispanos

167


pueden entenderse con los portugueses, hablando cada cual con su respectiva lengua, constituye, sin duda, una fuente de acercamiento. Sin embargo, la comunidad de lenguaje no es “perse” un factor determinante en la constitución de un nuevo tipo de nacionalidad. Austria, se expresa en alemán, al igual que Alemania y no existe un estado común. El caso de Suiza, Canadá y Bélgica, demuestran cómo es posible constituir nacionalidades pese a la diversidad de lenguaje, hay que tomar en consideración, por último, que si bien el español es el idioma común, el español, en la mayor parte de la región y la facilidad con que los hispanos pueden entenderse con los portugueses, hablando cada cual con su respectiva lengua, constituye sin duda, una fuente de acercamiento. Sin embargo, la comunidad de lenguaje no es “perse” un factor determinante

en la constitución de un nuevo tipo de

nacionalidad. Austria, se expresa en alemán, al igual que Alemania y, no existe un estado común. El caso de Suiza, Canadá y Bélgica, demuestran cómo es posible constituir nacionalidades pese a la diversidad de lenguas, hay que tomar en consideración, por último, que si bien el español esel idioma dominante en las ex colonias ibéricas, un gran sector de la población sigue expresándose en aymara, quechua o guaraní. La religión, que ha sido invocada como otro de los factores de unidad, no ha sido ni es el vínculo det4erminante para integrar una nacionalidad. El laicismo creciente, que pareciera ser una característica de la vida moderna, reduce, aún más un 168


ejemplo de países con un fuerte nacionalismo, pese a la diversidad de credos, en los que se divide su población. El mundo católico, por su parte, ha dado origen a numerosos Estados en muchos casos, con serias rivalidades entre ellos. Basta

recordar la constante pugna entre australianos y

austriacos para corroborar esta afirmación. El

proceso

de

integración

de

América Latina es

fundamentalmente la resultante de una voluntad política. No es algo espontáneo, todo lo contrario ya que, como hemos visto, los obstáculos son enormes. Es un reto de voluntad, hecho por latinoamericanos

para cambiar el curso de la

historia pasada. De la división pasar a la unidad. Del odio y el recelo a la creación de un nuevo nacionalismo. 9.2

¿Porqué nos integramos? En el mundo moderno ya no hay lugar para las pequeñas naciones. Es tan grande el poderío de las super – potencias: Estados Unidos y la Unión Soviética, y han condicionado de tal modo la vida del planeta que las comunidades débiles si desean tener un mínimo

de independencia y desarrollo

deben integrarse en unidades mayores. El espectacular incremento de los medios de comunicación hace que hoy la política sea realmente mundial. Ningún país, por alejado que esté de las grandes potencias, puede pretender quedara aislado

de las conmociones que afectan a la humanidad,

basta revisar la historia de las últimas crisis internacionales para comprobar la creciente vinculación 169

de los hombres.


Berlín, Vietnam, Cuba, Laos y Congo, han sido lugares en que Estados Unidos y la Unión Soviética han chocado, pese a la distancia que separa a cada uno de estos puntos. Los países

pequeños

pueden defenderse de esta

subordinación a los intereses de las grandes potencias en la medida en que sean capaces de incrementar su poderío. La integración es uno de los mejores caminos para obtener este resultado. Nos integramos, pues, y luchamos por la unidad de América Latina, en primer lugar, para eliminar

la dependencia. Es

decir para asegurar la posibilidad de un destino forjado por nuestras voluntades

por los intereses de alguna potencia

imperialista. Deseamos la unión para poder tener una voz en la problemática mundial, para ser sujetos y no objetos de las relaciones internacionales. La economía moderna requiere de grandes mercados consumidores para operar con eficacia. Las técnicas producción

de

en serie, las sumas gigantescas que deben

dedicarse a la investigación tecnológica y científica sin las cuales un país detiene su proceso o pasa a depender de otros para seguir desarrollándose y por último, la aparición de nuevas industrias con un costo de instalación alto y que requiere de gigantescos

mercados, para financiarse, son

factores que limitan, en un grado peligroso, las posibilidades de desarrollo de las comunidades pequeñas. Incluso, las 170


avanzadas naciones europeas, debieron crear un mercado común para poder competir, con un mínimo de posibilidades, con los productos industriales norteamericanos y tratar de equilibrar, al menos en parte, el potencial económico de la Unión Soviética. América Latina requiere superar nacionales para transformarse

sus estrechos mercados en zona industrial

que le

permita elevar el nivel de vida de sus poblaciones. Sin integración económica no hay industria moderna. Sin desarrollo industrial América Latina no podrá dar trabajo a sus habitantes y la miseria en lugar de disminuir, aumentará. El segundo factor por el cual se persigue la integración de América Latina es para transformar

la economía

de la

Región con el fin de asegurar el mejoramiento del nivel de vida de nuestros pueblos. América Latina necesita de un cambio social profundo para convertirse

en una sociedad

moderna. Mientras

se

mantenga la estructura latifundista de la propiedad agraria, el analfabetismo y la existencia de oligarquías que absorben todos los beneficios de la economía, el poder y de la cultura, el progreso de la Región será limitado, con o sin integración. La

industria requiere de pueblos educados, capaces de

proporcionar técnicos, empresarios y mano

de obra

calificada. Y mientras esta situación no se produzca, el avance industrial será modesto. 171


En la medida que las desigualdades sociales se mantengan subsistirán la tensión entre los distintos componentes de la comunidad. El progreso

estará siempre a sometido a las

incertidumbres de un estallido social. El peligro del caos o de una solución autoritaria amenazada cada momento de la vida latinoamericana. El cambio social es indispensable, sobre todo, por razones morales.En la medida que la actual sociedad se mantenga no existirá una comunidad con justicia. No basta el desarrollo económico, sino va acompañado

de la corrección de las

lacras que limitan la participación del pueblo en la decisión de sus propios destinos. El progreso sin justicia siempre será frágil porque las bases de la sociedad estarán viciadas. El objetivo de la integración es el mejorar la suerte de los pueblos de América Latina y por ello no está desvinculada de la lucha por el cambio social. La integración es solo un camino para asegurar un objetivo más global; el pleno desarrollo de la persona humana del latinoamericano. No es, pues, un fin en sí mismo, no estamos por la integración por la mera integración. Por ello, la lucha por el cambio

social, la liberación del imperialismo y la

integración latinoamericana forman parte de la misma meta: la creación de una sociedad más justa.

172


9.3

¿Integración económica, sin integración política? La integración económica es fruto de una decisión política si bien, economistas, juristas y sociólogos han abierto el camino para esta idea, han sido los organismos políticos, gobiernos y parlamentos de nuestra Región, los que han señalado el cuadro en el cual se mueven los organismos económicos y el alcance de sus atribuciones. La integración económica, pues no es un fenómeno contrario. Si la ALALC no se implemente independiente de lo político sino todo con la rapidez que requiere

no es por culpa de los economistas que han

señalado

en varias oportunidades, la conveniencia de

acelerar el paso y apresurar la instauración de un verdadero mercado común sino por el temor de los gobiernos a acelerar el trato, tomando medidas de mayor audacia. En estas condiciones determinar si la integración económica ha de preceder a la política, o si será complementaria con esta es materia

de una decisión política que debe ser

adoptada tomando en consideración las ventajas que cada una de estas alternativas presenta. Es conveniente sin embargo precisar que entendemos por integración política. La integración política es un proceso por el cual se van viendo los organismos gubernamentales y parlamentarios que tienen por objetivo ir preparando las condiciones para lograr el establecimiento de los Estados Unidos de América Latina.

173


Su meta es la creación de una nueva comunidad política que engloba a todos los países de la región. Es indudable que este fin no será alcanzado de inmediato y habrá que esperar un largo período antes de su realización final. Sin embargo, este fin no será alcanzado de inmediato y habrá que esperar un largo período antes de su realización final. Sin embargo, es necesario, comenzar a avanzar en esta línea. Por eso decimos que la integración política es un proceso, por el cual diversas medidas parciales permitirán el logro de la meta final. No existe razón alguna que obligue a centrar todo el esfuerzo de la integración en el aspecto económico. Y así se diera se generalizaría serie de perturbaciones que indudablemente limitarían

el éxito de la integración. Incluso

contemplación, de la economía

la mera

de la región exige la

adaptación de medidas de integración política. Así, por ejemplo, no está planteado en forma cada vez más insistente, la conveniencia de crear organismos, a nivel gubernamental, que tengan atribuciones para fijar normas en ciertas materias, como planificación de las inversiones trato al capital extranjero, distribución geográfica de las industrias que operen a nivel latino americano, etc. La integración económica o mejor dicho, la falta de una política más audaz en esta materia, genera serios problemas.

174


El proceso

de industrialización de América Latina está

acelerándose en forma indudable, y de seguir

la actual

tendencia la región se transformará de productora de materias primas para la explotación de una zona industrializada. En el pasado eran frecuentes los análisis que explicaban la dependencia

latinoamericana

en

el

hecho

de

que

producíamos solamente materias primas: como el precio de estos productos era regulado,

en gran parte, por la

conveniencia de las naciones industrializadas, se desprendía así la debilidad congénita de nuestra estructura económica. Por ellos, que la solución que se

recomendaba era la

industrialización, para asegurar una mayor autonomía. América Latina está industrializándose. Sin embargo, este proceso, de no cambiar la situación actual, puede generar un nuevo tipo de dependencia mucho más sutil, pero más difícil de romper que el anterior. Dependencia que se manifiesta por la vía del Capital y, también por la tecnología. Si analizamos, por ejemplo el desarrollo industrial brasilero, observamos que este país ha dado un gran salto, en los últimos años. Hoy en Brasil

se fabrican automóviles,

refrigeradoras, locomotoras, etc. Sin embargo, los artículos son producidos por firmas extrajeras, ya sea la Volkswagen. General Motor, Fiat, etc. Igual situación se está produciendo en la mayoría de los países de América Latina. El capital es extranjero de preferencia norteamericano, y es el inversor el 175


que determina cuales serán los rubros que desarrollará hasta que grado e incluso, cual será el país de la región en el cual se instalará para actuar dentro del marco de la integración económica. En algunos casos, las decisiones relativo

fundamentales, en lo

a estas industrias, son tomadas por capitalistas

extranjeros y no y no por gobiernos nacionales. Se puede citar el ejemplo de Olivetti, que tiene fábricas en Argentina y Brasil de acuerdo con las decisiones tomadas por la oficina central de acuerdo con las decisiones tomadas por la oficina central en Roma. Argentina puede exportar máquinas sumadoras pero no de escribir: Brasil, por su parte, puede exportar máquinas de escribir pero no sumadoras. Canadá es un buen ejemplo de lo que puede suceder en América Latina. Es un país

que gracias a cuantiosas

inversiones norteamericanas ha obtenido un elevado nivel de vida y un considerable período industrial. Sin embargo la autonomía de Canadá está seriamente limitada e incluso, varias medidas que afectaban a su seguridad militar, han sido tomadas en Estados Unidos en las oficinas centrales de las compañías que tenían filiales en Canadá. En Europa, existe una gran preocupación por el creciente control de ciertas ramas estratégicas de la producción industrial. En América Latina en caso de no adoptarse medidas que tiendan a la creación de organismos políticos que supervigilen 176


el proceso de integración económica que puede llegar en el futuro a un grado de dependencia superior incluso, al de Canadá. 9.4

La Dependencia Tecnológica El desarrollo industrial requiere algo más que capital, para instalar una fábrica refrigeradoras, por ejemplo, no basta con tener el dinero necesario: Es indispensable

poseer los

conocimientos técnicos, la patente, el modelo del refrigerador y efectuar investigaciones para mejorar la producción. En otras palabras

dominar la tecnología. Ningún país

latinoamericano cuenta con los hombres capacitados

en

número suficiente, ni con los recursos para financiar las investigaciones que posibilitan el desarrollo tecnológico. En estas condiciones debemos pagar a los países desarrollados por el uso de las patentes. Incluso, si su nacionalizaran todas las industrias en América Latina, seguiríamos dependientes

siendo

en lo tecnológico. Hay que tomar en

consideración, también que la tecnología que importamos es propia y adecuada para países

desarrollados. Es decir,

economías en las cuales la máquina es más barata que la mano de obra, razón por la cual es conveniente acelerar el perfeccionamiento de maquinarias que remplacen al obrero. El América Latina, la situación es radical la sustitución del trabajo o manos por máquinas no tiene la misma eficacia económica. Además contribuye a ahumentar la cesantía en una región en la cual hay escasez de trabajo. La tecnología 177


importada, pues genera dependencia frete al exterior y puede provocar trastornos económicos y sociales. La necesidad de crear organismos latinoamericanos

que

pueden unir los escasos recursos humanos y financieros para producir un avance

tecnológico

adecuado a las

necesidades de la región es una medida de excepcional urgencia. Una medida

que requiere nuevamente, de una

decisión política. 9.5

Nuevos centros de poder La integración económica dejada al libre juego de las fuerzas del mercado puede originar la creación de centros de poder con un potencial superior, incluso, al de cada gobierno nacional aislado. Las inversiones que se radican en la industria pase a que sean extranjeras, participan de los beneficios de las firmas locales y, como tales, pueden colocar su producción dentro de los marcos de ALALC o del mercado común, según sea el caso. Se trata entonces, de inversiones gigantescas. Para una medida latinoamericana, que estando radicada en Bolivia, Paraguay o

Brasil, producen para la exportación en toda

región. Se puede producir el caso que en un conflicto con el gobierno local amenacen con trasladar sus capitales a otro país miembros de la ALALC o del mercado común, donde podrán continuar sus labores con las mismas ventajas para la ecolocación de sus productos. El gobierno en conflicto con la compañía foránea deberá medir sus pasos ante el calibre de 178


esta amenaza, ya que de llevarse a efecto provocará cesantía y otros trastornos. Se encuentra pues, en una débil condición para negociar. En la medida que el proceso de integración se acelere, sin mayor participación de los gobiernos de la región, la situación demás su vinculación con los grandes centros del capitalismo mundial les da una ventaja apreciable en los que se refiere a control de patentes, financiamiento, redes de distribución y personal adiestrado, sobre los inversionistas nativos. Las burguesías locales pueden ser arrolladas por el poderío de las grandes firmas internacionales. La clase obrera

latinoamericana está dividida en varias

federaciones sindicales, además, su grado de organización es reducido. En estas condiciones su capacidad para negociar con

las

estructuras

empresariales

de

rigen

extra-

latinoamericano es limitado. El panorama descrito puede dar origen a una explotación del obrero y a la creación de nuevas desigualdades

sociales, más irritantes que las actuales,

porque los nuevos beneficiarios serán extranjeros. La necesidad

de acelerar

la creación

de organismos

políticos que supervigiles el proceso de integración económica aparece pues, cada vez más indispensable. Por ello que la integración política y la económica

forman parte de un

proceso

deben perseguirse

complementario. Ambas

simultáneamente. 179


9.6

Educación y ayuda externa En los últimos años Estados Unidos ha tomado como misión la del “modernizar” la educación latinoamericana. En la actualidad, casi

todas las universidades de la región han

suscrito convenios de financiamiento y asesoramiento técnico con

fundaciones

y

Centros

norteamericanos.

A

través

interamericanos,

por

acción

de de

Altos los

directa

estudios organismos

del

gobierno

estadounidense se está otorgando asistencia a los planes de alfabetización y de elevación del nivel de las escuelas primarias y liceos de América Latina. La ayuda exterior ha creado un círculo vicioso. Por una parte la región requiere de las existencias externas para impulsar sus planes de expansión educacional y para mejorar preparación de económica

las

disciplinas

propias

la

dela actividad

sin hombres con preparación suficiente el

desarrollo se hace sin hombres con preparación suficiente, el desarrollo se hace difícil. Nuestras universidades

carecen, en muchos

casos del

personal adecuado y del financiamiento para capacitar a los nuevos técnicos y destinar sumas convenientes a la adquisición de textos modernos, laboratorios o para imprimir informes y ensayos de ahí la necesidad de la asistencia extranjera.

180


Por otra parte, sin embargo, la dependencia de una sola fuente puede originar y de hecho ya esta sucediendo, un serio peligro de la infiltración ideológica y de “importación de modelos” ajenos a la realidad

latinoamericana. Se puede

crear una clase intelectual completamente desligada de los valores nacionales en lugar de propender a establecer fórmulas o instituciones que tengan por fin acelerar el fin de la dependencia latinoamericana pueden convertirse en mero intermediario del imperialismo. El peligro de “colonialismo mental” no es algo utópico, en el caso de que las clases dirigentes latinoamericanas adquieran estas características el futuro de América Latina estaría sometido a una seria amenaza. ¿Cómo romper el círculo vicioso?.- Es difícil, en esta materia ofrecer soluciones espectaculares, a corto plazo. Muchas veces el simplismo es el enemigo de lo lógico, en lugar de solucionar los problemas, los oculta tras una cortina de humo. Lo más racional que se nos ofrece es la adopción de la sgt. Estrategia: 1. Diversificar las fuentes de ayuda.- Se trata de incorporar a los planes

de

asistencia

educacional,

a

universidades,

organizaciones privadas y estatales, y a otros países con el fin de evitar dependencia de una sola fuente. Europa Occidental, la Unión Soviética, Europa Oriental, Japón, Canadá y Australia, son entre otros, algunos países a los cuales 181


América Latina puede incorporar

a sus proyectos

de

desarrollo educacional. 2. Crear organismos gubernamentales latinoamericanos que tengan a su cargo la planificación de la educación

y se

encarguen de elaborar una política frente a ala asistencia externa. 3. Impulsar la coordinación entre las universidades de la región con el fin de establecer una posición común frente al desarrollo

de

la

educación

superior,

asegurar

la

democratización interna y el rol de la universidad en la promoción de los valores latinoamericanos, impidiéndose el “colonialismo mental”. 4. Impulsar el proceso de reforma universitaria en la región con el objeto de acelerar la modernización de las instituciones de educación superior, asegurar la democratización interna y el rol de la universidad en la promoción

de los valores

latinoamericanos, impidiéndose el “colonialismo mental”.

182


X.

LA INTEGRACIÓN DE LOS GOBIERNOS DE AMERICA LATINA

En páginas anteriores hemos señalado que la integración forma parte de una concepción global que tiende a la transformación de América Latina, con el fin de liberarla del imperialismo, crear una sociedad moderna y una comunidad que satisfaga los derechos elementales de la persona humana, en estas condiciones surge una pregunta. El proceso de la integración debe esperar a que todos los gobiernos de la región sean representativos, progresistas y animados de un férreo sentimiento latinoamericano o ¿debe de iniciarse, de inmediato la creación de organismos comunes?. La primera alternativa tiene la ventaja de que se actuaría con grupos gobernantes que tendrían un mismo pensamiento en sus rasgos esenciales. En estas condiciones el proceso de integración sería más fácil y contaría con innegable respaldo popular. Sin embargo es posible que esta situación tarde en plasmarse y habría que esperar hasta que “las condiciones ideales” se produzcan antes de dar los primeros pasos integrativos. Hay que tomar

en consideración

además que son varios los

grupos interesados en la integración de América Latina, algunos de ellos preocupados únicamente de los beneficios que ofrecería la ampliación de los mercados estos sectores seguirán impulsando la creación de estructuras comunes sin mayores problemas, en lo relativo a una definición ideológica y filosófica de no contrarrestarse,

183


o

moderarse su acción podría llegarse a los resultados

perjudiciales que hemos reseñado en otras páginas de este trabajo. Para pretender orientar el proceso de integración es necesario estar dentro de él. No se dirige desde afuera por más loables y juiciosas que sean las recomendaciones. El proceso de integración es también un lugar de lucha entre diversas

concepciones y para influir hay que participar en sus

diversas etapas. Por último

es difícil

determinar que entiende por “gobiernos

populares o progresistas” entrar a calificar supone un serio riesgo para la facultad de discernir en cualquier momento un régimen que demuestre facetas innovadores que los distingan del resto, puede ser expulsado de los organismos de la integración. La finalidad del proceso es la creación de una nueva comunidad latinoamericana libre de todos sus vicios actuales. Pero esta meta será obtenida gradualmente y con participación de los distintos pueblos de la región en un diálogo creador. La uniformidad final será una síntesis de las distintas realidades culturales y de los diversos pensamientos políticos económicos y filosóficos. No es conveniente

entrar

al proceso agotando la

posibilidad de diálogo creación y aporte. En este caso se actuaría en un ambiente de muchas desconfianzas y de sectarismo.

184


El proceso de la integración a nivel gubernamental debe iniciarse de inmediato, sin esperar a que existe uniformidad de pensamiento en las clases dirigentes de la región.

10.1 Integración y Movimientos Populares La integración no podrá realizarse mientras no sea respaldada por los pueblos de América Latina. Sin participación popular que convierte

en un mero movimiento de tecnócratas,

intel4ectuales

dirigentes

políticos

y

representantes

empresariales. Su suerte será siempre inestable por que no tendrá asidero en la voluntad nacional. Bastará pequeño

cualquier

incidente fronterizo para que los viejos odios

resurjan y el proceso se detenga. Pero para que exista el respaldo es necesario que el pueblo pueda participar en la orientación del proceso. Una política de “castillos de cristal” puede parecer eficaz

a corto plazo, porque será mas

expedita para adoptar acuerdos y condiciones pero será frágil su base de sustentación. Los organismos latinoamericanos en estas condiciones serán como modernos gigantes con pies de barro”; impresionables

a primera

vista pero fácilmente

derribables. 10.1 ¿Qué son movimientos populares? Es difícil, por no decir imposible, pretender consultar a cada uno de los habitantes de América Latina, antes de tomar una decisión. Por ello es indispensable la aceleración del proceso de organización de la población 185

en organismos de tipo


cultural, sindical, político,

económico, etc., que permitan

expresar las opiniones de cada sector de la comunidad. En la medida que la organización popular se acelere existirán estructuras que estén en condiciones de participar en los organismos de la integración, dando

a conocer las

inquietudes y sugerencias de sus afiliados y escuchando los argumentos de la otra parte, podrán transmitirlos a sus bases en esta forma se genera un diálogo fecundo en el cual tienen participación todos los sectores de la población y se facilita la creación de una “mentalidad integracionista”. Es indudable que, en la medida que se acelere la organización popular, se rompen los pilares del actual orden social, en muchos países de América Latina donde oligarquías reducidas controlan el poder impidiendo el acceso a la educación y al bienestar de la mayoría de la población; cuando se organizan los anteriores marginados adquieren el poderío para presionar por sus demandas. Supone, pues, una radical transformación de la estructura del poder en cada comunidad latinoamericana. La integración es un proceso latinoamericano. En estas condiciones la organización del pueblo pasa a efectuarse escala regional y no queda reducido en los estrechos marcos de cada nación como la intención

del movimiento

integracionista es la de crear una nueva comunidad más justa, independiente y moderna la vieja división nacionalista, o 186


mejor dicho provinciana,

deja, en gran parte, de tener

vigencia, la lucha pasa a enmarcarse más en las ideas que en los criterios de nacionalidad el marco de definición ya no es más el lugar de nacimiento, sino los postulados por los cuales se combate, habrá partida ríos y adversarios de los cambios sociales; de la democracia o de la integración. Y estos podrán ser dominicanos, mexicanos o ecuatorianos luchando juntos bajo banderas comunes. Si la integración es latinoamericana también la política pasa a ser regional desde el momento en que se ha aceptado por la mayoría de los gobiernos la necesidad de comenzar a dar los primeros pasos hacia la complementación muchos de los viejos postulados que tendían a limitar la libre circulación de las ideas amparándose en “la soberanía nacional” dejan de tener vigencia. La apertura de las fronteras no es tan solo en beneficios de los grupos

económicos, también los pueblos

deben

participar, esto obliga a una redefinición para estos efectos, del “principio de la no intervención”. Integración significa que los asuntos latinoamericanos son de interés de todos los habitantes de la región. Dialogo supone la posibilidad de expresar ideas distintas aunque el dialogante sea “extranjero” si queremos la unificación política, significa

que los

problemas pasan a ser objeto de estudio de todos latinoamericanos y nadie

puede pretender

ahogar este

proceso amparándose en la delimitaciones fronterizas. 187

los


Las declaraciones anteriores son necesarias, por que si se quiere dar participación en los movimientos populares en el proceso de integración forzosamente tendrán que actuar a nivel regional. Esto significa trabajar por el establecimiento de sindicatos agrupaciones culturales estudiantiles y partidos políticos a escala latinoamericana. En muchos casos, sus ideas chocarán con las de los grupos gobernantes de algún país, es fácil que en estas condiciones se pretenda recibir al principio de “no intervención” para obstaculizar el funcionamiento sociales latinoamericano. De aprobarse esta idea, se eliminaría la participación del pueblo, su apoyo a la integración y, lo que sería más grave aún, se dejaría el proceso en manos de los círculos económicos, donde la influencia del capital foráneo es importante. 10.2.1 Los movimientos populares y el cambio social El objetivo de los movimientos populares al participar en el movimiento de integración es darle participación al pueblo en todas las etapas de gestación de una nueva comunidad. Bregar

por su existencia

y por la

posibilidad de que estas organizaciones de base y puedan influir en la integración, supone una definición ideológica. Implica que los partidarios de esta tesis son consientes de la necesidad de alterar el actual cuadro de poder social existente en la región, y para ello

188


promueve el robustecimiento de formulas e instituciones que aumenten la influencias de los sectores marginados. Al referirnos al rol de los gobiernos en los organismos latinoamericanos

expresábamos

que

no

era

conveniente entrar a calificarlos, antes de admitir trabajar con ellos en el proceso de integración. Se mencionaba la conveniencia de iniciar la constitución de instituciones supranacionales con los actuales grupos dirigentes. En lo referente a los movimientos populares

a la

situación es distinta. Como ya decíamos, el solo hecho de plantear la necesidad de la participación del pueblo, supone un juicio ideológico. El objetivo

de las

organizaciones de base en la integración, es asegurar la aceleración de la América Latina. En estas condiciones; el énfasis

principal se dará

en la coordinación de

aquellas instituciones que persigan objetivos comunes a saber: la integración de América Latina, la eliminación de la dependencia foránea y la transformación social. Existe la gran ventaja, en lo relativo de esta labor, que el pueblo de América Latina en general carece de organizaciones, lo que posibilita determinar desde el comienzo “las reglas del juego”. Esto supone también paralelamente a labor de la organización una extensa campaña destinada a concientizar a los pueblos de América Latina. 189


XI.

EL PARLAMENTO LATINOAMERICANO

El parlamento latinoamericano no tiene en la actualidad influencia en el proceso

de integración; la

carencia de una estructura

permanente, su falta de vigencia legal y la modestia

de sus

recursos financiero conspiran contra una mayor eficacia y presencia ante la opinión pública. Nuevamente se nos presenta un problema al dilucidar frente a un organismo latinoamericano. ¿Es conveniente reforzarlo?, ¿Interesa eliminarlo? O es más adecuado tal vez que permanezca en su languidez actual. La objeción principal que se le hace al parlamento latinoamericano es su falta de representatividad, sus miembros no son elegidos por sufragio universal y, en muchos casos, son simples delegados del dictador de turno, además en su mayoría pertenece a movimientos políticos conservadores que por supuesto se oponen al cambio social y ofrecen una adhesión meramente verbal a los cambios de integración. Sin embargo, América Latina, necesita una tribuna en la cual se debata, sin la formalidad y el protocolo gubernamental los problemas de la región. Con todas sus limitaciones, el actual parlamento es un esbozo que puede ser implementado. Lo adecuado no es eliminarlo y dejarlo languidecer, sino reformarlo para que cumpla sus fines. Es necesario institucionalizarlo 190


dotándolo de financiamiento

y de organismos

estatales

es

conveniente también y con el fin de que sea una tribuna

de

América Latina incorporar a sus deliberaciones a las organizaciones estudiantiles, sindicales, culturales y económicas de la región. 11.1 Panamericanismo o americanismo América Latina se ha acostumbrado a pensar

en términos

latinoamericanos. Desde fines del siglo pasado hasta nuestros días, se ha desarrollado una estrecha malla de relaciones jurídicas políticas y militares entre estados Unidos situados al Sur de Rio Grande. Salvo los intentos fracasados de Bolívar, no se ha plantado, con intensidad, de la unidad de América Latina. Por ello que, incluso al elaborar políticas de integración caemos fácilmente

en

la

tentación

de

establecer

estructuras

interamericanas. Muchas veces no se distingue claramente la diferencia entre ambas alternativas; situación que hace necesario precisar los términos del debate. El latino americanismo tiene por fin crear una comunidad integrada solamente por latinoamericanos. No podrán participar en ella como es lógico, otras naciones ya sea Estados Unidos, Francia o la Unión Soviética

no se trata de una posición

sectaria o contraria a la etapa actual que vive la Región, se ha esbozado la política de integración como un medio de dar una participación mayor a América Latina e los asuntos mundiales y para lograr un equilibrio con el poderío de las potencias industrializadas.

191


Si un país rompiera con la OEA, o cualquier otro organismo interamericano, se encontraría posiblemente

en la orfandad

política. Pocos o posiblemente nadie, querrá acompañarlo en su ostracismo posiblemente su actitud sea calificada de “heroica” y despertará admiración

pero su influencia

real

disminuirá por falta de presencia. Observará como se crean nuevas redes

interamericanas y al encontrarse fuera del

sistema no tendrá posibilidad de orientar. También hay que tomar en consideración los planes de integración. Es más práctico, pues ir sustituyendo panamericanos

por

gradualmente los organismos

estructuras

latinoamericanas.

El

reforzamiento de unas, debilita a las otras y viceversa, al decir gradualmente no implica lentitud o inacción sino que el proceso se llevará a cabo por etapas que no conviene violentar hasta la ruptura, a menos que las condiciones estén creadas. La estrategia que se sugiere es la siguiente: 1. Traspaso de las atribuciones de los organismos del sistema a instituciones

de carácter

proceso debe iniciarse

mundial o latinoamericanas el con el debilitamiento de las

atribuciones políticas de las estructuras panamericanas. En segundo lugar, quitar el máximo de facultades resolutivas de las

organizaciones

interamericanas

para

obtenerlas

meramente con la atribución de proponer recomendaciones. 2. Propender a la constitución de organismos latinoamericanos que actúen sin sujeción al sistema interamericano. 3. La integración europea

y sus diferencias

latinoamericano. 192

con el caso


La integración europea se dio en condiciones muy distintas y afrontando una realidad

radicalmente

diferente

a la

latinoamericana. En Europa existe

una tradición cultural común, sin la

existencia de sectores marginales

en su población; su

territorio era relativamente pequeño y con excelentes redes de comunicación; existía un pasado mundial industrial y la integración tendía mas bien a completar la producción de economías tradicionales desarrolladas. En el viejo continente, la edad media de los habitantes señala el predominio de las capas creación

adultas sobre la juventud. Por estas razones la de un mercado común ha sido en Europa, una

medida de más fácil aplicación que en América Latina. En la Región

nos encontramos con las siguientes

características peculiares, que dificulten el proceso

de

unificación: a) Geografía.- La comunidad económica europea tiene una extensión geográfica inferior a la del Perú. Los accidentes de la naturaleza, en América Latina dificultan la expedita comunicación entre los distintos países: los desiertos, las selvas y las cordilleras plantean problemas difíciles para el transporte

de los productos,

además los

centros

poblados se encuentran a gran distancias unos de otros. b) Los sectores marginales.- En América Latina una gran masa de la población

está fuera

de consumo, de la

educación y una gran masa de la población esta fuera de consumo, de la educación y de la participación de la vida nacional. Este panorama provoca que el mercado 193


latinoamericano sea más pequeño que la simple suma de sus habitantes. Por otra parte los grupos privilegiados están acostumbrados a consumir productos importados. La situación reseñada explica las dificultades que entraña el desarrollo de la industrialización. Se podría decir incluso, que sin un cambio social

que elimine el poder de las

oligarquías e incorpore a los sectores marginales: 1. Marginales sociales: Es aquel sector de la población que compartiendo los valores sociales de los grupos integrados y poseyendo un sentido de la integridad que los identifica con el resto de la comunidad se encuentra al margen de los beneficios dela economía, de la educación, y no participan de las decisiones del país aunque afecten a sus intereses; el caso mas típico de este tipo de marginación es el chileno. En este caso, bastan algunas reformas en la estructura social para incorporar a esta masa de la población en la vida nacional. 2. Marginales culturales: El grupo de marginación es mayor ya que incluso sus valores culturales, su lengua y su raza son distintas

a la de la clase dirigente. No

existe una nación, sino una superposición de culturas, los ejemplos más claros en esta materia son los del Perú, Ecuador y Guatemala, donde existe un sector “blanco”, incorporado a los valores occidentales y que se expresa en español y una gran masa de población indígena, que no se siente miembro del estado y, carece de sentimientos nacionales, continua hablando 194


su lengua nativa y conserva rasgos culturales precolombinos. c) La integración de América Latina se efectúa para crear la industria.- En América Latina salvo en algunos países, la industria se encuentra en una fase incipiente; precisamente el objetivo de la complementación económica es establecer las bases para un desarrollo industrial al superar los estrechos mercados nacionales. En América Latina no existe una población

capacitada

para el

desarrollo manufacturero, falta mano de obra calificada y técnicos en número carece

y calidad convenientes. La región

de infraestructura necesaria para solventar la

expansión industrial. Precisamente unas de las primeras labores a que

se han abocado los organismos de la

integración es la de crear la infraestructura necesaria.

d) En América Latina la población es joven: La expansión demográfica ha generado el hecho de que la mayoría de la población latinoamericana sean menor de 25 años. Esta tendencia parece que continuará por largos años. El carácter

joven de la población imprime a la Región

características

propias

juventud

significa

idealismo

inestabilidad primacía de lo emocional situación que proviene en gran parte la inestabilidad política. Lo que ayer se adoraba es hoy condenado. Los bruscos cambios de 195


opinión son frecuentes. Mal se puede pretender tratar de captar a nuestras poblaciones en una labor tendiente a la integración en base a meros argumentos racionales, el análisis frío de las cifras y hablando un lenguaje de hombres maduros si la integración no es capaz de exaltar la imaginación de las masas juveniles, no tendrá éxito en América Latina. La necesidad de la creación América Latina no puede copiar la experiencia europea, por que la realidad es distinta. Los métodos y las técnicas que en Europa diera un resultado favorable, aquí corren el riesgo

de fracasar porque se aplican a gente diversa

incluso racialmente, que es motivada por otros sectores, que es más joven y que vive en un medio geográfico extenso y difícil de dominar. La necesidad de crear aparece indispensable, porque no podemos copiar. La integración debe responder a nuestra realidad. Y nadie mejor que los latinoamericanos pueden elaborar

las

soluciones para sus problemas. La creación supone la ruptura de muchos mitos pero sin ella América no tendrá un destino. Es hora de comenzar….

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SOBRE EL AUTOR Heinz Ortiz nacido un 24 de Febrero, es un comunicador social egresado de la Universidad San Martin de Porres, de raíces amazónicas y aborígenes, un hijo de Kuélap, amante y defensor de los derechos humanos comienza su afición politóloga en el distrito del Rímac, cuando hace obras sociales para luchar por una comunidad limpia eliminando la basura del distrito. Con su alma politóloga y enamorado del crecimiento social de su país, ha luchado constantemente por los derechos de los que menos tienen, a través de 30 años con su programa radial Para Todo el País, en diversas radios locales y hoy en Radio Respuesta, autor anónimo en defensa del derecho de los adultos mayores, en coordinación con sus principales representantes y dirigentes, defensor del derecho de los niños defendiendo su derecho a la matrícula, siendo la voz de los indefensos. Su

página

web

es

www.diariorespuesta.com,

y

www.radiorespuesta.com, lo encuentran a través de las redes sociales twitter y Facebook y con la Gente que Trabaja por el Perú, NCR Tv Net, y a través de la ONG EJ, Emprendedores Jóvenes, la cual tiene la misión de velar por el bienestar y la salud de los jóvenes del Perú, los jóvenes héroes.

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