CAPÍTULO 3 ENFOQUE SISTÉMICO DE LA MEDIACIÓN 3.1.
Fundamentos
A raíz de la segunda guerra mundial lo que fue la fragmentación y especificidad del conocimiento comienzan a consolidarse un pensamiento científico más totalizador que acoge a varias disciplinas como respuesta de la tecnología y de la complejidad de post guerra, nuevos desafíos, nuevas relaciones, los cálculos y las probabilidades van más allá de los alcances matemáticos, son oportunidades para crear posibilidades sin tener necesariamente que pensar en certezas, la visión se amplía con otros paradigmas, con el aporte de modernas teorías que permiten visualizar un mundo complejo, diversificado e interrelacionado. La teoría general de los sistemas, la pragmática de la comunicación, la cibernética, entre otras, favorecen la comprensión de estos fenómenos sociales complejos originados por el desarrollo y las nuevas relaciones que se crean, ofreciendo la posibilidad de establecer un marco de referencia conceptual común para las diversas disciplinas. En forma general, la Teoría General de los Sistemas se presenta como una forma sistemática y científica de aproximación y representación de la realidad y como una orientación para un trabajo interdisciplinario y transdisciplinario. Como paradigma científico se caracteriza por la perspectiva holística e integradora, donde lo importante son las relaciones e interacciones en los sistemas. En la práctica, ofrece un ambiente adecuado para la interrelación y comunicación entre especialistas y especialidades. La primera formulación del desarrollo de una terminología general que permita describir las características, funciones y comportamientos sistémicos se le 26
atribuye al biólogo Ludwig von Bertalanffy, quien acuñó la denominación de “Teoría General de los Sistemas” considerado como un mecanismo de integración entre las ciencias naturales y sociales y como un instrumento básico para las ciencias. La perspectiva de la Teoría General de los Sistemas se basa en la noción de la totalidad orgánica y
surgió como respuesta al agotamiento de enfoques
tradicionales basados en una imagen inorgánica del mundo, segmentado y compartamentalizado de tal manera que la participación hacia las soluciones también son segmentadas, atomizadas, sin considerar las interrelaciones e interacciones globales de los sistemas y conjuntos humanos. El pensamiento sistémico se sustenta en tres fuentes principales del conocimiento: 1. En la Teoría General de Sistemas, según la cual un sistema es un conjunto de elementos en interacción dinámica en el que el estado de cada elemento está determinado por el estado de cada uno de los demás que lo configuran, de esta manera un sistema puede ser cerrado (cuando no intercambia información con su entorno) o abierto (cuando intercambia información con su entorno, por lo que es modificado y a la vez modifica a ese mismo contexto), a estos últimos corresponden los sistemas humanos: familia, organizaciones, instituciones, etc. Dentro de esta teoría se deben considerar ciertos conceptos generales y básicos de los sistemas, algunos mencionados anteriormente, entre otros tenemos:
El principio de totalidad o no sumatividad, implica que un sistema no es una simple suma de elementos sino que posee características propias, diferentes de los elementos que lo componen tomados por separado.
El principio de causalidad circular se explica a partir del concepto de retroalimentación, en el que el comportamiento de cada una de las partes del sistema tiene implicaciones mutuas, de acciones y retroacciones. La conducta y la acción de los participantes en mediación influye en el sistema y por ende en cada uno de los participantes por el efecto que ejerce la información; los participantes se convierten a la vez en receptores y emisores de mensajes. 27
El principio de regulación, afirma que no puede existir comunicación que no obedezca a mínimas reglas y normas. Estas reglas son las que permiten el equilibrio del sistema. Es nombrado a partir de los términos equifinalidad y
multifinalidad, comprendidos como el conjunto de
elementos que a partir de distintas condiciones iniciales y por distintos caminos llegan a un mismo estado final y a partir de condiciones iniciales similares puede llevar a estados finales diferentes.
La Calibración y Función Escalonada son términos que relacionan a los sistemas con la propiedad que tienen para regularse a sí mismos ante los cambios, a menudo con un efecto estabilizador. En ciertas circunstancias los cambios provocan un movimiento en el sistema impulsándolo a un escalón superior, o hacia un nuevo estado o un nuevo orden. La familia, como todos los sistemas, presenta una organización y mantiene cierta clase de equilibrio o balance, debido al intercambio que realiza con el medio ambiente, como lo hacen todos los organismos vivos.
Según esta teoría cualquier cambio en un miembro del sistema afectará a los demás, las pautas de funcionamiento del sistema no son superpuestos ni se reducen a la suma de sus elementos constituyentes; en este sentido un mismo efecto puede responder a distintas causas y varios efectos pueden a su vez responder a una sola causa y esto se da por la permanente circularidad e interconexión entre los miembros de un sistema. 2. La Cibernética como fuente teórica de sustentación, introduce el concepto de “Feedback” que concierne a la reelaboración de información (retroalimentación) en donde cualquier conducta de un miembro de un sistema se transforma en información para los demás. La retroalimentación permite el control de un sistema y que el mismo tome medidas de corrección en base a la información retroalimentada. 3. La teoría de la comunicación, como fuente de desarrollo teórico parte del axioma básico que “es imposible no comunicar”, por lo tanto
todo
comportamiento de un miembro de un sistema tiene un valor de mensaje para los 28
demás, incluyendo el silencio, la mirada o la indiferencia que comunican algo en un proceso de interacción. La teoría general de los sistemas se interesa por la manera en que los participantes en la comunicación, marquen, pauten o dividan las secuencias de comunicación, y como estas se acomodan como causas y efectos de las interacciones. Esta concepción amplía el conocimiento de una serie de comportamientos o conductas que afectan a las personas en su interacción, en cualquier espacio, nivel o contexto donde se de esta. El valor de la Teoría General de los Sistemas, la Cibernética y la Teoría de la Comunicación reside en la posibilidad de obtener modelos que presenten características comunes, aunque referidas a sistemas diferentes, con lo que aparece así un nuevo lenguaje conceptual como puente entre disciplinas naturales, sociales y humanas de manera que la interdisciplinaria funciona en forma complementaria. En su esencia la conceptualización sistémica permite comprender y manejar interdisciplinaria e integradamente la complejidad de la realidad social buscando la integración del saber humano y respetando la particularidad de las ciencias. La existencia de estos conceptos generales, lleva a la posibilidad de la acción global, porque se respetan las interconexiones entre las partes de la realidad, que nuestra mente tomó por costumbre desmembrar, a diferencia de otras metodologías que no propician el enfoque macroscópico ni ofrecen herramientas para el manejo de la complejidad. El modelo de mediación de las últimas décadas, está sustentado en el cambio de paradigma que se refleja en una visión sistémica de la realidad. La intervención para ser sistémica deberá permitir la reconstrucción de un espacio de socialización con nuevos modos de regulación, una redefinición de las relaciones y una legitimidad para poder manejar los conflictos. Los modelos teóricos utilizados para la intervención y mediación desde este enfoque, provienen del campo de la terapia sistémica.
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Su origen corresponde al Primer Grupo de Palo Alto, California, conducido por Gregory Bateson y posteriormente aparecen los trabajos realizados en el Mental Research Institute ( MRI- Palo Alto), siendo uno de sus directores y destacada figura Paul Watzlawick, entre otras figuras de esta organización están Minuchin y Carlos Sluzki. A más del desarrollo que alcanza la terapia familiar sistémica en Estados Unidos, en Europa surgieron varias escuelas, una de las primeras fue la Escuela de Milán, bajo la dirección de Mara Selvini Palazzoli, quien se había formado en el MRI de ( California); también se han destacado la Escuela de Roma, con Mauricio Andolfi; la Escuela de Estudios de la Familia en Bélgica, bajo la dirección de Mony Elkaim, y el equipo de Noruega del Norte, dirigido por Tom Andersen; en Oceanía abordaje sistémico terapéutico de éxito es “La Terapia Narrativa” de Michael White y David Epston. El desarrollo de las llamadas “Terapias Breves” del MRI constituyó uno de los programas más exitosos de la organización; basadas en un concepto eminente sistémico: “No es necesario cambiar a la totalidad del sistema, la introducción de un cambio, por pequeño que sea, si es mantenido, produce efectos en la totalidad del sistema”. 8 A partir de este presupuesto las terapias breves o denominadas también de objetivos limitados hacen hincapié en un aspecto particular y a través de éste se logra cambios, posteriormente el mismo sistema ampliará hacia otros elementos o relaciones de éste. Se ha mencionado estas formas de terapia por las contribuciones múltiples que pueden brindar a la mediación. Diversas técnicas utilizadas actualmente en Mediación tienen la misma procedencia que las que se emplea en Terapia Familiar porque son intervenciones que se fundamentan en las interrelaciones e interacciones de las partes involucradas en una situación o hecho específico que implica un “conflicto”, lo que distingue de otras terapias, especialmente de 8
SUARES, M. Mediación . Conducción de disputas, comunicación y técnicas, 1ra., ed. Ed. Paidós, Buenos Aires, 1997. p.166
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aquellas que son eminentemente intrapsíquicas y ameritan
intervenciones
psicoterapeúticas. Las técnicas que se utilizan en los diferentes modelos sistémicos son válidas para mediación en vista de que se trabaja con aspectos comunes para terapia e intervención sistémica bajo principios inherentes a la teoría de los sistemas, expuesta en párrafos anteriores (totalidad de los sistemas) porque intervienen dos o más personas que interaccionan y se relacionan sistémicamente constituyendo subsistemas; tomando en cuenta las variantes que se dan a cada proceso y el empleo oportuno de los recursos. El tema central de la mediación es el conflicto, así se lo denomina, al problema, situación o hecho que trae a las personas para resolverlo con medidas no judiciales, con la perspectiva sistémica diremos que los conflictos son procesos que se van generando como producto de las interacciones. Entre los aportes más significativos que pueden facilitar los modelos de las terapias sistémicas a los mediadores, se pueden considerar los siguientes:
Las ideas sobre la construcción de problemas, propuestas por Paul Watzlawick
Estrategias de abordaje del MRI como: reformulación, reencuadre o recontextualización y connotación positiva.
Técnicas adoptadas por la Escuela de Milán como las preguntas circulares.
Los aportes de la terapia narrativa de Michael White y David Epston y el proceso de externalización.
La técnica del equipo reflexivo aportada por el equipo noruego conducido por Tom Andersen. 9
Sentó la base para los modelos reflexivos en la
terapia familiar. Los procesos reflexivos, en la actualidad, se aplican en contextos sociales más amplios como instituciones, organizaciones y grupos.
9
SUARES, M. ob. Cit., pág. 167
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Los aportes mencionados enfatizan en la interacción como elemento de trabajo y comunicación, no se detiene en el por qué un individuo acciona de determinada manera sino en el cómo lo hace; no importa quién hace qué, sino cuándo se realiza una determinada conducta. El paradigma sistémico en intervención de mediación permite contar con un nuevo
modelo y una metodología de la acción global
para complementar
modelos y metodologías utilizadas hasta ahora. 3.2. La familia como sistema El estudio del desarrollo de la familia y su evolución ha sido preocupación de las ciencias; distintos enfoques basados en diversas teorías y desde diferentes disciplinas han contribuido con aportes para su conceptualización. No existe una única definición que contenga todo lo que es una familia, cada uno de los enfoques enfatiza en algún aspecto en particular dependiendo de los objetivos de estudio. Si se considera la sola definición jurídica de familia vemos que no satisface las complejas y múltiples relaciones que se generan dentro de ella a lo largo de su desarrollo vital. Otras son las ciencias que estudian la dinámica familiar y dan explicación a varios de los fenómenos que se presentan al interior y que el derecho no alcanza a regular. La existencia de comportamientos, normas, valores, mitos y estereotipos familiares no son identificadas por el derecho, a pesar de funcionar como verdaderas normas reguladoras de la ley interna familiar. 10 La necesidad de definir para el presente estudio y dentro del enfoque sistémico de alguna manera a la familia y sus funciones viene del hecho de que hoy en día coexisten numerosos modelos de estructuras reconocidos como “familia” y que son aceptadas en la actualidad. Las concepciones tradicionales van perdiendo espacio frente a otras concepciones integradoras.
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GORVEIN, N. Transformación de conflictos en el Mundo Hispano, Internet: www.inter-mediacion.com
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El enfoque sistémico no se centra en el individuo sino en el grupo familiar. Desde esta visión, nos referiremos a la familia como el principal de los sistemas humanos, como una unidad y totalidad, como un “organismo vivo” compuesto de distintas partes con interacciones recíprocas, donde lo que ocurra en uno de los miembros afectará a los otros y consecuentemente al sistema en general. Esta relación es tan integral entre las partes y el sistema total, que si un individuo o subsistema familiar flaquea en su funcionamiento, la totalidad del sistema familiar se ve afectada. En sentido inverso, se considera que si el sistema familiar no está funcionando adecuadamente, los síntomas de esta disfunción pueden desplazarse hacia uno de los miembros del sistema familiar. Se considera que es un sistema abierto, una entidad dinámica que está en proceso de cambio continuo. Recibe influencia del exterior originada por la demanda del contexto socio-cultural que influyen sobre los miembros de la
familia. Está
sometida a presión interna provocada por la evolución de sus propios miembros y subsistemas. Por tal razón, este grupo relacional primario siempre ha sufrido cambios pero presenta una cierta organización y mantiene cierta clase de balance o equilibrio que lo logra gracias al intercambio que realiza con el medio ambiente, como lo hacen todos los organismos vivos. Sus funciones a nivel interno, son la protección psicosocial de sus miembros y, en lo externo, como lo marca Minuchin, “la acomodación a una cultura y a la transmisión de esa cultura”. Una visión integradora de familia incluye tres aspectos básicos: el estructural (composición, jerarquía, límites, roles, sistemas y subsistemas), funcional (patrones de interacción) y evolutiva (sistema morfogénico complejo) Esta perspectiva
permite ver a la familia como un sistema morfogénico y a la
vez permanente como grupo que satisface las necesidades biológicas, psicológicas y afectivas de supervivencia humana, diferente a las que se dan en
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otros sistemas, debido a la intensidad de las relaciones y la naturaleza de las interacciones. 11 Las pautas de funcionamiento del sistema no se reducen a la suma de los análisis de sus miembros individuales. Las acciones están conectadas mediante pautas de interacción. La visión sistémica de la familia permite analizarlo desde la complejidad considerando los afectos, sentimientos, valores, principios, reglas propias, vínculos de parentesco, estructura, jerarquías, mitos, ritos, relaciones jurídicas con lo que se va conformando un complejo entretejido donde se reciben, se dan y se generan los más variados mensajes en cada uno de los miembros del sistema. 3.3. La intervención sistémica en la Mediación A la Mediación se la puede definir como “el conjunto de estrategias llevadas a cabo por profesionales capacitados en la materia, llamados mediadores, que pueden conducir a la pareja, a la familia, al grupo u organización hacia una solución consensual de los conflictos que la afectan, tomando como punto de partida la devolución de la autodeterminación a las partes involucradas, a fin de que tomen sus propias decisiones respecto del conflicto que las trae a la consulta”. 12 La mediación familiar es un proceso de intervención, en el cual, una tercera parte llamada mediador, guiará a las partes involucradas en un conflicto para el manejo del mismo, con el propósito de solucionar un problema, se puede utilizar: antes, conjuntamente o después de un litigio judicial. Es un proceso considerado a la vez complejo, dinámico, flexible y formal, basado en ciertas reglas básicas coherentes con los propósitos de la mediación como mirar el conjunto, ventilar emociones, las soluciones surgen de las partes, el éxito está en aprender a manejar el conflicto. 11
HERRERA, A. La familia unidad de análisis. 2003. Julio, Internet: www.geocities.com/hiponiqueo/Familiy.html
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GORVEIN, N. Transformación de conflictos en el Mundo Hispano, Internet: www.inter-mediacion.com
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El mediador facilitará la comunicación entre los actores a fin de que mejoren los aspectos relacionales y puedan llegar a un acuerdo total o parcial respecto al conflicto que mantienen. Supone una lógica positiva para afrontar los problemas, asumiendo el compromiso y la voluntad de cambiar la actitud de confrontación y la negación de la realidad emocional, personal y social del otro, por una actitud de reconocimiento del otro. En las
últimas décadas la mediación ha tenido un notable crecimiento y
paralelamente una divergencia de opiniones en relación a la práctica y a los objetivos de la mediación, por tal razón es importante referirse a los enfoques que han surgido a través de la historia y que han sido orientados sobre distintas dimensiones del proceso mediador y su influencia social. A fin de ordenar las tendencias teóricas más señaladas y reconocidas en mediación se ha tomado en consideración enfoques y modelos de mayor significación práctica, aunque con frecuencia se influyen unos y otros, el mediador los puede manejar como instrumentos para adecuar el proceso al sistema familiar, por lo tanto es conviene recordar sus orígenes. Baruch y Folger (1996) en la obra titulada “La promesa de la mediación”, manifiestan que actualmente la práctica de la mediación se la enfoca desde cuatro aspectos diferentes y discrepantes y que nos permiten tener una primera visión de la concepción de la mediación. 1. Algunos la han utilizado como una herramienta para descongestionar la función judicial y administrar una justicia de “más elevada calidad”; utilizada para satisfacer las necesidades humanas auténticas de las partes en disputas individuales. Permite reformular una disputa contenciosa como un problema mutuo. La meta consiste en maximizar la satisfacción de necesidades individuales o minimizar el sufrimiento.
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2. Otros como un medio para organizar a la gente y a las comunidades con el propósito de llegar a acuerdos equitativos, alrededor de intereses comunes para crear una estructura más sólida. Permite a los adversarios ver un contexto más amplio para hacer frente a un enemigo común. La mediación puede fortalecer a los débiles a través de la creación de alianzas. La meta más importante es impulsar la igualdad entre los individuos o reducir la desigualdad. 3. Otros como un medio oculto de control y opresión social en el que la mediación puede empeorar los desequilibrios de poder, imponer presión, coerción y la manipulación por parte del más fuerte, agravando las condiciones de injusticia para los individuos que se encuentran en desventaja y desigualdad. 4. Para los autores de la obra y según su criterio para muchos más, se la emplea para una transformación cualitativa de interacción humana. Como un proceso para ayudar a las partes en disputa a aumentar la capacidad intrínseca de cada uno para afrontar todo tipo de circunstancias adversas, no solo las del momento sino las que puedan presentarse posteriormente. A estas tendencias las denominan como “historias” de la satisfacción, de la justicia social, de la opresión y de la transformación respectivamente. Una segunda visión es la que surge del análisis de las cuatro historias y que de la discrepancia y de la diferencia hay que remitirse a pensar cuál sería la meta social que persigue la mediación y cuál es la orientación futura para la mediación. Si se parte de la premisa de que lo importante es la satisfacción de necesidades se podría continuar con la orientación actual de la mediación; si se considera como premisa la igualdad entre las personas, en la práctica se pondrá menos atención para el arreglo o la resolución de problemas y se pondrá más énfasis en la creación de coaliciones y la defensa de la parte más débil a favor del arreglo. Al considerar como premisa la transformación la meta será una actitud de menor preocupación por el acuerdo y la protección y se concentrará en las oportunidades de transformación y la manera de lograr mayor provecho.
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Sobre estas y otras consideraciones teóricas, se han creado algunos modelos que actualmente son considerados a nivel bibliográfico y algunos utilizados en la práctica de la mediación. 3.3.1.
Modelos de intervención utilizados en Mediación
3.3.1.1. Modelo de Harvard Es el Modelo Tradicional apropiado para la conducción de conflictos en áreas de empresas y negocios. Define a la mediación como una negociación asistida por un tercero. Su enfoque teórico está orientado a la “resolución de problemas”. Este es el modelo con el cual la mayoría de las personas ha identificado y ha considerado la práctica de la mediación. Parte de que el conflicto es un obstáculo para la satisfacción de intereses y necesidades y el problema aparece cuando las partes requieren simultáneamente satisfacer intereses y necesidades que son incompatibles. Está orientado a encontrar una
manera efectiva de
resolver diferencias entre las personas,
entregando un marco útil para pensar y actuar. La esencia de la metodología radica en cambiar la confrontación “cara a cara”, a una colaboración de resolución de problemas “lado a lado”. Tiene el propósito de desarrollar las competencias negociadoras de los ejecutivos de las empresas a fin de mejorar la productividad y las relaciones con los clientes, proveedores y demás personas de la organización.
3.3.1.2. Modelo Transformativo El Modelo Transformativo,
es utilizado en los casos en los cuales están
directamente implicadas las relaciones. Está orientado a la comunicación y a las relaciones interpersonales de las partes. Sus creadores (Baruch y Folger) proponen diferenciarlo del de Harvard, al que incluyen dentro de lo que denominan “historia
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de la satisfacción”, al darle un enfoque terapéutico en un marco al que denominan “historia de la transformación”. 13 El objetivo de la mediación en esta perspectiva no es el acuerdo sino el desarrollo del potencial de cambio de las personas al descubrir sus propias habilidades. Se centra en las relaciones humanas con el propósito de fomentar el crecimiento personal a nivel intrasíquico, destacando la capacidad del procedimiento para promover la revalorización y el reconocimiento de cada persona. Puede apoyar el ejercicio de la autodeterminación y la activación de recursos personales de las partes para enfrentar problemas y alcanzar metas, no solamente en el caso presente sino también en situaciones futuras. 3.3.1.3
Modelo Circular Narrativo
El Modelo Narrativo es aplicable para las relaciones y los acuerdos. Centra todo su trabajo en las narraciones de las personas durante la mediación. Tiene como objetivo llegar a un acuerdo poniendo énfasis
en la comunicación y en la
interacción de las partes. Para llegar a un acuerdo las partes necesitan reconstruir las historias conflictivas con las que llegan a la mediación por otras que ayuden a las personas a generar una historia alternativa y diferente que posibilite el cambio. Esta perspectiva tiene sus orígenes en el modelo narrativo de Michael White. Es importante conocer los significados que las personas dan a los hechos y a las actitudes de los otros; las relaciones entre las personas, el contexto cultural, los mitos, los valores, etc. Las historias que las personas cuentan sobre sí mismas o sobre los demás se relacionan con la propia identidad. Los conflictos se relatan en el marco de estas historias y es por eso que se considera necesario cambiar la narrativa para poder transformar la dinámica de confrontación en una dinámica de colaboración. Al considerar estos modelos, dentro de la perspectiva sistémica, se aprecia que no son incompatibles, sino que pueden ser considerados complementarios, podría ser 13
DIEZ, F. y TAPIA, G. Herramientas para trabajar en mediación, 1ra.,ed. Ed.: Paidós, Buenos Aires, 2004 pág. 26
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una aplicación a la intervención. En la práctica y por necesidad se puede adoptar una postura ecléctica, a conciliar métodos, sin pretender demostrar la superioridad de uno o de otro modelo, sin tratar de demostrar que el mediador pertenece a determinada escuela de pensamiento o de acción y sin causar un choque de enfoques entre modelos. Otra alternativa sería construir un modelo propio de intervención ya que “no hay formas o modelos cerrados, hay herramientas e instrumentos a disposición del mediador para que elija el que mejor se adapta al sistema familiar”. Se puede comenzar a trabajar con nuevos recursos y técnicas
acordes a la
formación del profesional y de la familia con la cual vamos a trabajar. Alcanzar la totalidad de las metas en la mediación resultaría imposible, pero se requiere saber que el objetivo de la Mediación Familiar básicamente es ahorrar tiempo, energía, proteger el interés familiar y sobre todo proteger a los hijos. Como sugerencia se podría utilizar uno de los modelos de terapia breve por ser práctico para manejo de problemas a través del cambio. 3.3.2.
La mediación familiar interdisciplinaria
Un requisito indispensable para trabajar con nuevos modelos metodológicos es la capacitación interdisciplinaria que exige profundizar no solo en lo referente al Derecho de Familia o a las técnicas por sí solas sino en otras disciplinas y teorías que complementen y aumenten la percepción y el accionar del mediador familiar. El conocimiento especializado, a veces, es motivo de “fragmentación que se da en diferentes ordenes: fragmentación del conocimiento (solo entre todos disponemos de toda la información), fragmentación en el poder sobre uno mismo (el médico o el abogado dicen saber lo que realmente conviene), fragmentación en la prestación de servicios personales (cada profesional atiende a un “trozo” del usuario)”. 14
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RIPOL-MILLET, A. Familias, trabajo social y mediación. Ed. Paidós, España, 2001. pág. 231
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Actualmente se está tratando de contrarrestar la fragmentación producto de la superespecialización para concebir al ser humano y a sus diferentes sistemas sociales como una unidad, buscando recobrar la totalidad. En tal sentido, la interdisciplinariedad es parte del cambio e implica una elaboración conceptual unificada, donde las diferentes ciencias se vean recíprocamente enriquecidas y logren unirse para crear un nuevo enfoque conceptualizador. El trabajo interdisciplinario y de equipo en mediación familiar resulta ventajoso tanto para la familia como para los profesionales. Esta es una modalidad relativamente nueva de trabajo que requiere la creación de un código de entendimiento y comunicación entre profesionales que compartan la tarea en un trabajo cooperativo. Se debe tener presente que un trabajo interdisciplinario no implica la pérdida de autonomía de una disciplina ni la superposición de funciones pero si requiere el manejo de un lenguaje común entre profesionales y unos acuerdos básicos que faciliten procesos complementarios positivos, sin llegar a la escalada simétrica. Esta metodología de trabajo conjunto implica tomar en cuenta una serie de requerimientos como: ser empático entre profesionales, respetar las diferencias y la diversidad, aceptar sugerencias, proponer las propias, aportar conocimientos, saber escuchar y sobre todo centrar la atención en la familia que consulta. “La interdisciplina es parte del cambio e implica producir una elaboración conceptual unificada donde las diferentes ciencias intervinientes se vean recíprocamente enriquecidas y eventualmente logren fundirse en la producción de un nuevo enfoque conceptualizador”. 15 La complejidad y diversidad que se presentan en las relaciones de familia requiere una visión más amplia con el aporte de diferentes ciencias desde donde partirán las opiniones de los profesionales a fin de dar una respuesta de consenso al conflicto familiar.
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GORVEIN,N. Cómo construir un modelo propio para trabajar en mediación familiar, Internet: www. Inter-mediacion.com
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Entre las ventajas de esta forma de trabajo está la posibilidad de que cada profesional observe diferentes partes del mismo conflicto y creen estrategias para poder operar eficazmente frente a ellos. Un equipo interdisciplinario ideal para trabajar en mediación familiar sería el que reúna al abogado especializado en derecho de familia, un mediador o interventor con formación familiar sistémica.
3.3.3.
Contexto de intervención de la Mediación
El contexto define el mensaje, se forma con las circunstancias o situaciones interaccionales que rodean un hecho de comunicación humana, verbal o no verbal que toma significación al interior de una situación precisa que implica una meta o finalidad. La característica del contexto es poner implícita o explícitamente ciertas reglas a la relación, por tanto si cambia el contexto las reglas también cambian. El contexto de la mediación debe facilitar la comunicación y debe considerar que cuando las personas están involucradas en un conflicto por lo general no tienen la posibilidad de tomar en cuenta las razones que motivan a la otra parte para actuar, hacer o decir de la forma que lo hace o dice. Por esta razón las partes se ven como adversarias, no pueden relacionarse de diferente manera y no están en la posibilidad de llegar a acuerdos para solucionar el conflicto. La mediación es el espacio donde las personas pueden ser legitimadas, es decir que las personas logran modificar las percepciones para mirar de un modo diferente las actitudes de las partes. El contexto jurídico está dado por el encuadre normativo que se da a los hechos relacionados con las personas. El contexto de mediación es diferente; sin embargo, está asociado a la idea de tener derecho o tener la razón para justificar o explicar las razones para adoptar ciertos comportamientos. De aquí la necesidad de separar a las personas del problema o lo que según los axiomas de la comunicación humana se conoce como aspectos de contenido y relación.
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El contenido del mensaje está dado por el pedido o el reclamo de mediación y la relación está determinada por la manera en que se comunican las personas involucradas en el problema. El modo de comunicarse entre ellos define la relación que han establecido. El reclamo o el pedido es una pretensión fundada en lo que cada una de las partes aspira, por tanto no es un capricho, es lo que cada uno cree. Recurriendo a criterios objetivos se puede legitimar el contenido de los reclamos. 3.3.4.
Reencuadre del contexto de intervención de la Mediación
La interpretación de la realidad de una situación es variada y cada persona cree que su manera de ver el mundo es el correcto, por tanto cada persona ve la solución del problema como la que corresponde y como la única. Para cambiar esta concepción es necesario un reencuadre que pone el problema en un nuevo cuadro para mirar de modo diferente la situación, una lectura alternativa con el objeto de tratar de cambiar las percepciones. Un reencuadre lleva implícito la transformación de los significados del conflicto, en relación a la situación, a las personas que intervienen y a los hechos o contenido. El reencuadre de los contenidos cambia el significado de los hechos, el del contexto pone la situación en otro escenario y a las personas les confiere un significado diferente de los atributos o intenciones adjudicadas por la otra parte. El reencuadre ofrece la posibilidad de que las realidades subjetivas puedan llegar a mirarse como diferentes. Podemos referirnos a dos teorías que sustentan concepciones de la realidad y que han sido consideradas en este trabajo: el constructivismo y el construccionismo.
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En el constructivismo el ser humano a través de su conocimiento y experiencia llega a descubrir en la construcción mutua (con el otro), lo real y no se detiene en la búsqueda de la verdad o de la realidad. La mediación es operativa en la medida en que acoplamientos diferentes que nacen de percepciones diferentes, y sin embargo compatibles, abra posibilidades para el sistema y el manejo del conflicto. Una intervención exitosa no implica que el mediador haya tenido razón, sino que la construcción que creó con los miembros del sistema es funcional. La diferencia entre el profesional del derecho y el mediador radica en el objeto de la intervención. El primero busca la “verdad” y el mediador en lugar de tratar de encontrar la verdad, más bien aumenta el campo de las posibilidades. El construccionismo, paradigma postmoderno, considera que los hechos dependen de la perspectiva propia de cada persona y que los hechos no son cosas en sí, sino que son producto de un consenso social. El construccionismo agrega a la concepción constructivista el componente social, ligado a la idea de la construcción de la realidad. La comprensión y la explicación del mundo, el conocimiento y la experiencia son en sí mismas formas de acción social. Como dice Marinés Suares al referirse a esta teoría “el conocimiento no es algo que la gente posea en sus cabezas, sino algo que la gente hace junta”. 16 3.3.5.
Características de la intervención de la mediación
Los conflictos se generan en las interacciones personales, corresponden a sistemas semejantes, lo que cambia son los contextos o escenarios donde pueden interactuar muchos o pocos actores con afines o discrepantes objetivos o metas. La mediación considera dos aspectos importantes relacionados con el conflicto: el tema por el que se discute y la relación entre las partes (contenido y relación). 16
SUAREZ, Marinés, Mediación conducción de disputas, comunicación y técnicas; Paidós; Buenos Aires, 1997, pág. 192
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Abordar el conflicto dentro del contenido, permite diferenciarlo de la relación y viceversa; al sacarlos del campo de confrontación se puede transformar la visión y el significado que se atribuye a los hechos. El proceso no se verá favorecido si solo se muestran criterios objetivos como el monto económico de alimentos, los días de visitas o la tenencia de los hijos, cuando se trata de una intervención de tipo familiar. Se considera a la persona en su integridad, sin pretender llevarlo a un nivel que no corresponde al contexto; se legitima sus experiencias como un camino hacia el consenso y el acuerdo; teniendo presente que somos seres humanos con intereses, necesidades pero sobre todo con afectos y emociones. Los hechos no se pueden cambiar, pero se puede trabajar para que se les atribuya otros significados, comprender las razones de la otra parte abre la posibilidad para pasar a otra posición. En este proceso se preserva las relaciones y se generan
valores como la
tolerancia, colaboración, reciprocidad, etc. La mediación va más allá de la simple resolución de conflictos del momento, amplía la visión en sentido futurista constituyéndose en un mecanismo de cambio y transformación ya que devuelve a la familia y a las partes la autonomía de sus acciones y decisiones, permite comprender el conflicto de una manera más positiva y no limita los alcances y aplicaciones a un simple acuerdo. No pretende hacer desaparecer los conflictos de las relaciones humanas, porque mientras existan interacciones siempre estarán presentes. Tampoco los evade, los enfrenta con nuevos propósitos como medio para alcanzar una nueva identidad del sistema familiar y de cada uno de los miembros que lo integra. Es un recurso que se adapta con facilidad para ser utilizado en asuntos de familia, empresariales, educativos, ambientales, organizacionales.
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3.3.6.
El proceso de mediación
CENTRO
CONVOCATORIA A AUDIENCIA DE MEDIACIÓN No acuden las partes a la primera convocatoria
ACUDEN LAS PARTES A LA PRIMERA CONVOCATORIA
Segunda convocatoria
Inasistencia a la segunda convocatoria
ETAPA DE CONTACTO CON EL MEDIADOR Acta de Imposibilidad
La mediación es confidencial
VÍA JUDICIAL
ETAPA DE CONTEXTO
ETAPA DE LOS HECHOS
ETAPA DE ALTERNATIVAS
ETAPA DE NEGOCIACIÓN
ACUERDO
ACUERDO
Fuerza de sentencia de última instancia
Fuerza de sentencia de última instancia
VÍA JUDICIAL
Fuente: SARMIENTO B., V. La Función Judicial en el Ecuador. Loja. Editorial UTPL. 2006
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El proceso, como señala el esquema, se inicia con un primer contacto al centro de mediación desde el momento que una de las partes, llamada solicitante, presenta el conflicto para que sea resuelto en una mediación. El centro envía una invitación a la parte solicitada, se lo puede convocar hasta por dos veces. Con asistencia de las partes en la primera convocatoria se crea el sistema de la mediación y el inicio del proceso de interacción entre los participantes a la sesión solicitada y aceptada en forma voluntaria. El mediador, las partes y los profesionales que acuden a la mediación interactúan desde el ser, conocer y hacer, aspectos que deben ser atendidos si estamos considerando la totalidad de los sistemas. El ser se relaciona con los sentimientos y emociones de las personas, el conocer con las cogniciones y el hacer es el cómo ejecuto las acciones. Estos niveles no se presentan diferenciados, se confunden y son complementarios, están presentes en todo el proceso, forman parte de la condición humana. Se determina el contexto de mediación, se fijan reglas, se dan a conocer los deberes y derechos que deben observarse entre los participantes. Se pone en conocimiento las características de la mediación que emanan de la ley; todo esto en un ambiente de diálogo para clarificar. Continúa el proceso de mediación donde la comunicación juega un papel importante por la información que circula en forma verbal y no verbal. Es uno de los recursos personales y profesionales del mediador para que conjuntamente en un proceso de construcción con las partes se cree el ambiente apropiado de confianza y respeto. Muchas veces el conflicto ha llegado a una escala emocional que no permite ver los hechos, de tal manera que necesariamente se requiere considerarla para que el proceso continúe.
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Al finalizar el proceso de mediación si las partes de mutuo acuerdo han tomado una decisión se procede a elaborar el acta de mediación en la que consta el acuerdo total o parcial, la misma que tiene valor de sentencia ejecutoriada y cosa juzgada. Si el acuerdo ha sido parcial las partes podrán someter a criterio del juez las diferencias que no han sido parte del acuerdo. Si una de las partes no cumple con el acuerdo puede pasar a discutirse mediante un proceso judicial. En el caso de que el solicitado no acuda a mediación a pesar de las dos convocatorias, se firma una acta de imposibilidad, la misma que el/la solicitante lleva donde el juez para que siga el trámite legal correspondiente.
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